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ecologíaPolítica
Política
ecologíaPolítica
En este número la revista Ecología Política se
centra en la relación entre la Ecología Política,
la geografía y el uso de mapas.

Se trata de un número especial en el que


Cuadernos de debate internacional
se presentan resultados de los proyectos
europeos de investigación EJOLT, ENGOV
y un proyecto Español sobre metabolismo
social. No obstante en la revista encontraréis
también artículos y entrevistas especialmente
realizadas para la ocasión. En total, casi 20
artículos sobre la temática.

También ponemos a vuestra disposición la web


de ecología política: www.ecologiapolitica.info
para poder subscribirse a la revista y acceder a la
versión electrónica de los primeros 46 números de

ecologíaPolítica
la revista. Igualmente tenéis a vuestra disposición
nuestro twitter @Revista_Eco_Pol y
facebook facebook.com/revistaecopol para
manteneros permanentemente informados
sobre las principales novedades en el ámbito de la
ecología política.

CARTOGRAFÍA Y CONFLICTOS

Cartografía y conflictos
Herramientas para resistir, movilizar y construir
PVP: 15€
ecologíaPolítica
Cuadernos de debate internacional

Índice
EDITORIAL 36 «El barrio no se vende» Las barriografías de la
Barceloneta como herramienta de resistencia
INTRODUCCIÓN vecinal frente al extractivismo urbano
Emma Alari Pahissa
10 EJATLAS, mapeo colaborativo como
herramienta para el monitoreo de la 42 Mapeando el procesamiento de basura
(in)justicia ambiental electrónica en Agbogbloshie, Ghana
Leah Temper, Daniela del Bene, Lucía Rafael Fernández-Font Pérez
Argüelles y Yakup Çetinkaya
GEOGRAFIAS DE LA CONFLICTIVIDAD
14 La gobernanza ambiental en América
Latina. Mapeando miradas, dinámicas y 48 Consultas comunitarias y vecinales
experiencias contra la minería metalífera en América
Barbara Hogenboom, Michiel Baud, Fabio de Latina (2002-2012)
Castro y Mariana Walter Mariana Walter y Leire Urkidi

MAPTIVISMO: EXPERIENCIAS PRÁCTICAS 54 Hacia una interpretación analítica de


los logros para la justicia ambiental en
20 Mapeando conflictos ¿Hacia una nueva casos de resistencia anti-minera
ecología política estadística? Entrevista Beatriz Rodríguez-Labajos y Begüm Özkaynak
a Joan Martínez Alier
Santiago Gorostiza 63 Contra la velocidad: movimientos
locales contra mega-infraestructuras
24 Mapeo 2.0. Ampliando los límites de la «inútiles e impuestas»
cartografía crítica Alfred Burballa Noria y Leah Temper
Raül Sánchez y Alfons Pérez
69 Conflictos ambientales en torno a
28 Talleres de mapeo. Recursos lúdicos proyectos extractivos y agrarios en
y visuales para la construcción de Madagascar
conocimiento colectivo Vahinala Raharinirina
Julia Risler y Pablo Ares
76 Conflictos ambientales en Colombia:
33 El uso de OpenStreetMap en el contexto actores generadores y mecanismos de
humanitario resistencia comunitaria
Entrevista a Séverin Ménard Mario Alejandro Pérez -Rincón

83 Los colores de la tierra. Permanencia


y discontinuidades del apartheid en
Namibia
Pablo Gilolmo Lobo
POSTALES DEL ATLAS DE JUSTICIA 102 El petróleo y el agua en el río
AMBIENTAL bidireccional
Kevin Buckland
88 Cartografía de los conflictos
socioecológicos en el Estado español REFERENTES AMBIENTALES
Amaranta Herrero Cabrejas
106 Las fisuras del espacio abstracto
90 Conflictividad socio-ambiental en el hacia el diferencial: los conflictos
Ecuador: un inventario de conflictos en ambientales entendidos a través de
el periodo 1982-2013 Henri Lefebvre
Sara Latorre, Katharine N. Farrell y Joan Carolina Herrmann Coelho-de-Souza
Martínez-Alier
109 Giro descolonial y nuevas geo-
93 Comercio de biomasa y acaparamiento cartografías
de tierra: nuevas dimensiones de las Milson Betancourt Santiago
relaciones Sur-Sur
Lucía Argüelles, Leah Temper y Beatriz CRÍTICA DE LIBROS, INFORMES Y WEBS
Rodríguez-Labajos
114 Hollando espacios (urbanos) ignotos.
REDES DE RESISTENCIA Explore Everything: Place-Hacking the
City
98 New York: un paso más del movimiento Santiago Gorostiza
contra el cambio climático
Josep Maria Antentas

Este número de Ecología Política se ha beneficiado particularmente del proyecto «Metabolismo Social y Conflic-
tos Ambientales» del Ministerio de Ciencia e Innovación de España (CSO2010-21979, 2010-2013) dirigido por
Joan Martinez Alier y Marta Conde. Asimismo ha sido co-editado y presenta resultados de los proyectos europeos
EJOLT («Environmental Justice Liabilities and Trade», www.ejolt.org, 266642, 2011-2015) y ENGOV («Gober-
nanza Ambiental en América Latina y el Caribe», www.engov.eu, 266710, 2011-2015). La edición también ha
contado con el apoyo de una «seed grant» del ISSC en el marco del programa «Transformations to Sustainability»
que forma parte de la iniciativa «Future Earth». Las opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva respon-
sabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de las agencias que colaboraron con el
financiamiento de la investigación y publicación.
Esta revista ha recibido una ayuda a la
edición del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte. Subvención 2014.

Editores: Consejo de Redacción:


Joan Martínez-Alier, Ignasi Puig Ventosa, Anna Monjo Gualter Barbas Baptista, Iñaki Bárcena Hinojal, Gusta-
Omedes, Miquel Ortega Cerdà. vo Duch, José Aniol Esteban, Eva Hernández, Maria-
na Walter, Santiago Gorostiza, Marc Gavaldà, Gloria
Editoras invitadas: Gómez, David Llistar, Florent Marcellesi, Patricio Igor
Marta Conde, Leah Temper y Mariana Walter Melillanca, Ivan Murray, Marta Pahissa, Jesús Ramos
Martín, Albert Recio, Tatiana Roa, Jordi Roca Jusmet,
Coordinación editorial: Carlos Santos, Carlos Vicente, Núria Vidal y Joseph
Maria Mestre (secretariado@ecologiapolitica.info) H. Vogel.

Gestión de artículos: Consejo Asesor:


Irmak Ertör (articulos@ecologiapolitica.info) Federico Aguilera Klink, Elmar Altaver, Nelson Álvarez,
Manuel Baquedano, Elisabeth Bravo, Esperanza Mar-
Subscripciones y venta: tínez, Jean Paul Deléage, Arturo Escobar, José Carlos
Mar Santacana (subscriptores@ecologiapolitica.info) Escudero, María Pilar García Guadilla, Enrique Leff,
José-Manuel Naredo, José Agusto Pádua, Magaly Rey
Diseño, maquetación e impresión: Rosa, Silvia Ribeiro, Giovanna Ricoveri, Victor Manuel
El Tinter, SAL. Toledo, Juan Torres Guevara, Ivonne Yanez.

Mapa de la cubierta: Impreso en Barcelona


British Library Collection El Tinter SAL, La Plana, 8 (Barcelona)
Diciembre de 2014. Revista bianual
Secretariado: ISSN: 1130-6378
Fundació ENT. Dep. Legal: B. 41.382-1990
C/Sant Joan 39, primer piso.
08800. Vilanova i la Geltrú. España. Ecología Política en internet
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Editorial

Los mapas no solo representan el mundo, lo industria petrolera. Recientemente, una ini-
recrean y transforman nuestro entendimiento ciativa científica ciudadana aprovecha nuevas
del mismo y de los lugares que representan. tecnologías de almacenamiento en la nube
En 1854 John Snow presentó el primer y herramientas de geo-referenciación (GPS)
mapa de epidemiología popular de la histo- para implementar un monitoreo participati-
ria, un mapa que cambió la forma en que se vo de derrames de petróleo para y por las co-
entendía el mundo. Antes del mapa de cólera munidades indígenas. El proyecto ha logrado
de Snow se pensaba que esta enfermedad se que los derrames sean difundidos por medios
contagiaba por vía aérea. En un esfuerzo para de difusión nacionales e internacionales for-
probar que no era así, Snow mapeó el brote zando a las empresas petroleras a responder y
de cólera en el distrito de Soho de Londres. hacerse responsables por sus infraestructuras
A través de una representación visual de las deficientes y su poca reacción.
muertes y de las fuentes de agua, se hizo Pero, al mismo tiempo, estas nuevas he-
evidente que los casos se agrupaban en rramientas de geo-activismo plantean algu-
torno a una bomba de agua de la calle Broad nas cuestiones difíciles. Como señala Martí
(actualmente Broadwick). Éste es el primero Orta, los Sistemas de Información Geográfi-
de muchos ejemplos de mapeo para estudios ca (SIG) también pueden volverse una herra-
epidemiológicos y como herramienta de mienta de «asimilación epistemológica», una
activismo. nueva forma de asimilar las culturas indíge-
Avanzamos 150 años para llegar al norte nas a la sociedad occidental. Además, los SIG
de la Amazonía peruana. Un territorio afec- son altamente técnicos y costosos, especial-
tado desde finales de la década de 1960 por la mente para las comunidades indígenas, que

4 ecologíaPolítica
no siempre tienen internet y ordenadores, ni de conflictos de justicia ambiental (www.ejatlas.
siquiera electricidad. Esto implica que aun org). Raul Sánchez y Alfons Pérez enfatizan la
cuando son participativos, estos procesos son importancia de internet para el despegue de
generalmente impulsados y controlados por nuevas formas de activismo. Julia Risler y Pablo
personas externas. Ares del  grupo iconoclasistas nos proponen el
La cuestión de si los mapas, las tecnolo- mapeo como herramienta de lucha y exponen
gías de análisis espacial, los conocimientos cómo, a través de talleres de mapeo colectivo, se
cartográficos pueden ser utilizados para em- nutre el desarrollo de idearios colectivos sobre
poderar la resistencia recorre este número de el presente y el futuro. Una entrevista a Séverin
Ecología Política. Más ampliamente exami- Ménard examina plataformas como Open Street
namos cómo nuevas tecnologías para recopi- Maps. Consciente del poder de los mapas que
lar y sistematizar información están permi- representan nuestro entorno, argumenta que no
tiendo innovadoras formas y articulaciones podemos dejar esto en manos de los googles y
entre activismo e investigación. Vemos, por apples del mundo. Otros ejemplos prácticos de
ejemplo, como redes de activistas como OC- maptivismo son incluidos, como la utilización
MAL (Observatorio de Conflictos Mineros de drones descrita por Rafael Fernández-Font
de América Latina) visibilizan conflictos que permite visibilizar las diferentes actividades
mediante inventarios y mapas. Los artícu- en torno del reciclaje de e-waste en Ghana o los
los presentados abordan cuestiones relacio- mapas desarrollados por colectivos en la Barce-
nadas con el acceso a la información, cómo loneta en su defensa de este barrio de Barcelona.
la información es recopilada y representada, Emma Alari nos presenta mapas fruto de esta
por quién, para quién y cómo los mapas son lucha.
usados para crear el espacio y delimitar lugar La tercera sección, geografías de la
y territorio. conflictividad, examina cómo ejercicios de

Editorial
Este número de Ecología Política se organiza mapeo contribuyen a entender los cambios
en 7 secciones. La primera sección introduce ambientales y sociales, así como visibilizar
conceptos clave de los proyectos europeos los conflictos a escalas más amplias. Se
EJOLT y ENGOV y del proyecto español presentan seis casos en los que desde
«Metabolismo Social y Conflictos Ambientales», diferentes aproximaciones, investigadores
todos ellos desarrollados entre 2011 y 2015 en el utilizan bases de datos y diversas formas de
ICTA de la Universidad Autónoma de Barcelona cartografía para analizar las relaciones que
y otras organizaciones activistas o académicas. La se tejen en el espacio y el tiempo. En unos
segunda sección, aborda ejemplos prácticos del casos, las investigadoras mapean y examinan
uso de mapas para el activismo, lo que podemos de forma sistemática un tipo determinado
denominar «maptivismo». Estas experiencias de de conflicto o estrategia de movilización, sus
mapeo permiten construir historias vinculadas a articulaciones y conexiones. Así, Mariana
lugares, visualizar datos y elaborar argumentos. Walter y Leire Urkidi estudian el surgimiento
Vemos que las cartografías son usadas para y difusión de consultas comunitarias como
desafiar el poder, reclamar el territorio y repensar estrategia para frenar proyectos mineros en
los lugares, construyendo relaciones y dando América Latina, desde la pionera experiencia
significado a los lugares. También se ilustra cómo de Tambogrande en el año 2002 hasta el
estos procesos se llevan a cabo utilizando desde año 2012. A través de estas consultas, las
tecnologías muy sencillas (lápiz y papel) hasta comunidades están redibujando las escalas
otras más sofisticadas (drones). de toma de decisión en el control de sus
En la sección sobre maptivismo, Joan Martí- territorios. Beatriz Rodríguez-Labajos y
nez Alier explica a través de una entrevista el pro- Begüm Özkaynak examinan 354 casos
yecto EJOLT (www.ejolt.org) y su atlas global de conflictos mineros en América Latina

ecologíaPolítica 5
provenientes del EJatlas combinando datos En la sección sobre redes de resistencia nos
cualitativos y cuantitativos utilizando desplazamos a Nueva York dónde nos suma-
métodos de estadística descriptiva. Alfred mos a la manifestación contra la inacción
Burballa Noria y Leah Temper reflexionan del poder político ante el cambio climático.
sobre la experiencia de la red europea Kevin Buckland nos muestra Nueva York y
GPII contra los Grandes Proyectos Inútiles el Rio Hudson a través de una travesía rei-
e Impuestos, examinando las diferentes vindicativa. Josep Maria Antentas reflexiona
narrativas que impulsan estas infraestructuras sobre diferentes experiencias de movilización
como el aeropuerto de Nantes o el TAV en el contexto de la marcha sobre el cambio
de Turín a Lyon, y cómo está creciendo la climático.
movilización social contra ese derroche. Por Por último, en la sección de referentes
otra parte, otras investigaciones presentadas ambientales, en una revisión de Carolina
analizan las causas, tendencias y principales Herrmann Coelho de Souza, se presentan
características de los conflictos en un elementos clave del pensamiento de Henri
determinado país. Vahinala Raharinirina Lefebvre para entender la geografía crítica.
recopila y analiza 14 casos de conflictos Milson Betancourt revisa algunas claves de
ambientales glocales en Madagascar, la escuela latinoamericana compuesta por
examinando los procesos históricos y socio- intelectuales como Walter Mignolo o Arturo
políticos en los que se enmarcan y los Escobar que abordan el giro descolonial y re-
diversos actores que promueven y se oponen flexionan sobre otras cartografías.
a las actividades en disputa. Mario Alejandro Hoy en día parece que todo el mundo está
Pérez-Rincón presenta un amplio inventario mapeando. Los artículos de este número de
de conflictos ambientales en Colombia, Ecología Política nos recuerdan que los imagi-
identificando las actividades y actores narios geográficos son lugares importantes de
generadores de conflicto, y los mecanismos de lucha socio-ambiental y nos muestran cómo
resistencia desplegados por los afectados, en pueden crear nuevas posibilidades geopolí-
un ejercicio de ecología política estadística. ticas. Sin embargo, en medio de esta manía
Por último, Pablo Gilolmo Lobo realiza un por mapear, debemos ser conscientes de qué
análisis espacial del reparto actual de la tierra información se usa, cómo se usa, de quién
en la región de Otjozondjupa (Namibia), la crea y quién tiene acceso, a quién le sirve,
concluyendo que la diferencia racial como así como los potenciales logros y peligros
criterio de acceso a la tierra ha sido reciclada de mapear lo no mapeado y visibilizar lo
bajo un criterio de clase y productivista. invisible. Finalmente, los mapas contienen
En la cuarta sección, postales del atlas de solo una selección arbitraria de información
justicia ambiental, se presenta en forma de y esconden más de lo que muestran. Pueden
fichas breves tres ejemplos de procesos de ser un vehículo para desafiar el poder solo si
mapeo sistemático de conflictos en el marco las prácticas y los conocimientos científicos
del EJatlas. Los conflictos en España fueron que enmarcan su creación son también parte
mapeados por Amaranta Herrero y los de de un proceso transformador.
Ecuador por Sara Latorre. La ficha elabora-
da por Lucía Argüelles, Leah Temper y Bea- Marta Conde, Leah Temper, Mariana Walter
triz Rodríguez-Labajos presenta un análisis
de conflictos de acaparamiento de tierras en
África, reflexionando sobre su relación con el
HANPP (Apropiación Humana de la Produc-
ción Primaria Neta) y las nuevas relaciones
Sur-Sur.

6 ecologíaPolítica
La economía está por todas partes.
Entiéndela con

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Introducción

EJAtlas, mapeo colaborativo como


herramienta para el monitoreo de la
(in)justicia ambiental
Leah Temper, Daniela del Bene, Lucía Argüelles y
Yakup Çetinkaya

La gobernanza ambiental en América


Latina
Mapeando miradas, dinámicas y experiencias
Barbara Hogenboom, Michiel Baud, Fabio de Castro
y Mariana Walter
EJAtlas, mapeo colaborativo
como herramienta para el
monitoreo de la
(in)justicia ambiental
Leah Temper, Daniela del Bene,
Lucía Argüelles y Yakup Çetinkaya

Los mapas del mundo en la Edad Media eran a o crean, estos conflictos. EJOLT se basa en la in-
menudo representados con el Este o el Sur ha- vestigación cooperativa y pretende aportar infor-
cia arriba. La posición del Norte en la parte de mación sobre dos asuntos de gran interés para la
arriba de los mapas es una práctica arbitraria y sociedad: «¿Cuáles son las causas de los crecientes
relativamente nueva, que sugiere la aceptación conflictos de distribución ecológica en diferentes
de un orden del mundo en particular. Como escalas?» y «¿Cómo pueden esos conflictos con-
Bernard Nietschmann Nietschmann (1995, vertirse en fuerzas que apunten hacia la sosteni-
32) dijo: «más territorio indígena ha sido recla- bilidad ambiental?» (Martinez-Alier et al., 2011).
mado por medio de mapas que de armas». El Una de los medios principales para profundizar
corolario es cierto, y también lo es su opuesto, en estas cuestiones es a través de la creación de
convirtiendo a los mapas en armas de liberación un inventario de conflictos socio-ambientales y
y de explotación al mismo tiempo (Crampton, de resistencias a nivel global, el Atlas de la Justicia
2006). Hoy el mapa invertido puede considerar- Ambiental (EJAtlas por sus siglas en inglés; www.
se un símbolo de la emergente cartografía crítica ejatlas.org). Dibujando los «mapas de reclamacio-
(Crampton, 2009; Wood, 2010), que reconoce nes» y las «luchas localizadas», el proyecto busca
que los mapas han sido históricamente objetos documentar y apoyar la lucha por la Justicia Am-
de poder, creando fronteras, reforzando el con- biental. Este ejercicio requiere la interconexión de
trol y sirviendo como herramienta indispensable múltiples disciplinas, no explorada previamente:
para la expansión imperial. La cartografía crítica justicia ambiental, economía ecológica y meta-
pretende comprender el vínculo entre el cono- bolismo socio-económico, ecología política y la
cimiento geográfico y el poder, y proponer así teoría de los movimientos sociales.
un proceso para invertir este nexo, ilustrando
formas de injusticia y sirviendo de herramienta Resultados y potencial de análisis
para el activismo y la lucha.
Usando este pensamiento el proyecto EJOLT El EJAtlas fue presentado el 19 de marzo de
ha adoptado el mapa invertido como logo. EJOLT 2014 en la sede de UNEP en Bruselas. Actual-
significa «Organizaciones de Justicia Ambiental, mente contiene más de 1200 casos, y el número
Responsabilidades y Comercio» (por sus siglas va en aumento. Los conflictos están relacionados
en inglés: Environmental Justice Organizations, mayoritariamente con la extracción industrial
Liabilities and Trade). Es un proyecto financiado de recursos naturales (minería, gas y petróleo,
por la UE cuyos objetivos son la producción de deforestación), con la producción industrial de
mapas de injusticias ambientales, la creación de biorecursos (plantaciones de árboles, granjas de
redes globales entre las que luchan contra éstas y camarones) y con la gestión de deshechos (e-was-
la influencia de las leyes y políticas que afectan, te, incineración, vertederos).

10 ecologíaPolítica
Más de 130.000 usuarios han visitado la pá- publicado por The Guardian1 se percibe y en-
gina del proyecto EJOLT hasta la fecha, con tiende de manera diferente si le superponemos
500.000 visitas a la página de EJAtlas. Desde su una capa de riesgo sísmico. Éste es el objetivo
lanzamiento el Atlas ha sido mencionado más de los «Featured Maps» que serán integrados en
de 130 veces en prensa en 21 países, incluyendo el EJAtlas en su segundo lanzamiento (estimado
Science Magazine, la BBC o Le Monde. En India, para noviembre 2014), y que presentará mapas
el Live Mint del Wall Street Journal explicó cómo temáticos o regionales, incluyendo diferentes
el Atlas refleja que la globalización de las redes indicadores espaciales. Por ejemplo, en el mapa
sociales, el activismo y las responsabilidades ha- de minería en Latinoamérica se superpondrá el
ciendo que el examen que la sociedad civil hace mapa de depósitos minerales con las zonas de
de las empresas se torne más exigente. alta biodiversidad. O el mapa de India, que con-
El código utilizado para presentar los resulta- trastará los conflictos ambientales con el nivel de

Introducción
dos está construido sobre una estructura de datos escasez de agua en las cuencas o con el volumen
diseñada explícitamente para la usabilidad de los de agua usado por las centrales térmicas para re-
datos en el contexto de la investigación y la aca- frigeración. Esperamos que esta combinación de
demia. Las personas usuarias son invitadas a na- factores ayude a comprender las causas y conse-
vegar en el Atlas de diferentes maneras, a través cuencias de los conflictos ambientales conteni-
de sus diferentes funcionalidades. Por ejemplo, dos en el EJAtlas.
los mapas destacados muestran una selección de La principal dificultad de esta tarea reside en
conflictos sobre temas determinados, además de la disponibilidad de los datos. Hay muchos in-
información adicional relevante para cada caso, y dicadores que aportarían enormemente a com-
capas vectoriales que ayudan a visualizar el con- prender causas y consecuencias pero que no se
texto en el que estos mapas se enmarcan. Con la encuentran disponibles en forma espacial (a
función «búsqueda y filtro», las usuarias pueden veces inaccesibles por razones económicas) o ni
realizar una selección precisa de los casos con tan siquiera de manera estadística tradicional (en
todos los campos presentes en la ficha y ajustar cuyo caso el proceso para incluir el indicador
su selección acorde a sus necesidades. Además, el pasa por un paso de digitalización intermedio).
mapa puede ser navegado por países, compañías, En concreto, echamos en falta datos socio-eco-
tipo de conflicto, mercancía, etc. nómicos a escala municipal o regional, como
A inicios de 2015 verá la luz el segundo lanza- datos del PIB o los flujos de extracción, que si
miento del EJAtlas, en la que se integrará la infor- bien a nivel de país resultan interesantes para
mación referente a los datos de los conflictos con comprender las dinámicas globales, no sirven
otro tipo de indicadores espaciales mediante SIG para explicar diferencias territoriales sociales y
(Sistema de Información Geográfica). Los indica- económicas que también existen dentro de los
dores espaciales que se usarán son tanto biofísicos países. Esto es útil para analizar, por ejemplo,
como socio-económicos, y entre otros incluyen: dónde se produce la energía dentro de un país
densidad de población, reservas indígenas, áreas (y por tanto, dónde se sufre la contaminación o
protegidas, niveles de pobreza por municipio, la extracción derivada) y dónde se consume, o
concesiones mineras y petrolíferas, etc. para comparar dónde se deforesta (y por tanto
Además del análisis espacial que estos indi- donde los conflictos surgen) y donde van a pa-
cadores permiten realizar, estas capas resultan rar los beneficios de esa actividad (en forma de
útiles para aportar una perspectiva diferente a incrementos del PIB).
la visualización del mapa de conflictos, ya que
presentan información que puede cambiar radi-
calmente el sentido, el significado, y la relevancia
del mapa. Tenemos claros ejemplos en este senti- 1 http://www.theguardian.com/news/datablog/2011/mar/18/nu-
do. Por ejemplo: el mapa de reactores nucleares clear-reactors-power-stations-world-list-map#data

ecologíaPolítica 11
Ecología Política Estadística biofísicos georreferenciados. Esta superposición
ha permitido añadir a la descripción de los con-
El EJAtlas también supone una herramienta flictos factores como tipo de uso de la tierra, da-
para practicar lo que llamamos «ecología polí- tos geológicos, densidad de población, niveles de
tica estadística». El gran número de conflictos degradación del suelo y deforestación, porcentaje
documentados y georreferenciados que contiene de población indígena por municipio, niveles de
su base de datos permite una comparación de pobreza, etc. Se ha realizado también un trabajo
casos emblemáticos entre distintas geografías, preliminar en la correlación de indicadores de me-
áreas temáticas y escalas geográficas y tempora- tabolismo social, como la Apropiación Humana
les. Esto sirve por ejemplo para entender factores de la Productividad Primaria Neta (HANPP por
comunes entre regiones, o para obtener una mi- sus siglas en inglés), con los diferentes tipos de
rada del papel que las organizaciones de justicia conflicto, un análisis que ayuda a entender qué
ambiental juegan en los conflictos, y constituye conflictos ocurren más a menudo en las «fronteras
también una base sólida para la selección de ca- de las mercancías» (áreas con bajo HANPP) y por
sos de estudio y para la realización de análisis de tanto bajos niveles de perturbación o colonización
áreas o de temas. de ecosistemas. También se ha analizado la co-
Con el fin de realizar una primera fotografía rrelación entre HANPP e intensidad de conflicto
de los conflictos contenidos en el Atlas, y de la si- para cada categoría. Los resultados preliminares
tuación global de la justicia ambiental, por ende, indican mayores intensidades en zonas donde ya
se ha llevado a cabo un análisis de frecuencia de existe una alta apropiación de recursos, lo que
los diferentes campos y variables contenidos en propicia la competición por éstos.
el mapa. Teniendo en cuenta que la base de datos
no es completa, y atendiendo a las diferencias Conclusión
de cobertura en diferentes países y de tipo de
conflicto (determinados en parte por las localiza- Este artículo ha presentado algunas de las
ciones e intereses de los colaboradores) los datos principales características del EJAtlas. Una de las
recogidos en el Atlas indican las tendencias sobre mayores fortalezas del proyecto es el esfuerzo de
qué mercancías, qué lugares y qué compañías o ser lo más participativo posible y asegurar al mis-
actores son mayoritariamente partícipes en los mo tiempo buenos estándares en la recogida de
conflictos. El artículo de Rodríguez-Labajos y datos a través de la colaboración entre activistas,
Ozkaynak en este número es otro ejemplo del investigadores y activistas-investigadores, acom-
tipo de análisis de datos que el EJAtlas permite. pañando por un proceso de revisión y control de
El análisis multivariante sirve para entender calidad. El proceso de diseño y creación del EJAt-
la contribución de factores que influyen en un las es colaborativo e iterativo, un proceso de GIS
evento o resultado. Aplicando este tipo de análi- participativo que aún está despegando. El EJAtlas
sis a los conflictos de EJAtlas se pueden deducir puede ser considerado como lo que ha sido lla-
las formas de movilización o los actores determi- mado un «híbrido colectivo de investigación» por
nantes que afectan a un tipo de resultado (por Gibson-Graham (de Callon et al., 2002; Callon y
ejemplo victoria judicial, retirada de inversores, Caliskan, 2005). El rol central de la «epistemolo-
etc.), o los factores socioeconómicos o caracterís- gía performativa de investigación» es incrementar
ticas del proyecto que llevan a adoptar determi- el interés hacia los entendimientos escondidos y
nado tipo de formas de movilización (disruptivas alternativos del mundo, y haciendo esto, conver-
o no disruptivas). tirlos en objetos potenciales de políticas y debates
Finalmente, vale la pena señalar que el uso de (Gibson-Graham 2008:620).
herramientas GIS para el análisis estadístico de Mediante cooperación con las Organizaciones
datos permite sobreponer la localización de los de Justicia Ambiental y sus redes esperamos con-
conflictos con indicadores socio-económicos o tribuir al movimiento por la Justicia Ambiental

12 ecologíaPolítica
global, que está en aumento, para que continúe tinentes remotos, o en la profundidad el bosque,
tomando forma globalmente, formulando po- es dar a aquellos, lejanos o diferentes a nosotros,
siciones más estratégicas y más inclusivas, a la voz, y reconocer su situación. La explosión de
vez que mantenga los matices locales. Espera- los diferentes discursos de injusticia, hacer esos
mos ser capaces de describir esos procesos y de discursos disponibles a través de la Web, medios
analizar nuevos conceptos provenientes de los alternativos o tradicionales, y atraer la atención a
movimientos sociales, y mapear los patrones de la diversidad de injusticias ambientales a través de
la participación en éstos de mujeres, indígenas acciones de la sociedad civil internacional, forja
o sindicatos, así como sus diferentes formas de empatía, reconocimiento y unidad, incluso cru-
intervención en los conflictos. Creemos que el zando grandes distancias».
número de conflictos va en aumento, especial-
mente a lo largo de las fronteras de extracción y Referencias

Introducción
también como resultado de la creación de nuevas
«commodities» (derivadas por ejemplo de la re- Callon, M. y Caliskan, K. (2005), New and
ciente inversión especulativa en tierras o en ser- Old Directions in the Anthropology of Mar-
vicios ecosistémicos). Más allá de investigación kets. Wenner-Gren Foundation for Anthro-
en ecología política, el mapa quiere ser social y pological Research: New York.
políticamente relevante, apuntando directamen- Crampton, J. W., (2006), An Introduction to
te a los actores detrás de las injusticias, y servir Critical Cartography, ACME (An Interna-
como herramienta para activistas, ilustrando tional EJournal for Critical Geographies)
asuntos ambientales críticos e alimentando el vol. 4 (1). p. 11-33.
debate público sobre la distribución de riesgos, Crampton, J. W., (2009), Mapping: a critical
cargas y beneficios. introduction to cartography and GIS, John
La globalización del marco de Justicia Ambien- Wiley & Sons.
tal pretende también resaltar que los conflictos no Gibson-Graham, J.k., (2008), Diverse econo-
son NIMBYs («Not In My Backyard»: No en mi mies: performative practices for `other worlds’,
Patio Trasero), si no generalmente son NIABYs Progress in Human Geography vol. 32 (5),
(«Not In Anybody’s Backyard»: No en el Patio p. 613-632.
Trasero de Nadie) o incluso NOPEs («Not On Martinez-Alier J., Healy H., Temper L, Wal-
Planet Earth»: No en el Planeta Tierra). Parar un ter, M., Rodriguez-Labajos, B., Gerber,
proyecto en un lugar no significa que esa activi- J. F. y Conde, M., (2011), Between science
dad pueda moverse a otro sitio. Las protestas y and activism: learning and teaching ecological
los discursos muestran que la oposición no está economics with environmental justice organ-
relacionada a la localización per se, si no a la idea isations, Local Environment vol. 16 (1), p.
general de desarrollo, explotación y extracción. 17-36.
En consecuencia el movimiento debe luchar por Nietschmann, B., (1995), Defending the Miski-
una mayor soberanía sobre el comercio multila- to Reefs with Maps and GIS: Mapping With
teral, las instituciones de crédito y las entidades Sail, Scuba, and Satellite, Cultural Survival
reguladoras, así como para promover el control Quarterly vol. 18 (4), p. 34-37.
de las responsabilidades de corporaciones y go- Schlosberg, D., (2004), Reconceiving Environ-
biernos a través de mecanismos legales a escala mental Justice: Global Movements And Polit-
nacional e internacional. El reconocimiento de las ical Theories, Environmental Politics vol. 13
cadenas globales de responsabilidades es un pre- (3), p. 517-540.
cursor del reconocimiento de la deuda ecológica Wood, D. F., y Krygier, J., (2010), Rethinking
que parte del movimiento reclama. En palabras de the power of maps. The Guilford Press: Nue-
Schlosberg (2004): «Lo interesante de comunicar va York y Lóndres
diversas batallas, incluso aquellas surgidas en con-

ecologíaPolítica 13
La gobernanza ambiental
en América Latina
Mapeando miradas, dinámicas y
experiencias1

Barbara Hogenboom, Michiel Baud,


Fabio de Castro y Mariana Walter

En los últimos años los países latinoamericanos han en adelante se dio una tendencia generalizada a
ocupado un papel clave en los debates globales so- abandonar los arreglos institucionales centrados en
bre las causas y soluciones a los problemas ambien- el Estado. El énfasis en la privatización y descen-
tales y al cambio climático. Esta región se ha cons- tralización impulsó nuevos enfoques del manejo
tituido en un espacio de innovación y búsqueda de de los recursos naturales que enfatizaron el auto-
alternativas donde movimientos sociales, gobiernos gobierno y mayores niveles de participación para la
y empresas se encuentran y desencuentran, reconfi- sociedad civil y las empresas privadas. Las políticas
gurando la gobernanza ambiental. En este artículo neoliberales promovieron en muchas ocasiones la
se presentan algunos de los marcos conceptuales del privatización de recursos naturales tales como agua,
proyecto de investigación ENGOV sobre «Gober- bosques, tierra y recursos pesqueros, produciendo
nanza Ambiental en América Latina y el Caribe: importantes impactos socioambientales en la re-
Desarrollando Marcos para el Uso Sostenible y gión (Liverman y Silvina Vilas, 2002). En paralelo,
Equitativo de los Recursos Naturales» (www.engov. se desarrollaron alianzas entre organizaciones de la
eu 2011-2015). El artículo presenta tendencias y sociedad civil, ONG (internacionales) e institucio-
procesos clave en la gobernanza ambiental de la nes académicas, y emergieron perspectivas alterna-
región, incluyendo dinámicas espaciales y escalares tivas de gobernanza para los usuarios locales y co-
centrales. ENGOV es un proyecto de investigación munidades. Esta corriente abrió camino a procesos
financiado por la Unión Europea y constituido de «glocalización» que vincularon actores locales y
por un consorcio de 10 centros de investigación globales en el desarrollo de enfoques locales para
de Europa (Holanda, Francia, España, Noruega) y el manejo de recursos naturales. Pese a ello, la des-
América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, igualdad persistente, la pobreza, la corrupción, la
México) que co-patrocina esta edición especial de violencia, la limitada capacidad institucional y el
la revista Ecología Política, presentando algunos de poder de las élites con frecuencia profundizaron las
sus resultados entre sus contenidos. desigualdades de poder e inhibieron la implemen-
tación efectiva de tales iniciativas (Larson, 2003).
La gobernanza ambiental en América En la década pasada, nuevos cambios políticos y
Latina económicos nuevamente influenciaron fuertemen-
te la gobernanza ambiental en la región. A escala
La gobernanza ambiental en América Latina ha nacional, varios partidos y candidatos post-neoli-
atravesado importantes transformaciones en las úl- berales (con frecuencia de izquierda) que provenían
timas décadas. Desde la mitad de los años ochenta de fuera de la élite establecida fueron electos. Sus
agendas políticas prometieron el cambio del mode-
1. Este artículo se basa en la publicación: HOGENBOOM,
B., BAUD, M. y DE CASTRO, F. (2012), gobernanza am-
lo de desarrollo económico, democratizar los pro-
biental en América Latina: hacia una agenda de investigación cesos de toma de decisiones e intensificar la lucha
integradora. Revista del Centro Andino de Estudios Interna- contra la pobreza y la exclusión social, política y
cionales, vol. 12, p.57-72

14 ecologíaPolítica
cultural. En su discurso, muchos de estos gobier- turales en América Latina, los debates recientes
nos enfatizaron la necesidad de reformas (radicales) y las reformas políticas propuestas continúan
para resolver los problemas sociales y económicos reflejando claras tensiones entre las metas de de-
de una manera sustentable, basada en la asociación sarrollo económico, inclusión social y protección
entre actores estatales y no estatales. En este contex- de los ecosistemas. Por una parte, los gobiernos
to, los discursos ambientales, las identidades indí- latinoamericanos con frecuencia hacen referen-
genas y las demandas y movilizaciones por justicia cia a las metas de desarrollo del milenio como
social crecientemente se desplazaron «hacia arriba», una agenda para simultáneamente mejorar las
desde las arenas activistas hacia las instituciones po- circunstancias sociales (pobreza, seguridad ali-
líticas nacionales y estatales. mentaria, desigualdad de género) y proveer servi-
A nivel global, una configuración más multipolar cios ambientales (biodiversidad, captura de car-
y de mercado remplazó gradualmente la larga historia bono, regulación climática). De otra, los temas

Introducción
de dependencia económica de América Latina. No ambientales y sociales son usualmente dejados de
sólo las relaciones comerciales y de inversión globales lado en proyectos económicos de gran escala que
se han diversificado, sino que también se han desa- apuntan a la minería y extracción de petróleo
rrollado un conjunto de iniciativas para la integración (Hogenboom , 2014) o el gigantesco programa
regional. Brasil, por ejemplo, ha demostrado ser uno de integración regional IIRSA (Iniciativa para
de los principales mercados mundiales emergentes. la Integración de la Infraestructura Regional
Estas transformaciones están creando profundos efec- Suramericana). Estos cambios recientes y con-
tos en la producción y cadenas de valor – regionales tradicciones emergentes deben, por tanto, ser
y globales – así como en la geopolítica. La creciente incluidos en un análisis de cómo la gobernanza
demanda de materias primas, especialmente prove- ambiental se ha formado en América Latina y
niente de Asia, ha subido los precios mundiales de qué lecciones pueden aprenderse.
éstas y las ganancias por exportación y los ingresos
públicos de América Latina. Además la crisis econó- Integrando miradas
mica internacional no solo ha confirmado las críticas
al modelo de desarrollo basado en el mercado libre y A pesar del gran número de estudios académi-
un Estado pequeño (tanto en América Latina como cos sobre el uso de recursos naturales y los desafíos
en general) sino que también ha facilitado un papel ambientales en América Latina, existe una necesi-
más importante para los países latinoamericanos en dad urgente de desarrollar marcos integrados para
poderosas instituciones internacionales como el G20 promover el diálogo entre diferentes disciplinas y
o el Fondo Monetario Internacional. Aún más, las comunidades de investigación, tales como los estu-
preocupaciones por el cambio climático global han dios del desarrollo agrario, pueblos indígenas, ur-
ubicado al ambiente como un tema central de la agen- banización, políticas ambientales formales y prácti-
da del sistema de gobernanza de la Tierra, dentro del cas informales locales de uso de recursos naturales.
cual varios líderes latinoamericanos han tomado una Recientemente ha emergido un buen número de
posición activa (Petkova et al., 2010). iniciativas para el uso sustentable de recursos natu-
Curiosamente, la gobernanza ambiental en rales, incluyendo reformas en legislación ambien-
la región desafía la dicotomía de procesos arri- tal, procedimientos de manejo descentralizado,
ba-abajo y abajo-arriba: las nuevas iniciativas di- asociaciones sociales y económicas, esquemas de
rigidas a afrontar las problemáticas ambientales compensación financiera, e iniciativas de co-ma-
han emergido tanto de presiones internacionales nejo. Sin embargo, las brechas entre el discurso y
como de demandas de abajo a arriba provenien- la construcción de conocimiento, y entre diseño
tes de la sociedad civil. Pero, a pesar del hecho institucional e implementación real y monitoreo
de que estas nuevas condiciones generalmente son con frecuencia amplias y representan desafíos
parecerían posibilitar aproximaciones más sus- mayores (Lemos y Agrawal, 2006). La complejidad
tentables y equitativas del uso de recursos na- de los procesos socioambientales, y la necesidad de

ecologíaPolítica 15
sistemas de manejo que sean adaptables y eficien- Andes, Centroamérica, el Caribe) o a contextos
tes muestra la importancia de enfoques flexibles y más locales.
mecanismos participativos. En este aspecto, la pers-
pectiva de gobernanza ambiental apunta a integrar Segundo. A pesar de que se han desarrollado
la diversidad de sistemas de manejo incluyendo el análisis más integrados en la última década, la
amplio conjunto de actores sociales y sistemas eco- investigación sobre el uso de recursos naturales
lógicos. La gobernanza ambiental, un concepto que permanece dividida en unidades de recursos (p.
emergió como una propuesta neoliberal de enfo- ej.: minería, tierra, agua, pesquería o bosques),
que no Estatal, ha sido retrabajada por las ciencias grupos sociales (p. ej.: colonas, invasoras y pobla-
sociales para proponer nuevas perspectivas institu- ciones ancestrales), y sectores de política pública
cionales sobre el manejo de recursos naturales. El (conservación, desarrollo y alivio de la pobreza).
enfoque de la gobernanza ambiental toma en con-
sideración las capacidades para resolver problemas Tercero. La mayor parte de la investigación so-
colectivos de diferentes actores a fin de comprender cioambiental en América Latina ha sido llevada
las interacciones sociales y posibles conflictos entre a cabo desde la perspectiva de disciplinas indi-
ellos en un proceso dinámico y complejo (Kooin- viduales. La integración entre ciencias sociales y
man et al., 2005). Esta perspectiva está relacionada naturales se ha desarrollado con el tiempo, pero
con los conceptos de justicia ambiental – que coloca irónicamente todavía son limitados los esfuerzos
en el centro del debate la distribución de costos de fertilización entre el amplio rango de las cien-
y beneficios ambientales, el empoderamiento de cias sociales y las humanidades. Notablemente, los
grupos marginalizados, la inclusión de género y enfoques enraizados en la historia han sido a duras
la reducción de la pobreza (Carruthers, 2008) – y penas incorporados.
la política ambiental, donde la posición del Estado
ha sido gradualmente redefinida (Eakin y Lemos, Cuarto. Las recientes iniciativas tomadas por
2006). los gobiernos post-neoliberales, sus implicaciones
Considerando la larga tradición de investiga- para la gobernanza ambiental, el alivio de la pobre-
ción ambiental y los desarrollos teóricos recientes, za y la igualdad social y de género, y la influencia
el tiempo actual permite un marco de gobernan- del cambiante contexto internacional todavía no
za ambiental en América Latina más inclusivo, han recibido la necesaria atención académica.
flexible y orientado hacia la interdisciplinariedad
que los producidos hasta ahora. A pesar de algu- A fin de avanzar en la investigación sobre gobernan-
nos valiosos ejemplos de actores interesados que za ambiental en América Latina, se necesita una pers-
se han involucrado en proyectos académicos, y la pectiva regional que vaya más allá de los enfoques exis-
presencia de importantes redes académicas regiona- tentes. Nuevos conocimientos pueden generarse desde
les, los esfuerzos de investigación acerca del uso de el análisis comparativo entre unidades de recursos, al
recursos naturales en la región están limitados por tiempo que se reconocen las evidentes diferencias en los
numerosos obstáculos a la generación y circulación usos físicos, económicos y sociales de diferentes recur-
del conocimiento. sos naturales en los distintos escenarios regionales. Aún
más, análisis integradores que combinen la configura-
Primero. No han existido esfuerzos regionales ción topográfica, múltiples actores locales y múltiples
sistemáticos para analizar los problemas de la go- instituciones pueden generar una mejor comprensión
bernanza ambiental y los nuevos desafíos ambien- de cómo el uso de diferentes recursos, los grupos sociales
tales desde una perspectiva general latinoamerica- y las políticas públicas podrían estar relacionados. En
na. En consecuencia, las propuestas exitosas que tercer lugar, juntar los diferentes enfoques disciplinarios
permiten afrontar los problemas socioambienta- de los desafíos ambientales y la gobernanza podría pro-
les de la región han permanecido limitadas hasta porcionar una mejor comprensión de procesos dinámi-
ahora a las subregiones (esto es, la Amazonía, los cos desde una perspectiva explícitamente multiescalar y

16 ecologíaPolítica
diacrónica. En cuarto lugar, la concentración en políti- Carruthers, D. V., (2008), Environmental Justice in
cas recientes que combinan la reducción de la pobreza, Latin America: Problems, Promise, and Practice.
la inclusión social y la conservación ambiental podría Cambridge: MIT Press.
dar luz sobre cómo los actores interesados interactúan de Castro, F., (2012), Multi-scale Environmental
para enfrentar desafíos ambientales a muchos niveles. Citizenship: Traditional Populations and Pro-
Por último cabe destacar que la creciente permeabilidad tected Areas in Brazil. En Latta, A., y Wittman,
de las fronteras espaciales e institucionales establecidas, H., (eds), Environment and Citizenship in Latin
así como el reconocimiento que las conexiones requie- America: Natures, Subjects and Struggles (p. 39-58).
ren de estrategias multiescalares, dan lugar a análisis de New York and London: Berghahn Books (CED-
las dimensiones transnacionales de interacciones eco- LA Latin America Series).
nómicas, políticas y sociales. Sobre este aspecto la in- Eakin, H., y Lemos, M.C., (2006), Adaptation and the
vestigación acerca del uso sostenible y equitativo de los State: Latin America and the Challenge of Capaci-

Introducción
recursos naturales se ha convertido en un campo inter- ty-Building under Globalization. Global Environ-
disciplinario, en la medida que coincide con un conjun- mental Change vol. 16, p. 7-18.
to de nuevos enfoques multidisciplinarios. Alimentarse Hochstetler, K. y Keck, M.e., (2007), Greening
de los varios campos de las ciencias sociales hace posible Brazil: Environmental Activism in State and Society.
una mejor comprensión de los complejos procesos y Durham: Duke University Press.
relaciones sociales vinculados al uso y manejo de recur- Hogenboom, B., (2014), South American Minerals
sos naturales en América Latina. Así, los historiadores at the Crossroads of Global Markets, National
pueden describir y analizar cómo las fronteras cambian Politics and Local Needs. En De Castro, F., Van
y saltan continuamente en el tiempo (Baud, 2000). La Dijck, P., y Hogenboom, B. (eds), The Extraction
ciencia y la economía política ha analizado políticas and Conservation of Natural Resources in South
transnacionales – incluyendo redes transnacionales de America: Recent Trends and Challenges (p. 1-22),
abogacía y redes de creación de políticas públicas – y la Cuadernos del CEDLA 27 (http://www.cedla.
transnacionalización económica (Hochstetler y Keck, uva.nl/50_publications/pdf/cuadernos/cuad27.
2007). Ecologistas políticos y humanas enfatizan la in- pdf). Amsterdam: CEDLA.
teracción entre procesos socioambientales locales y más Kooiman, J., Jentoft, S., Pullin, R., y Bavinck, M.,
amplios en los sistemas de manejo de recursos naturales (2005), Fish for Life: Interactive Governance for Fisher-
(de Castro, 2012), mientras que sociólogos y antropó- ies. Amsterdam: Amsterdam University Press.
logos se interrogan sobre cómo la cultura, la informa- Larson, A.m., (2003), Decentralization and Forest Manag-
ción y la tecnología influencian cambios en los valores ament in Latin America: Towards a Working Model,
materiales y simbólicos de la naturaleza a través de los Public Administration and Development vol. 23
diferentes grupos sociales (Latta y Wittman, 2010). En (3), p. 211-226.
este marco, ejercicio de mapeos de experiencias y proce- Latta, A., y Wittman, H., (2010), Environmental Citi-
sos son una valiosa herramienta para estudiar e ilustrar zenship in Latin America: A New Paradigm for Theory
la complejidad espacial y escalar de las luchas de poder and Practice, European Review of Latin American and
que están en juego en la gobernanza del ambiente y Caribbean Studies vol. 89, p. 107-116.
los conflictos que se forman en torno a ésta, tanto en Lemos, M. C. y Agrawal, A., (2006), Environmental
América Latina como en otras regiones del mundo . Governance, Annual Review of Environment and
Resources vol. 31, p. 297-325.
Referencias Liverman, D. M., y Vilas, S. (2006), Neoliberalism and
the Environment in Latin America, Annual Review of
Baud, M. (2000), State-building and Borderlands in Environment and Resources vol. 31, p. 327-363.
Latin America. En Van Dijck, P., Ouweneel, A. Petkova, E., Larson, A. y Pacheco, P., (2010), Forest
y Zoomers, A., (eds), Fronteras: Toward a Border- Governance, Decentralization and REDD+ in Latin
less Latin America (pp. 41-82). Amsterdam: CED- America, Forests vol. 1 (4), p. 250-254.
LA Latin American Studies No. 87.

ecologíaPolítica 17
www.icariaeditorial.com

La situación
del mundo
2014
Gobernar para la sostenibilidad

La actual crisis de sostenibilidad es un problema mucho


más político que técnico. Disponemos de innumerables al-
ternativas para enfrentarnos incluso a nuestros problemas
ambientales más acuciantes, desde la escasez de agua po-
table hasta el cambio climático. Pero hemos fracasado en
nuestra acción. En definitiva, no hemos sabido gobernar.
Sin embargo, todavía estamos a tiempo de decidir gobernar
con responsabilidad.
En esta edición del 40º aniversario de su publicación emblemática, el Worldwatch Institute anal-
iza los fallos de nuestros sistemas políticos y económicos, así como las posibilidades de mejorar
la gobernanza tanto a nivel local como global. Desde las campañas de organizaciones sociales
por la desinversión en los combustibles fósiles y la “democracia energética”, hasta el aumento
del número de empresas que adquieren compromisos de responsabilidad social en sus actas
constitucionales, La situación del mundo 2014 describe cómo gentes de todo el mundo están
recuperando el ejercicio de su ciudadanía y generando un cambio político hacia la sostenibilidad.

Título: La situación del mundo 2014


Subtítulo: Gobernar para la sostenibilidad
Autor: The Worldwatch Institute
Págs. 440 Pvp. 32€
18 ecologíaPolítica
Maptivismo:
experiencias prácticas

Mapeando conflictos.
¿Hacia una nueva ecología política estadística?
Entrevista a Joan Martínez Alier
Santiago Gorostiza

Mapeo 2.0.

Maptivismo: experiencias prácticas


Ampliando los límites de la cartografía crítica
Raül Sánchez y Alfons Pérez

Talleres de mapeo.
Recursos lúdicos y visuales para la construcción de
conocimiento colectivo
Julia Risler y Pablo Ares

El uso de OpenStreetMap en el contexto


humanitario
Entrevista a Séverin Ménard

«El barrio no se vende»


Las barriografias de la Barceloneta como herramienta
de resistencia vecinal frente al extractivismo urbano
Emma Alari Pahissa

Mapeando el procesamiento de basura


electrónica en Agbogbloshie, Ghana
Rafael Fernández-Font Pérez

ecologíaPolítica 19
Mapeando conflictos
¿Hacia una nueva ecología política
estadística?

Entrevista a Joan Martínez Alier


Entrevistador: Santiago Gorostiza

Desde sus inicios, el uso de la cartografía ha aumentar el metabolismo social aumentan los
ido ligada al poder. Mapear los territorios y conflictos ambientales.
sus recursos ha sido el paso previo a su ex- En 1992 publiqué De la economía ecoló-
plotación. Sin embargo, con la emergencia gica al ecologismo popular, luego con Ram
de las nuevas tecnologías de la información Guha publiqué Varieties of Environmenta-
esta poderosa herramienta también pue- lism. Essays North and South en 1997 (con el
de ser usada por los grupos de resistencia. paralelismo entre el movimiento de justicia
¿Hasta qué punto crees que esto representa ambiental en EEUU y el ecologismo de los
un cambio histórico? pobres en el Sur del planeta), y en 2002 pu-
bliqué El ecologismo de los pobres: conflictos
No creo que llegue a ser un cambio históri- ambientales y lenguajes de valoración. En esos
co, es decir, que refuerce tanto las comunida- libros mencionaba y analizaba someramen-
des locales como para que cambie la pauta del te unos ciento cincuenta o doscientos casos
metabolismo social mundial. Eso no vendrá de conflictos ambientales en el mundo, en
por los inventarios y mapas de conflictos sino un estilo anecdótico que me dejó algo insa-
por la resistencia local y global, y los ma- tisfecho, no en un estilo sistemático como
pas son una pequeña ayuda. Muchos grupos estamos haciendo en las fichas de EJOLT
indígenas hace años que piden mapas para para el Atlas de Justicia Ambiental. En esos
establecer los límites de sus territorios, no se libros está la raíz principal de EJOLT. Y a la
fían de los mapas oficiales. vez, en el contacto personal, la amistad y los
La idea de hacer inventarios y mapas de inventarios y cartografías de organizaciones
conflictos ambientales tiene para mí dos orí- ecologistas como OCMAL (el observatorio
genes. Desde 1990 nos habíamos reunido de conflictos mineros en América Latina),
Víctor Toledo, Bina Agarwal, Ramachan- el WRM con Ricardo Carrere recopilando
dra Guha, Enrique Mayer y Stefano Varese casos de estudio sobre conflictos en el tema
para ver si conseguíamos financiación para «las plantaciones no son bosques»… Es un
un gran proyecto de estudio de conflictos enorme trabajo. Lo hacen por militancia y
ambientales, del «ecologismo de los pobres e para ayudar a quienes protestan. Al mismo
indígenas». Algo hicimos pero no consegui- tiempo, es una información excelente. Lo
mos la financiación que queríamos. Algunos mismo el mapa de las injusticias ambientales
continuamos en la misma línea, otros (como de Marcelo Firpo Porto, Tania Pacheco en
Ramachandra Guha) se han ido en otras di- Brasil con 400 casos, el intento de Oilwatch
recciones y no hay nada que criticar. Víctor ayudada por Andrés Barreda de mapear con-
Toledo presenta ahora un inventario de 200 flictos de petróleo en el mundo. De ahí, y de
casos en México y está en plena forma. Al la India (de Anil Agarwal y Sunita Narain

20 ecologíaPolítica
del CSE desde la década de 1980 y tantos urgente. Por ejemplo, no sé en qué estado
otros), y de Nnimmo Bassey y ERA en Ni- pueda estar el archivo de Ecologistas en Ac-
geria, vino la idea de EJOLT. ción en Madrid, o el archivo del CEPA en
Imagino que se puede seguir la génesis Catalunya, y el de muchas organizaciones lo-
de EJOLT siguiendo la revista Ecología Po- cales, algunas habrán desaparecido y también
lítica que empezamos en la editorial Icaria sus archivos.
en 1990. Por ejemplo, conflictos sobre las
plantaciones de pinos de FACE en Ecuador Uno de los riesgos del uso de mapas y es-
para absorber dióxido de carbono holandés, tadísticas para la descripción y análisis de
conflictos de biopiratería con Shaman Phar- conflictos es que a escala global la dispo-
maceuticals, una entrevista hace muchos nibilidad de información es muy diferente,
años con Ashish Kothari – quien es ahora debido, por ejemplo, a los distintos contex-
tan conocido con su propuesta de una Radi- tos políticos. Esto podría llevar a equívocos
cal Ecological Democracy – todo eso está ya en el análisis estadístico. ¿Cómo crees que
hace 20 años en la revista Ecología Política. se puede afrontar este tema? ¿Supone una

Maptivismo: experiencias prácticas


Pero en Ecología Política no hemos hecho limitación importante para casos como el
buenos mapas. proyecto EJOLT?

El historiador del anarquismo Max Nett- Ya veremos. Depende del análisis esta-
lau (1865 – 1944) viajó por toda Europa re- dístico que hagas. Los datos del Atlas se
cogiendo información sobre los movimien- convertirán en artículos de periódico, o a
tos sociales de su época, y su trabajo dio veces en documentales, pero también en ar-
lugar a la creación del International Institu- tículos para revistas académicas y veremos
te for Social History (IISH) de Amsterdam. qué ocurre, qué críticas recibimos y cómo
¿Ves alguna vinculación entre el compromi- las solucionamos. Hay cuatro o cinco ar-
so personal de Nettlau y las aportaciones tículos ya enviados. La idea de hacer un
que realizan los activistas que contribuyen inventario global de conflictos ambientales
a proyectos como EJOLT? y de ponerlos en mapas es muy ambiciosa,
vino en parte del entusiasmo juvenil de Leah
Veo muchas vinculaciones, yo tengo una Temper que ha acabado en octubre de 2014
gran admiración por Nettlau y por el IISH su doctorado en la UAB. Ella estuvo unos
en Amsterdam. Además los papeles de la edi- meses en Berkeley en 2010 y se la explicó a
torial anti-franquista Ruedo Ibérico (con la Michael Watts, quien por lo visto le dijo que
que colaboré bastante entre 1965 y 1980) es- era imposible. Pero sin embargo la pusimos
tán en el IISH. Alguna vez he hablado con en el proyecto EJOLT. Nos tomó un año,
gente del IISH de que se debería hacer un es- todo el 2011 y algo más, ponernos de acuer-
fuerzo para recoger los archivos y guardarlos do en el contenido de las fichas. Está todo
(se pueden digitalizar) de las organizaciones inspirado por la historia social, por Charles
de justicia ambiental en el mundo, como la Tilly, y también por los inventarios y mapas
confederación de Friends of the Earth Inter- de algunas organizaciones ecologistas.
national (que además tiene la sede en Amster- El problema que tenemos no son los con-
dam) o muchas otras como Acción Ecológica textos políticos, es decir si en Honduras o
de Ecuador, ERA de Nigeria, WALHI de Guatemala hay tanta represión (que sí la
Indonesia… centenares de organizaciones, hay) que nos impidiera recoger las fichas
para poder hacer más adelante la historia del con los 10 o 15 conflictos ambientales más
ecologismo popular. Estas organizaciones son importantes. No hay problema en recoger
en general de la década de 1980. Es una cosa datos a distancia, a través de organizaciones

ecologíaPolítica 21
o de académicos. En China, nuestra cola- Todo el Atlas se basa en un enfoque mate-
boradora principal es una profesora de uni- rial. Los impactos sociales y ambientales y los
versidad pero queremos también encontrar discursos de los participantes en el conflicto
organizaciones ecologistas. El problema es son por supuesto recogidos en las fichas. Pero
que en el pequeño equipo en la UAB no te- los conflictos se clasifican en primer lugar
nemos por ahora un buen conocimiento de por el tipo de extracción o contaminación:
China. Además es un territorio muy grande, ¿es un conflicto de minería, un conflicto por
también lo es Indonesia, por ejemplo. En infraestructuras, por extracción de combus-
Filipinas recién empezamos pero no es por- tibles fósiles, por extracción de biomasa, por
que sea difícil conseguir datos, es porque no acceso al agua…? Y dentro de esto, ¿qué pro-
abarcamos todo. No podemos cubrir todo el ducto está en juego: cobre, hidroelectricidad,
mundo con el mismo esfuerzo, por falta de uranio, soja…? Una lista de unos 70 produc-
medios económicos. Pero lo vamos a lograr. tos, y puedes también poner otros nuevos que
Nuestro objetivo es alcanzar unos 3000 ca- no estaban en la lista. Por ejemplo, ilmenita
sos para final de 2017, con amplia cobertura para titanio.
geográfica y temática, si conseguimos finan- Muchos conflictos ambientales nacen (de-
ciación adicional. El Atlas ha contado hasta bido al aumento del metabolismo social)
ahora con unos 50 colaboradores (incluyo en las fronteras de la extracción. Y como
los que han llenado más de 5 fichas), la mi- tú dices, intervienen factores sociales. Por
tad de ellos voluntarios. ejemplo, si las afectadas pertenecen a grupos
indígenas, ¿eso ayuda a que haya conflicto
Se pueden hacer análisis comparativos y abierto? También las fichas permiten decir si
estadísticos, en una nueva ecología políti- el conflicto es latente, de intensidad mediana
ca estadística, por países o por temas. Por o de gran intensidad (con muertos, etc). Se-
ejemplo, minería de oro, conflictos en man- guramente se pueda estudiar everyday forms
glares… Por ejemplo, si tienes 80 casos de of environmental resistance.
conflicto en plantaciones de palma de aceite
(en América, en Asia), ya puedes hacer al- Al mapear conflictos ambientales estamos
guna estadística, que te dé alguna hipótesis. plasmando sobre un punto o un área una
Por ejemplo, las empresas de palma de aceite determinada configuración de las relaciones
¿son transnacionales o son locales? ¿Fracasan entre el medio ambiente, la sociedad y la
más las transnacionales o las locales? Otro economía. ¿Por qué mapear conflictos y no
ejemplo, ¿es más fácil frenar proyectos de ex- alternativas, por ejemplo?
tracción de biomasa o proyectos mineros? El
trabajo de análisis está empezando ahora, ya Si estudias la historia del movimiento
veremos qué problemas hay de representati- obrero, ¿por qué recopilar y mapear huelgas,
vidad estadística. boycotts, lockouts, y no ocupaciones de fá-
bricas y exitosas cooperativas obreras? Podrías
Para que exista un conflicto tiene que ha- hacer esta pregunta. Una razón es que hay
ber una base material. Pero los conflictos más conflictos que alternativas exitosas que
emergen sólo en determinadas condicio- salgan de esas resistencias. Es verdad que las
nes sociales. Por ejemplo, en función de la alternativas (la gestión de bosques en los pue-
existencia previa de asociacionismo, de la blos mancomunados de la Sierra Norte de
posibilidad política de expresarse, etc. ¿se Oaxaca, por ejemplo) nacen de conflictos (la
puede establecer una relación directa entre lucha contra la deforestación por empresas
conflicto y base material? comerciales). Pero muchas veces los conflic-
tos acaban en derrotas del movimiento de

22 ecologíaPolítica
justicia ambiental, al igual que muchas huel- que eso son tonterías. El reciente libro de
gas han acabado en derrotas pero merecen ser Naomi Klein sobre la justicia climática, con
recordadas y algún efecto histórico han teni- la idea de Blockadia, va a ayudar también.
do. En el Atlas, por ahora, los casos de «éxito» Su inspiración viene del ecologismo local, a
son más o menos el 20 por ciento. Pero desde menudo indígena, en Canadá y Estados Uni-
luego las alternativas (tanto si salen de con- dos y también de los Ogoni e Ijaw en Nigeria
flictos, como me parece que es habitualmente con la propuesta de dejar el petróleo en tierra
el caso, como si no lo son) también podrían para no contaminar localmente y para impe-
ser inventariadas y mapeadas. dir que se produzca más CO2 al quemar el
petróleo, la campaña Amazonía por la Vida
Una vez creados mapas como los de de Acción Ecológica desde su fundación y la
EJOLT, ¿qué interacciones y reacciones ha- propuesta Yasuní ITT. Una de las protago-
béis recibido por parte de los movimientos nistas del libro de Naomi Klein es Esperanza
de base? Martínez, de Oilwatch. Esa idea del ecologis-
mo del Sur de leave oil in the soil, coal in the

Maptivismo: experiencias prácticas


Esto está por ver todavía. En el Atlas esta- hole, gas under the grass («deja el petrolio bajo
mos llegando a 1300 casos en noviembre de el suelo, el carbón en la mina y el gas bajo el
2014, hay áreas todavía muy vacías, como césped») ahora se usa en las campañas contra
China. El Atlas se nutre de trabajo de estas el fracking en Europa, contra prospecciones
organizaciones ecologistas y de académicas. de petróleo en Canarias… El Atlas de EJOLT
Con OCMAL yo estoy en excelentes rela- y los informes y libros que salen de EJOLT
ciones, pero su reacción final va a depender son una contribución a todo este movimien-
de qué tipo de estudios salgan del Atlas. En to global de justicia ambiental, que también
Colombia, las organizaciones del ecologismo existiría por supuesto aunque no hubiera
popular como CENSAT, están contentas del EJOLT. Nosotros somos amanuenses, como
inventario y mapas de EJOLT que ha realiza- lo fue Nettlau. Somos como recicladoras de
do Mario A. Pérez Rincón, ya han colaborado basuras, una profesión muy útil: recogemos
con él y lo usan. Les parece bien, pero esas or- los conflictos ambientales, los clasificamos,
ganizaciones ya conocen el tema, mejor que mejoramos y limpiamos la información, los
nosotros. En Nigeria, en la India, tenemos mapeamos, los ponemos ordenadamente en
muchos conflictos recogidos en el Atlas, pero la web, en libros o artículos, para que no se
no ha habido análisis todavía. pierdan y para que alimenten el movimiento.
En general, que la gran cantidad de con-
flictos sean más visibles, es algo que a las
ecologistas populares les gusta. Muestra que
esos casos no son NIMBYs (Not In My Back
Yard, que se podría traducir como: «no en
mi patio»), hay un gran movimiento mun-
dial de resistencia. Seguramente viste que el
secretario general de la OTAN, Anders Fogh
Rasmussen, declaró hace poco tiempo en
Londres que la resistencia al fracking del gas
en Europa la pagaba Putin. En la India, el
primer ministro Modi o los servicios secre-
tos dicen que las ecologistas están pagadas
por países europeos o por Estados Unidos.
Un inventario y mapa como EJOLT muestra

ecologíaPolítica 23
Mapeo 2.0.
Ampliando los límites de la cartografía crítica

Raül Sánchez y Alfons Pérez *

De la misma manera que se dice que la historia la


escriben las vencedoras, se puede hacer una analogía
con la cartografía. La elaboración de mapas ha estado
sometida a los intereses de quien tenía los recursos
necesarios para su producción (sectores técnicos y eco-
nómicos). El acceso a la misma también ha estado res-
tringido a la población en general, condicionando una
forma de ver el mundo determinada e intencionada.
El paso del tiempo nos ha dejado numerosas mues-
tras de esta cartografía hegemónica. Quizás uno de los
casos más conocidos es la representación del mapa- Mapa 1. Proyección de Gall-Peters (línea negra)
mundi, dónde tradicionalmente se ha usado la pro- sobre Proyección de Mercator. (Fuente: imgur.com)
yección de Mercator (1569, inicialmente pensada para tografías alternativas, «heterogéneas, radicales, tácticas,
la navegación marítima). Esta proyección mantiene ciudadanas, participativas, colaborativas, ambiguas,
las formas de los continentes, aunque altera desigual- abiertamente subjetivas y cotidianas» (Freire y Villar,
mente el área, mostrando Eurasia y Norte América 2010). Esto se consigue cuando al construir un mapa
mucho más grandes en comparación con África y Sur incorporamos en él nuestras opiniones políticas e
América, y desplazando a Europa hacia el sur y cen- interpretaciones, llamando la atención sobre lo que
trándola en el mapa. Por el contrario, la proyección consideramos de interés. Usamos nuestras habilida-
de Gall-Peters, muy utilizada por los movimientos so- des para proponer una nueva compresión del mundo,
ciales, proyecta un mapamundi donde los continentes transformando así el proceso de mapeo en un nuevo
mantienen su área y posición (aunque se distorsiona tipo de activismo (Ortega, 2012). ¿Cómo podemos
la forma, sobretodo en los polos), demostrando que entonces dotarnos de los conocimientos y apropiarnos
los continentes del Sur son más grandes que los del de las herramientas que nos permitan hacer mapeo
Norte. Otras muestras de esta visión condicionada es crítico?
que el Norte a menudo se sitúa en la parte superior y
el Sur en la inferior, especialmente en Europa. Mapeo 2.0 de ámbito global
Entonces, si entendemos la cartografía como una
ciencia que ha estado mayoritariamente desarrollada Desde principios del siglo XXI se ha ido produ-
y al servicio de una élite, ¿puede la sociedad ejercer un ciendo un proceso de democratización de las tecnolo-
contrapoder en este campo? Efectivamente, al margen gías de la información geográfica. Uno de los factores
de esta cartografía hegemónica, han ido surgiendo car- que ha contribuido a este proceso ha sido la aparición
de la Web 2.0, concepto que se define como la actitud
* Observatori del Deute en la Globalització que permite y espolea diversos sectores de la sociedad,
(raul.sanchez@odg.cat ) (alfons.perez@odg.cat)
individuos, administraciones públicas o entidades pri-

24 ecologíaPolítica
vadas, a dar opiniones, organizarse, trabajar y relacio- voluntariado, repartida por todo el mundo, que crea
narse entre ellas a través de Internet. (Pérez, 2011). y actualiza constantemente el mapa.
Esta web ha permitido la aparición de sistemas de Otro caso de mapeo colaborativo a través de la red
información geográfica (SIG) y otras aplicaciones on- es el Mapa de Conflictos entre Pueblos Indígenas y
line (InstaMaps, Ikimap, CartoDB, MyMaps, etc), Transnacionales3, impulsado por la Coordinación por
que son fáciles de usar y de interfaz sencilla y «amiga- los Derechos de los Pueblos Indígenas (CODPI). A
ble» a través de las cuales se pueden elaborar mapas, través de su web cualquier usuario puede aportar casos
visualizarlos y compartirlos, sin necesidad de dispo- de conflictos que se derivan de la presencia de empre-
ner de conocimientos específicos en SIG. El rango de sas transnacionales (ETN) – principalmente las que
complejidad de estas aplicaciones es amplio, desde las tienen su sede matriz en el Estado español – en los
que permiten simbolizar directamente sobre el mapa territorios de los pueblos indígenas de América Latina.
y rellenar un sencillo formulario para introducir la Más ejemplos de proyectos de mapeo a nivel glo-
información, hasta las que incorporan funciones de bal los encontramos en el Mapa de Alternativas a las
análisis territorial, opciones avanzadas de simboliza- Megainfraestructuras, que recoge alternativas de la
ción y permiten la interacción con una base de datos sociedad civil a los megaproyectos de infraestructuras

Maptivismo: experiencias prácticas


mediante lenguaje de programación web. Además, propuestos por el gran capital y los Estados; también
con estas aplicaciones se puede consultar, modificar en el Mapeo Colectivo de la Educación Alternativa,
y publicar mapas en la nube1 desde cualquier punto impulsado por Reevo4, que muestra diversas inicia-
del planeta con acceso a internet. tivas educativas en todo el mundo; Wikimapia5, un
Gracias a esto, el mapeo colaborativo – entendido proyecto de mapeo de contenido abierto, dónde se
como un proceso de creación que desafía los relatos muestra todo tipo de objetos espaciales. Más centrado
dominantes sobre los territorios a partir de los saberes en el entorno urbano encontramos Meipi6, un mapa
y experiencias cotidianas de varias entidades o perso- en el que las personas usuarias pueden dejar archivos
nas (Risler y Ares, 2013) – puede hacerse sobre regio- multimedia asociados a un lugar de su ciudad; o Four-
nes mucho más amplias, con colaboradoras que se square7, una aplicación para smartphones y red social
encuentren a miles de kilómetros de distancia. para mapear lugares de ocio. Así pues, existen nume-
El mapeo colaborativo estaría estrechamente rela- rosas experiencias de mapas colaborativos en la nube.
cionado con la práctica de una metodología basada en El proyecto Europeo «Democratising Energy For
el diálogo entre participantes y en la interconectividad Development» incluyó dentro de sus actividades la
de los contenidos, que nos lleva al desarrollo de la co- creación, por parte del Observatori del Deute en la
munidad de aprendizaje (Lobera Serrano, 2010). Las Globalització (ODG), de un mapa online para vi-
comunidades de aprendizaje son un grupo de perso- sibilizar los proyectos controvertidos financiados
nas dentro de una organización o un territorio que, por bancos públicos europeos8, el Banco Europeo
durante un período de tiempo y motivados por una de Inversiones (BEI) y por el Banco Europeo para
visión y voluntad comunas participan conjuntamente la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Lo más
en una tarea de adquisición de conocimientos, habili- destacable de la herramienta es que las organizaciones
dades y actitudes (Larsen, 2001). afectadas y/o que trabajan en los impactos pueden
Encontramos numerosos mapas en la web que reportar directamente información básica de los casos.
abarcan todas las escalas territoriales. OpenStreet- Para fomentar la creación de la comunidad de mapeo,
Maps2 (OSM), por ejemplo, es un proyecto conso- se realizaron tres talleres presenciales para facilitar la
lidado a nivel mundial que tiene el objetivo de crear
un mapa que integre datos de carreteras, senderos, 3 http://www.codpi.org/territorio-y-recursos-naturales/obser-
redes hidrográficas, estaciones de ferrocarril, servicios, vatorio/mapeo
4 http://map.reevo.org/
etc. La información cartográfica la aporta su red de 5 http://wikimapia.org/
6 http://meipi.org/
7 https://es.foursquare.com/
1 Se refiere al paradigma que permite ofrecer servicios a través 8 http://www.counter-balance.org/videos-tools/map-of-contro-
de internet. versial-projects/
2 http://www.openstreetmap.org

ecologíaPolítica 25
apropiación de la he-
rramienta cartográfica
e introducir el mapeo
colaborativo.
Estos proyectos, así
como otros de la misma
naturaleza, recogen la
potencialidad colabo-
rativa del web 2.0 para
convertirse en un pun-
to de encuentro para
las organizaciones, una
ventana dónde poder
denunciar las vulnera-
Mapa 2. Mapa del Diario de a bordo del Volt
ciones de derechos sociales y ambientales, y visibilizar Oligotòxic 2014. (Fuente: Observatori del Deute
los impactos que difícilmente salen a la luz pública en en la Globalització)
los medios de comunicación masivos.
cipantes pudieron reportar desde su propio dispositivo
Mapeo 2.0 de ámbito local móvil de manera autónoma y en tiempo real; y en un
formato final inusitado: un mapa.
También encontramos ejemplos de uso de estas De esta manera, el mapeo colaborativo en entornos
herramientas 2.0 en el ámbito local, con mapas que locales se convierte en un catalizador de la relación de
abarcan un área geográfica mucho más concreta y las participantes con el entorno, una suerte de rela-
comunidades de mapeo que pueden compartir el to, de construcción colectiva de lo que acontece en
territorio que representan. el territorio, que además ofrece la posibilidad de ser
Pam a Pam es un proyecto de mapeo colaborativo complementado por mapeos posteriores.
localizado en Barcelona9, impulsado por SETEM,
que muestra puntos de consumo, producción res- Apropiación de la cartografía oficial
ponsable y economía solidaria en la ciudad condal,
que son añadidos por las voluntarias, así como por En la actualidad es constatable que las administra-
los propios proyectos, iniciativas y comercios, a través ciones e instituciones públicas y del sector privado, van
de un formulario on-line. El proyecto ofrece también incrementando la oferta de acceso libre y gratuito a in-
formaciones periódicas sobre economía solidaria. formación cartográfica, que puede ser utilizada por la
Otro caso es el mapa colaborativo realizado duran- ciudadanía para la elaboración de sus propios mapas.
te el Volt Oligotòxic 2014 de la Xarxa per la sobirania Las instituciones que ofrecen este tipo de datos van
energètica, que consistió en una visita a diferentes pun- desde agencias de la Organización de las Naciones Uni-
tos negros del modelo energético catalán. En esta acti- das (ONU) hasta el ayuntamiento de nuestro munici-
vidad se optó por realizar un mapeo colaborativo para pio, y la temática de la información también es muy
recoger las impresiones de las participantes y generar variada, tanto mapas físicos (fronteras naturales, clima,
así un «diario de a bordo» plasmado en un mapa10. hidrología, desastres naturales, ecología, etc.) como ma-
Se decidió utilizar Fulcrum11, una aplicación para pas de geografía humana (fronteras administrativas, usos
smartphones y tablets, que de forma sencilla permite del suelo, conflictos y guerras, población, transportes,
geo-referenciar comentarios y material multimedia. etc.). Aunque esta información puede estar disponible en
Gracias al uso de esta sencilla herramienta las parti- varios formatos de archivo, la mayoría de herramientas
cartográficas son capaces de leer los más comunes: sha-
9 http://www.pamapam.org pe, csv, kml, geojson, etc. También existen varias listas
10 http://odg.cat/MCA/VoltOligotoxic2014/index.html de fuentes de datos cartográficos públicos y gratuitos,
11 http://fulcrumapp.com

26 ecologíaPolítica
donde se puede buscar la información por territorio o cierta autonomía.
temática12 13. Por otra parte, existen numerosas fuentes de carto-
Un ejemplo de este uso de la cartografía oficial es la grafía oficial, cuya apropiación puede servir como base
página web «No more gas!»14 (Counter Balance, 2014), para realizar un mapeo crítico, ahorrando esfuerzos y
que trata sobre la estrategia energética de la Unión Eu- recursos. Añadiendo nuevas capas de información, se
ropea y su apuesta por un modelo gasista. La página puede dar una nueva visión del territorio, construir
pone en evidencia el despilfarro de dinero público que un nuevo relato de lo que acontece en el área geo-
suponen las inversiones en megaproyectos gasistas que, gráfica del mapeo. Por ello es necesario garantizar el
además, aumentan la dependencia energética y tienen acceso a la información cartográfica en las sociedades
un elevado coste socio-ambiental. democráticas.
Para «No more gas!» se elaboró un mapa que mues- Así pues, con las herramientas y la información dis-
tra las infraestructuras gasistas consideradas Proyectos de ponible, la práctica de mapear realizada por los mo-
Interés Común (PCI por sus siglas en inglés) que final- vimientos sociales, ONGs y activistas, puede conver-
mente recibirán apoyo de financiación pública a través tirse en una acción de reivindicación de las diferentes
de bancos europeos como el BEI y el BERD. realidades que ocurren en un territorio, exponiendo
En este caso la información del mapa se extrajo de denuncias, impactos socio-ambientales, alternativas y

Maptivismo: experiencias prácticas


una fuente institucional, concretamente del servidor de todo aquello que invisibiliza la cartografía hegemó-
información espacial de la Unión Europea15. Lo más des- nica.
tacable es que, a través de la apropiación de la cartogra-
fía oficial, es posible complementar la información para Referencias
construir un nuevo relato. En este caso la representación
de la red gasista visibiliza una clara intención geopolítica Freire, J. y Villar, D., (2010), Prácticas cartográficas
de extensión hacia el Cáucaso y Norte de África, con las cotidianas en la cultura digital, Razón y Palabra
implicaciones que ello conlleva, a saber, la conexión de nº73.
la UE con regímenes autoritarios como el de Azerbaiyán. Larsen, K., (2001), Contribució sobre les comuni-
Sin duda, la sociedad civil no disponía en el pasado de tats d’aprenentatge i el futur de l’educació: per-
esta posibilidad de apropiación de la cartografía oficial. spectiva de l’OCDE. Simposi Internacional sobre
Levantar información geográfica es, generalmente, muy Comunitats d’Aprenentatge: Barcelona.
costoso, pero la cartografía de acceso libre abre una nueva Lobera Serrano, J., (2010), Sostenibilitat, partici-
dimensión en el uso y creación de los mapas. pació i educació: les concepcions del món i de la
tecnociència en la transformació dels conflictes so-
Conclusiones cioambientals. Cátedra UNESCO de Sostenibil-
itat: Barcelona.
La democratización de la cartografía a través de las Ortega, D., (2012), Mapeo colectivo de conflictos
herramientas 2.0 facilita que personas o grupos sin ambientales, Ecologista nº72, p. 60-62.
formación técnica específica puedan realizar, publi- Perez, A., (2011), Mapeig Col·laboratiu de Con-
car y compartir sus propios mapas. Dada su interfaz flictes Socioambientals, Cátedra UNESCO de
intuitiva y su orientación hacia las necesidades de las Sostenibilidad: Barcelona.
usuarias, el proceso de apropiación de estos instru- Risler, J., y Ares, P., (2013), Manual de mapeo colec-
mentos es mucho más rápido. Si estos además per- tivo: recursos cartográficos críticos para procesos ter-
miten trabajar en la nube, la comunidad de mapeo ritoriales de creación colaborativa. Tinta Limón:
no tiene límites geográficos. Al mismo tiempo, estas Buenos Aires.
aplicaciones flexibilizan la acción de mapear, ya que
las personas participantes pueden intervenir sin ne- Web
cesidad de hacerlo simultáneamente, dotándolas de
Counter Balance (2014), “No more gas!”, 19 de
12 http://freegisdata.rtwilson.com
13 http://www.gogeo.ac.uk junio, http://www.counter-balance.org/no-more-
14 http://www.counter-balance.org/no-more-gas/ gas/ (consultado el 20 de octubre de 2014)
15 https://webgate.ec.europa.eu/getis/arcgis/rest/services/

ecologíaPolítica 27
Talleres de mapeo.
Recursos lúdicos y visuales para la
construcción de conocimiento colectivo

Julia Risler y Pablo Ares*1

El mapeo como herramienta para


crear nuevos relatos

Los mapas son representaciones ideológicas. La e identificando el tipo de producción más efectiva
confección de mapas es uno de los principales para convertir la fuerza de trabajo y los recursos en
instrumentos que el poder dominante ha utiliza- ganancia. Los relatos y cartografías «oficiales» son
do históricamente para la apropiación utilitaria aceptados como representaciones naturales e in-
de los territorios. Este modo de operar supone no cuestionables pese a ser el resultado de las «miradas
sólo una forma de ordenamiento territorial sino interesadas» que los poderes hegemónicos desplie-
también la demarcación de nuevas fronteras para gan sobre los territorios. Nos referimos no sólo a
señalar los ocupamientos y planificar las estrategias las provenientes de actores o instituciones políticas
de invasión, saqueo y apropiación de los bienes co- y sociales, sino también al discurso de los medios
munes. De esta manera, los mapas que habitual- masivos de comunicación, y toda otra interven-
mente circulan son el resultado de la mirada que el ción que modele la opinión pública y refuerce las
poder dominante recrea sobre el territorio produ- creencias naturalizadas y los mandatos sociales. Esta
ciendo representaciones hegemónicas funcionales mirada científica sobre el territorio, los bienes co-
al desarrollo del modelo capitalista, decodificando munes y quienes lo habitamos se complementa con
el territorio de manera racional, clasificando los re- otras técnicas escrutadoras del cuerpo social, como
cursos naturales y las características poblacionales, la videovigilancia, las técnicas biométricas de iden-
tificación y las fórmulas estadísticas que interpretan
* Iconoclasistas es un dúo formado en el año 2006 por Pablo
Ares, artista, comunicador y diseñador gráfico; y Julia Risler, situaciones y ofrecen información para facilitar la
comunicadora, docente e investigadora de la Universidad de ejecución de mecanismos biopolíticos orientados a
Buenos Aires. Trabajan combinando el arte gráfico, los talleres organizar, dominar y disciplinar a quienes habitan
creativos y la investigación colectiva. Todas sus producciones
se difunden en la web a través de licencias Creative Commons, un territorio.
para fomentar la socialización y estimular su apropiación y uso La utilización crítica de mapas, en cambio,
derivado. Desde el año 2008 realizan talleres de mapeo colectivo
con la intención de buscar potenciar la comunicación e incitar
apunta a generar instancias de intercambio
a prácticas colaborativas de resistencia y transformación. Su colectivo para la elaboración de narraciones
práctica se extiende por y mediante una red dinámica de afin- y representaciones que disputen e impugnen
idad y solidaridad construida a partir de compartir e impulsar
proyectos y talleres en Latinoamérica y Europa. De esta trama aquéllas instaladas desde diversas instancias he-
política y afectiva han surgido muestras ambulantes, nuevos gemónicas. La elaboración de cartografías colec-
recursos lúdicos y la participación en encuentros junto a orga- tivas proviene de una larga tradición de trabajo
nizaciones culturales y movimientos sociales. Han publicado
recursos gráficos y visuales que abordan diversas problemáticas participativo; con experiencias disímiles y resul-
sociales, los cuales fueron impresos y difundidos en periódicos tados diversos la herramienta se solidificó desde
y revistas de distintas partes del mundo. En 2013 publicaron su
primer libro, Manual de mapeo colectivo. Recursos cartográficos
el trabajo de organizaciones sociales, ONGs y
críticos para procesos territoriales de creación colaborativa, donde fundaciones, tanto en zonas urbanas como en
sistematizaron metodologías, recursos y dinámicas para la orga- rurales. A esto se le sumó la disponibilidad tec-
nización de talleres. (iconoclasistas@gmail.com)

28 ecologíaPolítica
Maptivismo: experiencias prácticas
Mesa de trabajo en el taller de formación de mapeadores realizado en Caracas, Venezuela, 2013
(Autores: Julia Risler y Pablo Ares)

nológica y el acceso a herramientas de georefe- Algunas definiciones y certezas


renciación (como el GPS o SIG) que potencia- respecto a la práctica del mapeo
ron y ampliaron este proceso en diversas líneas
de trabajo. La difusión y uso ampliado de mapas Concebimos el «mapeo» como una práctica,
y cartografías marchó paralela a la «muerte de los una acción de reflexión en la cual el mapa es sólo
grandes relatos» como discurso hegemónico que una de las herramientas que facilita el aborda-
organizó el paradigma interpretativo de los años je y la problematización de territorios sociales,
noventa. Por esa fecha irrumpieron y se visibi- subjetivos, geográficos. A esto le sumamos otra
lizaron en Latinoamérica un amplio conjunto serie de recursos que hemos apodado «disposi-
de movimientos sociales organizados de forma tivos múltiples» y que consisten en creaciones
autogestiva y horizontal, que activaron reivindi- y soportes gráficos y visuales que, mixturizados
caciones campesinas, de pueblos originarios y de con dinámicas lúdicas, se articulan para impulsar
colectivos de género, entre otros. Estos nuevos o espacios de socialización y debate, que son tam-
renovados protagonismos sociales retomaron un bién disparadores y desafíos en constante mo-
amplio reservorio de prácticas y discursos eman- vimiento, cambio y apropiación. Así buscamos
cipatorios, e instituyeron un activismo político, abrir un espacio de discusión y creación que no
cultural y comunicacional, vinculado a la coo- se cierre sobre sí mismo, sino que se posicio-
peración social y afectiva, la libre circulación de ne como un punto de partida disponible para
saberes y prácticas, y la articulación en red. ser retomado por otras, un dispositivo apropia-
do que construya conocimiento, potenciando
la organización y elaboración de alternativas

ecologíaPolítica 29
emancipatorias. Por eso decimos que el mapeo El mapeo colectivo se activa en talleres junto a
es un medio, no un fin. Debe formar parte de estudiantes, organizaciones barriales, movimientos
un proceso mayor, ser una «estrategia más», un sociales, artistas, comunicadoras, y todas aquéllas
«medio para» la reflexión, la socialización de sa- que se sientan interpeladas a pensar colectivamente
beres y prácticas, el impulso a la participación su territorio. En los talleres, si bien partimos de
colectiva, el trabajo con personas desconocidas, representaciones hegemónicas (como un mapa
el intercambio de saberes, la disputa de espacios catastral con fronteras prediseñadas), el proceso
hegemónicos, el impulso a la creación e imagi- de construcción e intercambio de saberes le impri-
nación, la problematización de nudos clave, la me prismas particulares producto de las diversas
visualización de las resistencias y el señalamiento miradas operantes sobre el espacio. Si se dispone
de las relaciones de poder, entre muchos otros. de tiempo los mapas también pueden dibujarse a
De esta manera, el mapeo no produce transfor- mano jugando con fronteras y formas; sin embargo
maciones por sí mismo. Se conecta a un proceso es importante aclarar que retomar un mapa oficial
de organización mediante un trabajo colabora- es una cuestión clave en, por ejemplo, situaciones
tivo en soportes gráficos y visuales. Y la difusión de re-territorialización emprendidas con comuni-
de este trabajo debe ser estratégica: toda la in- dades originarias, donde la necesidad de señalizar
formación que incluya debe estar consensuada con exactitud a partir de las fronteras oficiales se
con los participantes y amparada en un objetivo torna acuciante a la hora de volcar esa información
comunicacional, teniendo presente que esto no como parte de una demanda de reconocimiento
amenace ni vulnerabilice a los participantes. territorial presentada al Estado nacional.

Detalle de mapa realizado con vecinos/as del complejo habitacional Nonoalco-Tlatelolco situado en el DF, Méxi-
co, 2012 (Autores: Julia Risler y Pablo Ares)

30 ecologíaPolítica
El mapa no es el territorio fronteras, y permite encontrarnos en un territo-
rio de complicidad y confianza. Es también una
Alfred Korzybsky (aristócrata polaco y fun- dinámica a través de la cual vamos construyendo
dador de la semántica general) acuñó la frase y potenciando la difusión de nuevos paradigmas
que figura como título de este apartado luego de interpretación de la realidad. Y es un modo
de su experiencia como oficial en la I Guerra de producir territorio, pues es a partir de la ins-
Mundial, cuando dirigió un desastroso ataque titución y renovación de las formas espaciales y
en donde los soldados que comandaba termi- los mecanismos de percepción del tiempo que
naron cayendo en un foso que no figuraba en el nutrimos y proyectamos nuestro accionar.
mapa. Gregory Bateson (antropólogo y lingüista
norteamericano) complementó esta frase con la Talleres: recursos visuales y
consigna «y el nombre no es la cosa nombra- gráficos para potenciar prácticas
da». Esto es, lo que ambos buscaban exponer colaborativas y de transformación
es la imposibilidad de objetivar las dimensiones
significativas y afectivas de los espacios y las re- A través de diversos recursos gráficos y carto-

Maptivismo: experiencias prácticas


presentaciones lingüísticas. gráficos impulsamos un trabajo colaborativo en
El mapa no es el territorio, es una imagen mapas y planos a partir del diseño y liberación de
estática a la cual se le escapa la permanente mu- una serie de herramientas que mediante la sociali-
tabilidad y cambio al que están expuestos los te- zación de saberes no especializados y experiencias
rritorios. El mapa no contempla la subjetividad cotidianas de los participantes permiten compartir
de los procesos territoriales, sus representaciones conocimientos para la visibilización crítica de las
simbólicas o los imaginarios sobre el mismo. Son problemáticas más acuciantes del territorio, iden-
las personas que lo habitan quienes realmente tificando responsables, conexiones y consecuencias.
crean y transforman los territorios, lo moldean Esta mirada se amplía en el proceso de rememorar
desde el diario habitar, transitar, percibir y crear. y señalizar experiencias y espacios de organización y
El mapeo es una herramienta que muestra una transformación, a fin de tejer la red de solidaridades
instantánea del momento en el cual se realizó, y afinidades. A partir del trabajo colectivo se cons-
pero no repone de manera íntegra una realidad truye un panorama complejo sobre el territorio que
territorial siempre problemática y compleja. La permite distinguir prioridades y recursos a la hora
elaboración de mapas colectivos transmite una de proyectar alternativas emancipatorias que adop-
determinada concepción sobre un territorio di- tarán diversos cursos de acción.
námico y en permanente cambio, en donde las No hay requisitos ni condiciones para partici-
fronteras, tanto las reales como las simbólicas, par de los talleres. Partimos de la idea que todos
son continuamente alteradas y desbordadas por tenemos la capacidad de «elevarnos» para realizar
el accionar de cuerpos y subjetividades. La cons- un vuelo de pájaro que nos permita visualizar el
trucción de un mapa constituye una manera de territorio. Así, la creación crítica se activa a partir
elaborar relatos colectivos en torno a lo común, de la conversación y el relato de experiencias, co-
monta una plataforma que visibiliza ciertos en- nocimientos y pareceres, potenciando la escucha,
cuentros y consensos sin aplanar las diversidades, aguzando los sentidos y focalizando el trabajo sobre
pues también quedan plasmadas. Gestar lo co- una plataforma común. En los talleres se potencian
mún, esto es, producirlo desde aquello que nos las distintas formas de comprender y señalizar el
aúna y que reconocemos; o visibilizarlo desde espacio, poniendo a disposición variados tipos de
lo espontáneo y desconocido pero a partir de lenguaje como símbolos, gráficas e iconos, que es-
objetivos claros, es una forma de combatir el in- timulan la creación de collages, frases, dibujos, con-
dividualismo y la segregación en la cual estamos signas, todo lo cual favorece el desarrollo de variadas
inmersos como habitantes de este mundo. El modalidades de producción que no obstruyen la
mapeo es una práctica para derribar barreras y diversidad de miradas culturales, sociales, políticas

ecologíaPolítica 31
de los participantes en el taller, pero que sí permiten como dinamizadores lúdicos que luego se autono-
la construcción de un horizonte colectivo desde el mizan a partir de la autogestión de deseos y necesi-
cual pensar y actuar para el bien común. dades de los grupos, para recrear un protagonismo
Los talleres incorporan una instancia de «puesta desafiante que se visibiliza en la heterogeneidad de
en común» que es clave al momento de exponer las voces colectivas participantes. Un mapa colectivo
relatos grupales, relevar diferencias, y constituir ho- no crea nuevas fronteras sino que enlaza «lo común»
rizontes de abordaje y comprensión. Todas toman a partir de la constitución de comunidades transi-
la palabra en un proceso de socialización e identifi- torias. No se basa en separar sino en elaborar un
cación de lo común para un actuar articulado. Así horizonte compartido de sentidos, prácticas, pro-
se configuran como espacios de formación de co- blemáticas y formas de resistencia que no opaque
munidades temporales que permiten la elaboración las particularidades. Justamente una de las virtudes
de estrategias y prácticas para el conocimiento co- de esta construcción colectiva es la posibilidad de
lectivo y la transformación social. Los talleres, tanto articular subjetividades diversas para accionar en la
en su proceso de construcción como de resultados, construcción de relatos emancipatorios, disruptivos
funcionan en primera instancia como dinamizado- o inclusivos.
res lúdicos que luego se autonomizan a partir de la
autogestión de deseos y necesidades de los grupos,
para recrear un protagonismo desafiante que se vi-
sibiliza en la heterogeneidad de las voces colectivas
participantes.
Los talleres, tanto en su proceso de construcción
como de resultados, funcionan en primera instancia

Plenario final del encuentro «Saberes y Movimientos: Entre las crisis y otros mundos posibles» mostrando
mapas de cosmovisiones andinas y occidentales en Lima, Perú, 2010 (Autores: Julia Risler y Pablo Ares)

32 ecologíaPolítica
El uso de OpenStreetMap
en el contexto humanitario
Entrevista a Séverin Ménard*
Traducido por: Ester Jimenez Puig

«El control y la regulación de la información En realidad, OpenStreetMap representa un


geográfica se han convertido en un desafío eco- caso particular del movimiento Open Data
nómico, político y social de primera línea que los (Datos Abiertos). Para empezar, se trata de un
ciudadanos no deben ignorar. Se enfrentan y se proyecto en el cual lo esencial de cada dato se
asocian multinacionales de internet, proveedores crea ex nihilo (de la nada), gracias al trabajo de
de acceso, operadoras telefónicas, Estados...» colaboraciones voluntarias. La importación de

Maptivismo: experiencias prácticas


Sr. Thierry Joliveau (Le Monde) datos públicos es una fuente posible, pero no es
más que una parte minoritaria de las aportacio-
nes. Ya que los datos OSM conciernen a objetos
El proyecto OpenStreetMap (también conoci- enmarcados en un espacio, todo el mundo puede
do como OSM) pretende construir una base participar fácilmente, añadiendo nuevos objetos
de datos geográficos de todo el mundo. Este o haciendo correcciones. Al final, el volumen de
proyecto se califica comúnmente como libre, datos producido es enorme y permite lograr un
abierto y colaborativo: nivel de detalle sin precedentes.
Para funcionar, OSM no necesita a priori la
1. Libre, porque la base de datos OSM está «apertura masiva» de datos por parte de ninguna
bajo licencia ODbL (Open Database Li- empresa o institución pública. No obstante, en
cense) y porque el entorno de edición de la estos últimos años, podemos citar varios ejem-
base de datos está constituida por softwares plos de colaboración entre empresas privadas y
libres. la comunidad OSM, algunos de los cuales, muy
mediatizados, han contribuido a la promoción
2. Abierto, pues, con sólo disponer de unos de OSM (o simplemente al aumento de la base
mínimos recursos informáticos, todo el de datos).
mundo puede participar en él de forma Es el caso del acuerdo establecido en noviem-
muy variada (recopilando datos, editan- bre de 2010 entre Microsoft (propietaria del
do la base de datos, compartiendo trazas servicio web de cartografía Bing Maps1) y la
GPS, promoviendo el proyecto, utilizando comunidad OSM, según el cual estos últimos
los datos …). pueden usar libremente las imágenes satelitales
de Bing para enriquecer la base de datos carto-
3. Colaborativo, porque los datos los produ- gráficos libre. Por su parte, Bing ha añadido a su
cen pluralidad de personas, las cuales par- mapa una «capa» OpenStreetMap.
ten del principio de que es esa diversidad
la que da fuerza al proyecto y asegura la
calidad de los datos.

* Este artículo ha sido elaborado a partir de una entrevista a


Séverin Ménard, coordinador del proyecto Humanitarian
OpenStreetMap Team (HOT), realizada por Raphaël Traineau
y Augustin Doury. 1 http://www.bing.com/maps/

ecologíaPolítica 33
El uso de OpenStreetMap en yoría de países desarrollados). Las proveedoras de
contexto humanitario y de datos privados se interesan poco por los países
desarrollo: Humanitarian en desarrollo, más allá de sus ciudades capitales.
OpenStreetMap (HOT) Ni la población, ni autoridades locales como
ciertos servicios públicos, pueden acceder a datos
En el caso concreto de la ayuda humanitaria que, paradójicamente, han sido financiados con
cabe destacar que después del seísmo del 12 de fondos públicos. En las universidades el estu-
Enero de 2010 en Haití hubo una contribución diantado recibe formación con datos geográficos
sin precedentes por parte de empresas privadas de otros países (de Europa y de Norteamérica).
a la respuesta de crisis en lo relativo a la infor- Pero la información sobre carreteras, edificios,
mación geográfica. Empresas y organizaciones actividades económicas, ocupación del suelo,
internacionales como GeoEye, Digital Globe, etc. es esencial para el desarrollo de esos países
Google y UN-SPIDER, que producen imágenes y para su preparación y respuesta posterior a los
satélite o distribuyen imágenes aéreas, decidie- desastres que les puedan afectar. Así pues, OSM
ron liberar sus imágenes recientes relativas a las cubre un vacío informativo y constituye una
zonas afectadas. Y el Banco Mundial financió de ventaja real para la educación, el desarrollo y la
nuevo vuelos para producir imágenes actualiza- respuesta humanitaria.
das y las distribuyó gratuitamente a la comuni- Los datos geográficos son pues un recurso
dad CrisisCommons2. En la mayoría de casos las esencial en situación de crisis, pero además re-
imágenes han pasado a ser de dominio público. presentan un factor indispensable para el desa-
Sin embargo, una de las trabas a la liberación rrollo. Con esta premisa, es fácil entender el in-
de imágenes en contexto de crisis para el proyec- terés por una información geográfica de calidad
to OpenStreetMap podría ser la licencia ODbL y accesible a todos: gobiernos, sector privado, y
de OSM, incompatible con una restricción NC sociedad civil. Multiplicando el número de per-
(no comercial). sonas con acceso a los datos, se multiplican las
En los países empobrecidos los datos geográ- posibilidades de uso de esos datos y se abre paso
ficos son inexistentes o, si existen, son de difícil a la innovación.
acceso y están en un entorno generalmente res- En este sentido, las bases de datos geográficos
tringido (esto último también sucede en la ma- libres serán en el futuro grandes activos para los
gobiernos, las instituciones educativas e inclu-
2 http://crisiscommons.org/about/ so las empresas que quieran conquistar nuevos
mercados.

Mapas 1 y 2. Comparación de los datos de OSM disponibles sobre Puerto Príncipe (Haití) una semana
antes y después del seísmo del 12/01/2010. (Fuente: © OpenStreetMap Contributors)

34 ecologíaPolítica
El futuro de Open Data tratamiento o análisis. Es esto a lo que se dedica
la empresa alemana GeoFabrik3, que describe su
En diez años, OSM constituirá la base de datos actividad como «la extracción, la selección y el
espacial más detallada en gran número de países, tratamiento de datos geográficos libres».
desarrollados o en desarrollo. Uno de los retos en Así pues, no se puede reducir el proyecto
los que quiero trabajar en los próximos meses es la OpenStreetMap a una simple alternativa gra-
mejora de la consolidación de los datos a cualquier tuita a servicios bien conocidos como Google-
escala, para que la creación de zonas muy detalla- Maps, o a una herramienta útil por defecto sólo
das (barrios, ciudades, regiones) venga acompañada en los llamados países «en vías de desarrollo».
de un afán de exhaustividad a escalas más amplias; Es necesario que las instituciones estatales y la
por ejemplo: que cada red de carreteras nacional esfera económica vean en OpenStreetMap una
sea cartografiada de forma integral. En diez años, oportunidad real para el desarrollo económico y
los smartphones estarán por todas partes, y todo social de los territorios.
el mundo se podrá desplazar usando datos OSM,
tanto en los centros urbanos de países desarrollados, Conclusión
como en las regiones rurales de países en desarrollo.

Maptivismo: experiencias prácticas


Espero también que, en diez años, habrá comuni- El desafío particular de la información geo-
dades OSM activas en todo el mundo, apoyadas gráfica y la potencia del proyecto abierto, libre
por actores económicos que habrán percibido el y colaborativo OpenStreetMap ofrece un marco
interés de basarse en datos libres. Otro reto con- interesante para comprender, de manera más ge-
cierne la integración de instituciones geográficas neral, los factores clave de éxito de los proyec-
nacionales en este nuevo ecosistema. Que no vean tos que se unen al movimiento Open Data. Es
OSM como una competencia sino que aprovechen particularmente necesario que se desarrolle una
la gran cantidad de colaboradores voluntarios, muy colaboración de calidad entre los miembros de
superiores en número a sus propios cartógrafos y una comunidad abierta y voluntaria y los actores
consagrados a la creación de datos geográficos de públicos y privados; y que estos diferentes actores
base. Que se concentren y fortalezcan en las activi- comprendan el interés común que representa esa
dades donde su experiencia y sus competencias no cooperación.
serán sustituidas por las colaboraciones de OSM: A este respecto, podemos citar al texto de Ni-
la validación oficial de los datos según estándares colas Gignac en el blog democratieouverte.org:
rigurosos y los análisis de todo tipo realizados a
partir de esos datos validados. «No hay que ver la publicación de datos abiertos
Parece pues esencial que los estados y las em- geográficos como un fin en sí mismo, sino conseguir
presas comprendan, si no lo han hecho ya, el in- que las organizaciones que abren sus datos desa-
terés que supone Open Data, para no anclarse en rrollen un entorno abierto (combinando, tanto
una lógica de competitividad y de mayor protec- como sea posible, software libre, datos abiertos y
ción de sus datos, sino más bien en una lógica de estándares abiertos) permitiendo igualmente a los
distribución y colaboración con la sociedad civil, ciudadanos participar en la mejora de la calidad de
fortaleciendo así su capacidad de acción para la esos datos, y alcanzar así una colaboración comple-
creación y mantenimiento de datos, aprovechan- ta entre la sociedad civil y los productores de datos.
do unos medios financieros indispensables para A largo plazo, eso permitiría mejorar la eficacia de
buena la salud y el desarrollo del proyecto OSM. las administraciones públicas al estimular la parti-
Desde el punto de vista de la información cipación, la innovación, el incremento de datos, la
geográfica, si se desarrolla el movimiento Open colaboración constructiva y la mejora de la calidad
Data, sobretodo a través del proyecto Open- de los datos geográficos»4.
StreetMap, el dato bruto tendrá cada vez menor
valor de mercado. El valor añadido comerciali- 3 http://www.geofabrik.de/
4 Para más información, ver «activation en République Centrafricai-
zable de estos datos recae en su representación, ne»: http://wiki.openstreetmap.org/wiki/FR:WikiProject_Central_
African_Republic#Crise_en_RCA_-_Activation_HOT_-_Objectifs
ecologíaPolítica 35
«El barrio no se vende»
Las barriografías de la Barceloneta como
herramienta de resistencia vecinal frente al
extractivismo urbano

Emma Alari Pahissa*

En el verano de 2014 en las calles de la Barce- importantes transformaciones urbanísticas «para


loneta, «el barrio de la playa» de la metrópolis abrir la ciudad al mar», como la demolición de
barcelonesa, irrumpe una gran movilización los históricos tinglados del puerto, de los anti-
vecinal1 contra la masificación turística, bajo guos establecimientos de baños y de los popula-
el lema «La Barceloneta no es ven» («La Barce- res «merenderos» (chiringuitos). Estas destruc-
loneta no se vende»), con el objetivo de acabar ciones y «aperturas» fueron sucedidas por otras
con la proliferación de apartamentos turísti- construcciones y cercamientos, como la mole de
cos en los minúsculos pisos característicos de cien metros de alto del Hotel Vela – inaugurado
este barrio popular, de tradición pescadora, en 2009 y erigido en terrenos de dominio públi-
portuaria y obrera, hoy ya muy terciarizado. co y al borde del mar, a pesar de la Ley de Costas
La presión turística en la Barceloneta se ha –, y la marina de lujo para megayates – «a World
disparado en los últimos años: los hogares Class Superyacht Marina in a World Class City»,
son sustituidos por lucrativos apartamentos, reza la propaganda de Marina Port Vell2.
y las tiendas del día a día ceden el paso al Este frenesí urbanístico de destrucción y cons-
comercio orientado al turismo. Además, esta trucción es característico de la lógica espacial de
península viene siendo objeto de una intensa la neoliberalización (Franquesa, 2007) o, en
especulación inmobiliaria: el precio del metro otras palabras, responde a una estrategia espe-
cuadrado es de los más caros de la ciudad y culativa de acumulación de capital que rompe
apenas ha bajado desde el estallido de la bur- tejidos de vida urbana. La lógica del capital exige
buja inmobiliaria en 2008. un crecimiento exponencial sin fin, implica un
A raíz de los Juegos Olímpicos de 1992, que metabolismo voraz que trata los espacios, sean
pusieron a Barcelona en el mapa de ciudades urbanos o naturales, como lotes a explotar para
globales, se efectúan en el perímetro del barrio la extracción de rentas privadas, a costa de la
riqueza común (acumulación por desposesión).
* Emma Alari Pahissa (emma.alari@gmail.com), Associació de La ofensiva mercantilizadora se intensifica y se
veïns i veïnes de l’Òstia / Plataforma en Defensa de la Barcelo- extiende a todos los ámbitos de la vida a los que
neta, Memòria Obrera de la Barceloneta (MOB), Observatori
d’Antropologia del Conflicte Urbà de la Universitat de Barce- tiene acceso, desde los territorios y los cuerpos,
lona (OACU-UB). hasta los saberes y la cultura. En palabras de Da-
1 Esta movilización ha fraguado en el nuevo movimiento veci-
nal («La Barceloneta diu prou»). En este artículo nos ocupamos
vid Harvey (2014: 255), «La infinita y cada vez
de un movimiento anterior, protagonizado por la Asociación de
vecinos y vecinas de la Ostia y la Plataforma en Defensa de la
Barceloneta. Estas dos entidades, que de hecho son un mismo 2 Salamanca Group, fondo británico de inversión de capital de
colectivo asambleario, han confluido parcialmente en el nuevo riesgo, obtuvo la concesión de la marina en 2010, operación que
movimiento, pero sin ánimo de protagonizarlo. la Oficina Antifraude de Cataluña ha denunciado como una
maniobra de blanqueo de capitales (El País, 2014).

36 ecologíaPolítica
más absurda acumulación exponencial de capital Ante las reivindicaciones que surgen en las zonas
se ve acompañada de una infinita y cada vez más afectadas, el Ayuntamiento ha concedido un es-
absurda invasión del mundo de vida por la eco- trecho margen para la participación ciudadana,
logía del capital». pero en la práctica, y salvo alguna excepción,
Barcelona es un claro exponente de lo que los vecinos no son considerados como sujetos
podemos llamar extractivismo inmobiliario, capaces y con derecho a deliberar y decidir co-
urbanístico y turístico3. La ciudad es explotada lectivamente sobre aquello que afecta el lugar
como si no tuviera límites, con un imperativo que habitan. Según la Administración, el obje-
de crecimiento insostenible. Para el Ayunta- tivo del planeamiento es «la mejora del barrio»,
miento y Turismo de Barcelona S.A. cada año y si los vecinos no están de acuerdo es porque
hay que traer más turistas, abrir más terminales no lo entienden. Esta fue la opinión expresada
de cruceros y construir más hoteles. La ciudad por el regidor de Ciutat Vella Carles Martí ante
es puesta al servicio de las oligarquías locales y la resistencia levantada a partir de 2006 en el
transnacionales mediante un modelo de gober- barrio de la Barceloneta frente al anuncio de la
nanza público-privada, donde el interés público «Modificación del Plan General Metropolitano

Maptivismo: experiencias prácticas


queda supeditado al negocio privado. Como se en la regulación de la edificación tradicional de
afirma en la propia web del Ayuntamiento en la Barceloneta para la mejora de su accesibilidad
una sección dedicada a la atracción de inversores, vertical», conocido como «plan de los ascenso-
los «proyectos para el crecimiento económico de res» y aprobado en mayo de 2007 en medio de
la ciudad se impulsan con un modelo de cola- una intensa oposición vecinal.
boración público-privada donde todos ganan El «plan de los ascensores» implicaba la elimi-
(win-win)»4. ¿Hace falta aclarar que unos pocos nación de hasta 1500 viviendas para hacer sitio
ganan muchísimo a costa de la precariedad de al hueco del ascensor, ya que en el 83% de los
la mayoría? ¿Hace falta dar cifras de recortes, edificios de la Barceloneta no cabe. Se harían
desahucios, despidos, privatizaciones, o suicidios? fusiones de entre dos y seis edificios en una sola
Como dice Bauman (2005), nadie planifica las finca, compartiendo un mismo ascensor. Los in-
víctimas colaterales del «progreso económico». quilinos, mayoritarios en la Barceloneta, no te-
Buena muestra de ello es que el Ayuntamiento nían ni voz ni voto, y la implementación del plan
de Barcelona ni siquiera lleva un inventario de quedaba en manos de los propietarios verticales
los miles de expropiaciones y realojos que viene y las promotoras inmobiliarias. De aplicarse, el
haciendo como «daño colateral» de sus planes plan conllevaría la expulsión de vecinos, derri-
urbanísticos (Masala, 2013). bos por doquier, y alimentaría las dinámicas de
En el centro histórico de Barcelona, la alian- especulación y gentrificación del barrio.
za entre el poder político y el poder económico Frente a este plan del poder, que bien po-
es encarnada desde 1988 por Foment de Ciutat dríamos calificar de barriofágico5, se articuló a
Vella S.A. (Focivesa, antes Procivesa), entidad partir de 2006 la Plataforma en Defensa de la
donde Ayuntamiento, Diputación de Barcelo- Barceloneta, donde confluyeron la recién creada
na y Generalitat de Catalunya han compartido Asociación de vecinos y vecinas de la Ostia6 (al-
consejo de administración con Caixa Bank, Ca- ternativa a la asociación histórica, que había de-
talunya Caixa, BBVA y Telefónica (Masala, 2013 jado de hacer oposición al Ayuntamiento), otras
y 2014). Este entramado es el impulsor de los vecinas con más o menos tiempo viviendo en el
planes urbanísticos en el distrito de Ciutat Vella.
5 De barrio y antropofagia: palabra de cosecha propia, inspirada
en el concepto de barricidio interminable acuñado por el perió-
3 El término extractivismo turístico lo ha acuñado Marina Garcés dico Masala (2014).
(ElDiario.es, 2014). Afín a este concepto es uno de los lemas 6 El barrio de la Barceloneta es conocido popularmente como
del movimiento vecinal de la Barceloneta: «No queremos ser un La Ostia. El germen de la Asociación de vecinos y vecinas de la
monocultivo turístico». Ostia, creada en 2005 y liderada por Emilia Llorca, fue la Co-
4 http://w42.bcn.cat/web/es/per-que-barcelona/10-Raons-per-in- misión de Fiestas de la calle Pescadors. Para más información:
vertir-a-Barcelona/index.jsp, consultado el 7 de octubre de 2014. http://la-ultima-calle.com

ecologíaPolítica 37
1

La Carteloneta, “carta de los vecinos y vecinas de la Barceloneta”, fruto de un taller de mapeo colectivo

barrio, y miembros del colectivo okupa Miles jornadas, materiales de difusión, múltiples cana-
de Viviendas7, aterrizado en la Barceloneta en les de comunicación digital, etcétera.). De entre
noviembre de 2004. Los lemas «Es nuestro ba- todo el repertorio, en este artículo nos detendre-
rrio, no un pastel inmobiliario», «Cap pla sense mos en tres contracartografías de la Barceloneta
els veïns, cap veí fora del barri» («Ningún plan creadas al calor del movimiento en defensa del
sin los vecinos, ningún vecino fuera del barrio») barrio: la Carteloneta, la Geografia Esborrada
y «Tenemos derecho a la Barceloneta» sinteti- de la Barceloneta y la Memòria Cooperativa de
zan la orientación y el objetivo fundamental del la Barceloneta.
movimiento. Las herramientas de lucha desple-
gadas en todos estos años han sido muy variadas Contracartografías: reclamando
(asambleas semanales, puntos de información en otras historias y otras geografías
la plaza del mercado, manifestaciones, charlas, frente a los planes del poder

7 Miles de Viviendas (2003-2007) fue un colectivo para el «Nuestras clases dominantes han procurado siempre
antagonismo político, desde el que hacer frente activamente que los trabajadores no tengan historia, no tengan doc-
al modelo de ciudad, cuestionando la mercantilización de la
vivienda, la privatización de los espacios públicos y de la cul- trina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe
tura y la precarización de la vida. En su seno surgió el Taller empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la
contra la Violencia Inmobiliaria y Urbanística, antecedente del experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
movimiento VdeVivienda, que a su vez dio lugar a la PAH (Pla-
taforma de Afectados por la Hipoteca). El concepto acuñado de La historia aparece así como propiedad privada cuyos
violencia inmobiliaria y urbanística engloba fenómenos diversos dueños son los dueños de todas las otras cosas.»
pero con una causa de fondo común, como son la especulación,
el mobbing, la gentrificación, los desahucios, el precio de alqui-
Rodolfo Walsh
leres e hipotecas, los planes urbanísticos impuestos, el frenesí
urbanizador, la tematización y turistización del espacio urbano, La Carteloneta es un mapa-carta de la Barcelo-
etc. Ver Taller V.I.U., 2006.

38 ecologíaPolítica
neta realizado por el dúo argenti-
no Iconoclasistas8 junto a vecinos
y vecinas y otras participantes de
un taller de mapeo colectivo, or-
ganizado en mayo de 2009 en el
marco de las Jornadas Krax-City
mine(d) «Out of control. Poder
de transformar, poder de crear».
El documento visualizó de modo
muy claro y didáctico en qué
consistiría la aplicación del «plan
de los ascensores», cuyo descifra-
miento y denuncia no había sido
nada fácil (teníamos que aclarar
La Carteloneta, parte externa del tríptico
continuamente que no estába-

Maptivismo: experiencias prácticas


mos en contra de los ascensores, sino contra la cólico que invitaba a recordar lo perdido, lo
destrucción de viviendas, la expulsión de vecinos arrasado, justamente para defender y cuidar lo
y la decisión en manos de los propietarios verti- que aún tenemos. Este compromiso de la me-
cales). Además, la Carteloneta incluía un mapa moria con las luchas del presente se ponía de
con iconos que localizaban cosas que queríamos manifiesto en el tour de la Geografia Esborrada
(como equipamientos o vivienda social) y otras celebrado en marzo de 2008 en el marco de las
que rechazábamos (como apartamentos turísticos, Jornadas de Participación Vecinal Autoorganiza-
desaparición de pequeños comercios...). Una carta da «La Barceloneta habla y decide» (dedicadas al
de presentación, de vecina a vecina, también se análisis, desmontaje y contrapropuesta al «plan
posicionaba en este sentido e invitaba a infor- de los ascensores»), o en el tour realizado contra
marse e implicarse. Se imprimieron y repartieron el desalojo del centro social okupado Miles de
cientos de copias en distintas ocasiones. Sin duda Viviendas (derribado en junio de 2007).
la Carteloneta contribuyó, junto a otras herra- La Geografia Esborrada tenía varios formatos
mientas, a la anulación en 2008 del «plan de los de uso: un mapa y un audio-tour descargables en
ascensores», que quedó políticamente paralizado, la web, para itinerarios por libre, y también tours
aunque legalmente vigente. colectivos presentados con un vestuario y atrezo
hechos especialmente para la ocasión, que evoca-
La Geografia Esborrada de la Barceloneta9 ban, entre lo entrañable y lo irónico, los motivos
nació en el contexto de la lucha vecinal en de- marineros del barrio. El mapa señalaba y expli-
fensa de un barrio popular amenazado por la caba nueve localizaciones y apuntaba seis más,
violencia inmobiliaria y urbanística. El proyec- quedando abierto vía web a la incorporación de
to, colaborativo y totalmente autogestionado, otros lugares borrados; también fue publicado
consistía en una cartografía visual y sonora para como póster desplegable en el periódico Masa-
«refrescar la memoria» de lugares emblemáticos la. Una impresión de gran formato está presente
del barrio, espacios de sociabilidad popular, la desde hace años, junto a la de la Carteloneta, en
mayoría de los cuales habían sido borrados del los puestos de información de la plaza del merca-
mapa en el pasado reciente10. Un mapa melan- do y otros eventos de la asamblea de vecinas de la
Ostia. Ambos mapas constituyen herramientas
8 http://iconoclasistas.net. Ver su artículo en este mismo nú- que acompañan la lucha y que se complementan
mero de Ecología Política. entre sí: el mapa de la memoria (y lo retrospec-
9 http://geografiaesborrada.wordpress.com
10 El proyecto fue una iniciativa de Marina Monsonís, nacida
en la Barceloneta, junto a las compañeras del colectivo Miles de chas otras colaboradoras. Actualmente está en preparación otro
Viviendas Emily Piper Forman y Aviv Kruglansky, y con mu- proyecto afín, Tornar al Lloc: http://tornarallloc.wordpress.com

ecologíaPolítica 39
se ocuparon también de la previsión social, la
educación, la salud, la cultura, el ocio y la vivien-
da. El horizonte era la cooperativización de todas
las actividades económicas, hasta llegar a superar
por completo las relaciones sociales capitalistas.
En estos tiempos de vidas precarizadas la ato-
mización se quiebra y (re)aprendemos a organi-
zarnos en primera persona del plural. Aquí y allá
aparecen cooperativas de consumo, de trabajo,
de energía, de crédito, espacios de encuentro
autogestionados, antiguos edificios de coope-
rativas recuperados para su uso comunitario, y
horizontes de barrios cooperativos y ciudades co-
munes. El proyecto de Memòria Cooperativa de
la Barceloneta13 va en este rumbo. Es un grupo
de investigación surgido a raíz de una campaña
de la Asociación de vecinos y vecinas de la Os-
tia reclamando para el barrio el edificio de la
antigua Cooperativa Obrera y Popular El Siglo
XX. Esta fue fundada en 1901 y levantada con el
esfuerzo mancomunado de familias obreras du-
Portada de la Geografia Esborrada de la Barceloneta
rante generaciones, pero cayó en manos privadas
y es carne de abandono y especulación desde los
tivo no deja de ser prospectivo), y el mapa del años noventa. Por el camino, se ha arrancado del
presente, esbozando juntas el porvenir. olvido la historia de las cooperativas barcelone-
La Memòria Cooperativa de la Barceloneta. tinas, gracias a los archivos conservados y a los
En el Estado español cuarenta años de dictadu- testimonios orales. La investigación se ha ma-
ra franquista y cuarenta más de «cultura de la terializado en una web14 (que incluye un mapa
Transición» – con su continuismo institucional de las cooperativas del barrio, una selección de
y su olvido organizado (Gelman, 2008)11 – nos imágenes documentales y varios clips audiovi-
separan de las luchas obreras anteriores a 1939. suales), una exposición, un libro en preparación
Toda una constelación de asociaciones obreras y múltiples presentaciones y rutas. Todo esto con
(sindicatos, ateneos, escuelas libres, cooperativas el doble objetivo de recuperar el edificio del Siglo
de consumo y de producción, etc.) articulaban XX como espacio comunitario autogestionado,
la vida cotidiana en los barrios proletarios. La y de devolver al barrio la memoria de sus luchas
investigación y divulgación llevada a cabo desde pasadas, como herramienta para las del presente:
2009 por La Ciutat Invisible12 ha mostrado el es lo que Xavier Domènech llamó «la memoria
importante papel que desempeñaron las coope- del futuro».
rativas de consumo como espacios de autoges-
tión colectiva de las necesidades comunes: par-
tían de asegurar una alimentación mejor y más
asequible, saltándose a los intermediarios, pero

11 Juan Gelman (2008): «Desaparecen los dictadores de la es-


cena y aparecen inmediatamente los organizadores del olvido».
12 Cooperativa autogestionaria del barrio de Sants de Barce- 13 Actualmente mutando a Memòria Obrera de la Barceloneta
lona, divulgadora del cooperativismo histórico e impulsora del (MOB), para abarcar no sólo a las cooperativas sino al conjunto
proyecto Sants Barri Cooperatiu, entre otras iniciativas. Ver: de entidades obreras que poblaban el barrio.
Miró y Dalmau (2010); http://sants.coop 14 http://memoriacooperativa.labarcelonetarebel.org

40 ecologíaPolítica
A modo de conclusión lio, http://eldiario.es/catalunya/Marina-Garces-fi-
losofica-Marca-Barcelona_0_282072665.html,
Frente a los planes delineados e impuestos desde consultado el 5 de octubre de 2014.
arriba se contraponen, desde el barrio vivido, mapeos El País (2014) «Antifraude vincula la Marina Port
colectivos de las necesidades, deseos, memorias y espa- Vell al blanqueo de capitales», 11 de noviembre,
cios que compartimos. Estas barriografías contribuyen http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/11/11/catalun-
ya/1415739975_756896.html, consultado el 11
de noviembre de 2014.
Franquesa, J. (2007) «Vaciar y llenar o la lógica es-
pacial de la neoliberalización», Revista española de
investigaciones sociológicas, núm.118, p.123-152.
Gelman, J. (2008) «El imperativo moral de la memo-
ria colectiva», conferencia en el Primer Encuentro
Internacional de Memoria Histórica, Universi-
dad de Salamanca.

Maptivismo: experiencias prácticas


Harvey, D. (2014) Diecisiete contradicciones y el fin del
capitalismo. Quito: Editorial IAEN.
Masala (2013) «Un milió d’euros per als accio-
nistes privats de Focivesa», núm.65, enero-fe-
brero, http://masala.cat/un-milio-deuros-de-be-
neficis-per-als-accionistes-privats-de-focivesa/,
consultado el 7 de octubre de 2014.
Masala (2014) «Política, poder y empresa en Ciutat Vella.
Del urbanismo de zafarrancho al urbanismo de com-
pra-venta», núm.70, marzo-abril, http://masala.cat/
del-urbanismo-de-zafarrancho-al-urbanismo-de-com-
pra-venta/, consultado el 7 de octubre de 2014.
Miró, I. y Dalmau, M. (2010) Les cooperatives obreres
de Sants. Autogestió proletària en un barri de Barce-
lona (1870-1939). Barcelona: La Ciutat Invisible
Uno de los plafones de la exposición Memòria Coope- Edicions.
rativa de la Barceloneta Taller v.i.u. (2006) El cielo está enladrillado. Entre el
a tejer un imaginario empoderador y transformador mobbing y la violencia inmobiliaria y urbanística.
del barrio como bien común para ser vivido, amado, Barcelona: Bellaterra.
defendido y construido por sus vecinos y vecinas, fren-
te al modelo hegemónico de extractivismo inmobilia- Más información:
rio, urbanístico y turístico. Se trata de una oposición
entre el mercado y la vida, tal y como expresan elo- http://iconoclasistas.net
cuentemente los lemas «La Barceloneta no se vende» http://labarcelonetarebel.org
y «Queremos vivir en la Barceloneta». http://memoriacooperativa.labarcelonetarebel.org
http://geografiaesborrada.net
Referencias http://masala.cat
http://la-ultima-calle.com/
Bauman, Z. (2005) Vidas desperdiciadas. La moderni- http://elbarrishadedefensar.info/
dad y sus parias. Buenos Aires: Paidós. http://sants.coop
El Diario.es (2014) «Marina Garcés, la enmienda http://www.ub.edu/geocrit/coloquio2014/Muna
filosófica al modelo Marca Barcelona», 17 de ju- Makhlouf De la Garza.pdf

ecologíaPolítica 41
Mapeando el procesamiento
de basura electrónica en
Agbogbloshie, Ghana

Rafael Fernández-Font Pérez*1

Uno de los lugares más


contaminados del mundo

El barrio de Agbogbloshie, en Accra, Ghana, en conflictos tribales en la década de 1990. Hoy


su momento un área natural en la desembocadu- la emigración continúa por causa de la penuria
ra del río Odaw, hoy alberga un taller de chatarra económica en Tamale y alrededores, y el apoyo
a cielo abierto donde se procesan materiales tó- de la comunidad Dagomba ya establecida en Ag-
xicos. Es conocido especialmente por la basura bogbloshie a los nuevos emigrantes (COHRE,
eléctrica y electrónica: el e-waste (Amoyaw-Osei, 2004).
2011). Agbogbloshie aloja a 80.000 habitantes En el mundo cada vez se descartan más apa-
en su conjunto, gran parte de ellos de la etnia ratos electrónicos pero la capacidad de reciclaje
Dagomba y de religión musulmana. Muchos no aumenta de igual forma (Yu et al., 2010). La
llegaron emigrados del norte del país a raíz de definición de basura electrónica es problemática.

Mapas 1 y 2. Localización de Accra con respecto a Ghana, y de Agbogbloshie con respecto a Accra
(Fuente: Wikipedia y OpenStreetMaps)

* Royal Holloway, University of London


(rafael.font.2013@live.rhul.ac.uk).
Más información: http://qamp.net/ y http://recyhub.com/

42 ecologíaPolítica
Hereda las dificultades de definir la propia «basu- abierto. Además de la quema de cables se realizan
ra», cuándo deja de ser un residuo y empieza a ser muchas otras actividades de desmantelamiento de
un recurso potencialmente reciclable. En este caso ordenadores, frigoríficos y coches que no suelen
se introducen términos con significados parecidos ser recogidas en los documentales (una excepción
pero no iguales como e-waste (aparatos electrónicos es Guardiola, 2012). El mensaje típico es un lla-
obsoletos) y RAEE (residuos de aparatos eléctricos mamiento a la responsabilidad occidental para no
y electrónicos, que a diferencia del anterior incluye, verter residuos en Agbogbloshie. Sin embargo, los
por ejemplo, frigoríficos). residuos no son vertidos, sino que son comprados
Se ha propuesto como solución restringir la ex- por las propias trabajadoras, que los procesan y
portación de residuos electrónicos desde los países venden posteriormente. Conocer en mayor detalle
más industrializados a los menos. Esta aproxima- por medio de mapas la actividad de Agbogbloshie
ción se basa en considerar que el problema es el puede ayudar a redefinir los conceptos de residuo
tráfico de basura electrónica, y que éste a su vez y recurso, reconsiderar el lugar como un taller en
genera una injusticia ambiental global (Puckett, vez de un vertedero, y cambiar la imagen que tiene
2006). La Convención de Basilea es la principal ante el mundo.

Maptivismo: experiencias prácticas


norma mundial que implementa esta restricción,
pero es incapaz de frenar un mercado mucho más Agbogbloshie Makerspace Platform
complejo geográficamente (Lepawsky, 2014). Por
otra parte, la exportación de ordenadores de segun- Este texto recoge parte del trabajo de campo rea-
da mano es un comercio aceptado, beneficioso y lizado por el autor en Agbogbloshie durante junio
accesible económicamente para los países recepto- y julio de 2014. Una de las preguntas a resolver fue
res, y que sin embargo generará residuos unos años la siguiente:
más tarde. Se puede argumentar que encontrar la ¿La narrativa actual sobre Agbogbloshie recoge ade-
solución correcta dependerá de cómo se defina cuál cuadamente la situación sobre el terreno? ¿Existe
es el problema real, y si los residuos son un desecho, una base para una nueva narrativa?
un recurso, o ambos a la vez. El trabajo de campo se realizó en colaboración
Ghana es uno de los países receptores. Allí no con una organización local, AMP (Agbogbloshie
existe aún una industria de reciclaje respetuosa con Makerspace Platform). AMP tiene como objetivo
el medio ambiente. La mayor parte del reciclaje construir un taller comunitario (un makerspace)
se realiza por el denominado «sector informal», para que las trabajadoras del lugar puedan desa-
que aplica en ocasiones técnicas perjudiciales para rrollar y construir sus propias herramientas. Estas
el medio ambiente y la salud de las trabajadoras herramientas les servirán para realizar su trabajo
(Grant & Oteng-Ababio 2012). La narrativa me- de desensamblaje de una manera más segura, sin
diática sobre Ghana y sobre el barrio de Agbog- dañar el medioambiente, y protegiendo su salud,
bloshie suele enfocarse en los procesos peligrosos garantizando a la vez mayores ingresos económicos.
como la quema de cables para extraer el cobre, y en AMP busca una solución desde abajo hacia arriba.
la joven edad de algunas de sus trabajadoras (Dan- Bajo este punto de vista la injusticia ambiental que
noritzer, 2014). Este texto explora en cambio una sufre Agbogbloshie puede redefinirse como la falta
narrativa diferente, basada en reconocer que el pro- de herramientas adecuadas para hacer frente a los
cesamiento de residuos electrónicos genera unos potenciales recursos que llegan en forma de resi-
ingresos imprescindibles para la población local duos electrónicos.
(Oteng-Ababio, 2012) y en considerar Agbogblos- AMP está llevando a cabo diferentes tareas.
hie como un enclave industrial. Para contar esta Está entrevistando a las trabajadoras para obtener
nueva historia, la exploración aérea del lugar es un información detallada sobre sus actividades, reali-
elemento clave para comprender qué actividades zando experimentos sobre el reciclado de plásticos,
se llevan a cabo y cómo se organizan en el espacio. creando vestimenta adecuada para las trabajadoras,
Agbogbloshie es también un gran taller a cielo probando un triturador de cables para evitar que se

ecologíaPolítica 43
quemen, y también lo que nos ocupa en este caso: en artículos académicos como en documentales, y
construyendo un quadcopter, un aparato volador ayuda a entender mejor la realidad del lugar. Los
propulsado por cuatro motores eléctricos destinado mapas de la zona no suelen ser buenos. El área mos-
a mapear el lugar a través de una cámara integrada. trada en la imagen se señala erróneamente como
una zona verde en los mapas de Accra. Herramien-
Un gran centro de procesamiento al tas online como GoogleMaps y OpenStreetMap no
aire libre tenían información sobre el interior de Agbogblos-
hie hasta que fue añadida durante este proyecto.
Si Agbogbloshie fuese un vertedero electrónico, Incluso cabe cuestionarse las actividades que se
los ordenadores se apilarían allí, pero no es el caso. llevan a cabo en el área de procesado de residuos
Casi todo el material que entra tiene valor, y es electrónicos. Agbogbloshie es una chatarrería que
comprado y vendido, no vertido. Los camiones no procesa metales vengan de donde vengan, sean or-
solo entran, sino que salen cargados también. Al denadores, frigoríficos o automóviles. El desguace
lado sí que existe un vertedero de residuos urbanos, de vehículos es una actividad importante y habi-
destino final de los desechos de la ciudad, pero Ag- tualmente olvidada. Cabe suponer que mostrar esta
bogbloshie es más bien un centro de procesamien- realidad puede servir de mecanismo de enganche
to, un nodo de la economía global del reciclaje. Eso para entidades como «Mecánicos Sin Fronteras»
sí, un nodo sucio y contaminado. que, si existiesen, serían de gran ayuda. De la mis-
Además del procesado de residuos electrónicos, ma manera enfocar el problema en la basura infor-
el área acoge muchas otras actividades: (a) una es- mática sirve para atraer a profesionales del sector,
tación de autobuses de la compañía Imperial Ex- como el autor de este texto.
press que une Accra con Tamale, la capital de la
Región del Norte, (b) un área de procesamiento El quadcopter
de plásticos especializada en polipropileno (PP) y
que no trata plásticos procedentes del e-waste, (c) Un quadcopter es un tipo de Vehículo Aéreo
un conocido mercado de cebollas, incorrectamente No Tripulado (UAV - Unmanned Aerial Vehicle)
mapeado en Google Maps, (d) una granja de ca- que vuela propulsado por cuatro motores. Exis-
bras, (e) un área residencial, (f) un campo de fútbol ten varias versiones, desde pequeños juguetes a
y (g) el citado vertedero de residuos urbanos pero dispositivos comerciales usados para fotografía,
no de basura electrónica. monitorización ambiental, o respuesta humanita-
Esta simple división de zonas refleja mucha más ria (Mosterman et al., 2014). El quadcopter usado
información que la habitualmente ofrecida tanto en este proyecto es una alternativa de bajo coste a
los modelos profesionales, con una estructura de
poliespan y gomas elásticas, y un controlador Ar-
duino (hardware y software abiertos). Es un diseño
original de Ivan Gayton, empleado de Médicos
Sin Fronteras (MSF) en Londres. Su objetivo es
desarrollar capacidad local para mapear áreas po-
tencialmente críticas para las actividades de MSF,
y ésta fue la primera prueba sobre el terreno. Es un
diseño abierto, listo para ser replicado y mejorado.
Los componentes electrónicos proceden de Asia,
por lo que la dependencia de proveedores externos
es similar tanto en Europa como en África.
El uso de un quadcopter precisa de una re-
Mapa 2. Mapa de la chatarrería de Agbogbloshie y flexión. La imagen pública de este tipo de apa-
sus alrededores (Fuente: OpenStreetMap) ratos no es buena, al ser asociada con los drones

44 ecologíaPolítica
empleados en operaciones militares. Sin embar- posibilidades de vuelo automático que permiten
go es cuestionable que ésta sea la imagen que tie- programar despegue, ruta, y regreso a base abren
nen las trabajadoras de Agbogbloshie. Su vuelo muchas posibilidades.
habitual podría, sin embargo, generar rechazo Este proyecto avanza gracias a la confluencia de
entre la población, y es importante que sea una varios factores: la creación de un prototipo de bajo
organización local quien esté al cargo de la ini-
ciativa, informando del propósito de las misio-
nes efectuadas. Los mapas resultantes deberían
igualmente permanecer como propiedad de la
comunidad local o tener licencias abiertas. Su
objetivo es ayudar a generar una narrativa más
acertada sobre Agbogbloshie por medio de ma-
pas e imágenes aéreas, y esta narrativa debe estar
en manos de la comunidad local.
Samuel Amoako-Frimpong, estudiante de in-

Maptivismo: experiencias prácticas


geniería aeronáutica en la Universidad Kwame
Nkrumah en Kumasi, Ghana, lideró el trabajo Samuel Amoako-Frimpong realiza ajustes en
de ensamblaje del quadcopter, con ayuda de su el anclaje de los motores del quadcopter (Autor:
compañero Timothy Affram. Ambos forman AMP)
parte del «Creativity Group», una plataforma
estudiantil que fomenta la innovación de base. coste que Ivan Gayton puso a disposición bajo una
Se realizaron varias sesiones de soldadura eléctri- licencia abierta; el interés del autor por probarlo en
ca, compra de materiales locales, y configuración condiciones reales en Ghana; la acogida de un gru-
de software en el espacio de co-working Hub Ac- po interesado en el proyecto como AMP; y la im-
cra. Se desarrolló un borrador de manual que plicación de una organización de estudiantes con
ilustra el trabajo realizado, y se hicieron varios conocimientos técnicos como el Creativity Group.
vuelos de prueba en modo manual para ajustar La comunidad local por el momento es receptora
su estructura. Se colocó un viejo teléfono móvil pasiva. En las pruebas realizadas en Agbogbloshie
para experimentar la grabación de vídeo desde la acogida fue muy positiva, celebrando sobre todo
el aire. Las pruebas se completaron con un vue- la presencia de tecnología avanzada y el interés por
lo en Agbogbloshie en modo manual, logrando el lugar por parte de gente joven y preparada. El
buena estabilidad, pero el trabajo de campo no interés local al que responde este proyecto es me-
fue suficiente para obtener imágenes aéreas. El jorar la situación económica de las trabajadoras,
quadcopter está ahora en manos de AMP. Las y cualesquiera que sean sus aplicaciones deberían
contribuir a ello. Esta iniciativa contribuye a mu-
dar la percepción de que el lugar es un vertedero a
que es una zona industrial. El mapeo en detalle del
área proporciona, a su vez, los datos necesarios para
identificar el uso del terreno.

Pruebas de vuelo en modo manual en Agbogblos-


hie, Ghana (Autor: AMP)

ecologíaPolítica 45
Conclusión bajo coste y ponerlo a disposición de forma abierta, y
a David Simon, profesor de la Royal Holloway Uni-
Agbogbloshie es más de lo que muestra la narra- versity of London su valiosa supervisión académica.
tiva habitual. Aunque se quemen cables, es más un
centro de procesamiento de basura electrónica que Referencias
un vertedero. Existe una base para construir una
nueva narrativa que caracterice este sitio como un amp (2014), «A series of informal makers’ *camps* to
área industrial que busca utilizar tecnología apro- build the future of Agbogbloshie», http://qamp.
piada para aprovechar los recursos que le llegan de net/, consultado el 24 de septiembre de 2014.
forma sostenible y sin dañar la salud. El quadcopter Amoyaw-Osei, Y. et al, (2011), «Ghana e-waste coun-
es una herramienta de bajo coste relativo que puede try assessment», SBC e-waste Africa Project, 111.
ayudar a sostener esta nueva narrativa, obteniendo cohre (2004) A Precarious Future: The Informal Set-
imágenes del lugar, que una vez analizadas darán tlement of Agbogbloshie, Accra, Ghana. Centre on
un informe preciso de las actividades realizadas. Es housing rights and evictions (COHRE).
importante informar a la población sobre las mi- Dannoritzer, C. (Directora) (2014), The e-waste
siones llevadas a cabo y de los resultados obtenidos. tragedy [Documental]. Alemania.
El quadcopter está a disposición de AMP, y no Grant, R., y Oteng-Ababio, M. (2012), «Mapping
de los recicladores individuales, pues requiere co- the Invisible and Real «African» Economy: Ur-
nocimientos complejos. Sin embargo, es posible ban E-Waste Circuitry» Urban Geography, vol 33
transferir este conocimiento a los jóvenes del lugar (1), p. 1-21.
a través de las actividades del makerspace. El quad- Guardiola, J.a. (Director) (2012), Ciberbasura sin
copter ha creado una oportunidad para involucrar a fronteras. [Documental]. España.
estudiantes de ingeniería ghanesas en los problemas Lepawsky, J. (2014), «The changing geography of
de las personas que viven en un lugar empobrecido global trade in electronic discards: time to rethink
y contaminado como Agbogbloshie. A éstas de- thee‐waste problem» The Geographical Journal.
bería de ofrecerles nuevas opciones más allá de su Mosterman, P. J., et al. (2014), «A Heterogeneous
ocupación actual: aprender a construir y manejar Fleet of Vehicles for Automated Humanitarian
un aparato volador que obtenga imágenes a partir Missions» Computing in Science & Engineering,
de las cuales construir mapas, un conjunto de ha- vol 16 (3), p. 90-95.
bilidades inusuales tanto en un vertedero como en Oteng-Ababio, M. (2012), «When Necessity Begets
un área industrial. Ingenuity: E-Waste Scavenging as a Livelihood
En conclusión, el quadcopter es una herramienta Strategy in Accra, Ghana», African Studies Quar-
con capacidad para ayudar a cambiar la narrativa terly, vol 13, p. 1-21. Center for African Studies,
de Agbogbloshie a través de nuevos mapas del área, University of Florida.
impulsando nuevas capacidades locales, y con base Puckett, J. (2006), «High-tech’s dirty little secret:
en la presencia y actividad de un makerspace local. the economics and ethics of the electronic waste
trade.’. En SMITH, T., SONNENFELD, D.
Agradecimientos A., y PELLOW, D. N. (Eds.), Challenging the
chip: Labor rights and environmental justice in the
El autor desea agradecer al Agbogbloshie Makers- global electronics industry, pp. 225-233. Temple
pace Platform su trabajo por construir un mundo University Press.
mejor y su colaboración en este proyecto, al Creativi- Yu, J. et al (2010), «Forecasting global generation of
ty Group de la Universidad de Ciencia y Tecnología obsolete personal computers» Environmental
Kwame Nkrumah (KNUST) su ayuda en la cons- science & technology, vol 44 (9), pp. 3232-3237.
trucción del quadcopter y su dedicación por hacer la
ciencia y tecnología accesibles a todas las personas, a
Ivan Gayton su esfuerzo por crear un quadcopter de

46 ecologíaPolítica
Geografías de la conflictividad
Consultas comunitarias y vecinales contra la minería metalífera en
América Latina (2002-2012)
Mariana Walter y Leire Urkidi

Hacia una interpretación analítica de los logros para la justicia


ambiental en casos de resistencia anti-minera
Beatriz Rodríguez-Labajos y Begüm Özkaynak

Contra la velocidad: movimientos locales contra mega-


infraestructuras «inútiles e impuestas»
Alfred Burballa Noria y Leah Temper

Conflictos ambientales en torno a proyectos extractivos y agrarios en


Madagascar
Vahinala Raharinirina

Conflictos ambientales en Colombia: actores generadores y


mecanismos de resistencia comunitaria
Mario Alejandro Pérez-Rincón

Los colores de la tierra: permanencia y discontinuidades del apartheid


en Namibia
Pablo Gilolmo Lobo

ecologíaPolítica 47
Consultas comunitarias y vecinales
contra la minería metalífera en
América Latina (2002-2012)
Mariana Walter* y Leire Urkidi**
Traducido por: Verónica Núñez Reyes

Palabras clave: consultas comunitarias, minería,


América Latina, instituciones híbridas, multi-es-
calaridad

Introducción

Este artículo estudia las consultas comunita- recientes sobre los flujos metabólicos muestran que
rias sobre proyectos mineros metálicos a gran el material extraído y exportado por las economías
escala en Latinoamérica. Estas consultas son di- latinoamericanas se ha multiplicado por un factor
ferentes al principio de consentimiento previo, de entre tres y cuatro en los últimos cuarenta años
libre e informado o consulta previa, fomentado (West y Schandl, 2013). Esto implica que, a me-
por los gobiernos nacionales. Desde la consulta dida que la frontera de extracción (Moore, 2000)
de junio de 2002 en Tambograndre (Perú) hasta avanza hacia nuevos depósitos – con concentracio-
la de noviembre de 2012 en Mataquescuintla nes minerales más bajas –, los impactos económi-
(Guatemala), se llevaron a cabo 68 consultas en cos, medioambientales y sociales de la extracción
10 años. Éstas se han realizado en Perú, Argen- se multiplican (Mudd, 2007; Prior et al., 2012).
tina, Guatemala, Colombia y Perú. En todos
los casos el resultado ha sido una gran oposi- El surgimiento y propagación de las
ción a los proyectos mineros. La particularidad consultas mineras en Latinoamérica
de estas consultas es que no están fomentadas
por los gobiernos nacionales como parte de los Para el periodo de 2002-2012 identificamos 68
procedimientos oficiales para consultar a las co- consultas sobre minería metálica en cinco países lati-
munidades, sino que están promovidas por mo- noamericanos: Perú (2002, 2007, 2008, 2009 y 2012),
vimientos de justicia ambiental, generalmente Argentina (2003, 2012), Ecuador (2011), Colombia
con el soporte de los gobiernos locales. (2009) y Guatemala (57 consultas municipales desde
Este proceso está ocurriendo en un contexto en Sipacapa en 2005 a Mataquescuintla en 2012).
el que existen grandes presiones para extraer mine- La tabla 1 muestra los casos de consultas llevadas
rales en Latinoamérica y, con ello, un incremento a cabo en un contexto de conflictos mineros acti-
en el número de conflictos socio-medioambienta- vos. Esta tabla no incluye los casos de las consultas
les relacionados (Bebbington et al., 2008). Estudios organizadas en Guatemala de forma preventiva,
que no se presentan en este artículo por falta de
*Institut de Ciències i tecnologies Ambientals (ICTA), Univer- espacio. El caso de Guatemala muestra algunos ras-
sidad Autónoma de Barcelona; International Institute of Social
Studies (ISS), Erasmus University Rotterdam gos distintivos característicos. Mientras el primer
(marianawalter2002@gmail.com) caso de consulta (Sipacapa) y la consulta sobre la
** Universidad del País Vasco UPV/EHU (Parte Hartuz; Minera San Rafael ocurrieron en el contexto de un
EKOPOL); Especialización Doctores UPV/EHU 2014.
(leire.urkidi@ehu.es) conflicto activo, el resto de casos fueron parte de

48 ecologíaPolítica
Consulta

Fecha Usa lista oficial Tipo de consulta (marco Participación % en % de


Duración del Proyecto minero y Secreto/no % a favor de
Caso de la secreto
de votantes legal O.M.: ordenanza (% de los posibles contra de la
la minería
blancos/
conflicto compañía (S/N) municipal) votantes) minería nulos
consulta
Proyecto Tambogrande.
Tambogrande. Distrito de 1990-2003 01-06-2002
Manhattan Minerals
S S Consulta vecinal (O.M.) 27015 (69%) 93.85% 1.98 4.17
Tambogrande (Piura) (Junior Canada). Oro
y plata
Pacaipampa (Consulta
Majaz/Río Blanco. Distrito 6091 (71.47%)
Proyecto Majaz. Vecinal, O.M.)
de Ayabaca y Pacaipampa Ayabaca (Consulta Vecinal,
Monterrico Metals (UK, 8873 (50.09%)
(Municipalidad Ayabaca) S O.M.) 17’033
2002-actualidad 16/09/07 junior). Vendido en 2007 S 285 (1.58%) 699
& distrito de Carmen de la (94.54)
a Zijin Mining (China). Carmen de la frontera
Frontera (municipalidad de Cobre, molibdeno 3053(59.26%)
(Consulta Vecinal, O.M.)
Huancabamba), Piura.

Candarave. Distritos de Proyecto Toquepala.


Candarave, San Pedro, Cairani,
Souther Copper Corp.
Calacala; Talaca, Yucamani, 1990s-actualidad 17/02/08 S S consulta vecinal (O.M.) 3478 (67%) 3215 (92%) n.i. n.i.
(U.S.- Mexico) cobre,
Calientes y Pallata (Tacna,
Perú molibdeno
Atacama)

Cocachacra* (Consulta
S S 3131 (49%) 2916 (93%) 139 (4.4%) 76 (2.4%)
Vecinal, O.M.)
Islay/Tía María. Distritos de Punta Bombón*(Consulta
S S 2004 (43%) 1883 (94%) 71 (3.5%) 50 (2.5%)
Cocachacra, Punta de Bombón, Proyecto Tía María. Vecinal, O.M.)
Dean Valdivia (Consulta
Dean Valdivia,Mejía, islay- 2008-2011 27/09/09 Souther Copper Corp. S S 2304 (53%) 2211 (96%) 52(2.3%) 41(1.8%)
Vecinal, O.M.)
Matarani y Mollendo (Arequipa, cobre Mollendo (Consulta
S N 3643 (n.i.) 3573 (98%) 9 (0.3%) 61 (1.7%)
Provincia de Islay) popular)
S ** Mejía (consulta vecinal) 272 (n.i.) 245 (90%) 26 (9.8%) 1 (0.4%)
Islay-Matarani (Consulta
S N 837 (n.i.) 765 (91.4%) 61 (7.3%) 11 (1.3%)
popular)
Kañaris. 3 distritos (San Juan Proyecto Cañariaco.
Consulta Comunitaria
Bautista de Cañaris, Huacapampa, 2004-actualidad 30/09/12 Candente Copper (Canada, S S 1896(47.4%) 1719(95%) 106 (6%) 71 (4%)
(OIT-169)
Congona) Lambayeque junior) cobre, oro, plata

Proyecto Esquel. Meridian


Gold (U.S., junior)- Vendido Consulta Popular
Esquel (provincia de Chubut) 2001-actualidad 23/03/03
en 2007 aYamana Gold
S S
Obligatoria (O.M.)
13845(75%) 11046(81%) 2561 (17%) 277 (2%)
(Canda, Junior) oro, plata

Argentina Proyecto Lonco.


Corporación Minera
Referendum obligatorio y
Loncopue (Provincia de de Neuquén (provincial 2125
2007-actualidad 02/06/12 S S vinculante (para aprovar 2588 (72%) 388 75(2.9%)
Neuquén) Argentina) y Metallurgical (82.08%)
O.M.)
Construction Corp (China).
Cobre, molibdeno.
Proyecto Quimsacocha.
Proyecto Quimsacocha Iam Gold (Canada). Consulta Comunitaria

Geografías de la conflictividad
958 18
Ecuador (Vitoria del Portete y Tarqui) 2004-actualidad 02/10/11 Vendido en 2012 a INV S N realizada por las Juntas de 1037 (66,6%) 47(4.53)
(92.38%) (1.73%)
Azuay Metals (Canada, junior) Agua a todos sus miembros
oro, plata, cobre

Proyecto Mandé Norte.


Proyecto Mandé Norte. 2
Muriel Mining (U.S., Consulta inter-etnica.
Colombia Municipalidades (Carmen del 2007-actualidad 28/02/09
Junior). Cobre, oro,
N N
OIT-169.
1251 798 0
Darién, Murindó) Chocó molibdeno.

Proyecto Marlin, Montana Ambos


Exploradora (Goldcorp- (dependiendo Consulta Comunitaria
Sipakapa (San Marcos) 2003-actualidad 08/06/2005
Canada, senior). Oro, de las
S
(O.M.)
2564 (45%) 95.50% 1.40% 1.60%
plata, cielo abierto comunidades)
Guatemala
Proyecto Escobal, Oasis
29/05/2011
(Minera San Rafael: Tahoe
Minera San Rafael (Santa 2010-actualidad
11/06/2011
Resources Canada - 40% of S S
Mataquescuintla (Consulta
10,375(53%) 97% 1.6% 1.8%
Rosa) y Mataquescuintla (Jalapa) 10/07/2011 Comunitaria O.M.)
Goldcorp Canada). Plata,
11/11/2012
oro, otros

Tabla 1. Consultas en el marco de conflictos mineros activos en Latinoamérica, 2002-2012.


*En las consultas se hicieron dos preguntas. En esta tabla solo presentamos la respuestas sobre la aceptación o rechazo a las actividades mineras.
**Hay información divergente entre las fuente, sobre el papel que tomó el gobierno local en esta consulta.

una campaña regional para prevenir la expansión Una institución multi-escalar


de las actividades mineras en el país.
Las consultas sobre minería están promovidas
Discusión por movimientos sociales compuestos por una infi-
nidad de grupos, incluyendo movimientos indígenas
Las consultas estudiadas emergen en el contexto y campesinos, agricultores, liderazgos comunitarios,
de luchas por la justicia ambiental y en momentos profesionales urbanos, parroquias locales, profesera-
de criminalización y violencia, y reivindican el de- do y ONGs, entre otros. A medida que los conflictos
recho a participar de las poblaciones afectadas por mineros evolucionan, estos movimientos sociales se
proyectos que ponen en riesgo sus tierras y modos unen a redes y organizaciones (ambientales, an-
de vida. Además, y como se expone a continua- ti-minería, de Derechos Humanos, indígenas, cató-
ción, estas consultas constituyen una institución licas…) que se mueven a través de múltiples escalas
híbrida, resultado de una dinámica multi-escalar. geográficas (Urkidi y Walter, 2011). En estas redes
se divulga información, experiencias y estrategias, se
promueve la movilidad de activistas para aprender y
compartir experiencias entre comunidades, se apoya

ecologíaPolítica 49
la participación en foros latinoamericanos e interna- Es más, a medida que las consultas se han ido
cionales, y se facilita que los litigios lleguen a tribu- multiplicando en Latinoamérica, las redes nacio-
nales extranjeros (p.ej. las cortes del Reino Unido en nales y transnacionales han tratado de sistematizar
el caso Majaz) o internacionales (p.ej. Sipacapa y la y reforzar el proceso de consultas y sus lecciones,
Comisión Interamericana de Derechos Humanos). organizando eventos internacionales (ej. Encuentro
Además, entre las redes que impulsaron la di- Binacional Ecuador-Perú sobre Consultas a la Co-
fusión de las consultas, encontramos que algunas munidad, el 28 de Febrero de 2012), y elaborando
de ellas nacieron de las primeras experiencias de informes (ej. CISDE-ALAI, 2009; Duthie, 2012;
consultas sobre minería: Tambogrande, Esquel y Janhcke Benavente & Meza, 2010; McGee, 2008;
Sipacapa. Estos primeros casos fueron conflictos Merida & Krenmayr, 2008, 2010). Los movimien-
mineros relevantes tanto a escala nacional como tos nacionales y transnacionales también han de-
transnacional, marcando un antes y un después en sarrollado y fortalecido las estrategias legales para
los procesos de consulta sobre minería en Latinoa- defender la legalidad de las consultas y condenar los
mérica y en sus propios países. La Red Muqui, na- abusos a los derechos humanos en tribunales nacio-
cida del conflicto en Tambogrande, fue un provee- nales e internacionales (en la Corte Constitucional
dor clave de información, experiencia y materiales en Colombia, o la presentación del caso Sipacapa
para el caso de Majaz/Río Blanco y para posteriores en la Comisión Interamericana de Derechos Hu-
consultas. La plataforma «Noalamina», coordinada manos), a través del seguimiento y denuncia de la
por el movimiento anti-minería de Esquel, ha sido creciente criminalización (p.ej. OCMAL 2011).
clave en la difusión de información y recursos entre Al analizar cómo han viajado las consultas en-
las comunidades latinoamericanas. En Guatemala, tre las comunidades de Latinoamérica, nos damos
el gran incremento de consultas mineras, está rela- cuenta de que Internet y los documentales han
cionado con la repercusión nacional e internacio- sido vehículos clave en la difusión de testimonios
nal de la experiencia de Sipacapa. Con el soporte y experiencias entre personas y lugares distantes.
de diferentes ONGs y asociaciones se crearon dos Mientras que el papel de Internet ha sido discutido
redes regionales entorno a conflictos sobre minería en estudios previos (Bickerstaff y Agyeman, 2009),
y proyectos hidroeléctricos en Guatemala (Asam- en este análisis también hemos visto cómo los do-
blea de Recursos Naturales de Huehuetenango y cumentales han contribuido significativamente a
Consejo de Pueblos de Occidente). Ha habido un los procesos de aprendizaje social. Los documenta-
proceso de intercambio de experiencias, en el cual les sobre el derrame de mercurio de Choropampa
las nuevas consultas fueron organizadas a partir (Cajamarca, Perú) y sobre las consultas de Tambo-
de lo aprendido de las anteriores, a través de estas grande y Sipacapa se distribuyeron ampliamente
organizaciones y redes nacionales y transnaciona- en la región (Choropampa: El precio del oro, 2002;
les (Red Muqui, 2009; Janhcke Benavente y Meza Sipacapa no se vende, 2005; Tambogrande: mangos,
2010). muerte, minería, 2007). Estos y otros documenta-
Las redes no sólo han jugado un papel clave en les han demostrado los impactos de las actividades
la difusión de la experiencia consultiva, sino que mineras a gran escala y las estrategias de los grupos
han proporcionado recursos logísticos, técnicos y opositores, contribuyendo al proceso de aprendiza-
a veces también financieros. Una amplia variedad je del movimiento de justicia ambiental regional.
de agentes transnacionales también han apoyado Los documentales juegan un papel central
las consultas como observadores, contribuyendo haciendo que las comunidades afectadas se den
a construir la legitimidad internacional de estos cuenta de que su conflicto no es local, sino que es
procesos. Oxfam, Friends of the Earth, Greenpea- simultáneamente local, nacional, regional global y
ce, Mineral Policy Centre, Peace Brigades Inter- estructural. En ese reconocimiento, se construye
national, Nisgua, Catapa, Rigths Action y Mining una perspectiva común y se refuerzan los vínculos
Watch son algunas organizaciones observadoras solidarios.
internacionales que han estado presentes en las La construcción y divulgación así como las fuen-
consultas mineras latinoamericanas. tes de legitimidad de esta institución de partici-

50 ecologíaPolítica
pación (es decir, las consultas comunitarias) están preservar la gobernabilidad o el poder local (p.ej.
inmersas en una compleja y dinámica interacción Esquel, Sipacapa), a veces adoptando una posición
de actores sociales, discursos, redes y estrategias que que difiere de la de su partido a nivel nacional.
se mueven a diferentes escalas. El poder político de La alianza con gobiernos locales fue clave
las consultas está, en parte, basado en la habilidad para construir la legitimidad en las consultas
de los movimientos supra-locales para moverse y (Red Muqui, 2009), enmarcándolas como una
difundir estos eventos a múltiples escalas, creando institución formal (y democrática) de participa-
nuevos apoyos y reacciones. Las consultas, ya sean ción local, no solo como una mera estrategia de
vecinales, populares, comunitarias o inter-étnicas, los movimientos anti-minería (Muradian et al.,
apelan a normas y derechos municipales, nacio- 2003). El hecho de que las primeras consultas
nales e internacionales y son reclamadas por movi- fueran llevadas a cabo a través de ordenanzas
mientos de justicia ambiental. En este sentido, las locales contribuyó a construir las bases para le-
consultas latinoamericanas sobre minería son una gitimar la consiguiente ola de consultas, fueran
institución multi-escalar, ya que están constituidas éstas realizadas con o sin el soporte formal (p.ej.
por (y son constituyentes de) actores sociales, es- algunos distritos en la consulta de Tía María en
trategias, regulaciones y discursos pertenecientes a Perú o en el caso de Kimsakocha en Ecuador).
múltiples y cambiantes escalas. Mientras que las Por otro lado, la implicación de los movimientos
consultas pueden ser enmarcadas como una insti- sociales redujo, en algunos lugares, la descon-
tución de participación que ejemplifica el proceso fianza que muchas comunidades rurales tienen
de gobernanza desde abajo (Paterson et al., 2003), en relación a los organismos gubernamentales,

Geografías de la conflictividad
la fuerza y legitimidad de esta institución es mul- incluyendo los municipales. En las consultas
ti-escalar. guatemaltecas el hecho de que actores sociales,
que no estaban directamente relacionados con el
Las consultas como instituciones híbridas gobierno municipal, estuvieran promoviendo las
consultas fue interpretado como una fuente de
El proceso de consultas comunitarias sobre mi- confianza y fomentó la participación (Mérida y
nería se basa en una combinación de instituciones Krenmayer, 2008, 2010; entrevistas Guatemala,
formales e informales, modernas y tradicionales 2009). Podríamos decir que la legitimidad de las
adaptadas, en cualquier caso, al contexto local. consultas es, en parte, causa y consecuencia de
Mientras los movimientos sociales han jugado un las alianzas híbridas formadas entre los gobiernos
papel clave en la aparición y difusión de las consul- locales y los movimientos sociales.
tas, un rasgo particular ha sido el papel jugado por En cada contexto, esta institución híbrida es
los gobiernos locales. Las consultas comunitarias legitimada haciendo referencia a las tradiciones
combinan capacidades (gestión, comunicación, re- propias y/o a la percepción colectiva de la forma
gulación) y diferentes clases de poder (legitimidad, socialmente aceptable de hacer las cosas (Clea-
redes, recursos, confianza) de los movimientos so- ver, 2013). Una fuente relevante de legitimidad
ciales (instituciones informales) y de los gobiernos (interna y externa) procede de los procedimien-
locales (instituciones formales). tos usados para consultar a la población, apelan-
Los casos de consultas llevadas a cabo sin alian- do a los valores democráticos y a los derechos
zas con los gobiernos locales son la excepción. En de consulta indígenas. En muchos casos, las
algunos casos, los gobiernos locales se unen rápida- comunidades crearon procedimientos híbridos
mente a los movimientos sociales o incluso juegan que combinan los modos oficiales de participa-
un papel central en la formación de movimientos ción democrática (p. ej.: los procedimientos de
críticos con las actividades mineras (p.ej. Majaz, elecciones oficiales), con los derechos consue-
Toquepala, la ola de consultas de Guatemala). tudinarios indígenas y con las experiencias de
En otros casos, los gobiernos locales cambian su previas consultas.
posición a medida que aparecen los conflictos y En muchos casos (en la mayoría de Perú, en
finalmente permiten o apoyan las consultas para Argentina, algunas en Guatemala), como por

ecologíaPolítica 51
ejemplo Tambogrande, la consulta siguió los po (después los episodios de criminalización
mismos procedimientos de unas elecciones ofi- han cambiado la situación) y han conseguido
ciales: llamada formal al voto, registro de vo- cancelar algunos proyectos de manera provisio-
tantes, voto secreto, etc. y la calidad del proceso nal (Tambogrande, Esquel). La ola de consultas
fue certificada por observadores externos. En preventivas de Guatemala ha contribuido a que
algunas consultas en zona indígena se votó de la mayoría de permisos de exploración no tras-
manera secreta y en otras a mano alzada, como cendieran a explotación.
en muchas reuniones comunitarias. En 32 de las Sin embargo, la legitimidad de las consultas
57 consultas realizadas en Guatemala (todas en está en disputa por parte de diferentes actores
zona indígena), y en la de Colombia, las perso- dentro de Estados y gobiernos. Mientras los go-
nas de la comunidad no registradas oficialmente biernos nacionales y los Ministerios de Minería,
también podían votar (Jahncke and Meza, 2010; al igual que las compañías, rechazan, ignoran o
Mérida y Krenmayr, 2010). Esto condujo a una criminalizan (definiéndolas como ilegales) estos
mayor participación de las mujeres que en cual- eventos participativos, algunos gobiernos locales
quier otra votación, dado que las mujeres están y provinciales, así como otros ministerios nacio-
proporcionalmente menos registradas (es decir, nales y regionales, autoridades o tribunales (p.
no tienen carnet de identidad) que los hombres ej.: Ombudsman, oficinas electorales nacionales,
en Guatemala (Mérida y Krenmayr, 2010). Tribunal Constitucional, consejos nacionales de
En contraste con las formas de gobernanza que derechos humanos, Ministerio de Medioambien-
continúan excluyendo a los grupos vulnerables te), reconocen esta institución de participación.
(Ford, 2003; Cleaver et al., 2013; Swyngedouw, Esto refleja la heterogeneidad de intereses y
2005), estas consultas son organizadas por – y tie- valores que atraviesa las estructuras del Estado
nen en cuenta a – grupos marginados como los y señala la necesidad de problematizar el papel
pueblos indígenas, las mujeres y el campesinado. de los gobiernos y el Estado en los marcos de
En este sentido, las consultas expanden el alcance gobernanza ambiental. Las instituciones híbri-
propio de las instituciones formales e informales das lideradas por la sociedad civil, tales como las
para fomentar la participación local. consultas comunitarias, no pretenden necesaria-
Las consultas son algo más que la suma de re- mente obviar o evitar a los gobiernos («bypass go-
gulaciones y derechos existentes y, aunque basa- vernments» según Delmas y Young, 2009), si no,
das en ellas, recuperan su alcance y significado, por el contrario, anclar parte de su legitimidad
basándose en lo que se considera legítimo y justo en alguno de los organismos gubernamentales
para las comunidades locales. Por ejemplo: las co- (gobiernos locales en este caso).
munidades, a través de sus prácticas y discursos, Actualmente, el conflicto gira en torno a la
están expandiendo y re-significando la forma en formalización de los derechos de consulta y a la
que el Convenio 169 de la OIT – y la declaración regulación de los procedimientos por parte de
de Naciones Unidas sobre los derechos de los gru- los gobiernos centrales, con el riesgo de coopta-
pos indígenas – enmarcan la «consulta previa», ción, exclusión y desnaturalización de la consulta
forzando así nuevos debates sobre el alcance de que eso comporta. Los movimientos sociales y
dichos convenios (McGee, 2008; Fulmer, 2011). las comunidades defienden que el marco legal
actual es suficiente para aceptar las consultas y
Conclusiones sus resultados y que más normas sólo llevarían a
unas condiciones más restrictivas para la parti-
Una de las cuestiones clave de las consultas cipación (Nisgua, 2011). Mientras tanto el pro-
comunitarias sobre minería es que constituyen ceso de consulta comunitaria sigue expandién-
una institución de participación social, más allá dose en Latinoamérica y llega a conflictos por
de ser una estrategia de lucha y reivindicación. proyectos hidroeléctricos o por la extracción de
Las consultas han logrado disminuir la frustra- otros recursos naturales; procesos que sin duda
ción local y la violencia, al menos por un tiem- merecen ser seguidos muy de cerca.

52 ecologíaPolítica
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ecologíaPolítica 53
Hacia una interpretación analítica
de los logros para la justicia
ambiental en casos de resistencia
anti-minera
Beatriz Rodríguez-Labajos* y Begüm
Özkaynak**

lizar: de minería de uranio en Gabón, de oro en el


Palabras clave: conflictos mineros, justicia am- cerro Wirikuta (México) o de carbón en el Páramo
biental, bases de datos georreferenciadas, esta- del Almorzadero (Colombia). Sin embargo, si pre-
dística descriptiva guntamos a los activistas en cada caso si consideran
la situación como un éxito de la justicia ambiental,
la respuesta puede llegar a ser muy diferente.
Introducción Frente a la dificultad de definir el concepto de
manera objetiva, y observando la práctica de las or-
Las bases de datos de conflictos mineros son ganizaciones de justicia ambiental, es posible pre-
una fuente de aprendizaje sobre cómo emplear de guntarse: ¿qué circunstancias se reconocen como
manera efectiva el mapeo en apoyo a resistencias éxitos o como fracasos de la justicia ambiental?; ¿es
de justicia ambiental. Así, desde 2007, el Obser- suficiente o necesario que el proyecto se paralice?;
vatorio de Conflictos Mineros de América Latina ¿hasta qué punto cuentan los impactos sufridos?;
(OCMAL)1 reúne a organizaciones que colaboran ¿cómo se integran las expectativas respecto a la ac-
en establecer estrategias de resistencia y alternativas tuación de los poderes del Estado?; ¿cómo interpre-
a la minería en América Latina. Un grupo de inves- tar las dinámicas que se desarrollan al interior de
tigación en la Universidad de McGilll, en Montreal las comunidades a raíz del conflicto?
ha catalogado conflictos socio-ambientales vincula- La minería resulta un ámbito de particular inte-
dos a compañías mineras canadienses (MICLA)2. rés a nivel global para indagar y entender este tipo
El sitio web del movimiento ‘No a la mina’3, surgi- de factores definitorios de los logros de la justicia
do en la resistencia al proyecto minero de Esquel, ambiental. Por un lado, como se ha visto, existe una
en Argentina, se ha consolidado como un recurso amplia base de información disponible. Por otro,
de referencia sobre la oposición a la minería de gran los conflictos mineros revelan injusticias ambien-
escala a cielo abierto. tales en una perspectiva metabólica global. Pueden
A partir de este tipo de información, es posible existir conflictos a lo largo de todas las etapas de
observar que lo largo de un conflicto acontecen di- la vida útil de los minerales como mercancías (o
versas circunstancias frente a las cuales los activistas commodity chain, en la literatura anglosajona). Los
se posicionan de diferente manera. Por ejemplo, conflictos mineros articulan luchas locales frente a
son conocidos proyectos que se han llegado a para- la desposesión, con los elementos que sustentan un
metabolismo social creciente a escala global, para
* Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals, Universitat Au-
tònoma de Barcelona el cual el uso de recursos minerales (no renova-
(labajos_bea@yahoo.com; beatriz.rodriguez@uab.cat) bles) es fundamental (Bridge, 2008; Özkaynak et
** Department of Economics, Boğaziçi University al., 2012).
(begum.ozkaynak@boun.edu.tr)
1 www.conflictosmineros.net En este artículo abordamos el potencial ana-
2 http://micla.ca/conflicts lítico del mapeo de conflictos – con referencia a
3 www.noalamina.org

54 ecologíaPolítica
los conflictos mineros – para beneficio de las or- interesadas en apoyar esfuerzos de resistencia ante
ganizaciones de justicia ambiental. Partimos de la injusticia ambiental (véase Temper et al., 2014).
la experiencia del proyecto EJOLT y el Atlas de Entre los numerosos campos de información que
justicia ambiental (http://ejatlas.org), para ilustrar conforman cada entrada en esta base de datos que
cómo el concepto de justicia ambiental puede ser se incluye la pregunta «¿Considera que el caso re-
reformulado a partir del análisis estadístico de los presenta un logro para la justicia ambiental?», para
argumentos aportados por los activistas a la hora lo que se ofrecen tres posibles respuestas: ‘Sí’, ‘No
de calificar sus propios logros. Con este objeto, y estoy seguro/a’ y ‘No’. A continuación, se solicita
en base a la perspectiva metabólica ya menciona- una justificación de la respuesta.
da, establecemos una delimitación operativa de Como se verá, el conjunto de razones aporta-
conflicto minero como aquel que está relacionado das en la explicación es enormemente variado. Al
con la extracción de minerales, su procesamiento y margen de aquellos pocos casos en los que se aduce
transporte, así como la gestión de desechos en proyectos falta de información o no se contesta, las respuestas
mineros concretos, lo que circunscribe los conflictos, se pueden clasificar en razones ‘favorables’ a la justi-
fundamentalmente, a las escalas local y regional. cia ambiental (como la paralización del proyecto, la
En particular, el artículo se centra en el proble- obtención de compensaciones o el fortalecimiento
ma analítico de incorporar en la teoría de justicia del tejido social) y razones ‘desfavorables’ a la jus-
ambiental el conocimiento activista sobre los de- ticia ambiental (como que el proyecto esté operan-
terminantes del éxito en casos de conflictos de la do, la falta de cumplimiento del marco legal o la

Geografías de la conflictividad
justicia ambiental. Esto es, se trata de entender por amenaza latente de la reactivación del proyecto).
qué un resultado concreto, en el contexto de un Es común que se dé una combinación de razo-
conflicto (anti-minero), es visto por los movimien- nes positivas y negativas a la hora de calificar tanto
tos de resistencia como un logro o como un fracaso los logros como los fracasos. En los casos en los
de la justicia ambiental. Éste es un punto delicado que la respuesta es ‘no estoy segura’, la miscelánea
que combina la percepción de los activistas y las de razones es aún más acentuada y compleja. En
comunidades que éstos apoyan, con hechos con- consecuencia, un análisis estadístico que realice un
cretos que se pueden argüir para explicar el éxito o conteo simple de ‘Sí’, ‘No’ o ‘No estoy segura’ pue-
fracaso de la protesta. El punto de partida va a ser, de pecar de simplista. Por otro lado, una posible
por lo tanto, esencialmente cualitativo y con un recodificación de casos puede llegar a vulnerar los
gran componente de subjetividad. datos aportados por los activistas y no es replicable.
En este artículo explicamos cómo transformar
datos cualitativos en datos que faciliten el análisis Propuesta metodológica
cuantitativo, incluyendo el uso de métodos de esta-
dística descriptiva, y utilizamos los resultados para Ante esta disyuntiva proponemos una metodo-
ofrecer una contribución a la definición de justicia logía simple pero de gran efectividad analítica, que
ambiental. En las siguientes secciones se detalla la permite convertir cualquier posible respuesta a una
metodología y materiales de trabajo, se presentan escala de 0 a 5 en un gradiente ordinal de «logros de
resultados y, finalmente, se discuten los mismos a la la justicia ambiental». Dicha metodología consiste
luz de su contribución a las definiciones existentes en las siguientes etapas:
de justicia ambiental. 1. Codificar cada una de las razones aportadas
en la explicación de cada uno de los casos.
Métodos y materiales 2. Clasificar dichas razones en ‘favorables’ o ‘des-
favorables’ para la justicia ambiental. De acuerdo
El Atlas EJOLT de Justicia Ambiental, que re- a nuestra experiencia, este paso no implica arbi-
copila información sistemática de conflictos ecoló- trariedad, puesto que las justificaciones aportadas
gico-distributivos, en un esfuerzo conjunto entre dejan claro cuándo hay una consideración positiva
academia, grupos de la sociedad civil y personas o negativa de una determinada situación.

ecologíaPolítica 55
¿El caso es un éxito de la justícia ambiental?
Razones aportadas
Sí No estoy seguro/a No

Razón favorable más


Razones frecuente (p. ej. paralización
favorables del proyecto) 5 3 1

Otras razones favorables

Otras razones desfavorables


Razones 2
desfavora- Razón desfavorable más 4 0
bles frecuente (p. ej. continúa
del proyecto)

Figura 1. Niveles de éxito para la justicia ambiental en la resistencia anti-minera (Fuente: Elabo-
ración propia) 0 1 2 3 4 5

3. Estimar la frecuencia de cada razón aportada e nivel de éxito.


identificar la razón (o razones) más frecuente(s) en la (4) Al tiempo que el caso es considerado como un
respuestas ‘sí’ y ‘no’ a la pregunta: «¿Este caso es un éxito logro para la justicia ambiental (respuesta ‘sí’), se dan
de la justicia ambiental?». A partir de esta etapa, es posi- factores desfavorables que matizan este resultado.
ble tabular el conjunto de los casos de acuerdo a la clave (5) El caso es considerado como un logro para la
mostrada en la Figura 1. justicia ambiental (respuesta ‘sí) y para explicarlo se
4. Utilizando la clave mostrada en la Figura 1, clasifi- aducen razones exclusivamente favorables.
car cada caso en diferentes niveles de éxito para la justicia
ambiental de la resistencia anti-minera. Éstos se deben Datos
entender como grupos analíticos expresados en una es-
cala ordinal en la que las distancias entre los valores no Se clasificaron 354 casos de conflictos registrados
tienen por qué tener una correspondencia en la distancia en el Atlas EJOLT de Justicia Ambiental, desde su
entre las categorías. Específicamente, los criterios de cla- lanzamiento hasta octubre de 2014, que se ajustaban
sificación son los siguientes: a la delimitación mencionada de conflicto minero (Fi-
(0) El caso es considerado como un fracaso para la gura 2). Si bien no se trata de un registro exhaustivo de
justicia ambiental (respuesta ‘no’) y para explicarlo se casos, su representatividad es aceptable, especialmente
aducen razones exclusivamente desfavorables. para las regiones de América Latina y el Caribe, África
(1) Al tiempo que el caso es considerado como un y Europa. La concentración de conflictos en Améri-
fracaso para la justicia ambiental (respuesta ‘no’), la ca Latina es consistente con la ola de movilizaciones
explicación incluye algún factor favorable que puede como respuesta al aumento de las inversiones del sec-
matizar dicho fracaso. tor minero en la última década (Walter, 2014).
(2) La razón más frecuente en los casos de fracaso
aparece en este caso, pero al mismo tiempo se aducen Resultados
razones positivas, por lo que no se está seguro del nivel
de éxito. ¿Cuál es el nivel de éxito percibido en las
(3) La razón más frecuente en los casos de éxito luchas por la justicia ambiental en materia de
aparece en este caso, pero al mismo tiempo se aducen minería?
razones negativas, por lo que no se está seguro del La situación más generalizada en los casos de

56 ecologíaPolítica
mineros se resuelven en fracasos, sin paliativos, de
la justicia ambiental, siendo África la región en que,
con diferencia, esta situación es más acentuada. En
el caso de América del Norte, los fracasos suelen
venir acompañados de ciertas condiciones favora-
bles, y por esa razón se registran ya en la categoría
siguiente (nivel 1) o, incluso, de manera muy fre-
cuente, el peso de que estas condiciones favorables
hace que se llegue a dudar de si realmente se trata
de un fracaso o de un éxito (nivel 2) (Figura 4).
Observando los casos de éxito claro de la justicia
ambiental, la regiones más favorecidas en términos
Figura 2. Casos de conflicto minero, por región (Fuen- relativos son, por este orden, Asia-Pacífico, Nor-
te: Elaboración propia con base en datos de EJOLT) teamérica y América Latina y el Caribe, siempre
conflicto minero es la de una respuesta negativa en porcentajes mucho más modestos que en caso
a la pregunta de si el caso constituye un éxito de de los fracasos. En Europa, el grueso de los logros
la justicia ambiental, lo que supone casi la mitad vienen acompañados de factores desfavorables que
de los casos registrados. En un 35% de los casos
no existe elemento favorable en el caso que matice

Geografías de la conflictividad
esta percepción. Cuando no se está seguro acerca
del nivel de éxito, lo más común es que el pro-
yecto minero esté operativo. Así es en el 28% de
todos los casos, frente al 5% en los que el proyecto
se ha paralizado pero no hay una convicción de
logro alcanzado. Finalmente, en torno al 21% de
los casos de conflicto minero se consideran éxitos
Figura 4. Porcentaje de casos en cada nivel de éxito,
para la justicia ambiental, aunque únicamente en por grandes regiones mundiales (Fuente: Cálculos
un 13% del total de los conflictos esto obedece a propios)
consideraciones exclusivamente favorables (Fig. 3).
La percepción más frecuente en todas las regio- hacen que los éxitos se registren en un nivel infe-
nes del mundo (excepto en América del Norte y en rior (nivel 4), siendo así la región en la que esta
la región Asia-Pacífico) es la de que los conflictos situación de logros matizados es relativamente más
común.

Figura 3. Nivel de éxito en conflictos anti-mine-


ros (Fuente: Cálculos propios)

ecologíaPolítica 57
La Figura 5 muestra un mapa de intensidad que
permite visualizar el nivel de justicia ambiental más
frecuente (moda estadística), por país.

Figura 5. Mapa de intensidad en la percepción


del nivel de éxito en resistencias anti-mineras
(Fuente: Elaboración propia)
Nota: Se representa la moda del nivel de éxito (en
promedio para los casos multimodales)

¿es un caso de éxito para la justicia ambiental?

no no está seguro/a sí

factores % total % No % total % no seguro % total % Sí

(n=354) (nN= 163) (n=354) (nNS=117) (n=354) (nS=74)

Desfavorables

Proyecto en operación o construcción 29 64 15 44 0,8 4

Presencia de impactos 16 35 8 23 1 7

Respuesta gubernamental inadecuada 13 29 5 15

Planificación en curso 6 14 4 12

Compensación insuficiente, impagada o ninguna 6 13 3 9 0,8 4

Falta de cumplimiento de la ley 5 12 4 12 0,6 3

Latencia de nuevas amenazas 5 12 4 12 3 15

Criminalización y represión 5 11 2 7 0,8 4

Falta de acciones para la mitigación de impactos 4 9 0,8 3

Sin resultados concretos o sin decisión definitiva 4 8 8 25 0,8 4

Debilitamiento del tejido social 4 8 1 4

Sin representación / participación o demandas no atendidas 4 8 0,8 3 0,3 1

Impactos incompensables 3 7 2 5 0,3 1

Resultado debido a factores diferentes del activismo 2 4 1 4 0,3 1


Tabla 1.
Esfuerzos de expansión del proyecto 1 3 1 4 0,3 1
Razones argüidas para
No cancelación del proyecto 1 2 1 4
la justificación del
Cierre sólo parcial 0,6 1 0,8 3 0,3 1 fracaso o del éxito de la
Otros (desfavorables) 0,3 0,6 1 3 resistencia anti-minera
N.C. / Falta de información suficiente 2 4 2 5 1 4 (porcentaje respecto
Favorables
al total de conflictos
(n=354) y respecto al
Compensación satisfactoria 0,3 0,9 0,6 3
subtotal de casos por
Mejora de procesos 2 4 3 9 0,8 4
cada tipo de respuesta
Propuesta de áreas protegidas 0,3 0,9 1 5
(-nN, nNS, nS-)
Juicios ganados 1 1 0,8 3 1 7 (Fuente: Cálculos
Apoyo gubernamental 0,3 1 0,6 2 2 11 propios)
Desarrollo legislativo 0,3 1 0,3 4 19

Consolidación de redes / Activismo 6 12 11 32 11 51

Proyecto suspendido o paralizado 2 5 4 13 19 91

Otros (favorables) 0,3 1 0,3 0,9

58 ecologíaPolítica
¿Qué factores configuran la percepción de La falta de respuesta gubernamental aparece
éxito para la justicia ambiental en la resisten- como el tercer factor más frecuente de fracaso.
cia anti-minera? Está relacionada, por una parte, con la falta de
A menudo, la combinación de elementos fa- la debida atención a quejas de las comunidades
vorables y desfavorables en cada conflicto dificul- y, por la otra, con la percepción del apoyo dado
ta poder hablar de verdaderos éxitos de la justicia a las compañías, que en un número no desdeña-
ambiental. En este sentido, el uso del término ble de casos (19 casos de fracaso) se traduce en
‘logros’ de la justicia ambiental, como lo emplea presiones a los activistas a través de estrategias de
Pérez Rincón (2014), podría ser más apropiado. criminalización y represión. El incumplimiento
La Tabla 1 ordena los elementos identificados en de acuerdos entre las comunidades y las compa-
las respuestas desde los más desfavorables a los ñías, o de acato a disposiciones legales, también
más favorables para la consecución de la justicia son frecuentes en la falta de respuesta institucio-
ambiental. nal satisfactoria a las demandas de los activistas.
El principal factor para el éxito de la justicia Un aspecto importante en la percepción de
ambiental es el hecho de que el proyecto esté falta de éxito se liga a que la amenaza continúe
operando o no. El 64% de los conflictos mineros tras la consecución de un determinado logro.
que se consideran fracasos para la justicia am- Ello puede obedecer a que los impactos del pro-
biental están en operación o construcción, y el yecto se mantienen a pesar de su posible paraliza-
91% de los casos que se consideran éxitos son ción. La latencia de la amenaza se debe también

Geografías de la conflictividad
proyectos suspendidos o paralizados. al temor de que el proyecto se reactive al cabo
Con todo, el proyecto en sí mismo no es la de un tiempo. Esta es una preocupación parti-
única razón que menoscaba la justicia ambiental. cularmente marcada en los conflictos mineros.
Factores como la presencia de impactos se dan en Los niveles 2 y 3 aparecen a menudo cuando
un 35% de los casos de fracaso, y una respuesta el proyecto se encuentra todavía en la fase de
gubernamental inadecuada explica el 29% de las planificación, y es pronto para poder juzgar la
injusticias percibidas. Por otra parte, incluso ante situación, o cuando existe la posibilidad de que
situaciones en las que el proyecto está en opera- un proyecto paralizado pueda ser reactivado.
ción, pueden identificarse logros para la justicia Aparecen, igualmente, en aquellos casos en los
ambiental; esta situación no es frecuente (0,8% que el proyecto se paraliza, pero sus impactos
de todos los casos registrados), pero representa un perduran. Otra razón es que el proyecto se pa-
perceptible 4% de todos los casos de éxito. En ralice por motivos no directamente vinculados a
este caso, la consolidación de redes de activismo las acciones de resistencia, sino a contingencias,
(51% de los éxitos), desarrollos legislativos favora- como un desastre natural o por el quiebre de la
bles (19% de los éxitos) o la percepción de apoyo empresa.
gubernamental (11% de los éxitos) se encuentran Los niveles 4 y 5 van frecuentemente asocia-
entre los logros para la justicia ambiental. dos a la paralización del proyecto. Sin embargo,
Los niveles 0 y 1, los más bajos en cuanto pueden reconocerse logros para la justicia am-
a logros de la justicia ambiental, normalmente biental pese a que el proyecto continúe, cuan-
van de la mano de diferentes formas de conti- do se obtienen compensaciones adecuadas o se
nuación, reactivación o expansión de proyectos controlan situaciones previamente desfavorables.
mineros. No obstante, son diversas las razones Esto sucede, por ejemplo, cuando mejoran los
que acompañan a esta situación. Las más fre- estándares de salud, seguridad o ambientales de
cuentes tienen que ver con la constatación de los proyectos, o cuando se garantizan derechos
impactos observados, especialmente los relacio- fundamentales previamente vulnerados.
nados con la contaminación y el impacto en el Potencialmente, puede darse la circunstancia
recurso hídrico, así como con las inadecuadas de que una misma combinación de razones fa-
compensaciones posteriores. vorables y desfavorables sea calificada de manera

ecologíaPolítica 59
Figura 6. Las claves de la justicia ambiental en conflictos mineros

diferente en términos de justicia ambiental. Hay ción de logros o fracasos de la justicia ambien-
muchos factores que influencian la subjetividad tal. Con todo, los componentes de participación
de los actores (por ejemplo, la fase en la que se o reconocimiento juegan un papel crucial. Por
encuentre el conflicto). El presente análisis res- una parte, estos factores, asociados a demandas
peta estas subjetividades, al tiempo que ofrece no atendidas de la comunidad, aparecen en
una explicación de la justicia ambiental basada un visible 8% de los casos de fracaso. Por otro
en la frecuencia de determinados factores en lado, se identifican (marginalmente) como una
unos casos o en los otros. razón por la cual la paralización de determina-
dos proyectos no llega a considerarse un éxito.
¿Qué aportan estos resultados a las defini- Igualmente, en un notable 51% de los casos los
ciones más utilizadas de justicia ambiental? logros de la justicia ambiental se asimilan a la
mayor visibilidad y posicionamiento frente al
A partir de los trabajos de Schlosberg (2013, poder ligado a la consolidación de redes o auge
2007), queda de manifiesto la importancia de del activismo.
los aspectos de participación y reconocimiento Con objeto de proporcionar elementos para el
en las situaciones de injusticia ambiental. En este desarrollo conceptual de la justicia ambiental, los
sentido, la definición de justicia ambiental va factores presentados se han analizado en virtud de
más allá de los importantes contribuciones de su frecuencia en los diferentes niveles de éxito (Fi-
Bullard (2001, 1994), Agyeman et al. (2003) o gura 6).
Mohai y Saha (2007), que enfatizan las cargas La clave central para un logro de justicia am-
ambientales desproporcionales sobre comunida- biental es, sin lugar a dudas, la desaparición del
des desfavorecidas, generalmente por razones de proyecto percibido como el origen de la injusticia.
raza o nivel de ingresos. Originado desde el proyecto, existe el interés de
Con base en los resultados expuestos, se con- que no genere impactos. En relación a la reacción
firma que, en los conflictos de minería, los as- de la comunidad, tanto al proyecto como a sus
pectos distributivos (asociados con la operación eventuales impactos, la aspiración es mantener
del proyecto, la percepción de sus impactos o la un nivel de cohesión social de los actores movi-
obtención de compensaciones apropiadas) son lizados que garantice un diálogo equilibrado con
indudablemente determinantes en la percep- el poder, ya sea éste económico (por ejemplo, la

60 ecologíaPolítica
corporación minera) o político (vinculado a los Este es el caso de la interpretación de justicia am-
poderes del Estado). De estas relaciones entre la biental en conflictos asociados a otras temáticas,
comunidad movilizada y el poder surgen expec- como el uso de la tierra o el agua o, incluso, la
tativas de respuesta institucional (entendida como interpretación de otros conceptos difusos como
la de los poderes del Estado). la calidad de vida.
En cada una de estas claves, la situación va a El presente análisis apunta asimismo a conje-
caracterizarse en un gradiente que va desde las turas que pueden ser útiles para futuras investi-
circunstancias más cercanas a un contexto de jus- gaciones. Por ejemplo, el análisis de los niveles
ticia ambiental, a las más alejadas. Ello explica de éxito alcanzado en casos de resistencia an-
que ninguno de los factores por sí solo sea capaz ti-minera parece sugerir diferencias entre grupos
de determinar una situación de justicia, sino que de países. Esto lleva a considerar la hipótesis de
la percepción de éxito surge del balance de los que el nivel de éxito esté asociado a alguna ca-
diferentes ámbitos. racterística de dichos grupos, como su nivel de
ingresos. Al mismo tiempo, las características di-
Conclusiones ferenciales de las mercancías minerales (metales
básicos, preciosos, energéticos, etc.) pueden te-
Este artículo contribuye de diferentes maneras ner importantes repercusiones en término de los
a los estudios sobre justicia ambiental. Desde la logros de la justicia ambiental, particularmente
perspectiva de la definición del concepto, se ha en lo que se refiere a la persistencia del interés en

Geografías de la conflictividad
señalado la relevancia de cuatro aspectos clave explotar depósitos que pueden ser claves para el
en la identificación de factores de éxito o de fra- mantenimiento futuro del metabolismo global.
caso. Tienen que ver con las características del
proyecto, sus impactos, las relaciones entre la co- Agradecimientos
munidad y el poder, y la respuesta institucional
a las demandas sociales. También se incide en la Este artículo es parte de los trabajos de pre-
relevancia de la dinámica de los procesos, parti- paración del informe «Towards successful resis-
cularmente ante el temor a la reactivación de los tance: An systematic assessment of contemporary
proyectos, así como en la permanente amenaza mining conflicts», en el marco del proyecto En-
de nuevas presiones. Esta característica puede vironmental Justice Organisations, Liabilities and
ser más marcada en los conflictos mineros, en Trade (EJOLT), financiado por la Comisión
los que la disponibilidad de recursos está muy Europea (G.A. 266642). Agradecemos a los
determinada por aspectos geográficos. coautores del informe, en particular a Patricio
Desde una perspectiva metodológica, se ha Chávez y a Claudio Garibay, por substanciales
avanzado en el uso de herramientas estadísticas contribuciones a la base de datos. Agradecemos
para la determinación de principios generales igualmente a un/a revisor/a anónimo/a sus va-
que ayuden abordar el estudio del movimien- liosos comentarios al manuscrito. Igualmente,
to global de justicia ambiental, en el que, hasta se agradece a Cem İskender Aydın and Kaner
ahora, han prevalecido los estudios de caso. El Atakan Türker por su asistencia en el procesa-
hecho de contar con una categorización de los miento de los datos.
éxitos en una escala ordinal facilita el uso de
herramientas estadísticas más sofisticadas que
las que se pueden utilizar cuando se codifica la
justicia ambiental en términos de ‘ausencia’ o
‘presencia’. Los resultados obtenidos confirman
la congruencia del enfoque adoptado y su per-
tinencia en problemas analíticos donde el con-
cepto tenga y/o involucre posiciones normativas.

ecologíaPolítica 61
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62 ecologíaPolítica
Contra la velocidad:
Movimientos locales contra
mega-infraestructuras «inútiles e
impuestas»
Alfred Burballa Noria y Leah Temper

Palabras clave: transporte, decrecimiento, alta


velocidad, localismo, red TEN-T

En un sistema capitalista el tiempo es dinero

La distancia es habitualmente representada como de transporte europeas, tales como la Red TEN-T
una barrera espacial y temporal a superar. La sepa- (Trans-European Transport Networks), así como

Geografías de la conflictividad
ración espacial adquiere un coste monetizado que se los relatos espaciales construidos desde arriba que
expresa como una fricción de la distancia (Hanson, fomentan una visión eco-moderna del transporte
2000). Por ejemplo, el valor de los ahorros en tiem- basada en conceptos discursivos como cohesión,
po de viaje es a menudo el principal beneficio de un policentrismo y «Missing links». Luego examina-
proyecto de transporte en un análisis de coste-bene- mos los «Grands Projets Inutils Imposees» (Grandes
ficio. Es el coste de renunciar a un cierto número de Proyectos Inútiles Impuestos, en castellano, GPII en
minutos adicionales de trabajo por tiempo de viaje. adelante), una red de oposición a mega-proyectos.
El Departamento de Transporte de Estados Unidos Se presenta una aproximación crítica a las políticas
recomienda valorar el ahorro de tiempo en viajes en infraestructuras de transporte en Europa y se
como el equivalente al 50% del valor del tiempo de analiza la variedad de discursos existentes. El artí-
acuerdo al salario para un desplazamiento personal culo también explora cómo se ejerce el poder en el
local y al 100% para los viajes de negocios. ámbito de la planificación y, a la vez, como éste es
Esta mercantilización del espacio significa que cuestionado por los movimientos emergentes con-
una unidad de tiempo de viaje tiene un valor mone- tra proyectos de mega-infraestructuras.
tario. Esto ha llevado a la construcción de sistemas
de transporte con el objetivo principal de propor- La Red TEN-T como punta de lanza de
cionar una movilidad rápida. Como Hanson (ibid.) la política de la UE en transporte
escribe: «El capitalismo se nutre de la velocidad».
Sin embargo, nuevos movimientos en toda Eu- La Red TEN-T ha sido anunciada por la Comi-
ropa – así como en otros lugares del mundo – están sión Europea como «la reforma más radical de la
comenzando a cuestionar esta lógica. Movilizacio- política de infraestructuras de la UE desde su crea-
nes tanto a nivel local como a través de redes trans- ción en la década de 1980». Implica nueve gran-
nacionales responden a lo que ven como proyectos des corredores «que actuarán como una columna
de infraestructura de transporte impuestos desde vertebral para el transporte en el mercado único
arriba, basados en la visión de la creación de una europeo y revolucionarán las conexiones este-oeste
red de transporte europeo unificado. (...). Tomados en su conjunto, la nueva política de
Este artículo examina los discursos y las moti- infraestructuras de la UE va a transformar el mosai-
vaciones que sostienen la expansión de las redes co actual de carreteras europeas, ferrocarriles, aero-

ecologíaPolítica 63
puertos y canales en una red unificada transeuropea nía; 2014), en el contexto de oposición a una mina
de transporte (TEN-T)». de oro de gran escala. Se observa pues que, con la
Para lograr esto, la financiación de la UE en in- excepción del cuarto caso, los otros tres obedecen
fraestructuras de transporte se triplicará en el pe- a casos de infraestructuras vinculadas al transporte.
riodo 2014-2020 alcanzando los €26000 millones. En este sentido, considerando que la oposición
Aunque la Comisión lo anunció como un plan al fracking fue una de las temáticas más tratadas
«radical», la TEN-T ha estado en el aire durante en la última edición, se constata como la red ha
mucho tiempo. Como Jensen y Richardson (2003) ampliado el abanico de mega-proyectos a los que
escriben, las ideas de la TEN-T fueron en realidad se opone y trata de organizar también respuestas al
un plan establecido por grupos de presión indus- extractivismo.
triales que empleaban metáforas espaciales como La red, además, ha conseguido superar el marco
«Missing links» (i.e., tramos faltantes para la inte- europeo y establecer contactos con activistas en Tur-
gración de la red) y «Policentrismo» (i.e., reducir las quía (revuelta del parque Gezi) y Marruecos (opo-
diferencias de accesibilidad entre centro y periferia), sición a línea de alta velocidad Rabat–Casablanca).
y fueron capaces de unir sus fuerzas con los lobbies Así pues, esta red tiene como objetivo el inter-
de la construcción y arrastrar, a su vez, a la UE. Estos cambio de ideas, el apoyo mutuo y la solidaridad,
conceptos fueron posteriormente incorporados en así como la coordinación de la protesta y la resisten-
el discurso de la política de movilidad transeuropea cia contra los mega-proyectos y el extractivismo. El
en línea con su voluntad de superar la fricción de la documento que sienta las bases de la alianza contra
distancia. Se adoptó así un relato de apariencia más los mega-proyectos es la llamada «Declaración co-
positiva y constructiva cuya solución es, en último mún de Hendaya» del 23 de enero de 2010, redac-
término, la infraestructura de alta velocidad. En el tado con motivo de un encuentro de movimientos
mapa que acompaña el artículo se puede observar opuestos a proyectos de líneas de alta velocidad y
el resultado de las políticas de transporte europeas en la que se manifiesta la más rotunda oposición a
traducidas en todo un abanico de infraestructuras estos proyectos aduciendo su carácter destructivo.
junto a los conflictos que éstas han originado. Se cuestiona, además, que su construcción obedezca
a una necesidad real y se exige un cambio de rumbo
La Red «Grands Projets Inutils tanto a gobiernos estatales como a la UE.
Imposees» (GPII) Posteriormente, en el Foro Social Mundial de
Túnez (2013), se redactó la Carta de Túnez, am-
La red contra los GPII nace del impulso conjun- pliando el campo de acción más allá de las líneas de
to de distintos grupos ciudadanos de defensa del alta velocidad y adoptando el concepto de «gran-
territorio frente a proyectos de ferrocarriles de alta des proyectos inútiles impuestos». En esta carta se
velocidad. Fueron las integrantes del movimiento denuncian los mega-proyectos como mecanismo
NO TAV de la Val di Susa quienes en 2011 or- para facilitar la «acumulación por desposesión».
ganizaron el primer encuentro internacional para Mecanismos como la inversión pública permiten
reunir a grupos y movimientos en lucha contra garantizar beneficios a grandes grupos industriales
mega-proyectos en distintos países europeos. La y financieros que a menudo se traducen en un en-
iniciativa tuvo éxito y en los sucesivos años el foro deudamiento de las mismas administraciones. En
se ha repetido en otras tres localizaciones distintas: el caso del extractivismo, se otorgan concesiones
en la Bretaña francesa (2012), en la zona llamada de explotación. Un ejemplo paradigmático es el
ZAD (por las siglas de «zona a defender» en francés) proyecto Castor de almacenamiento subterráneo
con un campamento improvisado en los terrenos de gas ubicado en el Mediterráneo a poca distan-
destinados al nuevo aeropuerto de Nantes; en Stu- cia de la costa catalano-valenciana. Una iniciativa
ttgart (2013), a cargo del movimiento opuesto a la financiada por el Banco Europeo de Inversiones y,
nueva estación de ferrocarril llamada Stuttgart 214; de forma pionera, mediante el «proyecto eurobonos
y finalmente, el cuarto en Rosia Montana (Ruma- Europa 2020». Recientemente este proyecto ha sido

64 ecologíaPolítica
cancelado debido a los terremotos que se produje- Visiones desde abajo
ron cuando se empezó a inyectar gas. El resultado
inmediato es que las consumidoras de gas deberán Los grupos de resistencia a los mega-proyectos han
pagar la deuda de €1350 millones contraída con el tenido que rebatir la etiqueta de NIMBY (por las si-
inversionariado. glas en inglés de «no en mi patio trasero») que antaño
En la misma línea, se denuncia la represión y la se les adjudicó. Una interpretación según la cual los
criminalización de los movimientos de resistencia. movimientos de defensa del territorio están desinfor-
Tanto en Italia como en España la oposición a las mados, son acientíficos y su oposición se rige por una
líneas de alta velocidad ha supuesto
acusaciones de terrorismo y penas
de cárcel. Dos años de pena para las
tres «tartalaris» y uno para la que les
acompañaba en la oposición al TAV
en Navarra y, en el caso italiano, está
pendiente un macro juicio donde se
piden 53 condenas que suponen, en
conjunto, 190 años de cárcel para las
activistas NO TAV, que se suman a
los 5 meses de reclusión que ya su-

Geografías de la conflictividad
frieron 4 activistas a las que se les
imputaban cargos por terrorismo.
Recapitulando, la declaración fi-
nal del tercer Foro contra los GPII
recoge que los mega-proyectos anali-
zados presentan «el mismo derroche
de dinero público en beneficio de
una minoría, la misma devastación
medioambiental y la misma nega-
ción de debate público». Por un lado,
el concepto «inútil» hace referencia a
que los mega-proyectos no son una
consecuencia de una demanda pre-
sente en la ciudadanía, sino que son
algo ideado por las élites políticas y
Mapa 1. Rutas planificados y construidos del
económicas – la minoría –. Por el otro, el término TEN-T y conflictos contra infraestructuras en
«impuesto» se deriva de la noción de que semejantes Europa
obras no surgen de procesos de toma de decisiones
abiertos y transparentes en los que la ciudadanía ha mentalidad cerrada y egoísta (McAvoy 1998). Esto
podido participar ampliamente. los convierte en un obstáculo para el bien colectivo,
¿Y quién conforma este tejido de resistencia? que es la finalidad de las instituciones y los grupos
Camille (2013:97) en su análisis de los integrantes de expertos. Sin embargo, Dahl (1989) y Lindblom
de la ZAD lo describe como «una coalición transge- (1990) cuestionan esta visión aduciendo que raramen-
neracional y «transpartisana» dada su composición te existen grupos de expertos neutrales en la toma de
de estudiantes y pensionistas, personas urbanas y decisiones y subrayan lo subjetivo del retrato que se
rurales y miembros de colectivos ecologistas, anar- hace de las comunidades opositoras.
quistas, ludistas, libertarios y decrecentistas. Y, en efecto, semejante descalificación de los
movimientos de resistencia queda rotundamente

ecologíaPolítica 65
rebatida si se tiene en cuenta la capacidad de movi- texto europeo ya existen, en mayor o menor medi-
mientos como el NO TAV de elaborar alternativas da, las infraestructuras de transporte necesarias. En
a través de grupos propios de investigación (Greyl cualquier caso, sería suficiente con reformar o me-
et al., 2013). O, en el caso del aeropuerto de No- jorar las existentes. En este sentido, la implantación
tre-Dame-des-Landes, con la presentación de un de la Alta Velocidad (AV) genera todo lo contrario,
estudio que recomienda la reforma del aeropuerto dado que por cada nuevo trayecto de AV que se
ya existente en Nantes. Además, la respuesta de los ofrece se suelen cerrar servicios equivalentes ofreci-
activistas a la etiqueta de NIMBY es el sugerente dos por líneas de menor velocidad (Segura, op. cit.).
eslogan: «ni aquí, ni en ningún lugar» (NIABY, por El resultado es que ciertamente existen conexiones
«Not In Anyone’s Back Yard» en inglés). más veloces pero a un precio mucho mayor, lo que
Asimismo, en tiempos de crisis financiera y re- lleva a una elitización del ferrocarril (De Decker,
cortes presupuestarios los movimientos han tenido 2013). Además, en la medida que las pasajeras que
que lidiar con argumentos de «creación de empleo» no pueden permitirse un mayor esfuerzo económi-
e «impulso al crecimiento económico» que acom- co son desplazadas de dicho medio de transporte,
pañan cualquier proyecto de mega-infraestructuras pueden verse forzadas a cubrir ese trayecto median-
y hacer frente a la idea del «más lejos y más rápi- te un vuelo low-cost, aumentando así los impactos
do» que impregna el relato de las grandes obras de medio-ambientales.
transporte. Como colofón, cabe añadir que la calificación de
¿Cuál es entonces la visión propugnada por estos inútil está especialmente reforzada en el contexto es-
agentes? En primer lugar, la de la participación pañol donde algunas de estas infraestructuras están
ciudadana en la toma de decisiones, superando infrautilizadas a día de hoy, mientras que otras ya
el marco que presupone que la democracia signi- se cerraron como el aeropuerto de Ciudad Real –
fica únicamente ir a votar cuando hay elecciones. que está inactivo después de una inversión de 1.100
Como se observa en el caso de Stuttgart 21 (Novy millones de euros – o el tramo de AV entre Toledo
y Peters, 2012) y otros más remotos como el de los y Cuenca – que transportaba un promedio de sólo
molinos de viento en la comarca de la Terra Alta 9 personas diarias antes de ser cerrado en 2013 –.
en Catalunya (Zografos y Martinez-Alier, 2009), la Todo apunta a que estas políticas se van a ver
movilización popular consiguió convocatorias de reforzadas en los próximos años. Como destaca
referéndums locales en los que se convocó a la ciu- Hildyard (2012), los promotores de infraestructuras
dadanía a decidir acerca del proyecto en conflicto. buscan actualmente nuevas fuentes de financiación
Se propone, también, poner en relieve la idea de y las alianzas público-privadas se están convirtien-
que la sostenibilidad no encaja con estas grandes do en la nueva frontera de especulación financiera.
obras, muy a menudo presentadas bajo el paraguas Este mecanismo de financiación de infraestructuras
de la eficiencia en una clara operación de «greenwas- tiene graves efectos sobre cómo se decide lo que se
hing». Segura (2012) apunta al gran coste ambiental va a construir y a quién beneficia. Actualmente, el
de estas infraestructuras debido a la fragmentación resultado es la reducción de líneas locales que co-
del territorio, la merma en biodiversidad, la ocupa- nectan comunidades rurales entre si (y permiten
ción de gran cantidad de suelo fértil y el incremento a las trabajadoras viajar de su casa al trabajo cada
de la contaminación debido al tráfico. Todo esto día), en favor de líneas más adecuadas para servir las
junto al efecto rebote que genera mayor tráfico y demandas de viajes de negocios, de mercancías y las
consumo energético. Como apunta Zahavi (1979; necesidades del sector privado. En este sentido, se
citado en Segura, op. cit.,74): «la construcción de subraya la importancia de movimientos como GPII
autopistas metropolitanas se traduce en desplaza- que, en el marco de la lucha global por la justicia
mientos más largos antes que en ahorros de tiem- ambiental, reclaman el derecho de poder decidir en
po». una visión del transporte democrática y participa-
Lo expresado en estas líneas enlaza con otro de tiva poniendo en relieve que la reconfiguración del
los argumentos en contra de los mega-proyectos que espacio no puede ser entendida como un proceso
trasciende la protección medioambiental: en el con- racional de construcción desde arriba sino que es

66 ecologíaPolítica
un proceso disputado en el que es imprescindible nomics From the Ground Up. Routledge.
la preponderancia de una visión del territorio desde Hildyard N. (2012), More than Bricks and
la base (Greyl et al., 2013). Mortar. Infrastructure-as-asset-class: Financ-
En resumidas cuentas, los colectivos de resisten- ing development or developing finance. The
cia, con su oposición a la idea de «más rápido igual Corner House. http://www.thecornerhouse.
a mejor», chocan frontalmente con el sistema do- org.uk/resource/more-bricks-and-mortar
minante. Siendo todavía una fuerza emergente, no Hanson, S. (2000), Transportation: Hooked
se hallan en posición de disputar la hegemonía de on Speed, Eyeing Sustainability in E.T.
la actual visión imperante, si bien la construcción Barnes and E. Sheppard (eds) A Compan-
de nuevas alianzas les puede situar en una mejor po- ion to Economic Geography. Oxford: UK.
sición para lograr tal cometido. Además, ejemplos Blackwell, 468-483
como el caso español, de total irracionalidad en la Lindblom, C. E. (1990). Inquiry and Change The
planificación de las mega-infraestructuras, indican Troubled Attempt to Understand and Shape So-
que su discurso tiene fundamento y que, en estos ciety.
tiempos de crisis, urge repensar qué es el bien co- Mcavoy, G. E. (1998), Partisan Probing and Dem-
mún y hasta dónde se quiere ir; no solamente a qué ocratic Decisionmaking Rethinking the Nimby
velocidad. Es sugerente, en este sentido, recordar el Syndrome. Policy Studies Journal, 26(2), p.
lema del movimiento NO TAV: «vamos lento pero 274-292.
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ecologíaPolítica 67
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El negocio de
la comida
¿Quién controla nuestra alimentación?

Esther Vivas

El objetivo de esta obra es destapar y analizar las entrañas del sistema agroalimentario, aden-
trarnos en las tripas del agronegocio y los supermercados, armarnos de datos y ejemplos. ¿Por
qué los alimentos recorren miles de kilómetros del campo al plato? ¿Por qué en 100 años ha
desaparecido el 75% de la diversidad agrícola? ¿Por qué hay hambre en un mundo donde se
produce más comida que nunca? ¿Por qué somos “adictos” a la comida basura?
Analizamos las causas de la hambruna, los mecanismos que permiten la especulación alimentaria,
la “fiebre” por la tierra, los vínculos entre pobreza y alimentación, la conexión entre agricultura
industrial y cambio climático, la invisibilidad de las campesinas, el impacto de los transgénicos,
las consecuencias de lo que comemos en nuestra salud, los motivos de una alimentación “en-
ganchada” al consumo de carne, entre otros temas. Destapar lo que no les interesa que veamos.
Pero este libro no quiere quedarse en la crítica sino dotarnos de información comprensible y
valiosa para sacar conclusiones y pasar a la acción. Una obra que es un grito a no resignarse ni
a claudicar. Una llamada a preguntarnos e indagar. Una apelación a la rebeldía y al compromiso.

Título: El negocio de la comida


Subtítulo: ¿Quién controla nuestra alimentación?
Autora: Esther Vivas
Págs. 216 · Pvp. 17€
Colección: Antrazyt, 416
ISBN:978-84-9888-587-3
Conflictos ambientales en torno a
proyectos extractivos y agrarios en
Madagascar
Vahinala Raharinirina*1
Traducido por: Yago Mellado Lopez

Palabras clave: glocal, biodiversidad, inver-


sión extranjera directa, land-grabbing

Madagascar es uno de los puntos calientes en bio- desbordada por casos de acaparamiento de tierras
diversidad del mundo, así como un país extrema- (land grabbing) y la multiplicación de injusticias
damente rico en recursos naturales y es, paradójica- ambientales. Se denuncia la opacidad total de los
mente, uno de los más pobres. En 2013, el Banco contratos que a menudo van acompañados de
Mundial estimaba que un 92% de la población escándalos de corrupción que ponen en cuestión

Geografías de la conflictividad
malgache vivía por debajo del umbral de la pobre- la gobernanza del país y consolidan la ruptura
za. Desde hace varios años, el país es acosado por de confianza entre las élites y la población local.
las industrias mineras y petroleras, los inversores del Dentro del marco del proyecto EJOLT se han
agronegocio y del sector turístico, y por las intereses recopilado e integrado en el EJAtlas 14 conflictos
de países emergentes que buscan recursos energéticos (véase Mapa 1). Esto ha sido posible gracias a la
y nuevos espacios de cultivo. Forma parte así de las colaboración de la sociedad civil, las organizacio-
nuevas zonas que abastecen de materias primas a las nes locales de defensa de la justicia ambiental,
sociedades industriales (commodity frontiers), conse- periodistas de investigación y universitarios de
cuencia directa del cambio del «metabolismo social» diferentes disciplinas.
a escala global, que empuja a las sociedades indus- El objetivo de este artículo es doble. Ante todo
triales a extender los territorios de abastecimiento. queremos dar cuenta del estado de avance de los
En los últimos diez años se han lanzado mul- diferentes proyectos extractivos y agrarios en
titud de nuevos proyectos mineros, petroleros y Madagascar y censar los diferentes conflictos que
agrarios con el aval del Estado nacional provo- han generado. Y, en segundo lugar, pretendemos
cando un aumento, hasta ahora desconocido, del demostrar que el punto en común entre todos es-
nivel de Inversión Extranjera Directa (IED). El tos proyectos es su carácter glocal. Esto permitiría
stock de IEDs de la rama «actividades extractivas» explicar por qué los actores malgaches, y concre-
se ha disparado de 95 millones de US$ en 2005 tamente la sociedad civil, manifiestan una cierta
a 4,5 miles de millones US$ en 2010 (Banco dificultad a organizar la resistencia, a pesar de las
Central de Madagascar e INSTAT, 2011). Pa- numerosas protestas.
ralelamente, la proporción de población pobre
nunca fue tan elevada en los últimos cincuenta Acoso a los recursos mineros y
años y el país asiste a la aparición de conflictos por petroleros en Madagascar
todo el territorio. La sociedad civil malgache está
Los modos de vida de los países industrializa-
* Investigadora del Centro internacional de Investigación en
Economía Ecológica, eco-innovación y herramientas de de-
dos han provocado de manera directa la explora-
sarrollo para la sostenibilidad (REEDS) de la Universidad de ción de todas las reservas planetarias disponibles
Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines (UVSQ), (vahinala.raha- de recursos mineros y energéticos, incluidas aquí
rinirina-douguet@uvsq.fr)

ecologíaPolítica 69
cluso a un 10%, cuando la transformación de los
productos se realiza in situ. En este caso significa
que el impuesto minero se fija en un 1% del valor
de la producción vendida. La tasa de impuestos a
la minería es del 2%.
En menos de diez años el gobierno malgache
ha firmado varios contratos, a menudo de largo
plazo y de manera opaca. Y en la mayor parte de
los casos para extracción de recursos nunca extraí-
dos como tierras raras, ilmenita, níquel, cobalto,
uranio o arenas bituminosas. Los principales paí-
ses inversores en estas «actividades extractivas» son
Canadá, Reino Unido, China, Japón, Corea del
Sur y Estados Unidos. El stock de IED recibido
por parte de estos países representa más del 90%
del conjunto de las IEDs a finales de 2010 (Banco
Central de Madagascar e Instituto Nacional de
Estadística, 2011).
Teóricamente las consultas públicas son obli-
gatorias y el Estado debe informar a la ciudada-
nía. A nivel práctico, sin embargo, las autoridades
públicas establecen un proceso elitista y secreto
Mapa 1. Mapa de los conflictos ambientales en
en torno a estos contratos. Ante la urgencia fi-
Madagascar recopilados en el EJAtlas (septiem-
bre 2014)
nanciera, el Estado quiere ir deprisa y no da lugar
al debate público, monopolizando así el proceso.
energías altamente controvertidas, como la arenas Es la expresión misma de la depredación del Es-
bituminosas o el gas de esquistos. El aumento de tado y del monopolio estatal (Randrianja, 2014);
la demanda energética de los países emergentes situación denunciada constantemente por la so-
no ha hecho más que reforzar esta tendencia. Y ciedad civil malgache. Para Amigos de la Tierra
como las energías fósiles no son reciclables, la (Friends of the Earth, 2012) son las leyes mineras
presencia de nuevos proveedores en el mercado y petroleras, redactadas para hacer de Madagas-
es vital (Martínez-Alier, 2014). car un país «competitivo», las que formalizan esta
Madagascar se encuentra así en el corazón opacidad generalizada. El artículo 222 del código
de este nuevo fenómeno mundial de «bulimia minero estipula, por ejemplo, que «los informes y
energética y minera». Las inversiones extranjeras estudios aportados por los titulares son confiden-
compiten en el país con mayor interés dado que ciales durante la validez de los permisos mineros.
la legislación malgache es una de las más atracti- Una vez expirado este plazo, serán accesibles al
vas en toda África en materia de extractivismo, público».
siendo especialmente «atractivo» fiscalmente para
los grupos mineros y petroleros. Desde 1996, si- Proliferación de los proyectos
guiendo el impulso del Banco Mundial (BM), agrarios en Madagascar: ¿inversión o
el Estado puso en marcha una nueva legislación acaparamiento de tierras?
minera y petrolera. Y en 2002, la entrada del «Ley
sobre las Grandes Inversiones Mineras» (LGIM) Madagascar no sólo atrae empresas mineras y pe-
estipula, por ejemplo, que la imposición a los be- troleras; también las tierras agrícolas interesan a los
neficios de las empresas quedará reducida a un inversores extranjeros. El alza de los precios de los
25% (frente al 35% del régimen general), e in- alimentos en 2007 y 2008 contribuyó ampliamente

70 ecologíaPolítica
a la aceleración de las adquisiciones y del arrenda- ductor era de 1,2ha en 1985, de 0,87ha en 2005
miento de tierras a gran escala (Allaverdian, 2010). y en 2009 tan sólo representaba 0,15ha (Andria-
Por otra parte, la mediación internacional en 2008 nirina et al. 2011). En un país en el que el 70%
en el proyecto de arrendamiento de tierras agríco- de la población es rural, esta situación plantea un
las por parte de la compañía surcoreana Daewoo verdadero problema ético.
Logistics permitió a la sociedad civil internacional Los colectivos TANY, GTZ, GRAIN y CIRAD
y malgache familiarizarse con esta problemática del hacen referencia a numerosos contratos. Un estu-
land grabbing. A modo de recordatorio, el 18 de dio científico realizado en 2012 da cuenta de 50
noviembre de 2008 un artículo del Financial Times proyectos de adquisición de tierras destinadas al
informó de una conferencia de prensa realizada por agronegocio entre 2005 y 2010. Esto representaría
Daewoo en Seúl, en la que anunciaba que el go- en torno a 3 millones de hectáreas de las cuales un
bierno malgache le cedía 1.300.000ha de tierras por 65% irían destinadas a la producción de productos
99 años para producir 500.000 toneladas de aceite alimenticios, un 32% a la producción de agrocarbu-
de palma y 4 millones de toneladas de maíz, desti- rantes y un 3% a plantaciones de bosques (Burnod,
nados en su totalidad a Corea y a otros mercados Gingembre y Andrianirina, 2012).
exteriores. Según anunciaba, el acceso a estas tierras Las cesiones de tierras a gran escala en Madagas-
sería gratuito a cambio de una inversión de 6.000 car son realizadas por el Estado en favor de inver-
millones US$ en 25 años (Teyssier et al., 2010). sores de naturalezas y orígenes diversos: podemos
Esta información fue rápidamente difundida por encontrar un Estado, una empresa extranjera pú-

Geografías de la conflictividad
varios medios de comunicación internacionales y blica o privada, filiales de multinacionales, así como
nacionales, a pesar de que ya había sido revelada actores nacionales. Por otra parte, el inversionariado
un mes antes por la ONG internacional GRAIN. ya no es como el de antes, originario exclusivamente
Esta maniobra de apropiación territorial a gran de países occidentales: incluye ahora a países como
escala tanteada por Daewoo, así como otros casos Corea, India, Australia, China, Francia, Alemania,
que explicaremos a continuación, participaron a Irlanda, las islas del océano Índico y probablemente
la desestabilización del gobierno de Ravalomana- Malasia e Israel. En efecto, los medios de comuni-
na (Teyssier et al., 2010). Hay que señalar que, cación locales revelaron respectivamente en 2013 y
a pesar de la modificación realizada en 2003 por 2014 la intención del Estado nacional de arrendar
Ravalomanana autorizando la venta de las tierras a tierras arables a estos dos países (Colectivo TANY,
los extranjeros que invirtieran más de 500.000 US$ 2013b).
(Ley 2003-028), la tanindrazana o «tierra de los
ancestros» sigue siendo inalienable para la sociedad Extractivismo y agronegocio:
malgache (Franchi et al., 2013). Rajoelina, que de- ¿origen de conflictos?
tentaría el poder sin haber sido electo, desde el golpe
de 2009 hasta 2013, no hizo sino reforzar la misma Por un lado, el agronegocio y el extractivismo son
tendencia. En efecto, al no haber sido reconocido «sectores estratégicos» para el Estado malgache y sus
por la comunidad internacional, su gobierno sólo principales socios capitalistas. Se trata de sectores
pudo autofinanciarse a través de proyectos. esenciales para reforzar la lucha contra la pobreza e
Las tierras agrícolas entregadas entre 2005 y impulsar el despegue económico de Madagascar, a
2013 por los gobiernos de Ravalomanana y Ra- través de inversiones, fiscalidad, creación de empleo
joelina representaban millones de hectáreas. La y transferencia tecnológica. Los medios de comuni-
superficie total de Madagascar es de 58.704.100ha cación malgaches hablan en este sentido, a menudo,
y la superficie de tierras arables se estima que es de proyectos en los que «todo el mundo gana». Y
de 8 millones de hectáreas, según el Ministerio de es cierto que las empresas de inversión extranjera
Agricultura (2008), frente a los 15-20 millones es- se encuentran entre las principales proveedoras de
timados por la FAO (2007). La superficie media empleo en Madagascar.
cultivada por persona o superficie agrícola por pro- El número de empleos en las industrias de capi-

ecologíaPolítica 71
tal extranjero era de 80.500 en 2008, de 60.200 en locales de Ehoala se compraron a un precio que
2009 y cerca de 62.700 en 2010 (Banco Central de osciló entre 100 y 6.000 ariary/km2, que equi-
Madagascar e INSTAT, 2010). Entre 2008 y 2009 vale aproximadamente entre 0,01 y 2€, por las
se produjo una pérdida notable de empleos, debi- necesidades de QMM/Rio Tinto a principios de
do al inicio de la crisis política que desembocó en los años 2000. Esto provocó manifestaciones lo-
el «golpe de Estado». Se trata de empleos perdidos cales contra Rio Tinto en la región Anosy entre
fundamentalmente en el sector textil. A continua- 2011 y 2013.
ción se observa una ligera alza del 4,2% en 2010 Un ejemplo de la flagrante falta de respeto de
respecto al año 2009, fundamentalmente generada los cuadros de mando que dirigen las actividades
por la creación de empleos en el sector de las «acti- extractivas es el caso de la compañía china MAIN-
vidades mineras». Dicho de otro modo, la inestabili- LAND, que empezó a explotar el yacimiento de
dad política no frenó a los inversores extranjeros del ilmenita de Anjahambe en noviembre de 2007, a
sector minero. Y más aún, las industrias extractivas pesar de carecer de permiso medioambiental. Según
son la excepción: respecto a 2008, el nivel de la pro- los medios de comunicación locales en diciembre de
ducción en este sector progresó en un 10,4% (Banco 2007 esta compañía pudo exportar 1.250 toneladas
Central de Madagascar e INSTAT, 2012). de ilmenita a través del puerto de Toamasina (Hari-
Por otra parte, la mayor parte de estos proyectos niaina y Zafimahova, 2012).
extractivos tienen una huella ecológica muy eleva- El proyecto WISCO Soalala plantea la extracción
da. Cada año, millones de metros cúbicos de agua de hierro y la construcción de un puerto internacio-
son bombeados directamente desde los ríos para el nal en la Bahía de Baly; un enclave ecológico con
refinado de los minerales y para la alimentación de numerosas especies inscritas en la lista roja de la
los oleoductos. A esto se añaden otras externalidades UICN (Unión Internacional para la Conservación
negativas, como la polución de los cauces de agua de la Naturaleza). Se han recopilado también casos
y de las capas freáticas, el enarenamiento de ciertos de confiscación de tierras por parte del Estado y la
ríos, la degradación de los ecosistemas terrestres y exclusión de las poblaciones locales de Soalala de los
marinos, la destrucción de biodiversidad, etc. procesos de concertación (Colectivo TANY, 2013c).
Se le ha dado mucha cobertura a casos de tierras También los medios revelaron un escándalo finan-
confiscadas a los campesinos en beneficio de los ciero: el desvío de los 100 millones US$ abonados
grandes proyectos. Fue el caso de Daewoo, de Va- por WISCO al Estado malgache, de los cuales una
run International, WISCO y el de Tozzi Green. Las parte debería haber llegado a las colectividades des-
cesiones de tierras a gran escala afectan seriamente centralizadas.
a los derechos consuetudinarios de uso y usufructo Ambatovy provocó la degradación del bosque
de las tierras de las poblaciones locales, a pesar de primario durante la construcción de los 220km de
que la reforma territorial de 2005 pretende tener oleoducto, la desaparición masiva señalada por la
en cuenta tales derechos (Franchi et al., 2013). Los Asociación de apicultoras y agricultoras de Toamasi-
medios de comunicación y la sociedad civil tam- na (FMMT), sin ninguna compensación y una fuga
bién han señalado injusticias de orden étnico en de dióxido de azufre en la fábrica. También hubo
dos zonas donde se han implantado proyectos. Las un escándalo de corrupción: según los medios de
comunidades nativas de Toamasina y de Taolagnaro comunicación, algunas personalidades del gobierno
reprocharon respectivamente a Sherritt/Ambatovy y de Rajoelina reclamaron una importante suma de
QMM/Rio Tinto que privilegiaran la contratación dinero al inversionariado de Ambatovy a cambio del
de mandos nativos de Antananarivo en detrimento permiso de explotación.
de jóvenes de sus regiones. El punto común entre estos variados proyectos es
La sociedad civil denuncia también niveles que los productos alimenticios, los minerales o los
de compensación irrisorios al desplazamiento recursos energéticos están destinados a la exporta-
de la población. En Taolagnaro, por ejemplo, ción. Una vez más nos encontramos en lo «glocal»:
las tierras que pertenecían a las comunidades inversores y tecnologías procedentes de los países

72 ecologíaPolítica
industrializados y emergentes, empleo de mano de sostenible» a proyectos localmente controvertidos.
obra y recursos locales, productos destinados al mer- En 2010, por ejemplo, la UICN no dudó en firmar
cado internacional. Una realidad que recuerda a la un acuerdo de tres años con Rio Tinto para la con-
de los períodos coloniales y postcoloniales, en los servación de la biodiversidad en Madagascar. Esta
que las materias primas eran casi siempre exportadas empresa, que degradó 1.650ha de bosque primario
sin transformación local y, por lo tanto, con muy litoral (un 3,5% de la superficie del bosque litoral
poco valor añadido. total), se beneficia así del apoyo de una de las prin-
cipales ONG internacionales de conservación y se
La(s) respuesta(s) de la sociedad presenta como una empresa responsable. Una situa-
malgache ción incomprensible para las organizaciones locales
que militaron por la justicia ambiental.
La proliferación de proyectos mineros, petroleros A pesar de estos obstáculos, la sociedad civil ha
y agrarios ha multiplicado los conflictos y las in- dado ya un primer paso en la organización de la
justicias en el conjunto del territorio malgache. La resistencia. Se han creado redes en el país que a su
sociedad civil se ve desbordada por las demandas de vez se han integrado en otras redes a nivel interna-
las comunidades campesinas, a menudo impoten- cional. Con el fin de dar cobertura mediática in-
tes. En general, están muy poco informadas y, en ternacional a las injusticias, se está trabajando con
algunos casos, ni tan siquiera han sido llamadas a los redes académicas y con la sociedad civil mundial.
procesos de concertación. A pesar de su declarada Por ejemplo, la Alliance Voahary Gasy (AVG), pla-

Geografías de la conflictividad
voluntad, la sociedad civil malgache ha manifestado taforma que agrupa 28 organizaciones de la socie-
una cierta dificultad para organizarse y articular las dad civil en defensa del medio ambiente, colabora
protestas que siguen siendo finalmente muy locali- con la Universidad de Michigan, es miembro de
zadas. Varias razones explican esta situación. la red académica Madagascar Environmental Justice
En primer lugar, las crisis políticas cíclicas im- Network (MJEN) y está implicada en el proyecto
piden a la sociedad civil encontrar una verdadera europeo EJOLT sobre justicia ambiental. Ante el
dinámica de protestas. El estado malgache ya no es fenómeno del land grabbing, en 2003, se creó una
considerado como un interlocutor fiable. Es juez y plataforma denominada Solidarité des Intervenants
parte. Se produce así una «ruptura de confianza» du Foncier (SIF) cuyo objetivo es facilitar el acceso
evidente. O peor aún, se constata una fuerte rea- a la propiedad territorial a la población malgache.
parición de la represión y una ausencia de libertad La sociedad civil malgache trabaja también con
de expresión. En 2012 y 2013, durante los con- su ala expatriada Colectivo TANY, un actor muy
flictos que enfrentaron a una parte de la población dinámico y reactivo de la diáspora malgache en
de Taolagnaro y la compañía QMM/Rio Tinto, el Francia en cuestiones territoriales y extractivas.
estado malgache intentó bloquear a la sociedad civil Hace lobbying institucional con el fin de lograr una
y ahogar las protestas locales (Raharinirina y Mey- transparencia en los contratos y la implicación siste-
nen, 2013). mática de las poblaciones locales en los procesos de
En segundo lugar, la naturaleza compleja de los negociación. Con SIF y AVG es uno de los actores
contratos firmados por el gobierno impiden a la más presentes mediáticamente en Madagascar. Ha
sociedad civil definir estrategias claras de protesta. sabido también acercarse a otras organizaciones de
Los proyectos implican a menudo un consorcio la sociedad civil como GRAIN (España), Re:Com-
de compañías privadas, filiales de multinacionales mon (Italia), Ritimo (Francia), etc.
o empresas conjuntas (joint venture) entre el go- Las reivindicaciones de la sociedad civil se arti-
bierno, compañías privadas, bancos, instituciones culan principalmente en torno a negociaciones de
financieras internacionales y agencias de desarrollo. los contratos, el acceso a la tierra y a los recursos
Y a veces ocurre incluso que grandes organizaciones naturales, la seguridad alimentaria, así como las
internacionales de defensa del medio ambiente lle- compensaciones de las comunidades. Se observan
gan a conceder el estatus de «modelo de desarrollo asimismo posiciones divergentes, e incluso contra-

ecologíaPolítica 73
dictorias, respecto a la pertinencia de las inversiones Por otra parte, los actores implicados en los con-
extranjeras. En los proyectos agrarios, por ejemplo, tratos son cada vez más variados e implican a veces
una parte es favorable a la intensificación agrícola, entidades muy potentes en el ámbito financiero
pero reclama más equidad en el reparto de las venta- mundial. El posición del propio Estado malgache
jas, mientras que otra parte se opone por completo ha sido frecuentemente muy criticada por su «debi-
y reivindica una agricultura familiar y sostenible. lidad» en las negociaciones. Los contratos que firma
Respecto a los proyectos mineros y petroleros, una tienden a privilegiar los intereses de los inversores
parte reclama la suspensión de los proyectos polémi- extranjeros. Por el contrario, su posición ante la so-
cos y el retorno a una auténtica concertación, mien- ciedad civil o las comunidades locales es considerada
tras que otra parte pide más bien compensaciones como «discrecional». Algunos analistas no dudan
justas, más empleos para la población local y una en hablar de depredación y de monopolio estatal.
gestión transparente de los contratos y los pagos. En este juego de actores, la sociedad civil malga-
La sociedad civil también está dividida en torno a che ha tratado de posicionarse como un contrapo-
la necesidad o no de revisar la legislación sobre el der del Estado y denunciar prácticas irresponsables
territorio, los códigos mineros y petroleros así como e injustas. A pesar de la timidez de sus acciones
la Ley sobre Grandes Inversiones Mineras (LGIM). locales y las divergencias internas, la sociedad civil
A nuestro parecer la sociedad civil malgache malgache ha asimilado la idea de que se debe adop-
necesita un refuerzo en términos de información y tar una nueva estrategia, por el carácter complejo
conocimientos sobre estas cuestiones que son cada de las implicaciones de estos grandes proyectos y las
vez más complejas. Según el sociólogo malgache relaciones de fuerza entre los actores. En ese sentido,
Jean-Claude Rabeherifara, la sociedad civil de Ma- ha empezado a tejer vínculos con la sociedad civil
dagascar es aún muy joven; podríamos decir que mundial, la diáspora malgache y las redes académi-
está naciendo (Raharinirina, 2013a). Necesita por lo cas. Han aparecido nuevas formas de protesta, con-
tanto tiempo para reapropiarse los problemas, que cretamente desde 2008 y debido el acaparamiento
son nuevos y complejos y que tienen una dimensión de tierras realizado por Daewoo. Estas protestas
a la vez local y global («glocal»). han recurrido a los canales de estas nuevas redes,
pero también, cada vez más, a los medios sociales.
Conclusión A falta de una verdadera democracia deliberativa en
el territorio, la sociedad civil intenta tomar como
El cambio de rumbo realizado en Madagascar testigos a actores del ámbito global, una estrategia
en la política agraria y extractiva hacia finales de que parece finalmente pertinente y hábil, ante el
los años 90 (con el impulso del BM) ha permiti- carácter «glocal» de los conflictos y para esquivar la
do alcanzar un doble objetivo: atraer IED y crear ausencia de libertad en el territorio.
empleo. El sector extractivo se ha convertido en
el mayor proveedor de empleo en Madagascar. A Referencias
la vez, los proyectos mineros, petroleros y agrarios
han multiplicado las tensiones y los conflictos en la Allaverdian, C. (2010), Agricultures familiales et
sociedad malgache y están acompañados a menudo sociétés civiles
 face aux investissements dans
de injusticias sociales y medioambientales cada vez les terres dans les pays du Sud, Coordination
más frecuentes. Sud: Solidarité Urgence Développement, p.
El análisis de estos proyectos ilustra el carácter 131.
«glocal» de todos estos conflictos. Para responder a Andrianirina Ratsialonana, R., Ramarojohn,
las necesidades energéticas y para alimentar a una L., Burnod, P. Y Teyssier, A. (2011), «After-
población planetaria en crecimiento, Madagascar se Daewoo? Current Status and Perspective of
ha posicionado como un país proveedor de recursos Large-Land Scale Acquisitions in Madagascar».
y esta elección ha conllevado diferentes conflictos Roma: Observatoire du Foncier à Madagascar,
con la sociedad civil, concretamente a nivel local. CIRAD, ILC.

74 ecologíaPolítica
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ecologíaPolítica 75
Conflictos ambientales en
Colombia: actores generadores
y mecanismos de resistencia
comunitaria1
Mario Alejandro Pérez-Rincón*
actividades se encuentra frecuentemente con for-
mas de producción campesina, con agricultura
Palabras clave: Conflictos ambientales, Colom- familiar, mezcla de cultivos para el autoconsumo
bia, mecanismos de resistencia, Justicia Ambien- y el mercado local, con culturas híbridas (Gar-
tal, Neo-Extractivismo cía-Canclini, 1990) que dependen en buena me-
dida de los servicios ambientales provistos por
la naturaleza y con poco respaldo institucional.
Introducción La vulnerabilidad de estas comunidades poten-
cia los impactos ambientales sobre las mismas,
En Colombia, la especialización productiva incrementando su exclusión sobre los recursos
dirigida hacía el sector primario potenció las naturales de los cuales subsisten, afectando sus
ventajas comparativas asociadas a la abundancia modos y medios de vida, sus redes sociales, sus
de tierra, agua y clima, y con ello se generó un estructuras culturales y sus derechos consuetu-
incremento significativo en el área utilizada por dinarios, generándose un despojo del agua, la
la dinámica económica extractiva. La expansión tierra, los territorios comunales, la biodiversidad,
de estas actividades se encontró con formas de y otros bienes comunales.
producción campesina y sociedades híbridas En este contexto, este artículo tiene tres pro-
que dependen en buena medida de los servicios pósitos: i) Presentar los principales conflictos
ambientales provistos por la naturaleza, con lo ambientales identificados en el país; ii) Iden-
cual se intensificaron de forma significativa los tificar las actividades y agentes generadores de
conflictos e injusticias ambientales. estos conflictos; y, iii) Conocer los mecanismos
Dado el carácter intensivo y extensivo del mo- de resistencia que han desarrollado las afectadas
delo extractivo en términos del uso de la tierra, el para defender su acceso a los bienes comunes.
agua y la naturaleza, se generaron grandes niveles Este trabajo se hará a partir de un inventario
de acumulación de los recursos naturales, y con realizado para 95 casos de conflictos ambientales
ello grandes impactos y conflictos ambientales distribuidos por todo el territorio colombiano,
entre los nuevos agentes empresariales, que ex- siendo el mismo altamente representativo de las
panden sus actividades bajo patrones agresivos disputas ecológico-distributivas de la realidad
en términos tecnológicos y las comunidades, que nacional actual.
tienen otra forma de relacionarse con la natu-
raleza y entre sí mismas. La expansión de estas Conflictos ambientales y justicia
ambiental
* Profesor Universidad del Valle - Instituto CINARA, Cali,
Colombia (mario.perez@correounivalle.edu.co)
1 Investigación financiada por el proyecto CSO2010-21979 Partiendo de una definición amplia sobre
«Metabolismo social y conflictos ambientales» y por el conflicto social, éste se estructura a partir de una
proyecto EJOLT (Environmental Justice Organization, Li- divergencia o incompatibilidad entre dos o más
abilities and Trade) de la Unión Europea.

76 ecologíaPolítica
objetivos o intereses en pugna dentro de un sis- con bifenilospoliclorados (PCB) en el condado de
tema (Grasa, 1994). Sin incompatibilidad o con- Warren, habitado en alta proporción por personas
traposición de objetivos, no existe conflicto. Los afroamericanas. El Condado de Warren se convir-
objetivos en pugna pueden ser materiales, tan- tió así en símbolo del nacimiento del movimiento
gibles (es decir intereses y necesidades), o intan- social sobre la justicia ambiental, aspecto que la
gibles (sentimientos, valores, pautas culturales). corriente ambientalista principal no había con-
De ahí que pueden distinguirse entre conflictos siderado, es decir, que las personas de raza negra
de intereses o conflictos de raíces profundas. y las comunidades empobrecidas se enfrentaban
El conflicto no surge de manera automática a riesgos ecológicos mucho mayores que las per-
ante cierto tipo de problemas o necesidades que sonas blancas (Mohai et al., 2009: p. 408-409).
padecen las colectividades o los grupos subor- Por otra parte, un tema más reciente asociado
dinados. Es un constructo social que requiere es el de justicia hídrica que estudia la crecien-
ciertas condiciones sociales, procesos cognitivos te concentración del agua y de los derechos de
diferenciados y las redes sociales necesarias para agua en unas pocas, analizando los conflictos
hacer de la protesta una condición social y no que surgen en consecuencia por parte de grupos
individual y aislada, reactiva o espontánea. Es indígenas y comunidades rurales, que reclaman
necesario reconocer el conflicto, latente o ma- sus derechos sobre el agua basados en reglas
nifiesto, como una situación de malestar, pre- consuetudinarias locales (Boelens et al, 2011:
sente en el sistema social, que hace posible la 13-18). Los conflictos por el agua se originan
impugnación o rechazo de un acontecimiento por la distribución desigual, así como por la dis-

Geografías de la conflictividad
que afecta a grupos excluidos o subordinados. criminación en los derechos a la autogestión y
El conflicto coloca en calidad de problema una representación democrática donde se toman las
relación de desigualdad, subordinación, injus- decisiones y se hacen las reglas del agua. «Los es-
ticia u omisión que cause perjuicio, malestar o tudios de justicia hídrica buscan influir en el debate
merme la calidad de vida y oportunidades de las y apoyar las estrategias de la sociedad civil para lo-
personas (Agüero, 2011). grar políticas de gestión del agua más democráticas,
En esta perspectiva, los conflictos ambienta- mecanismos de resolución de conflictos de agua más
les o conflictos ecológicos distributivos son de- efectivos y una distribución más justa de los recursos
finidos como:«(…) las luchas generadas por los hídricos» (Idem: 18).
efectos de la contaminación en ciertos grupos o por
los sacrificios causados por la extracción de recur- Inventario de los conflictos
sos naturales, de los cuales muchos se convierten ambientales en colombia
en incidentes colectivos, que motivan a personas
de un lugar concreto a expresar críticas, protestar En la Figura 1 (mapa), se presentan los 95
o ejercer resistencia, presentando reclamos visibles conflictos inventariados dentro de esta investi-
sobre el estado del ambiente físico y los probables gación. Como se observa, el inventario incluye
impactos en su salud o en su situación económica, conflictos de todo tipo;: se ubican en buena parte
que afectarían sus intereses y también los de otras de las regiones del país; son generados por dife-
personas y grupos» (Kousis, 1998). rentes tipos de actividades en distintos sectores
En términos históricos, el concepto de «jus- de la economía (agropecuario o biomasa, infraes-
ticia ambiental» es un antecedente del estudio tructura, energía fósil, fumigaciones, generación
de los conflictos ambientales. Aunque, este con- de energía, minería y residuos sólidos); incluyen
cepto esta aún precedido por otro, el de «racismo las diferentes fases de los proyectos o actividades
ambiental», el cual irrumpe en el radar político generadores de los impactos (propuesta, planea-
y académico de EEUU en 1982 cuando activis- ción, operación e incluso abandono de los pro-
tas de derechos civiles se organizan para detener yectos); afectan a distintos tipos de comunidades
en el Estado de Carolina del Norte el vertido (población urbana, campesinado, comunidades
de 120 millones de libras de tierra contaminada indígenas, comunidades afrodescendientes);

ecologíaPolítica 77
son generados por diferentes tipos de empresas rias de los proyectos o actividades que producen
(nacionales, extranjeras y mixtas); afectan a dis- los impactos ambientales o sociales que afectan
tintos tipos de ecosistemas y de recursos natura- a las comunidades o a los ecosistemas.
les (tierra, agua, paramos, humedales, bosques,
ríos, mares, manglares, etc.); las comunidades Los sectores económicos
afectadas desarrolla diferentes tipos de resisten- generadores de los conflictos
cias sociales (movilizaciones, paros, protestas,
denuncias, etc.) y recurren a diferentes tipos de
instrumentos legales y jurídicos para defenderse
y para buscar la justicia ambiental (actos legisla-
tivos, consultas populares, acuerdos municipales,
tutelas, acciones de cumplimiento, derechos a
consulta previa; etc.); entre otros.

Figura 1. Conflictos ambientales en Colombia

(Fuente: Base de datos Univalle – EJOLT, Colom- Figura 2. Clasificación de los conflictos ambienta-
bia) les acorde al sector metabólico (A) y al producto o
actividad generadora del conflicto (B) en Colom-
bia (95 casos)
Actividades y agentes económicos (Fuente: Base de datos Univalle - EJOLT, Colombia
generadores de los conflictos
ambientales en colombia
La Figura 2 (A y B) muestra la clasificación
Una forma de caracterizar y analizar los con- de los conflictos acorde al sector económico y
flictos ambientales es identificar las actividades y al producto específico generador del conflicto.
agentes generadores de las disputas; en este caso Para Colombia, 34 de los 95 conflictos inven-
se hace referencia a los sectores económicos que tariados, están relacionados con la minería, lo
generan los conflicto, y a las empresas propieta- que representa el 36% del total. Dentro de estos

78 ecologíaPolítica
se destaca el oro, con 27 casos que representan badó y Jiguamiandó, Chocó, La Macarena, el
el 29% de todos los conflictos y el 79% de las acaparamiento de tierras baldías y la pérdida de
disputas mineras inventariadas. Dentro de estos manglares en Tumaco. Este sector se ha caracteri-
casos se resaltan dos conflictos de minería de oro zado en general por sus altos niveles de violencia.
por su magnitud y relevancia para el país; el del La caña de azúcar, las plantaciones forestales y la
páramo de Santurbán en Santander, donde tiene explotación de bosques también son otras activi-
presencia la multinacional Greystar de Canadá dades generadoras de conflictos.
y el conflicto en la mina La Colosa, Cajamar- En términos de infraestructura (9%), ha ha-
ca-Piedras, Tolima, relacionado con la multina- bido una dinámica creciente de construcción
cional Anglo Gold Ashanti (AGA) de Sudáfrica. de puertos y carreteras, y se espera que para los
Por su parte, la extracción y exploración de próximos años este último sector se vuelva aún
energía fósil explica el 23% de los conflictos, más conflictivo por la denominada IV Fase del
destacándose el carbón con 12 (12,6%) y el pe- Plan de Concesiones Viales, que implica gran-
tróleo con 9 casos que equivalen al 9,5% de las des proyectos de este tipo. Para estos años eva-
disputas ambientales. Por las características del luados, los principales proyectos generadores de
sector, sus impactos y conflictos se desarrollan conflictos en esta área son los puertos y la cons-
desde su extracción y transporte hasta su co- trucción de vías.
locación en los puertos de exportación, prin- Los proyectos o actividades relacionadas con
cipal destino de esta actividad. Se destacan los la generación de energía eléctrica representan el

Geografías de la conflictividad
conflictos de las minas de La Loma en la Jagua 8%, explicados por la construcción y operación
de Ibirico (Cesar), todos relacionados con la de 7 hidroeléctricas (7%). Se resalta que este tipo
empresa Drummond (EEUU); y la mina de El de proyectos son altamente impactantes por las
Cerrejón en La Guajira, donde tienen presen- implicaciones socio-ambientales de la zona inun-
cia BHP Billiton (Australia), Anglo American dada y el desplazamiento de personas, cultivos y
(Sudáfrica) y Xstrata (Suiza). bienes patrimoniales. Por ejemplo: estos 7 pro-
En el tema petrolero se destacan los casos em- yectos inundan un área total de 107000ha y afec-
blemáticos de la exploración en territorio U´wa, tan a 73000 personas. Igualmente la inversión
donde ha habido presencia de la Oxy (EEUU), que se hace para el desarrollo de estos proyectos
Repsol (España) y ahora Ecopetrol (Colom- de infraestructura es cuantiosa. Los mismos su-
bia). El permiso de exploración y explotación man un total de US$ 10376 millones. Por su
de petróleo y gas fue cancelado por presión de nivel de impacto y el grado de intensidad del
las comunidades y las autoridades ambientales conflicto, hay que destacar 4 casos: El Quimbo,
en San Andrés Islas. Asimismo, cabe resaltar el Hidrosogamoso, Urra II e Hidroituango.
caso de Pie de Monte Llanero en Meta, proyecto Finalmente, el manejo de residuos sólidos,
que se inició en 2011 y en el que actualmente el turismo y la fumigación áerea recogen el 6%
se encuentran operando varias empresas, entre restante de los conflictos.
ellas, Ecopetrol, OXY (EE.UU.) y la British Pe-
troleum Corporation (Gran Bretaña), por los Las empresas generadoras de
continuos conflictos con las comunidades de la conflictos
zona y la reciente consulta popular en Taurame-
na que rechazó el uso de su territorio con fines Un aspecto importante de la caracterización
extractivos. de los conflictos ambientales es conocer las em-
Le siguen en importancia, como sectores cau- presas responsables de los proyectos o actividades
santes de conflictos ambientales, la extracción de extractivas. La tabla 1 evidencia una alta rel-
biomasa, que representa el 14% de los conflictos, ación entre los conflictos ambientales y el flujo
destacándose 6 disputas asociadas al cultivo de de inversión extranjera (54% de los proyectos),
palma: Hacienda Las Pavas, Bellacruz, Curu- siendo las empresas principalmente de Canadá,

ecologíaPolítica 79
Australia, Sudáfrica, y otros países europeos en muy pocas ocasiones, acciones de violencia.
(54%). La Tabla 1 también identifica el tipo de Pero, igualmente, las empresas y fuerzas
empresas por sector económico generador de extractivas también despliegan estrategias y
conflictos. Allí, se muestra que las empresas ex- mecanismos para preservar, fomentar y man-
tranjeras se ubican esencialmente en minería y en tener estas nuevas fuentes de acumulación de capi-
exploración y extracción de energía fósil. tal y extraer los recursos naturales requeridos para el
desarrollo metabólico del proceso capitalista. Estas
Tipo de empresa u organización
Sector Nacional Extranjera Mixta Total
Aspersión aérea 1 1 2
26
Biomasa Destacan: Grupo Daabon 12 2 40
y Asocaña.
48
Destacan en carbón: Drummond,
22 Glencore, BHP Billiton, Xstrata.
Energía fósil 0 70
Destaca: Ecopetrol, En petróleo: BP, Emerald Energy,
Sinochen Corporation, Oxy, Repsol,
YPF.
11
Destaca: ISAGEN,
Empresas Públicas
Generación de energía 4 1 16
de Medellín (EPM) y
Empresa de Energía de
Bogotá (EEB).
Gestión del agua 3 3
Industria 1 1
Infraestructura 18 15 33
47
18 Destacan: Anglo Gold Ashanti;
Destacan pequeños B2 Gold, Grand Colombia Gold,
Minería 65
mineros y minería Continental Gold, Cosigo Resources,
informal Holcim, Medoro Resources, Rio Tinto,
Solvista, Votorantim (Brasil)
Rellenos Sanitarios 4 2 1 7
Turismo 4 1 5
TOTAL 107 131 4 242
% 44,21% 54,13% 1,65% 100,00%

Tabla 1. Tipo de empresa generadora de conflicto por sector (Fuente: Cálculos nuestros trabaja-
dos a partir de la base de datos Univalle-EJOLT, Colombia)

Mecanismos de resistencia de las estrategias combinan el marco legal, los estudios


afectadas técnicos, las relaciones de poder y de política, las
redes de influencia, la corrupción, y en bastantes
Los impactos ambientales generados por los ocasiones el uso de la violencia. El empresariado
proyectos y actividades económicas extractivas, extractivista también utiliza el lenguaje del «desa-
que afectan diferentes tipos de comunidades, ge- rrollo», del interés nacional, del beneficio general;
neran a su vez distintos mecanismos y estrategias y cuenta con el respaldo del Estado; ambos agentes
de resistencia y defensa de sus derechos y medios están en contra de los intereses locales y de grupos
de vida. Dentro de estos mecanismos se encuen- específicos de población que defienden su cultura,
tran las manifestaciones, los paros, los bloqueos, sus valores y sus medios de subsistencia.
las gestiones institucionales, la defensa jurídica y, Como consecuencia de estas disputas el proyecto

80 ecologíaPolítica
puede continuar, puede paralizarse, pueden produ- sectores.
cirse acuerdos entre los afectados y las empresas ge- Por su parte, las acciones dirigidas a defender
neradoras del conflicto, puede haber compensacio- el derecho a la consulta previa existente en la le-
nes, pueden haber hechos de violencia que nieguen gislación colombiana son también un recurso le-
la otredad, la desaparezcan, la intimiden. También gal importante; en este caso se hace referencia a la
se puede recurrir al marco legal y jurídico existente Ley 70 y al Convenio 169 de la OIT. Estos ins-
para tratar de frenar, parar, o negociar el proyecto. trumentos obligan a que deban ser consultadas las
De tal manera, en este punto se analizan dos comunidades afrodescendientes e indígenas antes
cuestiones centrales: i) Las acciones resultantes o del desarrollo de un proyecto. Las herramientas se-
consecuencias finales de los conflictos; y, ii) las he- ñaladas representan casi la tercera parte del total de
rramientas jurídicas utilizadas por las afectadas para instrumentos legales usados por las comunidades
defender sus derechos. para defender sus intereses.
Por otro lado, destaca igualmente la Acción
Acciones resultantes o consecuencias fina- Popular que se presenta en 6 ocasiones donde se
les de los conflictos reconoce el caso del acueducto de Pance. También
la Tutela ha sido usada en 7 ocasiones, una de ellas
Se observa una gran bipolaridad en las soluciones en el conflicto minero en Titiribí, Antioquia. Estos
o resultados finales de los conflictos: por un lado, un son dos instrumentos de la legislación colombiana
gran número de acciones son dirigidas a la negocia- que sirven para defender los derechos colectivos e

Geografías de la conflictividad
ción o al uso de instrumentos jurídicos; y por otro individuales de las afectadas (Figura 4).
hay una tendencia a resolver los conflictos o deman- A nivel de Consultas Populares o Plebiscitos, se
das de las comunidades a través de las acciones vio- han presentado cinco, que buscaban detener los de-
lentas. Se ha observado que en 165 oportunidades sarrollos extractivos en sus regiones: el del páramo
se han usado herramientas pacíficas para resolver el de Santurbán, que resultó exitoso; la consulta en
conflicto incluyendo: demandas en los tribunales el municipio de Piedras que votó negativamente el
(27), criterios técnicos (27), aplicación de la norma uso de su territorio para actividades mineras en el
(38), compensaciones (23) y negociación (50). proyecto; La Colosa; la consulta en Tauramena y
Pero al mismo tiempo se observan 151 casos en los municipios de Urrao y El Jardín (Antioquia).
donde las soluciones se han establecido por meca- Estas iniciativas han generado un conflicto jurídico
nismos violentos. En estos casos destacan amena- entre la autonomía de los municipios y el interés de
zas a activistas (52), represión (33), desplazamiento la Nación frente al uso del territorio.
(31), muertes en 22 de los casos y desapariciones en Por su parte, en términos de Acuerdos Muni-
13 de los casos analizados. cipales anti-extractivistas originados ya sea por las
Además, es necesario destacar que 19 proyectos administraciones locales o los Consejos Munici-
se han logrado detener por las luchas del movimien- pales, son diecisiete los establecidos para detener
to social, alcanzando con ello una tasa de éxito del proyectos: cinco en minería, seis en actividades de
20%, ya sea parcialmente o en forma definitiva. Esto extracción de biomasa, cinco en energía fósil y uno
es lo que se ha denominado «triunfos de la justicia de un relleno sanitario.
ambiental». Ahora, si se detalla esta información por sec-
tores económicos se encuentra lo siguiente. El
Instrumentos legales usados por las afectadas sector que más ha usado instrumentos legales
es el de la minería (29%), seguido de la energía
Dentro del marco jurídico utilizado por fósil con 28%, la biomasa 16%, la infraestructura
los afectados, destaca la normativa ambiental con un 8% y la generación de energía y rellenos
como el mayor recurso empleado con un total sanitarios con 7% cada uno. El resto tienen par-
de 44 casos, representando casi la cuarta parte ticipaciones minoritarias.
de los instrumentos usados en los diferentes

ecologíaPolítica 81
Conclusiones Sin embargo, a pesar de la cantidad de eventos
de movilización y resistencia y de los «triunfos» de
América Latina, y Colombia en particular, han fo- la justicia ambiental, las voces de las comunidades
mentado la senda neo-extractivista a través del diseño son invisibilizadas sistemáticamente. Diversas per-
e implementación de una serie de políticas construidas sonas han sido víctimas de represión, persecución,
por las tomadoras de decisiones y por un contexto judicialización, amenazas, desaparición y asesinato.
internacional que las promueve. En ese sentido la Por otra parte, en los lugares donde se han desarro-
especialización productiva no es un proceso natural, llado los proyectos, miles de personas han visto des-
sino una construcción política mediante estrategias mejoradas las condiciones de vida en sus territorios
económicas, tributarias, subsidios, inversiones en in- por el aumento del costo de vida, las alteraciones
fraestructura, cambios institucionales y mecanismos de las cadenas productivas, la pérdida del trabajo,
normativos y legales. De forma particular en Colom- el rompimiento de tejidos sociales, las afectaciones
bia la política minera, energética y agrícola impulsada irreversibles al ambiente y el aumento de conflictos
por los últimos gobiernos han potenciado el modelo sociales y ambientales.
extractivo. Esto ha implicado un cambio drástico en
el uso del suelo, que choca con los planes de vida de Referencias
comunidades campesinas, indígenas y afrodescen-
dientes, poniendo en riesgo la supervivencia de diver- Agüero, J. (2001). Entre las demandas reivindicati-
sas especies, la disponibilidad de agua para consumo vas y ambientales: conflictos por el agua en la zona
humano, las formas de vida y la supervivencia de co- metropolitana Córdoba-Orizaba, Veracruz, 1990-
munidades urbanas y rurales. Muchas de las nuevas 2006. Universidad Veracruzana.
actividades se ubican en estos territorios generando o Boelens, R., Cremers, L. y Zwarteveen, M. (2011).
intensificando los conflictos ambientales. «Justicia Hídrica: acumulación de agua, conflic-
En ese sentido se evidencia una clara relación tos y acción de la sociedad civil», pp. 13-25. En:
entre la cantidad e intensidad de los conflictos am- Boelens, Cremers y Zwarteveen (eds.). JUSTICIA
bientales y el modelo de desarrollo extractivo de HÍDRICA: acumulación, conflicto y acción social.
los últimos gobiernos en Colombia. La apertura Instituto de Estudios Peruanos y Fondo Editorial
económica y la desregulación de la mayor parte de Universidad Católica del Perú, Lima.
las actividades productivas y extractivas por par- Ejolt (2014). Environmental Justice Organizations,
te del estado en la década del noventa sentó las Liabilities and Trade. Página Web: www.ejolt.org.
bases del modelo extractivista, acrecentado en el Consultada: X/02/2014).
presente siglo. Esta situación es alimentada por la García-Canclini (1990). Culturas híbridas. Estrate-
dinámica de la Inversión Extranjera Directa y la gías para entrar y salir de la modernidad. Grijalbo
flexibilización de las normativas para la asignación Editorial, México.
de territorios para el desarrollo de actividades ex- Grasa, R. (1994). «Los conflictos «verdes»: su di-
tractivas y el debilitamiento institucional ambiental mensión interna e internacional». Ecología
y minero-energético. Política 8, Barcelona.
Desde esta perspectiva se han identificado 95 Kousis, M., (1998), Protest-Case Analysis: A Meth-
casos de conflictos ambientales. Los resultados e in- odological Approach for the Study of Grassroots
tentos de solución de estos conflictos muestran, por Environmental Mobilizations. The Working Paper
un lado, un gran número de acciones asociadas a Series, No. 570 . Center for Research on Social
medios pacíficos como la negociación, el estudio téc- Organization, Department of Sociology, Univer-
nico o el uso de instrumentos jurídicos; y por otro, sity of Michigan, http://deepblue.lib.umich.edu/
un gran uso de los medios violentos para resolver los bitstream/2027.42/51334/1/570.pdf.
conflictos. Esto muestra la bipolaridad de la sociedad Mohai, P., Pellow, D. and Timmons, R. (2009).
colombiana que se enmarca en los extremos entre Environmental Justice. Annu. Rev. Environ. Re-
negociación, juridicidad y violencia. sour. 34, 405–430.

82 ecologíaPolítica
Los colores de la tierra.
Permanencia y discontinuidades
del Apartheid en Namibia

Pablo Gilolmo Lobo*

Palabras clave: Namibia, apartheid, reparto de


la tierra, colonialismo, mercado

Geografías de la conflictividad

Mapa 1. Parcelación de la región Otjondjupa. (Fuente: modificado de Gilolmo, 2014)

Namibia logró su independencia de Sudáfrica a dar continuidad a un modelo de planifica-


en 1990. En 1962 el gobierno sudafricano había ción que respondía a lo que podríamos llamar
encargado a la ‘Odendaal Comission’ un infor- teoricamente racismo filosófico eurocentrado,
me para el desarrollo económico, que concluyó articulado teórica e históricamente con crite-
con la propuesta de reorganizar la división del rios económicos y demográficos provenientes
país entre tierras exclusivas para granjeros blan- de la teoría del espacio vital de Friedrich Ratzel
cos y reservas de nativos (Werner, 2011: 28-30). (Olusoga, 2004). En efecto, en el periodo de
Este sistema de apartheid (ya presente en lo que dominio de Alemania (1885-1919) la empresa
hoy es Namibia desde 1951) estaba destinado colonizadora sobre la entonces conocida como
* Investigador independiente (gilol99@hotmail.com)
South West Africa se planteó no sólo como mo-

ecologíaPolítica 83
vimiento geoestratégico frente a otras potencias, actuales, en la época del apartheid ya hubo pla-
sino también como una forma de ampliar el te- nes de desarrollo que implicaban la privatización
rritorio nacional ante el crecimiento demográfi- de tierras comunales. En esta región la actividad
co. En el proceso se promovió la anexión militar agraria principal es la cría de ganado bovino, y
de vastos territorios con el fin de establecer en conviven grupos de procedencia europea, He-
ellos grandes granjas comerciales, y se procedió rero y San.
al desplazamiento de nativos y a su utilización La reforma de la tierra fue una de las prin-
como fuerza de trabajo (Olusogo, 2014). cipales motivaciones de la lucha de liberación
Esta política continuó durante el mandato (Botha, sin fecha) pero sus avances son muy li-
sudafricano obtenido después del Tratado de mitados. La división entre tierras comunales y
Versalles, promoviendo el desplazamiento de privadas continúa exactamente igual que antes
granjeros blancos desde la superpoblada provin- de la independencia. En las tierras comunales
cia del Cabo y arrinconando cada vez más a las los planes de desarrollo prevén, como ya se ha
poblaciones nativas en las reservas (Botha, ver la hecho en las regiones de Kavango, Ohangwena,
pagina web 1). La reorganización del apartheid Oshikoto y Omusati (Meijs, Hager Y Mulofwa,
del ‘Odendaal Plan’ indica cómo aquellos crite- 2014), supeditar los derechos sobre la tierra a
rios económicos y raciales continuaron reciclán- criterios económicos que conllevan su privatiza-
dose después de la II Guerra Mundial. Además, ción, con el objetivo de homologar su actividad
estas políticas alcanzaron altos grados de oficiali- a la de las granjas privadas establecidas durante
dad institucional. Si bien en los inicios de la co- la colonización. Esta privatización tiene prece-
lonización alemana existía una coexistencia en el dentes históricos con la administración sudafri-
espacio de los blancos asentados y los africanos, cana la cual, siguiendo las recomendaciones del
con el ‘Odendaal Plan’ se alcanzó la más escru- ‘Odendaal Plan’, dividió y asignó a los africanos
pulosa separación, sancionada legalmente. En las más pudientes parcelas de tierra para su desa-
zonas destinadas a granjas se establecía la absolu- rrollo como granjas comerciales (ver «pre-in-
ta exclusividad para las familias blancas, mientras dependence allocations» en el mapa) (Werner,
que los africanos debían contar con un permiso 2011). Al mismo tiempo, la privatización ha
expedido sólo en caso de ser trabajadores por continuado después de la independencia a través
cuenta de los terratenientes, que en la práctica del cercado y apropiación ilegal de tierras comu-
tenían derechos de disposición incluso sobre sus nales (ver «illegally fenced on the commonage»
vidas. Esta sistematización y burocratización del en el mapa) (Odendaal, 2011; Werner, 2011).
horror puede considerarse un exponente más del Los planes de desarrollo del gobierno, ampara-
integrismo racionalista eurocéntrico. dos por la cooperación alemana principalmen-
El mapa 1 proviene de la investigación del te, pretenden ahora regularizar el cercado ilegal
autor para su tesis de máster en la University Of (MLR et altera, 2012:6, 28-29), avalando así la
Namibia, que consistió en una caracterización desposesión sufrida por los sectores de pobla-
espacial y análisis del reparto de la tierra en la ción rural menos adinerados. En consonancia
región de Otjozondjupa en el año 2012, y una con los postulados liberales más conocidos (p.
comparativa de la degradación ambiental entre ej.: Hardin, 1968), estos planes de desarrollo se
distintos tipos de tenencia (Gilolmo, 2014). Esta justifican en parte en la necesidad impuesta por
región fue elegida para el estudio por ser repre- la degradación ambiental supuestamente agrava-
sentativa, al estar presentes dos tipos de tenencia da por la tenencia comunal de la tierra. Existen
de la tierra (comunal y privada) y algunas de las evidencias, basadas en el estudio de largas series
prácticas no reguladas (como el cercado ilegal temporales de índices de vegetación (NDVI),
por parte principalmente de agentes privados). que cuestionan seriamente esta suposición. (cf.
Además, y sirviendo de precedente a los procesos Gilolmo, 2014: 64-100).
En la zona privada («Tenure in private Land»)
1 http://www.namibweb.com/oden.htm

84 ecologíaPolítica
resulta clara la importancia de la clase, el capi- ceso a la tierra en función del estatus socio-eco-
tal y el mercado de compraventa de tierras que, nómico, se favorece el acceso a aquellos con la
además de la raza, determinan la estructura de capacidad de pagar por la tierra, asumiendo que
propiedad (los siguientes datos provienen de éstos son quienes mayor capacidad tienen para
Gilolmo, 2014: 42-53). El 73,7% de las tierras obtener producción. La experiencia demuestra
privadas siguen perteneciendo a propietarios las fallas de esta lógica. Uno de los principales
blancos (en azul en el mapa). Esto indica la per- resultados indeseados del proceso redistributivo
manencia del sesgo racial. El 26,3% restante se es que los nuevos propietarios no usan la tierra
divide entre propietarios africanos de la siguien- para producir, sino que la valoran como sím-
te manera: un 24% ha sido adquirido con fon- bolo de estatus social (Shigwedha, 2005). Esto
dos propios (private funds), un 63,9% ha sido ocurre principalmente entre los propietarios que
adquirido gracias a créditos subsidiados por el han adquirido sus tierras con fondos propios,
estado (state loan), y un 12,1% (resettlemet) es decir, precisamente los de mayor capacidad
corresponde a los programas de reasentamiento económica. Entre los que han adquirido tierras a
gubernamentales. Este reparto implica que un través de créditos subsidiados, los niveles de mo-
87,9% (24+63,9) de las tierras accedidas por rosidad son elevados. (Duddy, 2012). Además,
africanos desde la independencia pertenecen a la suposición de que el modelo de producción
personas con un grado de capacidad económica implantado por los europeos sea el mejor posible
entre medio-alto (créditos subsidiados) y muy es cuestionable. Por lo tanto, también es cues-

Geografías de la conflictividad
alto (fondos propios). Sólo el 12,1% de la tierra tionable la necesidad de equiparar a aquel toda
repartida ha sido puesta en manos de la pobla- actividad agrícola, más aún al existir estudios
ción en situaciones económicas más precarias que cuestionan que la privatización estimule la
(ibid.). Esto indica que cuando las desigualdades inversión y la productividad (Moyo y Chambati,
raciales son superadas lo hacen en favor de aqué- 2012). El modelo colonial de granjas comercia-
llos con capacidad para participar en el mercado les se puso en marcha y se mantuvo gracias a una
de tierras, lo que alude a la clase y a la acumula- enorme cantidad de subsidios, aparte de contar
ción de capital, probablemente conectados con con otras ventajas importantes, como la gratui-
el favoritismo político. Es curioso que durante dad de la tierra y de la fuerza de trabajo de las
la investigación que dio lugar al mapa 1 no fuese que se benefició. En la actualidad, en ausencia de
posible hallar publicada representación alguna éstos subsidios y ventajas, este modelo atraviesa
que diera cuenta del reparto de la tierra en fun- dificultades para poder mantenerse.
ción de categorías que permitiesen observar las Pero aunque los nuevos propietarios sí llevaran
particularidades descritas más arriba, a pesar de a cabo un buen aprovechamiento económico de
existir los datos y la capacidad para ello. las tierras adquiridas, o la privatización resultara
en un aumento de las inversiones y de la pro-
Discusión ductividad, lo que encontramos en el fondo de
estos asuntos es una cuestión de valores. La lógi-
Si bien en el pasado los criterios de la des- ca de que la tierra no debe pertenecer a quien no
igualdad se resumían fácilmente en el argumento tenga por objetivo sacar el máximo beneficio de
de la diferencia racial, hoy en día esos mismos ella destila del mismo modelo de jerarquización
criterios siguen reciclándose bajo la apariencia racial y epistémica (Santos, 2014; Castro-Gómez
de razones económicas de carácter técnico. Se y Grosfoguel, 2007: 13-14), que existía bajo el
atiende principalmente a la capacidad para pa- apartheid. Puesto que este es un criterio colo-
gar por la tierra (es decir, para obtener tierras de nial y capitalista que entiende la tierra como un
acuerdo a las leyes del mercado), y a la capacidad bien exclusivamente económico, se infravaloran
para producir. En la práctica estos dos criterios se los otros aspectos que la tierra significa bajo una
unifican, y como indican los porcentajes de ac- perspectiva africana. Muchos namibios asocian

ecologíaPolítica 85
el derecho a la tierra con el derecho a vivir dig- Towards Tenure Security and Development
namente en comunidad, lo que incluye, pero no Planning. Paper prepared for presentation at the
se limita, a la producción de alimentos. Esto ex- «2014 World Bank Conference On Land And
plicaría en parte que se compren tierras pero no Poverty». The World Bank - Washington DC,
se utilicen para producir, pero al mismo tiempo March 24-27.
muestra un desvío respecto al valor de tierra en la http://www.oicrf.org/document.asp?ID=13952
cultura tradicional, desvirtuando su significación consultado el 6 de agosto de 2014.
social y adaptándola al marco capitalista que aso- Mlr, Kfw, Gopa Y Ambero (2012), Road Map
cia estatus social y propiedad privada. Los valores - «Support to Land Reform and Infrastructure
coloniales se justifican actualmente gracias a la Development in Communal Areas» Programme.
asepsia objetiva de los balances de negocio (que Windhoek: MLR.
sólo tiene en cuenta la producción) en lugar de Moyo, S. Y Chambati, W. (2012), Unlocking the
basarse en el racismo científico explícito como Economic Potential of Communal Land: Re-
ocurría en el pasado. En otras palabras, la nove- gional/African Experiences. EN RESEARCH
dad es que hoy el negro puede redimirse de su DEPARTMENT-BANK OF NAMIBIA
condición de negro (y todo lo que ello implica (Ed.), Bank of Namibia 14th Annual Sympo-
bajo los postulados del racismo sistémico) a con- sium 2012. Unlocking the Economic Potential
dición de que sea rico. Se puede aventurar que of Communal Land (pp. 38-74). Windhoek:
el criterio económico como única legitimación Bank of Namibia.
posible del derecho a vivir dignamente presenta Odendaal, W. (2011), Land Grabbing in Namibia:
una continuidad con el integrismo racionalista A Case Study from the Omusati Region, North-
mencionado anteriormente, tanto en sus oríge- ern Namibia, http://www.iss.nl/fileadmin/
nes como en sus consecuencias materiales. ASSETS/iss/Documents/Conference_papers/
LDPI/82_Willem_Odendaal.pdf consultado
Referencias el 11 de octubre de 2014.
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Meijs, M., Hager, C.p. Y Mulofwa, J. (2014), Lo-
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86 ecologíaPolítica
Postales del atlas de justicia
ambiental

Cartografía de los conflictos socioecológicos


en el Estado español
Amaranta Herrero Cabrejas

Conflictividad socio-ambiental en el Ecuador:


un inventario de conflictos en el periodo
1982-2013
Sara Latorre, Katharine N. Farrell, y Joan Martínez-Alier

Comercio de biomasa y acaparamiento de


tierra: nuevas dimensiones de las relaciones
Sur-Sur
Lucía Argüelles, Leah Temper y Beatriz Rodríguez-Labajos
Cartografía de los conflictos
socioecológicos en el Estado
español
Amaranta Herrero Cabrejas*1

El mapa presenta: identificaron más luchas de las que aparecen reflejadas


en el mapa, pero para mantener el equilibrio interno
45 conflictos socioecológicos rastreados en el Estado del mapa, no se han incluido todas. Sin embargo, se ha
español, del pasado y del presente, relativos a una gran intentado que, por lo menos, haya un ejemplo de lucha
diversidad de temáticas y con un variopinto repertorio ilustrativa de cada tipología de conflicto.
de actores sociales involucrados, motivaciones, estrate-
gias y tácticas desarrolladas, y resultados conseguidos. El Tendencias clave
mapa fue desarrollado en el marco del proyecto EJOLT.
En los casos analizados, y reforzando lo que ya se ha
Datos clave España apuntado en el campo de la sociología ecológica (Sem-
pere, Martínez y García, 2007), se desprende que, en
Población: 46.507.760 habitantes (el quinto país relación a la internalización de los imperativos ecológi-
más poblado de la UE) cos de esta era, el sistema político español se caracteriza
Extensión: 604.846 Km2 por su notable retraso en relación a otros países euro-
Tasa del Paro: 24,5% peos. Como ilustran muchos de los casos del mapa,
Desigualdad: En 2012 fue el segundo país con frecuentemente existen grupos de la sociedad civil que
más desigualdad social de la UE tras Letonia. asumen un rol motor en los conflictos ambientales
para impulsar cambios en la legislación ambiental y
Metodología contrarrestar así el efecto de tener un estado mayori-
tariamente anclado en anacrónicas concepciones sobre
La mayor parte de los conflictos documentados se bienestar, desarrollo y ética, que parece no entender la
rastrearon entre septiembre de 2013 y febrero de 2014. magnitud, la gravedad y la urgencia de la crisis ecológi-
Se buscaba identificar aquellos conflictos socioam- ca. Aun así, afortunadamente, en algunas ocasiones el
bientales de relevancia histórica con gran repercusión sistema político español se muestra lo suficientemente
mediática y los que habían desencadenado moviliza- receptivo para integrar cambios en la legislación ante las
ciones cuantitativa o cualitativamente significativas. Se presiones de los grupos ecologistas. Por ejemplo, el am-
consultó a figuras destacadas del movimiento ecologista plio movimiento anti-fracking en Cantabria presionó al
del Estado español. En por lo menos quince de los casos gobierno regional para prohibir la extracción de gas por
mapeados se contactó con las portavoces de estas luchas fractura hidráulica en esa región (aunque pocos meses
y se realizaron entrevistas semi-estructuradas, presencia- después de la prohibición el Tribunal Constitucional la
les o por teléfono. Estas entrevistas también sirvieron cancelaría por considerar que se estaban invadiendo las
para ampliar la lista de conflictos. Se documentó el competencias del estado central).
contenido y la evolución de estos conflictos mediante El factor europeo ha sido extremadamente impor-
fuentes secundarias (principalmente prensa escrita). Se tante para la resolución de varios conflictos en el Estado
español. La Directiva de Hábitats y la Directiva de Aves
* Dra. Amaranta Herrero, Genøk, Centre of Biosafety (amaran- han permitido que diversos grupos ecologistas acudan
ta.herrero@gmail.com) a estas instancias supraestatales para poner presión

88 ecologíaPolítica
Postales del Atlas de justicia ambiental
externa sobre el gobierno español. Los resultados de Por último, cabe destacar la creciente importancia
esta estrategia no siempre han sido los mismos, pero de los movimientos en defensa de los derechos de los
en diversas ocasiones se ha conseguido que el Tribunal animales. Y es que, como argumenta Jamieson (1998),
de Justicia de las Comunidades Europeas condene la la lucha por la liberación animal es parte de la ética eco-
negligencia y la permisividad del Estado español ante lógica. Las cada vez más numerosas y frecuentes movi-
lo que algunos autores denominarían «crímenes ambi- lizaciones contra sádicas tradiciones medievales como
entales» (White et al., 2010). Por ejemplo, en el con- la del Toro de la Vega, en Tordesillas (Valladolid), o
flicto de las explotaciones de carbón a cielo abierto en el las despiadadas Becerradas de Algemesí, (Valencia), son
Valle de Laciana (León), la dimensión europea resultó algunos ejemplos del auge de este tipo de luchas. Por
decisivo para visibilizar las ilegalidades que rodeaban la mantener cierto equilibrio con el número y la tipología
extracción de carbón a cielo abierto y para poner fin a de conflictos, en este mapa solamente hemos incluido
la minería a cielo abierto en la región. dos casos de conflictos de tinte animalista, que además
Otros casos rastreados en el mapa se han transforma- presentan muchas diferencias entre ellas; la lucha por
do en victorias para los grupos movilizados. Los moti- conseguir la prohibición de las corridas de toros en
vos de estas victorias varían en función de los elementos Cataluña y la lucha por proteger el lobo ibérico. Apos-
contextuales de cada caso. Hay algunos en los que la tando por nuevas concepciones éticas sobre la justicia
presión popular ha obligado a la cancelación de algún y el comportamiento moral, y fuertemente articuladas
proyecto y otros en los que otros factores contextua- mediante las redes sociales, un creciente número de per-
les (p. ej.: cambios en la legislación o la publicación de sonas – con una fuerte presencia de jóvenes y mujeres
cierta información) han sido decisivos para frenar las – se están organizando para forzar el reconocimiento de
amenazas y daños socioambientales. algunos derechos de los animales no humanos con los

ecologíaPolítica 89
Conflictividad socio-ambiental
en el Ecuador: un inventario de
conflictos en el periodo 1982-2013
Sara Latorre, Katharine N. Farrell y Joan Martínez Alier

El mapa muestra la localización geográfica de nues- en el tiempo. Por ejemplo, vemos cómo la región
tro inventario de 64 conflictos socio-ambientales en amazónica se ha constituido principalmente como la
el Ecuador para el periodo 1982-2013. Los conflic- frontera extractiva para las actividades minerales (pe-
tos aparecen identificados por el tipo de actividad tróleo y minería), mientras que la región Costa, se ha
económica y el tipo de commodity a la que están aso- especializado en la producción de productos agro-fo-
ciados. Se resaltan las tres principales regiones geo- restales. Estas tendencias anteceden al periodo es-
gráficas del país – Costa, Sierra y Amazonía – cada tudiado (1980-2013) y se mantienen actualmente.
una
  de ellas con una ecología e historia socio-política Sin embargo, la región Sierra presenta una mayor
específica. diversificación de actividades económicas causantes
El mapa de la izquierda registra los conflictos du- de conflictividad socio-ambiental, tendencia que se
 
rante el periodo neoliberal ecuatoriano, mientras que mantiene en el tiempo.
el de la derecha muestra aquellos correspondientes
al periodo postneoliberal. De esta forma podemos Contexto
visualizar muy fácilmente qué tipo de actividad
económica y commodities tiene asociadas cada una Ecuador es uno de los pocos países del Sur global
Nuevosecuatorianas,
de las regiones conflictos en elasí
período
comoneoliberal
su desarrollo Nuevos
y ricoconflictos en elnaturales
en recursos período post-neoliberal
que durantela actual
(1982-2006) (2007-2013)

Nuevos conflictos en el período neoliberal Nuevos conflictos en el período post-neoliberal


(1982-2006) (2007-2013)

90 ecologíaPolítica
fase global del capitalismo ha hecho una transición y ambientales, principal mecanismo de integración
desde un modelo de desarrollo neo-liberal a uno económica «competitiva» para muchos países ricos en
post-neoliberal. Desde el año 2007, Ecuador viene recursos naturales del Sur global.
implementado un nuevo régimen de política pú- A nivel local, esta forma de integración económica
blica encaminado a restablecer el rol del estado en exhibe un patrón bien definido de impactos: privatiza-
la distribución de riqueza y en la redefinición de la ción y contaminación de los comunes, conllevando en
relación entre estado y capital. Asimismo, este país algunas regiones el deterioro del ambiente habitado,
andino es un referente en relación a las luchas de desplazamientos y una reducción en el acceso y uso de
clase vinculadas a la extracción y explotación de los los recursos naturales por parte de la población local.
recursos naturales, por lo que resulta un caso de es- Los principales grupos afectados por estos proce-
tudio muy interesante para analizar la dinámica de sos de «acumulación por desposesión», y resistiendo
la conflictividad socio-ambiental. a ellos, son los sectores pobres en ingresos, principal-
mente rurales y discriminados por cuestiones étni-
Metodología co-raciales. Sectores sociales que dependen de forma
directa de los recursos naturales para satisfacer sus ne-
Se realizó un inventario de conflictos ocurridos cesidades básicas. Las ONGs, también juegan un rol
durante el periodo 1980-2013, el cual corresponde clave en el acompañamiento de estas luchas.
con la actual fase global del capitalismo. Esta fase Se identifican tres demandas principales que va-
capitalista se caracteriza, siguiendo a David Harvey, rían en función del tipo de actividad, pero no en el
por un incremento en los procesos de «Acumulación tiempo: a) en relación a proyectos de grandes infraes-
por Desposesión». Se consideran tanto los procesos tructuras, expansión de las fronteras mineras y de re-
de despojo por apropiación de recursos naturales cursos forestales se ha mantenido una oposición firme
para servir de insumos en el modo de producción acompañada de la exigencia de su derecho a la toma
capitalista así como por degradación, proceso que de decisiones sobre intervenciones que les afecten; b)

Postales del Atlas de justicia ambiental


igualmente facilita el proceso de acumulación del cuando las fronteras de commodities se han agotado y
capital. Los 64 casos, nos permiten incluir las prin- degradado, la principal demanda ha sido la restaura-
cipales commodities así como realizar un análisis ción ambiental de éstas; c) en el sector agro-alimenta-
sistemático identificando patrones comunes y dife- rio la principal exigencia ha sido mejores estándares
rencias entre ellos. La recolección de los casos se ha ecológicos y sociales y priorización de las funciones
basado en una combinación de fuentes secundarias sociales del ambiente sobre los intereses privados del
(académicas y literatura gris) y fuentes primarias pro- capital. Estas demandas se han enmarcado en un len-
cedentes de diversos trabajos de campo de la primera guaje de derechos humanos.
autora durante el periodo 2004-2013. En relación a los resultados de los conflictos, a gran-
des rasgos, ha habido un leve progreso en las condi-
Tendencias clave ciones laborales en el periodo post-neoliberal sobre
todo en el sector agro-alimentario, pero en los sectores
Durante los últimos 30 años, Ecuador se ha extractivos no se ven grandes avances. La diferencia
mantenido como exportador de commodities para la es que en el periodo post-neoliberal el Estado ecua-
economía mundial, aunque diversificando el tipo de toriano ha empezado a jugar un rol más directo en el
exportaciones. En este periodo, se ha convertido no proceso de acumulación y en la desarticulación de la
sólo en exportador de materias primas tradicionales protesta. A través de una combinación de inversiones
(banano, petróleo) y no tradicionales (camarón, flo- sociales (financiadas por las exportaciones de las ma-
res), sino también de exportaciones «virtuales» como terias primas) y políticas de carácter coercitivo, éste ha
secuestro de carbono y otros servicios ambientales. podido fortalecer el estado central, a la vez que aislado
Asimismo, muchos de estos procesos de acumula- a los «defensores ambientales» del resto de la sociedad
ción nacional y transnacional del capital se han dado ecuatoriana, sacrificando de este modo la legitimidad
a través de la externalización de los costos sociales democrática en los lugares de extracción.

ecologíaPolítica 91
92 ecologíaPolítica
Comercio de biomasa y
acaparamiento de tierra: nuevas
dimensiones de las relaciones
Sur-Sur1
Lucía Argüelles, Leah Temper, Beatriz
Rodríguez-Labajos

Campesinas y pastoras en África están afron- que muestra el grado de colonización humana de
tando una nueva corriente de desposesión debi- ecosistemas (Imhoff, et al., 2004). Altos valores
do al renovado interés por parte de corporacio- de HANPP (apropiación) están asociados con
nes y actores financieros en inversiones en las la pérdida de complejidad y diversidad de los
«4 efes» – por food (comida), feed (forraje), fuel ecosistemas. Por ejemplo: bosques que se trans-
(combustibles) y fibre (fibras), en inglés –. El forman en cultivos de soja tienen altos índices
comercio de biomasa originado por la creciente de HANPP. El segundo mapa muestra el HAN-
desconexión espacial entre el lugar de consumo PP incorporado (e-HANPP) que evidencia la
de la biomasa y el lugar donde se sienten los deslocalización entre extracción y consumo – el
impactos provocados por su extracción y pro- indicador considera qué parte de esa apropiación
ducción provoca conflictos socio-ambientales, es exportada y qué parte es extraída en otro lugar

Postales del Atlas de justicia ambiental


principalmente en los lugares de extracción, de- y luego apropiada a través de importación –3. El
bido a la mala distribución de costes y beneficios mapa del e-HANPP muestra los países que son
o a la exclusión de las poblaciones locales en las importantes exportadores e importadores de bio-
tomas de decisiones. masa (autosuficiencia calculada como e-HAN-
El primer mapa muestra conflictos por el PP producido en el territorio del país menos
acceso a la tierra en África con inversionariado e-HANPP consumido), pero muchos conflictos
proveniente del llamado Sur Global. Frente a la de acaparamiento de tierras son causados preci-
concepción clásica de las relaciones Norte-Sur, la samente por la entrada de nuevos agentes que
emergencia de países del Sur Global, junto con anteriormente no participaban en el comercio
cambios en el metabolismo global de consumo de biomasa – de un lado importadores como
de biomasa, están aumentando la relevancia de India y China (que antes se auto-abastecían de
las relaciones comerciales Sur-Sur2. La localiza- cereales) y por otro lado países Africanos, que
ción de los conflictos en el continente africano no participaban en el comercio internacional de
se sobrepone al mapa del HANPP (Apropiación biomasa a gran escala.
Humana de la Productividad Primaria Neta por
sus siglas en inglés). HANPP es un indicador Contexto

1 Este texto expande los contenidos del siguiente artículo: Desde la era colonial, el Sur ha exportado
“Rodríguez Labajos, B., Temper, L., Argüelles, L., 2015. Neue
Spieler im Kampf um Land [New players in contemporary land
enormes cantidades de cultivos a precios bajos.
grabbing] in ‘Atlas der Globalisierung. Weniger wird mehr. Der El boom del consumo de materiales desde los
Postwachstumsatlas’ (Le Monde diplomatique/Kolleg Postwa- 70 ha causado una expropiación aún mayor en
chstumsgesellschaften, Ed.): Berlin.”
2 El mapa se ha realizado extrayendo los conflictos por acceso
a la tierra con inversión proveniente del Sur Global de la base 3 La metodología de cálculo del HANPP y del embodied-HAN-
de datos del EJOLT PP puede consultarse en Erb et al. 2009.

ecologíaPolítica 93
los países pobres por parte del inversionariado El crecimiento de la población, el aumento de
internacional y las élites nacionales, con el con- la demanda de agrocombustibles y el creciente
sentimiento por parte de los Gobiernos. Las re- consumo de carne en Asia han modificado el
laciones comerciales, lideradas tradicionalmente metabolismo global de biomasa y sus respecti-
por el Norte, han tenido consecuencias nefastas vos flujos de producción y comercio. Aunque las
en la subsistencia de poblaciones y en el medio dimensiones exactas del renovado fenómeno de
ambiente, y se ha convertido en un elemento acaparamiento a escala global se desconocen, no
estructural de la desigual economía globalizada. hay duda de su escala masiva. Las estimaciones se
mueven entre los 33 y los 200 millones de hec-
Tendencias clave táreas (las áreas de Finlandia y México respecti-
vamente) adquiridas desde 2001. Lo que resulta
Los nuevos patrones de desconexión espacial novedoso es que muchos países históricamente
entre los lugares de producción de biomasa y los no involucrados en el acaparamiento han entra-
puntos de consumo ponen en cuestión la narra- do recientemente en el juego, como China, In-
tiva clásica Norte-Sur como única explicación. dia, Corea del Sur, Brasil e incluso Egipto. Esto

Mapa 1. Conflictos reportados en la base de datos de EJOLT (ejolt.org). (Fuente: Datos de HANPP como
%NPP (apropiación humana expresada como porcentaje de la productividad primaria neta) descargada
del SEDAC (NASA) disponible en http://sedac.ciesin.columbia.edu/data/set/hanpp-percentage-net-pri-
mary-productivity. Ver Imhoff et al. 2004 para más información.)

94 ecologíaPolítica
Mapa2. Datos de autosuficiencia medida en términos de e-HANPP (e-HANPP producido - e-HANPP consumi-
do) proporcionados por Karl Erb. (Fuente: Ir a Erb et al., 2009 para más información sobre el indicador.)

Postales del Atlas de justicia ambiental


incluye nuevos agentes importadores (países en Mozambique, que pretende industrializar las
densamente poblados como China e India), que áreas agrícolas de 14 millones de hectáreas repar-
están aumentando rápidamente las importacio- tidas en 19 distritos. Otro caso conocido es el de
nes de biomasa, y también nuevos exportadores, Karuturi Global, una de las empresas de flores
que incluyen países del África Sub-Sahariana y más grandes del mundo. En 2008, la compañía
asiáticos. África tiene 10 veces más superficie que india firmó un acuerdo con el gobierno de Etio-
India, pero ésta tiene 200 millones de personas pía en el que éste le cedía 300.000 hectáreas de
más que el continente africano. El inversionaria- tierra fértil en la región de Gambela para cultivar
do del Sur presume de hacer negocios basados cereales y aceite de palma. Los conflictos con la
en los principios G77 de la cooperación Sur-Sur, población local surgieron por el desacuerdo con
que incluyen igualdad, solidaridad, mutuo desa- las propuestas de compensación y relocalización
rrollo y complementariedad. Mientrastanto no de habitantes y de pastoras que habitaban esa
dejan de publicarse casos de desposesión vivi- zona. La población Anywaara ha sufrido repre-
dos por las poblaciones afectadas. ¿Es el modelo sión y violencia por parte del estado, que está al
Sur-Sur de desarrollo una forma renovada de servicio de los agentes inversores. Pese al apoyo
colonialismo, quizás más amable y suave, pero institucional, Karaturi sólo logró sembrar el 5%
desequilibrada igualmente? de la tierra concedida en los primeros 3 años
Un ejemplo es Brasil, que a la vez que protege (Davison, 2013)
su mercado interno de tierra de la «extranjeriza- La entrada de nuevos países en el mercado
ción», se ha mantenido activo en la expansión global como abastecedores de biomasa ha veni-
fuera de sus fronteras. En una de estas expan- do de la mano de confrontaciones y problemas;
siones, las agencias de cooperación de Brasil y las trayectorias de empresas de India a Etiopia,
Japón han promovido el programa ProSavana incluyendo el ambicioso proyecto de Karaturi o

ecologíaPolítica 95
el de Saudi Star, son sólo los fracasos más espec- Referencias
taculares dentro de más de 500 proyectos can-
celados por el gobierno etíope. El mapa muestra Davison, W. (2013), “Ethiopia’s Farm Invest-
también el estado de los proyectos; como puede ment Plans Falter on Flood Plain”, 24 de
observarse, muchos han sido parados o no si- Novimebre, http://www.bloomberg.com/
guen adelante por problemas económicos, etc. news/2013- 11-24/ethiopian-drive-to-lure-
Algunos países ya están revisando sus políticas farm-invest- ment-founders-on-flood-plain.
de desarrollo rural pero siguen apostando por html
una visión de agro-negocio, a pesar de que la Erb, K. H., Krausmann, F., Lucht, W. y
productividad de las pequeñas explotaciones está Haberl, H. (2009), Embodied HANPP:
comprobada (GRAIN 2014). Mapping the Spatial Disconnect between
Global Biomass Production and Con-
Conclusión sumption, Ecological Economics 69 (2), p.
328–34.
Contrariamente a los patrones históricos Grain (2014), “Hungry for Land: Small Farm-
coloniales, el acaparamiento de tierras hoy en ers Feed the World with Less than a Quarter
día es un fenómeno Norte-Sur y Sur-Sur. Esto of All Farm- land”, http://www.grain.org/
es parte del giro hacia una configuración más article/entries/4929.
policéntrica del poder, causada en parte por los Imhoff, M. L., Bounoua, L., Ricketts, T.,
cambiantes modelos de producción y consumo. Loucks, C., Harriss, R. y Lawrence,
La presión sobre los recursos naturales provocada W.T. (2004), HANPP Collection: Human
por el aumento de la clase media en los países del Ap- propriation of Net Primary Productivity
Sur Global viene acompañada de un aumento de as a Percentage of Net Primary Productivity.
los conflictos ambientales y de las luchas por una Palisades, NY: NASA Socioeconomic Data
distribución más equitativa de los recursos. La and Applications Center (SEDAC). http://
biomasa extraída en términos absolutos aumen- dx.doi.org/10.7927/H4W66HPJ
ta, así como las cantidades que son comerciali-
zadas. Pero las fronteras finitas del planeta hacen
necesaria una convergencia de los movimientos
decrecentistas en el Norte con el movimiento de
Justicia Ambiental promovido por poblaciones
marginalizadas o indígenas del Sur.

96 ecologíaPolítica
Redes de resistencia

New York: un paso más del movimiento contra el


cambio climático
Josep Maria Antentas

El petróleo y el agua en el río bidireccional


Kevin Buckland

Referentes del pensamiento ambiental

ecologíaPolítica 97
New York:
un paso más del movimiento
contra el cambio climático
Josep Maria Antentas*1

«El mundo es una escuela de multinacionales; Wall Street (Inunda Wall Street), que paralizó
inexorablemente determinado por las leyes inmu- el tráfico y la circulación del corazón financie-
tables de los negocios ro de la ciudad durante varias horas. Más allá
El mundo… es un negocio» del éxito innegable de la movilización neoyor-
Rich Man’s World (1%), The Martyr, quina, ésta permitió poner encima de la mesa
Immortal Technique (rapero peruano presente nuevos retos y dilemas del movimiento por la
en las movilizaciones en New York) justicia climática.

La movilización de pasado 21 de septiembre Camino a New York


en New York en ocasión de la Cumbre de la
ONU sobre el cambio climático marcó un La movilización llegó cinco años después de la
momento culminante del movimiento inter- de Copenhague en 2009, también en ocasión de
nacional contra el mismo. Más de 300.000 la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático,
personas participaron en la People’s Climate que lanzó a la palestra el movimiento internacio-
March (Marcha Popular sobre el Clima) en nal por la justicia climática, que volvería a expre-
la que ha sido considerada la mayor protesta sarse, pero con menor fuerza, en Cancún (2010),
hasta la fecha sobre esta cuestión. La manifes- Durban (2011) y Varsovia (2013). Nueva York
tación se insertaba en el marco de un día de llegaba como preparación, asimismo, de las mo-
acción global en el que se desarrollaron más vilizaciones previstas para la cumbre de Lima (a
de 2000 acciones, muchas de ellas simbólicas celebrar en diciembre de 2014) y París (2015).
y otras más relevantes en más de un cente- El éxito de la protesta reflejó la relevancia del
nar de países. El día antes unas 2000 personas movimiento ecologista en los Estados Unidos y
participaron en el foro Climate Convergence la vitalidad de diversas movilizaciones recientes,
(Convergencia Climática) organizado por la si bien ello no es óbice para que los Estados Uni-
coalición System Change Not Climate Change dos sean el segundo país del mundo (siendo Chi-
(Cambio Sistémico y No Cambio Climático) na el primero) con la opinión pública más des-
y la Global Climate Convergence (Convergen- informada sobre el cambio climático. Así, sólo
cia Climática Global), que dio cabida a ta- un 40% – según una encuesta de Pew Research
lleres y debates variados. El día posterior a la – afirma considerar que la humanidad enfrenta
manifestación unas 2500 personas ocuparon una grave crisis climática (Bond, 2014). Pocos
Wall Street, en el marco de la acción Flood días antes de la Cumbre, la administración Oba-
ma, cuyo compromiso con el cambio climático
* Profesor del Departamento de Sociología de la UAB y
no pasa de eslóganes genéricos y sigue compro-
miembro del Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida metida con el extractivismo, había anunciado un
Quotidiana i el Treball (QUIT)-Institut d’Estudis del Treball freno a la aplicación de importantes partes de
(IET) (josepmaria.antentas@uab.cat)

98 ecologíaPolítica
su Plan sobre el Clima referidas al control de la
emisión de carbón. Sin embargo, las activistas La propaganda oficial favorable al oleoduc-
por la justicia climática han ganado en el país to ha buscado presentarlo como una inversión
importantes batallas en los últimos años, como el generadora de puestos de trabajo, útil para re-
cierre de plantas eléctricas de carbón, y han pro- lanzar la economía de un país en crisis. Aunque
tagonizado relevantes luchas, en particular con- esta argumentación es apoyada por la principal
tra el fracking y también contra la construcción central sindical norteamericana, la AFL-CIO,
del gigantesco oleoducto Keystone XL, el cual los estudios disponibles muestran lo contrario.
pretende transportar petróleo crudo extra pesado Así, según un informe de 2014 del Global La-
desde Alberta (Canadá) hasta la Costa del Golfo bour Institute (Instituto Global del Trabajo) de
para ser refinado y exportado, y se ha convertido la Universidad de Cornell, se crearán entre 2500
en uno de los pulsos más importantes entre el y 4659 puestos de trabajo directos, muy lejos de
movimiento por la justicia climática y ambiental los 20.000 empleos directos prometidos.
y los partidarios del actual modelo. Luchas como También las luchas contra el fracking han sido
las opuestas al fracking o al oleoducto Keystone, relevantes en los Estados Unidos y en Canadá en
que muestran la existencia de un relevante movi- consonancia con el ascenso mundial de las pro-
miento ecologista, constituyen el telón de fondo testas contra el mismo. Estados Unidos ha sido el
en el que tuvieron lugar las protestas de Nueva epicentro de las coordinaciones globales contra
York que permitieron la confluencia de campa- el fracking, con el lanzamiento en septiembre de
ñas e iniciativas diversas, a modo de paraguas de 2012 del primer Global Frackdown a iniciati-
iniciativas locales y sectoriales. va de Food and Water Watch, en el marco del
Desde 2011 la movilización contra el oleo- cual tuvieron lugar 200 acciones de protesta en
ducto ha ido en aumento, llegando a su punto 20 países, y de una segunda jornada en octubre
culminante en febrero de 2013 cuando 50.000 de 2013, en la que se desarrollaron más de 250
personas se manifestaron en Washington D.C. acciones en 30 países. La cita de Nueva York lle-
La administración Obama no ha dado aún la gaba así en vísperas del tercer Global Frackdown
aprobación definitiva al proyecto, si bien un in- que tuvo lugar el 11 de octubre de este año.
forme del Departamento de Estado a comienzos
de 2014 daba luz verde al mismo. La imparciali- ¿Capitalismo verde o justicia
dad del informe, sin embargo, fue puesta de ma- ambiental?
nifiesto al comprobarse que la firma que realizó
el estudio de impacto ambiental sobre el que se La manifestación del día 21 fue organiza-
basa el informe oficial, Environmental Resources da por una amplio abanico de grupos entre
Management (ERM; Gestión de Recursos Ambien- los cuales cogieron preeminencia las grandes
tales), estaba en nómina de la firma canadiense ONGs más institucionales y más ligadas al es-
TransCanada, impulsora del oleoducto. Entre los tablishment, destacando el peso del movimien-
Redes de resistencia

opositores al proyecto han destacado los pueblos to 350.org. Al mismo tiempo la organización
nativos de Norteamérica, pues parte del oleoduc- Avaaz, de amplísimos recursos económicos
to atraviesa tierras que las Lakota (Sioux) rei- obtenidos mediante donaciones y que se de-
vindican como suyas. Aunque el recorrido del fine como una «organización cívica global»,
oleoducto no cruza ninguna de las seis reservas financió por su cuenta anuncios propagandís-
oficiales de Dakota del Norte y del Sur, sí lo hace ticos de la manifestación en el metro de Nueva
por tierras en disputa que las Sioux consideran York, con lemas que trivializaban el conteni-
suyas y que fueron reconocidas como tales en el do de la protestas (¿Qué atrae a hipsters y ban-
tratado de Fort Laramie en 1868 que debía esta- queros en la misma manifestación?) y estaban
blecer la Gran Reserva Sioux, y que finalmente destinados a buscar las simpatías de las clases
fue dividida en seis partes (Ward, 2014). medias altas (Rugh, 2014). Varios líderes polí-

ecologíaPolítica 99
ticos como Ban Ki Moon, secretario general de error simétrico en términos estratégicos. Por
la ONU, la apoyaron, e incluso Obama envió un lado, una visión estrecha en la construcción
un tweet expresando sus simpatías. No es ex- del movimiento, que rechaza una política de
traño, pues, que todo el proceso preparatorio alianzas amplia con las grandes ONGs y los
reflejara importantes tensiones entre grupos grupos ecologistas más institucionales y em-
activistas de base y por la justicia ambiental, puja hacia la construcción de un movimiento
de un lado, y algunas grandes ONGs y orga- minoritario, con propuestas sólidas de cambio
nizaciones comunitarias y barriales por el otro. eco-social y de transformación del actual mo-
Todo ello levantó varias críticas de diversos delo económico, pero con poca capacidad para
autores y activistas ecologistas, como Hedges llegar a amplias capas de la población. Por el
(2014), que consideraron que la marcha estaba otro, las posiciones de grandes organizaciones
dominada por partidarios de un «ecologismo como Avaaz que sugieren una alianza entre
liberal» favorable a las políticas del capitalis- ecologistas y banqueros en favor de una salida
mo y la economía verde y que, más que una de interés mutuo hacia un capitalismo verde,
acción de protesta, en realidad corría el riesgo que toma por aliados a quienes son en reali-
de ser instrumentalizada por la administración dad responsables de la crisis climática (Bond,
norteamericana. 2014).
Este tipo de críticas señalaron problemas Finalmente, como ya pasó durante los años
reales de la People’s Climate March, pero sería de auge del movimiento «antiglobalización»
un error considerar que ésta estuvo dominada tras la cumbre de la OMC en Seattle en 1999,
por los discursos favorables a la economía ver- aparecieron debates sobre la articulación en-
de. Su composición fue muy variada y plural, tre la manifestación «tradicional» (es decir
con una visibilidad relevante de pueblos indí- una manifestación convocada legalmente,
genas y comunidades empobrecidas (Mana- que transcurre por cauces previstos y con un
han, 2014). Decenas de pequeños cortejos de contenido reivindicativo y festivo a la vez) y las
luchas y campañas locales y sectoriales pobla- acciones directas no violentas de desobedien-
ron la protesta que, bajo el leitmotiv general cia civil impulsadas por Flood Wall Street como
de combatir el cambio climático, ofreció una el bloqueo del centro de Wall Street. Algunos
plataforma global a luchas concretas (fracking, detractores de la People’s Climate March como
infraestructuras,…) pero conectadas por el Hedges (2014), contrapusieron la manifesta-
mismo objetivo. La tonalidad general de la ción principal del día 21 con la acción directa
manifestación expresaba un peso importante del día siguiente impulsada por Flood Wall
de aquellos grupos que defienden la justicia Street, considerando la primera como un car-
ambiental y promueven transformaciones naval bastante inocuo y la segunda como ex-
sustanciales de la sociedad para combatir el presión de un genuino movimiento de cambio
cambio climático. A pesar de la visibilidad ex- social y ecológico.
terna conseguida por Avaaz, sus eslóganes no Este tipo de visión es estratégicamente re-
fueron los dominantes en la marcha (Bond, duccionista, pues más que ver ambas protestas
2014; D’amato, 2014). La diversidad de la como contrapuestas sería mejor considerarlas
manifestación fue mucho más allá de los es- complementarias como, de hecho, hicieron los
lóganes pro-capitalismo verde de las organi- organizadores de Flood Wall Street. La acción
zaciones ligadas al Partido Demócrata y a la directa minoritaria desconectada de las grandes
política «oficial». movilizaciones de masas tiene poco impacto,
Las controversias suscitadas en torno a la es fácilmente criminalizable y aislable (Nayeri,
marcha plantearon la cuestión clave de la po- 2014). En cambio, la combinación de amplias
lítica de alianzas, la composición y las deman- movilizaciones de masas con acciones de desobe-
das del movimiento. Aquí aparece un doble diencia civil permite desarrollar movimientos de

100 ecologíaPolítica
protesta sólidos, arraigados y a la vez desafiantes y Referencias
con impacto mediático. Los mejores momentos
del movimiento antiglobalización y sus grandes Antentas, Josep M y Vivas, Esther. (2009). Re-
citas en Seattle o Génova (por citar algunas) sistencias Globales. Madrid: Editorial Popular.
partieron precisamente de esta complementa- Bellamy Foster, John (2013), «The Epochal Cri-
riedad de tácticas (Antentas y Vivas, 2009). A sis», Monthly Review 65 (5)
veces, además, detrás de las formas de protesta Bond, Patrick (2014), «Climate justice gets a
convencionales y de desobediencia civil aparece new lease on life», Climate and Capitalism. 25
una confusión entre las estrategias de luchas y el de Septiembre, http://climateandcapitalism.
contenido programático concreto de las mismas, com/2014/09/25/climate-justice-gets-new-
asociando erróneamente la acción directa con lease-life/ ate and Capitalism.
propuestas de transformación social profunda y D’Amato, Paul (2014), «Against the climate march
las manifestaciones de masas tradicionales como cynics», Socialist Worker. 25 de Septiembre,
sinónimas de demandas superficiales, cuando en http://socialistworker.org/2014/09/25/against-
realidad esto no es así: la radicalidad entre las the-climate-march-cynics
formas de lucha no siempre implica radicalidad Global Labour Institute (2014), Pipe dreams?
en los contenidos y viceversa. Jobs Gained, Jobs Lost by the Construction of Key-
stone XL. Cornell: Cornell University.
Dilemas para el futuro Hedges, Chris (2014), «The Last Gasp of Cli-
mate Change Liberals», TruthDig, 31 de
Como en la movilización de Copenhague Agosto, http://www.truthdig.com/report/item/
en 2009, el éxito de la protesta de Nueva York the_last_gasp_of_climate_change_liber-
plantea varios retos. Primero, mantener un mo- als_20140831
vimiento amplio y plural en el que las posicio- La Botz, Dan (2014), «Climate Convergence
nes más consecuentes en favor de un cambio Moves Us Forward, but Challenges Us to
de sistema vayan ganando peso por encima de Create a Strategy», New Politics, 24 de Septi-
los partidarios del «capitalismo verde» (La Botz, embre, http://newpol.org/content/climate-con-
2014). Segundo, articular de forma sostenida en vergence-moves-us-forward-challenges-us-cre-
el día a día un movimiento internacional por la ate-strategy
justicia climática y ambiental que, más allá de Nayeri, Kamran (2014), «Moving Forward After
los «tiempos-fuertes» de la movilización (durante the People’s Climate March», The Bullet-Social-
las cumbres internacionales de la ONU), pueda ist Project.
facilitar las confluencias de las múltiples luchas Rugh, Peter (2014), «After the People’s Climate
ecologistas existentes. Tercero, enlazar la lucha March, it is time to demand more», Climate
contra el cambio climático con la búsqueda de and Capitalism, 29 de Septiembre, http://cli-
una salida global a la presente crisis de civiliza- mateandcapitalism.com/2014/09/29/peoples-
Redes de resistencia

ción, que permita una confluencia de perspecti- climate-march-time-demand/


vas entre los partidarios de la justicia ambiental y Ward, Brian (2014), «Getting justice into the
los movimientos de oposición a los recortes y los pipeline», SocialistWorker, 28 de Agosto,
planes de austeridad, en favor de una verdadera http://socialistworker.org/2014/08/28/get-
«revolución epocal» (Bellamy Foster, 2013), es ting-justice-into-the-pipeline.
decir, de un cambio real de modelo económico
y social.

ecologíaPolítica 101
El petróleo y el agua en el río
bidireccional

Kevin Buckland
Traducido por Amaranta Herrero

Vivimos en una época sin precedentes. Nuestra es-


pecie ha conseguido que nuestro planeta salga de
la era geológica en la que nacimos y entre en una
nueva. Es necesario crear nuevas mitologías para el
Antropoceno. Durante las dos primeras semanas de
Septiembre, una flotilla de canoas de papel artesana-
les viajaron por las inciertas aguas del río Hudson,
desde Troy hasta Manhattan, entretejiendo historias
de resistencia y resiliencia, en travesía hacia la Mani-
festación por el Clima de Nueva York que tuvo lugar
a finales de Septiembre y acabamos de describir en
el artículo anterior.
Como generación con la ambivalente suerte de
estar vivos en una época en la que contamos tanto
con vuelos baratos de fin de semana como con los
crecientes niveles del mar, no podemos sino abrazar
la inverosimilitud de este momento. Estamos ante
una minúscula ventana de oportunidad con la que
podemos determinar si la crisis climática será sola-
mente una gran crisis o será una catástrofe absoluta
para nuestro planeta. Esta es una situación inconce-
bible y muchas personas pasan directamente de la
negación a la desesperanza; pero no es una situación nombre. Rápidamente nos dimos cuenta de que
imposible. Debemos repoblar esa astilla de esperanza estábamos siguiendo la misma ruta que la empresa
y representar historias dentro de ella. Global Partners había puesto en marcha para des-
En las dos primeras semanas de Septiembre he vi- plegar su ‘oleoducto virtual’. Ésta usa una serie de
vido la historia inverosímil de los barcos de papel, en trenes, barcos y camiones para transportar petróleo
travesía por las aguas bidireccionales del río Hudson desde Dakota del Norte, a través de las poblaciones
junto con una panda de soñadoras. Al representar de Albany y Newburgh, bajando hacia el área me-
el sueño, despertamos y vimos la magnitud de la tropolitana de Nueva York. Actualmente, de manera
belleza y el peligro que nos rodea. sigilosa, este reguero de petróleo se mueve al lado
Zarpamos desde la ciudad de Troy – elegida por del río: por la ladera del río se transporta 40 veces
su olvidado pasado de construcción de barcos de más petróleo que hace cuatro años. En Newburgh y
papel, más que por las connotaciones épicas de su Albany también se están solicitando proyectos para

102 ecologíaPolítica
desarrollar nuevas instalaciones industriales con cal- valioso? El agua de 250.000 personas proviene del río
deras que permitirían procesar arenas bituminosas Hudson. El agua es un derecho, no un privilegio; es
(que es la forma más tóxica de petróleo que existe en la base ecológica de todas las formas de vida, no una
el planeta), para facilitar su carga y transporte en los autopista desregulada al servicio de los beneficios
barcos y poder enviarlo río abajo. Los grupos locales corporativos. A medida que pasaban los días, me
afirman que con el tremendo y creciente volumen de enamoraba más y más de la belleza de este río que
petróleo transportado a través del Valle de Hudson, fluye en dos direcciones; arriesgarse a perderlo me
es inevitable que haya derrames. De hecho, en el es- parecía insoportable.
tado de Nueva York ya han habido al menos 4 desca- Durante tres días nos aproximamos silenciosa-
rrilamientos de trenes en solo 3 meses. Un derrame mente a Manhattan, cuyo resplandor veíamos en la
en cualquier lugar de este ‘oleoducto virtual’ sería un distancia; los edificios crecían lentamente a medi-
desastre para el río y las comunidades que habitan a da que nos acercábamos. El lema que adoptamos
su alrededor. Lo que no se derrama y, en cambio, se para este viaje fue: «Todos vivimos río abajo», reco-
quema es también un desastre para nuestro clima y nociendo con ello que todas las aguas del planeta
para todas nosotras. Se mire por donde se mire, es están conectadas: circulan, se infiltran, precipitan, se
una situación en la que perdemos todas. congelan y fluyen a través de los tiempos. Lo que le
En el primer día de nuestra travesía, activistas lo- hacemos al agua, nos lo hacemos a nosotras mismas.
cales de Albany nos enseñaron dónde se aparcan los Nuestra llegada a Manhattan materializó nuestro di-
largos trenes negros: a escasos metros de viviendas y cho: no solo contemplamos una ciudad ubicada al
parques. Los trabajadores del ferrocarril les llaman final de un río, sino una ciudad localizada al final
‘trenes-bomba’ porque los vagones están sujetos a de una gigante y oculta infraestructura energética.
una gran presión durante su viaje y su carga es alta- Lo que se había mantenido invisible de repente nos
mente volátil y explosiva. Una explosión en Albany rodeaba. La grandiosa inmortalidad de ‘esta ciudad
(como la que sucedió en Lac Megantic (Quebec) en que nunca duerme’ exige una revisión crítica cuan-
2013) podría causar hasta 5000 muertos. Un traba- do has sido testigo de los riesgos movilizados para
jador del ferrocarril jubilado nos dijo que un desastre mantenerla encendida y a todo trapo. En vez de
como ése es solo cuestión de tiempo, que aquello una megalópolis hipermoderna y autónoma, ahora
son bombas de relojería que se mueven sobre una se parece más bien a una vieja caldera que necesita
infraestructura deficiente y en avanzado estado de constantemente combustible para seguir adelante;
descomposición. Durante todo nuestro viaje acam- una ciudad que nos ha esclavizado a merced de sus
pamos en la ladera del río y siempre estuvimos al propias adicciones de diseño. Dentro de los edificios
alcance de esta amenaza. Una ruptura en un vagón de cristal hay gente de negocios que está jugando
podría generar una reacción en cadena de vagón a peligrosamente con vidas que no le pertenecen, acu-
vagón, podría causar un derrame en el río y podría mulando las ganancias de forma privada y colectivi-
prender el río en llamas durante días. zando temibles riesgos. Mueven el dinero para atizar
Tiemblo al pensar en un derrame: petróleo hun- el fuego que evita que esta ciudad duerma, pero yo
diéndose donde los esturiones gigantes se alimentan me acuerdo de lo que el huracán Sandy le hizo a esta
Redes de resistencia

en el fondo del río, o fracciones de petróleo más li- ciudad-que-nunca-duerme cuando abrió los cielos
gero flotando en la superficie en donde las garzas y de Nueva York a las estrellas.
los nenúfares se bañan bajo la luz de la luna, y dónde Nuestra generación afronta una tarea que no de-
nadábamos nosotras. En pocos minutos, un derrame bería ser subestimada, tal y como afirman las organi-
podría destruir décadas de esfuerzo colectivo dedi- zadoras de la Manifestación por el Clima en Nueva
cadas a regenerar la salud del río Hudson – ya que York; para cambiarlo todo se necesita a todo el mun-
podría extender una capa pegajosa de llamas que iría do. Sabemos que este planeta está cambiando – quí-
hacia delante y hacia atrás en este río que fluye en dos mica, política, económica, social y biofísicamente –:
direcciones. El río herviría bajo una manta mortal. cómo actuamos ante estos cambios es prácticamente
Esto podría pasar en cualquier momento. ¿Por qué la única dimensión que todavía controlamos.
nos arriesgamos así, si lo que está en juego es tan

ecologíaPolítica 103
Referentes ambientales

Las fisuras del espacio abstracto hacia el


diferencial:
los conflictos ambientales entendidos a
través de Henri Lefebvre
Carolina Herrmann Coelho-de-Souza

Giro descolonial y nuevas


geo-cartografías
Milson Betancourt Santiago
Las fisuras del espacio
abstracto hacia el
diferencial: los conflictos
ambientales entendidos a
través de Henri Lefebvre
Carolina Herrmann Coelho-de-Souza*1
Traducido por: Bianca Custodio

Henri Lefebvre, filosofo y sociólogo francés práctica más allá de los confines actuales, para-
(1901-1991) no trata directamente la temática lelamente a los enfoques tradicionales de las di-
del conflicto ambiental, pero sus teorías relativas mensiones «históricas» y «sociales» (Soja, 1999).
al «espacio» proporcionan un entendimiento de
estas disputas. Para él, el espacio tiene un con- El espacio abstracto: el espacio de la
tenido social, con diversos sentidos; el espacio acumulación
es político. El espacio presenta una triplicidad
en relación dialéctica: es «percibido» en su base Según Lefebvre (1991 [1974]), la historia del
práctica, «concebido» por el orden impuesto y espacio muestra el creciente dominio de la «abs-
a la vez «vivido» por sus habitantes (Lefebvre, tracción» y de lo «visual». Este fenómeno res-
1991 [1974]). ponde a una lógica particular. La «abstracción»
A continuación presento un fragmento de la es el espacio del capitalismo por excelencia, es
teoría del espacio de Henri Lefebvre. Sus con- el espacio dominante, de los centros de riqueza
ceptos de espacio «abstracto» y espacio «diferen- y de poder, según el autor. Es el espacio de las
cial» son valiosos en el contexto del estudio de técnicas, de las ciencias aplicadas, y está definido
los conflictos ambientales desde el enfoque de por la «alienación cosificante».
la ecología política. En efecto, estos conceptos El espacio abstracto es un instrumento políti-
pueden ser recuperados en el estudio de las lu- co manipulado intencionalmente por el poder, el
chas por la justicia ambiental, en tanto estas lu- cual reproduce los «medios» de producción y sus
chas buscan romper la «abstracción» en favor de «relaciones sociales» que se dan en lo cotidiano a
la «diferencia». Además, las consideraciones de través de la totalidad del espacio (Lefebvre, 1991
Lefebvre permiten dar indicaciones sobre cómo [1974]).
llevar a cabo esta ruptura: la «producción» de un Según Lefebvre (1991 [1974]), el espacio abs-
«nuevo» (otro) «espacio». tracto oculta bajo su «aparente homogeneidad»,
La comprensión de tales conceptos contribu- bajo su «supuesto consenso», las relaciones rea-
yen al «análisis espacial» de los conflictos am- les y los «conflictos», con el propósito de hacer
bientales (Coelho-de-Souza, 2014). Es necesario desaparecer las diferencias. El espacio abstracto
tener conciencia de la «espacialidad» de la vida provoca su propia disolución por los conflictos.
humana, expandir su comprensión teórica y Sus fisuras y contradicciones, que en éste y de
éste surgen, son lo que le llevan a su final, hacia
* Universidade Federal de Minas Gerais/Brasil el espacio diferencial.
(carolinaherrmanncs@gmail.com)

106 ecologíaPolítica
La naturaleza en el espacio puede darse exclusivamente en el pensamiento.
abstracto La diferencia rechaza y se opone a «lo que ya
está dado, lo conocido, para revelar y afirmar di-
Según Lefebvre (1991[1974]), el valor de ferencias» (Nasser y Fumagalli, 1996: 29, traduc-
cambio, el «mundo de las mercancías» es im- ción propia). Las diferencias están al margen de
puesto en todo el planeta. El capitalismo se man- la homogeneización del espacio abstracto, ellas
tiene extendiéndose y ocupando todo el espacio, son resistencias, exterioridades; el distinto es el
apoderándose de los espacios preexistentes de la excluido, el periférico (Lefebvre, 1991 [1974]).
Tierra, adueñándose del suelo, subsuelo y del El camino para que la diferencia alcance a
«sobre suelo». lo concreto pasa por un «contra-espacio», un
La naturaleza es distanciada por la técnica, «contraproyecto». En otros términos, las fuerzas
por la ciencia inventada por las sociedades hu- que se oponen a las intenciones estratégicas del
manas, por la «abstracción»; de esta forma, la espacio abstracto, son obstáculos que se instalan
naturaleza es modelada, transformada y domi- en su interior. Es la «negación activa», «teórica y
nada. Al ser controlada es devastada, arruinada, práctica» que se opone a lo abstracto.
desnaturalizada; llevando al límite la amenaza
sobre la propia especie humana. La violencia de El paso para la realización de las
la abstracción es ejercida en las personas, en toda diferencias
la naturaleza, en los recursos y en los territorios
(Lefebvre, 1991[1974]). De acuerdo con las reflexiones de Lefebvre
Lefebvre (ibid.); 2008 [1973]) argumenta que (1975), es necesario que se entienda que no
la naturaleza es la «nueva rareza», que su valor hay solamente una lógica en la sociedad sino
de uso se ha convertido en valor de cambio. Se más bien varias lógicas. La amplia transición
destruye y transforma la naturaleza según las ne- podrá definirse de muchas formas, distintas
cesidades de la «sociedad neo-capitalista», sien- y convergentes (Lefebvre, 1991[1974]).
do generalizada su venalidad (Lefebvre, 2008 La revolución requiere la capacidad crea-
[1973]). El «espacio-naturaleza» es sustituido dora de obras en la vida cotidiana, en el

Referentes del pensamiento ambiental


por el «espacio-producto» (Lefebvre, 1975; 1991 lenguaje, en la práctica, en el espacio (Le-
[1974]). febvre, 1991[1974]). Según el autor, una
Esta estrategia destruye el porvenir para aten- transformación en la sociedad presupone la
der los intereses inmediatos, es la trágica supre- posesión y gestión común del espacio, que se
macía del «espacio» (abstracto) sobre el «tiempo» logra mediante la intervención activa y con-
que se puede observar en la naturaleza (Lefeb- tinua de las interesadas en un espacio que es
vre, 1991 [1974]). En contraposición a la finitud apropiado y no dominado. Lefebvre plantea
de la naturaleza y de la tierra se opone la ciega rehabilitar el uso contra el intercambio. Es
creencia en la potencia infinita de la abstracción necesario una «vida nueva» (otras prácticas
(Lefebvre, 1991[1974].). sociales) para un «espacio nuevo» y viceversa
(Lefebvre, 1991[1974]).
El espacio diferencial
El movimiento del «posible-
Lefebvre (ibid.) afirma que la «diferencia» es imposible»
una teoría difícil e inacabada, que va de lo «con-
cebido a lo vivido», partiendo del contexto actual Las relaciones de producción del espacio abs-
para transgredirlo, y que para ello se hace necesa- tracto rompen los espacios de la «utopía»; de este
rio actuar en las fisuras del espacio abstracto. El modo las posibilidades prácticas se reducen (Le-
concepto de diferencia es una reflexión intelectual febvre, ibid.). En el horizonte se abren múltiples
que tiene lugar sobre la práctica, la diferencia no posibilidades para crear, estimuladas además por

ecologíaPolítica 107
«sueños» e «imaginación». La utopía para Lefeb- Referencias
vre es, en los términos de Ernst Bloch (1977),
una «utopía-concreta» dirigida a la realidad, que Coelho-de-Souza, C. H. (2014), «A necessária
existe solamente como posibilidad objetiva, vin- utopia: uma das representações do espaço da
culada a lo «real-posible». resistência na Serra do Gandarela». En Ana-
La producción de un nuevo (otro) espacio exi- les del International colloquium Epistemolo-
ge un proyecto teórico y práctico de largo plazo gies of the South: South-South, South-North
(Lefebvre, ibid.). Este proyecto debe vencer la and North-South global learning - Coimbra,
distancia entre «ciencia» y «utopía», «realidad» e 10, 11, 12 de julio de 2014 publicado en
«idealidad», y debe tender a explorar la relación Revista Crítica de Ciências Sociais. Coimbra/
dialéctica «posible-imposible» (Lefebvre, ibid.). Portugal: Proyecto ALICE / CES – Univer-
La «imposibilidad» está dentro del espacio abs- sidad de Coimbra.
tracto, dentro de sus «condiciones», diría Bloch Bloch, E. (1977), El Principio Esperanza. Tomo
(1977). Pero en ciertas condiciones el imposible I. Madrid: Aguilar.
se hace posible, cuando las «condiciones» pasan Lefebvre, H. (1975), El Manifiesto Diferencial-
a ser «existentes» (Bloch, 1977). ista. 2ª Ed. México: siglo veintiuno.
Lefebvre, H. (2008 [1973]), Espaço e política.
Ahora más que nunca, no existe pensamiento sin Belo Horizonte: Editora UFMG.
utopía, si nos damos por satisfechos en constatar, Lefebvre, H. (1991 [1974]), The Production of
en ratificar, lo que tenemos ante nuestra vista, no Space. Oxford: Blackwell.
iremos muy lejos, permaneceremos con lo ojos fijos Nasser, A.C.A. y Fumigalli, M. (1996), «A
en lo real (...) nos hallamos ante límites que hacen opressão da equivalência, as diferenças».
muy difícil discernir entre lo posible y el imposible En Martins, J. S. (coord.) Henri Lefebvre
(Lefebvre, 2008 [1973]: 73, traducción propia). e o retorno à dialética. São Paulo: Editora
Hucitec.
Del movimiento «posible-imposible» surge la Soja, E.W. (1999), Thirdspace: Journeys to Los
diferencia. En otros términos, «el movimiento Angeles and Other Real-and-Imagined Places.
mediante el cual el posible es la diferencia que Oxford: Blackwell (reimpresión).
logra romper, transgredir y vencer lo homogéneo
y que al alcanzar este propósito genera, como
capacidad diferencial, la posibilidad de transfor-
mación de la práctica social» (Nasser y Fumaga-
lli, 1996: 35, traducción propia).
Lefebvre (1975: 129, traducción propia) con-
cluye:

El diferencialismo no es un sistema. ¿Se trata de


discutir acerca de la diferencia? No. Se trata de
vivir, no de pensar, sino de «ser» diferente.

108 ecologíaPolítica
Giro descolonial y nuevas geo-
cartografías
Milson Betancourt Santiago*

«Hasta que los leones tengan sus propios his-


toriadores, las historias de cacería seguirán
glorificando al cazador»
Proverbio africano
(Citado por Galeano, 1997).

La historiografía clásica nos ha acostumbrado a Esta corriente tiene entre sus principales
ciertos nombres y cartografías, que hacen par- tesis afirmar: a) que el fin del colonialismo
te de nuestras geografías mentales y reales, sin no significó el fin de la colonialidad, b)
cuestionarlas, asumiendo el punto de vista de las que la colonialidad y la modernidad son
vencedoras y sus hacedoras de historia y geogra- dos caras de la misma moneda, c) que
fía. Nombres como América Latina, Colombia, la colonialidad y la modernidad fueron
Brasil, Chile, Bolivia y Ecuador no se discuten procesos mutuamente constitutivos, desde
en el grueso del pensamiento geográfico e histó- siempre, en la formación del capitalismo,
rico; por el contrario, se dan como hechos dados. y d) que el Estado-nación es el aparato
Sin embargo, si escudriñamos un poco en sus ideal y necesario para la continuidad de
orígenes – sobre todo en las múltiples violencias la expansión de la colonialidad a todos los
que necesitaron, y aún necesitan, para estable- rincones del mundo, allí donde no llegó en
cerse como hechos dados – saltarán a nuestros la época de la colonia 1.
ojos montañas y selvas pobladas de realidades En este marco de comprensión estamos

Referentes del pensamiento ambiental


que continúan hoy ignoradas, oprimidas, do- de acuerdo con el grupo modernidad-
minadas, sub-alternizadas pero, sin embargo, colonialidad cuando se afirma que la
r-existentes (Porto-Gonçalves ,2001) frente a las colonialidad, como proyecto epistémico,
configuraciones geográficas hegemónicas de la económico, social, político y cultural, no
geopolítica de América Latina y sus Estados-na- terminó con el fin del régimen colonial
ción. Desde estas montañas se r-existe, esto es, formal (Quijano, 2007); más bien se
se resiste a partir de una existencia propia, y prolongó, expandió y profundizó, a lo
diferenciada, frente al proceso de construcción, largo de la conformación de los Estados-
expansión/invasión de las geopolíticas moder- nación latinoamericanos y sus políticas de
no-desarrollistas de los proyectos hegemónicos desarrollo y modernización (Betancourt et
nacionales y latinoamericanos. al., 2013). Esto ha sido denominado como
En las últimas décadas se ha venido
* Doctorante en geografía de la Universidad Federal Fluminen-
fortaleciendo una corriente de pensamiento, se, Brasil. (betancourt.milson@gmail.com)
que se ha autodenominado como «Grupo 1 Un resumen de estos postulados básicos puede ser visto en
Modernidad-Colonialidad», pero un documento de reciente publicación por Clacso en: http://
biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/clacso/index/assoc/D9261.
que también es conocida como «Giro dir/TrabajoFinal.pdf. Entre los autores más destacados de esta
Descolonial», y que busca entender la corriente de pensamiento podemos mencionar a los contem-
poráneos: Pablo González Casanova, Silvia Rivera Cusicanqui,
compleja y múltiple escalaridad de un Anibal Quijano, Ramón Grossfoguel, Arturo Escobar, Carlos
mismo proceso global, la de la formación del Walter Porto-Goncalves, Walter Mignolo, pero hunden sus
capitalismo y del sistema moderno-colonial. raíces en pensadores como Aimé Césaire y Frantz Fanon, entre
otros.

ecologíaPolítica 109
la colonialidad del poder, del saber, del ser, recorte espacial denominado desde Europa
que se continúa proyectando, expandiendo/ para diferenciar la América Anglosajona
invadiendo, sobre la otredad de las formas (colonizada por los pueblos anglosajones)
de vida que existen en este continente. de la América Latina (colonizada por los
Así, entendemos que no es casual que pueblos latinos) con el fin de fortalecer
la mayoría de conflictos ambientales, por sus lazos coloniales y la continuidad de
obras de infraestructura o por proyectos sus hegemonías latinas sobre América, en
de extracción de recursos naturales, el contexto de las disputas geopolíticas
ocurran en estos espacios, donde aún entre los estados franceses e ingleses. Como
subsisten comunidades y pueblos, que han sugiere el geógrafo brasileño Pedro Quental
constituido desde hace miles de años sus (2012), la historia de nombres y conceptos
raíces sociales, su hábitat – y por tanto sus determina formas de ver la realidad, por lo
territorialidades – como base material de su que la desnaturalización del concepto de
existencia, en los márgenes espaciales de los América Latina tiene consecuencias políticas
ordenamientos territoriales de la colonia, de y epistémicas. En el mismo sentido, afirma
los Estados-nación y de los recientes planes Mignolo (2003) que la constitución de
de modernización y desarrollo. Desde allí América Latina dentro de la constitución del
aún reclaman el derecho a una existencia sistema-mundo moderno-colonial se forjó
diferente y un espacio territorial en donde a partir de la subalternización de saberes,
puedan practicarla. Si bien sus luchas son epistemologías y representaciones propias
múltiples y centenarias, más recientemente, del mundo, con sus nombres determinados.
desde la ecología política, se les ha venido Ante esta situación existen diversas
denominando como luchas eco-socialistas, o luchas por el derecho a autonombrarse; no
como ecologismo popular, o ecologismo de son luchas menores, sino reivindicaciones
las desposeídas. Pues no sólo buscan cuidar epistémicas y políticas con todos sus
su territorio – su hábitat – para conservar contenidos sociales y económicos. Tal
la naturaleza separada de la cultura (como vez la más conocida sea la fórmula Abya-
en el episteme más moderno) sino cuidarlo Yala/América Latina, como expresión de
para, con el poder seguir viviendo, seguir otra geopolítica, en la medida que busca
existiendo con dignidad. reconocer la forma propia como los pueblos
Desde estas múltiples perspectivas de originarios autodenominan su territorio,
los pueblos y comunidades indígenas este continente, desde su tiempo-espacio
y campesinas subalternizadas no deja propio. Abya Yala significa «tierra madura»,
de ser una violencia epistémica, con su «tierra viva», o «tierra en florecimiento»
componente de violencia física, llamar sus en la lengua del pueblo Kuna que habita
territorios ancestrales de América: Europa la esquina noroccidental suramericana, en
homenajéandose a sí misma. Peor aún es las actuales costas caribeñas de Colombia
llamarles territorios ancestrales de América y Panamá. Diversos movimientos indígenas
Latina, y es que ¿por qué, a pesar de que el reivindican su uso en preferencia y frente
99% de lenguas habladas en esta porción a América, y la reivindican como signo de
de territorio no son latinas, se califica el unidad de los pueblos de Abya Yala que justo
territorio total como latino? ¿Por qué no se sufrieron la construcción de esa América. La
reconocen las raíces amerindias y africanas frase que exige contundentemente «No más
en el carácter de definición geo-cultural América Latina sino Abya Yala» resalta el
del continente? Como señala la socióloga contenido profundo de esta otra geopolítica.
aymara Silvia Rivera Cusicanqui, «América Esta expresión fue usada en una carta de
Latina» no deja de ser un invento francés: un reconocidos intelectuales del mundo a Hugo

110 ecologíaPolítica
Chávez en el contexto de la muerte de una Referencias
importante líder indígena del pueblo Yukpa
en la Sierra de Perijá en la frontera entre Betancourt, M.; Hurtado, L., Porto-
Colombia y Venezuela, dónde la expansión Goncalves, C. (2013) Tensiones territo-
de la explotación de minerales y ganadería, riales y Políticas públicas de desarrollo en
tienen arrinconados, como en muchos la Amazonia. Los casos del Territorio indí-
otros lugares de Abya Yala, a los pueblos gena y Parque Nacional Isiboro-Secure en
originarios 2. Bolivia y el Área de Manejo Especial de la
Esta frase y toda su lucha epistémica y Macarena en Colombia. Concurso CLA-
política cobra importancia central justo hoy, CSO-Asdi 2013 «Estudios sobre políti-
cuando diversas obras de infraestructura de cas públicas en América Latina y el Ca-
desarrollo e integración de América Latina, ribe: Ciudadanía, democracia y justicia
con sus componentes de megaproyectos de social». Publicado en: http://biblioteca.
extracción de recursos naturales, avanzan clacso.edu.ar/gsdl/collect/clacso/index/
sobre Abya Yala, sus pueblos y comunidades, assoc/D9261.dir/TrabajoFinal.pdf
provocando cientos o miles de conflictos Mignolo, W. D. (2003) Histórias Locais /
en los territorios por ellos ancestralmente Projetos Globais: Colonialidade, saberes
habitados. Parafraseando al sociólogo subalternos e pensamento liminar. Belo
portugués Boaventura de Souza Santos Horizonte: UFMG.
(«no hay justicia social sin justicia cognitiva Quental, P. (2012) «A Latinidade do con-
global»), de igual manera afirmamos aquí: ceito de América Latina.» GEOgraphia
no habrá justicia social y ambiental, sin (UFF), v. 14, p. 21-45, 2012.
justicia epistémica y territorial global. Quijano, A. (2007) «Colonialidad del po-
der y clasificación social» en: Castro-
Gómez, Santiago y Grosfoguel, Ramón
(comp.) El giro decolonial: reflexiones
para una diversidad epistémica más allá

Referentes del pensamiento ambiental


del capitalismo global. Siglo del Hombre
Editores, Bogotá.
Porto-Gonçalves, C.W. (2001) Geo-grafías.
Movimientos sociales, nuevas territorialidades
y sustentabilidades. México. D.F.

2 Ver: http://web.laclase.info/content/la-lucha-de-sabino-no-
mas-america-latina-sin-abya-yala/

ecologíaPolítica 111
112 ecologíaPolítica
Crítica de libros,
informes y webs

Hollando espacios (urbanos) ignotos.


Explore Everything: Place-Hacking the
City de Bradley L. Garrett
Santiago Gorostiza

Referentes del pensamiento ambiental

ecologíaPolítica 113
Hollando espacios
(urbanos) ignotos.
Explore Everything: Place-
Hacking the City.
Autor: GARRETT, Bradley L. (2013)
Explore Everything: Place-Hacking the City.
Editorial: Verso
Año: 2013
ISBN-13:978-1-78168-129-9
Idioma: Inglés.
273 pp.
http://www.bradleygarrett.com
Crítica del libro: Santiago Gorostiza*

A principios del siglo XXI parece que las romantiza- de personas dispuestas a hacerlo – fue uno de los ele-
das «grandes eras de la exploración» tocan a su fin. mentos centrales de la investigación doctoral de Brad-
Las nuevas fronteras para el «descubrimiento» son ley L. Garrett. Tras estudiar Antropología e Historia,
cada vez más remotas, investigadas por satélites de y con varios años de experiencia como arqueólogo a
alta tecnología: las profundidades marinas, los es- sus espaldas, Garrett se embarcó en un doctorado en
pacios «vírgenes» en las selvas o el espacio exterior. geografía para estudiar a los exploradores urbanos.
Y sin embargo, existen otros espacios, irónicamente Explore Everything: Place-Hacking the City es la mono-
mucho más cercanos a nuestra cotidianeidad, que grafía resultante de su tesis doctoral, una investigación
permanecen fuera de los mapas y del conocimiento etnográfica de cuatro años entre exploradoras urbanas
de la mayor parte de la población. En estos lugares – de la zona de Londres. Una tesis con un epílogo poco
nuestras ciudades, sus profundidades, sus rascacielos, común: la detención de su autor y otras exploradoras
sus infraestructuras, sus zonas abandonadas – tam- por parte de la Policía Británica de Transporte (British
bién encontramos fronteras a nuestra curiosidad y Transport Police), que confiscó también buena parte
a nuestros deseos de conocer y explorar. A menudo, de su documentación1.
estas fronteras coinciden con las de lo público y lo pri- No muchas investigaciones académicas reciben este
vado, y están marcadas por una creciente vigilancia. tipo de atención por parte de las autoridades. Y es
Hay múltiples ejemplos a lo largo de todas las ciu- que hay un detalle importante sobre la exploración
dades del mundo: estaciones de metro y ferrocarril urbana: se hace sin pedir permiso. De la misma ma-
abandonadas, refugios antiaéreos de la Segunda nera que cuando caminamos por el campo a veces no
Guerra Mundial, proyectos de suministro de agua o
electricidad dejados a medias… pero también rasca- 1 Como ejemplos de la atención periodística recibida por el
cielos en construcción, terrazas de iglesias inaccesibles trabajo de Garrett en los que se dan más detalles sobre esta
historia, ver «Excuse Us While We Kiss the Sky», http://www.
al turismo o torres de telecomunicaciones obsoletas. gq.com/news-politics/newsmakers/201303/urban-explo-
Explorar las entrañas y las alturas de los espacios ur- rers-gq-march-2013, por Matthew Power, consultado el 28 de
banos – y documentar la actividad de aquellos grupos octubre de 2014; ver también «The strange world of urban ex-
ploration», http://www.theguardian.com/books/2013/sep/20/
* Centro de Estudos Sociais (Universidade de Coimbra), European urban-exploration-robert-macfarlane-bradley-garrett, por Ro-
Network of Political Ecology (ENTITLE), (sgorostiza@ces.uc.pt). bert Macfarlane, consultado el 28 de octubre de 2014.

114 ecologíaPolítica
dudamos en abrir una verja para seguir con nuestro curioseando por antiguas catacumbas, accediendo a
camino, las exploradoras urbanas buscan los modos búnkers sellados hace décadas o admirando las obras
de alcanzar los espacios ansiados sin preocuparse por de higienización urbana del siglo XIX obtienen un
las fronteras que les son impuestas. Llegar a la cima contacto directo con la historia, sin intermediarios ni
de un rascacielos en construcción o caminar por el intérpretes (Garrett, 2011). Entender los espacios y
andén de una polvorienta estación de metro abando- las infraestructuras de la ciudad en tanto que conecta-
nada puede requerir saltar algunas verjas y transgredir dos a determinados proyectos históricos de moderni-
algunas barreras – muchas veces más mentales y so- zación y regímenes políticos es fundamental para un
ciales que no materiales. Ahora bien, la ética de estas análisis desde la ecología política urbana.
exploradoras, cuyo perfil personal es muy variado, Tal vez algunas lectoras tengan dudas sobre la inter-
incluye un gran respeto por la preservación de los pretación teórica que Garrett otorga a la exploración
espacios que visitan. Se trata de conocerlos, experi- urbana, y puede que otras echen de menos un trata-
mentarlos y documentarlos; no de alterarlos ni des- miento más pormenorizado de algunas críticas, como
truir nada para acceder a ellos. Simplemente, buscan por ejemplo la que denuncia la presencia de una
un camino que permita alcanzarlos. cultura masculinizada subyacente en la exploración
Garrett reivindica una dimensión política en las ac- urbana (Mott y Roberts, 2014). Pero muy probable-
ciones de exploración urbana. Para el autor, la explo- mente van a disfrutar de un libro bien narrado, que
ración es en parte una respuesta al creciente control se lee como una road movie en la que las aventuras de
y vigilancia ejercido sobre las ciudades; una manera un pequeño colectivo y sus encuentros con agentes
de poner a prueba los límites de este control y de de seguridad se entrelazan con la discusión teórica
buscar relaciones personales y sin intermediarios con sobre geografía, antropología e historia, aderezadas
los espacios urbanos (Garrett, 2014). El autor consi- con unas soberbias fotografías, adrenalina y cierta
dera que la exploración urbana es subversiva en tan- dosis de alcohol. En cualquier caso, es probable que
to que permite ocupar y reimaginar temporalmente cuando cierre el libro, el lector observe la ciudad con
espacios de la ciudad, de un modo parecido al arte otros ojos: preguntándose en qué lugares no ha es-
urbano, el parkour o el skateboarding. Mostrando los tado; cómo deben ser las vistas desde la terraza de
límites del espacio público mediante la respuesta de ese rascacielos recién erigido por una multinacional,
las autoridades a la infiltración de las exploradoras, se o qué túneles hay debajo de ese antiguo hospital
pone en evidencia la privatización de ciertos espacios abandonado. Si así fuera, la lectura habría cumplido
y el control y vigilancia ejercido sobre ellos. De este buena parte de su función.
modo, considera que se logra hackear el discurso del
poder sobre qué se puede y qué no se puede hacer; Referencias
dónde se puede acceder y dónde no.
Distintos aspectos de la exploración urbana pueden Garrett, B. L. (2011), «Assaying history: cre- Crítica de libros, informes y web
relacionarse con la ecología política de las ciudades. ating temporal junctions through urban
La exploración urbana nos recuerda la relevancia de exploration». Environment and Planning D:
la verticalidad – las otras ciudades que se encuentran Society and Space 29(6) p. 1048 – 1067.
bajo tierra y también a distintas alturas sobre la mis- Garrett, B. L. (2014), «Undertaking recre-
ma, y nos invita a reflexionar sobre quién se beneficia ational trespass: urban exploration and
y quién queda marginado de estos espacios. Además, infiltration». Transactions of the Institute of
reivindica la importancia de las infraestructuras en el British Geographers, 39: p. 1–13.
metabolismo urbano que permite el funcionamiento Mott, C. y Roberts, S. M. (2014), «Not Every-
cotidiano de las ciudades. Las exploradoras deambu- one Has (the) Balls: Urban Exploration and
lan por el entramado de tubos y canales que forman el the Persistence of Masculinist Geography».
metabolismo urbano y que permanece lejos de nues- Antipode, 46: p. 229–245.
tra mirada; caminan por los intersticios de la ciudad,
las venas que la han alimentado y depurado desde
hace siglos. Observando antiguas cisternas de agua,

ecologíaPolítica 115
Papeles de Relaciones
Ecosociales y Cambio Global
INTRODUCCIÓN PANORAMA
Papel y límites de la acción intersticial en
ENSAYO las transiciones postcarbono
En diálogo con el futuro: ecología política y Joaquim Sempere
justicia intergeneracional El impuesto sobre el carbono como desafío
Joshua Beneite Martí ante el cambio climático
Cristina García Fernández
ESPECIAL
LA “EMPRESARIALIZACIÓN” DE LA VIDA PERISCOPIO
SOCIAL Los niños invisibles no lloran y Para buscar
La política en manos de los empresarios: la paz... “Follow the women”
el imparable ascenso de la ideología Cristina Ávila-Zesatti
del emprendedor
Antonio Santos Ortega ENTREVISTA
La gran brecha de la desigualdad Entrevista a Cristina Carrasco. El cuidado
económica global: la “clase de Davos” de la vida de las personas, una
al descubierto responsabilidad social y política
Nick Buxton fundamental
Un Tratado que obligará a Olga Abasolo y Lucía Vicent
las transnacionales: la vía expresa para Entrevista a Bartolomé Clavero. Los
la defensa de los derechos humanos Estados plurinacionales en América Latina
PAPELES DE RELACIONES ECOSOCIALES Y Gonzalo Berrón Linda María Bustillos y Vladimir Aguilar
CAMBIO GLOBAL • Nº 127 Controlar a las transnacionales
Edita: FUHEM-Ecosocial e Icaria Editorial Juan Hernández Zubizarreta, Erika González y LIBROS
Pedro Ramiro
Madrid 2014. 184 páginas
La empresa educadora: otra estrategia
corporativa de legitimación social
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Masa Huella de Residuos Consumo


carbono Consumo Consumo
publicación generados materias
(g CO2 eq.) agua (L) energía (MJ)
(g) (g) primas (g)

253 568 33 11 16 233

Ahorros*: 110 5 2 3 30

* Impacto ambiental ahorrado respecto a una publicación común similar


48 48
48
ecologíaPolítica
Política
ecologíaPolítica
En este número la revista Ecología Política se
centra en la relación entre la Ecología Política,
la geografía y el uso de mapas.

Se trata de un número especial en el que


Cuadernos de debate internacional
se presentan resultados de los proyectos
europeos de investigación EJOLT, ENGOV
y un proyecto Español sobre metabolismo
social. No obstante en la revista encontraréis
también artículos y entrevistas especialmente
realizadas para la ocasión. En total, casi 20
artículos sobre la temática.

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