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Melvin Hernández 2018

I UNIDAD: NATURALEZA Y FINES DE LA FILOSOFÍA

3. Los orígenes de la filosofía

En filosofía son más esenciales las preguntas que las respuestas


Karl Jaspers

3.1. ¿Cómo se origina el filosofar? O Comienzo no es lo mismo que origen

Según Karl Jaspers (nace en Oldenburg en 1883 y muere en Basilea en 1969,


Psiquiatra y filósofo existencialista alemán. Aplicó su reflexión al drama humano
y a sus problemas principales: la comunicación, el sufrimiento, la culpabilidad, la
muerte, y fue uno de los que conformaron el existencialismo y la fenomenología) la
historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos hace más de dos mil
quinientos años, pero como pensar mítico tiene muchos más.

El origen de la filosofía

La distinción entre comienzo y origen es importante, y sabemos que todo comienzo


es histórico, y que sin embargo origen es la fuente de la que nace, surge, es en todo tiempo
el impulso que mueve a filosofar. Este origen es múltiple:

El asombro: para Platón el asombro es el origen de la filosofía, y para Aristóteles


es la admiración la que impulsó a los hombres a filosofar. El asombro o la admiración
impilen o impulsa a conocer, a entender, a buscar la verdad. El filosofar es un despertar o
desgarramiento o desvinculación de las necesidades de la vida que nos imponen agentes
extraños a través de la propaganda o la publicidad. Aquí tiene campo la perplejidad, la
curiosidad, la pregunta abierta, la extrañeza, sorpresa, la fascinación, etc.

La duda: una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento


de lo que existe, pronto salta inesperadamente la duda. La duda es presentada como examen
crítico honrado pues nuestras percepciones sensibles están condicionadas por nuestros
órganos y nuestras formas mentales se enredan en contradicciones sin solución. La duda
es, al final, la fuente del examen crítico de todo conocimiento, que la podemos establecer

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con preguntas, aquí entra la incertidumbre, la cavilación, la angustia, la sospecha, la


inseguridad y la inquietud.

La conmoción del ser humano: que es trastornar el orden, quietud o sosiego de


algo, pues al estar entregado al conocimiento de los objetos y practicando la duda, empiezo
a pensar en mi vida, en fines, en mis propósitos y en mis intenciones. Aquí surgen las
situaciones límites: olvidamos que tenemos que morir, que la vida ha de ser examinada,
olvidamos a los demás, y queremos aferrarnos a las cosas como si en la cosas estuviera la
salvación. Pero el dolor, el sufrimiento y nuestro entorno nos hacen poner los pies en la
tierra. Vemos como el fracaso nos persigue y se instala en nuestra casa, en nuestro cuerpo y
espíritu, y no hay Estado, ni Iglesia ni Sociedad que me sosiegue, que me de la ilusoria
protección, solución a mi vida. Entonces es cuando surge la búsqueda de la verdad, la
creatividad, la voluntad de encontrar una salida, y lo primero que necesitamos como apoyo
es la verdad de algo. Y este es el comienzo del filosofar.

La comunicación en la relación con los demás o la relación como comunicación

Pero el verdadero origen de la filosofía radica en la relación con los demás, pues
sólo existo en compañía del prójimo (próximo); sólo no soy nada, es decir, un ser-nada. La
ausencia de comunicación entre nosotros, la falta de relacionarnos, de unirnos, la falta de
tiempo para la amistad, para el compartir, hace que empiece a filosofar y comienzo a
preguntarme si todo lo que hago tiene sentido o si mi vida tiene algún sentido más allá del
afán de poder, dinero y fama. Por lo que el origen de la filosofía está en la intención de
relacionarme con los demás, de igual a igual, sin paternalismos, sin chantaje. Esta relación
entre mi ser y los demás, es conexión, correspondencia, enlace, en esa relación surge el
filosofar, el filosofar como común a ambos, perteneciente al mundo, como patrimonio de la
humanidad. La filosofía necesita de esa relación, la relación es como el agua al pez, su
medio, pues la filosofía necesita ser escuchada, ser oída, compartida y discutida; todo esto
lo necesita para que refleje la verdad.

Esa comunicación como relación, que es el medio en el que nace la filosofía, no


sólo debe estar basada en palabrerías, en verborrea, peroratas, parlotismos, sino en actos
concretos. Es decir, son los actos los que mantienen esa relación, por lo que estamos

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hablando de filosofía en actos concretos, para empezar colocando nuestra vida como
ejemplo y así desarrollar una filosofía de la praxis.

Esta relación, como sustancia en la que vive la comunicación, debe ser horizontal,
rizomática, para que la verdad que surja de la filosofía sea de todos, nazca de igual a igual
en la mutua reflexión sobre nuestra experiencia. Filosofar es buscar a solas y juntos la
verdad; se trata de una búsqueda dura, ardua, que trae problemas, soledad, pobreza
material, pero nos da satisfacción, espiritualidad y libertad, y la alegría de que tenemos
nuestra vida en nuestras manos, somos nosotros los que la moldeamos.

El origen de la buena filosofía está en la búsqueda de la verdad, pues sólo la verdad


nos hará libre, ¿libre de qué? ¿Libres de quién? Libres de la publicidad, de la propaganda,
de las teorías, de la imposición de los bienes materiales innecesarios, libres de los dadores
de salud, de los que dicen curar el alma, de los que dicen gobernar con democracia. La sola
búsqueda nos hará más inteligentes, más creativos, más innovadores, nos dará vigor,
energía, voluntad, ánimo, en definitiva nos dará más ganas de vivir y de compartir con los
demás.

La relación es hacia nosotros mismos y hacia los demás. Cómo sea esa relación,
cómo sea esa agua, determinará el tipo de verdad o filosofía que descubriremos; pues una
relación puede ser de dominio hacia uno mismo, como por ejemplo, cuando damos más
importancia al entendimiento, racionalidad que al cuerpo, a los sentidos, a las manos, a las
emociones o sentimientos. Es decir, cuando decimos que es la mente, la razón la debe regir
nuestra vida, cuando deben ser ambas: la razón y los sentimientos.

El comienzo de la filosofía occidental o el paso del mito a al logos (razón)

A partir del siglo VII a. C., algunos sabios, los más célebres de ellos Tales,
Anaximandro y Anaxímenes, empezaron a abandonar las respuestas mitológicas en las
cuales se basaba la religión politeísta. En cambio, empezaron a buscar explicaciones en el
discurso racional (logos, en griego), mediante la observación, experimentación y el trabajo
técnico y a prescindir de la mitología. Este paso del mito al logos se puede ubicar
geográficamente en Jonia, Asia Menor, entre otras razones porque, en ese lugar, había las
siguientes condiciones:

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Jonia es el nombre con el que se conocía en tiempos de la Antigua Grecia a la costa centro-occidental de
Anatolia, llamada modernamente Grecia asiática, y que incluía además las islas adyacentes. Se trata de una
región histórica de la actual Turquía cercana a la ciudad de Esmirna. El nombre de Jonia fue también usado
por Grecia entre 1914 y 1922 para designar los territorios mayoritariamente poblados por griegos en Anatolia
con capital en Esmirna. https://sobregrecia.com/2014/01/13/apuntes-sobre-la-civilizacion-jonica/
 Libertad religiosa: Como el politeísmo griego no era dogmático, había libertad de
pensamiento.
 Ambiente cosmopolita: Jonia era una especie de encrucijada cultural en la que se
encontraban las más diversas ideas antiguas, tanto de Oriente como
 de Occidente. Fue un lugar caracterizado por la apertura mental.
 Confección de los primeros mapas: Los cartógrafos se dieron cuenta de que los
sitios descritos en las epopeyas no siempre se correspondían con la realidad.
 Elaboración de leyes: Los reyes veían cada vez más insuficientes los mitos para
regular la vida pública y privada, por lo que elaboraron leyes.
 Trabajo técnico: los sabios eran los que sabían los oficios, los que trabajaban con
las manos, los que compartían sus conocimientos con todos los ciudadanos y los
aplicaban en el comercio y en la invención de tecnología.
 Trabajo manual: era más importante el trabajo manual que el intelectual pues las
manos eran las que nos hacían racionales, no había esclavismo y cada quien buscaba
solucionar problemas inventando respuestas técnicas.

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