Está en la página 1de 4

REVISTA DE LA

UNIVERSIDAD DE MEXICO
JUNIO 1964
-
ANATOMÍA DEL RÉGIMEN
YUGOSLAVO
DOS POETAS DE BRASIL
EL MITO DE MARC CHAGALL
ELOGIOS E IMPROPERIOS A
LANDRÚ
UNIVERSIDAD DE MÉXICO

Volumen XVIII, Número 10


s u M A R 1 o
:México, junio de 1964
LA FERIA DE LOS DíAS Jaúne Carda Terrés
Ejemplar: $ 3.00
DOS POETAS BRASILEÑOS Murilo Mendes, Carlos
Dru1111110nd de Andrade
UNIVERSIDAD NACIONAL
DE MÉXICO Víctor Flores Olea
SOBRE LA DEIVIOCRACIA SOCIALISTA

Rector MARC CHAGALL Juan Carda Ponce


Doctor 1gllacio Chdvez
"REVOLUCIÓN" EDITORTAL EN ITALIA Sergio Pacifici
Secretario General:
Doctor Roberto L. l"fantilla Molilw HUMOR F.

SEIS SIGLOS DE LA UNIVERSIDAD


REVISTA UNIVERSIlJAD DE MÉxICO
DE CRACOVIA K. Lepzy
Director:
I"illle Careía 1'errés ARTES PLÁSTICAS Jomí Carda Ascot
Redacción:
CINE Carlos Monsiváis
Alberto Val/al
IlIaH Careía POlice TEATRO Jorge 1bargüengoitia,
luall Vicente Melo
losé Emilio Pacheco Carlos Monsiváis
Carlos Valdés
EL TRIUNFO INTERNACIONAL
La Revisla no se hace responsable de
los originales que no hayan sido so- DEL TEATRO U IVERSITARIO
licitados.
LIBROS Juan Carda Poncc
REVIS'I,\ UNIVEI\SIDAD !lE MÉXICO

SOBRE LA MISMA lIERRA Carlos Valdés


Torre de la ltectoría, 10" piso, Ciudad
Universitaria, México 20, D.F.
Te!. 48-65-00
Ext. 123 Y 124

Toda solici tud de suscripciones debc


dirigirse a:
Tacuba 5, 2~ piso
México 1, D. F.
Te!. 21-30-95
Precio del ejcmplar $ 3.00
Suscripción anual " 30.00
Extranjcro Dls. 5.00

Franquicia postal por acuerdo prcsi-


dencial del 10 de octubre de 1945,
publicado en el D. Of. del 28 de
noviembrc del mismo año

Pi\TROCINADORES
llANCO NACIONAL DE COMERCIO
EXTEI\IOR, S. A.-UNIÓN NACIONAl.
DE PRODUCTORES DE AZÚCAR, S. A.-
fINANCIERA NACIONAL AZUCARERA,
S i\.-INGENIE1WS CIVILES ASOCIA-
DOS, S. A.-(ICA).-NACJONAL fI-
NANCIEI\A, S. l\.-llANCO [)E MÉXICO,
S. A.

Esta revista
no tiene agentes
de suscripciones
i
-_: ('('f: artículo saine ~rarc Cln:\,:111
UNIVERSIDAD DE MÉXICO

EL e 1N S
Hacia una historia del espectador mexicano
Por Carlos MONSIVÁIS
(Notas de 1964) principio siniestró, pero aun sin ese fac-
tor, el chiste reiterativo, la pobreza ar-
Vejaciones inauditas, leves al~grías y dos gumental y el ritmo torpe, e hubieran
o tres compensaciones necesanas, fue!on, impuesto desconsideradamente.
en lo que al cinéfilo mexicano se rehere, Crónica familiar, el film de alerio
el saldo del primer trimestre de 1964:- Zurlini, ve substituido su título por el
Aunque tal vez y en términos generales, no tan ejemplar de Dos He1'manos, dos
su destino no haya sido sino el de una destinos en esta nueva hazaña bautizado-
butaca hum'illada y sin derechos, asalta- ra de la distribución. Zurlini, un cinea -
da por las pretensiones y sometida. a to~o ta del arrojo sentimental, recrea la le-
, tipo de terrores, uqa butaca a qUien dIS- yenda familiar de Vasco Pratolini con
tribuidores y exhioidores sólo le conce- el concurso de las presencias de [ar ello
den el benefido ele las palomitas de maíz. Mastroianni y Jacques Perrin legitima el
El tiempo de estreno dedicado a las p~- _ uso del melodrama, lo convierte en in -
lículas de calidad fue una semana (Cro- trumento del conocer humano, le COI1-
nica familiar, La Mafia, Doctor No); en fiere una ardiente razón de er. Ha un
cambio continuaron prevaleClendo ge- fatalismo emotivo que cií'íe la' vida d
mas de la pornografía mendicante. como estos personajes admirable, y i el aul r
La Basum o esas premoniciones del fin
del mundo que son las cintas nacionales.
En La Mafia (Salvatore Giuliano) , el
tercer film de Francesco Róssi, se mani-
fiesta la vitalidad del cine como animal
político. Rossi, empleando una sintaxis
absolutamente moderna, indaga sobre la
conducta política, sobre el pueblo como
hacedor y como paisaje de la historia. ~o
es el retrato de un héroe o la denunCIa
de un bandido. Es un viaje al centro de
la miseria y la exhibición de las organi-
zaciones y sistemas que la permiten. En
última instancia, un documental crítico
y vehemente, una biografía insólita del
Sur de Italia. '
Giuliano proyecta un romanticismo
desfigurado: el de la Sicilia indepen-
diente; refleja con anarquía una época:
la delación clandestina y la venganza pú-
blica, el terror, el agobio moral. Encar-
na todas las cualidades del bandolero:
el coraje, la desesperación, la ignorancia;
es la confusión ideológica, la sinrazón de Mm'cella Mas/roia"";
la violencia. No demuestra la generación
espontánea: surge de las necesidades de
grupos bien definidos, de situaci?nes eco- no puede redimirlo,'í aP.3z.el ha r·
nómicas concretas, de la mecámca de la los más puros por el pad Iml nl , d
consumar su nostalgia. Zurlini n l m'
ambición' política.
En momentos, el film se resiente de el exceso ni el mal gu to y n u mund
todas las emociones po ibl n r l'lt:1I1
una cierta falta de' claridad. Eso puede
verdaderas.
deberse a una limitación: la ausencia de
La Isla de los Amores Prohibido
contextos, el desconocimiento exacto de
(L'Isola di Arturo) no habla de un n -
las oposiciones entre un Sur empobrecido
ble origen -la novela de El a oranl-:-,
y sus faunas guerrilleras y un Norte ex- de un director eficaz -Damiano Damla·
poliador. Pero aun si carecemos de esa ni- y de actores laborio o -Reginald
cultura histórica, Rossi nos enriquece Kerman, Vanni de Maigret Key ¡ fe r-
sensiblemente, afina nuestra visión de man-; no así de un tema aceptado on
los fenómenos políticos, aguza nuestra decisión ni de un entendimienlo h~ l:1
atención social: sus últimas consecuencia de la po Ibl-
Dino Risi en La Vida Fácil (Il Sor- lidades corporales y espiritua}e de lo
paso), contando con Vittorio Gassman, personajes. Al final, en medIO de u~a
que encarna espléndidamente el jo~e de melancolía infinita, Arturo empre~d~ la
vivre e impulsado por un humor bnllan- huida hacia amores menos prohibido
te y grueso, practica un ferviente home- pero más genuinos.' .
naje a la leper~da, al acelerador ~o?:o . Venus 'a la Venta (The tnpper) , de
fuente del entUSiasmo. En esta OposIClon Franklin Schaffner, permi te una mo~a­
del sedentario que perece y el nómada leja:' La crudeza burda de .h.oy e la 111-
que triunfa, la caj~ de velocida.des se genuidad de mañana y faCIlIta un re ~'
muestra como el mejor de los honzomes men: el espectador que de penó c.ulu.
humanos. • vó a sus peores instinto para acudir al
El Ladrón Apasionado no agrega na- cine, 'concluye por encadenarlo de nue·
da a la vociferante gloria de Anna va en espera de una nueva, meno le-
Magnani, al decoroso pasado de Tato y diosa ocasión.
Fred Clark y al prestigio de Mario Mo.- La veteranía de Mervin .I;-t: Roy (El
nicelli (La Gmn Guerm, Los desconocl- Pequeño César, Soy un Fugltwo~ d~?e­
dos. de. siempre). Todo doblaje es en ría tener el justo premio de la. jubtlaclOl1.
26 UNIVERSIDAD DE MÉXICO

Pero si uno siempre soñó con la genero-


sidad de la sangre, con las aventuras a
pasto y con el ocio sexual, el Doctor No
le resultará un viaje hacia una infancia
T E A T RO
perdida, una infancia áiminaloidc v de-
lirante.
Si no fuera por el temor de caer en
una reflexión banal, yo diría que Motín El LandJú degeneradón de Alfonso Reyes
a Bordo (Mutiny on Bounty) de Lewis
Milestone, confirma que "nunca segun- Por Jorge IBARGüENGOITIA
das partes fueron buenas". Este inexis-
tente l'emake nos conduce a una omisión
piadosa: los nombres de los fallidos su- Chabrol y la Sagan demostraron hace años de empleado bancario) y colocarlo
cesores de Clark Gable, Charles Laugh- poco, ,y no sé si con intención, no sólo en las más prometedoras empresas del
ton y Franchot Tone. Ahora que si de que asesinar a ocho o diez mujeres puede mercado bursátil; tenía, además, la gran
fracasos se trata, es preciso advertir la ser aburrido, sino que es aburrido hasta virtud de que sus planes no siempre tu·
muerte vulgar del naturalismo mexicano ver cómo las asesinan. Mientras el pú- vieron éxito, como por ejemplo, sus in-
en Los Signos del Zodíaco de Sergio Vé- blico bosteza, un buen actor, con barba, tentos de asesinar a Martha Raye, en el
jar, las consecuencias de la poesía cine- calva y voz formidables va matando toda laguito y con el venenazo aquel que ha-
matográfica en Alpiste para los paja1-i~os una serie de jamonas (incluyendo a Mi- bía puesto en el aperitivo y que acabó
de Mareel Carné, las desdichas de la co- chele Margan y Danielle Darrieux) para quemando el cabello de la cnada, gra-
media norteamericana en La Salsa de la mantener precariamente a una familia cias a una confusión veneno-agua-oxige-
Vida (The Thrill of it all) de Norman que no vale la pena y que hubiera sido nada, aperitivo-zarzaparrilla. Estos inten-
Jewinson yen Cuando el corazón manda mucho más sencillo abandonar o meter tos frustrados son los que acabaron por
(Critic's Choice) de Don Weis y, "last en el horno de una buena vez y dejarse traer su desg-racia, puesto que si el ase-
but not least", la comprobación de que de cosas. Este Landrú es, en realidad, sinato de Manha Rave hubiera tenido
el honor film se ha vuelto un sucedáneo una especie de versión masculina de efecto, Verdoux no la hubiera encon-
del melodrama de la mujer quedacla y
la madre soltera, como lo prueban El
[nna la Douce: ella es tan burocrática
en la cama como lo es él en el asesinato.
trado en su boda (de Verdoux) con
aquella otra señora (a quien él, por
¡
en tierro prematuro (T he Premature Bu- La calidad rutinaria de los actos de estos cierto, tenía la extraña tendencia de con-
rial) de Roger Corman y Un tTío de
terror (Twice Told Tales) de Sidney
dos personajes los despoja de toda con-
notación moral. Landrú no es en reali-
fundir con el alma de llaves) que indu-
dablemente tenía una fortuna mucho
(
~:;alkow. dad un asesino, sino más bien un marido más sólida que la de él y que, por consi-
Mewsette de Pal-ís (Cay Pun--ee) de abnegado, que sale de su casa, como se guiente le hubiera evitado el desastre del
Abe Lewinsohn es un intento de hacer dice vulgarmente, a darse bofetadas con
la vida; su oficio consiste en conseguir,
29 y la miseria. Sin la miseria, él no
hubiera enQontrado por casualidad a
\
dibujos animados para adultos con pre-
ten iones. La UPA, sepulturera de la seducir, asesinar, robar y destruir los ca- La Que No Mató Por Ternura y a su
cursileria de Disney, practica un amable dáveres de todas estas pobres señoras: es vez los parientes de la Primera Asesina-
manierismo, como resultado de años de tan virtuoso como el señor aquél de Co- da no lo hubieran encontrado, también
sofisticación en el c(/j·toon. La sabiduría razón diario de un nil10, que se acababa por casualidad, a él en el Salón de Té.
pictórica y Jos homenajes a lo artistas los ojos copiando legajos a_ horas inopor- Pero M onsieuT Vel'doux, con ser lo
france es e multiplican en el empeíio de tunas. ¿Que la señora rezonga porque más irteresante que se ha hecho sobre
reconstruir, con pretextos felinos, el Pa- no tiene con qué pagar al carnicero? Allí el caso ele Landrú, deja en el misterio
rís de principio de siglo. Judy Carland va Landrú a matar otra gorda. uno ele los aspectos más interesantes en
-quien por desdicha participó en esa Monsieur Verdoux tenía su mujer pa- un criminal de esta naturaleza: su sexua-
provocación al chiste f<\cil, Un nill0 es- ralítica y sus hijos, etcétera, como cual- lidad; porque el criminal que asesina por
pera, de .J oh n Cassa vettes- a hora en su quier sCl'íor (que tenga mujer paralíti- rutina o por deporte es una cosa, y el
madurel absoluta y Red Button, Her- ca) , y adem{ls, veladas aburridísimas con que asesina por vicio y hace negocio de
mione Gingold, Robert Coulet y Paul el boticario aquél cuya esposa no puedo ribete es otra muy diferente. Esto ya
Frees, prestan sus voces para esta singu- recordar si se reía mucho, o era asmá-· requiere verdadero genio.
lar reiteración del ascenso de la cultura tica, o demasiado gorda, o las tres cosas; ¿Le gustaba a Landrú asesinar seño-
medi;]. pere tenía una vida aparte, muy emo- ras?, ¿qué hacía con ellas una vez muer-
La Tarjeta Mágica (The Man at the cionante y admirable, que consistía en tas?, ¿éómo seleccionaba a sus víctimas?,
Diners' Club) de Frank Tashlin, dentro asesinar señoras, recoger grandes canti- ¿por su dinero?, ¿por cierta cualidad que
de la obra del único heredero visible de dades de dinero (en hermosos billetes le resultaba apetitosa?, ¿porque las cir-
los hermanos Marx, equivale a un reen- de diez mil francos que contaba con la cunstancias de ellas le promet.ían impu-
cuentro: con el mal gusto heroico, con maestría que le daban sus no sé cuántos nielad? Según Chabrol, Landrú mataba
la aventura del humor visual, con el des- el conejo más cercano; según Chaplin,
enfreno del gag. Tashlin, al margen de el más gordo. ¿Qué opinaba de todo esto
sus connotaciones sociológicas, juega
don Alfonso?
aquí a hacer reír, a incluir dentro de la
pantalla el mayor movimiento y el LJa- Los veinticuatro años que transcurrie-
yor absurdo posibles. Danny Kaye es un ron entre que Reyes comenzó la opereta
gran cómico, la tradición del cil~c córn i- que nos ocupa y dejó de ocuparse de ella,
co norteamericano es la más SÓli(~,l del no fueron bastantes, porque la obra no
mundo y Tashlin, junto con Jerry Lewis, está terminada, sino apenas comenzada.
afirma el gozo despiadado y destructivo El Preludio en la Soledad, que es la
de la carcajada. primera parte de la pieza, es una especie
Los Caballeros de la Cruz es una ex- de monólogo de un Segismundo cincuen-
celente muestra ele la artesanía polaca. tón e intelectual, que lo mismo puede
Aleksander Forel le procura una elimen- llegar a ser asesino notable que director
sió':1 divert!da y épica a su sectarismo y del Colegio de México. A juzgar por la
foqa una Clllta de alegría anticlerical, de
dimensión del Preludio, el autor pen-
reminiscencia del gran cine soviético.
Pese al maniqueísmo en que se funda- saba escribir una obra de no menos de
menta su visión histórica, Ford no está setenta páginas, en vez de las siete u
desprovisto de cualidades narrativas ni ocho que ha de tener el manuscrito. "Del
al reh.ace~- el pasado carece de gusto y de pliegue de cortinas grises, poco a poco
perspicaCia formal. Por lo demás, el cine se destaca Landnl, como diferenciado en
socialista no puede nunca ser represen- la célula", etcétera, y empieza diciendo:
~ado por los prohombres yugoslavos
meptos y retóricos si los hay, como bien "¿Qué suceder es éste, qué armonía
lo sugieren antiobras maestras como Cin- vibrada entre la rueda y el cuadro?
co minutos en el Para/so y Cuando pasa ¿Quién al espacio-tiempo me confía?
el amor. ¿Quién se burla ele mí, pues me ha
11110.\ IJO/icias 1IIariCOlles )' horrijJi/al1/es" (creado?"

También podría gustarte