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UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS

ESCUELA PROFESIONAL DE ECONOMIA Y NEGOCIOS INTERNACIONALES

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

“FACTORES ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES QUE AFECTAN AL


COMERCIO MINORISTA, PERIODO – 2018”.

PRESENTADO POR:

YAMPIER FLAVIO SARMIENTO DELGADO

PARA OPTAR EL TITULO PROFESIONAL DE:

LICENCIADO EN ECONOMÍA Y NEGOCIOS INTERNACIONALES

PUNO - PERÚ

2018
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

1.1. DESCRIPCION DEL PROBLEMA.

El comercio es una actividad esencial para la distribución de los bienes y


servicios de un país, y constituye el elemento central, que dispone una sociedad
para atender las necesidades de sus ciudadanos. En este sentido se configura
como uno de los sectores mas importantes de la economía de un país.

El comercio tiene como finalidad acercar la producción al consumo, siendo el


paso intermediario entre el fabricante y el consumidor. Las actividades que
implica la distribución comercial (transporte, almacenamiento, etc.) son
realizadas por numerosas empresas que actúan como eslabones intermediarios
entre los fabricantes y los consumidores. El comercio minorista es el
intermediario que se dedica a la venta de los productos o servicios a los
consumidores o usuarios finales. (Burruezo, 2003, p.23)

La evolución del comercio minorista afecta a todo el mundo. Hemos visto en el


pasado cómo los distribuidores pasaban de grandes edificios en las ciudades a
tiendas especializadas en centros comerciales del extrarradio y, más tarde, a
formatos de grandes superficies en las que se ofrecen amplias selecciones de
artículos rebajados. Actualmente somos testigos de la transformación más
profunda que ha experimentado el sector de la distribución. Estamos
percibiendo cambios significativos en el modo, el lugar y el momento en el que
compran los consumidores. Estos cambios transformarán de nuevo el paisaje
de la distribución, puesto que los consumidores eligen a los distribuidores que
evolucionan para adaptarse a ellos, mientras que los demás se ven obligados a
cerrar. (Retail, 2013, p.3)

El comercio minorista en el Perú nos trae mucho beneficio y a la vez fracaso


económico, social y cultural al país pero lo malo es que la mayoría es informal
y no beneficia tanto ya que en diferentes partes bilaterales del Perú o en las
diferentes regiones son ilegales e informales ya que no pagan impuestos
tributarios y de ahí nace el problema de como afecta “económicamente el
comercio minorista del Distrito de Desaguadero periodo – 2018”.
En el Distrito de Desaguadero, el cual no está aislado de la informalidad de los
comerciantes minoristas; pues al estar ubicado en zona fronteriza, tenemos un
problema mayor que es el “contrabando”, cuya actividad está directamente
ligado al problema de informalidad del comercio.

De acuerdo con Tocunaga (1991), el ingreso de las mercaderías a los países


por los conductos regulares de las Aduanas permite a los distintos Estados en
el mundo un control de las mismas, además de poder recaudar los impuestos y
aranceles que por la importación de bienes se aplica normalmente en el país de
consumo. Este tipo de regulación permite a los Estados el contar con los
recursos necesarios para poder brindar los servicios que la población requiera
y el sostenimiento del propio Estado.

Por su parte, el responsable nacional del Control Operativo Aduanero (COA),


reconoció las limitaciones que tienen en Desaguadero, donde indicó "Este
pueblo vive del comercio legal y del ilegal.

Finalmente, el comercio minorista también cuenta con la evasión tributaria como


una problemática informal está directamente ligada al aspecto social,
económico, coyuntural, desempleo, etc. todo ello hace que muchas personas
se dediquen a diferentes actividades informales que generen un ingreso
económico para solventar sus gastos familiares, pero también esto va ir
generando el crecimiento acelerado de la informalidad en el comercio.

1.2. FORMULACIÒN DE PROBLEMA.


1.2.1. Enunciado Principal.
¿Qué factores económicos, sociales y culturales están asociados al
comercio minorista

1.2.2. Enunciados Secundarios.


 ¿Cuáles son los factores económicos asociados al comercio minorista del
Distrito
 ¿Cuáles son los factores sociales asociados al comercio minorista del
Distrito
 ¿Cuáles son los factores culturales asociados al comercio minorista del
Distrito
1.3. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN.

El presente trabajo de investigación tiene como propósito fundamental


determinar los factores económicos, sociales y culturales asociados al comercio
minorista del Distrito de Desaguadero, daremos aportes a los diferentes casos
como lo es económicamente, socialmente y culturalmente a través de pautas
fundamentales para contribuir al país pagando sus impuestos tributarios ya que
el comercio minorista afecta fuertemente la economía del país.

La investigación tiene relevancia ya que contribuirá el bienestar social de la


población y también poder ampliar el conocimiento de las personas que quieran
saber de la investigación presentada ya que brindaremos los problemas actuales
con diferentes soluciones al comercio minorista informal y a todas sus diferentes
características ya sea por el contrabando o por otras causas que hacen que el
comercio minorista no apoye al 100% al estado.

1.4. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.


1.4.1. Objetivo General:
Determinar los factores económicos, sociales y culturales asociados al
comercio minorista del

1.4.2. Objetivos específicos:


 Identificar los factores económicos que influyeron al comercio minorista
del Distrito
 Analizar los factores sociales que motivaron al comercio minorista del
Distrito de
 Describir los factores culturales en la inserción al comercio minorista del
Distrito de

1.5. HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN.


1.5.1. Hipótesis General
Los factores económicos, sociales y culturales influyen significativamente
al comercio minorista del Distrito de Desaguadero, Periodo 2018.
1.5.2. Hipótesis Especificas
 Los factores como bajos ingresos y desempleo de las familias influyen
significativamente al comercio minorista
 Los factores como el bajo crecimiento demográfico, precarias condiciones
de vivienda, bajo nivel de estatus social de las familias influyen
significativamente al comercio minorista
 Los factores culturales como la costumbre adoptada por sus antecesores,
influencia de otras familias influyen significativamente al comercio minorista
2. MARCO TEÓRICO.
2.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN.
Para realizar la presente investigación, ha sido necesario revisar estudios
anteriores o vinculados con el tema a fin de lograr un aporte al mismo; en tal
sentido se mencionan algunos:

a. Orígenes del comercio en el mundo.

Los orígenes del comercio en el mundo, según Galbraith y Kenneth (1983),


citado por Morón (2009) afirma:

Que se remontan a finales del neolítico, cuando se descubrió la agricultura. Al


principio la agricultura que se practicaba era una agricultura de subsistencia,
donde las cosechas obtenidas eran justo para la población dedicada a la
actividad agrícola. Sin embargo, a medida que iban incorporándose nuevos
desarrollos tecnológicos día a día de los agricultores, como por ejemplo la fuerza
animal, o el uso de diferentes herramientas, las cosechas obtenidas eran cada
vez mayores. Así llegó el momento propicio para el nacimiento del comercio. (p.
14), favorecido por dos factores:

a) Las cosechas obtenidas eran mayores, que la necesaria para la


subsistencia de la comunidad.
b) Ya no era necesario que toda la comunidad se dedicara a la agricultura,
por lo tanto; parte de la población empezó a especializarse en otras
actividades, como la alfarería o la siderurgia.

Entonces los excedentes de las cosechas empezaron a intercambiarse con otros


productos y objetos de otras comunidades, que estaban especializadas.
Normalmente estos objetos eran elementos para la defensa de la comunidad
(armas), depósitos para poder trasportar o almacenar los excedentes
alimentarios (ánforas etc.), nuevos utensilios agrícolas (azadas de metal, etc.), o
incluso más adelante objetos de lujo (espejos, pendientes, imperdibles…).

Este comercio primitivo, no solo supuso un intercambio local de bienes y


alimentos, sino también un intercambio global de innovaciones científicas y
tecnológicas, entre otros, el trabajo en hierro, el trabajo en bronce, la rueda, el
torno, la navegación, la escritura, nuevas formas de urbanismo y otras
tecnologías.

b. Estudios del comercio en el Perú.


En el Perú, los pueblos urbanos en la época colonial e inicios de la república
(1821) en el Altiplano, eran residencias de terratenientes, comerciantes y
agricultores libres.
Según Ramos (1999), el trueque o comercio, se formaliza por órdenes emanadas
del Inca Túpac Yupanqui “al pregonar por todo el imperio Inca, que él quisiera
ser mercader pudiese andar libremente por toda la tierra”, esto duro, hasta la
primera prohibición colonial hecha por el Virrey García Hurtado de Mendoza en
1594. En la colonia los comerciantes informales, fueron los propios españoles y
criollos empobrecidos, generalmente soldados de escaso botín o marineros sin
fortuna.
Matos (1990), De Soto (1986), Carboneto, Hoyle; Tueros (1988) y Grompone
(1990), afirman que el comercio minorista y los comerciantes informales, se
desarrollan esencialmente en las calles bajo la denominación de “comercio
ambulatorio” o “sector informal” y en mercados construidos por ellos, en la
perspectiva de salir de las mismas y entrar en la formalidad en sus negocios. En
el comercio ambulatorio, la gente comenzó a invadir la vía pública, cuyo uso es
de todos, para realizar sobre ella actos de disposición utilitaria para su operación
comercial, sin tener licencias, dar facturas, ni pagar impuestos, aunque en otros
casos ha estado favorecido por un régimen de excepción legal que contra el pago
de un derecho llamado “sisa” le hizo gozar de la tolerancia municipal.
La forma tradicional del comercio minorista es heredada de la constitución del
comercio desde épocas muy anteriores, y, con algunos cambios menores que el
tiempo ha venido imprimiéndole, hoy en día está representado en tiendas que
dan a la calle (puerta en calle) y los mercados tradicionales en la ciudad. Las
mencionadas tiendas que dan a la calle pueden ser divididas en dos clases, las
que venden alimentos y abarrotes en general (que normalmente se denomina
bodegas) y las que venden otro tipo de artículos (bazares, mueblerías, tiendas
de artefactos, tiendas de ropa, tiendas de calzado, entre las principales). Por su
lado, los mercados tradicionales de la ciudad están dedicados fundamental,
aunque no exclusivamente, a los alimentos, destacando en ellos la oferta de
carnes y vegetales que en las bodegas les es difícil de ofrecer. Las bodegas y
los mercados tradicionales, que son la directa competencia de los
supermercados modernos, se abastecen básicamente del comercio mayorista y
de los distribuidores. Por la naturaleza operativa de las bodegas y los mercados
en nuestro medio, no se tienen muchos registros estadísticos fidedignos.
Cisneros (2017).

c. Estudios del comercio en Desaguadero.

El distrito fue creado por decreto supremo de 1854, otorgado por el Mariscal Don
Ramón Castilla, con ello se reconocía la importancia de nuestra región y del
pueblo como capital de nuestro distrito de Desaguadero. Desde tiempo de los
Uros, Lupacas, Incas y los españoles, y aun en nuestra época es el sitio forzoso
para llegar a Bolivia, Brasil, Argentina y Chile. Cruzaron por el poblado
emperadores, conquistadores, gobernantes coloniales y republicanos, cronistas,
visitadores, exploradores, comerciantes, etc.

En el pueblo de Desaguadero las primeras familias que se constituyeron para


fundar fueron extranjeros.

PRIMERA GENERACION

Aproximadamente de 1800 a 1850, se constituye en la población las familias:


Reviso, Ochoa, Molina, Zapata, Perez, etc.
SEGUNDA GENERACION

De 1850 a 1920, se constituyen las familias: Ochoa, Chavez, Casapia, Caceres,


Zeballos, Gonzales, Herrera de la Riva, Rubin de Celis, Escobar, Udivet,
Faggioni como comerciantes mayoristas.

TERCERA GENERACION

De 1920 a 1950, se constituyen en la población las familias: Simoni, Angeler,


Bolaños, Riva loza, Castro, Birny, Montes de Oca, Aguilar, Mena, Ururi, Huayta,
Sarmiento, Alarcon, Copa, Coronado, Vargas, Choque, etc.

CUARTA GENERACION

Desde los años de 1950 a 1980 se constituyen en la población las familias:


Ramos, Yujra, Velarde, Copaja, Alvarado, Mendoza, Pari, Chura, Veleto,
Vilcanqui, Quispe, Vargas, etc.

QUINTA GENERACION

Desde 1980 son todas las familias actuales migrantes de los distritos, provincias
y departamentos aledaños.

Antiguamente se dice que en el pueblo de Desaguadero no existían puentes por


que el rio era un canal corto como para saltar, luego por el incremento del
volumen de las aguas del Lago Titicaca el rio fue creciendo. El Inca Mayta Capac
llega con su ejército para someter a los Aymaras Lupacas al imperio Inca,
después de lograr su objetivo hizo construir una Chaca a base de balsas de
totora para cruzar el rio y lo denominaron Chacamarka.

Chaca: quiere decir lugar donde se cruzaba el rio por encima de piedras, en este
caso se pasaba encima de balsas de totora.
Marka: quiere decir pueblo.

Chacamarka quiere decir pueblo donde se cruza el rio, posteriormente los


pobladores del lugar adoptaron el nombre de Desaguadero que quiere decir
fluyente, porque el rio fluye del Lago Titicaca y surca por medio de dos pueblos
hermanos de diferentes naciones unidas por un mismo nombre (Desaguadero),
el rio sirve como límite con la hermana República de Bolivia.
Con el transcurrir del tiempo a principios de la Época Republicana en el mismo
lugar se construye el primer puente a base de dos pirámides de piedra en los
extremos del rio, que sostenía los rieles y los tablones por donde transitaban los
pobladores y por debajo tenia una puerta levadiza que servía para el paso de las
embarcaciones que llegaban de Bolivia y del Perú.
Con el transcurrir del tiempo en el mismo lugar se construye el antiguo puente
de rieles y en la actualidad podemos observar la construcción del Dique de
Contención que controla la salida de las aguas del lago Titicaca al lago Poopó.
El pueblo de Desaguadero se caracteriza por su puerto denominado Matarani
Chico, su actividad comercial, cambio de monedas extranjeras, servicios
múltiples que se brinda a los visitantes, su corredor turístico y en la zona rural
destacan las actividades ganaderas, agrícola y la textilería artesanal. Joel
(2011).
Melo (2013) en la investigación sobre “las labores y logros que emprendieron y
las situaciones de éxito que alcanzaron las mujeres inmigrantes en los mercados
en la ciudad de Puno” afirma que:
La migración de las personas del campo a la ciudad hace que, al no tener trabajo
formal, buscan la manera de conseguir dinero para conseguir un nivel de
satisfacción así ellos pueden destinar sus ganancias económicas para la
realización personal de sus hijos y mejorar la calidad de vida, a través de la
adquisición de distintos bienes (muebles e inmuebles). Muchas personas
migrantes tuvieron que ver la forma de generar ingresos económicos sin importar
que estos sean por medio informal ya que la necesidad de consumir necesidades
básicas obligaría realizarlo. (p. 89)
Por otra parte, Morón (2009) en su investigación sobre los factores personales
de los comerciantes, en el comercio minorista concluye que:
“La intensidad de la actividad del comercio minorista es alta en los que tienen
muchos hijos y el motivo de su incursión es por la necesidad de ingreso
económico y falta de trabajo” (p. 71 - 73).
En el distrito de Desaguadero existen alrededor de 2,004 comerciantes de los
cuales el 4.7% son mayoristas y el 95.3% son comerciantes minoristas que en
gran parte de ellos son informales quienes comercializan principalmente los días
martes y viernes de cada semana. Asimismo el distrito cuenta con un mercado
de abastos que brinda atención diariamente.

El comercio en la localidad del Desaguadero se inició con los trueques de las


ferias de San Andrés cada 30 de noviembre de cada año que duraba hasta
quince días luego aparecen las ferias dominicales por los años de 1900 donde
no circulaba el dinero, sino más bien existía el trueque, este intercambio consistía
en cambiar las frutas bolivianas con los productos agropecuarios peruanos
como: chuño, quinua, cañihua, traídos por las mujeres campesinas.
Por la década de los años cincuenta, las autoridades y comerciantes, peruanos
y bolivianos se pusieron de acuerdo para impulsar y acrecentar la feria
internacional de los días viernes, la misma que en la actualidad es famosa en el
sur del altiplano peruano.
La Aduana peruana indicó que el contrabando en la última década aumentó
considerablemente y que los controles en el puente internacional de
Desaguadero son insuficientes.

Cifras del comercio bilateral y del contrabando:

Según las autoridades peruanas en el año 2006 lo que el Perú vendió al Bolivia
alcanzó a US$ 78 millones.
Lo que Perú compró a Bolivia fue US$ 125 millones, productos como torta de
soya, harina de soya, azúcar blanca, leche en polvo y harina de trigo.
La cifra del comercio global entre Perú y Bolivia durante el año 2006 alcanzó a
US$ 203 millones.
Por su parte, el responsable nacional del Control Operativo Aduanero (COA),
reconoció las limitaciones que tienen en Desaguadero, donde indicó "Este
pueblo vive del comercio legal y del ilegal. El COA no tiene pisada. En varias
oportunidades nos han rechazado. Sólo contamos con algunos funcionarios de
la Aduana que controlan el paso de la mercadería legal. La de contrabando la
tratamos de localizar antes que llegue a este puente", manifestó el responsable
del COA.
En un recorrido que se realizó por los distintos puestos de venta de estos
pueblos, se pudo comprobar que los artículos peruanos que tienen mayor
presencia son las galletas, los dulces, los productos para el aseo personal y los
plásticos. Los vendedores aseguran que la mayoría de lo que venden ingresa
con todos los papeles y sólo una pequeña cantidad es ilegal. Cada martes llegan
al lugar desde la ciudad de La Paz, los comerciantes mayoristas. Regatean el
precio de las lanas, de las telas y de los pantalones. Uno de ellos indicó que no
piden papeles. Que sólo les importa lograr alguna rebaja y señaló que la
convivencia, porque no tienen otra opción, el contrabando es una vieja historia
que tiene alrededor de 60 años.

2.2. MARCO TEÓRICO.


Respecto al comercio minorista daremos a conocer una mejor explicación,
estructurada por un grupo de teorías.
El estudio de la evolución del comercio minorista ha preocupado desde hace
tiempo tanto a los teóricos como a los prácticos del marketing. Desde ambas
perspectivas, se han tratado de determinar teorías y modelos que expliquen la
evolución del comportamiento de los formatos comerciales con la finalidad de
poder predecir la situación futura en la que se desenvolverán. Santesmases
(1999, pp. 569-574).
Tratar de explicar la evolución de las formas comerciales a través de estas
teorías y modelos puede reducir la amplitud del análisis, pero pueden servir como
elemento de reflexión y de aportación de ideas para el planteamiento estratégico
de las diversas organizaciones de distribución Gil y Mollá Descalls (1993, pp. 34-
45).

El conjunto de las principales teorías que intentan explicar la evolución de las


formas comerciales a lo largo del tiempo, así como la aparición de nuevas formas
comerciales, ha sido clasificado por Ballina (1993, pp. 51-65) en tres grandes
grupos teorías cíclicas, teorías del entorno y teorías del conflicto y en otro grupo
formado por la combinación de las anteriores teorías (combinación ciclo entorno,
combinación ciclo conflicto y combinación entorno conflicto). Las teorías más
significativas de cada uno de estos grupos serían las siguientes:

1. Teorías cíclicas: Las teorías cíclicas se basan en que los cambios en las
formas comerciales ocurren de forma oscilatoria, implicando la repetición
de las tendencias más actuales. Son las teorías más ampliamente
aceptadas, sobre todo la “teoría de la rueda del comercio detallista”, la
“teoría del ciclo de vida del comercio detallista” y la “teoría del acordeón”.
1.1. Teoría de la rueda del comercio detallista:
La “teoría de la rueda del comercio detallista” fue propuesta por McNair en
1958 (1958, pp. 125) y formalizada posteriormente por Hollander en 1960
(1960, pp. 37-42). Esta teoría se basa en los planteamientos de
Schumpeter relativos a la destrucción creadora (la competencia se basa
en nuevas concepciones que destruyen las anteriores y generan nuevos
productos y servicios).

Según esta teoría, el giro de la rueda se inicia cuando un nuevo formato


detallista se introduce en el mercado con unos costes bajos a los que aplica
unos estrechos márgenes para conseguir ofrecer unos precios bajos, ya
que su objetivo inicial es atraer al mayor número de clientes. De este modo,
este nuevo comercio detallista logra hacerse inicialmente con un hueco en
el mercado. El siguiente movimiento de la rueda se produce cuando a
medida que progresa en el mercado este nuevo comercio detallista obtiene
cada vez beneficios más altos, hecho que atrae a un número de
competidores creciente, lo que provoca que la fórmula inicialmente nueva
deja de serlo, siendo su objetivo ahora la fidelización de sus clientes, por
lo que empieza a mejorar sus instalaciones, a incrementarse el surtido, a
ofrecer productos de mayor calidad, a mejorar el prestigio de las marcas y
a incrementar los servicios ofrecidos. Esta situación provoca un aumento
de sus costes que se traduce en un aumento de sus precios, perdiendo de
esta manera su ventaja competitiva (ofrecer precios bajos). El hueco que
deja en el mercado, por el cambio de estrategia, es ocupado por un nuevo
comercio detallista, que con costes y márgenes reducidos, ofrecen precios
bajos y acaban por expulsar del mercado a los comercios detallistas menos
competitivos, por lo que la rueda habrá dado un giro completo. Estos
nuevos comercios detallistas tenderán a actuar como sus antecesores y
acabarán también siendo sustituidos, por lo que la rueda continuará
girando sucesivamente en la medida en que nuevas formas comerciales
detallistas ocupen el lugar que otras van abandonando siguiendo el lógico
curso de la evolución.
Según Casares y Rebollo (1996, p. 61), esta teoría se basa en la
competencia intertipos basándose en la irrupción de nuevas formas de
comercio detallista y no en la mera acumulación de establecimientos
comerciales.

Las principales críticas a esta teoría versan sobre dos aspectos. En primer
lugar, la hipótesis de partida de que una forma comercial se inicie en el
mercado con unos costes bajos a los que aplica unos estrechos márgenes
para conseguir ofrecer unos precios bajos y posteriormente mejora la
calidad y el servicio y sube los precios no siempre se cumple. Un ejemplo
de este hecho es la introducción de las tiendas de conveniencia. En
segundo lugar, puede mejorarse la calidad y el servicio prestado sin subir
los precios, mediante un incremento en la dimensión que origine
economías de escala.
Finalmente, según Ballina (1993, p. 54) la aplicación de esta teoría no está
exenta de importantes limitaciones que han de tenerse en cuenta:
1. Se centra exclusivamente en los costes y los márgenes como las claves
para comprender el comportamiento de evolución, lo que limita su
aplicación a otras innovaciones no orientadas al precio.

2. Es un modelo excesivamente endógeno, no teniendo en cuenta la


posible influencia de factores externos.

3. No explica la posible respuesta de las formas comerciales existentes a


la llegada de las innovadoras.

4. Carece de capacidad para determinar la velocidad de evolución de las


formas comerciales innovadoras.

1.2. Teoría del ciclo de vida del comercio detallista:


La “teoría del ciclo de vida del comercio detallista” se basa en la aportación
de Davidson, Bates y Bass en 1976 (1976, pp. 89-96) al proponer el
concepto de ciclo de vida del comercio detallista que es una analogía con
el ciclo de vida del producto. Según esta teoría, las distintas formas del
comercio detallista se desarrollan a través de un ciclo de vida identificable.
Este ciclo de vida consta de cuatro fases Santesmases (1999, pp. 571-
572):

1. Innovación. La aparición de una nueva forma de comercio detallista es


debida a alguna innovación, como la oferta de precios menores, mayor
surtido, facilidad de compra, localización u otra ventaja competitiva. En
esta fase se encuentra, por ejemplo, la compra por ordenador.

2. Desarrollo acelerado. Esta etapa se caracteriza por un crecimiento


rápido de las ventas. Los beneficios son elevados, pero deben reinvertirse
para poder llevar a cabo los planes de expansión previstos. Los
supermercados, las tiendas de descuento y las de conveniencia son
formas comerciales que se encuentran en esta situación (Casares y
Rebollo, 1996a, p. 63). También lo están las franquicias y los centros
comerciales.

3. Madurez. En esta fase se produce una estabilización de la participación


de mercado. Empiezan a surgir problemas en la organización, por exceso
de capacidad y elevación de costes. Simultáneamente, aparecen nuevas
formas de comercio detallista que compiten con mayor ventaja. Los
hipermercados ya se encuentran actualmente en esta situación, y en fase
todavía más avanzada, ya casi en declive, los grandes almacenes.

4. Declive. Es la etapa final: las ventas y los beneficios decaen y empiezan


a desaparecer las empresas más débiles. Sin embargo, el comercio
detallista puede evitar su desaparición si consigue adaptarse a los cambios
del entorno, replantea su estrategia de distribución y se reconvierte en una
nueva forma de comercio. Por ejemplo, la reconversión de un comercio
tradicional en un autoservicio o su integración en una cadena franquiciada.
Los grandes almacenes se encuentran en la fase inicial del declive, los
almacenes populares se encuentran en situación más próxima a la
extinción, así como las tiendas tradicionales de alimentación (Casares y
Rebollo, 1996a, p. 63).
Esta teoría también tiene unas limitaciones de importancia que deben ser
comentadas (Ballina, 1993, pp. 5455):

1. Debe ser entendida con las mismas precauciones que el concepto de


ciclo de vida del producto: existen algunas formas inmunes al proceso y
otras con un gran poder de recuperación. La posición de cada forma en el
ciclo es muy difícil de determinar y tampoco es posible predecir lo largo de
cada una de estas etapas.

2. Parecen existir algunos claros paralelismos con la “teoría de la rueda del


comercio detallista”. Ambos describen un comportamiento atípico, y por
tanto algunas de las limitaciones señaladas a la anterior teoría son
extensibles a la “teoría del ciclo de vida del comercio detallista”, sobre todo
en términos de carencia de influencia externa y de reacción interna del
propio sector.

3. Es una teoría de carácter natural: se establece como un proceso


inexorable e inevitable, y por tanto los directivos bien poco pueden hacer
ante un proceso determinista; por otra parte, y al igual que la “teoría de la
rueda del comercio detallista”, plantea un período de vida finita, y
prácticamente ninguna forma comercial ha dejado de existir.

1.3. Teoría del acordeón:


La “teoría del acordeón” fue propuesta por Hollander en 1966 (1966, pp.
29-40 y 54). Esta teoría, en síntesis Sainz de Vicuña, 1996, p. 145 y Gil y
Mollá Descalls, 1993, p. 34), expone la idea de que la transformación
gradual que experimentan las fórmulas comerciales se explica a partir de
un movimiento cíclico que oscila entre los extremos de generalidad
especialidad. De esta manera, en su fase inicial, una nueva fórmula
comercial se caracteriza por su amplitud de líneas de producto, todas ellas
poco profundas. Con el tiempo la fórmula irá paulatinamente
especializándose, aumentando la profundidad de surtido y estrechando el
número de líneas de producto. Esta teoría puede explicar la evolución de
las tiendas clásicas tradicionales hacia tiendas especializadas.

Al igual que las teorías anteriores, este nuevo planteamiento teórico sobre
la evolución de las formas comerciales no está exento de limitaciones. Las
principales serían las siguientes:

1. No todos los nuevos formatos que se introducen en el mercado lo hacen


ofreciendo una amplitud grande de líneas, pero poco profundas.
2. De igual manera, no todos los nuevos formatos que se introducen en el
mercado con una amplitud de líneas grande y poco profundas evolucionan
para convertirse especialistas aumentando la profundidad de su surtido y
reduciendo el número de líneas ofrecidas.

3. Del mismo modo que el resto de teorías cíclicas, las características del
entorno no parece que pueda afectar a la introducción y evolución de los
formatos comerciales.

2. Teoría del entorno:


Esta teoría se vincula directamente con los cambios del entorno y la gran mayoría
de los teóricos de la distribución comercial le otorgan in papel fundamental. Como
su nombre indica, se basa en el análisis de los efectos de los factores del entorno,
entre los cuales, según Ballina (1993, pp. 55-56) habría que destcar: el factor
consumidor (aspectos demográficos, culturales, sociales, comportamientos de
consumo y compra, etc.), los efactores economicos, los factores político-legales
(reglamentaciones comerciales, leyes laborables, políticas urbanísticas,
intervención y defensa de los pequeños comerciantes, etc.) y el factor tecnología.
Esta teoría plantea que para que una nueva forma comercial tenga éxito, dependerá
de que los factores del entorno sean favorables y solo podrán continuar en el tiempo
aquellas que sean capaces de aàdptarse a los cambios del entorno constantemente.
En 1981, Markin y Duncan introdujeron el llamado:

2.1. Proceso ecológico:


Basado en la existencia interactiva entre las formas comerciales y el entorno,
de manera que las formas comerciales evolucionan transformándose y dando
respuesta a las oportunidades del entorno. De manera que la búsqueda del
equilibrio a largo plazo en un entorno dinámico plantea la adaptación continua
como proceso de búsqueda de tal equilibrio. Las formas comerciales y el
entorno entre si forman un “ecosistema” donde ambas partes interactúan
mutuamente entre sí, estableciéndose diferentes tipos de relaciones de índole
biológico Ballina (1993, p.56): relaciones parasitarias (se produce cuando una
forma comercial depende de otra para sobrevivir, por ejemplo, los
hipermercados luchan con los supermercados y los comercios tradicionales), y
relaciones de simbiosis (cuando las diferentes formas se benefician de una
mutua dependencia, por ejemplo, las tiendas de conveniencia ubicadas en las
gasolineras).
Otra aportación destacable, seria el modelo de Blizzard (1976) que según
Caeres y Rebollo (2005, pp.79-80) vincula a los factores del entorno y la
capacidad de respuesta adaptación de las formas comerciales, destacando
cuatro tipos de respuestas ante modificaciones del entorno:
- La falta de adaptación: Si se producen modificaciones en la demanda, o en
la producción, y la forma comercial se queda estancada sin Realizar
cambios.
- Mala interpretación: Las previsiones en los cambios del entorno pueden
provocar en las formas comerciales cambios en cierta dirección que
posteriormente no funcionan, dado que no se pueden verificar
anticipadamente.
- Valoración insuficiente de los cambios en el entorno: Se pueden subestimar
o magnificar los cambios en el entorno, con lo cual la respuesta puede ser
insuficiente o mal orientada. Un ejemplo, seria las tiendas tradicionales de
ultramarinos que transforman en autoservicios para poder atraer al
consumidor y no consiguen competir con los supermercados e
hipermercados.
- Interpretación completamente errónea del entorno: La orientación hacia
políticas comerciales equivocadas de las formas comerciales que llevan a
su resquebrajamiento empresarial y a un periodo agónico. En el caso
concreto en que permanezcan ancladas en sus características primigenias
y se adapten a los cambios, serán sustituidas por otras formas comerciales,
de forma que cuanto mayor sea la complejidad, incertidumbre y turbulencia
del entorno mayor será la necesidad de los cambios.

Como resumen, esta teoría es cuestionada por las siguientes razones: para
cualquier forma comercial, el futuro esta parcialmente condicionado por el
pasado; si el entorno es muy complejo, turbulento e incierto, las formas
comerciales encontraran mayores dificultades para su adaptación, y si no
responden adecuadamente a los cambios surgirán nuevas formas comerciales.

3. Teorías de conflicto:
Las teorías del conflicto explican la evolución de las formas comerciales a partir de
la interacción y respuesta dinámica de los formatos comerciales ya establecidos en
el sector al incorporarse al mismo innovadoras formas comerciales. La teoría más
aceptada dentro de este marco es la “teoría dialéctica” de Gist en 1968: “Las tesis
son modificadas por su antítesis, produciendo una nueva síntesis”; esta síntesis se
convierte entonces en una nueva tesis y de nuevo se inicia el proceso, es decir, la
respuesta del formato innovador junto con la reacción del formato ya establecido en
el sector se combina entre sí para determinar la estructura de la forma comercial
final.

Algunas de estas teorías sobre el conflicto han sido analizadas en profundidad por
primera vez en España por el profesor Múgica (1984). Es claro que estos modelos
se quedan muy limitados debido a que no se tienen en cuenta los factores externos
como verdaderos impulsores del cambio. Además, carecen de un modelo del
comportamiento evolutivo intrínseco de cada forma comercial. Sin embargo, realizan
una aportación muy importante al admitir que no sólo las formas establecidas
responden al formato innovador, sino que éste se ve también alterado al tener que
responder ante tales reacciones (Ballina, 1993, p. 58)

4. Teorías combinadas:
Como se ha comprobado en los apartados anteriores los tres grupos de teorías
expuestas (teorías cíclicas, teorías del entorno y teorías del conflicto) tienen
limitaciones. Con el fin de intentar salvar estas limitaciones y dar una explicación
más adecuada a los cambios de la distribución se han combinado estas tres teorías
también entre sí de dos en dos. Así, nos encontramos con combinaciones
cicloentorno, como por ejemplo la “teoría de la rueda revisada” de Deiderick y Dodge,
las combinaciones cicloconflicto, como por ejemplo el “paradigma de las tres ruedas”
de Izraeli (1973), y las combinaciones entornoconflicto, como por ejemplo las
propuestas de Reagen (1964) y Guiltinam (1974). Las combinaciones cicloentorno
reconocen la existencia de comportamientos cíclicos como consecuencia de los
cambios del entorno. Las combinaciones cicloconflicto tratan de explicar las
reacciones de las formas comerciales establecidas ante los cambios cíclicos que se
producen. Y las combinaciones entornoconflicto analizan en particular el efecto del
entorno competitivo. Una de las teorías combinadas más representativas es el
“paradigma de las tres ruedas”.

Paradigma de las tres ruedas:

Una de las teorías combinadas más conocidas es el “paradigma de las tres ruedas”
de Izraeli propuesta en 1973 (1973, pp. 70-74). Es una combinación ciclo conflicto
que pretende explicar la reacción de los formatos comerciales ya establecidos en el
sector como consecuencia de la introducción de formas innovadoras tanto por el
extremo clásico, introduciéndose en el sector con bajo nivel de precios y servicios,
como por el extremo opuesto, introduciéndose con un nivel de precios y servicios
elevados. En esta situación, los formatos existentes en el mercado reaccionarán:
unos bajarán precios y servicios, mientras que otros los aumentarán.

LAS TRES RUEDAS DE IZSRAELI

Cuadro n.1
Según este modelo las nuevas formas comerciales se introducen o bien con precios
bajos y escasos servicios (A), o bien con elevados servicios y precios altos (B).
Cuando estas dos innovadoras formas comerciales se introducen en el mercado, las
ya existentes reaccionarán: la forma comercial (C), que opera en el segmento de
precios bajos y escasos servicios, debe competir ahora con:
(A), por lo que reacciona reduciendo aún más sus precios y servicios; la forma
comercial (D), que opera en el segmento de elevados servicios y precios altos, debe
competir ahora con (B), por lo que reacciona elevando los servicios ofrecidos y
subiendo los precios. Esta reacción de (C) y (D) provoca el giro de la rueda central
(3) en sentido contrario a las agujas del reloj, lo que ocasiona el giro de las dos
ruedas (1) y (2), que se encuentran en los extremos, en el sentido de las agujas del
reloj. Es decir, la reacción de las formas existentes en el mercado provoca la
respuesta de las formas innovadoras: la forma comercial (A) mejorará sus servicios
y elevará los precios situándose en la parte más alta de la rueda (1), acercándose a
la forma comercial convencional (C); y la forma comercial (B) bajará sus precios y
reducirá los servicios situándose en la parte más baja de la rueda (2), acercándose
a la forma convencional (D). Cuando las diferencias entre (A) y (C) y entre (B) y (D)
se van reduciendo, el movimiento de las tres ruedas va reduciéndose hasta llegar a
parar. De esta manera, el ciclo que ha comenzado en un conflicto ha terminado con
la acomodación en el sector.

2.2.1. Perspectivas teóricas en torno a la informalidad.


El término informalidad aparece por primera vez en 1969 en un informe de la
misión de la organización internacional del trabajo OIT (1971) con su
responsabilidad de su utilización concreta a la denominación de sector informal
urbano.
La definición de informal.
a) Se aplica a la persona o grupo que no acostumbra a cumplir con sus
obligaciones o compromisos formales.
b) Que no se ajusta a normas legales, sino que se fundamenta en la
confianza entre las personas.
c) Que no está sujeto a reglas protocolarias ceremoniales o solemnes sino
que es propio del trato entre amigos o familiares.
d) Se aplica a la prenda o ropa que es adecuada pare, la vida privada
familiar / se viste más por comodidad que por elegancia.
De modo que, el comercio informal no obstante de no regirse a las normas y
leyes relativas a la transacción de bienes y servicios en el país, es importante
para el proceso de acumulación y desarrollo económico endógeno en
sociedades como la nuestra. El comercio informal es aquel que desarrolla sus
actividades en la vía pública o en lugares no autorizados, se lleva
fundamentalmente a través del comercio callejero y en las ferias, los llamados
vendedores informales que existen en todas las ciudades.

Para Castell y Portes (1986) citados en Morón (2009, p.21), sostiene que:

Al estudiar el comercio informal definen que los desempleados y los


subempleados eran capaces de sobrevivir ejerciendo actividades económicas
informales esto no es regulado por el estado e inclusive bajo persuasión. Esas
actividades serian un medio eficaz de aumentar los ingresos de aquellos
ingresos de aquellos trabajadores de origen modesto, por el que no pueden ser
víctimas de la represión porque cumplen un importante papel de generación de
empleo e ingresos.
Quijano (1987, p.21), conceptúa que “el comercio callejero es una de las
actividades más notables de la economía informal en el Perú. Por eso no es
sorprendente que para algunos el rasgo definitorio de la informalidad parezca la
competencia desleal con los comercializadores informales”.

Para el Estado, frente a la situación de generar empleo por el sector formal de la


economía, en relación con esas cuestiones, en la actualidad sobre la
informalidad podría ser diferenciada en tres vertientes básicas: a) se plantea al
sector informal como una cuestión de las relaciones entre capital y trabajo,
específicamente en el mercado de empleo, b) se plantea como una cuestión de
las relaciones entre el capital, los capitales y el estado y c) se plantean como un
nuevo modo de producción o como una economía alternativa.

La primera vez que aparece el término formal e informal en la literatura


académica es a principios de los años setenta como resultado de un estudio
llevado a cabo en Ghana por Keith (1971). En este estudio se introduce la noción
de oportunidades de ingreso formal e informal para estudiar la ocupación en el
medio urbano de dicho país, en particular entre lo formal e informal mediante la
identificación de primero en el empleo asalariado y el segundo con el empleo por
cuenta propia.

En 1972 el término de sector informal fue hecho popular en los círculos de


desarrollo académico internacional en el análisis de términos informalidad, lo ven
como otras actividades económicas que no encajan entre las categorías
perfectas de lo que es una economía capitalista dependiente urbana.

2.2.2. Interpretaciones teóricas del comercio informal en América Latina.


Los primeros intentos de estudio sobre el Sector Informal Urbano (SIU) en
América Latina los ubica Ernesto Kritz (1986) en Paraguay, El Salvador y
Nicaragua, los cuales fueron afectados por PREALC entre los años 1973 - 1975.
Aunque se insiste en el carácter meramente descriptivo de estas investigaciones,
su objetivo central era identificar las características más relevantes del “sector”,
con énfasis en los niveles de ingreso. Al respecto afirma Kritz que la sola
descripción en sí imposibilita “el comprender su naturaleza”, haciéndose
necesario el disponer de un cuerpo teórico definido. En este sentido, identifica
dos enfoques que intentaron explicar el fenómeno a mediados de los años
setenta. En primer término, señala el enfoque marxista, para el cual el Sector
Informal Urbano (SIU) representa un modo de producción no capitalista,
estableciendo su origen en la necesidad de subsistencia de la fuerza de trabajo
que no encuentra empleo en las actividades capitalistas, debido a su
“insuficiencia dinámica” para absorber el crecimiento de la oferta de mano de
obra. Entonces, como modo de producción no capitalista, no puede tener como
objetivo la acumulación de capital, sino la satisfacción del consumo (subsistencia
de la fuerza de trabajo), quedando excluido el trabajo asalariado como productor
de plusvalía.
Sin lugar a dudas, cabe señalar que posteriormente se ha hablado de un enfoque
“neomarxista”, en donde se establece la existencia de una relación de
subordinación del sector “informal” respecto al “formal”, “capitalista” o “moderno”.
El Sector Informal Urbano (SIU) representaría un rasgo inherente al sistema
capitalista, dado que permite mantener salarios bajos en las actividades
“formales”, reduciendo así sus costos de producción. Debido a dicha
subordinación, no se le otorga ninguna posibilidad de desarrollo autónomo al
sector “informal”.
El segundo enfoque que señala Kritz (1986) es el denominado “neoclásico”.
Desde este punto de vista, el origen del Sector Informal Urbano (SIU) habría que
ubicarlo en las restricciones impuestas por el Estado al libre juego de los
mercados, en donde la fijación del salario mínimo representa un claro ejemplo:
El hecho de que se ubique por encima de la productividad marginal del factor
trabajo, es lo que determina que las empresas no utilicen todo el trabajo que
podrían utilizar si el salario efectivamente reflejara la productividad marginal de
ese factor.

Se desprende de esta interpretación la conclusión generalizada de que si no


existieran tales restricciones entonces tampoco existiría el Sector Informal
Urbano (SIU), dado que toda la fuerza de trabajo estaría empleada en la
economía capitalista. No se excluyen, sin embargo, otras formas de interferencia
institucional (por ejemplo, el libre acceso al mercado de capitales), aunque la que
representa la fijación de un salario mínimo es la que aparece como determinante
en la corriente neoclásica.

Aquí cabe destacar la influencia que ha cobrado en años recientes en América


Latina y los Estado Unidos una nueva versión del enfoque neoclásico. Es la
denominada “neoliberal”, la cual, conjuntamente a las restricciones del mercado
por la interferencia estatal, agrega a los factores que originarían el Sector
Informal Urbano (SIU) la excesiva burocratización que limita el establecimiento
de empresas que podrían funcionar legalmente, adquiriendo de esta manera la
noción de “informalidad” la nueva especificidad de la ilegalidad. La
burocratización incluye en este caso el retraso temporal de los trámites de
registro de una empresa determinada, lo cual se traduce en costos excesivos.
Los exponentes que plantearon este tema son el empresario e investigador
Hernando de Soto y su equipo de trabajo del Instituto Libertad y Democracia del
Perú, quienes han contado con la importante labor apologética del escritor y ex
candidato presidencial Mario Vargas Llosa.

La investigación del Instituto Libertad y Democracia ILD (1986) partió de la


observación del gran tamaño que había adquirido el Sector Informal Urbano
(SIU) en Perú durante la década de los años setenta y mitad de los ochenta, y la
pobreza que estas actividades representaban. Se llevó a cabo un estudio que
duró aproximadamente tres años y se llegó a conclusiones como las siguientes:
a) El 47% de la construcción en la ciudad de Lima era ilegal en relación a
registros, permisos, etc.; b) El 95% del transporte público era “informal”; c) Lima
tenía 90 mil vendedores ambulantes trabajando en sus calles; y d) la misma
ciudad tenía 331 mercados de ventas, de los cuales 274 eran “informales” y sólo
57 habían sido construidos por el gobierno nacional. Al elaborar estas
conclusiones, se procedió a buscar una explicación a la ilegalidad que
caracteriza el funcionamiento de todas estas actividades, y uno de los
procedimientos utilizados en la investigación fue simular la instalación de un
pequeño taller de confecciones y tratar de registrarlo y cumplir con los requisitos
legales. El proceso duró en Lima un total de 289 días, mientras se hizo
comparativamente lo mismo en Florida (Estados Unidos) y Nueva York en un
período de tiempo de 3 horas y media y 4 horas, respectivamente.
De esta manera se llegó a la conclusión general de que el excesivo crecimiento
de las actividades “informales” en Lima se debía fundamentalmente al alto grado
de burocratización en las instituciones oficiales y al rígido sistema legal
imperante. Se encontró así una explicación de carácter no económico a un
fenómeno estrictamente económica con profundas implicaciones sociales.
Retomando ahora el planteamiento de Kritz (1986) éste considera que ninguno
de los dos enfoques anteriormente señalados está en capacidad de ofrecer una
explicación satisfactoria sobre el funcionamiento del Sector Informal Urbano
(SIU) en América Latina, dado que no permiten indagar acerca de las
características de la “articulación” con el sector “moderno”, tomando en
consideración que las economías de la región son heterogéneas
estructuralmente. Además –señala–, las evidencias empíricas han demostrado
que el dejar el mercado de trabajo al libre juego de la oferta y la demanda, no es
garantía absoluta de que desaparezca el excedente de fuerza de trabajo.
Finalmente considera Kritz, en oposición a la tendencia marxista, que el Sector
Informal Urbano (SIU) no constituye un modo de producción, sino que es un
conjunto de modos de producción, donde en algunos habría posibilidad de
acumulación, aunque reconoce el origen de las actividades que los integran en
la necesidad de sobrevivencia de la población desplazada del empleo capitalista.
La posibilidad de acumulación a que hace referencia se llevaría a cabo de forma
diferente a como se realiza en el sector capitalista: en el Sector Informal Urbano
(SIU) se desvían los fondos destinados a la reproducción de la fuerza de trabajo,
por lo menos en parte, hacia la inversión en capital; de allí los bajos salarios y
las condiciones precarias en las que laboran las personas que lo componen. Esta
sería entonces, para llamarla de alguna manera, la forma de acumulación
originaria en las unidades económicas “informales”.

Por otra parte, si se consideran las economías latinoamericanas como


economías en período de transición, resulta interesante destacar el análisis
expuesto por Wim Dierckxsens citado en Melcher y Mattíe (1992) en relación a
la “sustituibilidad de la fuerza de trabajo”. Su argumentación se basa en que en
estos sistemas económicos donde persiste una gran sobrepoblación social y
económicamente inestable, en medio de una economía altamente concentrada
en pocas empresas y con predominio de capital extranjero, la sustitución de la
fuerza de trabajo menos productiva –mayor de 35 años- es fácilmente realizable
al disponerse de fuerza de trabajo más joven y en consecuencia más productiva.
Esto trae como consecuencia que el capital, actuando en tales circunstancias,
no tiene que preocuparse por la reproducción de la fuerza laboral desplazada,
de tal manera que ésta debe encargarse de su sobrevivencia sin contar siquiera
con el apoyo estatal, pasando en su mayoría a convertirse en trabajadores por
cuenta propia en las zonas urbanas que es donde se concentra un alto nivel de
población. Evidencias empíricas en El Salvador demostraron que el
desplazamiento es mayor entre las mujeres trabajadoras, las cuales son
sustituidas aun antes de cumplir los 30 años.
Unido a lo anterior, explica Dierckxsens, también las migraciones actúan como
un factor que presiona sobre el mercado de trabajo urbano, ocasionando de igual
manera la sustitución de los trabajadores más viejos. Según esta posición,
entonces, no son los migrantes los que tendrían que crear sus propias formas de
sobrevivencia, sino los antiguos trabajadores de las empresas capitalistas, con
lo cual se gesta un proceso de “lumpenización” de la fuerza productiva posterior
a su proletarización.

2.2.3. Teorías sobre el surgimiento y la dinámica del empleo informal.

En principio, existen dos modelos primordiales utilizados para el estudio de la


aparición de la informalidad que Carneiro (1997) define como el modelo
estructuralista y el neo-liberal. El primero de éstos, también conocido como el
dualista, tiene sus orígenes en el modelo de Harris y Todaro (1970). Éste habla
del fenómeno de la migración entre el campo y la ciudad y presenta cómo, al
existir un salario mínimo superior al salario de equilibrio en el sector industrial, la
migración excesiva generará la existencia de un sector informal dentro de la
ciudad estrictamente inferior al sector formal.

De esta manera, la teoría dualista de Carneiro (1997) define al sector informal


como un conjunto de actividades que absorben a los individuos no calificados y
no cubiertos por la legislación laboral que usan tecnología rudimentaria. Se
considera además que estos trabajadores han sido desplazados hacia la
informalidad en contra de su voluntad por lo que, según esta visión, este sector
no presenta un proceso de crecimiento auto-sostenible sino que evoluciona
como un complemento del sector formal, con el cual no compite, Así pues, según
Dickens y Lang (1985) deben existir dos mercados urbanos con características
distintas y barreras de entrada al sector superior, o formal, de la economía.

Este modelo dualista que encuentra los orígenes del sector informal en la rigidez
del mercado laboral formal, a pesar de ser ya muy antiguo, sigue siendo apoyado
por algunos investigadores como Loayza (1994) quien realizó estudios en los
que argumentó a favor de su validez a principios de los años noventa. No
obstante, dado el dinamismo propio que parece haber desarrollado el sector
informal en algunos países en las últimas décadas, cada vez más investigadores
han comenzado a mirar hacia otros lados para explicar su surgimiento y
desarrollo dando origen a las teorías que Carneiro ha denominado neo-liberales.

De soto (1986) argumenta que: en países poco desarrollados como el Perú, el


sector informal es simplemente una respuesta popular y espontánea de las
personas ante las condiciones económicas adversas causadas por una mala
regulación estatal. Con esto de Soto fue el primero en referirse al sector informal
como a una parte de la economía de los países en vías de desarrollo con
dinámica propia y no como a un subproducto de la industrialización que
evolucionaba solo en respuesta a lo que ocurría en el sector formal. Gracias al
amplio análisis que este autor hizo sobre la informalidad en su libro, más
investigadores comenzaron a estudiar a fondo el comportamiento de esta parte
del mercado laboral.
2.3. MARCO CONCEPTUAL.
1. Lumpenizacion.
Es elaborado por la teoría marxista para definir la población que esta
situada socialmente por debajo de la clase obrera, asi como el sector de la
población que para sobrevivir se ve obligado a realizar actividades al
margen de la legalidad o en la marginación social.

2. Proletarización.
Para Marx, el proceso de proletarización era una de las caras de
la acumulación de capital. El crecimiento del capital implicaba un crecimiento
de la clase obrera. La expansión de los mercados capitalistas necesitaba de
un proceso de acumulación primitiva y privatización, que transfería cada vez
más bienes a manos privadas, concentrando la riqueza en unas pocas
personas. De esta manera, cada vez un mayor porcentaje de la población fue
dependiendo de un trabajo asalariado, vendiendo su fuerza de trabajo a un
empleador por un salario al carecer de otros bienes que permitieran la
supervivencia. Edgell, Stephen (2008).

3. Comercio.
Término utilizado tanto para designar la actividad de comprar, vender y/o
permutar mercancías para obtener de un beneficio, como para designar el
lugar un establecimiento donde la actividad se lleva a cabo. (Gran
Diccionario Ilustrado, 1997).
4. Comercio informal.
Son las personas que elaboran en micro negocios comerciales asociados
a los hogares y los trabajadores que operan sin un local, es decir en vía
pública o en pequeños talleres o locales, existen diversos tipos de
comerciantes y vendedores destacando los ambulantes. (Arthur, 1998)
5. Familia.
Designa a un grupo social constituido por personas vinculadas por la
sangre, el matrimonio o la adopción, caracterizado por una residencia
común, cooperación económica, reproducción y cuidado de la
descendencia. (Giner, et al 2002)
6. Sector informal.
Conjunto de unidades económicas dedicadas a la producción de bienes de
servicio con la finalidad de crear empleo y generar ingresos para los
miembros que participan en esta actividad. Se caracteriza por ser
intensivos en fuerza de trabajo, con baja productividad y nivel de renta, fácil
acceso del mercado, tecnología incipiente y uso de recursos nativos.
(Arthur, 1998)
7. Mercado de trabajo.
Se entiende como mercado aquella organización que es la suma de los
contactos entre compradores y vendedores de un producto o servicio,
siendo los mercados por extensión institucionales a través de las cuales
interactúan compradores y vendedores y en las que se terminan los precios
y cantidades cambiadas, se puede definir el mercado de trabajo como “el
lugar en el que los salarios, sueldos, y condiciones de empleo son
determinados dentro del contexto de la oferta y de la demanda, siendo el
trabajo el recurso productivo más importante. (Haveman & Knopf, pág. 58.)
8. Población económicamente activa. La medición de la población
económicamente activa (PEA) establece criterios sobre la capacidad de
trabajo y decisión de trabajar, conceptualmente revela la población que
está dispuesta a ofrecer su fuerza de trabajo a los salarios vigentes, la
capacidad de trabajo se aproxima por la edad de la población,
considerando que a partir de los diez años pueden constituirse en oferta
potencial de mano de obra. (Unidad de análisis de Políticas Económicas y
Sociales UDAPE, 2004.)
9. Población económicamente inactiva.
La población económicamente inactiva comprende a todas las personas
en edad de trabajar que no participan en la producción de bienes y
servicios porque no necesitan, no pueden o no están interesadas en tener
actividad remunerada, a este grupo pertenecen las siguientes actividades:
estudiantes, amas de casa, pensionados, jubilados, rentistas, inválidos,
personas que no les llama la atención o creen que no vale la pena trabajar,
trabajadores familiares sin remuneración que se encuentran laborando
menos de quince horas semanales. (UDAPE, 2004.)
10. Subempleo.
El subempleo se define una categoría del mercado de trabajo como la
ocupación que tiene un conjunto de trabajadores es inadecuada respecto
a determinadas normas o a otras ocupaciones posibles, de acuerdo con la
definición de la organización internacional del trabajo (OIT), las personas
en situación de subempleo visible abarcan a todas las personas con
empleo asalariado o con empleo independiente, trabajando o con empleo
pero sin trabajar que durante el periodo de referencia trabajan
involuntariamente menos de la duración normal de trabajo para la actividad
correspondiente y que buscaban o estaban disponibles para un trabajo
adicional. Existen tres criterios para identificar entre las personas ocupadas
a las visiblemente subempleadas. (Ramírez M. & Guevara D. 2006)
 Trabajan menos de la duración normal
 Lo hacen de forma involuntaria
 Desean trabajo adicional y están disponibles durante el periodo de
referencia
11. Informalidad.
Actividad económica que permanece ajena a los marcos legales y
normativos del Estado. Supone estar al margen de las cargas tributarias y
normas legales, también implica no contar con la protección y los servicios
que el Estado puede ofrecer. (De Soto, 1989).
12. Costumbre.
Son reglas, actitudes y comportamientos definidos a través del tiempo,
tiene el significado no solo en sí mismo satisfactorio de una necesidad
particular, sino también como parte de un todo que constituye el modo de
vida de un pueblo.
13. Cultura.
Formación común y aprendida de la vida que comparte los miembros de
una sociedad y que consta de la totalidad de instrumentos, técnicas,
instituciones sociales, actitudes, creencias, motivaciones y sistema de
valores que conoce el grupo. Es el resumen que orienta la forma de los
grupos.
14. Zona rural.
Es la parte del territorio de un distrito, que se extiende desde los linderos
de los centros poblados en área urbana, hasta los límites del distrito mismo.
15. Zona urbana.
Es toda aglomeración cuyas viviendas en número mínimo de cien se hallan
agrupadas continuamente, por excepción se considera como urbanas a
todas las capitales del distrito. La aglomeración puede contener uno más
centro poblado en viviendas contiguas.

3. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
cisneros, víctor: (2017) “Discusión de los Factores que Confluyen en la Distribución
Minorista en Lima Metropolitana para los Supermercados: el caso del Retail
Moderno Versus el Tradicional” (tesis para optar el grado de magíster en
economía): Pontificia Universidad católica del Perú, extraído de:
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/9739/cisne
ros_arata_victor_discusion.pdf?sequence=1&isallowed=y

Moron, Francisco: (2009) “El Comercio Informal”

Cuesta, Pedro: (2001) “Estrategias de Crecimiento de las Empresas de Distribución


Comercial de Productos de Gran Consumo que operan en España” tesis
doctoral. Universidad Autónoma de Madrid – España 2001.

Ansoff, H. Igor (1976): La estrategia de la empresa, Ediciones Universidad de


Navarra, Pamplona.

Carias, Pablo: (2015) “Lumpenizacion en la sociedad” extraído de:


http://www.elheraldo.hn/opinion/columnas/1055654-
469/lumpenizaci%C3%B3n-de-la-sociedad

Edgell, Stephen (2008) “Proletarianization, polarization and revolutionary change”


extraido de: https://es.wikipedia.org/wiki/Proletarizaci%C3%B3n

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