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DESASTRES TERRESTRES
Integrantes:
GINA ADIVIRI YUPANQUI
LUCERO RODRIGUEZ JINEZ
LESLIE CHIPANA CCAMAPAZA
KIMBERLY CHIRI ZEGARRA
ANGEL GIL QUISPE
KAREN CALIZAYA CARITA
GLORIA CHALCO QUISPE
Docente: Dr. Andrés Corsino Collado Cárdenas
Asignatura: Psiquiatría Forense
Ciclo y Turno: VIII - Mañana
Aunque los desastres naturales son causados por fenómenos de origen natural,
se cree que el hombre tiene cada vez mayor responsabilidad en la cantidad e
intensidad de algunos, puesto que en las últimas décadas se han producido
tornados, huracanes y terremotos sumamente fuertes. La grave sequía que
azotó Estados Unidos en la década de los años 30 y la que en esta segunda
década del 2000 afecta su región occidental están relacionadas con el cambio
climático, mismo que también incide en los huracanes al proveer más aire
caliente.
Así, una inundación en una isla desierta no contaría como un desastre, pero a
una inundación en una zona poblada se le llama desastre natural.
2. TIPOS
Si tomamos la frase "Las áreas más vulnerables son los centros urbanos,
cuyo crecimiento acelerado obliga a cambios rápidos en las estructuras
sociales y económicas" (Geissert, 39), podemos inferir que un desastre
natural pone al descubierto la vulnerabilidad de las naciones y de las
personas debido a que nosotros como sociedad crecemos de una manera
descontrolada, sin prevenir lo que pueda pasar, ya que si nosotros
fuéramos lo suficientemente resistentes a las consecuencias, en vez de
llamarlos desastres naturales, tan sólo serían fenómenos naturales.
Lo que nos hace ver esto es que las condiciones de vida antes de que
ocurra un desastre natural, son en gran medida factores relevantes para
determinar cuál es la pérdida en los bienes que la sociedad tiene, por
ejemplo, si tomamos el caso de una ciudad que no cuenta con la
infraestructura necesaria para soportar la venida de un huracán y la
comparamos con otra ciudad que en cambio, desde antes de que el
huracán llegué, su infraestructura es resistente, a pesar de que el huracán
tenga la misma intensidad, los daños ocasionados en la primera ciudad
serán mayores que en la segunda ciudad, por lo que al gobierno le costará
más recursos económicos reparar la primera que la segunda y las
pérdidas materiales serán más grandes.
Pero no tan sólo en las pérdidas de las casas, de los muebles y de los
demás bienes que poseen las personas se ven afectadas las economías,
sino que también en la pérdida de recursos como lo son la madera, el
petróleo, las hortalizas destruidas, los animales muertos, las industrias
destruidas, y de los recursos que se ve forzado el Estado a aportar para
que vialidades y servicios, entre otros, lleguen a ser como lo eran antes.
1.1. DESLIZAMIENTO
1.1.3. PREVENCION
Localizar las áreas propensas a deslizamientos.
Evitar los asentamientos cerca de las áreas de riesgo.
Activar campañas de reforestación planificada.
Mejorar el drenaje de los suelos.
Modificar pendientes de los suelos que ayuden a reducir su ángulo.
Educar en temas de preparación comunal para enfrentar emergencias.
Establecer sistemas de monitoreo, aviso y evacuación de la población
ante inminentes deslizamientos.
Cuando un deslizamiento se presenta sorpresivamente hay pocas formas
de protegernos pero podemos tomar medidas como:
Ubicarse en un lugar topográficamente seguro.
Alejarse lo mayor posible de la trayectoria natural de la caída de
materiales.
En otros casos, la lluvia empapa una capa reciente, que se desliza entonces por
su propio peso, si la pendiente lo permite. Las aguas pluviales pueden también
infiltrarse entre dos capas de nieve y obrar entonces como un lubricante que
permite el deslizamiento de la capa superior sobre la inferior. Lo mismo puede
ocurrir si el agua penetra en la nieve y el terreno, haciendo que éste se vuelva
deslizadizo. Los cambios de temperatura ambiente también tienen su
importancia.
Los huaicos también pueden ocurrir por la rotura de una represa o canal de
irrigación y tienden a producirse en quebradas.
Las áreas en que las distintas placas litosféricas entran en contacto entre sí son
zonas inestables de la corteza terrestre, en las que tiene lugar multitud de
fenómenos geológicos, sobre todo terremotos, vulcanismo activo y formación de
grandes cordilleras. Una de estas áreas, la de mayor inestabilidad del mundo, es
aquella en la que coinciden la placa euroasiática y la placa pacífica, que se
desplazan en sentido contrario.
En las zonas de contacto entre dos placas litosféricas que se alejan se forman
los llamados bordes divergentes, que se caracterizan por un vulcanismo muy
activo, cuya consecuencia más importante es la acumulador, de basaltos en los
fondos submarinos, Estos bordes divergentes están situados por lo general en
las zonas oceánicas medias y en ellos la actividad sísmica es relativamente poco
2.1.1. CAUSAS
TECTÓNICA: son los sismos que se originan por el desplazamiento de las placas
tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes extensiones y es la causa
que más genera sismos.
Cuando se aplican esfuerzos sobre una roca, ésta, dependiendo del tipo de roca
y de las condiciones ambientales de temperatura y presión, se comportará en
forma más o menos elástica o plástica “comportamiento elástico de las rocas”.
La elasticidad es una propiedad de los sólidos y significa que, luego de haber
sido un cuerpo deformado por una fuerza aplicada, este retorna a su forma
original cuando la fuerza ya no está presente. Si la tensión se aplica por un
período prolongado de tiempo la deformación será permanente, es decir, el
material “fluirá" plásticamente; por lo tanto, el concepto rígido y elástico o fluido,
depende de la fuerza y el periodo de tiempo que se aplique esa fuerza al material.
2.1.2. CONSECUENCIAS
A) Impacto
Los efectos de un sismo traen como consecuencia el sacudimiento del suelo, los
incendios, las olas marinas sísmicas y los derrumbes, así como la interrupción
de los servicios vitales, el pánico y el choque psicológico. Los daños dependen
de la hora en que ocurre el sismo, la magnitud, la distancia del epicentro, la
geología del área, el tipo de construcción de las diversas estructuras, densidad
de la población y duración del sacudimiento.
Hasta hoy no existe una técnica eficaz que permita predecir los sismos ni en los
países como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada. Pero
los adelantos logrados y el conocimiento adquirido nos permiten aseverar que
llegará pronto el día que la posibilidad de anticipar la ocurrencia de un terremoto
sea una realidad cotidiana.
También pueden ocurrir por otras causas como, por ejemplo, fricción en el borde
de placas tectónicas, procesos volcánicos o incluso ser producidos por el hombre
al realizar pruebas de detonaciones nucleares subterráneas.
Los terremotos, también llamados sismos, son intensas sacudidas de la corteza
terrestre que e producen a partir de un punto situado en el interior de la Tierra,
el foco o hipocentro, que tiene su reflejo en un punto de la corteza terrestre,
llamado epicentro, a partir del cual se expanden las ondas sísmicas, que hacen
temblar la tierra.
Los terremotos son fenómenos de intensidad muy variable. Los hay que sólo son
registrados por aparatos muy sensibles, pero en los casos más extremos pueden
llegar a causar enormes daños, que incluyen la destrucción de ciudades enteras,
de vías de comunicación y de instalaciones de suministro, la abertura de grietas
en la superficie terrestre, etc.
Los terremotos se evalúan por medio de dos escalas. La de Mercalli mide su
intensidad en 12 grados, que van desde el terremoto imperceptible para los seres
humanos al que provoca las mayores destrucciones. La de Richter mide la
magnitud de los sismos en 10 grados que se basan en las mediciones obtenidas
por los sismógrafos.
Las vibraciones, pues, que constituyen la parte principal o más activa del
terremoto, tienen una velocidad de 3,3 kilometros por segundo, y no necesitan
más que tres horas veinte minutos cuarenta y seis segundos para dar la vuelta
completa a la Tierra.
2.2.1 CAUSAS
De esta forma una masa de agua de algunos metros de altura puede arrasar a
su paso hacia el interior
2.4 ERUPCIÓN VOLCÁNICA: VULCANISMO
2.4.1 CARACTERÍSTICAS
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), la costa peruana es un área con
probabilidades de grandes terremotos. Esa característica se debe al movimiento
constante de la Placa de Nazca, que desde el océano penetra al continente
En el mapa de riesgo del IGP hay tres zonas pintadas de color rojo donde la
placa no está en movimiento. Lo normal es que la de Nazca penetre por debajo
del continente. El desplazamiento se detuvo en esas zonas. Cuando se reanude
habrá terremotos.
Los especialistas hablan de lagunas entre las costas de Lima, entre Nazca y
Chala y Moquegua y Tacna.
El investigador principal del IGP, Hernando Tavera, explica que la única manera
de reducir los efectos de un fenómeno de estas características es con la
prevención.
1. MAGNITUD SIMILAR
Los especialistas sostienen que los terremotos son cíclicos. La liberación de
energía se produce periódicamente. Y frente a la costa limeña, el último sismo
de gran magnitud ocurrió el 28 de octubre de 1746. Alcanzó los 8.5 grados y
destruyó por completo la capital de la república (ver infografía).
Tavera explica que desde ese año, en esta zona costera no ocurrió un sismo de
la misma o mayor magnitud. Por ello es considerado un punto crítico para el
país.
"La magnitud de ocurrencia de un sismo es difícil de predecir, sin embargo, todo
movimiento está asociado a eventos pasados", dijo.
Entre Nazca (Ica) y Chala (Arequipa) está la segunda zona de mayor
probabilidad de terremoto. El 6 de agosto de 1913 fue la última vez que la tierra
tembló, con una intensidad de 7.5 grados. Hubo 57 muertos.
"Los terremotos no cambian, siguen siendo los mismos. Lo único que cambia es
que la población se incrementa enormemente y se ubica sobre zonas de alto
riesgo", señala Tavera.
En el límite con Chile, entre las regiones de Moquegua y Tacna, se encuentra el
otro silencio sísmico. Desde 1868 no ocurre un movimiento de la placa de 8.0
grados. En esa oportunidad hubo 700 muertos.
"Hay sismos de magnitudes pequeñas que muchas veces no son advertidos, sin
embargo, un fuerte movimiento de esa intensidad aún no se repite", indicó el
especialista.
El silencio sísmico que aún perdura en la región y el riesgo del desastre latente
que se cierne sobre algunos sectores de la ciudad, especialmente las laderas de
los cerros, obligan a las autoridades definir las acciones de primera respuesta
que debe existir durante las primeras 48 horas luego de ocurrido un desastre.
En las próximas horas se identificará también los lugares y espacios más óptimos
que permitan cobijar albergues temporales para los damnificados que serán
instalados de manera inmediata posterior al desarrollo de algún siniestro. Se
pedirá al INEI en la ejecución de los Censos Nacionales la implementación
de mochilas de emergencia por familia.
1. PROPÓSITO
PERSPECTIVA BIOLOGICA
La tecnología moderna ha hecho posible pronosticar muchas catástrofes
naturales por medio de satélites climatológicos, radar y señales de radio que
rastrean tormentas, huracanes, marejadas y muchos otros desastres
devastadores. Los medios sociales de comunicación preparan y alertan a la
población amenazada mediante mensajes de urgencia; estos avisos inician la
etapa conocida como fase de amenaza. No se conocen informes ni estudios
acerca de la respuesta biológica a las señales de alerta, aunque se podría
deducir que la ansiedad y otras reacciones de temor aumentan pero con
variaciones, de acuerdo con las experiencias sobre desastres de los habitantes
de la región afectada, y con sus tradiciones culturales.
PERSPECTIVA PSICOLÓGICA
Se ha observado que después de conocer el pronóstico, las personas se
preocupan por escuchar los informes más recientes y organizan sus actividades
diarias de tal manera que puedan estar cerca de un aparato de radio o televisión.
Por otra parte los rumores son fuentes de información distorsionada que fluye a
través de medios de comunicación informales; las reacciones a la información
fragmentada varían de una persona a otra: algunas responden rápidamente en
forma adecuada y responsable, en tanto que otras niegan la posibilidad de que
se produzca un desastre y posponen los planes de protección.
Ciertas respuestas reflejan un sentimiento de invulnerabilidad expresado en las
frases “no puede sucederme a mí” o “aquí no puede pasar”; otro grupo atribuye
toda la responsabilidad al gobierno que “debe protegernos” y adopta una actitud
de agresividad pasiva al mismo tiempo; no falta tampoco quienes ejercen el
sentido del humor y que encuentran expresión en un sinnúmero de bromas. Los
mecanismos de adaptación y defensa que se utilizan con mayor frecuencia en
esta fase son psicológicos: la negación que afecta la percepción de la realidad
externa y está estrechamente relacionada con las experiencias sensoriales; la
represión mediante la cual el individuo sumerge en el inconsciente ideas y
sentimientos dolorosos o atemorizantes y la formación reactiva por las que
sentimientos tales como el temor se manifiestan en formas paradójicas de las
cuales son ejemplo las fiestas para celebrar el huracán.
Perspectiva interpersonal
A medida que la amenaza de un peligro inminente invade a la comunidad y la
intensidad de las emociones aumenta, las relaciones interpersonales presentan
patrones diferentes; los miembros de una familia se ponen en contacto para
planificar medidas de ayuda y apoyo, y además se reúnen más a menudo para
PSICOLÓGICA
“Casi nadie está preparado para sufrir un desastre natural. El impacto está
representado en sentimientos de temor, impotencia, confusión, rabia, depresión,
pérdida de fuerzas, insomnio, y demás reacciones por lo que se ha perdido,
porque los desastres en ocasiones son de tal magnitud que los organismos de
rescate no alcanzan a suplir la necesidad de las víctimas, y a veces hay ausencia
de ayuda por parte de las entidades gubernamentales”, afirma Adolfo Castilla,
psicólogo del Departamento Administrativo Distrital de Salud,Dadis.
La situación es muy grave debido a que “en un desastre natural la persona siente
amenaza de muerte, además de la pérdida de propiedades, cosas personales y
seres queridos, que hacen que sienta mucha impotencia”, agrega.
“Lo tercero es la información, las víctimas deben estar informadas sobre todo lo
que gira en torno a su problema: qué va a pasar, si continuará el fenómeno
natural, qué beneficios tendrán, quienes están trabajando por ellos y cómo se les
ayudará a contactar a sus seres queridos que están en otra parte; esta
información debe ser clara. El cuarto punto es identificar y atenuar los
impactos de alteraciones psicológicas posteriores, ya sabemos que vivir esas
escenas puede generar trastornos como estrés post trauma, ansiedad, ataques
de pánico y depresiones profundas”, añade.
Es ideal que estas ayudas las presten los grupos de rescate, debido a que son
los primeros en llegar al lugar del desastre.
“Primero hay que sacar a esa persona del sitio del desastre y brindarle apoyo
emocional, que está basado en poder escucharla activamente, que se
desahogue y pueda sacar su dolor, porque hay un duelo inmediato. El segundo
paso es expresarle al afectado que saldrá de esa situación adversa y que puede
hacerlo con fortaleza, optimismo y fe”.
“Lo tercero es hacer que la persona pueda comprender que ya ha pasado por
momentos difíciles y que sí tiene capacidad de superarlos. Por último, es
necesario aliviar su dolor a partir de hacerlo sentir seguro sobre la presencia de
sus seres queridos. A todo esto se le pueden agregar acciones de contacto y
filiación como los abrazos, que pueden hacerlo sentir apoyado”.