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1-JALPERIN DoNonní, Julio: Re/orma y disolución de los imperios


ibéricos. 1750-1850, Alianza Editorial, Madrid, 1985.

T¡nlio llalperin Donghi, el autor del texto de esta reseña es profesor de


ha Universidad de Berkeley (EE.UU.), desarrolla en este tomo, el núme-
mo 3 dc la Historia de Anu,érica Latina dirigida por Nicolás Sánchez-Albor-
nuy.> urna sistematizada exposición de las sdncesivas etapas que jalonan la
existencia en ese area has fechas acotadas ya en el título: 1750-1850.
El libro se míos presenta estruretumaclo en cinco apartados, siguiendo
una ordenación temporal> comí uro prólogo-presentación además de una
comwltisión.
Desde ci punríto cte vista espacial> el libro conílenza enmarcando un
anibito ¡jume conípí-encie et área cte tocía Iberoamérica para prosegurir con
urna vis idní ya centrada crí cada región ííohítica concreta
En la ímr.inííer’a parte se estunclia cl ocaso del orden colonial, en ha se-
gunída, la disolución dic. los imperios, pan-a pasar a examinar en la tercera
pam’te la problemática específica (le hiispanoaniérica que se encuentra in-
muersa en ha btrsqureda en un nurevo orden (reduciendo por tanto el área
estudiada a acíuelios países con influencia española). Anahiza en la cuarta
parte has camacterísuicas especificas del iníperio brasileño> al que corres-
ííorncherí diferentes iniluerucias, para exponer en la parte quinta el niumado
clu Las Antillas, que es el área estudiada más redurcida y en la que —para-
clógicaníente las influencias lían sido más variadas: inglesas, francesas.
holandesas>
Nos expone el autor los dos intentos de reestruncturación del área aco-
mííetidos (lurrante el hieriodio qure se esturdia:
1/ Las reformas empíendidas por los gobiernos ilustrados de España
y Portugal.
2/ La reconstrucción emprendida desde ha hietcrogcnietdlad de los par-
sos sunr.giclos tras has guerras indepeindentistas
Según cl aurlor, las priníeras reformas vienen impuestas a través de
la presión que tanto España conio Portugal reciben debido a la «univer-
salización de la luistoija etrropea» y a caunsa de sus propios conflictos> que
hace cíe unítraníar «a la vez un teatro y un objetivo cada vez más impor-
[ante en esas disputas>’.
Aparece en ha Peninsula Ibérica urna torna cíe conciencia acerca de la
níarginalidad» en que se encuentra respecto a Europa Su resurgimiento
pasa por la reactivaci.ón económica de sus posesiones en América, y ésta>
a su vez, requiere unas estructuras institucionales> políticas, económicas
y sociales distintas. En el testo de Europa Occidental son has posesiones
de .Es1íaña y Portugal en Aniérica has que has hacen importantes y atra-
yentes pam.a sus planes.
Denít.ro cíe tas reí ormuias, la díne se persigue como cíe nrayor calibre es
la Reforma Fiscal; imprescindible para poder soluncionar la demanda que
los proníios conflictos bélicos generan.
Sin embargo, ha propia reforma fiscal desencadenará o ampliará reac-
ciones hostiles frente al resto cíe las reformas, acelerando la ruptura.
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Se encurermtran diferencias crí ha gradación reformista. entre España y


Portungal, más niocierada esta última, lo que ha liará a ha larga menos vimí-
níerable y con unía transición política hacia ha independencia menos dra-
mática. También se encuentran diferencias cm la estrureturra económica,
basada mayoritariamente en el trabalo de mano (le obra excíavista en el
caso de Portugal; situración ¡jure sólo haya parangón en has Antillas es-
íañolas.
No obstante esas reacciones hostiles, ta crisis y diisoldrción del orden
ibérico crí América no surgirá cíe la oposición americana a esas reformas,
sino como consecuencia cíe las crisis sunfridas en la propia península de-
bicio a las confrontaciones bélicas.
El segundio intento de reestructuración se hará desde los planteamica-
tos y ha visión política cíe los dir’igentes surgidos con los nuevos paises>
entre los curales y> crí general. se encontraban dos tendencias:
— La postura liberal, que se podría definir como de ruptura con ci
orden anterior.
— La que postula revitalizar la herencia del viejo orden, que se en-
cumadra dentro cíe los conservadores y cii cl 1íensamiento político tardío
de Bolívar.
Las secuelas de la crisis social producida por la emancipación: mili-
tarisrno, etc.> surníaclo a la escasez de capital para inversión, ocasioflartí
¡jure ha reactívación económica sea muy limitada y qure has neformas se
vean frustradas de nuevo.
Era necesaria una reorganización radical de los mmevos Estados para
enfrentarse ante asechanzas 1íeores qure las miel pinsaclo colonial o que las
de las guerras independentistas; eh reto qire les era impuresto a los nuevos
países por urnas sociedacies enorrínemente competitivas, como eran las
del Atlántico Norte (se refiere más concretamente a Gran Bretaña y
Estados Unidos),
Estas socieclacies que contaban con un capitalismo dic tipo expansivo,
ya con urna relativa solidez industrial> dejaban inermes a has incipientes
repúblicas americanas.
Ambivalencia en el mocteto elegido por estos nLdeVOS paises, ya que
éste es a ha vez sur enemigo por su indunstrialización y avance económico-

Significado de la obra
El estudio de la época> efectuado por Haiperin> no sólo abarca los com-
plejos procesos políticos desde la dependencia de Estados europeos hasta
la configuración en naciones independientes, sino que introdirce en cada
nuiemeno los hechos económicos como la principal fuerza motora de los
cambios sociales que generan y sus interrelaciones.
Menos atención presta al estudio de has mentalidades> a las que sólo
indirectamente presta atención> así, al hablar de figunras destacadas de ha
independencia como Bolívar> hace referencia a su deseo de «devolver vita-
lidad a la moribunda herencia de un viejo orden”> lo que en mi opinión
no podía sen de otra forma> dada su pertenencias al grupo dominante de
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la sociedad americana, tiureño cíe grandes propiedades, perteneciente a


urna faníihia orgullosa cíe sun ascendencia española guie había t ratacho cíe
conseguir eh títunlo cíe nobleza.
Por tanto, a la hora cíe emícumadrar ch texto> sc hiodtría afirníar dIUC eh
aurtor pretende aplicar urna historiografía globahizacioma, si río fuiera norqurc
destaca a lo lar-go de todo el libro los corííponentes cíe orden econúnnuico
y apenas da relevancia al análisis cíe has menítahiciades ciune surtwacen a lc>
larngo de todios eh lieriocho estundiacio; la ini fiumenicia cíe ha fihosolíar de ha 1 hurs-
tración española (eh pensamiento cíe Feijoo y ha colisión dure origina el
enífrentaníienito de ha mentalidací colonial hiispzíniica y cíe ta criolla)
Al analizar’ has independencias crí Iberoaniérica, el aurtor establece
cinco modelos, acorde con ha división ya establecida en otros esttrciios.
Uno de estos nuodelos es el caso de Haití> eh cual viene incluido, no
pordlue lo requliera ‘<urna cheh’iníicióní íicciantescaniiciite literal cíe la hatini-
ciad ahurdiidha en la expresión América Latina”> según palabras del aurtor crí
ch apartado cíe la “Prescrítacióní>’> sino ~íorqure sur revoltreióní surpuso umní rilo-
cíe lo parrn ha «Arííémiea Latina” continental.

Posibles novadades en ¡a obra


l’hantca llalperiní corno caunsa inmediata chesenícacieníaníte cíe la inclepení.-
dencia la influmenícia dc factor-es externos e indirectos, corno furemoní las
gurerras curropeas y eh consigunieníte aislamiento cíe la América Ibérica. Asi-
níisniío> chume la inuilurenícia que Inglaterra y otros países ajenos al área ibé-
rica turvieromí en cl devenir cte las nacientes reííúbhicas fure cieternininiante
Arníbas tesis no ahuortan nirígunna novedad al análisis cíe Iberoaniérica
crí el período que nos ocupa, hior cuianito vienen a confirmar- lo expunesto
íior otros aurtor-es
Sin embargo, crí mi opinión, onííite qure esa influrenícia —princihíalmenite
inglesa en lii teruipomalidad estuncliada— ya estaba estratégicanííente dise-
liada ííor la propia Gran Bretaña previamente a la inídepemícienícia; fomerí-
tanído ha fragníenítación política conio paso previo ah díeseadio control eco-
nómico de tan vasta región>

Va¡oracidn crítica
Enícurerítro unía cierta contradicción en sur tesis acerca de qure «la crisis
y disohurción del orden colonial no proviene de la reacción anuenicanía a
esas reformas (sc refiere a has borbónicas y ha de Pombal>, sino que —aun
después dic éstas— las metrópolis ibéricas son incapaces cíe sobrevivir a
los desafíos niortales de un conflicto europeo...» con el análisis pornírenro-
rizado de los factor-es económicos, presentándolos a lo lan-go del libro
conio determinantes para los hechos políticos e institucionales.
El libro comuupenídia los hechos acaecidos en Ibemoannén-ica entre 1750-
1850 dc manera exhaustiva y con gran densidad cíe contenido.
Contiene, además, una amplia orientación bibliográfica.
Sabe relacionar diiversos factores, haciendo que el lector vea de níane-
ma clan-a las consecunencias derivadas cíe esos.
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No corítriburye a esa claridad ci aspecto literario del trabajo, ya que
su estilo es sinuoso y soníete al lector a ha torturra constante cte las ora-
ciones subon-chinadas, por lo que en algún moníento se hace algo fatigosa
ha exposición de has ideas.
Ello no obsta para que el tibio resulte níuy positivo> porque acomete
eh análisis de dimía época nííury compleja y no omite cuantos datos pumedan
contribuir a una níejor coníprensión de ha misma.
MánÚx MnrrtcEDcs SÁNchEZ GARcÍA

Páanz BIUGNoLI, 1-léctor-: B>-eve historia de Centroamérica, Alían-


za Editorial> Madrid> 1985, 169 páginas.
Pérez Brignohi explica que el enfoqume elegido consiste en ceñirse a las
urnidades nacionales del pr-escrute, u del pasado inníediato, dejando ha de-
finición de ha región a la historia vivida en común ea sus dimensiones
económicas, sociales> políticas y cuníturrahes Este criterio le lleva a definir
la región en uní sentidio restringido hiníitándoha a los cinco paises que
integraron hasta 1821 cl llaníacho Reynío de Guatemala, y que alcanzaron
la independencia corno Provincias Unicias del Centro de Aniiérica: Guate-
mala, Eh Salvador, 1-fonchurras> Nicaragua y Costa Rica> aurnque geográfica-
mente podría eslíen-arse qtre sc tratara cíe una unidad mayor-.
Este territorio meíímescnta apenas un 2 por 100 de la superficie total de
1-lispanoaniérica. Inidivicluralmente se trata cíe paises pequneños. La pobla-
ción actural> algo níayor de 21 níihiones cíe habitantes> representa umn 6
ímor .100 dcl total dic ha población hispanoaniericania. La pobreza del con-
junto no puede sen- disiniuladia por los éxitos moderados observables en
Costa Rica. Sc purede califican- ah itsmo como unía de las regiones más
pobres y atrasadas del subcontinente.
Unuidad y diversidad constituyen, cii eh caso cíe Centroamérica, un serio
desafío par-a la indagación histórica.

Capitulo 1: La tierra y tos hombres


Capiturlo ciivichicio crí tres apartados:
II. «Los condicionamientos del medio natural”: se nos habla, entre
otras cosas, cíe una geografía difícil, del aislamiento entre regiones, de
ha importante situación estratégica y> debido a ésta, de los intereses norte-
americanos en la zona.
1.2> “Uní niunido rural y periférico”: en este segundo apartado desta-
can las sigurientes ideas: iníiportancia estratégica frente a pobreza y himi-
tacióní cíe mectnrsos ecoríóníicos; variedad racial; enorme poder ideológico
de la Iglesia; para acabar haciendo una incursión en el campo de ha crea-
ción cultural.
13 «Uniclací y diversidad regionales”: hay que resaltar: diversidad
cuníturral como carga continua del pasado; noción. de patria centro ameri-
cana que sc constituye lentamente, ah mismo ritmo que has identidades

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