Está en la página 1de 3

1.1.1.1.

Lesiones Hepáticas

La enfermedad hepática puede ser la única manifestación clínica del efecto adverso de
un fármaco, a puede asociarse a manifestaciones sistémicas. Puede desarrollarse
dentro de un período de varios días luego de una dosis tóxica de una hepatotoxina,
luego de 1 a 5 semanas de ingerir un medicamento que desencadena daño por
hipersensibilidad, o incluso meses luego de ingerir una medicina que causa daño por
idiosincrasia metabólica. El daño puede manifestarse en fonna subelínica, reflejado
sólo por un aumento de niveles de aminotransferasas. Algunos fármacos pueden llevar
a niveles elevados de aminotransferasas o fasfatasa alcalina con incidencias que varían
entre el 5 y el 50% de personas expuestas. Muchas de estas elevaciones son menores,
es decir, menos de 3 veces por encima del límite superior normal. La mayoría de estas
anomalías no progresan o incluso ceden pese a la continuación de la terapia. El daño
citotóxico o citolítico puede causar necrosis (zonal, difusa o masiva), esteatosis o
ambos.

La idiosincracia metabólica refleja la tendencia del individuo afectado a producir


metabolitos tóxicos en mayor grado que otros sujetos. La idiosincracia inmunológica
depende del metabolito activo, comportándose como un hapteno, ya sea por
incremento del metabolito hapténico o por respuesta inmune suigeneris del individuo.

La conversión de la droga en metabolito tóxico puede dar lugar a radicales libres,


electrofilicos o a Oxígeno activado. Los radicales libres inducen daño peroxidativo de
lípidos de membrana llevando a la necrosis (tal como ocurre con el CC14). Los radicales
electrofilicos se unen covalentemente a moléculas claves de membrana celular,
alterando su función y causando necrosis. Este ha sido el mecanismo postulado más
aceptado para explicar el daño por drogas. Hay estudios que sugieren que es el stress
oxidativo más que una unión covalente lo que explica esta forma de injuria. Los
metabolitos electrofilicos se unen probablemente a proteínas en la producción de
neoantígenos induciendo la idiosincracia metabólica.

A nivel bioquímico y celular existe 3 mecanismos principales por los cuales puede
haber hepatotoxicidad por actividad del citocromo P45 0 1. El primero implica la
acumulación de cantidades excesivas de fármaco no metabolizado, causada por una
disminución de la actividad del citocromo P450. La inhibición del citocromo P450
inducida por medicamentos es de lejos la causa más frecuente de esta forma de
hepatotoxicidad. Para que esta toxicidad se manifieste, es necesario que las siguientes
condiciones se cumplan: la droga original debe tener un índice terapéutico bajo; la
droga debe tener la llamada toxicidad intrínseca (es decir, la droga misma es tóxica);
la actividad del citocromo P450 debe ser significativamente menor que lo normal; el
fármaco original no es metabolizado a productos inactivos por otros miembros de la
familia P450. Medicamentos que tienen un índice terapéutico bajo que son
metabolizados por el citocromo P450.

(Tagle Arróspide, 2000, pág. 267)

Referencias
Tagle Arróspide, D. (2000). Hepatitis aguda tóxica por fármacos . Colombia.

1.1.1.2.Necrosis Hepática

Entre los gastroenterólogos el Metamizol (dipirona) es un analgésico que goza de


mayor aceptación. Es buen antipirético y analgésico, aunque es menos
antiinflamatorio que otros AINE. Su acción analgésica es por mecanismo periférico y
centrales a nivel medular y SNC. Activa la vía óxido nítrico- GMP cíclico y los canales de
potasio a nivel periférico, lo que explica su efecto antiespasmódico. Dentro de sus
efectos adversos destaca la agranulocitosis y la aplasia de médula ósea idiosincrásica,
por lo que, aunque hay estudios que informan de la baja incidencia, su uso se ha
prohibido en varios países. La inhibición de la síntesis de PG es menos potente que con
otros AINE por lo que se cree que es mejor tolerado, aunque no hay evidencia que
soporte este hecho. Induce las enzimas del citocromo P450 por lo que puede causar
múltiples interacciones farmacológicas. Está contraindicado en el paciente cirrótico y
si se administra se debe ajustar la dosis y el tiempo de administración.

(Ojeda & Moreno, 2014)

Referencias
Ojeda, A., & Moreno, L. (2014). Tratamiento del dolor en el paciente con cirrosis hepática.
Gastroenterología y Hepatología, 39.

La dipirona es un profármaco que se hidroliza rápidamente por un mecanismo no


enzimático para formar 4-metilaminoantipirina (MAA) su principal metabolito activo.
El MAA se metaboliza en el hígado por desmetilación y produce 4-aminoantipirina
(AA); a su vez, el MAA por oxidación genera 4-formilaminoantipirina (FAA); y
finalmente la AA es acetilada por la N-acetil-transferasa para formar 4-
acetilaminoantipirina (AAA). El análisis de microsomas hepáticos de los pacientes
tratados con dipirona ha mostrado inducción de las enzimas CYP2B6, CYP3A4.
(Buitrago Gonzáles, Calderón Ospina, & Vallejos Narváez, 2014)

Referencias
Buitrago Gonzáles, T., Calderón Ospina, C., & Vallejos Narváez, Á. (2014). Dipirona: Beneficios
subestimados o riesgos sobredimensionados. 176.

También podría gustarte