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Prueba de Falsa Creencia 2
Prueba de Falsa Creencia 2
Deborah Fleischer
En 1923, en un agregado a Tres ensayos, titulado “La organización genital infantil”, Freud
eleva al falo al estatuto de fase, describiendo la fase fálica para ambos sexos como
determinante de los avatares del Edipo. Este tema fue tomado en la Escuela Inglesa por
Ernst Jones, Melanie Klein y Joan Riviere, entre otros. Pero influyeron también otras
Dejaré de lado otras contribuciones, más ligadas al interrogante sobre el goce femenino.
relación a este goce con una operación que acerque el clítoris y la vagina,. M.Bonaparte
sugiere crear una fundación para permitir el acceso de esta operación a mayor número de
Por su parte, Lou Andrea Salome centró su preocupación sobre el enigma del goce de la
Pero, no desarrollaré, como anticipé, ese eje. Por lo tanto empezaré por indicar que Freud
artículo de 1919, Pegan a un niño, marca que el masoquismo femenino prevalece en los
este artículo.
Helen Deutsch
Hay una crítica en Lacan de aquello que en Freud subsiste: la identificación del
Con respecto a la posición freudiana del conocimiento tardío de la vagina, ella acuerda
con esta posición, pero sus argumentos son diferentes. No se sostiene en las premisas
La mujer, dirá, debe descubrir la vagina en su propia persona, descubrimiento que hace
nueva fuente de placer. La bisexualidad femenina trabaría este pasaje y así el clítoris al
retener libido, hace que el pasaje de lo fálico (clítoris) a lo vaginal sea arduo. En realidad-
dice Helen Deutsch- la vagina no cumple ninguna función erógena hasta la primera
relación sexual.
El promotor de ese pasaje es el pene, que al igual que el pecho de la madre en la boca
del niño, libidiniza la zona, recogiendo el papel de la boca en su función oral pasiva de
de la vagina al pene, como formando parte de su propio cuerpo, permitiendo así superar
el trauma de castración.
La vagina se conoce en el primer coito. El pene es el guía que permite este conocimiento.
Discutirá con otros autores, entre ellos con Ferenczi, quienes afirman que el hombre
realiza el deseo de volver al vientre materno en el coito, sosteniendo que la mujer realiza
el mismo deseo identificándose con el niño que lleva adentro en el embarazo. Así el parto
sería para la mujer el dominio activo del trauma de nacimiento coincidiendo en eso con
Otto Rank. Dirá también que la mujer que abandona la reinvindicación del clítoris, alcanza
el fin del desarrollo sexual femenino y llega a ser mujer. El prototipo de la genitalidad
En su artículo “Las personalidades como sí” Helen Deutch sostiene que la mujer que se
identifica al padre es frígida. Ya que están del lado del hombre, el lado femenino está
cerrado. Propone no hacer de ésto un síntoma analítico ya que a las mujeres no les
En 1930 escribe en “La significación del masoquismo en la vida mental femenina” que la
vida de la mujer está dominada por una triada masoquista: ” castración- violación - parto”.
Allí parte de una evidencia: ”Las mujeres están adaptadas al dolor. Aún desde el punto de
vista darwiniano si las mujeres sufren y sufren mejor que los hombres, están más
realidad por el consentimiento del sufrimiento, por otro lado un exceso de masoquismo
provoca evidentemente una defensa y huyendo de los peligros del masoquismo excesivo,
“Cada uno de los estos dos importantes factores del psiquismo, el masoquismo y el
evolución biológica del ser humano. Considera peligroso querer separar el individuo y la
especie. Para ella el narcisismo es la autodefensa del individuo contra las necesidades de
la realidad. En ese sentido el parto “sin dolor “es un efecto sugestivo que encuentra sus
pero tuvo éxito. El primer uso de la hipnosis podría haber sido ese.
El uso de métodos más eficaces como la peridural dan la idea de que la adaptación a la
especie. La especíe humana, dirá Eric Laurent, no está adaptada a grandes cosas, salvo
a matarse entre sí. No podemos, por lo tanto, contentarnos con decir que las mujeres
En el capítulo de H.D. todo esta orientado en una concepción del instinto sexual biológico
masoquista que Freud dejó como parcial. El masoquismo del lado hombre definía una
Allí donde Freud dice que la niña espera un hijo del padre, Helen Deutch dice que esto es
ocupar una posición masoquista y opone a esto una actividad de acercamiento al padre.
Allí quiere corregir a Freud, sin explicitarlo... “Nuestras observaciones nos indican corregir
Ubica a Freud, citándolo: lo que ella llama “instintos sexuales ”es “esperar un hijo del
padre”.
“ ....Al separarse de su madre, la niña, mujer en miniatura asume una actividad erótica,
pasiva hacia su padre, actitud que es el centro del C. de Edipo femenino. Pero olvidamos
el hecho de que la primer orientación de la niña hacia el padre tiene un carácter activo y
representante de la realidad y del mundo exterior donde los niños quieren vivir cuando
adultos.
Su idea es que Freud considera que el Edipo femenino está fundamentalmente centrado
sobre obtener el falo del padre bajo la forma del niño. Ella lo dice así: de ningún modo el
Edipo femenino es volverse hacía el padre e identificarse a él. Da ejemplos. Dice que
Freud describió esto en términos de dificultad pero que esas dificultades pueden ser
evitadas.
“Frecuentemente la relación con el padre es desde la primera infancia (relación de
satisfacción aún si las posibilidades eróticas de la niña quedan fijadas sobre la relación
sublimada con el padre. La renuncia de la niña al logro erótico (tener un hijo) no debe ser
comprendido sin reglas estereotipadas, una unión padre hija fuertemente sublimada no
Ella quiere decirque no hay quizás solamente el deseo para las mujeres de tener hijos en
la vida. Ella encarna en los años de 1900 la voluntad de no dar prioridad a tener un hijo
No existía aún la píldora para retrasar el nacimiento de un niño hasta los 30-35 años.
Podemos suponer, dirá Eric Laurent- que H. D. habla por estas mujeres.
Con relación a Pegan a un niño ella propone que una alternativa para los varones, es
siempre “pegar o ser pegado” y es por eso que son masoquistas. Se trata finalmente de
una paliza. Del lado de las niñas el masoquismo es esencialmente que las niñas pueden
ser pegadas. En 1930 las mujeres golpeadas comienzan a ser una categoría social. Pero
este masoquismo femenino no esta centrado en una paliza sino sobre en violencia sexual
La brutalidad misma, produce la elección del amante violento sobre el mismo modelo que
el padre. Finalmente dice: ” El padre pasivo, impotente para proteger a su hija., provoca
tendencias reinvindicativas. Es sorprendente constatar que las niñas que se fugan tienen
Crítica la adecuación entre el padre violento y el hecho de que se provoque la fuga. Ella
nota que por el contrario lo que provoca ese padre es la elección de amantes a los que
define como “formidables” y por otra parte el padre pasivo provoca fugas.
deducibles del fantasma “una niña es prostituida “ que describe, y demuestra que algunos
tipos sociológicos son producidos no solo al nivel de la identificación erótica, identificación
sexual, sino también: “Por mecanismos más complejos...más sociales. El deseo de servir
a una causa o a un ser humano con amor y abnegación puede ser una expresión indirecta
Dice: ’Las mujeres se juntan para expresar indignación, se asocian a violentas protestas
Lacan tiene una posición distinta sobre la heroína y la militante, en Encore y a lo largo de
toda su obra. Así le escribe a Winnicott sobre su orgullo de saber que su hija está presa
por su militancia durante la guerra de Argelia (Laurence Bataille) “Es un gran orgullo para
la familia”.
Anna Freud
Por esta lectura nos enteramos que hubo un período en que Freud analizó a su hija.
“... Freud no le dedicó un estudio individual. Nos orientan los documentos escritos por
ella misma, sus poemas y su artículo: Los fantasmas de punición de los ensueños . Fue el
A. F. protegió su vida privada, diciendo que ese artículo era producto de su práctica
analítica. Solo que lo escribió 6 meses después de que tuvo su primer paciente y lo
IPA
E.Y.B. dice el quinto paciente del que habla Freud en Pegan a un niño solo había venido a
analizarse por una cierta indecisión en su vida. Hay muchas posibilidades de que de quién
A.F. hace referencia a una paciente psicasténica, se está refiriendo a su propio caso.
Presenta a una niña que adoraba a su padre...la relación incestuosa se transforma en una
relación alguna con historias de punición....si bien admite que los fantasmas de punición
irrumpen para interrumpir esas historias agradables....y se castiga ella misma, rechazando
entonces refugiarse en esas historias agradables durante cierto tiempo. ...El analista dice
que los fantasmas de punición y las historias agradables tienen una estructura
semejante....Las historias agradables son con un hombre joven, débil que hace una
eran rapidamente olvidados....La paciente de la cual habla A.F. pasaba de sus ensueños
caballero. Esto se junta con la historia de Freud, se trata de una niña que se desvía de su
El ejemplo de Freud es su hija. Lo que llama la atención es la facilidad con que renuncia a
su papel de niña para transformarse en esa virgen obediente que será la característica de
A.F.
También llama la atención el fin de análisis de A.F. y el momento en que habla en público
El personaje que muestra Freud se encuentra con un fantasma de ser castigada antes de
poder entrar en competición con otros. Freud tuvo una idea, hacer que Ana frecuente a
Lou Andrea Salome para que aprenda sobre la vida, que hable con mujeres para que
pueda superar sus inhibiciones. Su tratamiento fue bastante breve. Invita a L.A.Salome .
a pasar las vacaciones con la familia diciendo que eso hará mucho bien a Ana.
Ana le escribe a L.A.S.: ”Estoy muy ocupada, el problema es que la semana pasada mis
abandono entre mis pacientes, pero es igualmente bello, y esto me da mucho placer”.
Se ve, dirá Eric Laurent, en su seminario, que frente a la muerte de su padre, el fantasma
muerte.
.”.....El principio de Nirvana, que resalta la pulsión de muerte, sufre en el ser vivo una
exterior.”
Ninguno de los tres principios es anulado por el otro. Designa al principio de placer como
guardián de la vida.”Así como el guardián del sueño no impide los sueños de angustia, el
ya que es la que devela que toda pulsión tiene una cara de pulsión de muerte.
muerte “... En estos casos en los cuales el fantasma masoquista tuvo una elaboración
especialmente rica, colocan a la persona en una posición femenina. “Es por esta razón
es forzosamente femenino, reenvía a la infancia, pero esto tiene una significación: estar
esos fantasmas.
comportamiento.
Freud encontró oposición a estas ideas de un ser femenino definido por ese masoquismo,
por ese placer en el dolor. Para Karen Horney y H.Deutch, una posición femenina no
Allí donde Freud reconoce “un niño es pegado” con relación al C. de Edipo y los
fantasmas perversos que le son asociados (1919) Lacan traduce este fantasma como
(o no) al nombre del padre lleva consigo una cierta identificación a la perdida de
femenina -1958/60)
Karen Horney:
(analizada y discípula de Karl Abraham)
y responde enunciando las desventajas de la niña con respecto al varón que dan origen
al penisneid.: 1)el erotismo uretral. La niña desearía orinar como el varón; 2)la pulsión
escopofílica que da origen al deseo de verse. Querría verse como se ve un varón; 3)la
sobre desventajas reales. El hecho de que la naturaleza a dotado a la mujer del poder de
En la lucha por la simetría: envidia del pene - envidia a la procreación quedán confundidas
la mujer y madre. Se hará así militante del órgano al confundir órgano con sexo.
madre. Dirá, del complejo de masculinidad, que se sostiene en que el rechazo del padre
produce la identificación a él. “Esta identificación viril al padre - dirá no debe confundirse
con el deseo de ser hombre, sino de jugar el rol del padre, adoptando algún rasgo
identificatorio”
Karen .Horney afirmará: hay dos sexos de entrada: pene y vagina y no un sexo único:
falo. Hay por lo tanto dos libidos con lo cual el par masculino/femenino tiene un carácter
natural e innato. Se nace hombre o mujer, que será también la posición de Ernst Jones
El deseo de ser hombre es una formación secundaria por frustraciones en el proceso del
Del desenlace del Edipo dice: el niño renuncia a la madre por el complejo de castración
La niña no solo renuncia al padre sino que retrae todo su rol femenino, eso la lleva a una
huida de la femeneidad.
Afirma que hay conocimiento temprano de la vagina y una forma de onanismo tipicamente
femenina: las fantasias edípicas y el temor a una lesión vaginal demuestran el lugar de la
La huida es para evitar deseos y fantasias incestuosas: el deseo de ser hombre le sirve
alcanzar tanta energía ¿de qué fuente deriva su fuerza sino del afán de masculinidad que
halló su primera expresión en la envidia fálica de la niña y que por eso, bien merece ser
Deutsch y del mismo Freud), que hay masturbación vaginal, pero que el temor a la
desproporción con el pene de gran tamaño del padre le hace temer ser destruida en un
coito edipico (temor confirmado por la defloración, aborto, menstruación y partos) la lleva
a rechazar sus pulsiones vaginales, transfiriendo al clítoris, por razones defensivas, esta
libido. Con lo cual para Karen Horney la vagina no descubierta es en realidad una vagina
negada.
construcción por donde se busca decir la falta, el sexo femenino encarna lo imposible de
decir.
Ante el enigma que la femeneidad le plantea Horney responde: se puede decir todo sobre
a la pulsión.
relación a la rivalidad entre los sexos. Lo que no tiene en cuenta que el falo no es la causa
primaria de la rivalidad. Todo niño fue primero falo, condición entonces universal de
existencia.
Castración y muerte se asocian ahí: Existo por haber sido falo para suplir la castración de
mi madre.
Lo que muestra la anatomía ¿ puede verse sin una premisa que la precede? Castración
es entoncesla diferencia entre falo y pene. Nada le falta a la mujer sino lo compara con
ese símbolo de la falta que es el falo. Hay tres formas de situar esto:
falo - pene . Puesto que tengo el falo tengo el pene . Convertí a mi madre en madre fálica.
Vemos entonces que tanto para esta autora como para la precedente, si bien tienen
preocupación por lo real del conocimiento de la vagina. Hombre y mujer aparecen como
cuenta las desventajas reales. Esto permite ya establecer una diferencia con Melanie
Klein.
Melanie Klein
mujer en 1928. (Estadios tempranos del conflicto edípico). El temor de la niña está en
separa del pecho y desea recibir satisfacciones del pene paterno, según el modelo de la
incorporación oral. Este pasaje de la investidura del pecho frustrador al pene, constituye el
nucleo del complejo de Edipo. El pene del padre es vivido como retenido en el interior del
cuerpo de la madre. Así dirige sus ataques sádicos contra ese cuerpo, el materno,
Para Freud el complejo de Edipo en la niña lleva a odiar a la madre por no haberla dotado
del órgano viril. La envidia es entonces por razones narcisistas mientrás que para Melanie
Klein es erótica.
pene =niño), mientras que para esta autora se trata de elementos intuitivos femeninos.
Toma de Karen Horney la idea de que el deseo oral es el prototipo del deseo vaginal. La
sexuales reales y fantasmáticas, para introyectar el buen pene y combatir el mal pene
El masoquismo femenino sería la torsión del sadismo contra los malos objetos
actos de reparación, que son la raíz de la sublimación. La vagina, investida por los
temores en relación al propio cuerpo, es así rechazada.(Se trata del investimiento del
sadismo y no de las proporciones ligadas al tamaño del órgano real, como en Karen
Horney). No está en juego el cuerpo real sino el temor a la retaliación, al castigo por el
Así, si bien la vagina aparece como un real, la exclusión de la misma está en relación con
castración tiene dos motivos esenciales :, así como la envidia del pene: deseo de tener un
órgano real que pueda ser sometido a la prueba de la realidad e insatisfacción ligada al
deseo de incorporación del pene del padre, que lleva a la niña a identificarse con la madre
(frustradora por el pecho que le niega y el pene que detenta). Ese momento determina la
también como fin reparar los daños infligidos a la madre, reemplazar el pene que le había
robado.
Esa posición puede fijar el destino sexual de la niña. Según Melanie Klein el superyó
femenino es más severo que el del varón. La introyección del pene es constituyente del
Ernst Jones
En 1927 Jones piensa que es necesario distinguir entre envidia del pene autoerótica
Piensa que la segunda fase sería una defensa de la niña frente a sus deseos edípicos.
Afirmará:- “No encuentro razón alguna para dudar acá no menos para las niñas que para
los niños, la situación edípica, en la realidad y en la fantasía, es el acontecimiento más
En el mito bíblico, el principio al que se refiere Jones, una vez conocida la diferencia de
los sexos, por haberse abierto los ojos de aquéllos que comieron del árbol de la
Sabiduría, desaparece el nombre inicial, Varona, y recién allí, después se la nombra Eva.
Es decir que aún en el mito bíblico hay un momento previo a instituir a la mujer como Eva.
Pero dejando el mito de lado, según Jones la fase fálica no es una fase normal del
desarrollo del niño ni de la niña. Es un compromiso neurótico. Relación de los sexos con
Ambos, el niño y la niña, desean castrar al padre del mismo sexo. El niño desalojar el
pene del padre del interior de la madre, la niña robar el pene del padre.
que no se puede pensar la envidia del pene como secundaria, porque eso lleva a la
Piensa con Melanie Klein que la represión de la femeneidad esta ligada en la niña en su
temor y odio a la madre. Dirá entonces que el deseo de un hijo, no es una compensación
razones “fisiológicas” más dependiente que los hombres que estos de aquellas, para su
temor de ser abandonadas. Con respecto a la segunda pregunta, dirá que las
homosexuales femeninas se dividen entre las que conservan cierto grado de interés por
los hombres, pero quieren ser consideradas como uno de ellos(abandonan su sexo pero
virilidad) y un segundo grupo: mujeres que no se interesan por el hombre, las mujeres
incorporado. Piensa así Jones que el estadio fálico es una defensa de las mujeres
de defensa más completa que la culpabilidad por el peligro a la afánisis que suscita la no
Comparte así la posición de Karen Horney, sólo que ésta explicaba por la decepción lo
No todas las mujeres se hacen homosexuales y esto es explicado por Jones, al igual que
como tal. Debemos recordar, sin embargo, que para Freud no hay posibilidad de
desaparición del deseo, por el desencuentro entre placer esperado y placer logrado, o
para decirlo de otra manera, por que no hay posbilidad del encuentro del sujeto con su
objeto. De esta manera Jones desconoce que un deso que no se satisface no desaparece
sino por el contrario es la insatisfacción la que sostiene el deseo y esto es por estructura.
En relación al Complejo de Edipo sostendrá que hay algo que impide la unión incestuosa:
la afánisis. Hay por lo tanto dos salidas posibles: si la mujer renuncia al objeto, puede
retener el objeto.
Freud no postula un solo órgano, el pene, sino que habla de falo. Jones con su fase
posición misógina.
Para Freud el destino femenino de la libido queda signado por las viscisitudes que
Edipo aparece como desvío o perversión fálica. Hay un ideal de complementariedad que
JOAN RIVIERE
Intenta dar cuenta de la idea de femineidad como máscara. Su apuesta es demostrar que
las mujeres que tienen anhelos de masculinidad pueden portar una máscara de
femineidad, a fin de evitar el castigo de los hombres por intentar ocupar su lugar.
Cita el caso de una mujer intelectualmente brillante, que después de una charla o
conferencia tiene la compulsión de seducir a los hombres, hombres cuyo estatuto para
Dirá que esa femineidad podría ser algo simulado. Esa máscara cumpliría una doble
Su pregunta es por “el eterno femenino”(Ewig Weibliche). Sitúa la cuestión fuera del
delimitar.
la femineidad es su máscara.
Será nuevamente el sadismo, como en otros autores posfreudianos el que explique las
Bibliografía:
orientación lacaniana Edita E.O.L. 1994,Buenos Aires. Y (*) Notas sobre Seminario
Gerard Pommier. La excepción femenina. Editorial Alianza Estudio, 1986. Buenos Aires-
Madrid
España
Deutch Helen: La psicología de la mujer en relación con la función de reproducción
(1925) en La sexualidad femenina. Editorial escritos Polémicos