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Jamil Mahuad

(10 de agosto de 1998-21 de enero de 2000)


Los ecuatorianos quedaron marcados por el feriado y el congelamiento bancario, la
muerte del sucre y la dolarización.
La excesiva inflación y la caída de la producción hizo que muchos bancos entraran en
bancarrota, el sucre se debilitó y se originó un alto déficit comercial y de balanza de
pagos, además de la fuga de capitales.
Las cuentas se congelaron y fueron intervenidos 11 establecimientos; además,
comenzaron las primeras acciones legales contra algunos banqueros corruptos.
El salvataje bancario le costó al país alrededor de $ 8.600 millones, subió la inflación,
hubo devaluación, se dio créditos a los bancos, se desató la recesión, aumentó el
desempleo y la desesperación del pueblo, lo que provocó mayor migración a España.
Por la gravedad de la situación, el domingo 9 de enero de 2000, Mahuad anunció la
dolarización de la economía (el dólar en el mercado cambiario había subido de 4.500 a
más de 25.000 sucres en menos de un año).
Rafael Correa
15 de enero de 2007 – 24 de mayo de 2017
(clase media y baja)
Durante sus primeros siete años de mandato, Ecuador creció un 4,2 % y más de 1,1
millones de habitantes salieron de la pobreza.
Durante la etapa de Rafael Correa como presidente de la República del Ecuador se
pudieron observar grandes cambios en el territorio nacional.
Obras emblemáticas, en transporte, infraestructura en la educación y en la salud
principalmente, en donde Correa dio importancia a la creación y su fortalecimiento.
El Gobierno mostró metas alcanzadas: la pobreza extrema que afectaba en 2006 a 16,9
por ciento de la población se redujo a 8,7 en 2017. La clase media era en 2006 el 29%, en
2014 fue del 41%.
El crecimiento económico que ha generado nuevos empleos para los trabajadores no
calificados ha sido uno de los factores más significativos en la caída de la pobreza.

Álvaro Noboa y Guillermo Lasso

(Clase alta)

Candidatos en sus tiempos por la presidencia de Ecuador. Enfocaban en sus campañas


políticas por la clase alta, una actualización de la tendencia que fomentaba la libre
empresa con justicia social y respeto a los derechos humanos.
En sus campañas políticas lo que buscaban alianzas con las clases altas del Ecuador
precisando su respaldo para asegurar su continuidad y para que aparecieran como garantía
de sus posiciones liberales.

La falta de vínculo político sobre todo con las clases populares del país hubiese creado
un difícil clima de gobernabilidad en un contexto de crisis económica que lo obligará a
tomar medidas de ajuste bastante duras para una clase media emergente que no aceptará
perder privilegios. El escenario es conflictivo y tanto Lasso como Novoa necesita de
forma imperiosa a “la calle” para manejarlo.

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