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Está claro que el destino del hombre puede ser influenciado por su carácter.

Uno lo tiene que tener


bien atendido. Pues podría ser que tú destino es excelente, pero si posees un carácter negativo;
mucho está perdido.
El mal carácter puede repeler la fortuna de distintas maneras. La persona que se supone que hará
un favor a uno no lo hará cuando uno no se comporta bien. Además el mal carácter hace que Òrìsà
quede enojado e incurre en la ira del mismo, pues dificulta la recepción de su bendición y sus
manifestaciones.
El mal carácter también involucra a las piernas con malos pasos de influir negativamente en el destino
humano. En una situación así, la persona tendrá que caminar adecuadamente, sino llegará a un lugar ya sea
antes o después del momento adecuado de la fortuna.
Cuando el mal carácter está usando las piernas de uno contra uno, el consejo es que la persona primero debe
hacer rituales y oraciones que harán que las piernas se opongan firmemente a la dictación de la cabeza interna
mala anterior.
Cuando las piernas no están en acuerdo con el interior de la cabeza contra una persona, o cuando su cabeza
interna (carácter) está influyendo positivamente en él o ella, las piernas siempre caminarán a tiempo a los
lugares, especialmente cuando las fortunas están disponibles para el él o ella.
El buen carácter y la paciencia son hermanos de la fortuna.

La palabra Humildad proviene del latín humilitas, que significa “pegado a la tierra”. Es una virtud moral
contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus debilidades, cualidades y capacidades, y
aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo. De este modo mantiene los pies en la tierra, sin
vanidosas evasiones a las quimeras del orgullo.

La persona humilde, reconoce su dependencia de Dios; no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que
aprende a darles valor por encima de sí mismo. El apóstol Pablo dijo una vez que no debemos tener más alto
concepto de nosotros mismos del que debemos tener hacia los demas. Así es el humilde, no mira lo suyo
propio, sino lo de los demás. Sale en ayuda de los afligidos, extiende su mano al menesteroso. Viene a servir y
no ha ser servido.

La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable. En la medida en que uno se
vuelve humilde, adquiere grandeza en el corazón de los demás. Quien es la personificación de la humildad hará
el esfuerzo de escuchar y aceptar a los demás, cuanto más acepte a los demás, más se le valorará y más se le
escuchará.

MUCHAS PERSONAS CONFUNDEN LA HUMILDAD CON LA MISERIA , O CON LA POBREZA Y LA


HUMILDAD NO TIENE NADA QUE VER CON LOS DINEROS

MUCHAS PERSONAS CREEN QUE UNA PERSONA HUMILDE ES UNA PERSONA SERVILISTA ,
UNA PERSONA DISPUESTO A OBEDECER Y A CUMPLIR LA VOLUNTAD DE LOS DEMAS

MUCHAS PERSONAS CREEN QUE LA HUMILDAD ES UNA ESCLAVITUD A BASE

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