#HechoEnElIPN

Rolando Menchaca Méndez

Laboratorio de Redes y Ciencia de Datos del
Centro de Investigación en Computación del

Internet del Futuro:

Instituto Politécnico Nacional (CIC-IPN)

El Internet de las Cosas

y la ciencia de datos
Es cada vez más común que los objetos con los que interactuamos cotidia-
namente cuenten con pequeñas computadoras capaces de interactuar entre
sí y con el medio que los rodea. El ejemplo más común es sin duda el de los
teléfonos celulares inteligentes (o smartphone), que están equipados con un
conjunto de sensores que les permiten percibir su entorno, así como con pro-
cesadores con capacidad de cómputo que rivaliza con las computadoras de
escritorio de hace 10 años. Estos dispositivos han penetrado casi todos los
aspectos de nuestra vida cotidiana y se han convertido en el medio principal
para tener acceso a una gran variedad de servicios, noticias, entretenimiento
y redes sociales que nos mantienen en contacto con amigos y familiares.

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iguiendo esta tendencia, se espera que para 2020
existan más de 50 mil millones de dispositivos conecta-
dos a Internet, que en su mayoría serán “cosas” con las
que interactuamos en nuestra vida diaria, pero que contarán
con la capacidad de ser controladas de manera remota,
monitorear su entorno y comunicar los datos recolectados
a otros dispositivos cercanos o a la nube. Al conjunto de
todos estos dispositivos interconectados entre sí por medio
de redes locales y globales, se le conoce como Internet de
las Cosas (IoT por sus siglas en inglés –Internet of Things-).
El propósito principal de Internet de las Cosas es
permitir el desarrollo de una nueva generación
de aplicaciones que mejoren la calidad de
vida de las personas de manera indivi-
dual, pero también de forma colectiva.
Se espera, por ejemplo, que los au-
tomóviles estén interconectados por
medio de redes vehiculares para que
interactúen entre sí, con el mobiliario
urbano como los semáforos, y con
los peatones y ciclistas, para evitar
accidentes y agilizar el tráfico. Otro
tipo de aplicaciones actualmente en
desarrollo consisten en monitorear
continuamente, por medio de relojes o
audífonos, las señales fisiológicas de las
personas con el propósito de contar con in-
formación precisa acerca de su estado de salud.
El objetivo es que la información recolectada por esos
dispositivos sea analizada continuamente por algoritmos de
aprendizaje de máquina para detectar y predecir enferme-
dades, así como para evaluar la efectividad de los trata-
mientos. Existen otros proyectos que se proponen utilizar
tecnologías de Internet de las Cosas para que las personas
cultiven en sus casas su propia comida, bajo condiciones
controladas por medio de sensores y actuadores conec-
tados a Internet. La filosofía de este tipo de proyectos es
que las personas compartan sus experiencias por medio de
Internet, para que de manera colectiva se encuentren las
condiciones ideales (humedad, luminosidad, proporción de
nutrientes) para cultivar cada tipo de planta. A este tipo de
desarrollos se le ha llamado Internet de las plantas.
Como puede observarse en los escenarios anteriores, en
el Internet del futuro convergerá Internet de las Cosas con
la ciencia de datos. Por un lado, gracias a la capacidad de
monitoreo de los dispositivos que componen Internet de las
Cosas, tendremos la oportunidad de saber con precisión
qué está pasando con nosotros mismos y con nuestro entor-
no; de igual forma, podremos controlar de manera remota
esos dispositivos para, por ejemplo, regar nuestro cultivo ca-
sero de tomates porque los sensores detectaron que la tierra
en la que están sembrados no tiene la suficiente humedad.
Por su parte, con la ciencia de datos, podremos utilizar la
información recopilada por todas las personas del mundo
que están cultivando tomates en sus casas para determinar
cuál es el nivel óptimo de humedad.
En resumen, el Internet de las Cosas nos proveerá de
grandes volúmenes de datos sobre fenómenos de nuestro
interés y la ciencia de datos nos brindará las herramientas
necesarias para analizar dichos datos y así entender mejor
los fenómenos que los generaron.
Aún y cuando se han logrado grandes avances en la
tecnología de hardware y software necesaria para mate-
rializar el Internet del futuro, todavía existen un número
importante de desafíos técnicos y científicos que deben ser
abordados. Lo anterior se debe, principalmente, a la esca-
la sin precedente del número de dispositivos inter-
conectados, así como al hecho de que un gran
número de estos dispositivos pueden ser
sumamente pequeños y con limitaciones
en cuanto a poder de cómputo, capa-
cidad de memoria, capacidad de co-
municación y suministro energético.
En este sentido, en el Laboratorio
de Redes y Ciencia de Datos del
Centro de Investigación en Computa-
ción del Instituto Politécnico Nacional
(CIC-IPN) se diseñan nuevos algorit-
mos distribuidos para organizar los
dispositivos que conforman Internet de
las Cosas, de forma tal que la red sea
más eficiente, efectiva y escalable. En par-
ticular, como parte de un proyecto conjunto
con la Universidad de California y la Universi-
dad Autónoma de Sinaloa, se desarrolla una nueva tec-
nología que hemos denominado Niebla Semántica, la cual
consiste en dotar a los dispositivos móviles con la capacidad
de auto-organizarse en una red local sumamente eficiente,
que provee servicios para acceder a objetos de datos y
dispositivos con base en su semántica.
El Cómputo en la Niebla es similar al Cómputo en la
Nube, en el sentido de que en ambos modelos de cóm-
puto los servicios son provistos de manera transparente a
los dispositivos y usuarios finales, lo que los aísla de su
complejidad. La diferencia fundamental entre estos dos
modelos es que la Niebla es implementada por dispositi-
vos heterogéneos (teléfonos inteligentes, sensores y actua-
dores en artículos de uso cotidiano) que se encuentran en
la proximidad física, mientras que la nube se implementa
por medio de enormes granjas de servidores que pueden
encontrarse al otro lado del mundo. Esperamos que la tec-
nología de Niebla Semántica sirva de plataforma de desa-
rrollo para una gran variedad de aplicaciones de Internet
de las Cosas.
De manera complementaria al desarrollo de la Niebla
Semántica, en el Laboratorio de Redes y Ciencia de Datos
del CIC-IPN también se trabaja en la creación de algorit-
mos de aprendizaje de máquina aptos para analizar los
grandes volúmenes de datos generados por todas las cosas
con conectividad a Internet, con el propósito de obtener
información valiosa que pueda ser usada en beneficio de
los usuarios individuales y de la sociedad en su conjunto.
Donde la ciencia se convierte en cultura 11