Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AcidezdelSuelo PDF
AcidezdelSuelo PDF
Medellín, 2004
PRESENTACIÓN
El parámetro de la acidez de los suelos adquiere gran importancia en los suelos tropi-
cales y especialmente en Colombia, donde los suelos ácidos ocupan mas del 80% del
territorio. La acidez incide directamente en la fertilidad de los suelos, ocasionando
un mayor o menor grado de solubilidad de los elementos nutrientes para las plantas
y afectando de este modo la producción agrícola. Además, la acidez incide en otros
fenómenos fisicoquímicos, como la capacidad de intercambio catiónico, la adsorción de
elementos y la presencia de aluminio en forma tóica para las plantas.
En el texto del Profesor Raúl Zapata Hernández, nos presenta primero los conceptos
básicos de química de la acidez en todas sus formas y los métodos empleados para
su medición en unidades de pH. Luego aplica estos conceptos a los suelos, en donde
influyen aspectos mineralógicos, físicos, químicos y microbiológicos que afectan en
varias formas el pH del suelo y el desarrollo de los cultivos.
Una vez explicados todos los fenómenos de la acidez del suelo, pasa a un aspecto muy
importante como es la aplicación de correctores para atenuar los efectos de la toxicidad
del aluminio que se presenta en los suelos fuertemente ácidos.
Este texto es recomendable para los cursos de química básica, como también para los
cursos de Ciencia del Suelo en las carreras de Agronomía, Química y Biología.
El Autor
TABLA DE CONTENIDO
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO 7
INTRODUCCIÓN 11
CAPITULO 1
ÁCIDOS Y BASES 13
1 1. Concepto de Arrhenius de ácidos y bases. 13
1.2 concepto de Brønsted y Lowry de Ácidos y bases 14
1.2.1 La fuerza de un ácido y de una base. 17
1.2.2. Hidrólisis 23
1.2.3 Ácidos Polipróticos. 27
1.2.4 El suelo como un ácido de Brønsted Lowry. 28
1.3 Concepto de acidez de Lewis 28
1.3.1 Clasificación de los ácidos y bases de Lewis. 30
1.3.2. Complejación. 30
1.3.3 El suelo como un ácido de Lewis. 32
1.4 Factores Intensidad, Cantidad y Capacidad 32
1.4.1 La medida del Factor Intensidad. Medida del pH. 34
1.4.1.1 Método potenciométrico 34
1.4.1.2 Método colorimétrico. 35
1.4.2 Medida del Factor Cantidad. Titulación 35
1.4.2.1. Titulación de ácido fuerte con base fuerte. 36
1.4.2.2. Titulación ácido débil con base fuerte. 36
1.4.3. Acidez y Alcalinidad. 37
1.4.4. Medida del Factor Capacidad. La Capacidad Amortiguadora
o Buffer. 39
1.5. El pH en el sistema redox. 43
1.5.1. Diagramas pe - pH.. 45
1.5.2. Medida del valor Eh. 46
1.5.3. Determinación empírica del pe. Método EMpe. 47
CAPITULO 2
ORIGEN DE LA ACIDEZ EN EL SUELO 49
2.1. Procesos naturales de acidificación de los suelos. 50
2.1.1. Tendencia ácida. 52
2.1.2. Tendencia alcalina. 54
2.1.3. Tendencia reductora. 56
2.2. Procesos antrópicos de acidificación de los suelos. 57
2.2.1. Acidificación por nutrición de plantas. 57
2.2.2. Acidificación por oxidación de compuestos de azufre y nitrógeno. 58
2.2.3. Acidificación por fertilizantes 60
2.2.4. Acidificación por descomposición de restos orgánicos. 61
2.3. Acidificación por lavado de aniones. 62
2.4. Acidificación por lluvia ácida. 64
2.5. Carga crítica de acidez. 65
2.6. Balance de protones. 65
2.6.1. Balance entre biota y atmósfera. 66
2.6.2. Balance entre biota y solución. 66
2.6.3. Balance dentro de la solución y entre la solución y la atmósfera. 66
2.6.4. Balance sólido solución. 67
2.7. Transferencia de acidez del suelo al agua de drenaje. 67
2.8. Resumen de las fuentes de acidez y alcalinidad. 77
2.8.1. Bases en el suelo. 77
2.8.1.1 Fase sólida (CNAS) 77
2.8.1.2. Fase líquida (CNAl, o Alcalinidad) 77
2.8.2 Ácidos en el suelo (CNBS). 78
2.8.2.1 Fase sólida (CNBS) 78
2.8.2.2 Fase líquida (CNBl,). 78
CAPITULO 3
CLASIFICACIÓN DE LA ACIDEZ DEL SUELO 79
3.1. El factor intensidad en la acidez del suelo. 80
3.1.1. Ácidos fuertes (Equilibrios S= - SO4=, Lluvia ácida) 82
3.1.2. Equilibrio CO2 – H2O 83
3.1.3. Disociación de los grupos ácidos de la materia orgánica. 84
3.1.4. Hidróxido de Al y especiación de las forma solubles. 85
3.1.5. Grupos de acidez del suelo. 89
3.2. Factor cantidad. Reserva de la acidez del suelo. 91
3.2.1. El Al+3 intercambiable. Acidez intercambiable. 95
3.2.2. La materia orgánica 97
3.3. Factor Capacidad. 98
3.3.1. Reacción con carbonatos. 101
3.3.2. La reacción de intercambio de bases (CNACIC.) 101
3.3.3. Solubilidad de hidróxidos de cationes metálicos. 105
3.3.4. Disolución de aluminosilicatos. 105
3.3.5. Adsorciones superficiales de H+ y OH-. 106
3.3.6. Capacidad amortiguadora de la materia orgánica. 110
3.3.7. La capacidad amortiguadora en el tiempo. 110
CAPITULO 4
MEDIDA DE LA ACIDEZ EN LOS SUELOS 111
4.1. Medida del factor intensidad. 111
4.1.1. Medida del pH del suelo. 111
4.1.2. Determinación colorimétrica del pH del suelo. 115
4.1.3. Aluminio en la solución del suelo. 115
4.2. Medida del factor cantidad. 116
4.2.1. Acidez total intercambiable. 118
4.2.2. Acidez Intercambiable 119
4.2.3. Cargas críticas de acidez. 121
4.3. Medida del factor capacidad 121
CAPITULO 5
CORRECCIÓN DE LA TOXICIDAD POR ALUMINIO EN EL SUELO 125
CAPITULO 6
CASOS ESPECIALES DE ACIDEZ EN LOS SUELOS 179
Introducción. 179
6.1. La acidez en la taxonomía. 179
6.2. La acidez en los suelos sulfato ácidos. 181
6.2.1. Origen de los suelos sulfato ácidos. 182
6.2.2. Manejo de los suelos sulfato ácidos. 185
6.3.- La acidez en los suelos afectados por sales. 186
6.4. La acidez en la fertilidad de los suelos. 190
6.5.- La acidez en los suelos inundados. 194
Bibliografía 197
Raúl D. Zapata Hernández
INTRODUCCIÓN
La acidez, unida a la poca disponibilidad de nutrientes, es una de las mayores limi-
taciones de la baja productividad de los suelos ácidos. Aunque la acidificación es un
proceso natural, la agricultura, la polución y otras actividades humanas aceleran este
proceso. Debido al aumento de áreas acidificadas en el mundo y a la necesidad de
producir mas alimentos, es fundamental entender la química que explica el proceso
de acidificación de los suelos. De esta forma se podrán desarrollar prácticas para recu-
perarlos o no acidificarlos. Así, estas prácticas de manejo y remediación se basarán en
principios y leyes generales de química y no en conocimientos empíricos que solo son
de aplicación local.
La concentración de protones del suelo, expresada mediante el pH, puede tener valores
tan extremos como 3 y 10. Los valores de pH más comunes en el suelo están entre
4 y 8. Desde el punto de vista agrícola se busca que los suelos estén en un rango de
pH mas estrecho, que estén entre 5,5 y 6,5, rango donde crecen satisfactoriamente la
mayoría de los cultivos.
Los protones del suelo tienen diferentes orígenes. En los suelos ácidos estas fuentes
pueden ser la hidrólisis del CO2, proveniente de la respiración de los microorganismos,
la hidrólisis de cationes metálicos, los grupos ácidos y alcohólicos de la materia orgáni-
ca, los grupos OH de la láminas de los aluminosilicatos y los fertilizantes. Igualmente,
al suelo pueden llegar ácidos fuertes provenientes de contaminantes como la lluvia
ácida y vertidos industriales. En los suelos alcalinos los valores altos de pH se deben,
generalmente, a la presencia natural de carbonatos y bicarbonatos. Esto pueden ser,
igualmente, aportados por la contaminación de polvos provenientes de industrias del
cemento y por las aguas de riego.
El pH del suelo es el parámetro químico más fácil de medir y el que mayor información
provee del suelo. Aunque el pH de suelo tenga valores altos o bajos, las concentra-
ciones de H+ y OH- no son la causa directa del daño que pueden causar a las raíces, a
los microorganismos o a las propiedades del suelo. El pH es una señal indirecta de un
daño potencial a estos. Por ejemplo, un pH menor que 5 indica una concentración de
Al+3 que pueden ser biológicamente tóxica. Por el contrario, un pH mauyor que 6,5
está asociado a la insolubilidad de elementos esenciales como el Fe+3 o el Zn+2. Valores
de pH aún mas extremos del lado alcalino y ácido, indican la presencia de determinado
tipos de iones o compuestos en el suelo; por ejemplo un pH del suelo mayor que 8.5
indican la presencia de sales de bicarbonato y un dominio del Na+ en el complejo de
intercambio, lo que puede causar un deterioro de las propiedades físicas. Un valor de
pH menor que 3 indica la oxidación de sulfuros metálicos.
11
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En la Química del Suelo el pH es una variable maestra que controla diferentes mecanis-
mos y reacciones como el intercambio iónico, la solubilización y precipitación, los
fenómenos de adsorción, complejación, entre otros. Generalmente el pH del suelo es
la variable que más se usa en los gráficos para relacionarla con otras variables químicas,
físicas, genéticas, de procesos, de rendimiento vegetal, etc.
El plan general de este libro es exponer, en la forma más clara posible, los conceptos
químicos de la acidez y aplicarlos al suelo. Para lograr este objetivo se presentan en el
primer capítulo lo que la Química define como acidez, sus fuentes y la forma de medir-
la. En el segundo capítulo se explica el origen de la acidez del suelo, tanto aquella que
ocurre en forma natural, como la inducida por el hombre. El capítulo tres trata de las
distintas formas que toma la acidez en el suelo y como las han clasificado. En el capítulo
cuatro se exponen las distintas formas de medir la acidez del suelo y en el capítulo cinco
se presentan los distintos métodos que se han desarrollado para corregir la acidez del
suelo y la toxicidad que el aluminio puede causar a algunos cultivos en el suelo. En el
capítulo seis se exponen algunos casos especiales de acidez de los suelo.
12
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 1
ÁCIDOS Y BASES
En la Química existen tres conceptos para explicar el comportamiento de una sus-
tancia como ácido o como base. Estos conceptos fueron postulados inicialmente por
Arrhenius, luego fueron ampliados por Brønsted y Lowry. Posteriormente, Lewis incluyó
como ácidos o bases a un gran grupo de sustancias que no era posible clasificarlas
según los criterios definidos por los anteriores autores.
De manera semejante, el CO2 es otro ácido porque reacciona con el agua, y forma
ácido carbónico:
Hoy se sabe que el protón no existe como especie aislada, sino que está rodeado de
moléculas de agua: (H7O3)+, (H9O4)+, etc. La fórmula (H3O)+ o H+ es la generalmente
usada en las reacciones, pero se piensa siempre en un protón hidratado.
Un ejemplo de base de Arrhenius es NaOH. Esta base en agua sufre una disociación
produciendo OH-:
13
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En la ecuación (1.5) el Ácido (1) libera un protón que es aceptado por la Base (1). La
Base (2) acepta el protón que libera el Ácido (2). Las sustancias Ácido(1) y Base(1) rep-
resentan un par conjugado. Las sustancias Ácido(2) y Base(2) representan el otro par.
Los miembros de un par conjugado sólo difieren entre ellos en un protón, sus demás
características son iguales. Así, dentro de un par conjugado el ácido tiene un hidrógeno
más que la base.
Aplicando la ecuación (1.5) a la disolución del ácido acético en agua, éste se disocia
parcialmente según el equilibrio:
Según la ecuación (1.5) el equilibrio que se alcanza cuando se aplica una base al agua,
es:
14
Raúl D. Zapata Hernández
El NH3 es un receptor de protones, por consiguiente es una base. Sin embargo el H2O
es el donante de protones, por lo tanto, en este caso, está actuando como un ácido.
Nótese que el agua puede actuar como un ácido o como una base, característica que
la hace particularmente importante. En la reacción de derecha a izquierda el ion NH4+
cede el protón al ion OH-, así, el OH- es una base más fuerte que el NH3 porque el
equilibrio predomina hacia la izquierda.
Se ha dicho que el agua puede actuar como base o como ácido, lo cual depende de la
capacidad de ceder o de ganar protones de las otras especies presentes en la solución.
No es la única especie con esta propiedad. Por ejemplo, considere, cuando el HCl, un
ácido fuerte, se disuelve en un ácido débil como el CH3COOH puro, la reacción es:
La conclusión importante de lo anterior es que una sustancia puede actuar como ácido
o como base dependiendo de las otras especies que estén presentes en la solución. De
aquí parte una de las utilidades del concepto de acidez de Brønsted y Lowry, ya que no
se limita a las sustancias que aportan H+ y OH- en las soluciones acuosas para definir
a los ácidos y a las bases. Así, para juzgar la acidez o basicidad de una sustancia es
necesario conocer el par conjugado ácido base.
En la reacción, una de las moléculas de agua actúa como ácido y dona un protón y
al mismo tiempo aporta el hidroxilo, y la otra molécula de agua actúa como base, al
aceptar el H+ para formar el H O+. La reacción se simplifica y su expresión se ha redu-
3
cido a:
En el agua pura las concentraciones de H3O+ y OH- son iguales y el líquido es neutro.
Si se le disuelve un donante de protones, la concentración de estos excederá a la
concentración de OH- y la solución será ácida. En el caso contrario, si en el agua está
presente un receptor de protones, la concentración de OH- excede a H3O+ y la solución
será básica.
La transferencia de protones en una reacción entre un ácido y una base, según Brønsted
y Lowry puede presentarse de la manera siguiente:
15
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Para ilustrar esta transferencia de protones entre el ácido y la base, se dan los siguientes
ejemplos:
De igual forma para ilustrar la aceptación de protones por la base se tienen las siguien-
tes reacciones:
Se observa en las reacciones anteriores como el agua actúa como base y como ácido en
el concepto de acidez de Brønsted Lowry, esto significa que acepta y cede protones.
Las reacciones de cationes y aniones provenientes de una sal (reacciones 1.11d, 1.11h,
1.11L) en agua se denominan reacciones de hidrólisis. Esta denominación de la reac-
ción es redundante dentro de la teoría de Brønsted-Lowry, ya que en principio no hay
diferencia con la protólisis de una molécula, un catión o un anión por el agua.
Algunos cationes metálicos, igual que el protón, tienen cuatro o seis molécula de agua
en coordinación por cada ión. En este caso el H2O actúa como un ácido débil, ya que
estas moléculas de agua coordinada con un catión metálico tienen una acidez mayor
que los restantes moléculas del solvente acuoso. Este aumento de acidez del agua coor-
dinada se debe a la repulsión que sufren los protones del agua por la carga positiva del
catión central. Así, los cationes metálicos hidratados son ácidos:
16
Raúl D. Zapata Hernández
En general, la acidez aumenta si aumenta la carga del catión y diminuye su radio iónico
del catión central. La acidez del ácido bórico H3BO3 (o B(OH)3) puede ser representada
de la manera siguiente:
Las reacciones entre pares conjugados ácido base son reacciones en equilibrio, a las
cuales se les puede aplicar la constante de equilibrio utilizada en química para caracter-
izarlas. Paras las reacciónes ( 1.6) y (1.10) las constantes de equilibrio son:
(1.12)
(1.12a)
Con el uso del paréntesis se denota el empleo de las actividades de cada especie
química involucrada.
La ecuación (1.12) incluye dos pasos que representan a cada par ácido base:
H2O + H+ ↔ H3O+
CH3COOH ↔ CH3COO- + H+
En las soluciones acuosas la actividad del agua se puede tomar como constante, debida
a la pequeña disociación que sufre. Por lo tanto se puede incluir en la constante de equi-
librio y presentarla como una nueva constante, la constante de disociación ácida, Ka:
17
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(1.13)
El valor de Ka para el ácido acético es de 1,7 x 10-5 mol dm-3, lo cual muestra la baja
capacidad de disociación, y lo define como un ácido débil.
(1.14)
La ecuación (1.14) muestra la estrecha relación que existe entre un determinado valor
de concentración de H3O+ y la constante de acidez. Si se conoce el pH es posible
identificar la fuente, representada por Ka. Lo anterior quiere decir que el pH de una
solución, donde estén presentes varios ácidos, lo determina el ácido que tenga mayor
valor de Ka.
En las soluciones acuosas de ácidos y bases la concentración de H3O+ puede tener vari-
os ordenes de magnitud negativas. Por facilidad de notación se utiliza los logaritmos
para expresar las concentraciones de H3O+. Para esto se introdujo el concepto de pH
de la solución. El pH se define como el logaritmo negativo de la actividad de protones,
pero se simplifica y se toma como la concentración de H3O+
pH = - log10(H3O+) (1.15)
18
Raúl D. Zapata Hernández
(1.18)
como la disociación es tan débil, el valor del NH3 en la expresión para Kb es casi igual a
la concentración de amoniaco añadida, (NH3)eq. ≈ (NH3)añadido = B y las concentraciones
de OH- y NH4+ son aproximadamente iguales, por consiguiente la constante de equi-
librio para la ecuación (1.18) queda:
(1.18a)
Las ecuaciones (1.17) y (1.19) muestran la relación tan estrecha que existe entre el pH
de la solución y el tipo de ácido o de base, representados por sus constantes. Equivale
a decir que la naturaleza del ácido o de la base define el pH de la solución donde estén
presentes.
19
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(1.20)
Como en el caso de ácidos y bases débiles, la disociación es tan ligera que la concen-
tración del agua es aproximadamente constante (55M), y puede incluirse en la con-
stante de equilibrio. Esto proporciona el producto iónico del agua, Kw,:
El equilibrio de disociación del agua permite hacer varias cosas. En primer lugar se
puede establecer inmediatamente la concentración de iones hidrógeno en el agua pura
a partir del valor de Kw. Ya que cuando se disocia una molécula de agua se forma un
OH- y un H3O+ en la solución neutra ((H3O+) = (OH-)) y, por lo tanto
pH
0 7.0 14.0
Como Kw es una constante, cuando (OH-) aumenta en presencia de una base, (H3O+)
debe disminuir, y viceversa. En particular, las dos actividades están relacionadas por la
siguiente igualdad (H3O+) = Kw/(OH-). Por consiguiente, la incongruencia, anteriormente
mencionada, se resuelve ya que los equilibrios que comprenden bases pueden expre-
sarse en función de la actividad de H3O+.
Como se ha visto, los ácidos y las bases se clasifican como fuertes y débiles, depende
si reaccionan por completo o parcialmente para liberar H+ u OH-. Puesto que existe un
20
Raúl D. Zapata Hernández
intervalo continuo de posibilidades para las reacciones parciales, no existe una frontera
bien definida entre fuerte y débil. Sin embargo, algunos compuestos que reaccionan
completamente es fácil considerarlos ácidos fuertes o bases fuertes y, por convención,
cualquier otro comportamiento se define como débil. Entre los ácidos y bases fuertes
más comunes están el ácido clorhídrico y el hidróxido de potasio:
HCl → H+ + Cl-
KOH → OH- + K+
En las soluciones acuosas no existen moléculas de HCl ni de KOH sin disociar, sólo
existen iones H+, Cl-; OH- y K+, según el caso. Se dice que estas reacciones no tienen
constante de disociación porque en la ecuación de equilibrio el denominador sería
cero.
En medio acuoso, algunos ácidos son mas fuertes que el H3O+ y algunas bases son mas
fuetes que el OH-. El agua que actúa como solvente realiza un actividad niveladora
dada su alta concentración (55M) en este tipo de soluciones, por lo que un pH menor
de cero o mayor de 14 no se podrá lograr.
(1.23a)
(1.23b)
(1.23c)
21
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 1.1. Diagrama de distribución del ácido carbónico y sus iones asociados adis-
tintos valores de pH, con los rangos de amortiguación para dos pares ácido base con-
jugados.
El subíndice se refiere al número de protones que cede el ácido. Los valores de α son
funciones implícitas de la concentración de H+:
(1.24d)
(1.24e)
22
Raúl D. Zapata Hernández
(1.24f)
(1.24g)
(1.24h)
(1.24i)
1.2.2. Hidrólisis
Dentro de la teoría de acidez de Brønsted Lowry el término hidrólisis no es necesario
tenerlo en cuenta, ya que no hay diferencia con la protonación del par iónico involu-
crado. No obstante esta consideración teórica de la acidez, el término es útil y didáctico
para explicar las reacciones de acidez en el suelo por cationes metálicos como Al+3,
Fe+3, Mn+4.
El NaCl es la sal que se produce cuando reacciona el ácido fuerte HCl con la base fuerte
NaOH. De manera semejante, se dice que el NaC2H3O2 es la sal que se produce en la
reacción del ácido débil ácido acético, y una base fuerte, el NaOH. El NH4Cl es la sal
de un ácido fuerte, el HCl, y la base débil, el NH3. Una sal como el NH4C2H3O2 es la
sal de un ácido débil y una base débil. Cuando se agrega cualquiera de estas sales al
agua, el pH de la solución puede ser neutro, ácido o alcalino, dependiendo del tipo de
sal disuelta. Por ejemplo, una sal proveniente de un ácido fuerte y una base fuerte no
cambia el pH del agua, la solución será neutra. Mientras que el pH de la solución de
una sal de un ácido débil y una base fuerte es mayor de 7. El pH que resulta de cada
tipo de sal es el siguiente:
23
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Una Ka de 1,7x10-5 del ácido acético indica que el equilibrio tiende a estar a favor del
ácido acético. Por tanto, cuando se añaden los iones acetato la reacción se desplaza
a la izquierda, utilizando los iones H3O+ provenientes de la disociación del agua. Esto
continúa hasta que se forme suficiente ácido acético y se alcance el valor de Ka. Para
mantener el valor de Kw constante, la disociación del agua tiene que desplazarse hacia
la derecha, y como los iones H3O+ se consumen, queda un exceso de OH- en la solución.
El resultado de esta hidrólisis es una solución de acetato de sodio ligeramente básica,
y su pH es mayor de 7.0. El valor de pH para una solución de acetato de sodio 0.1M
es de 7.8.
Para una sal de un ácido fuerte y una base débil, como el cloruro de amonio, que
proviene de la reacción de ácido clorhídrico y amoniaco, se puede esperar el compor-
tamiento opuesto y su hidrólisis lleve a una solución ligeramente ácida. Como resultado
de la presencia de iones de amonio en solución, el sistema establece el equilibrio de
hidrólisis:
Como el amoniaco es una base débil, pKb = 4.76, el equilibrio tiende fuertemente hacia
la izquierda, y así se extraen los iones OH- procedentes de la disociación del agua. La
concentración de iones H3O+ aumenta para mantener a Kw constante y, como resul-
tado, el pH de la solución es menor que 7.0. Una solución 0.1M de cloruro de amonio
tiene un pH de 6.0.
Cuando una sal como NaCl, que proviene de la reacción de un ácido fuerte y de una
base fuerte, es disuelta en agua, la neutralidad de la solución no se modifica. En este
caso las actividades de H+ y OH- son iguales cada una a 1x10-7 M y la solución es neutra.
Los compuestos que se tendrían que formar para variar las concentraciones de H+ y
OH- serían ácidos y bases fuertes, lo que llevaría a que se dieran reacciones que no son
posibles, como las siguientes:
24
Raúl D. Zapata Hernández
No es posible tener una solución ácida de NaOH, ni una solución básica de HCl. Este
error se comete cuando se dice que los suelos sódicos tienen pH alcalino por la hidróli-
sis del sodio intercambiable.
En un sentido amplio, la hidrólisis puede ser definida como una reacción de una sus-
tancia con el agua para formar H+ o OH-. Según el caso para la hidrólisis catiónica la
ecuación general es:
El cuadro 1 agrupa los iones más comunes en tres clases, dependiendo del grado de
hidrólisis que causa en la solución. Este fenómeno es importante tenerlo en cuenta,
puesto que modifica el pH de la solución donde son aportados o se forman esto
iones.
Grado de Hidrólisis
Ninguna Moderada Fuerte
-
Na , K , Ca , Ba+2, Cl ,
+ + +2
NH4 , Zn , Cu+2, Al+3, Fe+3, Cr+3,
+ +2
Sn , O-2, S-
+2
25
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
-
Al(OH) + OH ↔� Al(OH)4- (1.28)
3
Estas ecuaciones indican que el Al(OH)3 es capaz de neutralizar ácidos y bases, es decir,
actúa una veces como ácido y otras veces como base; tales sustancias se dice que son
anfóteras. En la reacción (1.29) el hidróxido de aluminio actúa como un sumidero de
acidez produciendo iones Al+3.
Figura 1.2. Distribución relativa de las especies solubles de aluminio en función del
pH de la solución.
En la literatura de la Química del Suelo asociada a los suelos alcalinos existe la creencia
que la alcalinidad de estos se debe a la hidrólisis del Na+. En el cuadro 1.1 se presenta al
Na+ como un ión que no causa hidrólisis; los pH altos en estos suelos se debe al anión
bicarbonato presente en estos suelos, ver la ecuación (6.23). La reacción es presentada
erróneamente de la forma siguiente:
Esta reacción no es posible porque la arcilla no tiene suficiente energía para causar
hidrólisis y en el caso que la tuviera, esta se destruiría y pasaría a formar una arcilla
saturada con aluminio intercambiable. Cuando el pH del suelo se determina con una
solución de NaCl o KCl este, generalmente, es menor que el pH medido en agua.
26
Raúl D. Zapata Hernández
Como el ácido fosfórico puede donar tres protones es triprótico y como tiene tres bases
conjugadas es tribásico. La curva de valoración de este ácido tiene estas tres bases
conjugadas, como lo muestra la curva de titulación de la figura (1.3).
La relación entre pH y la base conjugadas permite conocer la forma disponible para las
plantas. Por ejemplo, la forma disponible del fósforo es H2PO4-, cuando aumenta el pH
la disponibilidad disminuye, porque las raíces no toman las bases conjugadas HPO4-2 y
PO4-3. Estas dos formas están relacionadas con el pH del sistema ácido-base conjuga-
dos y los valores de α1, α2 y α3, se pueden calcular en forma similar a las ecuaciones
(1.24).
Figura 1.3. Titulación de un ácido triprótico (H3PO4) donde se observan los cambios de
pendientes correspondientes a la neutralización de cada protón y sitios de amortigua-
ción por la presencia del par conjugado.
27
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En solución, los ácidos polipróticos tienen diferentes equilibrios entre sus ácidos y bases
conjugadas, y se describen con la primera, segunda, tercera, etc constante de disoci-
ación, según el número de protones que cede. La segunda constante es generalmente
mucho mas pequeña que la primera ya que es más difícil energéticamente extraer un
segundo protón a una especie cargada negativamente, por ejemplo HSO4-.
Donde xH+ son los protones que ceden las arcillas y la materia orgánica (MO) a la solu-
ción del suelo desde las diferentes fuentes en el suelo.
Por la aplicación del concepto de acidez de Brønsted y Lowry a los suelos es que a los
cationes intercambiables se les denomina bases de cambio, con unidades de cmol(+)kg-
1
. El suelo sería un ácido débil y para juzgar la fuerza del ácido presente en él, es nec-
esario conocer el respectivo par conjugado.
28
Raúl D. Zapata Hernández
3.- La reacción de un catión metálico reacciona con una base, sin la formación de un
precipitado:
A + :B ↔ A:B (1.34)
29
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En resumen, los ácidos duros se unen preferiblemente a las bases duras y los ácidos
suaves se unen con las bases suaves. Una lista de ácidos y bases se presentan en el
Cuadro 1.3. De esta lista se puede observar que el Fe+3, un ácido duro, tiende a unirse
con una base dura como los fosfatos, carboxilatos, sulfatos, pero no se une fácilmente
con las bases suaves como los sulfuros, las aminas aromáticas. El Fe+2 es un ácido en el
límite que se une fácilmente con bases suaves como los sulfuros para formar pirita.
1.3.2. Complejación.
El término especies se refiere a la forma como los iones y moléculas se encuentran en
30
Raúl D. Zapata Hernández
la solución. Por ejemplo, el Al en solución acuosa puede estar como: Al+3, Al(OH)+2,
Al(OH)2+, Al(OH)30, Al-Citrato, etc., como un par iónico o como complejo con ligandos
inorgánicos u orgánicos. En solución, todos los cationes metálicos están en busca
continua de ligandos, ellos pueden estar coordinados con agua u otros ligandos. Se
pueden distinguir dos tipos de especies químicas: pares iónicos y complejos (Stumn y
Bauner, 1975).
Los pares iónicos son iones de carga opuesta que se aproximan lo suficiente dentro de
una distancia crítica para formar un par. El catión central y el o los ligandos conservan
el agua de solvatación cuando se forma el par, es decir están separados por un o mas
moléculas de agua. Son llamados complejos de esfera externa.
Los complejos son entidades químicas mas estables que resultan de la unión por enlace
covalente entre un catión y uno o varios ligandos donantes del par de electrones del
enlace. Son llamados complejos de esfera interna. Los complejos de esfera interna
son mas estables que los de esfera externa. Si el ligando del catión central es agua el
complejo de denomina complejo de solvatación. Algunos ejemplos de complejos de
solvatación o iones libres son: Ca(H2O)6+2, Al(H2O)6+3. Los cationes y aniones libres son
complejos de solvatación, ya que su carga sirve para atraer y unir dipolos de agua en
cualquier solución acuosa.
Las especies acuosas Si(OH)º4, Al(OH)2+ y HCO3-, CaCl+ forman complejos solubles con
Si+4, Al+3, H+ y Ca+2 actuando como ácido de Lewis, respectivamente en cada complejo.
Los iones asociados OH-, CO3-2 y Cl- en estos complejos son ligandos o bases de Lewis.
Es así, como el término complejo soluble es aplicado a iones o moléculas neutras con
un catión metálico como grupo central coordinado con un ligando, que puede ser un
anión o una molécula neutra. En el caso que dos o más grupos funcionales de un ligan-
do estén coordinados con un catión metálico, el complejo soluble recibe el nombre de
quelato. Un ejemplo de quelato es el formado por el ácido cítrico y el Al+3 , [Al (COO)2-
COH(CH2)2 COOH]+, en este caso dos grupos COO -y uno CO- están coordinado con
el Al+3. Otros ejemplos de quelatos son los formados por el EDTA y los cationes de los
grupos I y II de la Tabla periódica (Lindsay, 1979).
31
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
donde S se refiere a una superficie adsorbente en el suelo, que podría ser ≡Al(III)(H2O).
Si el sitio ácido de Lewis está presente o si la concentración del anión es alta, no es
necesario que se dé el proceso de protonación de la superficie hidroxilada del adsor-
bente (reacción (1.35).
32
Raúl D. Zapata Hernández
capacidad. (Castelan, 1970). Las unidades que tiene una variable indican a que tipo
de variable pertenece. Las variables intensivas tienen unidades de concentración, las
variables extensivas tienen unidades de cantidad y las variables capacidad relacionan
las unidades de las dos variables.
Para evaluar la acidez de un sistema es necesario conocer los factores intensidad, can-
tidad y capacidad. En las soluciones el factor intensidad esta determinado por el pH.
En tanto que, el factor cantidad depende de la cantidad de ácido o base presente en la
solución. Estas cantidades son conocidas como la capacidad neutralizante de basicidad,
CNB y la capacidad neutralizante de acidez, CNA, respectivamente. El factor capacidad
de una solución será el inverso de la pendiente de la curva de titulación, es decir la
relación entre el pH y la cantidad ácido o de base (CNB o CNA), y es conocida como
capacidad amortiguadora, como lo muestra la ecuación (1.53).
Un sistema que presente un par conjugado ácido base con un bajo valor de Ka tiene
un factor intensidad bajo, o sea un pH alto, y por lo tanto una alta afinidad por el
protón, caso en el cual la reacción (1.52a) se da de derecha a izquierda, es decir la
cantidad de H+ que se agregue a la solución, se conjugará con la base (A-) y se forma
AH, por lo que el pH de la solución no cambiará. Con adiciones posteriores de H+ el pH
de la solución bajará al aumentar su concentración en la solución dado que, se habrá
agotado su base conjugada, A-, en la formación de HA. En resumen el factor intensidad
está representado por el pH que depende de Ka; el factor cantidad está representado
por las cantidades del par conjugado y el factor capacidad resulta de la relación entre
el pH, el factor intensidad, y la cantidad del par conjugado, para cada valor de pH. En
el cuadro 1.4 se presentan los tres tipos de variables que caracterizan la acidez de un
sistema y sus respectivas unidades que las identifican.
Cuadro 1.4. Tipo de variable y unidades que caracterizan a la acidez de una solución.
33
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La superficie externa del bulbo del electrodo de vidrio genera una diferencia de poten-
cial eléctrico en respuesta a la concentración de H+ de la solución. El electrodo de
referencia tiene una diferencia de potencial constante y conocida e insensible a los
cambios de concentración de sales y de H+ de la solución. La diferencia de potencial,
ΔE, entre los dos electrodos la mide el potenciómetro. La celda electroquímica entre los
dos electrodos se representa así (Jackson, 1958):
Según la ecuación de Nernst, el potencial entre los dos electrodos está relacionado con
el pH por:
donde ΔE es expresado en voltios. La ecuación (1.37) indica que cada cambio de una
unidad de pH representa un cambio de potencial eléctrico de 59 mV en el electrodo
de vidrio.
34
Raúl D. Zapata Hernández
El puente salino permite un pequeño flujo de iones entre la solución interna del electro-
do referencia y la solución. Si no se permite este flujo de iones se genera un potencial
de unión que modificaría la respuesta del potenciómetro, ya que ΔE estaría en función
del pH y del nuevo potencial de unión, cuya magnitud es desconocida. Generalmente la
sal que se usa para el puente salino es KCl, ya que estos dos iones tienen una movilidad
muy similar. Cuando se mide el pH de una solución y se da libremente el pequeño flujo
de iones, el potencial de unión es despreciable, en consecuencia tiene poca influencia
en la lectura del potenciómetro y el valor leído corresponde al pH de la solución.
En la titulación de una solución acuosa que contiene C moles por litro del ácido HA con
una base fuerte (CB), la curva puede ser deducida porque en cada punto de la titulación
con (NaOH) se cumple la siguiente condición de neutralidad:
35
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(1.42)
(1.43)
Donde α1 es igual a:
(1.44)
Las reacciones de titulación se clasifican según el tipo de ácido o base que se esté
valorando. Así, se tienen titulaciones ácido fuerte con base fuerte, titulaciones de ácido
débil con base fuerte y titulaciones de base débil con ácido fuerte.
36
Raúl D. Zapata Hernández
En una curva de titulación de un ácido débil con una base fuerte se tiene en cuenta lo
siguiente: 1) el pH inicial lo determina el valor de Ka del ácido que está presente, 2) con
la adición de base, se entra en una serie de soluciones reguladoras por la presencia de
los pares conjugados en diferentes concentraciones, 3) en el punto de equivalencia, la
especie predominante será la base conjugada (A-), y 4) más allá del punto de equiva-
lencia, el pH será determinado por la base fuerte. La reacción de encalamiento en el
suelo es de este tipo, donde el suelo se comporta como un ácido débil y la cal como
una base fuerte.
37
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En cada punto de la titulación de C moles por litro del ácido HA con una base fuerte
como NaOH se cumple la condición de neutralidad:
Con la ecuación (1.46) se puede construir la curva de titulación que relaciona la CNA,
la cantidad de base adicionada, con el pH.
En el mismo sistema monoprotónico la CNB de una solución de la sal NaA, para el nivel
de referencia, f = 1, y con la condición del protón: (HA) + (H+) = (OH-) está definida así:
La solución (b) es mas concentrada que la solución (a) y tiene un pH ligeramente menor,
pero tiene una mayor CNA que la solución (a). Los valores de � son resptivamente 0.50
y 0.33, y los valores de CNA son:
CNA(a) = 2.5x10-3
CNA(b) = 3.3x10-3
El concepto de CNA y CNB puede ser extendido a una mezcla de sistema ácido base.
Por ejemplo, un sistema acuoso en equilibrio con CO2 y que contiene amonio y boratos
tiene una CNA igual a:
La CNA y la CNB son parámetros útiles para definir y caracterizar el factor cantidad
de los sistemas ácido-base. Por ejemplo, un suelo con pH 4.2 tendrá una CNB que se
determina mediante una curva de encalado.
El factor intensidad que caracteriza la energía del protón, esto es el pH, y es independi-
ente de la cantidad ácida que tenga la solución. Por otro lado, el número de protones
38
Raúl D. Zapata Hernández
(1.48)
La acidez de las aguas naturales se refiere al contenido de ácido que se puede neutrali-
zar para llegar a un pH de 8,3 con NaOH. A este pH casi todos los ácidos débiles que
están presentes en el agua se neutralizarán. Operacionalmente la acidez se expresa
como los mmoles de OH- necesarios para llevar 1L de agua a pH 8,3.
Se observa que lo que se conoce como alcalinidad y acidez en la química no es mas que
una forma de medir el Factor Cantidad, referido a un valor definido de pH; el cual es de
4.5 para la alcalinidad y de 8.3 para la medida de la acidez de una muestra.
39
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
que pequeñas cantidades adicionadas de una base fuerte se neutralizan con el ácido
débil. A estas soluciones se les conoce como soluciones amortiguadas o buffer, ya que
tienen la capacidad de absorber esas pequeñas cantidades de ácidos y bases sin dar
lugar a cambios bruscos de pH de la solución. El pH y la capacidad amortiguadora son
las dos características mas importantes de toda solución amortiguadora.
(1.51)
Para generalizar se hace que A- sea igual al ion acetato y HA sea igual al ácido acético,
y se usa la definición de -Log = p y. En general para la reacción (1.52a):
HA ↔ H+ +A- (1.52a)
Se tiene:
Donde (base) y (ácido) se refiere a las concentraciones de equilibrio del par conjugado
ácido base. Cuando (base) = (ácido), el pH de la solución es igual al pKa y es una forma
rápida de conocer el pH de una solución sabiendo el pKa
La capacidad amortiguadora de un sistema ácido base se entiende mejor con una titu-
lación. La pendiente de la curva de titulación de un ácido relaciona el cambio de pH
en función de la cantidad de base adicionada. El inverso de esta pendiente se define
40
Raúl D. Zapata Hernández
Supóngase que se forma una solución reguladora que contiene un ácido HA de con-
centración Ca y una sal del mismo ácido NaA con concentración Cs. La concentración
de (H+) depende de las concentraciones de A- y Ha como se observa en la relación
(1.52b).
Inicialmente, (A-) = Cs y (HA) = Ca, pero esta igualdad no se mantendrá a medida que
se añade ácido o base a la solución. Si las adiciones de ácido o base no cambian brus-
camente el volumen de la solución, se tiene:
(A-) + (HA) = Cs + Ca
(1.53a)
Donde Cb y Ca son las cantidades, en moles por litro, de ácido o de base fuertes que
se requieren para producir un cambio de una unidad de pH en la solución. La capacidad
amortiguadora es un número positivo. Cuanto más grande es el valor de � tanto mas
se opone la solución a los cambios de pH. β toma un valor en cada región de la curva
de titulación, ya que es dependiente del pH.
La derivada (1.53a) se puede expresar como derivada con respecto a (H+) en la forma:
41
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(1.53b)
42
Raúl D. Zapata Hernández
En la misma forma como BrØnsted y Lowry analizan las reacciones ácido base con
relación a la transferencia de un protón entre pares conjugados, se puede hacer el
análisis para la transferencia del electrón entre el par de semi reacciones en las reacciones
redox. Es necesario indicar que el electrón no existe como especie libre como el protón
que puede estar en la forma H3O+. La utilización que se hace de escribir el electrón, e,
en las reacciones redox es meramente didáctica para tener una mejor comprensión del
proceso redox.
En las reacciones redox la sustancia que se reduce recibe los electrones que cede la
sustancia que se oxida, formándose el par:
43
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
electrón, e, expresada como pe en forma similar que el pH. Valores altos y positivos
de pe favorecen la existencia de especies oxidadas, mientras que valores pequeños de
pe favorecen las especies reducidas. El papel del pe en las reacciones redox puede ser
entendido en términos de la proporcionalidad directa del potencial químico del elec-
trón, µ(e), y de pe a una temperatura dada: a mayor valor de pe, más pequeño es el
valor de µ(e) y mayor es la tendencia de una especie reducida a perder sus electrones.
Es importante resaltar que la reacciones de reducción aumentan el pH dado que se
consumen protones; en cambio, en las reacciones de oxidación disminuye el pH porque
se producen protones en este proceso.
Los valores de pe pueden ser estimados a través de la descomposición del agua líquida.
El mayor valor de pe ocurrirá cuando está presente el oxigeno para aceptar electrones
y así reducir la concentración de protones para formar agua líquida (H2O(l)):
asumiendo que el agua está en estado estándar, el valor de pe esta dado por:
pe + pH = 20.69 (1.56c)
pe = 20.69 – pH (1.56d)
pe + pH = 0 (1.57)
44
Raúl D. Zapata Hernández
Solo unos pocos elementos (C, N, O, S, Fe y Mn) son los que predominan en los pro-
cesos redox y ellos definen los valores de pe y pH en los ambientes naturales. En el
cuadro 1.5 se presentan los valores de Eh de sus reacciones de reducción. Los límites
redox de los sistemas acuosos naturales definidos por las ecuaciones (1.56d) y (1.57)
son graficados en la figura (1.6) conocida como diagrama pe - pH.
Los valores de pe en la solución del suelo tienden a mantenerse entre - 6.8 y + 13.5,
en un rango de pH entre 3 y 9. A pH 7.0 los suelos oxidados tienen + 7 < pe < + 13.5.
Suelos modernamente reducidos tienen - 2 < pe < +2 y suelos altamente reducidos
tiene -6.8 < pe < -2. Para un pH de 7.0 Sposito (1989) divide la condición redox del
suelo en tres grupos según el rango del valor de pe - pH: 1) Suelos óxicos con pe > +
45
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
7. 2) suelos subóxicos con + 2 < pe < + 7 y 3) suelos anóxicos con pe < 2. Los suelos
subóxicos difieren de los suelos óxicos en que tienen un valor de pe, a pH 7, lo sufici-
entemente bajo que indica un agotamiento del oxígeno pero no el del sulfato.
Cuadro 1.4. Potenciales estándares de reducción (Ehº) de semi reacciones de los ele-
mentos mas comunes en el suelo y sus respectivos valores de Eh tomados a pH de 7.
La figura 1.6 muestra los sitios de dominancia de las actividades del electrón y del pro-
tón en los suelos. El perímetro demarcado por líneas punteadas del polígono irregular
incluye el valor de pe - pH en los cuales los microorganismos catalizan las reacciones
redox. El área sombreada corresponde a los valores encontrados en los suelos.
Es necesario aclarar la diferencia entre el protón (H3O+) y el electrón (e-), el primero exis-
te como especie libre hidratada, mientras que el electrón no existe como especie libre.
Se utiliza en las reacciones como producto o como reactivo para facilitar el manejo que
se hace de la estequimometría de las reacciones redox.
(n/2)H2(g) ↔ nH+ + ne
Oxidado + ne ↔ Reducido
(n/2) H2(g) + Oxidado ↔ nH+ + Reducido (1.58)
46
Raúl D. Zapata Hernández
(1.59a)
(1.59b)
(1.59c)
como:
(1.59d)
(1.59e)
(1.60a)
(1.60b)
47
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
2. Lectura.
48
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 2
Figura 2.1 Condición ácido base de los suelos en relación a los estados de meteori-
zación
49
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Desde la Química se puede decir que la acidificación de los suelos resulta de la dismi-
nución de la capacidad neutralizante de acidez del suelo (CNAS), como consecuencia
de una transferencia irreversible en un sistema abierto de protones desde la fase líquida
hacia la fase sólida, que actúa como sumidero. El grado y la causa de la acidificación
varia de una condición de suelo a otra. La alcalinización de los suelos resulta del
aumento de la CNAS. La adición de bases al suelo lo facultan para neutralizar los pro-
tones que lleguen a la solución del suelo de éste. Según lo anterior, es posible expresar
la acidificación o alcalinización de los suelos en términos del Factor Cantidad, como la
cantidad de ácido o de base fuertes adicionados, o los cambios en la CNA o CNB del
suelo. La escogencia de uno u otro depende de la situación que se desee estudiar en el
suelo, ya que un aumento de la CNA implica una disminución de la CNB. Los cambios
en la CNAS (ΔCNAS) en función del pH, cambios en los Factores Cantidad e Intensidad,
reflejan la habilidad del sistema suelo de resistir a la acidificación o alcalinización. Y
es posible relacionar estos cambios con parámetros como pH del suelo, saturación de
bases, disolución de minerales, adsorción de protones e hidroxilos, etc.
Los minerales de las rocas pueden ser disgregados por procesos físicos, pero los cam-
bios más grandes los ocasionarán las nuevas condiciones químicas como la exposición
al agua, al oxígeno, al bióxido de carbono y a compuestos orgánicos. Las estructuras
cristalinas de estos minerales son inestables a estas condiciones.
Cuando el agua alcanza un mineral, por ejemplo, al feldespato albita (NaAlSi3O8), éste
empieza a disolverse y los iones y moléculas que se liberan del mineral, llegan a la
solución. El proceso de disolución continúa, si la solución se empobrece de iones lib-
erados, bien porque se precipitan para formar otros minerales, conocida como reacción
incongruente, o porque son eliminados de la solución por lavado, llamada reacción
congruente (Sposito, 1989). La hidrólisis del feldespato alcaliniza la solución como lo
muestra la reacción congruente siguiente:
50
Raúl D. Zapata Hernández
Olivinos
Piroxenos
Anfiboles } O2
→ Fe(OH)3 + Mg+2 + Ca+2 + Si(OH)4
H+
(2.5)
Cuadro 2.1. Valores de pH de abrasión para algunos minerales primarios del suelo.
Mineral pH Mineral pH
Feldespatos 9 - 10 Piroxenos
Albita 9 Augita 10
Oligoclasa 8 Hiperteno 8
Anortita 8 Olivino 10 – 11
Ortoclasa 8 Nefelina 11
Microclina 8–9 Carbonatos
Micas Calcita 8
Biotita 8 Dolomita 9 – 10
Moscovita 7 Siderita 5-7
Anfiboles
Actinolita 11
Hornblenda 10
Los productos de estas reacciones pueden sufrir diferentes procesos. Uno de ellos es la
formación de minerales secundarios, por una reacción incongruente, cuando el silicio
y el aluminio reaccionan para formar arcillas del tipo 1:1 ó 1:2 dependiendo de las
concentraciones de silicio en el ambiente. El ión bicarbonato y los cationes básicos,
51
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
52
Raúl D. Zapata Hernández
Es posible que se formen, dependiendo del ambiente químico del suelo, algunos mate-
riales secundarios como arcillas. En un ambiente donde no se tiene una salida completa
de los productos de la meteorización del feldespato la reacción incongruente sería:
Las arcillas formadas pueden ser de los tipos 1:1, 2:1, alófano. Si la lixiviación del silicio
es muy intensa, el Al+3 que queda presente en la solución del suelo precipita como
gibsita. La lixiviación continuará este proceso de disolución de los minerales primarios
y de formación de nuevos productos. Cuando los minerales meteorizables se hayan
agotado, comenzarán a disolverse los minerales secundarios previamente formados:
53
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuando la lluvia que cae durante gran parte del año sobre el suelo, es mayor que la
evapotranspiración, se produce el fenómeno de la lixiviación y salen del perfil los iones
más solubles como Ca+2, Mg+2, Na+ y K+, que no causan hidrólisis ácida. En el suelo
quedan los iones que le confieren acidez, por la hidrólisis de estos, los cuales básica-
mente son los cationes metálicos Al+3, Fe+3 y Mn+4. Esta es la causa por lo que a mayores
precipitaciones menor es el pH del suelo. Hasta alcanzar un valor de 4.2 por la hidrólisis
del Al+3 (ver 3.1.6).
El efecto de la precipitación sobre los cationes explica el hecho porque en las zonas
más lluviosas se presentan los suelos más ácidos, con menos contenidos de cationes
básicos, mayores contenidos de cationes metálicos que producen hidrólisis ácida y por
consiguiente, un menor valor de pH.
54
Raúl D. Zapata Hernández
55
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 2.5. Efecto de las condiciones reductoras sobre el pH del suelo en tres tipos de
suelos.
56
Raúl D. Zapata Hernández
Los exudados liberados por los microorganismos y las raíces son importantes en la
acidez del suelo y en el reciclaje de elementos menores (Fe, Cu, Mn, Zn). Los ácidos
orgánicos de cadena corta son los exudados más comunes en el suelo producidos por
las raíces, como una de las actividades de la rizósfera,. El grupo ácido de estos compu-
estos puede ceder fácilmente su protón en el rango del pH de suelo. El H+ disociado
ataca a los minerales y promueve su descomposición y el grupo COO-, base Lewis,
forma complejos solubles con los cationes metálicos liberados del mineral, ácido de
Lewis. Este tipo de reacción con los minerales hace muy eficiente el proceso de diso-
lución mineral. La concentración total en la solución del suelo de los ácidos orgánicos
está entre 0,01 y 5 mmol/L. Estos ácidos tienen una vida corta en el suelo, quizás de
57
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
horas, pero son producidos continuamente durante el ciclo de vida de los microorgan-
ismos y la actividad de las raíces (Stevenson, 1982).
Cuadro 2.2. Ácidos alifáticos más comunes encontrados en los suelos (Sposito,
1989).
pHdis: pH = pKa
Cuando un suelo inundado y con presencia de pirita es drenado, este mineral es oxi-
dado rápidamente acidificando el suelo, el cual puede llegar a tener pH menores a
tres (suelos con acidez del Grupo 1). La reacción de oxidación de la pirita requiere la
presencia de oxígeno:
58
Raúl D. Zapata Hernández
Las fluctuaciones de la mesa de agua son comunes en muchos suelos, esto crea unas
condiciones alternantes de oxidación reducción que pueden afectar el pH del suelo.
Durante los periodos húmedos los óxidos de hierro se pueden reducir con los electrones
aportados por la materia orgánica en la reacción siguiente:
Los compuesto reducidos del hierro son muy solubles, por lo que pueden desplazar a
los cationes de cambio de los sitios negativos de las arcillas y los coloides orgánicos.
Evidencia de esta situación es el aumento de la conductividad eléctrica durante el pro-
ceso de reducción en el suelo (Ponannperuma, 1972). Al final, la saturación de bases
del suelo queda dominada por Fe+2:
59
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La reacción (2.15) no esta balanceada y X representa a los coloides del suelo. La reac-
ción de saturación se da espontáneamente dado que el bicarbonato de calcio puede
lavarse fácilmente.
Cuando las condiciones reductoras cambian al bajar la mesa de agua, el suelo entra en
una condición oxidativa y se acidifica el medio. Este proceso global de alternancia de
reducción oxidación del hierro en el suelo se conoce como ferrólisis y se esquematiza
en la reacción (2.16) y en la figura 2.6.
60
Raúl D. Zapata Hernández
Las reacciones anteriores muestran que es la oxidación de una forma reducida del
nitrógeno la que produce acidez en el suelo. La intensidad de la acidificación depend-
erá de la perdida del nitrato por lavado. La mayor acidificación se dará cuando exista
un mayor lavado de estos. Las sales de nitrato como el KNO3, Ca(NO3)2 y el Mg(NO3)2
no acidifican el suelo porque estas sales provienen de ácidos y bases fuertes que no se
hidrolizan.
Cuando la disociación del Ca(H2PO4)2 sucede cerca a pH 7.0, este fosfato no produce
acidez. Sin embargo, se produce acidez si se precipita como una sal insoluble:
La descomposición de la materia orgánica del suelo implica una oxidación del carbono
de los restos orgánicos que llegan a éste, por organismos que emplean la energía
almacenada en los enlaces de estas sustancias. Inicialmente los restos sufren un frac-
cionamiento que facilita el ataque microbial y la descomposición ocurre mientras exista
condiciones de humedad, aireación y temperatura adecuadas. Este proceso inicial de
aprovechamiento como sustrato de los restos orgánicos se denomina mineralización,
durante este proceso se forma una gran cantidad de sustancias no húmicas, com-
ponentes de los restos orgánicos como carbohidratos, aminoácidos, grasas, ligninas,
taninos, etc. Lo característicos de este proceso inicial es que acidifica el medio durante
61
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La adición de materia orgánica a los suelos alcalinos produce una disminución del pH
debido a: 1) la mineralización del nitrógeno, del azufre y del fósforo orgánicos, 2) diso-
ciación de ligandos orgánicos y 2) hidratación del CO2 producido en la descomposición
de la materia orgánica (Nelson y Oades, 1998).
Los aniones móviles son aquellos que son transportados por el perfil del suelo sin ser
retenidos. Son aportados por ácidos fuertes e incluye cloruros, nitratos, en menor
grado los sulfatos. En la solución siempre se tiene un balance de cargas entre anio-
nes y cationes, por lo que una movilidad de aniones lleva implícita una movilidad de
cationes, aunque estos últimos tratan de ser retenidos por las cargas negativas de los
coloides, arcilla y sustancias húmicas. Cuando un catión, como el Ca+2, es removido en
la solución en compañía de un anión, este es reemplazado por otro catión del complejo
de intercambio, generalmente H+ o Al+3. Es así, que cuando el agua de drenaje pasa
a través del perfil del suelo, la composición de cationes cambia a favor de los menos
retenidos o más abundantes en la saturación de bases. Mientras que en la concen-
tración de aniones se dan pocos cambios.
Los fosfatos, carbonatos e hidroxilos son considerados aniones inmóviles. Estos aniones
se considera que no transportan cationes. Al ser bases de Lewis duras forman com-
puestos insolubles con ácidos duros como Ca+2, Fe+3, ó Al+3, capaces de estabilizar la
carga de aquellos aniones. Además, pueden ser adsorbidos por sitios ácidos de Lewis
en los coloides del suelo.
62
Raúl D. Zapata Hernández
La situación anterior no se puede generalizar para todos los suelos ácidos minerales, el
aumento o disminución de la reserva de acidez y la composición del lixiviado depend-
erá de la capacidad amortiguadora del suelo, como se presentará en el capítulo 3. Lo
que se desea mostrar es el efecto de los aniones móviles y la acción del complejo de
intercambio en los procesos de acidificación del suelo. La acidificación del suelo no se
da por un solo factor.
63
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Sin embargo el H2CO3 es un ácido débil y el HCl formado es muy poco en cantidad,
por lo que pH no bajará de 5. La causa mas común de la formación de la lluvia ácida
es la reacción siguiente:
Las aguas de los ríos y lagos se acidifican cuando son alcanzadas por estas lluvias áci-
das, causando grandes daños ecológicos. Cuando estas aguas caen al suelo, progresi-
vamente lo van acidificando, al ir disminuyendo su capacidad amortiguadora. Si esta
lluvia sigue cayendo por mucho tiempo, el pH del suelo baja de 4.2 formándose un
suelo con un alto contenido de aluminio intercambiable (Reuss, 1991).
64
Raúl D. Zapata Hernández
clan con las gotas de niebla, produciéndose la “deposición oculta”, cuya acidez puede
llegar a ser 10 veces superior a la de la lluvia.
La definición de CCA implica que se conozca los cambios químicos y la sensibilidad del
ecosistema a estos cambios, por ejemplo, en el pH o en la concentración de aluminio.
La magnitud de estos cambios se relaciona con los niveles críticos. Estos se definen
como la concentración de contaminantes atmosféricos por encima de los cuales
pueden ocurrir efectos adversos directos sobre plantas, ecosistemas o materiales según
el conocimiento actual (Cardona, 2000). El indicador biológico más utilizado son las
raíces finas de los árboles y como indicador químico se toma el valor de la relación (Ca
+ Mg)/Al en la solución del suelo donde ocurre daños en las raíces (Jiménez y Sánchez,
1995).
65
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
de del tipo de suelo y puede ser evaluado mediante un balance de protones como lo
propone van Bremen (1991).
66
Raúl D. Zapata Hernández
disociación del grupo ácido orgánico, el cual llega algunas veces a que solo un 30%
del total de grupos ácidos existentes se disocien (Stevenson, 1982; Stevenson y Fitch,
1986; Sposito, 1989).
Las formas más estables del N y del S a las presiones de oxigeno existentes en el suelo
son los nitratos y sulfatos, respectivamente. En estas condiciones, la presencia de for-
mas reducidas de estos elementos son oxidadas con la concomitante producción de H+
y liberación a la solución. Estas reacciones son, en la mayoría de las veces, mediadas
por microorganismos. En ausencia de oxígeno se cambia de aceptor de electrones en
la respiración de los microorganismos y se consumen H+ cuando se reducen las formas
oxidadas de estos elementos.
67
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La transferencia de acidez desde el suelo hacia las aguas superficiales, al irse con-
sumiendo la capacidad neutralizante del suelo CNA(t), refleja una de las formas como
la capacidad amortiguadora de la acidez funciona en el suelo. Se ha puesto mucho
interés recientemente en la transferencia debido a la aparición de aniones de ácidos
inorgánicos en lagos y ríos por la contaminación atmosférica. Se piensa que la com-
posición del agua de drenaje tiene la misma composición del agua del suelo, pero en
general este no es el caso. Pueden existir diferencias significativas entre los tipos de
soluciones. Diferencias ocasionadas por el ingreso de ácidos fuertes al suelo que reac-
cionan con los componentes del suelo y los productos aparecen en la solución del suelo
y en el agua de drenaje (Reuss, 1991).
(H+) + 2(Ca+2) + 2(Mg+2) + (Na+) + (K+) = (NO3-) + (Cl-) + 2(SO4-2) + (HCO3-) + (OH-)
(2.32)
(HCO3-) + (OH-) -(H+) = 2(Ca+2) + 2(Mg+2) + (Na+) + (K+) - [(NO3-) + (Cl-) + 2(SO4-2)]
(2.33)
La ecuación (2.32) muestra que la CNA(ac) puede ser definida por cualquiera de las
ecuaciones (2.31) o (2.33). Es decir, CNA(ac) es la suma de la carga de los cationes menos
la suma de la carga de los aniones.
No se consideran en la ecuación (2.34) a los carbonatos en los suelos ácidos y para fines
prácticos se toman iguales la concentración a las actividades de los iones.
68
Raúl D. Zapata Hernández
(HCO3-)(H+) = K(CO2)g
(HCO3-) = K(CO2)g/(H+)
(OH-) = 10-14/(H+).
La ecuación (2.35) muestra la relación entre pH presión de CO2g para varios valores de
CNA(ac) y se representa gráficamente en la figura (2.8).
69
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 2.8. Relación entre la CNA(ac) y el pH a varias presiones de CO2 (0.03, 0.3 y
3.0%) y el efecto amortiguador del hidróxido de aluminio.
La ecuación (2.31) no es apropiada para aguas que drenan desde suelos ácidos, donde
las reacciones 2.36 de las especies de Al son importantes por su efecto amortiguador.
Los lixiviados de estos suelos pueden tener cantidades significativas de iones de Al+3
debido a las reacciones del H+ con los compuestos de este elemento del suelo. En la
reacción de H+ con la gibsita se tiene:
70
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 2.9. Relación entre Al+3 y pH para cuatro valores de constante de equilibrio, K,
del hidróxidos de Aluminio (Al(OH)3)
En la figura 2.8 se observa el incremente del pH ejercido por las especies de Al+3 en los
valores negativos de la CNA(ac). Mientras que en los valores positivos, el efecto sobre
el pH es nulo. Cuando se tienen valores negativos de la CNA(ac) se presentan dos sit-
uaciones: (1) las líneas sólidas indican los valores que toma el pH cuando se incluye el
efecto buffer del Al, y (2) las líneas cortadas son sin tal efecto. Se observa que el efecto
amortiguador de los hidróxidos de aluminio es mayor en el valor negativo de la CNA(ac),
ya que se consumen los protones en la disolución de los hidróxidos.
La figura 2.9 muestra la relación entre Al+3 y pH para cuatro valores de constantes de
equilibrio (K) observados en los suelos (Lindsay, 1979). La curva de la forma mas solu-
ble, Log K = 9.5, es menos tamponada al rededor de pH 5. Por debajo de pH 4.4 los
cambios de concentración de Al+3 por unidad de pH es mas pronunciado. Por lo tanto,
el efecto del ingreso de H+ al suelo es llevar mas iones Al+3 a la solución, y confiriéndole
al suelo un efecto tampón, para mantenr el pH por encima de 4.4. El incremento de
sulfatos y/o nitratos por la adición de ácidos fuerte, tendrá poco efecto en el pH, pero si
sobre la concentración de iones Al+3 y complejos. De tal forma que la acidez será trans-
ferida de la solución del suelo al agua de drenaje en forma de especies de aluminio.
Se puede decir en general, que en los suelos minerales, gran parte de la acidez es
almacenada como especies de Al, mas que como iones H+, y que el Al intercambiable
es el mayor reservorio de acidez almacenada en el suelo. Por lo tanto estas especies
71
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
72
Raúl D. Zapata Hernández
73
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(2.44)
Donde Ks es el coeficiente de selectividad, (Ca+2) y (Al+3) son las actividades de los cati-
ones intercambiables y (AlX) y (CaX) representan las fracciones equivalentes de estos
cationes en el complejo de intercambio (X).
(Al+3) = K1(H+)3
(2.46)
y reemplazándolo por Ca+2 en la ecuación de intercambio:
(2.47)
(2.48)
(2.49)
(2.49a)
La ecuación muestra que el potencial de cal está en función de las saturaciones de cal-
cio y aluminio del complejo de intercambio, y un cambio de la proporción de saturación
de estos cationes se ve reflejado en el potencial.
74
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 2.11. Relación entre calcio en solución y acidez para diferentes valores de por-
centaje de saturación de calcio intercambiable.
75
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Como conclusión se puede decir que el mayor mecanismo de acidificación del suelo
es el lavado de bases asociado a los bicarbonatos, pero este mecanismo no puede
transferir la acidez del suelo a las aguas superficiales. La acidez del suelo pasará al agua
de drenaje, solamente, cuando la CNA(ac) es negativa. La solución del suelo con un pH
menor de 5.0 puede tener una CNA(ac) positiva, debido a la interacción del equilibrio
CO2 – HCO3- con las bases de intercambio. El transporte de acidez solamente puede
ser afectado en presencia de aniones inorgánicos tales como cloruros, nitratos y sulfa-
tos. O por aniones orgánicos de un alto valor de Ka. Por lo tanto, la acidez puede ser
transportada como H+ o como Al+3.
76
Raúl D. Zapata Hernández
Los OH- y R-COO- presentes en la solución del suelo están usualmente en bajas concen-
traciones por lo que no son relevantes como aportantes en la CNA del suelo. El carácter
básico de los nitratos y sulfatos solo se presenta si son transferidos como moléculas no
77
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
cargadas a la planta. Sin la actividad biológica, estos aniones de ácidos fuertes (NO3,
SO4) no tiene ningún efecto sobre la CNA porque no se hidrolizan en la solución.
NH4+ intercambiables
Al intercambiables
≡SO4
78
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 3
CLASIFICACIÓN DE LA ACIDEZ
DEL SUELO
Barrow y otros (1965), Beckett (1977) y Woodruff (1955; 1955a, 1955b) trataron de
describir los suelos en términos de la capacidad de la fase sólida de mantener determi-
nada actividad de iones en la solución: para lo cual relacionaron la cantidad de potasio
presente en el sólido con la energía del potasio en solución; igualmente, la cantidad de
fósforo en la fase sólida y la actividad de éste en la solución del suelo. De esta forma,
Schofield (1955; 1955a; 1955b) supone que la presencia de un protón en la solución
del suelo se encuentra relacionado, de alguna manera, con la energía libre de estos en
la fuente de protones. En general se asume que, el potencial químico de un elemento
en la fase sólida se relaciona con el potencial químico de este en la solución del suelo
(Sposito, 1981). Tomando la misma analogía, es posible relacionar la cantidad de pro-
tones, igual a la suma de sus diferentes fuentes (CNB), con la actividad del protón en
solución o intensidad. El gradiente de la gráfica de intensidad versus cantidad sería la
medida de la capacidad de un suelo de mantener amortiguada a la solución de pro-
tones.
Se puede hacer una clasificación de la acidez del suelo basada en los Factores
Intensidad, Cantidad y Capacidad. Esta forma de clasificarla permite tener una mejor
claridad de los conceptos de acidez y permite diferenciar y entender los términos. Así,
el Factor Intensidad está representado por el pH, que es la medida de la concentración
de protones en la suspensión suelo agua o suelo solución. El pH está íntimamente rela-
cionado con el tipo de fuente de protones, de esta manera es posible asociar cual es la
sustancia presente en el suelo responsable de un determinado valor de pH.
79
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
tengan igual Factor Cantidad. Por lo anterior, se hace necesario que los dos Factores
sean medidos para caracterizar la acidez del suelo.
El Factor Capacidad se refiere a la habilidad que tiene el suelo de resistir los cambios
de pH cuando se le adicionan ácidos o bases. Esta capacidad es dependiente del Factor
Cantidad y varía según el Factor Intensidad. Es decir, la capacidad amortiguadora del
suelo depende de los contenidos y tipos de acidez, de arcillas, de sales, de materia
orgánica, y del pH inicial que tiene el suelo (ver 1.4.2). Tomando el ejemplo anterior,
aunque los suelos tienen igual Factor Intensidad, diferente Factor Cantidad, pueden
tener diferente Factor Capacidad si ambos tienen diferentes contenidos de materia
orgánica o tipo de arcilla. Ya que estos dos componentes le confieren diferentes capa-
cidades amortiguadoras al suelo. Igualmente un mismo suelo puede tener diferentes
capacidades amortiguadoras en diferentes valores de pH. A continuación se explican
los tres Factores aplicados a la acidez del suelo
Los fenómenos y procesos que actúan en el suelo para producir una determinada
concentración de protones son complejos e interrelacionados, como se indica en la
figura 3.1. Entre ellos están la contaminación local derivada de los ácidos que directa-
mente llegan al suelo o ácidos transportados por el aire y llevados al suelo por la
lluvia, conocida como contaminación difusa (Cardona, 2000). Movimientos laterales
de la solución del suelo entre paisajes ubicados a diferentes alturas se conocen como
interflujos y es un proceso que influye en la concentración de protones en el perfil del
suelo. La descomposición y transformación de la materia orgánica, la meteorización, la
hidrólisis del CO2 y de los cationes metálicos influyen en la concentración de protones.
Igualmente, la nutrición de las plantas modifica la composición de la solución del suelo,
influyendo directamente sobre el pH.
80
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 3.1. Variables físicos, químicos y biológicos que determinan el Factor Intensidad
en el suelo.
La figura 3.2 es una curva de titulación de un suelo que presenta los rangos de pH
de los suelos donde están presentes las diferentes fuentes que determinan el nivel de
energía del protón, y por lo tanto el pH del suelo. Los valores más bajos de pH se con-
siguen con la presencia de ácidos fuertes. Valores de pH ligeramente mayores se tienen
cuando se hidroliza el aluminio en solución. La disociación del H2C03 es responsable de
un rango de pH un poco mayor.
Los grupos ácidos de la materia orgánica son una fuente que aporta protones de muy
variada energía. Algunos pueden ser tan ácidos que pueden producir pH menores de
4, o el grado de humificación los ha llevado a que su fuerza de acidez disminuya y los
pH son de valor mas alto. Valores de pH neutros y alcalinos son debidos a fuentes de
acidez muy débiles o la presencia de bases o sales de reacción alcalina como los bicar-
bonatos y carbonatos.
81
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
82
Raúl D. Zapata Hernández
Las especies químicas que se forman cuando se disuelve CO2 en agua son: CO2(g), CO2(ac),
H2CO3º, HCO3-, CO3=, H+. Todas estas especies participan en reacciones de hidrólisis de
disolución de minerales en los procesos pedogenéticos y juegan un papel importante
en el desarrollo del suelo. Están relacionados mediante los siguientes equilibrios:
(3.9)
La ecuación (3.9) muestra como el (H2CO3) es sólo el 0,16 % del CO2(ac) en la solución,
el problema radica en que es difícil distinguir analíticamente las dos especies. La pri-
mera disociación del H2CO2 es de un ácido tan fuerte como el acético, pero su concen-
tración en solución, como se ve, es muy baja.
83
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La fracción de ionización, (α), para cada una de las tres especies en función del pH para
las distintas especies se presenta en la figura 1.5. Se observa en esta figura cual especie
predomina a determinado pH. Es así, como el ion bicarbonato predomina alrededor de
valores de pH de 5.
La capacidad de intercambio de cationes (CIC) de las sustancias húmicas está muy aso-
ciada al pH del medio. La desprotonación de los grupos ácidos genera cargas negativas
en los coloides favoreciendo el proceso de intercambio de cationes:
(3.11a)
Donde SH2 representa una cantidad de sustancia húmica que tiene dos protones diso-
ciables por mol, y SCa es la cantidad sustancia húmica que retiene en forma intercam-
biable un mol de iones calcio. Se podrá observar en la constante de equilibrio de la
ecuación (3.11) que este intercambio es dependiente, entre otros, de la concentración
de protones del medio, dado que las cargas negativas formadas son dependientes del
pH (coloide carga variable).
84
Raúl D. Zapata Hernández
Estas reacciones de hidrólisis determinan el pH en un rango entre 4.5 y 5.5; por encima
de este rango el Al+3 forma un precipitado sólido de Al(OH)3, en tanto que por debajo
de éste, se forman especies solubles de Al+3. Cuando se adiciona H+, naturalmente o
por otros medios, las ecuaciones (3.12), (3.13), (3.14) suceden en el sentido de derecha
a izquierda, se consumen los protones y el pH no cambia mientras el Al(OH)3 esté pre-
sente, se tiene en este caso el efecto amortiguador de este hidóxido. Ver figura 2.8.
En suelos ácidos minerales, con pH menor de 5.5 los cationes intercambiables Al+3,
Al(OH)+2 y Al(OH)2+ son dominantes, principalmente en suelos con predominio de
coloides con carga permanente. Estos cationes son difíciles de intercambiar con sales
como KCl, particularmente si están unidos en intercapas de vermiculita o complejados
con materia orgánica, así que el Al intercambiable y el Al extractable no son fáciles de
distinguir. Se observa en la figura 1.2 que la solubilidad del Al disminuye entre pH 5 y
6 y que las formas tóxicas del Al disminuyen fuertemente en este rango de pH.
Cada una de las especies de la ecuación (3.15) se pueden determinar si se conocen las
constantes termodinámicas que las relaciona con cada uno de sus iones formadores.
85
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
donde α es la fracción del aluminio total soluble que está en forma libre, como com-
plejo de hidratación, que es la forma mas tóxica para las plantas. cKi es la constante
de cada uno de los complejos formado. En forma similar se pueden hacer los cálculos
para cada uno de los complejos.
La concentración del Al total en la solución del suelo depende del tipo de ligando, o
base Lewis, que se tenga en el suelo. La concentración aumenta cuando están pre-
sentes ligandos como F-, oxalato, citrato, fúlvatos, entre otros. Ligandos que disminuy-
en la concentración son las bases fuertes de Lewis como fosfatos, sulfatos, hidroxilos,
polímeros de Si(OH)4. En la Figura 3.3 se resume el efecto que tienen algunos ligandos
en la solubilidad del Al en la solución. La concentración es mayor cuando está presente
el oxalato y disminuye con los hidroxilos.
86
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 3.3. Efecto de los ligandos OH- y Oxalato (Ox) sobre la solubilidad del Al+3 a
diferentes valores de pH (McBride 1994).
El humus del suelo contiene una serie de grupos ácidos, algunos de los cuales tienen
especificidad para complejar el Al en solución. La formación de complejos es dependi-
ente del pH, por lo que inicialmente se debe disociar el grupo ácido y luego formar el
enlace covalente con el Al+3. Las reacciones son:
R-COO-n representa el ligando en las sustancias húmicas que puede formar uno o mas
enlaces con el catión:
Los factores que controlan esta reacción de complejación del Al por las sustancias
húmicas del suelo son: a) la facilidad de disociación de los grupos funcionales ácidos.
Los grupos carboxílicos tienen un valor de pKa relativamente mas bajo que los grupos
fenólicos, lo que hace que se disocien más rápido, b) la fortaleza del enlace Al-R-COO
depende de la capacidad de donar electrones del ligando, es decir depende del tipo de
base de Lewis, entre más débil la base mas fuerte es el enlace con el Al, ya que este es
un ácido Lewis duro. Generalmente los complejos formados con grupos fenólicos son
más estables que los que se forman con los grupos carboxílicos.
87
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(3.21)
(3.22)
88
Raúl D. Zapata Hernández
89
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
90
Raúl D. Zapata Hernández
Los suelos con acidez del Grupo 2, causan problemas a los cultivos cuando la acidez es
derivada del Al+3 intercambiable; la manera más común de manejar este problema, ha
consistido en aumentar el pH del suelo. Es decir, llevar el suelo a la acidez del Grupo
3, por encalamiento o precipitando el Al+3 como sulfato de aluminio mediante la apli-
cación de yeso. Los suelos con acidez del Grupo 3 son los que se considera agrícola-
mente adecuados. La CNA está asociada, básicamente, a los Grupos 1,2 y 3.
Los suelos con acidez de los grupos 4 y 5 son suelos con dificultades para su manejo
por su reacción alcalina, siendo una de ellas la precipitación de microelementos; en el
caso de suelos con acidez grupo 5, estos han perdido su estructura por dispersión de
sus coloides arcillosos.
El Factor Cantidad comprende a todas aquellas fuentes de acidez que no están diso-
ciadas al pH del suelo y se expresa en relación a la masa de suelo por ser una variable
extensiva. Todas estas fuentes de acidez que no están disociadas al pH del suelo se con-
oce como acidez total y es la acidez titulable de un suelo con una base como Ca(OH)2 o
con una sal como CaCO3. Expresada de esta forma, el Factor Cantidad queda igual a la
definición de Capacidad Neutralizante de Acidez (CNA). Para algunas autores (Sposito,
1989, van Bremen, 1991) esta CNA total se puede dividir en dos partes: La capacidad
neutralizante de acidez en la fase sólida, CNA(s) y la capacidad neutralizante de acidez
en la fase líquida CNA(ac)
Donde: CNA(s) es la acidez no disociada que esta en los compuestos que conforman a
91
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La CNA(ac) de la solución del suelo está relacionada con los iones presentes en solución
acuosa del mismo; está definida operacionalmente como la cantidad de ácido fuerte
necesaria para reducir el pH de la solución del suelo a un valor de pH predefinido; se
calcula con la siguiente ecuación:
En la ecuación (3.29) se presenta la CIC determinada al pH del suelo (CICE) con una
solución de BaCl2 neutra:
En la ecuación (3.29) XH2 representa los sitios de intercambio potenciales que se sólo
expresan cuando se incrementa el pH de la solución extractora.
92
Raúl D. Zapata Hernández
En suelos ácidos, con pH menor de 5.2, se observa que la mayor cantidad de cationes
extraídos KCl 1N son Al+3, Al(OH)+2 y Al(OH)2+. Una vez estos cationes están en solución
se hidrolizan y pueden ser medidos por titulación (Coleman y Thomas, 1984). En sue-
los con alto contendido de humus la solución extraída con KCl 1M contiene protones
desplazados de los grupos funcionales de ácidos orgánicos y formas complejadas de
hierro y aluminio.
La CNA(alt) en muchos suelos está asociada a los aluminosilicatos con muy baja cinética
de disolución. En el taller de trabajo de Skokloster (Cardona, 2000) dividen los minera-
les del suelo en cinco clases para calificar su alteración por los ácidos, ver cuadro 3.1.
Sin incluir la materia orgánica del suelo, la CNA(alt) es igual la suma de los óxidos totales
(van Bremen, 1991):
Para aquellos ácidos débiles con un valor de pKa mayor que el pH referencia, estos no
contribuyen a la CNA(alt). Para el CO2 y el SiO2:
93
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Característica
Clase Material originario Mineral que controla la alteración
de la clase
Más sensible
1 Granito, cuarcita Cuarzo y feldespato potásico
a la acidez
Granodiorita, grauwacas,
3 Biotita, anfiboles
esquistos, gabro
Menos sensible
5 Caliza, mármol Carbonatos
a la acidez.
CNA(alt)(pH5) = 2CaO + 2MgO + 2K2O + 2Na2O + 4MnO2 + 2FeO + 2MnO – 2SO3 – 2P2O5 – HCl
(3.37)
El H2CO3 trasfiere 2 moles de protones por cada mol de wolastonita, por lo que el pH
pasa de 10 a 8. Sin embargo la CNA(s) no cambia porque el CaCO3, expresado como
CaO, se conserva en la transformación, y el Si(OH)4, por ser un ácido muy débil no
contribuye a disminuir la CNA(s). En el caso de un buen drenaje, un sistema abierto, los
productos de la reacción de meteorización saldrían y la CNA(s) no tendría esa propiedad
conservativa que presenta en los sistemas cerrados:
94
Raúl D. Zapata Hernández
Cuando un suelo inundado se drena las formas reducidas de hierro y azufre se oxidan.
En presencia de oxígeno se oxidan los compuestos de azufre y disminuye la CNA(s):
Generalmente el ácido sulfúrico formado trasfiere los protones al CaO resultando una
reacción congruente y una disminución de la CNA(s) y la acidez es transferida al agua
de drenaje:
El Al+3 libera acidez al ser intercambiado por otro catión y sufrir hidrólisis. En la extrac-
ción con KCl 1N se tiene:
95
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(3.46)
El uso de esta ecuación generalmente sobrestima la capacidad que tiene el Ca+2 y las
otras bases de cambio para reemplazar al Al+3 de los sitios de intercambio. En otras
palabras cK no es una constante, sino que su valor depende de la concentración de la
solución extractora. Esto se debe a que suceden en el suelo otros fenómenos, además
del intercambio, como pueden ser: readsorción de formas Al(OH)+2 por las arcillas,
bloqueando sitios de intercambio para el Ca+2 u otro catión. Otra situación es la dis-
minución del pH por la hidrólisis del Al+3 intercambiable que a su vez disuelve formas
precipitadas de hidróxido de aluminio y aluminosilicatos. Como se puede comprobar,
tomando la reacción de disolución de la gibsita:
(3.48)
96
Raúl D. Zapata Hernández
MO representa las sustancias húmicas del suelo que mantienen complejado al Al.
Amedee y Peech (1976) han sugerido las siguientes reacciones para explicar la extrac-
ción de Al de otras formas que no son intercambiables:
(3.52)
donde R puede ser materia orgánica o un compuesto que se hidroliza por efecto salino.
El medio se acidifica cuando aumenta la concentración de la solución de KCl. Por lo
anterior, Pearson (1971) considera que los contenidos de Al intercambiable son de
poco valor en la predicción y diagnóstico de la toxicidad de este catión sobre las raíces,
y considera que el Al en la solución del suelo es el principal responsable de la inhibición
del crecimiento de raíces a bajos valores de pH y la forma mas adecuado de medirlo.
97
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuadro 3.2. Composición química promedio de los ácidos húmico y fúlvico de un gran
grupo de suelos del mundo (Sposito, 1989).
g/kg molkg-1
Como norma general, existe mas carbono y oxigeno en los ácidos húmicos que en los
fúlvicos, lo que hace que se tenga un mayor peso molecular, que corresponde a un
mayor grado de polimerización. Sin embargo los ácidos fúlvicos tienen mayor cantidad
de grupos ácidos por unidad de masa. De aquí su importancia en el efecto que tienen en
el suelo, ya que son solubles a cualquier pH del suelo y tienen una alta capacidad comple-
jante por el mayor número de grupos ácidos. Estos le aportarían mayor acidez al suelo.
Sumando a los dos ácidos, estos tienen entre 6,7 y 11,2 molkg-1 de grupos ácidos
disociables a los pH del suelo, que los hacen responsables de la acidez del suelos en
un rango de pH de 5 a 7 y de la alta capacidad de intercambio de cationes (CIC) de
las sustancias húmicas.
98
Raúl D. Zapata Hernández
La capacidad que tiene el suelo de resistir los cambios de pH se debe a la habilidad que
puedan tener los pares conjugados ácido base presentes de transferir protones entre
ellos; pares que pueden estar tanto en la solución como en los sólidos del suelo. Así,
la capacidad amortiguadora de la solución del suelo se debe a la presencia de iones
que pueden aceptar H+ y OH- y hacen parte de la capacidad neutralizante de acidez
del suelo (CNA(ac)). La capacidad neutralizante de la fase solida (CNA(s)) tiene diferentes
mecanismos para aceptar protones e hidroxilos para que el pH del suelo no cambie y
es la fase que mas aporta al proceso de amortiguación.
Figura 3.5. Titulación (encalamiento) de dos suelos ácidos con diferentes capacidades
de amortiguación y calculo del factor capacidad. La adición de cal incrementa la CNA
del suelo.
99
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
caso, podrían ser los sitios de intercambio de algunos grupos alcohólicos de la materia
orgánica, proceso que también resulta amortiguado al pH: región C - D. Cuando este
reservorio de protones sea consumido y no existan las respectivas bases conjugadas
para aceptar los nuevos protones, el pH del suelo bajará de nuevo.
Figura 3.6. Curva de titulación hipotética de un suelo oxidado arcilloso con presencia
de carbonato de calcio libre con un ácido fuerte y sus respectivos de sitios de amor-
tiguación. El pH desciende solo cuando se ha eliminado el compuesto que amortigua
el pH
Los grupos ácidos de la materia orgánica, así como, los sitios de intercambio de las
arcillas y sesquióxidos son capaces de aceptar protones a pH más bajos y mantener
amortiguado el suelo. El pH del suelo bajará únicamente cuando no encuentre en el
suelo, una especie, base conjugada, que se asocie a él.
La curva de titulación del suelo de la figura 3.6 resume aspectos importantes de la acid-
ificación del suelo. El pH es una variable intensiva, mientras que la cantidad de ácido
es la variable extensiva que depende de la cantidad de carbonatos, materia orgánica,
de la saturación de bases y de óxidos e hidróxidos que tenga el suelo. Por la presencia
de un sistema conjugado ácido base en el suelo, el pH no bajó directamente, sino que
lo hizo en forma escalonada, como un sistema amortiguado.
100
Raúl D. Zapata Hernández
101
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La capacidad que tienen estos mecanismos para amortiguar el pH del suelo, depende
de la capacidad de intercambio de cationes. Así, suelos con mayor capacidad amorti-
guadora son aquellos que tengan mayor contenido de arcillas y materia orgánica. La
capacidad amortiguadora del suelo es directamente proporcional a CNACIC, dado que
esta funciona como un sumidero de protones. Las arcillas con mayor CIC son más efec-
tivas en la amortiguación del pH. Así, smectitas, vermiculitas e illitas son más efectivas
que las caolinitas. Esta forma de amortiguar al pH es causa de una disminución de la
saturación de bases, si se lavan después de ser removidas (Ulrich, 1991).
H+ + XM ↔ XH + M (3.59)
(3.60)
(3.61)
(3.61a)
Si se define a:
102
Raúl D. Zapata Hernández
(3.62)
(3.63)
Mehlich, citado por Hargrove y Thomas (1984) encontró que en suelos con montmoril-
lonita e illita, para alcanzar un pH de 7.0, se necesitaba una saturación de bases del
80%, mientras que para suelos dominados por caolinita o materia orgánica se lograba
este pH, cuando la saturación de bases estaba entre 30 y 50%. Esta diferencia en
saturación para un mismo pH se debe a la forma como se mide la CIC de un suelo.
Para algunos suelos las soluciones utilizadas en la medida de la CIC sobre valoran esta
propiedad (Uehara y Gillman, 1983).
En el denominador se toma sola una de las formas de medir la CIC del suelo. Como
existen diferentes formas de calcular la saturación de bases, siempre se debe especifi-
car el tipo de CIC utilizado para el cálculo. Por ejemplo, considérese un suelo con una
suma de cationes básicos (Ca+2 + Mg+2, Na+ + K+) igual a 5 cmoles/Kg y de catión ácido
(Al+3) de 1 cmoles/Kg. El valor de CIC en acetato de amonio 1N, pH 7.0 es igual a 8.0
y la CIC medida en BaCl2 Trietanol Amina a pH 8.2 fue de 10.0. El valor de CICE es de
103
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
6.0 cmoles/Kg.
Los valores de saturación de base para los tres valores de CIC son:
Los valores de Saturación de Bases variaron entre 83% y 50% para un mismo valor
de pH del suelo: para el valor mas alto de saturación le debería corresponder un valor
de pH mayor y para una saturación menor, el suelo debería ser ácido. Lo que no es
lógico.
Los cálculos muestran que a medida que el pH de la solución utilizada para medir CIC
aumenta, la saturación de bases disminuye. Esta tendencia se incrementa, cada vez que
en la medida de la CIC se incluyen cargas negativas variables generadas por el método
al incrementarse el pH de la solución.
104
Raúl D. Zapata Hernández
Jaramillo (1995) encontró una correlación (r) de 0.4400 entre saturación de bases y pH
para suelos Andisoles del Oriente Antioqueño.
La capacidad amortiguadora de los hidróxidos es alta, ya que por cada mol de estos
compuestos se consumen tres moles de H+.
Este tipo de reacción es cinéticamente menos favorecida que la reacción que sucede
105
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
con las arcillas. Por lo que se espera que la adición de ácidos al suelo cause destrucción
de arcillas y lleguen a tener Al+3 en contenidos muy tóxicos.
Figura 3.7. Adsorción de H+ y OH- por una superficie hidroxilada y su efecto sobre la
formación de cargas.
Cuando estos sólidos entran en contacto con una solución acuosa, su superficie hidrox-
ilada puede adsorber o liberar protones e hidroxilos de la solución. Esta adsorción está
gobernada por la concentración de H+ y de OH-, es decir por el pH. En medio ácido, la
solución tiene un exceso de protones que podrán ser adsorbidos. En medio alcalino,
el exceso de OH- desprotonará la superficie, como se observa en la figura 3.8. La ads-
orción de H+ y OH- crea una carga eléctrica superficial, por lo cual a estos iones se les
llama iones determinantes del potencial eléctrico (Uehara y Gillman, 1983). Como para
un valor dado de pH, el coloide adquiere un potencial eléctrico superficial fijo, a este
tipo de coloide se le denomina coloide de potencial constante.
Los grupos funcionales de la materia orgánica son igualmente capaces de tomar o lib-
erar protones de la solución, por lo que, igualmente son llamados coloides de potencial
constante o carga variable, porque su carga superficial depende del pH y de la concen-
tración de la solución con la que está en contacto.
La carga eléctrica superficial creada en la superficie de los coloides debe ser compen-
106
Raúl D. Zapata Hernández
sada por iones de carga opuesta, que se acumulan en la cercanía de la superficie, figura
3.8. Si la superficie está cargada negativamente, atrae cationes hacia ella. Atraerá anio-
nes si su superficie está cargada positivamente. Las fuerzas de dispersión trataran de
contrarrestar este aumento de concentración de iones en la superficie y los tratará de
regresar al seno de la solución, procurando disminuir su concentración en la cercanía
del coloide. De esta forma se crea una nube de iones al rededor del coloide, llamada
capa difusa. Si el coloide está cargado negativamente, la capa difusa estará formada
por cationes. Los aniones serán repelidos de la superficie del coloide y su concentración
aumentará a medida que se aleje de la superficie hacia el seno de la solución. A la
superficie cargada del coloide y a la doble capa difusa se le conoce con el nombre de la
Doble Capa Difusa, la densidad de carga superficial puede ser descrita por la siguiente
ecuación (Uehara y Gillman, 1983):
(3.68)
donde:
Esta ecuación muestra que en algún punto de la escala de pH, la densidad de carga
puede ser cero. El pH donde sucede está condición se denomina pH0 y es un parámetro
característico del coloide, ya que determina el signo de la carga del coloide (Uehara
y Gillman, 1983). Si el pH del medio es mayor que el pH0, el coloide estará cargado
negativamente, será intercambiador de cationes. Si el pH es menor, es mas ácido que
el pH0, el coloide será intercambiador aniónico. Cuando el pH del medio coincide con
el pH0, el coloide estará sin carga, este estará en su máxima estabilidad química, y es
el punto donde los coloides se dispersan fácilmente. En el cuadro 3.3 se presentan los
valores de pH0 de algunos coloides carga variable.
107
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 3.8. Distribución de los iones de solución alrededor del coloide cargado nega-
tivamente y presentación de los potenciales.
Los óxidos e hidróxidos de Fe y Al tienen los valores mas altos de pH0, usualmente entre
7 y 9, dependiendo de su composición y grado de cristalinidad; así, suelos que estén
dominados por estos sólidos, usualmente tienen cargas positivas. Especies como el
silicio y la materia orgánica, que tienen un pH0 en el rango ácido, incrementan la capa-
cidad de intercambio de cationes de los suelos. Los horizonte A que tienen un mayor
contenido de materia orgánica, generalmente, tienen coloides con cargas negativas.
Igualmente, cuando a los suelos se les adicionan silicatos, la CIC del suelo aumenta.
Cuadro 3.3. Valores de pHo para algunos minerales presentes en el suelo (Uehara y
Gillman, 1983).
Sólido pHo
Goetita 8.8
Hematita 8.5
Magemita 6.9
Óxido de Fe (amorfo) 8.0
Gibsita 9.8
Óxido de al (amorfo) 9.3
Caolinita 2.9
SiO2 2.5
Materia orgánica 3.0
108
Raúl D. Zapata Hernández
El signo entre (pH0 - pH) define el signo de la carga eléctrica superficial del coloide.
Entre mayor sea la diferencia entre pH0 y pH, mayor es la CIC del coloide. Esta situación
es posible lograrla de varias maneras, una de ellas es encalando, para aumentar el pH
del suelo con relación al pH0 del coloide. Otra forma es adicionando al suelo coloides
que tengan un valor muy ácido de pH0, como la materia orgánica y los silicatos. Otra
manera es aumentando la concentración de sales en el suelo, cosa que podría traer
consecuencias no deseadas. Una ultima posibilidad es con la adición de bases fuertes
de Lewis como fosfatos y sulfatos, a la superficie del coloide, que ayudan a disminuir
el pH0 (Uehara y Gillman, 1983).
Los Andisoles, los Oxisoles y en algunos casos los Ultisoles tienen como coloides aló-
fano, imogolita, oxido y oxihidróxidos de Fe y Al y arcillas 1:1, según el suelo. Estos
suelos están dominados por coloides de carga variable, en los cuales el valor del pH0 y
el pH del suelos definen la CIC de estos. Existen otros tipos de suelo que están domi-
nados por coloides de carga permanente, como los Vertisoles, donde la CIC de estos
no depende del ambiente químico donde este el suelo. Generalmente, los suelos tienen
la mineralogía del coloide mixta, es decir, tienen coloides de carga variable y coloides
de carga permanente. En estos casos la CIC del suelos es la suma de la CIC del coloide
de carga variable (CICv) y de la CIC del coloide de carga permanente (CICp). Como la
densidad de carga superficial representa la CIC se tiene:
σt = σv +σp (3.69)
(3.70)
Si la σv se hace los suficientemente positiva, al hacer el pH < pHo, para que sea igual
a σp se tiene que
σv = σp (3.71a)
σt = 0 (3.71b)
El suelo tendría la densidad de carga total igual cero. El pH en el cual sucede esta
situación se denomina punto de carga neta cero y es característico de suelos con una
mezcla de coloides de carga variable y permanente (Uehara y Gillman, 1983).
109
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
110
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 4
111
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Los números entre paréntesis se refieren a la proporción volumétrica entre suelo y agua.
A partir de la proporción (1:5), el valor del pH se estabiliza.
McLean (1982), resume los factores que influyen en la determinación del pH del suelo
en los siguientes: a) naturaleza y tipo de sustancia que aporta la acidez al suelo, b)
relación suelo agua (solución), c) concentración de electrolitos o sal, d) contenido de
CO2, y e) errores asociados con la estandarización del equipo y variación del potencial
de unión del puente salino.
112
Raúl D. Zapata Hernández
Las cargas negativas de los coloides del suelo atraen los iones K+ del puente salino
que esta en el electrodo de referencia. Este efecto eléctrico genera un gradiente de
concentración y un desbalance en el flujo de Cl- y K+ en el puente. Como resultado se
produce un potencial de unión que no existía cuando se calibró el potenciómetro con
las soluciones patrones de pH. Lo anterior hace que se cree un aparente decrecimiento
del pH leído. Este fenómeno se conoce como efecto de suspensión y da una idea de
una mayor acidez en el suelo. El efecto suspensión se evita colocando los dos electro-
dos en el decantado de la suspensión suelo y agua, evitando así, la acción de las cargas
negativas de las arcillas sobre los iones del puente salino. Es posible eliminar el efecto
de suspensión midiendo el pH del suelo en una solución de CaCl2 0.01M.
La forma como se hace la lectura del pH cuando los electrodos están en la suspensión
influye en el valor de este. Una vez transcurrido el tiempo de contacto entre el suelo y
el agua, generalmente la suspensión se agita con una varilla y se introducen los electro-
dos. Los electrodos pueden quedar en las siguientes posiciones, asumiendo que estén
paralelos y a la misma altura: a) que los dos electrodos queden en el decantado y b)
que los dos electrodos queden dentro del sólido. Cada una de estas posiciones darán
valores de pH distintos. Cuando quedan en el decantado, el pH va cambiando a medida
que se va sedimentando el suelo. La lectura es más estable cuando los electrodos que-
dan dentro del suelo, pero en este caso la formación de un potencial de unión es más
evidente, y el pH será menor. Para obviar estos problemas, se tienen en los laboratorios
sistemas que agitan la suspensión durante el tiempo de lectura, en estos casos las
lecturas son más estables y reproducibles. Se ha encontrado además que los mayores
errores en la determinación del pH del suelo se dan por la mala estandarización del
equipo, mas que en las limitaciones propias del método (McLean, 1982).
113
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 4.1. Posición que pueden tomar los electrodos de vidrio y referenica en la sus-
pensión suelo agua.(A: ambos electrodos en el decantado; B: ambos electrodos en la
suspensión; C: el electrodo de vidrio en la suspensión y el de referencia en el decan-
tado; C: el elctrodo de vidrio en el decantado y el de ferencia en la suspensión).
El agua utilizada en los laboratorios de suelo para determinar el pH puede ser desti-
lada o desmineralizada. Ambas aguas son de conductividad eléctrica muy baja, lo que
garantiza muy baja carga iónica, y generalmente el pH es ligeramente ácido por el
114
Raúl D. Zapata Hernández
115
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
que ver con la actividad de otros iones en la solución del suelo (Beckett, 1977, Sposito,
1989; Schofield y Taylor, 1955).
La concentración del aluminio en la solución del suelo está relacionada con el pH del
suelo, con la saturación del aluminio intercambiable y con la concentración de sales
del suelo. A pH 5.5 la concentración es muy baja. Cuando el pH disminuye la con-
centración de aluminio aumenta bruscamente. A estos pH coexisten en la solución las
especies Al+3, Al(OH)+2 y Al(OH)2+. Las cantidades de Al en solución aumentan, aun más,
cuando en la solución están presentes bases de Lewis débiles. Las bases fuertes, como
fosfatos y sulfatos, lo precipitan y disminuyen su concentración. La concentración de
Al está relacionada con su saturación en el complejo de cambio, es baja en la solución
del suelo hasta una saturación de Al intercambiable del 60%, cuando se incrementa
por encima de este valor, la concentración de Al aumenta fuertemente.
Las medidas del aluminio como Factor Intensidad se hacen en soluciones diluidas de
sales neutras no tamponadas, en extractos de saturación y en la solución del suelo.
Una vez obtenida la solución, se cuantifica el aluminio total por métodos espectro-
fotométricos o colorimétricos (Barnhisel y Bertdch, 1982). Para determinar las espe-
cies que el Al tiene en solución se utilizan programas de especiación química como:
GEOCHEM (Sposito y Mattigod, 1980 ), SPECIES (Barak, 1990), SOILSOLN (Wolt, 1989),
MINTIQUEA (Allison et al. 1990). El dato mas utilizado de la salida de estos programas
es el de la actividad del ión libre que permite calcular el producto de actividad de algu-
nas especies seleccionadas (Sposito, 1989, Lindsay, 1979).
116
Raúl D. Zapata Hernández
de silicio y aluminio en las capas de los minerales arcillosos (Coleman y Thomas, 1984;
Jackson 1960). En el Grupo 5 se tiene una base fuerte que aporta OH al suelo.
Al relacionar los valores de pH alcanzado con cada una de las dosis de base adicionada,
se producen las curvas de titulación, ver figura 3.6 . Estas curvas sirven para conocer
las necesidades de base para llevar al suelo entre los pH inicial y final deseado; otra
aplicación es el cálculo de la capacidad amortiguadora del suelo en un rango de pH
seleccionado. Estas curvas no dan cambios bruscos de pendiente cuando se pasa de
una fuente de protones a otra, como lo muestran las curvas de titulación de ácidos
polipróticos, dada la cercanía de los valores de Ka de los ácidos del suelo. Se ha acep-
tado como pH final en la titulación el valor de 8.2 sugerido por Bradfield (1941), por
ser el valor máximos de pH que se logra con CaCO3, la sal utilizada para encalar el
suelo. Únicamente se observan cambios bruscos de pendiente en las titulaciones con-
ductimétricas.
117
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La CICpH del suelo se calcula sumando los cationes desplazados (Ca, Mg, Na, K, Al) y es
igualmente conocida como la capacidad de intercambio de cationes efectiva, CICE.
118
Raúl D. Zapata Hernández
Los métodos para medir la capacidad de intercambio catiónico de los suelos, utilizan
un catión índice. Los cationes más comunes han sido NH4+, K+, Na+ y Ba+2. Con Ba+2 las
reacciones pueden generalizarse así:
El acetato de amonio uno normal a pH 7 es otra de las soluciones utilizadas para deter-
minar la CIC de los suelos. Si el suelo tiene un pH menor de 7, al ponerlo en contacto
con esta solución se neutralizan algunos protones creándose cargas negativas que
serán compensadas por el ión NH4+. La CIC se calcula cuantificando el NH4+ desplazado
en una segunda extracción. Esta CIC será mayor que la suma de cationes extraídos y
la diferencia será igual a la acidez potencial medida a pH 7. Esta acidez potencial hará
parte de la acidez potencial medida a pH 8.2.
Una solución de una sal neutra no tamponada se supone que solo extrae los cationes
que están compensando las cargas negativas de los coloides al pH del suelo. A un
pH menor de 5.5 estas cargas están compensada en su mayor parte por Al+3, cuando
aumenta el pH, desaparece el Al+3 como catión compensador y la CICE está confor-
mada por cationes básicos.
Los iones de aluminio, además de las formas intercambiables, pueden estar presentes
como complejos, en formas no cristalinas recubriendo otros minerales del suelo, como
láminas octaédricas compensando cargas en minerales arcillosos tipo 2:2, y en formas
no cristalinas. No es clara la separación entre las formas intercambiables y las otras
formas de aluminio en el suelo cuando es extraído con una solución de una sal no
amortiguada. Esto ha hecho que se llame aluminio extraído mas que aluminio inter-
cambiable a la cantidad extraída con dicha solución (McNeal, 1982; Barnhisel y Bertsch,
1982; Juo y Kamprath, 1978; Yuan 1959).
Para remover las diferentes formas que tiene el aluminio en el suelo se utilizan, entre
otras, soluciones de diferentes concentraciones de KCl, CaCl2, LaCl3 y CuCl2. Se ha
119
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Lo que se logra tener en claro de lo expuesto arriba, es que las soluciones extractoras
en general, no son muy selectivas para remover del suelo una determinada forma del
elemento. Es mediante un procedimiento empírico de calibración que se logra correla-
cionar las cantidades de aluminio extraídas con las cantidades de cal a aplicar al suelo
para remover la acidez intercambiable. Por lo empírico del procedimiento de calibración
los resultados en la mayoría de las veces, son difícilmente extrapolables.
Los métodos utilizados para evaluar las cationes básicos, generalmente, funcionan
bien en todo los tipos de suelos, independientemente de los coloides que tengan; el
inconveniente resulta cuando se quiere calcular la saturación de cada uno de ellos. Para
calcular la saturación es necesario conocer la CIC y en los suelos con coloides de carga
variable (alofano, imogolita, haloisita, caolinita y materia orgánica), la CIC es sobreesti-
mada por la alta concentración de la solución extractora, por el alto pH de la solución
extractora, con respecto al pH del suelo, por el uso del alcohol en los lavados y por el
procedimiento de lavado (Uehara y Gillman, 1983); de esta forma resulta una satura-
ción de bases que no es real. La medida de la CICE igualmente tiene problemas dado
que también es sobreestimada, porque el KCl 1M extrae Al que no es intercambiable.
120
Raúl D. Zapata Hernández
La medida de la carga crítica de acidez se hace con la finalidad de conocer que nivel de
carga acidificante puede soportar el suelo a partir de la cual se producen efectos des-
favorables (Jiménez y Sánchez, 1995, Cardona, 2000). Uno de los métodos utilizados
es de balance de masas en un sistema de estado estable. Este sistema es uno de los
tres estados de la termodinámica. Este estado se ajusta a la primera ley de Fick, en el
cual las entradas y las salidas al sistema no cambian con el tiempo (dC/dxdt) (Reichard.
1985) sino con la distancia (dC/dx). El fundamento del método consiste en establecer
un balance de masas, a largo plazo, entre los aportes de ácido y los productos de la
reacción de neutralización realizada por los minerales del suelo, a los cuales se les ha
agrupado en clases en función de la sensibilidad de alteración (Nilsson y Grennfelt,
1988; Sverdrup y Warfvinge, 1988).
Los modelos desarrollados para el calculo de cargas críticas pueden ser clasificados
según el tiempo como estacionarios y dinámicos y según el espacio que evalúan como
multicapas para el perfil del suelo o monocapas para la zona de enraizamiento. Ejemplos
de estos modelos son STAR, MACAL, PROFILE, SAMRT, SAFE, RESMA, INITSAFE, entre
otros (Cardona, 2000; Svendrup y warfvinger, 1988).
121
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Compuestos como los hidróxidos de Al y Fe, así como los aluminosilicatos controlan la
acidez de los suelos, pero son superados por la capacidad amortiguadora de la materia
orgánica, que es mayor en un orden de magnitud que la de los compuestos inorgánicos
(ver 3.3.6). Sposito (1989) presenta el siguiente ejemplo de la capacidad amortiguadora
de la materia orgánica: Si a un suelo que contiene 0.4Kg de materia orgánica por Kg, se
le adiciona 20 mmol de H+ por Kg de suelo, y la capacidad amortiguadora de la materia
orgánica medida es igual a 0.2 mol(H+) Kg(MO)-1pH-1 a un pH es 5.0. La disminución
del pH, (ΔpH,) por la adición de ácido es:
(4.4)
La capacidad amortiguadora del suelo se calcula en una curva de titulación. Estas cur-
vas deben mostrar un cambio de pH en el rango requerido, por lo que es necesario
seleccionar adecuadamente las cantidades de ácido o base adicionadas al suelo. El
tiempo de reacción debe ser lo suficientemente largo que permita el equilibrio. Lo ideal
122
Raúl D. Zapata Hernández
Las curvas de titulación generalmente se hacen para determinar las necesidades de cal
de un suelo. El procedimiento utilizado es con una incubación. Esta consiste en dividir
un suelo en varias porciones iguales y se le adiciona cantidades crecientes de CaCO3,
se humedece a capacidad de campo y se deja reaccionar varias semanas, al cabo de las
cuales se le determina pH y algunas veces se miden los cationes de cambio. Se grafica
el pH contra las adiciones de cal como en la figura 3.6 .
Existen otras metodologías que tratan de ser más rápidas y consumir menos tiempo
para determinar la capacidad amortiguadora del suelo. Aitken (1992) realiza una incu-
bación de una suspensión del suelo con una solución de Ca(OH)2. Utilizando la parte
lineal de la gráfica de pH contra los gramos de Ca(OH)2 adicionado, calcula la capaci-
dad amortiguadora como gCa(OH)2kg suelo-1pH-1.
Cardona et al. (1995 ) utilizan el procedimiento descrito por Magdoff y Bartlett (1985) y
desarrollan un cálculo más sencillo de la capacidad amortiguadora. De la misma grafica
de pH y enmiendas añadidas calculan dos tipos de capacidad. La capacidad de amor-
tiguamiento actual la definen como la inversa de la pendiente que une los puntos a la
derecha y a la izquierda de la adición cero. La capacidad de amortiguamiento potencial
se determina como el inverso de la pendiente de la curva que une a cuatro puntos
consecutivos de adición ácido, lado izquierdo, incluyendo el cero.
Hodson et al. (1998) calculan una capacidad de amortiguación a corto plazo como la
cantidad de H+ necesaria para reducir en 0.5 unidades el pH de un gramo de suelo
suspendido en una solución 0.01M de LiClO4 después de siete días de equilibrio.
123
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
124
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 5
CORRECCIÓN DE LA TOXICIDAD
POR ALUMINIO EN EL SUELO
5.1. Introducción.
El Al+3 en la solución del suelo y en soluciones nutritivas inhibe el desarrollo de las raíces
de las plantas e influye directamente en el rendimiento de los cultivos (Adams y Lund,
1966). Magistrad (1925) observó que cuando el pH aumentaba ó cuando se adicionaba
sulfato al suelo o a la solución nutritiva que se le había aplicado Al+3, la concentración
de aluminio decrecía a menos de 1 ppm. Con esta experiencia se pensó que con la
adición de cal o de yeso al suelo, los problemas de la toxicidad con Al desaparecerían.
De hecho, el encalamiento y la aplicación de yeso son, actualmente, dos prácticas agrí-
colas de uso común para corregir la toxicidad por Al en los suelos. Resultados como los
presentados en la figura 5.1 evidencian el efecto que tiene la actividad del aluminio en
el crecimiento de raíces.
Figura 5.1. Efecto de la actividad del aluminio sobre la longitud de raíces de café
(Pavan y Bingham, 1982a).
125
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
de las plantas y causan pérdida de calcio y potasio de las células dañadas. MacLeon
y Jakson (1965) encontraron que concentraciones entre 0.1 y 0.2 ppm de aluminio
en solución nutritiva favorecían el crecimiento de alfalfa trébol. Igual efecto benéfico
encontraron Rodríguez y Williams (1986) en tres variedades de sorgo en una solución
con 6 ppm de aluminio. Ejemplos de efectos benéficos de bajas concentraciones de
aluminio se reportan en la literatura (Foy, 1971)
Se han empleado tres estrategias para atenuar las limitaciones por acidez de los suelos
(Salinas, 1981, van Raij, 1988) y ellas son: 1) uso de especies y variedades tolerantes al
aluminio, 2) encalar para reducir a niveles no tóxicos o eliminar la saturación de alumi-
nio y aumentar los niveles de calcio y magnesio. Los suelos con acidez de los Grupos 1
y 2 (ver 3.1.6) tienen Al intercambiable que se relaciona directamente con el Al en la
solución del suelo (Kenneth y Kamprath, 1983). Cuando los suelos pasan a la acidez del
Grupo 3, esta toxicidad de Al es eliminada. Un pH de 5.5 precipita al Al intercambable
como Al(OH)3, eliminándo su toxicidad,.y 3) adición de yeso para eliminar la toxicidad
de aluminio en superficie y en profundidad. El efecto tóxico del aluminio es removido
del suelo cuando se le adicionan bases fuertes de Lewis, SO4-2, PO4-3, Si(OH)4, -RCOO-,
que lo precipitan o lo complejan.
En el cuadro 5.1 se presenta una lista de varias especies de cultivos alimenticios tropi-
cales que poseen tolerancia a la acidez de los suelos. Siete de ellas, yuca, caupí, maní,
guandul , plátano y arroz, se pueden considerar como tolerantes a la acidez, aunque
tienen algunos cultivares sensibles. El grado de tolerancia varia entre especies.
126
Raúl D. Zapata Hernández
Para Sánchez y Salinas (1983) el término tolerancia a la acidez hace relación a una
variedad de tolerancias individuales a los factores adversos del suelo y a las interac-
ciones que ocurren entre ellos. Se incluyen, tolerancias de las plantas a niveles altos de
aluminio o manganeso y a las deficiencias de calcio, magnesio, fósforo y ciertos micro-
nutrientes, principalmente cinc y cobre. Un ejemplo de interacción entre este grupo de
factores es que altos niveles de calcio en la solución del suelo puede atenuar la toxici-
dad por aluminio en varias especies de plantas (Foy y Felming, 1978). Igualmente, la
tolerancia a aluminio por algunas plantas, generalmente, involucra tolerancia a niveles
bajos de fósforo.
Sánchez y Salinas (1983) plantean que una vez realizada la recolección del germo-
plasma, la caracterización y evaluación cuantitativa del potencial de producción bajo
un rango de condiciones de elevada acidez, toxicidad de aluminio, y/o disponibilidad
de nutrientes en el suelo, constituyen una etapa importante en el proceso de selección
de especies y variedades promisorias. De esta manera, un mejor conocimiento sobre la
tolerancia diferencial de especies y variedades a las limitaciones de suelo mencionadas,
puede proporcionar un significativo aporte en la utilización de extensa áreas ácidas del
mundo. Lo anterior con lleva a un menor uso de fertilizantes fosfatados y enmiendas.
Aunque esto no significa la eliminación total de la fertilización con fósforo y aplicación
de cal; pero si, la disminución de altas dosis para obtener rendimientos adecuados.
127
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
son las mas sensible al daño que las raíces principales, aunque todas las raíces se dañan
cuando se incrementan los niveles. Como resultado de esto, el sistema radical se hace
muy ineficiente en la absorción de agua y nutrientes.
Los síntomas de toxicidad en la parte aérea de las plantas son diversos y algunas veces
no son fácilmente reconocibles. Esto es debido a que el aluminio interfiere en la absor-
ción, transporte y uso de elementos esenciales tales como fósforo, potasio, calcio,
magnesio y hierro.
Una vez que el aluminio ha penetrado en los tejidos de la planta, empiezan a operar
otros mecanismos. En ciertas especies maderables el aluminio citoplasmático es com-
plejado por moléculas orgánicas y no afecta el metabolismo celular. Este aluminio una
vez inactivado, puede permanecer en el citoplasma o ser depositado en vasos de xilema
viejos o en las paredes celulares. La desintoxicación de aluminio por plantas de té, una
de las plantas que más acumula aluminio, parece que utiliza este mecanismo (Memon,
et al, 1980). Foy (1983) ha reportado la distribución desigual del aluminio en los tejidos
de las raíces y la parte aérea como un posible mecanismo de tolerancia. Se ha notado
en tomate y en maíz que la absorción de magnesio fue mayor en las variedades que
128
Raúl D. Zapata Hernández
Cuadro 5.2. Valores de RLR (%), producción de materia seca en follaje y raíces y la CICR
de 12 materiales genéticos de sorgo (Sorgum bicolor (L) Moench) desarrollados en solu-
ciones nutritivas con tres concentraciones de aluminio (Rodríguez y Williams, 1986)
Valores de RLR seguidos por la misma letra no difieren significativamente a nivel del 5% de
probabilidad según prueba de Rangos Múltiples de Duncan.
129
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Los autores encontraron tres materiales genéticos, que además de ser tolerantes,
experimentaron un incremento en RLR a 6 ppm de aluminio en la solución y un decre-
cimiento mas pronunciado en la CICR (cuadro 5.2). Para todos los niveles de aluminio,
los materiales genéticos tolerantes resultaron con un CICR menor en relación con
los de mayor susceptibilidad. Los valores de CICR, en general, disminuyeron cuando
aumentaba la concentración de aluminio. Se encontró que la producción de materia
seca de la raíz fue afectada en mayor grado que la del follaje, cuando se aumentaba la
concentración de aluminio, siendo mas drástica en los materiales susceptibles.
130
Raúl D. Zapata Hernández
Muchas investigaciones del efecto de aluminio en las raíces se han realizado en solucio-
nes acuosas puras. En la solución del suelo, el aluminio tiene oportunidad de reaccionar
con los diferentes ligando que se encuentran en ella exudados por las raíces. Además,
en solución nutritiva se utilizan concentraciones mayores que las que se encuentran en
la solución del suelo. Adams y Moore (1983) han encontrado que las concentraciones
de aluminio soluble total en la solución del suelo esta usualmente entre 10 y 350 µ
moles/L (0.3 y 9.5 ppm).
131
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
132
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 5.2. Respuesta ideal al encalado de cultivos tolerantes (T) y sensibles (S) al alu-
minio en suelos con niveles tóxicos de aluminio intercambiable (Scott y Fisher, 1989).
Lafever et al (1977) utilizaron una técnica de cultivo en solución para determinar la tol-
erancia al aluminio de 23 cultivares de trigo. Ellos encontraron que a una concentración
de 8 ppm de aluminio era nulo el crecimiento de raíces. Los cultivares los agruparon en
tolerante, intermedios y sensibles, según esta concentración de aluminio. Los cultivares
fueron sembrados en un suelo ácido con aplicaciones alta, baja y nula de cal. Todas
las variedades aumentaron sus rendimientos con la aplicación de cal. Los rendimientos
fueron mayores para los cultivares tolerantes a la toxicidad de aluminio, aun estando
en una condición de acidez en el suelo, ya que al pH logrado con una aplicación media
no logra neutralizar completamente el aluminio tóxico.
133
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 5.3. Efecto del encalado en la producción de grano de trigo en variedades tol-
erantes (T), intermedias (I) y sensibles (S) al aluminio a la aplicación de cal. Entre parén-
tesis se tienen el rango de los valores de pH después del cultivo (Lafever, et al. 1977).
Experimentos como los anteriores han llevado a que se tenga en cuenta la capacidad
que tienen algunos cultivos para tolerar aluminio y a que solo se neutralice parte del
aluminio intercambiable del suelo (Sánchez y Salinas, 1982).
Salinas (1981) toma el modelo de Cate y Nelson (Cate y Nelson, 1971) ampliamente
utilizado en los programas de calibración y lo modifica. Los diagramas los construye
colocando en el eje Y el rendimiento relativo y en el eje X la dosis de cal o la satura-
ción de Al. Los ejes los mueve de tal forma que la mayoría de puntos queden en los
cuadrantes II y IV y de esta forma define los niveles críticos. El figura 5.4 muestra un
ejemplo de la determinación de los niveles críticos de saturación de Al para tres varie-
dades de arroz de secano. Las cantidades de cal requeridas para calcular la saturación
de cal se calcularon con la ecuación 5.35 de Cochrane, Salinas y Sánchez (1980).
134
Raúl D. Zapata Hernández
Figura 5.5. Modelo de Nicholaides y Piha para seleccionar especies tolerantes a dife-
rentes estrés en el suelo.
135
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
El aluminio tóxico para las plantas es aquel que se encuentra en la solución del suelo
como ion libre o complejo de solvatación ((Al+3)(H2O)6), el cual se ha tratado de cor-
relacionar con el Al+3 intercambiable. La intensidad de la fitotoxicidad se ha visto que
esta altamente correlacionada con la actividad del Al+3 y no con la concentración, ver
Figuras 5.1 y 5.6. (Adams y Lund, 1966; Lance Persons, 1969; Pavan y Bingham, 1982).
Para calcular la actividad del Al+3 es necesario tener el análisis de los aniones y cationes
en la solución y mediante el uso de un programa tales como GEOCHEM (Sposito y
Mattigod, 1979), MENTEQA2/PRODEAFA2 (Allison et al., 1990); SOILCHEM (Sposito
y Coves, 1988); SOILSOLN (Wolf, 1989); SPECIES (Barak, 1990) y WATEQ (Ball et al.
1979) se hace la especiación. La cual consiste en identificar cada una de las especies
químicas, iones libres y pares iónicos en la solución (Sposito, 1989).
Figura 5.6. Relación entre la actividad del Al+3 en la solución del suelo o en soluciones
nutritivas y la longitud de la raíz primaria del algodón (Pearsons, 1971).
Adams (1974), presenta un esquema paso a paso para ilustrar como se calcula la activi-
dad del ion libre usando la composición analítica de una solución del suelo. Es un ejerci-
cio interesante que ayuda a entender como funcionan los programas de especiación.
136
Raúl D. Zapata Hernández
(5.1)
I = 0.0236 M
(5.2)
donde [i] es la concentración de cada ión. Para el Ca+2 el cálculo de actividad es:
fCa = 0.574
Las demás actividades de los iones libres calculadas de igual forma se encuentran en
las columnas adicionales en el cuadro 5.6.
137
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Ion ai
H+, Al+3, Fe+3 9
Mg+2 8
Li+, Ca+2, Cu+2, Zn+2, Mn+2, Fe+2 6
Sr+2, Be+2 5
Na+, CO3-2, HCO3-, H2PO4-, 4.5
SO4-2, HPO4-2, PO4-3 4.0
OH-, F-. 3.5
K+, Cl-, NO3- 3.0
Rb+, Cs+, NH4+ 2.5
138
Raúl D. Zapata Hernández
[SO4-2] = 0.66 mM
Cada uno de los complejos del sulfato se calcularon de forma idéntica como se calculó
CaSO4º.
139
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
I = 22.1 mM = 0.0221 M
Se calcula un nuevo coeficiente de actividad, fi, para cada ión y con este coeficiente se
calcula una segunda actividad usando la segunda concentración calculada. Para el Ca+2
el procedimiento es el siguiente:
fi = 0.583
Se calcula de nuevo la concentración de cada par iónico con la nueva actividad calcu-
lada. Para CaSO4°:
Los pasos 2, 3 y 4 son repetidos usando los nuevos valores de I, [Ci] y (i) cada vez, hasta
que los valores de actividad (i) permanezcan inalterados en sucesivos cálculos.
140
Raúl D. Zapata Hernández
La actividad del Al+3 está asociado a la presencia de ligandos en la solución del suelo y
del pH. Se ha encontrado que no existe un pH crítico para todos los suelos por debajo
del cual las raíces no crecen normalmente. Un nivel de pH que detenga el crecimiento
de las raíces completamente en un suelo puede tener poco o ningún efecto en su
crecimiento en otro suelo. La concentración de H+ no es un factor limitante en el cre-
cimiento de las raíces de las plantas en suelos ácidos, cosa que se ha confirmado en
estudios en soluciones nutritivas (Adams, 1971). La relación entre pH y actividad de Al+3
resulta de la especiación, ya que a un pH menor de 5.5 predomina la forma toxica de
aluminio en la solución como se observa en la figura 1.2.
El Al+3 en solución es un ion libre que actúa como ácido de Lewis solvatado con seis
ligandos de H2O formando el complejo Al(H2O)6+3. Cuando se incrementa el pH, los
protones son removido de las aguas de coordinación dando una serie de productos
de hidrólisis. Igual sucede en presencia de otros ligandos. Por lo tanto el Al+3 no existe
totalmente en solución como ion libre, sino que sufre una cantidad de reacciones en
solución con las diferentes bases de Lewis formando pares iónicos como lo muestran
las siguientes reacciones:
141
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Esta expresión puede ser reordenada para expresar la relación entre las dos especies
de Al.
La ecuación (5.4b) indica que si la actividad del SO4-2 es mayor de 10-3.2 M el par ionico
AlSO4+ podría ser mayor del 50% del aluminio total soluble, Alt, disminuyendo de esta
forma la toxicidad del Al+3 por la presencia de SO4-2. La presencia de ligandos disminuy-
en la concentración de la forma tóxica Al+3. La figura 3.3. muestra el efecto de una base
de Lewis, el anión oxalato, sobre la actividad total de aluminio soluble.
La actividad del Al+3 en la solución del suelo es el resultado neto de dos grupos gene-
rales de reacciones: a) competencia entre ligandos por el aluminio. Estos ligandos,
bases duras de Lewis, (sulfatos, fosfatos, fluoruro, ácidos orgánicos, etc,) pueden estar
solubles o adsorbidos en partículas sólidas y logran precipitar formando compuesto de
aluminio, b) Reacciones del aluminio intercambiable en competencia con otros cationes
por los sitios de intercambio en los coloides.
142
Raúl D. Zapata Hernández
50%. Una concentración mayor de 0.1M debería ser necesaria para que todo el alumi-
nio este como AlSO4+. La aplicación de fertilizantes fosfatados, cuando estos se fabrican
con flouroapatitos, también puede aplicar fluoruros al suelo. En suelos no cultivados
la concentración puede F- puede ser de 10-5M suficiente para reducir drásticamente la
actividad del Alt. La formación de complejos con ligandos orgánicos depende del tipo
y concentración del anión orgánico, de la proporción de sitios para formar enlaces, del
pH, de la fuerza iónica de la solución del suelo y de la presencia de otros cationes que
pueden competir con el Al+3 (Stevenson, 1982).
Lindsay (1979), presenta el siguiente ejemplo de especiación del Al extraído con una
solución 0.01M de CaCl2. Se extraen 50 g de suelo con 100 mL de solución. Las con-
centraciones encontradas fueron de 0.05 ppm de Al, (F-) = 10-5M, (SO4-2) = 10-3M y
el pH de la solución fue de 6.3. La actividad del Al+3 en la solución y la el sólido que
controla su actividad se calcula de la manera siguiente:
Las 0.05 ppm de Al se distribuyen entre las diferentes bases de Lewis (hidroxilos,
sulfatos y fluoruros) presentes en la solución y como Al+3 libre como lo muestra la
ecuación:
(AlOH+2) = K1(Al+3)(H+)
[AlOH+2] = (AlOH+2)/γ
143
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(5.6)
(5.7)
La ecuación (5.7) se utiliza para calcular la actividad del Al+3 en la solución extractora:
Para los valores dados de actividades de (F-), (SO4-2) y (H+) = 10-pH se tiene:
(Al+3) = 10-9.78M.
Para identificar la fase sólida que controla la actividad del Al+3 en este suelo se calcula
el potencial de aluminio:
Log(Al+3) + 3pH = K
Este valor de potencial de aluminio es intermedio entre el valor que produce la gibsita
(Log 8.04) y un hidróxido de aluminio amorfo (Log 9.66).
Los ácidos húmicos y fúlvicos tiene una alta capacidad de complejar el Al+3. Esta capaci-
dad complejante se debe a la cantidad de grupos ácidos que al desprotonarse facilitan
la formación de enlaces con el Al+3. Es por esto que al aumentar el pH la capacidad
144
Raúl D. Zapata Hernández
El aluminio puede formar polímero con los hidroxilos, con los fosfatos y con los sili-
catos. Las posibilidades de reacción son bien conocidas, pero sus mecanismos aún no
son bien entendidos (McBride, 1994; Sposito, 1989). La ocurrencia y formas de los
polímeros de aluminio parece estar afectadas por el pH, la presencia de otros iones,
el grado y método de neutralización, la temperatura y el tiempo de maduración del
polímero (Hsu, 1977). La formación de hidroxi polímeros de aluminio y fosfato ocurre
en un rango de pH entre 4.1 y 4.8 y concentraciones de Al y fosfato de menores que
25 µM y menos de 910 µM, respectivamente. Los silicatos de aluminio pueden ocurrir
a pH menor de 5.5. En un rango entre 4.0 y 5.6 ya que el Si(OH)4 solo reacciona con
formas hidroxiladas de aluminio (Hsu,1977).
El cálculo de las diferentes especies que forma el ión Al+3 en solución es prácticamente
imposible hacerlo manualmente. Ejemplo de este tipo de cálculo realizado manual-
mente, sacrificando un poco la precisión, lo presenta Adams (1971). Actualmente, con
la ayuda de los programas ya mencionados (GECHEM, SOILSOLN, SPECIES, MINTEQUA)
es posible hacer la especiación de los componentes de una solución del suelo o de un
extracto acuoso. Los datos necesarios para hacer las espciaciones químicas provienen
del análisis de los componentes iónicos de la solución. Es necesario que la suma de
cationes se ligeramente igual a la suma de aniones. Desviaciones de esta diferencia
produce errores termodinámicos que invalidan los resultados. Pavan et al (1984) hace
la especiación del extracto saturado de dos suelos que les han aplicado cal y yeso, los
datos se presentan en el cuadro 5.8.
Cuadro 5.8. Especiación química del Al total en el extracto saturado de un suelo que
se le ha aplicado carbonato de calcio y carbonato de magnesio y yeso (modificado de
Pavan y Bingham 1982).
El suelo con el tratamiento con yeso tuvo la concentración mas alta de Al+3 total, con
un 36% de la forma tóxica Al+3, menor que en el suelo que no tuvo ningún tratami-
145
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
ento. El sulfato que aporta el yeso compleja al Al+3 como AlSO4+ y lo lleva a una forma
no tóxica. Cuando al suelo se le aplican carbonatos disminuye la actividad del Al+3 y
se forman especies hidrolizadas como Al(OH)3 insolubles. La toxicidad de aluminio es
eliminada cuando el pH aumenta o cuando se aplican ligandos inorgánico u orgánicos.
Por lo que el encalamiento, la adición de yeso o fosfatos, de materia orgánica y de
enmiendas silíceas solubles eliminan la toxicidad del Al+3.
Figura 5.7. Distribución del aluminio en la solución del suelos en suelos ácidos. Los
números identifican procesos (1): equiibrio entre Al en solución y Al intercambiable,
(2 y 5): equilbrio entre el Al en solución y Al precipirtado, (3): equilbrio entre Al en
solución y Al complejado, (4): equilibrio del Al en solución en función del pH.
Los procesos esquematizados en la figura 5.7 pueden estar representados por las sigu-
ientes reacciones:
Los iones de la solución del suelo están en equilibrio con los iones adsorbidos o inter-
cambiables En la figura 5.8 se grafica el Al intercambiable en función de la actividad del
Al+3 en la solución del suelo y se obtiene una buen relación. Para explicar esta relación
146
Raúl D. Zapata Hernández
(5.8)
Figura 5.8. Relación entre el Al+3 en la solución del suelo y el Al intercambiable en tres
Ultisoles venezolanos (Zapata, 1988).
(5.9a)
(5.9b)
147
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuadro 5.9. Efecto del aumento de la concentración de CaCl2 en los valores del poten-
cial de aluminio en el suelo (Lindsay, 1979).
Lindsay (1979) confirmó la tendencia de los suelos de mantener un valor constante del
potencial de aluminio como lo predice el modelo de Boltzmann. En el supuesto caso
que esté presente gibsita como el sólido que controla la actividad del Al+3, el potencial
alumínico tendría un valor de:
Los valores de potencial de aluminio del cuadro 5.8 muestran que está insaturado con
relación a la gibsita, lo cual sugiere que es un mineral mas soluble que la gibsita que
controla la actividad del aluminio en la solución del suelo.
En suelos ácidos la adición de sales o bases portadoras de bases de Lewis reacción con
el Al+3 presente en la solución del suelo y en el equilibrio con la forma intercambiable.
Las reacciones pueden ser las siguientes, tomando al coloide (X) como un anión mono-
valente con una carga negativa por mol:
148
Raúl D. Zapata Hernández
Los minerales que tengan los mayores potenciales químicos determinaran las concen-
traciones de cada uno de los iones que los conforman (Sposito, 1989). En el caso de
la disolución de gibsita:
Las actividades reales del Al+3 y el OH- definen el Producto de Actividad Iónico (PAI) de
la solución:
149
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Figura 5.9. La línea de solubilidad de la gibsita (Kso = 10-34) separa dos zonas de satu-
ración; las concentraciones de Al de todas las muestras de agua de los diferentes sitios
se ubican en la zona de saturación de la gibsita.
150
Raúl D. Zapata Hernández
Horizontes pH CE NO3 Na Ca Mg K P Fe Si Al
µS/m ppm
LISIMETRO LA CANOA (Aquandic Dystrudepts)
Ap 6.15 236.9 0.42 2.5 3.8 3.2 15.8 0.89 0.52 1.91 0.97
LISÍMETROS LA CANOA (Andic Haplohumutls)
Ap 5.74 56.6 0.38 0.5 1.6 0.9 3.6 1.26 0.33 1.17 0.41
2B1 5.47 50.9 0.76 0.5 1.7 0.6 3.2 0.33 0.10 1.26 0.52
2B2 5.49 45.5 0.84 0.8 1.2 0.8 3.4 0.15 0.06 1.20 0.26
LISÍMETROS QUITASOL (Andic Haplohumutls)
Ap 5.63 29.4 0.01 0.2 1.3 0.3 3.7 0.14 0.15 1.76 0.48
2B1 6.10 18.3 0 0.2 0.7 0.2 1.4 0.08 0.05 0.78 0.16
2B2 5.99 80.3 0 0.3 0.3 0.1 1.7 0.04 0.02 0.99 0.13
PIEZÓMETRO QUITASOL
5.83 7.0 0 0.1 0.3 0.1 1.3 0.09 0.06 2.61 0.05
PIEZÓMETRO LA CANOA
6.00 17.3 0.05 1.2 0.3 0.3 1.2 0.72 0.30 3.09 0.57
AGUA DE ESCORRRENTÍA LA CANOA
5.54 32.1 0.10 0.3 1.5 0.6 2.7 0.11 0.12 2.65 0.19
AGUA DE ESCORRENTIA QUITASOL
6.11 17.8 0 0.5 0.2 0.3 2.2 0.06 0.07 3.22 0
Los grupos carbonilos son los complejantes mas eficientes. El orden de decrecimiento
de afinidad de ligandos orgánicos por los cationes es el siguientes:
151
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Los ligandos orgánicos (COO-n) forman uno o mas enlaces de coordinación con el
Al+3:
(5.17)
(5.18)
El cociente entre las forma disociada y no disociada del ácido orgánico podría tomarse
constante para un caso particular de las sustancias húmicas de un suelo dado. Tomando
lo anterior como cierto la ecuación (5.18) queda de la forma:
K’ = pAl – npH
C
(5.19)
C
K’ es una constante definida por los parámetros del lado izquierdo de la ecuación
(5.19). McBride (1994) reporta valores de n igual a dos para una variedad de estudios
de solubilidad de Al. Esto sugiere que el catión forma complejo con un grupo función
que tiene dos protones disociables o con dos base, cada una con un protón.
152
Raúl D. Zapata Hernández
la actividad del Al+3 está sobresaturada con relación a la gibsita, como se observó en
la figura 5.9.
K’ = pAl – npH
C
(5.20b)
Hay una marcada evidencia de que la presencia de ligandos, tanto orgánicos como
inorgánicos, bases de Lewis, reducen la toxicidad de aluminio (Adams y Lund 1966,
Pavan y Bingham, 1982). Esta disminución de la toxicidad es debida a la acción que
estos ligandos ejercen sobre la actividad el Al+3. (Sposito, 1989).
Hue et al (1986) clasificaron a los ácidos orgánicos según el efecto sobre la eliminación
de la toxicidad del Al+3 en: fuerte (cítrico, oxálico, tartárico), moderado (málico, malóni-
co, salicílico) y débil (succínico, láctico, fórmico, acético, ptalico). Esta clasificación se
basa en la capacidad que tienen los ligandos de formar complejos polidentados (figura
5.10). El efecto de estos ácidos sobre el crecimiento de raíces se presenta en el cuadro
5.11.
Figura 5.10. Estructura del quelato de Al+3 con el ácido cítrico. (n = 4 de la ecuación
5.20a)
153
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
5.4. Encalamiento.
Aplicar cal al suelo o encalar, como normalmente se le conoce a esta práctica, es una
de las actividades agrícolas que más espectaculares respuestas produce en los cultivos.
Además, fue una de las primeras prácticas que desarrolló el hombre para corregir las
propiedades químicas del suelo (Brady y Weil, 1999).
Las metodología desarrolladas para determinar los requerimientos de cal de los suelos
se basan en el aumento de la CNAt representadas en la figura 3.2. No sorprende que
se tenga diferentes métodos para evaluar la acidez del suelo, ya que cada uno de ellos
154
Raúl D. Zapata Hernández
busca medir uno o varios de los grupos de acidez del suelo (ver Capitulo 3). McLean
(1982), agrupó los métodos para determinar los requerimientos de cal en: 1) incu-
bación, 2) titulaciones ácido base, y 3) equilibrio con soluciones buffer o amortiguadas.
Todas estas metodología son, generalmente, correlacionadas con experimentos de
campo.
Los H+ transferidos desde la hidrólisis del Al+3 al CaCO3 causan aumento en la CNA(s)
al formarse Al(OH)3 y aumentar el Ca intercambiable, los cuales le dan al suelo una
mayor capacidad amortiguadora al permitir que el CO2 salga del sistema. Si el Ca+2 es
lavado, únicamente el Al(OH)3 le aportará un aumento a la CNA(s). La ecuación 5.23 ha
llevado a que en algunos textos de química de suelos se diga erróneamente que quien
neutraliza la acidez debido al Al intercambiable es el calcio.
155
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Para algunos cultivos como leguminosas se ha visto que un pH un poco mayor de 6.0
produce los mejores rendimientos, mientras que para otros, como maíz y pastos es
suficiente reducir la saturación de aluminio en un en un 70% para obtener las mejo-
res respuestas. Otros beneficios del encalado se han visto en una mejor respuesta a
fósforo (Sánchez y Salinas, 198 ), aunque esta respuesta depende de la fuente de P
empleada.
Reacción de la dolomita:
En este caso, como la dolomita tiene dos iones carbonatos, en total, por cada mol de
dolomita se neutralizan cuatro moles de H+. La dolomita, por ser más insoluble, es de
reacción más lenta en el suelo que la cal agrícola a un mismo pH del suelo.
Igual efecto en el encalmiento del suelo se tendría con la cal apagada (Ca(OH)2), con
la cal viva (CaO) o con cualquier otra base. Cuando a la cal viva se le adiciona agua, se
forma el hidróxido o cal apagada y en el suelo precipita el Al intercambiable al aumen-
tar el pH del suelo:
156
Raúl D. Zapata Hernández
Tanto la cal viva como la cal apagada se pueden utilizar en el suelo con la finalidad
de corregir la toxicidad de aluminio, ya que éstos materiales suben el pH del suelo y
aumentan la CNAt. El uso de cal agrícola, cal viva o cal apagada para corregir la toxici-
dad de aluminio en el suelo depende más de aspectos económicos que agronómicos.
La cal agrícola generalmente es más económica, más fácil su manejo, no es higro-
scópica y no es cáustica y por lo tanto, de más fácil manejo.
Las escorias básicas o escorias Thomas se producen como residuo de la fabricación del
hierro y el acero. El fósforo es elemento indeseable en estos materiales y es eliminado,
entre otros procesos, con la adición de cal. Los compuestos de fósforo, silicio y calcio
que se forman son más livianos que la masa fundida y flotan, esta escoria tiene un
aspecto de carbonilla negra, dura y compacta, y se pulveriza a un tamaño adecuado.
Su calidad, es variable y depende del proceso seguido y de la materia prima utilizada
Su residuo básico puede tener entre un 60 y 80% de poder neutralizador.
Algunos procesos agroindustriales utilizan la cal agrícola en el producto que están fab-
ricando. Es el caso de la cachaza, desecho de la industria azucarera, que queda con un
contenido variable de carbonato de calcio y que es utilizado como encalador y fuente
de este elemento.
Las rocas molidas provenientes de cuerpos máficos, se han venido usando de hace
varios años en Antioquia, Colombia, como material encalador, como fuente de Mg,
y como materia prima en la producción de sulfato de magnesio. Las aplicaciones al
suelo muestran incrementos en el contenido de magnesio intercambiable y un efecto
directo sobre la disponibilidad de fósforo (Gutiérrez y Zapata, 2000). Estos Cuerpos
Ultramáficos son rocas masivas, con densidades altas que pueden oscilar entre 2.95 y
2.65 Mgm-3; casi todas contienen menos del 45% de sílice, carecen de feldespato y el
157
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
índice de color es más de 70; presentan colores variados entre negros, verdes oscuros,
verdes claros y grises, por lo general localmente blanqueadas o amarillentas, debido a
la presencia de minerales secundarios que se presentan en forma de costras.
Unas cuantas rocas, de grano grueso, contienen una pequeña cantidad de plagioclasa
cálcica. Están compuestas, en general, de Olivino y Piroxeno; cuando están meteoriza-
das presentan una costra verde o amarillenta en forma de fibras de tremolita y/o como
antigorita. Poseen cristales de talco, calcita, óxidos de hierro, magnesita, ilmenita y
cromita y se encuentran como segregaciones irregulares en cuerpos de gabro. Algunas
rocas de grano grueso se encuentran en saprolitos de formación en capas y contienen
también un poco de plagioclasa cálcica (información personal geólogo María T. Florez
M.).
Para evaluar la calidad del material encalador es necesario tener en cuenta la pureza,
su poder neutralizador, el tamaño de partícula, la forma de aplicación, entre otros. La
calidad de los materiales encaladores se determina con base en dos características: el
valor de neutralización, VN, y su tamaño o finura. Son dos características que influyen
en la velocidad de disolución y la eficiencia de neutralización.
La cantidad de agua que llega al suelo tiene efecto en la reactividad de la cal. La solu-
bilidad de la calcita en agua pura a 20 ºC es de 0.013gL-1. Para disolver 2.5 toneladas
de cal a una profundidad de 10 cm, es necesario una lluvia de 19.23 mm. La solubi-
lidad de la calcita se incrementa con la presión del CO2, por lo que en el suelo esta
solubilidad se debería incrementar. En el Cuadro 5.12 se presenta la solubilidad de la
calcita a diferentes valores de pH en función de las necesidades de agua requeridas. En
el se observa que entre mas ácido sea el suelo menos cantidad de agua necesita para
la disolución. Se asume que solo ocurre reacción ácido base y no influye la adsorción
de Ca+2 por el complejo de intercambio.
158
Raúl D. Zapata Hernández
Cuadro 5.12. Cantidades de lluvia necesarias para disolver 2.5 toneladas de calcita por
hectárea en función del pH del suelo (Scott y Fisher, 1989).
Aunque en este capitulo se desarrolla el tema del encalamiento como estrategia para
manejar la toxicidad por aluminio, vale la pena resaltar los efectos que tiene aumentar
el contenido de materia orgánica del suelo para corregir la toxicidad por aluminio. Por
ejemplo, actualmente se cultivan en Brasil varios millones de hectáreas de terrenos áci-
dos en sistemas de siembra directa. En una porción considerable de esos suelos se ha
observado un incremento considerable en el contenido de materia orgánica y una menor
necesidad de aplicación de cal durante un período de 10 años (Yamada, 2000).
Las necesidades de cal de las plantas no son iguales. Ciertos cultivos y variedades
toleran diferencialmente el aluminio en el suelo, por ello, los métodos para evaluar
las necesidades de cal y los propósitos de aplicar estos materiales son muy diferentes.
Por consiguiente, puede decirse que, algunas veces la aplicación de cal es mas un fer-
tilizanción que una enmienda (Mata, 1978; Sánchez y Salinas, 1983; Universidad de
Oriente, 1977).
159
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
rápidos. Las soluciones amortiguadas se presentan como una alternativa rápida. Son
varias las soluciones amortiguadas para determinar las necesidades de cal de los suelos,
entre ellas están las de Shoemaker, McLean y Pratt, denominada SMP usada en algunos
laboratorios de Norte América. En Colombia y Venezuela se ha popularizado el uso de
soluciones extractoras de la acidez intercambiable (Olarte et al, 1979 ; Salinas y García,
1985, López de Rojas, 1986).
Las curvas de titulación o encalamiento se ha visto que dependen del tiempo de con-
tacto entre el material encalador y el suelo, de los tamaños de tamizado de la cal y del
suelo, de la humedad del suelo, de la pureza de la cal. Si al suelo se le adiciona una
solución salina como el KCl, una sal neutra, la velocidad de reacción se incrementa.
La incubación de los suelos con dosis creciente de cal se toma, algunas veces, como
el método referencia para determinar las dosis a aplicar al suelo. Consiste en mezclar
cantidades crecientes de cal con una masa constante de suelo. El suelo se lleva a una
humedad adecuada, generalmente humedad a capacidad de campo o a un valor
dado de energía tomado de una curva de tensión de humedad. Algunas veces, los
recipientes son cubiertos con material plástico para evitar la pérdida de humedad o
periódicamente se le adiciona el agua que pierde. Bajo estas condiciones se tiene una
mayor actividad microbial y las reacciones del material encalador en el suelo se hacen
mas rápidas que las que suceden en el campo. Al final del periodo de incubación, que
puede ir desde una semana hasta varios meses, se le determina pH al suelo y algunas
veces Al intercambiable. En la figura 5.11 se presentan las curvas de varios suelos con
contenidos y tipos diferentes arcilla y materia orgánica, parámetros que le confieren
al suelo capacidad amortiguadora. Los suelos Guanipa y San Félix (cuadro 5.13) son
160
Raúl D. Zapata Hernández
suelos arenosos con contenidos muy bajos de materia orgánica. El suelo Delta es un
suelos con altos contenidos de materia orgánica (Rodríguez, 1971). Estos contenidos
diferentes de coloides son los que permiten observar el comportamiento desigual de
los suelos ante la aplicación de cal. El pH cambia bruscamente en los suelos con bajos
contenidos de arcilla y materia orgánica, lo que los relaciona con una baja capacidad
amortiguadora. En cambio es prácticamente nulo el cambio en el pH en aquellos suelos
mas amortiguados por tener mayores contenidos de estos. El mayor poder amortigua-
dor lo tiene el suelos orgánico.
161
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Rc = 1.8 (5.35)
162
Raúl D. Zapata Hernández
En el cuadro 5.14 se observa que los suelos San Felix, Gaunipa, Sabaneta son los menos
amortiguados, figura 5.11, y aumentan sus rendimientos con las dosis de 0.5 y 1.0
ton/ha. Con dosis de 2 ton/ha estos rendimientos disminuyen. Los suelos mas amor-
tiguados, inicialmente se incrementa el rendimiento, y este no se ve muy afectado por
la sobre dosis de cal aplicada. La alta capacidad de amortiguación del suelo permite
que altas dosis de cal no cambien el pH del suelo. En este caso la CNASolido aumenta,
no así, la CNAsol que se mantiene constante, al no variar el pH del suelo. El riesgo de
sobre encalamiento de los suelos amortiguados es menor que el que corren los suelos
con baja capacidad amortiguadora.
Cuadro 5.13. Algunas características de los suelos venezolanos utilizados para la deter-
minación del requerimiento de cal con métodos químicos rápidos (Rodríguez, 1971).
163
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuadro 5.14. Respuesta del sorgo a la aplicación de cal a nueve suelos del nororiente
venezolano en condiciones de invernadero (Rodríguez, 1971).
Dosis San Guanipa Sabaneta Uracoa Mánamo Guarapiche Guarataro San Delta
de cal Félix Agustín
Ton/ha Materia seca (g/matero)
0 0.4 5.3 8.4 9.4 21.2 12.9 17.3 23.7 14.5
0.5 4.2 6.6 10.4 10.1 21.1 13.5 17.7 25.9 16.9
1.0 4.0 6.8 13.2 11.1 23.6 16.4 22.9 22.6 15.4
1.5 3.5 5.9 13.0 13.8 22.5 15.0 24.7 22.5 15.5
2.0 3.0 5.8 10.3 8.5 21.4 16.2 24.7 29.6 15.5
3.0 2.9 5.8 9.3 6.5 20.9 13.9 24.5 24.5 16.7
4.0 3.1 4.8 7.8 6.3 20.9 13.8 25.4 24.3 17.7
4.5 2.8 4.0 7.2 4.6 20.6 13.7 26.8 23.3 16.3
5.0 2.5 2.7 6.8 4.4 20.4 13.6 24.7 25.8 17.6
6.0 2.4 2.3 5.9 3.7 20.3 12.6 25.9 26.4 24.0
8.0 1.6 5.5 8.5 5.0 20.1 13.5 28.3 22.4 37.9
En el cuadro 5.15 se tomaron como base para comparar los métodos químicos rápi-
dos las cantidades de cal necesaria para lograr los mas altos rendimientos de sorgo
en incubación. Al comparar las necesidades de cal, se observa que el método de Al
intercambiable es el que mejor se ajusta a los requerimientos de cal determinados por
incubación. Los valores mas altos fueron con TEA-BaCl2, método que evalúa todos los
grupos de acidez. El éxito del Al intercambiable se debe a que solo mide los Grupos 1
y 2 de acidez que está relacionado con el Al intercambiable y afecta el desarrollo de
raíces, toma de nutrientes y de agua por las plantas.
Cuadro 5.15. Comparación entre los requerimientos de cal en algunos suelos del
nororiente venezolano determinados por varios métodos químicos rápidos para lograr
el máximo rendimiento del sorgo en invernadero (Universidad de Oriente, 1977).
164
Raúl D. Zapata Hernández
Cochrane et al (1980) validaron la ecuación 5.35 para estimar los requerimientos de cal
de varios suelos colombianos. En el cuadro 5.16 se presenta la relación entre las canti-
dades estimados por la ecuación y las cantidades encontradas en ensayo de incubación.
En general se observa que los valores estimados con la ecuación son bastante similares
a los determinados por el método de incubación.
Cuadro 5.16. Dosis de cal estimadas por incubación y con la ecuación (5.35) en dos
suelos y la respectiva reducción de la saturación de aluminio intercambiable (Cochrane
et al, 1980).
165
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Saouza y Ritchey (1986) observaron, ver figura 5.12, que, sin aplicación de yeso, el
cultivo tiene el 53% de raíces en los primeros 15 cm de profundidad. Cuando se aplica
yeso, mas del 50% de las raíces alcanzan hasta los 30 cm. Por debajo de 45 cm con
aplicación de yeso las plantas tenía el 29 % de raíces, mientras que sin la aplicación
sólo era del 10%.
Figura 5.12. Distribución relativa de raíces de millo en % sin y con la aplicación de yeso
en el suelo (Saouza y Ritchey, 1986).
En el cuadro 5.17 tomado de Sousa y otros (1992) muestran el efecto del espacia-
miento en días de riego sobre el rendimiento del maíz y de la soya en suelos que han
recibido dosis crecientes de yeso. En este experimento se observa que el efecto bené-
fico del yeso es mas marcado en las condiciones mas severas de estrés hídrico.
166
Raúl D. Zapata Hernández
Formación de jurbanita:
Formación de basaluminita:
Formación de alunita:
167
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
En las tres ecuaciones (5.36), (5.37) y (5.38), el SO4-2 aportado por el yeso precipita
el Al+3 en tres compuestos diferentes de muy baja solubilidad; se observa en las reac-
ciones que la precipitación de estos sulfatos de aluminio libera H+, los cuales si no son
neutralizados por otros componentes, pueden causar un pequeño decrecimiento en el
pH del suelo, alrededor de 0.3 unidades. Es necesario investigar en que condiciones
sucede la reacción (5.38) porque la formación de alunita causaría una disminución del
K en el suelo, situación que sería muy grave en suelos deficientes en este elemento
(Sposito, 1989).
En la figura 5.13 se presentan los diagramas de relaciones de actividades para los tres
compuesto de sulfato de aluminio y gibsita. En el se observa que los suelos que se les
aplicó yeso los sulfatos de aluminio son los que controlan la actividad del Al+3. Cuando
se aplica cal, existe posibilidad que se forme un hidróxido de Al amorfo.
168
Raúl D. Zapata Hernández
La forma como la aplicación de yeso actúa reduciendo la toxicidad del Al+3 es específica
para cada tipo de suelo. Lo anterior hace difícil que se tenga una fórmula general para
calcular la dosis correcta de yeso. La aplicación de yeso puede reducir la saturación de
Al al aumentar la saturación de calcio. Por ejemplo un suelo con una suma de Ca, Mg
y K intercambiable de 1.0 meq/100g y que tenga 0.7 meq/100g de Al intercambiable
tiene una saturación del 70% de complejo de cambio ocupado por Al. Si este suelo se
le aplica 1 meq/100 de Ca como yeso, la saturación de Al se reduciría a la mitad. Van
Raij (1988) llama a este procedimiento como una dilución del aluminio intercambiable
y no debe ser considerada una reducción de la acidez debida al aluminio. Se considera
como tal, cuando se reduzca los tenores absolutos del Al en el complejo de intercambio.
Igualmente, la formación del par iónico AlSO4+ se debe tener como una reacción ácido
base del Al+3, ya que se trata de la formación de un complejo según la teoría de Lewis.
Además de las situaciones anteriores de las diferentes formas como el yeso reacciona
en el suelo, es importante resaltar el efecto alcalino de los aniones cuando son absor-
bidos por las raíces de las plantas (Barber, 1995). Van Raij (1989) calculó el balance
entre cationes (C) y aniones (A) en un suelo que fue fertilizado con diferentes fuentes
nitrogenadas y yeso de la manera siguiente:
169
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Las cantidades de elementos absorbidos por la planta son expresados en forma iónica
para calcular el balance de carga. El balance de cargas de la ecuación 5.41 lo relacionó
con Al+3 intercambiable y el pH del suelo como la muestran las figuras 5.14 y 5.15. Se
observa la influencia de los iones absorbidos sobre el Al intercambiable y el pH, efectos
que están correlacionados con la aplicación de yeso. Cuando los aniones superan a los
cationes, lado izquierdo de la figura 5.14, la cantidad de Al intercambiable disminuye
al precipitarse el Al+3 con los OH liberados por las raíces del sorgo. Cuando los catio-
nes superan a los aniones, lado derecho de la figura 5.14, la acidez intercambiable
aumenta. Con la aplicación de yeso, la disminución de la acidez es mayor en la región
de balance de cargas negativo, efecto que se refleja en el aumento de pH cuando los
aniones superan a los cationes, lado izquierdo de la figura 5.15. Van Raij et al (1989)
encontraron en esta investigación, que la aplicación de yeso promueve el crecimiento
de raíces del sorgo en presencia y ausencia de fuentes fertilizantes amoniacales.
Figura 5.15. Relación entre el pH del suelo medido en CaCl2 y la diferencia de cationes
y aniones absorbidos por el sorgo en presencia y ausencia de yeso (Raij, 1988).
170
Raúl D. Zapata Hernández
Cuando al suelo se le aplica yeso (cuadro 5.18), predominan en el perfil del suelo los
pares iónicos AlSO4+ y CaSO4o , disminuyendo el Al+3 total entre 40 y 64%. El Al+3 total
es mas alto en superficie y disminuye en profundidad, mientras que con cal, desparece
de la superficie. El calcio se distribuye en todo el perfil del suelo cuando se aplica yeso,
con cal, el calcio solo es alto en la superficie. Todo lo anterior es lo que favorece el
crecimiento de raíces, y de esta forma poder aprovechar los nutrientes y el agua que se
encuentran en profundidad y que en unas condiciones de toxicidad no son accesibles
a las plantas.
Cuadro 5.18. Movilidad de especies químicas del Al+3 y Ca+2 totales, como iones libres
y pares iónicos en suelos que han recibido cal y yeso (Pavan y Bingham. 1982).
Prof. Alt+3t Al+3 AlSO4+ AlOH+2 Al(OH)2+ Al(OH)o Cat+2 Ca+2 CaSO4o
(cm) µM % de Alt+3 mM % de Cat+2
Cal
0-5 0 0 0 0 0 0 5.16 95 0
5–10 0 0 0 0 0 0 3.61 98 0
10–20 15 50 0 28 12 10 0.41 100 0
20–40 23 70 2 21 5 2 0.04 100 0
40-60 31 76 2 18 4 0 0.05 100 0
60-80 50 80 1 16 3 0 0.06 100 0
80-100 53 80 1 16 3 0 0.06 100 0
Yeso
0-5 90 42 37 15 4 2 7.50 68 29
5–10 70 40 44 13 3 0 3.90 60 34
10–20 60 42 44 12 2 0 2.10 64 31
20–40 53 48 40 10 2 0 1.80 68 28
40-60 45 60 29 10 2 0 1.30 72 26
60-80 60 60 29 10 2 0 1.00 72 25
80-100 68 64 26 9 1 0 0.60 75 21
171
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
El anión de la enmienda que acompaña al calcio tiene un gran efecto sobre su movili-
dad. La posibilidad de formar un determinado tipo de par ionico determina si el calcio
se mueve o no con el agua que percola en el perfil del suelo. En la figura 5.16 se mues-
tra los resultados de un estudio de lixiviación en columna de un suelo. En este ensayo
se aplicó superficialmente calcio acompañado por diferentes aniones. La cantidad de
agua aplicada fue igual a la precipitación de un año. Se observa el efecto que tiene
el anión en la movilidad del calcio en el suelo. El calcio aplicado como carbonato no
tiene mucha movilidad. Esto es debido a que el ión carbonato es convertido en CO2
y H2O por la acidez del suelo en superficie y el calcio queda en la posibilidad de ser
retenido por el complejo de cambio. Los sulfatos llevan al calcio hasta los setenta cm y
los cloruros los distribuyen en toda la profundidad evaluada. Los pares iónicos, CaSO40,
CaSO4+ y CaClo, CaCl+ influyen en su movilidad. Las propiedades de los suelos tienen
una marcada influencia en esta movilidad. La cantidad y naturaleza de las cargas eléc-
tricas, el pH, el contenido de arcilla, entre otras, ejercen un efecto importante en los
aniones (Bohn y otros, 1993).
172
Raúl D. Zapata Hernández
Los estudios en solución nutritiva y en solución del suelo han demostrado que la activi-
dad del Al es la forma mas indicada para medir su toxicidad (Adams, 1974; Pearson,
1971). Pavan, y Bingham (1982a), Sposito (1989), Adams y Rawajfih (1977) dem-
ostraron que el yeso actúa disminuyendo la actividad de este catión, además, hace un
aporte importante de azufre y calcio al suelo. El efecto benéfico de la disminución de la
toxicidad de Al se ve algunas veces confundido por la aplicación de estos nutrimentos,
que son deficientes en los suelos ácidos.
Es necesarios para el uso racional de esta enmienda tener criterios que se basen en fun-
damentos teóricos correctos para la recomendación de yeso. Actualmente no existen
elementos experimentales que permitan hacer una dosificación correcta de la cantidad
de yeso a aplicar al suelo (van Raij, 1988).
Van Raij (1988) hace una revisión de los criterios tomados por varios investigadores
para la recomendación de la dosis de yeso. Algunos toman como criterio el contenido
de materia orgánica del suelo. Otros consideran que solo se debe aplicar yeso cuando
el contenido de Ca intercambiable es bajo y el Al intercambiable es alto, sin especificar
valores. Otro de los consultados considera que los valores de Ca deben ser menores de
0.3 meq/100 cm3 de suelo y la saturación de Al debe ser mayor de 40.
173
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Sumner (1993) encontró que la dosis de yeso estaba relacionada con la capacidad de
los suelos de remover Ca y S de una solución de CaSO4 0.005 M combinada con el
cambio de pH medido en dos soluciones (CaSO4 0.005 M y CaCl2 0.005M). Los suelos
que responden a la aplicación de yeso caen en el lado positivo del gráfico formado por
la retención de yeso y el ΔpH (figura 5.17).
Figura 5.17. Relación entre el ΔpH el yeso adsorbido por el suelo en suelos con respu-
esta diferencial a la aplicación (Sumner, 1993).
Malavolta y otros (1981), citado por Raij (1988) sugiere la siguiente recomendación de
yeso basado en el contenido de materia orgánica del suelo como único criterio para
definir la dosis
174
Raúl D. Zapata Hernández
Los yesos de mina e industriales son iguales en cuanto a la capacidad de aportar calcio
y azufre al suelo, pero varían en cuanto a otros elementos y el tamaño de partícula, que
influye en la cinética de disolución, ver cuadro 5.19. Por ejemplo, el fosfoyeso, aunque
tiene muy baja cantidad de fósforo y flúor, por las altas dosis de aplicación y frecuencia,
el aporte de fósforo y flúor al suelo, llega a ser significativo.
El fosfoyeso se forma en la reacción del ácido sulfúrico con la roca fosfórica para pro-
ducir ácido fosfórico. Una reacción general sería:
La reacción 5.42 es solo uno de los casos, ya que como reactivo pueden estar diferentes
tipos de roca fosfórica, desde hidroxiapatitos hasta carbonatoapatitos, e incluso tener
menos agua en el sistema de reacción. La producción en el mundo de fosfoyeso es
inmensa, ya que por cada tonelada de ácido fosfórico que se fabrica, se produce once
toneladas de fosfoyeso. En el cuadro 5.19 se presenta la composición del fosfoyeso
producido en Brasil y Estados Unidos.
El fósforo es una impureza importante en le fosfoyeso. Dadas las altas dosis que se
aplica a los suelos, este aporte de fósforo llega a ser significativo (van Raij, 1988). El
flúor es otra de la impurezas que tiene efecto en el control del Al+3. Se ha encontrado
que la mayor efectividad del fosfoyeso sobre el yeso de mina se debe a la capacidad
complejante del flúor. Esta base de Lewis forma complejos mas estables con el Al+3 que
el mismo sulfato (Sposito, 1989).
175
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuadro 5.19. Composición del fosfoyeso producido en Brasil y Florida (USA) en rel-
ación con el yeso teórico (CaSO4.2H2O) y el de mina (modificado de Sumner, 1993;van
Raij, 1988).
El yeso tiene una solubilidad en agua pura aproximadamente de 2.59 g/L. La solubilidad
se incrementa en presencia de iones de sales neutras. Un aumento de la salinidad de
la solución del suelo tiende a aumentar la solubilidad del yeso. Esto se debe al efecto
que tiene la fuerza iónica sobre la actividad de los iones. Un ejemplo ayuda a entender
este efecto. Se considera el mineral yeso, cuya constante de solubilidad es (Sposito,
1989):
(5.46)
176
Raúl D. Zapata Hernández
(5.47)
Cuadro 5.20. Efecto de la fuerza iónica, representada por una solución de NaCl, sobre
la solubilidad del yeso.
177
Raúl D. Zapata Hernández
CAPITULO 6
Introducción.
El pH suelo es una de las tres variables para caracterizar la acidez del suelo, las otras
dos son la capacidad neutralizante de acidez y la capacidad amortiguadora. Pero es el
pH la variable que mas se utiliza para caracterizar y relacionarla con propiedades del
suelo; por tal motivo al pH lo denominan la variable maestra en los estudios de suelo
(McBride, 1994; Sposito, 1981). El conocimiento del pH es necesario para entender
los procesos químicos, la génesis del suelo, la fertilidad y la disponibilidad de nutrien-
tes para la planta. La acidez a través del pH es utilizada en los distintos niveles en la
Taxonomía, para caracterizar la reacción del suelos, etc. A continuación se presentan
ejemplos del uso de la acidez, medida a través del pH, en los distintos campos de la
Ciencia del Suelo.
De acuerdo con el valor de pH que presenten los suelos se califican de varias maneras
según el Soil Survey Division Staff (SSDS, 1993):
VALOR CALIFICACIÓN
< 3.5 Ultra ácido
3.5 - 4.4 Extremadamente ácido
4.5 - 5.0 Muy fuertemente ácido
5.1 - 5.5 Fuertemente ácido
5.6 - 6.0 Moderadamente ácido
6.1 - 6.5 Ligeramente ácido
6.6 - 7.3 Neutro
7.4 - 7.8 Ligeramente alcalino
7.9 - 8.4 Moderadamente alcalino
8.5 - 9.0 Fuertemente alcalino
> 9.0 Muy fuertemente alcalino
179
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
La anterior es una clasificación muy detalladas de la acidez activa de los suelos. En tér-
minos generales puede considerarse que desde el punto de vista del pH, los suelos se
pueden agrupar en tres grandes categorías: Suelos ácidos los que presentan pH < 6.5;
Suelos neutros los que tienen pH entre 6.5 y 7.3 y Suelos básicos aquellos que exhiben
valores de pH > 7.3.
Jaramillo (2002) hace la siguiente revisión del significado de la acidez, mida como pH o
el factor intensidad, en la taxonomía de suelos del USDA (SSS, 1999, 1998). Considera
que en este sistema de clasificación están definidas varias propiedades diagnósticas con
base en el pH. Por ejemplo, los materiales espódicos del suelo y el horizonte sulfúrico,
presentan pH en agua relación 1:1 mayores a 5.9 y menores a 3.5, respectivamente.
El pH en KCl se utiliza como criterio diferencial al nivel de gran grupo en los Oxisoles:
Cuando su valor es de 5.0 o más, caracteriza a taxones con las partículas Acr o Acro.
Las familias Ácida y No ácida de suelos minerales están definidas por tener pH en CaCl2
0.01M (1:2) < 5.0 y ≥ 5.0, respectivamente; también las familias Euic y Dysic de los
Histosoles y de los Histel se diferencian por dicho valor de pH: ≥ 4.5 y < 4.5, respec-
tivamente.
El ΔpH (pHKCl – pHH2O) cuando es igual a cero o cuando es positivo en ciertas horizontes
del suelo, identifica a subgrupos Anionic en los Oxisoles (Uehara y Gillman, 1983).
En el sistema de clasificación de suelos del USDA (SSS, 1999, 1998), hay varios órdenes
donde los suelos son dominantemente básicos en su reacción. En el orden Aridisol,
prácticamente todos los suelos presentan reacción neutra o básica, predominando esta
última; las condiciones climáticas bajo las cuales se desarrollan estos suelos son las
adecuadas para que no se presente lixiviación en el suelo y para que se acumulen los
productos de la meteorización y/o de la pedogénesis en ellos, generando características
básicas.
Los suelos de los órdenes Oxisoles y Ultisoles (suelos tropicales típicos) agrupan sólo
suelos ácidos, los cuales se caracterizan por presentar una evolución avanzada, alta
lixiviación de bases, bajo contenido de minerales meteorizables y predominio de ses-
quióxidos de Fe y Al en la fracción arcilla.
El orden de los Espodosoles agrupa suelos ácidos originados por alta lixiviación de bases
y por procesos de eluviación - iluviación de materia orgánica, arcilla y/o sesquióxidos de
Fe y Al o por la acumulación de materiales espódicos. Estos suelos se originan principal-
mente en climas húmedos y con materiales parentales muy permeables.
180
Raúl D. Zapata Hernández
En los Vertisoles, aunque se presentan unos pocos taxa con suelos ligeramente ácidos,
la gran mayoría de los suelos que se clasifican dentro de este orden son neutros o
básicos, situación favorecida por el tipo de arcillas que presentan. En este orden son
frecuentes los suelos sódicos, salinos y magnésicos en Colombia (Madero, 2000).
Buena parte de los suelos de los órdenes Mollisoles y Alfisoles presentan condiciones
de reacción básica; en los Mollisoles son comunes los suelos calcáreos en el Valle del
Cauca, Colombia y en los Alfisoles se presentan algunos suelos sódicos de la Costa
Atlántica, el Altiplano Cundiboyacense y el Valle del Cauca en Colombia.
Algunos órdenes presentan taxa donde los suelos son ácidos; en Colombia, los suelos
ácidos más frecuentes se identifican mediante los siguientes elementos formativos
(Jaramillo, 2002):
Al nivel de familia se definen algunos taxa cuyos suelos pueden presentar condiciones
de acidez:
181
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
de drenaje, la rapidez con que drenan el agua será igual a la forma como desciende
el pH del suelo. La acidez generada es suficiente para atacar las arcillas y destruirlas,
dejando en solución al silicio y al aluminio. Esto hace que se pase de un suelo saturado
con protones a tener un suelo saturado con Al intercambiable (Bohn et al. 1993).
182
Raúl D. Zapata Hernández
En la figura 6.1 se presenta esquemática la condición redox de los suelos con presencia
de pirita y sulfatos.
Figura 6.1. Proceso de reducción de sulfatos (a) y oxidación de pirita (b) en dos condi-
ciones del suelo (modificado de McBride, 1994).
Los suelos sulfato ácidos potenciales contienen una capa de pirita en condiciones de
saturación. Esta capa puede ser arcillosa, limosa o arenosa, usualmente es gris oscura y
183
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
blanda. El agua impide que el oxígeno reaccione con la pirita. Si esta condición reduc-
tora se elimina el sulfuro de hierro puede formar ácido sulfúrico.
Los suelos sulfato ácido se forman cuando la pirita es expuesto al oxígeno del aire y
produce ácido sulfúrico. El mismo suelo puede neutralizar parte del ácido producido.
El ácido remanente fluye del suelo y acidifica el agua de drenaje causando grandes
problemas en todos los sitios donde llega esta agua. Genera toxicidad en el suelo por
aluminio, manganeso y metales pesados como cadmio, impidiendo en la mayoría de
los casos desarrollo de plantas. En el caso que exista una capa orgánica sobre la pirita
esta puede incendiarse por el calor generado en la oxidación. En general, la actividad
agrícola y pecuaria que se puede realizar en esto suelos en nula.
El drenaje de los suelos potenciales sulfato ácidos les confiere drásticos cambios ya que
se genera una acidez extrema en meses o en semanas. En Soil Taxonomy (SSS, 1999,
1998) se define el horizonte sulfúrico como un horizonte mineral u orgánico con un pH
menor que 3.5 (1:1 en agua) y con moteado de jarosita con un color amarillo y croma
de 6 o mayor. Como Gran Grupo se clasifican como Sulfaquents. En los Sulfaquents
el pH llega a ser < 3.5 y se forma un moteado de jarosita al rededores de agregados y
paredes de los poros. El agua de drenaje de los suelos sulfato ácidos es un problema
por su acidez y presencia de metales pesados y ocasiona problemas a los cuerpos de
agua donde llegan. Las aguas son corrosivas, atacan las tuberías y el concreto y libera
Al+3 al atacar las arcillas.
Arcilla-M + SO4-2 + 2H+ + Cl- + H2O ↔ Arcilla-H + SO4-2 + Cl- + M+n (6.12)
Coleman y Craig (1961), citado por Bohn et al (1993) midieron la vida media de la tasa
184
Raúl D. Zapata Hernández
Lo mejor que se puede hacer con estos suelos, es pues, no drenarlos. Se debe evitar
correr el riesgo que se oxigene el horizonte que contiene pirita. Esta forma de azufre
reducida no es un problema en esta condición. Una vez oxidada la pirita se produce
ácido sulfúrico que es muy costoso y difícil de neutralizar. Una de las soluciones para
minimizar el daño que causa las aguas de drenaje de los suelos sulfato ácidos ha sido
la adición de cal para neutralizar su acidez. Inundar de nuevo estos suelos es una forma
de parar su oxidación y que sigan causando daño. Para que esta reacción de reducción
suceda se debe tener en el suelo suficiente materia orgánica como agente reductor. De
otra forma la reducción del sulfato no procederá.
185
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
A medida que se concentran un poco mas las aguas, las situación cambia a:
Las propiedades químicas del agua de riego tienen que ser cuidadosamente identifica-
das y controladas para, que al ser usadas en el riego, no afecten las propiedades físicas
y químicas del suelo que las recibe. Para evaluar la calidad de un agua para riego, no
solo se debe tener en cuenta su composición química, como lo considera el Manual de
la USDA sino además el clima, el cultivo y el mismo suelo, como lo plantea Pla (1968;
1969, 1981).
Una gran parte del agua que se aplica al suelo como riego es evapotranspirada, otra es
almacenada en el suelo y otra parte es drenada. En el proceso de evapotranspiración
solo se pierde agua, quedando las sales en el suelo, donde se acumulan o son drenadas
si hay suficiente agua para ello y si el suelo tiene buen drenaje natural o artificial. Así,
para prevenir la afección por sales al suelo, es necesario un adecuado drenaje en el
186
Raúl D. Zapata Hernández
subsuelo y una aplicación de agua de riego que sea capaz de suplir el uso consuntivo
y un exceso para el drenaje. Los requerimientos de drenaje tienen que ser conocidos
antes de regar, con el fin de decidir si el drenaje natural es suficiente o es necesario
hacer un sistema de drenaje artificial.
donde:
Lr: Lámina de riego aplicada en la zona de control.
Luc: Lámina que sale por uso consuntivo de la zona de control.
Ls: Lámina de agua que se almacena en el suelo en la zona de control.
Ld: Lámina de agua que se drena de la zona de control
Lr - Ld - Luc - Ls = 0 (6.15)
187
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
(6.16)
(6.17)
(6.18)
(6.19)
(6.20)
(3) (RL)Cr < Cd : Las sales que se acumuladas en la zona de control son lavadas.
En la condición (1) los suelos resultan afectados por sales. La composición iónica result-
ante de este proceso de concentración se definirá el tipo de suelo y el pH del mismo.
En los suelos salinos predominan los sulfatos y cloruros de sodio. Estas sales no produ-
cen hidrólisis, por lo tanto el pH es neutro (ver cuadro 1). En los suelos salinos sódicos
predomina el sulfato con precipitación de carbonatos, por lo que el pH será neutro.
En los suelos sódicos el predominio en la solución del suelo es de bicarbonatos, por lo
que pH será alcalino.
188
Raúl D. Zapata Hernández
La reacción (6.23) es la única que produce hidrólisis alcalina, las reacciones (6.21) y
(6.22) no cambian el pH del medio ya que son sales neutras (ver cuadro 1.5).
En el cuadro 6.2 se presenta el efecto que tienen la calidad del agua de riego, el clima
y las propiedades hidráulicas del suelo en el desarrollo de los diferentes tipos de suelos
afectados por sales.
Los suelos calcáreos tienen carbonato de calcio libre. Este carbonato puede se here-
dado del material parental o puedes tener origen pedogenético cuando el producto
de las actividades del carbonato y del calcio superan el producto de solubilidad de esta
sal. Otro origen del carbonato en los suelos puede ser por contaminación de empresas
sementeras. El pH de estos suelos esta gobernado por la solubilidad del carbonato y
no podrá ser mayor de 8.2. A media que la presión de CO2 se incrementa en el suelo,
el pH puede bajar a valores entre 7.6 y 7.8 como lo determina la siguiente relación
(Sposito, 1989, Lindsay, 1989):
189
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
pH alcalino pH alcalino
HCO3>SO4>Cl HCO3>SO4>Cl
Na>>>Ca+Mg Na>>>Ca+Mg
Precipitan:
CaCO3, MgCO3
190
Raúl D. Zapata Hernández
Existen evidencias de que el pH tiene poco o ningún efecto directo sobre el crecimien-
to de las plantas. Se ha visto que las concentraciones de H+ y OH- no ejercen ninguna
influencia sobre las plantas. Sin embargo los efectos indirectos que esto dos iones ejer-
cen son numerosos e importantes. Ya se ha mencionado la toxicidad de Al+3 en el suelo
a pH menores de 5.5. Mientras que un pH menor de este valor en solución nutritiva no
tiene ningún efecto detrimental en las plantas.
En muchos casos, el aumento de pH por encalado hace mas disponible los nutrientes y
es una forma mas económica que la sola aplicación de fertilizantes. En los suelos fuerte-
mente ácidos existe una baja disponibilidad de nutrientes, con la excepción de hierro.
Las bacterias son mas activas en un rango de pH entre 6.0 y 8.0. Los actinomicetes pre-
fieren un rango mas estrecho de pH, entre 7.0 y 7.5. Solamente los hongos prefieren
condiciones ácidas y algunos crecen bien en pH tan bajos como 4.0. Los dos grupos
de bacterias fijadoras de nitrógeno no funcionan bien en suelos ácidos, igual cosa
sucede a las bacteria nitrificantes. Estos situaciones explican porque la disponibilidad
de nitrógeno es mayor entre pH 6.0 y 8.0 (Green et al., 1981).
191
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Cuadro 6.3. Rango de pH, relacionado al largo de la línea, adecuado para varios
cultivos.
Cultivos pH
5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5
Alfalfa
Red Clover
Trigo
Maíz
Avena
Remolacha
Algodón
Tomates
Tabaco
Papas
Melones
Mora
192
Raúl D. Zapata Hernández
Los compuestos de fósforo que se forman en suelos ácidos cuando se aplican como fer-
tilizantes son de muy baja solubilidad. La baja insolubilidad en estos suelo se debe a que
los fosfatos solubles provenientes de los fertilizantes reaccionan con Al+3 y Fe+3 y forman
compuesto muy insolubles como la variscita y la vivianita que tiene constantes de solu-
bilidades de 10-33 y 10-34 respectivamente (Lindsay, 1979). Los fosfatos de calcio son mas
solubles, es por esto que los suelos con pH entre 5.5 y 6.5, tienen mas fósforo disponible
para las plantas. Cuando los pH del suelo son superiores 8.2, se forman algunos tipos de
fosfatos de calcio que son igualmente muy insolubles. En condiciones de suelos alcalinos,
se forman fosfatos de sodio que son muy solubles. Ya en este caso las propiedades físicas
del suelo son las causan de los bajo rendimientos de los cultivos (Pla, 1981).
Figura 6.3. Relación entre el pH y la saturación de bases para los diferentes coloides
del suelo (Melich, 1942)
Los microelementos Fe+3, Mn+2, Zn+2 y Cu+2 son los mas afectados por el pH del suelo.
Cuando el pH del suelo aumenta, se forman hidróxidos de estos cationes metálicos.
193
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Estos compuestos son de muy baja solubilidad causando deficiencias en los cultivos.
La disponibilidad de estos nutrientes es mayor en suelos ácidos (Lindsay, 1979). Una
forma de tener disponibles estos nutrientes al pH de los suelos agrícolas es mediante la
aplicación de materia orgánica y aplicándolos directamente como quelatos (Stevenson,
1982; Lindsay, 1979).
El boro es el único elemento que la planta toma en forma molecular como H3BO3
(Barber, 1995). Esto hace que la disponibilidad del boro este muy asociada al pH del
suelo. Cuando el pH del suelo aumenta, el ácido pierde protones y de esta forma deja
de ser disponible. Por lo anterior, se ha visto que el encalado ejerce gran influencia en la
disponibilidad de este micronutriente. El molibdenos es el único de los microelementos
que aumenta su disponibilidad cuando aumenta el pH del suelo (Barber, 1995).
194
Raúl D. Zapata Hernández
Cuando un suelo ácido oxidado es inundado, algunas veces su pH decrece durante los
primeros días, alcanza un mínimo, y luego se incrementa asintóticamente, para alcan-
zar un valor estable en el tiempo de pH, como se observa en la figura 6.5. Algunas
semanas después de la inundación, el pH llega a valor entre 6.7 y 7.2 (suelo:agua de
1:1) y entre 6.5 y 7.0 en la solución del suelo. El decrecimiento del pH inicialmente es
debido, probablemente, a la acumulación de CO2 producido por la respiración de las
bacteria aeróbicas. Los suelos alcalinos disminuyen su pH con la inundación. Las bajas
temperaturas retardan los cambios de pH (Ponnamperuma, 1972).
El aumenta del pH en los suelos reducidos se entiende del examen de los pares redox
del cuadro 1.5, En estas reacciones los protones y electrones no son usados en igual
número, como se observa en la figura 6.4B. Durante la reducción de algunas especies
oxidadas los protones son consumidos en mayor cantidad que a los electrones.
Como los suelos tienen una mayor cantidad de oxihidróxidos férricos que otros catio-
nes metálicos oxidados, el incremento de pH de suelos ácidos minerales es debido al
sistema H2O - Fe y puede ser descrito por la ecuación (Ponannperuma, 1972):
En los suelos inundados no es posible analizar la actividad del protón sin tener en
cuenta la actividad del electrón. Para la máxima condición aeróbica la relación entre el
protón y el electrón es:
pe + pH = 20.69 (6.28)
195
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
pe + pH = 0
(6.29)
El pH en los suelos inundados tienen gran influencia en los equilibrios de los hidróxi-
dos, carbonatos, sulfuros, fosfatos y silicatos. Estos equilibrios regulan la disolución y
precipitación de sólidos, la adsorción y desorción de iones y la concentración de iones
importantes en la nutrición de las plantas como son Al+3, Fe+2, H2S, Zn+2, Cu+2, Mn+2 y
ácidos orgánicos no disociados.
196
Raúl D. Zapata Hernández
Bibliografía
Adams, F. 1974. Soil solution. En E. W. (ed) The plant root and its environment. University Press
of Virginia, VA.
Adams, F. y Z. F. Lund. 1966. Effect of chemical activity of soil solution aluminium on cotton root
penetration of acid subsoil. Soil Sci. 101:193-198.
Adams, F. y B. L. Moore. 1983. Chemical factors affecting root growth in subsoil horizons of
coastal plain soils. Soils Sci. Soc. Am. J. 47:193-198.
Adams, F y Z. Rawajfih. 1977. Basaluminite and alunite: a possible cause of sulphate retention
by acid soils. Soil Sci. Soc. of Am. J. 41:686-692.
Adams, F. and C. E. Evans. 1962. A rapid method for measuring lime requirement of red-yellow
podzolic soils. Soil Sci. Soc. Amer. Proc. 26:355-357.
Aitken, R. L. 1992 Relationships between extractable Al, selected soil properties, pH buffer
capacity and lime requirement in some acidic Queensland. Aust. J. Res. 30(2):227-233.
Barber, S. A. 1995. Soil nutrient bioavailability: a mechanistic approach. John Wiley and Sons,
Inc. New York. 413p.
Barnhisel, R. y P. M. Bertsch. 1982. ASA. SSSA. (ed). Aluminium. Methods of soil analisys, Part 2.
Chemical and microbiological properties. Agronomy Monograph no 9. (2nd Edicion).Madison.
Wi. 275-297p.
Barshad, I. 1966. Effect of variation in precipitation on the nature of clay formation in soils from
acidic and basic rocks. Proc. Int. Clay Conf. (Jesrus.) 1:167-173.
Bartlett, R. y D. C. Riego. 1972. Effect of chelation on the toxicity of aluminium. Plant and Soil.
37:419-423.
Barak, P. 1990. SPECIES. A spreadsheet program for modeling speciation of soil solution. J.
Agron. Educ. 19:44-46.
197
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Baham, J. 1984. Prediction of ion activities in soil solutions: Computer equilibrium modeling. Soil
Sci. Soc. Am. J. 48:525-531.
Ball et al. 1979
Beckett, P. H. 1977. Critical cation relativity ratio. Adv. Agr. 24: 379-412.
Birkeland, P. W. 1984. Soils and geomorphology. Oxford University Press. New York.
Baldock, J. y P. N. Nelson. 2000. Soil organic matter. En Hand Book if Soil Science. M. Sumner
(ed.). CRC Press, Washintong.B25-B84.
Bloom, P. R. y D. F. Grigal. 1985. Modeling soil response to acid deposition in no sulfate adsorb-
ing soils. J. Environ. Qual. 14:481–495.
Bloom, P. R. 2000. Soil pH and buffering. M. E. Sumner (ed) Handbook of Soil Science. CRS Press.
Boca Ratón. B333-350.
Bloomfield, C. y J. K. Coulter. 1973. Genesis and amnagement of acid sulfate soils. Adv. In
Agron. 25:265-326.
Bohn, B H. L.; B. L. McNeal y G. A. O’Connor. 1993. Química de suelos. De. Limusa. México.
370 p.
Buol, S. W., F. D. Hole y R. J. McCracken. 1981. Génesis y clasificación de suelos. Ed. Trillas,
Mejico.
Bradfield, R. 1941. Calcium in the soil: I. Physico-chemical relations. Soil Sci. Am. Proc. 6:8-15.
Brady N. C. y R. R Weil, 1999. The nature and properties of soils. Prentice Hall Inc. New Jersey.
881p.
Burbano, H. 1989. El Suelo: Una visión sobre sus componentes biorgánicos. Universidad de
Nariño. Pasto. 447 p.
Cardona G. I. 2000. Capacidad de amortiguamiento ácido de los suelos del sistema central:
Cargas críticas. Tesis doctorado. Univ. Autónoma de Madrid, Madrid.
Coleman, N. T. y G. W. Thomas. 1984. The basic chemistry of soil acidity. En Soil acidity and lim-
198
Raúl D. Zapata Hernández
Cochran, T. T.; J. Salinas y P. A. Sánchez.1980. An equation for liming acid mineral soils to com-
pensate crop aluminium tolelance. Trop. Agric. (Trinidad) 57:133-143.
Chaves, J. C. D.; M. Pavan.; M. Mizayawa. 1991. Especiacao química da solucao do solo para
interpretaca de calcio e aluminio por raíces de cafeeiro. Pesqui. Agropecu. Bras. 26:447-453.
Dewan, H. C. Y C. I. y Rich. 1970. Titration of soils. Soil Sci. Soc. Amer. Proc. 34:38-44.
Drake M. y J. D. Campbel. 1956. Cation exchange capacity of plant roots as related to plant
nutrition. Proc. Hort. Sci. 67:563-569.
Fassbender, H. W. 1982. Química de suelos con énfasis en suelos de América Latina. IICA. San
José. Costa Rica. 398 p.
Fieldes, M y K. W. Perrott. 1966. The nature the allophane in soils. Part 3. Rapid field and labora-
tory test for allophane. N. Z. J. Soil Sci. 9-623-629.
Foy, C. D. 1983. Plant adaptation to mineral stress in problem soils. Iowa State J. O Res. 57:339-
354.
Foy, C. D. 1974. Effects of aluminium on plant growth. En E. W. Carson (ed). The plant root and
its environment. University of Virginia Press. 601-642p.
Fox, R. L. 1980. Soils with variable charge: agronomic and fertility aspects. En B. K. G. Theng (ed.)
Soils with variable charge. New Zealand Soc. of Soil Sci., Lower Hutt.
Foy, R. L. y A. L. Fleming. 1978. The physiology of plant tolerance to excess available aluminium
and manganese in acid soils. En G. A. Jund (ed.). Crop tolerance to suboptimal land condition.
Am. Soc. Agr. Especial publication, Nº 32, Madison, Wi. 301-328p.
Gaines, R. V., H. W. Skinner, E. F. Foord, B. Mason, y A. Rosenzweig. 1997. Dana’s new mineral-
ogy. John H. Wiley and Sons, New York.
Gutiérrez, F.; R. Zapata y D. Carmona. 1997. Especiación del fósforo en la solución del suelo de
tres Andisoles del Oriente Antioqueño bajo fertirrigación. Revista Suelos Ecuatoriales. 27:117-
122.
199
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Helyar, K. R. y W. M. Porter. 1989. Soil acidification, its measurement and the processes involved.
En A. D. Robson (ed.) Soil acidity and plant growth. Academic Press. Australia. 61-102p.
Hoyt, P. B. y R. C. A. Turner. 1975. Effects of organic matter added to very acid soils on pH,
aluminium, exchangeable NH4+ and crop yields. Soil Sc. 119:227-237.
James, B. R. y S. J. Riha. 1986. pH buffer in forest soil organic horizons: Relevance to acid pre-
cipotation. J. Enviroron. Qual. 15:229-234.
Jaramillo, D. 1995. Andisoles del Oriente Antioqueño. Caracterización química y fertilidad. Ed.
Ecográficas ltda. Medellín. 35 p.
Jackson, D. 1963. Aluminum bonding in soils: A unifying principle in soil science. Soil Sci. Soc.
Am. Proc. 27:1-10.
Jackson, M. L. 1958 Soil Chemistry analysis. Prentice Hall, Inc. New York. 498 p.
Jiménez, R. y B. Sánchez. 1995. Cargas críticas para la acidez de algunos suelos bajo encinar. Rev.
Soc. Española de la Ciencia del Suelos 1:35-41.
Juo, A. S. R. y E. J. Kamprath, 1979. Cupper chloride as an extractant for estimating the potential
reative aluminium pool in acid soils. Soil Sci. Soc. Am. J. 43:35-38.
Kamprath, E, J. 1970. Exchangeable aluminium as a criteria for liming leached mineral soils. Soil
Sci of Am. Proc. 34: 252 – 254.
Kenneth, M. O. y E. J. Kamprath. 1983. Soil acidity and liming: II Evaluation of using aluminium
extracted by various chloride salts for determination lime requirements. Soil Sci. Soc. Am. J.
47:690-692
Kevie, W. 1973. Physiography, classification and mapping of sulfate acid soils. Proc. Int. Symp.
On Acid Sulfate Soils. Vol 1:204-221. Wageningen.
200
Raúl D. Zapata Hernández
Kittrick, J. A. (Ed.) 1986. Soil mineral weathering. Van Nostrand Reinhold, New York.
Kononova, M. M. 1966. Soil organic matter, it’s role in soil formation and in soil fertility. 2end.
English Ed., Pergamon Press. Londres.
Kwong, N. K. y P. M. Wuang. 1977. Influence of citric acid on the hydrolitic reactions of alu-
minium. Soil Sci. Soc. Am. J. 43:1107-1113.
Lindsay, W. L. 1979. Chemical Equilibria in Soils. Ed. John Willey and Sons. N. Y. 449p.
Lopez de Rojas, I. 1986. Efecto de diferentes fuentes de enmiendas sobre la reacción del suelo y
respuesta del cultivo del sorgo (Sorgum vulgare Peres.) Agronomía Tropical 36:129-141.
Madero, E., A. García, J. Borrero, L. E. Yamil. 2000. Distribución de suelos magnésicos del Valle
del Cauca e hipótesis de formación. Suelos Ecuatoriales, 30-1:50-55.
Magdoff F. R. y R. J. Bartlett. 1985. Soil pH buffering revisited. Soil Sci. Soc. Am, J. 49:145-148.
Marschner, H. 1995. Mineral nutrition of higher plants. 2nd Ed. Academic Press, Londres.
Magistrad, O. C. 1925. The aluminium content of the soil solution and its relation to soil reaction
and plant growth. Soil Sci. 20:181-225.
Mata, R. A. 1972. Respuesta del pasto pangola (Digitaria decumbens, Stent) a la aplicación de
nitrógeno, fósforo y potasio en un suelos franco arenoso de Sabana del Estado Monagas. Trabajo
de Ascenso. Universidad de Oriente, Venezuela.
McLean, E. O. 1982. Soil pH and lime requirement. In Page, A. L., R. H. Miller and D. R. Keeney
(eds.) Methods of soil analysis. Part 2 - Chemical and microbiological properties. (2nd Ed.).
Agronomy 9:199-223.
McLean, E. O., S. W. Dumford, and F. Coronel. 1966. A comparison of several methods of deter-
mining lime requirements of soil. Soil Sci. Soc. Amer. Proc. 30:26-30.
201
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
McLean, E. O., S. W. Dumford, and F. Coronel. 1966. A comparison of several methods of deter-
mining lime requirements of soil. Soil Sci. Soc. Amer. Proc. 30:26-30.
Mehlich, A. 1939. Use of triethanalamine acetate-barium hydorxide buffer for the determina-
tion of some base exchange properties and lime requirement of soil. Soil Sci. Soc. Am. Proc.
3:162-166.
Mehlic, A. 1942. The significance of percentage base saturation and pH in relation to soil differ-
ences. Soil Sci. Soc. Am Porc. 7:167-174.
Neeman, M. 1960. Effects of soil acidity on the growth of cereals with particular reference to
differential reation of varieties thereto. Plant and Soil 12:324-338.
Nelson, P.N. y J.M. Oades, 1998. Organic matter, sodicity and soil strucuture. En M.E Sumner y
R. Naidy (ed) Sodic Soils: Dsitribution, processes, management and enviromental consequences.
Oxford Universy Press. New York. 67-91p.
Nicholaides J. J.y M. I. Piha. 1984. Una nueva metodolgía para la seleccionar cultivares tolerantes
al aluminio y con alto potencial de rendimiento. Proc. Evaluación de sorgo para la tolerancia a
suelos con toxicidad de aluminio en América Latina. CIAT. Cali, Colombia.
Nilsson, J. y P. Grennfelt (ed). 1988. Critical load for sulfur and nitrogen, Report from a Workshop
held at Skokloster, Sweden 19-24 marzo 1989, 418 pp. UN/ECE and Nordic Councel of Ministres,
Miljorappot 15, Stockoholm.
Oates, K. M. Y E. J. Kamprath. 1983. Soils acidity and liming. I. Effect of the extracting solution
cation and acidity on the removal of extractable aluminium from acid soils. Soil Sci. Soc. Am. J.
47:686-689.
Olarte, R. L.; B. Muños; G. Benavidez; F. Garavito; L. Mejía y E. Rozo. 1979. Métodos de Análisis
del Laboratorio de Suelos. Instituto Geográfico Agustín Codazzi. 4º Ed. Bogotá. 664p.
Pavan, M. 1982. Toxicity of aluminium to coffee in Oxisols and Ultisols amended with CaCO3,
MgCO3, and CaSO4.H2O. Soil Sci. Soc. Am. J. 46:1201-1207.
Pavan, M. y F. T. Bingham. 1982. Toxicity of aluminium seedling to coffee grown in nutrient solu-
tion. Soil Sc. Soc. Am. J.46: 993-997
Pearson, W.R. 1971. Problemas de acidez en el subsuelo. Soc. Col. Ciencia del Suelo. Suelos
Ecuatoriales, Vol. III. (1):294-308
Pla, I. 1968. Effects of bicarbonates in irrigation waters on soil chemical and phisical properties as
influenced by leaching and irrigation management. Tesis PhD, no Publicada Dpt. Soil and Plant
202
Raúl D. Zapata Hernández
Pla. I. 1969. Requerimientos de drenaje cuando se usan para riego aguas con altos contenidos
de bicarbonatos . Fitotecnia Latinoamericana 6: 155 - 181 (1969).
Pla, I. 1981. Relaciones Agua - Suelo - Planta . CIDIAT, Mérida, Ven. 99 p. (1981).
Pla, I. 1996. Soil salinization and land desertification. En Soil degradation and desertification in
Mediterranean environments. 105-129. Geoforma. Logroño, España.
Pla, I y F. Dappo, 1975. Sistema racional para la evaluación de calidad de agua para riego.
Suplemento Técnico 12. FUDECO. Barquisimeto. Venezuela.
Pocknee, s. y M.e. Sumner. 1997. Cation and nitrgen contents of organic matter determine its
soil limining potential. Soil Sci. Soc. Am J. 61:86-92.
Polle, E. A., A. F. Konzak, y J. A. Kittick. 1978. Visual detection of aluminium tolerance levels in
wheat by hematoxylin staining of seedling roots. Crop Sci. 18:823-827.
Pons, L. J. 1973. Outline of genesis, characteristics, classification and improvement of acid sulfate
soils. Proc. Int. Symp. On Acid Sulfate Soils. Vol 1:3-27. Wageningen.
Ponamperuma, F. N. 1972. The chemistry of submerged soils. Adv. Agron. 24: 29 – 96.
Reichard, K. 1985. Processos no sistema solo agua atmosfera. Fundacas Crgill. Compinas, Brasil
378p.
Reuss, J. O. 1991. The transfer of acidity from soil to surface water. En B. Ulrich y M. E. Sumner
(ed) Soil Acidity. Springer-Verlag. Berlin. 203-217.
Ritche, K. D., D. M. G. Souza, E. Lobato y O. Correa. 1980. Calcium leaching to increase rooting
depth in a Brazilian savannah Oxisol. Agron. J. 72:40-44.
Rowell, D. L. 1981. Oxidation and reduction. En The chemistry of the soil processes. D. J.
Greeland y M. H. B, Hayes (Eds.). John Wiley and Sons Ltd. New York. 401-461
Rodríguez O. H.y M. J. Williams. 1986. Relación de la capacidad de intercambio catiónico del sis-
tema radical del sorgo (Sorhum bicolor (L) Moench) con la tolerancia a la toxicidad del aluminio.
Tesis Ing. Agrónomo. Universidad Central de Venezuela, Maracay. 65p.
Salinas, G. J. 1981. Tolerancia diferencial de las plantas a la acidez y bajo contenido de fósforo
aprovechable en suelos ácidos. En Proc. Manejo de Suelos Ácidos, Soc. Col. Ciencia del suelo,
Popayán.
203
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
Salinas, J. y R. García. 1985. Métodos químicos para el análisis de suelos ácidos y plantas for-
rajeras. Centro Internacional de Agricultura Tropical. Cali, Colombia. 83p.
Sánchez, P. A. y J. G. Salinas. 1983. Low input technology for managing Oxisol ans Utisol in
tropical America. Adv. Agron. 34: 279 – 406.
Sánchez, P. 1981. Suelos del trópico: Características y manejo. IICA. San José. Costa Rica. 534 p.
Sims, J. T. 1996. Lime requirement. In: D. L. Sparks (ed.) Methods of Soil Analysis. Part 2:
Chemical properties (3rd ed.). ASA, SSSA, CSSA, Madison, WI.
Schofield, R. K. Y A. W. Taylor. 1955. The measurement of soil pH. Soil Sci. Soc. Am Proc. 19:164-
167.
Shoemaker, H. E., E. O. McLean, and P. F. Pratt. 1961. Buffer methods of determining lime
requirements of soils with appreciable amounts of extractable aluminum. Soil Sci. Soc. Amer.
Proc. 25:274-277.
Sims, J. T. 1996. Lime requirement. In: D. L. Sparks (ed.) Methods of Soil Analysis. Part 2:
Chemical properties (3rd ed.). ASA, SSSA, CSSA, Madison, WI.
Silva, F; Olarte, L. 1971. Determinación e interpretación del pH del suelo. Suelos Ecuatoriales.
3(1):43-65.
Soil Survey Division Staff (SSDS). 1993. Soil survey manual. Handbook No. 18. United States
Department of Agriculture (USDA). Washington D. C. 437 p.
Soil Survey Division Staff (SSDS). 1998. Keys to soil taxonomy. 8ª. Ed. USDA. Washington D. C.
326 p.
Soil Survey Division Staff (SSDS). 1975. Soil Taxonomy: A basic System of making and interpreting
soil surveys. Agriculture Handbook No. 436. USDA. Washington D. C. 754 p.
Sousa, D. M. G., E. Lobato, K. D. Rtchey. Y T. A. Rein. 1992. Resposta de culturas anais e leucena
a gesso no Cerrado. IBRAFOS. II Seminario sobre o uso do gesso na agricultura. 277-306p. SP,
Brasil.
Sparks, D. 2000. Kinetics and mechanisms of soil chemical reaction. En M. E. Sumner. Hand Book
of Soil Science. CRS Press, Boca Ratón.
204
Raúl D. Zapata Hernández
Sposito, G. 1981. The thermodynamic of the soil solutions. Oxford University Press, New York.
223p
Sposito, G. 1984. The surface chemistry of soils. Oxford University Press, New York. 233p.
Sposito, G. y S. V. Mattigod. 1980. A computer program for the calculation of chemical equilibria
in soil solutions and other natural water system. Kearney Foundation of Soil Science. University
of California. Riverside.
Stumm, W. y J. J. Morgan. 1981. Aquatic Chemistry. 2nd. Ed. John Willey and Sons. New York.
Stevenson, F. L. 1982. Humus Chemistry; genesis, composition, reactions. Wiley and Sons. New
York.
Stevenson, F. J. y A. Fitch. 1986. Chemistry comlexation of metal ions with soil solution organics.
En P. M. Schnitzer (ed). Interactions of soil mineral s with nature organics and microbes. Soil Sci.
Soc. Am. Inc. Madison, W. 29-58p.
Sumner, M. E. 1993. Gypsum and acid soils: The world Scene. Adv. in Agron. 51:1-32
Sverdrup, H. y P. Warfvinge. 1988. Weathering of primary silicate minerals in the nature soil envi-
ronment in relation to a chemical weathering model. Water, Air and Soil Pollution 38:387-408.
Tergas y P. A. Sánchez (Eds.) Producción de pastos en suelos ácidos de los trópicos. CIAT. Cali,
Colombia.
Thomas, G. W. 1967. Problems encountered in soils testing methods. En Soil testing and plant
analisys, Part I. Soil Sci. Soc. Am. Spec. Pub. Nº 2, Madison, Wi.
Tisdale, S. L. Y W. L. 1975. Soil fertility and fertilizer. 3ed. Ed. Macmillan Publisher co. Inc. New
York.
Tobón, J.H, y A. León. 1971. Comparación de varios métodos para determinar requerimientos de
cal en algunos suelos colombianos. suelos Ecuatoriales. 3(1):66-87.
Truog, E. 1946. Reaction influence on availability of plant nutrients. Soil Sci. Soc. Am. Proc.
11:3305-308.
Ulrich, B. 1991 An ecosystem approach to soil acidification. En B. Ulrich y M. E. Sumner (ed) Soil
Acidity. Springer-Verlag. Berlin. 28-75p.
Uehara, G. Y G. Gillman. 1983. The mineralogy, Chemistry and Physic of tropical soils with vari-
able charge clays. Wetviw Tropical Agr. Series, #4. Boulder. Col. 170p.
205
LA QUÍMICA DE LA ACIDEZ DEL SUELO
United States Department of Agriculture (USDA). 1974. Suelos salinos y sódicos. Diagnóstico y
rehabilitación.. Ed. Limusa. México. 172 p.
Van Lierop, W. 1991. Testing soils for pH and lime requirement. p. 73-126. In: R. L. Westerman
(ed.) Soil Testing and Plant Analysis (3rd ed.). SSSA, Madison, WI.
Van Bremen, 1991. Soil acidification and alcalinazation. En B. Ulrich y M. E. Sumner (ed) Soil
Acidity. Springer-Verlag. Berlin. 1-7p.
Van Raij, Bernardo. 1988. Gesso agricola na melhoria do ambiente radicular no subsolo.
Associacao nacional para difusao de adubos e corretivos agricolas. Sao Paulo. 87 p.
Wolt, J. D. 1989. SOILSOLN. A program for teaching equilibria modeling of soil solution composi-
tion. J. Agron. Educ. 18:39-42.
Woodruff, C. M. 1961. Brom cresol purple as an indicator of soil pH. Soil Sci. 92:272-273.
Yamada, T. 2.000. Convivendo com a acidez do solo. Ponto de vista. Informaçoes agronómicas.
No 91.
Yan, F.S., Schubert, y K. Mengel. 1996. Soil pH increase due to biological descaboxylation of
organica anions. Soil Biol. Biochem. 28:617-624.
Yuan, T. L. 1959. Determination of exchangeable hydrogen in soils by titration. Soil Sci. 88:164-
167.
206
Raúl D. Zapata Hernández
207