Está en la página 1de 723

1

HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL EN COLOMBIA

(1812-2016)

Y Rios de sangre inundaron suelo

colombiano

Joaquin Suarez Espinosa.


2

La Historia debe, hoy más que nunca, estudiar

científica y profundamente los problemas sociales,

asumiendo un compromiso social de orientación y

denuncia.

LEY 975 de 2005:

“Artículo 56. El conocimiento de la historia de las causas, desarrollos y consecuencias de la

acción de los grupos armados al margen de la ley deberá ser mantenido mediante

procedimientos adecuados, en cumplimiento del deber a la preservación de la memoria

histórica que corresponde al estado.”

En cumplimiento de este artículo 56 se redacta este resumido trabajo.

La Ley Fundamental de la Historia es:

NO OLVIDAR.
3

TABLA DE CONTENIDO

Las Guerras Civiles del siglo XIX 26

De las Guerras Civiles a la masacre de las Bananeras 91

La Violencia desde 1930 105

La Guerra Civil después del 9 de abril de 1948 131

La Guerra Civil desde 1964 269

La nueva violencia para militar desde 1980 415

La Guerra Civil en el nuevo siglo XXI 566

La Profecia 716

Bibliografía Utilizada. 717


4

Ley Fundamental de la Historia es: NO OLVIDAR.

Por eso, el padre de la historia, Herodoto, (2000) enseña:

“Esta es la exposición de las investigaciones de Herodoto de Halicarnaso, para que no se

desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes

y maravillosas obras, así de los griegos como de los bárbaros y, sobre todo, la causa por la que

se hicieron guerra.”

Por su parte, Le Goff (1995) define así la historia:

“La Historia es la ciencia del pasado.”

Hay pueblos y países con historias Gloriosas, Honrosas, Ejemplares, hasta inolvidables a pesar

de su barbarie y violencia ( como Grecia, Roma, el Imperio Carolingio, Inglaterra, Francia,

Rusia, China, Cuba) pero la Historia de Colombia es simple y sencillamente, ALGO

MONSTRUOSO, abominable, vergonzoso por la impune y desvergozada bajeza de su

criminalidad y brutal salvajismo que desborda cualquier pesadilla de irracionalidad. Su escudo

nacional debía ser uno con el puñal, la pistola y el fusil sobre un ataúd; su bandera, debería

ser la de un rojo charco de sangre sobre un esqueleto y su nombre, República de los Cafres,

como la definió un día Dario Echandia, “Colombia es un país de Cafres”.

Ospina (1996) lo define así:

“Colombia es hoy el país con mayor índice de criminalidad en el planeta y la inseguridad va

convirtiendo sus calles en tierra de nadie.

“Tiene la mitad de la población en condiciones de extrema pobreza y presenta al mismo

tiempo en su clase dirigente unos niveles de opulencia difíciles de exagerar. Muestra uno de
5

los cuadros de ineficiencia más inquietantes del continente, al lado de loe buenos índices de

crecimiento económico. Muestra fuertes niveles impositivos y altísimos niveles de corrupción

en la administración. Muestra unas condiciones asombrosas de impunidad y de parálisis de la

justicia y al mismo tiempo una elevada inversión en seguridad, así como altísimos costos para

la ciudadanía en el mantenimiento del aparato militar. Muestra las más deplorables

condiciones de desamparo para casi todos los ciudadanos y sin embargo, es un país donde no

se escuchan quejas, donde prácticamente no existe la protesta y la movilización ciudadana;

una suerte de dilatado desastre en cine mudo. Esto último es pasmoso. La visible pasividad de

la sociedad colombiana alarma a los visitantes.”

Colombia ha sido el único país del mundo que ha vivido una guerra civil de pobres contra

pobres, que ya pasa de los doscientos años sin solución.

“La Guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la forma

más alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, estados o grupos

políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su desarrollo”,

señaló Mao Tse Tung desde 1936 en “Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de

China, Obras Escogidas, tomo I.

Una Guerra Civil es un conflicto armado que se desarrolla dentro del territorio de un mismo

país, enfrentando dos o más ejércitos o facciones de un mismo pueblo por motivos étnicos,

religiosos, económicos o políticos, que generalmente buscan tomar o conservar el poder en

esa nación.

Son conflictos armados no internacionales o conflictos armados internos, los que se

desarrollan en el territorio de un Estado entre Fuerzas armadas del estado y fuerzas armadas
6

disidentes; fuerzas armadas del estado y grupos armados de particulares y entre grupos

armados de particulares (paramilitares): en estos conflictos se aplican las disposiciones del

Artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra y del Protocolo adicional II.

“Artículo 3 común a los convenios de Ginebra. Conflictos armados sin carácter internacional.

“Artículo 3.En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el

territorio de una de las altas partes contratantes, cada una de las partes en conflicto tendrá

obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones:

“1. Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de

las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por

enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias,

tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable basada en la raza, el

color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna o cualquier otro criterio

análogo.

“A este respecto, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas

arriba mencionadas:

“a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas

sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios;

b) la toma de rehenes;

c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y

degradantes;
7

d)las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente

constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos

civilizados.

“2. Los heridos, los enfermos y los náufragos serán recogidos y asistidos.

Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá

ofrecer sus servicios a las partes en conflicto.

“Además, las partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos

especiales, la totalidad o parte de la otras disposiciones del presente convenio. La aplicación

de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatuto jurídico de las partes en

conflicto”.

Los historiadores burgueses colombianos suelen llamar a esa guerra civil con otro nombre,

quizá más suave, para que no parezca nada importante: la llaman simplemente, “La

Violencia”. Ya después del año dos mil algunos comenzaron a llamarla, con más realismo, “el

Conflicto interno”.

Lo cierto es que la historia de la Violencia en Colombia no se puede olvidar: para que no se

siga repitiendo. Porque otra ley de la historia dice que un pueblo que no conoce u olvida su

historia, termina repitiéndola. Y la historia no se debe repetir: se tiene que superar.

En Colombia, el origen de la guerra civil, la violencia o el conflicto interno, ha sido siempre el

mismo: la Tenencia de la Propiedad. Unos han utilizado la violencia para conquistar y

conservar una determinada riqueza, representada generalmente en la detentación del poder

político que conlleva muchas otras formas de riqueza personal. Otros la han usado para
8

conquistar esa propiedad. Los demás, para defender lo poco que poseen: una parcelita de

tierra, una casita, un empleo. Y la mayoría ha tenido que asumir la violencia, simplemente

para salvar su propia vida.

El día del comienzo de la violencia en Colombia resulta difícil de precisar y su búsqueda

terminaría en una historia interminable. Puede señalarse que la violencia comienza en

territorio colombiano en el año de 1509, cuando Alonso de Ojeda funda el Fuerte de Santa

Cruz, donde los invasores españoles deciden colonizar la tierra “descubierta” al encontrar que

de un lado esa nueva tierra se encuentra poblada por un pueblo aborigen que no tiene las

mismas armas suyas y de otro, que posee abundantes riquezas a flor de suelo, especialmente

oro. Así, el origen de la “conquista” es la propiedad. Se trata de arrebatar por la fuerza de

armas superiores las riquezas mineras del suelo, de despojar y apoderarse de las mismas tierras

a sus habitantes, para enriquecimiento personal del invasor español.

Los civilizados descubridores y conquistadores Españoles, hicieron esto con la justificación de

que ellos descubrieron un nuevo mundo salvaje e infiel y su sagrada y justa misión consistió

en civilizarlo, enseñándole para su salvación eterna la verdad de su religión y para su bienestar

terrenal su idioma, sus costumbres, sus valores, sus creencias y sus leyes.

Los aborígenes que poblaban el territorio hoy conocido como Colombia, se vieron obligados a

enfrentar con Violencia la invasión y conquista española. Alrededor de 1508, los nativos de

Calamar tuvieron que enfrentarse a la invasión y despojo violento de que los hizo víctimas

Alonso de Ojeda.

La primera masacre genocida que sucede en Colombia, ocurre en la población caribe de

Turbaco, cometida por el “conquistador” español Diego de Nicuesa, gobernador de Veragua


9

desde 1508. Los aborígenes resistían la brutal y desmedida agresión de Alonso de Ojeda y

Martín Fernández de Enciso, en la desembocadura de Calamar, luchando por defender a toda

costa su territorio, su libertad y sus vidas. A pesar de la enorme desventaja en armas, los

aborígenes obligaron a Ojeda a retirarse derrotado. Diego de Nicuesa, apoyando a Ojeda,

desató una terrible represalia contra los nativos: el pueblo de Turbaco es atacado, realizándose

allí una masacre genocida que arrasó con hombres, mujeres, ancianos e incluso niños, que a

decir del cronista Fernández de Oviedo, “no dejó ni chico ni grande con vida”, reduciendo el

poblado a cenizas. Esta masacre es ignorada por los historiadores tradicionales colombianos y

por tanto, es muy poco lo que se sabe de ella.

No es un error gramatical utilizar unidas las palabras “masacre genocida”, pues desde el punto

de vista etimológico y jurídico, “masacre” significa el asesinato de varias personas, pero

Genocidio específica dar muerte a un grupo de personas, pero con el propósito de destruir total

o parcialmente a una comunidad nacional, étnica, racial, religioso o política, siendo en

Turbaco la finalidad de los invasores españoles, la de destruir totalmente un grupo o

comunidad étnica y racial.

El primer cacique caribe que enfrentó la violenta invasión española en 1511 fue “Lemaco”,

quien se enfrentó al agresor foráneo en el poblado de Tachi, en las cercanías a la Sierra

Nevada de Santa Marta, luchando contra Vasco Nuñez de Balboa, siendo vencido por la

superioridad de armas y recursos y diezmado su ejercito. Tambien los caciques Careta, Ponca

y Comogre fueron vencidos, sometidos y asesinados por los españoles. En 1528 el español

Rodrigo Alvarez Palomino masacro y saqueo las poblaciones aborígenes en los alrededores de

Santa Marta. En 1529, Garcia de Lerma arrasó las tierras y vidas del cacique Pociguica,

incendiando sus ranchos, cultivos y aún a los abogigenes vivos.


10

Por eso, Casas, (1987) afirma que la violencia agresiva y la resistencia guerrillera comienza en

Colombia desde el período de la invasión española:

“La invasión y conquista de nuestro país no encontró en nuestros indígenas la pasividad que

algunos le han endilgado para justificar la imposición religiosa o cultural. Los indígenas se

levantaron contra el invasor y su agresor. En un comienzo, algunas comunidades recibieron,

sorprendidas al recién llegado y le ofrecieron hospitalidad creyéndolos, aunque superiores,

iguales como seres humanos. Los mitos religiosos ayudaron a crear en el conquistador la

imagen de dioses y de ahí el respeto y la deferencia con ellos. Pero cuando el conquistador

descubre el verdadero objetivo de su presencia y, en consecuencia, inicia el saqueo del oro de

los indios y su destrucción física, estos se defienden con valor mediante sus rudimentarios

instrumentos de defensa y ataque y que no eran otras cosas que las flechas y las lanzas. Creen

los indios que a un agresor de tan pocos elementos humanos se le podía vencer con oleadas de

hombres. Entonces, sus ataques son masivos: miles de indios se lanzan contra el español, pero

éste dispone de las mejores armas y no se deja vencer fácilmente. Entonces, los indios

cambian de táctica y comienzan a hostigar a su enemigo mediante pequeños grupos: ahí nace

la guerrilla.” (op. cit.pag. 39-40).

En 1509, San Sebastián de Urabá fue fundado por Alonso de Ojeda, no para iniciar el

asentamiento español creando una próspera y pacífica ciudad – como nos cuenta la historia

tradicional- sino para servir como base militar en la lucha represiva contra los indios Sinú que

ofrecían resistencia armada en defensa de sus vidas y de sus bienes, de su cultura y sus

creencias.
11

Rodrigo de Bastidas, primer gobernador de Santa Marta, en 1524, debió enfrentar la

resistencia violenta de los indígenas caribes. Vasco Nuñez de Balboa tuvo que reprimir con

ferocidad la resistencia indígena. De él afirma Betancurt Echeverry (1987):

“Balboa fue un caudillo popular, un rebelde que entendió rápidamente las injusticias

cometidas por los conquistadores con los indígenas de las nuevas tierras y por tanto impulsó

una modalidad de conquista menos cruel y más democrática que la ya generalizada, política no

vista con buenos ojos por la corona”. (op. cit)

La invasión y conquista española de Colombia y de casi todo el territorio del nuevo continente

constituyó uno de los mayores, más sanguinarios y vergonzosos actos de violencia genocida

cometidos en el mundo por pueblo alguno contra otro aparentemente inferior (inferior en

armamento y en odio): se trató de destruir totalmente por medio del ejercicio indiscriminado

de la violencia a un grupo étnico, racial y religioso a lo largo y ancho del continente, con el

solo fin de apropiarse por medio del robo y el saqueo de sus riquezas minerales y vegetales y

de convertir a los super vivientes en esclavos para ser exportados a Europa y el resto del

mundo. Pero los historiadores burgueses tradicionales han CALLADO Y OCULTADO

sencillamente esta monstruosa atrocidad genocida, la han borrado por arte de magia de las

páginas de sus libros de historia, de sus archivos y memorias, haciéndose imposible ahora la

reconstrucción de la memoria de cómo fue la brutalidad del genocidio y la heroica e inútil

resistencia de los aborígenes.

De la resistencia indígena de esta oscura época nos recuerda el cronista Fray Pedro Aguado en

“Conquista del nuevo reino de granada en Historiadores de indias”:


12

“Había entre la Serranía de Santa Marta, bajando hasta la Ramada y la mar del norte, muy

estrechas angosturas, por las cuales habían forzosamente de pasar los españoles, cuyos pasos

los naturales o indios les tenían tomados con mucha cantidad de flecheros que les estorbasen

el paso; y como a los españoles les era forzoso pasar por aquellas angosturas y estrechuras

cubiertas de monte, iban sujetos a todo el daño que los indios les quisiesen hacer y ansí

pasaron como por contadero. Como iban pasando los iban los indios flechando y maltratando;

y ansí, por asegurar algunos pasos, le era forzoso a don Alonso entretenerse en algunas partes

usando de ardides con los indios para descuidarlos y tener lugar de pasar con menos daños de

los suyos; y en otras eran con continuas arremetidas y acometimientos de los indios

damnificados. Todos estos daños y males causaban la ponzoñosa hierba que en sus puntas

traíanlas flechas que los indios tiraban; porque, como algunas veces habré apuntado,

solamente que la flecha hiciese un pequeño rasguño en la carne de que tocase o saliese sangre,

era irremediable el mal y herida; porque, cundiendo la ponzoña por la sangre adelante, les

llegaba dentro de veinticuatro horas al corazón, donde reinando con más fuerza la ponzoña de

la hierba, causa en los hombres unos temblores y alborotamientos de cuerpo y privación de

juicio que les hacía decir cosas temerarias y espantosas y de fe dudosa para hombres que se

estaban muriendo, y al fin morían con una manera de desesperación que incitaba a los vivos

antes a darse ellos propios la muerte que esperarla de aquella suerte y es cierto que algunos de

estos malvados barbaros han usado o inventado otro género de hierba que con el vigor de su

ponzoña causa que las carnes del propio herido en vida se le van cayendo a pedazos, dejando

los huesos descarnados de todo punto y perdiendo la humana carne su propio color, se

convierte en otro como azul y morado, que cuasi no se deja entender”.

Sobre la resistencia que ofreció la Cacica Gaitana refiere Casas (1987):


13

“La Cacica Gaitana emplea la misma táctica de atacar y replegarse. Esta dirigente indígena fue

capaz de llevar a cabo la confederación de diversas tribus que habitaban las riberas del

Magdalena. Lo interesante de esta confederación consiste en que anteriormente esas tribus

guerreaban entre sí por las tierras que poseían y ante el enemigo externo fueron unidas por la

convicción que la cacica ejerció sobre ellas.

“La táctica de las tribus que unió la Cacica era favorecida por la diversidad de tribus existentes

por esas regiones y por su vida nómada que llevaban aún. Precisamente, la situación más

difícil que encontraron los españoles en su empresa conquistadora, fue con esas comunidades

o tribus que aún no se habían establecido en forma sedentaria. Un ejemplo de ello lo

constituye la conquista de la provincia del guane, en los alrededores de Velez. Aquí los

españoles encontraron tenaz y astuta resistencia de los indígeneas; el cacique Tiquisoque

recibe a los españoles en son de paz y agasajo para dejarlos en su casa y partir con el pretexto

de preparar a los indios a fin de darles un mejor recibimiento trayéndoles venados y osos (…..)

Las estribaciones de la cordillera oriental, tanto hacia el occidente como hacia el oriente, eran

asiento de numerosas tribus guerreras que sostuvieron incesante hostilización al conquistador

causándole innumerables bajas y destrucción de sus haberes. Estas son las tribus que

desarrollan una táctica más ágil en el ataque y a las que podríamos denominar combatientes

guerrilleras de ese entonces. Los ardides utilizados eran ingeniosos, como el sembrar los

caminos con puyas o puntas de palos en los cuales tropezaban y pisaban los españoles

causándose profundas heridas, muchas de las cuales, al infectarse, les causaban la muerte”.

Luego de la violenta invasión y conquista armada de España, vino, naturalmente, el

asentamiento colonial. Los historiadores tradicionales burgueses nos han mostrado la época de

la colonia como un período “maravilloso” de nuestro pasado, dibujándonos un cuadro de paz


14

absoluta, de tranquilidad y sosiego sin límites. Ninguno de ellos nos habla de miseria,

explotación, opresión ni de represión: todo debió ser una paz absoluta, tanto que algunos de

ellos se han atrevido a decir que la Colonia fue la mejor época de nuestra historia.

Tras la violencia del “descubrimiento” vino la de la Colonia. Esta se caracterizó por la

dominación política, cultural y económica de España sobre nuestro territorio. Para materializar

su dominación colonial, España impuso instituciones políticas como la casa de contratación, el

consejo de indias, la real audiencia, el virreinato; y económicas como la mita, el repartimiento,

el resguardo, la minería, el comercio e inclusive introdujo la esclavitud en “su Nuevo Mundo”.

Así mismo impuso una religión y una Iglesia. Socialmente nuestro pueblo resultó dividido

entre señores españoles, criollos y mestizos; indios; y negros y mulatos: ricos y pobres.

Este modelo socioeconómico no funcionó simplemente por la aceptación y abnegación de los

aborígenes americanos, sino que tuvo que ser sostenido por las armas de los ejércitos

españoles que reprimieron violentamente al aborigen a lo largo y ancho de tres siglos de

dominación: entre 1550 y 1810.

En la hora de la conquista –como ya se dijo- existió una permanente resistencia indígena que

la historia burguesa ha callado y ocultado y así mismo sucedió en la colonia.

En 1781, sucedió la llamada Revolución de los Comuneros, que fue una insurrección popular

armada a nivel nacional que encabezada por José Antonio Galán, Manuela Beltrán y Juan

Francisco Barbeo, la cual fracasó no sólo por la superioridad armada de los españoles, sino por

traiciones internas.

Casas (1987) nos relata así la rebelión de los Comuneros:


15

“En El Socorro, la multitud se amotina contra el edicto real de más y mayores tributos. Las

masas populares, en este caso, predominantemente mestizas, no soportan ya la carga

impositiva y los abusos de las autoridades coloniales. Por tratarse de una multitud, el

fenómeno adquiere características especiales. Es necesario poner al frente una dirección y ésta

es difícil de conseguir dentro de la misma multitud. Se acude, entonces, a quienes se supone

tienen posibilidades para dirigir el levantamiento. En las condiciones históricas del caso, no

pueden ser otros que aquellos que sin ser autoridad colonial, tienen algún poder económico y

cultural y que de una u otra manera se cree tienen contradicciones con ese poder colonial.

Como se trata de un movimiento de tipo fiscal, cualquiera que tenga que pagar ese tributo

puede entrar en el movimiento. Los comerciantes y los propietarios criollos, sin autoridad del

Rey o de las autoridades virreinales, puede ser candidato a jefe. Así sucede y se nombra,

obligatoriamente, por la multitud a Francisco Berbeo y Salvador Plata, dos acaudalados

comerciantes de El Socorro. Principalmente Plata era el menos indicado y por elo fue el

primero en oponerse en las formas que consideró más oportunas, a la insurrección. En efecto,

Plata era uno de los más ricos comerciantes y en él la cuestión impositiva no tenía mayores

incidencias, ya que todo lo cargaba a la clientela y la insurrección lo que le traía era,

precisamente, conflictos.

“Al tener carácter multitudinario el levantamiento, su consecuencia en el enfrentamiento con

las autoridades coloniales era el de conformar una especie de ejército en el que lo cuantitativo

era lo predominante. En efecto, se constituye una “junta de capitanes” con el fin de enfrentar

la fuerza militar de Bogotá. Mediante esa fuerza militar, que en el fondo solo su cantidad

podía ser persuasiva ante la debilidad de la fuerza real de la Corona, se logra la primera y

única victoria sobre las autoridades de Santa Fe. En Puente Real los comuneros toman
16

prisioneros a todos los integrantes del batallón enviado a detenerlos. Con esta victoria, se

constituye un Consejo Supremo de Guerra y a Berbeo se le nombra Superintendente y

Comandante general. Para este momento ya Salvador Plata había salido de la dirigencia

fingiéndose loco a fin de evitar compromiso alguno con el régimen.

“A partir de la conformación de ese Consejo Supremo de Guerra, la marcha es hacia la capital,

Santa Fe. La marcha se va engrosando con los efectivos de todas las regiones que se

encuentran entre la provincia de Socorro y Zipaquirá y de todos los pueblos van saliendo los

grupos al mando de capitanes. Un Comandante General (Berbeo), cuatro tenientes generales

(José Simón Villareal, Javier Tello, Juan de Azuero y Nicolás de Vezga) y ochenta y tres

capitales de 66 pueblos de los actuales departamentos de Santander, Boyacá y Cundinamarca,

fueron los protagonistas y dirigentes de alrededor de 20.000 hombres que formaron la fuerza

comunera que llegó a los campamentos de Zipaquirá. 121 capitanes más no concurrieron a

Zipaquirá y estaban al frente.

“Como se puede ver, dadas las características del levantamiento, el método de las partidas que

atacan o incursionan dentro del territorio del enemigo no fue necesario ya que las multitudes

colmaban ese territorio y el dominio es absoluto.

“Fue ya en Zipaquirá, cuando se supo que la huída del regente, cuando el mismo Bermeo

decidió enviar una fuerza de 150 hombres al mando del capitán José Antonio Galán, para que

le diera captura en la vía por el río Magdalena. Pero Galán, fundamentalmente se dedicó a

sublevar las poblaciones por donde pasaba a fin de darle mayor fuerza a la rebelión. La táctica

de Galán fue organizar en las poblaciones levantamientos similares a los de las poblaciones en

donde la insurrección se inició.


17

“A pesar de que el enfrentamiento se hizo en la forma relacionada, es de anotar que en las

poblaciones las gentes se levantaban bajo la dirección de pequeños grupos formados por

quienes mayor prestancia tenían sobre ellas. Y esas personas no eran otras que aquellas que

tenían más poder económico. En efecto, la dirección de la rebelión comunera no estuvo bajo el

poder de los más pobres que formaban la mayoría, sino de aquellos que poseían las mayores

extensiones de tierra y los mejores comercios.

“Y esto es natural ya que los enfrentamientos clasistas son dirigidos por lo más expresivo de

la clase que enfrenta a la dominante. En el caso de los comuneros, aunque no era un

movimiento propiamente de clases, quienes lo acaudillaban si iban en proceso de conformar

una clase social. En efecto, los criollos sí tenían ya, para ese entonces, una estructura

económica que exigía la independencia de España. Pero esa estructura necesita aún liberarse

de las cargas impositivas a fin de lograr un mayor nivel. La debilidad de esa estructura no

permitía enfrentar la lucha por la independencia en forma protuberante y es por ello que si

hubo algún germen de intento independentista, éste no tuvo mayor incidencia en el

movimiento comunero. Lo predominante fue la carga impositiva.

“La guerra masiva no se gana por la heterogeneidad de intereses que en ella se dan. La

rebelión comunera se gana con el arma de la crítica. Bastó emplear las armas ideológicas para

que el régimen colonial venciera a los comuneros. El Arzobispo Caballero y Góngora hizo de

francotirador eficiente y con el instrumento de la religión, que incluye el engaño, la mentira,

logró dispersar a los veinte mil hombres con sus capitanes y generales. La guerra terminó con

la dispersión de los amotinados bajo el agua bendita de un Te Deum. Lo que viene luego es su

consecuencia: juicios, sentencias, ajusticiamientos y destierros de quienes participaron en el

levantamiento. La triste historia de siempre que se pacta.


18

“Cuando la situación queda definida a favor del régimen, y éste asume nuevamente su papel

represivo, Galán y algunos compañeros deciden levantarse militarmente, pero ya las

condiciones no les son propicias. Trató de conformar un pequeño grupo militar que

incursionara las regiones propicias para un nuevo levantamiento masivo. Era el pequeño grupo

armado similar a la guerrilla que intentaba crear un foco insurreccional y el comerciante

Salvador Plata se encargó a la manera de una fuerza paramilitar, de terminar con él”. (op. cit).

Fijémonos cómo es desde entonces cuando aparece el Paramilitarismo, como fuerza militar

utilizada por los gobernantes para reprimir y masacrar al pueblo en defensa de sus intereses

personales: Salvador Plata no sólo es el gran Traidor del pueblo, sino el fundador del Para-

militarismo en Colombia: organizó un grupo armado a sueldo con la misión de asesinar a los

ex comuneros. Desde entonces la historia se repitió una, otra y otra vez y siempre.

La Rebelión Comunera fracasó porque su dirección se confió precisamente a la clase burguesa

aliada del colonialismo a la que no le convenía la caída de éste y menos que el pueblo tomara

el poder; los dirigentes (comerciantes y hacendados) negociaron la rendición con el Virrey a

cambio de su propia seguridad económica. José Antonio Galán fue fusilado junto a millares de

artesanos y campesinos pobres que cayeron bajo las armas de la colonia y del grupo

paramilitar de Salvador Plata.

La liberación del colonialismo español también vino de la mano de la violencia: hubo toda una

guerra, llamada esa sí, la Guerra de Independencia, en la cual tuvo que combatirse durante

muchos años, desde 1811 hasta 1819 y en la cual los hoy llamados Padres de la patria,

Libertadores y Héroes, como Camilo Torres, Antonio Nariño, Simón Bolívar, Santander, etc.,
19

fueron calificados en su tiempo de Bandidos, Bandoleros, Criminales y Delincuentes

apátridas.

No es tema de este trabajo narrar cómo se inició, desarrolló y concluyó esta Guerra de la

Independencia. Lo cierto es que los Criollos (descendientes de los invasores y colonialistas

españoles) quienes detentaban grandes riquezas encabezaron esta guerra y tras independizarse

del colonialismo español, no entregaron el poder al pueblo que combatió y dio su vida por la

independencia, sino que tomó el poder para sí y a ejemplo de la Revolución Francesa se

entronizó en el poder fundando una “república” para pasar ellos a explotar y oprimir a su

propio pueblo, para robarlo, despojarlo y masacrarlo en su beneficio. Desde entonces esas

mismas cincuenta familias son las que doscientos años después siguen en el poder.

Ya nuestra historia, como patria independiente de España, comenzó el 17 de diciembre de

1817 en el Congreso de Angostura, donde se funda oficialmente la República, cuando se

promulgó la Ley Fundamental de la República de Colombia. Desde entonces ha existido en

Colombia un régimen institucionalizado de opresión y represión sistemáticas de un grupo

social –la burguesía- sobre el resto de la población, con la intención de mantenerse

perpetuamente en el poder político y económico.

Para su conocimiento, análisis e interpretación, se trascribe el texto completo de dicha Ley

Fundamental, tomando como fuentes el texto del Dr. Carlos Restrepo Piedrahita,

“Constituciones Políticas Nacionales de Colombia” (Edición Universidad Externado de

Colombia. Segunda edición, Bogotá, 1995. Pag. 45) que a su vez se remite al libro “Actas del

Congreso de Angostura, febrero 15,1819-julio 31,1821:


20

“LEY FUNDAMENTAL DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA, 17 DE DICIEMBRE DE

1819.

El Soberano Congreso de Venezuela, a cuya autoridad han querido voluntariamente sujetarse

los pueblos de la Nueva Granada, recientemente libertados por las armas de la República y

considerando:

1°. Que reunidas en una sola República las provincias de Venezuela y de la Nueva

Granada tienen todas las proporciones y medios de elevarse al más alto grado de poder

y prosperidad.

2°.Que constituidas en Repúblicas separadas, por más estrechos que sean los lazos que

las unan, bien lejos de aprovechar tantas ventajas, llegaría difícilmente a consolidar y

hacer respetar su soberanía.

3°Que estas verdades altamente penetradas por todos los hombres de talentos

superiores y de un ilustrado patriotismo habían movido los gobiernos de las dos

repúblicas a convenir en su reunión, que las vicisitudes de la guerra impidieron

verificar.

Por todas estas consideraciones de necesidad y de interés recíproco y con arreglo al informe de

una Comisión Especial de Diputados de la Nueva Granada y de Venezuela, en el nombre y

bajo los auspicios del Ser Supremo, ha decretado y decreta la siguiente LeyFundamental de la

República de Colombia:

Artículo 1. Las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas

en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia.


21

Artículo 2. Su territorio será el que comprendían la antigua Capitanía General de Venezuela y

el Virreinato del Nuevo Reino de Granada, abrazando una extensión de 115.000 leguas

cuadradas, cuyos términos precisos se fijarán en mejores circunstancias.

Artículo 3. Las deudas que las dos Repúblicas han contraído separadamente son reconocidas

in solidum por esta Ley como deuda nacional de Colombia, a cuyo pago quedan vinculados

todos los bienes y propiedades del Estado y se destinaran los ramos más productivos de las

Rentas Públicas.

Artículo 4. El Poder Ejecutivo de la República será ejercido por un Presidente y, en su defecto,

por un Vicepresidente, nombrados ambos interinamente por el actual Congreso.

Artículo 5. La República de Colombia se dividirá en tres grandes departamentos: Venezuela,

Quito y Cundinamarca, que comprenderán las provincias de la Nueva Granada, cuyo nombre

queda desde hoy suprimido. Las capitales de estos departamentos serán las ciudades de

Caracas, Quito y Bogotá, quitada la adición de santa fe.

Artículo 6. Cada Departamento tendrá una Administración superior y un jefe, nombrado por

ahora por este Congreso con título de Vicepresidente.

Artículo 7. Una nueva ciudad, que llevará el nombre del Libertador Bolívar, será la capital de

la República de Colombia. Su plan y situación se determinarán por el Primer Congreso

General bajo el principio de proporcionarla a las necesidades de los tres departamentos y a la

grandeza a que este opulento país está destinado por la naturaleza.

Artículo 8. El Congreso General de Colombia se reunirá el 1° de enero de 1821 en la Villa del

Rosario de Cúcuta, que por todas circunstancias se considera el lugar más bien proporcionado.
22

Su convocatoria se hará por el Presidente de la República el 1° de enero de 1820, con

comunicación del reglamento para las elecciones, que será formado por una Comisión especial

y aprobado por el Congreso actual.

Artículo 9. La Constitución de la República de Colombia será formada por su Congreso

General, a quien se presentará en clase de Proyecto la que ha decretado el actual y que con las

leyes dadas por él mismo se pondrá, desde luego, por vía de ensayo, en ejecución.

Artículo 10. Las armas y el pabellón de Colombia se decretarán por el Congreso General,

sirviéndose entretanto de las Armas y Pabellón de Venezuela, por ser más conocido.

Artículo 11.El actual Congreso se pondrá en receso el 15 de enero de 1920, debiendo

procederse a nuevas elecciones para el Congreso General de Colombia.

Artículo 12. Una Comisión de seis miembros y un Presidente quedarán en lugar del Congreso,

con atribuciones especiales que se determinarán por un Decreto.

Artículo 13. La República de Colombia será solemnemente proclamada en los Pueblos y en

los Ejércitos, con fiestas y regocijos públicos, verificándose en esta capital el 25 del corriente

diciembre en celebridad del nacimiento del Salvador del Mundo, bajo cuyo patrocinio se ha

logrado esta deseada reunión, por la cual se genera el Estado.

Artículo 14. El aniversario de esta regeneración política se celebrará perpetuamente con una

Fiesta Nacional, en que se premiarán como en las de Olimpia las virtudes y las luces.

La presente Ley Fundamental de la República de Colombia será promulgada solemnemente en

los Pueblos y en los Ejércitos, inscrita en todos los registros públicos y depositados en todos
23

los archivos de los cabildos, municipalidades y corporaciones, así Eclesiásticas como

Seculares.

Dada en el Palacio del Soberano Congreso de Venezuela en la ciudad de Santo Tomás de

Angostura, a diez y siete días del mes de diciembre del año del Señor mil ochocientos diez y

nueve, noveno de la Independencia.

“El Presidente del Congreso, Francisco Antonio Zea, Juan Germán Roscio, Manuel Sedeño,

Juan Martínez, José España, Luis Tomás Peraza. Antonio M. Briceño, Eusebio Afanador,

Francisco Conde, Diego Bautista, Juan Vicente Cardoso, Ignacio Muñoz, Onofre Basalo,

Domingo Alzuru, José Tomás Machado, Ramón García Cadiz. El diputado secretario, Diego

de Vallenilla.

“Palacio del Soberano Congreso de Venezuela.”

Esta Ley es firmada y sancionada por Simón Bolívar como Presidente de la República. En

esta fecha y lugar, formal y jurídicamente quedó constituida una nueva nación democrática y

republicana que recibió el nombre de República de Colombia. (No de “La Gran Colombia”).

A consecuencia y mandato de dicha ley se reunió, en Villa del Rosario de Cúcuta, un

Congreso nacional constituyente que integrado por militares que ganaron la guerra de

independencia y por civiles criollos dotó a la nueva nación de su primer texto constitucional

en 1821.

Pero, en esos Congresos de Angostura y de Villa del Rosario de Cúcuta (1819 y 1821) no sólo

nacía una nueva “república democrática” sino también las raíces de la Violencia en Colombia,

pues en éstos se legalizó la desigualdad, la injusticia, la iniquidad, la riqueza y la pobreza, los


24

privilegios y mezquindades personalistas y caudillistas que 200 años más tarde no se han

resuelto. Allí se entronizó la Dictadura de la Burguesía que aún subsiste.

Al respecto, señalaSepúlveda Pino, (1986):

“Las primeras constituciones de nuestro país, como la constitución de Cundinamarca, la de

Cartagena, Tunja, Socorro, Mariquita, Antioquia, Cúcuta, etc., fueron el resultado de una larga

y cruenta lucha de clases entre la aristocracia criolla y el absolutismo monárquico

representado por los reyes de España (Carlos IV y Fernando VII). Esta lucha tuvo por objeto

el control, total o parcial, del poder político estatal, donde los criollos pasaron desde pedir

reformas y participación en la administración del aparato colonial español para ocupar puestos

o cargos públicos, hasta la toma directa del aparato estatal por medio de la revolución política

de independencia apoyados por las masas que conformaron el ejercito patriota popular de

liberación comandado por Bolívar, Santander, etc.,

“La clase criolla, ya en el poder, y que había luchado contra todo un sistema abierto de

privilegios en favor de los extranjeros, particularmente de la nobleza y el clero hispano, lo

sustituyó por otro sistema más refinado y oculto de opresión social, enmascarando así el

carácter opresor del Estado criollo cuyo gobierno era “popular representativo” no obstante la

base económico-social feudal y esclavista de dicho estado. Ver artículos 9 y 10 de la

constitución de Cúcuta, por ejemplo. Con esto se hallan relacionadas las contradicciones

irreconciliables del contenido de las constituciones colombianas, que incluían en la frase

general la libertad, la igualdad, la democracia, pero en la práctica anulaba esta libertad, esta

igualdad y esta democracia para las amplias masas del pueblo trabajador, pobre y

analfabeta….”. (op. cit).


25

Ya desde antes ( constituciones de 1811) estos mismos constituyentes venían divididos en

cuanto a sus ideales de cómo debería ser la nueva nación, si centralista o federalista y

divididos también en cuanto a sus posiciones políticas, pues mientras unos seguían las

orientaciones de Simón Bolívar, otros atendían las de Francisco de Paula Santander

(militaristas y civilistas) y fundamentalmente constituían un grupo de élite social que venía de

heredar las riquezas de los descendientes de los colonizadores españoles, de los encomenderos

y de los altos funcionarios del Virreinato, de modo que frente a sus intereses sociales y

económicos desde ese mismo momento comenzaron a disputarse la tenencia del poder y el

manejo del estado, originándose las guerras civiles del siglo XIX.

Nueve años antes de la fundación oficial de la República de Colombia (1812) ya se había

producido la primera guerra civil entre centralistas y federalistas, siendo esta una de las causas

que contribuyó a la reconquista española y el final del primer sueño independentista con la

caída de las Provincias Unidas de la Nueva Granada.

Siendo esto así, se considera que la Violencia en el territorio y el pueblo que hoy se llama

Colombia, tiene su inicio desde el año de 1812, cuando sucede el primer enfrentamiento civil

entre los mismos colombianos.


26

Las Guerras Civiles del Siglo XIX.

De las guerras civiles del siglo XIX afirma Ospina (2000) :

“Las guerras civiles del siglo XIX derrotaron el pensamiento liberal, el radicalismo y la

tradición ilustrada de los sectores democráticos e impusieron finalmente un régimen

aristocrático clerical centralizado, cuya constitución, promulgada en 1886, gobernó al país

durante más de cien años. Este régimen convirtío a Colombia en uno de los países más

conservadores del continente. (……). Esto dio origen a tremendos cuadros de violencia

familiar y de intolerancia social, a un enorme irrespeto por las creencias ajenas y a la

tendencia persistente a considerar toda disidencia y toda rebeldía como un fenómeno

religioso….” (op. cit).

¿Cuáles fueron las Causas de las Guerras Civiles en Colombia?

Las guerras, sean civiles, internacionales o mundiales obedecen, se originan y se desarrollan

de acuerdo a unas causas; no son el producto del azar ni de la casualidad.Esencialmente, el

ejercicio del poder y la acumulación de riqueza han sido siempre las principales causas de las

guerras, no siendo Colombia la excepción a esta regla. Desde que existen el poder y la

propiedad, los hombres han luchado por estos fines.

1°. Regionalismo.

Nunca ha existido en Colombia una Unidad Nacional en cuanto a su geografía física y

humana, existiendo regiones con características propias muy diferentes en su idiosincrasia,


27

costumbres y desarrollo unas de otras, como Santander, Cundinamarca-Boyacá, Occidente,

Antioquia, Nariño-Putumayo, Costa Atlántica, Tolima-Huila, Llanos orientales. Las

rivalidades entre las regiones en el siglo XIX se resolvían por medio de guerras regionales que

a veces, por su magnitud se volvían verdaderas guerras civiles nacionales, las cuales se

originaban por las ambiciones de una región por dominar a otras regiones vecinas.

2°. Caudillismo.

Desafortunadamente, los instintos y sentimientos de los seres humanos se basan en el

egoísmo, la ambición, el odio, la envidia de los unos contra los otros, por lo que quienes

detentan factores reales de poder, como fuerza y riqueza, se convierten en jefes o líderes de

otros congéneres que carentes de estos, se sujetan o someten a los primeros, naciendo así el

caudillismo, que en Colombia tenía y sigue teniendo por fundamento la tenencia de la

propiedad. En el siglo XIX, los grandes hacendados y generales veteranos de la guerra de

independencia se convirtieron en caudillos de sus propios peones y empleados, convirtiéndose

la caprichosa voluntad de cada uno en una ley de ambición en busca de más poder y de más

riqueza.

3°. Vació de poder y orientación luego de la independencia de España.

Luego de la independencia del colonialismo español, la clase dirigente criolla se halló

desorientada y como impotente frente al problema de cómo organizar y gobernar el naciente

estado, pues venían de tres siglos de dependencia y dominación extranjera y obviamente

carecían de experiencia en mando.

Por eso, explica el historiador Ocampo López (1988) en su capítulo sobre “Las Guerras

civiles en Colombia”, en el Tomo 12 de la obra “Historia de Colombia” de Editorial Salvat:


28

“Los caudillos aparecieron en Colombia y en general en Latinoamérica, en el siglo XIX e

influyeron en gran medida en la vida política y en la conformación del Estado. Fueron

hombres de extraordinario poder político y militar, que proyectaron su influencia a nivel

regional y nacional, recibiendo la acogida, entusiasta a veces y otras pasiva, de las mayorías

nacionales. Los caudillos fomentaron el nacionalismo regionalista y se convirtieron en la

fuerza que canalizaba los intereses y problemas de cada una de las regiones (op. cit. pag.

1363).

Su fuente de poder e influencia se basaba, “…en la idea de que el poder existe en la lealtad

personal a hombres y a determinados intereses….”

El origen de las guerras civiles del siglo XIX en Colombia fue y sigue siendo doscientos años

después:

1°. Concentración:de Riqueza y de Poder.

2°. Injusticia y desigualdad social y económica.

3°. Idiosincrasia: Violenta, Vengativa, Intolerante.

El desarrollo de las guerras civiles del siglo XIX en Colombia siguió los siguientes pasos:

1. Descontento: político, social, económico, religioso.

2. Pronunciamiento: de Caudillos y Generales.

3. Respuesta: de las fuerzas armadas y del Gobierno.

4. Batallas: los enfrentamientos directos de las tropas en pugna.

5. Triunfo en la Guerra.

6. Establece Nuevo Orden Constitucional.


29

Importante es anotar cómo generalmente, después de cada guerra civil, los vencedores, ya

fueran centralistas o federalistas, bolivarianos o santanderistas, liberales o conservadores, se

creaban su propia constitución y sus propias leyes, instaurando modelos económicos y

estatales de acuerdo a sus intereses, lo que explica la permanente inestabilidad política del país

en toda su historia.

Como se dijo antes, a partir de la creación de la República de Colombia, el 17 de diciembre

de 1819 en el Congreso de Angostura, la riqueza y el poder social, político y económico se

concentraron en manos de las mismas cincuenta (50) familias que desde entonces ocupan el

poder en el Palacio de Nariño.

Los llamados Padres de la Patria y grandes Héroes de la Independencia, se retribuyeron los

servicios prestados a la nación usurpando y apoderándose de grandes riquezas por la fuerza de

las armas: despojaron a los campesinos, mestizos e indígenas que decían defender, de grandes

extensiones de las mejores tierras y formaron así los grandes latifundios que siguieron

multiplicando a lo largo de nuestra vergonzosa historia nacional.

Criollos que heredaron las fortunas amasadas irregularmente por los funcionarios de la

Colonia, herederos a su vez de los conquistadores y encomenderos españoles, quienes

ocuparon el poder económico y social enraizándolo en un orden de privilegios seudo feudales.

Todos ellos, desde el primer momento asaltaron el tesoro público en beneficio de sus riquezas

y obviamente monopolizaron el ejercicio del Poder que se han turnado rigurosamente desde

ese 1819.

Esta concentración de poder y de riqueza se desarrolló en realidad como una subrepticia

“dictadura burguesa”, bien disimulada bajo la romántica apariencia de un legítimo régimen


30

democrático de perfiles ejemplares para el continente, cuando en verdad el pueblo raso

siempre se encontró marginado de oportunidades y decisiones en el marco de la vida nacional,

por lo que siempre existió lo que Jorge Eliecer Gaitán definió como dos países diferentes en

uno mismo: el país político y el país nacional.

Esa concentración de riqueza y poder fue y es la primera causa de la violencia en

Colombia. Mientras no se solucione este aspecto, NO habrá paz en Colombia.

Segunda causa es la injusticia social reinante en nuestra patria desde ese mismo 17 de

diciembre de 1819.

Precisamente, la Ley 975 del 2005 se titula “DE JUSTICIA”. ¿Y qué es la Justicia?

En imparcial entender, Justicia es redistribución de riqueza y de oportunidades. Solo habrá

JUSTICIA cuando todos los colombianos sean iguales no ante la letra muerta de la ley, sino

ante la economía. Habrá Justicia cuando todos los colombianos tengan un empleo que les

permita subsistir en forma digna y decorosa; cuando en ese empleo tengan un salario mínimo

adecuado y acorde al costo de vida, que en la actualidad sería por vía de ejemplo, dos y medio

millones de pesos al mes.(US$ 960,o). Cuando todos los colombianos tengan verdadero

acceso gratuito a la salud y a la educación; cuando todos tengan una vivienda digna y un

transporte público gratuito y decoroso. Trabajo, Salario Real, Salud, Estudio, Transporte,

Vivienda y eso no es suficiente: se necesita Igualdad de Oportunidades para todos.

Porque sin Igualdad de Oportunidades no hay justicia efectiva. Lo dicho significa que todos

tengan libre acceso a los medios de trabajo, salud, estudio, transporte y vivienda. De nada

sirve que el hijo de un obrero raso se esfuerce y por sus propios medios, estudie y corone una

carrera profesional, si a la hora de salir de la Universidad va a encontrar todas las puertas


31

cerradas y sencillamente no va a poder desempeñar su profesión porque los cargos se reservan

para los hijos de los patrones de la fábrica. Al hijo de obrero raso que se gradué de Ingeniero

Industrial por ejemplo, nunca lo ascenderán ni nombraran de gerente de la fábrica donde

labora y tal vez ni siquiera lo nombren jefe de taller: en cambio, el hijo del dueño de la misma

fábrica que sin ningún esfuerzo termine aunque sea el bachillerato lo nombran directamente

Gerente de la fábrica o Presidente de la Empresa por el solo hecho de ser el hijo del Dueño.

Por mucho mérito que haga y por mucho que se esfuerce el pobre nunca escala una posición

mejor porque no hay igualdad de oportunidades.

En el marco de tal desigualdad e injusticia social, nuestros jóvenes víctimas de la violencia y

de la miseria, no han encontrado otro camino que vincularse a los grupos armados ilegales de

autodefensas, guerrilleros o narcotraficantes o a la delincuencia común, para establecer un

medio, una forma de vida, oportunidad que no han tenido en las otras aéreas normales de

competencia social.

Tercera Causa de la Violencia en Colombia, desafortunadamente, es la misma idiosincrasia

desarrollada en el pueblo colombiano a lo largo de los siglos de vida independiente. La misma

Violencia fratricida que ha azotado a nuestro pueblo desde 1812 ha hecho de él un pueblo

violento, vengativo e intolerante. Somos, porque nos ha vuelto la vida, Intolerantes: todo lo

solucionamos apelando al expediente de la fuerza: gritos, golpes, puñaladas o balazos, porque

en ese ambiente nacimos, nos criamos, vivimos y morimos. La violencia contra el congénere

lo soluciona todo. La intolerancia es típica de toda agresividad y tal suma da por resultado, la

venganza.
32

1°. La Guerra Civil de 1812, originada por las divergencias entre los centralistas y los

federalistas.

El 4 de octubre de 1812, el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada se reunió

en Tunja y eligió presidente al Dr. Camilo Torres, quien declaró la Guerra Civil entre

Centralistas y Federalistas.

Como se dijo atrás, ya antes de la existencia misma de la República de Colombia, en el

territorio y entre el pueblo granadino sucedió su primer enfrentamiento armado. Tras la

liberación parcial de la dominación española, no existía una unidad territorial y ni siquiera

cultural entre las diversas regiones que no todas se liberaron ni se declararon independientes

de la dependencia española, existiendo en cada región o provincia sentimientos autonomistas y

regionalistas, lo que hacía que sus habitantes pensaran en que su región o provincia podía y

debía convertirse por sí misma en una nueva república independiente.

Así, el 26 de julio de 1810 se declara la autonomía del gobierno santafereño en relación con el

Consejo de Regencia de España y se firmó el Acta de Independencia. El 6 de agosto del

mismo, año la ciudad de Monpós declaró su independencia absoluta de España. El 11 de

noviembre de 1811 Cartagena declara su independencia absoluta de España. El 27 de

noviembre de 1811 se reunió el primer Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva

Granada, que proclamó la fundación de una nueva nación formada por la unión de varias

provincias cercanas.

De otro lado, el 30 de marzo de 1811, se promulga la constitución realista del Estado de

Cundinamarca. Aparecieron entonces dos estados independientes: Las Provincias Unidas de

la Nueva Granda, conformado por los estados de Antioquia, Cartagena, Casanare, Choco,
33

Neiva, Pamplona, Socorro y Tunja y de otro lado el Estado de Cundinamarca, centralista,

presidido por el precursor Antonio Nariño.

Los partidarios del Federalismo, acaudillados por Camilo Torres, seguían como modelo a

imitar el federalismo de los Estados Unidos de Norteamérica, viéndolo como el mejor a seguir

para progreso de los nuevos estados liberados de España, mientras los seguidores del

Centralismo, liderados por Antonio Nariño, consideraban que el mejor modelo a tomar era la

instauración de un solo estado nacional para conformar una patria fuerte para defenderse de

cualquier eventual agresión o invasión de cualquier potencia extranjera.

Antonio Nariño, presidente de Cundinamarca y Líder del Centralismo fomentó la

insubordinación de algunos cantones contra sus provincias: San Gil se sublevó contra Socorro

y Sogamoso contra Tunja. Para apoyar a los cantones disidentes, Nariño ordenó la creación y

aislamiento de batallones que marcharon en favor de los disidentes buscando su anexión al

Estado de Cundinamarca. Antonio Ricaurte salió de Santafé el 12 de enero de 1812 contra

Socorro. El 23 de enero de 1812, las fuerzas centralistas derrotaron a las federalistas en el

combate de Mata-redonda, lo que estimuló el levantamiento de San Gil. Antonio Ricaurte

tomó Vélez y Guadalupe.

Ante estos éxitos militares, Antonio Nariño decide atacar Tunja, expedición que encomienda a

Antonio Baraya, quien fue rechazado por tropas federalistas al mando de Juan Nepomuceno

Niño en Tunja, ante lo cual Baraya atacó Sogamoso, obteniendo su anexión a Santafé. Nariño

envió otra expedición contra Tunja al mando de José Miguel Pey quien entró en Tunja el 3 de

julio, en donde no encontró resistencia.


34

El 20 de julio la expedición prosiguió hacia el norte, hasta el Llano de Paja, en donde el

presidente se enteró de la derrota de José Miguel Pey frente a Ricaurte en Paloblanco, cerca de

Charalá y la de la fuerza al mando de Justo de Castro, lo que le obligó a firmar con el

Congreso, el 30 de julio de 1812, en Santa Rosa un tratado por el que aceptó que las fuerzas de

Baraya continuaran hacia el norte ya contra los Españoles.

Ante estos triunfos federalistas, el Congreso de las Provincias Unidas se trasladó de Ibague a

Villa de Leyva, para dirigir los asuntos políticos y militares. El Congreso propone a Nariño

que acepte la derrota y Cundinamarca se una a las Provincias Unidas, cosa que Nariño rechaza

y se dirige el 25 de noviembre a Tunja, obteniendo victorias en los combates de Hatoviejo.

El ejército federalista, acantonado en Tunja, envía a Ventaquemada una tropa de quinientos

hombres y cinco piezas de artillería al mando de Antonio Ricaurte. Las fuerzas que se

encuentran en Villa de Leyva avanzan en su apoyo por el camino de Samacá, al mando de

Atanasio Girardot y Baraya se fortifica en la quebrada de Barona; las tropas de Girardot se

unen a las de Ricaurte en Casa de Postas cerca al puente de Boyacá; en Ventaquemada se

produce una batalla el 2 de diciembre, donde las fuerzas federalistas derrotaron a los

centralistas, que debieron retirarse hacia Santafé. Nariño regresa a Santafé; Ricaurte y Baraya

también avanzan hacia Santafé con el propósito de tomar la capital de Cundinamarca y

derrotar allí al centralismo.

Llegados los federalistas a Santafé, Ricaurte toma posición en el Cerro de Suba; otra compañía

se posiciona en Fontibón y en el Puente de Bosa. Nariño dispone su ejército centralista en San

Victorino para librar allí la batalla decisiva, desde donde puede controlar las entradas de
35

Fontibón, Usaquén y Monserrate, localizando destacamentos en San Diego y Puente Aranda.

Las fuerzas centralistas cuentan con dos mil hombres.

El federalista Atanasio Girardot toma el 5 de enero a Monserrate, lo que forzó a Nariño a

ofrecer su capitulación, que fue rechazada por Baraya. El 7 de enero Antonio Bailly venció a

los federales en Usaquén. El 8 de enero los centralistas hacen un movimiento contra Puente

Aranda y Baraya y Ricaurte deciden lanzar su ataque definitivo contra San Victorino, pero el

plan inicial falló porque la orden de ataque para Girardot fue interceptada y cambiada por la de

permanecer en su puesto.

Los federales atacan en tres columnas que avanzan por el Paseo del Prado, la huerta de Jaime

y San diego; los centralistas los recibieron con nutrido fuego de cuatro cañones de a catorce,

que al hacer ocho descargas, infundió pánico entre los federales que huyeron

desordenadamente. La fusilería federalista ataca por el frente, pero es derrotada por cargas de

bayoneta y caballería que obtienen la victoria definitiva. Nariño envía a Fontibón varias

compañías en persecución de los federales y ordena a Bailly dar alcance a Girardot, cosa que

no logra.

Esta batalla de San Victorino, del 9 de enero de 1813, selló la victoria definitiva del

centralismo, por lo que de acuerdo con el Congreso federalista, el gobernador interino de

Tunja, José María del Castillo y Rada, convino en establecer un solo gobierno central para

asegurar la independencia y se acordó el intercambio de prisioneros y la suspensión de las

hostilidades. Antonio Nariño accede, pero tras largas reuniones no se llega ningún acuerdo

decisivo, aparte de prometerse paz y amistad y reconocer los federalistas a Nariño como

presidente de Cundinamarca.
36

Pero en lo concreto, las Provincias Unidas de la Nueva Granada siguieron existiendo como

estado federal nacional y Cundinamarca continuó existiendo como un estado independiente

centralista regional, de modo que las cosas continuaron como antes de la guerra.

2°. La Guerra Civil entre Patriotas y Realistas de 1811.

La situación real de la población granadina en la segunda década del siglo XIII no era de

unánime apoyo y solidaridad con la causa independentista y la creación de una nueva nación

independiente, pues no todos los habitantes del territorio compartían tales aspiraciones

sucediendo que amplios sectores sociales de todas las clases se encontraban de acuerdo con la

existencia del viejo régimen monárquico colonialista que los explotaba y oprimía, por lo que

los llamados “patriotas” encontraron serias oposiciones en varias regiones del territorio

granadino, lo que desembocó en enfrentamientos radicales armados: en una guerra civil entre

realistas y patriotas o monárquicos y nacionalistas.

Los historiadores tradicionalistas burgueses han desconocido esta confrontación como una

Guerra Civil calificándola sencillamente como una continuación de la campaña libertadora. Ya

recientemente, Ocampo López, (1998) habla de “La Guerra Civil entre Patriotas y Realistas

en la Primera República Granadina”. Pero una historiografía crítica moderna debe observar

cómo esa contienda armada no sólo se libró en todo el sur de la Nueva Granada, sino

especialmente que no fue una guerra de patriotas contra Españoles, sino de Patriotas nativos

contra Realistas también nativos, lo que la convierte precisamente en una Guerra Civil.

Lo que sucedió es que después de los hechos del 20 y 26 de julio de 1810, no se logró la

liberación de la totalidad del territorio del Nuevo Reino de Granada, sino sólo de una parte de

ésta: las provincias del centro. El resto del territorio del Nuevo reino de Granada continuó bajó
37

dominación Española y lo que es peor, estas regiones –como el sur y la costa atlántica-

contaban con muchos defensores del colonialismo español.

La rebelión de independencia de 1810 no contaba como partidarios y defensores A TODOS

los criollos ni a todo el pueblo Granadino: había criollos y pueblo nativo granadino que no

compartía la idea de la independencia y era partidario y defensor de la Corona Española y del

viejo orden Colonial. Así en ciudades como Pasto, Popayán, Cali, Santa Marta, la mayoría de

la población era defensora del viejo orden colonial y opositores de la independencia, quienes

en alianza con las autoridades españolas se enfrentaron armadas contra los patriotas a quienes

en ese tiempo tildaban de Bandoleros, Bandidos, Insurgentes.

Antonio Nariño consideró indispensable atacar las provincias del sur que se encontraban en

manos de nativos partidarios del colonialismo español, siendo apoyado en este plan por

Camilo Torres, por lo cual tanto las Provincias Unidas como el estado de Cundinamarca

emprenderían una nueva guerra civil en 1811.

El 28 de marzo de 1811 se produce la Batalla del Bajo Palacé, la primera de la guerra entre

patriotas y realistas en el sur, en la cual el coronel Antonio Baraya derrotó al gobernador

realista de Popayán, Miguel Tacón.

Nariño partió al mando del ejército patriota hacia el sur con el propósito de llegar a La Plata,

organizar allí su ejército y tomar Popayán, para uniéndose a las tropas del coronel antioqueño

José María Gutiérrez, lanzarse sobre Pasto y Quito. El 13 de julio de 1813 salieron las fuerzas

patriotas.

El 20 de diciembre el coronel José Ignacio Rodríguez se desplazó de Ibagué a Cartago. En el

Alto del Obispo la vanguardia patriota entró en combate con las avanzadas realistas; el 30 de
38

diciembre el ejército se dirigió hacia Popayán, siguiendo por la vía que cruza el río Palace por

un puente de calicanto, en donde el general español Juan Sámano trató de impedir el paso, lo

que obligó a Nariño a ordenar al coronel cabal que lo atacara en el Alto Palace. Los realistas

se retiraron hacia la ciudad, permitiendo la reagrupación de los fuerzas patriotas y la toma de

la capital provincial, objetivo político y estratégico de primer orden.

El ejército patriota marchó al Bajo Palace, en donde el 2 de enero de 1814 tomó posiciones a

la altura derecha que domina el río, mientras Sámano, realista, siguió por Popayán a El

Tambo, desde donde ordenó al coronel Ignacio Asín, que se le reuniera ejecutando una

operación envolvente sobre los patriotas. Nariño, en posición intermedia entre los dos jefes

españoles, intimó la rendición del realista Asín, quien después de rechazarla realizó una hábil

maniobra con la que logró unirse a Sámano en la hacienda de Calibio. La concentración de las

tropas enemigas y la angustiosa espera de las fuerzas de Antioquía y del coronel Rodríguez, a

quien Asín impedía su reunión con el grueso del ejército, colocaba a Nariño en difícil

situación, por lo cual Rodríguez atacó a Sámano.

El 15 de enero de 1813 se produce la batalla de Calibio. El ejército patriota de Cabal se

encuentra a la derecha, al mando de Nariño y su segundo, el brigadier Leiva en el centro y

Pedro Monsalve a la izquierda. El realista Juan Sámano se desconcierta con el ataque de

Cabal y concentra sobre esa columna su fuego de artillería y sus fuerzas de infantería; Cabal

carga a la bayoneta y los realistas en cantidad de más de mil combatientes nativos, son

derrotados, perdiendo más de 400 hombres y al oficial Asín. Nariño no persigue a Sámano que

huye hacia Pasto, sino que entra con su ejército a Popayán, donde permanece hasta el 22 de

marzo, nombrando a José María Mosquera como Gobernador de la provincia; como jefe

militar a Leiva y a Cabal.


39

Derrotado Sámano, es sustituido por el general realista Melchor de Aymerich, quien en Pasto

reorganiza las fuerzas realistas en el campamento de Matalobos.

El 22 de marzo de 1814 Nariño continúo rumbo al sur, debiendo combatir continuamente con

guerrillas patianas – o sea compuestas por gentes provenientes del río Patía- al entrar en el

valle del río Patía la situación patriota se agrava no solo por la perdida de hombres en combate

sino por ser atacados por diversas enfermedades. Se libró dura batalla el 29 de marzo en el

punto de Santa María, saliendo derrotados los patriotas por las fuerzas realistas de Aymerich.

El realista Aymjerich localizó sus fuerzas en el cerro de Cebollas, donde esperaba detener al

ejército patriota, ante lo cual éstos se dirigieron rápidamente hacía Pasto objetivo central de la

campaña. Situado en Cebollas, Nariño tomó el rumbo de Tacines para llegar a Pasto, siendo

atacado y derrotado por las tropas realistas. En el cuartel general de Cachapamba se decidió la

continuación de las operaciones, trasladándose los patriotas al Cerro de Panecillo. El 9 de

mayo de 1814, los patriotas comenzaron a descender del Panecillo y tomar posiciones en la

base del cerro de Tacines, con formación en tres columnas, atacando a los realistas con cargas

de artillería de obuses de a cuatro que apoyaba el avance de la infantería, desorganizando la

vanguardia realista que abandonó su posición huyendo hacia Pasto y abandonando toda su

artillería que quedó en manos de los patriotas de Nariño.

A pesar de la victoria, las tropas patriotas de Nariño no recibieron refuerzos desde Popayán

para apoyarlo y afrontaba falta total de recursos, debido a la interceptación de las líneas de

comunicaciones por parte de las guerrillas patianas realistas. Nariño continuó su avance sobre

Pasto, debiendo pasar una noche en una montaña cerca de la ciudad, desde donde envió al

cabildo de dicha población un mensaje de rendición, que fue rechazado por los realistas.
40

Frente a esta situación, los habitantes de Pasto se prepararon para la defensa de lealtad al Rey

de España y sus costumbres tradicionalistas. Dirigidos por el Cabildo que presidía el criollo

Tomás de Santacruz, organizaron un ejército al mando de Mariano Cucalón. Nariño tomó

posición en el cerro de El Calvario desde donde atacó a Pasto, siendo rechazado por tres

columnas realistas; los patriotas cargaron contra los pastusos por cuatro veces. Nariño cayó de

su caballo que fue herido; el comandante Monsalve creyó que Nariño había sido muerto y se

retiró por el camino de Tacines, llevando a la retaguardia la falsa noticia de la derrota patriota.

Cuando Nariño regresó a Tacines en compañía de Cabal, con la intención de volver con la

reserva y la artillería al contra-ataque, solo encontró soldados moribundos, pólvora y

municiones abandonados, clavada la artillería, pues la retaguardia se había retirado ante la

falsa noticia de la derrota. Cabal se lanzó al alcance del ejército, permaneciendo Nariño en la

montaña. Pero los realistas se encontraban ya en Tacines, por lo que sintiéndose Nariño

perdido, ordenó a su fiel abanderado que se salvara él y se internó en lo más espeso del

bosque, buscando huir y ponerse a salvo, pero el 14 de mayo, acorralado, tuvo que entregarse

a un soldado y a un niño que buscaban enemigos rezagados. Nariño permanecío prisionero en

Pasto durante tres meses y fue enviado a la cárcel de Cádiz, en España, cuya prisión padeció

hasta 1820.

Los restos del ejército patriota fueron atacados por 40 soldados y 20 indios al mando del

realista Francisco Jiménez, quien persiguió a 200 patriotas hasta llegar a Buesaco. El coronel

Cabal asumió el mando del ejército patriota para dirigir la retirada; después del cruce del rió

Juanambu, se dirigió hacia Popayán, donde llegó el día 22 de mayo.


41

La victoria de las fuerzas realistas del sur, conformadas por criollos, nativos e indígenas

nacidos en el Nuevo Reino de Granada, que impidió la liberación del sur de la colonia,

demostró la fidelidad de éstos a la Corona Española, a la Iglesia Católica y a las instituciones

de la Colonia, evidenciando que no todos los granadinos eran partidarios de su independencia,

tanto así, que esta guerra civil no solo se libró en los campos del sur, sino también en el norte,

en la costa caribe, en donde ciudades como Santa Marta y Cartagena se enfrentaron, la primera

en defensa del colonialismo español y la segunda en defensa de la independencia republicana.

Santa Marta reconocía las Cortes y a la Regencia de Cádiz y en ella gobernaba una junta que

fue reemplazada por el coronel Tomás Acosta, quien continuó ejerciendo su autoridad de

acuerdo con las leyes coloniales.

Cartagena, desde el 11 de noviembre de 1811 se declaró independiente de la Corona Española

y partidaria de la independencia al punto de declararse estado libre e independiente, lo cual

hizo a través de una Declaración de Independencia que realmente, representó la fecha y lugar

de la Independencia, que los historiadores burgueses tradicionales continúan ignorando,

colocando como fecha de independencia el 20 de julio de 1810 en Santafe de Bogota, fecha y

lugar en que no sucedió ninguna independencia del colonialismo español.

Por eso, no sobra ni está fuera de lugar trascribir –para recordar y comparar- esa

Declaración de Independencia de Cartagena del 11 de noviembre de 1811:

“ACTA DE INDEPENDENCIA de la Provincia de Cartagena de la Nueva Granada.

En el nombre de Dios Todopoderoso, Autor de la Naturaleza, nosotros los representantes del

buen pueblo de la Provincia de Cartagena de Indias, concretados en Junta plena, con asistencia
42

de todos los Tribunales de esta ciudad, á efecto de entrar en el pleno goce de nuestros justos é

imprescriptibles derechos que se nos han devuelto por el orden de los sucesos con que la

Divina Providencia quiso marcar la disolución de la monarquía española, y la erección de otra

nueva dinastía sobre el trono de los Borbones: antes de poner en ejercicio aquellos mismos

derechos que el sabio Autor del Universo ha concedido á todo el género humano, vamos á

exponer á los ojos del mundo imparcial el cúmulo de motivos poderosos que nos impelen á

esta solemne declaración, y justifican la resolución tan necesaria que va á separarnos para

siempre de la monarquía española.

Apartamos con horror de nuestra consideración aquellos trescientos años de vejaciones, de

miserias, de sufrimientos de todo género, que acumuló sobre nuestro país la ferocidad de sus

conquistadores y mandatarios españoles, cuya historia no podrá leer la posteridad sin

admirarse de tan largo sufrimiento: y pasando en silencio, aunque no en olvido, las

consecuencias de aquel tiempo tan desgraciado para las Américas, queremos contraernos

solamente á los hechos que son peculiares á esta Provincia, desde la época de la revolución

española; y á su lectura el hombre mas decidido por la causa de España no podrá resistirse á

confesar que mientras más liberal y más desinteresada ha sido nuestra conducta con respecto á

los gobiernos de la Península, más injusta, más tiránica y opresiva ha sido la de éstos contra

nosotros.

Desde que con la irrupción de los franceses en España, la entrada de Fernando VII en el

territorio francés, y la subsiguiente renuncia que aquel monarca y toda su familia hicieron del

trono de sus mayores en favor del Emperador Napoleón, se rompieron los vínculos que unían

al Rey con sus pueblos, quedaron éstos en el pleno goce de su soberanía, y autorizados para

darse la forma de gobierno que más les acomodase. Consecuencias de esta facultad fueron las
43

innumerables Juntas de gobierno quo se erigieron en todas las Provincias, en muchas ciudades

subalternas, y aun en algunos pueblos de España. Estos gobiernos populares que debían su

poder al verdadero origen de él, que es el pueblo, quisieron sin embargo jurar de nuevo y

reconocer por su Rey á Fernando VII, bien sea por un efecto de compasión hacia su persona, ó

bien por una predilección al gobierno monárquico. El primer objeto de la Junta de España fue

asegurarse de la posesión de las Américas, y al efecto se enviaron Diputados á estas

Provincias, que procurasen mantener una unión considerada casi imposible. La orgullosa Junta

de Sevilla, que usurpó por algunos meses el título de u Soberana de Indias, fue la que más se

distinguió en darse á reconocer en estos países. Dos enviados suyos llegaron á Cartagena. Ya

les habían precedido, por algunos días, las noticias de los sucesos que ocasionaron la ruina de

la monarquía española, y en la sorpresa y en el desorden de espíritu que causan los

acontecimientos imprevistos, Cartagena, aunque tuvo bastante presencia de ánimo para

conocer sus derechos, tuvo también bastante generosidad para no usar de ellos en las

circunstancias más peligrosas en que jamás se halló la nación de que era parte. Sacrificólos,

pues, a la unión con su metrópoli, y al deseo de concurrir a salvarla de la más atroz de las

usurpaciones. La junta de Sevilla fue reconocida de hecho, a pesar de la impudente conducta

de sus enviados, que a pesar de las vejaciones e insultos que los agentes del Gobierno

prodigaron al ilustre Cabildo, y á algunos de sus dignos miembros. Este cuerpo

verdaderamente patriótico, sus quejas al Gobierno de España en los términos más sumisos, y

pidió una satisfacción de los agravios que se le habían hecho; pero en cambio de nuestra

generosidad sólo recibimos nuevas injurias, y en recompensa riquezas que les enviamos para

sostener la causa de la nación, vino una orden inicua dirigida al Virrey de este Reino para

hacer una pesquisa á varios individuos del Cabildo, y á otros vecinos.


44

Tan atroz conducta de parte de un gobierno reconocido sólo por conservar la integridad de la

nación, no fue capaz de desviarnos de nuestros principios: nosotros fieles siempre á las

promesas que habíamos hecho, continuamos manteniendo esta unidad política tan costosa, y

tan contraria á nuestros verdaderos intereses.

Entre tanto el desorden, el choque de las diversas autoridades y los males que de aquí eran de

temerse obligaron á las Provincias de España á reunirse en un cuerpo común que fuese un

gobierno general. Instalóse en Aranjuez la Junta central, y desde este momento comenzaron á

renacer nuestras esperanzas de una suerte mejor. Triunfó la razón de las envejecidas

preocupaciones, y por la primera vez se oyó decir en España que los americanos tenían

derechos. Mezquinos eran los que se nos habían declarado; eran sujetos á la voz de los

ayuntamientos dominados por los gobernadores; eran los Virreyes, nuestros más mortales

enemigos, lo tenían influjo en la elección de nuestros representes; pero al fin la España

reconocía que debíamos tener en el gobierno de la nación; y nosotros, olvidan del carácter

dominante de los peninsulares, confiábamos en que nuestra presencia, nuestra justicia y

nuestras reclamaciones, habrían al fin de arrancar al Gobierno de España la ingenua confesión

y reconocimiento de nuestros derechos eran en todo iguales á los suyos.

La suerte desgraciada de la guerra, no dio lugar llegada de nuestros representantes. Los

enemigos entraron en Andalucía, y la Junta central, prófuga, dispersa, cargada de las

maldiciones de toda la nación, abortó bien á su pesar un gobierno monstruoso conocido con el

nombre de Regencia. Dominada por los franceses, casi toda la Península y confinado este

débil gobierno a isla de León, volvió sus ojos moribundos hacia la América, y temiendo ya

próximo el último período de su existencia, oímos de su boca un decreto lisonjero que le

arrancó el temor de perder para siempre estos ricos países, si no lograba seducirlos con las más
45

halagüeñas promesas. Ofrecíanos libertad y fraternidad, y al mismo tiempo que proclamaban

que nuestros destinos no estaban en manos de los Gobernadores y Vireyes, reforzaba la

autoridad de éstos, dejándolos árbitros de la elección de nuestros representantes.

Eran estas circunstancias muy críticas para Cartagena. El estado lamentable de la España, sin

más territorio libre que Galicia, Cádiz y la isla de León, Valencia, Alicante y Cartagena, el

temor dé ser envueltos en las ruinas que la amenazaban, y de caer en las asechanzas de

Napoleón, el deseo de concurrir á salvarla por una parte; el conocimiento de nuestros

derechos, las esperanzas que veíamos de que éstos se reconociesen los males que nos

acarreaba un gobernador insolente, por la otra, hacían un contraste bien difícil de decidirse.

Quisimos, sin embargo, abundar en moderación y sufrimiento, y aunque tomamos medidas de

precaución para alejar de nosotros los peligros que temíamos, nunca rompimos la integridad

de la monarquía, ni nos separamos de la causa de la nación. Nuestra seguridad exigió

imperiosamente prepararnos de todos modos para no caer en la común calamidad, y al efecto

quisimos que el Cabildo como un cuerpo compuesto de patricios, interviniese con el

Gobernador en la administración del gobierno, cuando ya no bastaba esta providencia fue

preciso deponer á este mismo Gobernador entrando en su lugar el que las leyes llamaban á

sucederle. Las causas que nos movieron á este hecho estaban legalmente justificadas con todas

las turmas jurídicas; el comisionado que la Regencia nos envió no pudo menos de aprobarlas;

y además sometíamos á aquel Gobierno nuestra conducta. Le ofrecimos fraternidad y unión, le

enviamos cuantiosos socorros de dinero para sostener la guerra contra la Francia, le

protestamos sinceramente que nuestros sentimientos serían inalterables, siempre que se

atendiese nuestra justicia, se remediasen nuestros males y hubiese esperanzas de que se salvara

la nación. Nada bastó, nada conseguimos. La Regencia, orgullosa con un reconocimiento que
46

apenas se atrevió á esperar, mostróse indiferente á nuestras reclamaciones, y en vez de

escucharlas como merecían, dictó órdenes dignas del favorito de Carlos IV. A nuestras

sumisiones, á nuestras protestas de amistad, correspondió con palabras agrias é insultantes ; y

para acallar nuestras quejas, para darnos las gracias por los tesoros que le prodigamos,

improbó nuestras operaciones en los términos más insolentes y nos amenazó con todo el rigor

de la soberanía mal reconocida aun en el mismo recinto de Cádiz. En la corta época que duró

el Consejo de Regencia, su conducta fue en todo consiguiente á los tiránicos principios que

había adoptado con nosotros: los efectos fueron en todas partes casi iguales. Varias Provincias

de América declararon su independencia: la capital de este Reino y muchas de sus Provincias

internas siguieron los mismos pasos. Tan seductor como era este ejemplo, y tan justos los

motivos que teníamos para imitarlo, no pudo sin embargo alterar nuestra conducta, á pesar de

que los agentes del Gobierno de España ponían todo su conato en disgustamos. Las

sangrientas escenas de la Paz y de Quito, los crueles asesinatos de los Llanos pusieron nuestro

sufrimiento á la última prueba: más, á pesar de esto, obró la moderación. Nosotros formamos

una Junta de gobierno para suplir las autoridades extinguidas en la capital, pero no negamos la

obediencia á los gobiernos de España: nuestra Junta tenía, es verdad, facultades más amplias

que las de los Vireyes; pero la Regencia había obstruido todos los canales de la prosperidad

pública, declarando que sólo atendía á la guerra, y era menester que nosotros mirásemos por

nuestra suerte.

Acercóse entre tanto la época en que iban á realizarse nuestras esperanzas y á fenecer nuestros

males. La España, justamente disgustada del ilegal gobierno de la Regencia, apresuró la

instalación de las Cortes generales. Se anunció este cuerpo al mundo con toda la dignidad de

una gran nación, y proclamó principios é ideas tan liberales, cual no las esperaba la Europa de
47

la ignorancia en que creía sumidos á los españoles. Declarada la soberanía de la nación, la

división de los poderes, la igualdad de derechos entre europeos y americanos, la libertad de la

imprenta y otros derechos del pueblo, nada más nos quedaba que desear sino verlo todo

realizado; y seducidos con unas ideas tan halagüeñas, creímos que empezaba ya á rayar la

aurora de una feliz regeneración. Reconocimos, pues, las Cortes; pero, hechos más cautos con

las lecciones de lo pasado, y convencidos por nuestra propia experiencia de que un gobierno

distante no puede hacer la felicidad de sus pueblos, las reconocimos sólo como una soberanía

interina, mientras que se constituían legalmente conforme á los principios que proclamaban,

reservándonos siempre la administración interior y gobierno económico de la provincia. Más

presto conocimos que las mismas Córtes no estaban exentas del carácter falaz que ha

distinguido a los gobiernos revolucionarios de España. La libertad, la igualdad de derechos

que nos ofrecían en discursos sólo eran con el objeto de seducirnos y lograr nuestro

reconocimiento. En nada se pensó menos que en cumplir aquellas promesas : los hechos eran

enteramente contrarios; y mientras España nombraba un representante por cada cincuenta mil

habitantes aun de los países ocupados constantemente por el enemigo, para la América se

adoptaba otra base calculada de intento para que su voz quedase ahogada por una mayoría

escandalosamente considerable, bien diremos que las inconsecuencias que se cometieron en

este particular, asignando unas veces un diputado por cada Provincia y después veintiocho por

toda la América, indicaban un refinamiento de mala fe respecto de nosotros. Siendo la nación

soberana de sí misma y debiendo ejercer esta soberanía por medio de sus representantes, no

podíamos concebir con qué fundamentos una parte de la nación quería ser más soberana y

dictar leyes á la otra parte, mucho mayor en población y en importancia política; y cómo

siendo iguales en derechos no lo eran también en el influjo y los medios de sostenerlos.


48

Nosotros no debimos someternos á tan degradante desigualdad. Reclamamos, representamos

nuestros derechos con energía y con vigor, los apoyamos con las razones emanadas de las

mismas declaratorias del Congreso Nacional: pedimos nuestra administración interior

fundándola en la razón, en la justicia, en el ejemplo que dieron otras naciones sabias,

concediéndola a sus posiciones distantes aun en el concepto de colonias que estaba ya

desterrado de entre nosotros ; y últimamente ofrecíamos de nuevo, sobre estas bases, la más

perfecta unión para mostrar que no eran vanas palabras enviamos los auxilios pecuniarios que

nos permitían las circunstancias. Los que llamaban diputados de la América, sostuvieron en

las Cortes con bastante dignidad la causa de lo americanos; pero la obstinación no cedió ; la

razón gritaba en vano á los ánimos obcecados con las preocupaciones y la ambición de

dominar; sordos siempre á los clamores de nuestra justicia, dieron el último fallo á nuestras

esperanzas, negándonos la igualdad de representantes y fue un espectáculo verdaderamente

singular é inconcebible ver que al paso que la España europea con una mano derribaba el trono

del despotismo, y derramaba su sangre por defender su libertad, con la otra nuevas echase

nuevas cadenas á la España americana, y amenazase con el látigo levantado á los que no

quisiesen soportarlas.

Colocados en tan dolorosa alternativa, hemos sufrido toda clase de insultos de parte de los

agentes del gobierno español, que obrarían sin duda de acuerdo sentimientos de éste; se nos

hostiliza, se nos desacredita, se corta toda comunicación con nosotros, y porque reclamamos

sumisamente los derechos que la naturaleza, antes que la España, nos había concedido, nos

llaman rebeldes, insurgentes y traidores, no dignándose a contestar nuestras solicitudes el

Gobierno mismo de la Nación.


49

Agotados ya todos los medios de una decorosa conciliación, y no teniendo nada que esperar de

la nación española, supuesto que el gobierno más ilustrado que puede tener desconoce

nuestros derechos y no corresponde á los fines para que han sido instituidos los gobiernos, que

es el bien y la felicidad de los miembros que la sociedad civil, el deseo de nuestra propia

conservación y de proveer á nuestra subsistencia política, nos obliga á poner en uso los

derechos imprescriptibles que recobramos con las renuncias de Bayona, y la facultad que tiene

todo pueblo de separarse de un gobierno que lo hace desgraciado.

Impelidos de estas razones de justicia que sólo hacen un débil bosquejo de nuestros

sufrimientos, y de las naturales y políticas que tan imperiosamente convencen de la necesidad

que tenemos de esta separación indicada por la misma naturaleza, nosotros los representantes

del buen pueblo de Cartagena de Indias, con su expreso y público consentimiento, poniendo

por testigo al ser supremo de la rectitud de nuestros procederes, y por arbitro al mundo

imparcial de la justicia de nuestra causa, declaramos solemnemente á la faz de todo el mundo,

que la Provincia de Cartagena de Indias es desde hoy de hecho y por derecho Estado libre,

soberano é independiente; que se halla absuelta de toda sumisión, vasallaje, obediencia, y de

todo otro vínculo de cualquier clase y naturaleza que fuese, que anteriormente la ligase con la

corona y gobiernos de España, y que como tal Estado libre y absolutamente independiente,

puede hacer todo lo que hacen y pueden hacer las naciones libres é independientes. Y para

mayor firmeza y validez de esta nuestra declaración empeñamos solemnemente nuestras vidas

y haciendas, jurando derramar hasta la última gota de nuestra sangre antes que faltar á tan

sagrado comprometimiento.Dada en el Palacio de Gobierno de Cartagena de Indias, á 11 días

del mes de Noviembre de 1811, el primero de nuestra independencia.

Firman el Acta:
50

Ignacio Cavero, Presidente-Juan de Dios Amador- José María García de Toledo-Ramón

Ripoll-José de Casamayor-Domingo Granados-José María del Real-Germán Gutiérrez de

Piíiéres-Eusebio María Cañamal-José María del Castillo-Basilio del Toro de Mendoza-Manuel

José Canabal-Ignacio de Nar-váez y la Torre-Santiago de Lecuna-José María de la Terga-

Manuel Rodríguez Tortees-Juan de Arias- Anselmo José de Urreta-José Fernández de Madrid-

José María Benito Rerollo, Secretario.”

Cartagena estableció una aduana, que Santa Marta contrarrestó instalando otra en Tenerife. La

Parroquia de Guáimaro proclamó su adhesión a Cartagena, recibiendo apoyo en tropas por

parte de ésta última. Frente a ello, Santa Marta envió una expedición militar al mando del

coronel realista Pedro Domínguez. Entonces Cartagena atacó el 3 y 4 de noviembre de 1811 a

la población de Tenerife, ocupándola, población que fue recuperada por las tropas de Pedro

Domínguez el 28 de diciembre de 1811, retirándose los cartageneros a Barranca del rey.

El 19 de febrero de 1812 llegó a Portobelo el nuevo Virrey de Santafé, Benito Pérez, a quien el

consejo de regencia había ordenado someter las provincias rebeldes del virreinato de la Nueva

Granada.

Los patriotas tomaron el puerto de Zambrano en el río Magdalena, siendo contra atacados el

22 de marzo de 1812 por el Coronel Domínguez, quien la reconquistó nuevamente. La Junta

de Cartagena eligió un dictador, Manuel Rodríguez Torices, quien la gobernó hasta el 12 de

julio de 1812. En Santa Marta fue nombrado como Gobernador José del Castillo.

El comandante realista del Magdalena envió un destacamento de 60 hombres al mando de

Antonio Fernández, a cortar las líneas de comunicación de los patriotas con el Sinú,

envalentonó los pueblos e hizo más difícil la situación de Cartagena. El 20 de agosto, Los
51

realistas atacaron Pedraza, frente a Barranca vieja, en el que obtuvieron un rotundo éxito, tras

lo cual prepararon una expedición contra Monpóx, al mando de Esteban Fernández, el 19 de

octubre de 1812, cuando los realistas desembarcaron y atacaron la batería llamada Monposina,

que los rechazó infringiéndoles grandes pérdidas.

El avance de Fernández Rebustillo en Sabanas obligó al gobierno de Cartagena a lanzar una

fuerza terrestre sobre estos poblados y una marítima en combinación con ella sobre el Fuerte

de Cispata, al tiempo que otra expedición fluvial atacaba las posiciones ribereñas del río

Magdalena. La expedición terrestre, al mando del teniente coronel Manuel Cortés

Campomanes, llegó a Cartagena con más de 700 hombres que lucharon contra Fernández

Rebustillo en Arroyo de Mancomojan quien luchaba con más de 1700 hombres bien

equipados. Los patriotas lograron desalojarlos de su posición el 12 de noviembre y

continuaron hacia Ovejas, que tomaron al día siguiente. Ante ello, Los realistas se retiraron

hacia Arroyo Muchacho y luego hacia Corozal; al conocer tal maniobra los patriotas siguieron

su marcha para separar a los enemigos en Zapote y en Tolú, llegando la caballería patriota a

Corozal, lo que obligó a los realistas a dirigirse hacia San Benito Abad y hacia Jegua, en el rió

San Jorge. Desde Corozal Cortés Campomanes envió partidas a Sincelejo y tolú y Charco del

monte, cerrando la operación que dio triunfo a los patriotas en Sabanas.

La fuerza marítima patriota, comandada por Miguel Carabaño, salió de Cartagena el 22 de

noviembre, entró en Tolú y luego en Zapote que tomó por asalto. El coronel Pedro Labatut,

aventurero francés al servicio de los patriotas, el 30 de octubre atacó la población de

Sitionuevo, lo que le permitió continuar su avance sobre el Guáimaro y tomar la población.

Lleno de ánimo, el jefe patriota mencionado, lanzó su ofensiva contra Santa Marta, para lo
52

cual asaltó varias posiciones ribereñas fortificadas, tomando ciénaga y entró en Santa Marta el

6 de enero de 1813, tomando sin resistencia dicha población realista.

Las fuerzas realistas se unieron al Batallón Fijo de Santa Marta, dirigido por Luis García

Paredes, quien viéndose rodeado y sin comunicación se retiró hacia la plaza de Maracaibo.

Los realistas se dirigieron al río Cauca, donde el patriota Pedro Ramírez los atacó en Guamal

y Loba y obteniendo otros éxitos en Sitionnuevo y en Corozal, persiguiendo al enemigo

realista sobre el citado rió Cauca, atacando en San Fernando y en Santa Ana, ocupando

Magangue,el 19 de noviembre de 1812.

El resultado de las operaciones militares de Cartagena contra Santa Marta fue extraordinario,

pues la actuación de Labatut sobre la ciudad, la de Cortés Campomanes en Sabanas, la

ofensiva de Mompox y la expedición marítima de Carabaño ante el fuerte de Cispata fueron

operaciones coordinadas y ejecutadas, eliminando la resistencia realista en todos los puntos de

la línea del rió Magdalena, situación que fue aprovechada por el coronel Simón Bolívar para

llevar a cabo, sin oposición, la toma de Tenerife, su desplazamiento hasta Mompox y luego su

ofensiva fluvial hasta Puerto Real y su campaña terrestre sobre Ocaña y Cúcuta.

Hubo un levantamiento de los indígenas de Mamatoco y Bonda, quienes unidos a los

partidarios del Rey Español, marcharon sobre Santa Marta para recuperarla, el 5 de marzo de

1813; Labatut huyó hacia Cartagena, rindiéndose los patriotas en Santa Marta, consecuencia

de lo cual, Alvaro de Ujueta, gobernador provincial y Rafael Zuñiga comandante militar

reconquistaron la ciudad realista y proclamaron su acatamiento a la Regencia española.

El gobernador de Cartagena trató de solucionar el asunto pacíficamente, siendo rechazado por

los realistas de Santa Marta, cuya población recibió jubilosa la llegada del nuevo gobernador,
53

coronel Pedro Ruíz de Porras, quien inicio operaciones contra Cartagena. El 10 de mayo, los

patriotas fueron derrotados en la toma de San Juan de la Ciénaga. Cartagena atacó el 16 de

enero de 1814 a Portobelo, pero fracasó, debiendo regresar a su punto de partida. Luego, los

patriotas al mando del coronel Fernando Carabaño se movilizaron para atacar y tomar Ciénaga

y Santa Marta, pero fueron enfrentados y derrotados por los realistas; frente a ello, el coronel

Fernando Carabaño se insubordinó, siendo destituido por Cortés Campomanes y luego éste

por el coronel Manuel del Castillo y Rada.

Tan negativa situación obligó al gobierno de las Provincias Unidas de la Nueva Granada a

enviar al general Simón Bolívar para que con sus tropas veteranas y los efectivos y recursos

que suministraría Cartagena, lanzara un decisivo ataque contra la realista Santa Marta y contra

Riohacha y Maracaibo. Simón Bolívar salió de Santafé el 24 de enero de 1815, tomó Ocaña,

pero sorpresivamente Cartagena negó la ayuda a Bolivar. Los realistas continuaron

presionando contra Magangue, que no consiguieron tomar, pero con esta acción dominaron la

desembocadura del río Cauca.

Simón Bolívar sitió entonces Cartagena, continuándose la guerra civil, pero, conocedor de la

proximidad del general español Pablo Morillo, comandando un Ejército Pacificador de

reconquista, declinó el mando en el general Florentino Jiménez y se tuvo que embarcar para

Jamaica.

Cartagena, destrozada por las disensiones civiles, derrotada en las últimas operaciones

militares y debilitada por las inmensas pérdidas, fue fácil presa de la Reconquista Española,

terminando así esta Guerra civil entre realistas y patriotas con la victoria de las fuerzas

realistas, igual que había sucedido en el sur, lo que evidencio la fuerza y apoyo con que
54

contaban los partidarios del colonialismo español y las dudas y poco apoyo de la población a

las fuerzas patriotas que luchaban con construir una nueva nación libre e independiente del

colonialismo español.

3°. La Guerra Civil de 1840, llamada “De los Supremos”.

Bajo la presidencia de José Ignacio de Marquez, el manejo de la economía beneficiaba a un

reducido grupo de terratenientes, antiguos funcionarios coloniales, letrados y militares que

habían alcanzado altas posiciones por haber participado de alguna forma en la guerra de

independencia.

Al finalizar el período presidencial de Francisco de Paula Santander, el civil José Ignacio de

Márquez, derrotó al candidato oficial de Santander, el general José María Obando, oriundo de

las provincias del sur del país, militarista partidario del autoritarismo, quien como ha sido

norma en la historia de Colombia, no se resignaba a haber perdido el poder a manos de un

civil.

La llegada de Márquez el 1 de abril de 1837, representó un cambio en la dirección del estado,

porque tenía posiciones más moderadas y civilistas frente al manejo del estado, contando con

el apoyo de los bolivaristas, dedicándose a tratar de equilibrar la conciliación partidista entre

civilistas y militaristas, bolivarianos y santanderistas, equilibrando los puestos del gobierno

entre la fracción que lo había respaldado y los santanderistas.


55

El sector reaccionario militarista estaba listo a asaltar el poder por medio de la violencia y solo

esperaba la oportunidad o disculpa para ello, la cual se presentó con un problema religioso en

Pasto, originado en la supresión de varios conventos menores de la iglesia católica

Ante la noticia de la supresión de los conventos menores, los pastusos, tradicionales católicos

radicales y ex partidarios del colonialismo español, desencadenó incendios, tumultos y

protestas en Pasto, donde se suprimirían los conventos de San Francisco, San Agustín, Santo

domingo y la Merced, cada uno funcionando con menos de ocho religiosos.

El amotinamiento inicial fue liderado por el sacerdote católico Francisco Villota, superior de

la congregación de San Felipe Nerí, quien desde el púlpito se proclamó Jefe de una Guerra

Santa al estilo de las Cruzadas medievales, encontrando acogida entre los sectores más

reaccionarios del catolicismo pastuso.

El general José María Obando, resentido por la derrota electoral y civil sufrida a manos del

civilista Márquez, aprovechó inmediatamente la oportunidad para auto proclamarse Supremo

Director de la Guerra en Pasto y General en Jefe del ejército Restaurador y Defensor de la

Religión del Crucificado, utilizando la disculpa religiosa como medio para lanzarse a la

rebelión armada y tomar el poder.

La guerra se generalizó por el resto del país “En nombre de Dios”, tal como había ocurrido en

Las Cruzadas Medievales. En Antioquía se rebeló el general Salvador Córdoba, en Boyacá lo

hizo el general Juan José Reyes Patria, en Panamá el coronel Tomás Herrera y en la costa

atlántica el general Francisco Carmona, quienes proclamándose Jefes Supremos de la guerra,

fueron llamados “Los Supremos”.


56

De otro lado, el gobierno de José Ignacio de Márquez, contó con el respaldo de los generales

Pedro Alcántara Herrán, Tomás Cipriano de Mosquera y Juan José Neira, con lo cual se

enfrentaban por el poder los generales convertidos en terratenientes y caudillos por su

participación en la independencia y enfrentó en nombre de Dios al pueblo raso que nada tenía

de ganar en la contienda que en el fondo era por ambiciones personalistas de poder.

Los combates más importantes de la guerra fueron: La Polonia, Huilquipamba, Buenavista, La

Culebrera, La Chanca, Honda, Aratoca, Riosucio, Tescua, Riofrío, La chanca por segunda vez

y Ocaña. En las batallas de La Culebrera y Buenavista, se destacó la acción del general Juan

José Neira, vital para el triunfo del gobierno civilista del presidente Marquez.

Esta guerra dejó al país sumido en la pobreza y tras la victoria del Gobierno civilista se

procedió a la elaboración de otra constitución, proclamada en 1843, la que fortaleció el

carácter centralista del estado y aumentó los poderes conferidos al presidente con relación al

congreso y a las asambleas provinciales, tratando de evitar futuros levantamientos

provinciales.

Concluido el gobierno de Marquez en 1841, resultó elegido presidente, para el período 1841-

1845, el general Pedro Alcántara Herrán, uno de los vencedores de la guerra de los supremos,

quien desempeño un gobierno de corte liberal moderado.

4°. La Guerra Civil de 1851, entre los enemigos de la revolución socio-económica del medio

siglo y los partidarios de las reformas liberales del presidente José Hilario López.

Esta es la primera guerra civil del siglo XIX que enfrenta directamente a liberales y

conservadores, como partidos que ya habían nacido desde 1848 y 1849.


57

En su escrito “De cómo el Liberalismo Político colombiano No es Pecado”, Rafael Uribe

Uribe expone quizá la principal causa de las guerras civiles colombianas del siglo XIX al

señalar:

“Luego llamarse alguien Liberal, si por otra parte cumple con la iglesia y da manifiestas

pruebas de piedad y de fe, no tiene mas inconvenientes ni exige más explicaciones que

llamarse Tradicionalista, palabra que canónicamente es tan malsonante como liberal, por ser

expresiva de un error condenado también por la iglesia, y como tal tradicionalista no entiende

ir contra el anatema sino simplemente mostrarse partidario de conservar las tradiciones

políticas, literrias o de costumbres en oposición a los innovadores (……)

“Liberal es, en primer lugar, el dadivoso y pródigo, que tiene la virtud moral de obrar con

generosidad y largueza, con munificencia y desprendimiento; Liberal es, en segundo lugar,

quien profesa ideas favorables a la justa libertad civil del pueblo; liberales son las artes del

ingenio, a diferencia de las mecánicas, liberalismo es amor a la libertad, y liberalismo y

libérrimo son los superlativos de liberal y de libre. (……)

“Si el conservatismo fuese un partido exclusivamente religioso, se explicaría el apoyo

incondicional de la Iglesia; pero solo es un partido político con ribetes de religioso para lo que

le conviene; en él lo político no está subordinado a lo religioso, sino al contrario: se vale de

medios religiosos para alcanzar fines políticos; pretende identificarse con la iglesia sin ser

siquiera medio necesario para que ella triunfe.

“Convertido el conservatismo de partido político en una especie de comunión religiosa

militante, pretende que en él figuren de hecho y de derecho todos los católicos colombianos;

de tal suerte que aparezca claramente que quien no está enrolado en el conservatismo no es
58

católico o falta a sus deberes de tal, o que quien del conservatismo se aparte, ya para ingresar

al liberalismo, ya para formar otro partido, ya sólo para aislarse de la política, reniega de la fe

católica o viola estrictas obligaciones de conciencia.(…….)

“El partido conservador convertido en partido católico por obra y gracia de la nueva cruzada

es un elemento anacrónico, sobremanera peligroso, que ha llevado a su colmo el fanatismo

político y el religioso también.(….)

“El partido conservador no es simplemente que se haya proclamado aliado del catolicismo; es

un verdadero partido Católico, aunque no en la forma recomendada por la Santa Sede, es

decir, no por la identificación de lo religioso con lo político, sino por absorción de lo segundo

que es lo accidental en lo primero, que es lo fundamental. Ese partido es una mezcla de

misticismo que por la exhibición del espíritu devoto le atrae el clero y la gente piadosa, y de

partido guerrero, a toda hora ha resuelto a las apelaciones de la fuerza; congregación

rezandera, muy activa en las manifestaciones externas del culto católico, y muy bien armada

para las de la violencia; penitentes del trabuco, devotamente revolucionarios, que creen que la

caridad es intransigencia y consideran lícito ponerle a Cristo dos pistolas y colgarle a San Juan

de Dios un máuser en bandolera. (……)

“La tarea del partido conservador en Colombia ha sido la de reducir a su mínima expresión la

cuestión política, por una excesiva imbibición en la religiosa.(…..).

“Estas consecuencias verdaderamente atroces y absurdas, son las que los liberales no están

dispuestos a admitir, sin protestar. Este interesado monopolio de las creencias cristianas de la

nación es el que los liberales no pueden permitir; este apasionamiento político, revestido con
59

la capa de excesivo e intolerante celo religioso, para poder erigirse en defensores de una fe que

nadie ataca, es el que los liberales tienen derecho a rechazar.(…..)

“Puede tener ventajas para los conservadores colombianos el apoyo de la iglesia, pero también

les suscita conflictos. Encajonar sus aspiraciones dentro del cercado confesional es renunciar a

la respiración oxigenada del libre ambiente democrático. Un partido laico como el liberal, que

se bate solo que en su solo esfuerzo finca el triunfo, que no espera deberlo a otros, ni a manos

de otros lo confía, está menos expuesto a repentinos desamparos y descaecimientos.(…..)

“Que los obispos no expidan pastorales para recomendar los candidatos conservadores y poner

en mal predicamento a los nuestros; que los curas no hagan platicas apasionadas en favor del

conservatismo y en contra del liberalismo; que no impongan a sus feligreses, como obligación

de conciencia, la de ir a recibirles las papeletas para las votaciones; que ninguno de los dos

bandos cuente con el apoyo de la iglesia ni tenga que combatir con su animadversión; en una

palabra, que cada uno de los dos partidos, en lucha laica, utilice nada más que los elementos

voluntarios y conscientes que pueda allegar por su propio esfuerzo, y yo pregunto, cómo le iría

al conservatismo en las elecciones, sobre todo si en el día de ellas se encerrara al Ejército en

sus cuarteles y no se ejerciera presión sobre los funcionarios, sobre los trabajadores en la obras

públicas y hasta sobre los enfermos en los hospitales.(…..)

“¿Podrá o no la iglesia desembarazarse en Colombia de su clientela política conservadora?.

¿Seguirá creyéndola indispensable para mantener su predominio, se resolverá a ocupar el

puesto que le corresponde, según su propio espíritu, el de las instituciones democráticas y las

exigencias de la vida nacional?.


60

“En este sentido puede decirse que el porvenir de Colombia está en manos de la Iglesia, y que

dependerá de la actitud tolerante, democrática o reaccionaria que adopte. (…….)

“El nombre Liberal no está condenado: la censura de un error no envuelve siempre la de la

palabra con que se le designa.(….) El liberalismo en Colombia no es escuela filosófico-

religiosa, sino partido político, organizado para realizar fines prácticos de gobierno y de

administración (….) La alianza de la iglesia con los conservadores colombianos es lo que ha

producido la confusión de que, al combatir el Partido Liberal a los segundos, se le haya hecho

aparecer como enemigo de la primera. Quienes en Colombia rompen la unidad religiosa y

moral no son los liberales sino sus adversarios.”. (op. cit).

Sobre el otro punto de vista, recordemos solo un párrafo del primer editorial del periódico “El

Tradicionalista” (1871) de Miguel Antonio Caro, uno de los fundadores del conservatismo

católico colombiano:

“Hay en el mundo una escuela que define la civilización diciendo ser la aplicación del

cristianismo a la sociedad; y, al paso que otras escuelas se afanan inútilmente ensayando

combinaciones humanas para fijar la fórmula definitiva de la libertad de los hombres y la

prosperidad de los pueblos, esta escuela confía con firme certidumbre en la eficacia

sobrenatural del cristianismo y con hechos históricos demuestra que la disciplina católica es la

verdadera forma en que Cristo ha querido que se aplique a los pueblos para hacerlos libres y

grandes. Esta es la fórmula, dice esa escuela y nosotros con ella, que resuelve todas las

cuestiones sociales y morales que inquietan las conciencias de los hombres; la iglesia católica

tiene remedios para todas las necesidades y, lo que exclusivamente le pertenece y la distingue

de las escuelas filosóficas y políticas, ella cumple las leyes que promulga y posee el secreto de
61

regenerarse sin morir nunca, cuando influencias exteriores relajan sus prácticas y amenazan su

existencia.

“Una de las notas características de esta escuela es su religiosa adhesión a las buenas y

antiguas tradiciones. La tradición es anterior a la escritura y a la imprenta, nodriza de la

civilización, maestra de los pueblos.(…..)

“Cuanto favorezca al catolicismo, directamente nos favorece; cuanto lesione y ofenda

enseñanzas y practicas de la verdadera iglesia, como a fieles hijos suyos nos ofende y nos

lesiona. Abogados de la justicia que debe hacerse entre los hombres y de la verdad que viene

de Dios, a su servicio ponemos nuestras escasas luces y nuestras buenas intenciones, y en esas

dos palabras, verdad y justicia, se encierra nuestro programa moral y político…..” (op. cit).

En Colombia, desde su fundación, el partido conservador se identificó y se alió con la iglesia

católica, haciendo creer a la gente que un católico tiene que ser conservador y un conservador

tiene que ser católico; que el conservatismo es el defensor de Jesus Crucificado y todo lo que

se oponga a él es lo Malo y lo Diabólico y que por tanto el Liberalismo es sinónimo a Ateismo

y anarquía y que todo liberal debe ser destruido en nombre de Dios, porque, como se predicó

en la edad media, “Dios lo Quiere”.

Siendo esto así, se sembró en las mentes y actitudes de los colombianos que los

conservadores, defensores de la iglesia de Cristo, tenían el legítimo derecho y sagrado deber

de exterminar a sangre y fuego a los liberales por el solo hecho de ser liberales y los altos

obispos y cardenales desde arriba y los sacerdotes desde los pulpitos proclamaron esta “verdad

divina” por la cual había que exterminar a los liberales. Y con esa mera creencia los pobres de

Colombia se mataron unos con otros a lo largo del siglo XIX y aún hasta mediados del siglo
62

XX, mientras la burguesía tanto liberal como conservadora se mantenía en el poder

enriqueciéndose cada día más y más.

En 1850, el orden colonial aún se conservaba en todos los aspectos de la Nueva Granada,

situación que comenzó a modificarse cuando los gobernantes liberales, partidarios de los

intereses de comerciantes y terratenientes, impulsaron las reformas necesarias para trasformar

las instituciones vigentes hasta entonces.

Comerciantes y artesanos, quienes constituían la clase criolla burguesa, comenzaron a exigir

reformas políticas y sociales que esperaban desde gobiernos pasados, sector perteneciente al

nuevo partido liberal, que en el fondo no tenía mayores diferencias con el partido conservador,

salvo las posiciones respecto de la educación y el papel de la iglesia en el estado y en la

sociedad.

Vinieron entonces las grandes reformas liberales del medio siglo impuestas por José Hilario

López, las cuales, en su momento constituyeron casi una revolución y las que son así

resumidas por Margarita Peña en “Colombia su Historia y Geografía Resumida” de la serie

“Del bachillerato a la universidad” de Editorial Norma, Bogotá, 1985 :

“En 1849 fue elegido para la presidencia el candidato liberal José Hilario López quien

contaba con el apoyo del sector artesanal. Durante su gobierno (1849-1852) se impuso el libre

cambio y se llevaron a cabo reformas liberales de gran importancia para el futuro del país.

“ Abolición total de la esclavitud: la ley de 1852 suprimió definitivamente en Colombia el

sistema de la esclavitud. Según esta ley los 18.000 esclavos que había en ese momento
63

trabajando especialmente en las grandes haciendas del sur del país quedaban libres. En la

práctica, esta disposición no se pudo cumplir cabalmente debido a la intensa oposición que

presentaron los terratenientes caucanos a quienes esta medida perjudicaba considerablemente.

“Reforma Agraria: en 1859 culminó el proceso de disolución de los resguardos indígenas

iniciado desde 1832 cuando se repartieron tierras entre los indios con la prohibición de

venderlas en 10 años. Durante el gobierno de Pedro Alcántara Herrán, se amplió tal

prohibición a 20 años y en 1850 se suprimieron las restricciones y se permitió la venta de

tierra de resguardo, con lo cual se incrementó el latifundio y convirtió a los indios en

campesinos asalariados lo cual dio mano de obra barata para las plantaciones de tabaco de

exportación. La supresión de los ejidos fue otra medida de la reforma. Los ejidos eran tierras

comunitarias situadas alrededor de las ciudades y que beneficiaban a las personas pobres,

mediante una organización que hacían los cabildos municipales. Los terratenientes se

apoderaron de los ejidos en 1850 lo cual trajo una fuerte reacción de los desposeídos

especialmente en el Cauca. También se suprimieron los censos que existían desde la colonia y

que consistían en préstamos que hacían los conventos a particulares con hipoteca. En 1851 se

otorgó al poder ejecutivo permiso para disponer de los censos en favor del tesoro nacional y se

abolieron los diezmos.

“Reforma Tributaria: en 1851 se suprimió definitivamente el estanco del tabaco con el fin de

que cualquier persona pudiera cultivarlo libremente. En esta forma se favoreció la producción

tabacalera que además contaba con mano de obra barata por su supresión de la esclavitud y de

los resguardos. Esta medida se impuso con miras a la exportación de este producto. Por otra

parte, se descentralizaron las rentas, es decir, que cada estado cobraría impuestos según sus

necesidades. Se creó también un impuesto directo que n o se pudo recaudar.


64

“Leyes contra la Iglesia: se decretó la separación Iglesia-Estado lo cual trajo como

consecuencia la modificación del sistema educativo. Se abolieron los diezmos y fueron

expulsados los jesuitas que habían regresado en 1843. Estas medidas favorecieron la alianza

Iglesia-conservatismo.

“Reforma Estatal: orientada hacia la descentralización administrativa exponiendo la unidad

nacional. Así mismo, sentó las bases para un estado gendarme o policivo, cuya única función

era velar por las libertades individuales y que no podía intervenir en la planeación económica,

a excepción de los impuestos y las obras públicas que eran financiadas y explotadas por los

particulares.

“Todas estas reformas, iniciadas desde 1845 y continuadas durante el gobierno de López, se

consignaron en la constitución de 1853…..” (op. cit).

Frente a estas reformas que constituían como se indicó atrás casi una revolución social, se

levantaron los sectores reaccionarios de la iglesia y del conservatismo, de los terratenientes y

esclavistas, partidarios de la continuación del viejo orden neocolonial. En ella se rebelaron los

intereses de los esclavistas contra la ley de la abolición de la esclavitud y también entraron en

jaque los intereses de proteccionistas y librecambistas, unitarios y federalistas.

El Conservatismo declaró la guerra dirigido por terratenientes esclavistas como Julio

Arboleda, quien dirigió las filas conservadoras del Cauca. En Antioquía se rebeló el general

Eusebio Borrero; también se sublevaron los conservadores en Tunja, Pamplona, Pasto,

Cundinamarca, Neiva y Mariquita. Los combates más sangrientos de esta guerra fueron los de

Buesaco, Tunja, Guasca, Pamplona y Garrapata, en los que vencieron las fuerzas oficiales del
65

gobierno liberal. Las tropas conservadoras fracasaron por falta de unidad, estrategias y de

recursos, especialmente de armas.

La guerra civil de 1851 culminó con la victoria liberal y con la nueva constitución de 1853 en

la que se legalizaron las reformas liberales del medio siglo.

5°. La Guerra Civil de 1854, contra el general José María Melo y la búsqueda de la llamada

normalidad democrática.

Habiendo transcurrido tan sólo tres años entre una y otra guerra, (1851 a 1854) esta

confrontación se libró por las mismas causas de la anterior: los enfrentamientos entre liberales

y conservadores, entre golgotas y draconianos, entre comerciantes, artesanos y librecambistas,

por los mismos intereses y especialmente por las ambiciones caudillistas personales entre los

generales José María Obando y José María Melo, quien apoyado por los artesanos dio un

golpe de estado contra el gobierno de Obando, consecuencia de lo cual José María Obando

declaró la guerra en defensa de su gobierno legítimo.

En este momento de reformas socio-económicas y cuando los artesanos o “draconianos”

querían derogar las medidas librecambistas que beneficiaban a los librecambistas y

comerciantes llamados “golgotas”, se desencadenó otra guerra civil por intereses particulares

de la clase dirigente burguesa.

El general José María Melo encarcelo al presidente José María Obando y tomó el poder

instaurando una dictadura militar el 14 de abril de 1854, titulándose como “Comandante en

Jefe del Ejército Regenerador, encargado del Supremo Gobierno provisorio”, ante lo cual el

gobierno, con el apoyo de ex presidentes se trasladó y organizó en Ibagué y desde allí inicio su

lucha armada contra la dictadura de Melo.


66

Contando con el Ejército oficial al mando del general Tomás Herrera y del vice presidente

Obaldía, José María Obando alcanzó la victoria y retomó el poder; José María Melo fue

depuesto en diciembre de 1854 y sustituido por José Domingo Obaldía, siendo desterrado a

Costa Rica de donde huyó hacia México.

Los vencedores de esta guerra impusieron la constitución de 1858 que creó la “Confederación

Granadina” con el conservador Mariano Ospina Rodríguez quien gobernó entre 1857 y 1861.

6°. La Guerra Civil de 1860, acaudillada por el general Tomás Cipriano de Mosquera, que

influyó en la constitución de 1863.

Para el año de 1860, gobierna la Confederación Granadina, el conservador Mariano Ospina

Rodríguez, habiéndose complicado la situación social y económica del país; las reformas de

1850 habían bajado el nivel de vida entre los campesinos y los artesanos tuvieron que emigrar

al campo; la guerra de 1854 dejó el campo sin mano de obra y no se siguió exportando tabaco.

La nueva guerra se inició en 1859 con el pretexto de luchar contra la ley de elecciones que

dividía la Confederación Granadina en distritos y por la creación de las intendencias de

hacienda, encargadas de la súper vigilancia de aduanas.

Tomás Cipriano de Mosquera era dueño de casi todo el estado soberano del Cauca y de

cientos de jornaleros asalariados, así como de una fortuna que le permitía formar y armar su

propio ejército personal, por lo que se sentía con la capacidad y la fuerza suficiente para crear

su propia República independiente con la provincia del Cauca y por tanto, pensó hacerlo

declarando la guerra a la Confederación y separarse de ella, formando su propia nación neo

feudal.
67

Por eso, a comienzos de 1860, el general Tomás Cipriano de Mosquera, gobernador del

Estado soberano del Cauca, proclamó la separación de dicho estado de la confederación y al

encontrarse con el apoyo de los estados de Santander y Bolívar, con lo que no contaba, pensó

que podría apoderarse no de una región como el Cauca, sino de toda la nación, por lo que se

declaró Supremo director de la Guerra y se lanzó contra el gobierno de Mariano Ospina

Rodríguez, comenzando una de las más penosas y devastadoras guerras civiles del siglo XIX.

Las principales batallas libradas en aras del caudillismo personalista fueron las del Oratorio,

Manizales, Segovia, La Barrigona, Subachoque, El Rosal, Usaquén y Bogotá. En agosto de

1860 se llevó a cabo en Manizales la Exponsión, mediante la cual el caudillo Mosquera

ofreció someterse al gobierno central, pero casi de inmediato se firmó el Pacto de Unión entre

los rebeldes del Cauca, Bolívar y Santander.

La guerra caudillista militarista de Mosquera abarcó todo el territorio nacional y Mosquera

reconocido caudillo y hábil político, hizo las alianzas necesarias para vencer las debilitadas

fuerzas oficiales de la Confederación. Tras sangrientas batallas en las que como siempre los

campesinos y jornaleros eran los combatientes, los muertos y los heridos. El 18 de julio de

1861, las fuerzas de Mosquera se tomaron Bogotá, haciendo prisionero al presidente Mariano

Ospina Rodríguez y a su hermano Pastor Ospina.

Pero la guerra no terminó del todo con esta victoria del caudillo caucano, pues continuó en

Santander, siendo el jefe de la legitimidad Leonardo Canal; en Antioquía con el general

Braulio Henao y en el Cauca con Julio Arboleda, quienes lucharon con ahínco, siendo

derrotados en las batallas de Los Arboles y Tulcán y tras el asesinato en 1862 del caudillo

conservador Julio Arboleda, capitularon reconociendo la derrota.


68

Como liberal, Mosquera tomó medidas para profundizar la separación entre la iglesia y el

estado; decretó la libertad de cultos y llevo a realización la desamortización de bienes de

manos muertas, dejando en manos del gobierno el nombramiento de obispos y sacerdotes, así

como la disposición de sus propiedades, las de los municipios, colegios y hospitales ; expulsó

la Compañía de Jesús y decretó la extinción de las comunidades religiosas; convocó la

Convención de Rionegro que proclamó la nueva constitución de 1863, que llamó al país

Estados Unidos de Colombia y radicalizaba su estructura federalista.

Consecuencia de esta guerra, el radicalismo liberal gobernó los Estados Unidos de Colombia,

bajo la citada Carta de 1863, desde 1861 hasta 1878, siendo preocupación esencial de estos

gobernantes radicales la construcción de vías de comunicación y ferrocarriles para facilitar el

comercio exterior que era la actividad económica que predominaba en el país y a la cual

estaban asociadas las clases aristocráticas burguesas; los radicales incrementaron la educación,

aunque la falta de recursos no permitío que fuera gratuita. En 1867 se creó la Universidad

Nacional.

Estos mandatarios denominados por la historia como “El Olimpo Radical”, fueron Tomás

Cipriano de Mosquera, Manuel Murillo Toro, Santos Gutiérrez, Eustorgio Salgar, Santiago

Pérez y Aquileo Parra.

7°. La Guerra Civil de 1876 de origen político-religioso, enfrentó a conservadores y radicales.

A los liberales llamados independientes, que se caracterizaban por una posición política

moderada, les unían principalmente criterios regionalistas y la insatisfacción con los gobiernos

radicales, descontento que se evidenció en las elecciones de 1876.


69

El presidente Santiago Pérez (1874-1876) apoyaba la candidatura de Aquileo Parra, mientras

que los liberales independientes se inclinaban en favor de Rafael Núñez, embajador en

Inglaterra, quien salió derrotado en dichas elecciones. Como acontecía en toda elección del

siglo XIX, la de 1876, fue acusada de fraude y de haber sido manipulada por el gobierno de

turno.

En los primeros meses del mandato de Aquileo Parra (1876-1877) los conflictos que ya venían

dándose en torno a los beneficios de la educación religiosa y laica en las escuelas,

especialmente en el Cauca y Antioquia, así como la evidente debilidad política del gobierno

radical, fueron aprovechados por el partido conservador para levantarse en armas el 15 de julio

de 1876 en la región del Cauca.

Esta guerra civil de 1876 es así relatada por el historiador Ocampo López (1993):

“Tuvo carácter político-religioso y fue la manifestación de los intereses del partido

conservador en oposición al gobierno de los radicales. Su origen fue el descontento de los

conservadores por las medidas laicas adoptadas en la educación de la juventud y por el espíritu

abiertamente anti religioso de los radicales.

“La revolución se inició en el estado del Cauca y se extendió pronto a los de Antioquia y de

Tolima, siendo los dirigentes conservadores Leonardo Canal, Manuel Briceño, Manuel

Casablanca, Sergio Arboleda y Marcelino Vélez. Las tropas liberales estuvieron al mando de

los generales Julián Trujillo, Santos Acosta, Sergio Camargo y Tomás Rengifo, y las batallas

más importantes fueron las de los Chancos, Garrapeta, La Donjuana, Manizales y Mutiscua.

En el combate de Manizales lucharon 5000 conservadores contra 3500 gobiernistas y

sucumbieron 275 de los primeros y 140 de los segundos.


70

“Pero más tarde se llegó al acuerdo de Manizales, con el triunfo del gobierno radical del

presidente Aquileo Parra y de las fuerzas del gobierno, mandadas por el general Julián

Trujillo. Sin embargo, terminada la contienda, se produjo la división entre radicales liberales e

independientes. Y entonces el doctor Rafael Núñez, liberal independiente, canalizó el

Movimiento de la Regeneración, que cambió la situación política colombiana a fines del siglo

XIX.”(op.cit.pag1372).

Como consecuencia de esta guerra, para el período presidencial de 1878 a 1880, los liberales

radicales y los independientes se presentaron unidos a las urnas, triunfando el general Julián

Trujillo, héroe de la guerra de 1876, quien acabó por imponer y consolidar la tendencia del

liberalismo independiente.

Desde el mismo momento de la posesión del presidente radical, general Julián Trujillo, el 1 de

abril de 1878 se incubó el denominado Movimiento de la Regeneración, encabezada por

Rafael Núñez, quien en su calidad de presidente del congreso pronunció la famosa frase: “El

país, se promete de vos, señor, una política diferente, porque hemos llegado a un punto en que

estamos confrontado este preciso dilema: regeneración administrativa fundamental o

catástrofe.”

8°. La Guerra Civil de 1885 de la regeneración y los radicales, culmina con la constitución de

1886.

Los antecedentes económicos de esta contienda se encuentran en el asunto del canal de

Panamá; los ferrocarriles; la reducción de los derechos de importación; la abolición del

estanco del tabaco; la implantación del libre cambio; el descenso de las exportaciones
71

colombianas; la creación del Banco Nacional; las emisiones de moneda oficial sin respaldo;

Rafael Núñez apoyó el proteccionismo contra el libre cambio.

Otros antecedentes fueron el asunto religioso, especialmente con la desamortización de bienes

de manos muertas; la iglesia mantiene el control en la educación e interviene en asuntos

políticos; el liberalismo independiente se une con el conservatismo y con la iglesia; la

devolución de haciendas confiscadas a propietarios conservadores en el Valle durante la

guerra de 1876; la lucha entre colonos y latifundistas por la tenencia de la tierra; la reforma de

la constitución de Rionegro, que ocasionó crisis en el radicalismo y conflictos internos en los

estados; la crisis generalizada del comercio y de la agricultura; el enfrentamiento entre el

radicalismo y Tomás Cipriano de Mosquera; el conservatismo unido y el radicalismo y el

liberalismo divididos; la llegada de Rafael Núñez a la presidencia en 1884, siendo enemigo del

radicalismo.

El segundo mandato de Rafael Núñez confirmó los temores de los radicales, en el sentido de la

alianza entre el presidente y los conservadores. La disputa política entre los radicales y los

independientes y conservadores, que ya se venía dando en cada uno de los estados de la unión,

en el caso de Santander se tornó particularmente crítica, pues allí los radicales eran mayoría.

Así, en julio de 1884 el gobierno central envío a Santander una fuerza nacional, acompañada

de una comisión de paz, para intentar apaciguar a los radicales y medias en la nueva

elecciones locales.

El 1º de septiembre se llegó a un acuerdo de paz en el “Convenio de El Socorro” que permitió

la creación de una convención para designar al nuevo presidente, pero la convención,

compuesta en su mayoría por radicales, no logró llegar a un acuerdo con las minorías
72

independientes y conservadoras fue disuelta, pero los radicales siguieron sesionando por su

cuenta y designaron como presidente del estado de Santander al general Sergio Camargo,

incumpliendo los acuerdos a los cuales se habían comprometido con el gobierno central.

El 17 de agosto de 1884, los radicales se rebelaron contra Solón Wilches, gobernador del

estado de Santander con el pretexto de que éste escamoteo las elecciones del 27 de julio de

1884. Además de eso, Wilches creó nuevos impuestos.

Los radicales estaban comandados por los generales Gabriel Vargas Santos, Ricardo Gaitán

Obeso y Daniel Hernández y los conservadores por los generales Marcelino Vélez, Leonardo

Canal, Manuel Briceño y Rafael Reyes, apoyados por los liberales independientes.

Se trató de la reacción conservadora-católica en contra del gobierno radical que venía rigiendo

a los Estados Unidos de Colombia, desde 1863, hasta 1880 con la presidencia de Julián

Trujillo, régimen al que llegó Rafael Núñez en 1880, haciéndose pasar por radical por

conveniencias personales y caudillistas, pero que traiciona al radicalismo y concluye en la

segunda presidencia de Núñez en 1885.

Las batallas más sangrientas fueron los de Río sonso, Santa Bárbara de Cartago, Cartagena, La

Humareda y el Salado. La guerra se dispersó por los estados de Boyacá, Santander, Antioquia,

Cauca, la costa atlántica, Panamá, Tolima y Cundinamarca.

La Batalla de La Humareda se libró el 17 de julio de 1885 en el río Magdalena cerca de El

Banco; los liberales perdieron a varios de sus más prestantes jefes, así como el buque donde

trasportaban el parque y la pólvora, acción tras la cual quedaron sin recursos para proseguir la

guerra. A fines del mes siguiente se rindieron los últimos jefes liberales y Rafael Núñez pudo

obtener el triunfo de las fuerzas más oscuras y reaccionarias del país.


73

Vale la pena trascribir el epilogo de las consecuencias de esta guerra de 1885 en la pluma del

historiador Gonzalo España (1985):

“Así, acogidos al imperio de la espada, los cánones clericales del medioevo comenzaron a

regir de nuevo sobre la nación, como fundamental elemento apaciguador. La inquisición se

impuso otra vez en las aulas, se estableció la inspección y vigilancia sobre las asociaciones

científicas y las instituciones docentes, con la autoridad para disolverla cuando a juicio de los

mandatarios fuesen catalogadas como foco de propaganda revolucionaria, y, como resultado

del restablecido poder de la iglesia en todos los órdenes, sus jerarcas terminaron erigidos

enárbitros supremos de la política (…..)

“Núñez y los conservadores se encargaron a su vez de reducir, uno a uno, a los estorbosos

espadones liberales que les habían acompañado durante la batalla del 85. Wilches estaba

vencido y el problema con él se limitó a meros escarceos.(……).

“La Regeneración se encargó de barrer, mediante el más crudo despotismo, las conquistas

democráticas inauguradas por el régimen liberal. Con la aplicación de la llamada “Ley de los

Caballos”, la libertad de imprenta quedó suprimida. “Constituye delito atacar las instituciones

o las leyes; atacar la religión católica, desconocer la autoridad en el orden civil o eclesiástico,

atacar la institución militar; tomar el nombre o representación del pueblo”, rezaba uno de los

decretos punitivos. El destierro, el cadalso, la persecución a los disidentes, la supresión de los

derechos políticos y toda clase de disposiciones bárbaras y regresivas fueron el instrumento

con el que los viejos amos, acaballados otra vez en el poder, consolidaron su reconquista.

“Antes de que se hubieran apagado los últimos fuegos de la revuelta, la Regeneración ofrendó

un sacrificio al ara yanqui. Pedro Prestán, capturado en la costa atlántica, fue trasladado a
74

Colón y ejecutado en público tras un breve juicio marcial; durante su juzgamiento y a la hora

del martirio, al tiempo de declararse inocente del cargo de incendiario por el que se le

condenaba, Prestán reiteró sus señalamientos contra la intromisión norteamericana en Panamá

y sus propósitos segregacionistas. (……).

“Ahorcado Prestán, a Rafael Nuñez se le ocurrió la idea de que la Regeneración necesitaba un

sacrificio parecido en el interior de la república y señaló la víctima. El historiador Julio H.

Palacio refiere la forma como Núñez expresó estos deseos a su padre, el general Francisco

Palacio: “…como el general Gaitán continuaba prisionero en Bogotá, el presidente resolvió

herir en su cabeza más alta a la temida revancha. Referíame el general F. J. Palacio –el señor

mi padre que de Dios goce- que un medio día de los últimos de septiembre, el presidente

Núñez, con quien almorzaba casi siempre, lo llevó a su escritorio y háblale muy alarmado de

los peligros de la situación, añadiéndole que para consolidar la paz y acabar con las guerras

civiles era necesario hacer un severo escarmiento. Mi padre preguntole cuál sería éste y el

presidente le contestó: hacer un consejo de guerra a Gaitán Obeso y fusilarlo, concluyendo así,

pero inmediatamente, ¿sabe?”.

“Núñez, sin embargo, no logró la unanimidad de los jueces y Gaitán Obeso sólo resultó

condenado a diez años de cárcel. Empero, poco después de la sentencia se le sacó de Bogotá y

se le envío a la penitenciaria de bolívar, de donde luego fue trasladado a Panamá. Empezaron a

circular rumores de que corría el peligro de ser envenenado y en tal sentido fue advertido. La

mañana del 12 de abril de 1886, efectivamente, murió en su celda, tras una breve agonía. Uno

de los médicos asistentes a su autopsia comentó que Gaitán Obeso había sido envenenado con

digitalina, un tóxico poderoso”.


75

“Un omnímodo régimen terrateniente-clerical se apoderó de todos los hilos de la

administración pública e impuso su férula sobre la vida política, cultural y económica del país.

El retroceso en estos aspectos fue enorme”

Y culmina así el Epilogo de Gonzalo España:

“En el curso de la administración de la hegemonía conservadora, deriva da de la

Regeneración, y en las que vinieron después, los Estados Unidos usurparon por completo la

soberanía de Colombia. Durante las primeras décadas del siglo XX el partido liberal,

derrotado una y otra vez en sus intentos por retomar el poder, hizo el tránsito hacia el campo

de la reacción y terminó representando los intereses de una burguesía intermediaria de la

dominación yanqui. En su nuevo estado, tras muchos tropiezos heredados de las ancestrales

contradicciones históricas, la cohorte conservadora acabó siendo su hermana siamesa y con

ella vino a compartir el ajuar ideológico, el poder y la posesión de un país aherrojado y

exhausto. En cierto sentido, ello fue señalado por la derrota de 1885.” (op. cit. P.193 y ss).

La guerra civil de 1885 arrastró a la República a una época de oscuridad y sectarismo que no

culminó sino con la constitución de 1991, ciento cinco años después.

9°. La Guerra Civil de 1895 por causas de inconformidad con el gobierno de Miguel Antonio

Caro.

En las elecciones de 1892, Rafael Núñez ocupó de nuevo la presidencia, siendo elegido

vicepresidente Miguel Antonio Caro. Los conservadores en el gobierno eran mayoría y el

partido nacional era un movimiento de nombre. La arbitrariedad de los conservadores, la

exclusión sectaria de los liberales y las medidas contra la oposición desataron el

inconformismo de los liberales y radicales derrotados en 1885. La aplicación de la ley 61 de


76

1888, le mostró a todos que la regeneración se excedía en sus abusos contra la prensa y el libre

ejercicio de la actividad política que todos merecían.

Desde 1886 se había impuesto un vergonzoso régimen clerical reaccionario y regresista

enmarcado por la más ominosa extrema derecha que entronizaba la persecución política y

violenta contra los sectores disidentes del gobierno de Núñez, el gran dictador de la burguesía,

por lo que los liberales y radicales decidieron lanzarse de nuevo a la guerra civil con la

esperanza de reconquistar el poder y restablecer la paz y las garantías políticas en la nación.

La guerra se generalizó en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Santander, Tolima,

Cauca, costa atlántica y Panamá. El jefe liberal rebelde fue el general Santos Acosta y el jefe

conservador el general Rafael Reyes.

En el sitio de La Tribuna las fuerzas rebeldes radicales, mandadas por el general Siervo

Sarmiento, fueron vencidas por el general Reyes. Luego se libraron las batallas de El

Chocoral, El papayo, Pan de azúcar y Cruz coloroda y en Panamá se combatió en Bocas del

Toro y Baranda.

El 29 de enero de 1985, las fuerzas liberales de Cundinamarca al mando del general Siervo

Sarmiento fueron derrotadas en la batalla de La Tribuna por el ejército conservador,

comandado por el general Rafael Reyes, quien también derrotó a los rebeldes liberales el 15 de

marzo de 1895 en la batalla de Enciso, lo cual produjo dos días después la entrega en

Capitanejo del ejército liberal del general Pedro Pinzón, llegando esta guerra a su fin, con una

nueva derrota de las fuerzas progresistas a manos de la reacción retardataria de la

regeneración.
77

Luego de la batalla de Enciso, el presidente Miguel Antonio Caro dimitío y cedió el mando al

general Guillermo Quintero Calderón, que presidió un gobierno de cinco días, pues Caro

reasumió de nuevo la presidencia hasta las elecciones del año 1898, en las que fue elegido

presidente el doctor Manuel Antonio Sanclemente.

Las derrotas del liberalismo radical en 1885 y en 1895, refrendaron el régimen clerical,

latifundista y reaccionario de la regeneración, el cual – como se dijo atrás- sumío al país en un

ámbito de oscuridad, represión, arbitrariedad y abuso en la dictadura de la burguesía

derechista que sobrevivío casi totalmente hasta 1991, cuando cayó con la última constitución

de 1991 que abría la nación a las puertas de un periodo de modernidad, tolerancia y garantías

que constituye un avance en la historia política y económica de Colombia, sin haber

desaparecido al dictadura burguesa ni haberse liberado Colombia del dominio del

imperialismo norteamericano.

10°. La Guerra Civil de los Mil días, 1899 a 1902 entre liberales y conservadores.

La situación social, política y económica, antes, durante y después de la guerra de los mil días

la describen así Villegas y Yunis (1978):

“La Oligarquía lo acapara todo, tierras, minas y selva. Tiene en sus manos el poder político y

controla el ejército y la iglesia. Siendo tan reducido su número, tiene que multiplicarse; son al

mismo tiempo tenderos, hacendados, generales, políticos, poetas, filósofos, escritores,etc….”.

(op. cit)

Característica fundamental de estas nueve guerras civiles del siglo XIX es que ninguna de

ellas concluyó definitivamente, quedando todas inconclusas, dejando pendientes sus disputas y

problemáticas, en el marco de una situación real en el que las clases dirigentes se beneficiaban
78

de los enfrentamientos entre el mismo pueblo liberal y conservador, donde los ricos se

enriquecían más y los pobres ponían los muertos y la miseria. “La guerra continuó en los

espíritus.” (op. cit).

Los antecedentes de la guerra de los mil días los relata así Gómez M., (1985):

“Después del triunfo del gobierno de Miguel Antonio Caro contra los liberales radicales en la

guerra civil de 1895, el ambiente político para otra guerra quedó preparado. Las medidas que

se tomaron, nuevos hechos que aumentaron el dolor de la derrota y los rencores acumulados

en torno al régimen de la Regeneración, incitaron a nuevos levantamientos armados. Tal es el

caso del fraude electoral de 1897 que indignó a los más radicales líderes liberales, como lo

expresa Rafael Uribe Uribe en su primer discurso de censura política del directorio liberal:

“De ahí que cada día pasado en la inercia desde el 5 de diciembre para acá, haya sido una

declaración tácita de conformidad con lo sucedido. La concurrencia a los colegios

provinciales de los pocos electores que obtuvimos, no contribuyó siquiera a levantar una

protesta ruidosa contra la legalidad de la elección, sino sancionarla con su presencia y con sus

firmas al pie de las actas de escrutinio, acabó de consolidar su legitimación; y cada hora

transcurrida desde el 2 de febrero, sin alzarnos en armas, ha equivalido a revalidar con nuestra

aprobación definitiva el triunfo fraudulento de los detentadores de nuestro derecho. “

“Otros ingredientes políticos y una situación económica cada vez más critica hacen depender

la guerra de una coyuntura propicia.(……).

“La Regeneración, con sus políticas económicas, condujo al país a una situación de crisis y

originó la fuerte oposición que desembocó en la guerra de los mil días. Tampoco se siguió la

vía clásica de desarrollo capitalista al no romper con la estructura terrateniente. La utilización


79

política retardataria de la centralización económica produjo el fracaso de los planes que

estimulaban el desarrollo industrial, tales como la protección por medio de tarifas aduaneras

de los productos extranjeros que competían con la incipiente producción nacional, el banco

nacional, el monopolio de la emisión de papel moneda y la construcción a medias de un

sistema de trasporte.(…..)”

“La Regeneración, a pesar de sus pretensiones de centralización del poder, no superó el

exclusivismo. Se conformó un estado que no tuvo todavía la suficiente cobertura para

compartir el poder con todas las clases que dominaban la economía. Más aún, los nacionalistas

en el poder dieron muestra de un desarrollo descomunal en el control de la maquinaria

electoral, empleando abiertamente el fraude y hasta la violencia para mantenerse en el

gobierno.”

“Los partidos tradicionales se fueron formando de manera empírica alrededor de intereses

económicos y sociales muy concretos que tuvieron como punto de referencia la defensa de los

antiguos privilegios heredados de la Colonia, o de nuevos privilegios más ligados a las

trasformaciones económicas y políticas de la época. Es necesario agregar también que no en

todos los momentos el comportamiento de cada partido es el mismo frente a los problemas

económicos, ideológicos o políticos.

“Podemos, si, afirmar que el partido conservador se caracterizó siempre por su apego a las

tradiciones coloniales, incluídas en ellas la comunidad de intereses con el clero y la defensa de

la religión. No obstante, es necesario aclarar que la propiedad de la tierra, si bien era un

elemento de identificación con la tradición, nunca fue el único. También los comerciantes se

veían favorecidos con el monopolio comercial de tiempos de la corona.(…..)


80

“El pueblo va a la cola: “Con la carne de cañón de los arrendatarios, recogidos a la brava,

alimentados con aguardiente mezclado con pólvora, para que se “emberraquen”, se tejió toda

la “epopeya” de nuestras guerras. Y así van, por los campos, los generales a caballo y los

soldados “voluntarios” a pie, y amarrados con sogas para evitar su fuga”

El movimiento reaccionario y sectario de la Regeneración, vencedor de la guerra civil de

1885, continúo gobernando al país. Movimiento así definido por Alberto Gómez en su obra

citada (pag.10):

“Movimiento político pluripartidista encabezado por el liberal independiente Rafael Núñez y

el conservador nacionalista Miguel Antonio Caro. Mantuvo el poder intermitentemente desde

1878 hasta 1909 con las presidencias de Julián Trujillo (1878-1880) Rafael Núñez (1880-1882

y 1884-1886 y 1886-1892), Miguel Antonio Caro (1892-1898) y Manuel Sanclemente (1898-

1909) y Rafael Núñez (1904-1909).

“Aparece como reacción al federalismo de los gobiernos liberales radicales. En 1878, al

posesionar a Julián Trujillo, RafaelNúñez esboza así el programa de la regeneración: “El orden

material fue restablecido, no sin cruentos sacrificios y vos encontráis, señor, preparado el

camino para iniciar los serios trabajos de la evolución salvadora de nuestra responsabilidad

futura como partido gobernante….El país se promete de vos, señor, una política diferente,

porque hemos llegado a un punto en que estamos confrontando este preciso dilema:

regeneración administrativa fundamental o catástrofe”.

“En lo político, la regeneración implantó la constitución de 1886 con un estado central fuerte y

unitario y creó un ejército nacional. En lo económico reorganizó las finanzas públicas y

manejó las emisiones de dinero. En lo ideológico buscó a la iglesia como fuerza de cohesión y
81

firmó con ella el concordato de 1887. En su conjunto, la Regeneración expresaba la necesidad

de la nueva clase dirigente-terrateniente, agro-exportadora y comerciante de un Estado Fuerte,

centralizado y organizado.”. (op. cit).

La guerra comenzó el 17 de octubre de 1899 y contó entre sus principales batallas el primer

grito de guerra en Socorro, Raquira y Nocaima; la batalla de Piedecuesta, el 11 de noviembre

de 1899, donde los liberales se apoderan de la población al mando de Uribe y Gómez Neira; el

asalto a Bucaramanga, el 12 de noviembre de 1899 que terminó en derrota de los liberales a

manos del conservatismo dirigido ´por el general Villaminzar; Peralonso, el 15 de diciembre

de 1899, donde los conservadores son derrotados por los liberales al mando de Herrera, Durán

y Uribe; el 1 de febrero de 1900, combate en Pamplona, con triunfo liberal del general Vargas

Santos; el 11 de mayo de 1900, batalla de Palonegro, con derrota liberal a manos de los

generales Pinzón y Arboleda; la marcha de la derrota hasta Ocaña; el 22 de agosto de 1900 la

rendición de liberales en San Vicente de chucuri; en Panamá, el combate en ciudad de Panamá

el 21 de julio de 1900, victoria liberal de los generales Porras y Benjamín Herrera; el 12 de

noviembre de 1901, la toma de Colón por los liberales al mando de Benjamín Herrera; el 25 de

noviembre de 1901 se produce el desembarco de tropas norteamericanas en Panamá; el 24 de

diciembre de 1901, los liberales triunfan en ciudad de Panamá el mando del general Benjamín

Herrera; el 23 de febrero de 1902 otra victoria liberal del general Herrera en Aguadulce; el 20

de octubre de 1902 desembarcan tropas norteamericanas en Panamá a pedido del presidente

Marroquin.

Alberto Gómez M., relata así las batallas más sangrientas de esta guerra:
82

“Peralonso. El desquite de Bucaramanga fue el triunfo liberal en Peralonso. El 16 de

diciembre, 5000 hombres del ejército liberal bajo el mando de los generales Rafael Uribe y

Benjamín Herrera propinaron una estruendosa derrota al ejército de 8000 hombres que dirigió

el general oficial Vicente Villamizar. Un parte de guerra y de victoria del general liberal

López, describe aspectos de la batalla asi: “El general Uribe, que había estado gran parte del

inspeccionando el movimiento del enemigo y que había llegado a la casa y cerca de piedra de

La Laja, comprendiendo lo oportuno de un nuevo asalto al puente, se puso a la cabeza, con el

sargento Sául Zuleta, ascendido con antelación a capitán y seguido por el coronel Neftalí

Lareamendi, por el capitán Guillermo Páramo y otros, se lanzó sobre el puente, el cual

abandonó el enemigo sin resistencia, dispersándose por las colinas vecinas. Los fuegos

conbimados de la cuarta división del norte y del ejército del general Durán acabaron de

introducir, entre 7 y 8 de la noche, es decir, entre 3 y 4 horas después del paso del puente, el

pánico entre los restos desbandados del ejército de la dictadura”.

“Palonegro. Dice Torres Giraldo: “Y he aquí que la guerra se pierde precisamente a raíz de la

inmensa victoria de Peralonso. Porque ni los jefes vencedores allí, Uribe, Herrera, Durán,

soler, Leal, Hernández, López y Rodríguez persiguen al enemigo y lo aniquilan rápidamente,

en ruta hacia Bogotá, ¿por qué suceden las cosas así?. Ah, porque los bravos generales están

ilusionados en un pronto tratado de paz que ha de reconocerle al liberalismo los puntos

esenciales de su programa. Entre el 11 y el 26 de mayo se libra la batalla, 15 días en que se

destrozan ambas fuerzas; 4300 muertos y heridos (2700 de los liberales y 1600 del gobierno)”.

Lucas Caballero relata aquel momento: “Aquella batalla fue algo descomunal, algo inaudito.

Las vidas las derrochaban los combatientes sin cuidarse del instinto. Era increíble que los

nervios de los nuestros resistieran quince días de combatir de día y de noche, sin relevos, casi
83

sin alimentación y sin sueño. De parte del enemigo fue especialmente admirable la conducta

del batallón Artillería que mantuvo el orden de formación en la acometida nuestra del 13 de

mayo en que pereció casi totalmente. La fetidez de la atmósfera, por el incontable número de

cadáveres en descomposición de seres humanos y de bestias, era tan dominante e intensa, que

persistió por semanas seguidas en las mucosas nasales de los sobrevivientes.”(op.cit.pag 19 ).

En esta guerra, tomaron las armas 105.000 hombres; 70.000 por el conservatismo y 35.000

por el liberalismo; se dieron 218 combates en los cuales perecieron 30.000 colombianos y el

estado hizo gastos por mas de 70 millones de pesos.

Sobre el reclutamiento de estas fuerzas habla Bergquist (1981):

“Como en las guerra civiles anteriores, el gobierno dependía en gran manera del reclutamiento

de trabajadores para formar sus ejércitos. Para capturas –son palabras de un general- buenos

indios para el servicio de las armas, escuadrones de hombres armados descendían a las plazas

de mercado, a las tiendas donde vendían bebidas alcoholicas y a otros sitio de reunión del

pueblo …en el campo se capturaba por grupos a los jornaleros que eran atados y conducidos a

la guerra sin recurso a procedimientos legales ni tiempo para arreglar sus asuntos ni para

despedirse de sus familias…Los terratenientes tenián el poder de expulsar de sus tierras a los

trabajadores que no colaboraban, perspectiva aterradora en períodos de guerra civil,

especialmente para quienes sostenían una familia….” (op. cit).

En el Tratado de Paz de Neerlandia, el 12 de junio de 1902, Rafael Uribe Uribe entregó al

liberalismo con el siguiente acuerdo: “ Los que depongan las armas en virtud de lo convenido

en este pacto, no podrán en ningún tiempo ser perseguidos, juzgados ni penados por

considerárseles cabecillas de expediciones organizadas en país extranjero, ni por actos que en


84

calidad de militares en servicio activo y con el fin de realizar operaciones militares, hayan

ejecutado o mandado ejecutar contra las personas o las propiedades de los demás.”

Por su parte, Benjamín Herrera firmó el Tratado de Paz a bordo del buque norteamericano

Wisconsin, el 21 de noviembre de 1902 y la guerra de los mil días terminó en una nueva

victoria de las fuerzas más reaccionarias, oscuras, clericales y terratenientes del país

entronizadas desde 1886 con la última constitución política de Colombia. Los historiadores

tradicionales burgueses no han podido explicar por que la guerra civil entre liberales y

conservadores terminó negociándose en Neerlandia y en un barco de guerra de los EEUU.

Por último, queda recordar que riquezas y pobrezas se movieron en esta guerra de los mil días

( y en todas las demás del siglo XIX) para lo cual recurro al relato de Villegas y Yunis (1978):

“Las fortunas familiares corren suertes distintas en los vaivenes de la guerra. Algunas de las

tradicionales se arruinan. Otras, especialmente las que logran mantenerse unidas al poder,

sobreviven y se acrecientan: tal es el caso de los Holguin, Reyes, Marroquin, Zalamea, etc.

Finalmente, otros sitúan sus dineros en oro en el exterior, a espera de la paz, entre ellos los

Samper, Uribe y don Pedro A. López. Este oro, al término de la guerra, se habrá multiplicado

en relación con el depreciado papel moneda. Por último, los “hombres nuevos” los que al calor

de la guerra amasaron fortunas surgidas de la nada, tendrán un peso político decisorio en el

nuevo gobierno que surgirá al fin del conflicto. Los más notables: Pepe Sierra y sus hermanos,

Felix Salazar, Nemesio Camacho, el general Victor M. Salazar, el general Vasquez cobo,

etc….” (op. cit).

Pero en cambio (aclaró Ulises Casas) “Al finalizar la guerra, cientos de miles de guerrilleros

que intentaron llevar a la victoria sus ideales, quedan en la mísera cobacha campesina
85

rumiando el recuerdo de sus combates y batallas. Los grandes jefes quedan con las glorias de

sus derrotas y el suculento plato del poder político y económico”.

Recuérdese aquí el caso de Pedro Pascasio Martinez, el soldado campesino analfabeta que en

la Batalla de Boyaca, del 7 de agosto de 1819, hizo prisionero al jefe del ejército español, Jose

Barreiro, con lo cual se ganó la batalla de la independencia en Colombia: tras la guerra de

independencia, los grandes generales y coroneles alcanzaron la gloria, la fama, el poder y

sobretodo, resultaron enriqueciéndose, pero de este soldado campesino, Pedro Pascasio

Martinez, no volvío a saberse nada más: los historiadores tradicionales no nos cuentan cómo

ni donde termino su vida, porque lo cierto es que no termino enriquecido, ni exiliado en el

extranjero, ni de alcalde ni de gobernador ni menos de presidente en la patria que él más que

nadie ayudó a libertar y crear: es que los pobres siempre pierden y los ricos siempre ganan…..

El enfrentamiento de las fuerzas políticas tras el final de la guerra de los mil días lo describe

Sanín Cano, citado por el Licenciado Baudillo Bello (1985):

“En la guerra, los partidos tradicionales se habían fraccionado y revuelto, por el encono que

consigo habían traído los sangrientos sucesos de esos tres años. Hubo en un mismo partido

opiniones intransigentes sobre si era el caso de prolongar la guerra hasta destruir la

nacionalidad o someterse a rigor de la fatalidad deponiendo las armas. De allí nacieron casi

dos nuevos partidos que se enfrentaron el uno al otro llenos de ceguedad y amargura. Por su

parte, los que sostenían al gobierno se dividían entre los que aspiraban a sanar las heridas del

cuerpo social dando al olvido los recientes agravios y los que pensaban fundarlo todo en una

política de represión”. (op. cit. pag.41).


86

Mal concluida la llamada Guerra de los mil días, el 21 de noviembre de 1902, la guerra

continúo en los espíritus. Tras la contienda resulto elegido el general Rafael Reyes como

presidente de Colombia para el periodo 1904-1909, quien perteneciendo a la regeneración y la

hegemonía conservadora, se dedicó a intentar un retorno a la paz y a iniciar la modernización

del país, saneando la hacienda pública, estimulando el incipiente desarrollo agrario e industrial

y comercial, tratando de estimular la educación encaminada a instruir a las masas populares,

organizando unas fuerzas armadas modernas, apolíticas y nacionales, desarrollando la

infraestructura vial. Pero como admirador del régimen del general Porfirio Díaz en Méjico,

trato de llevar a cabo sus programas progresistas cerrando el congreso, gobernando por decreto

e imponiendo sus ideales, lo que provocó la reacción de la burguesía colombiana que urdió su

caída antes de cumplir su periodo.

Todas estas diez guerras civiles del siglo XIX quedaron – como quedan casi todas las guerras-

inconclusas, porque en primer término, la victoria no es contundente y en segundo, porque

siempre los vencidos no se conforman con su derrota y continúan insistiendo en su revancha.

Cada guerra no alcanzó a satisfacer los intereses personales, caudillistas, regionalistas y

económicos ni de los vencedores ni menos de los vencidos, de modo que terminada una

contienda, queda en tablas, pendiente su continuación: es por eso que se sucedieron diez

guerras civiles en un solo siglo en Colombia y para colmo, todas estas tampoco quedaron

terminadas, sino que continuaron en el siglo XX, con la diferencia de que los historiadores

burgueses tradicionales y la clase dirigente optaron por ocultarlas y tratar de no darles

importancia ni difusión, llamándolas ahora “La Violencia” y después del año 2000, “el

Conflicto interno”, pero la verdadera realidad es que a lo largo de todo el siglo XX la guerra

civil continuó en el marco de un desarrollo que bien podría definirse de la siguiente manera:
87

11°. La Guerra Civil de los partidos liberal y conservador, entre 1930 a 1958. (La cual se

relata y analiza en el trascurso de este trabajo) y,

12. La Guerra Civil de los Sistemas, 1960- 2015. Continuación de la anterior enfrenta ricos y

pobres, clases sociales, va degenerando en narcotráfico y terrorismo.(La cual se relata y

analiza en el transcurso de este trabajo).

¿Qué puede esperarse de generaciones que han nacido y crecido en la más atroz violencia?:

Recordemos para muestra un botón: “Desquite”. Seguramente las nuevas generaciones no

tienen ni idea de quien fue tal sujeto. Me permito recordar que se trató de un llamado

“Bandolero” de finales de los años cincuenta y comienzos de los sesentas, a cuya muerte a

manos del Ejército, Gonzalo Arango escribió su “Elegía a Desquite” en donde dijo entre otras

cosas:

“Lo mataron porque era un bandido y tenía que morir. Merecía morir sin duda, pero no más

que los bandidos del poder.(….) “Desquite” era uno de ésos: era uno de los colombianos que

más valía: 160 mil pesos. Otros no se venden tan caro, se entregan por un voto. “Desquite” no

se vendió. Lo que valía lo pagaron después de muerto, al delator.(…..) Su filosofía, por

llamarla así, eran la violencia y la muerte. Me habría gustado preguntarle en qué escuela se la

enseñaron. El habría dicho: Yo no tuve escuela, la aprendí en la violencia, a los 17 años. Allá

hice mis primeras letras, mejor dicho, mis primeras armas.

“Con razón, se había hecho guerrillero siendo casi un niño. No para matar sino para que no lo

mataran, para defender su derecho a vivir, que, en su tiempo, era la única causa que quedaba

por defender en Colombia: la vida. En adelante, este hombre, o mejor, este niño, no tendrá
88

más ley que el asesinato. Su patria, su gobierno, lo despojan, lo vuelven asesino, le dan una

sicología de asesino. Seguirá matando hasta el fin porque es lo único que sabe: matar para

vivir (no vivir para matar). Sólo le enseñaron esta lección amarga y mortal y la hará una

filosofía aplicable a todos los actos de su existencia. (….).

“Yo, un poeta, en las mismas circunstancias de opresión, miseria, miedo y persecución,

también habría sido bandolero. Creo que me llamaría “General Exterminio”.(…..).

“Por eso le hago esta elegía a “Desquite”, porque con las mismas posibilidades que yo tuve, él

se habría podido llamar Gonzalo Arango, y ser un poeta con la dignidad que confiere

Rimbaud a la poesía: la mano que maneja la pluma vale tanto como la que conduce el arado.

Pero la vida es a veces asesina.(…..).

“Por eso, en uno de los ocho agujeros que abalearon el cuerpo del bandido, deposito mi rosa

de sangre. Uno de esos disparos mató a un inocente que no tuvo la posibilidad de serlo. Los

otros siete mataron al asesino que fue.

“¿Qué le dirá a Dios este bandido? Nada que Dios no sepa: que los hombres no matan porque

nacieron asesinos, sino que son asesinos porque la sociedad en que nacieron les negó el

derecho de ser hombres. Menos mal que “Desquite” no irá al infierno, pues él ya purgó sus

culpas en el infierno sin esperanzas de su patria….”

“…..Yo pregunto sobre su tumba cavada en la montaña: ¿No habrá manera de que Colombia,

en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de Vivir?


89

“….Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia:

Desquite resucitará y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas.” (Arango,

Gonzalo. Obra Negra. Editorial Carlos Lohle. Buenos Aires.1974)

Y la amarga profecía de Gonzalo Arango, se cumplió, se sigue cumpliendo y se seguirá

cumpliendo en Colombia de generación tras generación.

Para otro botón de muestra lo que contesto, Teófilo Rojas, alias “Chispas” a Germán Guzmán

en el tomo I del libro “La Violencia en Colombia”:

“¿Que quieres?, le pregunta el escritor y el “bandido” contesta:

“Que si me dejan quieto, yo trabajo. QUIERO APRENDER A LEER. Pero no quieren sino

matarme. A yo no me dejan vivir……yo no he hecho otra cosa que defenderme…”

El “Bandido” solo quería aprender a leer, pero el Gobierno no quería sino matarlo y lo hizo,

sembrando el campo de semillas de odio, venganza y violencia que floreció en la cosecha de

los combatientes de los años sesenta, en el ELN, EPL, FARC; que vuelve a florecer en el

surco ensangrentado de los setentas con el M-19 y el ERP; que da otro fruto aumentando la

violencia con el hijo del narcotráfico a partir de los años ochentas; cosecha que se multiplica

en los noventas y no es necesario recordar a nuestros contemporáneos como ha seguido

germinando la semilla del odio en los años dos mil; violencia que será PEOR en un futuro sin

esperanza ni final……
90

De las Guerras Civiles a la Masacre de las Bananeras.

En Colombia no hay un simple y sencillo conflicto armado: Lo que ha existido desde hace más

de 200 años (1812 hasta 2016) es una Lucha de Clases desarrollada ya al grado de GUERRA

POPULAR.

Al respecto señala Tse-tung (1975):

“La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la

forma mas alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, estados o

grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su

desarrollo”. (op. cit. Pag.62).


91

La Guerra Popular que existe en Colombia NO puede reconciliarse por arte y magia de la

Ley 975 de 2005, sino destruyendo las causas que la originaron, que la siguen nutriendo y la

seguirán engrandeciendo y agravando con el paso del tiempo.

A lo largo de las guerra civiles del siglo XIX, que en el fondo no fueron más que guerras entre

los ricos por el poder y la explotación del pueblo, se formó al colombiano en la mentalidad

del odio partidista y de la sed de venganza, enfrentando a liberales contra conservadores, en un

odio irracional desconociendo todos los ideales inexistentes de las ideologías de los dos

partidos tradicionales. Estas guerras civiles fueron el surco de sembrado para la futura

violencia del siglo XX.

Este periodo de comienzos del siglo XX lo explica así, Carcabed (2011):

“Años después en los albores del siglo XX reiniciamos el ciclo de la violencia con el

enfrentamiento entre liberales y conservadores por el manejo del poder del Estado, los

gamonales y terratenientes de esa época se aprovechan de la ignorancia de la mayoría de la

población campesina, lo mismo que de la clase obrera en las ciudades, instigándolos a tomar

bando en cada uno de los partidos con el fin de apropiarse de las tierras más fértiles

asesinando y causando el primer acto de desplazamiento masivo conocido en nuestro país,

miles de familias dejaron todo tirado tratando de salvar sus vidas emigrando a las ciudades,

conformando los primeros cinturones de miseria en las capitales….”(op. cit. pag.8).

Tras el intento reformista y pacificador de Rafael Reyes, sube al poder la burguesía civil con

Carlos E. Restrepo al frente del partido republicano. Bajo su mandato, 1910-1914 hizo lo

posible por trasformar al país dentro de un marco de civilidad y paz. Llevo a cabo una reforma

constitucional que abolió la pena de muerte, rebajo de seis a cuatro años el mandato
92

presidencial, estableció que la Corte Suprema de Justicia tuviera la salvaguarda de la

constitución, reglamento el proceso electoral, respeto a la oposición liberal, de tal forma que

trató de poner las bases para la organización del Estado-Nacional Moderno Civilista acorde

con los cambios que estimulo en la estructura económica del país.

Este gobierno de Carlos E. Restrepo es así resumido por Baudillo Bello (1985):

“El gobierno de Carlos E. Restrepo, iluminado por las tesis del republicanismo e intérprete del

sentimiento de unidad nacional, controlo y ordenó el gasto público y atendió el equilibrio del

presupuesto, factores importantes para el crecimiento de la economía Volviendo por los fueros

de la civilidad y reconocimiento de derechos a los ciudadanos, organizo la jurisdicción

contencioso administrativa. En orden a civilizar las costumbres políticas, depuró las

prácticaselectorales y en lo posible, prescindió del voto de la fuerza armada. Desarrollando el

principio de descentralización administrativa, el régimen republicano de Carlos E. Restrepo

concretó un duradero código sobre régimen político y municipal.” (op. cit).

Viene entonces el gobierno de José Vicente Concha, representante de la reacción

conservadora, quien encarna un retroceso en el proceso civilista de modernización pacífica y

democrática del poder. El sueño republicano había terminado. Puede afirmarse que la

reanudación de la violencia en Colombia, después de un oasis de once años consecutivos de

paz, tiene fecha fija: el 15 de octubre de 1914 cuando es asesinado el líder liberal Rafael

Uribe Uribe.

Al respecto afirma el historiador Rodríguez (1986):

“….La paz social se deterioróabruptamente. La violencia política se acentuó y reaparecieron

los enfrentamientos entre liberales y conservadores; el 15 de octubre de 1914 cuando se dirigía


93

de su casa al senado fue asesinado el General Rafael Uribe Uribe, el líder más importante del

partido liberal (…..) A los enfrentamientos políticos siguió la Violencia de origen múltiple,

pero casi siempre expresada en la lucha partidista tradicional. Del periodo de la administración

Concha, el año de 1917 se destacó por la agudeza de los conflictos sociales; el primero de

enero de 1917 fue asaltada la población de Arauca. EL periodista Calibán inculpaba de los

hechos a un cacique conservador. El gobierno decretó turbado el orden público en los llanos

orientales. El 13 de enero, el obispo de Tunja lanza una pastoral contra los liberales,

declarándolos enemigos de la iglesia y aliados del demonio. Ejemplos de este tipo caracterizan

todo el periodo. El obispo de Chiquinquirá excomulga a los liberales y les prohíbe la entrada a

la iglesia por la aparición de un periódico de esta tendencia.

“El 13 de enero en Campoalegre, Huila, se realizan enfrentamientos entre la población; se

acusa al clero de participar abiertamente estimulando los enfrentamientos y orientando las

elecciones. Barranquilla, Santander y el Tolima fueron los departamentos más afectados por

hechos de violencia. En el mes de diciembre, Piedecuesta y Gramalote en Santander viven

escenas de terror. Igual sucede en el municipio de Líbano, Tolima, durante los años de 1916 y

1917. (…..). En el sur del país se sintieron igualmente los efectos de la violencia política y la

protesta popular….” (op. cit. pags.77-79).

En 1916, se produjo el primer alzamiento indígena del siglo encabezado por Manuel Quintín

Lame.

El citado historiador Antonio Rodríguez (1986) en la misma obra ya citada relata las

irregularidades de la United Fruit company de este modo:


94

“….-merecen mención especial los conflictos sociales en la costa atlántica, motivados por el

tipo de relaciones que la compañía norteamericana United Fruit Company implantó con los

productores y cultivadores del banano. La compañía frutera realizaba contratos leoninos con

los campesinos. Un ejemplo de la modalidad de contrato es el que estipulaba que el productor

dejaba de ser dueño de la fruta mientras esta era sometida al proceso de selección y de medida

por la compañía; una vez realizada esta labor, el productor volvía a asumir sus labores de

propietario sin posibilidad de protesta. Además, era la compañía quien establecía la cantidad y

los productos que el campesino podía vender a la institución. Esta forma de expoliación

convirtió a la compañía frutera en el centro de la protesta regional. La compañía no solo

explotaba a los campesinos, sino que además tenía su propio sistema de justicia; poseía su

propia colonia penal de fundación; defraudaba las rentas al estado; importaba maderas,

pinturas, clavos, tejas, etc., sin pagar ningún gravamen de aduana; eludía el pago de impuesto

mediante declaraciones acomodadas de sus rentas; se había constituido en una especie de

Estado dentro del estado…”. (op. cit).

Marco Fidel Suarez es elegido presidente para el periodo 1918-1922. Su mandato constituye

en primer término la entrega definitiva del país a los intereses norteamericanos a través del

tratado Urrutia-Thomson, a través de la concesión Barco y la Concesión De Mares, cuestión

que no es asunto de este escrito.

Frente al tema de la violencia en Colombia, sus inicios y desarrollos en el siglo XX, lo que

interesa es recordar que en el mandato conservador de Marco Fidel Suarez se inician las

luchas obreras expresadas a través de sus primeras huelgas, en el periodo 1918-1920.


95

Ocurre además, la primer masacre oficial: en marzo de 1919 en Bogotá sucedió una protesta

de los artesanos sastres por un asunto de contratar la compra de uniformes para el ejército,

pues el gobierno había decidido importar dichos uniformes quitando este trabajo a los sastres

nacionales.

Los sucesos de marzo de 1919, en que los sastres se reunieron a las puertas del palacio

presidencial son así relatados por el licenciado Renán Vega (1985):

“El capitán Manrique Paramo arengó a los 800 a 1000 obreros que se manifestaban. Llovía. Se

dirigieron a palacio. Suárez salió al balcón. Le hablo Marco Tulio Amorocho, presidente de la

asamblea obrera y le dio gracias por la derogatoria del decreto. Suárez empezó a hablar. No se

oía. La gente gritaba: No se oye, hable más recio. Desagradado Suárez por los gritos se retira

del balcón y ordena llamar a su despacho a los líderes de la manifestación. Ante ellos termina

Suarez la lectura de su discurso. La gente afuera continua gritando y agitándose. Los líderes

tratan de calmarlos pero la agitación continúa. Llovía. Empezó a disgregarse la manifestación.

Los últimos en dispersarse lanzan piedras contra el palacio. Entonces se saca una

Ametralladora que se había alistado desde antes. La tropa y la policía disparan sobre la

multitud. Son las cuatro y media de la tarde. La orden, parece, la dio el min gobierno general

Arango y el jefe de la división, Juan Francisco Urdaneta, el resultado de la jornada según

versión oficial, 10 muertos, 15heridos y 300 detenidos….”

“El acontecimiento, que será el primer hecho sangriento de vastas proporciones en la historia

de las movilizaciones obreras contemporáneas, repercutirá hondamente dentro de la

administración Suárez en particular y sobre la posición asumida por el estado en la década del

veinte ante los movimientos reivindicativos, en general. (…..) Igualmente, durante el gobierno
96

de Suárez se producen protestas y movimientos agrarios, en los que participan tanto

campesinos como indígenas. Los dos lugares más importantes de la agitación rural son la zona

bananera de Santa Marta y las plantaciones cafeteras del Valle bajo del río Bogotá. Sobresale

también el movimiento del departamento de Bolívar, dirigido por el activista socialista

Vicente Admo. Entre las luchas indígenas –iniciadas hace décadas- se destaca la acción de

Manuel Quintin Lame en las regiones del Cauca y Tolima”. (op. cit. pág. 98).

Marzo de 1919, durante el mandato de Marco Fidel Suarez: una Ametralladora dispara desde

las puertas del palacio de gobierno contra la multitud: mínimo diez muertos y quince heridos:

primer masacre oficial del siglo XX, la cual queda, obviamente, impune.

En 1919 se organiza el primer Partido Socialista de que se tenga noticia en Colombia. Renán

Vega cuenta en la misma obra (pag.100) cual era el Programa “Socialista” de 1919 en Bogotá:

“Dentro de esta perspectiva, en 1919 surge el primer Partido Socialista de que se tenga noticia

en Colombia. Esta organización es de composición artesanal y está guiada por una concepción

socialista de tipo cristiano y romántico. Por lo mismo, su plataforma política, a la luz del

presente, no puede aparecer sino como un programa reformista, pero téngase en cuenta que en

la Colombia de comienzos del siglo XX una propuesta como la esbozada por el Partido

Socialista era vista como archi revolucionaria. En esa plataforma se destacan los aspectos

reivindicativos: asistencia pública, prohibición del trabajo infantil, mejores condiciones de

trabajo, erradicación del analfabetismo, descanso dominical remunerado, jornada laboral de

ocho horas, reforma electoral y concordataria, reglamentación de las huelgas….” (op. cit).

El Partido Liberal se apropió de estas banderas y los ingenuos socialistas de 1919 se pliegan a

las banderas liberales.


97

El siguiente presidente conservador, General Pedro Nel Ospina (1922-1926) trata de

emprender – igual que sus antecesores- la modernización económica del país, en beneficio de

los incipientes industriales.

En este periodo se consolida la lucha del movimiento sindical, iniciado desde 1913 cuando se

funda en Bogotá la Unión Nacional Obrera, desarrollada da en enero de 1916 cuando se

publica en Bogotá el “Manifiesto de los Obreros Colombianos” e igualmente se agudiza la

lucha del movimiento campesino estimulado por la concentración de riqueza cafetera,

fenómeno asírelatado por el sociólogo Luis Alberto Arias en la obra “Historia de Colombia.

Volumen IV. Capìtulo10, pagina 155 de Editorial Oveja Negra, Bogotá, 1985”:

“Dado que el mayor número de conflictos tuvo lugar en las zonas de explotación cafetera

donde predomina la gran hacienda, estimamos conveniente detenernos un poco en ello.

“En primer lugar hay que resaltar la concentración de la riqueza cafetera en los departamentos

de Cundinamarca y Tolima. Este hecho es especialmente importante, ya que en dichas

regiones existía una gran masa de campesinos sin tierra, que se ven obligados a convertirse en

arrendatarios, peones, etc. Hacia mediados de los años veinte la concentración de la riqueza

cafetera será el factor que está directamente relacionado con dos puntos neurálgicos de la

lucha agraria”. Cundinamarca y Tolima son hacia los años veinte los departamentos con una

mayor concentración de la riqueza cafetera. De la misma manera los conflictos agrarios

alcanzan especial intensidad en aquellos municipios con un alto grado de concentración de la

economía cafetera”. (op. cit. Pag. 155).

Esta concentración de la riqueza en manos de unos pocos hacendados privilegiados, desato

permanentes conflictos con los arrendatarios, con los colonos, con los indígenas en la lucha
98

por la tierra, siendo caldo de cultivo de las inconformidades que revivirían nuevamente los

enfrentamientos partidistas violentos, ya bajo el gobierno de Miguel AbadíaMéndez (1926-

1930).

El 6 de diciembre de 1928, bajo el mandato de Miguel AbadíaMéndez, se produce la masacre

de las bananeras: Mil trabajadores asesinados por el estado en defensa de intereses particulares

y extranjeros.

El 6 de octubre de 1928 los trabajadores de la United Fruit Company presentaron a la empresa

norteamericana un pliego de peticiones que pedía:

“1). Establecimiento del seguro colectivo obligatorio con base en las leyes 37 de 1921 y 32 de

1922;2) Reparaciones por accidentes de trabajo, según lo establecía la ley 57 de 1915;

3)Habitaciones higiénicas según la ley 46 de 1918 y descanso dominical remunerado en

relación con la ley 76 de 1926, 4) aumento del 50 por ciento de los jornales, 5) desaparición de

los comisariatos, 6) cesación de préstamos por medio de vales y libertad del trabajador para

adquirir los artículos de consumo, 7) implantación del pago por semanas vencidas, 8)abolición

de los contratos individuales y creación de los colectivos con derecho a figurar cada obrero en

la nómina de cada mes y 9) erección de hospitales provistos de drogas, instrumental

quirúrgico….” (op. cit).

El gobierno de AbadíaMéndez dispone, el 12 de noviembre de 1928, la ocupación militar de la

zona enviando un contingente de tropas bajo el mando del general Carlos Cortes Vargas.

El licenciado Renán Vega (1985) relata así lo ocurrido:


99

“A las 11 de la noche, Cortes Vargas, investido como jefe civil y militar de la provincia

promulga el decreto número uno que decía así:

“Decreto número 1. El jefe civil y militar de la provincia de Santa Marta, en uso de sus

facultades legales y considerando: que la huelga de los trabajadores en esta provincia ha

degenerado en asonadas, motinesy tumultos que están impidiendo el tráfico de los trenes y

demás elementos de transporte, ejerciendo actos de autoridad, tales como detener, amarrar y

llevar a prisión ciudadanos pacíficos por el mero hecho de no considerarlos afectos. Que han

desconocido la autoridad legalmente constituida y apresado a individuos del ejército y que es

menester tomar medidas rápidas y enérgicas como son las que autoriza el imperio de la ley

marcial, Decreta:

Art.1. De conformidad con el decreto legislativo número 1 de 5 de diciembre de 1928, ordeno

perentoriamente la inmediata disolución de toda reunión mayor de tres individuos.

Art. 2. Ordenase a la fuerza pública, que, con las prevenciones legales, dé estricto

cumplimiento a este decreto, DISPARANDO SOBRE LA MULTITUD SI FUERE EL CASO

(mayúsculas propias).

Art.3. Ninguna persona podrá transitar después del toque de retreta.

Publíquese por bando y cúmplase. Ciénaga, 5 de diciembre de 1928. Carlos Cortes Vargas,

jefe civil y militar de la provincia de Santa Marta…Roberto Gómez, secretario ad hoc.” (op.

cit. Pag. 147 y ss).

Continúa el relato de Renán Vega (op.cit.):


100

“….Hacia la plaza enfila el general al mando de sus tropas. Estratégicamente la rodean. Eran

los albores del 6 de diciembre de 1928. A la una de la mañana suena un toque de corneta. La

gente se arremolina en torno a un capitán del ejército que anuncia la lectura de un

comunicado. Reina el silencio. LA voz destemplada del capital lee: “El jefe civil y militar,

general Carlos Cortes Vargas, ordena que sea disuelta de inmediato toda reunión mayor de tres

personas y AUTORIZA A LOS SOLDADOS Y OFICIALES A DISPARAR SOBRE LA

MULTITUD…tienen cinco minutos para retirarse”.

“La gente rechifla la amenaza. No se mueve. Parece desafiar la muerte. Suena un segundo y

tercer toque de corneta. Cortes Vargas en persona anuncia que solo queda un minuto. Que

disparará si la gente no cumple la orden de evacuación. Entre la multitud la gente grita: “Viva

Colombia Libre”. Cortes Vargas da la orden de disparar. Las metralletas trepidan,

relampaguean, vomitan fuego. Ha empezado la carnicería. Posteriormente, Cortes Vargas

recordará su acción así: “ante el tercer toque de corneta aquellos insensatos no trepidaron,

como si se tratara de una burla. La clemencia así, hubiera sido como rendir las armas. Las

multitudes permanecieron impasibles, nadie se movía. Parecía como si estuvieran prendidos al

suelo aquellos hombres que sin osar vociferar estaban sordos a todo llamado, tenían absoluta

confianza en que se dispararía contra ellos”.

“La prensa de Bogotá, entre tanto, fue sometida a censura y en los primeros días únicamente

repitieron los comunicados oficiales: 9 muertos y 27 heridos graves, según el relato de Cortes

Vargas. Sin embargo, el mismo día de la masacre y sin conocerse aún lo acontecido, con

acertada visión y presagiando lo que sucedería, El Espectador de Bogotá, decía: “El gobierno

tiene elementos de guerra suficientes para hacer una carnicería en la región bananera; todo
101

parece indicar que no desaprovecharán la ocasión, persistentemente buscada, de ensayar sus

efectivos militares contra un grupo anárquico de trabajadores rebeldes”.

“A medida que pasan los días se van conociendo más detalles y la prensa cambia el tono

acerca de los acontecimientos. El Espectador del 12 de diciembre titula su edición asi: “La

primera descarga se hizo sobre una multitud obrera inerme y pacífica”. El Diario Nacional,

periódico liberal, el día 13 insiste: “En el Magdalena no ha habido otra cosa que una masacre

ordenada por las autoridades como respuesta a la prudencia de los obreros” y, en su interior

relata “cómo se efectuó el primer asesinato de los trabajadores en Ciénaga. Mediante la

ametralladora parapetada en la azotea del cuartel; parece que se deseaba desesperar mucho

más a los obreros”. Por su parte, Eduardo Santos, en el editorial de El Tiempo del 19 de

diciembre habla de “la hecatombe del Magdalena”.

Continúa el relato del licenciado Renán Vega (op.cit.pag149)

“…Los acontecimientos de Ciénaga, sobre los cuales ya informamos con anterioridad, fueron

verdaderamente trágicos. Pues la tropa emplazó las ametralladoras frente a la multitud que

permanecía en la plaza en actitud pacífica y después de dar los toques de corneta a que tanto se

ha referido la prensa, hizo varias descargas sobre la multitud.

“En los momentos en que se verificó el abaleo había en la plaza más de mil quinientas

personas y como la metralla que echaban las ametralladoras no cesó inmediatamente, cayeron

en la plaza unos doscientos muertos y un número incontable de heridos.

“Cinco meses después de los sucesos El Espectador del 19 de mayo de 1929, nuevamente

retoma los hechos e informa: “MAS DE MIL LOS MUERTOS DE LA ZONA”. En su interior

en una entrevista al general conservador Pompilio Gutiérrez, este expresa: ”Tengo pruebas
102

irrefutables de que en las bananeras hubo más de 1000 muertos, cifra ésta que el gobierno está

ocultando. Así lo informa también el representante del gobierno norteamericano en Bogotá,

Jefferson Caffety en carta dirigida al secretario de estado de su país, la cual reproducimos aquí

y cuya traducción dice: “ Tengo el honor de informar que el representante de la United Fruit

Company en Bogotá me dijo ayer (15 de enero de 1929) que el número de huelguistas muertos

por las fuerzas militares colombianas pasa de un mil”. La mayoría de cadáveres son tirados al

mar. De esa manera no quedan huellas de la masacre.

“Inmediatamente después de ésta el terror se enseñorea de la región. Son perseguidos todos

aquellos que se presuma tengan algo que ver con los huelguistas. Ante la persecución desatada

los trabajadores resisten. Se organizan en guerrillas móviles. Algunos marchan hacia la sierra

nevada de Santa Marta, en donde se ocultan entre los indígenas. Cortes Vargas dicta un nuevo

decreto en donde proclama a los trabajadores como cuadrilla de malhechores.”

“DECRETO NUMERO 4.

“Por el cual se declara cuadrilla de malhechores a los revoltosos de la zona bananera. El Jefe

civil y militar de la Provincia de Santa Marta, en uso de sus facultades y considerando:

“Que los huelguistas amotinados se sabe están cometiendo toda clase de tropelías; que han

incendiado varios edificios de nacionales y extranjeros; que han saqueado, cortado las

comunicaciones telegráficas y telefónicas; que han destruido las líneas férreas; que han

atacado a mano armada a ciudadanos pacíficos; que han cometido asesinatos que por sus

caracteres demuestran un pavoroso estado de ánimo, muy conformes con las doctrinas

comunistas y anarquistas; que tanto de palabra, en arengas, conferencias y discursos, como por

la prensa en el Diario del Córdoba y en hojas volantes, han propagado los dirigentes de este
103

movimiento, que en un principio fue considerado como huelga de trabajadores pacíficos; que

es un deber ineludible de la autoridad legítimamente constituida dar garantías efectivas a los

ciudadanos, tanto nacionales como extranjeros y establecer el imperio del orden adoptando

todas las medidas que el derecho de gentes y la ley marcial contempla, DECRETA:

“Artículo 1. Declárase cuadrilla de malhechores a los revoltosos, incendiarios y asesinos que

pululan en la actualidad en la zona bananera.

“Artículo 2. Los dirigentes, azuzadores, cómplices, auxiliadores y encubridores deben ser

perseguidos y reducidos a prisión para seguirles las responsabilidades del caso.

“Artículo 3. Los miembros de la fuerza pública quedan facultados para castigar con las armas

a aquellos que se sorprendan en in fraganti delito de incendio, saqueo y ataque a mano armada

y, en una palabra, son los encargados de cumplir este decreto. Publíquese y cúmplase. Dado en

Ciénaga a 6 de diciembre de 1928.

“El Jefe civil y militar de la Provincia de Santa Marta, General Carlos Cortés Vargas. El

secretario, Enrique García Isaza”.

“Ante su inexperiencia, los obreros se convierten en carne de cañon para las tropas del

ejército. Pero siguen resistiendo. Incendian plantaciones, destruyen carrileras, cortas líneas

telegráficas, rompen tendidos eléctricos, es la resistencia contra la opresión……” (op. cit)

A fines de 1929, Jorge Eliecer Gaitán, en debates en la Cámara de representes denuncio sobre

la masacre de las bananeras:

“…el gobierno se parcializó descaradamente en favor de la Compañía y en contra de los

obreros, por la sencilla razón de que éstos eran colombianos y la compañía era americana y
104

dolorosamente lo sabemos que en este país el gobierno tiene para los colombianos la metralla

homicida y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro americano. El suelo colombianofue

teñido de sangre para complacer las arcas ambiciosas del oro americano. Desgraciada patria

aquella cuyos destinos están regidos por gente de tal índole…”.

El 8 de junio de 1929, cae asesinado bajo el fuego del ejército del gobierno conservador de

Miguel AbadíaMéndez, el estudiante Gonzalo Bravo Páez, en el transcurso de una

manifestación pacífica que adelantaba el estudiantado, siendo entonces director de la Policía

Nacional el mismo genocida, Carlos Cortés Vargas, a quien los historiadores tradicionales

burgueses califican de “Héroe Nacional” en sus libros oficiales de historia de Colombia.

En 1930, termina la hegemonía conservadora que venía desde 1880 con Rafael Núñez (la

regeneración) y que duró por lo menos cincuenta años, llegando el Partido Liberal al poder por

vía electoral, con Enrique Olaya Herrera en 1930.

La Violencia desde 1930.

La Primera Guerra Civil del siglo XX, entre liberales pobres y conservadores pobres comienza

desde 1930, fecha que olvidan o ignoran los historiadores burgueses tradicionalistas, pero

Gutiérrez y Urrego,(1995) lo reconocen en su libro, “1001 cosas sobre la historia de

Colombia que todos debemos saber”:

“La Violencia se inició en 1930. Las consecuencias del fin de la hegemonía conservadora y

del inicio de la República Liberal se hicieron sentir en el gobierno de Olaya Herrera con el

inicio de la Violencia. Se enfrentaron de un lado los liberales con la policía en un bando y los
105

conservadores con los curas en el otro. En diciembre de 1930 varios conservadores atacaron a

algunos liberales en Tunja. Al año siguiente, la violencia provocó decenas de muertos y

centenares de heridos en todo el país. En ese año hubo enfrentamientos sangrientos en

Cartago, Sincelejo, Medellín, Montería, Mopox, Tunja, Pacho, Capitanejo, Piedecuesta,

Cipenaga, Pamplona, Briceño, Lorica y en varias poblaciones de Santander. En Bogotá se

realizó en febrero de 1931 una manifestación de más de 10.000 liberales contra la violencia.

“En enero de 1932, en Palmito, turbas conservadoras quemaron 38 casas de liberales; en

García Rovira hubo combates entre liberales y conservadores, los cuales se repitieron en

febrero y en junio, cuando se decretó el estado de sitio. En mayo, en un asalto conservador a la

Casa del Estudiante, en El Pozo, Santander, 9 liberales fueron asesinados. Hasta septiembre

los enfrentamientos continuaron, con gran saldo de muertos y heridos en Palmira, Gachetá,

Sasaima, Arboledas, Chiquinquira, El Rosario, Saboyá, Salazar, Calí, Piedecuesta, Chocontá,

Albania y Pijao. Había un estado de guerra incipiente en los Santanderes y en el norte de

Boyacá, al cual puso término la guerra con el Perú de 1932.” (op. cit. pag.72 ).

Sobre este período (1930) refiere así Ospina (1996):

“La guerra civil de mediados de siglo, conocida como la Violencia, se configuró como una

inmensa guerra religiosa, hecha de fanatismo y ceguera brutal y llegó a extremos aberrantes,

con la reconocida presencia de la Iglesia como uno de sus principales instigadores. Hacia

1930, al cabo de 50 años, la hegemonía conservadora se vio debilitada por la inconformidad

popular, arreciaron las luchas sindicales, hubo conatos de rebelión, y finalmente la

escandalosa masacre de las Bananeras precipitó el descrédito del régimen conservador.” (op.

cit).
106

La violencia sectaria y partidista que se desata desde 1930 hasta 1947, durante la llamada

República Liberal, bajo los mandatos de Enrique Olaya Herrera (1930-1934), Alfonso López

Pumarejo (1934-1938), Eduardo Santos (1938-1942), Alfonso López (1942-1945) y Alberto

Lleras Camargo(1945-1946) es así descrita en el libro “La Enciclopedia del Estudiante.

Volumen 20. Geografía e Historia de Colombia, capítulo titulado La Violencia: una etapa en la

historia colombiana. Autores Varios. Editorial Santillana. 2006:

“La Violencia de los años treinta. El ascenso del partido liberal al poder en 1930, produjo

descontento en amplios sectores del partido conservador y la iglesia. En departamentos como

los santanderes, Boyacá y Antioquia, los conservadores decretaron la desobediencia civil, se

opusieron al nombramiento de alcaldes liberales y promulgaron el desconocimiento al nuevo

gobierno.

“Los liberales por su parte, iniciaron el desmonte de la maquinaria conservadora hasta

entonces enquistada en los gobiernos locales. Para ello, a través de un proceso de

liberalización, remplazaron a los alcaldes, policías y otros funcionarios de tendencia

conservadora, por miembros pertenecientes al partido liberal. En estas circunstancias, el temor

por la pérdida de los cargos administrativos, la trasformación del poder local en beneficio del

liberalismo, condujeron al enfrentamiento armado.

“Una de las regiones más afectadas durante esta primera etapa de violencia, fue la provincia

santandereana de García Rovira. Allí, la liberalización de los cargos públicos, el

nombramiento de alcaldes liberales en zonas conservadoras, la conformación de guardias

cívicas al servicio del liberalismo, los odios partidistas y otros factores revestidos por la
107

política , originaron enfrentamientos que, generalmente, culminaron con muertes de lado y

lado.

“Aunque los brotes de violencia de la década del treinta intentaron ser controlados estos se

hicieron continuos, tanto así que el gobierno de Olaya Herrera se vio precisado a establecer

políticas de pacificación que iban desde la recolección de armas, hasta la militarización de

regiones completas….”. (op. cit).

Sobre este periodo de 1930-1947 también anota Casas (1987):

“….Pero una nueva guerra civil era ya imposible de repetirse debido a que los jefes de los dos

partidos ya no están para esos acaeceres; son las masas fanatizadas por ellos que se lanzan a

una lucha fratricida que solo beneficios reporta a esos jefes. Estos no irán más, jamás, a

colocarse al frente de sus “ejércitos” de siervos, jornaleros y arrendatarios para hacer la guerra.

Ahora, ellos disfrutaran de los privilegios del poder sin arriesgar sus pellejos.

“Las noticias periodísticas de la época nos dan a conocer la naturaleza de esta nueva clase de

violencia entre las masas y en la que el gobierno interviene algunas veces, pero en otras solo

ejerce un papel de espectador a través de su policía y ejército. (……)De manera que los

grandes jefes no vuelven a dirigir a sus dependientes. Por el contrario, gozan de verlos matarse

entre sí y sacan sus propias ganancias.” (op. cit. pag.87).

Bajo el gobierno de Enrique Olaya Herrera sigue relatando Ulises Casas:

“El clero asume la violencia como elemento fundamental del partido conservador y de la

reacción nacional e internacional, unas veces instando desde sus pulpitos y otras dirigiendo

bandas de fanáticos. El gobierno responde a la violencia conservadora con la creación de una


108

especie de milicia partidista a la que dio el nombre de Guardia Civil Liberal al frente de la cual

se colocó al general Juan Castaño, antiguo dirigente militar de la guerra de los mil días. Este

cuerpo armado no solo fue lanzado contra los violentos conservadores, sino que se utilizó

también para agredir y reprimir las manifestaciones populares que exigían al gobierno liberal

el cumplimiento de sus promesas (……) Y para enfrentar dicha Guardia, el partido

conservador también creo sus milicias conservadoras…..” (op. cit).

La violencia partidista y sectaria acrecentada a lo largo de la llamada Republica Liberal, entre

1930 hasta 1947, es así relatada por Azula Barrera, (1956) conservador:

“…El conservatismo fue objeto, entonces, de despiadada, metódica y persistente persecución

en toda la república. Departamentos enteros quedaron sometidos a implacables sistemas de

terror y diariamente los conservadores regaban con su sangre el suelo de la patria. Verdaderos

fusilamientos en masa de campesinos indefensos se sucedieron en distintas comarcas

colombianas. Las propiedades abandonadas eran ocupadas por feroces tiranuelos rurales o

compradas a precios irrisorios bajo la amenaza de muerte. Muchas iglesias e imprentas

católicas fueron incendiadas y destruidas, innumerables centros políticos de derecha allanados

y destacados jefes conservadores asesinados en emboscadas o en sus propios hogares.

“A la policía nacional y a las guardias departamentales ingresaron delincuentes y maleantes

reconocidos y a multitud de poblaciones, caracterizadas por su fervor tradicionalista, se

llevaron malhechores a sueldo, debidamente armados, verdaderas turbas amaestradas en el

crimen, cuya misión consistía en atacar, perseguir y ultimar, si era preciso a todas aquellas

personas que no comulgaban con su pasión política. La vida se hizo extremadamente difícil y
109

hasta llegó a ser un acto heroico conservarla en muchos sitios de Colombia…” (op. cit.

pag.30).

De otra parte, Guzmán, Fals y Umaña Luna, (1988) citan a Max Grillo:

“…..Desde la barricada opuesta, Max Grillo, destacado político liberal, describe así el

panorama del país en mayo de 1934:

“Apenas transcurre un día sin que los periódicos den cuenta de un crimen horrendo. Lo más

doloroso es que la sociedad parece haberse familiarizado con la producción en serie del

crimen. Nadie se impresiona ante el atentado criminal. Asesinatos en que los bandidos ultiman

a familias enteras, ancianos y niños; venganzas que recuerdan la vendeta corsa; actos de

crueldad estúpida como desollar a las víctimas y mutilarlas en forma salvaje; asesinatos de

sacerdotes octogenarios, para robarlos; el puñal y el revólver usados en reyertas por centavos;

el atraco en pleno día en las calles de la capital; la inseguridad en las ciudades y en los

campos. Tal es el cuadro..” (op. cit. pag.26).

Cuadro que en 2016 sigue siendo aún peor, lo que demuestra la vergonzosa constancia de la

“normalidad” de la violencia y la criminalidad en Colombia.

Y añaden los autores de “La Violencia en Colombia” (op.cit.pag.26):

“….Es bárbaro el momento: hay asesinatos, casas quemadas, gentes incineradas, exiliados a

Venezuela, inculpaciones detonantes, rachas huracanadas, debates en el Congreso. Sin

embargo no se incendia toda la nación. Se habla abiertamente de cuerpos policivos

seleccionados con discriminación política y favoritismo caciquero. Pero, ¿Quién torna a

recontar víctimas?; ¿Quién hace justicia?; ¿Quién se acuerda después, de los campesinos
110

santandereanos y boyacenses?; ¿Quién se preocupa de los huérfanos párvulos y de los

adolescentes que recibieron lecciones de crimen e insurgencia?”.(op.cit.pag.26).

Para la década de los años 40 del siglo XX descolla en Colombia la figura de un hombre

nacido en la clase media-baja, en el barrio “Las Cruces” de Bogotá, en 1903, hijo de una

profesora de escuela – Manuela Ayala -y de un vendedor de libros viejos, - Eliecer Gaitán -,

Jorge Eliecer Gaitán Ayala.

Con grandes esfuerzos y sacrificios propios y de sus padres, se graduó como Abogado en la

Universidad Nacional de Colombia en 1924, lo que para la época era toda una hazaña, pues en

ese tiempo -1924- la educación estaba cerrada para los pobres. Los hijos de los campesinos ni

de los obreros no llegaban ni siquiera a terminar la escuela primaria; los hijos de los

empleados de oficinas y del gobierno, escasamente terminaban su bachillerato y solo los hijos

de padres de clase media, como pequeños comerciantes y profesionales, podían llegar a una

Universidad y sólo algunos de ellos terminaban una carrera profesional.

El nuevo Abogado pronto adquirió reconocimiento profesional y pudo cumplir otra hazaña:

hacer una especialización en Italia. En 1929 fue elegido a la Cámara de representantes, donde

denuncio los atropellos del gobierno en la masacre de las bananeras, lo que acrecentó su

figuración a nivel nacional.

Gracias a sus propios méritos fue ministro de educación y de trabajo, alcalde de Bogotá,

magistrado de la corte suprema de justicia y senador. Se convirtió en un gran dirigente popular

adscrito al Partido Liberal. Entre 1933 y 1935 se separó de este partido y fundó la Unión

Nacional Izquierdista Revolucionaria UNIR, que no caló en el sentir del pueblo habituado a

los dos partidos tradicionales. En 1944 lanzó su candidatura presidencial, criticando


111

fuertemente a la burguesía nacional y movilizando grandes masas en las plazas públicas,

donde enarbolaba las ideas Liberales de Izquierda en defensa de las clases marginadas de las

cuales él mismo había salido. En las elecciones de 1946 obtuvo una votación significativa,

detrás de los candidatos oficiales de la burguesía nacional. A raíz de ello, en 1947 fue

nombrado jefe único del Partido Liberal y en 1948 se preparaba para ser el candidato del

pueblo por el partido liberal.

De él refiere Ardila Duarte (1985):

“El Gaitanista constituye uno de los movimientos políticos de masas más importante de lo que

va corrido del presente siglo en Colombia. Organizativamente aparece, en su fase de ascenso,

al interior del partido liberal; ideológicamente se convierte en un proyecto político diferente y

alternativo al definido por las dos colectividades tradicionales. (…..) El proyecto político

Gaitanista propone la profundización de las reformas liberales y su extensión hacia la

consolidación de la democracia en los terrenos económicos y social, como queda formulado

nítidamente en el momento del apogeo del gaitanismo: “…hoy resulta insuficiente e

inoperante el concepto de la democracia restringido solo al campo la organización política del

estado y proclama la necesidad de extenderla a las zonas económica y social, no en razón de la

benevolencia o generosidad de los grupos poderosos para con los desposeídos, sino como

deber de justicia y como condición necesaria para el equilibrio y eficaz desarrollo de la

riqueza y el bienestar de los colombianos….” (op. cit. pag. 329).

Jorge Eliecer Gaitán señalaba que, “Los intereses de las masas liberales no pueden ser

resueltos por quienes los dirigen y hoy detentan el poder, porque esos dirigentes son los
112

banqueros liberales y los latifundistas liberales, que tienen intereses contrarios a las masas que

los siguen, a pesar de la identidad de rótulo.”

Se atrevió a decir algunas verdades hasta entonces silenciadas o aún desconocidas, tales como

que “El hambre no es liberal ni conservadora”; “El pueblo es superior a sus dirigentes”; “Ay

de Colombia si se poden de acuerdo las oligarquías conservadoras y liberales”; habló de que

había un país político y un país nacional: el país político era el relativo al mundo de los

gobernantes, políticos, empleados del estado, la clase burguesa en el poder, gobernando para

beneficio de sus propios intereses; y el país nacional, era aquel compuesto “por los demás”,

por los que tenían que trabajar para subsistir, campesinos, obreros, empleados, para quienes la

situación de su propia economía era su única preocupación.

Sobre el país político y el país nacional explica el autor Osorio Lizarazo (1979):

“La oligarquía no era, ciertamente, una improvisación de los últimos tiempos, sino un

fenómeno con profunda raigambre histórica, que acentuó su poderío en proporción al progreso

material y al enriquecimiento económico. Las denominaciones políticas, que surgieron con

vigoroso contenido ideológico, acendrado en las guerras civiles, fueron perdiendo sus esencias

pero quedaron inscritas de manera indeleble en el corazón del pueblo, que permaneció para

siempre dividido en dos fracciones irreconciliables, en tanto que las clases altas fusionaban sus

intereses por encima de toda diferencia partidista, se agrupaban en sociedades comerciales,

industriales o simplemente especuladoras, y alzaban la insuperable muralla que sitúa a todos

los hombres de trabajo en círculos inferiores. Y de esta suerte, la oligarquía se conformó con

los siguientes elementos:


113

“a). Las familias de abolengos españoles que lograron conservar en parte la herencia de los

encomenderos y de los latifundistas de la colonia. El respaldo patrimonial era imprescindible,

porque las familias de este linaje cuyos progenitores lo perdieron todo en malos negocios o en

sacrificios por causas idealistas, se incorporaron al pueblo anónimo.

b) Los descendientes de antiguos terratenientes y comerciantes enriquecidos en los azares de

la guerra o en otras actividades de la paz.

c)Los nuevos ricos de las dos últimas revoluciones, que exasperaron su avidez.

d).Profesionales intelectuales o individuos sin profesión definida, que asumieron la dirección

política bajo la inspiración al servicio del dinero.

“La oligarquía en la parte superior, que se apoderó para la defensa de sus intereses de los altos

manejos de la política, y el pueblo en la inferior, que soporta todas las cargas y desconoce los

más elementales goces de la vida, fueron denominados por Gaitán el “país político” y el “país

nacional”. El país político ha asumido la dirección de todas las funciones de la vida colectiva y

se ha reservado el suministro exclusivo de dirigentes, una de cuyas responsabilidades consiste

en impedir las filtraciones de las clases menesterosas y en abatir o sojuzgar a cuantos

pretendan inmiscuirse en la rectoría grande o pequeña, sin provenir de la clase seleccionada; y

si alguno pasa, ha de ser sumiso, obediente e impersonal, para no lastimar los altos y sagrados

intereses.

“La oligarquía vive y prospera sobre la discordia del pueblo. Por esa causa se ha introducido

una urdimbre de artificio en la intensidad de los odios políticos y en sus expresiones violentas.

Los elementos dirigentes, de alta y baja categoría, de los dos partidos, explotan el genio

heroico con que el pueblo colombiano se enfrenta a la vida. Para gran parte de estos
114

elementos, la política es una industria, en la cual colocan algunas acciones cuyos dividendos

cobran en posiciones electivas y administrativas y su interés radica en estimular la lucha y en

fomentar el ambiente irreconciliable. El público de algunas ciudades, más consciente que el

inmenso pueblo rural, no está libre de esta influencia perversa, que le llega por conducto de la

irresponsabilidad con que proceden casi todos los periódicos, los oradores y los diminutos

politiqueros de barrios, estos últimos recolectados entre matones y gente de ínfima cultura

intelectual y social. Los diarios publican los sucesos políticos bajo el impulso de su interés

partidista; para los conservadores, todas las víctimas de los encuentros populares pertenecen a

su partido y son exterminadas por el bandolerismo liberal, contra el cual deben defenderse, y

para toda publicación liberal los conservadores son grupos feroces de asesinos desalmados.

Estas afirmaciones contradictorias son fundamentales para mantener alerta el sentimiento de la

venganza y el espíritu de la represalia y la consiguiente discordia popular, pero no impiden ni

constituyen obstáculo para la organización de empresas mixtas de especulación, de compañías

constructoras de obras públicas, de sociedades para traficar con la ingenuidad del pueblo….”

(op. cit. Pag. 244).

Y frente a la intensa corrupción de los gobernantes que se enriquecían ilegalmente en el

ejercicio de sus cargos, desde el presidente de la república, hasta el más humilde empleado,

Gaitán sostuvo la tesis de “La restauración moral de la república”.

De esta negra hora de la historia colombiana anota Ospina (1996):


115

“Como respuesta a la violencia antiliberal, el sector popular del liberalismo emprendió una

defensa de los campesinos perseguidos, que rápidamente fue configurándose como una

enorme rebelión popular bajo la orientación del caudillo Jorge Eliecer Gaitán.(…….)

“La campaña de calumnias y difamaciones desatada por la gran prensa no logró debilitar al

movimiento gaitanista y la vieja casta comprendio que, como el arco de legendario rey

nordico, Noruega se iba a romper en sus manos. La clase dirigente, encabezada por los jefes

políticos y por los grandes diarios sostenedores del poder, confiaba ya solo en la ignoranca y

en la indisciplina de las huestes gaitanistas, el “país de cafres” al que siempre habián

despreciado. Fue entonces cuando Gaitán convocó a la Marcha del Silencio, para protestar por

la violencia en los campos y una impresionante multitud gaitanista sobrecogío a Bogotá al

marchar y concentrarse de un modo disciplinado y silencioso. Aquel pueblo demostraba que

no era una hidra vociferante, que podía ser una fuerza poderosa y tranquila y eso exasperó a

los dueños del país. A partir de ese momento Gaitán era el jefe de la mayor fuerza popular de

nuestra historia y de acuerdo con el orden democrático era el seguro presidente de la

República. Llegaría al poder no solo con un gran respaldo popular sino con una enorme

claridad sobre las reformas que requeríamos y sobre el país que Colombia debía llegar a ser

para impedir la perdición de millones de seres humanos. (….).

“Gaitán tenía clara la necesidad de un proyecto nacional donde cupiera el país entero; una

nación de blancos y mestizos, de negros y de inmigrantes que pudiera reconciliarse con el

espíritu de los pueblos nacidos del territorio y extraer de esa complejidad una manera singular

de estar en el mundo.(…..)”(op. Cit.):


116

Para conocimiento de las nuevas generaciones (que no conocen a Gaitán) vale la pena

trascribir por ejemplo, La Oración por los Humildes, proclamada por Gaitán en las plazas

públicas, porque no se puede olvidar y porque sigue sucediendo:

“Compañeros caídos en la lucha:

Discurría vuestra existencia de seres buenos, de gente honrada y sencilla sobre las mansas

aguas hacia el destino de todo humano vivir, cuando un golpe aleve de hombres malos y

crueles os arrojó hacia las playas del silencio y de la muerte.

“Verdad que los hombres de ánima helada os arrancaron de nuestro lado, de nuestros brazos,

de nuestras luchas; pero sólo consiguieron multiplicaros en lo último de nuestro recuerdo y de

nuestro afecto.

“Verdad que vuestras pupilas ya no se encienden en luz de amor por vuestras madres, por

vuestras novias o por vuestros hijos; hombres malos las apagaron.

“Verdad que vuestras gargantas no serán ya el alegre clarín para cantar los cantos de la

democracia que vuestras huestes cantan; hombres malos las silenciaron.

“Verdad que vuestros corazones no vibrarán más al ritmo de las emociones de los libros que

las ideas liberales alienten; hombres malos las detuvieron.

“Verdad que vuestros brazos y vuestros músculos no modelarán ya sobre la tierra o en el taller

el crecer del fruto y la riqueza de que la patria ha menester; hombres malos lo impidieron.
117

“Todo esto es verdad, dolorosa verdad, angustiosa verdad que golpea con golpe de ola en la

noche sobre nuestro corazón atribulado. Pero es verdad a medias: la tiniebla de vuestras

pupilas se ha trocado en luz de estrella conductora de vuestras gentes del pueblo.

“El silencio de vuestras gargantas es ahora grito de justicia en nuestras gargantas; el

desaparecido ritmo de vuestros corazones es ahora indomable raudal de energía para nuestra

fiera voluntad de lucha.

“Vuestros miembros inmovilizados son ahora centuplicadas fuerzas que nos empujan sin

tolerar descansos y que no ha de suspenderse hasta devolver a la república el camino de la

piedad, del bien, de la fraternidad que los hombres de aleve entraña le han robado. Verdad

compañeros de lucha; tronchadas vidas, buenas y humildes, que os lloramos, pero que nuestro

decoro nos impide lloraros hacia afuera. Os lloramos hacia adentro, y en el río interior de

nuestro llanto ahogaremos las dañadas plantas que envenenaron el destino de la patria.

“Compañeros de lucha: sólo ha muerto algo de vosotros, porque del fondo de vuestras tumbas

sale para nosotros un mandato sagrado que juramos cumplir a cabalidad. Seremos superiores a

la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero letal. El dolor no

nos detiene sino que nos empuja. Y algo profundo nos dice que al destino debemos gratitud

por habernos puesto a prueba, por habernos ofrecido la sabia lección y la noble alegría de

vencer obstáculos, de domeñar dolores, de mirar en lo imposible nada más que lo

atrayentemente difícil. Vuestras sombras son ahora la mejor luz de nuestra marcha.

“Compañeros de lucha: os habéis reincorporado al seno de la tierra. Ahora con la

desintegración de vuestras células vais a alimentar nuevas formas de vida. Vais a sumaros al

cosmos infinito que desde la entraña oscura e insomne alimentan el árbol y la planta, que
118

sirven de alegría a nuestros ojos y de pan a nuestro diario vivir. Pero algo más vais a darnos a

través de vuestro recuerdo, ya que la muerte en lo individual no es sino un parpadear de la

vida hacia formas elevadas de lo colectivo y de su ideal.

“Compañeros de lucha: al pie de vuestras tumbas juramos vengaros, restableciendo con la

victoria del pueblo los fueros de la paz y de la justicia en Colombia. Os habéis ido físicamente

pero qué tremendamente vivos estáis entre nosotros.

“Compañeros: vuestro silencio es grito; vuestra muerte es vida de nuestro destino final.”

En 1946, tras 16 años de violenta república liberal, retorna al poder por vía electoral el partido

conservador, siendo elegido presidente el Dr. Mariano Ospina Pérez. La historia se repetirá: el

conservatismo forma milicias cívicas armadas para desalojar a los liberales de los cargos

públicos y los liberales a su vez organizan guardias cívicas armadas para defenderse,

continuando los homicidios, masacres, desplazamientos, torturas, encarcelamientos ilegales,

despojos de bienes y tierras, etc.

Lo mismo de siempre hasta ese entonces: los conservadores asesinando a los liberales por el

simple delito y pecado de ser liberales y éstos, defendiéndose con las armas y tomando

venganza contra los conservadores.

Situación de violencia oficial que llevo a Jorge Eliecer Gaitán a proclamar su “Oración por la

Paz” en febrero de 1948, que 68 años después sigue perfectamente vigente:

“Señor Presidente Mariano Ospina Pérez:


119

Bajo el peso de una onda emoción me dirijo a vuestra excelencia, interpretando el querer y la

voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta

injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria.

“En todo el día de hoy, excelentísimo señor, la capital de Colombia ha presenciado un

espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de

todas las latitudes- de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies- han llegado a

congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de

defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no

se ha escuchado, sin embargo, un solo grito, porque en el fondo de los corazones solo se

escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es

mucho más poderosa, y esta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a

imponerla no la imponen.

“Señor Presidente: aquí no se oyen aplausos: solo se ven banderas negras que se agitan.

Señor Presidente: vos que sois un hombre de universidad debéis comprender de lo que es

capaz la disciplina de un partido, que lograr contrariar las leyes de la psicología colectiva para

recatar la emoción en su silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis

que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima

defensa.

“Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si

esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por trivias razones. Hay un partido

de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre diga derramándose y para que las

leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general, No me he engañado


120

cuando he dicho que creo en la conciencia del pueblo, porque ese concepto ha sido ratificado

ampliamente en esta demostración, donde los vítores y los aplausos desaparecen para que solo

se escuche el rumor emocionado de los millares de banderas negras, que aquí se han traído

para recordar a nuestros hombres villanamente asesinados.

“Señor presidente: serenamente, tranquilamente, con la emoción que atraviesa el espíritu de

los ciudadanos que llena esta plaza, os pedimos que ejerzáis vuestro mandato, el mismo que os

ha dado el pueblo, para devolver al país la tranquilidad pública. Todo depende ahora de vos.

Quienes anegan en sangre el territorio de la patria, cesarían en su ciega perfidia. Esos espíritus

de mala intención callarían al simple imperio de vuestra voluntad.

“Amamos hondamente a esta nación y no queremos que nuestra barca victoriosa tenga que

navegar sobre ríos de sangre hacia el puerto de su destino inexorable.

“Señor Presidente: en esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os

pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y

extraños. Os pedimos hechos de paz y de civilización.

“Nosotros, señor presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que

aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para

salvar la paz y la libertad de Colombia.

“Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos que

puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad

de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.


121

“Señor Presidente: nuestra bandera esta enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito

mudo de nuestros corazones solo os reclama: que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a

nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a

vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes.

“Os decimos finalmente, excelentísimo señor, bienaventurados los que entienden las palabras

de concordia y de paz, no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio.

Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para

los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las

páginas de la historia…”. (op. cit)

Los sectores reaccionarios del país incitaban abiertamente al asesinato del líder liberal Jorge

Eliecer Gaitán, a tal punto que públicamente la misma prensa conservadora lo hacía. El

semanario conservador “El Deber”, de montería, en su número 363 de diciembre de 1947,

instiga al sacrificio del caudillo en los siguientes términos:

“Los gaitanistas de Santander son autores de 54 asesinatos conservadores en el curso de 60

días. Con esto se está cumpliendo la política de terror sembrada en todo el país. Pero por que

no se cobra con la propia vida de Gaitán tantas vidas conservadoras que han sido eliminadas

por su culpa?”.

A esto el diario gaitanista “Jornada” responde:

“Si caníbales conservadores llevaran a cabo criminal atentado, ríos de sangre inundarían el

suelo colombiano….”.
122

El 9 de abril de 1948, es asesinado por Juan Roa Sierra, el máximo caudillo del pueblo

colombiano, Jorge Eliecer Gaitán, desencadenando la más grande y monstruosa masacre

oficial en la cual el ejército del gobierno de Mariano Ospina Pérez dio muerte a millares y

millares de ciudadanos, hombres, mujeres, niños y ancianos en Bogotá y millares más en el

resto del país, desencadenando además, una sanguinaria persecución en todo el país contra el

Partido Liberal.

Y Ríos de sangre inundaron el suelo Colombiano………………..

Cabe anotar que para ese tiempo – 9 de abril de 1948- ya existián los cuatro Convenios de

Ginebra y su Protocolo Adicional I, pero ni entonces, ni después ni hoy ni nunca nadie ha

dicho que el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán fue un Crimen de Lesa Humanidad, ¿entonces,

que fue?.

Víctor Aragón, citado por Manrique (2013), relata así el magnicidio fatal que desató Ríos de

Sangre:

“Faltarían 15 minutos para la una de la tarde cuando llegó Plinio Mendoza Neira que, apenas

entrado a la oficina, a guisa de saludo felicitó a Gaitán por el éxito obtenido en la que habría

de ser la última de sus grandes intervenciones de penalista.

“Poco después llegó Jorge Padilla y todos fueron invitados a almorzar por Mendoza. El

edificio estaba en silencio. Antes de salir, Gaitán conversó brevemente con su secretaria y tres

de sus amigos y colaboradores que se hallaban en la sala de espera.…. (….) Al salir del

ascensor recibieron en los ojos la luz un poco cegadora de la calle, que rebozaba de gente y

rumores. Ese fue el último instante de la vida normal de Gaitán. Delante iban él, Plinio

Mendoza; un poco más atrás el profesor Cruz, Vallejo y Padilla. Dieron un paso en la acera
123

mientras Plinio, inclinándose un poco para que lo oyese el jefe –a quien había cogido por el

brazo- decía:

-Lo que yo quería decirle es muy corto…

“La frase no fue terminada jamás. En una visión alucinante, apenas pisada la acera,

percibieron a un hombre desconocido, que a cosa de dos metros y en un área despejada les

tendía un revólver.

“Fue cuestión de segundos. Gaitán comprendió la complejidad de ese instante fatal, la forma

aleve como iba a ser atacado y trató de volver sobre sus pasos para refugiarse en la puerta del

edificio.

“Sonaron rápidamente tres disparos y tres proyectiles se clavaron en la nuca y en la espalda

del caudillo. El doctor Gaitán se había desplomado sin exhalar una queja. Una figura pálida,

siniestra, serena. Y recuerdan que era un hombre joven, más delgado que macizo, pobremente

vestido, con la faz cubierta por la sombra de una barba descuidada. El hombre que disparó

seguía retrocediendo, pero un inmenso grito inarticulado se esparcía por el ambiente…..”. (op.

cit. pag 21,22).

Y Continúa así el relato de Manrique Focaccio en su obra citada (pag. 24 a 27) :

“Con las debidas licencias de su propietario, Guillermo Pérez Sarmiento, gerente de la United

Press, se inserta a continuación la relación más dramática y mejor escrita –se trata de un

maestro de periodistas- de lo que aconteció en seguida:

“Me encontraba en el Bar Tivoli, en la esquina de San Francisco, en compañía de Alberto

Merlino Archila y Armando Moyse, cuando se escucharon, con toda claridad, cuatro disparos,
124

tres seguidos y el último después de un intervalo. El popular Nepomuceno Barajas, momentos

después, con la faz demudada, entró gritando:

¡Acaban de asesinar el doctor Gaitán ¡

“Olvidando el sombrero salí apresuradamente, seguido por Merino y vi un grupo numeroso, al

pie de la puerta del Edificio Agustín Nieto, a donde de todas partes corrían también gentes de

toda índole. Abriéndome camino y retirando algunas personas pude descubrir a Jorge Eliecer

Gaitán, tendido en el suelo: la cabeza desgonzada sobre el hombro, cubierto el rostro de una

palidez de muerte, la mano abierta tendida hacia la acera.

“Me incliné consternado y le grité: “Por Dios, qué ha pasado, Jorge”, tocándole el rostro, pero

no abrió los ojos. Pude ver, al acercarme más, que estaba entre un enorme charco de sangre.

Le heché hacía atrás el mentón de la frente y ayudé a levantarlo cuando, rompiendo las reglas

del tráfico, llegó un taxi negro que cruzó la Avenida Jiménez, hacia el sur. Al subirlo,

probablemente al llegar una oleada de sangre al cerebro, abrió los ojos y contrajo la boca en

una mueca que me pareció una sonrisa. Después volvió a cerrarlos.

“Esa mirada llena de tristeza y dulzura jamás la podré olvidar. (…)

“Acababa de arrancar el taxi, en el cual iba Gaitán en brazos del doctor Cifuentes, cuando

llegó otro taxi que había ido a buscar a Plinio Mendoza Neira, a quien detuve diciéndole que

siguiera al primero por la calle real en dirección a la Clínica Central. Subieron ese segundo

taxi los doctores Mendoza Neira y Pedro Eliseo Cruz y partieron también en pocos segundos.

Era la una y veinte de la tarde; habían pasado ya cinco minutos desde el atentado.
125

“Estaba parado sobre un sombrero grasiento. Me agache y lo recogí. Alguien se me acercó

diciéndome: Es del asesino. Me pidió que se lo entregara.

“Ante el charco de sangre varias personas comenzaron a llorar como niños, dando gemidos.

Reconocí al penalista profesor Marino López Lucas, que tenía el rostro bañado en lágrimas. La

emoción del dolor me dominó y se me hizo un nudo en la garganta; pero me sobrepuse y me

dirigí a la puerta de la Droguería Granada.

“Allí estaba el asesino entre dos agentes de policía; tenía el rostro verdoso, inclinado y parecía

presa de un terror pánico ante la indignación popular, que crecía a su alrededor, siempre en

aumento, aunque la expresión era todavía de odio y desafío. Vestía pobremente y me llamó la

atención la corbata azul con listas rojas y la enorme cantidad de pelo que tenía. Vi cuando el

vendedor de lotería Eduardo Lozano le descargó un golpe y lo asió del cabello. Otras personas

lo golpearon. Traté de interponerme gritando: No lo maten, es más útil vivo.

“Otros trataron de hacer lo mismo. Pero pronto la indignación fue mayor y el hombrecillo

insignificante –que me dio la sensación de ser un enardecido- caía al suelo y todos se

disputaban el turno para lanzarle puntapiés. Pronto quedó desgarrado. A mi lado, un muchacho

de quince años se limpiaba con un papel la sangre de la punta del zapato, después de haberlo

pisoteado. Una voz gritó, A palacio y pronto comenzó el macabro arrastre del agonizante.

“En ese momento tuve la noción exacta de la furia popular, que todo lo justifica y del

irreparable error (la destrucción del asesino) que ante mí se había cometido y que la historia

condenará, aunque posiblemente también justificará. (….) Había sido testigo presencial de la

iniciación de la gran tragedia. Se desencadenaba la tempestad…..”. (op. cit).


126

En su trabajo, “Los héroes en Colombia si existen, pero son de carne y hueso”, Charles

Carcabed nos relata así estos luctuosos hechos de 1948:

“Esta violencia llega a su máxima expresión con el asesinato del líder político Jorge Eliecer

Gaitán quien encarnaba el anhelo del pueblo de llevar al podio de los presidentes a un hombre

ajeno a los intereses de la oligarquía liberal y conservadora. Esta frustración desencadenó la

furia popular que como un rio desbordado se llevó de paso a más de 250.000 colombianos

víctimas de las más atroces formas de asesinatos como el famoso corte de franela, que no era

otra cosa que degollar a una persona y sacarle la lengua por la tráquea y dejársela como una

corbata, se llegó al colmo de asesinar niños de brazos atravesados por machetes o lanzas por el

solo hecho de ser hijos de liberales o conservadores dependiendo de la zona donde se

encontraren. A los hombres y mujeres en algunas poblaciones los amarraban con lazos y

posteriormente eran desollados vivos arrastrados por caballos en zonas empedradas, miles de

mujeres fueron violadas y asesinadas sin importar su edad; fue la primera muestra de la

degradación de la violencia a su máximo nivel, el ser humano retrocede en su mentalidad

criminal al estado primitivo o cavernario; todo esto ocurrió en nuestro querido país. Las

muertes eran más terribles en zonas donde la población era analfabeta o tenían un mínimo

grado de formación. Inventos como que el partido contrario (el liberal) estaba aliado con el

Diablo, eran suficientes para odiar o perseguir a alguien….” (op. cit).

Betancourt Godoy (1985) relata:

“El asesinato del dirigente popular Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948, no sólo parte en

dos la historia política de Colombia en el siglo XX, sino que es, además, el momento crítico

que catapulta la denominada Violencia Política, la cual se venía gestando ya con anterioridad a
127

la muerte del líder. La violencia a comienzos del 48 es la manifestación externa, social, de la

pugna entre dos proyectos políticos que luchan por el control del poder estatal: por un lado, el

movimiento democrático-revolucionario gaitanista, que accede al control del partido liberal y

mantiene su dominación sobre el congreso; de otro lado, la corriente autoritaria encabezada

por Laureano Gómez que dirige el partido conservador, colectividad que busca afianzarse a

través del ejecutivo.(…..:)

“La violencia, en su primera fase, aparece en las zonas rurales, manifestándose como choques

entre los grupos políticos opuestos. Aunque el gobierno rechaza oficialmente los

enfrentamientos, no logra detenerlos ante la indiferencia de las autoridades locales. Los

partidarios del liberalismo popular llevan la peor parte, presentándose incluso agresiones entre

las dos fracciones del liberalismo. Una segunda fase cuenta con la participación misma de las

autoridades y de funcionarios oficiales como lo hace notar Gaitán y se presenta con mayor

evidencia cuando el gaitanismo obtiene la mayoría en el liberalismo y el control del partido;

los sucesos violentos comienzan a desplazarse también a las zonas urbanas. Una tercera fase,

donde la violencia adquiere un tinte claramente institucional, legitimada primero como

retaliación por los actos revolucionarios del 9 de abril, pero que despúes del retiro del

liberalismo del gobierno se convierte en una herramienta eficaz del gobierno.” (op. cit. pag

345 y ss)

Del magnicidio del gran caudillo liberal anota Ospina (1996) :

“Como suele ocurrir con los magnicidiosel asesinato de Gaitán nos ha sido presentado como el

crimen solitario de un enajenado o de un fanático. Lo que no podemos ignorar es el clima

social y político en que se cumplió el hecho, los sectores visiblemente interesados en la


128

desaparición del líder y los que se beneficiaban con ella. Si la mano que lo mató fue fanática o

fue mercenaria, es algo indiferente: la causa evidente del crimen fue la campaña de difamación

realizada contra él por la gran prensa, que lo mostraba como un peligro para la sociedad, como

alguien que venía a destruir el país y que lo caricaturizaba como un salvaje a la cabeza de una

banda de caníbales. El crimen produjo en todo el país un espontáneo levantamiento hecho de

frustración y desesperanza, pero incapaz de grandes propósitos y aún de trazarse nobles tareas

inmediatas. Entre incendios y rapiña y estragos, el pueblo comprendió que una vez más sus

esperanzas habián muerto y tal vez comprendió también que el poder imperante jamás

permitiría una trasformación de la sociedad por las vías democráticas y pacíficas que Gaitán

había escogido.” (op. cit).

Los sucesos del 9 de abril de 1948 no se limitaron a la capital de la república, Bogotá, sino que

el mismo día y los siguientes se desató la rebelión y la represión popular en todo el territorio

colombiano. Por eso, Betancourt Godoy (1985) relata:

“El Bogotazo es el termino con el que se ha designado el 9 de abril en Bogotá; sin embargo, la

magnitud de la revuelta a nivel nacional –la cual se extendió rápidamente por diferentes

municipios y localidades de los departamentos de Cundinamarca, Santander, Antioquia,

Tolima, Viejo Caldas, Valle del Cauca y Atlántico- lleva a considerar que en realidad en esa

fecha se puede hablar de un “colombianazo”, como sugiere el historiador Gonzalo

Sánchez.(……) Las insurrecciones en diferentes capitales departamentales y zonas rurales del

país muestran la aparición de un nuevo poder surgido de la población armada que refleja

conflictos sociales latentes, contradicciones políticas, disputas regionales y la voluntad de

deponer al gobierno constitucional, al cual se consideraba instintivamente como el responsable

del asesinato de Gaitán.


129

“La insurrección en provincia tiene algunas similitudes con la de Bogotá pero, sobre todo,

muestra grandes diferencias en la medida en que en algunas localidades el gobierno es

depuesto y destituido. Las principales características de la rebelión en provincia son:

“1. La constitución de Juntas Revolucionarias que, a diferencia de la de Bogotá, tienen gran

efectividad en la movilización de las fuerzas populares hacia el objetivo de deponer a las

autoridades legales y de constituirse en órganos de poder. Ellas se conforman no solo en las

principales capitales departamentales, sino también en muchos municipios y hasta en

corregimientos y veredas. (…..) 2. La insurrección cataliza conjuntamente conflictos políticos,

sociales y económicos en las comunidades donde se presenta. La revolución se hace por lo

general a nombre del partido liberal con contadas excepciones. Las multitudes enfurecidas

buscan como primer blanco a los miembros del partido de gobierno. En muchos sitios son

encarcelados y perseguidos los conservadores. En otros llegan hasta ocasionarles la muerte. En

Caicedonia son asesinados los principales miembros del Directorio Conservador; en Pijao es

muerto el alcalde RubénMejía Escobar, de la misma filiación política; en Manizales las

oficinas del dirigente conservador Gilberto Alzate Avendaño quedan reducidas a cenizas.

También fueron atacados varios periódicos de ese partido en diferentes ciudades del país como

La Defensa en Medellín, El Derecho en Ibagué, Diario del Pacifico en Cali, etc. (……).4. Los

saqueos. En las principales capitales como Cali, Medellín, Barranquilla, Ibagué y Armenia se

presentan saqueos al comercio. Los saqueos son frenados precisamente en aquellas ciudades

donde las Juntas Revolucionarias logran el control total de la situación. 5. La fuga de presos.

Este hecho que se presenta en diferentes ciudades es prácticamente generalizado. En Buga los

detenidos son liberados alegando que no se justificaba que hubiera prisioneros de un gobierno

asesino. En Ibagué es asaltado el panóptico y asesinado su director el coronel del


130

ejércitoEugenio Varón, conservador confeso y uno de los golpistas contra López Pumarejo en

1944. Donde se muestra más claramente la inversión del orden jurídico es en Honda; allí los

presos liberados encarcelan a los funcionarios del penal que momentos antes los custodiaban.

(……).

“La insurrección que contó inicialmente con una ventaja militar de los sublevados sufre una

derrota política en Bogotá, derrota que va a ser determinante para la provincia y por lo tanto,

para la derrota política de la insurrección a nivel nacional. En ella se articulan los conflictos

locales y regionales con los acontecimientos nacionales en un proceso de complejidad

creciente, que contrasta con el proceso de anarquización en la capital de la republica…..” (op.

cit. pag 355 y ss).

Las nuevas generaciones no tienen conocimiento de estos sucesos.


131

La Guerra Civil después del 9 de abril de 1948.

Después del 9 de abril de 1948, se perdió la posibilidad de un cambio justo y democrático por

vías legales y sólo quedo la violencia como único camino como medio de resistencia para

unos y de represión para otros.

A raíz de los hechos del 9 de abril de 1948, aparece la reacción de un campesino colombiano

llamado Pedro Antonio Marín o Manuel Marulanda Vélez, conocido como “tirofijo”, quien se

convertiría en el máximo dirigente de lo que 16 años más tarde serían las FARC, cuya

iniciación en la violencia la narra así Guzmán Campos (1988):

“El 9 de abril de 1948, como ocurrió con los presos en muchas partes, se fuga de la

penitenciaria de Ibagué un elemento que cambia su nombre por el de “Tirofijo”, para despistar

a la justicia y las tropas. El facineroso se ubica en las montañas del Castel, hacienda del

Horizonte, municipio de Aipe (Huila) y con innegable habilidad seduce a José Leal

(“Girardot”), Reinaldo Pérez (“cara sucia”) y Cicerón Murillo (“la hipa”), campesinos de la

región.

“¿de qué les habla? De revolución, de poder cobrar la sangre de Gaitán, de oponerse a la gente

del gobierno, de que los “chulavitas” o policías tomarían la revancha, de que era necesario

prevenirse. Establece contacto con elementos exaltados de la población y el 12 de octubre de

1948 promueve la primera reunión que se efectuó en el norte del Huila para organizar la lucha

que después se convirtió en la violencia. Logra que asistan personas prestantes y colecta

cuotas en efectivo desde $ 5 hasta 500. Repite el estribillo: los van a atacar, la guerra se viene.
132

Ya existe el grupo y tiene armas. (……) El grupo (“Los muchachos” como se les llama)

merodea entre el Castel y Laureles…..”.

“Mientras tanto, en Baraya (Huila) se vive una situación muy delicada debido a que un cabo

Granja, de filiación liberal, recomienda muy mal ante las directivas de su partido a un sargento

Solórzano, conservador, que vino a relevarlo, originándose la hostilidad abierta contra la

policía y el nuevo alcalde, a quien el concejo asigna un insultante sueldo de $10 mensuales. El

burgomaestre ordena cerrar las cantinas a las 10 de la noche. El pueblo se opone. Lo respaldan

y azuzan algunos concejales. La policía es apremiada para que cumpla la disposición del

superior. El 7 de septiembre cuando los uniformados llenan su cometido mediando acciones

drásticas e insultos de parte y parte, muere a manos de un agente el presidente del concejo

municipal, señor Calderon, en el forcejeo por desarmar al gendarme. Es llamada la gente de

Laures –los muchachos- que se traba a tiros con los policiales en el camino real, sin

consecuencias. Se intensifica la consigna de hostilizar por todos los medios a la policía.(……)

“Tirofijo actuará sobre San Luis y Organos; “Girardot” sobre Praga, Santa Rita y Casa de zinc;

Se hacen populares los alias de “pelusa”, “clafan” (de 16 años),”piscasonsa”, “vencedor”,

“llave seca”, “carnaval” y muchos otros, todos trabajadores de haciendas, manejados a control

remoto desde las ciudades por caciques enconados que nunca lucharon. Luchar….para eso

están los campesinos, la gleba campesina, carne de demagogia, víctima de intransigencias

políticas, en cuya muerte oscura se desangra la patria…..” (op. cit. pag.40).

Al final del día 9 de abril de 1948, el pueblo sublevado volvió a caer ingenuamente engañado

por la clase dirigente burguesa: primero se desoriento al pueblo hacia el saqueo del comercio y

la ingesta de licor que degenero en anarquía sin metas; luego la farsa en la que los dirigentes
133

liberales burgueses llegan al palacio de gobierno para supuestamente, “negociar” la entrega

del poder para el liberalismo que culmino tranquilamente en un absurdo acuerdo por el cual el

gobierno de Mariano Ospina Pérez nombrada algunos ministros y gobernadores liberales y se

comprometía a respetar la vida de los liberales rasos; al pueblo liberal se le hizo creer que

todo se había arreglado, que se había llegado a un gobierno de Unidad Nacional y se le llamo

al orden y a retomar la calma por dirigentes como Darío Echandia, Carlos Lleras Restrepo y

finalmente el mismo cansancio y desorientación del pueblo lo llevo a refugiarse

resignadamente en sus casas.

Sin embargo continuo alguna resistencia por parte de los líderes populares que se

atrincheraron en la Plaza de Toros en Bogotá, pero terminaron rindiendo las armas luego de la

promesa del ministro de gobierno de que no se tomarían represalias contra ellos.

….Y Ríos de Sangre inundaron el suelo Colombiano…………..

Recordemos algunos titulares de prensa del año 1949:

EL TIEMPO. 1949:

“Los jefes de los partidos condenan la violencia política”. Abril 2, página 1.

“En El Dovio se inicia la campaña violenta del partido conservador. Numerosos muertos de

filiación liberal han resultado”. Agosto 6, p. 9.

La violencia partidista, aumentada en 1949, es así narrada por German Guzmán Campos en su

obra citada pagina 43:


134

“Una equivocada estrategia política enfrentó ferozmente los partidos tradicionales al prosperar

la campaña electoral de 1949 basándola en tres factores determinantes:

“a). Estabilización del grupo conservador en el poder, con exclusión del contendor liberal.

b). Utilización de la policía en una campaña de persecución, innegablemente pensada y

planeada desde altas esferas de gobierno.

c). Declaración de resistencia civil por el partido liberal perseguido, la que pronto se tradujo

en acción de grupos armados.

“Gestado así el conflicto, la afloración lógica, inevitable era el choque, la violencia. ¿El

pueblo, en este caso campesino, inicio la violencia? No pudo ser.”

“¿Gobierno y dirigentes se confabularon involuntariamente por un raro fenómeno de tangencia

para victimar al pueblo? .El morbo abarca todo el país que ve despavorido la comisión

progresiva de delitos no solamente atroces sino inimaginables….(…….)”

“El mes de octubre marca uno de los períodos más nefandos en la historia de la

descomposición colombiana. Es asaltado, incendiado y saqueado el caserio de Ceilán en

Bugalagrande (Valle), donde los bandidos dejan cerca de 150 víctimas, algunas de ellas

incineradas. En seguida masacran en San Rafael a 27 ciudadanos cuyos cadáveres arrojados al

río empurpuraron totalmente las aguas.

“El 22 de octubre es asaltada la Casa Liberal de Cali produciéndose el genocidio de personas

que asistían a una conferencia política. Téngase en cuenta que la mayoría de aquellas gentes

eran exiliados de los pueblos ya azotados por la violencia. Nada hay que añadir a la

condenación que hizo el doctor Rafael Escallón, conservador, ex procurador general de la


135

república: Con el alma profundamente adolorida vengo a Cali, ciudad víctima de una cruel

afrenta por parte de las autoridades encargadas de velar por su bienestar. La tragedia del

sábado 22, que tantas vidas, dolor y sangre le ha costado, no tiene justificación ni disculpa.

Nadie habló en Cali de asonada o ataque a la policía. La hecatombe se consumó dentro del

solar que llaman Casa Liberal…(……)”

Una lamentable figura que no se puede olvidar de este aciago período es la del pájaro

conservador León María Lozano.

Inicialmente, León María Lozano, vendía quesos en la plaza de mercado de Tuluá, Valle;

todos los días iba a misa a las 6 de la mañana y acto seguido leía el periódico El Siglo, de

orientación radicalmente conservadora; Escuchaba una emisora religiosa. Les cobraba cuotas

a los comerciantes de Tuluá para apoyar al directorio departamental conservador, y, cuando

su director fue a dicha población, le llevó a nombre de dicho partido, dos cajas con carabinas

y municiones, aduciendo que el gobernador liberal del Valle preparaba masacres contra los

conservadores. Con tal pretexto se desbocó la matanza selectiva de liberales por el solo delito

de ser liberales.

Casi todos los días, los pájaros conservadores de León María Lozano, llegaban a las

viviendas escogidas, tocaban la puerta, preguntaban por el señor, esposo o dueño de la casa, en

cuanto salía lo sacaban a empujones sin darle tiempo de despedirse de nadie ni sacar ningún

objeto personal y se lo llevaban a bordo de un automóvil de color azul. Al día siguiente tenían

el cinismo de avisar a su viuda, hijos, hermanos o padres que se presentaran al antiteatro a

reclamar el cadáver que aparecía abaleado y acuchillado arrojado cerca del basurero municipal

o flotando en el rio vecino a la localidad. El Cóndor nunca asesinó personalmente a nadie, por

lo que no se le podía inculpar de nada, ni siquiera de una riña o un insulto hacia persona
136

alguna, pero todos sabían que era él y sólo él el autor intelectual de todos los asesinatos de

liberales en Tuluá en los años cincuenta.

Ante las quejas y reclamaciones llegadas a altos oídos en Bogotá, el gobierno central envió

mil soldados que en la realidad servirán para proteger al pájaro y sus sicarios, antes que a la

población.

El 24 de mayo de 1952, León María salió de su casa y al pasar al frente del colegio de los

salesianos, dos hombres lo sorprendieron por la espalda y le dispararon en tres oportunidades

con una escopeta, pero el pájaro no murió.

El 8 de julio de 1955, diez vecinos liberales se atrevieron a redactar, firmar y enviar una carta

en la que denunciaron la persecución a los campesinos liberales al periódico liberal El

Tiempo de Bogotá. Obviamente, uno a uno nueve de ellos terminaron asesinados, salvándose

sólo uno. También se incendiaron casas y almacenes de los liberales con el propósito de

amedrentarlos y desplazarlos de Tuluá. El ejército ni la policía, presentes en un millar en la

población, nada veían. El desplazamiento forzado se inició y Tuluá se fue quedando sola.

Cuando Rojas Pinilla tomó el poder, mandó más soldados a proteger al Cóndor.

Al hacerse insostenible la situación de impunidad para el pájaro mayor, el gobierno de

Rojas Pinilla, presionado desde todos los costados, ordenó muy cordialmente que León María

Lozano se mudara a una ciudad distante del Valle, escogiendo Pereira para tal efecto, pero

desde allí el cóndor prosiguió su labor criminal en defensa del conservatismo y la iglesia

católica.

En la población de Betania, el cóndor ordenó la masacre de por lo menos 300 liberales, en

colaboración directa con el ejército y la policía, hecho que quedó siempre impune.
137

Además, León María Lozano, el cóndor, ordeno y dirigió la masacre de Ceilán el 21 de

octubre de 1949: 150 personas liberales fueron asesinadas a machetazos, sus casas

incendiadas y los cuerpos tirados a las quebradas.

En Pereira, el 10 de octubre de 1956, un hombre de sombrero y saco negro le disparó con

un revólver, dándole muerte. El Rey de los Pájaros conservadores fue enterrado en Pereira,

pero ahora sus restos reposan nada menos que en una de las criptas de la iglesia salesiana de

Tuluá.

“La violencia alcanzó un nivel desesperante con motivo de la elección para presidente de

la república (1950-1954) del doctor Laureano Gómez Castro. El liberalismo declaró

públicamente al país que se había montado toda una maquinaria fatídica a través de

gobernadores sectarios preseleccionados e impuestos con fines evidentemente aviesos. El

doctor Gómez fue elegido el 27 de noviembre de 1949 y la Dirección Liberal Nacional fijó su

criterio al respecto en la siguiente tesis:

“La elección fue ilégitima, ilegítimos e insólitos sus resultados. Así lo declaramos desde el 28

de octubre de 1949 y esa declaración que pertenece a la historia ya no puede ser alterada por

nosotros, como no podemos alterar los hechos que la provocaron. Ayer, hoy y mañana, ha

sido, es y será cierto que la autoridad ejercida por Laureano Gómez sobre el país no se deriva

de un título jurídico sino de la iposición de la fuerza”.

Continúa relatando German Guzmán Campos (pag.45 op.cit):

“Durante este periodo se suceden masacres como la de Belalcazar (Cauca) en donde 112

personas son fusiladas en un solo día. Los prisioneros son sacrificados sin misericordia por

personal de la tropa, como lo hacía el famoso alférez “Mechabrava”. Se implanta un férreo

sistema de represión en las ciudades y en los campos que produce un estado obsesivo de
138

persecución en quienes no comparten las ideas políticas del gobierno. Estos se organizaron en

“Comités de Resistencia”. En la persecución intervienen de preferencia elementos de la policía

y del cuerpo de seguridad.(…..)

“A partir del año de 1949 la tremenda ola de barbarie que azotó esta región se estrelló contra

la integridad de las personas prevalidos sus autores del amparo que las autoridades satélites del

régimen de turno les brindaban. A partir de aquel año (1949 en Santa Isabel, Tolima) se

cometió toda clase de fechorías, robos, incendios y asesinatos haciendo la vida imposible en

aquel municipio. Las veredas y los campos quedaron arrasados y regados por centenares los

cadáveres cuyas viudas y huérfanos no encontraron justicia. En un solo sector del municipio

son sacrificados 82 varones adultos, una mujer y cuatro menores de edad….”

“Las veredas, los campos quedan arrasados día a día. De todos los ilícitos se da cuenta a las

autoridades competentes sin que se preocupen por investigarlos. Con su actitud pasiva,

encubren a los delincuentes, estimulan el crimen y hacen imposible la paz de la región. Dentro

del propio sagrado recinto del cementerio asesinaron a don Carlos González, Isaías Quintero y

Manuel Alvarez.

Como respuesta, ….” Se formó una cuadrilla en el páramo integrada por elementos

impresionantemente jóvenes, temibles por su temprana ferocidad, que empezaron a agudizar

la situación social de la región….”

“….(pag.59 op.cit.): Región sur. El eje Chaparral-Rio blanco. Esta es la zona donde más

rápidamente se organizan los grupos de civiles que se destrozan entre sí con locura

incontenible y donde se opera la mayor cantidad de incursiones sobre veredas enemigas. Se

destaca también el atentado contra el honor de las mujeres. Basta mencionar el genocidio de
139

La Mesa de Limón en Balsillas, donde mueren 13 personas. La cabeza de un niño de tres

meses la dejan sobre una estaca frente a la del padre ensartada en otro poste de la cerca. Fue la

pugna atroz entre las veredas de Balsillas y Malnombre…”

Continúa el relato de German Guzmán en la citada obra (pag. 61 ) :

“Ataco constituye un caso especial dentro del área sur tolimense. Su extensión de 2600

kilómetros cuadrados se caracteriza por zonas boscosas hasta llegar al monte primario de la

parte meridional. Allí funcionó la colonia penal del Sur de Atá y cabe suponer que elementos

liberados al cumplir condena se quedaron en las selvas y constituyeron núcleos humanos no

del todo incorporados a una vida civil organizada.

“En esta área confluyen tres territorios ocupados por moradores de tendencia política opuesta:

los liberales en Planadas, los conservadores en Casa Verde y los comunistas en Gaitania. La

violencia fue iniciada allí por elementos oficiales. Promotores fueron los alcaldes,

corregidores e inspectores de policía. Por acción del fuego desaparecieron total o parcialmente

los caserios del Condor, el Guapo, Pole, Santa rita, Casa de zinc, Santiago Perez, Bilbao,

Campohermoso y Gaitania.” (op. cit.).

La violencia sexual de la época es así narrada por German Guzman ( op.cit ):

“La policía política inicia su intervención con vejámenes, golpes e insultos; despúes roba,

incendia y asesina; a la postre viola, estupra y remata en actos nefandos. Primero actúa en

forma reservada; posteriormente afrenta sus víctimas ante progenitores, hermanos y aún

menores de edad. A poco andar violenta chiquillas de ocho (8) y menos años hasta matarlas,

como en El Líbano cuando estuvo la horda, al mando del Mayor Peñaranda, a quien le

correspondió sancionar el crimen. Más tarde se registra el caso monstruoso de violaciones


140

colectivas cuando una sola mujer es arrojada a la tropa, con abierta incitación al delito por

algunos oficiales síquicamente lesionados.

“Un alto militar en servicio activo en viaje hacia Rovira, ante el gobernador y el secretario de

gobierno (1959) reveló el nombre de cierto oficial que incursionaba para traer doncellas

quinceañeras a la grupa de los caballos y despúes de algunos días entregarlas por turno y sin

honor a la suboficialidad cómplice que las negociaba por precio irrisorio con la soldadesca sin

moral por el ejemplo del jefe.

“Más tarde, al subyugar las regiones, las muchachas debían ser ofrendadas a la voracidad de la

bestia. Cuéntase todavía en Planadas que cierto general guerrillero, ordenaba traerle de la

escuela a las niñas mayorcitas. Después aparecían en poder de subalternos.

“No me quiero detener en el asalto de Miraflores, donde una paralítica de 18 años de nombre

Eugenia Barreto, fue atropellada por quince bandidos; como no se pudiera mantener de pies

fue amarrada a la columna de la casa y luego quemada viva. Asi mismo el 28 de febrero de

1952 en el corregimiento de Regeneración, municipio de Achí (Bolívar), una niña de 13 años

fue violada por los bandidos en presencia de las gentes.

“En El Guarumo, municipio de Caucasia, Antioquia, asesinan una niña de ocho (8) años y

luego le introducen en las partes pudendas, los genitales cercenados de su propio padre. El

autor del relato tuvo ante sus ojos las declaraciones de indagatoria.

“Impuberes de 12 y 13 años aparecen violadas infamemente por cinco, diez y hasta quince

forajidos y cobardes. Las mujeres en miles y miles de casos, debieron pagar con el honor la

cuota que les cobró la violencia, al extremo de que apenas se verificaba asalto o comisión que

las dejara ilesas. (….) Solo quien ha recorrido la comarca, sabe cuán macabro y abismal es
141

este aspecto de la tragedia, que en Colombia tuvo visos espeluznantes desconocidos en la

historia del crimen.” (op. cit).

Recordemos titulares de prensa del año 1949:

LA JORNADA. 1949:

“Matando liberales, se agrada a Dios, dice un párroco en el Valle hoy”. Julio 5, p.1.

“Os invito a matar más liberales, dice en plena misa el párroco de Chiquinquirá”. Agosto 2,

p.1.

Los sacerdotes de la Iglesia Católica “invitando” a “matar más liberales”: esa época ha sido

olvidada por las nuevas generaciones………….

“120 muertos en Ceilán: la policía responsable. Tuluá, riofrío y Bugalagrande han sido

víctimas de ataques continuos en los últimos días”. Octubre, p. 1-8.

Sábado 8 de octubre de 1949, la masacre en Betania:

Arturo Alape refiere en su obra “Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez,

Tirofijo”:

“A las nueve de la mañana, un día gris le correspondió el turno a La Tulia; no hubo

resistencia, no hubo disparos de recibimiento, sorprendieron a la población o la población ya

por inercia o cansancio dejó que lo hicieran. De antemano se sabía que vendrían y no había

posibilidades para una defensa frontal. Entraron disparando, a las once de la noche, rociando

con sus armas las entradas, las salidas, paseándose por la plaza, divirtiéndose y apuntando a

las ventanas, a las puertas, precisando por obra de la casualidad la vida de un hombre, gritando
142

como solían hacerlo vivas al Partido Conservador, vivas a la Iglesia, abajo a los liberales,

iracundos con furiosa sed de destrucción, como diciendo, es señal y signo de que estuvimos,

para que nadie pueda olvidarlo. Ya se hablaba de “Lamparilla”, se hablaba de un “Pájaro

Azul”, de “El Pollo”, de un “Pájaro Verde”, de un “Pájaro Negro”, lo más granado de la

pajaramenta en vuelo (…..)”

Entre 1949 a 1953 y 1954 los campesinos liberales del sur del Tolima tuvieron que afrontar la

violencia oficial, que los perseguía por aire y tierra, con tropa combinada con Pájaros

conservadores, donde resistieron en El Dovio y El Davis, cerca del río Saldaña y acosados por

el ejército, la policía y los Pájaros conservadores tuvieron que huir a refugiarse en Marquetalia

y Riochiquito en el Nevado del Huila.

Otro período de la Violencia, está constituido por la resistencia campesina contra la ola de

violencia partidista de todos los gobiernos contra los campesinos, el cual se inicia con las

Guerrillas del Llano, lideradas por Guadalupe Salcedo, Eduardo Franco Isaza y Dumar

Aljure y va a desembocar en la resistencia de Marquetalía, Rió Chiquito y Guayabero, en un

enfrentamiento entre el estado y los grandes terratenientes contra el campesinado, que

desencadenó tal periodo durante el cual, fuerzas insurgentes, autodefensas campesinas, grupos

armados irregulares (pájaros, chulavitas) , ejército y policía desarrollaron toda clase de

atrocidades que sería interminable enunciar en una monografía como la presente.

En los Llanos se formó el más amplio movimiento guerrillero popular que haya conocido

hasta entonces el país, pero carente de organización y dirección adecuada.

Guzmán Campos (1988) relata así el inicio de la guerrilla liberal en los llanos:
143

“Desde el comienzo se perfilan dos tendencias tácitas nítidamente definidas: la de Eliseo

Velásquez, brutal, depredadora; y la de Eduardo Franco, empeñado en una coordinación de

jefes en torno a una problemática social para una acción de positiva eficacia. Velásquez y

Marco Tulio rey, con 450 hombres, piensan en acciones masivas; Franco en lucha de

guerrillas. Al fin se impone este sistema por la fuerza de los hechos. (…) La desconfianza

surge con la noticia de que en Villavicencio se estaba formando una fuerza militar policial que

ocuparía los Llanos, bajo el nombre de Batallón Vargas, para perseguir a los rebeldes,

calificados y condenados de antemano como guerrilleros. (….)

“El 25 de noviembre de 1949 es una fecha que golpetea el alma de todos los llaneros. Es el día

prefijado para la revolución liberal. El Capitán Alfredo Silva se toma Villavicencio. Entre 10

y 11 de la noche el contingente de Apiay al mando de los tenientes vaneas (hijo del general

Vanegas) y Ardila entran a Villavicencio y copan el cuartel de policía. Son dados de baja un

agente frente al Hotel Meta y los dos que vigilaban los bancos y la bomba de gasolina. A la

policía que llega de Cumaral horas después la hacen desfilar con los brazos en alto. Algunos

jefes son conducidos a la cárcel, donde es fusilado el Chato Rojas. Luego queman los

registros electorales…..”( op. cit. pag.66).

Por su parte, González (1985) narra así el inicio de la guerrilla en el llano:

“Los jefes liberales del llano, en su mayor parte ganaderos ricos, decidieron respaldar la

guerrilla de Eliseo Velásquez, quien se autocalificó de General. Un compañero suyo, Antonio

de la Roche, tenía el grado de Coronel. Fue así como surgió la poderosa guerrilla del llano

que se aglutinó alrededor de Eliseo Velásquez, a quien se unió el Capitán Silva después de su

frustrado intento de tomar Villavicencio. Bajo la insinuación de Silva, Velásquez se toma a


144

Puerto López, continúa luego por el rio Meta, atacando a Cabuyaro, Remolino, Calvica,

Poyatas, San Pedro de Arimena, dejando una huella sangrienta a su paso. Continúa hasta

Moreno, hoy Paz de Ariporo. La guerrilla se había convertido en una bola de nieve imposible

de detener…”

“En Sabanalarga caen 25 personas después de hacinarlas en un rancho. La orden la da un

teniente. Allí muere el viejo Salomón Caro, exponente del llanero bueno. En Aguaclara la

tropa masacra siete mujeres después de poseerlas en forma brutal. Al hundir las bayonetas en

el vientre los esbirros exclaman con locura demoniaca: “ Si tienen hijos adentro que mueran

también”. Dos niños de pecho son lanzados al aire y rapasados por las siempre sedientas y

pervertidas bayonetas….” (op. cit. pag. 411).

Libardo González relata así la situación en el llano en “Historia de Colombia, Tomo V.

capítulo 26, editorial Oveja Negra, Bogotá, pag. 413, sobre Tulio Bautista y la guerrilla

popular:

“Otra vertiente importante de la guerrilla que llegó al llano venia de la región de Aguaclara,

Boyacá, en donde la represión policial también había provocado el pánico de la población

mayoritariamente liberal. En efecto, a comienzos de 1950, un destacamento de policías y

civiles comandado por Florentino Burgos había asaltado el Secreto y Sabanalarga. En El

Secreto existía un colegio evangélico a cargo del matrimonio norteamericano, Edmund

Outhouse y Nohemí Koop que había concitado las iras del clero por la afluencia de

campesinos que recibían allí educación agrícola. El cura del lugar exigió la destrucción del

colegio, pero el pueblo se opuso. Posteriormente, el ejército, al mando del cabo Dumar Aljure,

oriundo de Girardot, se tomó el colegio. Jorge Uribe Márquez, dirigente gaitanista, actuando
145

por cuenta propia, aconsejó a los habitantes organizar la autodefensa. Los liberales de

Sabanalarga y Aguaclara llamaron a Tulio Bautista, hombre muy respetado por la gente del

lugar y al margen de la ley como la mayor parte de los liberales de la región. Tulio conformó

su grupo con 11 hombres, 3 fusiles, 4 grases, 2 carabinas de la U y 2 pistolas 44. Sus tres

hermanos, Manuel, Roberto y Pablo, sus primos, José y Efraín, más Campo Ruiz, Víctor

Manuel Mendoza, José Ramírez, Pedro Mendoza y Aureliano Vaca, eran los miembros de la

cuadrilla. A ellos se sumó un grupo de muchachos de la región y el cabo Dumar Aljure,

desertor del ejército. Los motivos reales de la deserción de Aljure no se conocen. Hay

versiones en el sentido de que ésta no fue motivada por su deseo de pasarse a la guerrilla de

inmediato, sino por las amenazas del Coronel Villamizar de cobrarle la protección que

brindaba Aljure a los liberales emigrantes hacia la región opuesta del rio upia. Posteriormente

se sumaron los hermanos Fonseca, Jorge, Eulogio y Eduardo, militares retirados. El Directorio

Liberal de Aguaclara dio su autorización al comando y Pedro Guevara, presidente de la

organización se dirigió a los habitantes el día de mercado para requerir la colaboración de la

ciudadanía liberal. Justo Casas hacen énfasis sobre la raigambre popular de la guerrilla de los

Bautista que obedece, al mismo tiempo, a la necesidad de protección de los liberales del llano

y a los anhelos del pueblo de esta región de llevar a cabo una trasformación social, por difusa

e incoherente que ella fuera. La necesidad de contar con grupos armados de autodefensa

determino la formación de grupos guerrilleros como el de los hermanos Bautista. (op. cit.pag.

413).

Los grupos armados organizados al margen de la ley son llamados en este momento,

“Bandoleros”, y contra ellos el partido conservador y el gobierno conservador organizan


146

grupos de civiles armados a los que llaman “Pájaros” y “chulavitas”, esto es, los primeros

paramilitares del siglo XX en Colombia.

Al respecto, Guzmán Campos (1988) relata así su fundación y organización en 1949-1950:

“Todo obedece a un plan que puede sintetizarse en el tesonero esfuerzo del gobierno para

crear a su vez cuerpos de guerrilleros que contrarresten la actividad subversiva de los llaneros

que se denominaron anti-guerrillas o “guerrillas de paz”. Luego se emplearon en otros sitios.

Su proceso organizativo puede concretarse así:

“1. Cabecillas civiles frente a los grupos. 2. Oficiales y suboficiales comandando las acciones

en que participen tropas regulares y antiguerrilleras. 3. Servicio de baquianos conocedores de

la región. 4. Disciplina no estrictamente militar pero si controlada. 5. Adiestramiento sobre el

terreno mismo por medio de misiones especiales. 6. Protección de los elementos que apoyen la

antiguerrilla con advertencia de que se exponen a ser eliminados sin contemplación alguna por

los revoltosos. 7. Profunda difusión de informes favorables. 8. Actos sociales para infundir

confianza de los habitantes. 9. Levantamiento exacto del censo de los habitantes de la

región…..” (op. cit. pag. 413).

Citando al Coronel Gustavo Sierra Ochoa en “Las guerrillas de los llanos orientales.

Manizales, 1954.pag.79:

“La antiguerrilla debe caracterizarse por una actitud firme y rigurosa para combatir a los

bandoleros en armas y a sus colaboradores de la población civil. En esta forma bloquean

rigurosamente las zonas y población hostiles, liquidan sin contemplaciones a los cabecillas

guerrilleros o exigen la rendición incondicional….”


147

Como se ve, es lo mismo el paramilitarismo de 1949 al de 2014. Los mismos con las mismas,

pero con distinto nombre.

Las guerrillas del llano, cuya historia completa se puede consultar en el libro testimonial de

Eduardo Franco Isaza, “Las Guerrillas del Llano”, llegaron a ser la guerrilla liberal popular

más grande y poderosa del país en esa época, 1949 a 1953, dominando y liberando

prácticamente toda la llanura colombiana (lo que equivale casi a medio país) al grado de

constituirse en lo que podría llamarse una “Republica Liberal Independiente” que constituyó

gobierno propio y leyes propias a las que contribuyó el abogado liberal JoséAlvear Restrepo,

pero que desafortunadamente terminaron engañadas por el nuevo gobierno militar de Gustavo

Rojas Pinilla y traicionadas por algunos de sus dirigentes ya divididos entre los auténticos

llaneros liberales del pueblo y los hacendados que antepusieron sus intereses personales a los

de la revolución liberal.

En el segundo tomo del libro “La violencia en Colombia”, Eduardo Umaña Luna trascribe

completas la primera y la segunda Ley del Llano, normas jurídicas por las que durante este

periodo se gobernó toda la llanura colombiana, desde Arauca, Casanare, Meta, la mayor parte

de Vichada y parte de Guaviare.

La Primera Ley del Llano tiene fecha del 11 de septiembre de 1952, siendo suscrita, entre

otros por Eduardo Franco Isaza, Guadalupe Salcedo, José Mogollón, Luis Eduardo Fonseca,

Bernardo Giraldo, Plutarco Calderón, Julio Téllez, Gabriel Ruiz y otros, la cual legisla en

forma rudimentaria sobre la jerarquía de los funcionarios del gobierno revolucionario del

llano; el origen de su autoridad; límite y naturaleza de su jurisdicción; orientaciones genéricas;


148

la administración de las zonas liberadas; normas y disposiciones de carácter penal y policivo;

normas y reglamentación agrícola y ganadera.

El 18 de junio de 1953, se promulga una Segunda Ley del Llano, como un estatuto mucho

mejor elaborado jurídicamente que el anterior, constante de 224 artículos, en su mayoría

redactados por el abogado José Alvear Restrepo, titulada “Ley que organiza la Revolución en

los Llanos Orientales de Colombia”. Por su extensión, se omite su trascripción completa.

Al respecto señala Eduardo Umaña Luna (1988):

“Cada código, cada ley, cada norma, tiene su espíritu, éste- a su vez- es corolario obligado de

los intereses que buscan defender a la clase que tenga el control del poder público, sobre bases

económicas reales. Los códigos de guerrillas son de una contextura muy diferente a los

proyectos conocidos de las reformas judiciales proyectadas. Se podrá demostrar cómo son

másauténticos,más adecuados a un nuevo sistema, más concordantes con la nacionalidad que

todos los proyectos de reforma, a más de que por ciertos aspectos superan las normas ideales

de muchas de las leyes actuales….”(op.cit. tomo II,pag 59):

La Ley del Llano lleva la fecha del 11 de septiembre de 1952 y fue suscrita en algún lugar del

mismo.

En ella se legislo sobre jerarquía de funcionarios, origen de la autoridad, límite y naturaleza

de la jurisdicción, orientaciones genéricas, edificio jurídico de la organización, normas y

disposiciones de carácter penal y policivo, normas y reglamentación agrícola, normas y

reglamentación ganadera.

Volviendo a Eduardo Umaña Luna, señala, sobre la Segunda Ley del Llano:
149

“Cinco días después del golpe de estado del 13 de junio de 1953 se Expediatambién…”en

algún lugar de los llanos orientales”, un estatuto más vertebrado que el anterior, de 224

artículos que, para su promulgación, aparece así firmado: “El Presidente del Congreso, José

Alvear Restrepo. El Secretario General, Humberto Paredes. Sancionada en su fecha para que

rija, José Guadalupe Salcedo, Comandante en jefe”, se titula “Ley que organiza la Revolución

en los Llanos Orientales de Colombia”…(op. cit).

La Segunda Ley del Llano comprende un preámbulo, titulo primero, de la población civil;

título segundo, Del gobierno popular; título tercero, autoridades superiores, civiles y militares.

Vale la pena trascribir por lo menos el preámbulo de la Segunda Ley del Llano:

“El Congreso Revolucionario, en uso de las facultades que le confiere la representación del

pueblo y de las Fuerzas Armadas y considerando:

“1. Que es necesario fijar en normas de obligatorio cumplimiento los derechos y deberes del

pueblo civil y de las fuerzas armadas en el territorio controlado por la Revolución; organizar la

administración de justicia y crear las autoridades encargadas de aplicarlas, así como también

formar el Gobierno Revolucionario, a cuyo cargo estará el mantenimiento del orden, el

cumplimiento de las leyes y la personería de los intereses comunes; 2. Que dichas normas

deben regir en todo el territorio de la revolución a fin de unificar la conducta del movimiento y

las garantías, tanto del pueblo como del personal en armas y, 3. Que al respecto se han puesto

de acuerdo los comandantes de los distintos grupos revolucionarios, los representantes del

personal de tropa y los de la población civil:” (op. cit).


150

Lo que hubo en el Llano colombiano entre 1949 y 1953 fue por su magnitud, una verdadera

Guerra Civil del siglo XX entre el campesinado y la clase dirigente burguesa. El ejército

revolucionario del llano se llamó, “Fuerzas Revolucionarias de los Llanos Orientales” y estuvo

así comandado: Comandante Supremo, José Guadalupe Salcedo Unda; Estado Mayor:Jorge

González Olmos, Eduardo Franco Isaza, José Alvear Restrepo, Rafael Sandoval y Carlos

Neira.

La desmovilización, entrega, derrota de las guerrillas del llano, producto de la traición y

engaño de los hacendados aburguesados contra los campesinos rasos, que entregaron la lucha

a la burguesía, la explica Eduardo Franco Isaza en el últimocapítulo de su libro “Las

Guerrillas del Llano”, del cual vale la pena extractar los siguientes párrafos:

“Esta es la historia sucinta de nuestra famosa conferencia de paz celebrada en Puerto Carreño.

Cuantos deseos no tendrían de hacernos prisioneros y cuanto interés no pondríamos de

nuestra parte para hacerles comprender nuestra voluntad de entregar tan “inútil”, “azarosa” y

“equivocada” lucha por la pequeña causa que le había costado al partido liberal cien mil

muertos y algo más de cuatro años de doloroso viacrucis. Parecía que una nube de amnesia

nos había hecho olvidar el pasado; y las frases, actitudes, amenazas y designios expresados por

los comisionados con plenas atribuciones del alto comando (…..)El 15 de agosto de 1953

pisaban tierra de Puerto Páez los mayores Padilla Silva y Ortega Bernal, solicitando nuestra

entrega a las autoridades venezolanas. Petición que no fue satisfecha (……).

“A los pocos días y en forma sorpresiva para nosotros, la prensa anunciaba la entrega y

rendición de las guerrillas en forma fraccionada. Primero los Fonsecas en el Llano, en seguida,

Guadalupe; después en Antioquia; de nuevo en los llanos, grupo aquí y grupo allá. Luego de
151

comprometerse según la propaganda a perseguir a los grupos que aún se mantenían en

rebeldía; después en Antioquia, de nuevo en los llanos; en el Tolima, en Magdalena,

Santander,etc. Una ruinosa entrega que duro meses.

“¿ Que había pasado?. ¿Aqué se debía aquel desbarajuste después de tantos años de lucha y

sacrificios, cuando todo era propicio para realizar nuestras justas aspiraciones? ¿Cuándo

normalmente el Comando Nacional de Coordinación debía estar consolidando la unión

guerrillera y movilizando las representaciones que solicitamos del Tolima, Antioquia,

Santander y Cundinamarca, para que reunidas con la nuestra, formáramos el Comando

Nacional Revolucionario, hiciéramos valer la lucha atraves de un pacto debidamente suscrito

y protocolizado y recogiéramos las banderas victoriosas del partido liberal, renovado y

vigorizado con el caudal espiritual del pueblo combatiente?.

“Sencillamente, que el Comando Nacional de Coordinación nombrado por los comandos

guerrilleros llaneros para que hiciera la unificación nacional y propiciara el Supremo

Comando Nacional revolucionario, se arrogaba las funciones de tal y en vez de hacer los

enlaces y pasar los comunicados, negociaba en privado y hacia la primera entrega en los llanos

por intermedio de los Fonsecas, que habían quedado inconformes con el nombramiento del

Comando Llanero, fruto de la gran Asamblea Guerrillera del 10 de junio, ¿con que derecho?.

Vaya usted lector a preguntárselo al médico Jorge Santos, el tan a mala hora nombrado

Presidente del Comando Nacional de Coordinación, quien solo había alcanzado a ser un

simple conspirador pero jamás un revolucionario.

“Y sencillamente, también, que alguien, con la aquiescencia del gran jefe guerrillero

Guadalupe Salcedo –con el propósito de hacer méritos ante el poderoso- entregó al general
152

Duarte Blum, el plan general trazado en la frontera para fijar la posición guerrillera nacional

ante las posibilidades de lograr una paz honrosa y justa; y que por tanto al gobierno le fue muy

fácil, en posesión de este documento clave, estropear nuestros planes y acabar de ganarnos la

partida.

“La actitud de entrega de los jefes guerrilleros se explica: por un lado las amenazas, el halago

y las promesas generosas; por otro lado la actitud negativa del Comando Nacional de

Coordinación; por encima del bloqueo, la escasez de armas y municiones, drogas, vestuario y

el hambre y la miseria del pueblo que los rodeo. Pero sobretodo, la presión del liberalismo

decadente que son su prensa y sus intereses personales, los obliga a la rendición, a cambio de

unas fotos en la prensa, un indulto, quizás una amnistía y quizás también el cumplimiento,

muy débil, de unas graciosas promesas de reivindicaciones que ni siquiera quedaron escritas.

En síntesis, a cambio de nada, las guerrillas victoriosas ceden el terreno conquistado a tan alto

precio y sin dejar nada para sí, se entregan tan confiadas como otras veces fueron al combate y

la gran rebelión se apaga para abrir un paréntesis, en el tan agitado y tremendo drama de la

vida colombiana….”. (op. cit).

De otro lado, la posición y actitud de traición e indiferencia de la dirigencia liberal frente al

rendimiento de la guerrilla del llano, la explica así Eduardo Franco Isaza en el citado libro:

“Mientras tanto, allá lejos, en Londres, un jerarca del partido liberal, Alfonso López, sin

preocuparle poco o mucho la angustiosa situación de Colombia y sin mostrarse siquiera

indignado por el cobarde atentado de que fue víctima, el que dejó como saldo su casa

destrozada y sus archivos e invaluables recuerdos familiares destruidos. Es posible, si, que el

ilustre estadista se haya arrepentido más de una vez de su injustificable conducta del año 1946,
153

cuando con una decidida intervención suya ( y de Santos y Lleras Camargo) se hubiera puesto

fin a la división que dio lugar al traste con el Gobierno Liberal. Tampoco sería raro que le

haya quitado algunas horas al sueño del ex presidente aquella pausa absurda que motivó el

fracaso de su segunda administración, tan distante de la revolución que puso en marcha en la

primera, en la cual si mostro el liberalismo una aguda sensibilidad social y un constructivo

afán de reforma.

“Eduardo Santos, desde su tranquila residencia en Paris, haciendo honor a su pacifica

consigna, “Fe y dignidad”.

“Carlos Lleras Restrepo, añorando en México su casa incendiada con la complicidad oficial y

seguramente lamentándose de no haber perseverado en la ideal del gran movimiento armado

que principio a organizarse, que en repetidos discursos llegó a anunciar y que, por cierto,

contaba con excepcionales factores de triunfo.

“Darío Echandia, en su casa de la calle 39, fatigado y satisfecho de haber demostrado tantas

veces la inconstitucionalidad del régimen y la irregularidad de sus procedimientos, pero quizás

arrepentido de haber hecho entregar al partido conservador, una a una, las posiciones de

control (poder electoral, Corte Suprema, Consejo de Estado) que había conquistado

democráticamente el liberalismo, con la cándida esperanza de obtener en trueque una mínima

dosis de libertades y la promesa de restablecer la normalidad democrática.

“Alberto Lleras Camargo, al margen de los hechos, amparando su silencio con la investidura

de funcionario internacional que le daba el cargo de Secretario de la OEA.

“Otros (Plinio Mendoza Neira, Alberto Jaramillo, Julio Ortiz Márquez, German Zea

Hernandez,etc) en el exilio por haber denunciado valerosamente los desmanes del régimen o
154

haber cooperado en la organización de una vigorosa resistencia, pero ahora olvidados de toda

lucha, resignados a vivir extrañados de la patria y sin querer siquiera enterarse de los nuevos y

sangrientos hechos.

“Unos pocos, aunque sin simpatizar con la guerrilla y siendo seguramente adversos a ella,

sostuvieron frente al régimen afrentoso una decorosa actitud, haciendo conocer su

inconformidad por todos los medios a su alcance. Luis Eduardo Nieto Caballero, Juan Lozano

y Lozano, Alberto Galindo, Delio Encizo, podrían mencionarse entre los más notorios.

Muchos, los más, desvalorizados, disminuidos a sus legítimas proporciones, sin acciones en

pro ni en contra de la tiranía. Los menos arrastrando su dignidad y su traición a los pies del

tirano y revestidos en ocasiones de falsos ropajes de patriotas conciliadores, pero en realidad

prostituidos, degradados hasta en su condición de hombres.

“En fin, toda la oligarquía liberal enemiga de las doctrinas populares de Gaitán, lejos de la

revolución e indiferente a la tragedia del pueblo colombiano.(…….).(op. cit.pag. 373 y ss).

Más adelante agrega Franco Isaza:

“El doctor Gómez abandona el país y de prisa, entre sus maletas, le empacan todos los

crímenes y violencias que hasta ese momento se habían perpetrado bajo el cielo de Colombia.

Pasajes a Nueva York y maldiciones para el viejo y fiero caudillo de los godos. Los aviones no

volvieron a disparar su metralla contra los “bandoleros” y las gentes de las regiones donde

éstos actuaban. Hojas volantes y boletines oficiales –en vez de bombas y balas- cubrieron las

zonas guerrilleras, ofreciendo paz y exigiendo la entrega inmediata de las guerrillas.

“La prensa y la radio proclamaron la libertad por todo el país y pusieron el nombre de Rojas al

lado del de Simón Bolívar y el pueblo de Colombia se echó a las calles loco de alegría, porque
155

el lazo al cuello que lo ahogaba ahora se había aflojado y el aire entraba con un poco de

soltura en los pulmones. ¿A qué precio se pagaría ese “golpe de opinión” que el partido liberal

de arriba se apresuró a consagrar?.(…..).

(…….) Por de pronto, de nuestra parte quedaba suspendida la ofensiva, agregando en todos

los comunicados que siguieron, que las guerrillas no debían desintegrarse y más bien

permanecer en actividad vigilante hasta nueva orden….”(pag. 387.op.cit.).

Ante la confusa situación y conformándose con la caída del régimen de Laureano Gómez,

llamado “El monstruo”, los guerrilleros liberales del llano se entregaron y desmovilizaron a

cambio sencillamente de nada, ni siquiera del respeto hacia sus vidas.

Aturdidos por el cambio de situación política, los guerrilleros del llano envían una carta al

nuevo presidente militar del país:

“Es el 22 de junio de 1953. Las fuerzas adversarias se observan recelosas y fatigadas. El 14 de

junio ha abierto la posibilidad para que la patria dividida, desde el aciago 9 de abril de 1948,

se unifique.

“En el llano, concretamente desde “Farallones”, Jorge Enrique Fonseca Galán, Eulogio

Fonseca Galán, Carlos Roa Carreño, Gabriel Roa Carreño, Saúl Sarmiento, Luis Obdulio

González, Julio Alberto Téllez, Segundo Antonio Téllez, Juan de Jesús Romero y Eduardo

Vicente Fonseca Galán, le expresan al Presidente Rojas Pinilla:

Excelentísimo Señor:

“Con relación a los acontecimientos sucedidos el día 13 de junio de los corrientes en los cuales

Vuestra Excelencia asumió la Presidencia de la República, los suscritos comandantes


156

revolucionarios de las Fuerzas que actúan en la zona comprendida entre los ríos Unete y

Chitamena en los llanos y Unete y Túa en el cerro, incluyendo la zona de la carretera de

Sogamoso-Agua azul, manifestamos:

“1.Estar de acuerdo con las tesis que Vuestra Excelencia enunció al pueblo colombiano al

asumir la Presidencia de la República.

“2. Estar dispuestos a tratar con el gobierno que preside Vuestra Excelencia, lo relacionado

con la pacificación de esta región sobre las siguientes bases:

“a). Que el gobierno garantice al pueblo de Colombia el pleno goce de los derechos

ciudadanos y colectivos consagrados en nuestra constitución.

b). Que el gobierno decrete una ley de amnistía para los delitos políticos cometidos a partir del

9 de abril de 1948.

“c) Que el gobierno facilite con plenas garantías el pronto retorno al país de los exiliados

políticos.

a) Que se destine una suma de dinero suficiente para remediar la penosa situación

económica que afronta la totalidad de los habitantes de las regiones afectadas por la

violencia.

“3. Al enterarnos del cambio de gobierno y de las garantías ofrecidas por Vuestra

Excelencia ordenamos suspender hostilidades contra las Fuerzas Armadas del gobierno

que ocupan Tauramena, Recetor, Chameza, Vado-hondo, Rancheria, Corinto, Huerta

Vieja, Pajarito, boquerón y Cupigua.


157

“Al presentar a Vuestra Excelencia, nuestro respetuoso saludo, hacemos votos porque la

paz, la justicia y la libertad reinen en Colombia cuanto antes, como todos los hombres de

buena voluntad lo deseamos”.

“Defensa de los derechos básicos, leyes de amnistía, otorgamiento de garantías,

reestructuración económica, suspensión de hostilidades, paz, justicia y libertad, entre todas

las gentes de buena voluntad”.

(Fuente, “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y

Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988. Pags.165).

Como documento histórico se transcribe una misiva de Eduardo Franco Isaza dirigida al

comandante Alejandro Chaparro, con motivo de la entrega y desmovilización de la guerrilla de

los llanos (texto tomado del libro “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán,

Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988. Pags.169):

“Señor Teniente Comandante

Alejandro Chaparro.

Comandante Mochaca.

“Muy de prisa te envío mi saludo revolucionario y mi afecto personal.

“Pintuco lleva la misión de enlace, noticias grandes sobre organización la cual está bastante

bien, pero siempre con la necesidad de perfeccionamiento, disciplina.

“El capitán Rafael Sandoval te enviará detalles e instrucciones.

“Nos interesa la paz y debemos marchar honradamente hacia ella, pero sin precipitación. Yo

pienso que el pueblo se alza en armas entonces cuando se le violan sus derechos, entonces
158

lucha con las armas, pero cuando se les restituyen sus derechos, pero siempre en lucha y para

ello, es menester mantener una sólida organización.

“La mecánica que seguiremos puede ser más o menos la siguiente:

“I. Estado Mayor de las Guerrillas Llaneras Liberales.

II. Estado Mayor Guerrillero Nacional Revolucionario Liberal.

III. Organización de la Dirección Nacional Liberal.

“Dentro de este último organismo quedará ubicada nuestra posición con amplia y legítima

representación.

“Luego intervención nacional y ejecución inmediata del gobierno sobre lo acordado entre los

dos partidos tradicionales.

“Como se ve, nuestra organización no se liquida, se trasforma simplemente.

“De la lucha armada pasamos a la lucha ideológica con nuestras armas a buen recaudo y

vigilantes. Esto es todo. ¿Se podrá? Quizás sí, quizás no, eso depende del gobierno militar. Lo

importante es saber que la lucha continuará para siempre, para beneficio del pueblo y la

grandeza de Colombia.

“Sin lucha sucumbiremos y jamás habrá progreso. La contra revolución es una parte de

nuestro pueblo menos maduro que nuestras mismas guerrillas hacia la Revolución. En ese

sentido es que hay que atender la cuestión, sin alterarnos con odios, egoísmos y todas las

pasiones bajas desatadas.


159

“La Revolución está adelante y a ella arribaremos todos, tras de duras jornadas llegaremos a la

liberación total. Ese día habrá luz, porque sólo entonces existirá una igualdad (menos

desigual). Y dentro de ese plano superior con espíritu cultural, realmente realizados.

“No obstante lo anterior, mantengamos los puños sobre los fusiles con una actitud de tregua y

en el mayor de los casos no atacaremos; únicamente nos defenderemos en caso de agresión,

mientras se adelantan conversaciones que, en último caso, esas conversaciones propician un

descanso y un aprovisionamiento.

“De la fuerza habrá una cantidad de conferencias y negociaciones al paso que no dejarán de

presentarse choques armados.

“Hemos despachado propio Pasto al lugar donde tenían que llegar Jorge Chaparro o el que

fuera para hacer con todo, el suscrito no puede ir, pero Manuel Villey está haciendo lo que yo

quería llevar a cabo.

“Pintuco despachará a Vergara. Finalmente un abrazo para el Mochacá.

“Te garantizo que la revolución tiene buen futuro dentro de la paz y dentro de la guerra.

Tengo razones y punto en la boca, así que firmes”.

Millares y millares de guerrilleros liberales del Llano depusieron las armas, se entregaron y se

acogieron a la amnistía del nuevo régimen, creyendo llegada la hora de la paz nacional, pero

día tras día y mes tras mes, la gran mayoría de ellos terminaron asesinados por la policía o por

el ejército o por los paramilitares oficiales en sus fincas, en sus casas, en sus exilios: fueron

traicionados por la dirigencia nacional.

Carlos H. Pareja concluye su novela “El Monstruo” con esta frase:


160

“Desentierren las armas, compañeros, porque vamos a necesitarlas: El Monstruo no ha muerto;

su espíritu sigue mandando todavía……”.

También concluye González (1985):

“El Congreso eligió Comandante en jefe a Guadalupe Salcedo y como jefe del estado Mayor a

Eduardo Franco Isaza. A este congreso le faltó algo. Los dirigentes guerrilleros habían perdido

su orientación y no estaban convencidos de una distinta de la que presentaba el liberalismo.

Fue por eso por lo que al llegar la noticia del golpe de Rojas, los guerrilleros se entregaron

confiadamente. Los Fonseca, tan díscolos en el Congreso y autores de la muerte de los

Bautista y Jorge González Olmos, acudieron de inmediato a donde Guadalupe Salcedo para

convencerlo de la entrega de armas. Después de muchas escaramuzas, los jefes guerrilleros se

comprometieron a entregar las armas en un documento escrito en monterrey el 8 de septiembre

de 1953 exigiendo garantías al gobierno, una amnistía y un plan económico de rehabilitación.

El gobierno solo cumplió lo correspondiente a la admistia.

“De todas maneras, el movimiento quedó desmovilizado, los jefes más importantes estaban

muertos o en el exilio, Salcedo era partidario del liberalismo, el doctor José Alvear Restrepo

murió ahogado en circunstancias extrañas. El 6 de junio de 1957, a menos de un mes de la

caída de Rojas, Guadalupe Salcedo fue acribillado por la policía, en un lugar de Bogotá,

adonde había llegado para conferenciar con la Dirección Liberal.” (op. cit. pag.423).

El destino de Guadalupe Salcedo lo narra así, Libardo González (op.cit. pag.415):

“Velásquez, quien había llevado la jefatura del movimiento, había sido apresado en Venezuela

y moriría en extrañas circunstancias, en septiembre de 1952. De acuerdo con el parte oficial,

fue muerto en combate cuando regresaba de la vecina república, por un comando del ejército.
161

Según otras versiones, fue canjeado por una negociación alrededor de Los Monjes, en la que

Colombia cedía gran parte de sus derechos a Venezuela. Según esta última versión, Velásquez

habría sido trasladado a Bogotá y asesinado luego de torturas y vejámenes por parte de la

policía política…”

De acuerdo con otra versión, El 6 de junio de 1957, luego de haber dejado las armas y

haberse acogido a la amnistía de Rojas Pinilla, en horas de la noche, frente al hospicio de San

José, la Policía detuvo el carro en que viajaban varios exguerrilleros liberales. Guadalupe,

envalentonado por los tragos, no quiso parar. Lo siguieron y a pocas cuadras se le atravesó la

radio-patrulla y allí la Policía asesinó a Guadalupe Salcedo cerca de la estación de bomberos

del sur de Bogotá. Presentaba un tiro en la palma de la mano izquierda, por lo cual se podía

deducir que había levantado los brazos para demostrar que no iba armado. Sin forma de

defensa, Salcedo fue acribillado a tiros por agentes de la policía que lo venían siguiendo.

Muchos otros jefes guerrilleros liberales del Magdalena, Tolima, Huila, Cundinamarca y

Santander, corrieron la misma suerte por idéntica época.

Más adelante, terratenientes conservadores y liberales del llano se unen con el propósito de

liquidar lo que consideraban eran los reductos de las guerrillas….

Dumar Aljure, otro gran dirigente liberal del llano, había nacido en 1928, en Girardot,

Cundinamarca; se unió al ejército nacional de Colombia en 1950, al que tuvo que abandonar

por ser liberal. Ante el acoso de los conservadores, en 1952 se unió a las guerrillas del llano, al

grupo de los hermanos Bautista y luego al comandado por Guadalupe Salcedo. En 1955 tras la

amnistía de Rojas Pinilla salió del Arari y regreso a San Martin. En 1957 se retiró a la región

de Rincón de Bolívar dedicándose a la ganadería pacíficamente.


162

Después de haber dejado las armas y estar viviendo en paz, fue Abatido el 3 de abril de 1968

en un ataque del ejército nacional, a la casa en que se encontraba, en cuya fachada se conserva

una placa que dice: “Aquí murió Dumar Aljure, jefe de las guerrillas liberales del llano.

Prefirió caer de pie ante la fuerza y no de rodillas ante el poder”. Cayó junto a su compañera y

13 ex guerrilleros más, luego de un combate de doce horas continuas.

Concluye asi el citado historiador Libardo González ( op. Cit.) :

“Pero muchas veces los guerrilleros se preguntaban qué harían con el poder, si lo obtenían y

no veían otra salida que encomendarlo a los jefes liberales, López y Lleras Restrepo. (…..…)

Los dirigentes guerrilleros habían perdido su orientación y no estaban convencidos de una

distinta de la que representaba el liberalismo. Fue por eso por lo que al llegar la noticia del

golpe de Rojas Pinilla los guerrilleros se entregaron confiadamente. Los Fonseca, tan díscolos

en el congreso y autores de la muerte de los Bautista y Jorge González Olmos, acudieron de

inmediato a donde Guadalupe Salcedo para convencerlo de la entrega de armas. Después de

muchas escaramuzas, los jefes guerrilleros se comprometieron a entregar las armas en un

documento escrito en monterrey el 8 de septiembre de 1953, exigiendo garantías al gobierno,

una amnistía y un plan económico de rehabilitación (…..) El 6 de junio de 1957, a menos de

un mes de la caída de Rojas Pinilla, Guadalupe Salcedo fue acribillado por la policía en un

lugar de Bogotá, adonde había llegado para conferenciar con la dirección liberal…”

Como vemos, a la guerrilla del llano le paso lo que le sucedió a Francisco Villa cuando al

triunfar la Revolución Mexicana, llego a México, entro vencedor al Palacio de Gobierno, pero

no supo qué hacer con el poder, qué hacer con la revolución y no encontró más remedio que

entregar el poder a la burguesía liberal que se acreditó la victoria de la revolución y se

entronizó en el poder.
163

Eduardo Franco Isaza, fue perseguido sin descanso y contra él se dictó en Juicio de Guerra una

condena de 24 años de prisión, la pena máxima que existía en Colombia.

Gómez Martinez, (2000) señaló:

El por qué Salcedo y otros subversivos se entregaron hay que hallarlo en las promesas que

recibieron del gobierno; las amenazas de ser arrasados si seguían combatiendo; el bloqueo que

afrontaban; la limitación de armas, drogas y vestuario en que se encontraban a mediados de

1953; la dificultad en coordinarse de los diferentes frentes; la situación de miseria que los

golpeaba más y más; y el abandono al que llegaron por parte de los directorios políticos que

antes estaban con ellos desde las urbes, según las versiones de algunos historiadores. Junto a

Salcedo se entregaron otros jefes guerrilleros: Dumar Aljure, Eduardo Fonseca, Carlos

Perdomo y Jorge González. Algo parecido sucedió en escenarios distintos a los Llanos: en el

Tolima, en Santander y en Antioquia.

En este escenario el Jefe Supremo, como llamaban al General Presidente, se apartó de los

gobiernos conservadores de Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez y Roberto Urdaneta

Arbeláez (1946- 1953), que llamaban a los llaneros alzados en armas “bandoleros”

(“delincuentes comunes que actuaban movidos por odios y pasiones para satisfacer sus deseos

personales”), porque los denominó “guerrilleros”, es decir, delincuentes políticos. (Tomado de

“La guerrilla liberal” de Eugenio Gomez Martinez, Biblioteca virtual, banco de la republica,

revista credencial historia N° 202.).

Así termino, la que algún día la Historia de Colombia reconocerá como La Guerra Civil de los

Llanos orientales del siglo XX.

Sobre esta oscura época, recuerda Ospina (1996) :


164

“Entre 1945 y 1965 Colombia vivió una verdadera orgía de sangre que marcó

desalentadoramente su futuro. Más asombroso aún es que quienes precipitaron al país en ese

horror sean los mismos que siguen dirigiéndolo, aquéllos cuyo discurso es el único que impera

en la sociedad, aquellos que se resisten a entender que si bien se han enriquecido hasta lo

insensible, han fracasado ante la historia; que tuvieron el país en sus manos durante más de un

siglo y que el resultado de su manera de pensar y de obrar es esto que tenemos ante nosotros:

Violencia, caos, corrupción, inseguridad, cobardía, miseria y la desdicha de millones de seres

humanos (……) .

“Siempre nos dijeron que la violencia de los años cincuenta fue una violencia entre liberales y

conservadores. Eso no es cierto. Fue una violencia entre liberales pobres y conservadores

pobres, mientras los ricos y los poderosos de ambos partidos los azuzaban y financiaban su

rencor, dando muestras de una irresponsabilidad social infinita. La violencia no podía ser una

iniciativa popular, pues no iba dirigida contra quienes se lucraron siempre del pueblo. Era más

bien la antigua historia de los pobres matándose unos a otros con el discurso del patrón en los

labios. Una persistente y venenosa fuente de odio fluía de alguna parte y alimentaba la miseria

moral del país.” (op. cit).

Traicionados y asesinados los guerrilleros liberales, ¿llegó la Paz?:

El país fue asolado por bandas de “Pájaros” y “Chulavitas” o sea paramilitares del momento,

entre los que puede recordarse entre otros nombres los de León María Lozano, alias “El

cóndor”; Efraín González, Teófilo Rojas, alias “Chispas”,; Jesús María Oviedo, alias

“Mariachi”; William Aranguren, alias “Desquite”; Jacinto Cruz Usma, alias “Sangrenegra”,

Conrado Salazar, alias “zarpazo”; Medardo Trejos, alias “Capitán Venganza”; y otros que se
165

enfrentaron por intereses ajenos e inútiles, cuyos crímenes pueden encontrarse en varios libros

sobre el tema de la violencia en Colombia, por ejemplo en el libro de Gonzalo Sanchez y

Donny Meertens, “Bandoleros, gamonales y campesinos”, de El Ancora Editores o en

“Condores no entierran todos los días” novela de Gustavo Alvares Gardeazabal, sobre “El

Cóndor”, LeónMaría Lozano.

La enciclopedia Wikipedia libre de internet, define asi los términos “Pájaros” y “Chulavitas”:

Se denomina pájaros a un grupo armado ilegal en Colombia que existió durante los años

de La Violenciaconformado por campesinos y habitantes de filiación conservadora,

procedentes de pueblos con dicha filiación, principalmente en el Valle del Cauca y sobre todo

en Tuluá, además de hacer contrapeso a los chulavitas, facción de la policía conservadora que

operaba en la región cundiboyacense.1 El objetivo de los "pájaros", nombre dado en 1953 tras

el ascenso de Laureano Gómez a la presidencia y con el poder definitivamente conservador,

era asesinar e intimidar a los residentes y campesinos de filiación liberal opositores a los

gobiernos de Mariano Ospina Pérez y Gómez. Los pájaros eran pagados con buenas sumas de

dinero por los caciques conservadores.

Se denominan chulavicos o Policía Chulavita a un grupo armado de élite en Colombia que

existió durante los primeros años de La Violencia, conformado por

campesinos conservadores procedentes de la vereda "Chulavita" del municipio de Boavita en

el departamento de Boyacá, reclutados por la policía boyacense, la cual era subordinada al

gobierno de turno, con el objetivo de restablecer el orden en Bogotá, la cual estaba sumida en

el caos del Bogotazo propiciado por los liberales enfurecidos debido a la muerte del

líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Los chulavitas cumplieron su misión con eficacia, aunque

mediante masacres; luego fueron usados como contrapeso a


166

las guerrillas liberales denominadas también como cachiporros, provenientes de los Llanos

Orientales, razón por la cual algunos historiadores los definen como paramilitares. (op. cit).

Conviene transcribir una declaración de “bandoleros” liberales del 16 de julio de 1953:

“Al gobierno y al país: Nosotros quienes aquí firmamos, perfectamente convencidos de que

hemos errado en el camino de la vida y que nos hemos equivocado en forma lamentable para

nosotros y para nuestros semejantes, pensando siempre en que nos habríamos justicia por la

que a nosotros no se nos hizo, ya que un día fuimos víctimas también de la persecución y del

exterminio sectario. Convencidos de que somos capaces de rehabilitarnos y de ser hombres

útiles a la sociedad, al bien y a la paz. Convencidos de que somos factores definitivos del

orden, de la tranquilidad, del bienestar, sobre todo de las clases campesinas y de las clases

menos favorecidas. Convencidos de que el gobierno anhela y desea la paz por los medios

tranquilos.

“Manifestamos: Estamos dispuestos de manera sincera, definitiva y rotunda, a dejar el

ejercicio de las armas, ano causar ningún mal a nuestros semejantes ni en sus bienes ni en sus

personas. Estamos dispuestos a colaborar para que nadie en nombre nuestro cause daño a

alguien en cualquier forma y nos comprometemos a castigar muy severamente a quien quisiera

hacernos aparecer como violadores de una promesa solemne que hacemos ante el país y ante

las autoridades. A cambio de esto pedimos muy respetuosamente al gobierno una sola cosa

que no se nos persiga por la tropa, para que de esta manera podamos entregarnos al trabajo

honrado, abandonando la vida defensiva y de guerra en que vivimos. Si se nos permite

trabajar, respondemos ante Dios, que teniendo manera de ganarnos la vida honradamente

abandonaremos cualquier intención siquiera de hacer mal o molestar a nadie. Ponemos a Dios

por testigo de nuestra promesa y esperamos como colombianos extraviados, que el gobierno
167

oiga esta nuestra petición y no dude de que seremos leales a lo que hoy con deseo de

rehabilitarnos y de buscar la paz prometemos solemnemente. Al menos siquiera por una

experiencia, pedimos se nos conceda demostrar nuestras intenciones, respondemos de la paz y

del orden, donde falten puestos de tropas. Firmamos. Julio 16 de la Virgen del Carmen.

Capitán William Ángel Arangueren. Teniente Jacinto Cruz Usma. Teniente Luis Antonio

Goyeneche, Teniente Andrés Agudelo. Teniente Humberto López.”. (Fuente: “La Violencia en

Colombia. Tomo II. Germán Guzmán y otros. Círculo de lectores, Bogotá, 1988. Pag. 329).

Como puede verse, los llamados “peligrosos bandoleros” liberales se dirigen “Al gobierno y

al país”, pidiendo paz, ofreciendo la desmovilización y dejación de armas para dedicare

pacíficamente al trabajo a cambio “que no se nos persiga por la tropa” y los dejen

rehabilitarse, frenando así la oleada de violencia de comienzos de los años 60.

No puede olvidarse la muerte de Jacobo Prias Alape, “Charro negro”, un campesino que como

casi todos se vio obligado a tomar las armas para defender su vida y su libertad de la

persecución estatal, crimen de estado así narrado por Arturo Alape en su citada obra:

“El 11 de enero de 1960, muy a las cinco de la mañana llegó la policía de “Mariachi” a

Gaitania (….) 250 hombres de la policía ya estaban escondidos en los cafetales. Nadie

sospechó cuáles eran sus intenciones.”. “Charro Negro” y Lister tomaron tinto en una tienda

de la plaza, “Charro se levantó del asiento sin prestarle atención a lo que le había dicho Lister.

Tranquilo, dio la vuelta a la plaza y al entrar a una droguería vio a tres hombres que lo seguían

pegados a sus pasos. Charro entró por una puerta y salió por la otra, antes alcanzó a

intercambiar palabras con Sánchez, el dueño del establecimiento, amigo suyo. Cuando Charro

salió a la calle, los otros hombres se habían metido por la otra puerta y lo acribillaron a bala
168

por la espalda. (….)”: Ese día el gobierno de Alberto Lleras Camargo no dijo que el asesinato

de Jacobo Prias Alape, Fermín Charry o “Charro Negro”, destacado dirigente liberal del sur

del Tolima, fue un Crimen de lesa humanidad ni un crimen de guerra, sino “un peligroso

bandolero dado de baja en defensa de la patria”.

Joaquín Sánchez, el dueño de la droguería donde paramilitares al servicio del Estado

asesinaron a “Charro negro”, narró así el hecho al cronista Pedro Claver Tellez:

“Aquí, en el andén de mi negocio, mataron a ‘Charronegro’; el día del crimen, después de ver

cómo le disparaban por la espalda, Sánchez se inclinó sobre el cuerpo de su amigo y

comprobó que estaba muerto”.

Pero una vez más, la respuesta del gobierno de Guillermo León Valencia, conservador, (1962-

1966) fue la masacre de “La Italia”, sucedida el 5 de agosto de 1963, así relatada por Germán

Guzman en la citada obra (pag. 330):

“Quizá aquí deba incluirse una de las causas del multi-homicidio de “La Italia” (Marquetalia,

Caldas), el 5 de septiembre de 1963, que costó la existencia a 42 colombianos”.

Cuando la violencia partidista escapó del control de la mano de la clase dirigente,

especialmente por la guerrilla del llano, ésta buscó desviar la lucha y engañar al pueblo

acudiendo a la maniobra de instaurar un régimen militar que con el General Gustavo Rojas

Pinilla se presentaba como la solución salvadora de la violencia, lo cual trajo como

consecuencia la entrega de las guerrillas del llano y de otros grupos de resistencia liberal que

creyeron en la amnistía del momento. El régimen militar sin embargo no consiguió la paz y

lejos de ello emprendió su propia forma de violencia dictatorial que se manifestó abiertamente

en las masacres de los estudiantes del 8 y 9 de junio de 1954, en la matanza de la Plaza de


169

Toros de Bogotá y en la continuación de la violencia oficial contra el liberalismo en todo el

territorio nacional.

La masacre estudiantil del 8 y 9 de junio de 1954 es así narrada por Alberto Gómez en

“Historia de Colombia. Tomo V, de editorial Oveja Negra, capítulo 36, pagina 561:

“Las autoridades de la universidad nacionalhabían designado por acuerdo 85 de 1953 celebrar

el 1 de abril la Fiesta del Estudiante, en lugar del 8 de junio. Pero ese mismo día de la

celebración a la que asistió el ministro de educación, los estudiantes obtuvieron licencia para

celebrar el carnaval los días 6,7 y 8 de junio (……). Lo ocurrido en la movilización del 8 de

junio de 1954 lo describe de la siguiente manera El Tiempo: A las 3 y 40 minutos de la tarde

de ayer murió en la Ciudad universitaria el estudiante Uriel Gutiérrez Restrepo de 24 años de

edad, alumno de las facultades de medicina y filosofía de la Universidad Nacional, víctima de

un disparo de fusil que le hizo un elemento de las fuerzas de policía en una descarga ordenada

por el oficial que comandaba el pelotón.” El día 9 los estudiantes organizaron una

manifestación de protesta y el resultado fue 10 muertos y más de 41 heridos a bala. Los

muertos fueron: ÁlvaroGutiérrezGóngora, Elmo Gómez Lucich, Rafael Chávez Matallana,

Hernando Ospina López, Jaime Pacheco Mora,Hernán Ramírez Henao, Hugo León Velásquez

Arroyabe, Carlos J. Grisales, Hernando Morales, Jaime Moore Ramírez. Según el Ministerio

de Justicia, Brigadier General Gabriel Paris, las tropas obraron en legítima defensa por cuanto

se había disparado primero desde un balcón. Mientras el Brigadier General Duarte Blum

culpa de los hechos a “esas gentes, comunistas y laureanistas, que trabajan en la sombra para

lograr el derrumbamiento de este gobierno, utilizaron hoy a los estudiantes como carnada para

dar cumplimiento a sus oscuros propósitos” (El Tiempo. Junio 10 de 1954)”.


170

El mismo historiador Libardo González narra así la violencia durante el mandato de Gustavo

Rojas Pinilla (op. Cit. Pag.439) :

“Para afianzarse, el ejércitotenía que liquidar definitivamente a la guerrilla. (…..) Chaparral

fue ocupado literalmente en 1953 y un núcleo considerable de sus habitantes fue trasladado a

la Brigada de Institutos Militares en Bogotá. Los asesinatos, las torturas, las masacres

volvieron a formar parte de la vida cotidiana del Tolima, cuando el resto del país estaba en

calma. El ejército entró a Villarica el 12 de noviembre de 1954, mientras los campesinos

asistían a un bazar organizado por el cura de Villarica, con un contingente de más de 300

soldados. Después de una operación de exterminio de algunos dirigentes, saqueo y

depredaciones a la población, trasladaron a jefes como Isauro Yosa a un campo de

concentración en Cunday. Los campesinos resistieron por seis meses y se combatió fieramente

como en una guerra, contra 1500 efectivos militares, armados de ametralladoras, carros

blindados, tanques y aviones bombarderos, durante tres días.

“El gobierno decretó entonces “Zona de operaciones militares” los municipios de Villarica,

Cabrera, Cunday, Pandi, Icononzo, Carmen de Apicala, Venecia y Melgar. La acción militar

bombadeo poblaciones civiles y afectó a Sumapaz, en donde Juan de la Cruz Varela organizó

la resistencia. El general Navas Pardo y el Coronel Hernando Forero Gómez dirigían las

acciones que concentraron más de 9000 unidades militares, con el apoyo de 30 aviones. Pero

no se obtuvo el aplastamiento de la guerrilla. Por el contrario, crecieron los grupos de

resistencia que tomaban las armas contra el ejército. Al perder las posibilidades de aplastar a la

guerrilla, Rojas Pinilla se hundío aún más y dejó el campo libre a los partidos políticos…”
171

Esta masacre genocida en Villarica, Cabrera, Cunday, Pandi, Icononzo, aún permanece

impune y peor aún: en el Olvido……………….

Este periodo del final de la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla lo relata así Casas(

1987) :

“Reiniciar la lucha contra la dictadura rojista exigía ya otros elementos y la oligarquía ya

estaba prevenida, de manera que el pueblo tenía que esperar otra oportunidad. (…) El

movimiento guerrillero pierde vigencia liberal en este momento y por eso la siguiente etapa

asume un carácter completamente diferente en todo sentido en lo que se refiere al movimiento

armado. Diríamos que la década del 50 es la sepultura en Colombia, para la guerrilla liberal y

para la guerrilla conservadora. Ahora seguirá una lucha claramente clasista, así, la guerrilla

exprese, unas veces intereses sectoriales de clase y otras intereses campesinos

fundamentalmente (….) El primero de enero de 1959 culminaba exitosamente la lucha del

pueblo cubano para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista. (…..) La sorpresa la tiene el

imperialismo y las oligarquías latinoamericanas cuando se proclama como primer Estado

Socialista de América. (…..) La juventud en particular, se lanza a la guerrilla con la ilusión de

que a corto plazo era posible derrocar a la oligarquía así como en Cuba se había derrocado la

dictadura. Y como se salía de la etapa de la violencia y la lucha contra la dictadura Rojista, se

hizo contacto con los restos de las guerrillas liberales para elevarlas al terreno de lo

revolucionario.

“Se organiza el Frente Unido de Acción revolucionaria, FUAR, a la cabeza del cual se

encuentra la hija del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitan y su esposo Luis Emiro Valencia.

Pero como los elementos que entran a formar parte de esa organización venían de las
172

guerrillas liberales, el experimento tenía que fracasar por no corresponder a ese contenido

político. (…..) El Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, MOEC, obtiene mejores

resultados políticos que el anterior debido a que en su composición había personajes de larga

relación con el movimiento guerrillero liberal y además tenían elementos políticos más acorde

con el momento histórico. Sus dirigentes eran estudiantes con nexos familiares y políticos con

guerrilleros liberales. Antonio Larrota es su máximo dirigente.

“La ingenuidad política de Antonio Larrota lo lleva a situarse en el Cauca y reclutar ex

guerrilleros liberales como uno llamado “Aguililla” que fue infiltrado con la misión de

asesinar al revolucionario. Así lo hizo y el movimiento perdió su mejor dirigente. Otro

guerrillero liberal al cual se quiso reclutar para el movimiento fue William Aranguren,

llamado Desquite, pero las condiciones para tratar de revivir la guerrilla liberal y convertirla

en revolucionaria no daban esa posibilidad. (op. cit. pag 54 y ss).

Continua relatando González (op.cit.) sobre la represión oficial durante el mandato de

Gustavo Rojas Pinilla, la forma en que se engañó y traiciono a la guerrilla y el final de los

jefes guerrilleros:

“En esta tónica de golpear a los liberales, Rojas permitió la muerte de dirigentes guerrilleros

que habían entregado las armas (….). Los hermanos Borja, que se rindieron

incondicionalmente en Rovira, fueron encerrados por el ejército que los reseñó y elaboro una

lista a partir de la cual fueron eliminados por los “Pájaros”, fueron el caso más claro de

ingenuidad de la guerrilla.

“A algunos de los denominados “pájaros” o “chulavitas”, los asimiló a cargos públicos en los

departamentos y municipios. A otros, sin embargo, los aisló con diplomacia de sus bases de
173

apoyo. Una de sus primeras medidas fue la de incorporar la policía nacional a las Fuerzas

Armadas, evitando así la convivencia a gran escala que había entre este cuerpo, los directorios

conservadores y las bandas paramilitares. Luego, resolvió algunas diferencias en zonas

problemáticas como la de Tulua (Valle) en donde operaban, aún después de la caída de

Gómez, León María Lozano, El Cóndor y Jaime Naranjo, Lamparilla. Lozano y Naranjo

estaban presos cuando Rojas asumió el poder. Rojas liberó a Lozano que se propuso liquidar

uno a uno a los firmantes de una carta en contra suya donde se daba cuenta de sus atrocidades,

muchos de ellos respetables personajes de la política y los negocios en la región,

pertenecientes al partido liberal. Cuando Lozano había logrado liquidar a tres de ellos, le llegó

la orden de Rojas de trasladarse a otra ciudad, en un destierro benigno que consistía en

abandonar Tuluá. Permaneció un tiempo en Bucaramanga y luego se trasladó a Pereira, para

tener una visión más cercana de su centro de operaciones. En Pereira, un comando organizado

por liberales de la región le dio muerte. Naranjo, mientras tanto, purgaría 25 años como el

único preso político del partido conservador, acusado por la opinión pública pero ausente de

cargos concretos; quien perpetró la masacre de Ceilán y San Rafael lograría salir con vida,

mejor librado que Lozano”. (op. cit).

A este período del régimen de Gustavo Rojas Pinilla y el siguiente del Frente Nacional

corresponde reanudar aquí la declaración (relato) que hizo Teófilo Rojas, alias “Chispas” ante

Jesús María Oviedo, alias “General Mariachi” en planadas, Tolima el 16 de julio de 1958,

tomada del libro “La Violencia en Colombia, Tomo I, de German Guzmán Campos, Orlando

Fals Borda y Eduardo umaña Luna (Circulo de lectores. Bogotá.1988.pags.187 y ss) en el cual

el “bandolero” liberal relata su experiencia personal durante el citado régimen militar de 1953-

1958, asi:
174

“……Mi nombre de pila es Teófilo Rojas y voy a contarles entonces la manera como tuve

que vivir, siendo todavía muy muchacho y por allá desde el año 1949 o 50, cuando vivía al

lado de mis padres en una finca que llamábamos “La Esperanza” de propiedad de mi padre.

“Interrogado. ¿Y a dónde queda dicha finca?. Contesto: Queda en la región o jurisdicción de

Rovira, Tolima, donde trabajábamos y vivíamos muy tranquilos, hasta cuando, me recuerdo

como si fuera ahora, empezaron a llegar gentes uniformadas que en compañía de unos

particulares, trataban muy mal a los que teníamos la desgracia de encontrarnos con ellos, pues

a los que menos nos decían, nos trataban de collarejos higueputas y otras palabrotas por

demás ofensivas, cuando no era que nos pegaban o amenazaban, lo que nos mantenía llenos

de miedo, que aumentó espantosamente cuando dieron muerte, entre otros, a Tiberio Patiño y

Servando Gutiérrez y muchos más que asesinaron tan injustamente y no sólo eso, sino que

atropellaban a los niños y violaban a las mujeres, haciéndoles todo lo que se les antojaba y

sin poder chistar palabra, para evitar mayores tormentos; y me acuerdo especialmente todo lo

que hicieron con una prima mía de nombre Joba Rojas a quien cogieron en presencia de los

padres que se llamaban José Sánchez y Obdulia Rojas y le hicieron cosas que más bien no

quisiera recordar, sin tener en cuenta las súplicas que les hacían; y recuerdo, que casi todos

los que hacían esas atrocidades habitaban en el retén de La Selva: y recuerdo mucho a un tal

Ricardo Prieto, que aprovechando mi pendejada y miedo por lo muchacho, me proponía que

me volviera de cachiporro a godo; me decía que así viviría tranquilo y sin faltarme nada y en

cambio si no aceptaba lo que me proponía que entonces me mataba y que eso lo hacían con

todos, hombres y mujeres, grandes y chicos, y como mataban, quemaban, insultaban, robaban,

violaban y hacían tantas cosas por lo que éramos liberales; y yo que entonces no tenía sino

escasos trece años, a mí me daba mucho miedo y me dolía todo lo que hacían, fue como me
175

resolví a largarme de cerca de esas gentes tan malas, a ver si así evitaba morir por fin en sus

manos; y como yo nada podía hacer contra tanta cosa, huí de una parte a otra, hasta que por

fin llegue a un lado de los andes adonde estaba Leónidas Borja, quien también había tenido

que huir de esa violencia porque lo perseguían para matarlo, habiéndose podido instalar en esa

región, siendo que por ese entonces pasamos del trabajo y de la paz a la violencia y

persecución por el único pecado de ser liberales. Y como entonces ni siquiera se hablaba de

guerrillas, no sabíamos defendernos ni dónde meternos para alejarnos de tanta ferocidad, y

entonces como siguieron llegando pobres familias a quienes habían matado a personas

queridas para ellas o los habían maltratado o les habían robado lo que tenían o incendiado sus

pequeñas propiedades; y entonces ya en compañía del amigo Borja, se empezó a organizar la

manera de defender esas pobres familias y a los que no teníamos más amparo que el de ellos,

y a ver la manera de estar protegidos y lejos de tanto mal y fue así como por pura necesidad y

con grandes sacrificios lograron reunir unas escopeticas, todas remendadas e inseguras, pues

hasta con caucho las tenían que hacer funcionar, a más que con unos machetes ya se nos

facilitaba conseguir carne de monte y algo de seguridad, como también leña y resolver

necesidades urgentes, como la de favorecernos del agua, del sereno y otras cosas pues como

lo he manifestado ya, éramos muchos los que nos habíamos reunido en busca de refugio y

protección, muy especialmente para los niños, para los ancianos, para las mujeres, y en

general, todos los que habíamos tenido que huir a la persecución sectaria de la policía, del

ejército, de los godos, y pájaros, que eran los mismos godos pero más malos y hasta de los

curas que habían convertido algunos la religión en persecución política.

“Fue entonces como nos siguieron esos malvados hasta donde pensábamos estar sin tanto

peligro, aunque sufriendo hambre, frío y todo lo que la huida nos presentó y puso a aguantar,
176

y que no contentos con tanto mal nos acorralaron y nos obligaron a contestar el fuego que nos

disparaban, cuando nos considerábamos perdidos ante tanta gente tan mala, tan armada y tan

desamparados que nos encontrábamos, pues ni autoridad ni jefes políticos, hacían algo a

nuestro favor, siendo que éramos campesinos honrados y trabajadores de Riomanso, Rovira y

otras regiones, que habíamos logrado escapar a la muerte que nos acorralaba donde vivíamos

anteriormente ya donde unos dejaban parientes muertos, otros amigos, otros cenizas de lo que

nos pertenecío; y en esa forma querían acabar con todos los que nos llamaban collarejos; fue

así como tuvimos que ir buscando modos de favorecernos en Riomanso, La Estrella y las

montañas de Rivera, pero ya reunidos con los hermanos Borja y Cantillo, que fueron los que

se propusieron a salvar a tantos perseguidos por esos bandidos sin dios ni ley; pero como por

las consecuencias que recaían sobre las familias de los que por allí nos habíamos logrado

reunir en la huida, tuvieron que cambiar sus verdaderos nombres por apodos que conocíamos

para distinguirnos y fue como entonces Leonidas Borja se siguió llamando “El Lobo”, Tiberio

Borja, “Córdoba”, David Cantillo “Triunfante” y tantos otros de los que nos encontrábamos

corriendo por el enemigo que lo era para los que llevábamos el pecado de ser liberales y que

nos perseguía el gobierno de entonces con los godos o pájaros, policía, ejército y detectives y

hasta la misma aviación, que son sus seguidos ataques y bombardeos y malos procederes. Y

siendo ya tan grande el número de familias y los que huimos en total, resolvieron que nos

dividiéramos en dos grupos a ver si se facilitaba más y mejor el salvamento de tanto inocente,

siendo así como de una parte se hizo cargo “El Lobo”, de otras gentes se encargó “Córdoba” y

“Triunfante” siguió con otros en la seguridad de que así evitarían el asesinato de tantas

familias que como antes dije, nos encontrábamos sin el amparo de los jefes políticos

correspondientes, que a sabiendas de que las gentes liberales estábamos siendo víctimas de

tan pavoroso sectarismo demostrando con los asesinatos cobardes, ultrajes, robos , incendios,
177

violaciones, sin respetar edades ni sexos y el estado de indefensión en la totalidad de los

casos, lo que dio principio a la formación y organización de guerrillas que se enfrentaron en

forma completa a la situación a que nos llevaron tan incalificables procedimientos, y que con

tanto valor y tan obligadamente nuestros compatriotas orgullosamente actuaban,

presentándose casos distintos, como el de Arsenio Borja que se hacía llamar “Santander”, de

quien no puedo olvidar sus famosas hazañas pues todo lo que cogía por delante lo acababa,

pues él nos decía y hacía ver que el enemigo lo componían los godos, los policías y el ejército

y los que llamaba él chulos godos malparidos, había que acabarlos; y como en realidad era

tan valiente y peleador de verdad, unos por miedo y otros porque la necesidad se imponía, y

en otros casos por ser admirador de tan famoso jefe, no se quedaban atrás en las comisiones

que llevaba a cabo y que como nos defendía, nos traía ropa y nos daba lo que en la mayoría de

las veces le pedíamos o necesitábamos, pues como nada le costaba ir a matar y robar godos,

todo nos lo facilitaba.

“Entonces, me acuerdo muy bien fue cuando de los aviones que antes nos aflojaban fuego,

ahora salían hojas volantes y periódicos en los que figuraba o leíamos la caída del entonces

presidente Laureano Gómez, quien por malo y corrompido lo tenían que tumbar, pero que

ahora sí subiría uno muy bueno a la presidencia, que predicaba para todos la paz, justicia y

libertad, que nos haría respetar nuestras personas y bienes, que acabaría con tanta matanza, y

como era él quien mandaba en las fuerzas armadas y que se llamaba Gustavo Rojas Pinilla,

que él si ponía orden en las cosas y que podríamos volver a nuestras tierras y a trabajar y vivir

tranquilos con nuestras familias y que sería el único salvador de la patria. Fue entonces

cuando se les hizo saber a esos guerrilleros que nos defendían, que debían entregar las armas

si querían que nos dejaran tranquilos y que volviéramos al trabajo y a la paz, pues entregando
178

las armas, el gobierno nos ayudaría y nos daría muchas garantías para trabajar, nos facilitarían

la manera de que volviéramos a recuperar lo perdido; y entonces bajo todas esas promesas que

nunca vimos cumplidas, nuestros buenos defensores entregaron las pocas escopetas que

llevaban por armas de defensa como antes expliqué, pues así como procedíamos de buena fe,

nuestros buenísimos jefes pensaron que nos dejaran tranquilos y que volveríamos al trabajo y

a la paz, pues siendo tan injusta la persecución contra nosotros, qué más iban a seguir

haciéndonos. Así fue como seguros de que podíamos volver a trabajar tranquilamente, nos

repartimos unos que seguían al “Lobo”, quien resolvía irse a establecer a Los Andes y los que

seguían a “Córdoba” se establecieron en Guadualito a donde nos pusimos a trabajar pero de

verdad, pusimos sementeras a medida de nuestros grandes esfuerzos por volver a tener hogar

y tranquilidad; y en cambio “Arsenio” continuó haciendo males por donde quiera que pasaba,

iba terminando con todo lo que encontraba, sobre todo tratándose de policías, ejército y

pájaros; es un consuelo y gran alivio darles como matando culebra y lo decía con tanto gusto

que se saboreaba como cuando hablaban de una buena comida. Pues yo no sé, pero era que

con todo lo malo y condenado que era, no se le podía desconocer su simpatía y gracia con que

hacía las cosas con tanto valor…….”

“Fueron tántos los crímenes, asesinatos, robos, incendios y actos tan espantosos que cometio

“Santander” o Arsenio que ya los mismos hermanos que eran hombres en verdad buenos,

como para salvar su apellido querían hacer de cuenta que era una maleza que había que

acabarla y hasta pensaron que matándolo les agradecerían para limpiar el mundo de gente de

esa clase, pues era tal su espíritu del mal que lo acompañaba, que él no se contentaba con ver

el muerto, sino que hasta le habría hartos agujeros y decía que era para que le saliera bien la

vida a ese condenado godo. Y no solamente era que mataba, sino que se volvió dañadisimo
179

para robar ganado, mulas y lo que a su paso salía y cuando menos a machete y puñaladas

saciaba las ganas. Por todas estas cosas yo no hallaba qué camino coger, hasta que me resolví

a irme para Guadualito a trabajar en la finca de don Servando Gutiérrez, con un hijo de éste,

en trabajos de agricultura y a donde permanecí como un año, en que la persecución continuó y

yo viéndome en peligro, pues hasta mataron a “Cordoba”, en el camino del Carmen a

inmediaciones de Ibague y Rovira y como también mataron en esos mismos días a los

hermanos David y Gilberto Cantillo, que se encontraban trabajando en su finca de los Andes,

hasta donde llegó la policía y los puso presos y se los llevó y ya por el camino los mataron tan

cobarde y cruelmente, que me pasan como frios por todo el cuerpo tan solo de acordarme de

esas vergajadas, pues así hicieorn con tantos otros liberales que nos acompañábamos en esta

terrible persecución, sirviéndonos unos a otros de consuelo al ver nuestra suerte tan parecida

de unos a otros, con el pecado general de ser liberales, como entre otros casos el ocurrido en

Guadualito, donde mataron a mi propio patrón tan bueno como era, hijo de don Servando

Gutiérrez y a unos Morales de Playa Rica. Fue entonces cuando volvió esa ola de persecución

tan horrible para todos los que no cedíamos a las propuestas de que nos voltiaramos, pues eso

no hacían más que averiguar por los guerrilleros y los que andábamos a su lado en busca de

protección como lo he venido explicado, y entonces los sobrevivientes que quedaban de los

Cantillos y de los Borja tuvieron que nuevamente organizarse para ver cómo se defendían y

nos defendían a los que no estábamos capacitados para coger las armas contra la policía y

contra el ejército y los que llamaban “Pájaros” y a quienes les daban armas, municiones y

dinero para que nos persiguieran a todos los liberales que andábamos de lugar en lugar en

busca de garantía, paz y trabajo, pero que siempre era con la idea de acabarnos, en una forma

total y predicando la paz, justicia y libertad, siendo así que nos obligaron a tener que buscar

refugio en las montañas de las fincas como Puentecito y La Argentina a donde nuestros
180

protectores se vieron obligados a estar muy atentos nuevamente contra el enemigo que

empezó con mayor con mayor fuerza sus ataques directamente por parte del gobierno de las

Fuerzas Armadas y los tales “pájaros”, que el tiempo me hizo comprender que eran los

mismos godos a sueldo para matar liberales. Y como mi vida se vio nuevamente amenazada y

en peligro, lejos de mis protectores, tuve que volver a buscalos y ponerme bajo sus cuidados

por allá por el año de 1955 más o menos en el mes de noviembre y acompañar nuevamente al

“Lobo” en vista del peligro que me amenazaba y de que no me dejaban trabajar

tranquilamente, hasta cuando en el año de 1957, llamaron a otra Pacificación, en que ya

directamente se enfrentaron a prometer los doctores Parga Cortes y Daniel de la Pava en

compañía de otros cuyos nombres no recuerdo por el momento, por haber sido con el “Lobo”

con quien trataron más directamente y por su bondad y fue asi mismo quien aceptó las

conversaciones….

“Muerto el “Lobo” fue cuando volvieron sobre mí los ojos directamente, y como cuenta que

tengo que dar a Dios, yo que hasta entonces no había tenido que actuar, a mí me empezaron a

perseguir espantosamente; me imagino yo ahora que sería por lo que sabían que yo andaba

con todos ellos desde hacía tanto tiempo y se podían suponer que yo les había aprendido sus

maneras defensivas y me pudieron considerar como quien seguiría sus tácticas a esos buenos

hombres que entregaron sus vidas defendiendo tantas familias y seres inocentes que tan de

cerca veíamos nuestra muerte, por el único delito de ser liberales. Y así fue coo en realidad de

verdad, todas esas gentes hicieron confianza en mí, seguramente por lo que yo me supe

manejar con todos bien y era obediente a lo que me ordenaban y me daba pesar ver que

sufrieran esas infelices gentes compañeras de desgracia y de común acuerdo resolvieron que

yo me pusiera al frente de las cosas para que no se nos cogiera de sorpresa y nos acabaran por
181

fin a todos como desde hacía tanto tiempo se proponían; y entonces como yo también ví la

necesidad de defenderme y defenderlos, y así mismo me acuerdo y no puedo olvidar, cuánto

nos amañábamos con “Santander” porque hacía tantas cosas, que todo lo que agarraba por

delante se lo llevaba y que no dejaba como decía él, godo bueno que encontrara y robaba,

mataba, quemaba y en todo caso le daba gusto a las ganas, pues como decía, no estaba

tranquilo cuando no estaba haciendo aseo al mal, como cuando mató a Victor Chavez en

Riomanso y a un sargento y un cabo entre otros tantos, en el retén de Montebello, estos dos

últimos, los que ejecutó a fines de 1955, cuando por segunda vez estuvimos refugiados en La

Argentina, La osera y Pueblecito. Estando en La Osera salió hasta el guadual y Los Andes y

mató un poco de conservadores y de allí pasó a China Alta bajando de San Bernardo y en La

Chapa, nos contaba que mató a cuanto malparido godo encontró por delante, fuera hombre o

mujer, viejo o chico que le oliera a godo tenía que joderlo para poder quedar tranquilo y que

cómo gritaban y hacían muecas esa malparida tropa que había acorralado cuando viajaban a

San Bernardo en un jeep, que de ahí si se había dado gusto, viéndolos hacer gestos cuando les

pasaban por distintas partes para que fueran muriendo a poquitos y con qué gusto se reía

contándolos y que tanta cosa que les había cogido, después de que lo habían divertido cuando

morían, que llevaban harta munición, armas buenas, joyas y hasta plata y billeticos de

números seguidos, nos decía: y ahí mismo arrancó para Girardot a otro trabajito y allí

supimos que se puso a chiviar y generosísimo regalaba joyas y plata y que sirvieran para

todos y esas mujeres que tenía junto, felices viendo lo bueno que era para gastar, y eso como

que fue rapidito, que aunque era hartica se le acabó y cuando se vió jodido se acordó de los

goditos y fue a conseguir nuevamente la forma tan fácil que tenía para rebuscarse; pero

entonces la estrella de la suerte se le había vuelto de espaldas y lo apresaron en ese tirito

cuando regresaba al trabajo como decía él, y eso sí que lo lamentamos, pues como el
182

condenado nos daba de todito y algo que nos aliviaba de la dura vida que pasábamos, cuando

barría con lo que por delante cogieran y más cuando se trataba de policías, ejército y chulos

como se llenaba la boca contando; y por eso es que se me hace raro y hasta no creo que se

haya metido a la policía como me lo han contado y asegurado que lo han visto de policía en

Chaparral, pues con el asco que les tenía, que va a ser capaz de vivir entre ellos.

“Así terminaron todos los jefes y entonces ya en una forma definitiva me hicieron la exigencia

de que me pusiera al frente de la defensa de tanto inocente que había quedado sin ayuda ni

defensa; y fue así como sintiendo lástima por toda esa gente, huérfanos, viudas y así

sucesivamente no pude menos que aceptar como un deber y una necesidad hasta defenderme

y salvarme a mí mismo y a ellos. Pero como yo falto de experiencia y conocimientos, edad, en

fin, me propuse a buscar contacto con los demás guerrilleros que sabia estaban por distintas

partes especialmente por el Tolima. Así fue que después de mucho tiempo de buscarlos los

encontré en el año 57. Y ya por medio de cartas y comunicados en general era invitado y

sentía deseos de estar en contacto con las guerrillas del sur del Tolima y como no podía salir

porque el ejército y los pájaros aumentaron la persecución, ya tuve que hacerles frente y

defenderme cuando me acorralaban y como nadie me apoyaba, en cambio todos me

perseguían, y por la prensa, por la radio y las Fuerzas Armadas y dentro de los pajaros y en

una forma y otra, no han hecho mas que cargarme la mano de todas las muertes que se

presentan, pueden ser las muertes naturales, dicen que soy yo y que me tienen que matar. Ya

no me podía ni me puedo dejar matar como oveja amarrada, sino que como la defensa es

permitida, yo no he hecho otra cosa que defenderme y defender a los indefensos, a los

menores, a las mujeres y a los ancianos. Y en tantas idas y venidas después de las elecciones

del 16 de marzo me llegaron unas comisiones y comunicados del general Mariachi; estuve
183

más informado de la situación política y la de las guerrillas y se me hacía una invitación

definitiva, para venir a donde él, conferenciar como en realidad lo he hecho y por ello es que

he llegado a Planadas, a donde estoy muy satisfecho.

“Certifico que esta declaración es auténtica y recibida por el suscrito al capitán “Chispas”

(fdo) Jesús María Oviedo, general Mariachi, planadas, julio 16 de 1958.” (op. cit. pags.187 y

ss).

Este relato verdadero de Teófilo Rojas, alias “Chispas”, es suficientemente claro para

entender y explicar el cómo y por qué aparecen los guerrilleros o “bandoleros” o

“terroristas”, como los llaman en el siglo XXI: que no son criminales, bandidos, “monstruos”

como los pinta la prensa oficial, sino seres humanos sencillos y humildes, pacíficos, que se

vieron OBLIGADOS A DEFENDER SUS PROPIAS VIDAS de las agresiones del Estado

Colombiano.

Agrega Germán Guzman Campos ( op. Cit ) :

“Pero fue de allí, del espectáculo del crimen, de su grupo en lucha a vida o muerte, de su

ambiente, de su frustración, de su ignorancia, de la injusticia, de la impunidad, del hambre, de

la desnutrición que lleva al crimen, de un sentido de defensa del núcleo familiar, del inicial

horror a la muerte y del gozo que produce la venganza, del abandono de sus jefes y de la

explotación por segundones, de su analfabetismo, de su tierra arrasada, del odio, de la

impotencia, de todo esto entremezclado de donde nació “Chispas”, el adolescente de apenas

13 años a quien sorprendió la violencia en Guadualito.


184

“Hubo un momento en 1959 cuando quiso regenerarse y volvío al campo, a lo suyo, a su tierra

natal de La Esperanza; pero alguien se empeño en matarlo cuando se había acogido a la

amnistía, cuando estaba entregado”. (op. cit).

Durante el gobierno de Alberto Lleras se decretó una nueva amnistía a la que Teofilo Rojas,

alias “Chispas” se acogió en marzo de 1959 en Playarica, municipio de San Antonio, donde

entregó un documento que se trascribe a continuación, tomado del periódico “Tribuna” del 10

de marzo de 1959 :

“Desde Guadualito, a 8 de marzo de 1959, para tranquilidad de la región y de todos los

conciudadanos, públicamente declaro:

1. Nunca ha sido mi deseo constituir un territorio bajo mi mando exclusivo, pues

comprendo que el gobierno tiene derecho a controlar y vigilar todos los sitios de la

república. Las autoridades pueden recorrer el cañón de Guadualito cuantas veces lo

deseen siempre que no vayan a cometer desmanes contra la honra, vida y bienes de los

campesinos. Hoy Guadualito no es una zona de guerra sino un campo de trabajo y de

paz.

2. Desautorizo expresamente a los que han ido a notificar a conservadores honrados que

desocupen las fincas y fundos que legalmente les pertenecen. Los que así han

procedido han abusado de mi nombre. Yo mismo estuve por la selva en busca de

armonía y de paz y allí hablé con elementos contrarios a mi política. Son testigos los

señores Noe López, Alejandro Ríos, Guillermo Amado y Floro uestes. Nuestro común

acuerdo fue el de vivir en paz para trabajar tranquilos en la reconstrucción de lo que

ayer destruyó la barbarie.


185

3. Es absolutamente falso que yo esté sembrando intranquilidad y zozobra, violencia y

muerte, desde mi llegada a Guadualito. Es así mismo reñido con toda verdad el que yo

esté exigiendo dinero o parte de las cosechas como tributo a una jefatura inspirada por

el terror, la miseria y la muerte de muchos inocentes. Quienes tales cosas piensan y

dicen son los que andan buscando una ocasión propicia para desatar de nuevo la

destrucción de las gentes campesinas. Es posible que muchos quieran cometer

desafueros amparados bajo mi nombre; de ello no soy responsable.

4. Desautorizo a todos aquellos que valiéndose de mi nombre se vienen dedicando al

hurto de ganado, con el ánimo de crearme conflictos con las autoridades. Yo soy el

primero en comprender que con mi conducta correcta le presto como ciudadano un

servicio leal al gobierno que preside el Dr Alberto Lleras Camargo.

5. Advierto que entregaré a las autoridades a quienes sorprenda como culpables de

atentados contra la propiedad o contra la vida de las gentes pacíficas y honradas.

6. Manifiesto enfáticamente que no tengo retenes ni comandos, ni puestos avanzados,

como lo quieren hacer creer mis gratuitos detractores.

7. Una vez más declaro ante el señor Gobernador del Departamento, doctor Darió

Echandia y ante las gentes de uno y otro partido, reunidas hoy en la población de

Playarica, que me acojo al decreto de amnistía y que mi único anhelo y lo deseo

vivamente, es vivir en paz dedicado al trabajo honrado. Por tanto hago un llamamiento

a todos los liberales y a los conservadores para que cesen los odios y se ponga un

dique a la violencia, a fin de que con base en la tranquilidad podamos amparar con

nuestro trabajo a nuestras madres, esposas y nuestros hijos.


186

8. Formulo una invitación sincera al señor cura párroco de Playarica para que visite la

región y dé testimonio de que en Guadualito se honra a Dios y de que sus moradores

ansían realizar solamente este ideal: Paz y Trabajo para Todos. Firma, Teófilo Rojas.

(Capitán Chispas).” (op. cit).

PERO, el 22 de enero de 1963, a las 5,30 pm., una de las patrullas del ejército avistó a

“Chispas” de paso hacia la finca El Porvenir, acompañado de un gurdaespalda y una mujer.

Inmediatamente fue abatido sin voces de alto ni previo aviso en una feroz acción en que el

ejército del gobierno sólo gastó 6 cartuchos de fusil y 9 cartuchos de carabina.

No se debe olvidar tampoco el relato de Rafael Rangel, publicado en el tomo I de “La

Violencia en Colombia” de German Guzman Campos, Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña

Luna, Circulo de Lectores, Bogota, 1988 :

“AL hablar de violencia en Santander se debe tomar como punto humano de referencia a

Rafael Rangel Gomez, cuya actuación se inicia el 9 de abril de 1948 al tomarse

Barrancabermeja.

“Desatada la reacción, este caudillo de cierta cultura abre operaciones sobre el río Magdalena,

el Carare y la línea férrea hasta San Vicente de Chucuri. El 27 de noviembre de 1949, 700

hombres asaltan a San Vicente con saldo de 200 muertos entre varones, mujeres y niños. Ya

el 17 de septiembre habían acaecido encuentros en La Ceiba entre revolucionarios y policía.

“En 1950 se lucha en El Toboso; en Tona perecen 14 soldados cuyos cuerpos son

despedazados e incinerados; en enero de 1951 es azotada la región de Zambito, donde al


187

cadáver de Pedro Gil le cercenan las orejas que aparecen colgadas de alambres de puas; en

1952 son seriamente afectados el Opón y el Carare con el genocidio de 20 labriegos y el

asalto en que mueren el subteniente Gonzalo Puerto Ramirez y 20 unidades de tropa; en

mayo acaecen los encuentros del paramo El colorado y en junio se registran depredaciones

de vándalos en Tona, Chaca y Cantimplora donde perecen 14 soldados en un asalto

sorpresivo. En febrero de 1953 caen en El Tagual 13 campesinos a manos de fascinerosos.

“Ni el odio ni el crimen conocen límites. Hacia El Carmen descendieron por las cuestas

policías uniformados, detectives, guardias de rentas y civiles de Pamplona, Hacari y Teorama.

Se identificaron 33 cadáveres. A las víctimas se les obligó a caminar con los pies descalzos

por una calle envidriada. Se les fusiló sobre una fosa común, abierta por ellos mismos. Hubo

saqueo, violaciones y estupro.

“Los que pudieron huir escaparon por bosques y sementeras. Hombres, mujeres, ancianos y

niños formaron el grupo del éxodo, que algunos calculan en tres mil personas. Algunos

tomaron la vía del río Magdalena, saliendo por Gamarra. Otro grupo muy numeroso, se

internó en la selva en busca de la guerrilla de Rangel.

“Pero, ¿Quíen era Rangel?

“Era el comandante de la policía de San vicente (Santander). El 9 de abril de 1948 se sublevó,

como casi toda la policía del país, contra el gobierno partidista. La rebelión fue dominada por

el ejército y Rangel se replegó a la selvática región de La Colorada. Nombrado alcalde de San

Vicente un sujeto llamado Pedro Rueda, avasalló y fusiló a los oponentes al gobierno. En su

obra, fue secundado por el personero. Campesinos honrados, pacíficos, fueron encarcelados.
188

Sacados por camionadas en las horas de la noche, se les fusilaba de espaldas, cara a un

barranco en cuyo fondo de muchos metros rugía un quebradón.

“En proporción de aquel progrom, aumento la guerrilla de Rangel. Campesinos honrados

viéronse perseguidos y torturados. Dueño de recursos y de armas, Rangel atacó en varios

sitios en la vasta región boscosa, comprendida entre San vicente, chucuri y Barrancabermeja.

Hombres resueltos a vengar sus torturas y sus hogares violados y saqueados, lo rodeaban.

Tomó armas y municiones, masacrando de paso a soldados y policías. Los sorprendía en

mitad de la selva virgen que orilla el río Magdalena y no daba cuartel. Hízose ducho en pasear

su guerrilla por los maniguales, ciénagas y esteros.

“Andando el tiempo la guerrilla de Rangel creció tanto, que extendió sus retenes y cuerpos de

asalto hasta la Dorada y Puerto Wilches. De todas partes de la república le venía gente

desesperada y arrojada de las ciudades y aldeas por la ferocidad hidrófoba de los uniformados.

A él acudieron los fugitivos de Santa Helena del Opón, borrada del mapa por el incendio y el

saqueo. Sus parcelas, sus casas, sus ganados, se vendieron a vil precio a los nuevos dueños. A

Rangel acudieron los despojados del Carare. A él, campesinos y pequeños rentistas de La

Gloria, Gamarra, Carmen de Santander, Ocaña, convención, Wilches, Barrancabermeja y de

todas las poblaciones, villas y aldeas azotadas por la peste azul. A él, los pequeños

propietarios, colonos y mozos de campo de la orilla del río obligados a vender a precio de

remate sus parcelas para el provecho de los enfermos de hidrofobia.

“A la sombra de Rangel se improvisaron jefes que comandaban grupos guerrilleros aislados.

Estos hundían o incendiaban barcos fluviales y pusieron en grave aprieto a la navegación del

Magdalena. El tránsito fluvial se hizo peligroso. También a la sombra de Rangel y contra su


189

querer y ordenes, surgieron verdaderos pandilleros que asesinaban y saqueaban.

Protagonizaron los crímenes más atroces, emulando con los lobos uniformados en ferocidad y

ausencia de sentimientos. Por esta razón y por la estrategia política, guerrilleros y bandoleros

fueron confundidos en uns sola denominación: la de chusmeros.

“La diferencia la establecíanlas propias víctimas. Cuando se trataba de auténticos guerrilleros,

el barco o la lancha eran obligados al atraque y los asaltantes se limitaban a exigir alimentos y

drogas. Dinero no. Si de buena gana querián darlo, lo recibián, claro es. (….)

“Un tercer grupo de desesperados, atacaban cuanto encontraban con vida porque ya odiaban

la vida, con odio brutal y encendido. No distinguián entre amigos ni enemigos. (……)

“Una pregunta, ¿Por qué en Santander, tan tradicionalmente belicoso, no perduró la

violencia?. Porque cierto mandatario seccional utilizó un método que consistía en preparar en

cada pueblo elementos que hubieran prestado servicio militar y fueran partidarios del

gobierno. Hecho esto enviaba un contingente de policía con uniformes y fusiles para dotar a

los hombres preseleccionados. La irrupción sobre poblados y veredas era rápida, inmediata y

bárbara. Las gentes debieron optar por someterse o emigrar. Y prefirieron someterse. Rangel

depuso las armas en 1953. El también soñó con una auténtica revolución.” (op. cit).

Terminada la guerra en los Llanos, no cesó en el resto del país. Emulando a éstas, los

guerrilleros liberales se dieron sus propias leyes:

El 21 de agosto de 1957, aparece una ley llamada “La Ley del Sur del Tolima”, promulgada

por los guerrilleros liberales de esta región del país, que no se engañaron y no se entregaron a
190

la amnistía de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, continuando su resistencia armada, cuyo

texto cabe trascribir aquí como documento histórico:

“Movimiento Nacional Liberal Revolucionario del Sur del Tolima.

“Ley Primera, de agosto veintiuno (21) de 1957.

“El Movimiento Nacional Liberal Revolucionario del Sur y otros sitios del Tolima, Valle,

Cauca, Caldas y Huila, en uso de sus atribuciones legales, DECRETA:

“Artículo 1. Este movimiento y todo su personal, hoy y mañana y siempre, marchará y

profesará una política puramente liberal democrática o sea aquella misma que nos legaron los

próceres del inmarcesible pasado, José Hilario López, Rafael Uribe Uribe, Francisco de Paula

Santander, Jorge Eliecer Gaitán y otros, para no hablar sino de los mártires.

“Artículo 2. Este movimiento admira la política de concordia trazada por el “Frente Civil” con

el eximio hombre de ciencia, ex presidente de la República, Dr. Alberto Lleras Camargo, a la

cabeza, pero a su vez pone en estado de alerta a todo el pueblo colombiano liberal para que

esté a la expectativa de no dejarse engañar por las promesas y halagos de aquellos gobernantes

que han desangrado la patria para beneficio de sus intereses personales y políticos en contra

del derecho creado por el legislador para el bienestar de la comunidad.

“Artículo 3. Reglamentación interna para el movimiento en general.

a) A partir de la fecha y hasta nueva orden solo habrá un Comandante en Jefe de todas las

guerrillas liberales del Tolima, con grado de “Brigadier General”, a quien todos los

demás comandantes y guerrilleros obedecerán sus órdenes las que serán impartidas de
191

conformidad con el derecho que, para cada caso, está establecido por la Constitución

nacional.

b) A partir de la fecha y hasta nueva orden los grados de oficiales y suboficiales serán

ascendentemente hasta Mayor y Teniente Coronel, de Teniente coronel a Coronel, de

Coronel a General y de General a Brigadier General: sub-oficiales: de Cabo segundo a

Cabo primero y de cabo primero a Sargento Segundo y de sargento segundo a Sargento

primero.

c) El Estado Mayor General del Movimiento quedará integrado por seis unidades así:

Presidente, Coronel Vencedor; vocales, coronel Arboleda, Mariachi, Capitán Cincel,

Capitán Pimienta, General Loaiza y como fiscal, capitán Media vida.

d) Ascensos: a partir de la fecha asciéndase al grado inmediatamente superior: (viene una

larga lista de nombres de combatientes liberales).

“Artículo 4. Nombrase como Comandante en Jefe del Movimiento Guerrillero Liberal

Nacional del Sur del Tolima, al Brigadier General Leopoldo García.

“Artículo 5. A partir de la fecha y hasta nueva orden prohíbase terminantemente la venta,

expendio, fabricación, introducción y consumación de bebidas alcohólicas en todo el territorio

controlado por el movimiento. Quien infrinja lo aquí dispuesto será sancionado por el

comandante de zona respectivo con multa de cincuenta ($50.o) m/c., por cada litro,

convertible en arresto o trabajo en obras públicas de la zona o vereda correspondiente, a razón

de diez ($10,o) m/c., por cada día de trabajo, de ocho pesos en arresto y si fuere pagado en

dinero efectivo irá al fondo de la tesorería de la zona o vereda correspondiente; en caso de

reincidencia, se aplicará el doble.


192

“artículo 6. Toda persona, comandante, guerrillero o civil, que se traslade a otro sitio distinto

al de su residencia, en especial los que vengan sin ocupación lícita, tendrán que ir provistos de

la correspondiente orden emanada y firmada por el correspondiente Comando de Zona; si la

persona sorprendida sin ésta orden, esté ambulando con semovientes, armas o cosas, sin esa

autorización, el Comandante de Zona donde se presente, podrá decomisarle tanto las armas

como los animales a la persona o personas que con sus actos puedan perturbar el orden social.

Segundo: Ladrón. A la persona de quien se tenga conocimiento que está negociando con

sujetos revanchistas queda catalogada como tal y, de consiguiente, como el primero, debe ser

puesto a disposición del superior por el Comandante que haya conocido o aprehendido al

infractor. El superior debe aplicar la pena correspondiente teniendo en cuenta la cuantía del

valor de la cosa hurtada y en estos casos cuando la cosa sea de un valor mayor de Cien

($100,o), debe ser trasladado al Comando Superior de Herrera o a donde haya seguridad. Las

penas en tales casos pueden ser convertibles en arresto o trabajo en obras públicas a razón de

diez pesos por cada día de trabajo y de ocho en arresto. En ningún caso debe ponerse la pena

capital, “la muerte” sólo en caso de traición y esto se debe investigar detenidamente para no

cometer errores funestos.

“Artículo 7. El arma que sea decomisada por razón de la violación de un acto contrario a la

ley, se entrega a su Comandante superior respectivo, pero ningún comandante podrá

apropiarse de ella y sí dará parte al respectivo Ministro de Guerra.

“Artículo 8. Prohíbase terminantemente el sostenimiento de animales de corral (cerdos) en

soltura, así como también la forma criminal de incendiar los potreros o rastrojos, pues con esta

norma se destruye nuestra economía (las cementeras, etc.). Esta infracción será sancionada
193

conforme a la ley sobre la materia y como medida preventiva debe aplicarse penas como las

contempladas para el maldito vicio de las bebidas.

“Artículo 9. En cada Zona y a partir de la fecha, se debe nombrar por su respectivo

comandante, una tesorería con el objeto de obtener fondos para la libertad de presos políticos,

enfermedades de sus habitantes cuando éstos son pobres de solemnidad, comisiones

ordenadas, construcciones de puentes y escuelas, etc., de la zona correspondiente. A ese fondo

pueden ingresar las multas que el mismos comandante imponga en conformidad con ésta

misma ley.

“Artículo 10. A partir de la fecha, en adelante se autoriza a todos los comandantes a facilitar

que los conservadores puedan vender sus fundos situados en las zonas controladas por el

movimiento. Esta norma debe exigir a las entidades rectoras de los dos partidos políticos y al

Gobierno, esto es, que de igual manera se les facilite a los nuestros (liberales) el medio de

vender sus fundos y su justo y legal precio o sean las ocupadas por los conservadores o de

otras tendencias políticas.

“Artículo 11. El movimiento no se hará responsable de personas que salgan a pueblos a

fomentar escándalos poniendo en desprestigio la organización y lucha que tantos sacrificios

nos ha costado; en caso de tener que actuar con el adversario, se debe dar parte al comandante

más cercano quien impondrá lo más acertado dentro de la táctica.

“Artículo 12.Toda infracción inclusive delitos Contra la Familia se sancionará por el

Comandante de la zona respectiva en conformidad con la Ley vigente sobre la materia; en

estos casos pídase explicación a Junta intelectual. Los menores de edad deben ser vigilados y
194

en manera alguna se les debe permitir las bebidas alcohólicas ni tampoco la consumación de

ninguna clase de infracción o delitos.

“Artículo 13. Autorícese al Jefe Supremo o al Estado Mayor General para entrar en

conversaciones y contactos con otros grupos o comandantes guerrilleros, siempre que los tales

sean de ideales puramente liberal, entre ellos con los Llanos orientales, Urrao, Villarica, etc.

“Esta Ley rige desde la fecha de su expedición y los comandantes de cada zona la harán

cumplir y conocer de los habitantes, por tres veces, en días feriados, Palmichal, agosto

veintiuno de mil novecientos cincuenta y siete.

“Publíquese y cúmplase. Leopoldo García (Brigadier General Peligro), Gerardo Loaiza

(General), Aristóbulo Gómez (General Santander), Hermosees Vargas (General Vencedor),

Marco Cabrera (Mayor Cincel), (siguen otras firmas)”

(Fuente, “La Violencia en Colombia. Tomo II. Germán Guzmán, Orlando Fals Borda y

Eduardo Umaña Luna. Círculo de Lectores, Bogotá, 1988. Pags.153-161).

Otro testimonio de esta funesta época que es importante trascribir es el del “bandolero” alias

“Murio”, tomado del libro de Sanchez y Meertens (1983):

“Mi papá estaba en Ibague vendiendo unas cargas de cebolla y como a eso de las 10 de la

noche llegó la policía preguntando por mi papá, entonces me amarraron a un palo de café y

ahí mismo mataron a mi mamá porque había llorado el día que mataron a Gaitán. Cuando yo

estaba en Quebradanegra trabajando llegaron unos muchachos amigos mios que también les

habían matado a los papás, que nos fueramos para el monte porque no podiámos trabajar pues

si no éramos trabajadores conservadores de todas maneras no nos dejaban tranquilos y


195

vivíamos amenazados. Nos fuimos para el Remanso que es de Pijao para arriba, casi llegando

a Planadas, Tolima; éramos como unos doscientos armados con fusil, pistolas, carabinas,

revólveres, al mando del general alias “Peligro”; unas veces peliabamos con la policía que era

muy mala en ese tiempo y otras veces trabajábamos la agricultura. Mi mejor compañero era

un pollito que lo llamábamos “Cucaracho”, que se murió de unas viruelas que le dieron; el

comando lo tenía Rioblanco para arriba en el filo del Tolima, en una planadita. Por la mañana

hacíamos orden cerrado al mando del teniente Arboleda que está en el cañón de las Hermosas

y despúes saliámos a comisionar en grupos de 10 en 10 por las veredas cercanas a Rioblanco,

Carco, el Limón, Campohermoso, El cerro de la estrella, El Davis y La Herrera….

“En marzo hará unos cinco años, como dije antes, me aburí de andar por allá y me vine a

trabajar en la cosecha del café a Quebradanegra; entonces conocí a “Chispas” un día domingo

que bajó de la tierra fría y como él ya me conocía en el Tolima en la guerrilla de “Peligro” me

convidó a que me fuera con él; salimos para Mediacara donde tenía organizado el comando

con unos ciento cincuenta hombres que había traído del Tolima… Cuando veíamos la

necesidad comprabamos la remesa para ocho o diez días y la llevábamos en bestia para el

comando; la munición nos la mandaban de Planadas el “General Peligro” y el “General

Mariachi” en cajas cargadas a lomo de mula… y la repartián en Mediacara anotando en un

libro la cantidad que teniámos que responder. En esos viajes nunca nos llegamos a encontrar

con la policía o la tropa. El camino que utilizábamos era el de la trocha pasando por Genova,

despúes nos mandábamos a guadualito, Vallecito, cerca a Rovira, el Mango, el alto y despúes

del Alto a Planadas; gastábamos entre quince y veinte días de Mediacara a Planadas.

Comisioné aquí en Caldas para los lados de Pijao al mando del cabo Kairuz por Maizena Alta
196

y Las Brisas, durmiendo en el monte, sin comer en ninguna parte y tomando agua y comiendo

panela.

“Cuando regresábamos al puesto comíamos de la remesa comparada en Córdoba y

descansábamos cinco días, sin hacer nada. Cuando teníamos platica veníamos los sábados y

domingos y a veces los lunes a Córdoba, Calarcá, Armenía, especialmente en la zona de

tolerancia…En Quebradanegra nos ayudaba con remesita y platica, NN, NN, Y NN., en

Córdoba el señor de nombre NN., nos fiaba, pero había que pagarle casi todo pues era buena

persona. En Calarcá el dueño de la finca X don NN., le mandaba al Capitán Chispas giros de

mil quinientos pesos en efectivo; don NN., mandó con un administrador un giro por dos mil

trescientos pesos y se los entregaron personalmente a Chispas;….”. (op. cit. pag. 105).

A esta misma época de la dictadura militar y el comienzo del frente nacional corresponde

también el siguiente relato (fragmentos) del “bandolero” liberal Jaime Guaraca, publicado por

Arango (1985):

“Fueron las circunstancias, la necesidad de defender la vida lo que me obligó a convertirme en

guerrillero, tal como le pasó y le está pasando a miles de colombianos. Lo importante en ese

momento era defender la vida porque los bienes materiales no se podían defender. En el sur

del Tolima quedaron regiones enteras desoladas no solamente de semovientes y cultivos sino

también de gente, porque todas las familias huyeron y muchas otras fueron asesinadas. Se

escapaba más fácil un perro que un niño, porque los conservadores decían que un perro no

tenía posibilidad de convertirse en liberal y en cambio un niño si….”


197

“Nosotros salimos en comisión hacia el Huila con Charro Negro que era nuestro comandante

en El Davis. Por allá nos sorprendió el golpe militar que llevó a Rojas Pinilla al poder. Se

produjo la amnistía para todos los levantados en armas….”

“Nosotros hemos decidido continuar en la lucha porque sabemos que este no es el gobierno

que necesitamos los colombianos. Son los militares quienes han tomado el poder y por lo tanto

ellos también nos van a seguir persiguiendo. Eso va a suceder en un tiempo muy corto. La

amnistía o indulto es sólo una jugada y una trampa para tratar de acabar con el movimiento

guerrillero, para ver quiénes caen en esa trampa, para acabarnos por medio del engaño ya que

no nos han podido acabar por medio de la persecución y la fuerza. Por eso nosotros hemos

decidido seguir en la lucha y no caer en la trampa…..”

“Por los lados de Gaitania, Planadas, Sur de Atá y Herrera, en el departamento del Tolima, los

directorios políticos y el ejército comenzaron de nuevo a influenciar en los liberales “limpios”

para lanzarlos contra el movimiento de Marquetalia. Los fueron ubicando como policías del

gobierno. Este les suministraba el sueldo, la dotación y los entrenaba militarmente; los dotaba

con armas modernas y abundante munición. Las poblaciones antes mencionadas, lo mismo de

Santiago Perez, La Estrella y Campo hermoso, se convirtieron entonces en escenarios de toda

clase de fechorías de las bandas de los “limpios” encabezadas por Mariachi, Arboleda y

Peligro y sus exguerrilleros liberales. Andaban con tropas de carabineros buscando todo lo que

oliera a guerrillero para no dejar “ni los huevos”, como se dijo antes…….”

“Ya afínales de 1959 y comienzos de 1960, la violencia contra el movimiento arrecia y se hace

más abierta. El 11 de enero de 1960 un grupo de asesinos a sueldo, de esos que hemos

mencionado, llegó a Gaitania, a las cinco y media de la mañana. La gente comenzaba a


198

levantarse y en el centro del poblado las tiendas abrían sus puertas a los parroquianos. Iban,

los asesinos, en busca de Charro Negro, de Marulanda Velez, de Isauro Yosa y de otros

miembros de la dirección del movimiento agrario de Marquetalia; andaban en la región

adelantando negocios particulares relacionados con el mercadeo de sus productos agrícolas y

comprando productos industriales. La gente vio a la policía regada por todo el pueblo y

entonces le acosejaron a Charro Negro que no saliera porque había peligro. Charro no atendió

la malicia indígena de la masa y se dirigió a la plaza del poblado después de tomar un café en

la casa donde solía alojarse cuando llegaba a la localidad. Cuando llegó a la calle principal, al

cruzar hacia la droguería de Joaquín Sánchez, le dispararon ráfagas por la espalda y a

quemarropa. Charro cayó sin vida en forma inmediata. Los demás miembros de la dirección

del movimiento que estaban en Gaitania, se reunieron en seguida en un caserio cercano que se

llama Jordan y acordaron, después de concluir que se trataba del inicio de una nueva etapa de

la violencia desatada contra el movimiento por parte de la reacción y el gobierno, comenzar la

nueva lucha por denunciar ante las autoridades y ante la opinión pública este crimen. El propio

Marulanda Velez viajó entonces a Neiva, Ibague y Bogotá en donde sostuvo entrevistas con

las autoridades civiles y militares…..”

“El asesinato de Charro Negro lo habían planeado previa y minuciosamente para tener un

pretexto de volver a meter el ejército a toda la región que había aceptado los resultados del

plebiscito, cambiando el antiguo movimiento guerrillero por el movimiento agrario que estaba

dedicado a la pacífica labranza de la tierra. Los ricos querían adueñarse de las tierras y el

gobierno y los mandos militares les hacían el juego y les prestaban todo el apoyo mediante la

política liquidacionista de la organización agraria, por medio de la violencia sangrienta. El


199

ejército entonces se posesionó en Gaitania y posteriormente en Planadas. Las provocaciones

militares seguían contra el movimiento agrario…..”

“Estábamos trabajando pacíficamente, sin embargo, no nos dejaban en paz. Llegó el momento

en que no podíamos sacar al mercado nuestros productos. El frijol, el maíz, la madera, los

animales de corral, todo se perdía porque nos impedían salir al pueblo a venderlos. Estábamos

encerrados. Entonces optamos por poner otra vez en funcionamiento nuestra auto defensa

regular. Fue así como en 1960 dimos a la auto defensa de Marquetalia una estructura orgánica.

Nos propusimos la tarea de disciplinar y preparar militarmente un grupo de treinta jóvenes,

dotándolos con armas y equipos de campaña y dándoles una bonificación de cinco pesos

mensuales. El propio Manuel Marulanda se encargaba de esa tarea. Porque si los reaccionarios

y el gobierno querían liquidarnos, nosotros estábamos en pleno derecho a defendernos

nuevamente. Así empezó otra vez la pelea………”

“El grupo de treinta jóvenes tenía otros propósitos como estar a la expectativa de lo que

pudiera pasar, y en caso de un cambio brusco en la situación, pasarían de inmediato a operar

como guerrilla profesional, es decir, sin ninguna otra actividad que la de pelear. Llegó el

momento en que el ejército comenzó a emboscarse en los caminos para hostilizarnos y

provocarnos a nosotros los campesinos. En vista de esa situación nosotros también decidimos

salir a emboscarnos y a buscar armas del propio ejército, porque la verdad es que no teníamos

con qué comprarlas. En varias peleas que le hicimos al ejército les quitamos algunas armas y

entonces ellos cambiaron de táctica: comenzaron a organizar ya en el propio territorio de

Marquetalia, grupos de provocadores de los de Gaitania. Les dio armas, nombró como

comandante al “pájaro” Alirio Salcedo y a Efraín Valencia como segundo al mando, con la

misión única de realizar incursiones contra Marquetalia. Durante 1960 y 1962 se efectúan
200

numerosas incursiones de estas con asesinatos de campesinos. Asaltaban los caminos y las

casas, incendiaban y robaban. Una vez asaltaron una casa donde se habían posado ocho

mujeres que estaban de regreso de Gaitania adelantando gestiones mercantiles. En la

madrugada fueron sorprendidas por los bandidos, por lo que tuvieron que huir

precipitadamente dejando todo en poder de los maleantes. Estos robaron todo y prendieron

fuego a la casa………….” (op. cit. pag. 138 y ss).

Desde el 9 de diciembre de 1952,bajo el gobierno de Laureano Gómez, a través del Acto

Legislativo N°1 de dicha fecha, se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente para

cambiar la carta de 1886. A partir de entonces y durante la dictadura militar de Gustavo Rojas

Pinilla se promulgaron numerosos actos legislativos encaminados a la organización,

funcionamiento y reforma de dicha Asamblea Nacional Constituyente. Uno de ellos fue el

Acto Legislativo N°6 del 14 de septiembre de 1954, “Por el cual se decreta la prohibición del

comunismo internacional”, a través del cual, por ley de la república una orientación y

militancia política contraria al gobierno, quedaba prohibida.

“Acto Legislativo N° 6 del 14 de septiembre de 1954.

Reformatorio de la constitución nacional, por el cual se decreta la prohibición del

comunismo internacional.

La Asamblea Nacional Constituyente, DECRETA:

Artículo 1. Queda prohibida la actividad política del comunismo internacional. La ley

reglamentará la manera de hacer efectiva esta prohibición.

Artículo 2. Este acto rige desde su sanción.


201

Dado en Bogotá a siete de septiembre de mil novecientos cincuenta y cuatro.

El presidente, Mariano Ospina Perez. El Secretario, Rafael Azula Barrera.

República de Colombia. Gobierno nacional. Bogotá, 14 de septiembre de 1954. Publiquese y

ejecutese. Teniente General, Gustavo Rojas Pinilla.”

(Fuente: Diario Oficial N° 28607, Bogotá, octubre 21,1954, p. 291)”.

Desde entonces y en esta forma jurídica se legalizó la persecución y lícito asesinato de los

comunistas y socialistas en Colombia: a partir de entonces, matar un comunista no era ni delito

ni pecado en Colombia. Por eso, el ejército, la policía, el detectivismo y particulares ajenos a

las fuerzas armadas oficiales del estado, tuvieron vía libre y franca para continuar con la cínica

y descarada masacre genocida del pueblo colombiano en real y verdadera defensa no de la

“democracia más perfecta de América”, sino de los sucios intereses de las cincuenta familias

que gobernaban y gobiernan este país desde 1819.

No solucionado el problema de la violencia partidista por el régimen militar (1953-1958), la

habilidosa clase dirigente liberal conservadora se ideo otro plan estratégico para engañar y

derrotar la resistencia popular: el Frente Nacional.

Del Frente Nacional afirma Ospina (1996) :

“La verdad es que bastó que Alberto Lleras y Laureano Gómez se abrasaran y pactaran la

alianza para que la vasta violencia colombiana dejara de ser un caos generalizado y se redujera

a la persecución final de unas bandas de asesinos envilecidos. Ahora bien: si la violencia había

sido una guerra, ¿Quién la gano?. Aparentemente nadie. Pero si juzgamos de la siguiente fase

del drama, el resultado es indudable: sobre 300 mil campesinos muertos, el bipartidismo había
202

triunfado. Como ocurre al final de todas las guerras, sobre los campos todavía humeantes de la

violencia se firmó un pacto y ese pacto fue el llamado Frente Nacional, por lo cual los dos

partidos irreconciliables se convertián en uno solo con dos colores y la misma ideología y se

repartián el poder durante 20 años. En nombre del bipartidismo el pueblo se había hecho la

guerra a sí mismo: ahora se sucederián en el poder precisamente los representantes de la vieja

clase dirigente que había sido la principal promotora de la violencia.”. (op. cit. pag. 29).

Se presentó un pacto (Benidorm, Stiges, 1957) según el cual para solucionar la problemática

política por vías pacíficas y civilizadas, los dirigentes nacionales de los dos partidos, liberal y

conservador, acordaban alternarse pacíficamente en el poder por mutuo acuerdo durante 16

años, tras los cuales calcularon que se alcanzaría la madurez civilista y el pueblo volvería a

disputar pacífica y electoralmente el poder político y económico.

La Declaración de Benidorm del 24 de julio de 1956 dice sobre dicho acuerdo bipartidista:

“Se encuentra enteramente posible y necesario crear un gobierno o una sucesión de gobiernos

de coalición amplia de los dos partidos, hasta tanto que recreadas las instituciones y afianzadas

por el respaldo decidido de los ciudadanos, tengan fortaleza bastante, para que la lucha cívica

se ejercite sin temor a los golpes de estado o de la intervención de factores extraños a ella y

por medio de un incorruptible sufragio cuyas decisiones sean incontrastablemente respetadas.

Los partidos desean enteramente para constituir un gobierno de tales características que ponga

en vigor las instituciones abolidas, manteniéndose unidos para sostenerse hasta que el régimen

civil esté libre de riesgos….”.(op. cit).

En el fondo se trata de una nueva estrategia de engaño al pueblo en la cual se le hace creer que

los dos grandes partidos unidos en nombre de la paz y de la patria derrocan pacíficamente al
203

dictador militar, ofrecen nueva amnistía a los guerrilleros liberales e instauran definitivamente

el reino de la paz y la concordia, treta en la que vuelve a suceder una desmovilización de

combatientes que se entregan, pero esta vez, otro grupo de guerrilleros no creen en la nueva

farsa y no entregan las armas.

Una vez más la triste historia se repitió: los guerrilleros liberales que se entregaron y

acogieron a la amnistía –igual que los del llano- terminaron asesinados por las fuerzas armadas

del Estado y por sus grupos paramilitares y los sobrevivientes encarcelados.

Dada la importancia de una reforma constitucional que impone que únicamente los dos

partidos políticos de la burguesía (es decir, sus dirigentes nacionales, no su militancia ni

menos su pueblo) concurran a elecciones y compartan el poder, con exclusión completa de

cualquier otro partido o movimiento político, ajeno a sus intereses, se transcribe a

continuación su texto completo, para conocimiento, estudio y análisis.

“DECRETO LEGISLATIVO N° 0247, 4 DE OCTUBRE DE 1957.

Sobre plebiscito para una reforma constitucional.

La Junta Militar de Gobierno de la República de Colombia, interpretando la opinión nacional

expresada en los acuerdos suscritos por los partidos políticos, DECRETA:

“Artículo Único. Convocase para el primer domingo del mes de diciembre de 1957, a los

varones y mujeres colombianos, mayores de 21 años, que no estén privados del voto por

sentencia judicial, para que expresen su aprobación o improbación al siguiente texto

indivisible:
204

“En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con el fin de afianzar la unidad

nacional, una de cuyas bases es el reconocimiento hecho por los partidos políticos de que la

Religión Católica, apostólica y romana es la de la nación, y que como tal, los poderes públicos

la protegerán y harán que sea respetada como esencial elemento del orden social y para

asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la paz, el pueblo colombiano, en plebiscito

nacional; DECRETA:

“La Constitución Política de Colombia es la de 1886, con las reformas de carácter permanente

introducidas hasta el Acto Legislativo número 1 de 1947 inclusive, y con las siguientes

modificaciones:

“Artículo 1. Las mujeres tendrán los mismos derechos políticos que los varones.

Artículo 2. En las elecciones populares que se efectúen para elegir corporaciones públicas

hasta el año de 1968, inclusive, los puestos correspondientes a cada circunscripción electoral

se adjudicarán por mitad a los partidos tradicionales, el conservador y el liberal. Si hubiere dos

o más listas de un mismo partido, y los puestos que a éste correspondieren, fuesen más de dos,

se aplicará para adjudicarlos el sistema del cociente electoral, pero teniendo en cuenta

únicamente los votos emitidos por las listas de tal partido. En las elecciones que se hagan

durante el periodo a que se refiere este artículo, en todas las circunscripciones electorales, se

elegirá un número par de miembros de las corporaciones públicas. Para obtener ese resultado,

se observarán las normas constitucionales que fijan el número de miembros de tales entidades,

pero aumentando un puesto cuando quiera que él sea impar. Ningún departamento con más de

un millón de habitantes podrá tener menos de seis senadores ni menos de doce representantes.
205

“Artículo 3. En las corporaciones públicas a que se refiere el artículo anterior, la mayoría para

todos los efectos legales, será de los dos tercios de los votos; pero el congreso, por medio de

ley votada por las dos terceras partes de los miembros de una y otra cámara, podrá señalar,

para períodos no mayores de dos años, las materias respecto de las cuales bastará la

aprobación de la simple mayoría absoluta.

Artículo 4. Los ministros del despacho serán de libre nombramiento y remoción del presidente

de la república, quien, sin embargo, estará obligado dar participación en el ministerio a los

partidos políticos en la misma proporción en que estén representados en las cámaras

legislativas.

“Como el objeto de la presente reforma constitucional es el de que los dos partidos políticos,

el conservador y el liberal, colocados en pie de igualdad, dentro de un amplio y permanente

acuerdo, tengan conjuntamente la responsabilidad del gobierno y que éste se ejerza a nombre

de los dos, la designación de los funcionarios y empleados que no pertenezcan a la carrera

administrativa, se hará de manera tal que las distintas esferas de la rama ejecutiva reflejen

equilibradamente la composición política del congreso. Lo anterior no obsta para que los

miembros de las fuerzas armadas puedan ser llamados a desempeñar cargos en la

administración pública.

Artículo 5. El presidente de la república, los gobernadores, los alcaldes y en general todos los

funcionarios que tengan facultad de nombrar y remover empleados administrativos, no podrán

ejercerla, sino dentro de las normas que expida el congreso, para establecer y regular las

condiciones de acceso al servicio público, de ascensos por mérito y antigüedad, y de

jubilación, retiro o despido.


206

Artículo 6. A los empleados y funcionarios públicos de la carrera administrativa les está

prohibido tomar parte en las actividades de los partidos y en las controversias políticas, sin

perjuicio de ejercer libremente el derecho de sufragio. El quebrantamiento de esta prohibición

constituye causal de mala conducta.

“Artículo 7. En ningún caso la filiación política de los ciudadanos podrá determinar su

nombramiento para un empleo o cargo público de la carrera administrativa, o su destitución o

promoción.

Artículo 8. Los miembros del congreso y de las asambleas departamentales no tendrán sueldo

permanente, sino asignaciones diarias durante el término de las sesiones.

Artículo 9. Las primeras elecciones bajo estas normas para presidente de la república,

congreso, asambleas departamentales y concejos municipales, se realizarán durante el primer

semestre de 1958.

“Artículo 10. El presidente de la república tomará posesión de su cargo el 7 de agosto de 1958,

y hasta esa fecha continuará ejerciendo la presidencia de la república, la Junta de gobierno

integrada por el mayor general Gabriel París, el mayor general Deogracias Fonseca, el

contraalmirante, Rubén Piedrahita, el brigadier general Rafael Navas Pardo y el brigadier

general Luis F. Ordoñez.

El período del congreso se iniciará el 20 de julio de 1958 y los de las asambleas y concejos

cuando lo determine el congreso.

Artículo 11. A partir del primero de enero de 1958, el gobierno nacional invertirá no menos

del diez por ciento de su presupuesto general de gastos en la educación pública.


207

Artículo 12. La corte suprema de justicia estará integrada por el número de magistrados que

determine la ley y los cargos serán distribuidos entre los partidos políticos en la misma

proporción en que estén representados en las cámaras legislativas. Los magistrados de la corte

serán inamovibles a menos que ocurra destitución por causa legal o retiro por jubilación. La

ley determinará las causas de destitución y organizará la carrera judicial.

Artículo 13. En adelante las reformas constitucionales sólo podrán hacerse por el congreso, en

la forma establecida por el artículo 218 de la constitución.

“Artículo 14. Esta reforma empezará a regir inmediatamente después de conocido el resultado

oficial de la votación.

Parágrafo del artículo 1. Las votaciones a que se refiere el artículo único de este decreto se

reglamentaran por decreto separado.

Este decreto rige desde la fecha de su expedición.

Comuníquese, publíquese y cúmplase. Dado en Bogotá a 4 de octubre de 1957.

Mayor General, Gabriel París. Presidente de la Junta.”

(Fuente. Diario oficial N° 29517, Bogotá, octubre 21,1957.pp 273).

Nótese que este Decreto, no lo expide el congreso ni el presidente de la república, sino una

Junta Militar de gobierno.

Hace parte de esa reforma de 1957, otro Acto legislativo, por lo menos expedido por el senado

de la república, el cual se transcribe en su totalidad, como documento histórico-político:


208

“ACTO LEGISLATIVO N° 1, DE 15 DE SEPTIEMBRE DE 1959.

Reformatorio de la constitución nacional (alternación de los partidos en el poder).

El Congreso de Colombia, DECRETA:

“Artículo 1. En los tres períodos constitucionales comprendidos entre el siete (7) de agosto

de mil novecientos sesenta y dos (1962) y el siete (7) de agosto de mil novecientos setenta y

cuatro (1974), el cargo de Presidente de la República será desempeñado, alternativamente, por

ciudadanos que pertenezcan a los dos partidos tradicionales, el conservador y el liberal; de tal

manera que el presidente que se elija para uno cualquiera de dichos períodos, pertenezca al

partido distinto del de su inmediato antecesor. Por consiguiente, para iniciar la alternación a

que se refiere este artículo, el cargo de presidente de la república en el período constitucional

comprendido entre el siete (7) de agosto de mil novecientos sesenta y dos (1962) y el siete (7)

de agosto de mil novecientos sesenta y seis (1966), será desempeñado por un ciudadano que

pertenezca al partido conservador.

La elección de presidente de la república que se hiciere contraviniendo a lo dispuesto en este

artículo, será nula.

“Artículo 2. La persona que, de conformidad con los artículos 124 y 125 de la constitución

reemplace al presidente en caso de falta de éste, será de su misma filiación política.

Artículo 3. En caso de falta absoluta del presidente de la república, el Designado encargado

de la presidencia continuará ejerciéndola hasta el final del período presidencial, sin convocar a

nuevas elecciones.
209

Artículo 4. Cuando el designado ejerza la presidencia por falta absoluta del presidente de la

república, el congreso elegirá nuevo designado.

Artículo 5. Si el encargado de la presidencia es un ministro o un gobernador, convocará

inmediatamente al congreso para que se reúna dentro de los diez (10) días siguientes con el fin

de elegir designado. En caso de que el ministro o gobernador encargado no hiciere la

convocación el congreso se reunirá por derecho propio dentro de los treinta (30) días

siguientes a la fecha en que se produjo la vacancia presidencial.

Artículo 6. El artículo 2 de la Reforma Constitucional aprobada por el plebiscito de primero

de diciembre de mil novecientos cincuenta y siete, regirá hasta el año de mil novecientos

setenta y cuatro (1974) inclusive. En las corporaciones elegidas conforme a este artículo, se

aplicará la regla del artículo 3 de la misma reforma constitucional plebiscitaria.

“Artículo 7. Quedan en estos términos reformados los artículos 124, 125 y 127 de la

constitución nacional.

Artículo 8. Este Acto Legislativo regirá desde su sanción.

Dado en Bogotá a diez de septiembre de mil novecientos cincuenta y nueve.”

(Fuente: Diario oficial N° 30051, Bogotá, septiembre 18, 1959. P. 553).

Bajo el primer gobierno del Frente Nacional, del Dr. Alberto Lleras Camargo (1958-1962) a

pesar de la nueva amnistía y promesas de paz, esta no llega. González (1985) relata así la

violencia bajo este gobierno:


210

“Con William Aranguren “Desquite” y Jacinto Cruz Usma, “Sangrenegra” se prolonga la

existencia de la guerrilla liberal, ya incrustada en el periodo del Frente Nacional. Esta

guerrilla, al igual que la de “Chispas”, no solo perdió apoyo moral de las directivas liberales,

sino que tuvo que afrontar la represión militar ejercida desde la presidencia de un liberal. Ante

la ausencia de referencias políticas en su antigua estructura, se ven obligados a buscar nuevas

adherencias y éstas solo se encuentran en el Movimiento Revolucionario Liberal. No se

atreven a romper totalmente con el liberalismo, pero intentan cobijarse bajo el nombre de

revolucionarios, que les aporte el M.R.L.

“Desquite” contaba con 14 años en 1950. “Sangrenegra”, con 18. A esa edad, “Desquite” vio

la muerte de su padre y un hermano en Rovira, Tolima, a manos del alcalde y la policía. La

familia Aranguren dice él, fue perseguida por ser liberal y William se vio obligado a refugiarse

en la guerrilla para salvar su vida y además, proporcionarse un medio de ejercer la venganza.

De ahí su nombre guerrillero “Desquite”; después de haber sido dado de baja de la policía

militar en 1956, asaltó al pagador de la Compañía Colombiana de Tabaco en El Guamo, con 7

integrantes de la banda. Preso por este hecho, se fugó de La Picota en 1957, para eludir una

condena de 23 años. Cuando llegó el Frente Nacional, él apenas comenzaba su actividad y en

1960, en pleno gobierno de Lleras Camargo, organiza su propia banda en la zona de Libano.

La red de operaciones que establecía incluía a los mayordomos y agregados de las fincas. Su

fuente de ingresos era el boleteo a los propietarios, su base social eran los campesinos liberales

de la región que tenían heridas muy profundas de la violencia conservadora, provenientes de

Santa Isabel y la zona aledaña con Caldas. El antiguo agente de la policía, José Vicente Yate

Gómez, el “Cabo Yate”, asesino con su cuadrilla conservadora a más de 50 campesinos

liberales, en venganza por la muerte de doce personas conservadoras asesinadas por cuadrillas
211

liberales en el municipio de Murillo. Entonces el papel de “Desquite”, como nuevo eslabón en

la cadena de retaliaciones, estaba justificado ampliamente y el respaldo del campesinado

liberal no se hizo esperar. “Desquite” se reclamaba del MRL, a tiempo que realizaba sus

operaciones de limpieza. Su adherencia a este movimiento político no significaba, sin

embargo, un compromiso de las directivas del MRL para apoyarlo, como en el caso de las

guerrillas liberales no hubo tampoco un compromiso de la Dirección Liberal Nacional de

apoyar las guerrillas. Más bien se trataba de una razón social que convenía a los grupos

enemigos del Frente Nacional por la vía de afirmarse en las zonas de fuerte influencia liberal.

“Con la persecución que libro el ejército, “Desquite” inició una fase de descomposición social

y política que lo llevó a realizar masacres de pasajeros en los buses asaltados como el que

perpetró en la carretera entre La Italia y Marquetalia (Caldas) en 1963. Anteriormente había

realizado otros asaltos en la carretera Libano y Murillo. A su muerte, en marzo de 1964, estaba

acompañado por una mujer solamente en los alrededores de El Libano.

“Sangrenegra”, que fue su compañero en algunas ocasiones, aunque contaba con su propia

banda, también se reclamaba del MRL. Al morir “Desquite”, “Sangrenegra” tenía al ejército

pisándole los talones. Se desplazó a la región del norte del Valle, a los municipios de El Cairo

y Versalles. Allí murió en una emboscada del ejército en abril de 1964.” (op. cit. Pág. 505 y

ss).

Continúaasí el relato de Liabardo González sobre la violencia entre 1960 y 1962 (op.cit.pag

506):
212

“El bandolero de la época frente nacionalista más arraigado en la comunidad, hasta el punto de

convertirse en mito, en héroe, en la personificación del individuo mágico es, del lado liberal,

Medardo Trejos, “Capitán Venganza” y del lado conservador, EfraínGonzález.

“El primero, Medardo Trejos, operó en la región de Quinchia, Belen de Umbria, quinbaya y

circasia, municipios del antiguo Caldas hoy divididos entre Risaralda y Quindio. En esa región

habían operado las bandas de “El Mosco”, Gustavo Espitia Valderrama, quien había reunido a

“La Gata”, “Tista Tabares” y Conrado Salazar, “Zarpazo” para realizar depredaciones por toda

la región quindiana, por la cordillera central, entre Tolima y Valle. Las masacres en haciendas

de propietarios conservadores y la manera en que practicaban la guerra de guerrillas,

combatiendo ocasionalmente para causar víctimas y luego desaparecer, convirtieron a estas

bandas en un peligro permanente. Sin embargo, ninguno de ellos logró la notoriedad del

“Capitán Venganza”, quien no contó con los liberales, ni estableció una red tan complicada de

agentes como “El Mosco”, sino que implantó en la región de Quinchia un régimen solidario en

el que los campesinos colaboraban con la guerrilla, con cuotas. El “Capitán Venganza” estaba

en la región, más que por ejecutar actos de retaliación contra los conservadores, por brindar

protección a los habitantes de la región contra las incursiones de bandas conservadoras. Fiel al

Partido Liberal hasta el fin, estuvo aliado con Roberto González, “Pedro Brincos”, antes de su

muerte en junio de 1961….”

“Conrado Salazar, quien operó en el Norte del Valle con el alias de “Zarpazo”, se reclamaba

del MRL, a pesar de mantener su prestigio sobre la base del castigo a los conservadores, a

veces trabajadores de una hacienda a quienes no perdonaba su filiación política. Se salvó de la

acción del ejército y sobrevivió hasta 1967, cuando murió aislado de todo en Villavicencio….”

(op. cit. Pág. 505 y ss).


213

Como se viene diciendo, entre 1958 – 1978, se impone el Frente Nacional, mecanismo que

no logró la solución a ese agudo conflicto entre los partidos políticos del momento, cuyos

presidentes fueron Alberto Lleras Camargo del partido Liberal de 1958 – 1962, Guillermo

León Valencia del partido Conservador de 1962 – 1966, Carlos Lleras Restrepo del partido

Liberal de 1966 – 1970; Misael Pastrana Borrero del partido Conservador de 1970 – 1974. De

1974 a 1978, Alfonso López Michelsen continuó al pie de la letra todos los imperativos del

funesto pacto burgues, por lo que éste se prolongó hasta 1978.

El Frente Nacional propuso una amnistía y una reforma agraria como ejes definitivos para

alcanzar la paz. Sin embargo, la amnistía no logró su objetivo, porque luego del engaño,

traición y asesinatos de guerrilleros en la amnistía de Rojas Pinilla, ya no todos los guerrilleros

creyeron ni cayeron en la misma trampa y la reforma agraria no se cumplió, porque los

terratenientes no fueron despojados de sus latifundios para parcelarlos a los campesinos que

habían sido víctimas del despojo y robo de sus tierras, lo cual hizo que el movimiento

campesino que se expresaba de alguna forma en las guerrillas liberales perdiera confianza en

el frente Nacional, reactivándose la lucha armada.

Durante el Frente Nacional ( 1958-1978) los partidos liberal y conservador unidos en su clase

dirigente (no en sus bases) no lograron conseguir la paz política ni militar a través del

plebiscito, la paridad y la alternación de los cargos públicos. En la realidad del País Nacional,

los ricos seguían siendo ricos y los pobres más pobres, por eso, contrariamente a lo esperado,

las guerrillas liberales no se acogieron en su totalidad a la amnistía propuesta por Alberto

Lleras Camargo, como no se había logrado tampoco con Rojas Pinilla –como ya se dijo atrás-

ni antes con Urdaneta Arbeláez. Estas guerrillas buscaron acogerse, ampararse en alguna

disculpa política autodefiniéndose como del M.R.L., movimiento organizado por el hijo de
214

Alfonso López Pumarejo – Alfonso López Michensen- que no manifestó en ningún momento

su apoyo a estos grupos guerrilleros y al parecer no les brindo ninguna ayuda, pero si se

aprovechó de ellos en su beneficio personal.

Por otro lado, las guerrillas o bandas paramilitares conservadoras (amparadas y protegidas,

legalizadas por el Acto Legislativo N° 6 del 14 de septiembre de 1954) no dejaron de actuar al

disimulado amparo de las autoridades y al parecer de algunos directorios regionales y

municipales del partido conservador y tuvieron que ser reprimidas con ahínco por el ejército

porque al estado, ya bajo régimen liberal (Lleras Camargo) o conservador (Guillermo León

valencia) no le convenía ni serbia su accionar.

Desde otro aspecto, los problemas sociales y políticos determinaron que el Frente Nacional

tuviera que ampararse y apoyarse en el Ejército y la Policía para sostener el orden púbico más

o menos controlado y para impedir el desbordamiento del movimiento guerrillero que

comenzaba a teñirse de socialista e impedir su conexión con los movimientos estudiantiles en

las ciudades.

Finalmente, con el triunfo de la Revolución Cubana, donde un grupo guerrillero se tomó el

poder en enero de 1959, derrocó la dictadura militar de Fulgencio Batista e instauró

inicialmente una Democracia, los sectores estudiantiles y progresistas de Latinoamérica y

obviamente de Colombia se estimularon al vislumbrar la posibilidad de que una lucha

guerrillera pudiera repetir la hazaña de Fidel Castro y hacer la revolución social, lo cual no

solo reanimó a los últimos guerrilleros liberales sino a muchos estudiantes que iniciaron la

organización de futuros movimientos armados de liberación nacional a partir de 1960, 1961 y

1962.
215

Cabe recordar aquí cómo “Chispas” en 1962 declara, radicalizando su visión política, en un

comunicado publicado por Germán Guzmán en el tomo II de “La Violencia en Colombia” lo

siguiente:

“….Nuestra lucha será en lo sucesivo de pobres contra millonarios, de oprimidos contra

opresores; lucha social en la cual quedan excluidos todos aquellos infames atropellos que

viene realizando la oligarquía con las fuerzas armadas a su servicio y que la gran prensa

estimula con sus publicaciones; que los dineros que se malgastan persiguiéndonos se

dediquen a aliviar la tremenda miseria a que nos han llevado los indignos gobernantes.

Muera la oligarquía de todos los partidos. Viva la revolución social. Nuestra lucha, es a

favor de los explotados…” (op. cit).

De estos grupos e ideas saldría, como se dijo atrás, el MOEC, (1961) Movimiento Obrero

estudiantil y campesino, con Ricardo Otero, Antonio Larrota y Federico Arango Fonnegra,

MOEC, cuna del futuro MOIR con Francisco Mosquera, librando una lucha pacífica y

política, pero “ilegal”, porque sólo los viejos partidos tradicionales eran legales.

Del períodico “Tribuna” de Ibague, del 24 de junio de 1959, trascribo el siguiente relato de

Roberto González Prieto, alias “Pedro Brincos”, otro combatiente popular de los años

sesentas del siglo XX :

“Los meses comprendidos desde el veinte de marzo del año en curso hasta el seis de junio del

presente mes lo pasé en Bogota tramitando un préstamo de Rehabilitación como damnificado

que soy a lo cual tengo derecho. El periódico “La República” al tener conocimiento de esto se
216

ha venido con las suyas tratando de quitarme el derecho, pero yo quiero que la opinión

pública se dé cuenta de que si tengo derecho a la Rehabilitación por parte del estado como

colombiano que soy. Las pérdidas que he tenido durante los diez años de violencia son:

cincuenta y siete mil pesos ($57.000,o) en casas incendiadas, semovientes y cosechas; tres

hermanos asesinados, más los niños y señora de uno de ellos, niños entre doce meses y diez

años que fueron masacrados y quemados con casa y todo, fuera de los diez años que llevo

deambulando sin poderme estabilizar a trabajar tranquilo debido a la continua persecución tan

injusta. Total que me pregunto: ¿Si tendré derecho a un préstamo para poderme reorganizar a

trabajar? O el derecho lo tendrán quienes me han perseguido?. Sin embargo yo espero que la

opinión pública dé su fallo y estoy dispuesto a sufrir resignadamente lo que mejor le convenga

a Colombia para bien de toda la comunidad…”

Roberto González Prieto, “Pedro Brincos”, junto con Ricardo Otero y otros, organizó el

llamado “Ejército Revolucionario de Colombia (E.R.C.) en 1961, del que se trascribe su

Manifiesto publicado en el periódico “Cordillera Central”:

“Cordillera Central, julio de 1963. De nuevo comenzamos a observar en nuestros campos y

ciudades las frecuentes incursiones de los politiqueros de todos los pelajes prometiéndole a

los campesinos y a todo el pueblo “el cielo y la tierra” para llevarlo como cabras al

abrevadero a las elecciones con el fin de legalizar en el totalitario parlamento la explotación,

el hambre, la penetración de ejércitos mercenarios dirigidos por misiones norteamericanas y

el saqueo de nuestros recursos naturales como el petróleo, el platino, etc., por parte de

compañías norteamericanas. Los campesinos y todo nuestro pueblo debe entender que las vías

pacíficas para lograr la toma del poder político no dejan de ser ilusiones. Los ricos están

sólidamente unidos en el Frente Nacional al cual están vinculados por el privilegio de los
217

llamados disidentes de “izquierda”, además, los hacendados de todos los partidos se

encuentran organizados en grandes asociaciones: de agricultores, cafeteros, arroceros,

cañeros, etc., y de igual manera los grandes industriales y comerciantes. Mientras las minorías

ricas acumulan y malgastan la riqueza, los campesinos sienten cómo su jornal sólo les alcanza

para toamrse con su familia el agua dulce, ya que el salario percibido por el jornalero y el

arrendatario sólo les alcanza para adquirir el atado de panela, a la vez, los medianos y

pequeños finqueros van aceleradamente hacia la ruina, especialmente los finqueros cafeteros

cuya producción se ha desalentado y el valor de este producto por consiguiente ha disminuido

pero sus deudas se han aumentado. Así, el gran hacendado ha acaparado la mayor parte de las

tierras laborales a costa de la violencia y ruina de los medianos y pequeños propietarios. Los

campesinos y todo nuestro pueblo ha sentido en sus hogares el peso de la ininterrumpida

elevación del precio del azúcar, la manteca y de todos los artículos de consumo popular

debido a que los ricos especulan almacenándolo, elevando sus precios, devaluando nuestra

moneda y obteniendo fabulosas ganancias. Los ricos pueden defender sus privilegios por

medio de los matones a sueldo: las Fuerzas Armadas de represión las cuales masacran

pacíficos e indefensos campesinos a los que posteriormente califican de “bandoleros”. Lo

mismo acontece en las ciudades como le sucedió a los compañeros obreros del cemento en

Santa Bárbara (Antioquia) o a los pacíficos estudiantes en la capital durante los días 8 y 9 de

junio. Todos esos hechos nos indican claramente a seguir: Unidad y Organización para la

Acción Armada!. Por esta circunstancia los campesinos deben organizarse en su lugar de

trabajo o en su vereda con la colaboración de la Guerrilla Revolucionaria. Los obreros y

empleados en su sindicato o sus centros de trabajo. El estudiante de bachillerato y el

universitario en sus facultades o en sus consejos estudiantiles para prepararnos todos unidos a

librar grandes acciones armadas en las ciudades y en los campos, y a la vez, forjar el Frente de
218

Liberación y las Fuerzas Armadas de Liberación. Nuestra consigna es: ¡Elecciones no!.

Insurección Armada si!. El gobierno de los Ricos trata de amedrentar a los pacíficos

campesinos haciendo ostentación de sus armas modernas disponibles dizque para liquidar los

focos guerrilleros revolucionarios, y de otro lado, trata de penetrar con métodos modernos de

engaño como la acción psicológica y la acción civíco-militar. Creen combatirnos por medio

de la propaganda mentirosa y regalándole la pastilla al campesino o extrayéndole alguna pieza

y por supuesto el consejito de que nos delaten. Un gobierno carente de apoyo de la opinión

pública tiene que sostenerse con las armas y el engaño. Otro método ha sido el soborno de la

población campesina ofreciéndole grandes sumas de dinero por nuestro compañero Roberto

González y la liquidación de la Guerrilla Revolucionaria, este método ha sido puesto en

practica por el pelele gobernador del Tolima, Alfonso Jaramillo, sin ningún resultado.

“Las Guerrillas Revolucionarias son imbatibles porque se apoyan en todo el pueblo y

encabezan su aspiración de acabar para siempre con este sistema de explotación y de hambre.

Campesinos, obreros, estudiantes, profesionales, ¡Al Combate!.

Comando Guerrillero. Roberto González Prieto. Ricardo Otero H.”

El destino de Roberto González Prieto lo narraron así Sanchez y Meertens (1983):

“En cuanto a “Pedro Brincos”, acusado por el gobernador del Tolima y por la prensa

manizalita de ser el inspirador comunista de los guerrilleros del Tolima, hay que decir que fue

el primero de los tres jefes de cuadrilla en estudio sobre el cual se enfocó la persecución

militar. Fue abatido por unidades del Batallón Colombia en el sitio “La Isla”, jurisdicción de
219

Lérida, junto con un estudiante de economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el 15 de

septiembre de 1963.”.(op. cit.pag.151).

Bajo el gobierno de Alberto Lleras Camargo (1958-1962), también cabe recordar la figura de

Medardo Trejos, alias “Capitán Venganza”, de quien se trascribe el relato que hacen Sanchez

y Meertens (1983):

“En el occidente de Caldas, los municipios de Quinchía, Riosucio, apía y Santuario se

destacaban por su larga tradición de enfrentamientos interpartidistas. Especialmente en

aquellas poblaciones donde las fuerzas liberales y conservadoras se encontraban en un

relativo equilibrio, la Violencia se había originado mucho antes del 9 de abril de 1948,

continuándose sin interrupción hasta los años cincuenta, no obstante varios intentos de pactar

la paz, emprendidos por los jefes políticos locales. Ya en 1947 se estaban presentado

fenómenos que en otras partes no surgirián sino después del 9 de abril: Organización de

Bandas Armadas ( en Apía, por ejemplo, los conservadores tenián un grupo llamado “los

Bejucos”) y éxodo de familias campesinas. Todavía a mediados de los años cincuenta, la

policía emprendía la ejecución de su propia violencia, como la sufrida por la población de

Irra, un pequeño caserio en cercanías del río Cauca :

“Puede recordarse la escena en que los policías de Irra (Quinchía) en una manera de rito,

lanzaban los cadáveres a la corriente del río. Una vez ejecutados con fusil o revolver los

llevaba a un muro frente al río Cauca, donde en esa actualidad se construía una obra. Eran

colocados uno sobre otro, luego los arrojaban en el orden cronológico en que habían sido

depositados sobre el muro.


220

“Aparentemente, no se daban cuenta los criminales gendarmes de la maldad de sus actos;

parecía que se consideraban con derecho a hacerlo en virtud de su cargo oficial. Pero al día

siguiente desde muy temprano, buscaban a posibles testigos para entregarles un plan de

declaración en caso de tener que concurrir a oficinas de investigación. Los testigos auténticos

ya sabían qué les esperaba si no obedecían la voluntad de los feroces policiales: el mismo

tratamiento de aquellas víctimas que habían sido lanzadas al río.

“Eso explica que durante casi dos años, contados a partir del 8 de octubre de 1956, ninguno de

los vecinos de Irra y Tapias, ni aún los familiares de las víctimas se hubieran atrevido a

formular denuncia penal por los hechos de que trata este proceso.

“Lo ocurrido en el Cañón de Irra es sólo uno de los múltiples antecedentes políticos a cuya

retaliación alude el remoquete delmás famoso bandolero de la región: “Capitán Venganza”.

(….) La cuadrilla de “Venganza” mantenía en cambio, contactos estrechos con otros grupos

bandoleros y muy especialmente con el revolucionario “Pedro Brincos”, quien en 1957 se

había desplazado desde El Libano (Tolima) para organizar a los campesinos de Quinchía. En

efecto, el primer comando de la cuadrilla en el sitio Santa Helena estaba dirigido por Pedro

Brincos. Cuando éste abandonó la región, el “Capitán Venganza” asumió el comando general

con sede en Opirama. El contacto con Pedro Brincos y otros militantes del MOEC dejó

indudablemente una profunda huella en la orientación independiente y social del bandolero,

aunque no tanto en su filiación política: “Venganza” siguió siendo liberal. Pero si bien no se

conoce el alcance revolucionario de sus ideas políticas, en materia de organización había

logrado imprimir un sello de justicia social dentro de los límites de su “república”. (…..)
221

“¿Quién era ese “Capitan Venganza”?. Más que un vengador, como sugiere su remoquete, era

un protector de los campesinos. Fue precisamente bajo el amparo brindado por él y sus

hombres que en 1958 los campesinos de la región de Irra se atrevieron a denunciar las

masacres cometidas por la policía, dos años después de los hechos y cuando “Venganza”

había logrado el nombramiento de un amigo político como inspector de policía en Irra. El

nombre de pila de “Venganza” era Medardo Trejos. Pero también se le conocía con otros

nombres y había cierta confusión en cuanto a su existencia real. Porque “Venganza” era,

primero que todo, un mito.

“Para el Gobierno, para la prensa conservadora y en general para los de afuera era el mito del

bandido cruel y además, “comunista”. Fue así como una misión de periodistas que visitó a

Quinchía en 1959 esperaba encontrar en primer lugar, un monstruo moral y en segundo lugar

un réprobo y un renegado de la sociedad colombiana que, como tal, carece de cualquier tipo

de influencia en la conciencia campesina, es decir, de popularidad, y cuyo nombre en

consecuencia despierta una instantánea vituperación donde quiera que se le mencione.

“Para la población campesina era otro mito, un mito más cercano al típico bandolero social,

generoso y misterioso.

“La caracterización que de él dio el padre Tamayo, quien fuera coadjutor de la parroquia de

Quinchia, capta muy bien esa dimensión de “Venganza”, aunque termina con las acusaciones

oficiales que contra él se sostenían.

“Vengaza es igual a todos. Nada lo distingue y por esta razón por que Venganza es como un

hermano gemelo de cualquier indígena Quinchia, por esto es que nadie conoce a “Venganza”

ni nadie lo ha visto jamás. Hace cuatro meses que ya me vine a esta parroquia. Los
222

campesinos de la región me recibieron amablemente pero me dijeron, más o menos: No, señor

cura, nosotros lo respetamos mucho a sumerce pero aquí no necesitamos por el momento

autoridades civiles, eclesiásticas o militares. No nos hacen ninguna falta el alcalde, ni el señor

cura, ni el ejército, porque para eso tenemos a “Venganza”. Venganza si nos respeta, nos

defiende y nos quiere. De manera que Venganza había pasado de indiecito rebelde de 22 años,

a Institución agraria. Sin dejar vacantes para ninguna competencia. Es un bandolero. Domina

a base del terror. Tiene inclusive un campo de concentración donde castiga con trabajos

forzados a quienes rompen su ley. Venganza ha promulgado su propio código penal, civil y

fiscal; ha organizado un cuerpo de recaudadores de impuestos. Las gentes le obedecen y

temen denunciarlo ante la posibilidad de quedarse sin su protección. (Tomado de la revista

Semana del 2 de junio de 1959, pag 14).

“El mito de “Venganza” invadía, no sólo las instituciones políticas y eclesiásticas, sino

también la justicia. Se le atribuián decenas de asaltos y masacres, pero como declaró el

entonces gobernador de Caldas, ni había ni un expediente contra él. Inclusive las Fuerzas

Armadas cayeron víctimas de una redada, no violenta sino mitica. (…….)

“A pesar de la vinculación que “Venganza” tuvo con Pedro Brincos y con profesionales de

Pereira que más tarde ingresarían al MOEC, el bandolero siguió fiel al partido liberal. En

1957 bajó al pueblo de Irra para votar el plebiscito por el Frente Nacional. (…..)

“En el año de 1960, sin embargo, Venganza comprobó su existencia ante la opinión pública.

Salió de la clandestinidad y su nombre apareció en la lista de concejales del partido liberal, en

el municipio de Quinchia, ocupando el tercer renglón en ella.(….) Y efectivamente ganó una

curul en el consejo municipal, al parecer por el oficialismo liberal. (………..).


223

“Del “Capitán Venganza” no se conoce más su historia, ni de su trabajo legal, ni de su vida en

el monte. Así como se ignora el origen social del popular bandolero, así también quedan

ocultos los propósitos finales de su doble actividad. Sólo se sabe que el 5 de junio de 1961, a

las seis de la tarde, sin ninguna compañía, “Venganza” tomó su última copa en una cantina de

Quinchia, a la cual había llegado a caballo. Allí lo sorprendio una patrulla del ejército que le

exigió rendición sin que “Venganza” opusiera resistencia alguna. Poco después, en el

camino, el jefe bandolero fue dado de baja, o tal vez más conforme a las prácticas de la época,

le fue aplicada la siniestra ley de fuga.

“En la prensa aparecieron contradictorias informaciones según las cuales, en la primera

versión, “Venganza” habría intentado fugarse; y en la segunda versión, la más arreglada, del

día siguiente, habría muerto en combate al enfrentarse su cuadrilla con una patrulla del

ejército.

“Pero el mito de “Capitán Venganza” no murió; nunca se convirtió completamente en el anti-

mito, inculcado por el gobierno y las Fuerzas Armadas en el caso de Chispas, Desquite,

Sangrenegra, cuyas cabezas, una vez caídas, eran exhibidas al pueblo para horrorizar a las

nuevas generaciones campesinas. En Quinchia, en cambio, sobrevivió el recuerdo del

bandolero social que era para los labradores de la región. (….) De hecho, lo que se había

iniciado con el Frente Nacional era una nueva etapa de la violencia…” (op. Cit. Pag.177 y ss)

El declive, destino y derrota de algunos dirigentes guerrilleros liberales de los años cincuentas

lo relatanasíSánchez y Meertens (1983):

“Pedro brincos, (Roberto González Prieto) que había nacido en la vereda Caoralito (Libano)

el 11 de marzo de 1922 era ya a la muerte de Gaitán un hombre de experiencia, incluso en el


224

manejo de las armas, puesto que había prestado su servicio militar en el Batallón Ayacucho

de Manizales y de allí había pasado luego al Batallón Guardia Presidencial (….)

“Pedro Brincos, además, no estaba negociando o estableciendo contactos a nombre personal.

Era un militante político y por lo tanto actuaba a nombre de su organización, - el MOEC- que

estaba propiciando desde meses atrás una reunión nacional con el representante de todos los

focos dispersos por la geografía nacional, sin un plan estratégico y sin una coordinación

centralizadora (…..) Pedro Brincos mostraba tener muchísimo más clara motivación social en

sus acciones; era, en realidad un revolucionario. En la segunda mitad de 1961 había fundado

en Turbo, al nordeste de Antioquia y lejos de su tierra, el Ejército revolucionario de Colombia

– E.R.C.-, una frustrada experiencia que fue en todo caso el germen del promaoista Ejército

Popular de Liberación (EPL) fundado en 1966. Después de este fracaso en la zona de Urabá,

se trasladó clandestinamente a Cuba en donde, según Ramsey, fue recibido por Fidel Castro

desde las columnas del periódico Verde Olivo como un Héroe Revolucionario. Por todas estas

razones, si en el curso de 1962 el centro de atención de los debates parlamentarios sobre el

orden público era el terror que ejercía “Sangrenegra”, a partir de 1963 sería el peligro que

representaba “Pedro Brincos”.

“En cuanto a “Pedro Brincos”, acusado por el gobernador del Tolima y por la prensa

manizalita de ser el inspirador comunista de los guerrilleros del Tolima, hay que decir que fue

el primero de los tres jefes de cuadrilla en estudio sobre el cual se enfocó al persecución

militar. Fue abatido por unidades del Batallón Colombia, en el sitio “La Isla”, jurisdicción de

Lerida, junto con un estudiante de economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, el 15 de

septiembre de 1963……”
225

Continúa el relato de Gonzalo Sánchez:

“Así fue localizado “Desquite”, por información de un civil seguida de la actuación de una

patrulla combinada de ejército y policía, el 17 de marzo de 1964 en la finca “El Perú”, vereda

“Rosacruz”, corregimiento de Junín, municipio de Venadillo. (……). “Sangrenegra”, por su

parte, herido en la emboscada que el ejército le había tendido el 25 de enero de 1964, huyó de

la zona del Líbano para burlar el cerco militar, con rumbo al municipio de El Cairo, su tierra

de adolescencia….” (op. cit. pag. 118 y ss).

Por su parte, Efraín González Téllez, quien nació el 30 de octubre de 1933, fue asesinado por

el ejército colombiano el 9 de junio de 1965, bajo el gobierno de Guillermo León Valencia.

El 9 de junio de 1965, informes de inteligencia ubicaron a Efraín González en la vivienda de la

viuda de un suboficial del Ejército, en el barrio San José, de Bogotá. Al mando del capitán

Alirio Rangel Arévalo, se movilizó una tropa de más de 200 soldados de la Brigada de

Institutos militares (BIM) para darle cacería. Se rodeó el sector, mientras una comisión al

mando del mayor Vargas y el sargento Rubio quedó a cargo del allanamiento. Sobre las 1:30

de la tarde, 4 militares y un agente ingresaron a la casa de la familia Pinilla para ejecutar una

primera inspección. Descubierto, el guerrillero abrió fuego y mato al detective, José Quirama.

El resto de la patrulla retrocedió a la calle, mientras el teniente Harold Bedoya, quedaba

atrapado al interior de la edificación enfrentándose por espacio de una hora al denominado

“bandolero” .

El Coronel José Joaquín Matallana, comandante de la BIM, había tomado el mando de la

operación, y cerca de 1000 soldados adicionales habían cubierto el perímetro. Más de 7000

cartuchos y 200 balas de un cañón antiaéreo fueron disparadas contra la improvisada trinchera
226

del guerrillero que comenzó como un “pájaro” al servicio del conservatismo y por su

experiencia personal fue cambiando sus ideas hacia el liberalismo, primero y hacia el

socialismo después.

Sobre las 6:30 de la tarde, un grupo de gaseadores de la Policía militar lanzaron gases

lacrimógenos al interior de la casa para hacer salir a Efraín González. Este, aprovecho el caos

para escapar de la edificación armado con un revólver 38 largo; avanzo hacia el potrero que

había frente al barrio Quiroga, para desde allí alcanzar la muchedumbre que observaba el

operativo y fundirse entre la multitud. Pero su presencia fue notada por los uniformados que

custodiaban el perímetro. González empezó a disparar con su revolver sobre los soldados, y el

policía militar José Bejarano, abrió fuego impactándole tres veces; uno de los tiros, mortal, le

dio en la quijada. Eran los 8:05 minutos de la noche. A ese combate de siete horas y media,

de mil soldados, tanques, cañones, gases lacrimógenos, contra un solo colombiano, el diario El

Tiempo lo calificó como “una acción valiente, dedicada y eficiente de las fuerzas armadas”,

que salvo la democracia colombiana.

El mandato de Guillermo León Valencia, (1962-1966) segundo presidente del Frente

Nacional, marcó por su agresividad represiva un viraje definitivo que empeoró una violencia

que iría a extenderse a lo largo de más de cincuenta años (1962-2016). Y la fatídica profecía

se vuelve a repetir: Y Ríos de Sangre inundaron el suelo Colombiano….

En 1963, los mismos Anales del Congreso publicaron un Manifiesto del Frente de Liberación

Nacional, firmado por Pedro Brincos y Ricardo Otero, el cual se trascribe tomado, se repite,

de Anales del Congreso, del 22 de junio de 1963, página 1439 y dice así:
227

“Nuestra guerrilla agrupa en un solo frente de lucha a todas las organizaciones, como las ligas

campesinas, sindicatos de obreros y empleados, que luchen por liberar a nuestro pueblo

colombiano, campesinos, obreros, estudiantes y profesionales, sin tener en cuenta su color

político, sexo o religión. Entendemos que los trabajadores sólo podrán probar el poder político

tirando la gran muralla contra la cual siempre se han estrellado: las Fuerzas Armadas de

represión; este objetivo se logrará constituyendo el ejército nacional de liberación, cuyas

formas más simples son las guerrillas revolucionarias, las cuales colaborarán en estrecha

relación de los trabajadores de las ciudades; de otra manera, seguiremos dando golpes de

ciego, porque el ejército de liberación no lo podemos formar en las ciudades, sino en nuestros

campos, así se aferren los dogmáticos a sostener lo contrario.

“Esta tesis la sostenemos teniendo en cuenta las condiciones de nuestro país, como son su bajo

desarrollo industrial, su clase obrera dividida por medio de las centrales obreras, CTC y UTC,

cuya dirección está en manos de corrompidos dirigentes y asesoradas por representantes

sindicales de la Embajada de los Estados Unidos; además de la feroz persecución policial.

“En cambio, la mayor parte de nuestra población está localizada en los campos, sufriendo la

más inhumana explotación y siendo las más hambreadas. Al mismo tiempo nuestros

campesinos son los más entrenados y experimentados durante estos últimos 15 años de

violencia, provocada a través de los directorios políticos liberales y conservadores.

“Las guerrillas revolucionarias crearán las condiciones para que surja la organización y

dirección de nuestra revolución, constituyéndose en la vanguardia armada más consciente.

Entonces la tarea más urgente es organizar a nuestros campesinos, lo cual será un trabajo muy
228

duro y paciente y sólo podrá realizarse con la ayuda de los fusiles. Esta no es una actitud

guerrillerista sino una interpretación de la realidad.

“Por medio de la organización adquieren nuestros campesinos conocimientos políticos y

generales para que vayan liquidando las luchas de carácter partidista y se unan para resistir

beligerantemente a su peor enemigo, el rico hacendado.

“Podrán vigilar mejor sus veredas de la infiltración de espías y comprenderán totalmente las

maniobras de engaño emprendidas por el gobierno a través de las brigadas cívico-militares y

de las juntas de acción comunal.

“La organización compenetrará a todos los campesinos y su familia con los guerrilleros

revolucionarios, pues estos respetarán y harán respetar sus propiedades, esposas e hijos y sus

vidas, pero procederán sin contemplaciones con los sapos o chivatos o aquellos que levanten

calumnias contra la guerrilla revolucionaria, porque sus bases de operaciones deben quedar

libres de obstáculos para la lucha armada.

“La violencia iniciada por los gobiernos de Ospina Perez, Laureano Gómez, Urdaneta y Rojas

Pinilla, bajo la consigna de sangre y fuego y tierra arrasada, arruinó a centenares y miles de

campesinos. Al abandonar éstos sus propiedades o venderlas por debajo del valor catastral, los

ricos se hicieron más ricos y otros se enriquecieron.

“Este período dejó muchas viudas y huerfános, muchos de los cuales se alzaron en armas y se

vincularon a grupos carentes de organización u orientación, lo que muchas veces los lleva a

cometer actos indebidos, unas veces por el deseo de venganza, otras veces por la

desesperación. Por último, la violencia originó en muchos campesinos malas costumbres,

como las de invitar a los guerrilleros revolucionarios al pillaje, lo cual no es correcto”.


229

Esta Guerra Civil que continua desde 1930 hasta 1964, dejando decenas de millares de

muertos, no tiene trascendencia ni conocimiento fuera del país, desconociendo completamente

todo el Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos que se proclamó y

comenzó a practicarse después de la Segunda Guerra Mundial (1945-1949) en los cuatro

Convenios de Ginebra. Nadie denuncio –ni dentro ni fuera del país- que se estaban violando

esta normatividad internacional ni menos señalando que aquí se estaban cometiendo toda clase

de Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad, de masacres, magnicidios y

genocidios: para esta Guerra Colombiana no había reconocimiento internacional: no había

leyes.

El 12 de agosto de 1949, es aprobado el Protocolo Adicional II a los convenios de Ginebra

relativo a los conflictos armados internos, cuyo texto completo es indispensable conocer para

establecer cómo desde entonces, antes, después y hoy, se ha violado en Colombia esta

normatividad internacional dentro de la guerra civil:

“Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la

protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional.

“Preámbulo.

“Las Altas Partes contratantes, recordando que los principios humanitarios refrendados por el

artículo 3 común a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 constituyen el

fundamento del respeto a la persona humana en caso de conflicto armado sin carácter

internacional; recordando así mismo, que los instrumentos internacionales relativos a los

derechos humanos ofrecen a la persona humana una protección fundamental; subrayando la

necesidad de garantizar una mejor protección a las víctimas de tales conflictos armados;
230

recordando que, en los casos no previstos por el derecho vigente, la persona humana queda

bajo la salvaguardia de los principios de humanidad y de las exigencias de la conciencia

pública, Convienen en lo siguiente:

“Título I. Ámbito del presente Protocolo.

“Artículo 1. Ámbito de aplicación material. El presente Protocolo, que desarrolla y completa

el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, sin modificar sus

actuales condiciones de aplicación, se aplicará a todos los conflictos armados que no estén

cubiertos por el artículo 1° del Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de

agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados

internacionales (Protocolo I) y que se desarrollen en el territorio de una Alta Parte Contratante

entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados que,

bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un

control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el

presente Protocolo.

“El presente Protocolo no se aplicará a las situaciones de tensiones internas y de disturbios

interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia y otros actos

análogos que no son conflictos armados.

“Artículo 2. Ámbito de aplicación personal. 1. El presente Protocolo se aplicará sin ninguna

distinción de carácter desfavorable por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión o

creencia, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, fortuna, nacimiento u

otra condición o cualquier otro criterio análogo (denominada en adelante, “distinción de


231

carácter desfavorable”), a todas las personas afectadas por un conflicto armado en el sentido

del artículo 1°.

“2. Al fin del conflicto armado, todas las personas que hayan sido objeto de una privación o de

una restricción de libertad por motivos relacionados con aquél, así como las que fuesen objeto

de tales medidas después del conflicto por los mismos motivos, gozarán de la protección

prevista en los artículos 5 y 6 hasta el término de esa privación o restricción de libertad.

“Artículo 3. No intervención. 1. No podrá invocarse disposición alguna del presente Protocolo

con objeto de menoscabar la soberanía de un estado o la responsabilidad que incumbe al

gobierno de mantener o restablecer la ley y el orden en el estado o de defender la unidad

nacional y la integridad territorial del estado por todos los medios legítimos.

“2. No podrá invocarse disposición alguna del presente Protocolo como justificación para

intervenir, directa o indirectamente, sea cual fuere la razón, en el conflicto armado o en los

asuntos internos o externos de la Alta Parte Contratante en cuyo territorio tenga lugar ese

conflicto.

“Título II. Trato Humano.

“Artículo 4. Garantías Fundamentales. 1. Todas las personas que no participen en las

hostilidades, o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de libertad, tiene

derecho a que se respeten su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas.

Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin ninguna distinción de carácter

desfavorable. Queda prohibido ordenar que no haya supervivientes.


232

“2. Sin perjuicio del carácter genera de las disposiciones que preceden, están y quedarán

prohibidos en todo tiempo y lugar con respecto a las personas a que se refiere el párrafo 1:

a) Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en

particular el homicidio y los tratos crueles tales como la tortura y las mutilaciones o

toda forma de pena corporal;

b) Los castigos colectivos;

c) La toma de rehenes;

d) Los actos de terrorismo;

e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y

degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al

pudor;

f) La esclavitud y la trata de esclavos en todas sus formas;

g) El pillaje;

h) Las amenazas de realizar los actos mencionados.

3. Se proporcionarán a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y, en particular:

a) Recibirán una educación, incluida educación religiosa o moral, conforme a los deseos de

los padres o, a falta de éstos, de las personas que tengan la guarda de ellos;

b) se tomarán las medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias temporalmente

separadas;

c) los niños menores de 15 años no serán reclutados en las fuerzas o grupos armados y no se

permitirá que participen en las hostilidades;


233

d) la protección especial prevista en este artículo para los niños menores de 15 años seguirá

aplicándose a ellos sí, no obstante las disposiciones del apartado c) han participado

directamente en las hostilidades y han sido capturados;

e) se tomarán medidas, si procede, y siempre que sea posible con el consentimiento de los

padres o de las personas que, en virtud de la ley o la costumbre, tengan en primer lugar la

guarda de ellos, para trasladar temporalmente a los niños de la zona en que tengan lugar las

hostilidades a una zona del país más segura y para que vayan acompañados de personas que

velen por su seguridad y bienestar.

“Artículo 5. Personas privadas de libertad. 1.Además de las disposiciones del artículo 4 se

respetarán, como mínimo, en lo que se refiere a las personas privadas de libertad por motivos

relacionados con el conflicto armado, ya estén internadas o detenidas, las siguientes

disposiciones:

a) Los heridos y enfermos serán tratados de conformidad con el artículo 7;

b) Las personas a que se refiere el presente párrafo recibirán, en la misma medida que la

población local, alimentos y agua potable y disfrutarán de garantías de salubridad e

higiene y de protección contra los rigores del clima y los peligros del conflicto armado;

c) Serán autorizadas a recibir socorros individuales o colectivos;

d) Podrán practicar su religión y, cuando así lo soliciten y proceda, recibir la asistencia

espiritual de personas que ejerzan funciones religiosas, tales como los capellanes;

e) En caso de que deban trabajar, gozarán de condiciones de trabajo y garantías análogas

a aquellas de que disfrute la población civil local.


234

“2. En la medida de sus posibilidades, los responsables del internamiento o la detención de las

personas a que se refiere el párrafo 1 respetarán también, dentro de los límites de su

competencia, las disposiciones siguientes relativas a esas personas:

a) Salvo cuando hombres y mujeres de una misma familia sean alojados en común, las

mujeres estarán custodiadas en locales distintos de los destinados a los hombres y se

hallaran bajo la vigilancia inmediata de mujeres;

b) Dichas personas serán autorizadas para enviar y recibir cartas y tarjetas postales, sin

bien su número podrá ser limitado por la autoridad competente si lo considera

necesario;

c) Los lugares de internamiento y detención no deberán situarse en la proximidad de la

zona de combate. Las personas a que se refiere el párrafo 1 serán evacuadas cuando los

lugares de internamiento o detención queden particularmente expuestos a los peligros

resultantes del conflicto armado, siempre que su evacuación pueda efectuarse en

condiciones suficientes de seguridad;

d) Dichas personas serán objeto de exámenes médicos;

e) No se pondrán en peligro su salud ni su integridad física o mental, mediante ninguna

acción u omisión injustificadas. Por consiguiente, se prohíbe someter a las personas a

que se refiere el presente artículo a cualquier intervención médica que no esté indicada

por su estado de salud y que no esté de acuerdo con las normas médicas generalmente

reconocidas que se aplicarían en análogas circunstancias médicas a las personas no

privadas de libertad.

3. Las personas que no estén comprendidas en las disposiciones del párrafo 1 pero cuya

libertad se encuentre restringida, en cualquier forma que sea, por motivos relacionados con el
235

conflicto armado, serán tratadas humanamente conforme a lo dispuesto en el artículo 4 y en

los párrafos 1 a), c) y d) y 2 b) del presente artículo.

“4. Si se decide liberar a personas que estén privadas de libertad, quienes lo decidan deberán

tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de tales personas.

“Artículo 6. Diligencias Penales. 1. El presente artículo se aplicará al enjuiciamiento y a la

sanción de infracciones penales cometidas en relación con el conflicto armado.

“2.No se impondrá condena ni se ejecutará pena alguna respecto de una persona declarada

culpable de una infracción, sino en virtud de sentencia de un tribunal que ofrezca las garantías

esenciales de independencia e imparcialidad. En particular:

a) El procedimiento dispondrá que el acusado sea informado sin demora delos detalles de

la infracción que se le atribuya y garantizará al acusado, en las actuaciones que

precedan al juicio y en el curso de éste, todos los derechos y medios de defensa

necesarios;

b) Nadie podrá ser condenado por una infracción si no es sobre la base de su

responsabilidad penal individual;

c) Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no

fueran delictivos según el derecho; tampoco se impondrá pena más grave que la

aplicable en el momento de cometerse la infracción; si, con posterioridad a la comisión

de la infracción, la ley dispusiera la imposición de una pena más leve, el delincuente se

beneficiará de ello;

d) Toda persona acusada de una infracción se presumirá inocente mientras no se pruebe

su culpabilidad conforme a la ley;


236

e) Toda persona acusada de una infracción tendrá derecho a hallarse presente al ser

juzgada;

f) Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable.

“3. Toda persona condenada será informada, en el momento de su condena, de sus derechos a

interponer recurso judicial y de otro tipo, así como de los plazos para ejercer esos derechos.

“4. No se dictará pena de muerte contra las personas que tuvieren menos de 18 años de edad

en el momento de la infracción ni se ejecutará en las mujeres encinta ni en las madres de niños

de corta edad.

“5.A la cesación de las hostilidades, las autoridades en el poder procurarán conceder la

amnistía más amplia posible a las personas que hayan tomado parte en el conflicto armado o

que se encuentren privadas de libertad, internadas o detenidas por motivos relacionados con el

conflicto armado.

“Título III. Heridos, Enfermos y Náufragos. Artículo 7.- 1. Todos los heridos, enfermos y

náufragos, hayan o no tomado parte en el conflicto armado, serán respetados y protegidos. 2.

En toda circunstancia serán tratados humanamente y recibirán, en toda la medida de lo posible

y en el plazo más breve, los cuidados médicos que exija su estado. No se hará entre ellos

distinción alguna que no esté basada en criterios médicos.

“Artículo 8. Búsqueda. Siempre que las circunstancias lo permitan, y en particular después de

un combate, se tomarán sin demora todas las medidas posibles para buscar y recoger a los

heridos, enfermos y náufragos a fin de protegerlos contra el pillaje y los malos tratos y

asegurarles la asistencia necesaria, y para buscar a los muertos, impedir que sean despojados y

dar destino decoroso a sus restos.


237

“Artículo 9. Protección del personal sanitario y religioso. 1. El personal sanitario y religioso

será respetado y protegido. Se le proporcionará toda la ayuda disponible para el desempeño de

sus funciones y no se le obligará a realizar tareas que no sean compatibles con su misión

humanitaria. 2. No se podrá exigir que el personal sanitario, en el cumplimiento de su misión,

dé prioridad al tratamiento de personas alguna salvo por razones de orden médico.

“Artículo 10. Protección general a la misión médica. 1. No se castigará a nadie por haber

ejercido una actividad médica conforme con la deontología, cualesquiera que hubieren sido las

circunstancias o los beneficios de dicha actividad.

“2.No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a realizar actos ni a

efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas médicas destinadas a proteger a los

heridos y a los enfermos o a las disposiciones del presente Protocolo, ni a abstenerse de

realizar actos exigidos por dichas normas o disposiciones.

“3.A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, se respetarán las obligaciones

profesionales de las personas que ejerzan una actividad médica, en cuanto a la información

que puedan adquirir sobre los heridos y los enfermos por ellas asistidos.

“4.A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, la persona que ejerza una actividad

médica no podrá ser sancionada de modo alguno por el hecho de no proporcionar o de negarse

a proporcionar información sobre los heridos y los enfermos a quienes asista o haya asistido.

“Artículo 11. Protección de unidades y medios de trasporte sanitarios. 1. Las unidades

sanitarias y los medios de transporte sanitarios serán respetados y protegidos en todo momento
238

y no serán objeto de ataques. 2. La protección debida a las unidades y a los medios de

transporte sanitarios solamente podrá cesar cuando se haga uso de ellos con objeto de realizar

actos hostiles al margen de sus tareas humanitarias. Sin embargo, la protección cesará

únicamente después de una intimación que, habiendo fijado cuando proceda un plazo

razonable, no surta efectos.

“Artículo 12. Signo distintivo. Bajo la dirección de la autoridad competente de que trate, el

signo distintivo de la cruz roja, de la media luna roja o del león y sol rojos sobre fondo blanco

será ostentado tanto por el personal sanitario y religioso como por las unidades y los medios

de transporte sanitarios. Dicho signo deberá respetarse en toda circunstancia. No deberá ser

utilizado indebidamente.

“Título IV. Población Civil.

“Artículo 13. Protección de la población civil. 1. La población civil y las personas civiles

gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones militares. Para

hacer efectiva esta protección, se observarán en todas las circunstancias las normas siguientes:

“2.No serán objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles. Quedan

prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la

población civil.

“3.Las personas civiles gozarán de la protección que confiere este título, salvo si participan

directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.

“Artículo 14. Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población

civil. Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las personas
239

civiles. En consecuencia, se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin los bienes

indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos

alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones

y reservas de agua potable y las obras de riego.

“Artículo 15.Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas. Las

obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber: las presas, los diques y las

centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques, aunque sean objetivos

militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en

consecuencia, pérdidas importantes en la población civil.

“Artículo 16. Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto. Sin perjuicio de las

disposiciones de la Convención de La Haya del 14 de mayo de 1954 para la Protección de los

Bienes Culturales en caso de conflicto armado, queda prohibido cometer actos de hostilidad

dirigidos contra los monumentos históricos, las obras de arte o los lugares de culto que

constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos y utilizarlos en apoyo del

esfuerzo militar.

“Artículo 17. Prohibición de los desplazamientos forzados. 1. No se podrá ordenar el

desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a no ser que

así lo exijan la seguridad de las personas civiles o razones militares imperiosas. Si tal

desplazamiento tuviera que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la

población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad, higiene,

seguridad y alimentación.
240

“2. No se podrá forzar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por razones

relacionadas con el conflicto.

“Artículo 18. Sociedades de socorro y acciones de socorro. 1. Las sociedades de socorro

establecidas en el territorio de la Alta Parte Contratante, tales como las organizaciones de la

Cruz Roja (Media Luna Roja, León y sol Rojos), podrán ofrecer sus servicios para el

desempeño de sus funciones tradicionales en relación con las víctimas del conflicto armado.

La población civil puede, incluso por propia iniciativa, ofrecerse para recoger y cuidar los

heridos, enfermos y náufragos.

“2. Cuando la población civil esté padeciendo privaciones extremadas por la falta de

abastecimientos indispensables para su supervivencia, tales como víveres y suministros

sanitarios, se emprenderán, con el consentimiento de la Alta Parte Contratante interesada,

acciones de socorro en favor de la población civil, de carácter exclusivamente humanitario e

imparcial y realizadas sin distinción alguna de carácter desfavorable.

“Título V. Disposiciones Finales.

“Artículo 19. Difusión. El presente Protocolo deberá difundirse lo más ampliamente posible.

“Artículo 20. Firma. El presente Protocolo quedará abierto a la firma de las Partes en los

Convenios seis meses después de la firma del Acta Final y seguirá abierto durante un período

de doce meses.

“Artículo 21. Ratificación. El presente Protocolo será ratificado lo antes posible. Los

instrumentos de ratificación se depositarán en poder del Consejo Federal Suizo, depositario de

los convenios.
241

“Artículo 22. Adhesión. El presente Protocolo quedará abierto a la adhesión de toda Parte en

los Convenios no signataria de este protocolo. Los instrumentos de adhesión se depositarán en

poder del depositario.

“Artículo 23. Entrada en vigor. El presente Protocolo entrará en vigor seis meses después de

que se hayan depositado dos instrumentos de ratificación o de adhesión. Para cada parte en los

Convenios que lo ratifiquen o que a él se adhiera ulteriormente, el presente Protocolo entrará

en vigor seis meses después de que dicha Parte haya depositado su instrumento de ratificación

o de adhesión.

“Artículo 24. Enmiendas. Toda Alta Parte Contratante podrá proponer una o varias enmiendas

al presente Protocolo. El texto de cualquier enmienda propuesta se comunicará al depositario,

el cual, tras celebrar consultas con todas las altas partes contratantes y con el Comité

Internacional de la Cruz Roja, decidirá si conviene convocar una conferencia para examinar la

enmienda propuesta. El depositario invitará a esa conferencia a las altas partes contratantes y a

las partes en los Convenios, sean o no signatarias del presente Protocolo.

“Artículo 25. Denuncia. 1. En el caso de que una Alta Parte Contratante denuncie el presente

Protocolo, la denuncia solo surtirá efecto seis meses después de haberse recibido el

instrumento de denuncia. No obstante, si al expirar los seis meses la parte denunciante se halla

en la situación prevista en el artículo 1, la denuncia no surtirá efecto antes del fin del conflicto

armado. Las personas que hayan sido objeto de una privación o de una restricción de libertad

por motivos relacionados con ese conflicto seguirán no obstante beneficiándose de las

disposiciones del presente Protocolo hasta su liberación definitiva. 2. La denuncia se notificará

por escrito al depositario. Este último la comunicará a todas las altas partes contratantes.
242

“Artículo 26. Notificaciones. El depositario informará a las altas partes contratantes y a las

partes en los convenios, sean o no signatarios del presente Protocolo, sobre:

“a) las firmas del presente Protocolo y el depósito de los instrumentos de ratificación y de

adhesión, de conformidad con los artículo 21 y 22;

b) la fecha en que el presente Protocolo entre en vigor, de conformidad con el artículo 24.

“Artículo 27. Registro. 1. Una vez haya entrado en vigor el presente Protocolo, el depositario

lo transmitirá a la Secretaría de las Naciones Unidas con objeto de que proceda a su registro y

publicación, de conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones unidas. 2. El

depositario informará igualmente a la Secretaria de las Naciones Unidas de todas las

ratificaciones y adhesiones que reciba en relación con el presente Protocolo.

“Artículo 28. Textos auténticos. El original del presente Protocolo, cuyos textos árabe, chino,

español, francés, inglés y ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder del

depositario, el cual enviará copias certificadas conformes a todas las partes en los convenios.”.

Absolutamente todos los crímenes y violaciones al Derecho Internacional Humanitario, a los

Derechos Humanos y al transcrito Protocolo Adicional II a los Convenios de Ginebra –día tras

día- se desconocieron y violaron en todo el territorio nacional sin que nadie lo denunciara.

Todos los días y noches se venían cometiendo toda clase de crímenes de guerra, de lesa

humanidad, crímenes de Estado, masacres, genocidios, homicidios, torturas, desapariciones,

desplazamientos, sin que nadie dijera nada…………….

Y es que en esos “viejos tiempos” (1930-1948-1964), aquí en Colombia nadie conocía esa

legislación internacional. Sólo hasta después de la Constitución Política de 1991 y de 1998,


243

con la promulgación del Estatuto de Roma y la creación de la Corte Penal Internacional, se

comenzó a hablar en el país del tema y las universidades empezaron a dictar cátedras de

Derechos humanos y Derecho Internacional humanitario.

Debe recordarse que el Estado Colombiano es parte de los siguientes instrumentos: los cuatro

Convenios de Ginebra de 1949, adoptados mediante la Ley 5 de 1960, lo que significa que

desde 1960 se debieron estar observando estos convenios; el Protocolo Adicional I de 1977,

adoptado por la comisión legislativa el 4 de septiembre de 1991; el Protocolo Adicional II de

1977, ratificado mediante la Ley 171 de 1994: ninguno de los cuales se ha aplicado ni

respetado en Colombia.

Para cerrar este oscuro capítulo de la violencia en Colombia – el de la guerra civil entre 1948

hasta 1964- escojo “como muestra un botón” al azar, el correspondiente a la vida y muerte de

un campesino víctima de la violencia del estado, obligado a convertirse en “bandolero liberal”,

Jacinto Cruz Usma, apodado por la prensa tradicional burguesa, como “Sangre negra”:

Jacinto Cruz Usma nació en Santa Isabel (Tolima), el 1° de julio de 1932, hijo legítimo de

Telmo Cruz y María Jesús Usma; estudio hasta segundo año de primaria. Se dice que provenía

de una familia conservadora. En Venadillo (Tolima) vio asesinar a dos primos, jurando

vengarse de los bandidos que lo hicieron. Un incidente al parecer circunstancial, ocurrido en

1951, cambio el curso de su destino: a la salida de una cantina de El Cairo, asesinó a sangre

fría al señor Manuel Hoyos, quien era hijo de un dirigente conservador, emprendiendo la fuga.

Se unió a una cuadrilla de 15 bandoleros en 1960 y para ese entonces ya era acusado por el

ejército y la justicia de haber cometido 223 asesinatos, en el departamento del Tolima.


244

Jacinto Cruz Usma se volvió liberal, comenzando su actividad violenta luchando en nombre y

defensa del partido liberal; en El Cairo, en 1964, se presentó como el jefe de las guerrillas

liberales, al mando de 200 hombres; luego de la amnistía de Rojas Pinilla y la entrega de las

guerrillas liberales en casi todo el país, se afilia y lucha en defensa del Movimiento

Revolucionario Liberal (MRL) utilizado por Alfonso López Michelsen para sus fines políticos

y económicos; al descubrir el engaño y traición de López Michelsen, luchó por el FUAR

(Frente Unido de Acción Revolucionaria) y finalmente combatió en favor del partido

comunista.

El más sonado crimen endilgado a alias Sangre negra es la masacre de Totarito y Las Damas,

cometido el 20 de septiembre de 1963, donde dio muerte a 28 personas. El motivo de la

masacre tiene origen en la venganza preparada por Belisario y Francisco Salinas Aguilar, a su

vez tras la masacre cometida en El Placer a finales de 1959, donde los Pájaros conservadores,

comandados por José Vicente Yate, alias “Cabo yate”; Leónidas Millán Espitia alias, Pájaro

Azul y Miguel Antonio Arévalo, alias, Marrullas, masacraron a 28 personas liberales en

defensa del régimen burgués de Alberto Lleras Camargo.

Este crimen es documentado en el proceso judicial seguido contra alias Sangre negra por el

Juzgado 338 de Instrucción Criminal de Ibagué (folios 151-152) en esta forma: “Los muertos

de las veredas de Totalito y Las damas fueron veintiocho, número igual al de las víctimas de

los abominables hechos de El Bosque en donde en los últimos días de diciembre de 1959,

perdieron la vida la esposa de Francisco Salinas, varios de sus hijos, un hermano suyo y de

Belisario Salinas, varios hijos de este último y numerosos trabajadores. Esto en principio

quizás parezca una casualidad; pero recordemos una parte de la relación de los hechos del auto

de detención proferido por este juzgado con fecha del diez de febrero del presente año (1964)
245

en donde haciendo referencia a los sucesos de Las damas se dice textualmente: “No sobra

decir que en esta ocasión, el furor de los malvados parecía haber amainado, ya que, en un raro

gesto, de quienes el día anterior habían asesinado sin medida, fueron puestas en libertad las

mujeres cautivas.” Con las luces aportadas a la investigación decimos que lo que podría

aparecer en principio una casualidad ya no lo parece pues nos atrevemos a pensar que era el

objetivo de los forajidos, mandatarios de Belisario y Francisco Salinas, completar el número

de víctimas hasta veintiocho y con ese trágico simbolismo, hacer completa la venganza de sus

mandantes. En el informativo reposan informes en los cuales se suministra la lista completa de

los sindicados por los hechos de El Bosque y en los cuales perecieron veintiocho personas en

total; como sindicados aparecen allí los nombres de Rigoberto Espitia y Virgilio Hernández,

individuos éstos que fueron las primeras víctimas de la masacre de Totarito, si hemos de creer

lo manifestado por Adalberto García Ibagué en su indagatoria. Ello da más fuerza para pensar

que quienes indujeron a Jacinto Cruz Usma para que llevara a cabo la criminal empresa fueron

los hermanos Belisario y Francisco Salinas, los cuales en esta forma rubricaron su venganza.

Debía ser su objetivo causar veintiocho muertes al igual que las sufridas por ellos en El bosque

y eliminar de paso a dos individuos de aquellos que aparecían sindicados de participar en la

matanza en la cual ellos habían sido víctimas. Es más, el mismo Belisario Salinas en su

indagatoria dice tener conocimiento de que Virgilio Hernández estaba sindicado de la

comisión de esos delitos. Nos parece que los indicios se concatenan de tal forma que no dejan

margen para pensar que los hechos denunciados son un mero fruto de casualidad, o trágica

jugarreta del destino”. (Fuente: sumario contra Jacinto Cruz Usma en el Juzgado 338 de

Instrucción Criminal de Ibagué, folios 151 y 152).


246

La lista de las víctimas de la masacre de Totarito, cometida el 20 de septiembre de 1963 por

Sangre negra, en su mayoría, abaleadas, acuchilladas, macheteadas, aplicado el corte de

franela, son: Rigoberto Espitia García y Virgilio Hernández Reyes, de quienes se afirmó que

participaron en la masacre de El Bosque; Rubiel Parra, José Samuel Ríos, Samuel Ríos

Osorio, José Reinero Ríos Osorio, Lubier Ríos Osorio, Ana Judith Ríos Osorio, Angélica Ríos

Osorio, Joel Ríos Osorio, Judith Osorio de Ríos; Humberto NN; Benjamín Cervera Calderón,

Lilia Pinilla de Parra, Luis Jorge Gómez, Guillermo Betancourt, Pedro nel Betancourt; Blanca

Inés Arévalo; Eduardo Arévalo, José Pascual Rodríguez Rodríguez, Silvano rodríguez; José

Daniel Zapata; Efraín Zapata; Oliverio Cuéllar; Mario Castro Peralta, Eufrasio Reyes,

Heriberto Gallego Ardila y Gilberto Sierra Ardila; la mayoría asesinados con armas corto

punzantes y algunos de ellos degollados. Los últimos nueve de ellos, asesinados en la vereda

Las Damas.

Otra sonada masacre cometida por Sangre negra fue la de Las Juntas en Alvarado, Tolima,

ejecutada el 9 de febrero de 1962, donde dio muerte a 16 personas.

A Sangre negra se le imputaban 377 homicidios agravados; 150 delitos de lesiones personales;

270 secuestros; 300 delitos de violación carnal; 147 delitos de extorsión y chantaje; 107

atracos.Masacre, venganza y contra-masacre es la característica diaria de la violencia

desencadenada entre 1948 y 1960 en todo el país.

En una carta que dirigía al entonces presidente de la República, Guillermo León Valencia, lo

llamó “Presidente de los ricos oligarcas y tirano de los pobres”.

Jacinto Cruz Usma fue abatido por la policía, gracias a la traición de su propio hermano

Felipe, el 26 de abril de 1964 en el municipio de El Cairo, cuando en la casa de Lisandro


247

Ramírez se encontraba en compañía de cuatro guardaespaldas de su banda. Guiados por el

propio Felipe Cruz Usma, diez policías al mando de Andrés García y Octavio Tangarife,

rodearon y atacaron la vivienda del mencionado Lisandro Ramírez, donde sorprendidos, los

bandoleros resistieron, siendo dados de baja alias Avenegra y Aguilanegra, tras un combate

de media hora. Tras éste, la policía ingresó a la vivienda, pero no halló a Sangre negra.

En horas de la tarde del 28 de abril, encontraron su cadáver bajo un árbol en el alto de

Paraguas. Según la necropsia practicada más tarde, le encontraron cinco impactos de bala: uno

en la cabeza con orificio de salida por la boca, otro en el pómulo izquierdo cerca de la oreja,

otro en el costado izquierdo cerca de la tetilla, otro en el lado derecho del abdomen y el quinto

en la pierna derecha. La prensa oficial informo que “había sido dado de baja heroicamente por

la policía nacional en defensa de la patria”: pero las circunstancias que envolvieron los

impactos encontrados y el lugar del encuentro de Sangre negra, hacen suponer otra hipótesis:

¿Si Sangre negra tenía dos impactos en la cabeza, ambos mortales, cómo pudo –aparte de otras

tres heridas- haber recorrido casi cuatro kilómetros desde la casa de Ramírez, hasta el árbol en

el Alto de Paraguas, donde fue hallado ya muerto?. Lógicamente resulta imposible que alguien

con tales heridas haya hecho un recorrido de cuatro kilómetros a través de la montaña y

acosado por la policía que lo perseguía. ¿Por qué presentaba un disparo con orificio de entrada

por la cabeza y orificio de salida por la boca?; ¿otro en el pómulo izquierdo cerca de la oreja?.

La hipótesis es que Sangre negra fue hallado herido y rematado y ejecutado por la policía

nacional, esto es, asesinado fuera de combate.

Quienes asesinaron al guerrillero liberal fueron el alcalde de El Cairo, dragoneante de la

policía William Moreno Ramos, los policías Aníbal Roldan, José Laureano Díaz, Marco Tulio

González Ariza, José Barón Rodríguez y José Cuastusa y los civiles Felipe Cruz (el hermano
248

traidor), Andrés Avelino García, Danilo Gómez, Mario Galvis Cuervo, Mario Mazo Mazo,

Alberto Loaiza y Omar Gómez, quienes fueron condecorados por el presidente de la

República, Guillermo León Valencia por ser “Héroes salvadores de la democracia”. El cadáver

del guerrillero liberal fue expuesto de pueblo en pueblo para escarmiento de la población

liberal.

Por la traición y entrega de Sangre negra el gobierno ofreció una recompensa de $250.000,o

gran suma para la época, pero al parecer ésta nunca fue pagada al traidor.

La prensa oficial y los historiadores burgueses tradicionales califican a Jacinto Cruz Usma,

alias Sangre negra como un “bandolero”, un criminal, “El Atila colombiano”, pero no explican

las causas que lo llevaron a ser como fue, un campesino acorralado por las autoridades,

obligado a ejercer la peor violencia para defenderse de la represión del estado, una víctima de

la guerra civil que los burgueses llaman sencillamente, “La Violencia”.

Para conocer cómo era la “política de orden público” de esta trágica época del llamado Frente

Nacional, que según la clase dirigente burguesa iba a “traer la paz” a Colombia, durante los

períodos de Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia (1958-1966), cabe transcribir

en su totalidad las “Sugerencias sobre medidas de orden público” elaboradas y presentadas

por el Teniente Coronel Jorge Alfonso Galeano Gómez, al gobierno de turno en el año de

1961, aceptadas y aplicadas en la guerra del estado contra el pueblo por estos dos primeros

mandatarios del Frente Nacional, tomando como fuente real el Archivo de la Presidencia de la

República, Secretaría General del Ministerio de agricultura, caja 4, calendada en enero de

1961:

“República de Colombia. Sugerencias sobre medidas de orden público.


249

Presentadas a la consideración del Sr. Presidente de la República y sus ministros de Gobierno

y de Guerra por el Teniente Coronel Jorge Alfonso Galeano Gómez.

“Contiene ideas que en su mayoría no han sido expuestas hasta hoy, para su estudio y

perfeccionamiento y como un aporte patriótico a la tarea de pacificación en que está empeñado

el gobierno y que la ciudadanía reclama con angustiosa urgencia.

“Medidas prácticas a tomar para el restablecimiento del orden público.

“Preámbulo.

“Con alto sentido patriótico y con un vehemente deseo de servir a Colombia y al gobierno del

Frente Nacional, dignamente presidido por uno de sus mas esclarecidos hijos, sin ánimo de

crítica y a título gratuito cumplo gustoso un deber de simple ciudadano presentando al jefe del

estado y a sus ministros de gobierno y de guerra, algunas consideraciones o puntos de vista

que ojalá resulten útiles para el logro del restablecimiento del orden público, basado este

estudio en las experiencias del autor en los años vigentes de la violencia y en sus 25 años de

servicio dentro de las fuerzas armadas.

“El suscrito quiere advertir que está en capacidad de sustentar y también ampliar, con detalles

importantes como útiles, cada uno de los puntos propuestos, declarando a la vez que la

mayoría de ellos fueron presentados a la consideración de sus superiores cuando se encontraba

en servicio activo, observación que se hace para evitar que este trabajo aparezca o califique de

oportunista o como inquietud de última hora.

“Quiere el autor aceptar por anticipado, que no le causará molestia alguna el que su propuesta

se califique de inútil en todo o en parte, pero que sería de gran utilidad que sin egoísmos
250

resuelta y valerosamente, con espíritu de patria y sin temor a las rectificaciones, se acepte de

que ha habido equivocaciones, falta de evolución de los sistemas de represión y en sí, de

interés en este problema de tanta trascendencia, especialmente por quienes tienen la obligación

de estudiarlo más a fondo dentro de las tres ramas del poder publico.

“RECOMENDACIONES.

“1. Que los oficiales de las Fuerzas Armadas asuman el control directo de las zonas afectadas

por la violencia.

“Razones. Es curioso, aunque no aberrante por circunstancias de jerarquía, que los oficiales de

las FFAA., mientras más alto sea el grado que ostentan, más distanciados se hallan de las

zonas afectadas. Las oficinas de los altos y mandos intermedios tienen abundancia de oficiales

de grados superiores, mientras que los subalternos de ínfima categoría, sin experiencia y puede

decirse que sin ninguna madurez, tienen la dirección y responsabilidad de las acciones contra

los bandoleros. En bien del orden público y del propio prestigio de las FFAA., deben invertirse

los factores, esto es, que los subtenientes y tenientes pasen a los trabajos rutinarios de los

escritorios y los capitanes, mayores y tenientes coroneles, que son los más capaces y diestros,

salgan de las oficinas y pasen a las zonas rurales afectadas por el bandolerismo. La

conveniencia de esta medida no puede tener discusión.

“2.Modificación del sistema, composición y mando de las comunicaciones de orden público.

“Razones. Es un hecho cierto que la mayoría de las comisiones de la fuerza pública que salen

en persecución de los bandoleros, van comúnmente comandadas por cabos y sargentos y a

veces por soldados o agentes de policía distinguidos como dragoneantes. Por esta falla de

mando, la moral de las tropas es baja, las órdenes son discutidas y las soluciones mediocres o
251

regularmente afortunadas, dependiendo todo del grado de estupidez o talento de estos

incipientes comandantes. La teoría de que un capitán no puede comandar una sección porque

el reglamento dice que le corresponde una compañía o que un teniente coronel no puede

comandar una compañía porque lo que le corresponde es un batallón, está bien para una guerra

formal, pero no es aceptable y antes bien, está resultando altamente perjudicial en esta guerra

de guerrillas. Nadie que conozca el arte de mandar podría dudar sobre los resultados que

ofrecería un pelotón comandado por un capitán o mayor a que vaya dirigido por un suboficial

o un novel subteniente.

“3.Comisiones de orden público y el estado civil de los oficiales, suboficiales y personal de

tropa que la integran.

“Razones. Aunque parezca un detalle simple, resulta de especial y decisiva importancia, que

se escoja para las comisiones de orden público personal soltero, a menos que determinados

hombres casados hayan dado muestras evidentes de eficacia en las operaciones contra los

bandoleros. La mayoría de los hombres casados de las FFAA., por razones obvias, no son

indicados para esta clase de misiones. Es apenas lógico que el casado piense en el hogar, los

hijos, etc., siendo por esto y también por la influencia directa que ejerce la esposa al salir de

comisión y la de los mismos hijos, que el éxito no se logra plenamente. El casado finge

enfermedades, indisciplina a los compañeros, desvía las comisiones hacia donde no haya

peligro, aconseja el regreso, delibera y, en suma, anarquiza la operación.

“4. Concentración de tropas en los departamentos afectados por la violencia y adecuada

distribución de las mismas.


252

“Razones. Nadie puede dudar de la estabilidad del actual gobierno, porque este es el feliz

resultado del sistema impuesto por la reforma constitucional y nadie tampoco podría hacerse

cálculos sobre la lealtad de las FFAA. Lo anterior facilita precisamente que sin temores

puedan desguarnecerse, con la debida prudencia, los departamentos no afectados, para

concentrar o llevar tales efectivos a donde exista inseguridad. Y como ésta afecta

especialmente las zonas rurales, es en aquellas donde deben estar las tropas, evitando

concentrarlas, como suele ocurrir, en las ciudades y centros poblados para emplearlas tres,

siete o doce horas despúes de que los bandoleros han diezmado a los campesinos y aquellos ya

llevan una ventaja de muchos kilómetros.

“Las gentes no se explican, jamás entenderán razones, así sean valederas, porque los cuarteles

permanecen repletos de soldados mientras que los campos lo están de bandidos. Se considera

de una alta inconveniencia el que se hagan reclutamientos de personal para instruirlos en

cuarteles militares que funcionan en departamentos o zonas afectadas por la violencia, por dos

razones: que la gente no se explique por qué ese gran número de soldados no sale a

defenderlos, o que personal de tropa, apenas instruido inicialmente, sin ningún dominio de la

profesión, etc., salga en emergencias a tomar acciones que no está en capacidad técnica de

afrontar. Lo indicado es que en los cuarteles ubicados en departamentos no afectados se

instruya por diez meses a los reclutas y ya diestros y entrenados, se los lleve por los ocho

meses que les faltan para cumplir el servicio militar, a los departamentos o regiones de

violencia. Así se logrará que tales unidades estén en permanente condición de atender los

menesteres del orden público sin las preocupaciones de la instrucción militar del soldado, falla

que incide gravemente en la solución de este grave problema. Es de anotar que entre las

fuerzas militares y las de policía existen hoy dos criterios completamente antagónicos: los
253

unos son partidarios de la agrupación o concentración de las tropas, mientras los otros

prefieren la dispersión. Alguna de las dos debe tener la razón pero no ambas.

“5. Vestuario, equipo, abastecimientos, medios de transporte y comunicaciones.

“Razones. Con dos uniformes como dotación, descalzos algunas veces, desprovistos de

recursos monetarios y sin provisión de víveres, carentes de apoyo económico por parte de

algunos gobiernos seccionales, sin equipo adecuado, faltos de colaboración ciudadana, sin

vehículos y medios de comunicación, no es posible mantener la moral y sostener sobre el

terreno una tropa en comisión.

“Los campesinos, con aparente o real simpatía por los bandoleros, facilitan estos víveres,

informaciones, comodidades, etc., o éstos se las toman por la fuerza. La tropa en cambio no

tiene ascendencia sobre los moradores, éstos se muestran indiferentes con la fuerza pública

porque saben que es fugaz su permanencia en la región, mientras que la de los bandoleros si es

persistente; tampoco puede la tropa, “manu militari”, como a veces tiene que hacerlo, con

perjuicio del buen nombre del gobierno y de las propias FFAA., tomar a la fuerza lo que

necesite porque sería parangonarse con el procedimiento de los propios bandidos. En este

aspecto existen viejas y graves fallas que inciden desventajosamente en la efectividad de las

tropas. Debe revisarse el aspecto logístico para lograr que la fuerza pública se sostenga en el

terreno y evitar así que por falta de recursos y de medios, tenga que regresar a los cuarteles a

esperar una nueva llamada de emergencia para volver a caer en el mismo círculo vicioso que

es, precisamente, el que siempre ha sido aprovechado ventajosamente por los antisociales. El

aspecto de las transmisiones es fundamental y no debe escatimarse en esto ningún gasto.

“6. Entrenamiento, instrucción y adiestramiento de las tropas para orden público.


254

“Razones. En el departamento del valle fueron creadas, en cada distrito de policía, escuadras

de orden público. Se constituyeron con hombres rigurosamente seleccionados, escogidos entre

los más fuertes físicamente, síquicamente aptos, solteros en un 90%, con cierto grado de

inteligencia, sin vicios, con un record favorable en materia de conducta, disciplina y servicios

y, además, conocedores de la región y probablemente valerosos. Si ésta selección se impusiera

como requisito esencial, se aumentará proporcionalmente su numero, se les dotará

convenientemente y se confiará su mando a los oficiales más diestros y capaces, es lógico

esperar un resultado altamente satisfactorio, como lo obtuvo y lo siguen dando esas pequeñas

patrullas. Todos los hombres de la fuerza pública no cuentan con las condiciones necesarias e

indispensables para enfrentarse a problemas de esta índole. El rigor la orden militar no puede

hacer valerosos al cobarde, veloz al enfermo, inteligente al ignorante. El orden público

requiere mentalidades despiertas, hombres resueltos, entrenados y diestros, hábiles para

hacerse a la confianza de los campesinos, expertos en interrogatorios, prácticos en medidas y

soluciones rápidas, convenientemente estimulados y en fin, capacitados para una sola misión:

imponer el orden.

“7. Razones. Es verdaderamente lamentable como perjudicial, el que no exista un criterio u

orientación definida sobre la actuación de las tropas frente a las diferentes modalidades de

acción de los bandoleros. Obsérvese cómo unos comandantes son partidarios de un sistema

determinado, otros aconsejan modalidades diferentes; los gobernadores y alcaldes y a veces

los simples inspectores de policía tienen, cada cual, cuando no ninguna, una solución

diferente. Los comandantes y las tropas hacen muchas veces lo que la autoridad civil pide o

aconseja, o se apartan por su cuenta de tales criterios para imponer el propio. La experiencia

de doce años de algo debe servir para evitar que sigamos improvisando sistemas y aplicando
255

caprichosas medidas a un hecho aberrante que todos conocen de memoria. El estado mayor

general, asesorado por oficiales y suboficiales escogidos y por qué no, de simples soldados y

policías que se hayan fogueado en comisiones de orden público, debe redactar una serie de

conclusiones y disposiciones prácticas que sirvan de guía a las tropas en campaña. Se aconseja

que los altos oficiales tengan en cuenta los conceptos de los simples soldados y agentes para la

preparación de ese trabajo, por la circunstancia de que es muy diferente la búsqueda de

soluciones en trabajos de escritorios, a la que puede aportar el soldado raso que ha vivido y

sentido lso dolores del flagelo.

“8. Control de las armas y municiones en poder de las fuerzas armadas.

“Razones. Es indispensable reglamentar con más severidad los controles administrativos por

pérdida y gasto de munición y de armamento. Tales pérdidas y extravió deben ser investigadas

con especial diligencia y seriedad para evitar que miembros de las FFAA., de baja calidad

moral, abastezcan a los antisociales, algunas veces para remediar penurias económicas.

“9. Nombramiento de alcaldes militares.

“Razones. Donde el gobierno nombra un alcalde militar, de cualquier fuerza militar o grado,

debe entenderse que lo hizo por no existir entre los partidos políticos el necesario

entendimiento para gobernar conforme al mandato constitucional o porque el orden público no

es normal. El alcalde militar en tal situación, no debería, como no debe, estar sometido al

ajetreo y malabarismo político, o sea a orientar o dirigir la acción de los partidos porque en

estos no son expertos los miembros de las Fuerzas Armadas y se sale a su vez de su misión

específica, fuera de que se expone el militar a calificaciones de tipo partidista, como

infortunadamente ha ocurrido y está sucediendo. El nombramiento de un alcalde militar debe


256

considerarse entonces como la incapacidad o el renunciamiento voluntario o forzoso de las dos

colectividades políticas para obrar conforme a los preceptos legales y entonces ese alcalde

debe actuar como mejor convenga al bien público y al restablecimiento de la tranquilidad, sin

pedir conceptos ni anuencias a los directorios que, como ya se sabe, no obran de acuerdo y por

lo tanto, han perdido autoridad política. La autoridad legal que se precisa en un militar

nombrado alcalde, no puede subordinarse entonces a una autoridad política de directorios en

quiebra. El oficial alcalde debe tener para el caso perfectamente señaladas sus facultades y,

como ya se dijo, no exponerlo, muchas veces para desprestigio de las FFAA., a maniobrar en

campos políticos y más expuestos a la equivocación que al acierto. Es de gran conveniencia

para el orden público aclarar esta situación.

“10. Decomiso y venta de armas, bonificaciones y estimulos.

“Razones. Las FFAA., especialmente la policía, están continuamente expuestas al soborno por

parte de personas que portan armas de fuego sin el salvoconducto respectivo. Ya no se trata de

defender solamente el arma sino la propia libertad, desde el momento que su porte o posesión

está elevada a la categoría de delito. Es posible que la disposición haya hecho objeto de penas

a personas honradas y pacíficas porque el decreto no establece excepciones y si éstas se hacen,

es por interpretación voluntaria del comandante o el juez respectivo. El decreto podría

derogarse en lo tocante a las personas que porten armas de defensa personal y en cambio

intensificar su decomiso, con resultados mucho más prácticos, estableciendo que por cada una

de estas armas se reconocerá al subalterno que la decomisó, una suma determinada. No debe

perderse de vista que es bastante probable que muchos subalternos vengan transándose con los

delincuentes a base de dinero, bien para recobrar la libertad o recuperar el arma y por qué no,

también para ayudar a la custodia y transporte de armas en mayor número. Eso es


257

precisamente lo que ocurre con el contrabando en general y de allí el motivo para que no se

logre conjurado gracias al “patrón dinero”. Con elestímulo que se propone, acompañado de un

permiso especial y de una felicitación por la orden del día, se conjurarán las posibilidades del

soborno y en cambio se lograría que cada miembro de las FFAA., se interesara en hacer el

mayor número de decomisos posible porque el sistema le va a permitir mejorar en todo sentido

sus condiciones. Hecho el decomiso y pagada la recompensa, el comando de brigada

respectivo estaría facultado para vender las armas decomisadas o devolverlas a las personas de

bien, mediante comprobación, a precio conveniente y expidiendo el correspondiente

salvoconducto. Con este sistema se obtendría un verdadero interés de los subalternos por el

desarme y se contribuiría al fortalecimiento de la seguridad.

“11. Adiestramiento de los campesinos para la defensa.

“Razones. Es en extremo desconcertante la falta de capacidad de los campesinos para asumir

su propia defensa. Familias enteras perecen aniquiladas y, lo que es peor, caen entre las

víctimas hombres de edad y capacidad de tomar, en el momento supremo, una actitud menos

cobarde. Parece como si el instinto de conservación se fuera extinguiendo. Pero es fácil

remediar este estado de indefensión aplicando el principio de la acción comunal para la

defensa mutua, por medio del siguiente procedimiento: si las tácticas comunistas se basan en

la formación de células de acción o ataque, se deben formar células y núcleos humanos de

defensa que contrarresten tales acciones. ¿Cómo hacerlo?. En las zonas afectadas se

formalizará un plan de defensa que, por sectores, se encomendarían a oficiales y suboficiales

de las FFAA., diestros y prácticos en estos asuntos, mediante planes específicos que, en líneas

generales comprenderían: manejo y empleo de las armas; patrullaje diurno y nocturno, con

limitación de zona o sector; sistema de alarma, de señales y comunicaciones; fortificaciones,


258

refugios, medios de escape, etc. Hay en este sentido mucho por hacer. Familias enteras mueren

en su propio lecho porque nadie se ha preocupado de decirles, por ejemplo, que las casas

deben tener más de dos puertas de salida para casos de emergencia y es curioso en cambio,

que las residencias de los bandoleros sí las tienen, a más de túneles de escape, señales que les

indican la aproximación de tropas, etc. Quiere lo anterior decir que la iniciativa ha estado

hasta hoy del lado de los bandidos, lo que impone que este estado de cosas, debe invertirse, o

por lo menos, nivelarse, lo que ya sería bastante.

“12. Informaciones en la prensa escrita y hablada.

“Razones. Para estimular la pacificación del país es indispensable una prudente acción del

gobierno en busca de que un buen número de periódicos y emisoras no continúen haciendo

despliegues y especulaciones con los hechos que afectan el orden público, especialmente en la

provocación de los ánimos y exaltar la filiación política de los muertos. Esto produce

inmediatas reacciones, a la vez que aumenta la desconfianza de los partidos políticos entre sí,

contrariando los principios de convivencia que se han impuesto. El no entendimiento de tales

partidos y sus reacciones violentas, lo mismo que la falta de armonía interna dentro de los

mismos partidos por causa de las divisiones, inciden en que el orden público continúa alterado

y que las Fuerzas Armadas les toque la peor parte. Hacer la paz que otros alteraron. Se impone

entonces dictar una disposición, con base en la constitución de que “la prensa es libre pero

responsable conforma a la ley”, en el sentido de que en materia de informaciones de orden

público, solo puede publicarse lo que esté previamente autorizado por el gobierno.

“13. Problema de rehabilitación.


259

“Razones. De un estudio pasado por el suscrito a los altos mandos, decía al respecto lo

siguiente: “si la rehabilitación que el gobierno estableció con nobles fines para auxiliar a los

llamados exguerrilleros se sigue otorgando, es equivocado y peligroso hacerlo permitiendo

que estos sujetos continúen concentrados en los lugares por ellos escogidos. En tales

condiciones no podría decirse que han sido rehabilitados sino recompensados, puesto que en la

mayoría de los casos la organización como bandoleros continúa intacta, ya que la diferencia

consiste simplemente en que se halla en receso. Es también un error que no se exija, como

condición previa, la entrega de las armas. El sujeto guerrillero que vaya a ser rehabilitado,

debe escoger para vivir otro departamento que no sea limítrofe de aquel donde estuvo

operando. El dinero no le sería entregado, sino que se le abriría una cuenta en una institución

de crédito de ese departamento, con derecho a retirar cantidades determinadas y siempre que

se presente personalmente con una certificación del pueblo de residencia firmada por el

alcalde, personero, comandante del ejército o de la policía del lugar, donde conste que está

domiciliado en el municipio escogido para vivir”. Podrían establecerse otra clase de controles.

“14. Contrabando de armas.

“Razones. La introducción de armamentos y municiones a Colombia por parte de los

contrabandistas que comercian con el crimen, necesita de controles severos e inmediatos.

Bastaría establecer mandatos legales que autoricen la confiscación o decomiso de todo

vehículo marítimo, fluvial, terrestre o aéreo, en donde se trasporten armas o municiones para

que los dueños de tales empresas se preocuparan de crear por su propia cuenta los controles

necesarios que impidieran este tráfico, sin perjuicio del que debe funcionar por cuenta del

estado. Si el vehículo es de otro país y se presenta problema para la confiscación, perdería

entonces el derecho a usar las rutas nacionales, en forma transitoria o definitiva, o a pagar una
260

fuerte multa como sanción. Serían responsables igualmente, ante la ley penal, el dueño,

gerente, administrador o arrendatario del vehículo y el que lo maneje, extensiva esa

responsabilidad, así sea disciplinaria, a los funcionarios que por negligencia o complicidad,

hayan permitido el paso por rutas obligatorias determinadas. Esto del armamento introducido

clandestinamente y del contrabando de mercancías y otros artículos que llegan al país, tiene

muchas formas de controlarse. Los planes al respecto serían motivo de un estudio más

detenido. Pero volviendo al caso del comercio de armas, ¿no sería preciso estudiar la

conveniencia de que sea el propio gobierno quien las introduzca para arrebatarle la iniciativa a

los traficantes, una vez que el mismo gobierno decida si debe armar a las gentes de bien?.

Debe consignarse en estas apreciaciones que no todas las armas van a manos de los

bandoleros. Gentes respetables puede que las estén comprando por razones poderosas de

inseguridad. Cabe preguntar: ¿negaría el gobierno la venta de un arma a persona de reconocida

y comprobada solvencia moral que la necesite, en cuyas manos resulte útil para el gobierno

mismo?. Si es así, ¿por qué permite el gobierno que sean otros los vendedores, eso si

haciéndolo sin discriminación y no el estado?. No estoy informado si esas mismas armas están

siendo amparadas con salvoconductos expedidos por las brigadas militares y el ministerio de

guerra, pues en caso de que esto estuviera ocurriendo, querría decir que el mismo gobierno

estaría legalizando lo que ilegalmente se introdujo. Y lo peor de todo es que tiene que hacerlo

cuando se trata de personas que lo merecen. En otro punto se propone que las armas

decomisadas sean vendidas a quienes ofrezcan garantía para su porte. O se arma o se desarma

a los colombianos. Este es un punto que debe tener una definición oficial.

“15. Aplicación de las disposiciones del código penal sobre encubrimiento, complicidad, falso

testimonio y auxiliadores. Reforma del código.


261

“Razones. Para un elevado número de colombianos es hoy un hecho o actividad de simple

rutina, declarar una falsedad o callar una verdad. Para otros, resulta de mayor gravedad alojar

o presar auxilio a una tropa en campaña, que ayudar económicamente y por otros medios, a

las bandas de forajidos. Hay gentes que a pesar de conocer a los facinerosos “no saben nada” y

otros también que a sabiendas de que determinados hombres pertenecen a las cuadrillas,

declaran para su conveniencia que son personas de bien. Existen también personajes del

pueblo, considerados comúnmente como gamonales, que a más de dirigir y beneficiarse de la

violencia, son los encargados de defender, haciendo declarar hasta la propia madre si fuere

necesario, que X ciudadano es honorable, hasta probar que es “víctima” del sectarismo

político de los agentes del gobierno, jueces y demás funcionarios. No faltan las intervenciones

de los directorios políticos, por aquello de que no hay que perder votos y hasta de los mismos

altos como respetables personajes de los partidos que, de buena fe, pero hábilmente engañados

por sus partidarios, intervienen para hacer cambiar comandantes subalternos, alcaldes, jueces,

investigadores, firmas plebiscitos, etc. ¿cómo remediarlo?. Proscribir en forma terminante

como definitiva, la intromisión política, así sea justa, en lo relacionado con la administración

de justicia, por mandato legal o como consigna moral de los partidos; selección formal de los

jueces de instrucción e investigadores que intervienen en sumarios relacionados con la

violencia; protección armada, permanente y efectiva de tales funcionarios para evitar

coacción, amenazas y aún cobardía que muchos de ellos no se atreven a confesar; modificar la

legislación en forma tal que garantice la reserva sumarial; muchos declarantes que se

resuelven a decir la verdad, mueren asesinados porque el personal o el apoderado, el propio

juez o su secretario, cuando no son funcionarios seleccionados, se encargan de orientar la

defensa de loso culpables y delatar a las personas que con su testimonio honrado quisieron

colaborar para el éxito de la investigación. Que el mismo auto que ordena la detención o en la
262

segunda instancia de los procesos, se disponga también la detención de los testigos,

encubridores, cómplices y auxiliadores, pues se aprecia que la gran mayoría de autos de

detención limitan su acción a los ejecutores materiales del delito y casi nunca a quienes

pretendieron, con su falso testimonio, burlar la acción de la justicia. Son muy contados los

presos en Colombia por falso testimonio, siendo por lo tanto letra muerta la disposición del

código que señala este acto como delito. Convendría también legislar en el sentido de que los

pormenores de nombre, edad, vecindad y otros generales que identifican a los declarantes,

fuera objeto de un acta secreta, separada del sumario, levantada y mantenida exclusivamente

por el juez y su secretario. En resumen: mientras no exista un sistema que garantice la reserva

del sumario, no podrá esperarse que se conozca la verdad y faltando ésta, los jueces estarán

siempre impedidos para llevar a la cárcel a los bandidos por falta de pruebas.

“16. Cómo podrían desorganizarse las cuadrillas de bandoleros.

“Razones. Aplicando un principio de simple y hasta elemental lógica, resultaría fácil

arrebatarle la iniciativa que hasta hoy han tenido los bandoleros, desorganizando sus bandas.

¿Cómo lograrlo?. Antes de exponer la idea, conviene decir que éstas cuadrillas ya no obedecen

a una consigna política que proceda de los directorios, sino que sus componentes son

criminales familiarizados con el delito, que hacen por su cuenta y deliberación directa,

matanzas de liberales o conservadores, complementando su acción con el asesinato de niños y

ancianos y llevando como estímulo la venganza, el pillaje, etc. Como lo cierto es que estos

criminales están siempre dirigidos por un jefe, regularmente el más cruel de la banda y que

logra, como corresponde a todo el que manda en cualquier organización, imponer su autoridad
263

a toda costa. Los criminales ejecutan los mandatos del jefe, posiblemente a veces sin quererlo,

porque si no lo hacen, pagan con la vida su negligencia, mientras que de otro lado no tienen

ninguna opción de rehabilitarse, ya que si quieren desertar, van a caer en manos de las

autoridades, bien para irse a la cárcel o para perder la vida. Ante esta situación, no le queda al

bandolero otro camino que continuar haciendo parte de tales bandas, hecho que precisamente

es el que está ocurriendo. Veamos ahora como podría intentarse, con grandes posibilidades de

éxito, desmoralizar y dar un golpe eficaz a tales cuadrillas: si se fijara un precio determinado

pero sugestivo por la entrega, vivo o muerto, de un jefe de cuadrilla y se garantizara al

bandolero o bandoleros que lo hagan, a más del pago de la recompensa, el indulto o la

amnistía y a más de esto la rehabilitación, facilitándoles vivienda y medios de trabajo en un

departamento no limítrofe, habría interés de los mismos bandoleros por acabar con sus jefes.

Ninguna organización funciona sin una cabeza rectora y nadie para este caso, tendría la osadía

de proclamarse director de una banda si con el sistema propuesto está a todo momento

expuesto a ser eliminado o entregado por sus propios subalternos. Perdida la moral del jefe, se

crearía otro tipo de moral en sus seguidores al ofrecer y estimular su propia y definitiva

salvación. Debe considerarse que por mas criminal que sea un bandido, hay en la mayoría de

ellos sentimientos humanos que por naturaleza los hacen añorar un hogar, un trabajo honesto,

comodidades mínimas, libertad, tranquilidad, servicio médico, mejor suerte para sus hijos, etc.

Organizados como bandoleros saben ellos que no tienen facilidad para disfrutar de los

dividendos del pillaje, que carecen de alimentación regulada y nutritiva, que tienen problemas

de salud, de vestuario, que están sometidos al sobresalto y, además, que tarde o temprano

pagarán sus fechorías. Hay que aprovechar hábilmente todas estas circunstancias en bien de la

tranquilidad y seguridad públicas, haciendo necesarias y calculadas concesiones, ya que la

fuerza pública, hay que confesarlo, no logrará el total dominio de los forajidos a pesar de sus
264

ingentes esfuerzos y frecuentes como dolorosos sacrificios. Hablar de pena de muerte es un

agradable pasatiempo porque el día que se llegara a aplicar, no faltarían los colombianos en

buen número que tomarían como bandera los cadáveres exaltando las pasiones y afirmando en

la tribuna pública que el ajusticiado era un modesto y meritorio ciudadano que había sido

llevado al patíbulo por el “delito” de ser liberal o conservador.

“Se supone desde ahora que el sistema propuesto, que es un poco atrevido, tendrá opositores,

despertará polémicas de tipo político y también jurídico, etc., pero lo importante del caso que

nos ocupa, es que el enfermo se salve aunque haya que amputarle una parte del cuerpo y

sacrificar un poco las tradiciones y otros respetables principios. Hay que mirar y analizar el

problema desde un punto de vista práctico y realista; la Patria tiene que salvarse en alguna

forma y tendrá que conseguirse en lo que resta del período de nuestro actual presidente.

Después....será más difícil lograrlo porque es bien probable que tengamos que asistir a la

propia disolución de la República.

“17. Comunismo internacional.

“Razones. El partido comunista está proscrito en Colombia. La Iglesia, el estado y el pueblo

en general abominan sus doctrinas, temen sus sistemas de lucha y no olvidan las heridas y

males de todo orden que su acción ha causado. Sin embargo, y a pesar de esta repudiación, sus

actividades siguen en creciente aumento, estimulando huelgas, paros, desórdenes;

distribuyendo propaganda, adiestrando nuevos conscriptos, instruyendo guerrillas, fomentando

el descontento, estimulando la subversión y en suma, saboteando la democracia. No obstante,

se precisa un fenómeno inexplicable y hasta curioso. El comunismo opera en Colombia a sus

anchas, pues no existe disposición, orden ni criterio oficial que señale exactamente qué
265

procedimiento debe seguirse para combatirlo; bastaría averiguar cuántos agitadores y

creadores del desorden están en la cárcel o han sido sentenciados y se precisará posiblemente

que ninguno. Un liberal o un conservador en cambio viva a su partido o lanza abajos a su

adversario y es llevado por esto ante la autoridad y sancionado. La democracia colombiana no

está defendiendo este aspecto y anda en cambio descuidada, entregada solamente a sus

rencillas domésticas, divididos y en cierta forma anarquizados por partidos que dicen

sustentarla y defenderla, mientras el comunismo avanza con pasos seguros. ¿Cuándo podría

empezarse a retener o prohibir las estanterías repletas de libros de Marx y de Lenin que se

hallan levantadas sobre los andenes de la propia calle real de la capital de la república?.

Condenar y tolerar el comunismo no son ciertamente palabras sinónimas.

“18. Comités de orientación y educación ciudadana.

“Razones. A más de la acción conjunta de los dirigentes políticos que ha pedido a los

directorios nacionales de los partidos el señor ministro de gobierno, sería de gran provecho la

formación de comités municipales que se encargaran de una persistente, planificada y bien

orientada campaña de educación ciudadana, integrados tales comités por gentes respetables de

ambos partidos que gocen del aprecio general de los vecinos y cuenten a la vez con

capacidades intelectuales aprovechables. Los trabajos de divulgación y métodos de

propaganda (prensa, radio, vehículos, altavoces, conferencias públicas, hojas volantes,

agasajos populares para labores de acercamiento y adoctrinamiento, etc), podrían depender de

un comité central que, con prestantes figuras del mundo intelectual, funcionaría en la capital

de la república, de donde saldría la literatura y métodos de acción, en coordinación con

comités seccionales que funcionarían en cada capital de departamento y de los cuales

dependerían los organismos municipales. Nadie podría negar que el pueblo colombiano
266

incurre en muchos errores por ignorancia, siendo la causal el abandono de los dirigentes y

también porque no se utiliza a plenitud la inteligencia de un gran número de preparados

compatriotas que, a título gratuito, jamás se negarían a colaborar en una campaña de salvación

nacional. Los abogados, médicos, ingenieros, literatos y versados, están por ahora dedicados a

explotar sus profesiones, pero son en su gran mayoría valores ociosos que no aportan nada a

favor de la cultura del pueblo porque no se les ha exigido. Estos comités culturales deberían

estatuirse en todos los municipios de Colombia como organismo legal permanente, aún en

épocas normales. La iniciativa del señor ministro de gobierno es plausible y dará seguramente

buenos resultados, pero puede también ocurrir que éstos sean simplemente transitorios y tenga

que esperarse a nuevos y más graves hechos de violencia que los señores de la política vuelvan

a interesarse por estos menesteres.

“Los comités permanentes de orientación y reeducación ciudadana, tendrían por finalidad

restablecer y también enseñar a las últimas generaciones el código de la moral y buenas

costumbres. El organismo central de divulgación cultural, dependería de una entidad de

superior categoría que se propone a continuación como último punto de este trabajo.

“Como lo anotaba en la introducción de este trabajo, deseo repetir y a la vez encarecer, que se

tengan estas sugerencias como una inquietud altamente patriótica, inspiradas en el afán muy

sincero de aportar algo para conjurar el desorden y con un inmenso deseo de acertar y ser útil

al gobierno, como también a todos mis antiguos superiores compañeros y subalternos”.


267

(Fuente: Jorge Alfonso Galeano Gómez, “Sugerencias sobre medidas de orden público”.

Archivo de la Presidencia de la República. Secretaría General, Ministerio de agricultura, caja

N° 4, 10 folios, enero de 1961).

Este documento muestra perfectamente la ideología archi fascista que anidaba en el seno de

las fuerzas armadas estatales en estas épocas de la década de los sesentas, encaminada a la más

feroz represión armada del pueblo colombiano y en férrea defensa de los intereses de la clase

burguesa dirigente, guerra en la cual las fuerzas armadas estatales no ponían sino los muertos

al igual que el humilde pueblo del que provenían.

Estas “Sugerencias sobre medidas de orden público” constituyen, como puede verse, el

fundamento ideológico-legal del renacimiento del paramilitarismo en la década de los años

sesenta, que habría de perdurar hasta los años ochentas, en que vino otra oleada mercenaria

aún peor que la anterior. Se recomienda que los altos oficiales de las fuerzas armadas asuman

el control directo del gobierno en las zonas afectadas por la violencia, esto es, instaurar un

gobierno militar en la mayor parte del país, con completa autonomía del estado “civil-legal”.

En el punto 4 se propone la radical militarización de las zonas “afectadas por la violencia”; en

el punto 9, se insiste en el nombramiento de alcaldes militares; pero especialmente el punto

11, habla del “adiestramiento de los campesinos para la defensa”, señalando que el ejército y

la policía deben organizar, armar, entrenar y dirigir grupos de campesinos armados para que se

enfrenten “a los bandoleros”, esto es, formar grupos paramilitares “legales” contra el pueblo.

El punto 12 propone censura de prensa para filtrar y callar las noticias referentes al orden

público; el punto 15 exigue una reforma al código penal que castigue el encubrimiento,

complicidad, falso testimonio, auxiliadores de los bandoleros, etc. Repasese atentamente la


268

ideología esgrimida en el punto 17, titulado, “Comunismo internacional”, donde se observa el

odio sectario hacia determinado partido político.

Con semejante marco ideológico archi-fascista, ¿Qué podría esperarse del futuro?. Pues

precisamente lo que ocurrió a partir del año 1964: el recrudecimiento de la violencia, la

continuación de una guerra civil del estado contra el pueblo; un aumento de sed de sangre y de

odio entre los mismos colombianos.

La Guerra Civil desde 1 9 6 4

El 27 de mayo de 1964, con la famosa Operación Marquetalia, se inician los últimos cincuenta

años de violencia en Colombia, originándose allí el posterior surgimiento del grupo guerrillero

más antiguo y más grande que se haya conocido al menos en todo el continente
269

latinoamericano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, cuyos orígenes

los relata Carlos Arango en su libro “FARC. Veinte años. Ediciones Aurora. Bogotá. 1985, a

través de relatos directos de los mismos combatientes y dirigentes que vivieron personalmente

estos momentos sangrientos del país, como Jacobo Arenas, Manuel Marulanda Vélez, Jaime

Guaracas, Isauro Yosa y otros.

Relata así Jaime Guaraca la inicial formación de Marquetalia (op.cit.pag.146-147) :

“Ya en 1955 sale Charro Negro ( Jacobo Prias Alape) a echar las bases para la fundación de

Marquetalia. La región se llamaba El Támaro. Era un sector selvático y a la vez estratégico

para la defensa de miles de familias que se refugiaron durante toda la etapa de la violencia.

Entonces cuando se funda allí el comando guerrillero, es cuando el propio Charro Negro le da

el nombre de Marquetalia. Comienza un desarrollo importante de la zona y a la vuelta de un

año Marquetalia se convierte ya en el comando superior de una importante organización

guerrillera que tenía gente de Chaparral, Natagaima y el Quindio. De todas partes llegaban a

pedir ingreso y entonces se convirtió en un movimiento supremamente grande…..”.

Continúaasí el relato de Jaime Guaraca (op.cit. pag. 155 y ss):

“El 18 de mayo de 1964 los mandos militares dan a conocer públicamente la iniciación oficial

de la Operación Marquetalia, en la cual participarán dieciséis mil (16.000) soldados

fuertemente armados y equipados con toda la dotación (….) El 27 de mayo de 1964 se

produce el primer combate. Estuvo comandado, por parte de la resistencia, por Jaime Guaraca,

pero también participaron en la dirección David González y Darío Lozano. Era apenas un

pequeño grupo de ocho combatientes. Con esa acción comenzó la operación Marquetalia.

Después de eso siguieron muchos otros comandados ya por Guaraca, ya por Isaías Pardo, ya
270

por el propio Marulanda Vélez. Ya se trataba de una guerrilla móvil. No se dormía, si era que

se podía dormir en una situación en una situación como esa, en una sola parte, sino que se

cambiaba cada noche de sitio. Las hostilidades eran minuto a minuto. El ejército intentaba

avanzar y los guerrilleros se lo impedían, le cerraban el paso porque aún tenían el dominio del

terreno. Frente a esa circunstancia, el ejército optó por la aviación, pues en las peleas en tierra

perdían unidades y armas en cantidades importantes. Entonces sometieron la región a un

intenso bombardeo y ametrallamiento aerotransportado. Fue así como logró el ejército ocupar

Marquetalia. Participaron siete aviones caza-bombarderos, varios a reacción y otro gigantesco

que los guerrilleros le dieron el nombre de “el marrano” por su gran parecido con un cerdo.

Durante esta operación los guerrilleros ocasionaron grandes bajas al ejército, mientras que

aquellos solo perdieron al combatiente Luis Salgado, por un acto de indisciplina de otro

guerrillero que dio una contraorden y a Georgina de Ortiz, cuando ya estaban los campesinos

en retirada….”(op.cit.pag.146-147).

En la misma obra “FARC.Veinte Años.” Se encuentra el relato de Jacobo Arenas, así:

“Entonces los mandos militares diseñaron los planes de agresión contra esas regiones

agrarias, entre ellas Marquetalia. Allí estaban Isauro Yosa, Manuel Marulanda velez, Jacobo

Prias Alape, Ciro Trujillo y muchos otros dirigentes campesinos. Y ya se sabía que Manuel

Marulanda, Ciro Trujillo, Rigoberto Losada y otros provenían de los comandos guerrilleros

del sur del Tolima y entonces lo lógico era que los reaccionarios se imaginaran que estos

compañeros estaban organizando guerrillas.

“Entonces vino la agresión denominada Operación Marquetalia con un operativo de dieciséis

mil (16.000) soldados del ejército para un área donde los dieciséis mil hombres no cabían ni
271

parados, porque Marquetalia es un pequeño vallecito y la operación o mejor dicho, la agresión

era para todas las áreas adyacentes a Marquetalia. Entonces comenzó la pelea de dieciséis mil

soldados contra cuarenta y dos (42) campesinos que no eran guerrilleros sino labriegos que

querían vivir en paz con sus mujeres y sus hijos. Pero ante la agresión tuvieron que levantarse

para defenderse y entonces se convirtieron, ahí sí, en guerrilla móvil al mando de Manuel

Marulanda Vélez. Yo llegue a Marquetalia junto con Hernando González Acosta. Nos

reunimos con los jefes de la resistencia. Les dijimos que la agresión venía para encima y les

dijimos además cuantos soldados eran los que iban a atacar y Marulanda dijo: “Pues aquí

estamos. Y no es malo que vengan bastantes porque entre más vengan, más blanco dan”.

“La operación la fijaron los mandos para el catorce de mayo pero en realidad el primer

combate solo tuvo lugar el veintisiete de mayo. Ese fue el comienzo de esta pelea que se

prolonga ya casi por veinte años. El ejército tuvo que contar muchas bajas en sus filas y

nosotros solo perdimos al compañero Luis Salgado en Marquetalia y a la compañera Georgina

de Ortiz cuando ya íbamos en retirada. Hacía falta mucha gente para que empuñara todas las

armas que le íbamos quitando al enemigo. Después una parte de nosotros nos trasladamos a

Riochiquito. Allá no había movimiento guerrillero sino movimiento agrario y de autodefensa

también. Entonces nosotros nos fuimos ahí si a organizar la guerrilla allá, porque pensábamos

que había llegado el momento de ampliar la lucha ya que la situación nos la habían puesto

delicada los militares con su agresión. Se viene también la agresión contra Riochiquito. El de

allí era un movimiento fundamentalmente indígena. Al calor de la lucha de Marquetalia

surgieron entonces otros grupos guerrilleros, entre ellos El Pato, Riochiquito, Natagaima,

Coyaima y Purificación. Entonces fue cuando celebramos con todos estos grupos la Primera
272

Conferencia de Farc. No se llamaba Farc, no teníamos todavía la idea de Farc, sino que se le

llamó, Primera Conferencia del Bloque Sur, no del Tolima, sino del sur del país. …” (op. cit).

Más adelante en la misma obra citada, sobre por qué se dio el nombre de FARC al grupo

nacional guerrillero, por qué y para qué fueron creadas, lo explica el mismo Manuel

Marulanda Vélez en los siguientes términos:

“Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron creadas con el propósito de luchar

por la toma del poder para el pueblo, con el propósito de constituirnos en ejército del pueblo

en contraposición al ejército que está al servicio de la burguesía, de las clases explotadoras. Y

le pusimos ese nombre porque es el que se ajusta más a sus objetivos y principios, a los

intereses de la clase que defiende y porque, además, había que ponerle un nombre para

diferenciarnos de otras organizaciones revolucionarias que tienen también sus

denominaciones. En la Conferencia constitutiva de las FARC fue aprobado un programa de

lucha…..”.(op. cit).

Sobre la Operación Marquetalia se recomienda también, consultar el libro de Alfredo Molano,

titulado, “A Lomo de Mula”, publicado por Aguilar Ediciones en 2016, en el cual se relata

verazmente cómo fue la mencionada operación, así como los sucesos posteriores relativos a

las agresiones armadas del estado en contra de otras regiones agrarias pacificas como Pato,

Riochiquito y Guayabero, aclarando que la verdadera fecha en que se fundan las Farc fue entre

el 25 de abril y el 5 de mayo de 1966, durante la Segunda Conferencia del Bloque Sur.

Vale la pena trascribir algunos de los titulares de prensa del diario “El Tiempo” de 1964,

referentes a las Operación Marquetalia:

“Comienza Plan de Marquetalia.” Mayo 18, p. 1.13.


273

“La operación Marquetalia, no hay invasión militar: Ruiz.”. Mayo 20, p.1-6.

“El ejército de Estados Unidos ha cooperado con el colombiano”. Mayo 21, p.16.

“Las “Repúblicas Independientes”, Richard hace su voluntad en El Pato”. Mayo 30, p.1-6.

“La operación Marquetalia debe generalizarse en todo el Tolima”. Junio 2, p. 25.

“Final de las “repúblicas independientes”. Dominada Marquetalia.”. Junio 15, p.1-13.

“Activa la persecución contra “Tirofijo”. Junio 16. P. 28.

“Se estrecha el cerco”. Junio 17, p.7.

“Más tropa llegará a Marquetalia, dice el comandante de la brigada”. Junio 20,p.1-14.

Alape (1998) relata así la operación Marquetalia de 1964:

“Marquetalia antes se conocía como El Támaro, una finca de propiedad de un señor Bonilla,

que por la violencia la abandonó en los años cincuenta, una hacienda profunda, metida en la

montaña, con fincas vecinas, lejos unas de otras. Después de fundados los comandos de

Riochiquito y el Símbola en el Cauca, en reunión de la dirección de la guerrilla, se acordó

crear un nuevo comando en la zona de Marquetalia. El nombre de Marquetalia lo puso Charro

Negro, él fue quien recogió los primeros hombres, reclutó nuevos combatientes, se instaló con

familias en la región de El Támaro, en el año 1955.(……….)”.

“El ejército decidió crear y estimular una banda de Pájaros bien pagados, equipados y armados

y asesorados por oficiales, con el objeto de que fueran eliminando individualmente a los

dirigentes de Marquetalia (….). Un ejército armado hasta los dientes, con todos los recursos

humanos y técnicos organizando una guerra, la guerra en todo sentido, contra un grupo de
274

hombres sumamente reducidos, acusados por el delito de pensar distinto al establecimiento

(…..)” (op. cit).

Entre tanto, algunos titulares del periódico “Voz Proletaria”:

“Manuel Marulanda no es un bandolero”. Junio 11 p.7.

“La toma militar de Marquetalia”, junio 18, p.4.

“Monstruoso genocidio se adelanta en El Pato”. Mayo 6, p.9.---

“El 14 de mayo de 1964 no hubo choque, sobre la región una atmósfera cargada de plomo; el

15, el silencio se ha aposentado sobre los pliegues de la cordillera; el 16, el cielo descubierto

es un profuso azul de quietud; el 17, el cielo con señales de atormentarse; el 18, la respiración

cortada de hombres confundidos en los sitios de espera; el 25, los dedos sudorosos sobre los

gatillos de viejos fusiles; el 27 de produjo el primer combate, en un sitio llamado “La Suiza”, a

mano derecha de Gaitania, un poco más abajo del filo conocido como el filo de los socorreños,

sobre la margen que seguía el camino de los indígenas y al otro lado, estaban los colonos de

Marquetalia. Ese combate me tocó dirigirlo a mí. Yo estaba con David González y Darió

Lozano. En ese combate el ejército se desplegó aplicando nuevas técnicas para tomar el filo

arriba de La Suiza, filo de donde dirigieron cuidadosamente el avance. En ese combate se

recogieron los tres primeros fusiles, recuerda Jaime Guaracas. Se había distribuido la tropa en

pequeños grupos. En el sitio no había sino quince hombres, “No estaba claro aún la

concepción de la guerrilla móvil. Dominaba en ese sentido, al comienzo de la operación, la

concepción de las avanzadas compuestas por 5 o 7 hombres. Esas avanzadas fueron

adquiriendo un carácter distinto en el propio proceso de confrontación”, precisa Jacobo

Arenas. Es la antigua experiencia que venía del Sur del Tolima, recurrente en la táctica de la
275

emboscada. Un grupo espera, entra la tropa y viene el combate. La característica determinante,

es decir, el movimiento no tiene un carácter ofensivo que va en busca del enemigo, que ubica

a sus hombres, que asalta la tropa.

“En un sitio llamado “El Infierno”, la guerrilla se había distribuido en una especie de cortina,

cuatro o cinco guerrilleros se comunicaban sin dificultad, metidos en la emboscada. La tropa

aprovecha la tarde de neblina densa para colocarse en la mitad del sitio emboscado por la

guerrilla. Jaime Guaracas estaba orinando, al regresar a la trinchera vio por debajo de la

neblina algo parecido al humo. Le informó a Isaías Pardo, el comandante del grupo y le

preguntó si había ordenado prender fuego en esa parte del monte. Isaías dijo que no. Envió a

Pajarito a investigar de qué se trataba y Pajarito volvió con la noticia de que el ejército estaba

en la mitad del grupo. La niebla corría como a empujones por lo densa. Isaías Pardo ordenó

retirarse para que transcurriera la noche y no fueran localizados. El mismo Isaías aprovechó

que la niebla no había escapado y a las seis de la mañana, se fue con cinco guerrilleros y le

dieron una sorpresa mayúscula a la tropa. Isaías Pardo lanzó granadas y los guerrilleros

abrieron fuego abierto.

“Arriba de La Suiza, por la margen izquierda del río Atá, se intensifican los combates. El 3 de

junio por la radio escucharon la noticia de un oficial muerto y varios soldados heridos. El 5 de

junio, por indisciplina de un guerrillero, empujado quizá por el miedo, dio una contra orden y

tuvieron el primer contra tiempo. Por su culpa, la guerrilla hizo un desplazamiento

equivocado, lo que permitió que Luis Salgado, un guerrillero, diera blanco a una emboscada

tendida por el ejército. Salgado se batió hasta que una bomba “piña” le despedazó la cabeza.

Ese día, vieron varios aviones de observación. Una emisora, anuncio la inminencia de

bombardeos y el desembarco de paracaidistas sobre la región.


276

“El 6 de junio, a las nueve de la mañana, se sorprendieron al escuchar un vozarrón que salía

entre las nubes. Localizaron la voz cuando descubrieron a lo lejos, un helicóptero que llevaba

suspendido un potente altoparlante y la voz hacía llamamientos a la población civil,

semejantes a los contenidos en las miles de hojas volantes que habían lanzado sobre la región;

la voz que volaba entre las nubes, anunciaba la proximidad de la caída de los dirigentes y de

los efectivos del movimiento armado. El domingo 7 de junio se produjeron varias

escaramuzas, cañón arriba del río Atá. “Dos aviones de observación realizaron cinco vuelos

para efectos de aerofotografía y filmación. El 13 fue un día intenso en la observación y el

reconocimiento aéreo. El sábado 14 de junio, a las 8:05 de la mañana, los filos colindantes del

altiplano de Marquetalia, sobre puntos analizados por la observación aérea, fueron

bombardeados con proyectiles cohetes. Cada filo fue objeto de 30 proyectiles de alto poder; 8

proyectiles cayeron en el pequeño altiplano, muy cerca del poblado y 15 sobre un pequeño

terraplén donde era visible un portón de madera. El bombardeo iba acompañado de fuero

aéreo de ametralladoras punto 50. Diez minutos después, seis helicópteros dieron comienzo al

desembarco de tropas. Once aparatos sobrevolaban la región en apoyo del desembarco.

Ochocientos hombres ocuparon los dos filos en 55 minutos e iniciaron el dominio del altiplano

enlazándose con las tropas que avanzaban por tierra y consolidaban posiciones cañón arriba

del Atá”, recuerda Jacobo Arenas. El ejército había cumplido la fase de la ocupación del

poblado de Marquetalia. Apenas comenzaba la resistencia.(….) Marquetalia había sido

copada, no quedaba sino el Alto Trilleras y una que otra finca, donde no había llegado la tropa

oficial.(….). Tres días después aparecieron los aviones en el cielo, hicieron arabescos y en

línea, uno tras el otro, empicados como con furia, ametrallaron La Hacienda en un ataque

tremendo, lanzaron por lo menos unas setenta bombas gigantescas de 5 toneladas, bombas con
277

5 compartimentos exclusivos y un compartimento en el centro que contiene gasolina aceitosa

y lanzaron sus ataques sobre el depósito de máiz(….)”.(op. cit).

Arturo Alape relata así la muerte del campesino liberal Isaías Pardo en el combate de Alto de

Trilleras, en su citada obra “Las vidas de tirofijo” (pag.348 y ss):

“La historia que se cuenta de ese momento de su agonía, es que los soldados querían

aproximarse a él, pero desistieron, porque tenía suficientes granadas, suficiente parque, él no

permitiría que se le acercaran. Se sabe que le dieron un fuerte ataque de granadas y lo

mataron; una granada cayó cerca de su cabeza y como él estaba inmóvil, porque había recibido

una ráfaga de ametralladora en el pecho y en el estómago, la gente dice que saltó maíz y frijol

del equipo que llevaba a las espaldas. La balacera lo atravesó, lo perforó y él seguía lanzando

granadas, combatía ya muriéndose y la tropa no podía llegarle para capturarlo vivo o medio

vivo o quizá más muerto que vivo; una granada le desintegró la cabeza, se la voló. “Sólo hay

dos personas que vimos por última vez a Isaías Pardo vivo, que son Darío Lozano y yo”,

recuerda cabizbajo Jaime guaracas.(….) Cuando subimos a un filito con Lozano, Isaías

todavía estaba peleando, se escuchaban los tiros de fusil de Isaías; tiro a tiro, pero tiros que

uno sentía como propios, hasta que el ejército le avanzó, cerraron fuego sobre Isaías y le

lanzaron como 7 granadas, lo remataron finalmente con una granada; cuando llegaron los

muchachos, muchos de ellos llorando, decián: Vamos a rescatarlo, vamos, si nos matan que

nos maten pero lo sacamos, pero era imposible, ya el ejército se había apoderado del sitio (….)

Después de conocer la dolorosa noticia de la muerte de Isaías Pardo, el Estado Mayor que

estaba en Riochiquito organizó y celebró la Conferencia del Bloque Sur, antecedente orgánico

de lo que serían las Farc y consideró que la guerrilla en Marquetalia haría unos cuantos

combates más y más tarde, debía retirarse para un período de descanso. Se decidió que la
278

presencia de Marulanda en Marquetalia era necesaria, que tenía una significación inmensa. El

se trasladó con otro grupo de combatientes hacia la región para reforzar el núcleo guerrillero

que aún continuaba combatiendo (…..)”. (op. cit).

Otro gran combatiente, estudiante de derecho de la Libre de la Universidad de Bogotá, que

cayó en Marquetalia, en el combate del filo de los inocentes, fue Hernando Gonzalez Acosta.

Su muerte la relató así Jacobo Arenas en su Diario de la resistencia en Marquetalia:

“En Mazamorra preguntamos por Hernando González. Nos respondieron que se había

despedido de los camarógrafos franceses y había salido con un grupo de compañeros para

Ríochiquito, en busca nuestra. A las 15:00 se oyó un tiroteo en el filo de Los Inocentes. Eran

las tropas oficiales que habían emboscado a Hernando y sus compañeros. Los muchachos que

le acompañaban pudieron salvarse. Hernando cayó. Sin duda, los soldados apuntaron sobre él

sus armas automáticas, pues el camino estaba descubierto; los muchachos avanzaron por lo

menos cincuenta metros hacia la emboscada, al descubierto. La muerte del querido dirigente

de la Juventud Comunista nos dejó atónitos. Ningún otro muchacho de la ciudad, hasta

entonces, se había adaptado tanto a la vida con los guerrilleros como él. En la guerrilla tuvo el

nombre de Leovigildo Rodríguez. Aunque había sido comisionado para cumplir labores de

educación política entre los campesinos, prontamente aprendió el arte de la guerra y se ganó la

amistad y la admiración de todos sus compañeros, repitiendo en el campo lo que había sido en

la ciudad, al frente del movimiento estudiantil y juvenil. Hernando tenía apenas 24 años. En

llamamiento lanzado por nuestro movimiento armado días después decíamos: "Este

comandante de guerrillas, estudiante de la Universidad Libre, hace año y medio vino a

acompañarnos enviado por el Comité Central de la Juventud Comunista, de la cual era


279

miembro destacado. . . Nuestro comandante cayó en una emboscada enemiga a la que opuso

todo el valor y el coraje que le caracterizó en sus acciones guerrilleras. Cuando vio en peligro

de ser eliminada su guerrilla, se lanzó adelante para cubrir con el fuego de su arma automática

la retirada de la guerrilla hacia posiciones favorables. Con este acto heroico se llena de gloria

el estudiantado de nuestro país, a quien dirigió desde estas tierras de la resistencia muchas

proclamas y muchos llamamientos a la lucha frontal contra el sistema. No queremos terminar

esta carta, decíamos entonces, sin expresar a los estudiantes de nuestra patria nuestra profunda

gratitud por la solidaridad de que hemos sido objeto y solicitarles el envío de otros estudiantes

que, como Hernando González, vengan a acompañarnos, a ayudarnos con sus luces a orientar

y desarrollar esta lucha armada revolucionaria que puede transformarse en la forma principal

de lucha de nuestro pueblo contra nuestros opresores y verdugos. Compañeros estudiantes:

desde hoy el destacamento al que perteneció nuestro compañero González llevará el nombre

de Hernando Gonzalez”.

Como siempre, el gobierno de Guillermo León Valencia, no dijo que se había cometido un

crimen de lesa humanidad ni un crimen de guerra, ni siquiera un homicidio, sino que se “había

dado de baja a un peligroso bandolero para salvar la patria”. En Colombia siempre salvan la

Patria, dando de baja a peligrosos bandoleros liberales y socialistas……

Estos son los nombres de los campesinos liberales que se enfrentaron a la entonces operación

militar más grande de todo el continente, los cuales no pueden quedar en el olvido: Manuel

Marulanda Velez, Isauro Yosa, Isaías Pardo, Luis Pardo, Luis Perdomo, Andrés Perdomo,

Jaime Guaraca, Jesús Medina, Darío Lozano, Miguel Pascuas, Rigoberto Lozada, Jaime

Bustos, Luis Salgado, Germán Romero, Martín Cruz, Javier Gualteros, Campo Elias Luna,

Víctor Luna, Israel Valderrama, Baudelino José Cedeño, Gilberto “el músico”, Federico
280

Aldana, Jaime Reyes, Juanito, Alfredo, Favorito, Ciprián Alvarez, Rogelio Díaz, Pedro Ipús,

Gamboa Esquivel, Saí Esquivel, Joaquín Ospina, Reynaldo Avilés, Joaquín, José Bedoya,

Secundino Perdomo, Víctor Carrillo, Jaime García, Efraín Patilludo, Martín Ruiz, “Tarzán”,

Indalecio Ruiz, José Bernardo Ruiz, Edilberto Parra, José Colorado, Alfio Rojas, Roberto

López, Desiderio González, David González, Luis González, Honorio González, Fidel

González, Abraham García, Jesús Ortiz, Parménides Cuenca, Darío Mejía, Vidal Charry y

Germán Garzón.

Como la violencia genera más Violencia, a raíz de los hechos narrados, el 5 de mayo de

1966 se fundan las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, bajo el

gobierno de Guillermo León Valencia.

¿Y contra quién y por qué se inicia esa nueva lucha? lo explica el mismo Manuel Marulanda

Vélez en reportaje de Carlos Arango en su libro “FARC. Veinte Años. Ediciones Aurora.

Pag.100, así:

“para nosotros está claro desde que comenzamos la lucha que el enemigo principal del pueblo

colombiano es el Imperialismo Norteamericano. Y a nivel interno lo es el capital financiero,

los monopolios, los altos mandos militares que no quieren permitir que en el país haya amplias

libertades democráticas. Nuestros enemigos son todos aquellos sectores reaccionarios que no

quieren que en el país haya un proceso de cambio social, económico y político…..”. (op. cit.).

Carcabed (2011) narra el hecho:

“En Junio de 1964, Marulanda y una docena de hombres, dispersados por la acción militar, se

internaron en la selva y el 20 de julio de 1964 se reunieron para crear oficialmente el llamado

Bloque Sur, la primera insurgencia guerrillera del Partido Comunista Colombiano, de donde
281

nacerían las FARC, el 5 de mayo de 1966, la segunda conferencia del Bloque Sur oficializa la

conformación de las FARC como brazo armado del Partido Comunista…”

Continúa así el relato de quien firma como Charles Carcabed (op. Cit. Pag.44) :

“Hasta la década de 1980, las FARC crecieron de manera relativamente lenta; además de

sufrir una división por parte de Javier Delgado y Hernando Pizarro Leon Gómez, antiguos

comandantes de las FARC, formando aparte una guerrilla llamada Comando Ricardo Franco-

Frente Sur. Las FARC contaban entonces entre 1000 y 3000 hombres. En la séptima

conferencia del 4 al 14 de mayo de 1982, bajo el mando del líder político Jacobo Arenas, se

plantearon varias directrices estratégicas y se reafirmó el principio de la combinación de todas

las formas de lucha, la política y la armada.

“A partir de ese momento las FARC se nombran “Ejército del Pueblo” (FARC-EP) y se

plantea la política del desdoblamiento de frentes, con el objetivo de duplicar el número de

integrantes y se fijan fechas para una futura toma del poder en los años noventa.

Momento que relatan así Sanchez y Meertens ( op. Cit ) :

“En realidad el curso objetivo de los hechos había puesto a los bandoleros frente a un abanico

de múltiples opciones: romper con el bipartidismo; diseñar una nueva estrategia con respecto

al ejército; transformarse en guerrilla revolucionaria tomando nítidamente el lado del

campesinado; o golpear ciegamente a todos los costados; iniciar una retirada desorganizada y

anárquica; desafiar con cierto fatalismo la muerte; o pasarse al bando enemigo contra sus

antiguos compañeros. Pero los que más claridad hubieran podido tener para afrontar esta

intrincada red de posibilidades, como Chispas y Pedro Brincos, constituyeron justamente el

blanco prioritario de la persecución militar y cayeron. La mayoría de los restantes no estaban


282

ideologica o políticamente habilitados para entender la complejidad de la situación y eligieron

lo peor: antogonizar también a los campesinos, sus mas fieles protectores.

“Calificar a los bandoleros en tales condiciones de simples agentes de la reacción o de aliados

del ejército, como lo planteara el Partido Comunista en 1964 (en Voz Proletaria del 23 de

enero), precisamente en el momento en que se desencadenaba la batida final contra ellos, era

mostrar una total incomprensión del nudo de contradicciones en que éstos se debatían.(……..)

“Por eso, las disidencias tácticas de los partidos y los gamonales negociaron, sobre la base del

poder que les había dado el mismo bandolerismo, su incorporación al sistema político nacional

y desde las gobernaciones y ministerios planearon la gran cruzada de exterminio.(…..)

“De paso, este proceso pone en evidencia que el conjunto de enmiendas constitucionales que

culminan con la Reforma de 1968, no significan una cabal centralización política sino un

nuevo pacto, que implica por un lado un reconocimiento de los gamonales al poder central y

por el otro un reconocimiento por parte del poder central de una relativa autonomía a los

gamonales. Sobre esta misma línea de conciliación se inscribirían otros procesos, como el de

la reforma agraria.”

Retomando el hilo cronológico de la violencia, este Periodo de la lucha guerrillera, a

mediados de los años sesentas, la represión oficial, luchas populares y resistencia campesina

derivó ya en una lucha de clases: se cayó la máscara de la guerra civil o partidista y se

esclareció que estábamos ante una lucha de clases entre ricos y pobres, período que se inicia

con la formación del Bloque Sur, (1964), del cual más tarde saldrían las FARC, (1966),

comandadas entonces por Manuel Marulanda Vélez, Ciro Trujillo, Jacobo Arenas y Jacobo

Prias Alape, como se acaba de ver; la fundación del ELN, en 1964 con Fabio, Manuel y
283

Antonio Vásquez Castaño, Víctor Medina Morón, Ricardo Lara Parada, Jaime Arenas y el

mismo Camilo Torres; el EPL, (1967), de orientación maoísta, al frente de Francisco

Caraballo, William Calvo y Libardo Toro Mora; el M-19 (1970), de orientación

rojaspinillista inicialmente con Jaime Bateman, Carlos Toledo Plata y Carlos Pizarro entre

otros y el ERP, (1976), grupos con conciencia de clase y formación marxista leninista en

defensa de los intereses del pueblo.

Viene entonces la aparición de otro grupo guerrillero ya de clara tendencia socialista y urbana,

de origen estudiantil: el Ejército de Liberación Nacional (ELN). El 4 de julio de 1964 en la

vereda La Fortuna, Municipio de San Vicente de Chucuri (Santander), siendo su primer jefe

Fabio Vásquez Castaño, quien había participado en el grupo de resistencia Cubana de defensa

contra la invasión norteamericana de Bahía cochinos. Así, el 7 de enero de 1965, el nuevo

grupo guerrillero realiza su primer incursión armada con la que se da a conocer públicamente:

la toma de Simacota (Santander). Luego vino la toma a Papayal el 3 de febrero del mismo

1965. El 9 de marzo de 1966, el ELN asalta el tren pagador en Las Montoyas (Santander),

ataque que es filmado por un periodista mejicano, quien lo difunde al mundo.

Por constituir un documento histórico, se trascribe el Manifiesto de Simacota publicado

clandestinamente por el ELN después de la toma de Simacota:

“La violencia reaccionaria desatada por los diversos gobiernos oligarcas y continuada por el

corrompido régimen Valencia- Ruiz Novoa- Lleras, ha sido un arma poderosa para sofocar el

movimiento campesino revolucionario, ha sido una poderosa arma de dominación en los

últimos quince años.


284

“La educación se encuentra en manos de negociantes que se enriquecen con la ignorancia en

que mantienen a nuestros pueblos.

“La tierra es explotada por campesinos que no tienen dónde caerse muertos y que acaban sus

energías y las de su familia en beneficio de los oligarcas que viven en las ciudades como

reyes.

“Los obreros trabajan por jornales de hambre, sometidos a la miseria y humillaciones de las

grandes empresas extranjeras y nacionales.

“Los intelectuales y profesionales jóvenes demócratas se ven cercados y están en el dilema de

entregarse a la clase dominante o perecer.

“Los pequeños y medianos productores, tanto del campo como de la ciudad, ven arruinadas

sus economías ante la cruel competencia y acaparamiento de los créditos por parte del capital

extranjero y de sus secuaces vendepatrias.

“Las riquezas de todo el pueblo colombiano son saqueadas por los imperialistas

norteamericanos.

“Pero nuestro pueblo, que ha sentido sobre sus espaldas el látigo de la explotación, de la

miseria, de la violencia reaccionaria, se levanta y está en pie de lucha. La lucha revolucionaria

es el único camino de todo el pueblo para derrocar el actual gobierno de engaño y de

violencia.

“Nosotros que agrupamos el Ejército de Liberación Nacional nos encontramos en la lucha por

la liberación nacional de Colombia.


285

“El pueblo liberal y el pueblo conservador harán frente juntos para derrocar la oligarquía de

ambos partidos.

“Viva la unidad de los campesinos, obreros, estudiantes, profesionales y gentes honradas que

desean hacer de Colombia una patria para los colombianos honestos.

“Liberación o Muerte!. Ejército de Liberación Nacional.

Frente José Antonio Galán…..”

Ricardo Lara Parada, uno de los fundadores del ELN narra así los inicios de tal organización

en entrevista a la revista Tropicos N° 3 :

“El día 11 de noviembre de 1962 tiene lugar una reunión memorable en La Habana. Ese día

dimos por construida la Brigada pro-liberación José Antonio Galán. Aquí en Colombia,

cuando aparece la organización con la toma de Simacota ya el nombre era ELN.

“Yo fui el último en llegar a Colombia, en enero de 1964. Fabio regresó a Cuba y me dijo que

teníamos un grave problema. Al grupo de los diez se suman dos “cubanos” – Juan Martín y

otro hermano de Antonio Larrota- que aparecen como cubanos. Dicen que se vienen con

nosotros, a nivel de base. Cuando se vienen todos, aquí descubren que no solo son

colombianos sino que pertenecen al MOEC. Lo que querían era meternos al MOEC cuando

nosotros pensábamos en un trabajo independiente, sentando línea de unidad revolucionaria.

(…..)“El ELN nació por analogía de situaciones entre Cuba y Colombia, así como la

concepción de la guerra foquista. Nosotros fuimos unilaterales, obviamente. Han pasado 18

años desde entonces. Los hechos han demostrado que estábamos equivocados. Hoy debemos

revisar seriamente esas posiciones. Es cierto que cuando el pueblo se incorpora masivamente
286

al proceso que Fidel dirigía, la bota militar de Batista no era cualquier cosa parecida. Era una

dictadura similar a la de Pinochet y Videla. …” (op. cit).

Al respecto Casas (1987) anota:

“Pero el hecho concreto es que la guerrilla de nuevo tipo hace su aparición y lo que nos

interesa, en este momento, es su existencia en el proceso de las luchas populares elevadas a

otros niveles. Y para el instante histórico esa guerrilla ya no es de tipo liberal, así tenga en su

seno algo, pero no predominante de esa ideología. Sus integrantes venían de familias

liberales, pero su accionar ya no se hace dentro de los marcos partidistas de ese tipo….”(po.

Cit. pag.173).

Ricardo Lara Parada es citado en la misma obra hablando del origen de Fabio Vásquez

Castaño así (op.cit.pag. 174 ):

“Fabio desciende de campesinos, él y su familia, víctimas de la violencia, tienen que

abandonar el campo. Se va para Pereira. Fabio se emplea en un banco. Antonio hace un curso

de contabilidad y Manuel estudios en la Universidad Libre en Bogotá. (es abogado). Fabio no

había participado en luchas políticas. Me dice que solo conoce la historia reciente de la

violencia bipartidista. Que él la sintió en carne propia; que luego tuvo contacto con

campesinos de la zona….”

Continúa así Ulises Casas su relato:

“Lo que caracteriza estos primeros pasos de la guerrilla revolucionaria es su composición

humana: sus dirigentes o jefes pertenecen a los sectores de la llamada Pequeña Burguesía; son

de la misma extracción social de la cual procedían los que formaron el Movimiento 26 de


287

Julio en Cuba. Ya vimos quién era Fabio Vásquez Castaño y sus hermanos guerrilleros; lo

mismo se puede afirmar de Antonio Larreta y su hermano, de Robinson Jiménez, Armando

Valenzuela Ruiz, Efraín García y demás dirigentes del MOEC; de Gloria Gaitán y su esposo

Luis Emiro Valencia se puede decir igual concepto. (……) La influencia de la Revolución

Cubana sigue penetrando entre las masas y viene a nuestra historia otro personaje parecido a

Bayer; Federico Arango Fonnegra, descendiente de influyentes y poderosas familias de

Bogotá, se instala con hombres que habían pertenecido a las guerrillas liberales en el

Territorio Vásquez. Pero Federico era un hombre idealista, un hombre de universidad que

impulsado por la emotividad creyó que abrir un frente guerrillero era cuestión fácil. Sus

guerrilleros habían pertenecido, algunos a la guerrilla comandada por “Sangrenegra” y otros a

las guerrillas del Tolima. Entablado un enfrentamiento con el ejército por el rescate de un rico

hacendado, Federico se entrega y ya desarmado es asesinado.

“En esa forma van desapareciendo estos primeros brotes foquistas guerrilleros, motivados por

ese ideal libertario de la juventud moderna, honesta y humanista. (….) De los intentos

foqusitas el que ha perdurado es el del ELN. Esta organización ha tenido una mayor

proyección por haber sido la que albergó al sacerdote Camilo Torres Restrepo, dirigente de

masas en momentos en los cuales los partidos políticos tradicionales ya eran repudiados por

ellas. Camilo, con su ejemplo logra interesar a los sectores más progresistas de la juventud y

de más masas populares en la lucha revolucionaria dando un caráctermás estable a la

organización….”

Camilo Torres Restrepo es hijo de eminentes figuras de la clase burguesa de Colombia, hijo de

Calixto Torres Umaña e Isabel Restrepo, clase alta privilegiada, quien se dedica al sacerdocio

y viaja a Lovaina a estudiar sociología en Europa, regresando influido por ideas progresistas,
288

es nombrado capellán de la Universidad Nacional y se impresiona ante el descubrimiento de la

situación de hambre, miseria y explotación que sufre el pueblo colombiano a manos de su

burguesía dirigente entronizada en el poder, lo que lo lleva a rebelarse ante la injusticia y

abrazar ideas de cambio y justicia social con prudente tinte socialista.

Así en 1965 funda un movimiento político propio llamado Frente Unido, hecho así relatado

por Broderick (2005) :

“La acogida masiva que tuvo el Frente Unido se debió a la carismática imagen de su director,

Camilo y no a sus méritos intrínsecos. A pesar de la mejor voluntad puesta por Israel Arjona,

el periódico era un auténtico batiburrillo. Estaba montado como una especie de crucigrama

irregular, y únicamente el lector más perseverante era capaz de seguir sus artículos que

saltaban de una columna a otra y de una página a la siguiente. Gran parte de los trabajos eran

muy difíciles de entender. A parte de los artículos de Camilo, “Por qué no voy a las

elecciones” (que comenzaba en la primera página y terminaba en la última) y “Mensaje a los

cristianos” en la página 3, el resto estaba escrito en una prosa pesada y abstracta…..” (op. cit.

Pag. 357).

En un discurso ante el Consejo Nacional de la Federación Universitaria Nacional FUN en

Bogotá, el 17 de octubre de 1965, Camilo Torres habló así: (o. Cit. Pag. 373) :

“Estamos en una coyuntura revolucionaria, están cerrados todos los caminos legales, por

cuanto la oligarquía está dispuesta a librar una guerra a muerte contra nuestro pueblo. De ahí

que debemos organizarnos para una lucha encarnizada contra el enemigo y para atacar el

sistema utilizando formas superiores de lucha.


289

“Debemos comprometernos de tiempo completo con nuestra vida, con nuestra sangre, con

nuestros sacrificios y con nuestro trabajo en esta prolongada y difícil lucha por la definitiva

liberación de nuestra patria. Todo cuanto constituya un obstáculo para la lucha revolucionaria

– nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestro bienestar, aun nuestra propia familia- es necesario

abandonarlo para entregarnos de lleno a la lucha por la toma del poder hasta la muerte”.

Camilo Torres Restrepo, ya convertido en un reconocido dirigente revolucionario a nivel

nacional, decide ingresar a las filas del Ejército de Liberación Nacional, ELN y desde las

selvas de Santander lanza una proclama que se publica clandestinamente y que por constituir

un documento histórico en el estudio de la violencia en Colombia se trascribe en su totalidad a

continuación:

“Colombianos :

“Durante muchos años los pobres de nuestra patria han esperado la voz de combate para

lanzarse a la lucha final contra la oligarquía.

“En aquellos momentos en los que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la clase

dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo, apaciguarlo con

nuevas fórmulas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el pueblo y el bienestar

para la casta privilegiada.

“Cuando el pueblo pedía un jefe y lo encontró en Jorge Eliecer Gaitán, la oligarquía lo mató.

Cuando el pueblo pedía paz, la oligarquía sembró el país de violencia. Cuando el pueblo ya no

resistíamás violencia y organizó las guerrillas para tomarse el poder, la oligarquía intentó el

golpe militar para que las guerrillas, engañadas, se entregaran. Cuando pedía democracia se le
290

volvió a engañar con un plebiscito y un Frente Nacional que le imponían la dictadura de la

oligarquía.

“Ahora el pueblo ya no creerá nunca más. El pueblo no cree en las elecciones. El pueblo sabe

que las vías legales están agotadas. El pueblo sabe que no queda sino la vía armada. El pueblo

está desesperado y resuelto a jugarse la vida para que la próxima generación de colombianos

no sea de esclavos. Para que los hijos de los que ahora quieren dar su vida tengan educación,

techo, comida, vestido y, sobretodo, dignidad. Para que los futuros colombianos puedan tener

una patria propia, independiente del poderío norteamericano.

“Todo revolucionario sincero tiene que reconocer la vía armada como la única que queda. Sin

embargo, el pueblo espera que los jefes, con su ejemplo y con su presencia, den la voz de

combate.

“Yo quiero decirle al pueblo colombiano que este es el momento. Que no le he traicionado.

Que he recorrido las plazas de los pueblos y ciudades caminando por la unidad y la

organización de la clase popular para la toma del poder. Que he pedido que nos entreguemos

por estos objetivos hasta la muerte.

“Ya todo está preparado. La oligarquía quiere organizar otra comedia de elecciones; con

candidatos que renuncian y vuelven a aceptar; con comités bipartidistas; con movimientos de

renovación a base de ideas y de personas que no solo son viejas sino que han traicionado al

pueblo. ¿Qué más esperamos, colombianos?

“Yo me he incorporado a la lucha armada. Desde las montañas colombianas pienso seguir la

lucha con las armas en la mano, hasta conquistar el poder para el pueblo. Me he incorporado al

Ejército de Liberación Nacional porque en él encontré los mismos ideales del Frente Unido.
291

Encontré el deseo y la realización de una unidad por la base, la base campesina, sin diferencias

religiosas ni de partidos tradicionalistas. Sin ningún ánimo de combatir a los elementos

revolucionarios de cualquier sector, movimiento o partido. Sin caudillismos. Que busca liberar

al pueblo de la explotación, de las oligarquías y del imperialismo. Que no depondrá las armas

mientras el poder no esté totalmente en manos el pueblo. Que en sus objetivos acepta la

plataforma del Frente Unido.

“Todos los colombianos patriotas debemos ponernos en pie de guerra. Poco a poco irán

surgiendo jefes guerrilleros experimentados en todos los rincones del país. Mientras tanto

debemos estar alerta. Debemos recoger armas y municiones. Buscar entrenamiento guerrillero.

Conversar con los más íntimos. Reunir ropas, drogas y provisiones para prepararnos a una

lucha prolongada.

“Hagamos pequeños trabajos contra el enemigo, en los que la victoria sea segura. Probemos a

los que se dicen revolucionarios. Descartemos a los traidores. No dejemos de actuar, pero no

nos impacientemos. En una guerra prolongada todos deberán actuar en algún momento. Lo

que importa es que en ese preciso momento la revolución nos encuentre listos y prevenidos.

No se necesita que todos hagamos de todo. Debemos repartir el trabajo. Los militantes del

Frente Unido deben estar a la vanguardia de la iniciativa y de la acción. Tengamos paciencia

en la espera y confianza en la victoria final.

“La lucha del pueblo se debe volver una lucha nacional. Ya hemos comenzado, porque la

jornada es larga.

“Colombianos: no dejemos de responder al llamado del pueblo y de la revolución. Militantes

del Frente Unido, hagamos una realidad nuestras consignas.


292

“¡Por la unidad de la clase popular, hasta la muerte! ¡Por la organización de la clase popular,

hasta la muerte!. ¡Por la toma del poder para la clase popular, hasta la muerte!.

“Hasta la muerte, porque estamos decididos a ir hasta el final. Hasta la Victoria, porque un

pueblo, desde que se entrega hasta la muerte, siempre logra la victoria. Hasta la Victoria final,

con las consignas del Ejército de Liberación Nacional.

¡Ni un paso atrás, Liberación o Muerte!....”

Muy poco tiempo después, el último gran líder revolucionario del pueblo colombiano

participo en su primer combate contra el régimen y el 7 de febrero de 1966 (gobierno de

Guillermo Leon Valencia) cayó muerto en el combate de Patio Cemento, así relatado por

Broderick en su citado libro :

“Rápidamente Juanito hizo un cálculo. Cuando Fabio abriera fuego, no más de un tercio del

pelotón estaría dentro del área de la emboscada.

“Fabio ignoraba esto. Al segundo tirón de la cuerda se puso en pie, oculto de los soldados por

un grueso tronco de árbol. Camilo se agazapó a su lado. Las cabezas de los dos primeros

soldados aparecieron a la vista. Luego el tercero. Era el comandante del pelotón; se veía por el

uniforme. Se detuvo de pronto y parecía escudriñar el bosque con la mirada. Parecía increíble

que no los viera. Un soldado se le acercó. El oficial pareció darle una orden y luego continuó

su marcha hacia aquel tronco.

“Fabio dio un salto adelante y plantándose en medio del camino frente a los soldados, con su

Madsen a la altura de la cadera, vacío el cargador sobre sus rostros. Produjo un estruendo
293

horroroso. Los otros comenzaron a disparar. Camilo alzó su revólver, lo sujetó firmemente y

disparó los siete tiros en la dirección de los soldados.

“De repente Fabio le hizo tumbarse al suelo. Durante un minuto hubo silencio absoluto. La

selva parecía vacía. Camilo miró entre las matas. A unos pasos vio su trofeo, el fusil de un

soldado caído. Sin vacilar, se lanzó para cogerlo. Sonó un disparo. Camilo sintió chamuscarse

su hombro izquierdo. Se lo agarró, cayendo de bruces. Se puso de rodillas y comenzó a

arrastrarse hacia los árboles. Se mareaba. Por delante, hacia el río, percibió sombras que se

movían De pronto surgió un bulto. Un soldado. Que le apuntaba con su arma. E hizo fuego.

Una terrible quemadura le abrazó el cuerpo. Cayó. Oyó gritos, tiros. Intentó moverse, pero no

pudo. El calor estaba invadiendo su mente. Quería moverse, pero sus músculos no eran

capaces. No respondían. (…..) El monte quedó súbitamente en silencio. A un extremo del

lugar de la emboscada yacían Abel y Delio entre los árboles. Joaquín estaba tendido en medio

del camino con la cabeza destrozada. Ramiro caído en el lodo y a su lado, en un amasijo de

sangre y huesos, el cadáver de Camilito, retorcido sobre un costado. Debajo de él, cara al

suelo, yacía Camilo Torres. Su vida se escapaba como los sesos de Joaquín. En cuestión de

segundos estaba muerto….”(op. cit. pag 418).

Así murió Camilo Torres Restrepo, convirtiéndose en un héroe, en un nuevo mártir de la

violencia en Colombia, dejando con su muerte regada otra semilla de más violencia.

Pero ese 7 de febrero de 1966, nadie dijo que la muerte de Camilo Torres había sido un

Crimen de Lesa Humanidad ni un Crimen de guerra, ni siquiera un magnicidio: lo que se dijo

es que se había “dado de baja” a un “peligroso Bandolero”.


294

CRIMEN DE LESA HUMANIDAD, es el que se comete como parte de un ataque

generalizado o sistemático contra la población y con conocimiento de dicho ataque, como el

Asesinato; CRIMEN DE GUERRA es cuando se asesina intencionalmente a una persona

como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes.

Es claro que el gobierno de Guillermo León Valencia –como todos sus anteriores y siguientes-

tenía un plan y política en gran escala, encaminada a exterminar a cualquier opositor político.

Una vez más, la misma profecía volvería a repetirse y cumplirse: Y ríos de sangre inundaron

el suelo colombiano……………

En 1965 aparece el Partido Comunista Colombiano (marxista-leninista), que a su vez dará

origen al Ejército Popular de Liberacion EPL de orientación maoísta. Para comprender con

claridad las causas e ideología política de estos grupos protagonistas de cincuenta años de

violencia en Colombia es preciso trascribir el manifiesto publicado clandestinamente por estos

grupos en el citado año de 1965:

Fecha: 1965- 01- 01

Grupo: Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) / Ejército Popular de Liberación

(EPL)

País: Colombia. Categoria : Comunicado por Francisco Garnica.

HACIA UNA POLÍTICA REVOLUCIONARIA EN MATERIA DE ORGANIZACIÓN

1. EL PARTIDO COMUNISTA (MARXISTA-LENINISTA) EXIGENCIA CENTRAL DE

LA REVOLUCIÓN

Iniciadas en nuestra patria las batallas de clase del proletariado, planteadas por su propio

desarrollo, y en los momentos en que el movimiento obrero mundial alcanzaba éxitos


295

resonantes, desarrollando invaluables experiencias en su lucha política por su liberación

definitiva, surgió también en Colombia, como imperiosa necesidad la construcción del Partido

de la clase obrera, del Estado Mayor indispensable para la conquista victoriosa del poder.

Poderosamente influenciados por el triunfo y consolidación de la revolución bolchevique de

octubre, en los años de la década del 20 surgen grupos revolucionarios que constituyen

finalmente, en 1930, el Partido Comunista de Colombia. Este recorre desde entonces un largo

camino repleto de episodios muchas veces heroicos y de notables errores que conforman un

formidable cúmulo de experiencias con un denominador común: La existencia de una

dirección errada, reformista y traidora.

Ayer con la camarilla Duranista y hoy con el grupo que encabeza Gilberto Vieira, al P.C. se ha

intentado convertirlo en simple aparato electorero colocado a la cola de las disidencias tácticas

de la burguesía, empantanado en el más crudo oportunismo reformista, ajeno a la revolución,

es decir, en un obstáculo para que la clase obrera pase de sus luchas reivindicativas de tipo

económico a las batallas por la conquista del poder político.

Su estructura organizativa leninista fue reemplazada paso a paso, por la de una simple

agrupación liberal, sin ninguna disciplina, sin militancia seleccionada, con el burocratismo en

su peor acepción como único método de dirección y por consiguiente incapacidad para

aprovechar todas las coyunturas revolucionarias. Ha servido para prolongar el dominio de la

oligarquía y el sufrimiento de las masas.

Tergiversando así los objetivos revolucionarios del Partido Comunista y corrompidas sus

normas organizativas, el proletariado quedó de nuevo huérfano de su vanguardia política y,

desde ese momento, la existencia de su Partido marxista-leninista se presentó con redoblada

urgencia, mayor ahora que nunca, cuando se plantea la tarea de la conquista del poder político,

de la destrucción del actual régimen burgués-proimperialista y el implantamiento de un nuevo


296

orden popular.

La razón histórica del Partido Comunista Marxista-Leninista, ha sido una poderosa palanca

impulsora para su propio surgimiento.

De ahí que desde el primer instante que aparece la corriente del oportunismo emerge también

la lucha de los cuadros marxistas-leninistas por impedir la adulteración del carácter

revolucionario de la vanguardia política de la clase obrera.

Desde 1940 y quizá desde mucho antes, camaradas honestos y capaces hicieron una sólida

argumentación, planteamientos revolucionarios frente a la orientación claudicante de las

camarillas de turno.

Pero es particularmente a partir de 1959 desde cuando cobra mayor fuerza la tendencia

marxista-leninista. En efecto, aparecen nuevos movimientos políticos revolucionarios como

evidente rechazo a las orientaciones derechistas del grupo de Gilberto Vieira.

En el seno del partido aparece la polémica en distintos sectores del país reclamando una

estrategia acertada para la revolución colombiana, planteando la necesidad de organizar la

conquista del poder y señalando el camino armado de la revolución colombiana.

Se multiplican entonces las sanciones disciplinarias contra todos aquellos camaradas que no

comulgan con el contrabando ideológico de los revisionistas. Centenares de militantes y

decenas de cuadros intermedios son expulsados por diferir de la línea política, las calumnias y

los consabidos epítetos de "extremo izquierdistas" ocultan las verdaderas razones de

principios.
297

Direcciones intermedias como el Comité Regional de Antioquia (1961); regionales enteros

como el del Magdalena y la Guajira (1963); y Bolívar (1964); locales, zonas y sectores

importantes del Partido en el Valle, Santanderes, Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Huila

(1963-64-65); cuadros nacionales del C. C. y el 80% (ochenta por ciento) de la Juventud

Comunista de Colombia representada en los Regionales de Bogotá, Valle, Santander del

Norte, la Costa Atlántica y numerosos locales en todo el país (1964); numerosos dirigentes

sindicales (confederales y federales) y dirigentes de masas a escala nacional y departamental,

se lanzaron al combate contra la traición oportunista, comprendiendo que no había otra tarea

práctica, primera y más urgente, que el rescate de nuestro partido y su reestructuración dentro

de los principios revolucionarios del marxismo-leninismo para hacerlo capaz de dar a la lucha

política de la clase obrera y de los campesinos la energía y firmeza necesarias.

2. NUESTRO PARTIDO COMUNISTA (M-L) TIENE QUE SER DE TIPO

BOLCHEVIQUE

A. El Partido Comunista es un Partido de clase.

El Partido Comunista (marxista-leninista) es ante todo un Partido de clase. Es el partido de la

clase-obrera.

Todas las clases y los estamentos de ellas pueden expresarse políticamente a través de partidos

o grupos: éstos partidos o grupos políticos conforman la avanzada dirigente de las clases o

estamentos de clases y, aun cuando algunos de ellos en su conformación presentan un carácter

policlasista, en esencia su dirección está orientada a la defensa de los intereses de una clase,

como es el caso de los partidos de la burguesía. Así mismo el proletariado en su lucha política
298

forja su partido de clase.

Por eso todos los miembros del Partido Comunista serán, y tienen que serlo, proletarios que

defienden intransigentemente los intereses de la clase obrera. Para poder pertenecer a ese

Partido los elementos provenientes de otras clases tienen que renunciar a sus intereses y

privilegios de clase y abrazar sin reservas la causa del proletariado.

El Partido es parte inseparable de la clase obrera. Y como la clase obrera —aquí y en todo el

mundo— está llamada a dirigir los destinos de la humanidad, ese partido en cuanto interprete

consecuentemente los intereses del proletariado conlleva innatamente su carácter dirigente. La

existencia universal del proletariado, su concepción como una. sola clase en su conjunto, hace

que el proletariado colombiano sea parte de la clase obrera mundial.

Esto determina que el Partido Comunista (marxista-leninista) esté impregnado de un profundo

contenido internacionalista, generalizado en todos y cada uno de sus militantes y le plantea

obligaciones concretas para con los pueblos de los demás países, obligaciones que superan la

simple solidaridad moral, especialmente, en nuestro caso, en relación a los combatientes

populares de la América Latina.

B. El Partido Comunista es la vanguardia esclarecida del proletariado.

Poco a poco, y valiéndose de una altisonante jerga, los revisionistas lograron imponer en las

resoluciones de congresos y plenos su concepción oportunista de "partido de masas", violando

descaradamente uno de los fundamentales principios que caracterizaban al partido de los

bolcheviques como el destacamento de vanguardia de la clase obrera.

Es que el Partido no puede ser confundido con toda la clase. El Partido Comunista, como

destacamento de vanguardia, incorpora en sus filas, no a la clase entera sino a los mejores

elementos de la clase obrera, a los más abnegados, a los más experimentados.


299

"Olvidar —decía Lenin— la diferencia que existe entre el destacamento de vanguardia y toda

la masa que tiende hacia él; olvidar el deber constante que tiene el destacamento de

vanguardia de elevar a capas cada vez más amplias a su propio nivel avanzado, no significa

más que engañarse a sí mismo, cerrar los ojos ante la inmensidad de nuestras tareas y

empequeñecer éstas".

Ahora bien: "Con sólo la vanguardia es imposible triunfar y la diferencia entre la vanguardia y

las masas no puede llevarnos a convertir al partido en un puñado de conspiradores aislados de

las masas. El carácter de vanguardia significa que el Partido está adelante de las masas pero un

paso solamente; si no puede quedarse atrás de ellas sin cometer errores de oportunismo de

derecha, de seguidismo, tampoco puede adelantarse hasta aislarse sin caer en el izquierdismo

aventurero.

No podrá ser vanguardia el partido que le rinda culto a la espontaneidad, que marche a la cola

de los acontecimientos, que no pueda hacer prevalecer lo consciente sobre lo espontáneo, que

no vea más allá de las masas.

Pero no basta titularse vanguardia: Hay que demostrarlo en la práctica y hacer que los demás

movimientos lo reconozcan. Es imposible dirigir a la clase obrera y a las masas sino se está

vinculado a ellas. Hay que elevar a las masas hasta el nivel de los intereses de clase del

proletariado, ganarse la confianza de la clase obrera y del pueblo y esto no es un problema de

deseos ni de decretos: esto sólo es posible mediante una constante labor en el seno de las

masas y con la aplicación de una política acertada- Y aún más: no basta tener una justa línea

política. Es preciso convencer a las masas de lo acertado de esa política.

El Partido Comunista, debe y puede ser la vanguardia esclarecida de la clase obrera pero a
300

condición de que a su propia experiencia y a la experiencia de los partidos hermanos añada la

más severa y responsable aplicación de la teoría científica del marxismo-leninismo en el

análisis concreto de la realidad nacional.

C. El Partido Comunista debe ser ejemplo de organización, unidad y disciplina.

Tampoco puede el Partido cumplir su papel revolucionario si no se constituye en el

destacamento organizado de la clase obrera. A diferencia de los partidos no proletarios, el P.

C. no se concibe como una suma de miembros, es decir, nadie se afilia en abstracto al P.

Comunista. Cada militante se afilia a una de las organizaciones del Partido, de lo que resulta

que el Partido es una suma de organizaciones o mejor, un sistema único, un complejo de ellas.

Porque es cierto que la organización centuplica las fuerzas, no es razonable contabilizar

militantes sino organizaciones para los planes del Partido. El principio rector, regulador y

unificador de estas organizaciones es el Centralismo Democrático que, en lo fundamental,

significa; tener unos solos Estatutos, una sola dirección (el Congreso y entre Congreso y

Congreso el C. C.), una sola disciplina y el sometimiento de la minoría a la mayoría y de las

organizaciones inferiores a las superiores.

En nuestras condiciones, en que el revisionismo a la vez que convertía el centralismo en

garrote disciplinario para preservar sus posiciones burocráticas y estimulaba la práctica del

democraterismo en la base convirtiendo la discusión interna en charlatanería sin principios, se

exige la aplicación estricta, del Centralismo Democrático en la vida del Partido. Mao Tse-

tung, para corregir estas tendencias, recomendaba en el plano organizativo "poner en práctica

la forma democrática de vida, bajo una orientación centralizada, consistente en:

a). La Dirección del Partido debe presentar una correcta línea de orientación y ofrecer

soluciones cuando surgen problemas, a fin de establecerse como centro orientador.


301

b). La Dirección tiene que entender con claridad las condiciones de los cuerpos inferiores.

c). Las organizaciones del Partido en todos los niveles no deben tomar decisiones sin una

debida- deliberación. Una vez tomada una decisión, tiene que ser puesta en la práctica con

firmeza.

d). Todas las decisiones de importancia tomadas por la Dirección deben ser transmitidas en el

acto a la base del Partido.

e). Las organizaciones inferiores del Partido deben discutir en detalle las directivas de los

cuerpos superiores a fin de entender a fondo la significación de las mismas y decidir los

métodos necesarios para llevarlas a la práctica".

Es la organización del Partido lo que hace posible la unidad de -acción de todos los militantes.

Si bien es cierto que la unidad no es por la unidad misma sino en tomo a los principios, y que

no es posible ni siquiera tratar de la unidad sin antes deslindar posiciones ideológicas, también

lo es que la unidad en cuestiones de programas y de línea es condición previa indispensable

pero así mismo insuficiente para la unificación real del Partido, para la ejecución del trabajo.

La unidad de acción del Partido presupone la aplicación práctica de los principios de

organización que excluyen todo fraccionalismo y cualquier espíritu de grupo. "La unidad se

realiza —dice Lenin— sólo por una organización única cuyas decisiones se llevan a la

práctica, no por miedo, sino a conciencia de todos los obreros conscientes. Discutir una

cuestión, manifestar y oír las diferentes opiniones, conocer el punto de vista de la mayoría de

los marxistas organizados, expresar esos puntos de vista en la decisión tomada, cumplir a

conciencia esa decisión es lo que en todas partes del mundo y entre personas razonables se

llama unidad".“La unidad se expresa entonces alrededor del trabajo positivo y no de los

errores. Alrededor de los principios y no de las personas".


302

Consecuencia y presupuesto de la unidad será la férrea disciplina del Partido. Una disciplina

rayana en lo militar aunque consciente, igual para todos los militantes, pero atendiendo en su

aplicación a las diferencias entre los camaradas, a mayor conciencia de los dirigentes, mayor y

más férrea disciplina.

Sólo un Partido que marche como un solo hombre en el cumplimiento de las consignas podrá

garantizar el éxito de sus acciones. Pero la disciplina, al igual que la unidad, exige condiciones

que no será posible si se falta a la fidelidad, a los principios, si no existe una estrecha

vinculación con las masas y si no se desarrolla una acertada dirección política.

La disciplina puede ser férrea en la medida en que sea consciente y voluntaria. De ello se

deduce que, lejos de excluir, reclama la lucha de opiniones, en el seno del Partido. Pero, una

vez tomado un acuerdo, éste será puesto en práctica por todos los organismos y militantes sin

vacilaciones de ninguna índole, con toda la firmeza necesaria y superando todos los obstáculos

de cualquier naturaleza que se presenten.

D. El Partido Comunista es el núcleo central que dirige a las demás organizaciones afines al

proletariado.

El Partido Comunista, en cuanto es el destacamento organizado y la vanguardia de la clase, es

la forma superior de organización del proletariado y, en calidad de tal, dirigente y coordinador

de toda esa gama de organizaciones sin partido de la clase obrera y del pueblo, como los

sindicatos, las cooperativas, las organizaciones juveniles, las ligas campesinas y las demás

organizaciones populares que en determinadas etapas de la revolución coinciden con los

objetivos inmediatos del proletariado.

No se trata de que estas organizaciones estén formalmente subordinadas a la dirección del


303

Partido. De lo que se trata es de que el Partido, a través de sus fracciones o activos militantes

vinculados a esas organizaciones, lleve a ella su influencia y promueva acciones de masas

cada vez más elevadas.

Así el Partido no se verá jamás aislado de las masas, ni podrá ser golpeado por el enemigo y

estas organizaciones responderán a su orientación política.

Precisamente en el grupo revisionista que dirige Vieira, se da el caso de que, con el pretexto

de la teoría oportunista de la "neutralidad" y la "independencia" de estas organizaciones, se

forman parlamentarios "comunistas" que no respetan las orientaciones del Partido, o gerentes

de cooperativas aburguesados, o sindicalistas de mentalidad economista.

De allí que no sólo sea necesario sino obligatorio penetrar en todas las organizaciones de las

masas, teniendo en cuenta que los comunistas no inventan sino que asimilan y desarrollan las

formas de lucha y organización que el propio pueblo se da.

E. La condición del fortalecimiento del P. C. es la eliminación de los elementos oportunistas.

Todas las anteriores características, que determinan la naturaleza del Partido Comunista

(marxista-leninista), no se verán nunca realizadas si se olvida un solo instante del fundamental

principio de que el Partido se fortalece depurándose de los elementos oportunistas.

Jamás podremos desarrollar el Partido si vacilamos en cuanto a nuestra actitud frente a los

revisionistas. Stalin señala: "La lucha implacable contra estos elementos, su expulsión del

Partido, es la condición previa para luchar con éxito contra el imperialismo". Y Lenin dice:

"No es posible triunfar en la revolución proletaria, no es posible defenderla, teniendo en las

filas propias a reformistas, a mencheviques". Los revisionistas cumplen el papel de verdaderos

agentes de la burguesía dentro del movimiento obrero y como a tales hay que tratarlos.
304

3. ASIMILAR UN ESTILO Y UNOS MÉTODOS LENINISTAS DE TRABAJO

Aprender a trabajar correctamente y con efectividad, asimilar un estilo y unos métodos

leninistas de trabajo, derrotar las prácticas del oportunismo y crearse una manera justa de

actuar, son grandes aspiraciones de todos los partidos revolucionarios y condiciones

inaplazables para el desarrollo de partidos como el nuestro, obligados a romper la larga

tradición de un estilo oportunista de trabajo.

A. FUNDIR LA TEORÍA CON LA PRÁCTICA

Charlatanes que llaman "intelectuales" y no teóricos de la clase obrera, es lo único que puede

resultar cuando se impone en el Partido el método contrario al marxismo-leninismo de teorizar

sin aplicar. Verdaderos prodigios en el arte de recitar de memoria frases de los clásicos

marxistas abstractos y alejados de un análisis concreto de una situación concreta, conforme al

mandato leninista, es lo que se encuentra entre los burócratas dirigentes del revisionismo

colombiano.

No es esta clase de "teóricos" lo que la revolución demanda. Lo que necesitamos es cuadros

que estudien el marxismo como una guía para aplicar a la práctica revolucionaria. Hombres

que conozcan la historia de Colombia y en ella se basen para estudiar el desarrollo de la lucha

de clases en nuestro país, que sepan más de Colombia que de la URSS, China, de Roma y de

Grecia y no al revés. El Partido necesita dirigentes estudiosos de la actual situación nacional e

internacional que no desenfoquen su análisis de la época y del momento que vivimos.

Para nosotros el grado de un teórico no lo determina la mayor o menor habilidad para manejar

la "jerga" partidista, sino su capacidad de ver los problemas colombianos a la luz del

marxismo; su capacidad para enfocar claramente estos problemas; su capacidad para dar
305

respuesta científica a las cuestiones económicas, políticas y militares de Colombia; su

capacidad para descubrir las leyes del desarrollo de nuestra revolución. Esta es la clase de

teóricos que necesitamos.

Miles de tesis y consideraciones teóricas e innumerables consignas, completan los escritorios

de todos los dirigentes revisionistas: tesis como las que aseguraban un carácter "progresista"

en 1958 al capitalismo colombiano; consignas como la tristemente célebre de la

"Constituyente Popular" y muchas más que se quedaron escritas como falsos dogmas sin

ninguna aplicación práctica. Miles de conclusiones se amontonan, reunión tras reunión, en el

más grosero olvido del método leninista de mantener viva la unidad entre la teoría y la

práctica. Nuestros postulados teóricos y nuestras consignas políticas serán sometidas al fuego

de la práctica o posaremos también de charlatanes. Para los marxistas no hay otro criterio de

verdad que la práctica, y sólo a él debemos atenemos. Generalizar la práctica en la teoría y

comprobarla de nuevo en la práctica, es el único método acertado de trabajo.

B. CRITICAR NUESTROS ERRORES Y ASIMILAR DE LA EXPERIENCIA.

Si la práctica señala una equivocación, teórica, puede decirse que amarrarse a ese error, tenerle

miedo a reconocerlo, no querer rectificarlo es el camino más corto para la destrucción del

Partido.

La actitud ante los errores es la mejor prueba de la seriedad de un Partido. Jamás se produce

por eso una autocrítica, o un análisis de las causas de los fracasos continuos de la camarilla

que encabeza Vieira. Aunque los resultados sean diametralmente opuestos a lo que se

intentaba, para ellos descarada y cínicamente "todo estaba previsto". De ahí su constante

camino de un error a otro hasta su completo aniquilamiento. Es que la autocrítica y la crítica

no son otra cosa que la ley del desarrollo del Partido, su piedra angular, las formas de
306

adelantar la lucha interna, de aprender de las experiencias y corregir los errores.

La crítica justa y oportuna que parte de la unidad para llegar a la unidad con el criterio de

mejorar y no de destruir, tiene que dar como consecuencia saludable el aumento permanente

de la capacidad combativa del Partido.

Pero nada más peligroso para la estabilidad del Partido que el uso malicioso de la crítica como

instrumento para aniquilar las perspectivas de desarrollo de honestos y abnegados militantes

por parte de ''patriarcales" dirigentes. La experiencia negativa vivida bajo las camarillas

revisionistas no dejan lugar a disculpa alguna en la repetición de errores semejantes.

Para siempre debe estar abolida la perniciosa práctica de ir anotando como "cabuyas pisadas”

los errores de cualquier camarada con el exclusivo fin de desmoralizarlo con la lectura de un

cúmulo de faltas cronológicamente citadas, reales, falsas y aumentadas, en los momentos en

que dicho camarada critica un error nuestro o se opone a un criterio malsano u oportunista. Tal

proceder, corriente en gentes de mala fe —que por cierto se practica demasiado entre los

revisionistas colombianos— evidencia un criterio de destrucción del Partido y de complicidad

con los errores mientras no perjudiquen oscuros intereses personalistas.

Error que se comete, error que se critica con el ánimo de ayudar a corregirlo sin esas extrañas

contabilidades. Esta es la norma para los militantes del P. C. C. (marxista-leninista).

Tampoco es de marxista-leninistas "hacer elefantes de ratones", es decir, exagerar las faltas de

nuestros compañeros, hacer un escándalo de pequeñas equivocaciones, frecuentemente sobre

problemas más personales que políticos o ideológicos, o ser duros —terriblemente duros—

con los camaradas de base o blandos —sorprendentemente blandos— con los propios y más

graves errores de dirección.

Para nosotros, como para todos los marxistas, la crítica del Partido no tiene objetivo distinto al
307

de educar al Partido y a los camaradas que han cometido errores. Esta lucha interna es

esencialmente una lucha ideológica destinada a robustecer la unidad ideológica del Partido que

no se puede confundir con disputas, peleas o insultos a brazo partido, pretendiendo mantener

la unidad a base del miedo o de absurdas y arbitrarias medidas organizativas. Ni se puede

tampoco confundir a los camaradas con los enemigos y aplicar los mismos métodos de lucha.

Nuestra crítica ante todo es una crítica política, intransigente en las cuestiones de principios y

en materia ideológica, subordinada al principio general del desarrollo de la lucha del Partido y

del proletariado.

C. LA SABIDURÍA DEL PARTIDO ESTA EN LAS MASAS

No de los gabinetes, ni de los escritorios, sino de la práctica diaria al lado de las masas es de

donde puede salir una correcta apreciación de la realidad y una correcta orientación política.

La teoría marxista del conocimiento —al decir de Mao Tse-tung— enseña a descubrir la

verdad a través de la práctica y a través de la práctica a desarrollar y verificar la verdad. Esto

obliga a conocer la sociedad colombiana sólo mediante la vinculación estrecha a las luchas

sociales del país. Creer en milagrosas inspiraciones de dirigentes burocratizados sin más

práctica que la de ir de la casa a la oficina y de la oficina a la casa es tan ridículo como

confundir un Pleno del Comité Central del Partido con un Concilio Ecuménico.

El problema de una justa dirección es el problema de tener un conocimiento científico de la

realidad nacional y, si en general es cierto que para adquirir conocimientos es preciso

participar en la practica de cambiar la realidad, para adquirir ese conocimiento científico de la

realidad nacional es indispensable fundirse en la lucha de las masas que diariamente

transforman el panorama económico, político y social de la vida del país.

Nadie duda de que el aislamiento de las masas y la falta de fe en la capacidad creadora del
308

pueblo les impide a los revisionistas poder formular una orientación correcta, ni de que esto es

lo que los ata a una cadena de progresivos errores.

Es obvio que quien trabaja corre el riesgo de equivocarse. Pero la experiencia enseña que

quien sabe trabajar yerra menos y menos gravemente. Ir a las masas para volver a ellas,

recoger ideas dispersas en las masas, generalizarlas, llevarlas a las masas de nuevo, recoger

impresiones y opiniones de éstas, hacer una nueva generalización, etc., es el camino del

acierto, el método de los bolcheviques, de los marxistas-leninistas.

Dirigir significa también trabajar. Las cosas no se resuelven nunca con decretos, circulares o

discursos, como creen los apologistas del burocratismo. Dirigir para nosotros significa

combinar lo general con lo concreto, participar también en la aplicación práctica de las

orientaciones generales. En suma: abrir la brecha.

D. LA DIRECCIÓN COLECTIVA ES LA ÚNICA JUSTA

Comités y no individuos dirigen el Partido en todas sus escalas y no habrá dirección justa si no

hay dirección colectiva que elimine los riesgos del caudillismo y garantice en lo posible un

análisis completo de las situaciones y fenómenos, reduciendo al mínimo las posibilidades de

error y de unilateralidad en los juicios.

Empero, no se concibe dirección colectiva sin responsabilidad individual. En cada organismo

de base o de dirección, cada tarea tendrá su principal responsable, aunque el cumplimiento de

la labor sea de conjunto así se consigue repartir las obligaciones manteniendo la unidad de

dirección y la responsabilidad.

Hoy, cuando se tergiversa a menudo la llamada "lucha contra el culto a la personalidad" es


309

conveniente indicar que la dirección colectiva es un principio de dirección de los marxistas-

leninistas que no puede convertirse en instrumento para destruir la personalidad de los

militantes o de los dirigentes.

Antes de gentes mediocres con mentalidad prestada, el Partido exige gentes con mentalidad

propia y desarrollada, militantes y dirigentes que pongan su inteligencia y sus cualidades

personales al servicio de la causa, cuadros que desarrollen sus valores humanos dentro del

espíritu colectivo y unitario del Partido. En lugar de nivelar por lo bajo, tenemos que estimular

el surgimiento de políticos, publicistas, escritores, artistas, oradores y militantes brillantes en

el seno del Partido. Tenemos que aprovechar todas las inteligencias, aumentar la capacidad de

razonamiento del Partido e impedir que algunos se tomen el derecho de pensar por los demás.

E. AUDACIA REVOLUCIONARIA Y TENACIDAD INQUEBRANTABLE

Los bolcheviques eran conocidos por su extraordinario espíritu creador, por su audacia para

destruir mitos y costumbres rutinarias en el trabajo revolucionario, por su arrojo e iniciativa

para romper viejos dogmas, por su capacidad de asimilar las nuevas situaciones, utilizando

nuevos métodos.

Pero no era simplemente esta franca oposición al servilismo ante las tradiciones lo que

caracterizaba el método de trabajo de los bolcheviques, pues esa asombrosa capacidad de

encontrar siempre la perspectiva revolucionaria se combinaba con una tenacidad en el trabajo

práctico que no desmayaba en el cumplimiento de ninguna tarea por compleja y difícil que

fuera, y realizaba las consignas de no hacer nada a medias, de no vacilar ante los obstáculos y

de alcanzar siempre los objetivos propuestos.


310

F. TENEMOS QUE SER AUDACES COMO LOS BOLCHEVIQUES - LA MORAL

COMUNISTA Y LA FRATERNIDAD MILITANTE.

Cambiar la atmósfera viciada de inmoralidad o enemistad en las relaciones de los militantes es

presupuesto para el progreso del Partido. La vida interna del Partido debe estar alumbrada por

los más elevados conceptos de moral comunista y espíritu de fraternidad entre los camaradas.

Nuestra ética no es la hipócrita moral de la burguesía que crea falsos valores para defender sus

caros intereses; y es que no hay moral que no sea de clase. Lo bueno para el explotador es

siempre lo malo para el explotado. De allí que el principio que rige nuestra moral es, y tiene

que ser, el de que es moral todo aquello que beneficie a la revolución e inmoral todo aquello

que la perjudique.

Nada más hermoso que la fraternidad de los comunistas. Arma poderosa para la firmeza de los

militantes y fuente de potencia para el Partido. Marx y Engels dieron ejemplo con su vida de

lo que significa la camaradería entre los comunistas. Sin ese espíritu camaraderil y fraternal no

sería posible soportar las difíciles contingencias de la lucha, cuyos sacrificios aúnan y

hermanan a quienes las sufren. Extraño y por demás sospechoso, será para el Partido el

militante déspota, grosero y poco fraternal con sus compañeros, pues tales características son

propias de los policías y no de quienes entregan sus vidas por el triunfo revolucionario.

4. CARACTERÍSTICAS DEL PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO (MARXISTA-

LENINISTA)

La diferencia con los revisionistas en las formas de organización y en la estructura del Partido

no son casuales sino que responden a las diferencias entre el contenido de la actividad de los

oportunistas y la actividad política de los revolucionarios marxistas-leninistas.


311

Para la lucha reformista y economista no se requiere ciertamente una organización

disciplinada de revolucionarios. A quienes aspiran aún al camino parlamentario, es obvio que

no les interesa un Partido de militancia seleccionada, sino un "Partido de masas" que ofrezca

un buen número de votos.

Para quienes no aspiran a la toma del poder por los medios revolucionarios no está planteado

el problema de la clandestinidad y del trabajo secreto.

Y es natural que sea así, si se tiene en cuenta que la "estructura de cualquier institución está

natural e inevitablemente determinada por el contenido de su actividad".

Por otra parte, las formas de lucha y de organización como elementos de la táctica, cambian de

acuerdo con el flujo y reflujo del movimiento revolucionario. Según sea el ascenso o descenso

de las fuerzas revolucionarias, la táctica es ofensiva o defensiva y determina cambios en las

formas de organización.

Por lo tanto, es en función de la actual situación política que debemos plantearnos el problema

de la estructura y de la organización del Partido.

Para nosotros, que nos hemos encarado a la cuestión de la toma del poder con tareas tan claras

como las de organizar nacionalmente si Partido como cerebro del movimiento revolucionario;

formar su brazo armado capaz de enfrentar hasta derrotar la violencia del enemigo; y construir

un Frente Único de Liberación que aglutine las fuerzas necesarias para llevar al pueblo a la

victoria, tareas que nos corresponde desarrollar en medio de un régimen cada vez más

represivo, sin más dilema que la dictadura o revolución, tiene que ser claro que el carácter de

nuestra organización es el que hemos definido anteriormente y que la naturaleza de nuestra

labor debe llevar el sello de la más cerrada clandestinidad.


312

Sin casas ni oficinas legales, sin periódicos sometidos a La mordaza de la licencia, nuestra

actividad será esencialmente ilegal y, por consiguiente secreta. El modelo de nuestra

organización deben ser los destacamentos revolucionarios como el Partido Bolchevique de

Lenin y Stalin o el Partido Comunista Chino que dirige Mao Tse-tung. No se trata de copiar

mecánicamente sino de aplicar a nuestra realidad las experiencias positivas que tengan eficacia

universal.

Válido para nosotros es, en las actuales condiciones el mandato leninista que señala que el

"único principio de organización serio a que deben atenerse los dirigentes de nuestro

movimiento tiene que ser el siguiente: La más severa discreción conspirativa, la más rigurosa

selección de afiliados y la preparación revolucionaria de profesionales".

A. EL PARTIDO COMUNISTA ES CLANDESTINO

Puede ser compatible un "Partido de masas" con un régimen estrictamente represivo?

Evidentemente no. Es imposible dotar a una organización amplia del elemento clandestino

indispensable para poder realizar una lucha revolucionaria contra el gobierno.

Aún más: el problema debe ser entendido en sus justos términos o sea: Es a tal punto esencial

el carácter clandestino para nuestro partido, que las demás condiciones organizativas como el

número de militantes, las condiciones de ingreso, etc., están en alto grado determinadas por

este carácter.

Por lo tanto, es claro que el trabajo de nuestro Partido y su cuerpo orgánico serán

absolutamente secretos en las ciudades y en las demás regiones dominadas por el enemigo.

Es imperativo observar todas las precauciones, por innecesarias que parezcan en algunas

ocasiones. Es imprescindible crear el hábito de la clandestinidad que nos habrá de librar de

verdaderas desgracias y rotundos fracasos.


313

En el campo será también clandestino el Partido, salvo en las regiones puestas a la ofensiva, en

las cuales, aun cuando al comienzo se mantengan la discreción y el secreto, posteriormente se

podrá actuar con mayor libertad.

Es elemental que no podremos permanecer siempre a la defensiva —precisamente uno de los

errores de la camarilla revisionistas hay que prepararse para pasar a la ofensiva y en esas

circunstancias el Partido trabajará abiertamente.

Supersecreto, si cabe el término, será el trabajo ejecutado en los centros fundamentales de

producción y dentro de los órganos del poder del enemigo.

B. BENEFICIAR LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO

Para constituir nuestro Partido debemos guiamos por un plan, por un criterio que determine la

dirección fundamental de nuestro esfuerzo.

Tenemos que ser en las ciudades un partido fuerte dentro del proletariado industrial.

Concentrar esfuerzos en los centros fundamentales de producción, planificando la penetración,

objetivo por objetivo en las ciudades que aglutinan los principales núcleos industriales.

A pesar de que por su número el proletariado industrial es un sector pequeño de la población,

por su concentración, su disciplina, su calificación técnica y cultural, y porque es el más

desarrollado políticamente, es indiscutible la fuerza dirigente de la revolución, cuyo desarrollo

y consolidación están condicionados a que el proletariado pueda jugar su papel. Papel que no

podrá jugar si nosotros no desenvolvemos nuestra acción principalmente en las capas

avanzadas de la clase obrera.

Con parecida intensidad hay que trabajar en la construcción del Partido en el campo, entre el

proletariado agrícola, los semiproletarios del campo y los campesinos medios.


314

Si partimos del hecho de que la revolución en nuestra patria será por la vía armada y que esta

lucha se desarrollará en lo fundamental en el campo, y que, por tanto, la construcción del

Partido es indispensable en las regiones campesinas, a tal punto que la construcción de éste

tendrá que confundirse con la organización de la lucha armada, hay que concluir que es de

primordial importancia no escatimar ninguna energía para esta labor.

De hecho surge, como criterio de construcción de Partido, también el de tener en cuenta la

calidad de las regiones campesinas desde el punto de vista estratégico militar.

En Colombia el movimiento, campesino jugará un papel fundamental. Al desencadenar su

potencial revolucionario, asentará los más duros golpes al poder del enemigo y, en varios

sentidos y circunstancias será más potente que el propio movimiento obrero, lo cual no será de

ninguna manera dañino si se conserva la dirección proletaria en la lucha.

La II Declaración de La Habana expone estas consideraciones en general para la América-

Latina y Mao Tse-tung, refiriéndose a China pero en términos que obligan a considerar la

experiencia, dice: "Por consiguiente es un error abandonar las luchas en las ciudades y, en

nuestra opinión, también es un error que cualquiera de los miembros de nuestro Partido tema

que el desarrollo del poder de los campesinos los torne más fuertes que los obreros y, por lo

tanto, nocivos para la revolución. Porque la revolución en la China semicolonial sólo fracasará

si la lucha campesina es despojada de la dirección de los obreros y no sufrirá porque los

campesinos, a través de su lucha, se tornen más fuertes que los obreros".

C. PARTIDO SELECTO

El Partido que la revolución colombiana exige no es ese Partido de "decenas de miles de

militantes" con que entusiastamente sueñan los revisionistas. De lo que se trata es de un


315

partido revolucionario de militantes selectos y probados. Un Partido de verdaderos

comunistas, que eleve de nuevo el concepto de miembro del Partido; que haga realidad en

nuestra patria las palabras de Stalin: "Nosotros los comunistas somos hombres de un temple

especial. Estamos hechos de una trama especial. Somos los que forman el ejército del gran

estratega proletario, el ejército del camarada Lenin. No hay nada más alto que el honor de

pertenecer a este ejército. No hay nada superior al título de miembro del Partido".

Colocar el título de militante en su justo y verdadero lugar, presupone antes la observancia

estricta de las condiciones para la militancia y el sometimiento de cada aspirante a un estudio

individual de sus condiciones de ingreso, estableciendo las diferencias necesarias, siendo más

severas las exigencias para aquellos que no proceden del proletariado.

Para los antiguos militantes del Partido Comunista, honestos y capaces, que libraron o libran

una lucha contra los revisionistas, están abiertas las puertas del Partido.

Los antiguos militantes de base del P. C. marginados, podrán pertenecer al Partido luego de

una autocrítica y de un proceso de reeducación.

Para los nuevos militantes provenientes de las masas populares, es necesario hacer efectivo el

Círculo de Estudio y Trabajo Revolucionario que los capacite para ser miembro del Partido, es

decir, ingresarán primero en calidad de aspirantes a miembros del Partido.

Para los dirigentes y militantes sobresalientes de otros movimientos políticos, incluso del viejo

P. C., su militancia debe ser tratada especialmente por los organismos regionales y aprobadas

por la dirección central del Partido.

Para que la militancia concedida por un organismo sea definitiva, debe mediar la aprobación

del organismo inmediatamente superior.

D. LOS CUADROS DEL PARTIDO


316

Si extremamos las exigencias para la militancia de base, mucho más severos debemos ser al

conceptuar sobre la calidad de los cuadros del Partido. En cierto sentido es cierto aquello de

que "los cuadros lo dicen todo" y es una verdad comprobada que para guiar la revolución es

preciso que haya un Partido y muchos cuadros excelentes.

Precisamente los hombres pertrechados con la teoría del marxismo-leninismo, con gran

discernimiento político y capacidad para el trabajo, aptos para solucionar problemas con

independencia, leales y abnegados, valientes pero sin jactanciosidad, hombres para quienes su

propia vida está por debajo de los intereses del Partido, del Pueblo y de la patria. Un grupo tal

de dirigentes capacitará al Partido para orientar a las masas y organizar con éxito la

revolución. Nuestros cuadros deben responder a las necesidades de dirección del Partido:

Se ha planteado que el Partido debe dirigir a las masas. Entonces, sólo si se es dirigente de

masas se puede serlo del Partido.

Se ha planteado que el Partido es el destacamento de vanguardia, el jefe político de la clase

obrera, su estado mayor. Entonces, sólo en la medida en que se tenga capacidad política se

puede ser dirigente del Partido.

Se ha planteado que el camino de la revolución colombiana no es pacífico y que la lucha

armada es la forma principal de lucha en estas circunstancias. Entonces sólo en cuanto se

tenga capacidad militar y se sepa dirigir en estas formas de lucha a las masas y al Partido se

puede ser dirigente del Partido.

No sobra señalar que la unidad de medida de la capacidad de nuestros cuadros y militantes es

la eficacia, pues es evidente que la capacidad práctica de los militantes está en relación directa

con su capacidad política e ideológica.

La falta de cuadros nos -agobia, y nos agobia porque no entendemos lo que significa una justa

política de cuadros que nos permita el desarrollo de los actuales dirigentes y encontrar en el
317

vivero de las 'luchas populares hombres capaces y dirigentes de hecho. En un país como el

nuestro en donde masas inmensas se suman al descontento general, en donde suceden

infinidad de luchas, no es posible, quejarse de la carencia de cuadros.

Lo que nos falta es más visión por parte nuestra, más talento organizativo, abrir los ojos, tener

fe en el pueblo y descubrir los jefes que el proletariado y las masas están haciendo surgir en

cada combate. Ser audaces en la promoción de cuadros; que el dirigente joven vea la mano

tendida de los dirigentes más antiguos del Partido, ayudándole con su experiencia y su mejor

desarrollo.

Los cuadros ciertamente no se encuentran en los escritorios ni llegarán milagrosamente, hay

que forjarlos y, sobre todo, ir a buscarlos allí donde sí aparecen en medio de fragor de las

batallas populares.

La revolución no es un hobby o deporte al que se le puede dedicar de vez en cuando algunos

ratos libres. Es una tarea gigantesca que reclama la existencia de numerosos cuadros cuya

única profesión sea la acción revolucionaria. Hombres que no tengan más objetivo en su vida

que el de ser revolucionarios y que por ese objetivo se empeñen sin reservas.

Todos los dirigentes nacionales tienen que ser revolucionarios profesionales y cada Comité

Regional como aspecto esencial, tienen que contar con un buen núcleo de estos

revolucionarios.

E. LA ESTRUCTURA DEL PARTIDO

La estructura organizativa de nuestro Partido, aparentemente similar a la de los grupos

revisionistas, responde sin embargo, a consideraciones concretas de orden político, económico

y social. El Partido es un todo orgánico para el país entero y con una máxima autoridad, el

Congreso Nacional y en su defecto, el Comité Central.


318

Pero dirigir al Partido es una labor compleja y delicada. Las orientaciones nacionales de

carácter estratégico y táctico válidas para todo el Partido en su conjunto, no son sin embargo

aplicables por igual en todo el territorio nacional, sino que deben corresponder a las

características y particularidades propias de diversos sectores del país.

De allí que el país sea dividido en varias regiones, atendiendo, no a la división político

administrativa que la burguesía se ha dado, sino a las necesidades políticas y administrativas

del Partido, que imponen la creación de grandes Regionales que cobijen sectores con similares

condiciones geográficas, sociales y económicas.

Así se constituyen verdaderas direcciones intermedias con abundantes recursos materiales y

humanos, se garantiza la mejor aplicación de la política del Partido y se crean potentes

auxiliares de dirección. Zonas tan características, como la región cafetera, o los Llanos, o la

Costa Atlántica, etc., son ejemplos claros que llevan a romper el seguidismo de las divisiones

departamentales, para pasar a un concepto más científico de la configuración de unidades

territoriales en la nación.

Los Comités Regionales, organismos de dirección intermedia en estas regiones, se auxiliarán

para el control y orientación del Partido de Comités de Zona que delimitan sectores

característicos de la Región, tales como ciudades importantes o conjuntos urbanos y

campesinos. Y de acuerdo con el desarrollo del Partido se harán necesarias otras instancias

organizativas como los Comités de Distrito, que, dirigen, al Partido en sectores urbanos. Así

mismo, la existencia de varias células en un mismo lugar, fábrica, universidad, colegio, unidad

vecinal, etc., crea la necesidad de un organismo dirigente, un comité de Radio que coordinará

la acción de diversas células.

Es la célula el organismo básico del Partido, el más importante y decisivo: Se puede decir que

según sean sus células y como trabajan, así es el Partido y así trabajará. La célula no es la
319

simple reunión de varios camaradas sino el instrumento del Partido para el trabajo entre las

masas; debe ser un aparato vivo que con iniciativas y audacia desarrolle y lleve a la práctica

las orientaciones de la dirección.

La célula no se organiza por organizarse, sino en función de la acción del trabajo

revolucionario. Falsa hasta el absurdo y tremendamente nociva es la práctica creada bajo la

dirección revisionista, de entender el trabajo de organización como un fin en sí mismo, como

algo muerto, sin perspectiva, desligado de la lucha diaria, según el cual los militantes asisten a

sus células con la misma inercia con que el católico va a misa los domingos.

La vida celular es la fuerza del Partido, y en estas condiciones constituye la forma ideal de

organización para preservar la seguridad del Partido en su trabajo. Nuestras células serán

pequeñas, de sólo 3 a 5 militantes y se conformarán fundamentalmente en consideración al

lugar de trabajo. Pueden crearse también por razón de vivienda y, por último, obedeciendo a

actividades especiales. Huelga decir que la célula de empresa es más importante para el

Partido. Las células del barrio se conciben en función de su ulterior desarrollo hacia células de

empresa.

F. EL NOMBRE DEL PARTIDO

Algunos sectores del Partido han alzado voces encaminadas al cambio del nombre propuesto

para el Partido. Argumentan ellos que el nombre Comunista dificulta la penetración en las

masas y que, además debemos diferenciarnos del grupo político que dirige Vieira.

En primer lugar la experiencia ha derrotado prácticamente a quienes hacen del nombre un

problema para el desarrollo del Partido y un obstáculo para su vinculación con las masas.

Movimientos con más antigüedad y con nombres por demás brillantes, no presentan un tan

rápido fortalecimiento como el de nuestro Partido Comunista Colombiano (marxista-leninista).


320

El problema no consiste en cómo llamarse, sino en cómo actuar.

Además, para nosotros está abolida en general la práctica de presentamos a las masas con la

etiqueta de "comunistas" e incluso se sancionará el denunciar la propia militancia en el Partido

sin autorización expresa. Lo importante no es proclamarse comunista sino actuar como tal. Si

como tal se actúa aún en caso de que sea descubierto el militante, las masas lo defienden

porque lo han visto luchando por los intereses colectivos.

Por otra parte nuestros militantes serán verdaderos comunistas y aquel que acepte y entienda

nuestros principios ideológicos y nuestra táctica política, es decir, aquel que se haga

comunista, no se asustará de su título, mundialmente honroso.

En segundo lugar, nosotros no debemos renunciar al nombre de comunistas sino reivindicarlo

en nuestra patria. No son Vieira ni su grupo los personeros ni los depositarios de las luchas, de

la historia, ni siquiera de las experiencias negativas del Partido Comunista de Colombia. Ese

importante acopio de experiencias, más negativas que exitosas, es sin embargo patrimonio de

los marxistas-leninistas y no de los agentes de la burguesía. Somos comunistas y nuestro

Partido debe ser el Partido Comunista Colombiano marxista-leninista.

Hasta aquí la trascripción completa (incluido el formato) del citado documento político

que explica el por qué se tuvo que acudir a la vía armada para librar la lucha popular.

Surge entonces, en 1967, un nuevo grupo guerrillero de orientación Maoísta denominado

ahora, Ejército Popular de Liberación, hecho así narrado por Libardo González en su obra

tantas veces citada (pag.510) :

“Las tesis sobre el movimiento campesino como fuerza motriz de la revolución, de la

separación entre partido y guerrilla con predominio del primero y de la toma del poder como
321

objetivo estratégico, la implantaría el Ejército Popular de Liberación, que surgió en 1967, pero

su gestación duró alrededor de cinco años.

“En 1962 se consumó la división Chino-Soviética. Las diferencias tuvieron una incidencia

sobre el partido comunista colombiano, ya que un sector importante, dirigido por Pedro

VásquezRendón, responsable del partido en el Magdalena, adhirió a las tesis chinas, fundando

el Partido Comunista Marxista-Leninista de Colombia, con una gran base social obrera en

Antioquia y algunos destacamentos en los departamentos de Córdoba, Sucre y bolívar. En esa

zona fue donde se fundó el Ejército Popular de Liberación en 1967.

“La creación del Frente Patriótico de Liberación Nacional y las Juntas Patrióticas indicaba un

nuevo objetivo fundamental: el de unificar todas las fuerzas anti-imperialistas y nacionalistas

que estuvieran dispuestas a erradicar el feudalismo y a expulsar a la burguesía compradora del

poder, para establecer un poder basado en el pueblo, un régimen de Nueva Democracia. A

través de la lucha guerrillera, o de la guerrilla total se llegaría finalmente a unificar a todas las

fuerzas patrióticas contra la casta terrateniente y de la gran burguesía incrustada en el poder.

Del Alto Sinú, San Jorge y Bajo cauca, se pretendía abarcar una zona liberada que se

extendería luego por todo el país... En todo caso, dado el carácter feudal de la economía y la

sociedad colombianas, la revolución sería democrática o de Nueva Democracia.

“La estrategia de ligar partido-guerrilla-masas campesinas se circunscribía a una zona muy

restringida, en donde las condiciones del campesinado parecían asimilarse a las del feudalismo

con que el EPL describía el conjunto del país. Sin embargo, en tres años, de 1967 a 1970 el

EPL que trasladó a toda la dirección del PC (ML) a la zona, perdió a dirigentes tan

importantes como el jefe máximo, Pedro VásquezRendón y otros dos comandantes de


322

importancia, Libardo Toro Mora y Gonzalo González, solo quedarían en pie Pedro León

Arboleda y Francisco Caraballo en la cúpula de la dirección.

“Las divisiones eran frecuentes y para 1970 ya había más de tres fracciones que se habían

separado del tronco madre, al que se denominaba el del Comité Central. Algunas estas

divisiones se planteaban el escepticismo respecto de la lucha armada en esa zona del país,

otros se definirán en contra de la lucha armada como tal y otros exigían que el Partido

comunista (M-L) dedicara sus efectivos a educar y organizar la clase obrera y no diera tanta

preeminencia al campesinado dentro de su esquema estratégico…”(op. cit.)

Sobre la fundación e historia del Ejército Popular de Liberacion, EPL, debe transcribirse el

texto titulado “Notas de Comandancia. Historia del EPL”, Escrito por Ernesto Rojas, uno de

sus comandantes fundadores, no solo para apelar a la fuente directa sino para conocer la

orientación e ideología política de dicha guerrilla maoísta colombiana.

Estas notas que lanzamos a la luz pública las elaboró el camarada Ernesto Rojas, Comandante

del EPL vilmente asesinado por el enemigo en febrero de 1987.

La recopilación es trabajo del camarada y comandante Francisco Caraballo, que desde la

cárcel de máxima seguridad venció dificultades de sus duras condiciones de reclusión para

enviar este documento como contribución a la celebración del 40 aniversario del EPL.

Los subtítulos los introdujimos para facilitar la lectura y manejo de este documento sobre una

parte importante de “…la historia de la rebeldía de las masas en Colombia”, como diría el

historiador Ignacio Torres Giraldo en su valiosa obra “Los inconformes”.

Comisión de Propaganda del EPL

Secretaría de Prensa y Propaganda del PC de C (m-l)


323

MARCO HISTÓRICO DE SU FUNDACIÓN

Marxismo-leninismo, revolución cubana, inconformismo social, son conceptos comunes a

varias de las organizaciones revolucionarias de este país. Nosotros no somos la excepción.

Cuando se sientan las bases para la fundación del EJERCITO POPULAR DE LIBERACION,

EPL, existen dos situaciones: una en el campo internacional y otra en lo interno, en Colombia.

En el exterior están las luchas entre los marxistas-leninistas y los kruschovistas, que producen

una división en el Movimiento Comunista Internacional. Simultáneamente, en Cuba está la

revolución que se convierte en un detonante para toda América Latina. Su ejemplo de un

proceso rápido hacia un desarrollo importante, inspira al movimiento latinoamericano para

impulsarlo a emprender el mismo camino. Este proceso le daba la razón a los que criticaban a

los partidos comunistas de la época, por descartar la lucha armada y negar la posibilidad la

alcanzar la victoria por ese medio.

En este periodo, Colombia sufría la violencia en su última etapa y vivía la experiencia de una

guerrilla que había incorporado a sus filas a un gran contingente de campesinos pero que fue

conducida al fracaso por la dirección del partido liberal y por la incapacidad del Partido

Comunista para conducir y orientar ese movimiento. Había entonces una situación de

frustración.

Un grupo de revolucionarios en el interior del Partido Comunista asimila la experiencia

cubana y critica a esa colectividad política que demerita la revolución por la vía de las armas.

LA RUPTURA DEL PARTIDO COMUNISTA Y EL EPL

Pedro León Arboleda, Pedro Vásquez Rendón, Libardo Mora Toro y otros, se plantean un

rompimiento y deciden canalizar la lucha armada. Por esos años –principios de los sesenta-
324

hubo contactos con los hermanos Vásquez Castaño y se pudo coincidir en aspectos políticos

que luego motivaron la formación del Ejército de Liberación Nacional.

Pero debido a contradicciones de diverso tipo, no se consolidaron los acercamientos, sino más

bien un distanciamiento. Los Vásquez Castaño consideraron que los Pedros, Mora Toro y

Francisco Caraballo pretendían o capitalizar o hegemonizar el desarrollo del ELN.

El Partido Comunista, ya dividido, va por caminos diferentes. El nuestro, el Partido Comunista

de Colombia, marxista-leninista, decide un camino para el desarrollo de la lucha armada. La

gente era muy joven en ese año 1964 y cometimos errores.

El “foquismo” estaba de moda y nos fue imposible apartarnos de esa influencia.

Intentamos crear varias zonas guerrilleras en el país; hay una que en nuestra historia se conoce

como Zona X, ubicada en los departamentos de Santander y Bolívar, región a la cual

posteriormente entró a trabajar el ELN. En esa zona se creó el primer núcleo guerrillero del

EPL, simultáneamente con otros en el Departamento del Valle del Cauca (zona Guacarí), en

Risaralda y el Chocó. Eran sectores en donde implantábamos un grupo guerrillero, con la

participación de revolucionarios que hacían el trabajo entre las masas.

El acento principal estaba en el núcleo, partiendo del criterio de que una vez creado serviría de

detonante para que en esas áreas estallara un movimiento insurreccional. Desde un principio se

impulsó el trabajo de masas.

Esa experiencia condujo al primer fracaso, porque nuestra presencia en Guacarí permitió que

el ejército nos ubicara y ejecutara una operación de cerco, ante la cual no pudimos responder

eficientemente porque no estábamos preparados. Este ó la desintegración del grupo

comandado por el compañero Jesús María Alzate, que posteriormente fue muerto en el

Noroeste de Colombia, formaban parte del mismo grupo Francisco Garnica, Carlos Alberto
325

Morales y Ricardo Torres. El plan original consistía en construir una zona fuerte del EPL por

la cordillera central, para entrar en la zona cafetera, pero sin perder contacto con la cordillera

occidental.

La acción del ejército se desarrolló en dos partes: por un lado golpeando a los que

desarrollaban el trabajo entre las masas y por el otro, atacando al grupo guerrillero en

formación. Por esta acción cayeron los tres camaradas encargados del trabajo político que,

cuando salían de una reunión fueron detenidos, torturados y luego asesinados. Los tres eran

jóvenes, el mayor de ellos Garnica, tenía veinticinco años, habían sido dirigentes de la

Juventud Comunista, JUCO. Al romper con esa organización pasaron al Partido Comunista de

Colombia (marxista-leninista). Fue sin dudas una pérdida grave para la organización y para el

movimiento revolucionario, pues eran brillantes y de una inteligencia superior.

Por esa época, y teniendo en cuenta la posición del Partido Comunista se intentó un

acercamiento con las FARC, que eran fundamentalmente una organización de autodefensa.

Cuando las acciones de Marquetalia, el Partido Comunista había enviado a un núcleo y dos de

sus integrantes habían sido Jacobo Arenas y Pedro Vásquez.

Pedro salió de allí debido a las contradicciones que se presentaron. Pedro afirmaba que no se

podía condenar al movimiento guerrillero y se debía asumir una posición activa de guerrilla

móvil que condujera al desarrollo de la lucha armada y no simplemente esperar a que ocurriera

lo que se veía venir la invasión Marquetalia, Riochiquito, El Pato. Pedro Vásquez señalaba

que el grupo debía prepararse para ello asumiendo una actitud de iniciativa que le permitiera

golpear antes de ser golpeados.

Pasado el tiempo y, comprobadas las teorías de Pedro Vásquez sobre la invasión y la

ineficacia de la actitud pasiva, el Partido Comunista (m-l) planteó la necesidad de renovar los

contactos. Se envió a un médico de Cartago (Valle del Cauca), al camarada Aldemar Londoño
326

a conversar con las FARC, en el entendido de que él se sentía capacitado para discutir con la

dirigencia de esa organización, ya que contaba con experiencias en ese sentido.

Lamentablemente perdimos el contacto con él y de esa forma nos vimos privados de un

grandirigente.

Los intentos de establecer relaciones unitarias con el ELN y las FARC así como el impulso

fallido para crear focos insurreccionales, llevaron al Partido a reflexionar, a racionalizar las

nuevas situaciones y a plantear un cambio, por medio del cual se rompió con el “foquismo” y

se decidió ampliar y profundizar el trabajo de masas, entendiendo que la guerrilla debía ser el

resultado de un trabajo político; eso llevó a concentrar la atención en el Noroeste de

Colombia.

El trabajo inicial consistió en penetrar en la región por diferentes medios, por ejemplo con

maestros de escuela. La organización de sindicatos, cooperativas, juntas de acción comunal,

jornaleros, etc., ubicados en áreas del Alto Sinú y el Alto San Jorge.

FUNDACIÓN DEL EPL Y MANIOBRAS DEL GOBIERNO NACIONAL

La rectificación iniciada en el año 1965 y desarrollada especialmente en 1966 y 1967, permitió

crear a finales de este año, exactamente el 17 de Diciembre, en medio de levantamientos

campesinos, el primer destacamento guerrillero del EPL comandado por Pedro Vásquez

Rendón y Francisco Caraballo.

Ya en el año 1968 se puso en evidencia la existencia de brotes guerrilleros además de la

consolidación del movimiento campesino. Eso explica que el presidente Carlos Lleras

Restrepo, una vez enterado de la nueva situación, envió a la ministra del trabajo María Elena

de Crovo, aprovechando la presencia de algunos dirigentes que provenían del Movimiento

Revolucionario Liberal (MRL), entre los cuales se destacaba Julio Guerra.

Julio Guerra, viejo líder guerrillero de la región y Luis Manco David, dirigente campesino,
327

habían tenido contactos políticos con al jefe del MRL Alfonso López Michelsen. Lleras

Restrepo consideró que enviando a su estrecha colaboradora, la destacada “revolucionaria”,

lograría convencer a los dirigentes guerrilleros de cambiar su política y sus proyectos.

En efecto, arribó la doctora María Elena de Crovo con la idea de que el EPL podía presentar

algunas propuestas respetuosas al Gobierno Nacional y que éste a cambio, podría impulsar

créditos a través del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria y además tomar ciertas

medidas de carácter social. Las discusiones se desarrollaron en un área de los Llanos del

Tigre. Luis Manco, Francisco Caraballo y una delegación campesina le hicieron entender a la

delegada del Gobierno que esa no era la solución para el problema. Sin lograr absolutamente

nada María Elena de Crovo salió de la zona y luego de entregar el balance de su gestión al

Gobierno Nacional, éste preparó una operación militar de vastas proporciones, que se

conocería como la Primera Campaña de Cerco y Aniquilamiento.

DERROTA DEL PRIMER CERCO DE ANIQUILAMIENTO

A comienzos del mes de abril ya se notaba la presencia de gran cantidad de personas extrañas

en la región y el inicio de una labor de inteligencia en las áreas periféricas.

Además iniciaron una acción psicológica sobre el campesinado mediante el vuelo rasante de

avionetas que dejaban caer gran cantidad de volantes con escritos como “fuera los rojos”,

“rechazamos a los comunistas”, que poco a poco podían ir calando entre la población. Ante

esa situación el Partido decidió crear nuevas unidades del EPL y organizar a las masas

campesinas.

Se inició entonces el trabajo político, del cual resultaron las Juntas Patrióticas y las Guerrillas

Locales. Desde comienzos del año, en especial en enero y febrero, nuestro grupo había

luchado ya contra terratenientes y pequeños puestos de policía, pero no habíamos enfrentado


328

una ofensiva militar planificada.

El ejército oficial llegó y se estableció en Montelíbano, Planeta Rica y Tierra Alta, penetrando

poco a poco: todos los días caminaba un pedazo, otro pedazo y todo el mundo comenzaba a

ver cómo avanzaba y se iba concentrando en los Llanos del Tigre, una región de colonos

pobres que en esa época estaba muy poblada por gentes que habían buscado refugio,

procedentes de áreas de violencia de Antioquia.

Los campesinos, con sus mujeres y niños, además de los ancianos, plantearon su deseo de irse

con nosotros para el monte. Por esa época ya conocíamos la experiencia de Marquetalia, El

Pato y Guayabero y pensamos que era inconveniente lanzar a las familias en ese tipo de

aventuras.

El Partido ordenó entonces que sólo fueran los hombres capaces de empuñar las armas y que

el resto de la población se quedara en sus casas. No fue fácil convencerlos de que eso era lo

justo y las mujeres nos decían además: “¿qué vamos a hacer para defendernos si nos

quedamos solas?” Fueron varios días con sus noches para convencerlos. Nos llevamos a

muchos hombres, a los que equipamos con malas armas, escopetas, revólveres y hasta

machetes; había una que otra carabina San Cristóbal, uno que otro fusil de repetición; pero con

lo que había emprendimos la marcha.

Ya para el mes de mayo, el cerco era completo, se había producido el anillo y el ejército llevó

con helicópteros a sus soldados hasta la zona del núcleo guerrillero. La experiencia era poca,

no teníamos dirigentes militares. Algunos como Libardo Mora, Francisco Caraballo y David

Borrás tenían conocimientos teóricos y los que habían pasado por la violencia de los años

cincuenta carecían de conocimientos actualizados para las nuevas condiciones de lucha.

El cerco duró los meses de mayo, junio, julio y agosto; participaron unos ocho mil soldados

con el objetivo de destruir el movimiento en su nacimiento para evitar su consolidación y


329

desarrollo.

Después de varios intentos fracasaron y finalmente decidieron replegarse.

Habían concentrado a la población, mujeres niños y ancianos en determinados puntos a los

que llamamos “campos de concentración”, haciendo una labor psicológica para lograr

colaboración. También fracasaron en esa empresa.

No hubo enfrentamientos grandes, porque la táctica que se asumió fue la de dispersión, es

decir, pequeños grupos en toda la región en actitud de hostigamiento para tratar de dividir y

desmoralizar al ejército. Nosotros no estábamos en capacidad de emprender un real

enfrentamiento, ni por la preparación militar ni por las armas.

Lo que hacíamos era acosar todos los días, de día y de noche, para hacerle al ejército

insoportable la situación y obligarlo a retirarse. A pesar de lograr nuestro objetivo, a finales de

agosto la victoria no fue completa: habíamos perdido a compañeros de invaluable capacidad

como Pedro Vásquez Rendón y Bernardo Ferreira Grandet.

Pedro Vásquez era nuestro principal dirigente y su muerte, ocurrida en el río Sinú, fue muy

sensible.

La organización siguió adelante. Habíamos perdido veinte combatientes en los tres meses,

contando a guerrilleros locales, pero su recuerdo era para nosotros un nuevo aliciente de

lucha.

EL EPL SE FORTALECIÓ LIGADO A LAS MASAS

Durante un año completo el EPL se fortaleció; le habíamos dado una gran importancia al

trabajo entre las masas y reforzamos las Juntas Patrióticas Regionales bajo la dirección de

Julio Guerra y de Evelio Ramírez. La gente se organizaba en cada vereda y realizaba

reuniones cada ocho días, en las que hasta los niños hablaban sobre sus propios problemas y

hablaban sobre la unidad para la producción, conscientes de que el trabajo individual no era lo
330

que más rendía. Formaban brigadas de trabajo, iban a las fincas de cada uno para producir

conjuntamente y luego repartir también colectivamente. Las Juntas Patrióticas de la zona

coordinaban todo a nivel veredal y había una Junta Regional que representaba a la autoridad,

conformando los “embriones de poder”.

Los destacamentos guerrilleros de entonces tenían una estrecha relación con los núcleos

organizados de la población. Cuando no había combates estaban junto con la gente ayudándola

en sus labores normales y por las noches enseñaban a leer y escribir en las escuelas

organizadas con ese propósito.

Se elevó en ese período el nivel político de las masas y la producción también aumentó. La

experiencia del Alto Sinú y el Alto San Jorge se extendió hacia el Bajo Cauca y Urabá. Se

creó la misma estructura en las nuevas zonas y se buscó el fortalecimiento de las guerrillas

locales, que eran unidades del EPL pero tenían asentamiento campesino, pobladores que

tenían sus armas y a la vez trabajaban la tierra. Ante cualquier indicio de ingreso del ejército

se sumaban al núcleo guerrillero. Eran cabeza de familia, con su familia y su finca, pero con

cierta formación militar.

Apenas se produjo la primera salida del ejército, comenzaron a planear el segundo cerco de

aniquilamiento. En el cerco hay cosas que no cambian: la primera es la fase del trabajo de

inteligencia, el penetrar a la gente para buscar información sobre la ubicación del grupo

guerrillero, sus características, su influencia y demás detalles de su interés. Luego viene la

labor de propaganda sicológica y de intimidación. En estos aspectos el segundo cerco fue

idéntico al primero.

Pero lo militar fue diferente. La primera vez se ubicaron primero en los municipios, en los

poblados y de allí penetraban lentamente en una acción para cerrar el anillo. En esta nueva
331

ocasión, desde los batallones mandaban helicópteros al corazón, a nuestros centros de trabajo;

depositaban allí su nido y comenzaban una acción combinada con la penetración. Eso nos

tomó de sorpresa, porque esperábamos un cerco gradual como el anterior. Tuvimos bajas

lamentables en las primeras de cambio aunque el núcleo de colaboradores nos ayudó

inmensamente; en pocas horas los campesinos cogieron sus armas y se vincularon a los

destacamentos; las mujeres sabían que les tocaba resistir y esperar. . .

El ejército invasor lo primero que hizo fue concentrar a las mujeres con sus niños y ancianos

en ciertas áreas. Las acciones militares se extendieron hacia Urabá y el Bajo Cauca; más de

diez mil soldados se movilizaron en este operativo que duró seis meses, desde agosto de 1968

hasta febrero de 1969. Los golpes propinados al ejército invasor fueron duros y fracasaron

nuevamente; le hicimos unas doscientas bajas, aunque cometimos el error de no aprovechar las

condiciones para pasar del hostigamiento hacia acciones de aniquilamiento, ya que teníamos la

posibilidad de concentrar fuerzas para operar.

De todas formas, después de seis meses de enfrentamientos, el ejército invasor se retiró una

vez más, sin lograr sus objetivos.

EL PROBLEMA DEL PODER

El excesivo entusiasmo con los éxitos y los avances logrados, nos llevó a la pretensión de

construir poder popular, con la consolidación de las organizaciones de las masas y el

fortalecimiento de las estructuras militares. Fue un error grave, puesto que no contábamos con

la fuerza y las condiciones apropiadas para lograr ese objetivo. Además se presentaron

problemas internos que debilitaron el trabajo.

Un cambio en la orientación política condujo a proyectar el trabajo hacia otras áreas y

especialmente hacia los principales centros urbanos.


332

La dirección me ordenó salir con el propósito de desarrollar fuerzas urbanas en 1974.

CORAJE ANTE LAS DIFICULTADES

Cuando avanzaba el cumplimiento de esa misión y estábamos integrando un grupo para

enviarlos al Noroeste como refuerzos, fuimos detenidos; cayeron presos camaradas de

Antioquia, el Viejo Caldas y el Valle del Cauca, unas sesenta personas en total.

En ese período sucedió lo más lamentable y doloroso de todo: la muerte del camarada Pedro

León Arboleda, uno de los más esclarecidos dirigentes del Partido Comunista de Colombia

(marxista-leninista).

Para los detenidos se montó un Consejo de Guerra, del cual resultaron condenas larguísimas.

Yo debía purgar una pena de doce años y fui enviado a la isla de Gorgona con base en el juicio

de primera instancia. Eso fue durante el gobierno de Alfonso López Michelsen que levantó el

Estado de Sitio y como no habíamos sido condenados en segunda instancia, el caso pasó a la

Justicia Ordinaria; el Consejo de Guerra fue anulado y salimos por pena cumplida.

Una vez puestos en libertad regresamos al Noroeste con la intención de reactivar el trabajo.

En 1978 se realizó un encuentro con los dirigentes del ELN que en ese período atravesaban

una crisis grave de la cual quedaban unos once dirigentes destacados; en una zona del

Noroeste nos encontramos con los comandantes Manuel Pérez, Nicolás Rodríguez Bautista y

otros; también estaba Francisco Caraballo. Hicimos una reunión importante en la cual se

consolidaron las relaciones entre las dos organizaciones y se proyectaron las acciones

unitarias. Posteriormente el ELN avanzó en un proceso de rectificación que le permitió salir

adelante no obstante las enormes dificultades que debió enfrentar.

RUPTURA CON EL MAOISMO Y NUEVAS PERSPECTIVAS


333

De nuestra parte, de 1978 hasta 1980 se desarrolló una profunda discusión ideológica en el

seno de la organización, un serio cuestionamiento a la historia vivida: como resultado, en el XI

Congreso del Partido realizado en abril, se rompió con el maoísmo y con su influencia nociva

en nuestra actividad. Gracias al correcto trabajo cumplido, primero en la teoría y luego en la

actividad práctica, pudimos superar las situaciones negativas y proyectarnos en mejores

condiciones hacia el futuro.

Tanto cambiamos en se período que nos entusiasmaba el hecho de que se consolidó la unidad

interna y superamos las divisiones y fraccionamientos que habían sido frecuentes en el Partido

y en el EPL. (op. cit.)

Muy cerca de once años tras las rejas del oprobioso régimen de la oligarquía colombiana,

Francisco Caraballo continúa siendo el comunista convencido y consecuente que no se rinde.

Ha soportado el largo proceso penal, manteniendo incólume su estatura de dirigente marxista-

leninista, enfrentando las torturas y presiones de todo tipo, así como el peso de los fallos de

jueces injustos que han violado la propia legalidad para condenarlo a 46 años de prisión con el

cargo de "terrorista", negándole la libertad cuando ya ha cumplido mucho más de la pena que

según el código penal de Colombia, corresponde a su condición de rebelde enfrentado al

Estado.

Desde su juventud, luego de intenso trasegar político, el camarada Caraballo abrazó la

ideología del proletariado y contribuyó decididamente a la reestructuración del Partido

Comunista de Colombia en el marxismo-leninismo, iniciada a mediados de los años sesenta

para rescatarlo de las desviaciones oportunistas de derecha irradiadas desde la cúpula

revisionista de Moscú para poner fin a la construcción socialista que inauguró la Revolución

de Octubre de 1917.
334

Caraballo, asumió la conducción militar de Ejército Popular de Liberación, EPL, fundado por

el PC de C (m-l) en diciembre de 1967, sin desvincularse de las tareas de su construcción hasta

el momento de su detención en mayo del 94, condición que lo llevó a participar de la Cumbre

de Comandantes de la Coordinadora Guerrillera "Simón Bolívar", de la cual fue uno de sus

inspiradores y defensores.

En 1975, luego de la muerte en combate del Primer Secretario del Partido Marxista-Leninista

de Colombia, Pedro León Arboleda, Francisco asumió la responsabilidad de sucederlo en ese

cargo.

Francisco Caraballo, ha dejado en alto las banderas comunistas en el desempeño de tareas

políticas y militares a lo largo de duras décadas de lucha revolucionaria, tanto contra el

enemigo abierto como contra las fracciones como la de los traidores al pueblo y la revolución

de la disgregada “Esperanza, Paz y Libertad”.

Como lo dijo a los jueces, en su “calidad de rebelde consciente, de revolucionario consecuente

y de comunista convencido…” con su trabajo se ha granjeado el respeto y admiración de la

militancia de su Partido y los combatientes del EPL, así como de los marxista-leninistas del

mundo. Ha conquistado la solidaridad de todo el movimiento revolucionario de Colombia y le

rodea un extendido sentimiento de cariño de amplios sectores del pueblo que lo han visto

luchar sin desmayo en más de cuatro décadas. Francisco también ha sido símbolo de la unidad

revolucionaria y antiimperialista, ejemplo del combatiente internacionalista proletario que con

visión y tesón aporta a la construcción de la organización internacional de los partidos y

organizaciones comunistas marxista-leninistas.

Hoy, junto a muchos centenares de presos políticos y prisioneros de guerra, que han hecho su

aporte a la lucha por acabar la explotación del hombre por el hombre, Francisco Caraballo

recibe la solidaridad internacionalista de la Conferencia de Partidos y Organizaciones


335

Marxista-Leninistas, que los amantes de la libertad y la justicia manifesta su repudio al

régimen de corte fascista que encabeza el tirano, Alvaro Uribe Vélez y a las instituciones del

Estado que el preside, exigiendo la libertad de los presos políticos y prisioneros de guerra y

rechazando la calificación de "narcoterroristas" que pretende ocultar el agudo conflicto

político, social y armado que sacude a Colombia por más de cuatro décadas.”

Hasta aquí la trascripción estricta del citado documento político clandestino aun hoy.

Las causas que determinaron la fundación del Ejército Popular de Liberación, EPL,

fueron:la discrepancia con la línea política y militar del PCC; el auge de movimientos y

grupos revolucionarios; la radicalización de la Juventud del MRL; el Congreso constitutivo

del PCC ML; la promoción de cinco zonas guerrilleras; la Integración de campesinos

provenientes de las guerrillas liberales; la Influencia en los dinámicos movimientos

campesinos, estudiantiles y obreros del país.

En el X Congreso del Partido comunista marxista-leninista, clandestino, celebrado el 17 de

julio de 1965, se definió el programa, línea política y militar, elección del Comité Central y el

Mando Nacional de un Ejercito Popular de Liberacion.

Los fundadores del EPL, fueron: Pedro Vásquez Rendón, Pedro León Arboleda, Carlos

Arias, Aldemar Londoño, Francisco Garnica, Carlos Alberto Morales, Ricardo Torres,

Francisco Caraballo, Libardo Mora Toro, David Borrás, Diego Ruiz, Carlos Aníbal Cacua,

Jesús María Alzate, Julio Guerra y José Pérez.

Las negociaciones y acuerdo de paz comprendieron la realización de la Comisión de

Diálogo y Negociación y subcomisiones temáticas; participación en la Asamblea Nacional

Constituyente, garantías políticas; amnistía e indulto, garantías políticas, programa de


336

reinserción; DDHH, DIH; programa víctimas; planes de desarrollo regional; veedurías interna

e internacional; desmovilización, desarme; esquemas de seguridad; consejos de normalización.

La Politica de paz comprendió: una estrategia para enfrentar la violencia, atender de las

víctimas y los desplazados; mantener la estrategia de negociación gobierno-guerrillas; las

condiciones para la reinserción; diálogos regionales con participación de la sociedad civil ;

Incursión de las otras guerrillas activas y los grupos paramilitares en las zonas donde actuó el

EPL; definición concertada de planes de desarrollo regional; propuestas de intervención en

Córdoba, Urabá, Antioquia, Eje Cafetero, Catatumbo, Cauca y Putumayo

El EPL, comenzó a llamarse, desarmado y desmovilizado, “Esperanza, Paz y Libertad” y

como tal terminó diezmado y masacrado por el Estado y su paramilitarismo.

En 1970, a raíz de las elecciones presidenciales en las que participaron Misael Pastrana

borrero por el Partido Conservador, Frente Nacional y la Alianza Nacional Popular, ANAPO,

con el ex general Gustavo Rojas Pinilla, luego de aparecer ganando el último, resultó

sorpresivamente ganador el candidato oficial, con lo que se habló de un fraude y los

partidarios del ex dictador militar protagonizaron disturbios y de este hecho hace su aparición

el Movimiento 19 de Abril, M-19 fundado por partidarios del ex dictador, Jaime Bateman,

Carlos Pizarro LeónGómez, Antonio Navarro, Carlos Toledo Plata, entre otros.

Este grupo formado por militantes de clase media y de la pequeña burguesía, protagonizó

actos más que todo propagandísticos como la toma de la espada de Bolívar sustraída de la

Quinta de Bolívar, el robo de armas del Cantón Norte del Ejército, la toma de la Embajada de

la Republica Dominicana y luego emprendió una guerrilla urbana y rural especialmente en el

Cauca, concluyendo con la toma del Palacio de Justicia, cuya contra-toma por el ejército
337

resultó en otra masacre oficial, resaltando las personas que salieron vivas del palacio y no

volvieron a aparecer, pero terminó acogiéndose a la amnistía que le ofreció el gobierno de

Belisario Betancourt, formando un partido político civil, participando en elecciones

democráticas y llegando con dirigentes como Antonio Navarro y Gustavo Petro a importantes

puestos de elección popular.

Como documento histórico y político que muestra la ideología del M-19 se trascribe una

declaración aun clandestina de dicho movimiento:

DECLARACIÓN DEL M-19 ante la retoma del palacio de justicia

Colombianos:

Hoy la nación reclama adolorida una explicación del holocausto en el Palacio de Justicia el

jueves 7 de noviembre de 1985, y hoy -más que nunca- se plantea la necesidad urgente e

inaplazable de lograr la paz para Colombia.

La batalla del Palacio de Justicia tuvo por escenario el corazón político-administrativo del

país, y todos presenciamos las escenas consecuentes a la decisión de tierra arrasada y

aniquilamiento total. Pero la opinión pública no conoce aún toda la verdad y el gobierno

pretende justificar su acción con argumentos ajenos a la realidad y al sentir nacional.

Esta actitud sólo nos enfrenta al abismo de su odio y sinrazón. Y aleja más aún las

posibilidades de construir la paz por caminos distintos a la guerra. Por eso, hoy la conciencia

democrática de nuestra nacionalidad tiene que exigir la verdad, solo la verdad y nada más que

la verdad sobre los hechos sociales, políticos y militares que nos enfrentan con nuestro destino

colectivo.

Por nuestra parte, asumimos la responsabilidad de nuestra acción con mirada limpia, dignidad,

y con el dolor profundo por el sacrificio de hombres y mujeres que no participaron en el


338

enfrentamiento directo, de nuestros combatientes y de los compatriotas que pelearon en las

filas de la oligarquía. La enfrentamos con la serenidad y firmeza que inspiró esta demanda

armada por los derechos de la nación, de la patria y del ciudadano, y con la integridad de un

comportamiento manifiesto en toda nuestra actuación pública, en las tomas de pueblos y

ciudades, en la Embajada de la República Dominicana y en el respeto inmenso hacia los

prisioneros de guerra.

1. Nuestras razones son las de la nación entera. Hoy la patria que vivimos no es la que

soñamos. No es la que anhelamos con claros horizontes de justicia y plenitud, de desarrollo,

libertad y respeto a los derechos de la vida. Padecemos, en cambio, los rigores de esta guerra

que desató la minoría gobernante contra las mayorías, intensificada con la negación a buscar

los caminos de la paz mediante la concertación nacional y el diálogo por el cambio.

Hoy la paz es camino por andar, bandera grande y limpia y tarea de las mayorías que necesitan

y quieren el cambio democrático. No es argumento para la injusticia, promesa incumplida, ni

excusa para el engaño, la represión y el holocausto.

La incompetencia y la amoralidad de este desgobierno no pueden ser ya jamás motivo de

comentario individual o de la protesta aislada. Hoy es urgente y necesario que la capacidad

creadora, el coraje para mirar de frente la realidad y la decisión mayoritaria de asumir los retos

del presente nos conduzcan al logro de la paz que se fundamenta en la justicia social, la

soberanía y la participación de todos en la conducción del destino colectivo.

Nuestra patria no merece ni resiste seguir así. Nuestra patria no es tierra de ignominia ni tierra

de prepotencias oligárquicas ni de minorías criminales con políticas de tierra arrasada. Por eso,

y a pesar de la violencia cotidiana que azota a las grandes mayorías, no salimos del asombro y

del dolor por el sacrificio de más de cien colombianos en el Palacio de Justicia. Por eso, en las

luchas y en las demostraciones armadas de la rebeldía se abrazan los combatientes de la


339

libertad con hombres y mujeres que, sin armas en la mano, levantan su voz de cordura, su

reclamo de reformas sociales y su demanda de replantear a fondo el proceso de paz.

2. Y por eso mismo llegamos ante la Corte Suprema de Justicia, única reserva moral y

democrática de los poderes públicos.

Llegamos ante la Corte Suprema de Justicia para presentar las demandas de una nación que se

desangra y se asfixia, por las políticas de un Ejecutivo y un Legislativo que van en contravía al

logro de la paz.

Buscábamos, ante este tribunal de honor, exponer nuestras

razones y enjuiciar públicamente la violación de los acuerdos de tregua y reformas sociales.

Demandábamos a este régimen por la violación de la Constitución nacional, la entrega de la

soberanía económica y jurídica, y por defraudar la esperanza nacional.

Llegábamos, ante la Corte Suprema de Justicia, para convocar a la nación entera a participar

en este juicio como parte demandante y demostramos nuestra confianza en la moralidad y el

espíritu amplio y democrático de los honorables magistrados y consejeros de Estado, para que

ellos arrojasen luces a este proceso.

Llegamos ante la Corte Suprema de Justicia invocando el derecho que nos rige, porque como

ejército del pueblo abrazamos la defensa del cuerpo constitucional y luchamos por su

vigencia.

Fuimos a la Corte Suprema de Justicia en búsqueda de más amplios horizontes para el

ejercicio de la democracia y con la decisión de abrir nuevos caminos a la posibilidad

irrenunciable de lograr la paz mediante el diálogo, la concertación y la participación de todos.

3. Y fue una demanda armada porque hoy los derechos del hombre y del ciudadano tienen que

ser garantizados con la fuerza de las armas del pueblo.

Porque los derechos de las mayorías son desconocidos y constantemente violados por la
340

minoría que nos gobierna. Porque hoy las mayorías tienen que pelear para ejercer la

democracia. Porque el Gobierno de Betancur se lanzó al aniquilamiento de fuerzas que son

esperanza del cambio y traicionó la vía más justa y novedosa de buscar la paz para la nación

cual era el Diálogo Nacional.

Por la verdad y la democracia nos tomamos el Palacio de Justicia. No para exigir prebendas o

beneficios propios, no para atacar al tribunal de justicia ni a sus representantes. Nunca hemos

atentado, ni lo haremos jamás, contra los trabajadores de la justicia. Por el contrario, fuimos

ahí como tribunal de honor y de leyes, porque la nación tiene suficientes razones para enjuiciar

política y judicialmente a este Gobierno y porque la Corte Suprema y el Consejo de Estado

habían actuado con conciencia y dignidad. Hace apenas tres meses se condenó al actual

ministro de Defensa y al Estado colombiano como responsables de torturas y violaciones a los

derechos humanos.

4.Los-hechos:

a. Desde el primer momento de la toma, tanto el Gobierno como los honorables magistrados,

conocieron nuestras razones y también nuestra decisión de defender las vidas de las personas

retenidas aun a costa de las propias, ante eventuales asaltos al Palacio de Justicia. A todos los

medios de comunicación y al propio Gobierno llegó nuestra proclama, pero no se permitió su

difusión.

b. Nuestra defensa estaba organizada con base en el enfrentamiento militar y no en la toma de

rehenes. Para ello, los combatientes del M-19 tomaron posiciones en la parte baja de la

edificación y en los pisos segundo, tercero y cuarto, concebidos los dos últimos como última

línea de defensa.

c. De parte nuestra, nunca hubo ultimátum ni amenazas al Gobierno ni a las personas

retenidas. Desde el comienzo buscamos conversaciones, pero en ningún momento planteamos


341

la disposición a la rendición humillante y vergonzosa. Sin embargo, el Gobierno -amparándose

en la desinformación y el engaño- tomó su decisión ciega y brutal, que no fue ataque contra

los combatientes de la columna Iván Marino Ospina que ingresaron en el Palacio de Justicia,

sino una operación de aniquilamiento masivo, de holocausto total y generalizado.

d. El ingreso de las tanquetas al Palacio, antes de cumplir dos horas de ocupación, aisló a los

combatientes situados en la parte baja de los que sostenían posiciones en los pisos altos. Sin

embargo, la resistencia en los sótanos y en el primer piso se mantuvo hasta el momento del

incendio, mostrando el temple y el heroísmo de los oficiales de Bolívar en forma jamás vista

en este país.

e. La perentoria exigencia del doctor Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte,

escuchada por Colombia entera, no conmovió al Gobierno; el clamor de las familias de los

magistrados y funcionarios, así como las voces valientes de algunas personalidades que

rompieron el cerco tendido a la libre expresión, tampoco fue atendido por el señor Betancur ni

por sus ministros de despacho. No hubo lugar a nada distinto de la prepotencia y el odio

desplegados ante una nación estremecida con la sucesión de hechos de aniquilamiento total.

f. En las horas de la noche del 6 de noviembre, el Gobierno en pleno aprobó el arrasamiento

total del Palacio de Justicia, en vista de que el Ejército y la Policía habían fracasado en sus

intentos de asalto. La decisión fue la de incendiar la sede del poder jurisdiccional, por acción

de comandos del GOES, situación que causó numerosas víctimas, entre ellas, el presidente de

la Corte, y que obligó a civiles e insurgentes a buscar refugio en los baños de los pisos tercero

y cuarto.

g. Nuestras fuerzas, así como la mayoría de las personas retenidas en los pisos superiores de la

edificación, sobrevivieron al incendio, lo cual posibilitó enfrentar el asalto de nuevos

comandos en la madrugada del jueves 7. Pero esto también dio lugar a una nueva decisión
342

gubernamental: la de minar el Palacio, como recurso máximo contra la heroica resistencia de

sus ocupantes.

h. Poco antes de las 14 horas del jueves, Betancur decretó la llamada "hora de reflexión", nada

distinto que un llamado perentorio a la rendición, so pena de hacer explotar las cargas

colocadas en diferentes puntos del edificio. El mundo entero presenció el desenlace fatal y el

Gobierno tiene que enfrentar su decisión con la sola verdad. Porque las siete tanquetas, el

empleo indiscriminado de los cañones de 57 mm, el uso de rockets, granadas y gases, la

provocación de incendios y explosiones, fueron la única respuesta a las diferentes soluciones

planteadas. En ningún momento el Gobierno aceptó la fórmula negociada ni dio lugar a pausas

o a minuto alguno para la reflexión.

Tal es la más reciente demostración de una política cuyos efectos sufren a diario millones de

colombianos enfrentados al marginamiento y a la desatención de sus necesidades como

negación de los derechos básicos del hombre. Esta política de aniquilamiento es la que deja el

saldo trágico de desapariciones y asesinatos en todo el país, así como de bombardeos

indiscriminados y despojo en las zonas rurales donde se produce la confrontación armada. Esta

política se traduce hoy en la decisión de arrasar el país en aras de una institucionalidad que el

mismo Gobierno irrespeta y falsea.

5. La nación en armas demandó al Gobierno por el incumplimiento de sus compromisos ante

el país y el propio Gobierno se autocondenó.

El Gobierno no sólo desatendió invocaciones obvias a la aplicación del Derecho de Gentes -

cual es el cese del fuego- como lo planteara el doctor Reyes, sino que arrasó con todo y con

todos los que estaban en el Palacio de Justicia, optando -antes que cualquier solución

negociada- por aniquilar el poder jurisdiccional de la República.


343

Y ahora minimiza su responsabilidad con nuevas muestras de cinismo, mentiras y actitudes

criminales:

a. Como si todavía quedara lugar para el asombro, el Gobierno pretende distorsionar los

objetivos de la Operación "Antonio Nariño por los Derechos del Hombre" y negar su carácter

político, aduciendo falsos compromisos entre la democracia en armas y el narcotráfico.

b. Desde las guaridas de un imaginación criminal y negando toda lógica, quiere hacer creer al

mundo que provocamos el incendio de nuestro albergue, el cual alojaba también a otro

centenar de personas.

c. Tal vez inspirados por su desprecio a la vida humana, afirman que los guerrilleros se ataron

cargas de dinamita y disfrazan así las explosiones que las Fuerzas Armadas propiciaron para

consumar el holocausto.

d. Su cobardía dicta las infamias con que se proponen manchar el honor de hombres y de

quienes combatieron limpiamente, para adjudicarles -después de su muerte- conductas

inescrupulosas que se riñen con las declaraciones de los sobrevivientes, los propósitos del

operativo y la confianza nacional en la integridad de los héroes de la democracia y la libertad.

e. El decomiso de materiales grabados y filmados, por parte de las autoridades militares, sólo

busca ocultar las evidencias de los crímenes posteriores a la culminación del operativo. Pero la

nación sabe del secuestro y asesinato de guerrilleros y funcionarios y se pregunta por la suerte

de quienes continúan desaparecidos.

El Gobierno de Betancur tiene que responder por el asesinato del comandante Andrés

Almarales, a quienes los militares sacaron vivo del Palacio de Justicia, para entregar luego su

cadáver. El Gobierno tiene que responder por la vida de Alfonso Jacquin, Irma Franco y

Marcela Sosa, apresados vivos y hoy desaparecidos; tiene que dar cuenta de la suerte de Luis

Otero y Guillermo Elvecio Ruiz, también desaparecidos, así como de los siete combatientes y
344

un número indeterminado de civiles -cuya lista encabezan los nueve empleados de la cafetería

del Palacio- quienes fueron introducidos en las tanquetas que estaban dentro de la edificación

y trasladados a la Brigada de Institutos Militares y a cárceles clandestinas, donde están siendo

brutalmente torturados. Y que también explique los motivos para dictar la falsa información

acerca de la participación, en la toma, de los compañeros Vera Grabe, Libardo Parra, Afranio

Parra y Rafael Arteaga.

6. La nación tiene derecho a exigir responsabilidades y sentenciar al desgobierno de las

minorías.

En el Palacio de Justicia -nuevo símbolo de estos tiempos difíciles- se mantuvo en alto la

bandera nacional. No en vano lucharon y se hermanaron los mártires de la democracia y los

combatientes por ella. Porque existe la posibilidad cierta y alcanzable de mejor vida para los

colombianos, la que impulsan hoy campesinos y obreros, abogados y sacerdotes, estudiantes y

pobladores, guerrilleros y demócratas, que con palabra limpia y acción justiciera hemos

decidido reemplazar el mal gobierno y somos avanzada de las inmensas mayorías que anhelan

el cambio, la democracia, la justicia y la soberanía.

No más prepotencia minoritaria, no más militarismo de tierra arrasada, no más torturadores en

el Gobierno. Enfrentemos todos a los nuevos "pacificadores" con el temple moral de esta

nación cuya historia enlaza la resistencia de los combatientes de la democracia en el Palacio

de Justicia con la de quienes en el sitio de Cartagena prepararon las condiciones de las armas

de libertad de Simón Bolívar.

Y si hoy Belisario Betancur y Vega Uribe ocupan el lugar de los pacificadores de antaño,

también se levantan fuerzas vivas, diversas en sus métodos de lucha y en sus opiniones, pero

que se encaminan hacia la construcción de un Gobierno de democracia que dé paso a un nuevo

ordenamiento social en el que la justicia ya no tenga que ser reclamada con las armas, ni la
345

democracia construida en combates. Y por sobre todo, en el que la vida, el honor y el respeto a

la persona se anteponga al odio y a los intereses pequeños de los altos poderes.

La Operación "Antonio Nariño por los Derechos del Hombre", realizada por la columna Iván

Marino Ospina del M-19, llevaba una demanda nacional ante los más altos tribunales de

justicia. Hoy la nación le da continuidad, pero no como demanda sino como sentencia por la

decisión política y militar del Gobierno, que arrasó a quienes estaban ahí, y también a la

conciencia moral de la nación, con el golpe mortal a la institución jurisdiccional.

La voz viva del presidente de la Corte, exigiendo al Gobierno el cese del fuego y el comienzo

de conversaciones, permanece como acusación y condena eterna a quienes ordenaron y

ejecutaron el holocausto total. Y en el altar de la patria se levanta la bandera de la democracia

y la dignidad de hombres como el mismo doctor Reyes Echandía, y de todos nuestros

combatientes encabezados por Luis Otero, Alfonso Jacquin, Andrés Almarales, Guillermo

Elvecio Ruiz, Ariel Sánchez, José Domingo Gómez.

Esta dolorosa pérdida de hombres, de conciencias, no será vana. Está en camino la

democracia. Perdió la minoría gobernante la autoridad para seguir dirigiendo los destinos de la

nación. Y como hoy lo hacen los trabajadores de la justicia, Colombia entera ha de reclamar

desde cada localidad, cada sector social, cada gremio, cada color y cada creencia, por las

garantías inaplazables de los sagrados derechos de la vida.

A las naciones del mundo y a los hermanos pueblos de nuestra América les decimos que

Colombia será de otra manera. Porque la conciencia, la fuerza, el heroísmo, vuelven a

reencontrarse con nuestra historia, y es destino de los pueblos la dignidad, la libertad y la

victoria. Porque apostamos al futuro y a la vida de este país joven y fecundo. Y porque hoy

reafirmamos ante la nación y ante el mundo que no cejaremos en esta lucha hasta que la

libertad, el bienestar y la felicidad de la patria estén asegurados.


346

Por la paz haremos hasta lo imposible.

Colombia, 11 de noviembre de 1985”

Pero como siempre, después de la amnistía de Belisario Betancourt, cientos de militantes y

dirigentes terminaron asesinados por efectivos del Estado y/o elementos paramilitares, como

cayó Jaime Bateman en extraño accidente aéreo en Panamá y Carlos Pizarro León Gómez. A

consecuencia de todo ello, el M-19 terminó desapareciendo.

Desde el punto de vista político se trató de un movimiento de origen pequeño burgués que

sostuvo al final unas tesis de socialismo pequeño-burgués, de reformismo moderado, de

ampliación de la democracia y las garantías políticas.

No puede quedar en el olvido la muerte de un campesino liberal de gran importancia en la

lucha del pueblo colombiano: Ciro Trujillo. Luego de la Conferencia de Sumapaz, unos parten

hacía el Pato, otros a la cordillera central, un tercer grupo va al centro del Tolima y con Ciro

Trujillo parte el grupo más numeroso hacia Quindío y Caldas, este grupo es ubicado por el

Ejército y casi aniquilado. Allí cayó Ciro Trujillo en 1967 y los sobrevivientes regresaron al

Pato. Perdieron más de la mitad de sus hombres y sus armas y municiones.

Hay otra versión, según la cual, en el municipio de Aquitania, unidades del Ejército Nacional,

lo dieron de baja el 5 de octubre de 1968.

Bajo el gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974) sucede la llamada “Operación

Anorí” , acción militar en la cual casi fue destruido el Ejército de Liberación Nacional, ELN,

operación así narrada por Charles Carcabed (op. Cit. Pag. 70) :

“En 1972, el ejército encontró documentos pertenecientes a Fabio Vásquez Castaño y detuvo a

cerca de 200 personas vinculadas con este grupo. El ejército inició la Operación Anorí, en el
347

departamento de Antioquia, bajo el mando del Coronel Rincón Quiñonez entonces

Comandante de la Quinta Brigada, con no más de 200 hombres el ejército tiende un cerco

sobre el ELN que pierde una columna de 135 hombres y a sus dos máximos dirigentes,

Manuel y Antonio Vásquez Castaño. En el municipio antioqueño del Bagre, el sacerdote

español Domingo Laín cae abatido en una operación militar el 20 de febrero de 1974. En 1983

asume el mando el sacerdote español Manuel Pérez, con una orientación más humanista,

menos guerrerista y recupera al ELN de una crisis que llevó este grupo guerrillero a contar con

tan solo 30 hombres…” (op. cit).

De la llamada “Operación Anorí”, tampoco nadie dijo que fue una masacre ni un crimen de

lesa humanidad ni un crimen de guerra. Queda claro: cuando los muertos son los Pobres, no le

importa a nadie.

Entre el 7 de agosto y el 18 de octubre de 1973, bajo el gobierno de Misael Pastrana

Borrero, el ejército lanzó la llamada Operación Anorí, contra 84 insurgentes del Ejército de

Liberación Nacional, ELN, en zona rural de la población de Anorí, Antioquia

La operación constaba de 3500 soldados, cincuenta aviones, cincuenta helicópteros al

mando del General, Alvaro Herrera Calderon y los Coroneles Ramón Arturo Rincón

Quiñonez; Alvaro Riveros Abella y Hernan Hurtado vallejo, considerados “Heroes de la

Patria” al salvar ésta de caer en las garras del feroz comunismo del ELN.

A finales de 1972, dos columnas del ELN, al mando Manuel Vasquez y Ricardo Lara

Parada, se encontraban al noreste del departamento de Antioquia, donde la organización venia

ejecutando acciones armadas desde hacia algunos meses; la columna de Manuel Vasquez,

con 40 hombres, se desplazó al oeste de su radio de acción habitual. En enero de 1973, el


348

ELN creó un campamento para adoctrinamiento que constituyó un nuevo foco de rebelión

entre los municipios de Amalfi yAnorí.

La columna de Manuel Vasquez que había duplicado sus efectivos de 40 a cerca de 80, pronto

lanzo ataques tipo guerrilla, con golpes de mano y emboscadas contra patrullas del Ejército.

Dos coroneles, uno de Caballería, Alvaro Riveros Abella a quien sus subalternos llaman Cara

de Piedra, comandante de la IV Brigada, y el otro de Artillería, Calixto Cascante, su Jefe de

Estado Mayor, adelantan la operación de búsqueda del foco guerrillero, el martes 7 de agosto

de 1973, bajo la dirección del Comando Operativo N° 10 del Ejército, cuyo Comandante era el

Coronel Hernán Hurtado Vallejo, unidad que comprendia varios batallones de Ejército,

unidades de la Fuerza Aérea, y de la Infantería de Marina.Durante las primeras semanas la

acción del Ejército se centra en tender un cerco, cerrar las vías de escape y saturar de patrullas

el área, forzando la constante movilización de los guerrilleros, que empiezan a agotar sus

bastimentos. Pese a las dificultades, estos continúan desplegados en dos columnas entre los

corregimientos de Charcón y Madre Seca: una, en vanguardia más reducida y que abre la

marcha; la otra en retaguardia con el grueso de los hombres.

A principios de septiembre de 1973, cuando desertan 2 rebeldes, los militares obtienen

información confiable de donde se hallan las unidades del ELN. El día 2 de septiembre se

pone en marcha la ofensiva a gran escala, pero los campesinos no colaboran con los

subversivos y en cambio facilitan el trabajo del Ejercito. Las tropas son movilizadas

rápidamente, utilizando la carretera que une a Medellín con Yarumal, el ferrocarril a Puerto

Berrío, el río Nechí, y la vía aérea, habilitando el aeropuerto de Amalfi y unos helipuertos

construidos en Anorí, Zaragoza, Tamí, Cedeño y Pato. Con todos los medios helicoportados al

alcance y el apoyo de unidades de la Infantería de Marina que bloquean con patrulleras


349

fluviales los ríos Nechi y Porce, las tropas contraguerrilla de los batallones Colombia, Rook,

Rifles, Bombona, Pichincha, Ayacucho, Ricaurte y Bogotá cercan a la columna guerrillera que

estaba mando de los hermanos Manuel y Antonio Vásquez Castaño. Son alrededor de 80

rebeldes que quedan atrapados en medio de los ríos ya citados.

El 11 de septiembre las tropas les asestan el primer golpe de importancia, cuando logran

sorprender a una partida que acampaba a orillas de una quebrada. Pero es después del 21 de

ese mismo mes, cuando durante un combate mueren 6 insurgentes y 10 más son capturados,

que la fuerza guerrillera empieza a disolverse.

Tras un mes de combates, para mediados de octubre las bajas alcanzan las 60 (30 muertos e

igual número de detenidos o rendidos). Manuel y Antonio, quedan aislados con solo 4

acompañantes, logran cruzar el rió Nechi, pero un día después, el 18 de octubre, los cabecillas

son finalmente abatidos tras un tiroteo a las orillas del río Porce, en la finca el Astillero. Un

sargento del Batallón Rook, Miguel Angel Saavedra cae también en la batalla final.

El Ejército aniquilo una columna de 80 guerrilleros, lo que equivalía a un tercio del total de la

fuerza del ELN. Los comandantes Manuel y Antonio eran además dos de los cabecillas más

prominentes de la cúpula de esa organización.Sus cadáveres fueron expuestos al escarnio

público ante la prensa, en el campo de fútbol de la IV Brigada en Medellín.

Fabio Vásquez logró escapar de la encerrona del Ejército y huyo a Cuba, tras ser amenazado

por sus propios hombres que querían aplicarle el tribunal revolucionario.

La situación de violencia, lucha guerrillera y represión oficial para el año 1975, bajo el

mandato de Alfonso López Michelsen, la describe así la Revista Alternativa N° 63 del 8 al 15


350

de diciembre de 1975, donde a su vez trascribe un comunicado del órgano Resistencia, oficial

de las FARC:

“El Movimiento Guerrillero de las FARC en su continua lucha política y militar ha logrado el

apoyo de las masas. Es por esto que el crecimiento de las filas guerrilleras se ha acelerado, su

labor política y organizativa ha encontrado eco favorable entre las masas populares; sus

acciones militares son cada vez más fuertes como en: Algeciras (Huila), Puerto Rico

(Caquetá), Mutata (Antioquia), Guadualito (Cundinamarca) y el ajusticiamiento de Pajaros y

servicios de inteligencia en Uraba, Medio Magdalena y Cordillera Central.

“Es así, como a pesar de la arremetida de las fuerzas reaccionarias contra el Movimiento

Guerrillero, la tortura y el asesinato de cientos de campesinos, el recorte de las libertades

democráticas, etc, las masas continúan dando su apoyo a la política que desarrolla el

Movimiento Guerrillero pues encuentran en ella la realización de sus justas aspiraciones, tales

como: la nacionalización de las riquezas nacionales; entrega gratuita de la tierra a los

campesinos que la necesitan y la quieran trabajar en forma organizada, con ayuda por parte del

estado. La existencia del movimiento guerrillero de las FARC en Antioquia, Boyacá, Caquetá,

Cauca, Cundinamarca, Choco, Huila, Córdoba, Santander, Tolima y Valle demuestra que ha

fracasado la campaña de los mandos militares por ocultar al existencia del movimiento

guerrillero ante la opinión pública nacional e internacional…” (op. cit).

Bajo el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala (1978-1982) se proclama otra amnistía para los

rebeldes alzados en armas. La Ley 37 de 1981 concedía la amnistía en los siguientes términos:

“Artículo 1. Concedese amnistía a los colombianos autores o participes de hechos que


351

constituyen rebelión, sedición o asonada y delitos conexos con los anteriores, cometidos antes

de la vigencia de la presente ley”.

La amnistía no comprendía los casos en que los delitos de rebelión, sedición o asonada, fueran

conexos con el secuestro, la extorsión, el homicidio cometido fuera de combate, el incendio, el

envenenamiento de fuentes o depósitos de agua y en general, con actos de ferocidad y

barbarie.

Ante esta nueva amnistía ningún grupo guerrillero activo en el momento (FARC, ELN, M-19,

EPL) ni ningún combatiente individualmente se acogió a ella: la experiencia de viejas

amnistías no lo permitió. Y la realidad demostró que los rebeldes tenían razón, pues con la

promulgación del Estatuto de Seguridad Ciudadana, el Estado arremetió de nuevo con armas

“legales” y jurídicas contra el pueblo colombiano, desatando una oleada de represión.

La política de Belisario Betancourt fue una sorpresa para todos los sectores políticos al

propiciar otra Amnistía incondicional que ofreció la libertad de casi todos los presos políticos.

Y el nombramiento de una comisión para entablar conversaciones con los grupos insurgentes

fue el principio de su gestión frente a lo que se denominó “Apertura democrática” y Tregua.

Señala al respecto Ulises Casas (op.cit.pag.215):

“Pero el hecho concreto es que las FARC entran a la propuesta del gobierno belisarista y en

un comunicado conjunto con la “Comisión de Paz” nombrada por él mismo se plasma el

comienzo de las conversaciones de paz el 30 de enero de 1983. Luego de diferentes diálogos,

se llega al llamado “Acuerdo de la Uribe” el cual es aprobado por el presidente Betancourt. La

concepción política a que obedece este acuerdo puede deducirse de su simple lectura….”
352

Se concretó una amplia amnistía y un Acuerdo de Paz que pareció constituir el inicio de la paz

en Colombia, todo parecía indicar que había llegado el final de la guerra civil permanente que

azotaba al país por lo menos desde 1930.

Se trascribe el texto del “Acuerdo de la Uribe” tomado del libro de Jacobo Arenas. Cese el

Fuego.Una historia política de las FARC. Editorial Oveja Negra :

“Con el fin de afianzar la paz nacional, que es pre-requisito indispensable para la prosperidad

general del pueblo colombiano y para lograr el desarrollo de la actividad social y económica

sobre bases de libertad y de justicia, la Comisión de Paz y las Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) acuerdan los siguientes puntos:

“1. Las FARC-EP ordenarán el cese del fuego y demás operativos militares a todos sus frentes

en el país, a partir del 28 de mayo de 1984 a las 00 horas, fecha que podrá posponerse, como

máximo hasta por dos meses, si fuere necesario.

La orden de que antes se habla se mantendrá indefinidamente si el señor Presidente de la

República, doctor Belisario Betancourt, corresponde a este gesto efectivo de paz con una

orden semejante suya, dada a todas las autoridades civiles y militares bajo su jurisdicción, en

la oportunidad debida.

“2. Las FARC-EP condenarán y desautorizarán nuevamente el secuestro, la extorsión y el

terrorismo en todas sus formas y contribuirán a que termine su práctica, como atentados que

son contra la libertad y la dignidad humanas.

“3. La orden del señor Presidente de la República se cumplirá únicamente respecto de los

grupos y personas que acaten y respeten estas bases y no infrinjan la ley penal.
353

“4. Una Comisión Nacional amplia y representativa de las fuerzas implicadas en los

enfrentamientos, designada por el señor Presidente de la República, será encargada de la

verificación de todas las disposiciones contenidas en este Acuerdo, con la finalidad de

consolidar el proceso de pacificación. La Comisión creará subcomisiones en Florencia,

Vistahermosa, Barrancabermeja, Saravena, Santa Marta, Medellín, Neiva, Orito y Cali y podrá

asesorarse de personas extrañas a ella para estudiar, con su concurso, en las regiones o sitios

en que fueren conducentes sus servicios, las quejas o reclamos por hechos que pudieren

interferir el anhelo nacional de paz y seguridad. La Comisión funcionará por todo el tiempo

que fuere necesario y podrá acordar sus propios reglamentos.

“5. La comisión nacional de verificación funcionará en Bogotá y se trasladará periódicamente

para sesionar, con plenas garantías de acceso y libre tránsito, a una de las siguientes

localidades, a elección del Señor Presidente de la República:San Juan de Arama, Granada o

Vistahermosa en el Meta; San vicente del caguan, Caqueta; Colombia, Huila; Dolores y Prado,

Tolima y La Uribe, Meta.

El gobierno dotará a la Comisión de todos los elementos necesarios de comunicación para el

mejor desempeño de sus funciones y expedirá a sus miembros las credenciales indispensables

para garantizar su libre tránsito y seguridad.

“6. Cuando a juicio de la Comisión Nacional de Verificación, hayan cesado los

enfrentamientos armados, se abrirá un periodo de prueba o espera de un año para que los

integrantes de la agrupación hasta ahora denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de

Colombia, puedan organizarse política, económica y socialmente, según su libre decisión. El

gobierno les otorgará, de acuerdo con la Constitución y las Leyes, las garantías y los estímulos
354

pertinentes. Durante ese mismo periodo el gobierno tomará las medidas necesarias para

restablecer en las zonas de violencia la normalidad civil.

“7. Los integrantes de las FARC-EP podrán acogerse a los beneficios de la Ley 35 de 1982 y

decretos complementarios, cuando llenen las condiciones en ella y en ellos establecidos. En el

Plan Nacional de Rehabilitación el gobierno dará prelación a los colombianos que han

padecido, directa o indirectamente, los estragos de la violencia y estimulará la creación de los

medios jurídicos necesarios para el restablecimiento de derechos injustamente conculcados

como consecuencia de la alteración del orden público y la seguridad nacional.

“8. La comisión de paz da fe de que el gobierno tiene una amplia voluntad de:

a). Promover la modernización de las instituciones políticas, dirigida a enriquecer la vida

democrática de la nación e insistir ante las cámaras en la pronta tramitación de los proyectos

sobre reforma política, garantías a la oposición, elección popular de alcaldes, reforma

electoral, acceso adecuado de las fuerzas políticas a los medios de información, control

político de la actividad estatal, eficacia de la administración de justicia, impulso al proceso de

mejoramiento de la administración pública y nuevas iniciativas encaminadas a fortalecer las

funciones constitucionales encaminadas a fortalecer las funciones constitucionales del Estado

y a procurar la constante elevación de la moral pública.

“b). Impulsar vigorosamente la aplicación de una política de reforma agraria en

reconocimiento a que los problemas de la tierra están presentes en los actuales conflictos

sociales y las demás acciones de las agencias del Estado dirigidas a ampliar permanentemente

los servicios al campesinado para mejorar la calidad de su vida y la normal producción de

alimentos y materias primas para la industria para lo cual dispone del instrumento jurídico
355

contenido en el art. 32 de la Constitución Nacional, que establece la dirección de la economía

por el Estado.

“c). Robustecer y facilitar la organización comunal de usuarios campesinos y de indígenas, las

asociaciones cooperativas y sindicales en favor de todos los trabajadores urbanos y rurales, así

como sus organizaciones políticas.

“d). Hacer constantes esfuerzos por el incremento de la educación a todos sus niveles, así

como de la salud, la vivienda y el empleo.

“e). Mantener su propósito indeclinable de que para la protección de los derechos que en favor

de los ciudadanos consagran la constitución y las leyes para la conservación y

restablecimiento del orden público sólo existan las fuerzas institucionales del Estado, de cuyo

profesionalismo y permanente mejoramiento depende la tranquilidad ciudadana.

9. La comisión de paz estima que los enunciados anteriores representan un notable

mejoramiento de las condiciones objetivas para la acción política y electoral y reitera su

invitación a los sectores comprometidos en acciones disturbado ras del orden público, a que se

acojan a la normalidad y apliquen sus talentos y prestigio a la conquista de la opinión pública

por procedimientos democráticos y pacíficos.

“10. El presente Acuerdo será válido respecto de cualquier otro grupo alzado en armas que

exprese su decisión de acogerse a él, previa manifestación de tal voluntad hecha al gobierno

por intermedio de la Comisión de Paz. Para facilitar la adhesión a este Acuerdo de los grupos

que deseen hacerlo, se realizará una reunión con todos ellos en el lugar y la fecha que las

partes convengan.
356

“11. Este acuerdo, para su validez, requiere la ratificación del Señor Presidente de la

Republica.

Para constancia se firma el presente documento en La Uribe, municipio de Mesetas,

departamento del Meta, a los 28 días del mes de marzo de 1984…..”

Por ésta época llegaron otros acuerdos de paz:

El 9 de marzo de 1990, se firmó el primer acuerdo de paz contemporáneo en Colombia,

cuando en las montañas del Cauca, Carlos Pizarro, máximo comandante del Movimiento 19

de Abril (M-19), dio una orden sin atenuantes: “¡Combatientes, dejad las armas!”. Como

respuesta del Estado, Carlos Pizaro fue asesinado poco tiempo después.

Para el Movimiento 19 de Abril (M-19) siete de los diez puntos del acuerdo fueron

políticos; y, en consecuencia, la acción política fue lo que marcó la pauta de este proceso, en

detrimento de un trabajo más cuidadoso en el tema de la reinserción, que de hecho significaba

un aprendizaje ya que este era un concepto inédito hasta entonces. No hubo favorabilidad

política; sin embargo, los resultados electorales fueron más allá de lo esperado, e hicieron

innecesaria dicha favorabilidad. La Alianza Democrática M-19 grupo político civil originado

del Ex M-19, logró una votación de un millón para la Constituyente, medio millón para el

nuevo Congreso post-constituyente, y luego vivió un proceso de dispersión política. Pese a los

fracasos de la AD M- 19, y al asesinato de la mayoría de sus miembros a manos del estado y

su paramilitarismo, la mayoría de los militantes no han desfallecido y aportan activamente a la

construcción de paz y democracia, tanto en espacios visibles como en esfuerzos civiles menos

protagónicos.
357

En cuanto al Ejército Popular de Liberación (EPL), el acuerdo final con el Gobierno

Nacional comprendió la participación de dos voceros del EPL en la Asamblea Nacional

Constituyente y facilidades y condiciones para la promoción de su proyecto político. Tal vez

de las cosas más importantes del proceso del EPL fue el proceso político de carácter

democrático para llegar a tomar la decisión de desmovilizarse, lo que significaba una ruptura

con sus posturas políticas ortodoxas originarias. Una parte del grupo se constituyó como

Esperanza, Paz y Libertad, convirtiendo el proyecto armado en proyecto legal y otra parte

participó en la conformación de la Alianza Democrática M-19. En la zona de Urabá, región

histórica para el EPL, se desató la expansión del paramilitarismo con el objetivo de

exterminar a los reinsertados de Esperanza, Paz y Libertad, lo cual convirtió al EPL (grupo

civil y desarmado) en blanco de la polarización entre insurgencia y contrainsurgencia. Sus

miembros también han sido sistemáticamente asesinados por el estado a través del

paramilitarismo.

Como respuesta del Estado a la desmovilización y entrega del EPL, ahora convertido en

grupo civil político y pacifista, el 20 de noviembre de 1985 a las 7:12 de la noche, en una

farmacia de Bogotá de la calle 42 con carrera 13 el dirigente político del EPL,ya

desmovilizado, desarmado y en paz, Oscar William Calvo, con apenas 32 años, fue asesinado

por sicarios junto con dos jóvenes líderes de la JRC, Alejandro Arcila y Ángela Trujillo.

Murió también una señora ajena a los hechos. Fue el primero que propuso una Constituyente

para sacar al país de la crisis y llevarlo a la paz.

A ello se agregaba la desaparición forzada y homicidio de Fernando Lalinde en Antioquia por

parte del Ejército, otro joven dirigente de la Juventud Revolucionaria de Colombia,JRC, y la

tortura y asesinato de Bernardo Franco por parte del Ejército en Urabá, vocero regional del
358

EPL. Estos, entre otros hechos de persecución y ataque contra personas y organizaciones

sociales que participaban en acciones a favor del logro de la paz.

A los nombres de Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, José Antequera, Carlos Pizarro y

Oscar William Calvo, se sumaron los de miles de hombres y mujeres congresistas, diputados,

concejales, alcaldes, dirigentes sindicales, campesinos, indígenas, de movimientos cívicos y

comunitarios de reconocida y decisiva actuación en todas las regiones del país.

El Movimiento Quintín Lame, se desarmó y desmovilizó a cambio de tener un vocero en la

Asamblea Nacional Constituyente, junto a otros dos representantes del movimiento indígena.

Desde entonces el movimiento indígena ha tenido presencia en los diversos órganos de

representación política. Pero el logro más importante y sin antecedentes ha sido el

reconocimiento, a partir de la Constitución, de su identidad y de los derechos derivados de su

propia cultura. El Movimiento Quintín Lame siempre se asumió como brazo armado de un

movimiento social indígena, y con el proceso de paz se mantuvo esta razón de ser, expresando

ahora la necesidad de una fuerza política como mecanismo de desarrollo del movimiento

indígena. Así aparece la Alianza Social Indígena, ASI, hoy importante fuerza política.

La Corriente de Renovación Socialista (CRS), grupo que se desprende del ELN, acordó

establecer un mecanismo de favorabilidad política: dos representantes a la Cámara para el

periodo 1994-1998. Uno de los logros de este movimiento es la unión que ha mantenido en su

construcción política, su participación activa en la construcción de fuerzas alternativas, siendo

el movimiento desmovilizado que con mayor dedicación ha trabajado en las iniciativas civiles

de paz.
359

En esta fecha histórica pareció que la Paz se había logrado. Pero la realidad de los hechos

mostró algo diferente. El citado Acuerdo de Paz no pasó del texto escrito.

Para esta década de los años ochenta, se inicia en Colombia otro capítulo de paramilitarismo,

siendo útil transcribir el análisis que sobre este tiempo hace Ronderos (2014):

“Durante los últimos treinta años Colombia ha sido el escenario de un brutal conflicto armado.

Grupos guerrilleros de diversas ideologías y orígenes han estado enfrentados al Estado en

diferentes momentos. Los dos más viejos y endurecidos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias

de Colombia (Farc) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fundados en 1964, aún están

activos. Grupos paramilitares, con distintos nombres y matices, han surgido en todo el país y

en dos ocasiones, a comienzos de la década de los ochenta y al finalizar la de los noventa, se

expandieron a diversos territorios y aspiraron a unirse en una poderosa y violenta alianza

nacional. En este prolongado estado de guerra, las fuerzas de seguridad del Estado también

han sido responsables por graves violaciones a los derechos humanos.

“En este sangriento conflicto político, atizado con las arcas infinitas provenientes del tráfico

ilícito de narcóticos desde finales de los años setenta, han creado una de las peores catástrofes

humanitarias que se han visto en el mundo en los años recientes.

“Algunas cifras ilustran la tragedia. Entre 1985 y marzo de 2013, según lo determinó el

Centro de Memoria Histórica en su informe “¡Basta ya!”, sobre la violencia colombiana,

220.000 personas perdieron sus vidas en el conflicto armado colombiano y, de estos, 166.000

eran civiles. En esos últimos 29 años, en promedio, un colombiano fue secuestrado cada ocho
360

horas y al menos cuatro murieron simultáneamente en una masacre cada semana. Este horror

forzó a unos cinco millones de personas a dejar sus hogares entre 1985 y 2011.

“Para mayo de 2014, la Fiscalía había encontrado los cuerpos de 5.551 personas que fueron

desaparecidas a la fuerza y la Comisión Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas

había documentado 68.441 casos. A más de la mitad de estas víctimas, actores del conflicto las

llevaron contra su voluntad, las asesinaron y dispusieron de sus cuerpos en forma clandestina,

según lo ha documentado la Asociación de Familiares de detenidos-desaparecidos (Asfaddes).

Nadie sabía qué podríamos tener tantas víctimas de este crimen como las que tuvo Argentina

bajo la dictadura militar. Y aún no se conoce la mitad de la historia, pues solo si las guerrillas

terminan confesando sus crímenes, se sabrá a cuántos ciudadanos de cuyo paradero sus

familiares no tienen noticia sepultaron en la selva.

“Los actores del conflicto se erigieron en el poder del hecho en regiones enteras. Por períodos

largos y en territorios extensos, guerrillas y paramilitares suplantaron al Estado en sus tareas

esenciales: el cobro de impuestos y la provisión de seguridad. Sin quién les pusiera límites,

asesinaron colectiva y masivamente, reclutaron niños, extorsionaron sin control a cientos de

miles de personas, obligándolas a rendirles cuenta de sus ingresos y a pagar un porcentaje

sobre ellos, secuestraron, quemaron pueblos y expulsaron a millones de campesinos de sus

tierras, unos porque se querían quedar con ellas, otros porque las querían repartir entre sus

simpatizantes, o simplemente porque querían desalojar corredores de paso de la droga. Los

auto proclamados liberadores del pueblo fueron sus mayores opresores y la tranquilidad que

prometieron acabó encontrándose solo en los cementerios. El desangre ha mermado en los

últimos años, pero no cesa. En 2012 huyeron de sus hogares para salvar sus vidas 256.000

personas. Escaparon de combates entre guerrilla y fuerza pública, de amenazas de las bandas
361

criminales armadas que sobrevivieron después del paramilitarismo (el 43%) o para salvar a sus

hijos del reclutamiento de estos o de aquellos. Y en los primeros cuatro meses de 2014, los

combates dejaron heridos a 659 soldados y policías, muertos a 107 guerrilleros y se

registraron oficialmente cinco matanzas de civiles.”.(op. cit).

Por su parte, quien relata bajo el seudónimo de Charles Carcabed en “Los Héroes en Colombia

si existen, pero son de carne y hueso”, define (pag. 45) la situación en 1984, bajo el gobierno

de Belisario Betancourt, así:

“El 28 de mayo de 1984, tras una reunión de los líderes de los 27 frentes y el Estado Mayor, se

establece un alto al fuego, como parte de los acuerdos firmados con el gobierno de Belisario

Betancourt, conocidos como los acuerdos de la Uribe. Las FARC formaron la Unión

Patriótica (U.P) para liderar un movimiento político.

“Este intento de negociación fracasó debido en gran medida a dos elementos: las violaciones

del cese de hostilidades por las dos partes y la violencia política de sectores de extrema

derecha, entre ellos líderes políticos locales y varios miembros de las Fuerzas Armadas, así

como actores de la izquierda (entre los sectores de las FARC), incluyendo entre ambas partes

algunos mandos importantes y narcotraficantes….” (op. cit)

Sobre el origen de las autodefensas paramilitares del Magdalena Medio, refiere María Teresa

Ronderos, en su citada obra “Guerras Recicladas”, hablando del año 1979, (pag. 34):

“Según explicó Echandia y en eso coincide con los relatos de otros como Henry Pérez y

Nelson Lesmes, ahí los militares finalmente los tomaron en serio, les vendieron armas de

dotación militar con sus respectivas licencias de porte y los ayudaron a organizarse. “A esa

gente se le enseña a disparar, a reunirse con otros campesinos cuando hubiera peligro –dijo a
362

la justicia Echandia-.(….) Desde 1965, la ley le permitía al estado reforzar a grupos de civiles

que se estuviesen defendiendo del comunismo armado, vendiéndoles armas y con

entrenamiento y coordinación. “Al principio nos tocó solos y después nos ayudó el ejército: el

armamento y la instrucción militar mejoraron hasta que por fin pudimos contar con una fuerza

bien organizada”, dijo Ramírez a un visitante, confirmando la versión”.(op. cit).

Conviene retomar aquí el relato de Ulises Casas (op.cit.pag. 219) :

“El desenvolvimiento de los hechos ha venido a confirmar que los pactos solo eran algo

ilusorio, algo utópico como paso al avance de conquistas populares. El régimen exige al

movimiento guerrillero su desarme para luego degollarlo físicamente. El asesinato de cientos

de militantes del movimiento denominado Unión Patriótica así nos lo confirma y esas muertes

son un precio muy elevado que un partido u organización revolucionaria no deben jamás pagar

y menos en aras de la conciliación de clases.

“El régimen no cesará en exigir el desarme del movimiento guerrillero como es natural, pues

le representa una permanente amenaza. Los guerrilleros no están dispuestos a desarmar sus

destacamentos y esto es correcto; pero el equilibrio tiene que desatarse en cualquier momento:

ya ha comenzado el proceso de ruptura de ese equilibrio. Entonces, la lucha se reanuda: el

régimen alega que no puede soportar a la guerrilla y lanza sus tradicionales campañas de

exterminio; el movimiento guerrillero responde enfrentándolas. La perspectiva no es otra que

la de avanzar en la lucha revolucionaria. En manos del movimiento guerrillero está el próximo

capítulo de nuestra historia y él no puede ser otro que el triunfo de la lucha revolucionaria de

nuestro pueblo: la historia siempre va hacia lo nuevo; hacia lo justo, hacia formas más

elevadas de organización social, hacia el socialismo. La muerte del modo de producción


363

capitalista y de la dependencia comenzó ya hace algunos años. El futuro es promisorio…..”

(op. cit. pag. 219).

Esto lo decía y lo soñaba Ulises Casas en 1987: han pasado hasta 2016, veintinueve (29) años

y el triunfo de la lucha revolucionaria no se ha producido; al contrario, la fatídica profecía

continúa cumpliéndose: Y ríos de sangre inundan el suelo colombiano, porque una aterradora

ola de paramilitarismo al servicio del estado azotaría más que nunca al país de la Guerra sin

fin.

La respuesta del estado al acuerdo de paz con las Farc, con el M-19, el EPL y los otros

grupos atrás relacionados fue precisamente el ataque a casa verde, comando nacional de las

Farc., para lo cual se trascribe el texto de Roberto Romero Ospina, tomado del Centro de

Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá, 2015:

“Ataque a casa verde. Centro de Memoria histórica. Por Roberto Romero Ospina, Centro

de Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá.

El 9 de diciembre de 1990 el país presenció la verdadera puesta en escena de la combinación

de todas las formas de lucha, la vieja táctica casi siempre exitosa que inventó el

establecimiento para mantener su predominio en la vida nacional.

Ese día, cuando millones de ciudadanos convocados por el Estado, incluidos liberales y

conservadores afectos al régimen, acudían a las urnas para elegir los 70 miembros de la

Asamblea Nacional Constituyente destinada a cambiar la Carta de 1886, más de 7000 hombres

del Ejército, tomaban a sangre y fuego el emblemático paraje de Casa Verde.


364

Un asalto semejante no se veía desde el 24 de mayo de 1964 cuando 16.000 soldados y tras

una operación de cerco, se tomó la región de Marquetalia iniciándose la actual etapa de guerra

contrainsurgente que lleva ya 51 años.

Por lo menos cuarenta y seis naves de guerra, entre ellas bombarderos K-Fir, Mirage, aviones

AT-37, AC-47, cargados con bombas de 250 libras, helicópteros artillados UH-60 y UH-1H,

Bell 212, Hughes y Bell abrirían el camino de la toma.

La llamada Operación Colombia, aprobada por el presidente César Gaviria, iba destinada a

liquidar toda la dirigencia guerrillera asentada en una vasta zona de la cordillera oriental que

bordea el río Duda a través de cinco objetivos de guerra bautizados como Centauro, Bravo,

Espuela, Furia y Águila.

En ese sitio, colindante con los municipios del Meta La Uribe y Mesetas, se asentaban varios

campamentos guerrilleros con más de dos mil de hombres en armas conocidos como El

Hueco, La Caucha, y el Rincón de los abuelos, entre otros.

Casa Verde solo era solo un rancho en forma de ele, contiguo a los citados campamentos que

se levantó para las conversaciones que se iniciaron en el gobierno de Betancur tras el acuerdo

de Cese al Fuego, Tregua y Paz firmado en mayo de 1984 y de inmediato se convirtió en un

emblema nacional por la esperanza de concordia que representaba.

El golpe de mano preparado con mucha antelación, apuntaba a que cuando se instalara la

Constituyente, el 4 de febrero de 1991, el movimiento guerrillero agrupado en las FARC, el

ELN y una fracción minoritaria del EPL (el M19, el EPL y el Quintín Lame ya se habían

reintegrado a la vida civil tras acuerdos con el gobierno de Barco), debía estar derrotado o tan
365

maltrecho que no representara ningún obstáculo a un proceso que debía convertirse en un

nuevo tratado de paz, pero sin ellos.

Las pretensiones fallidas de Gaviria

La operación no fue un paseo por el bosque. “Hemos encontrado una resistencia feroz”, dijo

un oficial a El Tiempo que precisó además que en los primeros intercambios de disparos hubo

decenas de bajas de ambas partes. Por lo menos perecieron más de cuarenta militares entre

oficiales y soldados y número similar de guerrilleros. Un helicóptero fue derribado y cuatro

resultaron seriamente averiados.

Sin embargo, mucho antes de ser presidente, Gaviria se había propuesto acabar con la

comandancia de las FARC bajo cualquier pretexto. Tras el atentado a la vida del ministro de

Defensa, general Guerrero Paz, el 22 de noviembre de 1988 y del que salió ileso no así sus tres

escoltas que perecieron por la carga explosiva, Gaviria, ministro de Gobierno de Barco,

propuso que de inmediato se bombardeara al secretariado de las FARC sin tener en cuenta que

no eran responsables del ataque sino una disidencia de esa guerrilla conocida como “Ricardo

Franco”.

El bombardeo tenía el objetivo de impedir cualquier posibilidad de que las FARC, el ELN y

parte del EPL participaran en la Constituyente pues cómo se explica que faltando un mes para

su apertura se llevara a cabo una operación de esa magnitud y en contravía de los reiterados

llamamientos de la insurgencia de querer participar en dicha Asamblea.

Rafael Pardo y Humberto De la Calle entran en escena y la respuesta de las FARC

Rafael Pardo, Consejero Nacional de Seguridad de Gaviria y hoy flamante ministro Consejero

para el posconflicto, los derechos humanos y la seguridad, era de la idea de no permitir la


366

presencia guerrillera en aquella zona sin que nada le pasara mientras se continuaba

delinquiendo.

“Qué tal que las FARC hubieran seguido con una zona de 3000 o 4000 kilómetros como

santuario donde no pudiera entrar la fuerza pública ni el gobierno, eso no tenía ninguna

presentación”, dijo a un medio al cumplirse 20 años justificando aquel ataque que fue un

fracaso estruendoso.

Las FARC respondieron el mismo 9 de diciembre con una ofensiva sin precedentes que dejó

decenas de soldados y policías muertos y daños inmensos en la infraestructura económica, en

especial en la redes eléctricas hasta el punto que el ministro de Gobierno, Humberto De la

Calle, hoy jefe negociador en las conversaciones de La Habana, rogó, embargado por la

angustia, un cese inmediato de la ofensiva y llamar a reanudar las conversaciones en una

improvisada rueda de prensa en la propia puerta del Palacio de Nariño.

Pardo sería nombrado más tarde como ministro de Defensa de Gaviria y desde allí dirigió

todas las operaciones ofensivas contra las FARC. Una vez posesionado en septiembre de

1991, fue célebre el plazo que se puso él mismo para acabar con esa guerrilla: 18 meses

exactos. Han transcurrido ya 24 años de aquel lapso perentorio y el grupo alzado en armas no

ha sido derrotado militarmente”. (op. cit)

Mientras tanto, el Partido Comunista de Colombia (Marxista - Leninista) y el Ejército Popular

de Liberación E.P.L., se manifestaban asi ante la situación de violencia en 1999:

“Abordar la cuestión de la paz en cualquier lugar del mundo de hoy, es una tarea compleja.

El caso de Colombia no es la excepción, tanto por la duración de una situación de violencia


367

oficial y para-oficial generalizada y la respuesta popular a ella, en la que siguen apareciendo y

creciendo factores desencadenantes de diversos tipos, como por la profundidad que ha

adquirido ese proceso continuo que se acerca ya a los dos siglos, y que ha vivido en los

últimos 50 años un ritmo acelerado de agravamiento.

El largo y en ocasiones ardoroso debate sobre las causas de la violencia en Colombia le ha

aportado a la historiografía política y social nacional una enorme cantidad de textos vertidos

en ensayos, historias, novelas, poesía, relatos, cuentos, etc. En ellos se evidencian las dos

grandes tendencias del pensamiento universal; las mismas que, en su esencia, aparecen

alumbrando los estudios y análisis en los demás campos de la realidad del país:

- Una tendencia es la que se queda en la superficie de los hechos y fenómenos, desconecta

unos procesos de otros, unos hechos y fenómenos de otros, por lo cual las causas de la

violencia de un período serían necesariamente distintas de las de otros períodos, sin conexión

ninguna o a la que se le atribuye poca significación o esa conexión es simplemente mecánica.

De esta manera, no se puede llegar a entender que todas esas expresiones de violencia han

experimentado un proceso incesante de acumulación, que impregna el conjunto de la sociedad

y que le han dado un perfil concreto en su desenvolvimiento histórico;

- La otra tendencia, que hunde el bisturí del análisis hasta llegar a las raíces de los fenómenos

económicos, políticos, sociales, ideológicos, culturales, militares, en el respectivo contexto

histórico nacional e internacional, advierte de la concatenación que tienen en el devenir

histórico nacional y lo determinante que resultan ser los factores e intereses económicos,

políticos, ideológicos, sociales, militares, etc. de las diferentes clases sociales, particularmente

los primeros, los económicos.

Es evidente: si se fragmenta la Historia, se atenta contra la integralidad del universo del legado
368

nacional colombiano, que con su riqueza ha edificado la personalidad, sus características como

nación, y moldeado las clases sociales que la constituyen. Sin una visión así, dinámica,

dialéctica, de la vida en la que se mueven fuerzas de clase que se han forjado en el propio

surgimiento y desarrollo de la estructura de la sociedad; sin una concepción dialéctico-

materialista, es muy posible extraviares en ese inmenso mar de acontecimientos históricos, y

no poder desentrañar las causas profundas y el curso del desarrollo social.

Es, pues, el juego de identidades y lucha de intereses de clase, el contenido y la forma que

adquieren esas luchas, las que se constituyen en el motor del desarrollo social. La Historia de

las sociedades de clases antagónicas, es la Historia de la lucha entre las clases. La Historia de

Colombia no sólo no escapa a esta ley del desarrollo social, sino que ella se cumple casi que

con patetismo.

La lucha de clases, motor de desarrollo

Pero la lucha de clases se libra en todos los terrenos de la vida de la sociedad: en lo

económico, lo político, lo social, lo cultural, lo ideológico, lo militar, etc., y en cada uno de

ellos tienen su forma particular de manifestarse.

La lucha económica ha enfrentado a las clases en razón de los grandes desequilibrios en la

apropiación, la distribución y el disfrute de los bienes materiales producidos por la

colectividad u ofrendados por la naturaleza, hasta llegar a la situación de hoy en la que

grandes legiones de desgraciados mueren de hambre, habiéndose acuñado la indignaste

denominación de la llamada pobreza absoluta, que significa que se posee muchísimo menos de

lo indispensable para poder sobrevivir.

Nada de voluntarismo hay en esto. Es la conformación irrevocable de la estructura económica

de la sociedad, heredera de los desequilibrios de la que la antecedió. La sociedad capitalista,


369

atrasada, dependiente del imperialismo norteamericano, que es hoy Colombia, desarrolla y

afirma los nuevos factores que le dan identidad a la clase burguesa, única usufructuaría de los

nuevos privilegios surgidos del nuevo tipo de explotación del hombre por el hombre, la

esclavitud asalariada.

También la lucha de clases se lleva a cabo en el campo político. Se lucha por los derechos del

ciudadano, por una vida digna, por vivir seguros, en fin, por todos los Derechos Humanos.

Porque el problema esencial en Colombia es que esos derechos han sido conculcados hasta su

casi-desaparición.

La Comunidad Internacional es insustituible testigo de las brutales aberraciones fascistizantes

de la ‘democracia colombiana’; y es este un hecho decisivo para que la confrontación política,

de ideas y programas de cambio haya sido substituida por la violencia política del Estado,

imposible de negar. La violencia oficial en todos los campos ha sido la madre de la respuesta

armada del pueblo, a quien no le dejaron otra alternativa en la lucha por sus-derechos.

Las luchas ciudadanas – aun libradas en los términos de la Constitución y las Leyes – están

criminalizadas porque se convirtió en delito, que se paga con la vida o la cárcel, el atreverse a

pesar y actuar distinto. Quizás sea una sorpresa para algunos – pero hay que decirlo

desnudamente –, que la era del macartismo sigue vigente en Colombia. El régimen

democrático ha sido desnaturalizado gravemente, hasta convertirlo en una especie de dictadura

civil militarizada. El Estado de Derecho ha dado paso a un Estado Terrorista. El pueblo quedó

sin otra alternativa; surgió, así, la guerra de guerrillas principalmente rural, primero con la

lucha de resistencia durante el martirologio de la década de los años 40-50, y posteriormente

como guerra de guerrillas por el poder político.

La guerra en la historia de Colombia


370

Pero, esta guerra tiene sus antecedentes en la que se había iniciado a partir del comienzo de la

lucha por la independencia. Aquí, queremos pedir al lector que nos permita citar unas palabras

del escritor colombiano, profesor Arturo Alape, en su obra La Paz, la Violencia: testigos de

excepción, donde dice: "Es preciso recordar que no habían pasado muchos días desde el grito

de independencia en 1810, cuando ya los notables criollos se lanzaban en una larga guerra

civil por ocupar el poder que creían suyo definitivamente; guerra que tomó el disfraz de

sofisticados argumentos, de federalistas contra centralistas o de los epítetos con que siempre se

procuró infamar al enemigo, de pateadores y carracos, que solo culminó en los patíbulos

españoles del año 16, como resultado evidente de la miopía de los prohombres de la primera

república. Un poco más adelante, al regresar los ejércitos colombianos del Perú y Bolivia en

1826 (...) el conflicto estalló para no apagarse durante todo el siglo. En el año 28 se levantan

Obando y López en el Cauca, en el 29 lo hace Córdoba en Antioquia, en el 30 tras revueltas y

revueltas, las oligarquías ecuatoriana y venezolana, disuelven la Gran Colombia, no sin antes

asesinar a Sucre y dar un golpe de Estado, seguido de una guerra civil en Colombia (...)." (Lo

del asesinato del Mariscal Sucre, es tema muy controversial; no nos comprometemos con la

opinión del profesor Alape).

A las guerras entre las facciones descritas, a las que podríamos denominar guerra sistemática,

hay que agregarle otro tipo de acciones violentas ( y la patética dimensión de éstas),

aparentemente sueltas entre sí, sin aparente relación; pero que se producen por las mismas

causas de fondo, como el criminal atentado al Libertador Simón Bolívar en una noche

septembrina de l828, el asesinato aleve del Mariscal Sucre, el asesinato del caudillo liberal

Rafael Uribe Uribe en las escalinatas del Capitolio Nacional en 1914, la masacre de miles de

obreros bananeros, inaugurando de este modo el método para resolver los conflictos laborales

y sociales mediante el asesinato y las masacres, que siguen siendo instrumentos de la


371

predilección de los capitalistas y su Estado, el asesinato del líder popular Jorge Elieser Gaitán

el 9 de Abril de 1948, en momentos en que estaba reunida en Bogotá la IX Conferencia

Panamericana, precursora de la OEA, el asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato

presidencial liberal, ariete contra la corrupción de los partidos burgueses y del Estado.

Asesinatos todos ellos por razones políticas, y muchísimas más, imposible de enumerar aquí.

Es el asesinato político, selectivo y en masa, convertido en instrumento, en argumento

preferido, para dirimir los conflictos políticos, laborales, sociales, económicos.

Cuando se afirma que de 1810 en adelante el conflicto armado interno y la violencia política

manifestadas en otras diversas formas no cesaron durante el resto del Siglo XIX, y que la

Guerra de los Mil Días cruzó el Siglo XX, simplemente se está reconociendo una verdad

histórica.

Unas fechas en que hubo guerras y a continuación se enumeran: 1828, 1830, 1832, 1839,

1841, 1851, 1854, 1859, 1867, 1880, 1895, 1899, son solamente hitos de exacerbación de una

violencia que había hecho de los últimos 90 años del siglo XIX un mar de dolores y

sufrimientos del pueblo, que padecía los efectos destructores, morales y materiales, de una

guerra fratricida, que no era su guerra, empujada, planificada, desarrollada y usufructuada por

las clases dominantes. Se trató de una ciega y mezquina disputa por el poder político y las

riquezas materiales en las cuales son feraces los suelos, mares ríos y cielos Colombianos. Hay

autores que cuentan entre 1863 y 1884 más de medio centenar de guerras promovidas por los

héroes de la guerra de independencia y sus herederos, cada uno dueño de un feudo, que

necesitaban crecer, erigidos en reyezuelos de los pequeños Estados Soberanos, surgidos del

descuartizamiento de la Patria, justificados con razones bastardas.

Y prosiguió la historia con nuevas guerras durante el presente siglo, sin solución de

continuidad duradera. Historia salpicada con frecuencia por brotes de barbarie política, como
372

la masacre de las bananeras, las matanzas durante la guerra de resistencia del 46 al 57, período

en el que se producen más de medio millón de muertos atribuidos a un Estado criminalizado e

intolerante.

Con el surgimiento de los dos partidos políticos dominantes – liberal y conservador – los odios

banderizos se alinderaron con mayor nitidez; y sus fuerzas de combate eran como hordas,

principalmente campesinas, que marchaban a la guerra sin mayor conciencia de la causa por la

que iban a sacrificar sus vidas; eran tratadas como maznadas a las que obligaban a marchar

detrás de sus respectivas banderas.

Convienen estas precisiones, porque se suele pensar que la violencia en Colombia se limita al

período que va desde el asesinato de Gaitán el 9 de Abril de 1948 hasta hoy.

Lo que hay que decir de estos últimos 50 años es que la violencia adquirió características

diferentes, en correspondencia con las características de las clases y de la lucha de clases en la

sociedad de la segunda mitad del siglo XX. Mientras en las etapas anteriores la confrontación

comprometió a las fuerzas feudales y las que defendieron por mucho tiempo rezagos

feudaloides, los conservadores, por un lado, y las fuerzas burguesas nacientes, que empujaban

un proceso de desarrollo capitalista, los liberales, por el otro lado. Las contradicciones más

intensas estaban planteadas entre terratenientes y burgueses; y por eso, los protagonistas y

beneficiarios de esa guerra eran ellos.

Ahora, la confrontación fundamental se da entre ricos, el sector dominante en la sociedad,

concentrados en un solo bando, así sigan existiendo los mismos dos partidos políticos

oligárquicos, y pobres, así estén afiliados o no a esos mismos partidos políticos.

Por eso, Gaitán repetía con alguna insistencia, que el hambre y el paludismo no eran ni

liberales ni conservadores, que azotaban principalmente a los pobres, corrientemente

desprotegidos de esas plagas por falta tanto de recursos propios, como de la protección del
373

Estado.

Casi dos siglos de guerra y de toda suerte de manifestaciones de belicosidad, no pueden pasar

inútilmente en la forja de idiosincrasia y de la concepción de la sociedad y de la vida de los

ejecutores de un sistema de conducción del Estado y de la sociedad; idiosincrasia y

concepción basadas en la violencia estatal como sistema de gobierno y método para dirimir los

conflictos en la sociedad.

Esta omnipresencia de la guerra, nervio del acontecer histórico nacional, es fundamental en la

estructuración de la formación económico-social. La colombiana es una sociedad construida

en medio de la guerra desatada y mantenida por las clases en el poder. La arquitectura

económica, política y jurídica de Colombia está determinada por este hecho incontrastable.

Constitución Política y guerra

Hay que afirmar con toda entereza, porque resulta evidente, que la secular confrontación entre

los dos bandos enemigos, erigió dos instrumentos como sus armas fundamentales: Guerra y

Constitución Nacional. De aquí que en la Historia colombiana tenga más incidencia que en

muchos otros pueblos, el que se sucedan guerras para imponer una Constitución o que una

Constitución haga estallar una guerra o que una Constitución tuviera como finalidad crear la

institucionalidad ad-hoc para favorecer a un bando y eso haga estallar la guerra.

Con la venia del lector, nuevamente citamos al profesor Alape, con la siguiente afirmación:

"Con tales antecedentes nace el Siglo XX. La violencia fue vital para cualquier orden de

procesos en nuestro primer siglo republicano. Mediante ella se garantizó la acumulación y

reproducción del capital, se estabilizó la estructura de la propiedad agraria. El mismo derecho

público colombiano se fue formando al ritmo del hecho violento. En efecto, las Constituciones

de 1821, 1830, 1832, 1843, 1858, 1863 y 1886, nacieron y crearon nuevas leyes al calor de las
374

guerras civiles." A través de toda la historia republicana, en Colombia, la llamada Norma

Fundamental ha sido utilizada para institucionalizar las más diversas formas de la violencia

económica, política, social, ideológica y militar.

Estado y violencia

El Estado actual en Colombia (1999) existe para preservar y favorecer los intereses de quienes

son dueños del poder que resumen sus instituciones. Las ramas ejecutiva, judicial y legislativa,

actúan en conformidad con este principio de la sociedad capitalista. Y, cuando los

movimientos y organizaciones de los trabajadores se enfrentan a las injusticias de todo orden,

haciendo uso de los derechos consagrados en la Constitución y las Leyes, reclamando solución

a los graves problemas que se siguen aplazando por centurias, el gobierno pone en juego toda

su artillería jurídica, policial y militar para sofocar – mediante la violencia institucionalizada –

toda manifestación de descontento.

La burguesía, bajo la inspiración de sus orientadores de oficio, la CIA y el Pentágono,

encontró una herramienta que le permitiera ocultar su autoría de gran parte de las expresiones

más bárbaras de la Guerra Sucia. En acción articulada de la Fuerza Pública con los grandes

capos del narcotráfico, y algunos integrantes de otras fracciones del capital, crearon y

desarrollaron las bandas fascistas del paramilitarismo a mediados de la década de los años 80s.

Ellas son siniestros instrumentos de matanza que descargan su principal actividad criminal

contra la población civil de campos y ciudades, combinando las masacres con asesinatos

selectivos de líderes obreros y populares progresistas, democráticos y revolucionarios.

Estas acciones, realizadas mediante los más espeluznantes métodos de exterminio, las llevan a

cabo en combinación con fuerzas del Ejército gubernamental, la Policía y otros aparatos de

represión del Estado. En algunos casos pretenden ocultarse y atribuírselas a la guerrilla, hasta
375

cuando la evidencia de los hechos descubre a sus verdaderos autores. Cuando esto se produce,

aparece el chivo expiatorio, contra quien se descargan todas las responsabilidades, "para que la

Institución del Estado (el gobierno y las Fuerzas Armadas y de Policía) sean excluidas de toda

responsabilidad y se mantengan en olor de santidad". Pero no menos cierto es que últimamente

también asumen autorías y lanzan amenazas de masacres y atentados a personas y

organizaciones, generalizando el terror y la zozobra.

Con el apoyo y la protección del Estado, estas organizaciones de delincuentes comunes y

perros de presa de los dueños del poder, se han desarrollado y extendido a numerosas y bastas

zonas del territorio nacional, a donde llegan a hacer sus fechorías, ante la vista gorda de la

Fuerza Pública. Esto ha incrementado en los últimos años el fenómeno del desplazamiento

forzado, cuyas víctimas pasan del millón de personas, principalmente campesinos, que han

tenido que abandonar la tierra donde nacieron y han vivido siempre, huyendo del terror

militar-paramilitar. Como es natural, para esta tragedia de centenares de miles de familias, el

Estado no tiene solución. Tácitamente se ha declarado incapaz, cuando todo el mundo sabe

que la solución obligada es acabar con semejante engendro fascista, que él mismo creó y sigue

amamantando.

De manera creciente, la gente opina que sin la erradicación de este grave flagelo, hablar de paz

en Colombia es caer en un terreno de arena movediza, donde nadie se puede parar con

firmeza. No obstante, desde distintos ámbitos, oficiales y no oficiales, se dejan rodar

comentarios (algunos generan hechos) que pretenden darles status de fuerzas políticas a las

organizaciones paramilitares y la categoría de líderes políticos a cabecillas como Carlos

Castaño, el ‘gran general’ de las Autodefensas Unidas de Colombia y ‘director supremo’ de

las masacres de Córdoba, Urabá y otras regiones del país. Esto es plenamente comprensible,

cuando la misma Corte Constitucional declaró constitucional la Ley que legitimó las Convivir,
376

organizaciones paramilitares creadas por el ex-gobernador liberal-fascista de Antioquía,

Álvaro Uribe Vélez, reconocido impulsor del Paramilitarismo en su departamento y en el país,

y ficha de la burguesía para futuras candidaturas presidenciales.

El régimen, la crisis del sistema y la paz

La estructura económica del país y el modelo de desarrollo contenidos en la Constitución y las

Leyes colombianas, consagran los injustos privilegios de la burguesía y de las multinacionales

extranjeras que someten a una cruel explotación a los trabajadores colombianos, sin ninguna

posibilidad de transformar favorablemente su situación por vía institucional. Por el contrario,

en la medida en que se ahonda la crisis del capitalismo y los destrozos producidos por el

Neoliberalismo, la exacción es mayor y más dolorosa, y las posibilidades de protesta son cada

vez más restringidas. Las ramas legislativa y judicial completan el cinturón de acero puesto al

cuello de la gente del pueblo.

Colombia está en un punto crucial de la crisis

Esta situación crítica se expresa en la agudización de las contradicciones entre la amplia

mayoría de los colombianos y las castas dominantes; en la profunda crisis del Estado y de

todas sus instituciones; en el desgaste de un régimen político que ahoga las expresiones

verdaderamente democráticas; pero también está presente en los dos proyectos que ellas

representan: de un lado los sectores que defienden el viejo Estado de la democracia

tradicional, cerrada y excluyente; del otro, los que proclaman la ‘modernización’, la reforma

política cosmética o el ‘cambio’ pastranista, equivalente al mayor impulso del neoliberalismo.

Ambos proyectos de esencia burguesa y pro imperialista, conservadora, de ninguna manera

significan opciones de beneficio para el pueblo.


377

De allí que los proyectos de la insurgencia se hayan convertido en expresión de poder popular

y verdaderas alternativas para el pueblo, en la perspectiva de realizar transformaciones ciertas

en la realidad del país.

Por las causas estructurales prolijamente referidas en este escrito y las políticas del actual

gobierno y de la falsa oposición del partido liberal, el panorama no es alentador. Todo lo

contrario. La aplicación del neoliberalismo seguirá causando creciente desempleo, mayor

envilecimiento de los salarios, incremento de la pobreza y la carestía, pues, como de

costumbre, se sigue descargando sobre los trabajadores el peso de la crisis.

Es así como el pueblo colombiano, justamente, ejerce el derecho a la rebelión y a emplear

diversas formas de lucha y protesta.

Así se explica que a pocos meses de posesionado Pastrana el movimiento obrero y sindical se

hiciera sentir con diversas acciones de protesta, sectoriales y nacionales, que incluyeron un

prologado paro nacional de tres semanas que involucró a cerca de medio millón de empleados

y obreros al servicio del Estado, que concitó importante solidaridad de otros sectores

populares. El gobierno, que tanto habla de paz, respondió con represión y negativa a las

peticiones pero el movimiento logró doblegar gran parte de esa arrogancia inspirada en los

probados malos consejos del FMI y los organismos financieros del imperialismo.

También es claro ante los ojos del mundo el incremento de las acciones y capacidad militar del

movimiento popular armado. La insurgencia ha propinado importantes derrotas a las Fuerza

Pública y el Ejército gubernamental pasa por un difícil momento de credibilidad entre la clase

de los oligarcas que defiende.

Preocupado por sofocar la guerra revolucionaria y ganar masas para su bando en caso de no

lograr ese objetivo, el gobierno, en nombre de la oligarquía y el imperialismo, propone la paz

sin ningún proyecto claro, con más gestos que medidas políticas que propicien un camino
378

hacia esa meta. La meta es lograr la desmovilización y el desarme de la guerrilla, o cualquier

forma de abandono de sus objetivos de lucha por el poder popular. Por tanto, la respuesta de la

insurgencia debe ser con un alto contenido y sentido político sin abandonar su condición de

organizaciones que desarrollan la lucha militar revolucionaria.

Es cierto que Pastrana se reunió con los Comandantes Manuel Marulanda y Briceño, de las

Farc, poco antes de su posesión presidencial, que aprobó el despeje de los cinco Municipios

exigido por esta misma organización guerrillera, y que asistió a la instalación de la mesa de

diálogo el 7 de Enero de 1.999, que le dio el visto bueno a los Acuerdos de Maguncia y a la

realización de la Convención Nacional propuesta por el ELN, ya posesionado, en gestos que

no han tenido precedentes en los tiempos recientes; y que ha hecho referencia en positivo a

declaraciones del camarada Francisco Caraballo sobre posiciones del Partido Comunista de

Colombia Marxista-Leninista y del Ejército Popular de Liberación, organizaciones de las que

es Dirigente y Vocero Público. Pero, ya vemos a dónde conduce esta limitada flexibilidad de

ciertos aspectos de la política gubernamental, pues también han quedado a flote diferentes

medidas militares, presupuestales y hacia los habitantes de las zonas de mayor influencia

guerrillera, a quienes están entregando algunas zanahorias pero dejándoles ver el garrote. No

se apartan esas decisiones de las doctrinas de seguridad y de los manuales de

contrainsurgencia del Pentágono.

Una respuesta revolucionaria frente al asunto de la paz

Desde la visión de lucha por el poder popular y el socialismo, interesados en lograr nuevas

reivindicaciones políticas, económicas y sociales que mejoren la situación de las masas y

creen mejores condiciones subjetivas para el avance revolucionario, el Partido Comunista de

Colombia (marxista-leninista) y el Ejército Popular de Liberación, hemos planteado nuestra

concepción del Diálogo por la Paz.


379

Lo entendemos como un gran debate político nacional entre los diversos sectores de la

sociedad y reiteramos nuestra decisión de participar en un proceso de Diálogos que tenga

como principal protagonista a las amplias masas trabajadoras de la ciudad y del campo.

Reconocemos el valor y los méritos de quienes desde buen número de organizaciones civiles

no gubernamentales defensoras de los Derechos Humanos, inclusive al precio de sus propias

vidas, han puesto en juego muchas iniciativas sobre la paz, que han ayudado a aportar

elementos distencionantes del medio ambiente erizado por la violencia estatal y paramilitar.

También ellas han sido blanco de la barbarie oficial y paramilitar. El principal problema es

que algunas de ellas, al partir más de la intención y los deseos perdiendo de vista los intereses

económicos del capital que están en la base del conflicto, facilitan o permiten al gobierno y a

sus agentes enmascararse o utilizarles con prédicas como aquella de que los violentos son los

insurgentes o una presionada ‘neutralidad activa’ para lograr pronunciamientos de dichas

organizaciones humanitarias contra la insurgencia, pues de esta manera no arriesgan ni su

libertad ni su vida, tantas veces atropelladas por el Estado y sus aparatos de seguridad y

exterminio,legales e ilegales.

Estamos interesados en conjuntar propuestas con el resto de integrantes de la Coordinadora

Guerrillera Simón Bolívar. Vemos útil y necesario para el proceso revolucionario la

elaboración de una Propuesta Conjunta, como ocurrió en Caracas y Tlaxcala en 1991-92. El

debate político que proponemos habrá de generar el espacio de encuentro y unidad de todos

los interesados en la paz con justicia social que le abra paso a una Colombia Nueva, pues

desde ya observamos importantes puntos de identidad con propuestas y algunos procesos de

diálogos que han iniciado.

Está suficientemente claro – porque así lo ha dictaminado la larga Historia de la violencia –

que la posibilidad de alcanzar la solución política del Conflicto Interno en Colombia, es de la


380

responsabilidad principal de la clase en el poder, de sus partidos políticos y de su Estado.

Porque para ello no hay sino un camino: realizar los cambios reales que resuelvan las causas

que le dieron origen al conflicto económico, político, social, militar, etc.; y otra parte

importante de ese camino es que en este proceso no tenga ninguna intervención el gobierno ni

el Estado norteamericano, que, eso sí, debe respetar las decisiones autónomas de los

colombianos.

Un camino cierto en la dirección de la solución política sería la creación de condiciones

necesarias para que curse normalmente, sin presiones ni amenazas de ningún tipo, unos

diálogos, como ya lo anotábamos, protagonizados por las grandes mayorías de la clase obrera

y el pueblo y con la participación de las fuerzas revolucionarias y progresistas, armadas y no

armadas. Por ello nuestra propuesta de Diálogo: una propuesta viable hacia un dialogo abierto,

habrá de ser enriquecida en los amplios debates, en los que el pueblo exprese con toda claridad

qué necesita, qué quiere y cómo debe procederse.

Por nuestra parte, para el diseño de grandes transformaciones, ponemos en consideración los

siguientes temas:

1.Soberanía

– Independencia y autodeterminación en las relaciones con otros Estados, sin que haya campos

vedados y el cumplimiento estricto del principio de las relaciones en pié de igualdad.

–No pago de la deuda externa.

– Revisión de los acuerdos y obligaciones relativos a la protección de los recursos naturales.

– El examen, cambio y abolición de los convenios económicos y militares lesivos a la nación.

2.Democracia

En el marco de la lucha por un gobierno democrático y anti-imperialista, proponemos:

– Verdaderos cambios democráticos en la estructura del Estado.


381

– Libertades democráticas que garanticen la participación de los ciudadanos en la solución de

los problemas del país, el derecho a la vida y el cumplimiento efectivo por parte del Estado de

los derechos humanos del pueblo.

– Abolición de los grupos paramilitares.

– Cambios substanciales en la concepción y en la administración de justicia, comenzando por

la abolición de la justicia sin rostro o de excepción.

– Revisión de las políticas, objetivos, funciones y papel de las fuerzas armadas del Estado.

– Libertad para los presos políticos.

3.Justicia-social

– Se basaría en cambios profundos en la economía del país que toquen con la apropiación y la

distribución de los bienes.

– Se aboliría el neoliberalismo y se reorientaría la economía enfatizado en el desarrollo con

bienestar social, sin la injerencia del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y de

los monopolios nacionales y extranjeros.

– Se estimularía la industria nacional y la producción en beneficio de las mayorías.

– Reforma urbana y reforma agraria integral.

– Erradicación del narcotráfico con criterios de soberanía nacional y sustitución de cultivos

con base en la inversión social.

Además, destacamos la validez de los siguientes criterios relativos al diálogo:

1. La concepción de que la paz debe fundamentarse en la lucha por un nuevo Estado y una

nueva sociedad, en la transformación democrática del Estado y la sociedad y en el

mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías.

2. La decisión de dialogar en medio de la confrontación, sin condiciones previas y de cara al-

país.
382

3. La construcción de escenarios que favorezcan el desarrollo de los diálogos con la mayor

amplitud. El diálogo se convertiría en un gran debate nacional; así también se procederá a

elegir sus representantes a las masas regionales y locales de diálogo.

4. La participación activa y permanente de los distintos estamentos de la sociedad. El pueblo

elegirá democráticamente sus representantes a la mesa del diálogo con el gobierno nacional;

así también se procederá a elegir sus representantes a las mesas regionales y locales de-

diálogo.

5. La definición de un proceso integral de construcción de la paz.

6.La elaboración de una agenda abierta.

7. La protección por el Estado de los derechos políticos de los ciudadanos.

8. El no reconocimiento político a los grupos paramilitares.

9. La participación internacional, ajena a cualquier injerencia en los asuntos internos de

Colombia.

Al respecto no estamos por la participación de entidades, gobiernos y personas comprometidas

con la guerra sucia en Colombia. En tal sentido, nos oponemos a la participación del gobierno

norteamericano en los diálogos.

Colombia, Febrero de 1999. Partido Comunista de Colombia (Marxista - Leninista)

Ejército Popular de Liberación E.P.L. 1999 (Fuente, documento clandestino de dicha

organización).

Retomando el tema del paramiliarismo, señala Ronderos (2014):

“En junio de 1982 se soltó una ola de matanzas en el nordeste como no se había visto desde

los tiempos de La Violencia. Toda se ha justificado a nombre de la supuesta retaliación de los

Castaño contra los guerrilleros que secuestraron al padre. Carlos Castaño, quien entonces tenía
383

17 años y vivía ya en Medellín, dijo que habían matado a un puñado de guerrilleros, los que

entraron a la finca, los carceleros del padre en cautiverio y el supuesto cerebro del crimen,

Gilberto Gallego Copeland, de quien dijo era presidente del sindicato de la Frontino

Goldmines. Asegura que hicieron los crímenes de noche y solos, sin apoyo del ejército.

“Los hechos registrados por la prensa y en la base de datos de los padres jesuitas desde el

Cinep son bien distintos. En un año largo, hubo cuatro masacres en esa región que dejaron por

lo menos 65 muertos: en junio de 1982 cayeron once asesinados en el caserío El Lagarto

(entonces en la vereda El Tigre de Amalfi, que hoy es corregimiento del municipio de

Vegachí); el 18 de julio del mismo año fueron asesinadas la familia Cano y la familia Gallego

en el municipio de Río Bagre, en Remedios (el mismo donde quedaba la finca El Hundidor);

del 4 al 6 de agosto siguiente hubo la tercera matazón, de nuevo en el caserío El Lagarto y

alrededores en El Tigre, en la que fueron muertos 17 campesinos, incluida la familia García

Osorio, marido, mujer e hijo, unos hermanos jornaleros Ramírez y un viejo y además 150

personas salieron huyendo al caso urbano aterrorizados; y la cuarta, del 12 de agosto de 1983,

en las veredas de Cañaveral y de Manila, Remedios, en la que se cree que fueron asesinadas

otras 30 personas.

“Además en Amalfi, el 17 de junio de 1982, fue acribillado Brigadier Gómez, militante del

Partido Comunista y diez días después también lo fue Francisco Rey, concejal de la Unión

Nacional de Oposición (UNO), alianza de izquierda que estaba creciendo en esos pueblos

liberales. No era casualidad que Rey había venido denunciando la cercanía del narcotraficante

Castaño con la fuerza pública en el pueblo. Exactamente un año más tarde, el 28 de julio de

1983, fue, en efecto, asesinado Gallego Copeland, el mismo a quien Castaño le había atribuido

la autoría intelectual del secuestro del padre. Gallego era concejal de la UNO y activo
384

militante del Partido Comunista. Mataron también a un testigo de la segunda masacre,

Cupertino Rojas y a Ana Teresa Madrigal, una jovencita de 19 años, novia de un militar que

tuvo la mala suerte de estar presente cuando los compañeros de tropa de su novio vinieron a

reportar parte de victoria después de la cuarta masacre en agosto de 1983.

“La prensa de esa época registró también una masacre de ocho campesinos el 30 de julio del

82 en Puerto Berrio, cercano a Segovia y a Remedios, firmada por el MAS; una carta de los

concejales de este puerto denunciando la desaparición forzada de tres personas que habían ido

a votar; y el 13 de agosto, registran otra masacre de cinco mineros hallados decapitados al

oriente de Segovia.” (pag 163).

“En marzo de 1984, el presidente Betancourt firmó una tregua con las Farc y acordaron que

estas guerrillas empezarían a incursionar en la vida democrática. Así, en mayo de 1985, nació

un movimiento político llamado Unión Patriótica (UP). Gracias a la tradición comunista y

cívica de varias poblaciones del Magdalena Medio, la UP tuvo buena acogida, a pesar de la

feroz ofensiva paramilitar en la región. En las elecciones de 1986 ganó 14 curules en el

Congreso, 351 curules en concejos municipales de distintas partes del país, muchos de ellos en

el Magdalena Medio y eligió a 23 alcaldes, también varios en esta región”. (…..)

“Leonardo Posada, dirigente de Barrancabermeja, representante a la Cámara por Santander,

elegido en 1986, fue el primer político nacional de la UP en ser asesinado. Después de él,

cerca de 3000 más de sus militantes cayeron abaleados”. (Fuente: María Teresa Ronderos,

“Guerras Recicladas”).
385

En 1983, en Puerto Boyacá, en la finca “La Paz”, el paramilitarismo de Henry Pérez fundo su

primera “escuela” de violencia cuyo lema aprendían los paramilitares de memoria y cantaban

a diario en sus entrenamientos, según testimonio de Daniel Alfonso Coronel Castañeda al

Juzgado primero de orden público, el 09/08/1989, citado en el libro de María Teresa

Ronderos:

“Soy un contra guerrilla y en mi pecho llevo el odio contra las guerrillas comunistas. Quiero

venganza, mucha venganza. Quiero sangre, mucha sangre, para calmar mi sed”. (po. Cit. pag.

58.).

Las masacres genocidas cometidas por el paramilitarismo en 1988, las denuncia así María

Teresa Ronderos en su citado libro:

“En apenas dos meses, al comenzar 1988 coincidiendo con las elecciones locales, vino en

Urabá y en Córdoba la arremetida de las fuerzas unidas del paramilitarismo Cordobes,

Samario y de Puerto Boyacá contra la izquierda que había brotado en esos pueblos. Usando

nombres terribles, como Los Mochacabezas, o engañosos como Movimiento Obrero

Estudiantil Nacional socialista (MOENS), hombres de los Castaño, de Adán Rojas, de Henry

Pérez y de Hernán Giraldo, solos con su grupo o asociados, cometieron al menos siete

masacres en esas ocho semanas.

“La primera el 17 de febrero de 1988, contra cinco militantes de la Unión Patriótica que

estaban en campaña en el puerto de Turbo sobre el Golfo de Urabá. La segunda arrancó el 1 de

marzo a las siete de la noche en el cerro El Volador, justo al frente de Las Tangas, al otro lado

de río Sinú. Entre heridos y desaparecidos hubo veinte personas, según documentó la prensa

local. Varios eran asociados de la Anuc, la organización campesina que había luchado para
386

acceder a tierras fértiles en esos valles de inmensos latifundios. Los fueron recogiendo en sus

casas, después los mataron, cortaron en pedazos sus cuerpos y los echaron el río. Incluso

mataron al profesor Carlos Conde, a quien el mismo Castaño le había encomendado la

educación de los niños del caserío. El pueblo quedó desolado. Todos menos cuatro señores

recios salieron huyendo.

“La tercera y cuarta fueron una sola larga matazón que arrancó al otro día de las muertes de El

Volador, en la zona rural de Chingorodó, en el Urabá antioqueño, en la cual acabaron con la

vida de seis campesinos a machete y bala y después siguió en las fincas bananeras de

Honduras y La Negra, donde asesinaron a 20 trabajadores. En esas fincas los campesinos,

aupados por el sindicato bananero de Sintagro, a su vez apoyado por el EPL, habían intentado

tomarse tierras y a la vez, la guerrilla presionaba a los dueños con el boleteo o extorsión. (…..)

“el 3 de abril sucedió la quinta masacre del año a manos de Castaño en Córdoba, en el caserío

La Mejor Esquina, en Buenavista. Allí acabaron con la vida de 27 personas, entre ellas el niño

Oscar Sierra, de nueve años, que estaban en un fandango al son de la música del grupo 3 de

mayo, pagado por Cesar Cura. La fiesta fue una trampa en la que los hombres de los narcos

creyeron que caería Isidro Antonio Martínez, alias “viejo Rafa”, un jefe guerrillero del EPL

que patrullaba por la zona. Pero como no llegó o se había ido ya, resolvieron asesinar en su

lugar al profesor Tomás Wilches, a los que protestaron porque estaban matando gente inocente

y al que se movió de su sitio un centímetro.(….)

“Los Magníficos” habían asesinado el 15 de marzo anterior a Guillermo Alfonso Pujabante,

abogado y profesor, y cabeza de lista de la UP al concejo de Montería que había obtenido un

triunfo sorprendente de más de 2000 votos” (…..)


387

“La sexta masacre de 1988 en la región fue la que se relata en detalle en el capítulo 2 de este

libro, la de Punta Currulao, Turbo, el 11 de abril. La séptima fue en Valencia, en un caserío

llamado Las Nubes, a donde entraron con lista en mano y asesinaron a siete personas. Después

volvieron a matar a otros y Las Nubes e volvió un infierno. Al señor Solangier Villegas,

respetado habitante de Las Nubes, se lo llevaron a la fuerza, diciéndole que no lo iban a matar,

que solo era para un interrogatorio en la XI Brigada (del ejército). Lo mismo les dijeron a

otros cinco vecinos que se llevaron de sus casas entre abril y diciembre de 1988. Ninguno

volvió. “A Las Tangas todo el mundo la llamaba Sarabanda –recuerda ahora una hija de

Villegas- porque esa era una telenovela en la que desaparecían gente”. (….).

“En el resto del año 88 no se detuvieron las masacres de estos grupos ambiguos, medio narcos

medio estatales. El 30 de agosto de ese mismo año (1988) hubo otra en El Tomate, Canalete,

Córdoba. Un grupo de paramilitares secuestró un bus y obligó al conductor a llevarlo al

pueblito y allí quemó vivo al conductor y las casas de techo de palma de las víctimas ardieron

con facilidad por las granadas que les arrojaron. Diez y seis personas resultaron muertas,

incluido un niño de tres años, Yanio, que dormía entre una de las chozas. Su madre quedó

traumatizada.

“Ahora, por las confesiones ante Justicia y Paz, se sabe que la gente tuvo razón en su

momento y que los autores de la masacre no fueron hombres de Castaño, sino hombres

financiados por Jesús María, “El Mono” López, quien presuntamente resintió que le robaron

los mercados que les había enviado a los trabajadores de su finca en El Tomate. En el

momento de la masacre, López era el alcalde de Montería.


388

“La juez de Montería que investigaba el caso sufrió un atentado y mientras se recuperaba de

sus heridas en el hospital local fue asesinada. Del crimen fueron sindicados Castaño y López.

Este último fue capturado en abril de 1991, pero luego fue puesto en libertad. Diez años

después, este político resultó elegido Gobernador del departamento, sin problema. Las

víctimas, olvidadas. Poco antes de morir en su cama a los 82 años, fue condenado por la Corte

Suprema de Justicia por haber firmado en 2006 el Pacto de Ralito con el que paramilitares,

comandados por los hermanos menores de Fidel Castaño, cooptaron la política local un lustro

después de que Fidel había muerto”.(…..)

“En septiembre del mismo 1988, Fidel Castaño ordenó a 32 de sus hombres salir a hacer otra

masacre de ocho campesinos que vivían en la inspección de Villavicencio, en Valencia. Entre

ellos estuvo “Relámpago”, el joven de Amalfi que después huyó horrorizado de la

organización y le contó todo lo que sabía al Das.

“Al comenzar septiembre, la juez segunda González tuvo que abandonar el país por amenazas.

Aun yéndose no pudo frenar la venganza contra ella por su osadía de haber desnudado la

alianza entre militares, narcos y paramilitares. La tarea de acabar con las guerrillas estaba

pendiente y la poderosa coalición, que tenía padrinos de gran peso en Bogotá, no podía ser

detenida por una simple juez. En mayo siguiente, su padre, Álvaro González, un prestigioso

abogado, fue asesinado. La jueza que reemplazó a González, María Elena Díaz, confirmó lo

actuado por González, y poco tiempo después fue asesinada” (…..)

“Del otro lado, ese mismo año, las autodefensas y sus aliados mataron a 17 dirigentes

populares de izquierda, seis de la Unión Patriótica y cuatro del Frente Popular, además de

varios sindicalistas. El 1 de junio los paramilitares asesinaron al padre Sergio Restrepo, de


389

Tierra alta y con eso pusieron en pánico a todos los que los resistían, pues si se atrevían con un

sacerdote, nadie estaba a salvo. En 1990, cayeron 14 líderes sociales a manos de Los

Tanqueros y el 25 de octubre, doce personas del barrio Escobar de Tierra alta fueron

decapitados por Los Mochacabezas, sus gemelos idénticos”. (op. cit).

El 6 de noviembre de 1985 sucede la toma del palacio de justicia, que es así narrada por

GómezMartínez (1986):

“El 6 de noviembre de 1985, el Movimiento 19 de Abril se tomó el Palacio de Justicia después

de una serie de antecedentes que ya habían puesto fin a la tregua entre esta agrupación

guerrillera y el gobierno. En el Palacio se encontraban alrededor de unas 350 personas, según

el informe oficial, entre ellas los miembros del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de

Justicia. El comando guerrillero estaba constituido por 35 miembros de acuerdo a un

comunicado enviado en casete a un noticiero de televisión y firmado por Luis Otero, Andrés

Almarales, Alfonso Jacquin, Ariel Sánchez,, Guillermo Elvecio Ruiz, José domingo Gómez a

nombre del comando mayor de la compañía Iban Marino Ospina en la operación Antonio

Nariño por los derechos humanos y se proponía adelantar un juicio público al presidente

Belisario Betancourt, quien debía hacerse presente personalmente en el Tribunal o a través de

un delegado, por los actos de su gobierno y se hacían algunas exigencias como base para la

negociación de los rehenes. El presidente consideró que no hay nada que aceptar, no hay nada

que negociar. A partir de ese momento vinieron los enfrentamientos con un saldo de muertos

superior al centenar.

“La toma suscitó las más enconadas opiniones sobre la actitud desesperada y terrorista de la

organización guerrillera y la solución armada del conflicto dada por el gobierno….”


390

El ejército se retomó el palacio a sangre y fuego, masacrando no solo a todos los magistrados

de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado, sino a centenares de civiles que por

algún motivo se encontraban en el palacio del que salieron docenas de personas civiles, entre

hombres y mujeres, quienes fueron vistos y fotografiados y filmados al salir con vida a manos

de los soldados, pero nunca jamás volvieron a aparecer ni vivos ni muertos. Eso tampoco fue

una masacre ni un crimen de lesa humanidad ni un crimen de guerra: Fue una “heroica

operación en la que el Ejército salvo la democracia” .(op. cit. pagina 548).

William y Olivera Acuña Infante, quienes se formaron en su Escuela de Las Galaxias,

asesinaron el domingo 11 de octubre de 1987 en la tarde a Jaime Pardo Leal, cuando venía con

su familia de una finca a las afueras de Bogotá.

En 1988, los mismos militares colombianos, entre ellos Luis Meneses, alias “Ariel Otero” en

las autodefensas del Magdalena Medio, contrataron a David Tomkins, Yair Gal Klein, David

Borland, Terry Tagney, Eitan Kourian, y otros mercenarios extranjeros para entrenar a los

sicarios de Henry Perez en su guerra contra la “subversión”, capítulo de tal extensión y

monstruosidad que es preferible omitirlo en esta breve historia de la violencia en Colombia,

pues merece volumen aparte.

La masacre de Segovia es así relatada en el libro Guerras Recicladas por María Teresa

Ronderos (pag. 111-112):

“Cinco días antes de que Klein y sus socios visitaran a Antigua, a ver si podían montar allí una

nueva escuela para fuerzas antiterroristas del continente, el 11 de noviembre de 1988, ocurrió

la masacre de Segovia. Responsable de diseñar y comandar ese crimen atroz fue Alonso de
391

Jesús Baquero, alias “Vladimir”, entrenado por los israelís en Puerto Boyacá. Veinticuatro

años después, un magistrado de Justicia y Paz, le preguntó:

-¿Se utilizaron técnicas que aprendieron con Klein?-

-Claro que sí, era una zona dura –respondió “Vladimir”- En la preparación apliqué la táctica

de operación de comando que me enseño Klein. Yo utilice camperos con grupos de siete y

también donde salía la carretera central dejé carros que cubrián a los que iban saliendo. El

cien por ciento de la operación fue diseñada con lo que aprendí con Klein.

-¿Del personal que usted pidió para incursionar en Segovia iba personal capacitado por

Klein?- le preguntó el magistrado.

-Sí, claro –dijo el ex paramilitar- “chiquito-pequeño”, “rastrillo” y más pelaos. Cada

muchacho llegó dotado con su armamento, pero no sé- dijo Vladimir- Lo que son los visores

nocturnos que llamamos conejos, eso sí los trajo Klein.

“En Segovia estos y otros paramilitares mataron a 43 personas e hirieron de bala a otras 50.

Entraron al pueblo como a las siete y media de la noche y durante hora y media fueron

disparando contra la gente donde estuviera. Luz Marina Restrepo, entrevistada por Verdad

Abierta.com, más de veintiún años después, dijo que los muertos no fueron más porque

empezó a llover. “Se largó un aguacero muy horrible, entonces corrían ríos de sangre, eso era

impresionante”. Tres días más tarde, según recordó “El Espectador” en una nota de 2012, se

leyó ante el Congreso una constancia de la alcaldesa del pueblo, Rita Tobón, elegida por la

Unión Patriótica, quien salió huyendo y está exiliada desde entonces: “Cuando habían

transcurrido unos tres cuartos de hora del tiroteo vino a aparecer el ejército. Uno de ellos lanzó

la siguiente explicación: “Ya lo hecho, hecho está”. Y soltó la carcajada. Si lo que corría por
392

las calles no era agua, sino sangre, ¿qué clase de individuo tiene ánimos para reír a

carcajadas?, ¿estaba satisfecho de la labor cumplida?”.

“Ahora, un cuarto de siglo después, en mayo de 2013, el político liberal César Pérez García

fue condenado a 30 años de cárcel por la Corte Suprema de Justicia como autor intelectual de

esa atrocidad. Durante el proceso las víctimas sostuvieron que Pérez resentía que el pueblo no

hubiera votado por sus fichas y hubiera elegido a una alcaldesa de la izquierdista Unión

Patriótica y se quiso vengar”.(op. cit).

Muerte de Luis Carlos Galán : “El principio del fin de las autodefensas de Henry Pérez

comenzó ese 18 de agosto de 1989, cuando sicarios, encabezados por Jaime Eduardo Rueda

Rocha, nacido en Yacopí, Cundinamarca, en el Magdalena Medio y entrenado en las escuelas

de las autodefensas, mataron al candidato presidencial liberal Luis Carlos Galán”.(op. cit).

La lucha por la paz, sin embargo, continua. Por eso señala Charles Carcabed (op. cit. Pag 49):

“En 1998, (11 años después del Sueño de La Uribe, paréntesis fuera de texto ) mediante

acuerdos con el gobierno del recién elegido presidente Andrés Pastrana Arango, se creó la

“Zona de Distensión”, una zona desmilitarizada que se extendía en 40.000

kilómetroscuadrados, aproximadamente el tamaño de Dinamarca, entre los municipios de

Mesetas, la Uribe, La Macarena; Vistahermosa, Villavicencio y San Vicente del caguan, con

el fin de llevar a cabo un proceso de Paz con este grupo armado. En dicha zona las FARC

hicieron presencia en los cascos urbanos y se les acusa de efectuar violaciones permanentes a

los Derechos Humanos, de hecho en algunos de estos, se desarrollaron contra su misma

administración armada y en contra de la población civil, a pesar de que este último no estaba

contemplado en los acuerdos…” (op. cit).


393

El 20 de febrero de 2002 terminaron los diálogos de paz tras el secuestro de un avión en el que

viajaba un destacado miembro de la clase dirigente, Jorge Gechem.

Sobre el paramilitarismo de después del año dos mil, refiere Maria Teresa Ronderos (op.cit):

“Esta fórmula de cuatro ingredientes – poder civil nacional enclenque y dependiente, con

graves ausencias de legitimidad; guerrillas criminalizadas; crimen organizado sometido a

pelear las guerras del Estado; y la Fuerza Pública dejándolo pelearlas- queda preparada en

enero de 1994 cuando murió Fidel Castaño, en los siguientes años se va haciendo densa y

potente, y alimenta vigorosamente la grande expansión paramilitar de la historia colombiana

que alcanzó casi todo el territorio nacional entre 1997 y el 2005 y cuya herencia fue esa

filosofía de ideología confusa, tan propia de la mentalidad mafiosa colombiana: “Odio al

comunismo y a la oligarquía”. Esa ofensiva de las autodefensas causó un dolor y un

sufrimiento a millones de colombianos que, si bien ha sido documentado, denunciado, gritado,

sobre todo en los últimos años, su magnitud aún no termina de calar en la conciencia urbana.

Fue nuestra Era Nazi, pero son pocos aun los que alcanzan a concebirlo.

“Sobre las cenizas del paramilitarismo del comienzo de los años noventa, Fidel muerto, los

socios del Magdalena Medio en desbandada, los hermanos Castaño, Carlos, pero sobretodo

Vicente, se encargaron de reavivar el fuego paramilitar. Apelaron a los últimos aliados,

aquellos grupúsculos armados por ganaderos desesperados o mafiosos amigos, con ayuda casi

siempre de la fuerza pública, en el Caribe y Antioquia; a los viejos socios de los tiempos del

Magdalena Medio, que habían sobrevivido impunes, Ramón Isaza, Hernán Giraldo, los Rojas;

y a sus coterráneos de Amalfi, provenientes de aquellas familias enormes, como la de ellos, a


394

los Rendón Herrera, a Arroyabe Ruiz, para tomar nuevos ímpetus y hacer valer el gran poder

que habían acumulado después de la caída de Pablo Escobar”. (op. cit).

El 2 de mayo de 2002, sucede un enfrentamiento “normal” entre fuerzas de las

Autodefensas unidas de Colombia o paramilitares en número de 250 comandados por Fredy

Rincón Herrera, alias El Aleman y el Frente 58 de las Farc-ep al mando de Jover Man Sanchez

Arroyabe, en cantidad no conocida. El combate se libraba en la zona rural del municipio de

Bojaya, Chocó, cuando los paramilitares acosados y vencidos por la fuerza insurgente entraron

al pueblo y buscaron refugio en el interior de la iglesia católica del lugar en donde se

celebraba una misa. EN su afán persecutorio y cometiendo garrafal error, los insurgentes sin

medir las consecuencias de sus actos atacaron la iglesia lanzando cilindros bomba, los cuales

al estallar en el techo e interior de la iglesia ocasionan no solo la muerte de muchos de los

paramilitares sino de 119 civiles ajenos al conflicto, lo que constituyo inocultablemente un

crimen de lesa humanidad y de guerra por parte de las fuerzas insurgentes de las Farc.

El 6 de mayo de 2002 las FARC asesinaron al gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria y a

Gilberto Echeverry, quienes habían sido secuestrados un año antes. El 18 de junio de 2007 las

FARC asesinaron a once diputados del Valle a quienes habían secuestrado en 2002. El 7 de

marzo de 2008 Ivan Rios, destacado dirigente de las FARC fue traicionado y asesinado por

su guardia personal a cambio de millonaria recompensa entregada por el gobierno nacional.

Frente al paramilitarismo del nuevo siglo se manifestaron las Farc-ep en su Revista

Resitencia N° 36 de octubre de 2006:

“El acuerdo de Ralito, pacto de las tinieblas entre Uribe y sus paramilitares, es una olla

podrida, que a medio destapar, ya ha invadido con su fetidez el ámbito de Colombia.


395

Contrariando la naturaleza histórico-jurídica y aferrado a una subjetividad arbitraria, el

presidente resolvió elevar al altar sagrado del delito político el accionar criminal del

paramilitarismo. Uribe se ha arrogado hasta el don de la trastocación de lo jurídico. Todo el

mundo sabe que el delito político se refiere al cuestionamiento del ejercicio del poder del

Estado, y también que las motosierras, los machetes y las ráfagas de los paramilitares, nunca

se accionaron para interferir las leyes institucionales. Por obra y gracia de esa arbitrariedad y

abuso de poder, asesinos como Jorge 40, Mancuso, Castaño, Isaza, Don Berna, Macaco,

Vanoy, Báez…, aparecen ahora como mansas palomas. Con esa distorsión, masacres de horror

como las de Mapiripán, El Aro, La Granja, Chengue, Bahía Portete, Alto Naya, San Onofre,

Mingueo…, fueron absueltas y bendecidas sin más ni más por el señor Uribe. Mucho se ha

hablado de la abominable Ley de Justicia y Paz. Pero en realidad es una amnistía disfrazada

concebida por el gobierno, refrendada por el uribismo del Congreso y avalada por las

mayorías sumisas de la Corte Constitucional. No es secreto que los siniestros cabecillas de

Ralito constituyen hoy el más poderoso cartel de las drogas en el mundo surgido de las cenizas

de los carteles de Cali y MedeLos paramilitares del Presidente. Pero a pesar de ello aparecen

muy orondos y sonrientes embutidos en el uniforme camuflado del delito político que les ha

facilitado Uribe. El capo de todos esos capos es Jorge 40. El mismo que la policía de

Barranquilla le devolviera cuatro toneladas de cocaína incautadas por una extraña

equivocación, y que recientemente fuera amablemente conducido por los presidentes de

Senado y Cámara, por encargo de Palacio, a las instalaciones de la policía de Valledupar, que

maneja con el dedo meñique. Sin duda es el hombre de Uribe. El Ministerio de Relaciones

Exteriores es cuota suya. Y no hay que hacer mucho esfuerzo para comprobar que quien

maneja los negocios de "Jorge 40", Sergio Araújo, es hermano de la ministra, quien a su vez

asesoraba en asuntos económicos a Sergio. Sobre el lavado de activos se hace mucha bulla en
396

Colombia, pero ligado a los "paracos" dicho tema es innombrable. Los paramilitares

convirtieron a Panamá en su paraíso; están bien infiltrados en los negocios y en la banca. La

isla de Contadora prácticamente es de ellos. Y Mancuso ahí…, haciéndose el inocente. Y los

otros también. Como en los tiempos de la Catedral de "cinco estrellas" que Gaviria concediera

a Pablo Escobar, ahora Uribe los "priva" de la libertad, pero en las instalaciones de un

exclusivo club campestre en La Ceja, Antioquia. Mientras Hernán Giraldo veranea allí, sus

escuadrones paramilitares prosiguen intactos en Guachaca y en las alturas de la Nevada, al

igual que los matones de otros huéspedes del club. Nada de esto ve Uribe porque sigue absorto

en el asunto de los "delitos conexos", buscando cómo aplicarlos al sui generis "delito político"

-por él inventado-, para favorecer a sus consentidos. Casi nadie habla de reparación. Los

paramilitares no han devuelto aún la primera finca despojada. El campo sigue abandonado y

los desplazados suman más de 4 millones. Sólo se han destapado las fosas de Mingueo y San

Onofre. Los desparecidos no aparecen. Todavía ronronean las motosierras y deambulan por la

geografía y la memoria decenas de pueblos humeantes. No cursa investigación alguna por el

robo al erario, ni el cobro de porcentajes por contratos, ni el fraude electoral de Jorge "DAS" y

Jorge 40 a favor de Uribe. No se investiga a los asesinos de dirigentes sindicales y sociales.

Nadie habla de la responsabilidad del gobierno. Ningún general de la República, con la

excepción de Uscátegui, ha sido llamado a responder por tanto crimen de lesa humanidad

cometido a nombre del paramilitarismo. En el banquillo de los acusados debe responder el

Estado, como protagonista principal de ese terrorismo. ¿Hasta cuándo la gente de Colombia

tendrá que soportarle tanta carajada a Uribe, polichinela del gobierno de Washington? Algo

tendremos qué hacer entre todos. Los sectores democráticos y patrióticos de la nación

debemos continuar los esfuerzos hacia la construcción de una alternativa antifascista y


397

antineoliberal, buscando la paz con justicia social, con la mira de acabar la guerra para

siempre. De izquierda a derecha: Carlos Castaño, Vicente Castaño, el presidente de los

“paracos”, Jorge 40 y Salvatore Mancuso Los “positivos” de la infamia

En ejecución de la nueva doctrina gringa de la "seguridad democrática" el gobierno Uribe

está causando irreparables destrozos a Colombia, a sus perspec-tivas como colectividad. Ya no

es sólo la represión brutal y la adopción de leyes draconianas para humillar o disuadir la

inconformidad social a favor de la política neoliberal; ahora las manos del Estado explotan

bombas contra objetivos civiles y militares con la pérfida intención de inculpar a la

insurgencia apuntando a su deslegitimación, y de mostrar resultados en busca de oxígeno para

la desprestigiada seguridad democrática gubernamental. La mentira y el engaño son

consustanciales a esa política de lesa humanidad y lesa patria. Con falso dolor de corazón el

comandante del ejército reconoce que un coronel, un mayor y un capitán del B-2 del ejército

están detrás de los atentados dinamiteros en Bogotá, y el Presidente, consecuente con su

torcida política, parece exculparlos ante la opinión. No se puede olvidar que fue el mismo

Uribe en persona quien incitó a los militares. Les exigió partes positivos y resultados en litros

de sangre. Por eso la captura de más de 120 mil ciudadanos bajo la falsa imputación de

guerrilleros. Por eso tantas muertes de inocentes. Esa indignante estratagema de asesinar

civiles para luego uniformarlos y presentarlos en la televisión y en la prensa como

"guerrilleros muertos en combate" no es una práctica aislada de la IV Brigada del ejército en

Antioquia, sino la práctica cotidiana generalizada en todas las Brigadas militares de Colombia.

Los estímulos y recompensas económicas corren por cuenta de Uribe. ¿Quién alborotó los

sapos en este país con ofertas de dinero? El mismo que incentivó esa emulación criminal de

los "positivos". Varios generales y coroneles fueron echados de la institución por no presentar
398

resultados. Para evitar ese albur, algunos se dedicaron a montar carros bombas y a

desactivarlos, para ganarse un "positivo". Y "platica", como diría el Führer de Palacio. No

importa que de vez en cuando estalle uno de ellos y mueran transeúntes y soldados. Este es el

gobierno de la mentira. Y para ello tiene al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo, con

Vicepresidente y Ministro de Defensa. Simón Trinidad, vocero de paz de las FARC, fue

extraditado a los Estados Unidos con montajes y argucias para burlar la expresa prohibición

constitucional de extraditar nacionales por razones políticas. ASonia, la guerrillera, se la

llevaron estampándole su huella digital a la cédula de identidad de una narcotraficante.

Montaje y farsa fue la "desmovilización" de 70 supuestos guerrilleros en el Tolima, orquestada

por el señor Montoya, actual comandante del ejército. Montaje noticioso es el

desmantelamiento de laboratorios de cocaína propagandizados torpemente por algunos

generales, como "pertenecientes a la guerrilla". Lo raro, dice la gente, es que no aparezcan ni

siquiera un soldado herido o un Black Hawk derribado. Mentira fue la muerte de 10 policías

"por fuego amigo" en Jamundí, cuando en realidad fue una masacre perpetrada sin piedad por

unos militares al servicio del narcotráfico. Nos sumamos a la indignación del país y de los

buenos soldados de la patria por tanta desinformación y estafa a la opinión proveniente del

Estado y del gobierno, y por los crímenes y desafueros de los montajes y "positivos" de la

infamia. La alternativa antifascista clama concreción en Colombia. Este es el gobierno de la

mentira. Y para ello tiene con Vicepresidente y Ministro de Defensa al diario El Tiempo de los

Santos en el bolsillo, Policías acribillados por unidades del ejército en Jamundí Campesinos

asesinados por el ejército presentados ante los medios como “guerrilleros muertos en

combate” Carro bomba activado a nombre de las FARC por agentes del B-2 del ejército contra

un transporte militar en Bogotá Comerciantes asesinados por el Gaula ejército en Barranquilla,

presentados como guerrilleros. E n el mundo moral, como en el físico, no hay nada más que
399

una ley que proteja la existencia de los seres, y es aquella que los hace propender a mejorar de

suerte cuan-do se hallan en una situación violenta o mala. Esto nos enseña Bolívar recalcando

un juicio que se ha ido constituyendo en legítima con-ducta de manera universal, para aquellos

pue-blos que padecen “penosa existencia”. El libertador considera el planteamiento como una

de las leyes primitivas de la naturaleza que “ninguna institución humana tiene derecho a

contradecir”, y apunta que “el hombre social puede conspirar contra toda ley positiva que

tenga encorvada su cervíz”, y da “el nombre de insurrección a toda conjuración que tenga por

objeto mejorar el hombre, la patria y el universo”. Estas reflexiones las hace el Padre de Amé-

rica en un preclaro documento publicado en el Correo del Orinoco No. 92, de enero 20 de

1821 y el No. 93 del 27 del mismo mes y año, al que tituló Dogma Filosófico de la

Insurrección. De manera brillante, luego de definir el concepto de insurrección y otorgárselo al

levantamiento americano para significar Cuando el poder es opresor la virtud tiene derecho

para anonadarlo la justeza y legitimidad del mismo, Bolívar establece la diferencia con los

“golpes violentos dados a las leyes de un país por los facciosos”. En palabras que no dan lugar

a equívocos expresa que existe una delimitación entre la resistencia contra la autoridad

soberana legítimamente establecida y la resistencia contra los crímenes del trono y de la

inquisición. No se puede confundir “a los hombres generosos que se han creado una patria con

los facciosos que pretenden darle muerte”, dice textualmente Bolívar, y para diferenciar a unos

de otros, explica que “una barrera eterna separa la insurrección generosa del crimen de la

rebeldía”. (La negrilla es nuestra). En nuestros días las acepciones de cada palabra se asemejan

y el concepto de rebeldía no entraña la acción del faccioso, entendido como el individuo que

se rebela para imponer el despotismo de sus pasiones. De ahí que el rebelde sea asumido con

la misma dimensión altruista que el insurrecto, y que en el lenguaje de los revolucionarios

insurrección y rebelión se enmarquen en el sentido general de la resistencia a las injusticias del


400

régimen. Indica el Libertador que “en el delirio del despotismo, en el exceso de la opresión, en

ausencia o durante el sueño de las leyes…, el hombre virtuoso se levanta contra la autoridad

opresora e inaguantable para sustituirle… por otra respetada y amable”. Este pensamiento que

tiene plena vigencia en el mundo y la Colombia de hoy, debería llamar la atención de aquellos

que desatendiendo las enseñanzas que dejan los pueblos en su devenir histórico, enarbolando

“doctrinas” necias que engavetan en el mismo oscuro cajón del terrorismo, aquellas acciones

que bien Bolí- var clasificaría entre las que se desenvuelven “con el espíritu de paz”, entre las

que . Los legisladores y gobernantes, el Estado en nombre de las clases poderosas, se han

empeñado en eliminar la rebelión como delito político, han acabado con la categoría misma de

delito político asemejando todo alzamiento, protesta o desacuerdo con el Estado, a terrorismo,

desestimando que – como explica el autor de El Dogma Filosófico de la Insurrección-,

“además de la palanca del poder había otra para mover al mundo social, es decir la de la

razón”. Así, los déspotas del régimen fascista en nuestra patria, para evitar que los hombres

animosos, indignados por las cadenas, se sigan tomando la libertad de oponerse en resistencia,

levantándose en armas contra los juguetes estúpidos o sanguinarios de su imaginación, hacen

intervenir ya no al cielo, sino el omnímodo sujeto militarista yanqui, declarando que su gesta

que evoca a Dios no tiene otro propósito que el de “la defensa de la democracia”. El Estado

colombiano encierra “un poder esencialmente perverso” que ha declarado la guerra al pueblo

no dejando otra opción que la resistencia y la insurrección, así nos consideren terroristas; pues

está claro que tal estigma aplicado a la insurgencia no es sino otro artificio de los tiranos que

buscan sostener códigos y poderes "que no soportan la mirada de la razón e insultan la

naturaleza humana”. Frente al poder tiránico que nos condena a la miseria, al deshonor y a la

muerte “es pues, la insurrección por su naturaleza un acto legitimo”, porque“cuando el poder

es opresor, la virtud tiene derecho para anonadarlo”. La insurrección es un derecho, la


401

insurrección es un deber, es un digno y legítimo comportamiento que engrandece al hombre”.

(op. cit).

En el año 2007, el Estado mayor del secretariado de las Farc-ep se manifestó así frente al

gobierno de Alvaro Uribe Velez y la situación de violencia en el país, documento clandestino

que se trascribe para estudio y conocimiento de las ideas políticas de la insurgencia en ese

momento histórico del país:

“Manifiesto de las FARC, 2007. Compatriotas:

1. La dignidad nos está convocando a la resistencia en unidad frente al gobierno forajido,

ilegítimo e ilegal que se ha tomado el Palacio de Nariño, a la convergencia y al Acuerdo

Nacional para superar la profunda crisis institucional y de gobernabilidad que abate al país, y

para concertar caminos ciertos hacia la paz duradera.

Colombia merece respeto. No podemos tolerar más esa mafia narco-paramilitar de

latifundistas y ganaderos, narcotraficantes y empresarios que, con el apoyo militar del

gobierno de los Estados Unidos y el bombo de los medios de información, convirtieron a

Colombia en un infierno de la guerra, las masacres, las detenciones masivas de ciudadanos, las

desapariciones, la miseria y el saqueo, y de todos los desafueros del terrorismo de Estado.

2. El gobierno de Uribe marcha al compás de las directrices de Washington y de las exigencias

de poderosos capos narco-paramilitares como Salvatore Mancuso, Jorge 40, Castaño, Cuco

Vanoy, Isaza, Báez, Macaco, Don Berna, El Alemán, Giraldo, El Tuso, Gordo Lindo y otros

siniestros personajes de motosierra y cocaína, socios del Presidente. Esa mafia financió con

maletas repletas de dólares las dos campañas presidenciales de Uribe.


402

Sí; ellos lo eligieron, y son ellos los que están mandando.

Impusieron a punta de fusil, de terror y de fraudes electorales a decenas de congresistas,

gobernadores y alcaldes que han actuado como peleles del paramilitarismo en la política y en

el gobierno. Como se creían los dueños del país no tuvieron reparo en proclamar con clarines

de victoria que habían logrado elegir el 35% del actual congreso, lo que equivale a unos 80

representantes y senadores. Esos mismos votos contaminados llevaron a Uribe a la Presidencia

de la República, y por eso y mucho más, su mandato es ilegítimo e ilegal.

Este gobierno está erigido sobre miles de fosas comunes y masacres, sobre tierras despojadas

y millones de desplazados, sobre lágrimas y luto… Nada se hizo sin el visto bueno o sin la

participación de las fuerzas armadas oficiales.

Toda la cúpula del Estado, empezando por el propio Uribe, cabecilla principal de los

"paracos", está invadida por el monstruo de la narco-para-política que se tomó a Colombia. El

Vicepresidente fue el inspirador del bloque paramilitar que actuó sobre la capital. La

comandancia del ejército y la policía no puede negar que siempre actuó en concierto para

delinquir con ellos. El Ministro de Defensa conspiró con Carlos Castaño.

La ex canciller Araújo era cuota de Jorge 40. El ex jefe del DAS Jorge Noguera, además de

montar con ellos el conocido fraude electoral a favor de Uribe, les suministraba la lista de los

dirigentes sindicales y populares que debían asesinar.

Al país se lo estaban robando los mandamases paramilitares y Uribe no decía nada. Se robaron

los recursos de la salud. Mordieron cuanto contrato aparecía. Saquearon los presupuestos

departamentales y municipales. Se les permitió cobrar impuestos…El acuerdo de Ralito, pacto


403

de las tinieblas entre el gobierno y sus paramilitares, fue el pacto de la impunidad, en el que el

gobierno se comprometió a garantizarles penas irrisorias y simbólicas, participación en

política, la no extradición, el respeto a sus riquezas mal habidas amasadas con el despojo, el

narcotráfico y el lavado de activos.

Esa es la razón que ha compelido al Presidente Uribe al desacato y al desafío insólitos frente a

la providencia de la Corte Suprema de Justicia que dictaminó que paramilitarismo y concierto

para delinquir no es sedición. Él entiende que sin el rótulo artificial de delito político que

pretendía colgarle al paramilitarismo para santificarlo, se le cierra la más importante opción de

impunidad con que contaba, no sólo para favorecer a los paramilitares, sino para exculpar al

Estado, genitor de esa inhumana estrategia contrainsurgente en la que también están

involucradas la CIA y la DEA.

Es que Uribe se ha merecido el repudio de los pueblos que en sus giras internacionales lo

recibe con gritos de asesino; que renuncie por paramilitar, por ilegítimo y por ilegal.

Cualquier gobierno del mundo en tales circunstancias ya habría caído sin remedio. Y los

colombianos no somos menos para tolerar semejantes gobernantes, así cuenten con el respaldo

del gobierno de los Estados Unidos.

3. Colombia está siendo violentada además por la política de Seguridad Democrática diseñada

por Washington como desarrollo de la vieja Doctrina de Seguridad Nacional y como estrategia

del predominio del imperio sobre los pueblos de Nuestra América. En esencia esta política-

explicada por el general Craddock del Comando Sur busca en el marco de la recolonización

neoliberal, asegurar la inversión y el expolio de las transnacionales mediante la aplicación de


404

leyes severas y la fuerza, para reprimir y aniquilarla resistencia de los pueblos y la

inconformidad social.

No podemos permanecer impasibles frente a esta política que ya empieza a ser ejecutada

también por otros gobiernos del hemisferio.

Para el caso de Colombia la Seguridad Democrática tiene como componente militar el Plan

Patriota, cuyo objetivo principal es la derrota militar de la guerrilla de las FARC, o en su

defecto, la reducción de su voluntad de lucha para llevarla doblegada a la mesa de

negociaciones. Desde luego no se sienten tranquilos con esta alternativa de poder construida

por el pueblo como resistencia a décadas de violencia estatal y de opresión.

Con ese objetivo de derrotar a la guerrilla movilizaron decenas de batallones y brigadas

móviles hacia el sur y lanzaron grandes y sostenidas operaciones en otras áreas del país.

Instalaron puestos de mando con oficiales gringos en Larandia y Tres Esquinas, Caquetá, en

los umbrales de la Amazonía que codician. Activaron satélites espías y aparatos con

tecnología militar de punta.

Desplegaron cercos estratégicos, bloquearon zonas campesinas, desplazaron a la población,

asesinaron y desaparecieron civiles, incendiaron parcelas, robaron ganados, bombardearon día

y noche, trillaron selva y cordilleras, y no han podido en cinco años mostrar un resultado

contundente. Sólo el desgaste inútil y el resquebrajamiento de la voluntad de lucha de las

tropas oficiales que mueren en la selva o salen lisiados de ella, porque así lo quiere un loco

guerrerista que vocifera en Bogotá y echa generales por ausencia de resultados o partes de

victoria.
405

De la pólvora y el fragor de los combates está surgiendo una fuerza guerrillera de nuevo tipo,

fogueada en las maniobras enemigas y en el choque con las nuevas tecnologías de la

operatividad contrainsurgente, guerrilla que es verdadero poder de fuego político y militar al

servicio de la causa popular.

Pero paralelamente al desarrollo del Plan Patriota en los distintos teatros de operaciones, el

gobierno iba entronizando el delito de opinión, la represión de la conciencia, hasta llegar a

encarcelar a más de 150 mil ciudadanos acusándolos de simpatizar con la guerrilla. En aras de

disuadir el respaldo al proyecto político y social de la insurgencia se está cercenando a

Colombia el derecho universal a la opción política. No le bastó eliminar físicamente a toda una

generación de revolucionarios que se incorporaron a la Unión Patriótica como alternativa legal

de cambio; ahora quieren imponer un pensamiento, el de la nueva inquisición, de la derecha y

el fascismo. Un pensamiento que criminaliza la protesta social con el cuento que detrás de

toda movilización popular contra las políticas del gobierno está la guerrilla. Un autoritarismo

que quisiera barrer con la autonomía y la independencia de las otras ramas del poder público

para establecer sin sobresaltos constitucionales el reino de la tiranía, que solo tolera las

oposiciones que no se propongan el cambio del statu quo, de las estructuras de la opresión.

4. Esa derecha fascista activó el presupuesto de la nación en función de la guerra y el resultado

es el desastre social. Niños que mueren de hambre, crecimiento de la pobreza y del

marginamiento, abandono total de los proyectos de construcción de vivienda popular; la

mayoría de la población sin servicios de agua, luz y alcantarillado.

Indiferencia del gobierno frente a la carencia de escuelas, colegios y maestros porque optó por

la privatización de este servicio, lo mismo que el de la salud. Recorte de las transferencias que
406

paraliza el desarrollo de las regiones. Venta de empresas rentables del Estado para allegar más

recursos a la guerra. Privatización paulatina de empresas estratégicas como ECOPETROL.

Incremento de los índices de desempleo y subempleo al impulso de la flexibilización laboral

que pisotea los derechos de los trabajadores y dispara las ganancias de los empresarios.

Hambre y alto costo de la vida es lo que general las políticas del Estado contra la masa

popular. Perspectivas de agudización de la crisis social con la aprobación del TLC que atenta

contra la patria, la soberanía y la calidad de vida de los colombianos.

La perfidia con que actúa el Estado debe ser respondida con la movilización de pueblo en

acciones de calle y bloqueo de carreteras que paralicen el país en demanda de los derechos

conculcados para constatar en la lucha de masas la fuerza de los de abajo y para buscar la

convergencia de todos los sectores democráticos bajo una sola bandera política y social con

miras a conformar un nuevo gobierno que trabaje por la paz, la justicia social y el rescate de la

dignidad y la soberanía del pueblo de Colombia.

5. Para la construcción de esta alternativa ponemos a consideración del país, de sus

organizaciones políticas y sociales, de todo el pueblo, la Plataforma Bolivariana por la Nueva

Colombia para abrir la discusión y el intercambio en torno a las banderas y programa de un

nuevo gobierno que sugerimos patriótico, democrático, bolivariano, hacia un nuevo orden

social, comprometido en la solución política del grave conflicto que vive el país.

Un nuevo gobierno que materialice el proyecto político y social del Libertador, que conforme

un nuevo Ejército Bolivariano para la defensa de la patria y las garantías sociales. Un nuevo

orden edificado sobre la democracia y la soberanía del pueblo, que agregue a las ramas del

poder público los poderes moral y electoral, que instituya el congreso unimercal y la
407

revocatoria del mandato. Un nuevo sistema de gobierno que castigue con severidad la

corrupción y la impunidad, que ponga fin a la política neoliberal, que estimule la producción

en sus diversas modalidades, que asuma el control de los sectores estratégicos, que haga

respetar nuestra soberanía sobre los recursos naturales y que implemente políticas eficaces de

preservación del medio ambiente. Un gobierno que trabaje por la gratuidad de la educación en

todos los niveles, que instruménte la redención social, la justicia agraria, que renegocie los

contratos con las trasnacionales que sean lesivos para la nación, que deje sin vigencia los

pactos militares, tratados y convenios que mancillen la soberanía de la patria, que no extradite

nacionales, que objete el pago de la deuda externa en aquellos préstamos viciados de dolo en

cualquiera de sus fases. Un gobierno cuya divisa en política internacional sea la Patria Grande

y el socialismo y que prioríce las tareas de la integración de los pueblos de Nuestra América.

Por eso la política de fronteras de FARC opta por la hermanación y no por la confrontación

con los ejércitos de los países vecinos. Nuestra lucha es de resistencia y liberación frente al

régimen opresor colombiano.

Es hora de analizar y seleccionar la ruta que nos conduzca a la paz, a la independencia, la

justicia social, la democracia, y la unidad como camino para sobrevivir y enfrentar con éxito

las políticas de los imperios.

6. La paz es un proceso, un bien común que requiere de todos la preparación del terreno para

que germine. No se logra de la noche a la mañana. Necesita nuevas estructuras económicas,

políticas y sociales que la sustenten, cambios como los que sugiere la Plataforma Bolivariana

por la Nueva Colombia.


408

No habrá paz de los sepulcros. Todos los planes militares de las oligarquías y el imperio para

exterminar a la insurgencia, desde LASO ejecutado en Marquetalia, hasta el Patriota, han

fracasado porque el alzamiento armado por causas sociales, económicas y políticas, no se

derrota ni con bombas, ni con plomo, ni tecnologías recién creadas.

Por chifladura o demagogia electorera, Uribe ha anunciado estar dispuesto a oficializar una

zona de encuentro para firmar la paz en tres meses. 43 años de confrontación no se superan en

tan corto tiempo. La problemática política, económica, social, cultural, ambiental y de

soberanía del país no se puede resolver en 3 meses, a no ser que alguna de las partes haya

derrotado al contendor, y este no es el caso. Uribe no es el hombre para la paz de Colombia.

No está programado por los gringos para eso. Un tipo que ni siquiera reconoce la existencia

del conflicto armado no logrará la paz por ninguna vía. Sólo un nuevo gobierno patriótico y

democrático, soberano, podrá lograr la paz negociada, no un gobierno títere de la Casa Blanca.

Se necesitaría un gobierno compenetrado con la necesidad de la paz, que apoyado en el pueblo

y el interés nacional tome la decisión de regresar las tropas a sus cuarteles, de reducir

drásticamente el presupuesto de la guerra a favor de la inversión social y de exigir la salida del

país de las tropas y asesores estadounidenses entrometidos en el conflicto interno y factor

atizador de la guerra, para darle paso resuelto a los diálogos de paz.

7. La paz merece todos los esfuerzos y sacrificios del país y empieza con el consenso de sus

fuerzas fundamentales, de sus organizaciones políticas y sociales, para crear entre todos una

nueva alternativa política de poder que se convierta en gobierno soberano y digno, altivo

frente a Washington, empeñado en la mayor suma de felicidad posible para el pueblo según el

mandato del Libertador.


409

Es necesario empezar cuanto antes el intercambio y el reencuentro de todos los actores de la

transformación social y la paz, incluida la guerrilla, en torno a esta perspectiva. Aquellos que

desde la servidumbre del establecimiento pregonan la exclusión de la insurgencia con

rebuscados argumentos, lo hacen para inducir a la formación de una alternativa enclenque que

sea presa fácil de los poderosos explotadores de siempre.

Proponemos despegar lo más pronto posible con los primeros contactos clandestinos, sin darle

importancia al gobierno, para convenir un derrotero y para ir esbozando colectivamente

algunos trazos programáticos para la redención de Colombia.

Invitamos a este diálogo a los dirigentes revolucionarios, a los sectores democráticos de los

partidos, a la gente avanzada del clero, a los militares patriotas y bolivarianos, a los lideres

obreros y campesinos, estudiantiles, comunales, indigenas, a las negritudes, a los educadores,

a las mujeres... a todos los liderazgos populares, para juntar anhelos y emprender juntos el

camino hacia la Nueva Colombia.

8. El objetivo es la creación de una alternativa para el cambio, surgida de un Gran Acuerdo

Nacional por la paz, la justicia, la soberanía y el decoro de la nación, que se proponga un

nuevo gobierno para salvar a Colombia del abismo, para recuperar la dignidad mancillada por

el gobierno forajido de fascistas narco-paramilitares bendecidos por Washington, una nueva

conducción de los destinos de la patria que proscriba la represiva y expoliadora Seguridad

Democrática del imperio y la política neoliberal, que rescate la soberanía del pueblo,

reestructure el Estado con el fin de garantizar el bien común y conforme un Ejército

Bolivariano guiado por el amor al pueblo, la justicia social y la defensa de la patria. En fin, un

gobierno que convoque una Asamblea Nacional Constituyente para darnos una nueva
410

Constitución que refrende los cambios a favor del pueblo, hacia la paz y la convivencia, la

verdadera democracia, la soberanía y la integración solidaria de los pueblos, como mandatos

emanados de ese gran Pacto Social.

No nos queda otra alternativa que buscar unidos el camino para salir de la oscura noche

orientados por la vislumbre de la justicia y la alborada nueva de la Gran Colombia.

Hacia la Nueva Colombia, Acuerdo Nacional por la Paz. Secretariado del Estado Mayor

Central de las FARC

Montañas de Colombia, Septiembre de 2007” (op. cit.) .

Pedro Antonio Marín Rodríguez, mejor conocido por su alias de Manuel

MarulandaVélez o Tirofijo – nacido en Génova, Quindío, el 12 de mayo de 1930 – falleció en

las Selvas del Meta, el 26 de marzo de 2008).

El 24 de enero de 2008, el diario brasileño 'Correio Brasiliense', citando documentos

atribuidos a la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIM), señaló que Marín tenía cáncer y que

había una disputa por liderazgo en las FARC.

El 24 de mayo de 2008, la revista colombiana Semana publicó una entrevista con el ex

ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos en la que éste mencionó que los

organismos de inteligencia de Colombia presumían que Marín había muerto el 26 de marzo a

las 18:30, al parecer por causas naturales o por unparo cardíaco. Dicha información fue

confirmada el 25 de mayo en un vídeo, entregado al canal Telesur, donde aparece uno de los

cabecillas, TimoleónJiménez, que ratifica la muerte de Marín.


411

Más tarde, la llamada “Operación Jaque” realizada mediante engaños por el ejército nacional

liberó a un importante grupo de personalidades que estaban secuestrados o a decir de las

FARC, retenidos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancurt.

El 4 de febrero de 2008 el gobierno burgués organizó, dirigió y promovió las llamadas

Marchas contra las FARC, en las cuales en muchas ciudades del país se movilizó millones de

personas bajo la consigna “No más FARC”, quienes marcharon ilusionadas con el sueño de

que su caminata iba a concluir en el final de la guerra por obra y magia de la buena voluntad

de las partes, cosa que no sucedió.

La muerte de Jorge Briceño, “El mono jojoy”, la relata así el seudónimo de Charles Carcadeb

(op. Cit. Pag 57 ):

“El 24 de septiembre de 2010 a la una y treinta de la madrugada las Fuerzas Militares de

Colombia en una operación denominada “Sodoma”, en alusión a la bíblica ciudad del mal, cae

abatido el máximo líder militar y miembro del Secretariado de las FARC, Jorge Briceño, alias

“Mono jojoy”, quien murió tras un bombardeo que habría dado de baja a por lo menos 20

guerrilleros que hacían parte de su anillo de seguridad y que se encontraban en un bunker a 26

kilómetros al sureste de la Julia, un municipio del Meta, cercano a la sierra de la Macarena,

corazón del centro de operaciones de la guerrilla (….) En esta operación “Sodoma” fueron

utilizados 30 aviones de combate y 27 helicópteros artillados además de 400 hombres

especiales del Ejército y la Policía, la Armada y la Fuerza Aérea.” (op.cit).

Guillermo León Sáenz Vargas, alias 'Alfonso Cano', fue abatido el 4 de noviembre del año

2011, cuando fue alcanzado por un bombardeo de la Fuerza Aérea, del que resultó herido, para

horas después ser abatido por un comando especial del Ejército.


412

'Cano', quien se convirtió en el máximo jefe de las Farc en 2008 tras la muerte de Pedro

Antonio Marín, 'Manuel Marulanda Vélez' o 'Tirofijo', fue perseguido por cuatro

departamentos del centro y sur del país antes de ser dado de baja. El jefe de las Farc se

encontraba en la cordillera Oriental, en la vereda El Chirriadero. Allí vivía en una casa de

madera con techo de zinc, que fue identificada por las autoridades como la número 14.

Llegado el gobierno de Juan Manuel Santos (2011-2014) se vuelve a hablar de la posibilidad

de la paz en Colombia y el ultimo mandatario de la burguesía nacional da inicio a las llamadas

Conversaciones de Paz que se empiezan a adelantar en La Habana, Cuba, entre los

representantes del gobierno y de las FARC, durante todo el año 2013 habiéndose fijado un

calendario según el cual las conversaciones concluirían en noviembre de 2013 (cosa que no

sucedió) con la firma de un Pacto que daría fin al conflicto colombiano.

Sin embargo ha sido notoria la actividad de personas, dirigentes, entidades, contrarias a la paz

que propugnan por la continuación de la guerra civil entre el Estado y el Pueblo, sectores

reaccionarios de derecha que sostienen que la paz solo será posible con la derrota militar de la

guerrilla y se oponen a que se llegue a un acuerdo pacífico tras el cual algunos dirigentes

guerrilleros puedan acceder a algunos cargos públicos de representación popular mediante el

camino legal electoral y especialmente se oponen a la realización de reformas y cambios en el

esquema económico tendientes a favorecer al pueblo colombiano en contra de los exagerados

privilegios de la burguesía nacional que detenta el poder por medio de la violencia desde 1819.

Por eso afirma Ospina, (1996):


413

“El caso de la sociedad colombiana en los últimos 50 años es el caso de un Estado criminal

que criminalizó al país (….) Un pueblo incapaz de darle la cara a los males se merece su

postración y su angustia (…) vivimos en un país sitiado por guerrilleros, narcotraficantes,

paramilitares, autodefensas, milicias populares y delincuentes comunes….” (op. cit).

Aquí, sin embargo, no termina un breve resumen de la violencia en Colombia, porque este

conflicto es tan complicado y profundo que no puede ser analizado desde un solo aspecto,

siendo necesario abarcar ahora otro capítulo de la guerra civil en Colombia: el del

Paramilitarismo Moderno, que bien podría iniciarse también desde los años de 1930, de 1940,

de 1960, pero que por su cantidad y cualidad, circunstancias de modo, tiempo y lugar solo

puede reseñarse desde tiempos más recientes, cuando al Monstruo le ha salido otra cabeza que

vomita más fuego……

La Nueva Violencia paramilitar desde 1980.


414

Recordemos que el fundador del paramilitarismo en Colombia fue Salvador Plata, en la época

de la Rebelión de los Comuneros, alrededor de 1782, quien organizó el primer grupo armado a

sueldo cuya misión fue ejecutar a los dirigentes comuneros.

Los paramilitares o autodefensas han sido asociados en Colombia, desde sus inicios, con el

narcotráfico y sus formas de resolución de conflictos, con las estrategias contrainsurgentes de

las fuerzas armadas y las tácticas de “GUERRA SUCIA” para enfrentar a la guerrilla

revolucionaria, en donde varios paramilitares que se han acogido a la ley de Justicia y Paz, han

señalado que en los Llanos Orientales tenían alianzas con el Ejército Nacional para atacar a la

Guerrilla de esa zona y lo más triste que escuche por mi trabajo y labor profesional es que el

ejército entregaba listados de personas para que fueran asesinadas y finalmente que dentro de

dicha institución militar existían varios altos comandantes militares del ejército nacional que

hacían parte la nómina de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.

El paramilitarismo es hoy en día un gran problema que afecta todos los campos de nuestro

país: su gran crecimiento, sus ajusticiamientos, sus cotidianos hostigamientos, extorsiones,

secuestros, hurtos, torturas (psicológicas y físicas), provocación de desplazamientos de los

campesinos e indígenas, hacen necesaria una denuncia internacional de este fenómeno en

busca de lograr el mejor camino para obtener el restablecimiento de la seguridad nacional.

Busco en este punto hacer una reseña histórica general sobre por qué se dio el surgimiento del

paramilitarismo en nuestro país. Al respecto Alfredo Rangel, ha dicho y con gran ahínco que

el “Estado colombiano ha tenido, frente al fenómeno de la insurgencia, las posturas más

disímiles, que se corresponden casi totalmente con los cambios de gobierno que se realizan

cada cuatro años, sin que se advierta un hilo conductor, ni claridad de propósitos a largo
415

plazo. En términos generales, el Estado no ha concitado el apoyo nacional hacia la lucha

contrainsurgente, que durante mucho tiempo ha sido subestimada o cuya naturaleza no se ha

comprendido a cabalidad. El resultado es que no se han logrado unificar los esfuerzos de

manera permanente, ni siquiera dentro del mismo Estado, para no hablar ya de la nación

entera. Esta situación ha propiciado el mantenimiento de unas fuerzas militares muy poco

adecuadas para contener y controlar una insurgencia que se ha desbordado sin freno a lo largo

de todo el territorio nacional”.

La expansión paramilitar entre 1999 y 2003 la narra así Valencia (2007).

“En el proceso de expansión de los paramilitares, especialmente entre 1999 y 2003, logramos

documentar su presencia en 223 municipios en la mayoría de los departamentos del país, pero

más intensa y decisivamente en 12 departamentos: Antioquia, Cordoba, Sucre, Bolivar,

Atlántico, Magdalena, Cesar, Guajira, Santander, Norte de Santander, Arauca y Casanare

fueron los más afectados. El énfasis es el norte y el nororiente del país, pero también se

expandieron hacia el sur.

“El modelo de expansión se puso en práctica en la región de Uraba entre 1995 y 1997 y luego

se extendió a todo el país. En Uraba, Carlos Castaño ganó su primera gran guerra y supo

establecer las alianzas necesarias y obtener la licencia pública que le permitiría dominar la

región. Fue una acción envolvente. En corto tiempo acabó con la Unión Patriótica, doblegó a

los sindicatos y a las organizaciones sociales e hizo replegar a las Farc hacia zonas periféricas

de la región.

“Un actor que contribuyó al triunfo de Castaño y la toma de la región por los paramilitares fue

el enfrentamiento entre Esperanza, Paz y Libertad y las Farc. A principios de los años
416

noventa, se había desmovilizado la guerrilla del EPL y se había conformado el movimiento

Esperanza, Paz y Libertad. Esta fuerza tenía una gran influencia en los municipios del Eje

Bananero. También la tenián las Farc y la Unión Patriótica. Una vez firmado el acuerdo de

paz del EPL, empezó una dura disputa entre estas fuerzas. Las Farc se aliaron con una

disidencia del EPL y comenzaron una agresión en cadena contra los integrantes de Esparanza,

Paz y Libertad, que se tradujo en el asesinato de decenas de militares y llegó hasta el hecho

atroz de enviarle un “libro bomba” a Mario Agudelo, líder del movimiento, que cobro la vida

de su hijo. Al principio, los de Esperanza intentaron organizar su propia defensa y

conformaron los “Comandos populares”, pero bien pronto acudieron a la ayuda de Castaño y

su gente. La colaboración entre estos dos sectores fue decisiva para el control de la región.

“Otro factor importante fue la cooperación de las Fuerzas Armadas, en cabeza del general

Rito Alejo del Rio. Los militares se percataron muy pronto de la eficacia de los métodos de

Castaño para arrinconar a las Farc y para liquidar a los militantes de la Unión Patriótica. Le

dieron vía libre a la tarea, situación que conocío el país en los años posteriores, cuando este

general fue vinculado a procesos penales por los hechos de esa época.

“Para mediados de los años noventa, ya se presentaba a la región de Uraba como un modelo

de pacificación para el país. El costo en vidas había sido inmenso: 1456 asesinatos en 1996 y

808 en 1997, según el Observatorio de Derechos Humanos de Vice presidencia de la

república, pero la agitación laboral, el predominio de las guerrillas y el control de las alcaldías

por parte de la izquierda habián quedado atrás. Esperanza, Paz y Libertad mantenía su

destacada participación en los gobiernos locales, pero era claro que el movimiento contaba

con la anuencia de Carlos Castaño. ( pag. 16 ).


417

“Quien mejor ha explicado públicamente la estrategia de expansión paramilitar ha sido

Vicente Castaño. “Tuvimos la avalancha de gente de todo el país pidiendo que lleváramos las

autodefensas, eso causó una oleada que se desbordó en una cantidad de acciones armadas sin

control en todo el país. Todo el mundo comenzó a armar grupos”,dijo. Luego agregaría: “La

primera expansión fue con Mancuso. El formó su frente del Sinú y después empezó a

expandirse por toda la costa atlántica hasta llegar a la frontera con Venezuela.

“Luego se refiere a las responsabilidades que asumieron los demás comandantes y señala las

tareas del Bloque Central Bolivar y de Diego Murillo alias “Don Berna”, en el centro y sur del

país. Posteriormente da detalles de lo que llama “la última expansión”, los territorios donde

sólo había narcotráfico y narcotraficantes. Muestra cómo en Arauca la tarea quedó en manos

de Victor y Miguel angel Mejia, más conocidos como “los mellizos”. En el Valle y norte del

Cauca, en manos de Gabriel Galindo, alias “Gordo lindo”. En Meta y Casanare, bajo la

dirección de Miguel Arroyabe.

“Una versión muy parecida de la expansión la dio Ivan Roberto Duque, alias Ernesto Baez, a

Mauricio Romero y León Valencia en marzo de 2005. Decía Baez que, a lo largo de 1999 y

en los años siguientes, la cúpula de las autodefensas empezó a reunirse con dirigentes

políticos regionales, con narcotraficantes, con empresarios, con algunos militares que acudián

a buscar colaboración para establecer fuerzas paramilitares en múltiples sitios del país.

Aportaban dinero, armas, contactos en las regiones. El argumento que esgrimían para buscar

estos acuerdos era el miedo a que se estableciera un pacto definitivo entre el gobierno del

presidente Pastrana y las Farc. Todos estos sectores se sentían amenazados por tales

negociaciones.(………….)
418

“En el Magdalena, el Bloque Norte llega en el año 2000 y subordina a todas las estructuras

paramilitares ya existentes y, al mismo tiempo somete sin mayor resistencia a los dirigentes

políticos y a los poderes locales, fraguándose una de las más extensas alianzas políticas de

que se tenga noticia. Castaño ya le había ganado un pulso militar a Hernán Giraldo y en los

años precedentes se habían presentado masacres, desapariciones y desplazamientos. Esto

llevó a que en ese momento la ocupación fuera, si se permite el término, “blanda”.

“En el Norte de Santander la llegada se produce en agosto de 1998 con la ronda de muerte en

la carretera entre el municipio de Tibú y el corregimiento de La Gabarra, atribuida a fuerzas

bajo el mando de Salvatore Mancuso. Luego se acentua en Cucuta, donde son asesinados

Tirso Velez, candidato a la alcandía y el ex alcande Pauselino Camargo. El control político de

la capital y de la mayoría de los municipios se hizo patente entre el 2002 y el 2003.

“Los paramilitares llegan al Meta en julio de 1998, en dos aviones fletados en Uraba, repletos

de hombres armados, quienes producen la brutal masacre de Mapiripan y desde allí se

extienden a varios municipios, incluida su capital, Villavicencio. En las elecciones de 2002 y

2003 es palpable su influencia en ese departamento. El caso más escandaloso se presenta en

las elecciones regionales. Al principio existían cinco candidatos a la gobernación, tres de los

cuales son obligados a renunciar y luego, después de pasados los comicios, es asesinado el

candidato perdedor que no obedeció la orden de retirada.

“A Arauca los paramilitares llegaron por Tame, el segundo municipio más rico del

departamento, cercano al pie de monte y a la frontera con el Casanare. Por allí ingresó Victor

Manuel Mejía Munera, conocido luego como “Pablo Arauca”, en 2001, al mando del Bloque

Vencedores de Arauca, que hacía parte del bloque central bolívar. A su llegada los
419

paramilitares se hicieron sentir. Asesinaron a dos congresistas de ese departamento –Alfredo

Colmenares y Octavio Sarmiento- ambos ocurridos en Tame. En el 2000 hubo en este

municipio 43 muertes violentas, en el 2001 la cifra ascendío a 74, en el 2002 a 138, en el 2003

a 210 y el 2004 se cerró con 202 crimenes. Así mismo, en los últimos cinco años ocurrieorn

16 masacres en este municipio y más de 7000 personas fueron desplazadas. La intención

política era clara y la incidencia para gobernación y alcaldías en el 2003 fue decisiva.

“En el Magdalena Medio y el sur de Bolívar los paramilitares le ganaron la guerra al ELN e

impusieron su dominio en la mayoría de los municipios de la región, lo que les permitío hacer

grandes movilizaciones campesinas para impedir las negociaciones de esta guerrilla con el

gobierno del presidente Pastrana. Se tomaron a Barrancabermeja, influyeron decisivamente en

las elecciones parlamentarias en el 2002 y se hicieron a la alcaldía del municipio. (….)

“Vistas las cosas desde hoy se puede ver que el crecimiento y la expansión fueron realmente

asombrosos. En 1998, después de la unidad de los grupos, los efectivos de las autodefensas

eran 6000 según declaraciones del propio Cartaño. En el 2006, cuando culminó la

desmovilización parcial, en el marco de las negociaciones con el presidente Uribe, se

contabilizaron 31.000 efectivos de 37 estructuras que entregaron 17000 armas.” (op. cit).

En el lenguaje de la ciencia política, esta situación corresponde al surgimiento de un complejo

contrainsurgente, es decir, al desarrollo de diversos recursos y niveles de acción (legítima o

arbitraria, legal o ilegal, oficial o privada) dirigidos a garantizar la eficacia de la función

represiva del poder estatal. En tales circunstancias se está en presencia de una estructura dual

del Estado en la que operan, simultánea y coordinadamente, por una parte el nivel legal e

institucional y, por otra, el nivel ilegal que despliega toda clase de operaciones encubiertas y
420

acciones criminales”. (op. cit).

Un estadio avanzado del desarrollo de esta duplicación de niveles corresponde a la distinción -

que en el caso colombiano merece ser tenida en cuenta- entre el fenómeno paramilitar y el

mercenarismo corporativo.

Un gran sector determina que el fenómeno paramilitar en Colombia, se debe a que las clases

adineradas de nuestra sociedad al verse perseguidas en su integridad personal y económica por

la insurgencia armada, decidieron unirse para tener un ejército civil que les generara una

protección real y no ficticia como la que recibían por parte del Gobierno. xxxxx

Se puede recordar como inicio de los grupos paramilitares, varios eventos históricos que

podrían señalar el nacimiento, “durante las guerras del siglo XIX los grandes latifundistas

financiaron estos ejércitos para que protegieran sus tierras y sus privilegios. A partir de los

años 40, mientras que la policía armaba los campesinos llamados “CHULAVITAS “, para

atacar a las poblaciones liberales y asegurar el triunfo del partido conservador, los

terratenientes utilizaron a los llamados “PAJAROS O GUERRILLAS DE PAZ” con el fin

de salvaguardar sus propiedades y extenderse territorialmente”. 1 “Estas bandas armadas al

servicio del partido conservador, llevaron a cabo una persecución contra los miembros del

partido liberal, con complacencia y respaldo del establecimiento”2.

Algunos señalan el año de 1949, como la época que dio origen al fenómeno de las

1RESTREPO Alvear, José. Consolidación paramilitar e impunidad en Colombia (En línea). Publicado: 14 Mar.
2006. Descargado de Internet http://www.colectivodeabogados.org.
2 SANCHEZ, Gonzalo y MEERTEN, S. Donny. Bandoleros, Gamonales y campesinos: El caso de la violencia en

Colombia. Bogotá: El áncora editores. 1983.


421

autodefensas en nuestro país, cuando grupos de campesinos a raíz del conflicto armado entre

liberales y conservadores, que predominio en las zonas rurales de los departamentos del

Tolima, Caldas, Cundinamarca, Boyacá y Santander inicialmente, tuvieron que organizarse

para defenderse de la violencia tanto oficial como partidista, en una guerra absurda donde

poco a poco fueron apoderándose de las diferentes regiones del país.

Las Autodefensas Unidas de Colombia, “han venido presentando en su génesis y evolución,

diferentes etapas que parten de la década de los 50 con la conformación de las denominadas

autodefensas liberales, como primera expresión de este concepto en Colombia en el marco de

la lucha por la tenencia de las tierras y el marco de la violencia política que caracterizaba la

época”3.

Otros dicen que el paramilitarismo surgió como política de Estado en Colombia desde el año

de 1962, cuando una misión militar Norteamericana de la Escuela de Fort Braga, de

Carolina del Norte, realizo un análisis respecto de la estrategia militar de los Estados Unidos

frente a los fracasos de Vietnam, Argelia y Cuba, la que quería implementar una estrategia de

guerra a los pueblos de América.

De este modo se inicia una intervención militar norteamericana en suelo colombiano en

beneficio de la clase dirigente y del sistema socio-económico capitalista.

EL 29 DE FEBRERO DE 1962, durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo, Sale

laedición del Manual FM-31-154 del ejército USA traducido como “Operaciones contra las

Fuerzas Irregulares:

3DIAZ, Rubén. Cocalombia [En línea]. Publicado: 02 Jul. 2006. Descargado de Internet http://www.voy.com.
4Ejército de Estados Unidos. Manual FM-31-15: Operaciones contra las Fuerzas Irregulares 30 DE FEBRERO DE
1962.
422

“Para disminuir el requerimiento de unidades militares, se ha visto que es de gran ayuda el

empleo de policía civil, de unidades semi-militares y de individuos de la localidad que sean

simpatizantes de la causa amiga” ... “Cuando la política y la situación lo permiten, los

individuos de la localidad de ambos sexos que han tenido experiencia o entrenamiento como

soldados, policías o guerrilleros, deben ser organizados dentro de la policía auxiliar y dentro

de las unidades de voluntarios de cada ciudad. Aquellos que no posean tal experiencia pueden

emplearse individualmente como trabajadores, informantes, agentes de propaganda, guardias,

guías, rastreadores, intérpretes y traductores”... “Las fuerzas civiles usualmente necesitan

ayuda y apoyo de las fuerzas militares. La asistencia es normalmente necesaria en una

capacidad de consejo para la organización, el entrenamiento y el planeamiento de

operaciones. El apoyo es normalmente necesario en el abastecimiento de armas, munición,

alimentos, transporte y equipos de comunicaciones” (Llaman a los civiles así organizados:

“unidades amigas de guerrilleros”) Este manual, según nota introductoria del Comando del

Ejército, es “para la preparación e instrucción de los miembros de la Fuerza”. (op. cit).

De lo anterior se infiere que el paramilitarismo surgió no solo para combatir la insurgencia

armada, sino además, para reprimir una manera de pensar que inspira a grupos y movimientos

de oposición política a un sistema socio-económico, pasando al extremo de “limpiar” la

sociedad de indigentes y población LGTB, para mantener o imponer conductas seudo-

moralistas desbordando su ámbito personal.

Desde siempre el estado ha utilizado las leyes para legitimar, legalizar y reglamentar la

actividad paramilitar, de acuerdo a su conveniencia:

El decreto 3398 de 1965, bajo el gobierno de Guillermo Leon Valencia, convertido en


423

Legislación permanente con la LEY 48 de 1968, que sirvieron para que la fuerza pública

organizara la “DEFENSA NACIONAL”, “DEFENSA CIVIL”;Con esta ley se estableció el

fundamento jurídico para la conformación de grupos de autodefensa bajo el auspicio y control

de las fuerzas armadas”. (op. cit)

Estas organizaciones fueron inicialmente consolidadas hasta 1975 (gobierno de Alfonso López

Michelsen),en áreas como el Magdalena Medio, (Ramón Isaza) a la altura de Puerto Boyacá,

La Dorada, Puerto Berrio y el área limítrofe entre Urabá y Córdoba, (Fidel y Carlos Castaño),

zonas caracterizadas por el aumento de la subversión para la época.

Fue así como en varias regiones de nuestro país se dieron los primeros pasos en la

conformación de estas organizaciones, canalizadas a través de campesinos cansados de vivir

bajo el régimen de terror, atropellos y arbitrariedades que imponía la guerrilla a sus familias.

EL 24 DE DICIEMBRE DE 1965:Viene el Decreto. 3398 que reorganiza la defensa nacional 5.

Entre los considerandos, se encuentra el 5°: “los compromisos que el país tiene contraídos en

el campo internacional requieren la adopción y ejecución de medidas que fortalezcan su

seguridad”- Art. 25 “Todos los colombianos, hombres y mujeres, no comprendidos en el

llamamiento al servicio militar obligatorio, podrán ser utilizados por el gobierno en

actividades y trabajos con los cuales contribuyan al restablecimiento de la normalidad” - Art.

33, par. 3°: “El Ministerio de Defensa Nacional, por conducto de sus comandos autorizados,

podrá amparar, cuando lo estime conveniente, como de propiedad particular, armas que estén

consideradas como de uso privativo de las Fuerzas Armadas”.

5 Decreto. 3398 - Art. 25 y Art. 33.[24 Diciembre de 1965]. par. 3°:


424

Bajo el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, es sancionada la Resolución 005 de 1969, por el

Comandante General de las Fuerza Militares, aprobando el Reglamento de Combate de

Contraguerrillas (Sigla EJC.3-10 Reservado). No. 183.

Es así como el enfrentamiento armado se convierte en guerra civil: porque ya no son dos

bandos claramente definidos: guerrilleros y militares, los que combaten, sino sectores de

población civil justificados como autodefensas que participan en una guerra dentro de un

mismo pueblo.

EL 31 DE DICIEMBRE DE 1979: (Gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala), aparece,

impreso por la Ayudantía General del Comando del Ejército, el libro “Instrucciones

Generales para Operaciones de Contraguerrillas”.

Entre los años 1983 y 1984, (gobierno de Belisario Betancourt), se conocen por primera vez

en la historia los nombres de tres personas importantes, hoy en el marco de las autodefensa:

Ramón Isaza, veterano actual de estas estructuras, hoy sometido a la justicia colombiana en la

ley 975 de 2005, quien había sido un militante normal de la organización que para esa época

era dirigida por Henry Pérez, cabecilla de las autodefensas del Magdalena Medio y Ariel

Otero, quienes conservaban dos líneas distintas. El primero afín con un principio ideal de

lucha antisubversiva, pese a los vínculos de su familia con el narcotráfico y Ariel Otero

comprometido con la línea del narcotráfico.

Por su parte, en el departamento de Córdoba, se gestaba el nacimiento de dos estructuras de

autodefensas, dirigidas por los hermanos Fidel y Carlos Castaño Gil, quienes viajaban

constantemente a Medellín para entrevistarse con el jefe del cartel de Medellín Pablo Escobar

Gaviria.
425

La influencia de estas organizaciones al servicio del narcotráfico trascendió a escenarios de

confrontación internos entre narcotraficantes y paramilitares. Por lo anterior, debe anotarse

que el interés de Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano”, por penetrar en la zona esmeraldífera

de Boyacá, buscando la legalización del dinero ilícito a través del lavado de activos, marco el

inicio de un conflicto entre los esmeralderos y las AUC.

Tras el fortalecimiento del narcotráfico comenzó la época denominada del narcoterrorismo,

en donde se identificaron varios aspectos de interés: de un lado, se ratificó el inició de una

campaña de apoyo por parte de Pablo Escoba Gaviria a favor de las FARC, situación que

originó una contraposición de los hermanos Castaño Gil, quienes a raíz de la muerte de su

padre a manos del guerrillero alias Conrado, cabecilla de las FARC en Amalfi, habían iniciado

una guerra frontal contra el citado grupo insurgente; dicha alianza no gusto y por ello dio

origen a los denominados Pepes, sigla que significa perseguidos por Pablo Escobar, en donde

se aliaron narcotraficantes, paramilitares y delincuencia común.

El avance de las autodefensas fue significativo especialmente en las áreas del Magdalena

Medio, Urabá, los Santanderes y el Tolima, hasta el punto de que sus acciones de defensa, se

tradujeron en operaciones generalizadas y sistemáticas, violatorias de los derechos humanos.

Fue así como en 1980, el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala, decidió derogar las Leyes

que justificaron el fenómeno paramilitar como autodefensas, bajo un marco de presión

internacional, declarando la ilegalidad de estos grupos a partir del momento. Las estructuras

de autodefensas habían alcanzado altos niveles de criminalidad generalizada y sistemática que

comenzaba a ser denunciada por la comunidad ante el Estado.

La transición de ese marco legal a uno ilícito, generó una fuerte reacción al interior de los

sectores del narcotráfico, que capitalizaron el número de hombres en armas de cada estructura
426

en áreas altamente estratégicas como el Magdalena Medio y Córdoba, para convertir las

denominadas autodefensas en la fuerza militar del narcotráfico.

El año 1982fue denso en acciones del MAS. Grupos de civiles armados en regiones rurales

comenzaron a identificarse con esa sigla, particularmente en el Caquetá y en el Magdalena

Medio. No había duda de que una estrategia de justicia privada y clandestina había sido

montada con participación y apoyo de las Fuerzas Armadas. “El movimiento nacional e

internacional en favor de los derechos humanos comenzó a exigir al gobierno del presidente

Betancourt una toma de posición frente a ese fenómeno y Betancourt terminó solicitando

formalmente al Procurador General de la Nación una investigación al respecto”.6

En 1988, bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas,se conoció por primera vez, la presencia

de mercenarios israelíes en Colombia, cuando el ex tinto narcotraficante Gonzalo Rodríguez

Gacha canceló US$80.000 dólares, a un grupo encabezado por Yaír Gal Klein, “A los 55 años

el coronel retirado Yair Gal Klein, veterano de la guerra de Yom Kippur y ex instructor de

oficiales del ejército israelí, tuvo que retirarse de la vida aventurera que le dio fama más allá

de las fronteras de Israel y no puede volver a salir de su país. Si este militar de 1,75 metros de

altura, 90 kilos de peso, pelo canoso y ojos azules, pone un pie en el extranjero corre el riesgo

de ser extraditado a Colombia. Aquí lo espera la cárcel porque hace unos meses el Tribunal

Superior de Manizales lo condenó a 10 años y ocho meses de cárcel, más el pago de 22

salarios mínimos, por el fortalecimiento y adiestramiento en prácticas militares y de terrorismo

a grupos paramilitares. Junto con Klein fueron condenados dos de sus hombres: Tzedaka

Abraham y Terry Melnik, quienes actuaron también como instructores. Klein saltó a la fama

6CENTRO de Investigación y Educación Superior CINEP [En línea]. EL MAS. Descargado de www.arlac.be.
427

en junio de 1989 cuando un noticiero de televisión mostró imágenes de los cursos que había

dictado, junto con sus compañeros, a las autodefensas que operaban en el Magdalena Medio”.7

Posteriormente no se ha logrado la extradición de este señor, porque en un aparte de una

comunicación del Ministerio del Interior y de Justicia dice; “La Viceministra de Asuntos

Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores mediante Nota VAM/DPM/CPD N°

38619 del 25 de julio de 2008, informa que por conducto de la Embajada de Colombia en

Rusia se recibió de manera no formal una solicitud por parte del Delegado de la Fiscalía

General de ese país a cargo del trámite de extradición del ciudadano Yair Gal Klein, “en el

sentido de que las autoridades pertinentes de nuestro país aporten información sobre las

condenas en procesos penales adelantados contra miembros de los grupos paramilitares

entrenados por el señor Klein, y que posteriormente ejecutaron actos de terrorismo enterritorio

colombiano y violaron derechos humanos” y solicita que la información se le remita a la

mayor brevedad posible teniendo en cuenta que el Ministerio de Justicia de Rusia ha solicitado

a la Corte Europea de Derechos Humanos que acelere el trámite iniciado por la defensa del

ciudadano requerido”8.

El fenómeno del Paramilitarismo moderno lo relata asi Charles Carcabed ( op.cit. pag 26 y ss

):

“Ahora en los años ochenta nuevamente con los mismos objetivos pero con nuevos actores los

narcotraficantes y ricos terratenientes y ganaderos deciden entrenar y armar a hombres

convenientemente estudiados para la nueva guerra sucia y escogieron una región óptima para

ello; el Magdalena Medio, una región rica en pastos y ganadería, región rica en petróleo y oro

7 Mercenario Condenado. En: Revista Semana. [03-18-2002].


8
Carta del Ministerio de interior y de Justicia. Firmada por el Dr. Jhon jairo Morales Alzate (jefe Oficina
Asesoría Jurídica) de julio 29 de 2008.
428

y allí nacieron los “Nuevos Pájaros” hoy llamados Paramilitares o simplemente Paras. Fue

precisamente en esta región la escogida para que un mercenario Israelí, llamado Yair Klein,

conformara y entrenara los primeros grupos “paras” entre ellos a Carlos Castaño quien

después se convirtiera en el máximo jefe de las AUC y quien en esta época estaba bajo el

mando de los narcotraficantes Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha. En esta

región fueron entrenados las mayorías de los que posteriormente fueron designados

comandantes de los numerosos bloques en que se dividió el Paramilitarismo en todo el país.

“Las organizaciones ganaderas y agrícolas de la región conformados por ricos terratenientes

fueron una de las principales fuentes de financiamiento del Paramilitarismo; a esto se suman

las multinacionales petroleras, el narcotráfico, la mafía de las esmeraldas, el cartel de la

gasolina, las multinacionales bananeras, las empresas del chance, esto sin contar con las

ayudas de los grupos de extrema derecha de América y Europa. Sólo se necesitaron 10 años

para conformar un ejército de más de 40.000 hombres dotados de la más moderna

infraestructura bélica en que más de un ejército regular del mundo envidiaría. (…..)

“Los hombres que hacían parte de los diferentes bloques provenían en su mayoría de la

cantera del narcotráfico, del sicariato, de la delincuencia común organizada y del ejército de

desocupados que pululan en los cordones de miseria de las grandes, desde luego utilizan

guerrilleros desertados o amnistiados, lo mismo que algunos ex policías y ex militares que

fueron expulsados de estas instituciones por mala conducta.

“Dentro de los numerosos Bloques que se repartieron el país los Paramilitares citamos

algunos: Autodefensas de Córdoba, comandado por Carlos Castaño; Bloque Bananero,

comandado por Ever Veloza, HH; bloque cacique nutibara, comandado por Don Berna;
429

Bloque Catatumbo, comandado por Salvatore Mancuso; Bloque Héroes de los Montes de

María, comandado por Rodrigo Mercado; Bloque Central Bolívar, comandado por Ramón

Isaza; Bloque Mineros, comandado por Cuco Valoy; Bloque Helmer Cardenas, comandado

por el Aleman; Bloque Norte, comandado por Jorge 40; Bloque Centauros, comandado por

Hernan Giraldo Serna; Bloque Resistencia Tairona, comandado por Miguel Arroyabe; bloque

Héroes del llano, comandado por Manuel de Jesús Piraban.

“Los Paramilitares en un lapso de 10 años (1993-2003) cometieron el genocidio más

espantoso que se tenga noticia en la historia de nuestro país; En Colombia en este lapso de

tiempo se cometieron más de 42000 crímenes que dio como resultado más de 400.000

víctimas y cerca de cuatro millones de desplazados.

“Estos grupos son responsables de monstruosas masacres donde las personas eran asesinadas

con la mayor sevicia y salvajismo; hombres y jóvenes eran torturados de la manera más

infame, les cortaban las orejas, les sacaban los ojos, les cercenaban las manos una a una o los

abrían en canal como se hace con el ganado y eran desangrados lentamente, ni siquiera en las

películas de terror exhibidas en los teatros de loso años 80 se tuvo tanta creatividad para

asesinar a un ser humano; posteriormente eran destazados o desmembrados a machete o con

moto sierra y después le sacaban las vísceras y eran rellenados con piedras para luego

empacarlos en costales y por último eran arrojados a los ríos de donde no saldrían jamás.

(…….)-

“También fueron famosos algunos lagos artificiales donde los Paras tenían tres o cuatro

caimanes a quienes no les daban ningún alimento diferente que la carne humana de las

victimas quienes eran lanzadas vivas y maniatadas para servir de cena a estos saurios, de ahí
430

que un grupo de madres y viudas organizadas de desaparecidos viajaron a un centro

penitenciario donde se encuentran algunos comandantes paramilitares y le pidieron a uno de

ellos que por favor les dijera donde se encontraban las fosas comunes para así darle cristiana

sepultura a sus seres queridos y la respuesta fue dura y tajante: “no pierdan el tiempo que

nosotros no lo perdíamos enterrando a nadie simplemente los desaparecíamos”. Llegaron a tal

extremo que en algunas regiones crearon hornos artesanales donde eran cremados los restos de

las victimas después de ser desmembrados.

“A lo largo y ancho de Colombia se realizaron verdaderas masacres con decapitamientos

públicos como ejemplo para los demás, son famosas las masacres del Aro, la de San José de

Apartadó, el Salado, Chengue, Macayepo, Barrancabermeja, La Jagua, la Honduras, la Negra,

la del _Ariari, Trujillo, Caloto, Rio sucio; Segovia, Puerto Boyaca, llamada la capital

antisubversiva de Colombia, tal como se leia en una valla a la entrada de esta región y que

estaba totalmente perforada a tiros como advertencia.

“El Bloque Norte de las AUC, fue el autor de 497 masacres de las cuales 265 pertenecen al

Cesar con un saldo aproximado de 3000 muertes; recordemos la de Santa Cecilia con un saldo

de 15 víctimas asesinadas en la plaza a plena luz del día y como olvidar una masacre donde

tocaban tamboras para ahogar los gritos de dolor de las víctimas a quienes les colocaban

bolsas en la cabeza mientras eran acuchilladas.

“Cientos de mujeres y niñas fueron brutalmente violadas y abusadas sexualmente en muchas

regiones del país; por tratarse de un delito cometido en algo tan privado como es el cuerpo, la

tendencia es que las mujeres guardan silencio por no avergonzar a sus padres, esposos,

compañeros o ellas mismas, solo con el paso de los años se están conociendo muchos casos de
431

estos vejámenes a pesar de que Salvatore Mancuso uno de los máximos comandantes de las

AUC afirmó tajantemente que el abuso de las mujeres no estaba dentro de las políticas de las

tropas, por eso quienes eran sorprendidos realizando estos actos execrables eran ajusticiados.

Sin embargo a Hernán Giraldo, exjefe del frente resistencia Tayrona del Bloque Norte de las

AUC se le conocía con el alias de “El Taladro” debido a la gran cantidad de niñas a quienes

violó sin ninguna consideración; se reportaron casos de cerca de una veintena de niñas que

tuvieron hijos del ex paramilitar, una de ellas cuando dio a luz solo tenía trece añitos; solo el

año pasado la unidad de derechos humanos de la fiscalía emprendió la investigación por estos

casos.

“Después de que Carlos Castaño conformara las AUC, para aumentar su poder, en el año 2003

estas se aliaron con políticos corruptos a cambio de votaciones elevadas, estrategias

elaboradas públicamente por uno de sus máximo lideres Salvatore Mancuso, quien aseguró en

el año 2007 que controlaban el 35 % del Congreso de la República….” (op. cit).

Hasta aquí la trascripción de quien firma como Charles Carcabed en “Los Héroes en

Colombia si existen pero son de carne y hueso”, Bucaramanga, 2011.

El paramilitarismo contemporáneo ha cometido día tras día toda clase de crímenes de lesa

humanidad, crímenes de guerra, genocidios, magnicidios, condenados por el Derecho

Internacional Humanitario y por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos,

recordándose para ello que de acuerdo con el Estatuto de Roma, aprobado el 17 de julio de

1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el

establecimiento de una Corte Penal Internacional, el genocidio en su artículo 6 se define de

esta forma:
432

“Artículo 6. Genocidio. A los efectos del presente Estatuto se entenderá por GENOCIDIO,

cualquiera de los actos relacionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir

total o parcialmente a un grupo nacional étnico, racial o religioso, como tal: a) Matanza de

miembros del grupo; b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del

grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de

acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir nacimientos en

el seno del grupo; e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo”.

Según el artículo 7 del Estatuto de Roma, son Crímenes de Lesa Humanidad:

“A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por CRIMENES DE LESA HUMANIDAD,

cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o

sistemático contra la población civil y con conocimiento de dicho ataque: a) Asesinato; b)

Exterminio; c) Esclavitud; d) Deportación o traslado forzoso de población; e) Encarcelación u

otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho

internacional; f) Tortura; g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo

forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable; h)

persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos,

raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido en el párrafo 3 u otros

motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional,

en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier crimen de

la competencia de la Corte; i) Desaparición forzada de personas; j) El crimen de apartheid; k)

Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o

atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física.


433

De acuerdo con el artículo 8 del Estatuto de Roma, son Crímenes de Guerra:

“1. La Corte tendrá competencia respecto de los crímenes de guerra en particular cuando se

cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales

crímenes.

“2. A los efectos del presente Estatuto, se entiende por CRIMENES DE GUERRA: a)

infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera

de los siguientes actos contra personas o bienes protegidos por las disposiciones del Convenio

de Ginebra pertinente:

“Matar intencionalmente; someter a tortura o a otros tratos inhumanos, incluidos los

experimentos biológicos; infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente

contra la integridad física o la salud; destruir bienes y apropiarse de ellos de manera no

justificada por necesidades militares, a gran escala, ilícita y arbitrariamente; obligar a un

prisionero de guerra o a otra persona protegida a prestar servicio en las fuerzas de una potencia

enemiga; privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona de sus derechos a

un juicio justo e imparcial; someter a deportación, traslado o confinamiento ilegales; tomar

rehenes.

“Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados

internacionales dentro del marco del derecho internacional, a saber, cualquiera de los actos

siguientes: dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra

civiles que no participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques

contra objetos civiles, es decir, que no son objetivos militares; lanzar un ataque

intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas de vidas, lesiones a civiles o daños a


434

objetos de carácter civil o daños extensos, duraderos y graves al medio natural que sean

claramente excesivos en relación con la ventaja militar general concreta y directa que se

prevea; atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, pueblos o edificios que no

estén defendidos y que no sean objetivos militares; causar la muerte o lesiones a un enemigo

que haya depuesto las armas o que, al no tener medios para defenderse, se haya rendido a

discreción; utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las insignias

militares o el uniforme del enemigo o de las Naciones Unidas, así como los emblemas

distintivos de los Convenios de Ginebra y causar así la muerte o lesiones graves;(…….)

“En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves del

artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber,

cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en

las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas

y los que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, lesiones, detención o por cualquier

otra causa:

“Actos de violencia contra la vida y la persona, en particular el homicidio en todas sus formas,

las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura; los ultrajes contra la dignidad personal, en

particular los tratos humillantes y degradantes; la toma de rehenes; las condenas dictadas y las

ejecuciones efectuadas sin sentencia previa pronunciada por un tribunal constituido

regularmente y que haya ofrecido todas las garantías judiciales generalmente reconocidas

como indispensables; (……)


435

“Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos armados que no

sean de índole internacional, dentro del marco establecido de derecho internacional a saber,

cualquiera de los actos siguientes:

“Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil como tal o contra civiles que no

participen directamente en las hostilidades; dirigir intencionalmente ataques contra edificios,

material, unidades y vehículos sanitarios y contra el personal habilitado para utilizar los

emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra de conformidad con el derecho

internacional; (….) reclutar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o utilizarlos

para participar activamente en las hostilidades; 0rdenar el desplazamiento de la población civil

por razones relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de los civiles

de que se trate o por razones militares imperativas; matar o herir a traición a un combatiente

enemigo; declarar que no se dará cuartel;(……)” (op. cit).

Todos estos Genocidios, Crímenes de Lesa humanidad y Crímenes de guerra, los han estado

cometiendo impunemente tanto los ejércitos paramilitares de derecha como las fuerzas

armadas de Colombia (Ejército, Policía, Aviación, Armada, Das, Cti) no sólo desde el 17 de

julio de 1998, sino desde mucho antes de que fuesen clasificados como tales, desde 1948,

desde 1930, desde 1928 (masacre de las bananeras), desde antes de 1900: siempre en

descarada defensa de las cincuenta familias adineradas que gobiernan al país desde 1819 y en

contra del mismo pueblo.

La gran mayoría de dichos crímenes permanecen silenciados: que nadie sepa.


436

Otro Crimen de Lesa Humanidad y de Guerra, contra todos los Derechos humanos es

precisamente el de guardar silencio ante tales crímenes; quedarse indiferentes unos y otros

ante ellos.

El Moderno Paramilitarismo (1980-2013) ha sido el fenómeno ultra criminal más brutal y

salvaje de la sangrienta historia de Colombia, autor de las más horrendas masacres, asesinatos

selectivos, descuartizamientos, incineraciones, desmembramientos, ahogamientos, etc,

multitud de aberrantes crímenes cometidos en defensa de la clase burguesa y en contra del

indefenso pueblo colombiano, bajo la cínica disculpa de estar “defendiendo la democracia y la

libertad” y de estar luchando “contra la subversión”.

En este sentido, puede verse como desde 1980 y hasta 2016 en la Guerra Civil de pobres

contra pobres que sigue azotando a Colombia desde 1930, vienen combatiendo cuatro

ejércitos: Las Fuerzas Militares de Colombia (ejército, policía, armada, aviación), las fuerzas

guerrilleras (Farc, ELN), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y los grupos de

narcotraficantes: cuatro ejércitos enfrentados en una misma patria luchando por intereses

ajenos (los de la vieja clase burguesa dirigente y las compañías norteamericanas): pero donde

los Muertos siguen siendo los pobres de siempre.

Gracias a esta Guerra fratricida y descomunal es que la Burguesía colombiana sigue

manteniéndose y eternizándose en el poder, motivo por el cual no les interesa la paz.

En noviembre de 1989, (gobierno de Virgilio Barco Vargas), “la Dijin de Bogotá interroga a

LUIS ANTONIO MENESES BÁEZ, quien ha sido capturado por otras actividades

sospechosas y elabora otro documento profundamente significativo que contiene sus

confesiones. Revela allí Meneses que los Comandantes de Brigada y de Batallón (XIV
437

Brigada y Batallón Bárbula) lo vincularon a las “Autodefensas” de Puerto Boyacá en 1981,

siendo oficial del Ejército.

En dicho interrogatorio, afirmó que “las autodefensas campesinas... son una política

delGobierno para la lucha antisubversiva”. (pg.4) Posteriormente la II Brigada, con sede en

Barranquilla, le encomendó la creación de otras “Autodefensas” en el sur de Bolívar; el B-2 de

la Brigada hacía de puente entre Autodefensas y jerarquías militares y las armas las

proporcionaba Indumil (pg.5 y 6). Cuando en 1987, las “Autodefensas” vieron la necesidad de

integrarse a nivel nacional, “la inteligencia militar encabezada por el Batallón Charry Solano,

aglutinó los movimientos de autodefensa campesina bajo su control y para ello organizó una

reunión con los líderes regionales en las instalaciones del Charry, donde surgió una Junta

Nacional de Autodefensa, compuesta por líderes de aproximadamente 8 regionales, cuya

función era promover el sistema de Autodefensas y coordinar con el Ejército operaciones de

inteligencia” (pg. 7). Habla de 3 reuniones nacionales: una en el Batallón Charry Solano en

1986; otra en Santander en 1987; otra en septiembre de 1989 en el área rural del Caquetá (pg.

10-11). La organización posee un jefe militar, quien “coordina las operaciones mixtas de tipo

militar con las Fuerzas Armadas” (pg.11).

Enumera además, 22 frentes de “Autodefensas”, los que coinciden con reconocidos focos de

paramilitarismo en el país (pg.15-17); en cada Frente, el “Comandante o Encargado Militar”...

“coordina con la Junta de Autodefensas y las Fuerzas Armadas, las operaciones y actividades

a llevar a cabo” (pg. 18). Respecto al patrullaje, afirma que “normalmente es mixto (Fuerzas

Armadas - Autodefensas), con base en las técnicas impartidas por el Ejército... cuando es
438

solitario, se informa de los movimientos a las unidades militares o de Policía que se pueden

enterar de su actividad” (pg.22)9.

Meneses Báez deja constancia, en su confesión, de un cierto viraje que se da en las relaciones

entre Fuerzas Armadas y “Autodefensas” en 1989: “Hasta comienzos de 1989, los contactos se

hacían con el Estado Mayor del Ejército y actualmente se utilizan intermediarios...” (pg. 24).

Cuando en 1989 el Coronel LUIS ARCENIO BOHÓRQUEZ MONTOYA, comandante del

Batallón Bárbula de Puerto Boyacá, fue llamado a calificar servicios tras el escándalo desatado

por la presencia de los mercenarios extranjeros que entrenaron a los paramilitares, este oficial

hizo pública una carta al Ministro de Defensa, donde se refería a viejas directrices de la más

alta oficialidad militar hacia la creación de autodefensas, directrices que se prolongaron hasta

sus últimos superiores jerárquicos. El oficial no entendía la sanción de que era objeto, pues se

había limitado a seguir las orientaciones de sus superiores jerárquicos.(Cfr. diario “La Prensa”,

oct, 15/89, pg. 5)”.10

La confesión deCAMILO ZAMORA GUZMAN11,rendida ante el Juzgado Cuarto de Orden

Público de Villavicencio el 10 y 11 de abril de 1989, es un documento histórico, que relata la

extensa narración de un genocidio cometido en defensa de la Patria:

9El Paramilitarismo: Una criminal política de Estado que devora el país. [En línea]. Descargado
www.javiergiraldo.org. Ago. 2004.

10.El Paramilitarismo: Una criminal política de Estado que devora el país. [En Línea] Descargado en www.javiergiraldo.org.
Agosto de 2004.
11
CONFESION CAMILO ZAMORA GUZMAÁ - Juzgado Cuarto de Orden Público de Villavicencio, 10 y 11 Abr. 1989.
439

“A lo largo de 20 páginas se penetra, con la respiración entrecortada, en extensos territorios

del oriente colombiano que configuran el imperio económico de Carranza; se asiste a

numerosas muertes y persecuciones perpetradas con increíble frialdad e impavidez; a

entrenamientos dirigidos por mercenarios israelíes; a movimientos de escuadrones armados

que no temen ninguna intercepción. Por doquier aparece “El Patrón” Víctor Carranza

pronunciando sentencias de muerte y recompensando las ejecuciones de las mismas;

departiendo con gobernadores, alcaldes, líderes políticos y comerciantes”. (op. cit).

Se multiplican los nombres de Coroneles, Mayores, Capitanes y Sargentos del Ejército,

agentes de la Policía y de los cuerpos de seguridad del Estado, quienes coordinan acciones,

proveen y movilizan cargamentos de armas, despejan los escenarios de los crímenes de fuerza

pública para evitar obstáculos y, cuando por algún “error”, son detenidos los sicarios,

intervienen apresuradamente para “corregir tales errores”. A través de esas 20 páginas se

descorre la cortina que cubrió numerosos crímenes del oriente y se puede mirar, como por un

agujero sorpresivo, la maquinaria -aún en plena acción- que da cuenta del genocidio de la

Unión Patriótica”.12

Ya en 1989, bajo elgobierno de Virgilio Barco Vargas, el Estado colombiano le causa la

muerte a Gonzalo Rodríguez Gacha (El Mexicano), en el departamento de Sucre, mientras el

Cartel de Medellín continuaba en una guerra cruel contra del Gobierno Nacional, en donde el

mayor punto de controversia era la extradición de los capos a Estados Unidos.

12
El Imperio Paramilitar de Victor Carranza., [El linea]. Descargado www.calories.com.
440

“En este momento las autodefensas del Magdalena medio se parten en dos: Un grupo de

cercano al cartel de Calí, liderado por Ariel Otero y dispuesto a transar con el Gobierno, bajar

el perfil del grupo y legalizar patrimonios; otro, patrocinado por Victor Carranza y liderado por

Botalón, Nelson Lesmes, Luis Eduardo Cifuentes y Marcelino Panneso, el cual término por

imponerse”.13

Fue una época para no olvidar ya que hubo un incremento en asesinatos y masacres. En

efecto, algunos sectores del M-19, frente a la perspectiva de un tránsito a la vida legal,

encontraron en la interpretación predominante en el Gobierno del artículo 33 de la Ley 48 de

1968,14 una posibilidad de continuar actuando como grupo armado “dentro de la legalidad”.

Carlos Castañocuenta en la entrevista realizada por el periodista Mauricio Aranguren Molina,

“que a finales de 1982, se dio la primera reunión de ganaderos, agricultores y comerciantes de

la región. Cerca de doscientos cincuenta empresarios se organizaron para defenderse de los

atropellos de la guerrilla. Con base en las disposiciones legales de 1965 y 1968, que permitía

a los ciudadanos portar armas con salvoconductos. El espíritu de la ley pretendía que los

ciudadanos se organizaran y cuidaran sus predios, con colaboración de las fuerzas armadas.

Como era algo legal, surgió la primera asociación de autodefensas colectivas, ACDEGAM,

13
GARZON, Juan Carlos. El Poder Paramilitar. La complejidad Paramilitar: Una aproximación estratégica. Bogota: Editorial
Planeta, 2005.

14
LEY 48 de 1968, artículo 33: El Ministerio de Defensa Nacional por conducto del los comandos autorizados, podrá amparar,
cuando lo estime conveniente, como de propiedad particular, armas que están consideradas como de uso privativo de las
Fuerzas Armadas".Del contenido normativo de este artículo, surgen los siguientes interrogantes, sobre los cuales se solicita,
concepto jurídico: 1. Las armas de uso privativo de las Fuerzas Militares amparadas con anterioridad a la expedición del
decreto y cuyos salvoconductos se encuentran vigentes, pueden continuar siendo portadas por sus propietarios ? En caso
contrario, quienes las posean, qué deben hacer con tales armas? 2. Los salvoconductos que se venzan con posterioridad a la
expedición del Decreto 815 de 1989, pueden ser revalidados para efectos de continuar portando las referidas armas? En caso
negativo, los propietarios, qué harán con tales armas?."
441

Asociación Campesina de Ganaderos y agricultores del Magdalena Medio. La reunión se

efectuó en Medellín, porque el setenta por ciento de ellos no podían regresar a las fincas”15.

En noviembre de 1994, bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano, surge la iniciativa del

Ministro de Defensa Fernando Botero de crear las Cooperativas de Seguridad Rural, llamadas

“Convivir”, que eran servicios de vigilancia y seguridad privada, para aquellos lugares donde

el Estado no podía garantizar la seguridad de los ciudadanos, dándose fuertes debates al

interior del gobierno, que evidenciaron falta de unidad de criterios y enviaron señales

contradictorias a la nación.

Su fundamento legal fue el Decreto 356 de 1994, que señaló: “Artículo 1º.- Objeto. El

presente Decreto tiene por objeto establecer el estatuto para la prestación por particulares de

servicio de vigilancia y seguridad privada. Artículo 2º.- Servicios de Vigilancia y Seguridad

Privada.Para efectos del presente Decreto, entiéndase por servicios de vigilancia y seguridad

privada, las actividades de que en forma remunerada o en beneficio de una organización

pública o privada, desarrollan las personas naturales o jurídicas, tendientes a prevenir o

detener perturbaciones a la seguridad y tranquilidad individual en lo relacionado con la vida y

los bienes propios o de terceros y la fabricación, instalación, comercialización y utilización de

equipos para vigilancia y seguridad privada, blindajes y transporte con este mismo fin”.16

En el año 1997,gobierno de Ernesto Samper Pizano, se lleva a cabo una reunión nacional de

comandantes de las Autodefensas Campesinas y se reorganizan las AUC, teniendo como

modelo lo acontecido en Uraba, que es prácticamente el mismo de Puerto Boyacá. Alfredo

Rangel ha manifestado que “la insurgencia comenzó a poner en práctica la nueva forma de

15
Aranguren Molina Mauricio. Mi Confesión. Pag. 96, Editorial Oveja Negra. 2001.
16DECRETO 356 de 1994.
442

operar, según la cual dejarían de esperar al enemigo para emboscarlo ya y que en su lugar irían

en pos de él para buscarlo, asediarlo y coparlo”. 17 Se intentó conformar un movimiento

nacional unificado bajo el mando de Carlos Castaño, pero existiendo autonomía de sus

respectivos miembros en sus correspondientes zonas.

A esta época se refiere Ronderos (2014) en su citada obra:

“Esa misma comunidad wayuu y por la misma época, fue la que el subalternos de Vicente

Castaño, Rodrigo Tovar, alias “Jorge 40”, un hombre educado en la universidad y de la alta

sociedad del departamento del Cesar, en la región Caribe, ordenó aplastar de la forma más

dolorosa. Entraron el 18 de abril de 2004, como una horda salvaje a las rancherías de Bahía

Portet, en la desértica Alta Guajira, decapitando matronas, se robaron piedras sagradas,

profanaron el cementerio y destrozaron el centro de salud. Y luego fueron casa por casa,

matando a varias mujeres porque sabían que ellas con las figuras de autoridad en esa cultura

indígena. Ahí cayeron Margoth Fince, de 70 años, golpeada y arrastrada, antes de matarla y

Rosa Fince, de 46 años, decapitada y desmembrada, como escarmiento. Mataron a otras dos

mujeres y a una niña, arrastraron a un joven de 18 años amarrado a un campero hasta que

murió delante de todos y forzaron a unas 600 personas de la comunidad wayuu a huir de pavor

a la vecina Venezuela, caminando por horas, descalzos en el desierto, muertos de sed. “Ese día

los wayuus vieron llorar hasta los hombres más duros” dijo después una testigo.”

(… ….. ….)

17
RANGEL, Alfredo. Las FARC-EP: una mirada actual. En Malcolm Deas y María Victoria Llorente, Reconocer la guerra para
construir la paz. Bogotá: CEREC, Ediciones Uniandes,1999. p. 23.
443

“En el año 2000, para mantener su aparato militar más grande que antes, y poderle responder a

la guerrilla que también estaba en pleno crecimiento, los Castaño tuvieron que recurrir a los

narcos. Su dependencia de ellos se hizo mayor y a la voz de los “narcoparas” empezó a pesar

demasiado. Así, por ejemplo, a “Doblecero”, cuya misión en el paramilitarismo había siempre

seguido la doctrina militar que les enseñaron de lucha contra el comunismo, y a quien habían

enviado los mismos Castaño a Medellín a combatir a las milicias guerrilleras de los barrios de

Medellín con su Bloque Metro, lo dejaron solo en la guerra que le declaró “Don Berna”, quien

en un santiamén transformó la Oficina de Envigado en Bloque Cacique Nutibara y consiguió

que los Castaño lo nombraran Inspector General de las AUC.”(op. cit. pag, 244).

A estas alturas se estaba preparando la farsa de la “desmovilización paramilitar” con el

gobierno de Alvaro Uribe Velez, a lo cual se refiere así María Teresa Ronderos en su citada

obra “Guerras Recicladas” :

“Carlos ya no se sentía tan seguro del triunfo paramilitar, al contrario, le comentó a un amigo,

“No somos capaces con la guerrilla, la guerrilla acaba con nosotros. Hay que entregarnos al

gobierno, al Estado, someternos y acabar esto; nos hemos enfrentado desde el 2000 hasta esta

fecha y cada que nos enfrentamos militarmente a la guerrilla, acaba con nosotros, somos 80 o

100 paramilitares y son 50 o 60 guerrilleros y nos matan al 100%”, Según las cuentas de este

amigo habían caído ya por lo menos 5000 paramilitares a manos de las Farc y el ELN o de

luchas intestinas en la misma organización. “Y Carlos, al contrario de Vicente, sí lo reconocía;

los mismo que “Doblecero”; ellos ya sabían que el paramilitarismo no era el camino para

desmontar a la guerrilla y trasformar el país, como ellos querían”. Más adelante, sobre la

muerte de Carlos Castaño, indicó (pag. 249):


444

“El 16 de abril de 2004, al otro día de su visita a Necoclí, un piquete de hombres al mando del

jefe de seguridad de Vicente, alias “monoleche”, entró a Rancho Grande y se enfrentaron a

tiros con los hombres de Carlos y este cayó muerto. El acto fratricida fue desesperado, dicen

algunos. Vicente venía hace tiempos frenando la orden de los otros jefes paramilitares de

eliminar a Carlos y como sacado de un capítulo de la película de “El Padrino”, cuando no

pudo atajarla más, sabía que tenía que ejecutarla él mismo si no quería despertar las sospechas

de los otros integrantes de la mafia. El asesinato de su hermano no le compró demasiado

tiempo a Vicente. Se desmovilizó con el Bloque Centauros de los Llanos Orientales, pero

después de sentirse traicionado por el gobierno en el curso de la negociación, no se dejó llevar

preso y se escapó.

“Un documento anónimo que encontró la justicia asegura que fue muerto el 17 de marzo de

2007 en una finca en Ayapel, Córdoba, una zona vecina de Caucasía. Pero Roldán, alias

“monoleche”, le dijo a la justicia que había sido asesinado por Daniel Mejia, alias “Danielito”,

en Necchí, Bajo Cauca antioqueño, el 12 de marzo de ese año. Culpó al gobierno Uribe de

haberle pedido a “Danielito” que lo matara y otros jefes paramilitares extraditados en Estados

Unidos avalaron esa declaración, en una carta pública. No obstante, “HH” contó a la justicia

que Vicente le había dicho un día “que si el proceso se rompía, él se escondería como las ratas

en las alcantarillas y nunca más le volvería a dar la cara al país”. Como en el caso de su

hermano Fidel, la muerte de Vicente a los 50 años quedó envuelta en un misterio, pero si en

efecto murió, como es lo más probable, a diferencia de aquél, será difícil encontrar su cuerpo

porque, dijeron los que relataron su muerte, que murió como muchas de sus víctimas, su

cuerpo a pedazos echado al río”.(op. cit. pag, 244).


445

Cabe anotar que la muerte de Carlos Castaño no se encuentra plenamente demostrada y mucho

menos la de su hermano, Vicente de quien ni siquiera se ha encontrado el cadáver, siendo lo

más posible que tanto Carlos como Vicente Castaño se encuentren vivos y perfectamente

sanos, viviendo a todo lujo en algún país europeo con nuevas identidades con la complicidad

del Estado al que tanto defendieron.-

Respecto de la desmovilización paramilitar del gobierno de Uribe Velez, las Farc-ep se

pronunciaron de la siguiente manera a través de su Revista Resistencia N° 6:

“Revista Resitencia N° 36 de octubre de 2006.

“El acuerdo de Ralito, pacto de las tinieblas entre Uribe y sus paramilitares, es una olla

podrida, que a medio destapar, ya ha invadido con su fetidez el ámbito de Colombia.

Contrariando la naturaleza histórico-jurídica y aferrado a una subjetividad arbitraria, el

presidente resolvió elevar al altar sagrado del delito político el accionar criminal del

paramilitarismo. Uribe se ha arrogado hasta el don de la trastocación de lo jurídico. Todo el

mundo sabe que el delito político se refiere al cuestionamiento del ejercicio del poder del

Estado, y también que las motosierras, los machetes y las ráfagas de los paramilitares, nunca

se accionaron para interferir las leyes institucionales. Por obra y gracia de esa arbitrariedad y

abuso de poder, asesinos como Jorge 40, Mancuso, Castaño, Isaza, Don Berna, Macaco,

Vanoy, Báez…, aparecen ahora como mansas palomas. Con esa distorsión, masacres de horror

como las de Mapiripán, El Aro, La Granja, Chengue, Bahía Portete, Alto Naya, San Onofre,

Mingueo…, fueron absueltas y bendecidas sin más ni más por el señor Uribe. Mucho se ha

hablado de la abominable Ley de Justicia y Paz. Pero en realidad es una amnistía disfrazada

concebida por el gobierno, refrendada por el uribismo del Congreso y avalada por las
446

mayorías sumisas de la Corte Constitucional. No es secreto que los siniestros cabecillas de

Ralito constituyen hoy el más poderoso cartel de las drogas en el mundo surgido de las cenizas

de los carteles de Cali y MedeLos paramilitares del Presidente. Pero a pesar de ello aparecen

muy orondos y sonrientes embutidos en el uniforme camuflado del delito político que les ha

facilitado Uribe. El capo de todos esos capos es Jorge 40. El mismo que la policía de

Barranquilla le devolviera cuatro toneladas de cocaína incautadas por una extraña

equivocación, y que recientemente fuera amablemente conducido por los presidentes de

Senado y Cámara, por encargo de Palacio, a las instalaciones de la policía de Valledupar, que

maneja con el dedo meñique. Sin duda es el hombre de Uribe. El Ministerio de Relaciones

Exteriores es cuota suya. Y no hay que hacer mucho esfuerzo para comprobar que quien

maneja los negocios de "Jorge 40", Sergio Araújo, es hermano de la ministra, quien a su vez

asesoraba en asuntos económicos a Sergio. Sobre el lavado de activos se hace mucha bulla en

Colombia, pero ligado a los "paracos" dicho tema es innombrable. Los paramilitares

convirtieron a Panamá en su paraíso; están bien infiltrados en los negocios y en la banca. La

isla de Contadora prácticamente es de ellos. Y Mancuso ahí…, haciéndose el inocente. Y los

otros también. Como en los tiempos de la Catedral de "cinco estrellas" que Gaviria concediera

a Pablo Escobar, ahora Uribe los "priva" de la libertad, pero en las instalaciones de un

exclusivo club campestre en La Ceja, Antioquia. Mientras Hernán Giraldo veranea allí, sus

escuadrones paramilitares prosiguen intactos en Guachaca y en las alturas de la Nevada, al

igual que los matones de otros huéspedes del club. Nada de esto ve Uribe porque sigue absorto

en el asunto de los "delitos conexos", buscando cómo aplicarlos al sui generis "delito político"

-por él inventado-, para favorecer a sus consentidos. Casi nadie habla de reparación. Los

paramilitares no han devuelto aún la primera finca despojada. El campo sigue abandonado y

los desplazados suman más de 4 millones. Sólo se han destapado las fosas de Mingueo y San
447

Onofre. Los desparecidos no aparecen. Todavía ronronean las motosierras y deambulan por la

geografía y la memoria decenas de pueblos humeantes. No cursa investigación alguna por el

robo al erario, ni el cobro de porcentajes por contratos, ni el fraude electoral de Jorge "DAS" y

Jorge 40 a favor de Uribe. No se investiga a los asesinos de dirigentes sindicales y sociales.

Nadie habla de la responsabilidad del gobierno. Ningún general de la República, con la

excepción de Uscátegui, ha sido llamado a responder por tanto crimen de lesa humanidad

cometido a nombre del paramilitarismo. En el banquillo de los acusados debe responder el

Estado, como protagonista principal de ese terrorismo. ¿Hasta cuándo la gente de Colombia

tendrá que soportarle tanta carajada a Uribe, polichinela del gobierno de Washington? Algo

tendremos qué hacer entre todos. Los sectores democráticos y patrióticos de la nación

debemos continuar los esfuerzos hacia la construcción de una alternativa antifascista y

antineoliberal, buscando la paz con justicia social, con la mira de acabar la guerra para

siempre. De izquierda a derecha: Carlos Castaño, Vicente Castaño, el presidente de los

“paracos”, Jorge 40 y Salvatore Mancuso Los “positivos” de la infamia

En ejecución de la nueva doctrina gringa de la "seguridad democrática" el gobierno Uribe

está causando irreparables destrozos a Colombia, a sus perspectivas como colectividad. Ya no

es sólo la represión brutal y la adopción de leyes draconianas para humillar o disuadir la

inconformidad social a favor de la política neoliberal; ahora las manos del Estado explotan

bombas contra objetivos civiles y militares con la pérfida intención de inculpar a la

insurgencia apuntando a su deslegitimación, y de mostrar resultados en busca de oxígeno para

la desprestigiada seguridad democrática gubernamental. La mentira y el engaño son

consustanciales a esa política de lesa humanidad y lesa patria. Con falso dolor de corazón el

comandante del ejército reconoce que un coronel, un mayor y un capitán del B-2 del ejército
448

están detrás de los atentados dinamiteros en Bogotá, y el Presidente, consecuente con su

torcida política, parece exculparlos ante la opinión. No se puede olvidar que fue el mismo

Uribe en persona quien incitó a los militares. Les exigió partes positivos y resultados en litros

de sangre. Por eso la captura de más de 120 mil ciudadanos bajo la falsa imputación de

guerrilleros. Por eso tantas muertes de inocentes. Esa indignante estratagema de asesinar

civiles para luego uniformarlos y presentarlos en la televisión y en la prensa como

"guerrilleros muertos en combate" no es una práctica aislada de la IV Brigada del ejército en

Antioquia, sino la práctica cotidiana generalizada en todas las Brigadas militares de Colombia.

Los estímulos y recompensas económicas corren por cuenta de Uribe. ¿Quién alborotó los

sapos en este país con ofertas de dinero? El mismo que incentivó esa emulación criminal de

los "positivos". Varios generales y coroneles fueron echados de la institución por no presentar

resultados. Para evitar ese albur, algunos se dedicaron a montar carros bombas y a

desactivarlos, para ganarse un "positivo". Y "platica", como diría el Führer de Palacio. No

importa que de vez en cuando estalle uno de ellos y mueran transeúntes y soldados. Este es el

gobierno de la mentira. Y para ello tiene al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo, con

Vicepresidente y Ministro de Defensa. Simón Trinidad, vocero de paz de las FARC, fue

extraditado a los Estados Unidos con montajes y argucias para burlar la expresa prohibición

constitucional de extraditar nacionales por razones políticas.

“ASonia, la guerrillera, se la llevaron estampándole su huella digital a la cédula de

identidad de una narcotraficante. Montaje y farsa fue la "desmovilización" de 70 supuestos

guerrilleros en el Tolima, orquestada por el señor Montoya, actual comandante del ejército.

Montaje noticioso es el desmantelamiento de laboratorios de cocaína propagandizados

torpemente por algunos generales, como "pertenecientes a la guerrilla". Lo raro, dice la gente,
449

es que no aparezcan ni siquiera un soldado herido o un Black Hawk derribado. Mentira fue la

muerte de 10 policías "por fuego amigo" en Jamundí, cuando en realidad fue una masacre

perpetrada sin piedad por unos militares al servicio del narcotráfico. Nos sumamos a la

indignación del país y de los buenos soldados de la patria por tanta desinformación y estafa a

la opinión proveniente del Estado y del gobierno, y por los crímenes y desafueros de los

montajes y "positivos" de la infamia. La alternativa antifascista clama concreción en

Colombia.

“Este es el gobierno de la mentira. Y para ello tiene con Vicepresidente y Ministro de

Defensa al diario El Tiempo de los Santos en el bolsillo, Policías acribillados por unidades del

ejército en Jamundí Campesinos asesinados por el ejército presentados ante los medios como

“guerrilleros muertos en combate” Carro bomba activado a nombre de las FARC por agentes

del B-2 del ejército contra un transporte militar en Bogotá Comerciantes asesinados por el

Gaula ejército en Barranquilla, presentados como guerrilleros. E n el mundo moral, como en el

físico, no hay nada más que una ley que proteja la existencia de los seres, y es aquella que los

hace propender a mejorar de suerte cuan-do se hallan en una situación violenta o mala. Esto

nos enseña Bolívar recalcando un juicio que se ha ido constituyendo en legítima conducta de

manera universal, para aquellos pueblos que padecen “penosa existencia”.

“El libertador considera el planteamiento como una de las leyes primitivas de la naturaleza

que “ninguna institución humana tiene derecho a contradecir”, y apunta que “el hombre social

puede conspirar contra toda ley positiva que tenga encorvada su cervíz”, y da “el nombre de

insurrección a toda conjuración que tenga por objeto mejorar el hombre, la patria y el

universo”. Estas reflexiones las hace el Padre de América en un preclaro documento publicado
450

en el Correo del Orinoco No. 92, de enero 20 de 1821 y el No. 93 del 27 del mismo mes y año,

al que tituló Dogma Filosófico de la Insurrección.

“De manera brillante, luego de definir el concepto de insurrección y otorgárselo al

levantamiento americano para significar Cuando el poder es opresor la virtud tiene derecho

para anonadarlo la justeza y legitimidad del mismo, Bolívar establece la diferencia con los

“golpes violentos dados a las leyes de un país por los facciosos”. En palabras que no dan lugar

a equívocos expresa que existe una delimitación entre la resistencia contra la autoridad

soberana legítimamente establecida y la resistencia contra los crímenes del trono y de la

inquisición. No se puede confundir “a los hombres generosos que se han creado una patria con

los facciosos que pretenden darle muerte”, dice textualmente Bolívar, y para diferenciar a unos

de otros, explica que “una barrera eterna separa la insurrección generosa del crimen de la

rebeldía”.

“En nuestros días las acepciones de cada palabra se asemejan y el concepto de rebeldía no

entraña la acción del faccioso, entendido como el individuo que se rebela para imponer el

despotismo de sus pasiones. De ahí que el rebelde sea asumido con la misma dimensión

altruista que el insurrecto, y que en el lenguaje de los revolucionarios insurrección y rebelión

se enmarquen en el sentido general de la resistencia a las injusticias del régimen. Indica el

Libertador que “en el delirio del despotismo, en el exceso de la opresión, en ausencia o

durante el sueño de las leyes…, el hombre virtuoso se levanta contra la autoridad opresora e

inaguantable para sustituirle… por otra respetada y amable”. Este pensamiento que tiene plena

vigencia en el mundo y la Colombia de hoy, debería llamar la atención de aquellos que

desatendiendo las enseñanzas que dejan los pueblos en su devenir histórico, enarbolando
451

“doctrinas” necias que engavetan en el mismo oscuro cajón del terrorismo, aquellas acciones

que bien Bolívar clasificaría entre las que se desenvuelven “con el espíritu de paz”.

“Los legisladores y gobernantes, el Estado en nombre de las clases poderosas, se han

empeñado en eliminar la rebelión como delito político, han acabado con la categoría misma de

delito político asemejando todo alzamiento, protesta o desacuerdo con el Estado, a terrorismo,

desestimando que – como explica el autor de El Dogma Filosófico de la Insurrección-,

“además de la palanca del poder había otra para mover al mundo social, es decir la de la

razón”. Así, los déspotas del régimen fascista en nuestra patria, para evitar que los hombres

animosos, indignados por las cadenas, se sigan tomando la libertad de oponerse en resistencia,

levantándose en armas contra los juguetes estúpidos o sanguinarios de su imaginación, hacen

intervenir ya no al cielo, sino el omnímodo sujeto militarista yanqui, declarando que su gesta

que evoca a Dios no tiene otro propósito que el de “la defensa de la democracia”.

“El Estado colombiano encierra “un poder esencialmente perverso” que ha declarado la

guerra al pueblo no dejando otra opción que la resistencia y la insurrección, así nos consideren

terroristas; pues está claro que tal estigma aplicado a la insurgencia no es sino otro artificio de

los tiranos que buscan sostener códigos y poderes "que no soportan la mirada de la razón e

insultan la naturaleza humana”. Frente al poder tiránico que nos condena a la miseria, al

deshonor y a la muerte “es pues, la insurrección por su naturaleza un acto legitimo”,

porque“cuando el poder es opresor, la virtud tiene derecho para anonadarlo”. La insurrección

es un derecho, la insurrección es un deber, es un digno y legítimo comportamiento que

engrandece al hombre” (op. cit).


452

La situación en vísperas de la promulgación de la Ley 975 de 2005, la relatan así Perez Salazar

(2007):

“En julio de 2004 se instaló la zona de ubicación en Santa fé de Ralito, donde se concentraron

los diez comandantes integrantes del llamado “estado mayor negociador”, en representación

de 35 jefes paramilitares de todo el país. La seguridad directa de los concentrados quedó bajo

la responsabilidad de aproximadamente 400 hombres de las filas paramilitares. El inicio de las

negociaciones se vio entorpecido por los violentos choques entre el Bloque Centauros de

Arroyabe y las ACC de Martin Llanos y la zozobra entre la población afectada en la zona de

guerra, no solo por los desplazamientos forzados que esta situación generó, sino también por

los intensos reclutamientos de jóvenes y extorsiones que tuvieron lugar colateralmente.

“Finalmente, luego de un ultimatun del gobierno para la desmovilización inmediata de las

ACC y el Bloque Centauros, en agosto cesaron las hostilidades entre estos grupos. En ese

momento se habló de la posibilidad de crear zonas provisionales de ubicación para la

concentración de las ACC, el Bloque Centauros y el Bloque Vencedores de Arauca, idea que

no fructificó.

“Mientras tanto, en Santafé de Ralito los negociadores de las AUC urgían avanzar en la

definición de un marco de alternatividad penal para regular jurídicamente su desmovilización.

En estas circunstancias, en septiembre de 2004, ocurrió el triple asesinato de los dirigentes

políticos del Meta, Euser Rondón, Carlos Savogal y Nubia Sanchez. Las investigaciones

iniciales le atribuyeron el asesinato a grupos liderados por Miguel Arroyabe, quien una

semana después también fue asesinado en el Meta.(……)


453

“A principios de 2005, se desmovilizó una facción del Bloque Centauros integrada por 1135

efectivos al mando de Vicente Castaño, en la finca Corinto en el municipio de Telodirán, a

media hora de Yopal, capital del departamento de Casanare. En su intervención durante la

ceremonia formal de entrega de armas, Castaño Gil invitó a las demás facciones del Bloque

Centauros al mando de “Jorge Pirata” (denominada Heroes del Llano) y Didier o Cuchillo ( al

mando dela facción denominada Héroes del Guaviare) al igual que las ACC al mando de

Martín Llanos, a unirse al proceso de negociación y desmovilización que adelantaban las AUC

con el gobierno.(….)

“Pero lo que habría resultado ser una negociación satisfactoria para las unidades paramilitares

que se desarmaron en la costa caribe, Antioquia y el Magdalena Medio, así como para aquellas

ubicadas en el suroccidente del país, aparentemetne no lo fue para las que permanecen

armadas y activas en Cundinamarca, Meta, Vichada,Guavaire y sectores de Casanare. El

espacio cedido por los 147 hombres desmovilizados con El Aguila, en el noroccidente de

Cundinamarca en 2004, fue copado casi de inmediato por cerca de 300 combatientes que

permanecen activos bajo el mando de Carlos Hernan Hernandez, alias “El Pájaro”.(op. cit.

pag.70 y ss).

La decisión judicial se produjo con el fin de facilitar la llegada al Capitolio Nacional de los

voceros de las autodefensas campesinas, a propósito de las negociaciones de paz que adelantan

con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, gesto político que les otorgaba

“legitimación”.

En 1990, en Yarumal, se fundó un grupo armado paramilitar, organizado, financiado y

dirigido por Santiago Uribe Velez, hermano de Alvaro Uribe Velez, el cual fue bautizado por
454

la prensa como “El Clan de los doce apóstoles”, porque era integrado, entre otros, por el

sacerdote católico Gonzalo Javier Palacio Palacio, sacerdote católico, quien desde el púlpito

de su iglesia de la Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes predicaba a sus feligreses sobre

el asesinato de liberales, sindicalistas y socialistas.

El grupo paramilitar Los Doce Apóstoles, funcionaba confeccionando listados de personas

señaladas por cualquiera de ser auxiliadores o miembros de la guerrilla; había un frente urbano

y otro rural, encargados de ejecutar los asesinatos generalmente en la misma hacienda La

Carolina de propiedad de Santiago Uribe Vélez o en el mismo pueblo o en alguna vereda

vecina, el grupo era financiado por los ganaderos y comerciantes de Yarumal que aportaban

sumas mensuales de dinero que entregaban al comandante de la policía con el pretexto de

colaborar con los gastos de papelería, gasolina, aseo, etc. el grupo contaba con el

conocimiento y complicidad total tanto de la policía como del ejercito de Yarumal y su región

circunvecina, autoridades que eran avisadas por el grupo de que iban a cometer alguna

ejecución y su misión era sencillamente no actuar, no hacer presencia en el lugar del asesinato

para garantizar la realización del crimen y la fuga de los sicarios y aparecer momentos

después, cuando ya no había nada que hacer, prevenir ni menos detener a nadie. Se realizaban

operativos conjuntos entre el ejército, la policía y el grupo paramilitar para cometer asesinatos

selectivos e incluso masacres como las de Campamento y El Aro en que se masacro a docenas

de personas civiles con complacencia de policía y ejército con pleno conocimiento de la

gobernación de Antioquia en cabeza del gobernador de ese entonces, Álvaro Uribe Vélez.

Del sacerdote Gonzalo Palacio, miembro activo y agitador del grupo paramilitar Los Doce

Apóstoles, señala Olga Behar en su libro (pag.129): “La libertad de la que goza el cura Palacio

le permite continuar con sus actividades eclesiásticas en la parroquia de San Joaquín , al


455

occidente de Medellín. A sus setenta y siete años, tiene una vida tranquila, aunque siempre lo

perseguirá la sombra de los doce apóstoles”.

Los sucesos ocurridos entre 1992 y 1997 en el norte de Antioquia fueron denunciados por

Juan Carlos Meneses, teniente de la policía nacional, comandante de la policía de Yarumal,

en 1992, quien en su condición de comandante de policía del lugar participo activamente en

los múltiples crímenes que cometió este grupo armado organizado al margen de la ley, entre

ellos, por vía de ejemplo, el asesinato de los hermanos Quintero Olarte, supuestos

extorsionistas del pueblo.

Según la organización no gubernamental Proyecto Colombia Nuca Mas Crímenes de Lesa

Humanidad, citada por Olga Behar en su libro (pag.29,30):

“Se trataba de las Autodefensas del Norte Lechero, conformadas en marzo de 1993 como un

organismo local de la fuerza pública llamado Sección de Orden Ciudadano, SOC, y que fuera

creado para llevar a cabo labores de la mal llamada limpieza social. El grupo paramilitar, que

contó con el auspicio de la Asociación de comerciantes de Yarumal, ASOCOYA, así como

con el respaldo del cura párroco de la localidad, sacerdote Gonzalo Palacio, fue integrado y

promovido por miembros del Ejército y la Policía adscritos al Batallón Pedro Nel Ospina, a la

Base Militar Marconi , a la estación de policía y la sub sijin del distrito de policía N° 7 de la

misma población.”

En La Carolina fue asesinado Vicente Varela, señalado de ser extorsionista suministrándose la

versión de que murió en un enfrentamiento con la guerrilla que había atacado la hacienda,

crimen así relatado por Behar (2012):


456

“el coronel Benavides, desde La Carolina, amarró el cuerpo del muchacho Varela al bumper

de un carro que era de la SIJIN y le puse un letrero, “Muerto por extorsionista”. Se lo llevó en

la defensa de ese vehículo y lo paseo por todo Yarumal, todos los habitantes del pueblo lo

vieron. Al coronel Benavides le adelantaron una investigación pero a lo último lo exoneraron”

“El 18 de abril de 1990 se cometió una masacre en Puerto Valdivia, un pueblo ubicado al norte

de Yarumal. Hasta la finca La Esperanza llegó una patrulla del Batallón de Infantería N° 10,

de la IV Brigada del Ejército. De allí sacaron a cinco campesinos que fueron detenidos bajo la

acusación de ser auxiliadores de la guerrilla. Pero no los entregaron a ninguna autoridad de

justicia. Luego de sufrir torturas, fueron asesinados a sangre fría y enterrados en una fosa

común. El hecho se presentó como un “positivo” contra las Farc” (op. cit. pag.49-50)

El 5 de junio de 1990, un grupo integrado por uniformados del Ejército y la Policía y algunos

otros de civil, llegó hasta la casa campesina de Marta María López y su esposo Francisco y allí

los asesino junto con otras cuatro personas, entre ellas dos niños.

El 6 de noviembre de 1994, asesinaron al teniente de la policía, Víctor Hugo Méndez, sub

comandante de la SIJIN en Antioquia.

El capitán de la policía Pedro Manuel Benavides Rivera llego a Yarumal en 1993 y desde

entonces colaboro con el grupo paramilitar los doce apóstoles.

Algunos miembros del grupo Los Doce Apóstoles, responsables de cientos de asesinatos

fueron:

Santiago Uribe Vélez, jefe del grupo

Leónidas Pemberthy
457

Henry de Jesús Muñera, el enano o pitufo

José Paul Martínez Sánchez

Alexander Amaya, agente de policía

El cabo Rodríguez de la policía

Álvaro Vásquez Arroyabe, era el financista

Gonzalo Javier Palacio Palacio, sacerdote católico.

Oscar de Jesús Arango Palacio.

La red urbana estaba al mando de alias Rodrigo y la rural de alias Pelo de chonta.

Hernán Darío Zapata, alias Pelo de chonta, jefe de la red rural.

Estos sujetos participaron en la famosa Masacre de Segovia el 11 de noviembre de 1988,

cuando asesinos motorizados masacraron a cuarenta y tres habitantes de Segovia y dejaron

otros tantos heridos ante la presencia e indiferencia de las autoridades del lugar…

Señala el relato de Juan Carlos Meneses a Olga Behar (pag. 158):

“La realidad de Colombia en esa época era que el Ejército, cuando tenía enfrentamientos con

la guerrilla, era porque la guerrilla los hostigaba. No más. La guerrilla operaba en todo el país,

atacaba y el ejército contra atacaba. Los Paras tenían algo y es que ellos si actuaban; claro,

vilmente. Y sabían quién era quién. Cuando ellos llegaban a un pueblo, tenían la información

de quién era guerrillero y prumm, le echaban mano, lo apretaban, lo torturaban y así lograban

sacarle información. Si les decía: “los guerrilleros son tales, o están en tal parte y usted se

puede meter por aquí, que no lo detectan”, entraban, los asesinaban y detrás llegaba el ejército.

Los que debilitaron aquí a las Farc fueron los paramilitares y ellos sí tuvieron la libertad de

hacerlo (……) usted debe tener algo bien claro, a la guerrilla aquí en Colombia no la desplazó
458

el Ejército ni la Policía; a la guerrilla la menguaron fueron los paras, eso es bien claro, no nos

digamos mentiras. Ya incluso en 2001, 2002, el Ejército no me acompañaba cuando había una

toma guerrillera, el Ejército siempre iba detrás, a recoger los muertos (pag.175)”

Sobre la masacre de El Aro, señala la citada obra (pag. 194 y ss):

“Pero tal vez, la más despiadada de sus acciones fue la participación en la masacre de El Aro,

localidad del municipio de Ituango, Antioquia. Según el blog creado por sobrevivientes y

ciudadanos de Ituango, para conservar la memoria histórica sobre lo sucedido el 25 de octubre

de 1997, unos doscientos hombres enviados por Mancuso y Castaño llegaron al corregimiento

y, con apoyo del Ejército de Colombia, asesinaron y torturaron a quince personas, violaron a

las mujeres, se robaron el ganado y forzaron el desplazamiento de todo un pueblo, más de

novecientas personas.

“Según los aterradores testimonios de los sobrevivientes, a uno de los campesinos asesinados

lo mataron a golpes y luego le extrajeron el corazón. Para que el pueblo viera y escarmentara,

para que no siguieran colaborándole a la guerrilla. Por eso no les importó que el 26, al día

siguiente de su llegada, fuera día de elecciones. Los paras obligaron a los pobladores- que

estaban escondidos y aterrorizados en sus casas- a salir para ver los muertos tirados en el

parque del pueblo. No sólo los asesinaron a sangre fría, además, amenazaron a los familiares:

prohibido llorar, no podían llorar a sus muertos. Lo que vino a saberse con el tiempo es que

contaron con la colaboración de varios miembros del Ejército. Algunos de ellos, incluso

arrearon grupos de las ochocientas reses que fueron robadas. Después de seis días de

desmanes, los asesinos incendiaron lo que quedaba del corregimiento y se fueron. (……)

miembros del Ejército habían ayudado a cometer la masacre.


459

En dicho libro se denuncia (pag. 196) que Marco Aurelio Areiza Osorio, de sesenta y cuatro

años de edad, lo amarraron a un árbol y sin matarlo previamente, le sacaron vivo el corazón,

los ojos y los testículos. También se alude al asesinato de Jesús María Valle, defensor de

derechos humanos, cometido el 27 de febrero de 1998 en su propia oficina del Edificio Colón

de Medellín.

En la página 198 del citado libro se lee:

“Más de una década después de las masacres, las confesiones le dieron la razón a Jesús María

Valle y al paramilitar Francisco Villalta. En sus confesiones, Salvatore Mancuso reconoció

que él y Carlos Castaño, con apoyo del entonces comandante de la IV Brigada del Ejército,

general Alfonso Manosalva, quien entregó información y mapas, ordenaron la masacre de El

Aro. Se trataba, explicó, de arrancar de raíz el mal de la subversión, pues los integrantes de la

lista que resultaron muertos eran guerrilleros disfrazados de campesinos (….) Relató además

algo que se confirmaría más tarde: que un helicóptero de la Gobernación sobrevoló El Aro,

mientras la masacre se escenificaba. Y para rematar sus revelaciones, aseguró que la

vinculación de Santiago Uribe con todos estos sucesos se debía a que el hermano del

gobernador era el “dueño” de un grupo paramilitar llamado Los Doce Apóstoles” (pag.199).

Sobre la financiación del grupo señala el citado libro (pag. 246):

“Además, y por primera vez, Juan Carlos Meneses reconoció públicamente que el grupo de

Los Doce Apóstoles le dio dinero para garantizar su participación en toda esta estrategia

criminal: “Santiago, en esa época, mensualmente me daba una bonificación. Yo tenía que ir a

La Carolina, él me desembolsaba una cantidad de dinero, en esa época muy buena, para que su

grupo y su gente pudieran actuar sin el problema de que de pronto tuvieran el tropiezo que ya
460

hemos hablado (….) El jefe real de Los Doce Apóstoles es el hermano de Álvaro Uribe, es

Santiago (pag.258).

Con el tiempo y con el propósito de silenciar para siempre la verdad, todos los miembros o

relacionados con el grupo paramilitar de Los Doce Apóstoles, terminaron asesinados por

órdenes del mismo jefe Santiago Uribe: Alexander Amaya Vargas; Hernán Darío Zapata, alias

Pelo de chonta; el agente de policía, Norbey de Jesús Arroyabe Arias, alias El Ruso; el cabo

segundo de la policía, Jairo Rodríguez Vanegas; el teniente Téllez Arévalo; el capitán del

ejército, Rafael Henry González Pérez. Al parecer el coronel retirado Pedro Manuel Benavides

continua impune en plena libertad.

Haciendo otro paréntesis en la narración cronológica, Vale la pena aquí recordar – para no

olvidar- sólo dieciocho (18) de las miles y miles de masacres cometidas por el Moderno

Paramilitarismo en Colombia trascritas de las mismas Sentencias judiciales proferidas por la

Corte Interamericana de Derechos Humanos y por la misma Corte Suprema de Justicia aquí en

Colombia, sentencias de las que extracto solo el acápite correspondiente a los Hechos y que

corresponden no solo a los paramilitares de las AUC sino también a los realizados por

miembros de las Fuerzas Armadas del Estado en lo que se ha llamado “Falsos Positivos”.

Es importante el conocimiento de estos crímenes, porque se trata de hechos Reales, que

sucedieron verdaderamente, investigados, juzgados y condenados por la justicia y sobretodo:

que no deben olvidarse nunca……………..

UNO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de los 19 Comerciantes Vs. Colombia. Sentencia de 12 de junio de 2002.


461

El presente caso fue sometido a la Corte por la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) el 24 de enero de 2001.

La demanda de la Comisión tiene su origen en la denuncia No. 11.603, recibida en su

Secretaría el 6 de marzo de 1996.

Hechos Expuestos en la Demanda

La Comisión Interamericana expuso en su demanda que alrededor de las once horas del 6 de

octubre de 1987 los comerciantes Alvaro Lobo Pacheco, Gerson Rodríguez, Israel Pundor,

Angel Barrera, Antonio Flores Ochoa, Carlos Arturo Riatiga, Victor Ayala, Alirio Chaparro,

Huber Pérez, Alvaro Camargo, Rubén Pineda, Gilberto Ortiz, Reinaldo Corso Vargas, Hernán

Jáuregui, Juan Bautista, Alberto Gómez y Luis Sauza fueron requisados por el Ejército cuando

pasaron por el caserío de Puerto Araujo. Esta requisa constituye la última indicación oficial

sobre su paradero, antes de que ingresaran al Municipio de Boyacá (sic) y a la finca El

Diamante, zona que supuestamente se encontraba en ese momento bajo el control total de un

grupo paramilitar. Hacia el anochecer de ese mismo día los comerciantes fueron retenidos por

un grupo paramilitar que operaba en el Municipio de Boyacá (sic), y fueron ejecutados esa

misma noche o al día siguiente. La detención, desaparición y posterior ejecución de los

comerciantes fue planeada conjuntamente por el grupo paramilitar que operaba en la zona y

miembros de la V Brigada del Ejército. Posteriormente, el 18 de octubre de 1987 Juan

Montero y Ferney Fernández, quienes se encontraban recorriendo la zona en busca de los 17

comerciantes desaparecidos, fueron detenidos y asesinados por el grupo paramilitar que

operaba en la zona. Con posterioridad a la ejecución de las presuntas víctimas, sus cuerpos

fueron destruidos de manera brutal con el objeto de impedir su identificación.


462

Asimismo, la Comisión señaló que “la actividad judicial emprendida por los órganos del

Estado, concretamente las jurisdicciones ordinaria y militar, durante más de una década[,] no

satisface los estándares establecidos en la Convención Americana en materia de protección

judicial”. A la luz de lo anterior, la Comisión hizo notar que “[e]l juzgamiento de los oficiales

del Ejército, presuntos autores intelectuales de la masacre, ante la justicia militar […] culminó

con la cesación de procedimiento”, y que “el juzgamiento de los civiles responsables por la

autoría material de los hechos aun se encuentra pendiente”.

A raíz de lo anterior, la Comisión presentó este caso con el objeto de que la Corte decida si el

Estado violó los artículos 4 (Derecho a la Vida) y 7 (Derecho a la Libertad Personal) de la

Convención Americana por la detención, desaparición y ejecución de los comerciantes Alvaro

Lobo Pacheco, Gerson Rodríguez, Israel Pundor, Angel Barrera, Antonio Flores Ochoa,

Carlos Arturo Riatiga, Victor Ayala, Alirio Chaparro, Huber Pérez, Alvaro Camargo, Rubén

Pineda, Gilberto Ortiz, Reinaldo Corso Vargas, Hernán Jáuregui, Juan Bautista, Alberto

Gómez y Luis Sauza, el 6 de octubre de 1987, y de Juan Montero y Ferney Fernández, el 18 de

octubre de 1987, en el municipio de Puerto Boyacá, departamento de Boyacá, región del

Magdalena Medio (sic). Asimismo, la Comisión solicitó al Tribunal que decida si el Estado es

responsable por la violación de los artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8.1

(Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención Americana, en perjuicio de

las mencionadas presuntas víctimas y sus familiares; así como por el incumplimiento de las

disposiciones del artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de dicho tratado.

a) Testimonio de la señora Carmen Rosa Barrera Sánchez, hermana de la presunta víctima Angel

María Barrera Sánchez:

La testigo tenía 25 años al momento de la desaparición de su hermano Angel María. Vivía en

Ocaña con sus padres, Delfina Sánchez y Ramón Barrera, con sus dos hermanos, Jesús Barrera
463

y Angel María Barrera Sánchez y con su primo, José Erasmo Barrera.

Angel María Barrera Sánchez tenía 26 años al momento de su desaparición y trabajaba como

comerciante. Era propietario de un camión conjuntamente con el señor Alvaro Lobo Pacheco,

transportaba electrodomésticos a Medellín y los comercializaba. Era una persona generosa,

muy trabajadora y con aspiraciones. Desde sus 17 años se hizo cargo de la familia, ya que su

padre padecía de cáncer en los huesos, lo que le imposibilitaba trabajar. La presunta víctima se

encargaba del sustento de la casa, la ropa, los alimentos, los gastos diarios, los estudios de su

hermano y las medicinas de sus padres. Consecuentemente, la testigo supone que él ganaba

alrededor de “un millón de pesos mensuales” al tipo de cambio actual, porque mantenía la casa

con abundancia.

Alrededor de doce días después de desaparecido Angel María, su primo José Erasmo fue con

familiares de las otras presuntas víctimas a buscarlas, pero no les fue proporcionada ninguna

información al respecto. No reanudaron la búsqueda porque les dijeron que era muy peligroso,

además de que no tenían dinero para pagar por los gastos de esa búsqueda. Fue por ello que

solicitaron ayuda a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (en adelante

“ASFADDES”).

La desaparición de Angel María afectó profundamente a toda la familia en todos los aspectos

de sus vidas. Desde dicho momento, se vieron sometidos a restricciones muy grandes.

Desde la desaparición de Angel María, su padre comenzó a fumar mucho más que antes.

Todas las noches salía a esperarlo, lo cual duró mucho tiempo, prácticamente hasta que debido

al cáncer que padecía ya no pudo hacerlo. Su familia no pudo pagar sus consultas médicas, lo

que lo obligó a tomar “remedios naturales”, los cuales la testigo cree que llevaron a que se

deteriorara rápidamente su salud. El señor Ramón Barrera falleció el 5 de julio de 1995.


464

Su madre tuvo “ataques”, desmayos repentinos, se volvió distraída, a veces hablaba

incoherencias, lloraba todas las tardes, perdió el apetito y tuvo una cirrosis hepática producida

por desnutrición; incluso tuvo que acudir a un psicólogo. Esas crisis duraron entre tres y cuatro

años. Su familia tampoco pudo pagar sus consultas médicas, por lo que la señora Sánchez

también debió tomar “remedios naturales”. La señora Delfina Sánchez falleció el 29 de junio

de 1998.

Su hermano Jesús se desmotivó completamente, decía que no valía la pena vivir y tuvo que

suspender los estudios por dos años, ya que debió trabajar para asumir la responsabilidad que

antes tenía Ángel María. Jesús estuvo deprimido mucho tiempo, ya que era el más cercano a

Angel María.

La testigo pasó por momentos muy difíciles porque dependía totalmente de su hermano, quien

era para ella y su familia “como el papá”, un referente de respeto y autoridad. Para ella y sus

familiares fue muy difícil asumir la “desaparición” de su hermano. Aún no la han aceptado.

La circunstancia de que los hechos no se hayan esclarecido y que los responsables no hayan

sido juzgados y sancionados produce a la testigo y a su familia indignación e impotencia.

Su primo José Erasmo, que siempre fue como su hermano, también se vio muy afectado por

los hechos, ya que Ángel María le ayudaba económicamente, e incluso tuvo que suspender un

“curso de conducción” que él le pagaba.

Lo que la testigo y su familia piden a la Corte para tener un poco de tranquilidad es que se

castigue a los responsables del hecho, ya que “la impunidad lo[s] mantiene […] con un dolor y

una impotencia que no le[s] permite superar la pena”; que se les diga dónde están los restos de

las presuntas víctimas para hacerles un “mural, cruces” o alguna identificación en el lugar en

que se encuentren los cuerpos, o bien que les entreguen sus restos para darles cristiana

sepultura.
465

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o contra su

familia.

b)Testimonio de la señora Lina Noralba Navarro Flórez, sobrina de la presunta víctima

Antonio Flórez Contreras

La testigo tenía 13 años al momento de la desaparición de su tío Antonio. Vivía en Ocaña con

su madre, Margoth del Carmen Contreras, con su abuela, Librada Contreras y con su tía,

Torcoroma Flórez Contreras.

Antonio Flórez Contreras, su tío, quedó al frente de la casa después que murió su abuelo.

Antonio era muy trabajador y ayudaba con los gastos y necesidades de la casa. Aunque la

presunta víctima vivía con su compañera e hijos, siempre estuvo pendiente de su familia.

Antonio era muy cariñoso. Era como un padre para la testigo y también lo fue para su madre.

Alrededor de diez días después de “desaparecido” Antonio, los tíos de la testigo, Salomón y

Jorge Flórez Contreras, fueron a buscarlo y una señora les dijo que “los había visto pasar”;

también les dijeron que tenían “dos horas para devolverse” o que de lo contrario “no quedaban

rastros de [ellos] por [ahí]”. Ellos se devolvieron y el caso se reactivó nuevamente por medio

de ASFADDES.

Desde la “desaparición” de su tío todo cambió, la familia ya no tuvo apoyo afectivo y

económico. Pasaron muchas necesidades. La madre de la testigo tuvo que trabajar para pagar

los estudios de ésta y las necesidades de su abuela, Librada Contreras. Margoth del Carmen,

madre de la testigo, se volvió seria, ya que vivía con dolor, tristeza y resentimiento, lo que

contribuyó a su muerte a una edad tan temprana; ella tenía una muy buena relación con

Antonio. La señora Margoth del Carmen Contreras murió el 17 de agosto de 1995 a los 39
466

años de edad.

La abuela de la testigo espera a Antonio todo el tiempo en la puerta. Dejó de salir de su casa y

mantiene un estado de zozobra y ansiedad, ya que no tiene noticias de su hijo. Pregunta a las

personas si tienen noticias de él y cuando le dicen que acepte que está muerto, ella pregunta

que dónde están sus restos. Habla cosas incoherentes, se desvela con frecuencia y perdió el

apetito.

Su tía, Torcoroma Flórez, se vio muy afectada por los hechos porque era la persona que

atendía a la presunta víctima y dependía de él económica y afectivamente. Ella se sentía muy

respaldada por él en el plano económico. Como no ha podido superar la desprotección

causada por la “desaparición” de su hermano, siente que cada día “se consume más”.

La testigo piensa que si su tío no hubiera sido “desaparecido”, ella habría podido estudiar una

carrera universitaria, ya que él la apoyaba en sus estudios. La aspiración de la presunta

víctima era que sus hijos estudiaran, así como dejarles “una casa bien arreglada”.

La testigo pide a la Corte que se haga justicia, que se esclarezcan los hechos, que los mismos

no queden impunes y que se devuelvan los restos de la presunta víctima para darle sepultura.

La testigo cree que eso le daría tranquilidad a toda la familia.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o su familia.

c) Testimonio de la señora Luz Marina Pérez Quintero, compañera permanente de la

presunta víctima Antonio Flórez Contreras

La testigo vivió con el señor Antonio Flórez Contreras desde 1980 hasta su “desaparición”.

Tuvieron cuatro hijos: Alejandro, Angélica Librada, Nixon Andrés y Magreth Karina.
467

Además, al momento de comenzar su convivencia con el señor Antonio Flórez Contreras la

testigo tenía un hijo, Luis Antonio Villamizar Pérez, a quien la presunta víctima “adoptó como

su propio hijo”. Al momento de la desaparición del señor Flórez Contreras, la testigo tenía

ocho meses de embarazo.

Antonio Flórez Contreras tenía 35 años al momento de los hechos. Era conductor de una

camioneta azul, la cual tenía en sociedad con Álvaro Lobo Pacheco. Transportaban

mercancías que compraban en Venezuela para vender en Medellín. Antonio era una persona

responsable, cariñosa, dedicada al hogar y tenía una relación muy buena con la testigo. Todo

lo que ganaba, que para entonces eran aproximadamente cuarenta mil pesos mensuales, eran

destinados al mantenimiento y gastos de la casa y a los estudios de sus hijos. Antes de iniciar

su último viaje, Antonio manifestó a la testigo que llevaba mercancías por la cantidad de

setenta y dos millones de pesos. Asimismo, señaló a la testigo que ese sería el último viaje

que haría porque en el viaje anterior había tenido inconvenientes con los carros, además de

que una persona le había dicho que ese trayecto era muy peligroso debido a la presencia de

“actores armados”. Antonio le explicó a la testigo que ese era un territorio controlado, por un

lado, por las “autodefensas” o “paramilitares” en unión con la Policía y el Ejército y, por otro

lado, por la guerrilla.

Antes de la “desaparición” de la presunta víctima, la testigo trabajaba como profesora, pero

destinaba sus ingresos a hacerse cargo de las necesidades de sus padres y de tres hermanas que

eran epilépticas.

Cuando Antonio “desapareció” la testigo realizó varios viajes a Bogotá con el propósito de

averiguar en la Fiscalía sobre su paradero, en donde le dijeron que “estaban vivos”. Después

de la “desaparición” de Antonio, la testigo habló con el Juez 16 de Instrucción Criminal de


468

San Gil y él le mostró un documento emitido por la Policía de Puerto Araujo que decía “Yo

Antonio Flórez Contreras fui detenido en el puesto de policía manifiesto que recibí buen

trato”. Sin embargo, la testigo alegó que la firma que contenía el escrito no era la de su

esposo, sino que “estaba firmada por el Comandante del puesto de policía de Puerto Araujo”.

Anteriormente la presunta víctima le había contado que esa persona siempre les “ponía

problema”.

La testigo mantuvo contacto con el Juez de San Gil, quien le dijo que la investigación iba por

buen camino, que ya tenían indicios de los responsables y que “estaban involucrados

miembros de la Policía y el ejército de Puerto Boyacá o Puerto Araujo”. El Juez advirtió a la

testigo que “no le contara a nadie porque corría peligro la vida de [ambos]”.

La repentina “desaparición” de la presunta víctima acabó con la armonía del hogar. Su nivel

de vida bajó totalmente. Comenzaron a faltar alimentos, la testigo debió empeñar sus cosas y

vender la casa para pagar deudas y los estudios de sus hijos. Mientras trabajaba como

maestra, la testigo tuvo que dejar a sus hijos más pequeños en guarderías, en las cuales

recibieron malos tratos.

En 1989 aceptó convivir con una persona mucho mayor que ella, Cristóbal Navarro, por

necesidad, a cambio de un respaldo económico, mas no afectivo. En 1994 el señor Navarro

sufrió un atentado y quedó parapléjico de por vida, lo cual profundizó la crisis emocional y

económica que vivían.

A raíz de la “desaparición” de Antonio, la testigo comenzó a trabajar en 1989 en ASFADDES.

Desde entonces comenzó a sufrir amenazas por parte de un grupo llamado “Mano Negra”.

Además, entró a trabajar en el equipo coordinador para la defensa y promoción de los


469

derechos humanos MINGA y en 1990 sufrieron un atentado “en la residencia”. Supo luego

que la persona que había ejecutado el atentado formaba parte de las “autodefensas”, quienes

“mantenían estrecha relación con la Policía”. A raíz de las amenazas recibidas por parte de

este grupo, la testigo debió desplazarse a la ciudad de Cúcuta y luego a la ciudad de Bogotá.

Las consecuencias personales para la testigo son un cambio profundo e irreversible en su

personalidad y sus esperanzas. Siente una gran amargura, impotencia y tristeza. Ni sus hijos

ni ella pudieron reponerse nunca de lo sucedido. Sus hijos sufrieron mucho por lo ocurrido a

su padre. Lloraban, lo llamaban, lo esperaban, luego se volvieron rebeldes, se fueron

convirtiendo en personas tristes, amargadas y tuvieron que madurar prematuramente.

La testigo espera que se haga justicia, que se dé con los responsables de los hechos ocurridos

en este caso, que les entreguen los restos de la presunta víctima para sepultarlo y que se limpie

su nombre, ya que han intentado ligarlo con la guerrilla.

f)Testimonio de la señora Suney Dinora Jauregui Jaimes, hermana de la presunta víctima Luis

Hernando Jauregui Jaimes

La testigo tenía 13 años al momento de la “desaparición” de su hermano Luis Hernando.

Vivía en Pamplona en casa de sus padres, Luis María Jauregui Jauregui y Teresa de Jesús

Jaimes Cruz, junto con sus hermanos, Juan Antonio, Carlos Alberto, Edith Stella, Nubia

Esperanza, José Francisco, Lorena del Pilar y Marcela Elizabeth.

Luis Hernando Jáuregui Jaimes tenía alrededor de 32 años al momento de su desaparición y

vivía solo en Cúcuta desde hacía alrededor de un año, cuando se separó de su esposa, Marleny

Angarita. Luis Hernando viajaba constantemente a Pamplona a la casa de sus padres.

Trabajaba “en lo que le saliera”, un tiempo en la venta de pollos, después en la venta de cerdos
470

y posteriormente en la comercialización de electrodomésticos que traía de San Antonio para su

posterior venta en Medellín. Luis Hernando era “el pilar de la casa”, un ejemplo a seguir, una

persona trabajadora, alegre y sin vicios. Siempre estaba pendiente de la familia, ayudaba

económicamente a pagar los gastos de la casa, los estudios de sus hermanos y los gastos

médicos de sus padres.

Después de la “desaparición” de Luis Hernando su padre comenzó a beber todos los días,

peleaba con su esposa, se volvió irascible, abandonó el hogar alrededor de un año después de

la referida “desaparición” y se desentendió de su familia. Luis Hernando y su padre eran muy

amigos. El señor Luis María Jauregui Jauregui falleció en 1996.

La madre de Luis Hernando, al tomar conocimiento de los hechos, lloraba, gritaba, le subió

mucho el nivel de azúcar y consecuentemente tuvo complicaciones y enfermedades. Luego de

los hechos se enfermó del corazón, entró en una depresión y debió ser hospitalizada, ya que

sufrió un preinfarto. Al ser abandonada por su marido debió enfrentar la situación solo con el

apoyo de su hijo Juan Antonio, ya que su marido se desentendió de la familia. La señora

Teresa de Jesús Jaimes Cruz falleció el 13 de febrero de 2002.

La testigo fue una de las últimas personas en enterarse de la “desaparición” de la presunta

víctima, a quien veía como un padre. Luis Hernando siempre estaba pendiente de las

necesidades de la testigo.

La familia entró en una tristeza absoluta, impotencia, frustración y ansiedad de esperar que

apareciera Luis Hernando. En la casa se vivía un ambiente muy tenso y nadie podía hablar del

tema porque era reavivar el dolor. Toda su familia pasó por una situación económica difícil y

piensa que, de no haberse dado los hechos del caso, ella habría podido estudiar alguna carrera

universitaria, sus padres no se habrían separado y no habrían muerto prematuramente. Sus


471

padres nunca pudieron aceptar lo sucedido a Luis Hernando. La frustración por la

“desaparición” de Luis Hernando fue muy grande, sobre todo por la imposibilidad de poder

hacer algo para buscarlo. La familia tenía miedo de preguntar lo que había sucedido y no

tenían recursos para pagar por ayuda.

La testigo solicita a la Corte que se haga justicia, que se sancione a todos los responsables, que

les devuelvan los restos de Luis Hernando para darle sepultura, que el nombre de su hermano

se limpie, ya que lo han querido ligar con la guerrilla, que se divulgue que él era un

comerciante honesto, una persona de bien. Cree que esto último se podría lograr a través de

un documental en el cual se relate lo sucedido, y que se divulgue a nivel internacional.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o contra su

familia. (……….)

h)Testimonio de la señora Rosalbina Suárez de Sauza, madre de la presunta víctima Luis

Domingo Sauza Suárez

La testigo tenía aproximadamente 67 años al momento de la desaparición de su hijo Luis

Domingo. Su esposo murió en 1999.

Luis Domingo Sauza Suárez tenía 34 años al momento de su “desaparición”. A partir de junio

de 1987 vivía con su esposa, Marina Cáceres, y sus tres hijos en Cúcuta, en donde compró una

casa y comenzó a trabajar en la venta de mercancías. En octubre de ese mismo año lo

“desaparecieron”. Luis Domingo era una persona noble, muy cariñosa, trabajadora, buen

esposo y buen padre.

La testigo no ha dejado de llorar, rezar y soñar con su hijo desde que se enteró de su

desaparición. Se encuentra enferma de diabetes y de tensión alta.


472

La testigo pide que se castigue a los responsables de los hechos y que le devuelvan los restos

de su hijo.

La testigo tuvo miedo de declarar por temor de que surjan represalias contra ella o contra su

familia.-

DOS. Hechos ocurridos durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006

“En el caso de lasMasacres de Ituango,

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la Corte

Interamericana” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces*: (……..)

“INTRODUCCIÓN DE LA CAUSA

1. El 30 de julio de 2004, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 50 y 61 de la

Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la

Comisión” o “la Comisión Interamericana”) sometió ante la Corte una demanda contra el

Estado de Colombia (en adelante “el Estado” o “Colombia”), la cual se originó en las

denuncias número 12.050 (La Granja) y 12.266 (El Aro), respecto del Municipio de Ituango,

recibidas en la Secretaría de la Comisión el 14 de julio de 1998 y el 3 de marzo de 2000,

respectivamente. El 11 de marzo de 2004 la Comisión dispuso la acumulación de los casos

(infra párr. 10).

*
El Juez Oliver Jackman y el Juez ad hoc Jaime Enrique Granados Peña (infra párrs. 53 y 54), informaron
al Tribunal que, por motivos de fuerza mayor, no podían estar presentes en la deliberación de la presente
Sentencia.
473

En su demanda, la Comisión se refirió a los hechos ocurridos en junio de 1996 y a partir de

octubre de 1997 en los corregimientos de La Granja y El Aro, respectivamente, ambos

ubicados en el Municipio de Ituango, Departamento de Antioquia, Colombia. La Comisión

alegó que la “responsabilidad del […] Estado […] se deriva[ba] de los [presuntos] actos de

omisión, aquiescencia y colaboración por parte de miembros de la Fuerza Pública apostados

en el Municipio de Ituango con grupos paramilitares pertenecientes a las Autodefensas Unidas

de Colombia (AUC) que [presuntamente] perpetraron sucesivas incursiones armadas en ese

Municipio asesinando a su paso a civiles en estado de indefensión, despojando a otros de sus

bienes y generando terror y desplazamiento”. Asimismo, la Comisión señaló que

“[t]ranscurridos más de ocho años desde la incursión en el corregimiento de La Granja y más

de seis años desde la incursión armada en el corregimiento de El Aro, el Estado colombiano

no ha[bía] cumplido a[ú]n en forma sustancial con su obligación de esclarecer los hechos,

juzgar a todos los responsables en forma efectiva y reparar adecuadamente a las [presuntas]

víctimas y sus familiares”.

La Comisión presentó la demanda con el fin de que la Corte decida si el Estado es responsable

por la supuesta violación de los siguientes derechos establecidos en los siguientes artículos de

la Convención Americana, en conexión con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los

Derechos) de la misma:

a. (Derecho a la Vida), en perjuicio de las siguientes diecinueve (19) personas: los señores

William Villa García, Graciela Arboleda, Héctor Hernán Correa García, Jairo Sepúlveda,

Arnulfo Sánchez, José Darío Martínez, Olcris Fail Díaz, Wilmar de Jesús Restrepo Torres,

Omar de Jesús Ortiz Carmona, Fabio Antonio Zuleta Zabala, Otoniel de Jesús Tejada

Jaramillo, Omar Iván Gutiérrez Nohavá, Guillermo Andrés Mendoza Posso, Nelson de Jesús
474

Palacio Cárdenas, Luis Modesto Múnera, Dora Luz Areiza, Alberto Correa, Marco Aurelio

Areiza Osorio y Rosa Areiza Barrera;

a) 19 (Derechos del Niño), en perjuicio del menor Wilmar de Jesús Restrepo Torres;

b) 7 (Derecho a la Libertad Personal), en perjuicio de las siguientes tres (3) personas:

los señores Jairo Sepúlveda, Marco Aurelio Areiza Osorio y Rosa Areiza Barrera;

c) 5 (Derecho a la Integridad Personal), en perjuicio de las siguientes dos (2)

personas: los señores Marco Aurelio Areiza y Rosa Areiza Barrera;

d) 21 (Derecho a la Propiedad Privada), en perjuicio de las siguientes seis (6)

personas: los señores Luis Humberto Mendoza, Libardo Mendoza, Francisco Osvaldo

Pino Posada, Omar Alfredo Torres Jaramillo, Ricardo Alfredo Builes Echeverry y

Bernardo María Jiménez Lopera; y

e) 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial), en perjuicio “de todas las

[presuntas] víctimas y sus familiares”.

La Comisión presentó las declaraciones testimoniales de seis personas, incluyendo a

residentes, comerciantes y autoridades civiles de El Aro al momento de los hechos, quienes

señalaron, inter alia, lo que se resume a continuación.

El Aro era un pueblo donde la gente se dedicaba al campo, al criado de ganado y donde

habitaban entre trescientas (300) a quinientas (500) personas. En mula una persona puede

durar seis horas para llegar a El Aro desde Puerto Escondido u ocho horas desde Puerto

Valdivia. El Aro se consideraba una zona de influencia guerrillera, debido a que el “Nudo de

Paramillo”queda ahí, que es la unión de tres cordilleras desde donde se puede desplazar a

diferentes lugares. La zona es un punto estratégico de tránsito de cuatro grupos: el Ejército, la

policía, los paramilitares y la guerrilla. Los paramilitares comenzaron a llegar “años antes” de
475

que ocurrieran los hechos en El Aro en 1997. En 1996 hubo una incursión que llegó hasta

Santa Rita. Aproximadamente dos meses antes de la masacre, llegaron al sector “la

Esmeralda” pero no llegaron hasta la cabecera urbana de El Aro.Los paramilitares entraban a

El Aro por Puerto Valdivia. Antes del año 1994 no había en Puerto Valdivia ni Ejército ni

autoridad de ley.

Los paramilitares llevaban mapas de todos los corregimientos y municipios y marcaban con

una equis roja aquellos que pensaban destruir. El Aro estaba marcado con una equis roja en

uno de eso mapas, lo cual fue debidamente notificado al Alcalde de Ituango y otros

Concejales. Ante esta situación, “como dos meses antes de la toma”, la Junta de Acción

Comunal de El Aro pidió protección a la Gobernación del Estado, la cual no fue otorgada. Las

autoridades locales comenzaron a llamar “a toda parte, a la cuarta brigada, al batallón

Girardot, hasta la fiscalía en Yarumal”. Les respondieron que “no ha[bía] tropa disponible”

porque todas habían sido repartidas con propósito de las elecciones que se estaban llevando a

cabo en esos días.

En octubre de 1997, antes de la masacre, los paramilitares se reunían diariamente con

miembros del Ejército en la zona de Cachirimé y Tarazá. Muchas familias “decían que fueron

los paramilitares con el Ejército que se metieron a El Aro”. Entre los soldados identificados se

encontraban los conocidos como “piña”, “el burro” y el cabo Alzate, a quien le decían

“Rambo” o “Kamiski”. Incluso se comentaba que el encargado del Ejército en Puerto

Valdivia, se había convertido en paramilitar.

Los paramilitares entraron a El Aro el 25 de octubre de 1997. Las elecciones estaban

programadas para llevarse a cabo el domingo 26 de octubre de 1997. El sábado 25 de octubre

se escucharon “ráfagas de fusil [y] muchas explosiones”. En la mañana de ese sábado “llegó

un helicóptero blanco” que “hizo unas ráfagas de tiros” y “cogió rumbo al Cauca arriba”. Al
476

llegar unos hombres armados, estos dijeron: “nosotros somos las Auto Defensas Campesinas y

necesitamos que nos vengan a acompañar un poco al parque”. Los hombres armados acusaban

a los residentes de El Aro de ser guerrilleros. Estos hombres agarrraron a varias personas del

pueblo y los llevaron al centro de la plaza, los insultaron e hicieron poner boca abajo, en

donde procedieron a matar a varias personas.

Entre las personas muertas en esta incursión paramilitar se encontraban las siguientes:Wilmar

Restrepo Torres, Mario Torres, Mario Iván, Dora Luz Areiza, Aurelio Areiza, Arnulfo

Sánchez, Luis Modesto Múnera, Nelson Palacio, Alberto Correa, y Guillermo Andrés

Mendoza.

El domingo 26 de octubre los paramilitares dieron permiso de enterrar a los muertos. La gente

que murió en El Aro era “gente honesta y trabajadora, que […] no tenía vinculo ni con la

guerrilla ni con los paramilitares. Eran finqueros”.

La noche del robo de ganado en El Aro andaban con los soldados dos personas “de apariencia

muy extraña, los cuales no portaban el uniforme del Ejército adecuado”, vestidos en “uniforme

camuflado, iban fuertemente armados, y su corte de pelo y apariencia no [era] militar”. El

Teniente Bolaños ordenó que cerraran todos los establecimientos del corregimiento de El Aro.

Las dos personas acompañaron al Ejército a cerrar todos los negocios del área que se llama El

Retén. A las cuatro de la mañana, bajaron el ganado de la finca “La María” a la finca “El

Pescado.” El ganado provenía de las fincas entre Puerto Valdivia y El Aro, las cuales

quedaron sin ningún animal. El ganado fue montado en camiones y trasladado para Caucasia.

Miembros del Ejército iban arreando el ganado. Varios residentes de El Aro fueron obligados

a arrear el ganado. Cuando a los 15 días fueron a ver si les pagaban, les dijeron que los iban a

matar.
477

El Gobernador de Antioquia envió un telegrama al Inspector de Puerto Valdivia solicitándole

a éste que se comunicara con el Secretario de Gobierno, quien, a su vez, le solicitó que se

comunicara con el comandante del Ejército del área y solicitara ayuda para recoger los

ganados. Posteriormente el oficial llamó al Teniente Bolaños, quien le respondió que eran

“unos guerrilleros, que ese ganado era de la guerrilla, que eso ya se lo habían llevado”.

El martes o miércoles posteriores a la incursión paramilitar, un oficial civil que fue testigo de

los hechos informó lo sucedido al doctor Amado Muñoz, Jefe de Gobierno local, quien le

solicitó que “no comentara nada” y que no hiciera ningún informe al respecto.

A raíz de estos hechos se desplazaron aproximadamente trescientas (300) personas hacia

Puerto Valdivia. Al pasar sobre el río Cauca, los desplazados vieron soldados del Ejército en

un lado del puente y a paramilitares en el otro lado. Los paramilitares les dieron la orden a los

desplazados de no decir nada sobre lo sucedido en El Aro. En Puerto Valdivia los desplazados

debían inscribirse en el colegio, en donde “se les prestó ayuda”. Sin embargo, todos ellos

“quedaron muy mal, porque a mucha gente le quitaron el ganado, las mulas”. “Todos

quedaron pobres”. Mucha gente nunca regresó a El Aro. Algunos aún no vuelven por no tener

garantías de seguridad. Los paramilitares continúan llevándose las bestias del área.

En la oficina de inspección en Puerto Escondido, un grupo de paramilitares había usado y

tirado “registros civiles, de nacimiento, de matrimonio […] como si fuera papel higiénico”.

La situación de los paramilitares y otros grupos, el miedo de otra masacre y la desaparición de

su trabajo y forma de vida hacen que los desplazados no quieran regresar permanente a El

Aro. Algunos regresaron a El Aro, otros se quedaron en Puerto Valdivia y unos fueron a

Medellín.
478

TRES. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia.Sentencia de 27 de noviembre de 2008

En el Caso Valle Jaramillo y otros,

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la Corte

Interamericana” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces: (………)

de conformidad con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos (en adelante “la Convención” o “la Convención Americana”) y con los artículos 29,

31, 53.2, 55, 56 y 58 del Reglamento de la Corte (en adelante “el Reglamento”), dicta la

presente Sentencia.

En la demanda la Comisión alegó que el27 de febrero de 1998 […] dos hombres armados

ingresaron al despacho de Jesús María Valle Jaramillo en […] Medellín [donde también se

encontraban Carlos Fernando Jaramillo Correa y] Nelly Valle [Jaramillo], hermana de Jesús

María Valle […]. [Posteriormente entró una mujer, quien, junto con dos hombres, procedió a]

amarrar e inmobilizar a los rehenes […]. Jesús María Valle fue asesinado mediante dos

disparos a la cabeza [y] falleció instantáneamente. […] Tras la ejecución extrajudicial, la

señora Valle y el señor Jaramillo Correa fueron arrastrados desde el despacho hasta la sala de

la oficina. Allí fueron amenazados con armas de fuego […]. [L]os perpetradores abandonaron

el despacho. […] Carlos Fernando Jaramillo […] debió exiliarse por temor a las amenazas

recibidas. […] Los elementos de juicio disponibles indican que el móvil del asesinato fue el de

acallar las denuncias del defensor de derechos humanos Jesús María Valle sobre los crímenes

perpetrados en el Municipio de Ituango por paramilitares en connivencia con miembros de la

Fuerza Pública […]. [T]ranscurridos casi nueve años […], se ha condenado a tres civiles, en
479

ausencia, y no existen investigaciones judiciales orientadas a la determinación de

responsabilidad alguna de agentes del Estado.

Por todo lo anterior, la Comisión alegó que el Estado es responsable por la [supuesta]

ejecución extrajudicial del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo; la

[presunta] detención y tratos crueles, inhumanos y degradantes que le precedieron, en

perjuicio del señor Valle Jaramillo, su hermana Nelly Valle Jaramillo y el señor Carlos

Fernando Jaramillo Correa […]; la [supuesta] falta de investigación y sanción de los

responsables de tal hecho; la [alegada] falta de reparación adecuada en favor de las [presuntas]

víctimas y sus familiares; y el [supuesto] desplazamiento forzado al que se vio obligado el

señor Jaramillo Correa con posterioridad a los hechos.

66. Según la Comisión y los representantes, “la ejecución de Jesús María Valle no surgió

de la nada, no es un caso aislado, ocurrió en un contexto específico como parte de una cadena

de homicidios, persecuciones, señalamientos y ataques contra personas y organizaciones

sociales dedicados a la defensa de los derechos humanos, y sus consecuencias se han

extendido en el tiempo debido a la inoperancia de la administración de justicia en casos como

el presente”. Como fundamento para tales alegatos la Comisión señaló, inter alia, que “[l]as

propias autoridades [estatales] declararon que la grave situación de desprotección que

padecían los defensores de derechos humanos en Colombia generaba un deber reforzado de

protección por parte del Estado […]. Para el caso concreto era razonable pensar que el riesgo

que padecía Jesús María Valle Jaramillo ameritaba que el Estado adoptara medidas conforme

a ese deber reforzado de protección”. Además, la Comisión señaló que “las autoridades

conocían de este riesgo y adoptaron medidas para enfrentarlo. Sin embargo, dichas medidas no

resultaron suficientes”.
480

CUATRO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Cesar Gaviria T.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Las Palmeras Vs. Colombia.Sentencia de 4 de febrero de 2000

“En el caso Las Palmeras

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte” o “la Corte

Interamericana”), integrada de la siguiente manera:* (……..) de acuerdo con el artículo 36.6

de su Reglamento (en adelante “el Reglamento”), dicta la siguiente sentencia sobre las

excepciones preliminares interpuestas por la República de Colombia (en adelante “el Estado”

o “Colombia”).

INTRODUCCIÓN A LA CAUSA

1. El presente caso fue sometido a la Corte por la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos (en adelante “la Comisión” o “la Comisión Interamericana”) el 6 de julio de 1998.

La demanda de la Comisión tiene su origen en una denuncia (No. 11.237) recibida en su

Secretaría y fechada en Bogotá el 27 de enero de 1994.

HECHOS EXPUESTOS EN LA DEMANDA

2. La Comisión Interamericana expuso en su demanda los hechos en que funda su

reclamación.

El 23 de enero de 1991 el Comandante Departamental de la Policía de Putumayo habría

ordenado a miembros de la Policía Nacional llevar a cabo una operación armada en la


*
El Juez Carlos Vicente de Roux Rengifo, de nacionalidad colombiana, se excusó de conocer en el
presente caso.
481

localidad de Las Palmeras, Municipio de Mocoa, Departamento de Putumayo. La Policía

Nacional estaría apoyada por efectivos del Ejército.

En la mañana de ese mismo día, se encontrarían en la escuela rural de Las Palmeras unos

niños que esperaban el comienzo de las clases y dos trabajadores que reparaban un tanque.

Estos serían Julio Milcíades Cerón Gómez y Artemio Pantoja. En un terreno lindero se

hallarían los hermanos William y Edebraiz Cerón ordeñando una vaca. El maestro Hernán

Javier Cuarán Muchavisoy estaría por llegar a la escuela.

Las fuerzas del Ejército habrían abierto fuego desde un helicóptero y habrían herido al niño

Enio Quinayas Molina, de seis años, que se dirigía a la escuela.

La Policía habría detenido en la escuela y en sus alrededores al maestro Cuarán Muchavisoy, a

los trabajadores Cerón Gómez y Pantoja, a los hermanos William y Edebraiz Cerón y a otra

persona no identificada que podría ser Moisés Ojeda o Hernán Lizcano Jacanamejoy. La

Policía Nacional habría ejecutado extrajudicialmente por lo menos a seis de estas personas.

Los miembros de la Policía Nacional y del Ejército habrían realizado numerosos esfuerzos

para justificar su conducta. En este orden de ideas, se habría vestido con uniformes militares

los cadáveres de algunas de las personas ejecutadas, se habría quemado sus ropas y se habría

amedrentado a los testigos del caso. Igualmente, la Policía Nacional habría presentado siete

cadáveres como pertenecientes a subversivos muertos en un presunto enfrentamiento. Entre

esos cadáveres se encontrarían seis cuerpos de las personas detenidas por la Policía y un

séptimo, cuyas circunstancias de muerte no habrían sido esclarecidas.

Como consecuencia de los hechos descritos, se habrían iniciado procesos de carácter

disciplinario, administrativo y penal. El proceso disciplinario realizado por el Comandante de

la Policía Nacional de Putumayo se habría fallado en cinco días y se habría absuelto a todos

los que participaron en los hechos de la localidad de Las Palmeras. Asimismo, se habrían
482

iniciado dos procesos administrativos en los que se habría reconocido expresamente que las

víctimas del operativo armado no pertenecían a ningún grupo armado y que el día de los

hechos estaban realizando sus tareas habituales. Esos procesos habrían permitido comprobar

que la Policía Nacional habría ejecutado extrajudicialmente a las víctimas cuando estaban en

estado de indefensión. En cuanto al proceso penal militar, después de siete años aún se

encontraría en la etapa de investigación y todavía no se habría acusado formalmente a ninguno

de los responsables de los hechos.

43. c) La muerte de Hernán Lizcano Jacanamejoy es la única en este episodio que no

fue objeto de una acusación penal por parte de la justicia colombiana. La Fiscalía General de

la Nación llegó a la conclusión de que esta persona había muerto en combate con miembros de

la policía. Se funda para ello, entre otras pruebas, en las declaraciones indagatorias del capitán

Antonio Alonso Martínez, de los tenientes Jaime Alberto Peña Casas y Rafael Ordóñez

Merjech y de los agentes Elías Sandoval Reyes y Wilson Botina Papamija, en la declaración

del ex agente policial Pablo Lugo Herrera, en las declaraciones de los campesinos Clodomiro

Burgos Acosta y Leonardo Alvarado, y en los testimonios de Isidoro Cuarán Muchavisoy y de

una hermana de la víctima, María Córdula Mora Jacanamejoy. Así lo expuso el señor Pedro

Elías Díaz Romero en la audiencia pública, quien fue coordinador de la Unidad de Derechos

Humanos de esa Fiscalía.

La Comisión Interamericana, por el contrario, sostiene que Hernán Lizcano Jacanamejoy fue

ejecutado por las fuerzas colombianas. Esta trató de objetar las pruebas producidas por el

Estado. En este sentido, argumentó que los testimonios de los agentes de la policía que

participaron en el operativo no son creíbles. Manifestó también que las autoridades estatales

no habían recogido casquillos ni balas en el lugar donde se dio muerte a Lizcano Jacanamejoy,
483

que no se habían tomado muestras de pólvora en las manos de la víctima para saber si disparó

un arma y que se habían omitido otras diligencias importantes.

CINCO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia.SENTENCIA DE 11 DE MAYO DE 2007

En el caso de la masacre de La Rochela,

la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte Interamericana”, “la Corte” o

“el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces:(……..)

de acuerdo con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (en

adelante “la Convención Americana” o “la Convención”) y con los artículos 29, 31, 53.2, 56 y 58 del

Reglamento de la Corte (en adelante “el Reglamento”), dicta la presente Sentencia.

Introducción de la Causa y Objeto de la Controversia

2. La demanda se refiere a que “[supuestamente] el 18 de enero de 1989 un grupo paramilitar con

la cooperación y aquiescencia de agentes estatales ejecutó extrajudicialmente a Mariela Morales Caro,

Pablo Antonio Beltrán Palomino, Virgilio Hernández Serrano, Carlos Fernando Castillo Zapata, Luis

Orlando Hernández Muñoz, Yul Germán Monroy Ramírez, Gabriel Enrique Vesga Fonseca, Benhur

Iván Guasca Castro, Orlando Morales Cárdenas, César Augusto Morales Cepeda, Arnulfo Mejía

Duarte y Samuel Vargas Páez y lesionó la integridad personal de Arturo Salgado Garzón, Wilson

Humberto Mantilla Castilla y Manuel Libardo Díaz Navas […] mientras cumplían una diligencia

probatoria en su carácter de funcionarios de la administración de justicia en el corregimiento de `La

Rochela´, en el Bajo Simacota, Departamento de Santander, Colombia”. La Comisión alega que “el

caso permanece en parcial impunidad y la mayoría de los autores materiales e intelectuales, civiles y
484

militares, no han sido investigados y sancionados penalmente”. Además, se afirma que “el

esclarecimiento judicial de la Masacre de `La Rochela´ posee un especial significado para la sociedad

colombiana en tanto se refiere al asesinato de funcionarios judiciales mientras cumplían con su deber

de investigar entre otros hechos de violencia, la responsabilidad de civiles y militares en la Masacre

de los 19 Comerciantes”, así como otros hechos de violencia perpetrados en la zona del Magdalena

Medio.

1.La Comisión solicitó a la Corte que concluya y declare que el Estado es responsable por la

violación del derecho consagrado en el artículo 4 (Derecho a la Vida) de la Convención Americana en

relación con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de la misma, en perjuicio de las

doce presuntas víctimas fallecidas. A su vez, la Comisión solicitó que la Corte declare que el Estado

es responsable por la violación del artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal) de la Convención

Americana en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las presuntas víctimas y sus

familiares. Asimismo, la Comisión solicitó al Tribunal que declare que el Estado es responsable por

la violación de los artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la Convención

Americana en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las presuntas víctimas y sus

familiares. Como consecuencia de lo anterior, la Comisión solicitó a la Corte que ordene al Estado

determinadas medidas de reparación.

11. En la contestación de la demanda, el Estado señaló que “no entrará a debatir sobre los hechos

reseñados en la demanda que tienen relación directa con la ocurrencia de la masacre (párrafos 47 a 68

[de la demanda de la Comisión]) pero se aparta de las apreciaciones sobre el contexto”. Al precisar el

objeto de la contestación de la demanda, el Estado indicó que:

“reconoce los hechos ocurridos el 18 de enero de 1989 respecto de Mariela Morales Caro,

Pablo Antonio Beltrán Palomino, Virgilio Hernández Serrano, Carlos Fernando Castillo
485

Zapata, Luis Orlando Hernández Muñoz, Yul Germán Monroy Ramírez, Gabriel Enrique

Vesga Fonseca, Benhur Iván Guasca Castro, Orlando Morales Cárdenas, César Augusto

Morales Cepeda, Arnulfo Media Duarte, Samuel Vargas Páez, Arturo Salgado Garzón, Wilson

Humberto Mantilla Castilla y Manuel Libardo Díaz Navas.

Si bien el reconocimiento de responsabilidad se hace tanto por la omisión del Estado de su

deber de garantía, como por la acción aislada de algunos de sus agentes (aquiescencia y

colaboración), los hechos que el Estado reconoce son solamente aqué́ llos que tienen que ver

específicamente con el caso de la masacre de “La Rochela”, esto es, los acaecidos en el mes de

enero de 1989.

107. Una vez que todos los funcionarios de la Comisión Judicial se encontraban en La Rochela y se

estaba terminando de recibir la declaración de los testigos, se presentó un grupo de aproximadamente

cuarenta hombres armados, quienes se identificaron e hicieron pasar como miembros del referido

frente de las FARC (supra párr. 106). Según indicó la Comisión en la demanda, el mismo comandante

que estaba al mando se dirigió a los miembros de la Comisión Judicial y les propuso que le entregaran

los revólveres de dotación oficial, aduciendo que era con el fin de evitar confusiones al momento de

que se encontraran en su desplazamiento con miembros del Ejército. Al respecto, la víctima

sobreviviente Arturo Salgado Garzón declaró en la audiencia pública ante la Corte que los tipos

armados que los “emboscaron” les indicaron que necesitaban dialogar con ellos, pero que para ello

tenían que desarmarse y entonces tuvieron que hacerlo 18 . Media hora después varios hombres

fuertemente armados y vestidos de civil llegaron al lugar, y uno de ellos se presentó como el máximo

comandante del Frente XXIII de las FARC.

18
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
486

108. Se encuentra probado que ese hombre que se hizo pasar como máximo líder del referido frente

de las FARC era en realidad Alonso de Jesús Baquero Agudelo, uno de los líderes del grupo

paramilitar “Los Masetos” (supra párr. 74). También ha sido reconocido y probado que esos hombres

armados que se hicieron pasar por miembros de las FARC pertenecían a dicho grupo paramilitar.

109. Es de notar que las referidas circunstancias de engaño y desigualdad numérica con respecto a

los paramilitares, así como la diferencia en cuanto a la cantidad y alcance del armamento que

portaban, hacían imposible que los miembros de la Comisión Judicial opusieran resistencia.

110. Seguidamente los miembros del grupo paramilitar “Los Masetos” mantuvieron encerrados y

custodiados a los miembros de la Comisión Judicial en un cuarto de aproximadamente doce metros

alrededor de dos horas y media19. Respecto de estas circunstancias que tuvieron que enfrentar las 15

víctimas durante las horas que precedieron a la masacre, la víctima sobreviviente Arturo Salgado

Garzón declaró ante la Corte20 que durante el tiempo que estuvieron detenidos “estaban todos como

herméticos, nadie hablaba nada”, así como también resaltó la cantidad de hombres armados que los

“emboscaron” y custodiaron y el armamento que llevaban. Además, declaró que el referido líder del

grupo paramilitar les preguntó que ¿cómo iba el caso de los 19 Comerciantes de Ocaña?. Ese era

efectivamente uno de los casos que la Comisión Judicial se encontraba investigando.

111. Los dos hombres que se hacían pasar por comandantes de las FARC se reunieron con los

funcionarios judiciales y les manifestaron que, en virtud de que se estaban verificando ciertos

movimientos militares en la zona, resultaba necesario buscar un sitio seguro para que la Comisión

19
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007; y declaración rendida el 19 de enero de 1989 por
Arturo Salgado Garzón ante el Juez Cuarto de Orden Público (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos,
Tomo V, folio 3366).
20
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
487

Judicial continuara con las diligencias. Seguidamente, los comandantes convencieron a los miembros

de la Comisión Judicial de la conveniencia de que se dejaran amarrar para trasladarlos, a fin de poder

simular una situación de secuestro por las FARC en caso de que se hiciera presente el Ejército.

112. Aproximadamente a las 12:00 horas los 15 miembros de la Comisión Judicial fueron atados

con las manos por atrás de la espalda y obligados a subirse a los dos automóviles. En otros dos

automóviles iban los paramilitares. Los miembros de la Comisión Judicial fueron llevados sin saber

su destino durante aproximadamente unos tres kilómetros hacia Barrancabermeja, hasta que llegaron

al sitio conocido como “La Laguna”. Cuando los automóviles se detuvieron, salieron de ellos los

hombres armados. El señor Manuel Libardo Díaz Navas, víctima sobreviviente, declaró en el ámbito

interno que tenían mucho miedo, estaban muy nerviosos y “sent[ían] que algo malo [le]s iba a

suceder” 21 . Los hombres armados se formaron a una distancia aproximada de diez metros de los

automóviles y, después de señas que hizo uno de ellos, empezaron a disparar de forma indiscriminada

y continua contra los miembros de la Comisión Judicial, durante varios minutos22.

113. Seguidamente, los paramilitares les empezaron a dar el “tiro de gracia” a las víctimas. Esto

duró aproximadamente un minuto y medio23. Según declaró la víctima sobreviviente Arturo Salgado

Garzón, él se salvó del “tiro de gracia” porque la bala le pasó rozando por un lado de la cabeza; sin

embargo, manifestó que “pens[ó] que [s]e había muerto”. También recibió un impacto de bala en un

glúteo. Posteriormente, los paramilitares movieron el automóvil en el cual se encontraba el señor

21
Cfr. declaración rendida por Manuel Libardo Díaz navas el 21 de enero de 1989 ante el Juzgado Cuarto de Orden
Público de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo A2).
22
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
23
Cfr.supra nota 97.
488

Arturo Salgado, tratando de voltearlo. Del otro bajaron a algunas víctimas y los tiraron unos encima

de otros24.

114. En cuanto a las otras dos víctimas sobrevivientes, Manuel Libardo Díaz Navas, quien había

recibido varios impactos de bala y tenía su cuerpo cubierto con sangre, fue bajado del automóvil por

los paramilitares, quienes lo tiraron en el piso boca abajo y le cortaron las cuerdas que ataban sus

manos. Aguantó la respiración por un tiempo, mientras escuchaba como terminaban de ejecutar a

aquellos que “de cualquier manera daban muestras de vida” 25 . Por su parte, Wilson Humberto

Mantilla Castilla sobrevivió porque los paramilitares creyeron que él estaba muerto, pues la masa

encefálica de uno de sus compañeros cayó sobre su cabeza26.

115. Antes de irse, los paramilitares pintaron en la superficie exterior de los vehículos “Fuera el

MAS, fuera los paramilitares”, a fin de asegurar que la autoría de la masacre fuera atribuida a los

grupos guerrilleros. Antes de emprender la retirada se apropiaron de veintitrés de los veinticinco

expedientes que portaba la Comisión Judicial.

116. Solamente tres miembros de la Comisión Judicial sobrevivieron a dicha masacre, “[p]or

circunstancias imprevisibles, por el azar” 27 . En medio de enormes tribulaciones por el momento

superado mientras sus compañeros habían sucumbido, además de los sufrimientos físicos por las

heridas sufridas, los tres sobrevivientes lograron encender uno de los vehículos y desplazarse de la

zona de la masacre, hasta que el vehículo dejó de funcionar cuando habían recorrido

24
Cfr.supra nota 97.
25
Cfr. declaración rendida por Manuel Libardo Díaz Navas el 21 de enero de 1989 ante el Juzgado Cuarto de Orden
Público de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, Tomo I, anexo A2, folios 37 y 38).
26
Cfr. supra nota 97.
27
Cfr. sentencia emitida el 14 de noviembre de 1990 por el Tribunal Superior de Orden Público (expediente de
anexos a la demanda, Tomo I, anexo A32, folio 451).
489

aproximadamente tres kilómetros hacia Barrancabermeja. Los sobrevivientes Manuel Libardo Díaz

Navas y Wilson Humberto Mantilla Castilla lograron escapar alcanzando a pedir ayuda a personas

que pasaron en un camión repartidor de gaseosas cerca de la zona donde dejó de funcionar el

vehículo. Sin embargo, el sobreviviente Arturo Salgado Garzón, quien se encontraba herido de bala

en un glúteo y en la cabeza, se quedó en dicha zona esperando ayuda28.

SEIS. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco V.

Proceso Nº 14851

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACION PENA

Magistrado Ponente:Dr. Carlos Augusto Gálvez

Bogotá, D. C., marzo ocho (8) de dos mil uno. (2001).

HECHOS Y ACTUACION PROCESAL :

Estos tuvieron ocurrencia hacia las diez y media de la noche del 14 de enero de 1.990, cuando

un grupo conformado por 56 sujetos pertenecientes a la organización paramilitar creada por

Fidel Castaño Gil, llegó hasta el corregimiento de Pueblo Bello, en el Municipio de Turbo

(Ant.), aprehendiendo a 43 de sus habitantes, todos hombres, a quienes, luego de amarrarlos y

amordazarlos, y una vez incendiaron dos inmuebles, uno de ellos destinado al comercio,

procedieron a transportarlos en dos camiones hasta las fincas “Las Tangas” y “Jaraguay”,

donde en la madrugada y parte del día siguiente, luego de interrogarlas y torturarlas, les dieron

28
Cfr. declaración testimonial rendida por Arturo Salgado Garzón en la audiencia pública ante la Corte
Interamericana celebrada los días 31 de enero y 1 de febrero de 2007.
490

muerte violenta, enterrando en predios de las mismas sus cadáveres, de los cuales solo se

lograron desenterrar 24 e identificar a 6 de ellos.

Estos atroces acontecimientos se encontraban en la impunidad, hasta cuando el individuo

Rogelio de Jesús Escobar Mejía (a. relámpago), quien manifestó haber pertenecido a dicha

organización paramilitar, habiéndose retirado por las amenazas de muerte de que había sido

víctima, se hizo presente en las instalaciones del D.A.S. de esta ciudad, con el fin de poner en

conocimiento de las autoridades, al igual que lo hizo en sus diferentes intervenciones en este

proceso, algunos de los hechos que habían cometido por órdenes del referido Castaño Gil,

señalando los cuadros jerárquicos del grupo subversivo, a quienes identificó por sus nombres y

apodos, precisando, entre otras de las acciones delictivas que ejecutaron, la que terminó con

los secuestros y muertes de los 43 moradores de Pueblo Bello.

Fue gracias a él que se estableció quiénes fueron los autores de la masacre, contribuyendo a la

captura de varios de ellos, entre los cuales se cuenta PEDRO HERNAN OGAZZA

PANTOJA, a quien señaló como la persona encargada de informar sobre las personas que

podían considerarse como colaboradores de la guerrilla y que debían ser víctimas de la

organización paramilitar. Este “se desempeñaba –dijo textualmente- como jefe de inteligencia,

alias cinco, participó en lo de Pueblo Bello, ayudó en el secuestro, no en la ejecución, al

menos no me consta, yo lo conocí como Hernán Villamil Ogaza”. Para el momento de la toma

–agregó-: “íbamos de civil, cada cual a su manera de vestir, nos distinguíamos entre el grupo

por un trapo rojo y otro rosado que nos lo colgábamos en el cuello y que nos lo entregó Fidel

Castaño” (fl. 389 vto. y 390, cdno. 3).

SIETE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Proceso N° 18499
491

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado ponente:Nilson Pinilla Pinilla

Aprobado Acta N° 165

Bogotá, D. C., veinticinco (25) de octubre de dos mil uno (2001).

HECHOS

Según se consignó en las decisiones de instancia, en los últimos meses de 1988 vino a

manifestarse una posición de beligerancia de miembros de la fuerza pública destacados en

Segovia (Antioquia), hacia la administración de ese municipio, particularmente la alcaldesa y

concejales pertenecientes al partido político denominado Unión Patriótica (U. P.), que empezó

a crear un clima de zozobra frente a la deteriorada situación de orden público de la zona,

recordándose las masacres cometidas en la finca “Honduras” (3 de marzo de 1988), “La

Negra” (el mismo día) y “La Mejor Esquina” (3 de abril de 1988), que hicieron intuir a esas

autoridades locales que correrían igual suerte, provocando misivas de los concejales al

entonces Procurador General de la Nación, la segunda de ellas fechada el 29 de octubre de tal

año, luego del paro nacional celebrado el 27 de ese mes, denunciando hostigamientos a la

alcaldesa, a los concejales de la UP y del PCC, al igual que a la población civil, de parte del

Ejército y el grupo que se denominaba “M. R. N.” (“Muerte a Revolucionarios del Nordeste”),

a través de boletines amenazantes (f. 46 cd. Trib).

En similar sentido y en la misma fecha, la Inspectora de Policía de Segovia también dirigió

comunicación al Procurador, destacando que “el ambiente de amenazas, el boleteo en

sufragios, en boletines que circulan amenazando a toda la administración de Segovia y

Remedios, deja ver a las claras, que elementos terroristas están sembrando el caos aquí, y que
492

los encargados de preservar el orden, la vida, bienes y honra ciudadana, hacen todo lo

contrario” (f. 82 cd. anexo 1).

También fueron allegados al expediente panfletos que llevan títulos de “Guerra Sucia”, “Carta

Abierta”, “Muerte a Revolucionarios del Nordeste, M. R. N.” y “Los Reales”, que se dice

fueron editados y repartidos con intervención de militares, quienes días antes de noviembre de

1988, se habían dedicado a amedrentar a la población efectuando disparos al aire, escribiendo

avisos murales amenazantes contra la población de Segovia, tales como “SEGOVIA TE

PACIFICAREMOS... UP ASESINOS... AYER MRN, HOY REALISTAS, PORQUE DIOS

AMO A SEGOVIA OS HA ENVIADO EL MRN” (f. 3 cd. 14).

A pesar de las prevenciones sobre la participación en el paro nacional del 27 de octubre de

1988, éste se llevó a cabo y en su desarrollo habitantes de Segovia fueron retenidos por

patrullas del Ejército y de la Policía, que luego de interrogarlos los dejaban en libertad,

advirtiéndoles que serían “levantados a plomo” de sus casas muy pronto; el 30 de octubre,

cuando se realizaba un acto cultural en el Parque de los Próceres, celebrando el día de los

niños, se presentaron integrantes del Batallón Bomboná haciendo disparos al aire, dando lugar

a la terminación de esa celebración, situación que se repitió esa misma noche, aduciendo que

habían sido atacados, pero los pobladores no vieron a nadie distinto a miembros de la fuerza

pública.

Todo ese hostigamiento se recrudeció con el ingreso al casco urbano de Segovia,

aproximadamente a las 6:30 de la tarde del viernes 11 de noviembre de 1988, día de pago en la

empresa “Frontino Gold Mines”, de un grupo de facinerosos en varios vehículos, quienes se

dedicaron a disparar de manera indiscriminada contra personas, vehículos, casas, bares, etc.,

ocasionando la muerte de cuarenta y tres seres humanos, entre hombres, mujeres y niños, y

lesionando a muchos otros, en número indeterminado.


493

Se acreditó que durante casi una hora, mientras los malhechores permanecieron en Segovia,

ningún miembro del Ejército o de la Policía, que debían prestar servicio a la población, acudió

a tratar de impedir o repeler, como era su deber, la masiva agresión, y sólo aparecieron cuando

aquéllos se habían ido de la cabecera municipal.

Por estos hechos fueron vinculados a la investigación los miembros de la fuerza pública

ALEJANDRO LONDOÑO TAMAYO, MARCO HERNANDO BÁEZ GARZÓN, HUGO

ALBERTO VALENCIA VIVAS, HENRY BERNAL FERNÁNDEZ, JORGE ELIÉCER

CHACÓN LASSO y EDGARDO ALFONSO HERNÁNDEZ NAVARRO y los civiles

CARLOS MARIO RUIZ VILLA, MARCOS ANTONIO RUIZ VILLA, FRANCISCO

ANTONIO DE JESÚS MONSALVE MONSALVE y JOSÉ OTONIEL URIBE CASTAÑO.

OCHO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Cesar Gaviria T.

Proceso No 13608

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACION PENAL

Magistrado Ponente:

Dr. CARLOS E. MEJÍA ESCOBAR. Aprobado Acta No. 17

Santafé de Bogotá D.C., catorce (14) de febrero de dos mil dos (2002).

HECHOS Y ACTUACION PROCESAL

Aquellos tuvieron ocurrencia el 16 de diciembre de 1991 en las horas de la noche, cuando en

la Hacienda el Nilo, corregimiento El Palo, Municipio de Caloto (Cauca), hizo presencia un

grupo de hombres fuertemente armados quienes, luego de incendiar las humildes viviendas,
494

procedieron de manera indiscriminada a dar muerte a veinte (20) indígenas de la comunidad

Guataba, acción que también intentaron contra otro aborigen que logró huir.

Los entonces Juzgados Octavo, Séptimo y Veinte de Instrucción Criminal, fueron

comisionados para adelantar la correspondiente investigación, la cual declararon abierta el 26

de diciembre de 1992. A lo largo de esa etapa procesal se escucharon en declaración a las

diversas personas que allí se citan, se dispuso librar orden de captura contra Gilberto Marques

Henao y posteriormente contra LUIS ALBERTO BERNAL SEIJAS, CARLOS ALBERTO

FLOREZ ALARCON, NEIMBERG MARIN ZULUAGA y CARLOS ARTURO VAHOS

MEJIA, de quienes se supo la forma como intervinieron en la masacre, gracias a la declaración

de un testigo con reserva de identidad.

Fue así como los sujetos FLOREZ ALARCON y MARIN ZULUAGA lograron ser

aprehendidos y vinculados a la investigación mediante indagatoria, luego de lo cual se les

resolvió su situación jurídica con medida de aseguramiento de detención preventiva por los

delitos de homicidio, lesiones personales, daño en bien ajeno y porte ilegal de armas de uso

privativo de la Fuerza Pública, mediante proveídos del 6 de febrero y 13 de marzo de 1992,

respectivamente.

En cuanto LUIS ALBERTO BERNAL SEIJAS y CARLOS ARTURO VAHOS MEJIA,

debieron ser declarados personas ausentes e igualmente se les cobijó con medida de

aseguramiento de detención preventiva, por los mismos ilícitos.

NUEVE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo.

Proceso No 17550

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrado Ponente:Dr. YESID RAMÍREZ BASTIDAS


495

Aprobado Acta No. 30

Bogotá D.C., seis (6) de marzo de dos mil tres (2003).

HECHOS:

Ocurrieron a partir de las 5 de la mañana del 5 de octubre de 1993 en la vereda El Bosque del

corregimiento Portugal de Piedras de la comprensión municipal de Riofrío (Valle), a donde

llegó un grupo de hombres armados, algunos de los cuales vestían prendas de la Fuerza

Pública y ocultaban su rostro mediante el uso de una capucha, quienes ingresaron

violentamente a los domicilios de las familias Ladino Ramírez y Molina Solarte, de donde

sacaron a Celso Mario Molina Suaza (45 años), Zenaida Ladino Ramírez (38 años), Lucely

Colorado Bonilla (35 años), Frederman Molina Solarte (25 años), Hugo Cedeño Lozano (33

años), Edilia Rita Solarte (40 años), Julio César Ladino Ramírez (29 años), Edelcy Tusarma

Salazar (16 años), Dora Estela Gaviria Ladino, Carmen Emilia Ladino Ramírez (34 años),

Miguel Ladino (73 años), Ricardo Molina Solarte (25 años) y a Miguel Antonio Ladino

Ramírez (47 años) para concentrarlos en la casa de la familia Ladino, donde fueron sometidos

a torturas y algunos obligados a vestir prendas militares, para posteriormente asesinarlos,

retirándose del lugar aproximadamente a las 11 de la mañana.

A esa misma hora arribó a las estribaciones de la meseta en la que está ubicada la casa, un

pelotón del Ejército Nacional, adscrito al Batallón Palacé de Buga (Valle), al mando de

EDUARDO DELGADO CARRILLO quien para la época ostentaba el grado de Mayor, e

integrado también por el entonces Teniente Alfonso Vega Garzón, el Cabo Primero Leopoldo

Moreno Rincón, el Cabo Segundo Alexánder Cañizales Núñez y 30 soldados regulares,

quienes, simulando ser objeto de ataque, abrieron fuego desde su posición, inferior y sin

visibilidad, en contra de la casa donde había ocurrido la masacre, “tomándose” posteriormente

el inmueble.
496

El entonces Mayor DELGADO CARRILLO, rindió informe en el que dio cuenta de un

enfrentamiento con miembros de una columna del grupo guerrillero E.L.N, con el resultado de

13 bajas de esa organización, el decomiso de abundante material de guerra y la absoluta

ausencia de novedades en sus propias filas, afirmando que había llegado al lugar cumpliendo

órdenes de su superior, el Comandante del batallón, quien a las 8 de la mañana de ese día le

había ordenado recoger en el centro de Buga a “un informante” que indicó la presencia de la

“columna guerrillera” en el sitio reseñado, razón para que se diseñara la operación, partiendo

del batallón a las 10:30 de la mañana.

DIEZ. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

MAGISTRADO PONENTE: ÁLVARO ORLANDO PÉREZ PINZÓN

Aprobado: Acta No. 49

Bogotá, D. C., dos (02) de mayo del dos mil tres (2003).

HECHOS

Aproximadamente a las 8 de la noche del 22 de abril de 1996, un grupo de hombres armados

hizo presencia en el municipio de Segovia (Antioquia) y en forma indiscriminada disparó

contra la población, causando la muerte de 14 personas y lesiones a otras tantas. El capitán

Rodrigo Cañas Forero, comandante del Batallón del Ejército acantonado en el lugar, fue

señalado como quien horas previas a los hechos, recibió a los agresores y les facilitó un

vehículo para su transporte.

ONCE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Proceso No 13813
497

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.SALA DE CASACIÓN PENAL

Magistrados Ponentes Dra. MARINA PULIDO DE BARÓN. Dr. EDGAR LOMBANA

TRUJILLO

Aprobado Acta No. 046

Bogotá D. C., dos (2) de junio de dos mil cuatro (2004)

HECHOS

Fueron resumidos del siguiente modo en la sentencia de segunda instancia:

“Sucedidos entre el 29 de diciembre de 1989 y el 2 de enero de 1990. Cuando el Capitán para

esa época en servicio activo NELSON RAFAEL COTES CORVACHO, al mando de tropa

perteneciente al Batallón de infantería No. 10 “GIRARDOT”, orgánico de la Cuarta Brigada

del Ejército Nacional, siendo algunos de sus miembros los suboficiales CP. JUAN CARLOS

PINILLOS SEÑIOR, CS. FERNANDO HUMBERTO GARCÍA SÁNCHEZ y los soldados

LUIS ALBERTO CASTRO BALSÁN y RICARDO BAHAMÓN DÁVILA, retuvieron en la

población de Juntas de Uramita, Vereda Santo Domingo, en una verbena de fin de año a los

señores JOAQUÍN GUILLERMO VARELA LÓPEZ, CONRADO EMILIO VARELA

LÓPEZ, ANÍBAL DURANGO HIGUITA y OCTAVIO DE JESÚS NAVALES HIGUITA,

sindicados por uno de los guías que lo acompañaban como integrantes del Ejército de

Liberación Nacional –EPL- civiles éstos que a la postre aparecieron muertos en el paraje “La

Llorona”, comprensión municipal de Dabeiba –Antioquia, el 2 de enero de 1990.”

DOCE. Los hechos ocurren bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Proceso No 17667

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL


498

Magistrado Ponente:Dr. ALFREDO GÓMEZ QUINTERO

Aprobado Acta No. 72

Bogotá, D.C., veinticinco (25) de agosto de dos mil cuatro (2.004).

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL:

En horas de la noche del 12 de agosto de 1.995, en el Municipio de Chingorodó (Antioquia),

hizo presencia en la discoteca El Aracatazo un grupo de hombres armados que anunciándose

como exterminadores de la subversión dieron muerte a Héctor Tascón Duque, Luis Alberto

Guisao, Antonio Moreno, Julio Alfonso Ríos, Willinton Tascón, Misleida Pérez, Jorge

González, Julio Oviedo, Libia Úsuga Barrientos, Luis Aurelio Sánchez, Manuel Ballesta,

Francisco Panesso, Rodolfo Ramos, Pedro Úsuga, Leonardo Mosquera, Jorge Julio Cárdenas,

Mérida Jiménez y Jorge Zúñiga e hirieron gravemente a José Luis Ciro Galeano, algunos de

los cuales pertenecían al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria,

Sintrainagro o al Partido Comunista Colombiano.

TRECE.El Caso de Mapiripan. Los hechos suceden bajo el gobierno de Ernesto Samper

Pizano.

Proceso No 25889

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso de la “Masacre de Mapiripán” Vs. Colombia

Sentencia de 15 septiembre de 2005

En el caso de la “Masacre de Mapiripán”,


499

la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte Interamericana”, “la

Corte” o “el Tribunal”), integrada por los siguientes jueces:…………………………..

74. Con fundamento en lo anterior, la Corte procederá a examinar y valorar los elementos

que conforman el acervo probatorio del presente caso.

A) PRUEBA DOCUMENTAL

75. Como parte de la prueba documental presentada por las partes, los representantes

remitieron las declaraciones de familiares de las presuntas víctimasy del señor Luis Guillermo

Pérez, así como los dictámenes de las peritos Robin Kirk y Ana Deutsch, en respuesta a lo

requerido en la Resolución emitida por el Presidente el 28 de enero de 2005 (supra párr. 25).

A continuación la Corte resume dichas declaraciones.

a) María Teresa Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge

Pinzón López

Su madre vivía en Mapiripán con sus hermanos, su hermana Luz Mery, la hija y el marido de

ésta. Ella, aunque se llevaba muy bien con sus hermanos, “no iba a visitarlos porque [le] daba

miedo”. No recuerda muy bien el día que se enteró de lo sucedido a sus hermanos. Es terrible

acordarse de lo ocurrido y trata de no pensar, ya que “perder un hermano es muy duro, pero

perderlos a todos es tremendo”. Su madre, la señora Teresa López de Pinzón, “se enfermó

[de] un derrame cerebral [y] se le paró medio cuerpo. También enfermó del corazón [y] le dio

un infarto.” Perder a sus cuatro hijos “fue lo que mató a [su] mamá[, quien] lloraba como un

niño”. Luz Mery, su hermana mayor, quien también perdió a su compañero, “estaba muy


La Jueza Cecilia Medina Quiroga informó al Tribunal que por motivos de fuerza mayor no podía estar presente en el LXVIII
Período Ordinario de Sesiones de la Corte, por lo que no participó en la deliberación, decisión y firma de la presente Sentencia.Asimismo, por
razones de fuerza mayor, el Juez Diego García-Sayán no participó en la deliberación, decisión y firma de la presente Sentencia.
500

nerviosa [y] psicológicamente mal, eso la acabó [y ahora] esta muy decaída”; su aspecto

personal cambió mucho, ya que ella vio todo, y eso la ha “deteriorado y terminado”. En la

familia ya nada es lo mismo y viven lejos. Le da miedo preguntar si los responsables de los

hechos fueron castigados, “porque […] en Villavicencio siempre hay paracos”, piensa que es

peligroso y no quiere comentar ni preguntar nada porque teme por sus hijos.

b) Esther Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge Pinzón

López

Cuando su madre llegó de Mapiripán estaba muy triste y le contó que el día de la masacre

llegaron unas personas encapuchadas a llevarse a sus hermanos y no los vieron más.

Posteriormente, su madre se empezó a enfermar: “llegó como ida, como en shock, le dolía el

pecho, fue al médico pero no le contó los hechos por miedo, le agarraban dolores en el pecho,

ataques[. L]e daba miedo cuando llovía y tenía pesadillas”. Así, su madre “fue decayendo” y

murió a causa de la masacre.

Por su parte, cuando se enteró que sus hermanos habían desaparecido sintió “dolor, depresión

[y se sintió] sola, ya que ellos estaban muy pendientes de [ellas y les] daban cosas muy

importantes. [Por ello, su] dolor más grande es en lo moral, [ ya que sus] hermanos eran [su]

apoyo [y les] daban alegría”. Además, su madre “sufrió mucho [y] le afectaba muchísimo las

fiestas de diciembre, los cumpleaños y todas las fiestas en que la familia se une”. Sus

hermanos eran muy cariñosos con su madre y con todas las hermanas. Siempre se reunían en

las fechas más importantes, pero ahora “trat[a] de no acordarse de esto ya que es muy feo”.

Sus hermanos eran “el principal sustento” y ayudaban a la madre y a las hermanas desde que

sus padres se separaron. Además, su hermana Luz Mery tenía una casa, y animales de granja,
501

pero tuvo que “dejar todo eso tirado y perd[erlo] todo”. Después de la desaparición de sus

hermanos se les dificultó la economía, pasaron bastante hambre y ella se retrasó en sus

estudios. Además, su madre gastó dinero para buscar a sus hijos.

Le da miedo sufrir algún atentado, no por ella sino por sus hijos, quienes se quedarían solos ya

que su padre murió.

No sabe si sus hermanos están vivos, pero “si están muertos, aunque [les] sea duro aceptarlo,

sería un descanso [para sus hermanas y para ella] encontrar los cuerpos de los cinco,

enterrarlos y darles una despedida.” Pidió que se encuentre a las personas responsables y “que

[…] no pidan perdón [por]que ellos no se merecen perdón”. Asimismo, pidió que el Gobierno

haga algo, no sólo para las presuntas víctimas de este caso, sino para todo el país, pues “no

pueden seguir existiendo estas masacres.”

c) Sara Paola Pinzón López, hermana de Luis Eduardo, Enrique, José Alberto y Jorge Pinzón

López

Tenía una buena relación con sus hermanos. Nunca ha estado en Mapiripán, pero le contaron

de la masacre y que había “gente sin cabeza, picados en pedazos, que en la finca de [su]

hermana se llevaron a su esposo y a sus hermanos”. Después de lo sucedido su hermana, su

madre y la hija de su hermana salieron para Villavicencio, donde se encontraron con ella; este

“encuentro fue horrible”. Posteriormente, se fueron para Bogotá y vivieron un proceso

tremendo con su madre, a quien, a consecuencia de los hechos, le dio trombosis, tuvo parálisis

facial y la mitad del cuerpo le quedó inválida. Su madre quedó con una secuela y se la pasaba

a la defensiva, nerviosa y “se ahogaba” en llanto, pues es terrible perder de esa forma a los
502

familiares; murió “lentamente por [lo sucedido a sus hijos]”, con la esperanza de que

aparecieran para volverlos a ver.

[La testigo, su madre y sus hermanas] dependían económicamente de sus hermanos. Si sus

hermanos estuvieran vivos su vida sería distinta y vivirían un poco mejor. Ella hubiera

seguido estudiando.

Por su parte, a ella le quedan secuelas, ya que se pasa imaginando cosas sobre torturas e

imagina que les hicieron todas esas cosas a sus hermanos. La navidad eran un suplicio

después de lo ocurrido. Además, no ha contado a nadie lo sucedido a sus hermanos porque

tiene miedo de que el ejército esté vinculado con los paramilitares. Villavicencio, en donde

vive, es peligroso, ya que “no se sabe con quién se […] habla[…] y hay gran desconfianza de

la gente”. Por ello, dice que sus hermanos están de viaje o que son primos. Ella sacó el

SISBEN (Sistema de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios para los

Programas Sociales) para desplazados y le dieron ayuda en salud. Al ejército y a la policía “no

le convienen los desplazados[. P]ara ellos mejor que ningún desplazado estuviera vivo, porque

nadie abriría la boca ni diría nada”. Ni siquiera ha podido ver a un psicólogo a causa del

mismo miedo.

Su hermana Luz Mery “perdió todo, a ella le gustaba el campo, ella tenía sus cosas, sus bienes

en el campo, […] perdió el esposo, perdió a sus hermanos, y económicamente se quedó casi

nula”. Posteriormente, su hermana se volvió más callada y su relación con la gente se volvió

lejana.
503

La testigo desea saber la razón por la cual se llevaron a sus hermanos y saber lo que les

hicieron; saber si los mataron y, aunque sea, tener sus restos, ya que sus hermanas y ella

descansarían mucho. Sin embargo, tienen “la esperanza de volverlos a ver”.

d) Yur Mary Herrera Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y Diego

Armando Martínez Contreras e hijastra de Gustavo Caicedo Rodríguez

Su padrastro, el señor Gustavo Caicedo Contreras, “ [l]os apoyaba en muchas cosas, [les] daba

muchos consejos[, era] muy buen padrastro, no [l]os maltrataba, era muy lindo[. E]lla]

siempre le [va] a estar muy agradecid[a].” Además, cuando ella se fue a Bogotá su padrastro

le seguía ayudando económicamente, aun cuando su primer esposo falleció y la dejó sola con

dos niños. Cuando su hermana le comunicó que habían matado a su padrastro y a sus dos

hermanos, no lo pudo creer y perdió comunicación por tres años, pues “tenía miedo de que le

pasara algo a la familia”. Después de ese lapso su madre y sus hermanos llegaron a Bogotá sin

su padrastro.

La incertidumbre afectó su vida familiar, el cuidado de sus hijos y la relación con su pareja, al

grado que se separó, pues peleaban porque ella vivía pendiente de su madre. Su familia ha

cambiado mucho después de los hechos: su madre no sale pues le da miedo y teme que la

estén siguiendo o que la estén mirando; sus hermanos ya no son los mismos niños de antes y

ahora son más callados y más tristes; y ella, aunque trata de estar tranquila por sus hijos, sufre

de insomnio y se niega a creer que sus hermanos estén muertos; a veces ve niños en la calle

parecidos a ellos y se pregunta si estarán vivos, ya que se “nieg[a] a creer que estén muertos.”

El “dolor que sient[e] es inexplicable, como un pedacito de vida que se le va yendo a uno [de]

golpe”.
504

Después de lo que pasó la situación económica estuvo más difícil y no les alcanzaba para el

arriendo. Algunos de los hermanos sobrevivientes y su madre tuvieron que irse a vivir a una

casa de latas, aguantaron hambre y frío, y ella trataba de colaborar económicamente pero a

veces no tenía ni para ella y sus hijos. Su madre siempre tuvo qué comer antes de la masacre;

por eso es muy duro y cruel no tener nada. No recibieron mucho apoyo económico en la Red

de Solidaridad, sólo en dos ocasiones le ayudaron a pagar el arriendo.

Su madre está enferma del corazón y del estómago y le intentó dar trombosis; dichas

enfermedades tienen mucho que ver con lo que le pasó. Además, no la atendían porque no

tenía un carnet de desplazada.

El Estado es responsable de lo que pasó por haber abandonado la región; por ello, debe

responder, brindar apoyo económico y reparar a su madre y a ella por “la inestabilidad moral y

económica que les causó”. Justicia para ella sería que hicieran pagar a la gente que hizo eso,

que el Estado responda por los errores y que lo reconozca públicamente. “En vez de haber

justicia [para] los paramilitares los están cobijando y no se ayuda a las víctimas, y eso da rabia

y da impotencia”. Es importante saber la verdad y saber por qué lo hicieron y qué beneficio

sacaron de ello. Solicitó que “si los paramilitares […] tienen reclutados [a sus hermanos,] que

los dejen libres, que los hagan volver a casa, y si están muertos que los responsables paguen

por eso.”

f) Zuli Herrera Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y de Diego

Armando Martínez Contreras e hijastra de Gustavo Caicedo Rodríguez .


505

La finca de Mapiripán tenía comodidades, era espaciosa, estaba equipada y tenía animales. Su

marido y su padrastro trabajaban y cultivaban la tierra y derribaban árboles. Siempre había

para comer. Siempre tuvo una muy buena relación con su padrastro y con sus hermanos.

Antes del masacre ella se fue a Bogotá para dar a luz a su tercer hijo y cuando supo de la

masacre no pudo comunicarse con su familia. Sus familiares le decían que su familia estaba

toda muerta y que no podía ir para allá porque era peligroso. Para ella “fue una desesperación

muy grande saber eso.” Cuando habló con su madre y le contó lo sucedido “fue muy

doloroso”.

Al reunirse con el resto de su familia encontró a su madre “destrozada[, ya que] en un

momento perdió todo [lo que tenía], los niños más pequeños lloraban por el papá de ellos, por

sus hermanos y preguntaban todo el tiempo por ellos”. Su madre quedó muy mal y enferma;

siempre tiene mal genio y está triste. A sus hermanos “les dio muy duro”, porque aunque

estaban muy pequeños recuerdan todo y que no pueden olvidar.

Su vida cambió bastante, pues cuando regresó al campo tuvo que vivir separada de su esposo y

de su madre e inscribir a sus hijos en un internado. Después de la masacre, trabajó como

cocinera en una finca, pero a veces le tocaba pedir yuca o plátano para no tener hambre.

Cuando regresó a Bogotá hizo las gestiones de los desplazados y les tocó aguantar mucha

hambre; recibieron ayuda de la Red de Solidaridad y de la Cruz Roja, aunque tardaron más de

un año para que los apoyaran para el arriendo. Vivían en un rancho con lata y plástico, ni su

esposo ni ella tenían trabajo y “fue muy duro que los hijos [les pidieran] de comer y no tener

qué darles.”
506

Vive con miedo de que puedan volver a pasar esas cosas, no sabe en quién confiar, no cree ni

en la policía ni en el ejército. Además, “las autoridades no han investigado que pasó con [sus]

hermanos y [su] padrastro.”

Es muy importante que los responsables sean sancionados y que se haga justicia para que eso

no pase nunca más. El Estado no puede compensar todo el daño causado y tiene la culpa de

que hayan sido desplazados. Desea que Colombia reconozca su responsabilidad y que ayude

más a la gente de campo, a quienes cree paramilitares o guerrilleros, con vías, escuelas y

salud. Le gustaría que la Corte Interamericana “haga que se vea bien cómo son las cosas [y]

que hagan saber que si la gente colabora con la guerrilla es porque […] amenazan [con]

matarle a un hijo.”

f) Gustavo Caicedo Contreras, hermano de Hugo Fernando Martínez Contreras y de Diego

Armando Martínez Contreras e hijo de Gustavo Caicedo Rodríguez

Tiene 15 años de edad y tiene muchos recuerdos de su vida con su familia en Mapiripán,

cuando salían mucho a pasear con su padre y jugaba con sus hermanos. El día que tomaron a

su padre y a sus hermanos él estaba enfermo y su madre se puso a llorar. Ese día su hermana,

su madre y él lloraban mucho y querían buscar a su padre y hermanos, pero otras personas les

decían que no los buscaran porque los iban a matar. “A ellos no les importaban si eran niños o

bebés, se los llevaban por el sólo hecho de preguntar por el familiar que ellos tenían.”

Posteriormente, la familia salió para Anzuelo, para Bogotá –donde pasaron hambre y frío– y

para el Rincón de la India, donde se quedaron. Cuando en 2002 llegaron la guerrilla, los

paramilitares y el ejército otra vez a Mapiripán, sentía mucho miedo “porque estaba

estudiando como internado en una escuela. […] Era muy inseguro, había bombas, combates”.
507

Extraña a sus hermanos y no cree volverlos a ver. Llora cuando piensa en ellos. Le da rabia lo

que pasó. No se concentra en el estudio, pues piensa en su madre que está sola sin nadie que

la acompañe. Pierde evaluaciones por estar pensando en esas cosas o en que le pueda pasar

algo a su madre. Vive con miedo “porque a veces la gente dice que vienen los paramilitares.

El gobierno piensa que por […] estar viviendo allá es guerrillero”. Se ha sentido rechazado

por su condición de desplazado, “porque cuando estaba en Bogotá la gente lo miraba […]

medio raro por ser desplazado”. Ahora se siente mal porque donde vive “no t[iene] a nadie”.

Piensa que estarían mejor con su padre y que no les faltaría nada, pues ahora no sabe cómo

van a hacer con los libros y con la pensión.

Quiere recuperar todo lo que tenían en la finca y que le ayuden “con lo de la escuela para

seguir estudiando”.

g) Maryuri Caicedo Contreras, hermana de Hugo Fernando Martínez Contreras y de Diego

Armando Martínez Contreras e hija de Gustavo Caicedo Rodríguez

Tiene 14 años de edad. Su padre era “muy buena gente” y los cuidaba mucho. La familia

paseaba y la pasaban muy bien. Se sentía protegida por su padre y por sus hermanos; su

madre los cuidaba porque no tenía que trabajar. El día que tomaron a su padre y a sus

hermanos, la testigo, junto con tres de sus hermanos y sus padres, se dirigían de la finca al

pueblo a buscar servicios de salud para su hermano Gustavo. Cuando voltearon a ver, ya los

habían tomado. Vio gente llorando y diciéndoles que no volvieran a buscarlos porque los

matarían. Sin embargo, “los busca[ron] por todos lados y no los encontra[ron]”. Vio “gente

tirada en el río[ y a] unas personas que sólo tenían el cuerpo, pero no tenían ni manos, […] ni
508

cabezas”. Su madre y hermana lloraban mucho y [ella] sentía mucho miedo de que los fueran

a matar. Cuando recuerda todo eso siente ganas de llorar.

Su padre les daba todo lo que necesitaban y les pagaba el estudio. Al salir de Mapiripán

perdieron todo, aguantaron hambre y ella no pudo estudiar por dos años. Después vivieron en

un rancho de lata en Bogotá, en donde ella se enfermó por el frío que pasaban, y aunque los

doctores le daban medicina no le servía. Siente dolores muy fuertes de cabeza y no puede ver

bien. Además, tuvo problemas de apendicitis y problemas con su menstruación; el médico le

dijo que eran síntomas de trombosis. Ha tenido y continúa teniendo problemas para estudiar y

entender lo que los profesores le decían por estar pensando en su padre y sus hermanos. Los

profesores de su escuela en Bogotá la miraban mal por no llevar uniforme, pero no tenía plata

para comprarlo. Antes de salir de Mapiripán tenían muchas cosas y ahora no tienen nada.

Sigue pensando mucho en su padre y hermanos. Sus hermanos le hacen mucha falta. Llora

mucho, duerme mal a veces y tiene pesadillas en las que recuerda cómo mataban a la gente de

Mapiripán. Su padre le iba a festejar sus quince años y le había prometido comprarle una

moto; no recibirá el regalo prometido. Le gustaría volver a tener las mismas comodidades que

tenían antes y le parece importante que los responsables sean castigados.

h) Nadia Mariana Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia

Su padre era empleado de la alcaldía y trabajaba como despachador del aeropuerto. Describió

la llegada de los paramilitares a su pueblo, la manera en que cambió el ambiente por completo

y los comentarios que se hacían de que estaban matando gente.

El día que se llevaron a su padre de la casa “[t]odos [su]s hermanos estaban afuera llorando y

[su] mamá también estaba llorando con su niño enfermo”. En el momento de la captura, su
509

padre rogaba a los paramilitares que no lo mataran porque tenía 5 hijos, un hijo enfermo y su

esposa. Su hermana menor, Yinda, lloraba todo el tiempo. Al día siguiente, el inspector y el

alcalde llegaron a avisarles que los paramilitares habían matado a su padre y que su cuerpo

estaba en el aeropuerto. Su hermana Yinda agarraba fuertemente la fotografía de su papá y su

madre suplicaba. Nunca vieron muerto a su padre, pero la gente les contó que “lo habían

degollado, habían jugado fútbol con la cabeza […], y que su cabeza estaba a diez metros del

cuerpo.[…] No dejaban recoger los cuerpos, el que los fuera a recoger […] lo mataban los

paramilitares. […] El inspector le hizo un permiso a [su] mamá para que recogiera a [su]

papá[, a quien] envolvieron en una sábana y lo enterraron en una tumba en el cementerio, ahí

le acomodaron la cabeza. [Ella] sólo vi[ó] una pierna de [su] papá cuando él iba pasando en

una camioneta.” Nunca pudo ver la tumba de su padre y el día que lo enterraron su hermana

estaba muy alterada y triste.

Al enterarse de que habían matado a su padre lloró mucho, sintió mucha rabia, mucho dolor y

no sabía qué sería de su madre, sus hermanos y ella sin él, porque eran muy pequeños.

Posteriormente, su familia y ella se fueron para Villavicencio y vivieron en casa de unos

amigos de su padre durante un mes; recibían comida y ayuda de la pastoral social y de los

amigos, nada del gobierno. Tampoco en ese momento pudieron estudiar. A su madre le tocó

trabajar en casas de familia. Su padre les proveía los alimentos y les daba todo. Después de

su muerte han tenido que vivir muchas privaciones, ya que su madre escasamente les podía

conseguir la comida.

Tuvo que irse a un internado para poder volver a estudiar, aunque hubiera querido estar con su

madre. Extrañaba mucho a su familia y duró dos años sin querer estudiar pues

“psicológicamente estaba mal, no podía dormir bien, [tenía] pesadillas […] con personas que
510

perseguían a [su] padre y [a sus] hermanos. [Se] volvió agresiva. [C]reía que todo el mundo

era su enemigo”. Su vida cambió muchísimo desde que murió su padre, pues siempre había

vivido en un pueblo con sus dos padres y en su vida actual ya no es así. Le gustaría volver de

visita a Mapiripán, pero no para quedarse pues le trae malos recuerdos.

No había declarado antes y le da miedo hacer la presente declaración, ya que siempre siente

desconfianza. Justicia, para ella, sería que todos los que tuvieran que ver con lo sucedido a su

padre pagaran por el mal que les causaron.

i) Roland Andrés Valencia Sanmiguel, hijo de José Rolan Valencia

Tiene 11 años de edad y nació en Mapiripán. No recuerda bien cómo era su padre, pero sabe

que está muerto. Le hace falta tener un padre. Antes él vivía con su padre, madre y hermanos,

y ahora vive en una casa pequeña en Villavicencio. Mientras su madre trabaja, su hermana lo

cuida. Cuando sea grande, quiere ser policía “porque la policía ayuda a [otr]as personas”.

j) Yinda Adriana Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia

Cuando ella tenía 9 años, en 1997, en Mapiripán “se vivía bien, la gente vivía tranquila”.

Cuando estaban en Mapiripán a ella, a su madre y a sus hermanos no les faltaba nada, tenían

comida, techo, ropa y lo que necesitaban. Su padre trabajaba como despachador en la pista

durante el día, y algún tiempo fue dueño de un cinema.

Relató los hechos que sucedieron cuando llegaron los paramilitares a su casa, tiraron al suelo a

su padre y le amarraron sus manos hacia atrás. Ella se sintió muy mal al saber que él nunca

iba a regresar porque todos los que se habían llevado nunca regresaron. En ese momento su

madre rezaba mucho y sus hermanos lloraban desconsolados. Al día siguiente vio los pies de
511

su padre cuando lo transportaban al cementerio, se sintió mal y lloró mucho. El día del

entierro ella y su familia salieron de su casa para siempre y pasaron la noche en la clínica del

pueblo con miedo de que los mataran. Ella sabe que su padre murió degollado.

Posteriormente, estuvo internada por cuatro años en un colegio que no cobraba, otros niños

hablaban sobre la masacre y decían que la habían hecho los paramilitares, que habían matado a

muchas personas y que habían tirado los cuerpos al río.

Después de los hechos su vida cambió mucho. Al salir del pueblo, llegaron a la casa de unos

amigos de su padre que les brindaron comida y lugar para dormir. Sus hermanos menores se

quedaban solos, debido a que su madre debía trabajar en varios oficios, en casas de familias y

en restaurantes. A ella le tocó trabajar en un supermercado y en casas de familia para pagar lo

necesario para el estudio y para ayudar a su familia. Sin embargo, pasaron hambre muchas

veces y cuando querían algo no lo podían tener.

Extraña mucho a su padre, piensa mucho en él y en lo bien que lo pasaba, ya que su relación

con era “muy cercana y especial”. Cada mes visita a su madre. Justicia para ella sería que

encontraran a los responsables de la masacre y que el Estado les ayudara con el estudio.

k) Johanna Marina Valencia Sanmiguel, hija de José Rolan Valencia

Tiene 16 años de edad y describió como sucedieron los hechos de julio de 1997. Vió cómo se

llevaban a su padre. Su hermana Yinda lloraba y pedía que no se lo llevaran. La testigo, su

madre y sus hermanos también lloraban. “Pensaba que si se lo llevaban lo iban a matar,

porque ya había habido hartos muertos”. Al día siguiente que se llevaron a su padre les

dijeron que había muerto y que lo habían decapitado. Ese mismo día ella, su madre y sus
512

hermanos se tuvieron que ir para otro lado y quedarse en una clínica por miedo a que también

los mataran.

Después de la masacre sufrieron mucho y la vida se volvió más difícil. Se fueron a

Villavicencio y vivían en casa de unos amigos de su padre. Después “aguant[aron] hambre y

[su] madre tuvo que trabajar para conseguir la comida. [Ella] tuv[o] que empezar a cuidar a

[sus] hermanos desde los ocho años. [Tiene] un hermano con necesidades especiales y tuv[o]

que darle tetero y limpiarlo. También tuv[o] que cocinar[. A] veces t[ienen] que pedir

comida a los vecinos”.

Su vida sería mucho mejor si su padre estuviera vivo. Aunque sabe que no es posible, quiere

que le devuelvan a su padre. Es importante que los responsables sean castigados.

l) Carmen Johanna Jaramillo Giraldo, hijastra de Sinaí Blanco Santamaría

Cuando llegó a vivir a Mapiripán empezó a querer mucho a su padrastro, quien le empezó a

pagar los estudios y era “una persona muy amplia”.

Antes de que llegaran los paramilitares, la situación de seguridad estaba bien. Describió el

ambiente de terror vivido en el pueblo con la llegada de los paramilitares y que la gente

escuchaba que venían con una lista. Tuvo contacto con algunos de los paramilitares y vio a

muchos de ellos, incluso al “Mochacabezas”, quien mataba a la gente. Había rumores sobre

gente descuartizada y echada al río en pedazos. “Desde que ellos llegaran, ese pueblo parecía

fantasma. Cada ratico se escuchaba que se llevaban gente. Los paramilitares eran desalmados
513

[y] no tenían piedad del dolor de la gente.” Hubo muchos muertos y desaparecidos en

Mapiripán, incluida una familia entera desaparecida con un niño de meses de nacido.

Un día después de que los paramilitares se llevaron a su padrastro, su madre y ella –quien

tenía 16 años en ese entonces– salieron a buscarlo y encontraron su cuerpo en el puesto de

policía. “Cuando [se] acerc[ó] […] lo conoci[ó], […] era [su] papá. [Ella se sentó] a su lado y

perdi[ó] noción de todo, casi [se vuelve] loca, lo iban a tapar, [ella] decía[: N]o lo tapen que él

se va a despertar. [Se agachó] a su lado y levant[ó] su cabeza en [sus] piernas, y tenía la

garganta cortada. [Su] papá tenía cortaduras en la carita, lo habían amarrado con un nylon

negro[. Ella dijo: ¿P]or qué lo amarraron si él no era malo? [Se quedó] con él llorando por tres

horas hasta que [la] sacaron del lugar.”

Además del cuerpo de su padrastro vio otros cadáveres y a una señora jalando el cuerpo de su

esposo con la cabeza en la otra mano para unirla. Eso le provocaba sentimientos de rabia e

impotencia por no poder hacer nada. Su madre llamó al alcalde y al inspector de policía para

que hicieran el levantamiento del cuerpo pero dijeron que no podían. “Los paramilitares

decían que donde matan una persona ahí se queda. [Su] papá fue la única persona que sacaron

del pueblo [pues] la familia de [él] en San Martín mandó una avioneta para sacarlo. [Lo]

enterra[ron] en San Martín”.

Salieron para Villavicencio y allá no dormía, pero tuvo apoyo de su novio, quien la ayudó a

salir de eso “porque si no [se] muer[e]”. Después su madre y ella se fueron para Acacias

porque les dijeron que las andaban buscando para matarlas. Cuando regresó a Mapiripán un

año después fue muy duro para ella volver y pasar por donde mataron a su padrastro. Luego

se fue a Villavicencio a tener a su hijo y no ha vuelto a Mapiripán por miedo. A veces no


514

puede dormir por la tristeza. Quiere cambiarse su apellido por el de su padrastro, pero no se lo

han permitido.

Su vida después de la masacre cambió mucho y tuvo que abandonar sus estudios. Ella y sus

hermanos recibían de su padrastro todo lo que necesitaban. Su padrastro le había ofrecido

pagarle la universidad; por tanto, ella hubiera sido profesional, y quería estudiar idiomas y

viajar. Sin embargo, a ella y a su madre les tocó aguantar hambre y vender cosas en la calle.

Su madre cosía todo el día para ganar dinero. Su madre casi muere, ya que no se alimenta y,

además, sufrió un preinfarto.

Es importante que los responsables sean castigados y que paguen por lo que hicieron. El

Estado tiene responsabilidad por lo que pasó en Mapiripán.

m) Luis Guillermo Pérez, abogado de derechos humanos

Asumió la posición de abogado de la parte civil en la representación en el proceso penal por la

masacre de Mapiripán, asignado a la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de

la Nación. Al respecto, denunció irregularidades en cuanto al vínculo entre los paramilitares y

el ejército, así como la impunidad de la justicia penal militar. Además, presentó denuncias que

lo hicieron tener que presentarse a declarar ante la Fiscalía, como posible responsable de

supuestas amenazas sufridas por miembros del ejército, que estaban recluidos por otros

hechos. Aunado a lo anterior, la tutela por él interpuesta ocasionó que el proceso regresara a

la justicia penal ordinaria. Por otro lado, se inició persecución en su contra. Existían rumores

de que su asesinato ya había sido ordenado y su trabajo como defensor de derechos humanos

fue infiltrado. Al recibir información que le confirmó que los preparativos de su asesinato ya
515

estaban en curso, abandonó Colombia, donde ha regresado solamente por días, pero ha tenido

que radicarse definitivamente en el extranjero.

Por otro lado, el señor Morales Marín manifestó que la Fiscalía había escogido el caso de

Mapiripán como uno de los casos a investigar por violación de derechos humanos.

b) Luz Mery Pinzón López, compañera de Jaime Riaño Colorado y hermana de Enrique,

Jorge, Luis Eduardo y José Alberto Pinzón López

En julio de 1997 vivía en vereda de la Cristalina con su compañero, con sus hermanos

Enrique, Jorge, Luis Eduardo y José Alberto Pinzón López, con su hija Esperanza Pinzón y

con su madre. Trabajaba en la Cristalina con Marco Tulio Bustos.

Después de la masacre salió de la Cristalina a buscar refugio. Pasó por la Cooperativa, donde

vio brazos y piernas tirados en el suelo. Pasó una noche en Mapiripán antes de irse para

Villavicencio con su madre, su hermana, su hija y sus hijos pequeños, pues temía que

“también [la] llevaran[ y la] desaparecieran como se llevaron a [su] esposo [y] hermanos.”

Ella y sus hermanos mantenían a su madre. Además, sus hermanos mantenían a sus hermanas

que estudiaban. Después de que ellos desaparecieron “fue terrible […]; ya no era lo mismo,

ya no hubo estudio, ya no hubo nada, todo se acabó. [Tuvieron que] aguantar hambre,

desnudez, quedar […] en la calle.”

Jaime Riaño Colorado, su compañero por siete años, era un hombre muy bueno y siempre la

pasaban bien. A ella le afectó “terriblemente” su desaparición, pues no tenía quien le ayudara

a ella y a sus hijos. Si él viviera, sus hijos y ella estarían en otras condiciones sin que les

faltara nada.
516

Su madre se vio muy afectada por los hechos y murió “de ver que [su]s hermanos se

desaparecieron [y también su] esposo”. También fue terrible para sus hijos ver que se llevaban

a sus tíos y a Jaime Riaño Colorado. En ocasiones su madre la culpaba por haber llevado a

trabajar a sus hermanos a la Cristalina.

Fue obligada a desplazarse. Lo que tenía antes de la masacre –la finca y los animales– “se

perdió o se acabó.” Sin embargo, la Red de Solidaridad y el Instituto Nacional de Vivienda de

Interés Social y Reforma Urbana (INURBE) le dieron una casa a su nombre y al de sus hijos.

Después de la masacre fue amenazada en Acacías por la misma gente que se llevó a su esposo

y a sus hermanos.

No ha visto que el Estado haga algo para averiguar el paradero de sus hermanos y de su

compañero. Ella no denunció lo ocurrido pues le “dio miedo” y vive nerviosa de que le pase

algo. Le da miedo rendir esta declaración porque “no s[abe] cómo será su llegada a

Colombia”.

Le gustaría ver el cuerpo de sus hermanos y compañero. Sin embargo, le gustaría verlos vivos

y guarda “la esperanza siempre [de que] vuelvan”. A veces también piensa que están muertos.

Le gustaría que castigaran a los responsables, ya que “duele mucho [que] hagan esas cosas sin

uno saber porqué”. Le gustaría que les ayudaran económicamente para el estudio de sus hijos

y que les dieran todo lo que tenían antes.

c) Mariela Contreras Cruz, madre de Diego Armando y Hugo Fernando Martínez Contreras y

esposa de Gustavo Caicedo Contreras


517

Vivía a hora y media de Mapiripán con su esposo y sus 7 hijos. Su casa era de madera; tenía

electrodomésticos, ganado, gallinas, cerdos y chivos.

Cuando estaban en Mapiripán sus hijos se escaparon y le contaron que habían visto pedazos de

cuerpos. Al salir de Mapiripán anduvieron a pie “de finca en finca” por un mes hasta que

llegaron a El Anzuelo. Ya no tenían comodidades y los “niños perdieron tiempo en el

estudio”. Posteriormente, tuvieron que salir de ahí porque los paramilitares “encendieron” el

pueblo y los amenazaron. Como ella “estaba […] traumatizada con lo que había pasado”, se

fue con sus hijos para Villavicencio pero, como el Estado no les brindó mucho apoyo, se fue a

Bogotá, donde la apoyaron con un “mercado” hasta cinco meses después.

En Bogotá estuvo un tiempo en casa de su hija, quien tuvo problemas con su marido pues ella

estaba enferma y él tenía que trabajar para mantenerlos. A ella le “tocó hasta pedir limosna”.

Después, la testigo y sus hijos menores se mudaron a “una casa encerrada en latas […] y

plásticos” que era de su hermano. Sus hijos lloraban de hambre, pues ella no conseguía

trabajo. Nunca ha regresado a su casa porque “piensa [que la] pueden matar […] también, con

[su]s hijos.”

Como no vio muertos a sus hijos y esposo se “ha[ce] la idea que ellos están vivos”. Sin

embargo, cree que nunca verá los cadáveres. Siente tristeza y soledad, ya que no tiene “nada y

moralmente est[á] destrozada por la falta de [su]s hijos y [su] esposo”. Sus demás hijos están

muy traumatizados y lloran mucho. Ella no puede dormir tranquila y sueña “cosas tremendas”

de sus hijos y su compañero.


518

Desde la desaparición de su esposo y sus dos hijos se ha sentido muy enferma. Dos años

despúes le dio hepatitis y tiene cirrosis. También sufrió de paludismo cerebral y ha estado en

cama sin nadie que la apoye.

Ha conversado con cerca de veinte personas desplazadas de Mapiripán, quienes le han contado

que perdieron a familiares durante los hechos. Les comentó del presente caso y le dijeron que

“ni muertos decían nada, porque ellos sabían que corrían peligro y [l]e dijeron […] que no lo

siguiera haciendo porque tenía el lazo al cuello.” Ella siente “bastante temor” por haber

declarado, sobre todo cuando regrese a Colombia.

Quiere que se haga justicia “porque ha[y] muchos que est[án] sufriendo”. La justicia es

necesaria “para que no sigan masacrando la gente”. Solicitó “que se acuerden que [ellos

tienen] la vida en un hilo [y que] recuerden que […] también so[n] Colombia y t[ienen]

derecho a la vida. [Asimismo, solicitó] que [les] den la oportunidad de criar [a sus] hijos y

seguir adelante”.

d) Nory Giraldo de Jaramillo, compañera de Sinaí Blanco Santamaría

El día de los hechos se llevaron a su esposo por la noche y al día siguiente en la mañana ella y

su hija encontraron su cuerpo degollado y “amarrado con una piola en los brazos hacia atrás”.

Después lo sacaron en una avioneta y lo sepultaron en San Martín.

Ella trabajaba con su esposo en un negocio; vivían cómodamente y todo lo que tenían era

propio. Sin embargo, “todo se perdió cuando [ella] sali[ó] de allá”.

Fue obligada a desplazarse de Mapiripán, porque cuando mataron “a [su] esposo era la lógica

que [ella] tenía que salir de allá”. Su vida cambió “totalmente [pues] la vida para un
519

desplazado es muy dura porque [se] siente miedo de todo, no [hay] forma de trabajar, no [se]

tiene forma de sustento, [se] tiene que acudir hasta a mendigar una caridad de cualquier

persona que se la quiera dar”.

La muerte de su compañero afectó la vida familiar “muchísimo, moralmente,

económicamente, todo, en todas formas”. Ella jamás volvió a ser la misma y cada vez que

recuerda “el dolor es terrible”. Siente “dolor, desespero, rabia, por todo el daño que [le han

hecho]”. Siente miedo por sus hijos.

Justicia, para la testigo, “significa un bienestar para [ella] y [sus] hijos y que castiguen a los

culpables”.

e) Marina Sanmiguel Duarte, esposa de José Rolan Valencia

El día de los hechos su esposo fue sacado de su casa delante de ella y de sus hijos por un

grupo paramilitar, quienes lo “amarraron con las manos atrás y se lo llevaron de la casa”. Al

día siguiente lo encontró “por el lado de la pista y la carretera, el cuerpo estaba hacia un lado y

la cabeza de él estaba al otro lado”.

Se vio obligada a desplazarse de Mapiripán porque “pens[ó] que ellos volvían, porque ellos sí

lo habían dicho de que ellos volvían otra vez”. Como desplazada se siente rechazada por la

gente y no es fácil conseguir trabajo en ninguna parte.

La muerte de su esposo y padre de sus hijos ha afectado “el rendimiento académico [de éstos]

y [su] ánimo […] no es igual[. Además,] les ha tocado prácticamente criarse solos en la casa

porque [ella] no h[a] podido estar con ellos”. Siente miedo por su declaración rendida ante la
520

Corte por “su llegada al sitio donde viv[e], porque hay mucha gente de esa y no sab[e] qué

pueda pasar”.

Piensa que el Estado puede hacer “algo para que [sus] hijos sigan estudiando y para poder

darle un buen tratamiento a [su] hijo […] enfermo y para poder sobrevivir un poco mejor,

tener una vida mejor”. Para ella justicia significa que “todas las personas que están

involucradas en esta masacre paguen […] por todo lo que hicieron y que no se vuelva a repetir

en ninguna parte”.

f) Viviana Barrera, hija de Antonio María Barrera

Vivía en Villavicencio cuando ocurrieron los hechos y visitaba a su padre cada tres o cuatro

meses. Al enterarse de lo ocurrido se trasladó a Mapiripán, donde le informaron que habían

matado a su padre. Ella pidió ver el cadáver pero le dijeron que no era posible pues “había

sido destrozado”.

Su padre deseaba lo mejor para ella y sus hijos; él les compró una casa en Mapiripán –donde

vive ahora– y “trató de dar[les] todo lo que necesita[ban].” Su padre le mandaba el dinero para

el arriendo de su casa en Villavicencio y mantenía a la testigo y a sus cinco hijos, incluyendo

el estudio.

Después de los hechos su vida cambió mucho; tuvo que trabajar y que cambiarse de casa a

otra “menos costosa y humilde”. Desde entonces le han faltado muchas cosas

económicamente. Además, le falta apoyo moral y siente “un vacío inmenso y una tristeza

muy grande”.
521

El hecho de vivir actualmente en Mapiripán le produce “un gran temor porque hace un año [l]e

tocó sacar [a Medellín] a [su] hijo mayor porque los paramilitares lo amenazaron”.

Para ella, justicia “es que los que hicieron eso […] pag[uen] de alguna manera […] sea quien

sea [para] que nada de esto v[uelva] a suceder así y que no […] queden impunes tantas cosas”.

Además, solicitó “que hagan algo realmente productivo por [Mapiripán] ”.

“Respecto del contexto histórico de Mapiripán y la ocurrencia de la masacre

96.21 El Municipio de Mapiripán es un territorio de 11.400 km2, ubicado en el extremo

sureste del Departamento del Meta a 530 km de distancia del Municipio de Villavicencio.

Actualmente, para llegar a Mapiripán vía terrestre se requieren aproximadamente nueve horas

desde Villavicencio y un día y medio desde San José del Guaviare, capital del Departamento

del Guaviare. Por vía aérea, se requiere aproximadamente media hora desde este último

lugar29.

96.22 El departamento del Meta es considerado como un importante productor de coca y

amapola, así como un lugar de ganadería y agricultura30.

96.23 Al inicio de la década de los años noventa, grupos paramilitares, varias organizaciones

de narcotraficantes y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (en adelante “las

FARC”) intentaban controlar la zona donde se encuentra el municipio de Mapiripán 31 .

29
Cfr.informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales
presentados por el Estado, folio 4990).
30
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis); declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa,
rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30,
folios 3400 y 3401), y declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas
o autenticadasante fedatario público, folio 4623).
31
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis), y declaración del señor José Luis Parra Vásquez,
rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 23 de junio de 1998 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 17,
folio 3097).
522

Asimismo, dada la importancia estratégica del área, el grupo paramilitar de las AUC lanzó una

campaña armada para aumentar su control sobre el territorio32.

96.24 En el año 1997 el municipio de Mapiripán se encontraba bajo la jurisdicción del

Batallón “Joaquín París” de San José del Guaviare, el cual estaba adscrito a la VII Brigada del

Ejército Nacional de Colombia, con sede en Villavicencio 33. Existía una tropa denominada

Brigada Móvil II que estaba adscrita al Comando de Operaciones Especiales de

Contraguerrilla. En julio de 1997 la VII Brigada del Ejército estaba bajo el mando del General

Jaime Humberto Uscátegui Ramírez, la Brigada Móvil II se encontraba al mando del

TenienteCoronel Lino Hernando Sánchez Prado y el Batallón Joaquín París de San José del

Guaviare estaba al mando del Coronel Carlos Eduardo Ávila Beltrán. No obstante, del 8 al 19

de julio del 1997 el entonces MayorHernán Orozco Castro estaba al mando del Batallón

“Joaquín París” de San José del Guaviare, ya que suplía al Coronel Carlos Eduardo Ávila

Beltrán, quien se encontraba de vacaciones34.

96.25 En el sitio conocido como “El Barrancón”, cercano a los municipios de Charras y

Mapiripán, se encontraba apostada la Infantería de Marina. La presencia de la Fuerza Pública

se extendía al aeropuerto de San José del Guaviare, controlada por el Ejército y la Policía

Antinarcóticos. El Batallón “Joaquín París” se encontraba a cargodel aeropuerto35.

32
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis), y resolución de acusación de 16 de noviembre de
1999 emitida por la Fiscalía General de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 1, folios 42 y 43).
33
Cfr. resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos a la
demanda, anexo 20, folio 320).
34
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá (expediente
de prueba presentada por el Estado, folios 4746 a 4749); resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional de Derechos
Humanos (expediente de anexos a la demanda, anexo 20, folio 320); fallo disciplinario de 24 de abril de 2001 emitido por la Viceprocuraduría
de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 61, folio 1108), y declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de
febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4625).
35
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá (expediente
de prueba presentada por el Estado, folios 4741, 4742, 4738, 4745, 4748 y 4749).
523

96.26 Durante julio de 1997 la Brigada Móvil II se dedicó a labores de entrenamiento en “El

Barrancón”, sitio cercano a los municipios de Charras y Mapiripán36.

96.27 A principios de 1997 las AUC llevaron a cabo varias reuniones con el fin de organizar

su incursión en la zona de Mapiripán y los habitantes de dicho municipio fueron declarados

objetivo militar por el jefeparamilitar Carlos Castaño Gil, porque, “según él, allí operaba un

frente consolidado de la subversión, con el dominio absoluto de un territorio apropiado para el

ciclo completo en materia de narcotráfico, cultivo, procesamiento y comercialización”37.

96.28 Cuando las autodefensas llegaron al Municipio de Mapiripán, durante los hechos de

julio de 1997, no estaban en el pueblo ni el Alcalde ni los funcionarios de la alcaldía38.

Los hechos de julio de 1997:

96.29 Los párrafos 96.30 a 96.47 contenidos en esta sección son los hechos que este Tribunal

tiene por establecidos con base en el reconocimiento de responsabilidad efectuado por el

Estado, que comprende “los hechos señalados en el literal B del Capítulo VI ‘Los hechos de

julio de 1997’ de la demanda presentada por la Comisión Interamericana” (supra párr. 34).

96.30 El 12 de julio de 1997 aproximadamente un centenar de miembrosde las AUC

aterrizaron en el aeropuerto de San José de Guaviare en vuelos irregulares procedentes de

Neclocí y Apartadó y fueron recogidos por miembros del Ejército sin que éstos últimos

practicaran ningún tipo de control.

36
Cfr. sentencia de 15 de febrero de 2005 emitida por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá (expediente
de prueba presentada por el Estado, folios 4746 a 4749).
37
Cfr. resolución de 21 de junio del 1999 emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos a la
demanda, anexo 20, folio 320); declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones
rendidas o autenticadas ante fedatario público, folio 4623), y resolución de acusación de 16 de noviembre de 1999 emitida por la Fiscalía
General de la Nación (expediente de anexos a la demanda, anexo 1, folio 42).
38
Cfr. declaración de testigo bajo reserva, rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 24 de julio de 1997 (expediente de anexos
al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 29, folio 3389), y declaración jurada rendida por la perito Robin Kirk el 15 de febrero del 2005
(expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4623).
524

96.31 Según la Fiscalía General de la Nación, el Ejército colombiano permitió el aterrizaje de

las aeronavesque transportaban a dichos paramilitares, sin practicar ningún tipo de registro o

anotación en los libros, y que abordaran libremente los camiones que allí esperaban al grupo,

“como si se tratara de una operación militar, exceptuada habitualmente de este control”.

96.32 El Ejército colombiano facilitó el transporte de los paramilitares hasta Mapiripán. Los

paramilitares fueron transportados desde el aeropuerto en dos camiones tipo “reo” de los que

usualmente utiliza el Ejército, los cuales fueron autorizados para acceder a la pista ante una

llamada efectuada por una persona que se identificó como oficial del Batallón “Joaquín París”.

Los camiones se dirigieron a un paraje cercano a la llamada “Trocha Ganadera” que conduce

al llano y selva adentro. En la carretera, se les unieron paramilitares de Casanare y Meta y

desde allí, por vía fluvial, pasando por “El Barrancón” –donde se encontraban la Brigada

Móvil II y la Infantería de Marina– continuaron su recorrido sin inconvenientes hasta Charras,

en la orilla opuesta al río Guaviare, frente a Mapiripán. Durante el recorrido de San José del

Guaviare a Mapiripánlos miembros del grupo paramilitar transitaron sin ser detenidos por

áreas de entrenamiento de las tropas de la Brigada Móvil II, esta última bajo el mando del

Coronel Lino Hernando Sánchez Prado.

96.33 El 14 de julio de 1997 las AUC irrumpieron en el poblado de Charras, reunieron a los

habitantes en la plaza principal y les repartieron la revista “Colombia Libre”, con un inserto

titulado “Al Pueblo de Guaviare”, firmado por el “Frente Guaviare” de las AUC, que

amenazaba de muerte a todo aquel que “pagara impuestos” a las FARC.

96.34 Al amanecer del 15 de julio de 1997, más de100 hombres armados rodearon Mapiripán

por vía terrestre y fluvial. Los hombres que conformaban el grupo paramilitar vestían prendas
525

de uso privativo de las Fuerzas Militares, portaban armas de corto y largo alcance, cuyo uso

era monopolio del Estado, y utilizaban radios de alta frecuencia.

96.35 Al llegar a Mapiripán, los paramilitares tomaron control del pueblo, de las

comunicaciones y de las oficinas públicas y procedieron a intimidar a sus habitantes, y a

secuestrar y producir la muerte de otros. Las declaraciones del señor Edison Londoño Niño,

miembro de la Brigada Móvil II, sobre la colaboración entre los miembros del Ejército y las

AUC, revelan que ésta no se limitó a abstenersede impedir su llegada a Mapiripán, sino que

también involucró el suministro de pertrechos y comunicaciones.

96.36 El señor Leandro Iván Cortés Novoa, en ese entonces Juez Promiscuo municipal de

Mapiripán, alarmado por la incursión de las AUC, se comunicó con la Procuraduría Delegada

para Derechos Humanos y con el Tribunal Superior del Distrito Judicial del Meta, el cual se

abstuvo de realizar actuaciones investigativas. Asimismo, el señor Cortés Novoa reportó la

situación y la presencia de Carlos Castaño Gil al Coronel Hernán Orozco Castro, comandante

del Batallón “Joaquín París”. Una declaración del señor Leonardo Iván Cortes Novoa rendida

bajo reserva de identidad ante la Fiscalía General de la Nación indica que:

El 14 de julio de 1997, a las cuatro y media de la mañana, llegaron aproximadamente

120 sujetos armados, quienes informaron que venían [...] del Urabá Antioqueño, eran

de las autodefensas del Urabá y Córdoba de Carlos Castaño Gil, y habían llegado de

San José del Guaviare en un avión Hércules de las Fuerzas Armadas.

Esos sujetos todos los días, a eso de las 7:30pm mediante órdenes de imperativo

cumplimiento, hacían apagar la planta generadora de energía eléctrica y todas las

noches, por unas rendijas, yo miraba pasar gente secuestrada, con las manos amarradas
526

atrás y amordazadas en la boca, para ser cruelmente asesinadas en el matadero de

Mapiripán. Escuchábamos todas las noches gritos de personas que estaban siendo

torturadas y asesinadas, pidiendo auxilio[...]

……asesinaron varias personas conocidas del pueblo; Don Sinaí Blanco, un

comerciante de gasolina que cobraba un impuesto que lo obligaba las FARC; Ronald

Valencia, empleado de la alcaldía, […] lo torturaron, lo asesinaron y lo degollaron, y

dejaron su cabeza en la mitad de la calle que va para el colegio, y dejaron el cuerpo

cerca de la pista; y el señor Anselmo Trigos, por (colaborar con) la guerrilla39.

96.37 El 15 de julio de 1997 el General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez tuvo

conocimiento de la presencia de las AUC en Mapiripán y del inminente atentado contra la vida

de sus habitantes. En efecto, el Mayor Hernán Orozco Castro envió al señor Brigadier General

Jaime Humberto Uscátegui, Comandante de la VII Brigada, un memorando de información

urgente donde informaba sobre la incursión y pronosticaba la violación de derechos

fundamentales de la población de Mapiripán.

96.38 La Fiscalía General de la Nación concluyó que el Brigadier General Jaime Humberto

Uscátegui Ramírez, Comandante de la Brigada VII, y el Coronel Lino Hernando Sánchez

Prado, Comandante de la Brigada Móvil II, exhibieron completa inactividad funcional y

operativa a pesar de tener conocimiento sobre la masacre. Más aún, dicha Fiscalía determinó

que ante el arribo de las AUC, se dispuso la movilización de las tropas del Batallón Joaquín

París desde San José de Guaviare hacia otras localidades, dejando desprotegidas a las

poblaciones de dicho lugar y de Mapiripán. El Teniente Orozco Castro declaró que cuando se

39
Cfr. declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa, rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folios 3400 y 3401)
527

hizo necesario enviar fuerzas militares a Mapiripán, éstas estaban desplegadas en otras

localidades tales como Puerto Concordia, el Retorno y Calamar. A su vez, el 15 de julio de

1997 se dispuso la movilización de las últimas compañías del Batallón Joaquín París hacia

Calamar, a pesar de que no existía confirmación sobre incidentes de perturbación del orden

público en este lugar. La movilización de las tropas del Ejército fue injustificada y se basó en

conjeturas o simples contingencias.

96.39 Los testimonios de los sobrevivientes indican que el 15 de julio de 1997 las AUC

separaron a 27 personas identificadas en una lista como presuntos auxiliares, colaboradores o

simpatizantes de las FARC y que estas personas fueron torturadas y descuartizadas por un

miembro de las AUC conocido como “Mochacabezas”. Los paramilitares permanecieron en

Mapiripán desde el 15 hasta el 20 de julio de 1997, lapso durante el cual impidieron la libre

circulación a los habitantes de dicho municipio, y torturaron, desmembraron, desvisceraron y

degollaron aproximadamente a 49 personas y arrojaron sus restos al río Guaviare. Además,

una vez concluida la operación, las AUC destruyeron gran parte de la evidencia física, con el

fin de obstruir la recolección de la prueba.

96.40 Los testimonios dan cuenta de que José Rolan Valencia, despachador del aeropuerto,

fue degollado; Sinaí Blanco Santamaría golpeado y asesinado a disparos; Antonio María

Barrera, alias “Catumare”, torturado durante varias horas y luego descuartizado. Gustavo

Caicedo Rodríguez y los hermanos Hugo Fernando Martínez Contreras y Diego Armando

Martínez Contreras, de 15 y 16 años respectivamente, fueron asesinados junto al

afrodescendiente conocido como “Nelson”, además de José Alberto Pinzón López, Luis

Eduardo Pinzón López, Jorge Pinzón López y Enrique Pinzón López. Además de dichas

personas, un auto de 12 de abril de 2000 de la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior del
528

Distrito Judicial señala que “desafortunadamente al parecer fueron muchos más los

desaparecidos sobre quienes no se tienen datos” y en el sitio denominado la Cooperativa

[resultaron muertos] Álvaro Tovar Morales, Jaime Pinzón y Raúl Morales. A su vez, la

resolución de la Procuraduría General de la Nación de 24 de abril de 2001 (infra párr. 96.134),

mediante la cual se destituye del cargo al Brigadier General Uscátegui, indica que entre el 15 y

20 de julio de 1997 se dio muerte en el municipio de Mapiripán a un N.N. de sexo masculino y

Pacho N.N., y que en la inspección de la Cooperativa fueron asesinados N.N. Morales de sexo

masculino y Teresa N.N. y añade “[...] y un número indeterminado de personas.”

96.41 Como consecuencia del modus operandi empleado para aterrorizar a la población,

perpetrar la masacre y destruir y desechar los cuerpos de las víctimas, no resultó posible para

las autoridades identificarlas plenamente. Como ejemplo, los paramilitares impidieron que el

Juzgado de Mapiripán realizara el levantamiento de un cadáver que había flotado hacia el

puerto de “El Matadero”.

96.42 La fuerza pública llegó a Mapiripán el 22de julio de 1997, después de concluida la

masacre y con posterioridad a la llegada de los medios de comunicación, cuando los

paramilitares ya habían destruido mucha de la evidencia física.

96.43 La incursión de los paramilitares en Mapiripán fue un acto minuciosamente planeado

desde varios meses antes de la masacre, ejecutado con previsiones logísticas y con la

colaboración, aquiescencia y omisión de miembros del Ejército. La participación de agentes

del Estado en la masacre no se limitó solamente a facilitar el ingreso de las AUC a la región,

ya que las autoridades tuvieron conocimiento del ataque perpetrado contra la población civil

en Mapiripán y omitieron adoptar las medidas necesarias para proteger a los miembros de la

comunidad.
529

96.44 Las omisiones de la VII Brigada no se equiparaban aun simple incumplimiento de su

deber legal de controlar la zona, sino que, según la Fiscalía General de la Nación, involucró

“abstenciones en necesaria connivencia con la agrupación armada ilegal, así como en actitudes

positivas eficaces tendientes a que los paramilitares lograran su propósito, pues

indudablemente sin ese concurso no hubieran logrado actuar”.

96.45 El Brigadier General Jaime Humberto Uscátegui Ramírez habría adoptado medidas

tendientes a encubrir la omisión. Por ejemplo, habría ordenado al Teniente Coronel Orozco

Castro modificar el contenido del Oficio 2919 de 15 de julio de 1997 que informaba sobre los

hechos que estaban ocurriendo en Mapiripán. En este sentido, el Teniente Orozco Castro

declaró que transcurrido un mes de enviado el oficio original:

[…] empezaron las presiones, las insinuaciones para que cambiara el oficio. [El]

General Jaime Humberto Uscátegui [lo] llamaba a diario preocupado por ese oficio

original[. El Teniente Orozco Castro tenía en su] poder el original y [se] vi[ó] en la

obligación de cambiarlo por salvar el prestigio de un General, por evitar un escándalo,

en fin estaba supremamente asustado, recib[ió] amenazas indirectas y no encontr[ó]

otra opción para [su] tranquilidad que la de cambiar ese oficio.

96.46 Las omisiones de la VII Brigada se extendieron a la falta de colaboración con las

autoridades judiciales que intentaron llegar al lugar de los hechos. En este sentido, el señor

José Luis Parra Vásquez, Fiscal Doce Delegado ante Jueces Regionales, adscrito a la

investigación, declaró que:

Pese a que se encontraban cuatro o cinco helicópteros […] estacionados en el Batallón

Joaquín París, no se [les] prestó ninguno para desplazar[se] con el delegado de la


530

Presidencia hasta Mapiripán, puesto que estaban a órdenes del General Harold Bedoya

y del General Manuel José Bonet, quienes se encontraban en […] el Barrancón en el

departamento de Guaviare, a unos cinco minutos de vuelo de San José. […] El

desplazamiento finalmente se logró 24 hrs. después en un avión de la Policía

Antinarcóticos […].

En consecuencia, la Fiscalía, junto con miembros dela Fuerza Pública y un delegado de la

Presidencia de la República lograron ingresar a Mapiripán hasta el 23 de julio de 1997.

96.47 La metodología empleada en la ejecución de la masacre y la destrucción de los cuerpos

de las víctimas, sumados al terror sembrado entre los habitantes sobrevivientes de Mapiripán

para causar su desplazamiento, han obstaculizadola plena identificación de las víctimas de la

masacre, a pesar del hecho que existe certeza sobre el elevado número de personas torturadas

y asesinadas durante esos días de julio de 1997.

Respecto de las personas ejecutadas y desaparecidas

96.48 Si bien no se ha determinado con exactitud el número de personas retenidas, torturadas,

ejecutadas y/o desaparecidas en la masacre de Mapiripán, se ha aceptado que fueron

aproximadamente 49. Es posible que algunas de las personas desaparecidas o ejecutadas

fueran parte de la población flotante del municipio40.

96.49 Al respecto, la propia Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía

General de la Nación manifestó que

40
Cfr. resolución de medidas de aseguramiento de 20 de mayo del 1999, emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos
Humanos (expediente de anexos a la demanda, anexo 35, folio 497); resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de
la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis); resolución
de 12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá (expediente de
anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66), y declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa, rendida ante la Fiscalía General de la
Nación el 21 de agosto de 1997 (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folio 3399 y 3400).
531

[…] una vez consumada la masacre de Mapiripán [fue] el mismo Carlos Castaño Gil

quien ante los medios de comunicación y como “parte de victoria” indic[ó] que fueron

49 las personas dadas de baja en la incursión paramilitar en Mapiripán, lo que permite

establecer en forma tentativa un número estimado de víctimas, afirmación que apoyada

en la del doctor Leonardo Iván Cortés Novoa al destacar éste que fueron

aproximadamente 26 las personas asesinadas y desaparecidas, y que sumados a los

informes de inteligencia realizados por miembros de la fuerza pública que se

encontraban desarrollando labores encubierta en la zona, señalan que fueron 30

aproximadamente, además de lo sostenido por el mismo confeso paramilitar José

Pastor Gaitán Ávila que refiere haber contado 23 personas asesinadas. Lo expresado

permite así advertir que las víctimas fueron en gran número, que no pudo ser menos de

veinte. […]41

96.50 Por su parte, Carlos Castaño Gil, jefe del grupo paramilitar, manifestó a los medios de

comunicación que lo acontecido en Mapiripán “fue el combate más grande que han tenido las

autodefensas en su historia. Nunca habíamos dado de baja a 49 miembros de las FARC ni

recuperado 47 fusiles[. …] Va a haber muchos más Mapiripanes […]”42.

96.51 De las personas ejecutadas o desaparecidas se ha establecido la identidad de los

señores José Rolan Valencia, Sinaí Blanco Santamaría, Antonio María Barrera Calle, alias

“Catumare”, Álvaro Tovar Muñoz, alias “el tomate”, Gustavo Caicedo Rodríguez, Jaime

41
Cfr. resolución de acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de
anexos a la demanda, anexo 42, folio 707).
42
Cfr. resolución de acusación de 7 de abril de 1999 emitida por la Fiscalía de la Unidad Nacional de Derechos Humanos
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 27, folio 3207 bis).
532

Riaño Colorado, los hermanos Enrique, Luis Eduardo, Jorge y José AlbertoPinzón López, así

como de los menores de edad Hugo Fernando Martínez Contreras y Diego Armando Martínez

Contreras43.

96.52 Según información aportada por el Estado en su escrito de alegatos finales y en un

documento de 6 de abril de 2005 suscrito por la Fiscalía General de la Nación, consta que en

el proceso penal en curso se ha individualizado a Jaime Pinzón, Raúl Morales, Edwin Morales,

Manuel Arévalo, Omar Patiño Vaca, Eliécer Martínez Vaca, Uriel Garzón y Ana Beiba

Ramírez, y se ha señalado a Agustín N.N., al “presidente de la Acción comunal de Caño

Danta”, a Pacho N.N., a Teresa N.N o Teresa “la muerte”, a N.N. “la arepa”, a un hombre de

raza negra denominado N.N. Nelson (hombre de raza negra), a N.N. Morales, a un cadáver

identificado como N.N, a un N.N. de sexo masculino, a una mujer del corregimiento de

Charras y a un hombre de La Cooperativa N.N., como víctimas de los hechos de Mapiripán44.

A su vez, surge del expediente ante la Corte, que hay personas que habrían sido ejecutadas o

desaparecidas en los hechos ocurridos en Mapiripán y han sido señaladas como: un hijo de un

43
Cfr. protocolo de necropsia del señor José Rolan Valencia (expediente de anexos a la demanda, anexo 32, folio 414); resolución de
12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Santafé de Bogotá (expediente de
anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66); resolución de 30 de julio de 2003, emitida por la Unidad de Fiscalías Delegadas ante el
Tribunal Superior de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 39, folio 554); informe elaborado por la Fiscalía General de la
Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el Estado, folios 4979 y 4980); certificado de
defunción del señor Sinaí Blanco Santamaría (expediente de prueba para mejor resolver aportada por los representantes); resolución de
acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de anexos a la demanda, anexo 42,
folio 693); sentencia condenatoria de 18 de junio de 2003, emitida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Bogotá
(expediente de anexos a la demanda, anexo 4, folio 116 b); testimonio de la señora Luz Mery Pinzón rendido ante la Corte Interamericana
durante la audiencia pública celebrada el día 7 de marzo de 2005, y declaraciones testimoniales rendidas ante fedatario público (affidavit) por
las señoras María Teresa, Esther y Sara Paola Pinzón López el 4 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o
autenticadasante fedatario público, folios 4514, 4515, 4517, 4518, 4520 y 4522).
44
Cfr. resolución de acusación de 10 de marzo del 2003, emitida por la Unidad Nacional de Derechos Humanos (expediente de
anexos a la demanda, anexo 42, folio 693); resolución de 12 de abril de 2000, emitida por la Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de
Distrito Judicial de Santafé de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 2, folios 65 y 66); sentencia condenatoria de 18 de junio de
2003, emitida por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 4, folio 116b);
informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el
Estado, folio 4984); demanda interpuesta el 24 de octubre de 1998 por la señora Beatriz Rojas Vargas y otros, ante el Tribunal Contencioso –
Administrativo del Meta (expediente de anexos a la demanda, anexo 62, folio 1200); informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación
el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados por el Estado, folio 4984); resolución de 30 de julio de 2003,
emitida por la Unidad de Fiscalías Delegadas ante el Tribunal Superior de Bogotá (expediente de anexos a la demanda, anexo 39, folios 554 y
555); y informe elaborado por la Fiscalía General de la Nación el 6 de abril de 2005 (expediente de anexos a los alegatos finales presentados
por el Estado, folio 4995), y escrito de alegatos finales presentados por el Estado (expediente de fondo, tomo IV, folio 984).
533

señor llamado Marco Tulio Bustos; un bebé N.N. y una mujer N.N. presuntamente hijo y

compañera, respectivamente, de N.N. Nelson45.

96.53 Se encontraron los cuerpos de los señores Sinaí Blanco Santamaría, José Rolan

Valencia y de una persona denominada “N.N.”; de los dos últimos se realizaron necropsias 46.

96.54 El señor José Rolan Valencia fue decapitado. Su esposa, la señora Marina Sanmiguel

Duarte, “arrastr[ó] su cuerpo y con la otra mano arrastr[ó] la cabeza para unirla”. El señor José

Ronal Valencia fue sepultado en Mapiripán47.

96.55 Los señores Sinaí Blanco Santamaría y N.N. fueron degollados. La señora Nory

Giraldo, compañera de Sinaí Blanco Santamaría, y su hija, Carmen Johanna Jaramillo Giraldo,

encontraron el cuerpo de éste degollado en el puesto de policía. El cuerpo del señor Sinaí

Blanco fue sacado de Mapiripán por la señora Nory Giraldo, para ser enterrado en San

Martín48.

96.56 A la fecha de la emisión de la presente Sentencia, han transcurrido más de ocho años

de ocurridos los hechos sin que los restos de otras víctimas hayan sido localizados o

identificados.

45
Cfr. testimonio de la señora Luz Mery Pinzón rendido ante la Corte Interamericana durante la audiencia pública celebrada el día 7
de marzo de 2005; declaración del señor Leonardo Iván Cortés Novoa rendida ante la Fiscalía General de la Nación el 21 de agosto de 1997
(expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 30, folio 3399).
46
Cfr. protocolos de necropsia de José Rolan Valencia y de una persona denominada N.N. (expediente de anexos a la demanda,
anexo 32, folios 414 a 416).
47
Cfr. protocolo de necropsia de José Rolan Valencia (expediente de anexos a la demanda, anexo 32, folio 415); declaraciones
testimoniales rendidas ante fedatario público (affidavit) por las señoras Carmen Johanna Jaramillo Giraldo y Nadia Mariana Valencia
Sanmiguel el 4 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadas ante fedatario público, folios 4540 y 4536);
licencia de inhumanción de 20 de julio de 1997, emitida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (expediente de anexos al
escrito de solicitudes y argumentos, anexo 55, folio 4077a), y declaración jurada rendida por la testigo Yinda Adriana Valencia Sanmiguel el
16 de febrero del 2005 (expediente sobre declaraciones rendidas o autenticadas ante fedatario público, folio 4573).
48
Cfr. protocolos de necropsia de José Rolan Valencia y de una persona denominada N.N. (expediente de anexos a la demanda,
anexo 32, folio 416) (expediente de anexos al escrito de solicitudes y argumentos, anexo 47, folios 3862 y 3863); declaración testimonial
rendida ante fedatario público (affidavit) por la señora Carmen Johanna Jaramillo Giraldo el 4 de febrero del 2005 (expediente sobre
declaraciones rendidas o autenticadasante fedatario público, folio 4540), y testimonio de la señora Luz Mery Pinzón rendido ante la Corte
Interamericana durante la audiencia pública celebrada el día 7 de marzo de 2005.
534

El desplazamiento interno en Colombia y sus consecuencias en el caso de Mapiripan

260. En el caso de los familiares de las víctimas, acreedores de las indemnizaciones que se

establecen en la presente Sentencia, que hubieren fallecido, que fallezcan antes de que les sea

entregada la indemnización respectiva o que se identifiquen posteriormente, se aplicarán los

mismos criterios de distribución de la indemnización indicados en el párrafo anterior.

261. De conformidad con las anteriores consideraciones, los nombres y calidades de las

víctimas y sus familiares individualizados en este proceso son los que se indican en el

siguiente cuadro:

1 José Rolan Valencia (víctima)


2 Marina Sanmiguel Duarte (esposa)
3 Nadia Marina Valencia Sanmiguel (hija)
4 Yinda Adriana Valencia Sanmiguel (hija)
5 Johanna Marina Valencia Sanmiguel (hija)
6 Roland Andrés Valencia Sanmiguel (hijo)
7 Ronald Mayiber Valencia Sanmiguel (hijo)
8 Sinaí Blanco Santamaría (víctima)
9 Blanca Lilia Ardila Castañeda (esposa)

10 Nory Giraldo de Jaramillo (compañera)

11 Yudi Sirley Blanco Ardila (hija)

12 Arbey Blanco Ardila (hijo)

13 María Isabel Blanco (hija)

14 Carmen Johanna Jaramillo Giraldo (hijastra)


15 Antonio María Barrera (víctima)
16 Viviana Barrera Cruz (hija)
17 Gustavo Caicedo Rodríguez (víctima)
18 Diego Armando Martínez Contreras (víctima)
19 Hugo Fernando Martínez Contreras (víctima)
20 Mariela Contreras Cruz (esposa-madre)
535

22 Yur Mary Herrera Contreras (hijastra-


23 Maryuri Caicedo Contreras (hija-hermana)
24 hermana)Caicedo Contreras (hijo-hermano)
Gustavo
25 Rusbel Asdrúbal Martínez Contreras (hijastro-
26 Zuli Herrera Contreras (hijastra- hermana)
hermano)

27 Enrique Pinzón López (víctima)


28 Luis Eduardo Pinzón López (víctima)
29 José Alberto Pinzón López (víctima)
30 Jorge Pinzón López (víctima)
31 Teresa López Triana de Pinzón (madre)
32 María Teresa Pinzón López (hermana)
33 Sara Paola Pinzón López (hermana)
34 Esther Pinzón López (hermana)
35 Luz Mery Pinzón López (hermana de Enrique,

36 José
JaimeAlberto, Luis Eduardo
Riaño Colorado y Jorge Pinzón
(víctima)
López y, además, compañera de Jaime Riaño
Álvaro Tovar Muñoz, alias “el Tomate”
Colorado)
37 (víctima)

38 Beatriz Rojas Vargas (esposa)

39 Julieth Lorena Tovar Rojas (hija)

40 Ernesto Tovar Loaiza (padre)

41 María Teresa Pérez Carrillo (madre adoptiva)

42 Ernesto Tovar Muñoz (hermano)

43 Fatty Tovar Muñoz (hermana)

44 Ligia Tovar Muñoz de Ossa (hermana)


536

45 Sandra Milena Tovar Pérez (hermana)

46 Adriana Tovar Pérez (hermana)

47 Edelmira Tovar Muñoz (hermana)

48 Jaime Pinzón (víctima)

49 Edwin Morales (víctima)

50 Omar Patiño Vaca (víctima)

51 Eliécer Martínez Vaca (víctima)

52 Uriel Garzón (víctima)

53 Ana Beiba Ramírez (víctima)

54 Manuel Arévalo (víctima)

55 Raúl Morales (víctima)

6. Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.

b) Identificación de las víctimas de la masacre de Mapiripán y sus familiares

305. La Corte considera indispensable que, para efectos de las reparaciones, el Estado

individualice e identifique las víctimas ejecutadas y desaparecidas, así como sus familiares. El

Tribunal ha valorado las acciones emprendidas por el Estado para recuperar los restos de las

personas ejecutadas en Mapiripán que fueron arrojados al río Guaviare. El Estado deberá

completar dichas labores, así como cualquier otra que resulte necesaria, para lo cual deberá
537

emplear todos los medios técnicos y científicos posibles, tomando en cuenta las normas

pertinentes en la materia, tales como las establecidas en el Manual de Naciones Unidas sobre

la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias.

Esta obligación incluye el deber de identificar a las víctimas individualizadas con primer

nombre, con nombre y apodo, con sólo apodo o con cargo, a saber, un hombre de raza negra

denominado N.N. Nelson (hombre de raza negra), Teresa ‘la Muerte’, ‘la Arepa’ y el

‘Presidente de la Asociación Danta”, Agustín N.N., el Pacho N.N., Teresa N.N o Teresa “la

muerte”, N.N. “la arepa”, N.N. Morales, a un cadáver identificado como N.N, a un N.N. de

sexo masculino, a una mujer del corregimiento de Charras y a un hombre de La Cooperativa

N.N. (supra párr. 96.52), así como aquéllas que vayan siendo individualizadas con

posterioridad a la notificación de la presente Sentencia.

306. Para hacer efectiva y viable la individualización, el Estado deberá publicar en un medio

de radiodifusión, un medio de televisión y un medio de prensa escrita, todos ellos de cobertura

nacional, un anuncio mediante el cual se indique que se está intentando identificar a las

víctimas ejecutadas y desaparecidas de la masacre de Mapiripán, así como a sus familiares,

con el propósito de recuperar los restos de aquéllos y entregarlos a éstos junto con las

reparaciones pertinentes. Lo pertinente deberá hacer para identificar a los familiares de Jaime

Pinzón, Raúl Morales, Edwin Morales, Manuel Arévalo, Omar Patiño Vaca, Eliécer Martínez

Vaca, Uriel Garzón y Ana Beiba Ramírez, con el fin de entregarles las reparaciones

pertinentes. En el caso de dichas víctimas individualizadas con nombre y apellido, así como

de aquellas que lo están con un solo nombre, nombre y apodo o sólo apodo (supra párr.

96.52), el Estado deberá hacer referencia expresa a ellas en dicha publicación. Es preciso que
538

en dichas publicaciones el Estado especifique que se trata de las personas que fueron

torturadas y ejecutadas entre el 15 y el 20 de julio de 1997 en Mapiripán.

307. Dichas publicaciones deberán efectuarse al menos en tres días no consecutivos y en el

término de seis meses siguientes a la notificación de la presente Sentencia. Asimismo, cada

vez que las autoridades individualicen de alguna forma a alguna de las víctimas fatales,

deberán, en un plazo de tres meses, realizar las mismas diligencias anteriores. Las grabaciones

o, en su caso, las copias de dichos anuncios, así como la indicación exacta de los medios y

fechas en que éstos fueron publicados, deberán ser presentadas a la Corte para que sean

consideradas dentro de la supervisión del cumplimiento de esta Sentencia.

308. Asimismo, el Estado deberá crear un sistema de información genética que permita la

determinación y esclarecimiento de la filiación de las víctimas y su identificación.

Y DECIDE,por unanimidad, que:

7. El Estado debe realizar inmediatamentelas debidas diligencias para activar y completar

eficazmente, en un plazo razonable,la investigación para determinar la responsabilidad

intelectual y material de los autores de la masacre, así como de las personas cuya colaboración

y aquiescencia hizo posible la comisión de la misma, en los términos de los párrafos 295 a 304

y 326 de esta Sentencia.

8. El Estado debe realizar inmediatamente las debidas diligencias para individualizar e

identificar, en un plazo razonable,a las víctimas ejecutadas y desaparecidas, así como sus

familiares, en los términos de los párrafos 305 a 310, 311 y 326 de esta Sentencia.

9. El Estado debe designar, dentro del plazo de seis meses, contado a partir de la

notificación de esta Sentencia, un mecanismo oficial que operará durante dos años, en el cual
539

tengan participación las víctimas del presente caso o los representantes que ellas designen,

para cumplir con las funciones señaladas en el párrafo 311 de esta Sentencia.

10. El Estado debe proveer a todos los familiares de las víctimas ejecutadas o

desparecidas, previa manifestación de su consentimiento para estos efectos, a partir de la

notificación de la presente Sentencia a quienes ya están identificados, y a partir del momento

en que realice su identificación en el caso de quienes no lo están actualmente, por el tiempo

que sea necesario, sin cargo alguno y por medio de los servicios nacionales de salud, un

tratamiento adecuado, incluida la provisión de medicamentos, en los términos del párrafo 312

de esta Sentencia.

11. El Estado deberá realizar las acciones necesarias para garantizar las condiciones de

seguridad para que los familiares de las víctimas, así como otros expobladores de Mapiripán,

que se hayan visto desplazados, puedan regresar a Mapiripán, en caso de que así lo deseen, en

los términos de los párrafos 311 y 313 de esta Sentencia.

12. El Estado debe construir,en el plazo de un año, contado a partir de la notificación de

esta Sentencia, un monumento apropiado y digno para recordar los hechos de la masacre de

Mapiripán, en los términos de los párrafos 315 y 326 de esta Sentencia.

13. El Estado debe implementar, en un plazo razonable, programas de educación en

derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario permanentes dentro de las fuerzas

armadas colombianas, en todos los niveles jerárquicos, en los términos de los párrafos 316 y

317 de esta Sentencia.


540

14. El Estado debe publicar, dentro del plazo de seis meses, contado a partir de la

notificación de la presente Sentencia, por una vez, en el Diario Oficial y en otro diario de

circulación nacional, la Sección de esta Sentencia denominada Hechos Probados, sin las notas

al pie de página correspondientes, los párrafos 101 a 123 de la Sección denominada

Responsabilidad Internacional del Estado,así como la parte resolutiva de la misma, en los

términos del párrafo 318 de esta Sentencia.

15. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en el párrafo 274 y 278 de la presente

Sentencia, a favor de familiares de las víctimas, por concepto de daño material, en los

términos de los párrafos 257, 259, 260, 311, 326, 327, 329 a 333 de la misma.

16. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 288 y 290 de la presente

Sentencia, a favor de los familiares de las víctimas, por concepto de daño inmaterial, en los

términos de los párrafos 257, 259, 260, 289, 311, 326, 327, 329 a 333 de la misma.

17. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en el párrafo 325 de la presente Sentencia,

por concepto de costas y gastos, en los términos de los párrafos 326, 328 a 333 de la misma.

18. Supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia y dará por concluido el presente

caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma. Dentro

del plazo de un año, contado a partir de la notificación de esta Sentencia, el Estado deberá

rendir a la Corte un informe sobre las medidas adoptadas para darle cumplimiento, en los

términos del párrafo 334 de la misma.

Comuníquese y ejecútese, Sergio García Ramírez.


541

CATORCE. 14. Los hechos suceden bajo el gobierno de Virgilio Barco Vargas.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Caballero Delgado y Santana Vs. Colombia. Sentencia de 21 enero de 1994.

En el caso Caballero Delgado y Santana,la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

integrada por los siguientes jueces: (…….) de acuerdo con el artículo 31.6 del Reglamento de

la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “el Reglamento”), dicta la

siguiente sentencia sobre las excepciones preliminares interpuestas por el Gobierno de la

República de Colombia (en adelante “el Gobierno” o “Colombia”).

1. Este caso fue sometido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante

“la Corte”) por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la

Comisión”) el 24 de diciembre de 1992. Se originó el 4 de abril de 1989 por medio de una

“solicitud de acción urgente” enviada en esa fecha a la Comisión y en una denuncia (Nº

10.319) contra Colombia recibida en la Secretaría de la Comisión el 5 de abril de 1989.

(……….)

10. Según la denuncia el día 7 de febrero de 1989, en el lugar conocido como Guaduas,

jurisdicción del Municipio de San Alberto, Departamento del Cesar, Colombia, Isidro

Caballero Delgado y María del Carmen Santana fueron retenidos por una patrulla militar

conformada por unidades del Ejército de Colombia acantonado en la base militar del Líbano

(jurisdicción de San Alberto) adscrita a la Quinta Brigada con sede en Bucaramanga

11. De acuerdo con la demanda la detención se habría producido por la activa participación

del señor Isidro Caballero como dirigente sindical del magisterio santandereano desde hacía

11 años. Con anterioridad y por las mismas razones, había estado detenido en la Cárcel
542

Modelo de Bucaramanga, acusado de pertenecer al Movimiento 19 de Abril, y se le concedió

la libertad en 1986; sin embargo desde esa fecha era permanentemente hostigado y

amenazado. María del Carmen Santana, “de quien la Comisión posee muy poca información,

[también] pertenecía al Movimiento 19 de Abril (M-19)” y colaboraba con Isidro Caballero

promoviendo la participación del pueblo para la realización del “Encuentro por la Convivencia

y la Normalización” que se realizaría el 16 de febrero de 1989 en el Municipio de San Alberto.

Esta era una actividad organizada por el “Comité Regional de Diálogo”, cuyo objetivo era

“procurar una salida política al conflicto armado, propiciando encuentros, foros y debates en

diferentes regiones”.

12. Según la demanda, el 7 de febrero de 1989, Elida González, una campesina que

transitaba por el mismo lugar en que fueron capturadas las víctimas, fue retenida por la misma

patrulla del Ejército y dejada en libertad. Ella pudo observar a Isidro Caballero con un

uniforme militar camuflado y a una mujer que iba con ellos. Javier Páez, habitante de esa

región que les sirvió de guía, fue retenido por el Ejército, torturado y dejado en libertad

posteriormente. Por los interrogatorios a que fue sometido y por las comunicaciones de radio

de la patrulla militar que lo retuvo, supo de la captura de Isidro Caballero Delgado y María del

Carmen Santana y, una vez puesto en libertad, dio aviso a las organizaciones sindicales y

políticas a las que ellos pertenecían, las cuales a su vez, informaron a sus familiares.

13. Agrega la demanda que la familia de Isidro Caballero y varios organismos sindicales y

de derechos humanos iniciaron la búsqueda de los detenidos en las instalaciones militares en

donde se negó que Isidro Caballero y María del Carmen Santana hubieran sido aprehendidos.

Se entablaron acciones judiciales y administrativas para ubicar el paradero de los

desaparecidos y sancionar a los responsables directos pero no obtuvieron resultados positivos.


543

Tampoco se obtuvo reparación de los perjuicios causados………….”

QUINCE. Los hechos suceden bajo el gobierno de Andres Pastrana Arango.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No23898

Magistrado Ponente:JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA

Aprobado Acta No.13

Bogotá, D. C., treinta (30) de enero de dos mil ocho (2008).

VISTOS

El Tribunal Superior de Armenia mediante sentencia de segunda instancia dictada el 17 de

junio de 2004, resolvió el recurso de apelación interpuesto contra la emitida por el Juzgado

Penal del Circuito Especializado de la misma ciudad, confirmando la condena irrogada a

CAMILO GRAJALES FLOREZ de 32 años y 6 meses de prisión, como coautor de los delitos

de secuestro extorsivo agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal en

concurso heterogéneo de hechos punibles y autor de hurto calificado.

Así mismo confirmó la condena dispuesta respecto de MILCIADES CORREA SALAZAR,

JOSÉ FERNANDO GRAJALES GÁLVIS, GIOVANNY MUÑOZ RENDÓN, ROLANDO

ALFREDO RUBIANO CAMACHO y EDGAR DE JESÚS SOTO RENDÓN en condición de

coautores del concurso de delitos de secuestro extorsivo agravado y porte ilegal de armas de

fuego de defensa personal, pues, en relación con éstos, revocó la que el a quo les impuso por

el ilícito de hurto calificado disminuyendo la pena impuesta a estos a 31 años y 6 meses de

prisión.
544

Contra la sentencia del Tribunal los defensores de GIOVANNY MUÑOZ RENDÓN,

ROLANDO ALFREDO RUBIANO CAMACHO, JOSÉ FERNANDO GRAJALES GÁLVIS

y CAMILO GRAJALES FLÓREZ oportunamente interpusieron y sustentaron el recurso

extraordinario de casación que ahora es objeto de decisión por parte de la Sala.

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL

1.) El Tribunal efectuó la reseña fáctica así:

“EL veintitrés (23) de mayo de dos mil dos (2002), lo señores Giovanny Muñoz Rendón y

Rolando Alfredo Rubiano Camacho, quienes laboran en esa fecha como integrantes del

cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación (C.T.I.), se

desplazaron, en compañía del particular Jaime Alberto Gómez Valencia, desde Manizales

hasta Armenia, a donde llegaron hacia el medio día.

En Armenia, se hicieron presentes en la calle 14, número 15-28, donde preguntaron por el

señor Raúl Darío Rivera Barajas. Como éste no se encontraba decidieron llamarlo a su

teléfono celular. Cuando Darío acudió al sitio, los hombres le hicieron conocer que

laboraban como investigadores del mencionado organismo y que necesitaban trasladarlo

para adelantar averiguaciones por un hurto. Rivera los acompañó.

El vehículo particular en el que se transportaban los visitantes tomó rumbo a Manizales. En

el trayecto entre Chinchiná y la capital caldense, en el sitio conocido como La Violeta, se

detuvo el automotor. Allí subió al mismo el señor Camilo Grajales Flórez y descendieron

los miembros del CTI. Los investigadores continuaron su viaje hacia Manizales, en

transporte público, y los ocupantes del automotor particular se dirigieron hacia la finca

Piamonte, vereda La Esmeralda, de Chinchiná. Allí el señor Rivera fue custodiado durante
545

varias horas por Edgar de Jesús Soto Rendón, apodado “Chapulín”. En el mismo sitio,

Jaime Gómez y Camilo Grajales despojaron al cautivo de varias de sus pertenencias.

Más tarde, hasta ese predio llegaron Milciades Correa Salazar y otros individuos, quienes

reclamaron a don Raúl Darío dinero por que supuestamente éste había participado en el

hurto de un ganado. En esa misma fecha, Rivera fue trasladado a la finca Sinaí, ubicada en

la vereda Los Arrayanes del municipio de san José (Caldas), donde estuvo encadenado

durante varios días.

El cinco (5) de junio de dos mil dos (2002) fue llevado el cautivo hasta la finca Las

Colinas, de propiedad de Milciades Correa Salazar, fundo localizado en la vereda La

Cabaña, del municipio de Manizales, donde estuvo encadenado a una cama y custodiado

por José Fernando Grajales Gálvis. Al día siguiente, el grupo GAULA de Caldas logró el

rescate del secuestrado.Durante el tiempo de cautiverio, la víctima estuvo vigilada por

hombres quienes usaban armas de fuego”.

Por razón de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, administrando

justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE: NO CASAR el fallo impugnado.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase la actuación a su lugar de origen.

DIECISEIS. Los hechos suceden bajo el gobierno de Alvaro Uribe Velez.

Proceso No 24587

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL


546

Magistrado Ponente: JAVIER ZAPATA ORTIZ

Aprobado Acta No. 162

Bogotá, D.C., seis (6) de septiembre de dos mil siete (2007).

DECISIÓN

Procede la Sala a resolver de fondo el recurso extraordinario de casación, interpuesto contra el

fallo emitido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia, el 19 de julio de 2005,

que confirmó la sentencia del Juzgado Penal del CircuitoEspecializado de la misma ciudad,

del 12 de mayo de 2005, en el proceso iniciado contra ALVEIRO TORO HERNÁNDEZ.

HECHOS

El 9 de febrero de 2004, en las instalaciones de la Estación de Policía del Barrio Santander

ubicado en Armenia (Quindío), en el Tercer Turno de Vigilancia del Centro de Atención

Inmediata (CAI), fue encargado de la custodia de los reclusos el uniformado ALVEIRO

TORO HERNÁNDEZ; gendarme que le comunicó a los internos “que de allí en adelante se

las irían a pagar todos aquellos que se la debían”.

En el CAI se encontraba GERMÁM GUZMÁN SANTANDER, interno que insultó, maltrató,

le pegó e hizo que fuera golpeado por los otros reclusos, además le ordenó: “practicar el sexo

oral con varios de los pares de celda y permitir que los genitales de ellos tuvieran contacto

con partes íntimas de la humanidad de la víctima, todo ello con la concupiscencia del

procesado quien deleitaba su lascivia observando atento y jactancioso en la puerta de la

macabra celda número cinco y sin que importaran los gritos de auxilio que lanzaba el

atribulado recluso”.
547

El mismo día, arribó al Cai ROBINSON CUESTA MARÍN, persona que no fue del agrado del

referido policial, “por lo que le ordenó quitarse la ropa e ingresar en pantaloneta a la celda

número cinco, en donde se repitió la obscenidad llevada a cabo con Guzmán”; coincidiendo

los dos en el mismo lugar, bajo las órdenes del procesado quien “envilecido azuzaba la

golpiza y los pervertidos actos”, contra ellos.

Con fundamento en lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,

administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: No casar la sentencia de fecha, origen y contenido referidos en el cuerpo de este

pronunciamiento, por el cargo formulado en la demanda.

Segundo: Contra la presente decisión no procede recurso alguno.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al Tribunal de origen.

DIECISIETE. Los hechos suceden bajo el gobierno de Alvaro Uribe Velez.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No 25630

Magistrado Ponente:Dr. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ

Aprobado Acta No. 49


548

Bogotá, D.C., once de abril de dos mil siete.

VISTOS

Examina la Corte en sede de casación, la sentencia de segunda instancia proferida por el

Tribunal Superior del Distrito Judicial de Yopal –Casanare-, el 9 de febrero de 2006,

confirmatoria en su integridad de la dictada por el Juzgado Promiscuo del Circuito de

Monterrey, el 24 de octubre de 2005, por medio de la cual se condenó a FREDDY

CHAPARRO MONROY, a la pena principal de veintiséis años de prisión, la accesoria de

inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, por un lapso de veinte años,

y el equivalente a cincuenta salarios mínimos legales mensuales, a favor de “cada una de las

familias que resulten ser beneficiarios legítimos”, por concepto de perjuicios morales, al

hallarlo penalmente responsable del doble delito de Homicidio simple, en los cuales perdieran

la vida Germán Bedoya Marín y Andrés Cortés Vargas. En la misma decisión se negaron al

encartado los subrogados de la suspensión condicional de la ejecución de la pena y prisión

domiciliaria.

HECHOS

Las sentencias de las instancias los narraron de la siguiente manera:

“Como a las 10:30 a.m. del 3 de junio de 2003 varios soldados que se encontraban

temporalmente en Villanueva (Casanare) se evadieron del sitio de concentración para ingerir

cerveza y escuchar música en una tienda cercana, más al percatarse los comandantes de su

irregular alejamiento dispusieron ubicarlos, lográndose este cometido aproximadamente a la

1.30 p.m.; hora para la cual FREDDY CHAPARRO MONROY, quien era uno de los

ausentes, ya había regresado con el propósito de acostarse.


549

“Sin embargo, al ordenar un cabo que formaran CHAPARRO se presentó con su armamento y

luego de admitir que había tomado cerveza, el suboficial le dijo que pasara a la fila.

“Una vez formados, el comandante del Pelotón, Subteniente GERMÁN ALBERTO BEDOYA

MARÍN, dispuso que todos le soplaran en la cara para reconocer los bebedores y cuando

apenas faltaban pocos turnos para examinar a CHAPARRO, éste abandonó la fila, se paró

frente al superior, le dijo que iba a darle muerte y disparó su fusil en ráfaga hasta derribarlo;

pero como el soldado JORGE ANDRÉS CORTÉS VARGAS quiso proteger de alguna forma

a BEDOYA también recibió varios impactos mortales e igualmente resultaron con lesiones

graves NICASIO COMAYÁN FERNÁNDEZ y JOSÉ COLINA ALBARRACÍN al ser

alcanzados por las balas que disparó CHAPARRO contra el oficial caído y moribundo.”

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,

administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

1- CASAR la sentencia impugnada, proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de

Yopal, en relación con el cargo único propuesto a favor del procesado FREDDY CHAPARRO

MONROY.

En consecuencia, declarar la nulidad de lo actuado en contra de éste, a partir, inclusive, de la

resolución que decretó el cierre de la instrucción, para efectos de que se rehaga la actuación

dentro de los lineamientos de respeto a derechos y garantías fundamentales, señalados en la

parte motiva de esta decisión.


550

2-ORDENAR la libertad provisional del encartado FREDDY CHAPARRO MONROY,

conforme lo dispuesto en el artículo 365-4, del C. de P.P.

DIECIOCHO. Los hechos suceden bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL

Proceso No 26077

Magistrado Ponente: Dr. SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ

Aprobado Acta Nº 217

Bogotá, D.C., primero de noviembre de dos mil siete.

La Sala se pronuncia de fondo sobre la demanda de revisión presentada por el Procurador 7°

Judicial Penal II de Bogotá, en contra de la sentencia proferida por el Tribunal Superior

Militar el 15 de mayo de 2001, la que por vía de consulta, confirmó la emitida por el

Comandante del Departamento de Policía Bacatá el 6 de julio de 2000, por medio de la cual

absolvió al patrullero JUAN BERNARDO TULCÁN VALLEJOS del cargo de homicidio

culposo, causado en la persona de la menor Leydi Dayán Sánchez Tamayo.

HECHOS

Aproximadamente a las diez y media de la noche del sábado 21 de marzo de 1998, los jóvenes

Nelson Javier González Macana, Miguel Ángel León y Jorge Luis y Leydi Dayán Sánchez

Tamayo, se encontraban departiendo en una esquina del sector Patio Bonito, concretamente en

la Calle 42G con Carrera 113b-42 en el sur de la ciudad de Bogotá, cuando se percataron de la

llegada de varios vehículos, situación que les hizo colegir que se trataba de las “milicias” –
551

grupos armados ilegales operantes en la zona- y por ello emprendieron veloz carrera, con el fin

de ocultarse en un callejón, los dos primeros, y en su casa, ubicada cerca de allí, los hermanos

Sánchez Tamayo.

A diferencia de su consanguíneo, la menor Leydi Dayán Sánchez Tamayo no pudo llegar a su

destino, ya que fue alcanzada por el proyectil de un arma de fuego, que le causó graves

lesiones en el cerebro, provocándole la muerte horas más tarde en un centro asistencial.

Se pudo establecer que en realidad los vehículos que alertaron a los jóvenes mencionados,

correspondían a la motocicleta en que se desplazaban los patrulleros José Libardo Cuspián

Chávez –conductor-y JUAN BERNARDO TULCÁN VALLEJOS –parrillero-, y la camioneta

en que se movilizaban los agentes de policía Israel Sierra Florián y Luis Arturo Sánchez

Romero, quienes acudieron al sitio por indicación de la central de radio, con el objeto de

contrarrestar la supuesta acción de una pandilla juvenil armada, denunciada telefónicamente a

las autoridades por una persona que no se identificó.

Lo cierto del asunto es que primero arribó al sitio la motocicleta, de la cual descendió el

patrullero TULCÁN VALLEJOS, quien desenfundó su revólver de dotación y accionó contra

los jóvenes que corrían, según explicó, para responder a varios disparos que provenían de la

oscuridad.

A TULCÁN VALLEJOS, precisamente, se le imputa la muerte de la menor Leydi Dayán

Sánchez Tamayo, quien para esa fecha contaba 14 años de edad. (………………..)

Hasta acá la trascripción textual de los hechos correspondientes a algunas pocas (18) de las

millares de masacres cometidas impunemente por el Moderno Paramilitarismo en Colombia,


552

siempre con la indiferencia del estado. Pido disculpas a las víctimas de masacres tan

monstruosas como las de El Salado, con más de 90 muertos y Trujillo, con más de 300

victimas, porque en aras de la brevedad del presente trabajo las debí omitir.

Retornando al relato cronológico original, lo cierto es que el gobierno colombiano comenzó un

proceso de negociación con las AUC en 2002, asunto que culminó el 25 julio de 2005 con la

aprobación por el Congreso, de la Ley 975 de 2005, la cual se denominó“Ley de Justicia y

Paz”, un procedimiento penal especial basado en incentivos para los victimarios, adoquinado

con promesas inciertas de reparación para las víctimas.

Frente a los procesos de paz que han existido en Colombia, bien podríamos comenzar, para no

ir más lejos, a recordar el tratado de paz de Neerlandia del 30 de mayo de 1902, firmado por

Rafael Uribe Uribe y el celebrado a bordo del buque Winsconsin, el 12 de noviembre de 1902,

firmado por Benjamín Herrera y el presidente Marroquín, que puso fin a la llamada “Guerra de

los mil días” entre liberales y conservadores, que trajo como consecuencia la consolidación del

régimen burgués conservador, pero que como lo demostró la historia, no constituyo la

conquista de la paz en Colombia.

Podría creerse que tal reminiscencia no viene al tema de estelibro, pero en materia de Historia

es bueno REPETIR PARA RECORDAR Y REPETIR PARA NO OLVIDAR: lo cierto es que

desde entonces ningún tratado de paz ha fructificado en Colombia, subsistiendo el conflicto

que como se señaló en capítulos precedentes lleva más de 200 años de permanencia sin

solución efectiva.

Como siempre, la paz se obtendría a través de dos alternativas: la amnistía o la liquidación.

En otras palabras: rendición o muerte, pero sin la solución efectiva a las causas de la violencia,
553

esto es, sin la redistribución del poder ni la riqueza, sin la justicia social y sin igualdad de

oportunidades.

El Gobierno del doctor Belisario Betancourt - 1982 a 1986, se inicia con otra amnistía,

concedida por ley 35 de 1985 49 , con la novedad de ensayar nuevos métodos para la

consecución de la paz a través de la tregua y el diálogo nacional con los sectores insurgentes.

Un cese al fuego se inició el 28 de marzo de 1984 con la firma de una tregua entre la Comisión

de Paz y el grupo guerrillero de las FARC. El 24 de agosto del mismo año, los grupos

insurgentes M-19 y EPL firman la paz en Corinto:

Se pacta el cese al fuego sin la condición de entregar las armas por parte de la insurgencia y la

consideración de ésta como fuerza política y no como bandoleros. El último ensayo de paz

naufraga con el asalto al Palacio de Justicia por parte del M-19 el 6 y 7 de noviembre de 1985

y la conocida contra-toma por parte de las fuerzas armadas.

Dentro de ese marco de negociación se dio el nacimiento de un partido político, el cual se

denominó La Unión Patriótica, en donde aparecía como candidato en las elecciones de 1986,

JAIME PARDO LEAL alcanzando un porcentaje inferior al cinco por ciento (5%) y ocupando

un tercer puesto en las elecciones presidenciales.

Como respuesta a tal situación, el paramilitarismo desato una guerra cruel e inhumana en

contra de los miembros de la (U.P.), en donde fallecieron: Leonardo Posada, Jaime Pardo

Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Manuel Cepeda Vargas, Pedro Luis Valencia, Alejandro

Cárdenas Villa, Gabriel Jaime Santamaría, Elkin Martínez, Carlos Rojo Uribe, Henry

Montenegro, entre otros.

Al respecto, María Teresa Ronderos denunció en su citado libro (pag.53):

49
Ley 35 de 1982, Noviembre 19 de 1982.
554

“Leonardo Posada, dirigente de Barrancabermeja, representante a la Cámara por Santander,

elegido en 1986, fue el primer político nacional de la UP en ser asesinado. Después de él,

cerca de 3000 más de sus militantes cayeron abaleados”. (op. cit).

También, como se indicó atrás, se firmó el Acuerdo de la Uribe (Marzo – 1984): en donde las

FARC EP, se comprometieron a cese al fuego, condenaron la práctica del secuestro, la

extorsión y el terrorismo. Respecto de la indemnización de las víctimas del conflicto, la citada

ley en su art. 2 manifestó que no habría ningún tipo de indemnización y señaló que el Estado

no asumiría ninguna responsabilidad.

Una vez más el fracaso del proceso de paz fue el resultado de tal intento, pues como se indicó

con antelación, la toma del Palacio de Justicia, la intensificación de la violencia paramilitar y

el exterminio de la Unión Patriótica, hicieron posible la continuación del conflicto armado en

Colombia.

En el Gobierno del Presidente Virgilio Barco(1986-1990), se firmó el Acuerdo político el día

nueve (9) de marzo de 1990,50 entre el gobierno nacional, los partidos políticos, el M-19, y la

iglesia católica en calidad de tutora moral y espiritual del proceso, en donde se llegó a

negociar respecto a unos temas como fueron: la realización de una reforma constitucional,

plebiscito, referéndum o asamblea constituyente, que contemplara una circunscripción

especial de paz, reforma electoral, estableciendo la tarjeta electoral y el voto reservado,

ampliando la representación parlamentaria, la dejación de las armas, plan de desmovilización,

reinserción social y acompañado de la institución jurídica del indulto. Se nombró una

Comisión de Seguimiento para concretar y posibilitar los compromisos adquiridos, lo que

permitió dar seguridad y protección a los desmovilizados. Lo anterior, tampoco concluyó en

nada.

50PACTO Político por la Paz y la Democracia, suscrito el 2 de noviembre de 1989. 9 de Marzo de 1990.
555

El Gobierno de Cesar Gaviria Trujillo (1990 – 1994), realizo un acuerdo político el 25 de

enero 1991 en el municipio de Ovejas, departamento de Sucre, celebrado con el Partido

Revolucionario de los Trabajadores (PRT), entre cuyos logros es posible señalar la

participación en una Asamblea Constituyente y el otorgamiento de garantías políticas. En el

marco del proceso se posibilitaron los instrumentos jurídicos y administrativos para que dicho

grupo ingresara a la legalidad, que finalmente se logró al convertirse en partido político. Se

aplicó igualmente la figura del indulto para los desmovilizados que cobijó también a las

personas de esa agrupación que se encontraban privados de la libertad; adicionalmente varias

prebendas que llevaron a una adecuada desmovilización y reinserción a la vida civil de los

miembros de esta agrupación como lo fueron un subsidio de salud, educación, capacitación,

realización de proyectos productivos y planes regionales en otros.

Posteriormente se llevó a cabo el Acuerdo final Gobierno Nacional-Ejército Popular de

Liberación: “En la Ciudad de Bogotá, a los quince días del mes de febrero de 1991, como

producto de las negociaciones directas de Paz iniciadas el 24 de mayo de 1990 entre la

comisión negociadora del Ejército Popular de Liberación y la Consejería para la

Reconciliación, Normalización y Rehabilitación en nombre del Gobierno Nacional,

entendiendo que la Asamblea Nacional Constituyente es un escenario histórico singular para

la solución política del conflicto armado y el logro de la paz entre los colombianos, con el

objeto de señalar ante la nación la importancia política de este proceso y de enfatizar sus

conveniencias para nuestra democracia, como de destacar las razones que movieron a dicha

organización guerrillera a la adopción del diálogo como procedimiento para participar del

proceso de reformas y modernización democrática que vive el país, y para culminar los

diferentes acuerdos previos suscritos entre la comisión negociadora bilateral del EPL y la
556

Consejería para la Reconciliación, Normalización y Rehabilitación, en relación con los temas

que han sido materia de discusión..” (op. cit9.

Entre los logros obtenidos en este acuerdo se encuentran los siguientes: garantías Jurídicas,

como la extinción de la acción penal y de las penas previstas para los delitos políticos o que

guardaran conexidad con ellos; obtuvieron la legalización como partido político; la

reincorporación de sus miembros a la vida pública, económica y social del país y tuvieron

representación en la Asamblea Nacional Constituyente que expidió la nueva Constitución.

Se logró también el Acuerdo Entre el Gobierno Nacional y el Movimiento Armado Quintin

Lame, en el Campamento de Pueblo Nuevo Caldono - Cauca el 27 de Mayo de 1991.

Este acuerdo político estableció varias obligaciones como la entrega de las armas y el

Gobierno por su parte ofreció la extinción de la acción penal. Asimismo, en lo que respecta a

la protección general de los desmovilizados, se concedió la protección de los derechos, la

seguridad e integridad de los desmovilizados, se logró una veeduría nacional donde

participaron las iglesias evangélicas y una veeduría internacional en la que participaron

delegados de los Gobiernos del Canadá y España durante las conversaciones.

El 9 de abril de 1994 se realizó un acuerdo con la agrupación denominada Corriente de

Renovación Socialista (CRS) en Flor del Monte,51 donde se acordó la realización del progreso

de la región, implementando un programa de inversión, vivienda y adjudicación de tierras. En

lo que se refiere a la desmovilización, solicitaron un programa de atención en salud y

tratamiento, educación y apoyo psicosocial, subsidios y créditos para vivienda y una curul en

la Cámara de Representantes.

51ACUERDO Político con la agrupación denominada corriente de Renovación Socialista (CRS) en Flor del Monte. El día 9 de
abril de 1994.
557

Otro acuerdo político por señalar fue el realizado con el Frente Francisco Garnica de la

Coordinadora Guerrillera, en Cañaveral, en junio 30 de 1994.

En dicho acuerdo se lograron beneficios jurídicos como el indulto y seguridad para las vidas

de los integrantes de la agrupación, para lo cual se les facilitó vehículos y escoltas, entre otros

privilegios.

Bajo el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998).Se llevó a cabo un acuerdo con el

Movimiento Independiente Revolucionario – Comandos Armados (MIC-COAR). El cual se

realizó en la ciudad de Medellín, el día veintinueve (29) de Julio de 1998, en donde se

desmovilizaron doscientos (200) hombres. El compromiso fue desarme y reincorporación a la

vida civil; también estaba incluido el indulto, la cesación de procedimiento, preclusión de la

investigación y resolución inhibitoria.52

Más adelante, elGobierno de Andrés Pastrana Arango (1998-2002),Intentó buscar la paz por

medio del dialogo, concediendo una “zona de distensión”, en donde se dieron ciertas garantías

a los insurgentes, encaminadas a la negociación, siendo el lugar escogido el Municipio de

San Vicente de Cagúan, La Uribe, Mesetas y La Macarena, con un área de 42.000 kilómetros

cuadrados.

Este proceso no fructificó, porque al parecer ni el gobierno ni las fuerzas insurgentes tuvieron

verdadera voluntad política para llevarlo adelante, sobreponiendo otros intereses de parte y

parte. Muy difícil resultaba dialogar bajo fuego, de modo que de un lado los paramilitares

intensificaron sus acciones contra la guerrilla y también las FARC hicieron lo propio

exagerando sus ofensivas que atacaron incluso a la población civil, vulnerando de lado y lado

52 ACUERDO Político celebrado entre el Gobierno Nacional y el movimiento Independiente Revolucionario – Comandos
Armados (mir-coar). Realizado el 29 de Julio de 1998. En la ciudad de Medellín.
558

claras normas del Derecho internacional humanitario y del Derecho Internacional de los

Derechos Humanos, consumiéndose tal intento en una demagogia sin final, hasta que el Alto

Comisionado para la Paz, el Dr. Camilo Gómez anuncia el fin del proceso de paz el día 9 de

enero de 2002.

Como se ha visto, recordado y repetido en este trabajo, en Colombia han sido muchas las

amnistías, indultos o procesos de paz que se han llevado a cabo, pero los historiadores ni los

politólogos tradicionales burgueses han tratado de explicar las causas por las cuales dichas

amnistías, indultos o procesos de paz han fracasado una tras otra, comenzando por las

capitulaciones que hizo el Virrey Antonio Amar y Borbon con los Comuneros en Zipaquira.

¿Cuáles son las causas de los fracasos de esos procesos de paz en Colombia?

La primera y la más simple de todas es que la clase dirigente burguesa, entronizada en el

poder desde 1819, no ha tenido nunca voluntad de paz.

La segunda, porque en todas las amnistías, indultos y procesos de paz, la clase dirigente

burguesa ha traicionado los acuerdos pactados con los insurgentes y siempre ha terminado

asesinando por mano propia o ajena tanto a los líderes como a los militantes de la insurgencia.

La tercera, porque nunca ha llevado a cabo los cambios de tipo socio- económico que

favoreciendo a las clases marginadas, explotadas y desposeídas del país, garanticen la no

repetición de la conflagración civil.

La cuarta, porque jamás ha legislado en beneficio de la paz, a través de proyectos, leyes,

actos legislativos, por medio de los cuales se desarrolle, de un lado una justicia transicional y

de otro, se adelanten los cambios socio- económicos requeridos para el progreso y la equidad

que exige una nación en paz.

Toda solución de paz definitiva en cualquier parte del mundo y de conflicto, requiere

necesariamente la presencia positiva de los anteriores puntos: 1) la simple voluntad de paz de


559

ambas partes en conflicto; 2) el cabal cumplimiento de los acuerdos pactados y el respeto por

la vida y libertad de todos los insurgentes; 3) llevar a cabo las trasformaciones de tipo socio

económico que hagan posible la desaparición de las causas materiales de la guerra: si se

luchaba por tierra, trabajo, educación, salud, libertad, garantías, etc., satisfacer esas

necesidades en la insurgencia y en el pueblo y 4) promulgar las leyes suficientes y necesarias

para legalizar la desmovilización de la insurgencia, la realización de una justicia transicional y

la garantía de libre participación política pacifica de la insurgencia en la vida política

nacional.

Otra respuesta que los historiadores y políticos de Colombia han ocultado al pueblo acerca

de porque ha sido posible la entronización y perpetuación del paramilitarismo en el marco de

la más completa impunidad a lo largo de siglos enteros, es que jurídicamente el

paramilitarismo no constituye delito en Colombia.

La filosofía burguesa del derecho sostiene que éste es “el sistema de normas (…) para

procurar la convivencia social, el bien común y la realización de la justicia y la libertad”

(Cifuentes Bejarano,1989).

La Ley la inventaron los gobernantes para defender al estado y la forma de hacerlo es

castigando a quien se opone o atenta contra la existencia o seguridad de éste.

La misma ley dice que “El carácter general de la ley es mandar, prohibir, permitir o

castigar”, según el artículo 4° del Código Civil Colombiano. No es nada difícil de entender: la

ley manda: “haga esto”. Prohíbe: “no haga aquello”. Permite: lo que no está mandado o

prohibido, está permitido.Castiga:impone una pena a quien la infringe.

Para que una conducta constituya delito debe ser típica, esto es, encontrarse descrita

claramente en la ley penal; lesionar o poner en peligro un bien jurídicamente tutelado y ser

realizada con culpabilidad.


560

La ley se hizo para defender al estado, quien la infringe, sufre un castigo.

Quien se rebela contra el estado, comete un delito llamado Rebelión.

El Código Penal Colombiano, Ley 599 de 2000, tipifica en su artículo 467. Rebelión. Los

que mediante el empleo de las armas pretendan derrocar al gobierno nacional o suprimir o

modificar el régimen constitucional o legal vigente, incurrirán en prisión de noventa y seis

(96) a ciento sesenta y dos (162) meses y multa de ciento treinta y tres punto treinta y tres

(133.33) a trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Los insurgentes incurren en este delito, pues mediante el empleo de las armas pretenden

derrocar al gobierno nacional y suprimir el régimen legal vigente: ese delito lo pagan con

cárcel o con su propia vida.

Por su parte, la Constitución Política de Colombia dice en su artículo 217:”La nación tendrá

para su defensa unas fuerzas militares permanentes constituidas por el Ejército, la Armada y la

Fuerza Aérea. Las fuerzas militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la

soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional”.

Lo anterior significa que el estado puede reunir, organizar y armar a un grupo de personas

nacionales para que cumplan dicha finalidad: la defensa legítima del orden constitucional,

encontrándose legitimadas para hacer uso de la fuerza y de las armas en dicha defensa,

pudiendo por tanto dar muerte a aquella persona que infringa el artículo 467 del código penal.

Es por eso que un soldado puede dar muerte a un guerrillero sin que tal conducta implique la

comisión de ningún delito, mientras que el insurgente no puede dar muerte al soldado, porque

ello si constituye un grave delito.

Pérez (1956) enseña claramente:

“Cualquiera fuere el concepto que se tenga sobre el Estado y la opinión sobre sus fines, la

existencia del mismo ha sido forzosa para conservar las relaciones impuestas a los pueblos en
561

las distintas etapas de desenvolvimiento histórico. Para mantener el sistema esclavista en la

antigüedad, para preservar el feudalismo en períodos siguientes, así como para prolongar la

forma capitalista de explotación, ha sido necesaria la autoridad estatal.(…)

“Siendo un organismo surgido de la división de la sociedad en clases, cuando aparecieron

esclavistas y esclavos, se convirtió después,, a medida que se consolidaba la escisión, en

supremo sujeto de derecho y aún más: en dispensador de todos los derechos (….)

“La palabra rebelión tiene su origen en la locución latina rebellio, onis, que se empleó para

designar dos acciones: a) el levantamiento o la sublevación de varias personas contra el

régimen político constituido; b) el empleo de la violencia para impedir la ejecución de órdenes

dictadas por la autoridad (….)

“Alzamiento en armas significa “levantamiento colectivo, público, más o menos

tumultuoso, pero con ciertos rudimentos de organización impuesta, sobre todo por la finalidad

común y armado”. Sin embargo, no siempre las rebeliones militares cumplen el requisito de la

publicidad, pues su característica es la preparación sigilosa o bien el estallido dentro de los

cuarteles o casas de gobierno. De allí que el requisito de la publicidad no sea de la esencia del

delito (….)” (op. cit).

Pero obsérvese que en la ley penal no existe ningún artículo que diga: Los que mediante el

empleo de las armas pretendan defender al gobierno nacional o al régimen constitucional legal

vigente, incurrirán en prisión de tantos meses o años y multas de tanto dinero, etc.

Como se acaba de explicar hasta la saciedad, la ley manda, permite, prohíbe o castiga. Lo

que la ley manda, hay que cumplirlo; lo que permite, se puede hacer; lo que prohíbe, no se

puede hacer so pena del castigo. Lo que la ley no prohíbe o manda por escrito (tipicidad) está

permitido: todo lo que no esté claramente mandado o prohibido es permitido sin castigo.
562

Como la ley no dice que los que mediante el empleo de las armas pretendan defender al

gobierno nacional o régimen constitucional vigente, incurrirán en prisión, entonces es claro

que tal conducta ESTA PERMITIDA, no es delito y no tiene castigo.

Dicho en otros términos más coloquiales: una persona puede mediante el empleo de las

armas, dedicarse a DEFENDER al gobierno y su régimen constitucional vigente, ninguna ley

dice que tal conducta sea delito ni esté prohibida, de modo que puede hacerse. Juan puede

empuñar un fusil e irse a asesinar a todo aquel que considere se opone al gobierno legítimo:

ninguna ley dice que ello sea delito, luego quienes lo hacen no están fuera de la ley ni menos

contra ella: al contrario, están a favor y en defensa de la ley.

Ahí está la clave secreta: los industriales, ganaderos, banqueros y comerciantes reunieron,

organizaron y armaron ejércitos completos de compatriotas pobres y les pagaron sueldo para

dedicarse a dar muerte a los insurgentes en “legítima defensa” del gobierno y su régimen

constitucional vigente o en términos mas reales: en legítima defensa de las propiedades y

privilegios de quienes les financiaban, esto es, los ricos.

Es por eso que siempre y bajo diversas formas, modelos y nombres, se formaron grupos

armados organizados en defensa del régimen y los propietarios capitalistas: absolutamente

legal. Se repite hasta la saciedad: ninguna ley lo prohíbe ni castiga, luego es legal:

El Paramilitarismo siempre fue y sigue siendo legal en Colombia. Por eso los propietarios

pudieron y pueden organizar, armar y pagar ejércitos enteros (desde 1980 de miles de

combatientes) contando con la colaboración del Estado que en su favor –como acaba de verse-

siempre legisló en beneficio recíproco de sus actividades.

¿Quiénes fueron los gobernantes responsables y cómplices del paramilitarismo que asoló

al país desde 1980 hasta el nuevo siglo, año 2000?


563

Son responsables, porque pudiendo evitarlo no lo hicieron y son cómplices, porque lo

tipifica su propia ley en el artículo 30 de su código penal: “Partícipes. Son partícipes el

determinador y el cómplice. Quien determine a otro a realizar la conducta antijurídica incurrirá

en la pena prevista para la infracción. Quien contribuya a la realización de la conducta

antijurídica o preste una ayuda posterior, por concierto previo o concomitante a la misma,

incurrirá en la pena prevista para la correspondiente infracción disminuida de unasexta parte a

la mitad”.

Ah, pero a ellos no se les aplicó el código penal en su canon 30…..

Los responsables por omisión y cómplices por ayuda posterior y concierto previo o

concomitante, impunes hoy y siempre fueron:

Julio Cesar Turbay Ayala, presidente período 1978-1982.

Belisario Betancuort Cuartas, presidente período 1982-1986.

Virgilio Barco Vargas, presidente período 1986-1990.

Cesar Gaviria Trujillo, presidente período 1990-1994.

Ernesto Samper Pizano, presidente período 1994-1998

Andrés Pastrana Arango, presidente período 1998-2002.

Los primeros tres ya murieron en plena impunidad; los últimos tres viven en completa

impunidad y tranquilidad.

¿Los absolverá la historia?


564

La Guerra Civil en el nuevo Siglo XXI.

En Colombia comenzó el siglo XIX con una guerra civil (1811-1812); terminó ese siglo y

comenzó el XX con la misma guerra civil (1899-1903); llegó otro siglo, el XXI (2000) y la

misma guerra civil ha continuado bajo otros nombres, formas, modelos, métodos y resultados,

pero en el fondo: los mismos con las mismas.

La situación del paramilitarismo en Colombia al comienzo del siglo XXI (año 2000) la

describe así María Teresa Ronderos en su obra, “Guerras Recicladas”:

“Fredy Rendon, Miguel Arroyave y los hermanos Castaño ocuparon el campo libre que les

dejaba un estado frágil, cuyas instituciones no funcionaban ni para proteger a la gente ni para

resolverles sus problemas. Políticos locales, cuyo poder dependía del clientelismo y la

corrupción, fueron fácilmente comprables o eliminables si no les colaboraban; oficiales de la

fuerza pública, apegados a la ideología de la Guerra Fría, desueta desde hacía una década,

también eran vulnerables a la corrupción y los políticos nacionales apoyados en estos dos para

gobernar tenían una capacidad limitada para establecer un estado legítimo, reconocido por el

pueblo chocoano o llanero y una voluntad mucho menor para defender lo público. Bajo el

gobierno de Samper, la debilidad de los mandatarios centrales frente a la fuerza pública se

hizo todavía más evidente y por eso, siendo el presidente un gobernante de ideas liberales,

preocupado por los derechos humanos, terminó dejando que generales aliados con fichas de su
565

gobierno volvieran a imponer el esquema de armar a los civiles para que pelearan la guerra

sucia que los militares no estaban ganando.

“Ni Fredy Rendón ni Arroyave ni Vicente Castaño se conformaron con ser ricos y poderosos y

darse la gran vida –aunque se la daban-. Querían hacer política: acabar con el comunismo que

amenazaba con quitarles las propiedades a las clases medias, pero también suplantar a la

oligarquía tradicional local a la que despreciaban por corrupta e inoperante. El dinero a rodos

que acumularon con el narcotráfico, la extorsión, la importación de precursores para los

laboratorios de procesamiento de pasta de coca, el tráfico de armas, los peajes ilegales, los

aportes clandestinos de empresas legales y con los demás negocios que pudieron desarrollar

impunemente, los hizo sentirse capaces de erigir por su cuenta un Estado Paralelo, que

impulsara la libertad económica de las clases medias (una de las organizaciones de los

paramilitares de los llanos se llamó así, Libertad Económica para Colombia); y además que

reconstruyera la representación política de nuevo, desde la base, como lo imaginó “El

Alemán” con su organización “Urabá, grande, unido y en paz”. ¿Por qué no, si eran

comandantes todo poderosos, que decidián sobre la vida y la muerte de la gente y con un dedo

movían a las tropas del estado a su favor?.

“No les salió bien. Muchos políticos se les arrodillaron y ellos creyeron que los mandaban;

demasiados respetables empresarios los adularon como indispensables y ellos recibieron los

aplausos y, aunque suene contradictorio, todos les pervirtieron sus fines. La máquina de horror

que inventaron perdió control, porque la muerte de miles de inocentes, maraca con sevicia, les
566

trasformó las mentes y los corazones a sus hombres y como le sucedió a la guerrilla, se

devolvió en su contra y les quitó el poco o mucho apoyo social que habían conseguido.

“El poder desmedido que consiguieron estos jóvenes pueblerinos de escasa educación, nacidos

en Amalfi, no se le puede atribuir entonces solo al narcotráfico, ni tampoco solo a la ideología,

ni menos a sus carencias éticas personales. Su poder floreció en el terreno abonado por un

Estado inoperante, que es peor que uno ausente; del sentimiento rebelde de empoderar a una

clase popular ascendente a la que la dirigencia la mantiene al margen de la gran economía; y

de desmotar una maquinaria política que no los representa ni vela por sus intereses. El dinero

fácil del narcotráfico y de los otros negocios ilegales los hizo sentir que eran capaces de

montar ese Estado, uno más eficaz, más cercano a la gente y por supuesto, viniendo de las

organizaciones criminales de dónde venían, donde la muerte era la solución cotidiana a los

problemas y el control se mantenía a plomo. Este Para-Estado sólo podía ser tiránico, uno que

eliminaba a cualquiera que se atravesara en su diseño. Carlos Castaño dijo alguna vez la frase

que de alguna manera recoge el sentimiento que uno a estos campesinos amalfitanos que se

volvieron malos: “En este país las autoridades están hechas para proteger a los ricos, a la alta

clase social; la guerrilla protege a los de abajo, a la clase baja; y nosotros, los paras,

protegemos a la clase media”.- (op. cit)

AÑO 2004.

A partir de este momento, para mayor objetividad de la narración historiográfica, resulta

conveniente trascribir año por año los resúmenes que sobre el tema de la violencia hace la

Revista SEMANA en sus números especiales de fin de año. Así, en el N°1181 del 20 de

diciembre de 2004, la citada publicación lo resume de este modo:


567

“¿El principio del fin?. La desmovilización masiva de bloques paramilitares es el hecho de paz

más relevante este año. Habrá que ver si conduce a la paz.

“En los últimos meses, el Bloque bananero, del sur del magdalena e isla de San Fernando; las

AUC de cundinamarca, el Bloque Catatumbo y el bloque calima –unos 2600 autodefensas-

dejaron las armas, incluido el jefe de las AUC, Salvatore Mancuso. Y en los próximos días se

desmovilizarán las autodefensas de Corboba.

“Haber conseguido que por primera vez en muchos años disminuya el número de hombres

armados es un gran logro del gobierno de Alvaro Uribe y particularmente de su comisionado

de paz, Luis Carlos Restrepo. Y lo es aún más porque estos hombres y mujeres han dejado las

armas a pesar de que todavía no hay claridad sobre que pasará ni con sus bienes ni con su

libertad, y a pesar de que la guerrilla aún no sido derrotada.

“Los paramilitares tampoco están derrotados pero carecen de futuro. El proyecto paramilitar

no es viable por razones internacionales, locales y de la misma organización. (……..)

“Como organización, la confederación de las autodefensas demostró su precariedad. Los

asesinatos a manos de otros paramilitares estr año de “doble cero”, comandante del Bloque

Metro; de Miguel Arroyabe, del Centauros y la desaparición -¿muerte?- de Carlos Castaño

demostraron las profundas pugnas internas y que si no se desmovilizan pronto, en muy poco

tiempo no serán más que señores de la guerra dedicados exclusivamente al narcotráfico. (…..)

“Desmovilizar combatientes no conduce automáticamente a desmontar el poder paramilitar,

como quedó claro en Medellín. Allí, a pesar de la desmovilización del Bloque Cacique

Nutibara, a fines de 2003, los paramilitares siguen usando su poder de intimidación para

extorsionar, como lo reveló la encuesta de seguridad del Dane y para cobrar deudas.(…….).

“Hasta el momento ese marco legal que blinde la negociación y que refleje un gran acuerdo

social sobre qué perdonar y cómo reparar a las víctimas sigue en veremos.(……) La
568

desmovilización de tantos bloques abre una oportunidad sin precedentes para desmontar el

paramilitarismo, cada vez más enquistado en la política regional. Pero sólo si se hace bien.

“Desmovilizar los bloques paramililtares sin respetar los derechos de las víctimas a la verdad,

la justicia y la reparación, según los estándares de los tratados internacionales de derechos

humanos firmados por Colombia, podría acarrearle al Estado millonarias demandas en el

futuro y a la postre echar por la borda todo el esfuerzo del comisionado.”.(op. cit).

El libro “Colombia: El espejismo de la justicia y de la paz”, de la Comisión Colombiana de

Juristas, Bogotá 2008, descubre otra realidad:

“Entre julio de 2002 y junio de 2007 la CCJ ha registrado que los paramilitares han asesinado

o desaparecido forzosamente por fuera de combate de 834 personas cada año, en promedio. Es

decir, dichos grupos, en este periodo han cometido por lo menos 4.174 violaciones al derecho

a la vida. En el mismo periódo, por lo menos 344 personas han recibido tratos crueles,

inhumanos o degradantes o han sido víctimas de torturas y por lo menos 4.426 personas han

sido víctimas de amenazas cometidas por grupos paramilitares…..”

Y agrega la citada obra:

“Mientras el paramilitarismo no sea efectivamente desmantelado, seguirán siendo asesinadas

numerosas personas por estos grupos y la cantidad de víctimas puede volver a aumentar. Por

otra parte, es particularmente preocupante que, mientras se registra esta reducción, se ha

registrado igualmente un aumento casi del doble de muertes y desapariciones causadas

directamente por agentes estatales por fuera de combate. En efecto, en el año 2002-2003 se

registraron 187 víctimas de violaciones al derecho a la vida atribuidas directamente a agentes

estatales,, mientras que en el año 2006-2007 se registraron 287 víctimas (op. cit).
569

Tras repetir para recordar y repetir para no olvidar, volvemos al año 2005 y la nueva Ley 975

de julio de 2005, llamada “Ley de Justicia y Paz”, promulgada bajo el gobierno de Alvaro

Uribe Velez. Obsérvese cómo este mandatario si cumplió con los paramilitares en su proceso

de pacificación, pues cumplió los pactos celebrados con ellos y respetó sus vidas y libertades y

además, legisló efectivamente en su beneficio, solo que en ese acuerdo no había necesidad de

hacer cambios en el aspecto socio económico.

De acuerdo con el libro “Anotaciones sobre la ley de justicia y paz” de la Comisión

Colombiana de Juristas, Bogotá, marzo de 2007, la Ley 975 de 2005, es un procedimiento

penal muy particular, estructurado sobre la oferta de incentivos para los victimarios, un

procedimiento de aplicación limitada, restringida particularmente a los paramilitares

desmovilizados colectivamente.

Esta ley en el fondo se hizo para garantizar la impunidad de todos los crímenes cometidos por

los paramilitares, legalizar los bienes que arrebataron a los campesinos y trabajadores y

legalizar la participación legal de los paramilitares en la política, la sociedad y la economía

nacional. Anótese cómo cuando se adelantó el proceso de desmovilización de las autodefensas

AUC y se promulgó la citada ley, nadie en la opinión pública se opuso ni critico tal proceso,

como si sucedería años más tarde frente al proceso de paz con a insurgencia.

Bajo el amparo de esta Ley, se inició una falsa desmovilización del paramilitarismo, así

comentada por María Teresa Ronceros en su citada obra:

“Desde afuera, muchos observadores, en efecto, sentían que una negociación entre Estado y

paramilitarismo no era realmente una negociación entre enemigos, sino un acuerdo de

conveniencia entre Amigos. “Existe el temor de que algunos sectores del gobierno y de las

AUC no se consideren realmente adversarios: se piensa que, así como ciertos elementos de las

estructuras de poder tradicionales del país quizá hayan auspiciado el surgimiento de los
570

paramilitares, también ahora quieran utilizar las conversaciones de paz para exonerarlos

políticamente y por ende, legitimar su riqueza y su poder”, escribieron los analistas del

Internacional Crisis Grupo, un centro de pensamiento con base en Bruselas, especializado en

los conflictos internos de los países, un año más tarde en una revisión crítica del proceso con

el paramilitarismo (…..) Con el panorama jurídico despejado, pues la Ley de Justicia y Paz,

como fue aprobada, no los obligaba a confesar toda la verdad ni a entregar todos sus bienes

para obtener penal alternativas, los paramilitares retomaron las desmovilizaciones y 3975

hombres de cinco bloques dejaron las armas entre junio y agosto de 2005”.(op. cit).

Se estructuro esta ley sobre principios de representación de las víctimas, de verdad, justicia y

reparación para las mismas.

El marco teórico de la citada ley se fundamenta en que los paramilitares se desmovilizan,

individual o colectivamente, entregan las armas, son privados de su libertad y se acogen a un

proceso en el cual deben decir la verdad sobre los crímenes cometidos, se comprometen a

reparar a las víctimas con sus patrimonios y a cambio, por todos sus delitos solo reciben una

pena máxima de ocho años.

Cabe comparar como en el código penal colombiano, Ley 599 de 2000, según su artículo 103,

“El que matare a otro, incurrirá en prisión de doscientos ocho (208) a cuatrocientos cincuenta

(450) meses”, esto es, entre 17 y 37 años de prisión. Ello por UN SOLO homicidio. Si el

homicidio fuere agravado, según el artículo 104 ibídem, la pena va de 33 a 50 años de prisión.

De acuerdo con la Ley de Justicia y Paz los paramilitares no por uno solo, sino por quinientos,

mil o tres mil homicidios no pagaran ni un día más de ocho años de prisión. Nadie criticó que

eso era impunidad.


571

De acuerdo con el artículo 135 del código Penal Colombiano, quien cometiere un homicidio

contra persona protegida (uno solo) pagara entre cuatrocientos ochenta (480) y seiscientos

(600) meses de prisión, o sea, entre 40 y 50 años de prisión.

Según el Código Penal, artículo 101, “El que con el propósito de destruir total o parcialmente

un grupo nacional, étnico, religioso o político por razón de su pertenencia al mismo,

ocasionare la muerte de sus miembros, incurrirá en prisión de cuatrocientos ochenta (480) a

seiscientos (600) meses de prisión…”, esto es, entre 40 y 50 años de prisión: Pero los

paramilitares por el delito de genocidio no pagaran ni un día más de ocho años de prisión.

Por ninguno de los delitos contemplados en el Título II del C. P., los paramilitares pagarán ni

un día más de ocho años de prisión. Por desaparición forzada (art.165 C.P.), secuestro (art.168

C.P.), desplazamiento forzado (art. 180 C.P.), ni un día más de ocho años de prisión y así

mismo en los delitos contemplados en el Título IV del C.P.

Como documento jurídico e histórico, conviene transcribir el texto de la Ley 975 de 2005, el

adefesio jurídico más descarado para legalizar y garantizar la plena impunidad del

paramilitarismo en Colombia:

Establece el artículo 1 de la Ley 975 de 2005 :

“La presente ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o

colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los

derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.

Se entiende por grupo armado organizado al margen de la ley, el grupo de guerrilla o de

autodefensas, o una parte significativa e integral de los mismos como bloques, frentes u otras

modalidades de esas mismas organizaciones, de las que trate la ley 782 de 2002.”
572

“Artículo 2. Ambito de la ley, interpretación y aplicación normativa. La presente ley regula lo

concerniente a la investigación, procesamiento, sanción y beneficios judiciales de las personas

vinculadas a grupos armados organizados al margen de la ley, como autores o participes de

hechos delictivos cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a esos grupos, que

hubieren decidido desmovilizarse y contribuir decisivamente a la reconciliación nacional.

“La interpretación y aplicación de las disposiciones previstas en esta ley deberán realizarse de

conformidad con las normas constitucionales y los tratados internacionales ratificados por

Colombia. La incorporación de algunas disposiciones internacionales en la presente ley, no

debe entenderse como la negación de otras normas internacionales que regulan esta misma

materia.

“La reinserción a la vida civil de las personas que puedan ser favorecidas con amnistía,

indulto o cualquier otro beneficio establecido en la Ley 782 de 2002, se regirá por lo dispuesto

en dicha ley.

Artículo 3. Alternatividad. Alternatividad es un beneficio consistente en suspender la

ejecución de la pena determinada en la respectiva sentencia, reemplazándola por una pena

alternativa que se concede por la contribución del beneficiario a la consecución de la paz

nacional, la colaboración con la justicia, la reparación a las víctimas y su adecuada

resocialización. La concesión del beneficio se otorga según las condiciones establecidas en la

presente ley.

En su artículo 4 se establece:

“El proceso de reconciliación nacional al que dé lugar la presente ley, deberá promover en

todo caso, el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación y respetar el

derecho al debido proceso y las garantías judiciales de los procesados.”


573

“Artículo 5. Definición de Victima. Para los efectos de la presente ley se entiende por víctima

la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como lesiones

transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física o psíquica y/o

sensorial (visual o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus

derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan

transgredido la legislación penal, realizadas por grupos armados organizados al margen de la

ley.

“También se tendrá por víctima al cónyuge, compañero o compañera permanente y familiar en

primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a esta se le

hubiere dado muerte o estuviere desaparecida.

“La condición de víctima se adquiere con independencia de que se identifique, aprehenda,

procese o condena al autor de la conducta punible y sin consideración a la relación familiar

existente entre el autor y la víctima.

“Igualmente se considerarán como víctimas a los miembros de la fuerza pública que hayan

sufrido lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física,

psíquica y/o sensorial o menos cabo de sus derechos fundamentales, como consecuencia de las

acciones de algún integrante o miembros de los grupos armados organizados al margen de la

ley. Asimismo se tendrán como víctimas al cónyuge, compañero o compañera permanente y

familiares en primer grado de consanguinidad, de los miembros de la fuerza pública que hayan

perdido la vida en desarrollo de actos del servicio, en relación con el mismo, o fuera de él,

como consecuencia de los actos ejecutados por algún integrante o miembro de los grupos

organizados al margen de la ley.

“Artículo 6. Derecho a la Justicia. De acuerdo con las disposiciones legales vigentes, el estado

tiene el deber de realizar una investigación efectiva que conduzca a la identificación, captura y
574

sanción de las personas responsables por delitos cometidos por los miembros de grupos

armados al margen de la ley; asegurar a las víctimas de esas conductas el acceso a recursos

eficaces que reparen el daño infligido y tomar todas las medidas destinadas a evitar la

repetición de tales violaciones.Las autoridades públicas que intervengan en los procesos que

se tramiten con fundamento en la presente ley deberán atender prioritariamente, el deber de

que trata este artículo.

“Artículo 7. Derecho a la verdad. La sociedad y en especial las víctimas, tienen el derecho

inalienable, pleno y efectivo de conocer la verdad sobre los delitos cometidos por grupos

armados organizados al margen de la ley y sobre el paradero de las víctimas de secuestro y

desaparición forzada. Las investigaciones y procesos judiciales a los que se aplique la presente

ley deben promover la investigación de lo sucedido a las víctimas de esas conductas, e

informar a sus familiares lo pertinente. Los procesos judiciales que se adelanten a partir de la

vigencia de la presente ley no impedirán que en el futuro puedan aplicarse otros mecanismos

no judiciales de reconstrucción de la verdad.

El artículo 8 señala :

“El Derecho de las víctimas a la reparación comprende las acciones que propendan por la

restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción; y las garantías de no repetición de las

conductas.

“Restitución es la realización de las acciones que propendan por regresar a la víctima a la

situación anterior a la comisión del delito.

“La indemnización consiste en compensar los perjuicios causados por el delito.

La rehabilitación consiste en realizar las acciones tendientes a la recuperación de las víctimas

que sufren traumas físicos y sicológicos como consecuencia del delito.


575

La satisfacción o compensación moral consiste en realizar las acciones tendientes a restablecer

la dignidad de la víctima y difundir la verdad sobre lo sucedido.

Las garantías de no repetición comprenden, entre otras, la desmovilización y el

desmantelamiento de los grupos armados al margen de la ley.

“Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la

comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no

repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón público

y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas.

“La reparación colectiva debe orientarse a la reconstrucción sico-social de las poblaciones

afectadas por la violencia. Este mecanismo se prevee de manera especial para las comunidades

afectadas por la ocurrencia de hechos de violencia sistemática. Las autoridades judiciales

competentes fijarán las reparaciones individuales, colectivas o simbólicas que sean del caso,

en los términos de esta ley.“

“Artículo 9. Desmovilización. Se entiende por desmovilización el acto individual o colectivo

de dejar las armas y abandonar el grupo armado organizado al margen de la ley, realizado ante

autoridad competente. La desmovilización del grupo armado organizado al margen de la ley se

realizará de acuerdo con lo establecido en la ley 782 de 2002.

Según dicha ley, el derecho de las víctimas a su reparación comprende las figuras de la

restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición y reparación

simbólica.

“Artículo 10. Requisitos de elegibilidad para la desmovilización colectiva. Podrán acceder a

los beneficios que establece la presente ley los miembros de un grupo armado organizado al

margen de la ley que hayan sido o puedan ser imputados, acusados o condenados como
576

autores o participes de hechos delictivos cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a

esos grupos, cuando no puedan ser beneficiarios de algunos de los mecanismos establecidos en

la ley 782 de 2002, siempre que se encuentren en el listado que el gobierno nacional remita a

la Fiscalia General de la Nación y reúnan, además, las siguientes condiciones:

“1. Que el grupo armado orgnizado de que se trata se haya desmovilizado y desmantelado en

cumplimiento de acuerdo con el gobierno nacional.

2.Que se entreguen los bienes producto de la actividad ilegal.

3.Que el grupo ponga a disposición del Instituto Colombianoa de Bienestar Familiar la

totalidad de los menores de edad reclutados.

4.Que el grupo cese toda interferencia al libre ejercicio de los derechos políticos y libertades

públicas y cualquiera otra actividad ilícita.

5.Que el grupo no se haya organizado para el tráfico de estupefacientes o el enriquecimiento

ilícito.

6.Que se liberen las personas secuestradas que se hallen en su poder.

“Parágrafo. Los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley que se encuentren

privados de la libertad, podrán acceder a los beneficios contenidos en la presente ley y a los

establecidos en la ley 782 de 2002, siempre que en las providencias judiciales

correspondientes se determine su pertenencia al respectivo grupo.

“Artículo 11. Requisitos de elegibilidad para desmovilización individual. Los miembros de los

grupos armados organizados al margen de la ley que se hayan desmovilizado individualmente

y que contribuyan a la consecución de la paz nacional, podrán acceder a los beneficios que

establece la presente ley, siempre que reúnan los siguientes requisitos:

1.Que entregue información o colabore con el desmaltelamiento del grupo al que pertenecía.

2.Que haya suscrito un acta de compromiso con el gobierno nacional.


577

3.Que se haya desmovilizado y dejado las armas en los términos establecidos por el gobierno

nacional para tal efecto.

4.Que cese toda actividad ilícita.

5.Que entregue los bienes producto de la actividad ilegal, para que se repare a la víctima.

6.Que su actividad no haya tenido como finalidad el tráfico de estupefacientes o el

enriquecimiento ilícito.

“Solamente podrán acceder a los beneficios previstos en esta ley, las personas cuyos nombres

e identidades presente el gobierno nacional ante la fiscalía general de la nación.”

“Artículo 12. Oralidad. La actuación procesal será oral y en su realización se utilizarán los

medios técnicos idóneos que garanticen su reproducción fidedigna. La conservación de los

registros correspoderá al secretario de la Unidad Nacional de Fiscalia para la Justicia y la Paz,

creada por la presente ley y al de la sala del tribunal superior de distrito judicial que conozca

del juzgamiento, según corresponda.

“Artículo 13. Celeridad. Los asuntos que se debatan en audiencia serán resueltos dentro de la

misma. Las decisiones se entenderán notificadas en estrados. Las audiencias preliminares se

realizarán ante el magistrado de control de garantías que designe el tribunal respectivo. En

audiencia preliminar se tramitarán los siguientes asuntos:

“1.La practica de una prueba anticipada que por motivos fundados y de extrema necesidad se

requiera para evitar la pérdida o alteración del medio probatorio.

2.La adopción de medidas para la protección de víctimas y testigos.

3.La solicitud y la decisión de imponer medida de aseguramiento.

4.La solicitud y la decisión de imponer medidas cautelares sobre bienes.

5.La formulación de la imputación.

6.La formulación de cargos.


578

7.Las que resuelvan asuntos similares a los anteriores.

“Las decisiones que resuelvan asuntos sustanciales y las sentencias deberán fundamentarse

fáctica, probatoria y jurídicamente e indicar los motivos de estimación o de desestimación de

las pretensiones de las partes. El reparto de los asuntos a que se refiere la presente ley, deberá

hacerse el mismo día en que se reciba la actuación en el correspondiente despacho.

“Artículo 14. Defensa. La defensa estará a cargo del defensor de confianza que libremente

designe el imputado o acusado o en su defecto, del asignado por el sistema nacional de

defensoría pública.

“Artículo 15. Esclarecimiento de la verdad. Dentro del procedimiento que establece la

presente ley los servidores públicos dispondrán lo necesario para que se asegure el

esclarecimiento de la verdad sobre los hechos objeto de investigación y se garantice la defensa

de los procesados. La unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz creada por esta ley,

deberá investigar, por conducto del fiscal delegado para el caso, con el apoyo del grupo

especializado de policía judicial, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se

realizaron las conductas punibles; las condiciones de vida, sociales, familiares e individuales

del imputado o acusado y su conducta anterior; los antecedentes judiciales y de policía y los

daños que individual o colectivamente haya causado de manera directa a las víctimas, tales

como lesiones físicas o sicológicas, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo

sustancial de derechos fundamentales.

“Con la colaboración de los desmovilizados, la policía judicial investigará el paradero de

personas secuestradas o desaparecidas e informará oportunamente a los familiares sobre los

resultados obtenidos.

“La fiscalía general de la nación velará por la protección de las víctimas, los testigos y los

peritos que pretenda presentar en el juicio. La protección de los testigos y los peritos que
579

pretenda presentar la defensa estará a cargo de la defensoria del pueblo. La protección de los

magistrados de los tribunales superiores de distrito judicial que deban conocer del juzgamiento

será responsabilidad del consejo superior de la judicatura.

“Artículo 16. Competencia. Recibido por la unidad nacional de fiscalía para la justicia y la

paz, el o los nombres de los miembros de grupos armados organizados al margen de la ley

dispuestos a contribuir de manera efectiva a la consecución de la paz nacional, el fiscal

delegado que corresponda, asumirá de manera inmediata la competencia para:

16.1. Conocer de las investigaciones de los hechos delictivos cometidos durante y con ocasión

de la pertenencia al grupo armado organizado al margen de la ley.

16.2. Conocer de las investigaciones que cursen en contra de sus miembros.

16.3. Conocer de las investigaciones que deban iniciarse y de las que se tenga conocimiento

en el momento o con posterioridad a la desmovilización.

“EL tribunal superior de distrito judicial que determine el CSJ, mediante acuerdo que expida

antes de que se inicie cualquier trámite, será competente para conocer del juzgamiento de las

conductas punibles a que se refiere la presente ley. No podrá haber conflicto o colisión de

competencia entre los tribunales superiores de distrito judicial que conozcan de los casos a que

se refiere la presente ley y cualquier otra autoridad judicial”.

De acuerdo con la Ley 975 de 2005, luego de cumplidos los requisitos de elegibilidad para la

desmovilización colectiva e individual (art.10 y 11),el proceso se inicia con una versión libre

(art. 17) en la Fiscalía, en la cual, los paramilitares ahora llamados Señores Postulados por su

libre voluntad declaran los hechos que a bien tengan, los que ellos quieran y las víctimas que

se encuentran en un recinto aparte pueden hacerles alguna pregunta por intermedio del fiscal y

los señores postulados están en libertad de contestarla o no. Cada una de estas versiones tardan

meses enteros.
580

“Artículo 17. Versión libre y confesión. Los miembros del grupo armado organizado al

margen de la ley, cuyos nombres someta el gobierno nacional a consideración de la fiscalía

general de la nación, que se acojan en forma expresa al procedimiento y beneficios de la

presente ley, rendirán versión libre ante el fiscal delegado asignado para el proceso de

desmovilización, quien los interrogará sobre todos los hechos de que tenga conocimiento.

“En presencia de su defensor, manifestarán las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que

hayan participado en los hechos delictivos cometidos con ocasión de su pertenencia a estos

grupos, que sean anteriores a su desmovilización y por los cuales se acogen a la presente ley.

En la misma diligencia indicarán los bienes que se entregan para la reparación de las víctimas

y la fecha de su ingreso al grupo.

“La versión rendida por el desmovilizado y las demás actuaciones adelantadas en el proceso

de desmovilización, se pondrán en forma inmediata a disposición de la unidad nacional de

fiscalías de justicia y paz con el fin de que el fiscal delegado y la policía judicial asignados al

caso elaboren y desarrollen el programa metodológico para iniciar la investigación, comprobar

la veracidad de la información suministrada y esclarecer esos hechos y todos aquellos de los

cuales tenga conocimiento dentro del ámbito de su competencia.

“El desmovilizado se dejará inmediatamente a disposición del magistrado que ejerza la

función de control de garantías, quien dentro de las treinta y seis horas siguientes señalará y

realizará audiencia de formulación de imputación, previa solicitud del fiscal que conozca del

caso.

La Audiencia de formulación de imputación se desarrolla ante Magistrados del Tribunal

Superior de Bogotá (art.18) y en ella, la Fiscalía comienza por hacer un extenso recuento de la

vida de cada uno de los señores postulados y de la historia del frente o bloque al cual

pertenece; a continuación se enuncian uno por uno los delitos confesados libre y
581

voluntariamente por los postulados en la versión libre y el Magistrado les pregunta si es su

libre voluntad aceptar estos hechos y si los postulados quieren los aceptan o no.

“Artículo 18. Formulación de imputación. Cuando de los elementos materiales probatorios,

evidencia física, información legalmente obtenida o de la versión libre pueda inferirse

razonablemente que el desmovilizado es autor o participe de uno o varios delitos que se

investigan, el fiscal delegado para el caso solicitará al magistrado que ejerza la función de

control de garantías la programación de una audiencia preliminar para la formulación de la

imputación.

“En esta audiencia, el fiscal hará la imputación fáctica de los cargos investigados y solicitará

al magistrado disponer la detención preventiva del imputado en el centro de reclusión que

corresponda, según lo dispuesto en la presente ley. Igualmente solicitará la adopción de las

medidas cautelares sobre los bienes para efectos de la reparación a las víctimas.

“A partir de esta audiencia y dentro de los sesenta días siguientes, la unidad nacional de

fiscalía para la justicia y la paz, con el apoyo de su grupo de policía judicial, adelantará las

labores de investigación y verificación de los hechos admitidos por el imputado y todos

aquellos de los cuales tenga conocimiento dentro del ámbito de su competencia. Finalizado el

término o antes si fuere posible, el fiscal del caso solicitará al magistrado que ejerza la función

de control de garantías la programación de una audiencia de formulación de cargos, dentro de

los diez días siguientes a la solicitud, si a ello hubiere lugar. Con la formulación de la

imputación se interrumpe la prescripción de la acción penal.

Viene luego la audiencia de aceptación de cargos (art.19) en la cual se repite el mismo

procedimiento con la diferencia de que en ésta la Fiscalía enuncia otra vez cada uno de los

delitos antes imputados al postulado y la Magistratura les vuelve a preguntar si es su libre

voluntad aceptar o no estos cargos, diligencia que suele tardar meses enteros.
582

“Artículo 19. Aceptación de cargos. En la audiencia de formulación de cargos el imputado

podrá aceptar los presentados por la fiscalía, como consecuencia de la versión libre o de las

investigaciones en curso al momento de la desmovilización.

“Para su validez tendrá que hacerlo de manera libre, voluntaria, espontánea y asistido por su

defensor. En este evento el magistrado que ejerza la función de control de garantías enviará

inmediatamente lo actuado a la secretaria de la sala del tribunal superior de distrito judicial a

la que corresponda su conocimiento.

“Recibida la actuación, la sala correspondiente convocará a audiencia pública dentro de los

diez días siguientes para examinar si la aceptación de cargos ha sido libre, voluntaria,

espontánea y asistida por su defensor. De hallarla conforme a derecho, dentro de los diez días

siguientes citará a audiencia de sentencia e individualización de pena.

“Parágrafo primero. Si en esta audiencia el imputado no acepta los cargos o se retracta de los

admitidos en la versión libre, la unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz remitirá la

actuación al funcionario competente conforme con la ley vigente al momento de la comisión

de las conductas investigadas.

“Paragrafo segundo. Cuando exista solicitud de reparación integral, previamente se dará

cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 23 de la presente ley.

“Artículo 20. Acumulación de procesos y penas. Para los efectos procesales de la presente

ley, se acumularán los procesos que se hallen en curso por hechos delictivos cometidos

durante y con ocasión de la pertenencia del desmovilizado a un grupo armado organizado al

margen de la ley. En ningún caso procederá la acumulación por conductas cometidas con

anterioridad a la pertenencia del desmovilizado al grupo armado organizado al margen de la

ley. Cuando el desmovilizado haya sido previamente condenado por hechos delictivos
583

cometidos durante y con ocasión de su pertenencia a un grupo armado organizado al margen

de la ley, se tendrá en cuenta lo dispuesto en el código penal sobre acumulación jurídica de

penas.

“Artículo 21. Ruptura de la unidad procesal. Si el imputado o acusado acepta parcialmente los

cargos se romperá la unidad procesal respecto de los no admitidos. En este caso la

investigación y el juzgamiento de los cargos no aceptados se tramitarán por las autoridades

competentes y las leyes procedimentales vigentes al momento de su comisión. Respecto de los

cargos aceptados se otorgarán los beneficios de que trata la presente ley.

“Artículo 22. Investigaciones y acusaciones anteriores a la desmovilización. Si para el

momento en que el desmovilizado se acoja a la presente ley, la fiscalía adelanta

investigaciones o formuló acusación en su contra, el imputado o acusado, asistido por su

defensor, podrá oralmente o por escrito aceptar los cargos consignados en la resolución que le

impuso medida de aseguramiento, o en la formulación de imputación, o en la resolución o

escrito de acusación, según el caso. Dicha aceptación deberá hacerla el magistrado que cumpla

la función de control de garantías en las condiciones previstas en la presente ley”.

A tenor del artículo 23 se inicia un incidente de reparación integral ante el Tribunal Superior

de Bogotá, en el cual el representante de cada una de las víctimas, expresa la forma de

reparación que pretende, debiendo probar cada una de ellas. Para ello el defensor debe

presentar prueba de que su representada si existe y está viva y de que su víctima si murió, a

través de certificados de nacimiento y defunción, de matrimonio, de parententesco, presentara

documentos de toda clase así con el peritazgo relativo a la cuantía de los daños materiales y

morales ocasionados con el hecho concreto. Esta audiencia se prolonga por meses enteros.

Luego vienen recursos, intervención del Ministerio Público y la famosa pena alternativa del

artículo 29 ibídem.
584

“Artículo 23. Incidente de reparación integral. En la misma audiencia en la que la sala del

tribunal superior de distrito judicial correspondiente declare la legalidad de la aceptación de

cargos, previa solicitud expresa de la víctima o del fiscal del caso, o del ministerio público a

instancia de ella, el magistrado ponente abrirá inmediatamente el incidente de reparación

integral de los daños causados con la conducta criminal y convocará a audiencia pública

dentro de los cinco días siguientes.

“Dicha audiencia se iniciará con la intervención de la víctima o de sus representante legal o

abogado de oficio, para que exprese de manera concreta la forma de reparación que pretende e

indique las pruebas que hará valer para fundamentar sus pretensiones.

“La sala examinará la pretensión y la rechazará si quien la promueve no es víctima o está

acreditado el pago efectivo de los prejuicios y éste fuere la única pretensión formulada,

decisión que podrá ser objeto de impugnación en los términos de esta ley.

“Admitida la pretensión, la sala pondrá en conocimiento del imputado que ha aceptado los

cargos y a continuación invitará a los intervinientes a conciliar. Si hubiere acuerdo su

contenido lo incorporará a la decisión que falla el incidente; en caso contrario dispondrá la

práctica de la prueba ofrecida por las partes, oirá el fundamento de sus respectivas

pretensiones y en el mismo acto fallará el incidente. La decisión en uno u otro sentido se

incorporará a la sentencia condenatoria.

“Parágrafo primero. Exclusivamente para efectos de la conciliación prevista en este artículo, la

víctima, el imputado o su defensor, el fiscal que haya conocido del caso o el ministerio

público, podrán solicitar la citación del director de la red de solidaridad social en su condición

de ordenador del gasto del fondo para la reparación de las víctimas.


585

“Parágrafo segundo. No podrá negarse la concesión de la pena alternativa en el evento de que

la víctima no ejerza su derecho en el incidente de reparación integral”.

“Artículo 24. Contenido de la sentencia. De acuerdo con los criterios establecidos en la ley, en

la sentencia condenatoria se fijarán la pena principal y las accesorias. Adicionalmente se

incluirán la pena alternativa prevista en la presente ley, los compromisos de comportamiento

por el término que disponga el tribunal, las obligaciones de reparación moral y económica a

las víctimas y la extinción del dominio de los bienes que se destinarán a la reparación. La sala

correspondiente se ocupará de evaluar el cumplimiento de los requisitos previstos en esta ley

para acceder a la pena alternativa”.

“Artículo 25. Hechos conocidos con posterioridad a la sentencia o al indulto. Si los miembros

de los grupos armados organizados al margen de la ley que recibieron los beneficios de la ley

782 de 2002 o que se beneficiaron con la pena alternativa de conformidad con la presente ley,

con posterioridad se les llegare a imputar delitos cometidos durante y con ocasión de la

pertenencia a esos grupos y antes de su desmovilización, estas conductas serán investigadas y

juzgadas por las autoridades competentes y las leyes vigentes al momento de la comisión de

esas conductas, sin perjuicio del otorgamiento de la pena alternativa, en el evento que colabore

eficazmente en el esclarecimiento o acepte, oralmente o por escrito, de manera libre,

voluntaria, expresa y espontánea, debidamente informado por su defensor, haber participado

en su realización y siempre que la omisión no haya sido intencional. En éste evento, el

condenado podrá ser beneficiario de la pena alternativa. Se procederá a la acumulación

jurídica de las penas alternativas sin exceder los máximos establecidos en la presente ley”.

“Artículo 26. Recursos. Salvo la sentencia, la reposición procede para todas las decisiones y se

sustenta y resuelve de manera oral e inmediata en la respectiva audiencia. La apelación

procede contra los autos que resuelvan asuntos de fondo, adoptados durante el desarrollo de
586

las audiencias y contra las sentencias. Se interpone en la misma audiencia en que se profiera la

decisión y se condede en el efecto suspensivo ante la sala penal de la corte suprema de justicia.

“El magistrado ponente citará a las partes e intervinientes a audiencia de argumentación oral

que se celebrará dentro de los diez días siguientes al recibo de la actuación en la secretaria de

la sala de casación penal. Sustentado el recurso por el apelante y oídas los demás partes e

intervinientes, la sala podrá decretar un receso hasta por dos horas para emitir la decisión que

corresponda. Si el recurrente no concurriere o no sustentare el recurso, se declarará desierto.

“Parágrafo primero. El trámite de los recursos de apelación de que trata la presente ley, tendrá

prelación sobre los demás asuntos de competencia de la sala penal de la corte suprema de

justicia, excepto lo relacionado con acciones de tutela.

“Parágrafo segundo. De la acción extraordinaria de revisión conocerá la sala plena de la corte

suprema de justicia, en los términos previstos en el código de procedimiento penal vigente.

“Paragrafo tercero. Contra la decisión de segunda instancia no procede recurso de casación”.

“Artículo 27. Archivo de las diligencias. Si en relación con los hechos admitidos o no

admitidos por el desmovilizado en su versión libre o en posterior actuación, según el caso,

antes de la audiencia de imputación, el fiscal delegado llegare a constatar que no existen

motivos o circunstancias fácticas que permitan su caracterización como delito o que indiquen

la posible existencia, dispondrá de inmediato el archivo de la actuación. Sin embargo, si

surgieren nuevos elementos probatorios se reanudará la averiguación conforme con el

procedimiento establecido en la presente ley, mientras no se haya extinguido la acción penal”.


587

“Artículo 28. Intervención del ministerio público. En los términos del artículo 277 de la

constitución política, el ministerio público intervendrá cuando sea necesario, en defensa del

orden jurídico, del patrimonio público o de los derechos y garantías fundamentales”.

“Artículo 29. La Sala competente del Tribunal Superior de Distrito Judicial determinará la

pena que corresponda por los delitos cometidos, de acuerdo con las reglas del Código Penal.

“En caso de que el condenado haya cumplido las condiciones previstas en esta ley, la Sala le

impondrá una pena alternativa que consiste en privación de la libertad por un periodo mínimo

de cinco (5) años y no superior a ocho (8) años, tasada de acuerdo con la gravedad de los

delitos y su colaboración efectiva en el esclarecimiento de los mismos. Para tener derecho a la

pena alternativa se requerirá que el beneficiario se comprometa a contribuir con su

resocialización a través del trabajo, estudio o enseñanza durante el tiempo que permanezca

privado de la libertad y a promover actividades orientadas a la desmovilización del grupo

armado al margen de la ley al cual perteneció.

“Cumplida la pena alternativa y las condiciones impuestas en la sentencia se le concederá la

libertad a prueba por un término igual a la mitad de la pena alternativa impuesta, periodo

durante el cual el beneficiario se compromete a no reincidir en delitos, a presentarse

periódicamente ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial que corresponda y a informar

cualquier cambio de residencia. Cumplidas estas obligaciones y transcurrido el periodo de

prueba, se declarará extinguida la pena principal. En caso contrario, se revocará la libertad a

prueba y se deberá cumplir la pena inicialmente determinada, sin perjuicio de los subrogados

previstos en el código penal que correspondan.”

“Parágrafo. En ningún caso se aplicarán subrogados penales, beneficios adicionales o rebajas

complementarias a la pena alternativa”.


588

“Artículo 30. Establecimiento de reclusión. El gobierno nacional determinará el

establecimiento de reclusión donde debe cumplirse la pena efectiva. Los establecimientos de

reclusión deben reunir condiciones de seguridad y auteridad propios de los establecimientos

administrados por el Inpec. La pena podrá cumplirse en el exterior.

“Artículo 31. Inexequible. Sentencia c-370 de 2006.

“Artículo 32. Competencias de los tribunales superiores de distrito judicial en materia de

justicia y paz. Además de las competencias establecidas en otras leyes, los tribunales

superiores de distrito judicial designados por el consejo superior de la judicatura serán

competentes para adelantar la etapa de juzgamiento de los procesos de los que trata la presente

ley, vigilar el cumplimiento de las penas y las obligaciones impuestas a los condenados.

“Corresponde a la secretaria del respectivo tribunal organizar, sistematizar y conservar los

archivos de los hechos y circunstancias relacionadas con las conductas de las personas objeto

de cualquiera de las medidas de que trata la presente ley, con el fin de garantizar los derechos

de las víctimas a la verdad y preservar del olvido la memoria colectiva. También deberá

garantizar el acceso público a los registros de casos ejecutoriados, y contar con una oficina de

comunicaciones para divulgar la verdad de lo acontecido”.

“Artículo 33. Unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz.Créase la Unidad nacional de

fiscalía para la justicia y la paz, delegada ante los Tribunales superiores de distrito judicial,

con competencia nacional e integrada en la forma que se señala en la presente ley. Esta unidad

será responsable de adelantar las diligencias que por razón de su competencia le corresponden

a la Fiscalia General de la Nación, en los procedimientos establecidos en la presente ley.

“La Unidad nacional de fiscalía para la justicia y la paz tendrá el apoyo permanente de una

unidad especial de policía judicial, conformada por miembros de las autoridades que
589

corresponda, con dedicación exclusiva, permanente y con competencia en todo el territorio

nacional.

“Adicionar a la planta de cargos de la fiscalía general de la nación, para el año 2005

establecida en al artículo transitorio 1 de la ley 938 de 2004, los siguienes cargos: (Sigue la

lista de cargos y empleos correspondiente)”.

“Artículo 34. Defensoria Pública. El estado garantizará a imputados, acusados y condenados el

ejercicio del derecho de defensa, mediante los mecanismos de la Defensoría Pública y en los

términos señalados en la ley. La Defensoría del Pueblo asistirá a las víctimas en el ejercicio de

sus derechos y en el marco de la presente ley”.

“Artículo 35. Procuraduria Judicial para justicia y paz. El procurador general de la nación

creará para los efectos de la presente ley, una Procuraduría Judicial para la justicia y la paz,

con competencia nacional. Con tal fin, la procuraduría judicial apra la justicia y la paz, podrá

participar en las actuaciones judiciales y administrativas que se adelanten”.

“Artículo 36. Participación de las organizaciones sociales de asistencia a las víctimas. Para el

cumplimiento de lo previsto en la presente ley, la procuraduría general de la nación, impulsará

mecanismos para la participación de las organizaciones sociales para la asistencia a las

víctimas”.

El artículo 37 define los derechos de las victimas a lo largo y ancho de nueve numerales.

“Derechos de las víctimas. El estado garantizará el acceso de las víctimas a la administración

de justicia. En desarrollo de lo anterior, las víctimas tendrán derecho:

“1. Recibir durante todo el procedimiento un trato humano digno.

1. A la protección de su intimidad y garantía de su seguridad, la de sus familiares y testigos a

favor, cuando quiera que resulten amenazadas.


590

2. A una pronta e integral reparación de los daños sufridos a cargo del autor o participe del

delito.

3. A ser oídas y que se les facilite el aporte de pruebas.

4. A recibir desde el primer contacto con las autoridades y en los términos establecidos en el

código de procedimiento penal, información pertinente apra la protección de sus intereses;

y conocer la verdad de los hechos que conforman las circunstancias del delito del cual han

sido víctimas.

5. A ser informadas sobre la decisión definitiva relativa a la persecución penal y a interponer

los recursos cuando a ello hubiere lugar.

6. A ser asistidas durante el juicio por un abogado de confianza o por la procuraduría judicial

de que trata la presente ley.

7. A recibir asistencia integral para su recuperación.

8. A ser asistidas gratuitamente por un traductor o interprete, en el evento de no conocer el

idioma o de no poder percibir el lenguaje por los órganos de los sentidos”.

“Artículo 38. Protección a víctimas y testigos. Los funcionarios a los que se refiere esta ley

adoptarán las medidas adecuadas y todas las acciones pertinentes para proteger la seguridad, el

bienestar físico y sicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas y los testigos, así

como la de las demás partes del proceso.

“Para ello se tendrán en cuenta todos los factores pertinentes, incluidos la edad, el género y la

salud, asi como la índole del delito, en particular cuando este entrañe violencia sexual,

irrespeto a la dignidad de género o violencia contra niños y niñas. Se dará capacitación

especial a los funcionarios que trabajan con este tipo de víctimas. Estas medidas no podrán

redundar en perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial, ni serán

incompatibles con estos.


591

“Artículo 39. Excepcion a la publicidad en el juicio. Como excepción al principio del carácter

público de las audiencias de juzgamiento, el Tribunal superior de distrito judicial, a fin de

proteger a las víctimas, los testigos, o a un acusado, podrá ordenar que una parte del juicio se

celebre a puerta cerrada. Podrá ordenar la práctica de testimonio a través del sistema de audio

video para permitir su contradicción y confrontación por las parte. En particular, se aplicarán

estas medidas respecto de víctimas de agresión sexual o de niños, niñas y adolecentes que sean

víctimas o testigos”.

“Artículo 40. Otras medidas de protección durante el proceso. Cuando la publicidad de

elementos materiales probatorios, evidencia física o información legalmente obtenida entrañe

peligro grave para la seguridad de un testigo o de su familia, el fiscal deberá abstenerse de

presentarlos en cualquier diligencia anterior al juicio. En su reemplazo hará un resumen de

dichos elementos de conocimiento. En ningún caso, esas medidas podrán redundar en

perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial, ni serán incompatibles

con estos”.

“Artículo 41. Atención a necesidades especiales. Tanto los órganos judiciales como las

entidades de apoyo técnico y la procuraduría judicial para la justicia y la paz, tendrán en

cuenta las necesidades especiales de las mujeres, de las niñas, niños, personas mayores de

edad o con discapacidad que participen en el proceso”.

“Artículo 42. Deber general de reparar. Los miembros de los grupos armados que resulten

beneficiados con las disposiciones previstas en esta ley tienen el deber de reparar a las

víctimas de aquellas conductas punibles por las que fueren condenados mediante sentencia

judicial. Igualmente, cuando no se haya logrado individualizar al sujeto activo pero se

compruebe el daño y el nexo causal con las actividades del grupo armado ilegal beneficiario
592

por las disposiciones de la presente ley, el tribunal directamente o por remisión de la unidad de

fiscalía, ordenará la reparación a cargo del Fondo de Reparación”.

Sobre la reparación a las víctimas prescribe esta Ley 975 de 2005:

“Artículo 43. Reparación. El tribunal superior de distrito judicial al proferir sentencia,

ordenará la reparación a las víctimas y fijará las medidas pertinentes.

“Artículo 44. Actos de reparación. La reparación de las víctimas de la que trata la presente ley

comporta los deberes de restitución, indemnización, rehabilitación y satisfacción. Para tener

derecho a gozar del beneficio de la libertad a prueba, el condenado deberá proveer al Fondo

para la Reparación de las víctimas los bienes destinados para tal fin; realizar

satisfactoriamente los actos de reparación que se le hayan impuesto; colaborar con el Comité

Nacional de reparación y reconciliación o suscribir un acuerdo con el Tribunal superior de

distrito judicial que asegure el cumplimiento de sus obligaciones de reparación.

“Son actos de reparación integral los siguientes:

“45.1. La entrega al estado de bienes obtenidos ilícitamente para la reparación de las víctimas.

45.2. La declaración pública que restablezca la dignidad de la víctima y de las personas más

vinculadas con ella.

45.3. El reconocimiento público de haber causado daños a las victimas, la declaración pública

de arrepentimiento, la solicitud de perdón dirigida a las víctimas y la promesa de no repetir

tales conductas punibles.

45.4. La colaboración eficaz para la localización de personas secuestradas o desparecidas y la

localización de los cadáveres de las víctimas.

45.5. La búsqueda de los desaparecidos y de los restos de personas muertas, y la ayuda para

identificarlos y volverlos a inhumar según las tradiciones familiares y comunitarias.”


593

“Artículo 45. Solicitud de reparación. Las víctimas de los grupos armados al margen de la ley

pueden obtener reparación acudiendo al Tribunal superior de distrito judicial, en relación con

los hechos que sean de su conocimiento. Nadie podrá recibir dos veces reparación por el

mismo concepto”.

“Artículo 46. Restitución. La restitución implica la realización de los actos que propendan por

la devolución a la víctima a la situación anterior a la violación de sus derechos. Incluye el

restablecimiento de la libertad, el retorno a su lugar de residencia y la devolución de sus

propiedades”.

“Artículo 47. Rehabilitación. La rehabilitación deberá incluir la atención médica y sicológica

para las víctimas o sus parientes en primer grado de consanguinidad de conformidad con el

presupuesto del fondo para la reparación de las víctimas. Los servicios sociales brindados por

el gobierno a las víctimas, de conformidad con las normas y leyes vigentes, hacen parte de la

reparación y de la rehabilitación”.

“Artículo 48. Medidas de satisfacción y garantías de no repetición. Las medidas de

satisfacción y las garantías de no repetición, adoptadas por las distintas autoridades

directamente comprometidas en el proceso de reconciliación nacional, deberán incluir:

“1. La verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la verdad judicial, en la

medida en que no provoque daños innecesarios a la víctima, los testigos u otras personas, ni

cree un peligro para su seguridad.

2.La búsqueda de los desaparecidos o de las personas muertas y la ayuda para identificarlas y

volverlas a inhumar según las tradiciones familiares y comunitarias. Esta tarea se encuentra

principalmente a cargo de la unidad nacional de fiscalías para la justicia y la paz.

3.La decisión judicial que restablezca la dignidad, reputación y derechos de la víctima y las de

sus parientes en primer grado de consanguinidad.


594

4. La disculpa, que incluya el reconocimiento público de los hechos y la aceptación de

responsabilidades.

5. La aplicación de sanciones a los responsables de las violaciones, todo lo cual está a cargo de

los órganos judiciales que intervengan en los procesos de que trata la presente ley.

6. La sala competente del tribunal superior de distrito judicial podrá ordenar

conmemoraciones, homenajes y reconocimiento a las víctimas de los grupos armados al

margen de la ley. Adicionalmente, la comisión nacional de reconciliación y reparación podrá

recomendar a los órganos políticos o de gobierno de los distintos niveles, la adopción de este

tipo de medidas.

7.La prevención de violaciones de derechos humanos.

8.La asistencia a cursos de capacitación en materia de derechos humanos a los responsables de

las violaciones. Esta medida podrá ser impuesta a los condenados por la sala competente del

tribunal superior de distrito judicial”.

“Artículo 49. Programas de reparación colectiva. El gobierno, siguiendo las recomendaciones

de la comisión nacional de reconciliación y reparaciones, deberá implementar un programa

institucional de reparación colectiva que comprenda acciones directamente orientadas a

recuperar la institucionalidad propia del estado social de derecho particularmente en las zonas

más afectadas por la violencia, a recuperar y promover los derechos de los ciudadanos

afectados por hechos de violencia y reconocer y dignificar a las víctimas de la violencia”.

“Artículo 50. Comisión nacional de reparación u reconciliación. Créase la Comisión Nacional

de Reparacion y Reconciliación, integrada por el vicepresidente de la república o su delegado,

quien la presidirá; el procurador general de la nación o su delegado; el ministro del interior y

de justicia o su delegado; y ministro de hacienda y crédito público o su delegado; defensor del

pueblo, dos representantes de organizaciones de víctimas y el director de la red de solidaridad


595

social, quien desempeñará la secretaria técnica. El presidente de la república designará como

integrantes de esta comisión a cinco personalidades, dos de las cuales la menos deben ser

mujeres. Esta comisión tendrá una vigencia de 8 años”.

“Artículo 51. Funciones de la comisión nacional de reparación. La comisión nacional de

reparación y reconciliación cumplirá las siguientes funciones:

“1. Garantizar a las víctimas su participación en procesos de esclarecimiento judicial y la

realización de sus derechos.

2. Presentar un informe público sobre las razones para el surgimiento y evolución de los

grupos armados ilegales.

3. Hacer seguimiento y verificación a los procesos de reincorporación y a la labor de las

autoridades locales a fin de garantizar la desmovilización plena de los miembros de grupos

armados organizados al margen de la ley y el cabal funcionamiento de las instituciones en esos

territorios. Para estos efectos la comisión nacional de reparación podrá invitar a participar a

organismos o personalidades extranjeras.

4. Hacer seguimiento y evaluación periódica de la reparación de que trata la presente ley y

señalar recomendaciones para su adecuada ejecución.

5. Presentar, dentro del término de dos años, contados a partir de la vigencia de la presente

ley, ante el gobierno nacional y las comisiones de paz de senado y cámara de representantes,

un informe acerca del proceso de reparación a las víctimas de los grupos armados al margen

de la ley.

6. Recomendar los criterios para las reparaciones de que trata la presente ley, con cargo al

fondo de reparación a las víctimas.

7.Coordinar la actividad de las comisiones regionales para la restitución de bienes.


596

8. Adelantar acciones nacionales de reconciliación que busquen impedir la reaparición de

nuevos hechos de violencia que perturben la paz nacional.

9. Darse su reglamento”.

“Artículo 52. Comisiones regionales para la restitución de bienes. Las comisiones regionales

serán las responsables de propiciar los trámites relacionados con las reclamaciones sobre

propiedad y tenencia de bienes en el marco del proceso establecido en la presente ley”.

“Artículo 53. Composición. Las comisiones regionales estarán integradas por un representante

de la comisión nacional de reparación y reconciliación, quien la presidirá; un delegado de la

procuraduría para la justicia y la paz; un delegado de la personería municipal o distrital; un

delegado del defensor del pueblo; y un delegado del ministerio del interior y de justicia. El

gobierno nacional tendrá la facultad de designar un representante de las comunidades

religiosas y determinará de acuerdo con las necesidades del proceso, el funcionamiento y

distribución territorial de las comisiones.

“Artículo 54. Fondo para la reparación de las víctimas. Créase el Fondo para la Reparación de

las Víctimas, como una cuenta especial sin personería jurídica, cuyo ordenador del gasto será

el director de la red de solidaridad social. Los recursos del fondo se ejecutarán conforme a las

reglas del derecho privado.

“El fondo estará integrado por todos los bienes o recursos que a cualquier título se entreguen

por las personas o grupos armados organizados ilegales a que se refiere la presente ley, por

recursos provenientes del presupuesto nacional y donaciones en dinero o en especie,

nacionales o extranjeras.

“Los recursos administrados por este fondo estarán bajo la vigilancia de la contraloría general

de la república.
597

“Parágrafo. Los bienes a que hacen referencia los artículos 10 y 11, se entregarán directamente

al fondo para la reparación de las víctimas creado por ésta ley. Igual procedimiento se

observará respecto de los bienes vinculados a investigaciones penales y acciones de extinción

del derecho de dominio en curso al momento de la desmovilización, siempre que la conducta

se haya realizado con ocasión de su pertenencia al grupo organizado al margen de la ley y con

anterioridad a la vigencia de la presente ley. El gobierno reglamentará el funcionamiento de

este fondo y en particular, lo concerniente a la reclamación y entrega de bienes respecto de

terceros de buena fe”.

“Artículo 55. Funciones de la red de solidaridad social. La Red de Solidaridad Social, a través

del fondo de que trata la presente ley, tendrá a su cargo, de acuerdo con el presupuesto

asignado para el fondo las siguientes funciones:

1.Liquidar y pagar las indemnizaciones judiciales de que trata la presente ley.

2. Administrar el fondo para la reparación de víctimas.

3. Adelantar otras acciones de reparación cuando a ello haya lugar.

4. Las demás que señale el reglamento.

Importante, por lo menos en la teoría, es el artículo 56 que impone el deber de memoria:

“Artículo 56. El conocimiento de la historia de las causas, desarrollos y consecuencias de la

acción de los grupos armados al margen de la ley deberá ser mantenido mediante

procedimientos adecuados, en cumplimiento del deber a la preservación de la memoria

histórica que corresponde al estado.”

En cumplimiento de este artículo 56 se redacta este resumido trabajo.

“Artículo 57. Medidas de preservación de los archivos. El derecho a la verdad implica que

sean preservados los archivos. Para ello los órganos judiciales que los tengan a su cargo, así

como la procuraduría general de la nación, deberán adoptar las medidas para impedir la
598

sustracción, la destrucción o la falsificación de los archivos, que pretendan imponer la

impunidad. Lo anterior sin perjuicio de la aplicación de las normas penales pertinentes.

“Artículo 58. El acceso a los archivos debe ser facilitado en el interés de las víctimas y de sus

parientes para hacer valer sus derechos. Cuando el acceso se solicite en interés de la

investigación histórica, las formalidades de autorización sólo tendrán la finalidad del control

de acceso, custodia y adecuado mantenimiento del material y no con fines de censura. En todo

caso se deberán adoptar las medidas necesarias para resguardar el derecho a la intimidad de las

víctimas de violencia sexual y de las niñas, niños y adolescentes víctimas de los grupos

armados al margen de la ley y para no provocar más daños innecesarios a la víctima, los

testigos u otras personas, ni crear un peligro para su seguridad”.

“Artículo 59. Es obligación del gobierno garantizar el derecho a la paz conforme a los

artículos 2, 22, 93 y 189 de la constitución política, habida consideración de la situación de

orden público que vive el país y la amenaza contra la población civil y las instituciones

legítimamente constituidas.

“Artículo 60. Para el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 60 de la presente ley, el

presidente de la república podrá autorizar a sus representantes o voceros, para adelantar

contactos que permitan llegar a acuerdos humanitarios con los grupos armados organizados al

margen de la ley.

“Artículo 61. El presidente de la república tendrá la facultad de solicitar a la autoridad

competente, paralos efectos y en los términos de la presente ley, la suspensión condicional de

la pena y el beneficio de la pena alternativa a favor de los miembros de los grupos armados

organizados al margen de la ley con los cuales se llegue a acuerdos humanitarios.El gobierno

nacional podrá exigir las condiciones que estime pertinentes para que estas decisiones

contribuyan efectivamente a la búsqueda y logro de la paz”.


599

Este solo artículo garantiza la plena IMPUNIDAD para todos los miembros de grupos

armados organizados al margen de la ley, o sea, de los paramilitares, entendiéndose que una

vez culminado el teatral proceso, el presidente de la república puede solicitar a la autoridad

competente, para los efectos y en los términos de la presente ley, la suspensión condicional de

la pena y el beneficio de la pena alternativa a favor de los miembros de los grupos armados

organizados al margen de la ley, con lo cual no se harían efectivas las penas de un máximo de

ocho años de prisión por todos los delitos cometidos por el paramilitarismo: aquí va implícito

el indulto para el paramilitarismo. Entonces, ¿Qué objeto tenia esta ley?.

“Artículo 62. Complementariedad. Para todo lo no dispuesto en la presente ley se aplicará la

ley 782 de 2002 y el código de procedimiento penal.

“Artículo 63. Ley futura más favorable. Si con posterioridad a la promulgación de la presente

ley, se expiden leyes que concedan a miembros de grupos armados al margen de la ley

beneficios mas favorables que los establecidos en ésta, las personas que hayan sido sujetos del

mecanismo alternativo, podrán acogerse a las condiciones que se establezcan en esas leyes

posteriores”.

Esto hace preveer que en cualquier momento futuro el gobierno puede expedir otra ley mucho

mas favorable para garantizar la impunidad del paramilitarismo a la cual se acogerían los aquí

beneficiados, con lo cual resulta inútil la ley 975 de 2005.

“Artículo 64. Entrega de menores. La entrega de menores por parte de miembros de grupos

armados al margen de la ley no serán causa de la perdida de los beneficios a que se refieren la

presente ley y la ley 782 de 2002.

“Artículo 65. El gobierno nacional, el consejo superior de la judicatura y la fiscalía general de

la nación apropiarán los recursos suficientes indispensables para la debida y oportuna

aplicación de la ley de extinción de dominio”.


600

“Artículo 66. De acuerdo con el programa de reincorporación a la vida civil el gobierno

nacional procurará la vinculación de los desmovilizados a proyectos productivos o a

programas de capacitación o educación que les facilite acceder a empleos productivos.

“Simultáneamente y de acuerdo con el mismo programa, procurará su apoyo para ingresar a

programas de asistencia sicológica adeucados que faciliten su reinserción social y adopción a

la normal vida cuotidiana”.

Nótese cómo las víctimas del paramilitarismo no tienen esos mismos beneficios.

“Artículo 67, Los magistrados de los tribunales superiores de distrito judicial, que se creen en

virtud de la presente ley, serán elegidos por la sala plena de la corte suprema de justicia, de

listas enviadas por la sala administrativa del consejo superior de la judicatura. Los requisitos

exigidos para ser magistrados de estos tribunales, serán los mismos exigidos para

desempeñarse como magistrado de los actuales tribunales superiores de distrito judicial.

“La sala administrativa del consejo superior de la judicatura, podrá conformar los grupos de

apoyo administrativo y social para estos tribunales. La nominación de los empleados, estará a

cargo de los magistrados de los tribunales creados por la presente ley”.

Lo anterior significa que para ser nombrado magistrado de tribunal superior de justicia y paz,

se requiere “ser amigo”, tener “palanca”, en el consejo superior de la judicatura: en ningún

momento concurso de méritos ni carrera judicial y obviamente los empleados necesitan ser

“amigos” del magistrado para su nombramiento en su cargo.

“Artículo 68. Los recursos de que trata la presente ley y cuyo trámite corresponde a la corte

suprema de justicia, tendrán prelación sobre los demás asuntos de competencia de la

corporación y deberán ser resueltos dentro del término de treinta días”.

“Artículo 69. Las personas que se hayan desmovilizado dentro del marco de la ley 782 de

2002 y que hayan sido certificadas por el gobierno nacional, podrán ser beneficiarias de
601

resolución inhibitoria, preclusión de la instrucción o cesación de procedimiento, según el caso,

por los delitos de concierto para delinquir en los términos del inciso primero del artículo 340

del código penal; utilización ilegal de uniformes e insignias; instigación a delinquir en los

términos del inciso primero del artículo 348 del código penal; fabricación, tráfico y porte de

armas y municiones. Las personas condenadas por los mismos delitos y que reúnan las

condiciones establecidas en el presente artículo, también podrán acceder a los beneficios

jurídicos que para ellas consagra la ley 782 de 2002”.

Obsérvese cómo “el que manda, manda, aunque mande mal”: este artículo garantiza plena

impunidad para todos los paramilitares que se acogieron a la ley 782 de 2002, todos los que no

se desmovilizaron en ningún momento.

Los artículos 70 y 71 no se trascriben pues fueron declarados inexequibles por sentencia C-

370 de 2006.

“Artículo 72. Vigencia y derogatorias. La presente ley deroga todas las disposiciones que le

resulten contrarias. Se aplicará únicamente a hechos ocurridos con anterioridad a su vigencia y

rige a partir de la fecha de su promulgación”.

La fecha de promulgación fue el 25 de julio de 2005: por tanto, rige para hechos cometidos

con anterioridad al 25 de julio de 2005 y no ocurridos después de dicha fecha.

Esta Ley 975 de 2005, se complementa con un amplio número de decretos y leyes posteriores

como el Decreto 4760 de 2005 sobre conductas delictivas; el Decreto 690 de 2006,

reglamentando parcialmente la ley 975; el Decreto 2816 de 2006 sobre programa de

protección de derechos humanos; el Decreto 2898 de 2006, definiendo que es un grupo

armado organizado al margen de la ley; el Decreto 3391 de 2006, reglamentando parcialmente

la ley 975; el Decreto 4436 de 2006 sobre beneficios a los paramilitares; la Ley 1106 de 2006,

por medio de la cual se prorroga la vigencia de la ley 418 de 1997; el Decreto 315 de 2007
602

sobre intervención de las víctimas; el Decreto 423 de 2007 sobre certificación en las

desmovilizaciones colectivas; Decreto 551 de 2007 sobre criterios de reparación a las

víctimas; el Decreto 3570 de 2007 sobre protección para las víctimas y testigos; el Decreto

176 de 2008 sobre objeto de las comisiones regionales para la restitución de bienes; el Decreto

880 de 2008 por medio del cual se reglamenta el artículo 61 de la ley 975; el Decreto 1059 de

2008 sobre desmovilización individual de miembros de grupos de guerrilla privados de la

libertad; el Decreto 1290 de 2008 sobre programa de reparación individual por vía

administrativa para las victimas de los grupos armados organizados al margen de la ley, por

medio del cual se comienza a sacar a las victimas de la ley 975 y su reparación judicial para

pasarlas a un programa de reparación administrativa, que crea un Comité de Reparaciones

Administrativas que es el que decide quien es victima y a quien repara o no, ya sin necesidad

de proceso y por tanto sin valoración de verdad ni de justicia; el Decreto 1364 de 2008 por

medio del cual se adiciona el artículo 3 del decreto reglamentario 4760 de 2005; el Decreto

614 de 2009 por medio del cual se reglamenta parcialmente el artículo 61 de la ley 975 de

2005 y, a partir del año 2009 se siguen dictando innumerables decretos y más decretos en el

marco de un inútil proceso que llegado el año 2014 no ha tenido ningún otro resultado que no

sea la impunidad del paramilitarismo y la burla a las victimas de la guerra.

Cabe resaltar aquí el texto completo del Decreto 2898 de 2006, por el cual se reglamenta la

ley 975 de 2005:

“Artículo 1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 17 de la ley 975 de 2005, los

miembros del grupo armado organizado al margen de la ley cuyos nombres haya sido

sometido o someta el gobierno nacional a consideración de la fiscalía general de la nación, al

iniciar la diligencia de versión libre serán interrogados por el fiscal delegado respectivo de la

unidad de justicia y paz de la fiscalia general de la nación, acerca de su voluntad expresa de


603

acogerse al procedimiento y beneficios de esta ley, requiriéndose tal manifestación para que la

versión libre pueda ser recibida y se surtan las demás etapas del proceso judicial allí

establecido.

“Las actuaciones preliminares a la recepción de la versión libre de que trata el artículo 4 del

Decreto 4760 de 2005 serán realizadas por el fiscal delegado competente asignado de la

unidad de justicia y paz durante el plazo razonable que se requiera para el efecto.

“Artículo 2. El presente decreto rige a partir de su publicación y deroga las disposiciones que

le sean contrarias”.

Por lo anterior es que se suele decir que “Colombia es un país de Leyes” : porque se dictan

leyes y leyes y decretos y decretos que en la práctica no se aplican ni sirven para nada: eso es

lo que llaman los juristas, “un estado de derecho”.

Según un Manual que la Defensoría del Pueblo utiliza para la orientación de los defensores

públicos que actúan en representación de las víctimas en este proceso, “Representación

Judicial de las Víctimas en Justicia y Paz”, editado por Defensoría del Pueblo, mayo 2009:

“El representante judicial de víctimas está llamado a propender por la efectiva protección de

los derechos de las víctimas bajo el principio de colaboración armónica establecido en el

artículo 113 de la Constitución y en armonía con los dispuesto por el artículo 37 de la ley 975

de 2005, en cuanto a que el acceso de las víctimas a la administración de justicia es un derecho

que se reclama del Estado en su conjunto.” (pag. 39).

Agrega, además (pag.50) :

“A las víctimas y a los perjudicados no les asiste únicamente un interés patrimonial sino que

gozan de una concepción más amplia, fundada en los derechos a la verdad, a la justicia y a la

reparación integral, todo ello sobre la base de un tratamiento en condiciones de

dignidad.(sentencia C-228, corte constitucional).


604

“La definición de víctima contempla una noción más amplia que la enunciada en el texto de la

ley por cuanto todos los familiares de las personas que han sufrido violaciones de sus derechos

están facultadas para reclamar ante las autoridades previa demostración del daño, real,

concreto y específico (sentencia C-370 de 2006 corte constitucional).”

“El derecho a la verdad es un derecho autónomo e inalienable, estrechamente vinculado a la

obligación y el deber del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos. Tiene una

dimensión colectiva cuyo fin es preservar del olvido a la memoria colectiva y una dimensión

individual cuya efectividad se realiza fundamentalmente en el ámbito judicial, a través del

derecho de las víctimas a un recurso judicial efectivo.” (op. cit. pag.65)

“El derecho a la justicia implica el deber que le compete al Estado de realizar una

investigación efectiva encaminada a identificar, capturar y sancionar a los responsables de los

crímenes, la obligación del Estado de asegurar que las Víctimas del delito puedan acceder a

recursos eficaces que les reparen el daño sufrido de generar las condiciones necesarias para

que no se vuelvan a repetir esas violaciones.” (op. Cit. Pag. 68).

Se repite una y otra vez en defensa de las víctimas:

“Las víctimas tienen derecho, de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación,

a una reparación plena y efectiva en las formas de: restitución, indemnización, rehabilitación,

satisfacción y garantías de no repetición” (op. Cit. Pag. 70).

Los defensores públicos que en nombre de la Defensoría del Pueblo atienden a las victimas del

paramilitarismo dentro del proceso de justicia y paz, son abogados que tienen otros casos

particulares y no tienen tiempo ni les interesa la defensa de las victimas del conflicto, por lo

que no las atienden como es debido ni presionan a fiscales ni magistrados para que se aplique

la ley 975, sencillamente porque no les interesa y eso lo puedo afirmar yo personalmente,
605

como Defensor Público que fui, asignado al proceso de justicia y paz entre los años 2006 y

2013. La actuación de la Defensoria del Pueblo ha sido indiferente e ineficaz en la defensa de

las victimas.

Luego de interminables versiones libres en las que los honorables señores postulados aceptan

o no los casos que a bien tengan, viene la audiencia de imputación ante el tribunal superior de

Bogota, audiencia así explicada en el texto de la Defensoria del Pueblo, “Representación

judicial de las víctimas en justicia y paz” (pag.120):

“La imputación es un acto de comunicación formal de que se investigan determinadas

conductas punibles y que está sujeta a dos controles de legalidad por parte del magistrado que

cumple esa función: juicio de legalidad formal (cumplimiento de los requisitos de elegibilidad)

y juicio de legalidad material (relacionado con los motivos fundados que permiten inferir,

razonablemente, la posible autoría o participación del versionado en los hechos imputados).

(….) En las audiencias de imputación, el representante judicial debe tener clara la forma cómo

ocurrieron los hechos (circunstancias de tiempo, modo y lugar; quiénes participaron y

presuntos responsables), ya que la manera como la fiscalía los presente tiene importancia

frente a la congruencia fáctica con el escrito de acusación (formulación de cargos) y la

sentencia”.

Sobre el incidente de reparación integral enseña el citado manual de la Defensoría del Pueblo

(pag. 138) :

“El incidente de reparación comienza con la intervención directa de la víctima, o por conducto

de su abogado defensor, según el artículo 32 de la ley 975, expresando de forma concreta la

formula de reparación que pretende y las pruebas que posee para la sustentación de su

solicitud.”
606

Aquí la carga de la prueba está en la misma víctima. Ya el honorable señor postulado acepto y

reconoció un homicidio –por ejemplo- en la versión libre y en la imputación y volvió a hacerlo

en la formulación de acusación. Por vía de ejemplo, se encontró el cadáver en una fosa común;

fuera de eso, para reclamar, la viuda y sus hijos tienen que PROBAR, que si fue n.n. quien lo

ultimó, cuando, como, donde lo hizo y por que lo hizo (generalmente para salvar la

democracia y la libertad de Colombia) y para eso tiene que probar que ella era la esposa o

compañera, o que era el hijo o el hermano; llevar sus registros de nacimiento, defunción, acta

de matrimonio, certificado de residencia, constancia del alcalde o inspector de policía; y

PROBAR el daño: que la muerte de su esposo causo un daño a la vida de relación, al proyecto

de vida, a sus esperanzas, que se derrumbó su estabilidad económica: entonces tiene que

probar que su esposo por ejemplo era jornalero de finca, donde laboraba, cuanto ganaba, llevar

testigos de que si trabajaba y cuanto ganaba y presentar peritazgos de ingresos pasados y

futuros y asi el incidente de reparación integral se convierte en todo un proceso probatorio en

contra de la victima y solo cuando ésta logre probar más allá de toda duda razonable ante el

magistrado su caso, éste determinará el monto de su reparación económica.

Siendo esto así, ¿No fue ese un proceso en Contra de las Víctimas?.

Explica además este Manual de la Defensoría del Pueblo que:

“Para la validez de la aceptación de cargos, ésta tendrá que hacerse de manera libre,

voluntaria, espontánea y asistida por el defensor (legalidad formal); se verifican los requisitos

de elegibilidad del desmovilizado, que los cargos formulados correspondan a hechos ocurridos

con ocasión y durante la militancia en el grupo armado, se constata el reconocimiento y la

representación legal de las víctimas y se indaga sobre cuáles de ellas requerirán de medidas de

protección (legalidad material)…(pag.133)”


607

El libro de la Comisión Colombiana de Juristas expone además, que las medidas de reparación

restaurativa no son apropiadas en el actual contexto:

“Respecto de las graves violaciones mencionadas, la reparación, entendida como la aplicación

de medidas restaurativas, supone espacios de impunidad inaceptables. Implica, además,

beneficios desproporcionados para los agresores y victimiza nuevamente a las víctimas al

imponerles cargas injustificables. De un lado, porque promueve que la justicia a que se tiene

derecho es de aquellas en las que se pueden obviar los procesos de investigación, la

adjudicación de responsabilidad y el cumplimiento de la pena aplicable. Y, de otro lado,

porque presupone una voluntad automática y pronta de las víctimas para vincularse a procesos

de reconciliación ignorando que se trata de circunstancias que no se pueden imponer o

forzar….”

Frente a las justificaciones de los señores postulados frente a sus crímenes, expresa la citada

obra:

“En las versiones libres, muchos postulados se han dedicado a justificar sus crímenes

aduciendo que sus acciones se dirigían exclusivamente contra miembros de la guerrilla, y que,

en consecuencia, las muertes que ocasionaban, en su mayoría, correspondían a guerrilleros.

Los postulados en varios casos han señalado como guerrilleras a víctimas con nombre propio

que fueron ejecutadas o desaparecidas por los paramilitares. Es decir, están aceptando ciertos

crímenes, pero a renglón seguido, pretenden justificarlos argumentando que se trata de una

muerte “legitima” por tratarse de guerrilleros que eran, según ellos, su único objetivo. Ejemplo

de lo anterior son las acusaciones de Salvatore Mancuso contra víctimas de las masacres

cometidas por el grupo paramilitar de las Autodefensas de Córdoba y Uraba y contra un

reconocido líder indígena……”


608

Reitera la obra de la Comisión Colombiana de Juristas, ya citada, que los protagonistas del

proceso de la ley de justicia y paz son los paramilitares, quienes no están comprometidos con

el proceso, pues la mayoría de ellos no están realizando confesiones completas ni veraces,

porque las confesiones relacionadas con poderes políticos, económicos y vínculos con la

fuerza pública, en su mayoría, no han sido investigadas.

Aunque dentro del proceso de justicia y paz se propugna por la aplicación de las normas del

Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la

aplicación del Estatuto de Roma, etc., la verdad es que fiscales, procuradores, magistrados,

aplican son las normas del Derecho Colombiano Interno, especialmente las consagradas en el

Título II, Delitos contra personas y bienes protegidos por el derecho internacional

humanitario.

La Verdad de este proceso es que constituye un extenso e incansable aparato de demagogia y

distracción jurídica que se ahoga en inútiles debates jurídicos entre las partes, se eterniza en

audiencias de horas, días y meses de tramitología y no ha terminado con la realización efectiva

de la verdad, justicia y reparación que tanto promulgó, siendo así que las víctimas no han

recibido ni verdad, ni justicia ni mucho menos reparación. La realidad demostró la eficacia del

proceso para garantizar la impunidad de los señores postulados, la legalización de los bienes

de que se apoderaron en la guerra y la garantía de su futura participación legal en la vida civil,

social, política y económica de la nación: una ley de impunidad.

Frente a todo lo antedicho, “Colombia: el espejismo de la justicia y la paz” concluye entre

otras cosas:

“Los grupos paramilitares han incumplido de manera sistemática el prometido cese de

hostilidades y han continuado sus ataques a la población civil. El Gobierno no ha hecho

esfuerzos para hacer cumplir dicha promesa.


609

“Son evidentes las inconsistencias entre el número de paramilitares que supuestamente

participaron en las ceremonias de desmovilización y los estimativos anteriores sobre el

número de miembros de los grupos paramilitares. En las ceremonias de desmovilización se

presentaron varias irregularidades que fueron constatadas incluso por la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos.

“La intención de los grupos paramilitares de desmovilizarse es poco creíble, entre otras

razones porque continúa el reclutamiento forzado de niños, niñas y jóvenes por parte de estos

grupos en varios departamentos del país.

“A diferencia de lo que sostienen las entidades gubernamentales, los paramilitares que

efectivamente se desmovilizaron son sólo un reducto de tales estructuras, siendo la regla

general la permanencia de las mismas y la continuidad de las acciones violatorias de los

derechos humanos.

“El gobierno colombiano se ha empeñado en promover la vinculación de los “desmovilizados”

en actividades propias de las fuerzas militares y de “protección y vigilancia” de la ciudadanía.

Tales actividades, lejos de apoyar el proceso de reincorporación a la vida civil, refuerzan los

aprendizajes derivados de la pertenencia al grupo armado, dan continuidad al control ejercido

por los grupos paramilitares y fortalecen las posibilidades de mantener los nexos entre agentes

del Estado y paramilitares.

“El Estado no ha cumplido con su obligación de sancionar a los responsables de crímenes

atroces. Por el contrario, les ha facilitado condiciones que más parecen un premio por sus

crímenes cometidos. Esta situación ha propiciado que comandantes paramailitares abandonen

el proceso a su antojo y que continúen delinquiendo. También se ha permitido que muchos

paramilitares salgan libres sin que se haya investigad su pasado criminal…”


610

Los vínculos entre la Fuerza Pública y los grupos paramilitares continúan vigentes. Más allá

de eso, se ha constatado también el acceso a cargos de elección popular de personas

vinculadas al paramilitarismo, esto ha producido enormes grietas en las estructuras

democráticas del país. (……)”

“La situación de derechos humanos y derecho humanitario sigue siendo muy grave por las

persistentes violaciones al derecho a la vida, a la integridad personal y a la libertad, cometidas

por los grupos paramilitares. Entre diciembre de 2002 y junio de 2007 no transcurrió más de

una semana sin que se registraran violaciones a los derechos humanos cometidos por

paramilitares. Además se ha registrado un aumento caso del doblo de muertes y desapariciones

causadas directamente por agentes estatales por fuera de combate, entre 2002 y 2006.

Continuaron también registrándose infracciones al derecho humanitario por parte de los

grupos guerrilleros, en contra del derecho a la vida de la población.

“La impunidad reina en lo que respecta a las violaciones al derecho a la vida cometidas por los

grupos paramilitares después de haber prometido el cese de hostilidades (diciembre de 2002).

Mientras la justicia deja estos crímenes sin resolver, los perpetradores continúan accediendo a

todos los privilegios que les ha concedido el Estado, supuestamente en aras de la paz……”

Por eso mismo, la ONU, Comisión de Derechos Humanos, 61 periodo de sesiones, Informe de

Diane Orentlicher, experta independiente encargada de actualizar el conjunto de principios

para la lucha contra la impunidad, señaló en Principios internacionales sobre impunidad y

reparaciones, ONU, enero de 2007, página 223, lo siguiente:

“Los grupos armados paraestatales o no oficiales serán desmovilizados y desmantelados. Su

posición en las instituciones del Estado o sus vínculos con ellas, en particular las fuerzas

armadas, la policía, las fuerzas de inteligencia y de seguridad, debe investigarse a fondo y


611

publicarse la información así adquirida. Los Estados deben establecer un plan de reconversión

para garantizar la reintegración social de todos los miembros de tales grupos…..”

Cabe preguntarse:

¿Cuál es la obligación del Estado frente a las víctimas de violaciones de los derechos humanos

o de infracciones al derecho internacional humanitario? El Estado Responsable, por acción u

omisión, de violar una norma del Derecho Internacional de los Derechos Humanos o del

Derecho Internacional Humanitario, está jurídicamente obligado a reparar el daño causado y a

hacer cesar las consecuencias de la violación. Así se desprende de numerosos tratados y

convenios internacionales, de la jurisprudencia y doctrina internacionales, de las normas

consuetudinarias y de los principios generales del derecho aplicable a las relaciones entre los

Estados.

Por lo menos hasta el año 2014 la Ley de Justicia y paz no ha servido para imponer la Paz ni la

desmovilización de los grupos paramilitares ni para hacer cesar la violencia en Colombia.

Simplemente las Leyes no sirven para conseguir la Paz, la cual solo se obtiene cuando cesen

las causas de la violencia, cuando un reducido grupo de familias no sean las que concentren la

riqueza y el poder en un país, cuando la situación económica y de oportunidades entre la

población sea de mayor igualdad, cuando los ricos puedan seguir siendo ricos, pero los pobres

por lo menos dejen de ser tan pobres, cuando haya educación, salud, trabajo, vivienda y

trasporte para los más necesitados, cuando el aparato de la justicia no esté parcializado hacia

los privilegiados, cuando sencillamente haya más igualdad, justicia, derechos y garantías para

todos.

En Colombia los legisladores no han aprendido la lección histórica: la Paz no se hace ni se

impone con Leyes: sino con Hechos de Justicia.


612

La Paz no se hace con balas ni con leyes: sino con PAN.

Por lo menos la Ley de Justicia y Paz sirvió para conocer múltiples aspectos de la feroz

violencia paramilitar que desde 1980 ha venido azotando al pueblo colombiano, a través de las

propias confesiones de los Honorables Señores Postulados o sea, los paramilitares que día a

día presentan interminables versiones y audiencias ante los tribunales, resultando oportuno no

cerrar este capítulo sin trascribir un solo botón de muestra de estas confesiones:

El siguiente es el texto original, tomado directamente de la Formulación de imputación,

Audiencia Preliminar del paramilitar Francisco Antonio Arias, formulada por la Fiscalía 5 de

Justicia y paz ante el Tribunal Superior de Bogotá, dentro del proceso de justicia y paz de la

Ley 975/2005, calendada el 27 de abril de 2009, radicado N° 110016000253200680055,

relacionado con el paramilitarismo en los llanos de Colombia :

“1. Génesis. De los Bloques CENTAUROS Y HEROES DEL LLANO, grupos organizados al

margen de la ley, ubicados dentro de las estructuras de autodefensas, cuyos integrantes ahora

se hallan desmovilizados y en los que durante y con ocasión a su pertenencia el señor

FRANCISCO ANTONIO ARIAS delinquió.

1.1.Bloque Centauros.

En Abril de 1989, Manuel de Jesús Piraban, alias Jorge Pirata, se vincula a las autodefensas

del Magdalena Medio al mando de Henry Pérez. Es enviado desde la localidad de Pacho

Cundinamarca, al municipio de Vista Hermosa y San Martin, Meta, a organizar los grupos y

establecerse en los llanos orientales con el propósito también de proteger las propiedades que

algunos de los mandos de la época poseían en los Llanos Orientales. El fue incorporado por

alias ANIBAL, mano derecha de Gonzalo Rodríguez Gacha.


613

Para los años 1993 a 1997, se había organizado otro grupo independiente llamado Bloque

Caliza, con injerencia en el municipio del Dorado, Meta, al mando de Eucer Rondón, Esequiel

Liberato, quienes al parecer custodiaban las minas de cal de propiedad de Víctor Carranza.

Surge en igual tiempo en la zona de Yopal, Pore y Paz de Ariporo,Mani, Trinidad en el

Casanare, otro grupo de autodefensas el cual utilizaba de fachada una convivir denominada

RENACER, cuyo representante legal era Orlando Mesa Melo, alias Diego, persona que se

encuentra desmovilizada.

Surgen tres periodos fundamentales que divide la historia de los grupos de autodefensa que

delinquían en los llanos orientales:

Primer Periodo de junio del año 1997 a febrero de 2002.

En el mes de julio de 1997 se presenta la primera incursión en el municipio de MAPIRIPAN,

Meta, de un grupo de 90 hombres enviado desde el Uraba antioqueño, perteneciente a las

ACCU. Masacran a 43 personas y varias más desaparecen-

Ahora bien, en su afán de expansión territorial las ACCU perteneciente a la casa Castaño,

incrementan su pie de fuerza en 200 hombres y amplían las zonas de injerencia absorbiendo

los pequeños grupos de autodefensa existentes en el departamento del Meta, con excepción de

las autodefensas campesinas del Casanare ACC de la familia Buitrago-Martin Llanos y el

Bloque Meta y Vichada bajo el mando de alias José Baldomero Linares, alias Guillermo

Torres, a quienes se les conocía como los Caranceros.


614

A finales del año 1998 es enviado por la Casa Castaño el comandante José Efraín Pérez

Cardona, alias Eduardo 400, con el fin de asumir el mando militar de las ACCU en los llanos

orientales.

En compañía del hasta el momento segundo comandante militar Manuel de Jesús Piraban,

alias Jorge Pirata, Eduardo 400 nombra al grupo de las ACCU en el llano como Bloque

Centauros, tomando como referente la sexta estrofa del Himno Nacional de Colombia. La

agrupación contaba ya en el período 1999 a 2002 con cerca de 500 hombres.

Segundo Período, febrero de 2002 al 18 de septiembre de 2004.

El Bloque Centauros, cambia su línea de mando de la Casa Castaño al dominio de los

comandantes José Miguel Arroyabe Ruiz, alias Arcángel y Daniel Rendón Herrera, alias Don

Mario, como comandantes militar fungía Manuel de Jesús Piraban, Diego Alberto Ruiz

Arroyabe, alias El Primo como financiero y Teodosio Pabón Contreras, alias El Profe, como

jefe político.

Se incrementa notoriamente el número de miembros de la estructura del Centauros

estableciéndose ocho frentes, con alrededor de 4000 hombres. Personalmente Miguel

Arroyabe organiza un grupo que denomina Las Especiales estableciéndolas en Villavicencio,

como comando dedicado a los homicidios selectivos.

José Miguel Arroyabe Ruiz durante el segundo trimestre del 2003 declara la guerra a Héctor

Buitrago comandante de las Autodefensas Campesinas del Casanare, que genera cerca de 2000

víctimas de bando y bando entre homicidios y desapariciones forzadas.

Período tercero del 19 de septiembre hasta la desmovilización-


615

Luego del asesinato de José Miguel Arroyabe Ruiz, se fractura la organización conocida como

Centauros y nace del anterior el Bloque Héroes de los Llanos y Guaviare, con algunos de los

miembros que anteriormente pertenecían a centauros. Los primeros desmovilizan 1135

hombres y los segundos 1765 para un total de 2900 ex integrantes.

1.2.Bloque Héroes de los Llanos.

Con la muerte el 19 de septiembre de 2004 del entonces Comandante General del Bloque

Centauros, José Miguel Arroyabe Ruiz, alias el Señor de las Aguas o Arcángel, en manos de

algunos de sus subalternos e integrantes de la organización como Luis Arlex Arango

Cárdenas, alias Chatarro, Erlin Pino Duarte, alias Fercho y Leonardo Escobar Londoño, alias

Pájaro, entre otros; acontece la ruptura de la estructura del Bloque Centauros y emerge en

consecuencia un nuevo bloque denominado Héroes de los llanos y del Guaviare, bajo el

mando de Manuel de Jesús Piraban, alias Don Jorge, antiguo comandante militar del

Centauros, quien a su vez divide este, en los Frentes Meta, que continúa comandando Don

Jorge y el Frente Guaviare al mando de Pedro Olivero Guerrero Castillo, alias Didier o

Cuchillo-

Autodefensas Campesinas del Casanare-

A mediados de 1978 inicia el grupo de delincuencia organizada denominado Autodefensas

Campesinas del sur del Casanare, toman como centro de acopio el municipio de Villanueva y

Monterrey (Casanare), bajo la dirección del sujeto Víctor Feliciano Parra, quien para el 28 de

febrero de 2000 es asesinado por su socio Héctor Buitrago Rodríguez (alias Tripas). En ese

entonces alias tripas se desempeñaba como segundo cabecilla.


616

Héctor Buitrago incrementa el número de hombres, expande su área de influencia u hace

conocer el grupo de autodefensas bajo su mando como Autodefensas Campesinas del

Casanare, ACC, con zona de influencia en los municipios de Yopal, Monterrey, Aguaazul,

Tauramena y Villanueva en el departamento de Meta, en Villavicencio, Puerto López y

Mapiripan, municipios de Silvania y Fusagasuga, Cundinamarca y San Luis de Gaceno en

Boyacá-

Héctor Buitrago, alias Tripas y sus hijos, Héctor Germán Buitrago, conocido como Martin

Llanos y Nelson Buitrago conocido como Caballo, forman parte del estado mayor de la

agrupación ilegal.

Durante los años 90 ambas estructuras de autodefensas conviven y delinquen juntas, se

dividen el territorio y se comprometen a respetarlo; no obstante para el año 2003 se rompe el

pacto y se inicia una guerra que culmina con centenares de muertos de lado y lado.

GEOREFERENCIACION-

De los bloques centauros y Héroes del llano y referencia de las Autodefensas Campesinas del

Casanare, grupo armado organizado al margen de la ley que no desmovilizado.

Bloque Centauros.

Las autodefensas del meta en sus inicios tienen como zona de influencia desde el municipio de

Vistahermosa, alto la bodega, pica piedra, jamuco, hasta el municipio de San Juan de Arama,

Granada, San Martin, hasta fuente de oro.

Para mediados del año 1997, luego de la incursión conocida como la masacre de Mapiripan.
617

A partir del año 1998 hasta el año 2004 dicho bloque dividía sus estructuras militares en 7

frentes y las estructuras de las especiales de Villavicencio: Frente Héroes de San Fernando,

que delinquía en el norte del departamento del Casanare, al mando de Orlando Melo, alias

Diego: Frente Pedro (falta una página)

ESTRUCTURA.

De los bloques Centauros y Héroes del llano durante y con ocasión de la pertenencia del señor

Francisco Antonio Arias a las autodefensas.

Proceso de vinculación del señor Francisco Antonio Arias a los Bloques Centauros y Proceso

de vinculación del señor Francisco Antonio Arias a los Bloques Centauros y Héroes del llano,

desmovilización del postulado y su grupo armado al margen de la ley.

Francisco Antonio Arias, identificado con la c.c. 7.827.451 de Castilla la Nueva, Meta, nacido

en Sevilla, Valle, el 3 de mayo de 1971. El postulado ingresa a las autodefensas del Bloque

Centauros en el mes de julio del 2002, siendo reclutado por alias el Paisa William, de nombre

William Duran Arias, llega directamente a ocupar el rango de segundo comandante del grupo

denominado las especiales, cuyos integrantes se ubican en los cascos urbanos dedicados

exclusivamente a la comisión de delitos de homicidio, en el caso particular en la ciudad de

Villavicencio, en ese entonces bajo el mando de José Enrique Osorio Ramírez alias Carracas y

luego al mando de Wilson ww en el mes de septiembre de 2004 después de la muerte de

Miguel Arroyabe, se desplaza a la ciudad de Armenia, Quindío y regresa a finales del mes de

enero de 2005, presentándose en San Martin, Meta, ante la jefatura del Bloque Héroes del

llano, de allí es enviado como comandante del Grupo de urbanos del municipio de

Vistahermosa, Meta, hasta el día de la desmovilización del bloque, en abril 11 de 2006.


618

Entonces el postulado se desmoviliza colectivamente en el bloque Héroes del llano y

Guaviare, ante el Alto Comisionado de paz, el 11 de abril de 2006 en Casibare, Meta, siendo

reconocido por el miembro representante del Bloque Hedores del llano, Manuel de Jesús

Piraban, tal y como consta en el número 104 del acta de desmovilización presentada a la

Fiscalía por la oficina del alto comisionado, no obstante su ingreso lo realiza en el Bloque

Centauros. (……………)” (op. cit).

Se realizaron 34 audiencias de versión libre en donde confiesa el señor Francisco Antonio

Arias, 116 casos que corresponden a 406 conductas punibles entre ellas 132 homicidios, 3

desapariciones, 22 tentativas de homicidio, 16 lesiones, 116 delitos de concierto para

delinquir, 115 porte ilegal de armas de uso personal y privativo, 1 hurto, 1 tortura que

afectaron a 173 víctimas directas, de estas 132 víctimas por delitos de homicidios en persona

protegida, 22 de homicidio en persona protegida bajo el dispositivo amplificador del tipo de la

tentativa, 16 lesiones personales en persona protegida y 3 desapariciones…” (op. cit).

Hasta acá la trascripción del citado documento jurídico.

AÑO 2005. (retornando al relato cronológico de esta historia).

¿En el año 2005 se inició con el proceso de justicia y paz y la desmovilización paramilitar un

verdadero proceso de paz en Colombia?.

En su resumen de hechos del año 2005, la Revista SEMANA N°1233 del 19 de diciembre de

2005, puede responder a esa pregunta en los siguientes términos:

“¿Cuántos gobiernos de seguridad democrática se requieren para tener un país en paz, sin

guerrilla ni paramilitares?, se preguntaba la periodista Patricia Janiot en las páginas de

SEMANA. Y es que a pesar de los éxitos que en esta materia ha tenido Alvaro Uribe a lo largo
619

de su gobierno, este año muchos de sus indicadores se estabilizaron. La política de seguridad

democrática fue exitosa para bajar las cifras de violencia que durante el período 1998-2002

habían alcanzado picos históricos y para neutralizar la sensación de colapso que había en el

país. Pero ello no quiere decir que estemos cerca del fin de la guerra. Mas bien el país volvió

este año a un estado que el profesor Francisco Gutierrez llama “38 de fiebre”, el mismo

estatuo quo de guerra de guerrillas, profundamente rural, que ha mantenido Colombia durante

los últimos 25 años: lejos de una solución militar, lejos de una solución política.

“Durante los años recientes, las fuerzas militares han mantenido la iniciativa de combate. Una

tendencia que se inició en 1999 y que tuvo su pico en 2003. Coparon todo el territorio nacional

con policía, soldados campesinos y se iniciaron campañas como la operación en el sur del país

que llevó a las tropas a los sitios estratégicos de la guerrilla, se logró una mayor protección de

los centros urbanos y las principales carreteras y en consecuencia, los planes ofensivos de las

Farc se tuvieron que aplazar.

“En 2005, aunque la iniciativa sigue siendo de la fuerza pública, los resultados de las

operaciones han descendido. En particular, en el sur del país. La guerrilla se dispersó hacia

otras zonas en pequeños grupos, llevó las tropas a una guerra de desgaste y guardó muchas de

sus energías para el final del gobierno de Uribe, o sea, ahora.

“Las Farc aprovecharon los flancos débiles de las fuerzas militares para atacar en masa, como

pasó en Iscuandé, Nariño y en Mutatá, Antioquia, en febrero. Muchos ataques y emboscadas

similares se hicieron a lo largo del año. En junio dieron el golpe más duro en Teteyé,

Putumayo. Sus blancos no fueron sólo militares. A mediados del año la guerrilla se ensañó

contra Toribio con un hostigamiento sistemático durante dos semanas que, aunque no tuvo la

contundencia que los guerrilleros esperaban, dejó en evidencia que en el norte del Cauca el

control estatal es aún muy precario. Posteriormente, las Farc le dieron una bofetada a la fuerza
620

pública cuando en una acción comando en Puerto Rico, Caquetá, masacraron a los concejales

de ese municipio, a 20 pasos de la garita de la policía. Como si fuera poco, las Farc

paralizaron en octubre a Arauca, cuando decretaron un paro armado. (….)

¿Significa todo esto que fracasó la seguridad democrática?. Sería más preciso decir que la

estrategia cumplió algunos de sus más importantes objetivos, pero se ha quedado corta para

nuevas realidades….”. (op. cit).

Frente a la situación nacional en este año 2005, se pronunció de la siguiente manera el

Partido comunista colombiano (marxista-leninista), en comunicado clandestino que se

trascribe con su redacción y puntuación original a continuación a fin de que se conozca la

ideología y posición de la insurgencia nacional:

Manifiesto del EPL de 2005, de fecha 2005-10-20, firmado por el Partido Comunista de
Colombia (marxista-leninista) y Ejército Popular de Liberación (EPL)

Colombianos: Luchemos contra la reelección de Uribe, contra los yanquis y oligarcas, por el-

gobierno-y-el-poder-para-el-pueblo:

Redoblemos la ofensiva contra el tirano Álvaro Uribe que, con su fujimorazo a la Corte

Constitucional y la venia yanqui, pretende reelegirse para imponer el autoritarismo hitleriano

desde arriba y posicionar más a la oligarquía financiera y narco-paramilitar, avivando la

polarización política y el antagonismo de clases entre oligarcas-imperialismo y el pueblo.

Con este llamado los marxistas-leninistas reafirmamos el juramento de hace 40 años: combatir

hasta vencer a los explotadores nacionales e imperialistas, para lograr la liberación social y

nacional. Seguimos en la brega para ver a Colombia libre de las causas estructurales que la

sumen en el atraso y a los obreros, campesinos y demás sectores del pueblo oprimido, los

lanzan a la miseria. El futuro socialista es posible y necesario.


621

Hace cuatro décadas, el 17 de julio del 65, un núcleo de marxistas-leninistas de Colombia,

liderados por el camarada Pedro Vásquez Rendón; con intrepidez y valentía, muy ligados al

proletariado y al pueblo, con gran apoyo internacionalista; reestructuraron el destacamento

internacionalista del proletariado colombiano, para organizar y dirigir la revolución.

El X Congreso, definió una línea política correcta en lo fundamental, confrontando a fondo el

derechismo del revisionismo impulsado por la cúpula del Partido Comunista de Colombia,

inspirada en las ideas y dictados de los jruschovistas que asaltaron la dirección del partido

comunista de la URSS y la dirección del Estado Soviético, a finales de los años cincuenta.

Esta visión internacionalista nos ha llevado a rechazar el revisionismo de Jruschov y de Mao

Tse-Tung, causa principal de las dos más grandes derrotas experimentadas por la clase obrera

a través de la historia, la pérdida del poder en la URSS y la China Popular. Esa vocación

internacionalista, también nos mueve a tomar como propios los triunfos revolucionarios y

democráticos de todos los pueblos del mundo a lo largo de la historia.

Aprendemos de la revolución vietnamita y la nicaragüense, respaldamos la revolución cubana

y los avances democráticos y antiimperialistas en Venezuela, admiramos las victorias de los

pueblos africanos y del medio oriente frente al colonialismo imperialista. Tampoco olvidamos

las gestas libertarias de los pueblos americanos frente al colonialismo español; la resistencia

indígena; la gesta de Galán El Comunero y de los ejércitos comandados por Bolívar y otros

patriotas del continente; las huelgas bananeras, petroleras, ferrocarrileras y de los demás

obreros son lecciones actuales que nos inspiran para acumular fuerzas.

La fundamentación marxista-leninista da bases al Partido para hacer frente a las ofensivas

liquidacionistas del imperialismo y la reacción; resalta la valentía del Partido y el EPL ante la

gran traición al pueblo de los derechistas de “esperanza, paz y libertad”. Los traidores no

lograron destruirlos ni sacarlos de la lucha de clases al lado del proletariado y el pueblo.


622

Esta tenaz lucha durante 40 años ha costado sudor y sangre. Las balas del régimen han

asesinado grandes líderes como Pedro Vázquez Rendón (1968) y Pedro León Arboleda

(1975), primeros secretarios del Partido; Francisco Garnica, Libardo Mora Toro, Jesús María

Alzate, Aldemar Londoño, Carlos Alberto Morales y Bernardo Ferreira Grandet, dirigentes

muy destacados en la tarea de reestructuración del Partido; Oscar William Calvo, Vocero

público del Partido y el EPL en el Diálogo Nacional (1985); Ernesto Rojas, Comandante del

EPL (1986); Guillermo Marín (1994) y Pedro Movilla, miembros de la dirección central del

Partido. Rendimos honores a decenas de líderes comunistas obreros y populares, de todas las

formas de organización y lucha, acribillados o desaparecidos por el Estado terrorista.

El Partido ha sufrido una persecución sin tregua pero no se rendirá jamás. Sus dirigentes y

militantes afrontan el peligro, la tortura y la cárcel con la dignidad y la moral revolucionaria

demostrada por el camarada Francisco Caraballo, Vocero del Partido y el EPL, al igual que

otros tantos presos políticos y prisioneros de guerra de un EPL que no deja de combatir.

El proletariado y el pueblo han visto la militancia eme-ele trabajar, sin desmayo y con coraje,

por la unidad popular para el combate contra los enemigos de Colombia y el pueblo.

En la década del 70, enfrentando sin pausa a los vende obreros de las centrales sindicales UTC

y CTC y las inconsistencias de la CSTC, participamos del contingente obrero que con claridad

de su rol histórico fundó el Sindicalismo Independiente y Clasista. Luego, de nuevo,

abonamos alta cuota a la unidad de los trabajadores impulsando la Central Unitaria de

Trabajadores, CUT, en 1986. Hoy, apoyamos la unidad de acción de varias corrientes

sindicales contra la conciliación de clases que predomina en la dirección de la CUT.

Desde los años 70 los campesinos sienten la mano amiga y el puño combativo del Partido M-L

en las batallas por la tierra para el que la trabaja, libradas por la ANUC. También lo

reconocieron muchos miles de estudiantes y demás jóvenes que apoyaron la formación de su


623

organización política, la Juventud Revolucionaria y siguen llegando al Partido las nuevas

generaciones. Las mujeres del pueblo conocen nuestro decidido apoyo a sus derechos, y el

interés de hacer efectiva su organización política y social contra el sistema capitalista que las

discrimina y excluye.

Las luchas de negros e indígenas por su identidad y territorio son nuestras. Muchos artistas e

intelectuales progresistas y de izquierda, dan sus luces favoreciendo la consolidación de

nuestra visión científica del país y del mundo. Somos un Partido nacido de los obreros y el

pueblo, que lucha por los obreros y con el pueblo.

En las gestas por la libertad política, el PC de C (m-l) sigue marcando hechos políticos

audaces y de avanzada, como la propuesta de apertura democrática con la exigencia de

convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, en 1984; en dirección a la cual

conquistó, en unidad de acción con el M-19, el acuerdo de Cese al Fuego y Diálogo Nacional,

firmado con el gobierno de Belisario Betancur por el EPL y el Partido M-L.

Como parte de la cruenta e incruenta lucha contra el proceso de fascistización iniciado en los

años ochentas, por la unidad popular antifascista y antiimperialista, la libertad política, la

soberanía de Colombia y el bienestar popular, el Partido apoyó la creación del Frente Social y

Político y la realización de la Cumbre Política y Social del 2004, que potenció la gran

convergencia en la Gran Coalición Democrática, integrada por las fuerzas de masas que

derrotaron el referendo y ganaron varios gobiernos locales oponiéndose al sátrapa Uribe.

El EPL, guiado por el Partido, desde su fundación en diciembre del 67, propuso a mediados de

los ochentas la cumbre insurgente creadora de la Coordinadora Nacional Guerrilla; que

depurada del nefasto grupo “Franco” y fortalecida con las FARC-EP, se denominó

Coordinadora Guerrillera “Simón Bolívar”. Paralelamente, se puso la mayor voluntad para


624

construir un partido revolucionario único, en discusiones con el ELN, el PCC y las FARC-EP;

porque el PC de C (m-l) sigue convencido de trabajar para que todos los marxistas-leninistas

estemos en un sólo partido. Estas banderas de unidad no las arriaremos.

Hoy, aplicamos energías para que avance la oposición al régimen con la campaña política y

electoral; luchando contra la reelección de Uribe; trabajando por un candidato presidencial

único, alternativo, con quienes proclamaron la candidatura de Carlos Gaviria; batallando para

que el proceso unitario del nuevo Polo Alternativo no se quede en lo electoral y se proyecte

hacia las posiciones de izquierda. Para que sea útil en la derrota de la conciliación de clases de

jefes de inspiración reformista, triunfo necesario para consolidar las fuerzas del cambio.

Al mismo tiempo, pugnamos porque la nueva convergencia política asuma la decisión de ser

gobierno, como parte del proceso de disputa del poder a la oligarquía; poder que sólo ha de

llegar con el triunfo de la insurrección popular armada. Poder que definirá un gobierno

popular, cambios democrático-populares y antiimperialistas, que sentará las bases para

avanzar hacia la sociedad sin clases explotadas, sin oprimidos ni opresores, al socialismo.

Estamos afianzados en la idea de que son las masas trabajadoras quienes hacen la historia, eso

nos mantiene firmes confiando en el futuro de victoria. Las tomas de tierra de los indígenas

del Cauca y la jornada del 12 de Octubre, las huelgas en Francia, la resistencia del pueblo

iraquí, que entre otros combates de clases confirman nuestra visión y convicción.

Somos revolucionarios consecuentes y comunistas convencidos, sabemos que la combinación

de todas las formas de acción y organización popular, coordinadas por un Frente

Revolucionario, pueden más que las palabras; ellas, las masas organizadas y movilizadas por

el poder, inevitablemente derrotarán la demagogia y la represión de los enemigos de clase, de

los oligarcas y el imperialismo. Derrotarán a Uribe Vélez y su clase.

Los espacios de convergencia democrática y de izquierda, los luchadores populares, son


625

arietes del proletariado y el pueblo en su empuje para conquistar derechos. Ningún marxista-

leninista permanecerá quieto. La herencia de los valores de 40 años de internacionalismo

militante, de lucha por la libertad, el cambio social, la liberación nacional y el poder popular,

confiando en el futuro socialista, son garantía de que el PC de C (m-l) luchará hasta vencer.

¡Por libertad política, bienestar popular y soberanía! ¡Abajo la reelección de Uribe!

¡Por un Gobierno Democrático, Patriótico y Popular! ¡Unidad organización y lucha!

¡Viva la revolución democrática, antiimperialista, en marcha al socialismo!

¡Vivan 40 años de combate por el poder popular y el socialismo!

¡Viva la Conferencia Internacional de Partido y Organizaciones Marxistas-Leninistas!

¡Combatiendo Unidos Venceremos!.

Comité Central, Partido Comunista de Colombia (Marxista-Leninista). (op. cit)

¿Qué sucedió en materia de guerra y paz en el año 2006?.

Continuó el escándalo periodístico de la para-política librado en la prensa, pero no en los

tribunales. El proceso de justicia y paz, ley 975 de 2005 continuó interminablemente con sus

versiones, imputaciones y formulación de acusaciones, sin pasar hasta ahora de allí. Se siguió

hablando de acuerdo humanitario para el canje de prisioneros en manos de las Farc y la

Revista SEMANA en su N°1285 del 18 de diciembre de 2006 resumió así la situación de

orden público en ese año:

“El año que está por terminar ha sido uno de los más complicados que ha vivido el ejército en

su historia. Durante gran parte de 2006 esa institución estuvo en el ojo del huracán por cuenta

de varios graves episodios que pusieron en la picota a una de las instituciones más respetadas

por los colombianos.(…….)


626

“….el 22 de mayo, ocurrió el que es considerado el hecho más grave de todos. Militares

adscritos al batallón de alta montaña aniquilaron a un grupo élite de 10 policias cerca del

municipio de Jamundí, Valle. “Fue un mandato del narcotráfico”, dijo el fiscal general, Mario

Iguarán, al calificar la acción de los uniformados. A comienzos de junio se conoció que

militares adscritos a la IV Brigada estaban siendo investigados por su supuesta responsabilidad

en el asesinato de civiles que fueron presentados como guerrilleros caídos en combate. En los

primeros días de septiembre estalló un nuevo escándalo, cuando se reveló que por lo menos

dos oficiales del ejército estarían involucrados en la realización de presuntos montajes de

carros bomba en Bogota. El caso fue conocido públicamente como los falsos positivos. Por los

mismos días se descubrió que miembros del Gaula del ejército en Atlántico estaban

involucrados en los asesinatos de seis personas que habián sido presentadas como

secuestradores.

“Todos esos episodios, entre otros, no solo golpearon fuertemente la imagen del ejército, sino

que empezaron a plantear que lo que estaba ocurriendo no era un simple problema de casos

aislados y algunas manzanas podridas, son que el ejército atravesaba una crisis estructural que

necesitaba urgentemente profundas reformas.

“Paradójicamente, parte de los problemas que sacudieron al ejercito ha sido en gran medida la

consecuencia del acelerado crecimiento que han tenido las fuerzas militares y en particular el

ejército, en los últimos cuatro años. Para cumplir los objetivos de la estrategia de seguridad

democrática y de los desafíos que planteó el presidente desde su primer mandato. Uribe

incrementó el pie de fuerza en más de 100.000 hombres en un lapso relativamente corto. Este

año se crearon nuevos batallones y brigadas móviles, entre otros. Sin embargo, ese

crecimiento rápido fue desordenado. Muchos batallones entraron en operación con un


627

dramático déficit de oficiales, lo que ocasionó consecuencias directas sobre la calidad de

algunas unidades….” (op. cit).

AÑO 2007.

El 20 de febrero del año 2007 se reunió el XVI Congreso del Partido Comunista de

Colombia (marxista-leninista). Para conocimiento y estudio de su ideología y posición política

ante la situación nacional, se trascribe con fidelidad a su redacción, ortografía y puntuación la

declaración clandestina que se promulgó desde algún lugar de Colombia:

Declaración Política

XVI Congreso del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Colombia,-febrero-20-de-2007.

Los hechos políticos internacionales muestran crecientes dificultades del imperialismo, en

especial de los yanquis y su gobierno genocida.

Fracasan cumbres económicas del Fondo Monetario Internacional y de la Organización

Mundial de Comercio. Se acercan más las caídas de las bolsas de valores revelando nuevos

signos recesivos del capitalismo mundial en su fase de internacionalización del capital o

globalización. El neoliberalismo deja ver más sus fracasos para librar de los efectos de la crisis

al imperialismo y el sistema capitalista. Aún así, la ofensiva burguesa con esas políticas

continúa y causa graves daños a los pueblos.

Crecen los conflictos del cercano oriente, los pueblos de Irak, Afganistán, Líbano y Palestina

enfrentan con éxitos destacados las agresiones yanquis y sionistas. También se multiplican las
628

tensiones y los choques entre países imperialistas que rivalizan por la hegemonía mundial,

asunto evidente en casos como la península de Corea e Irán.

Los imperialistas y sus socios locales acompañan las decisiones económicas con medidas

represivas de distinto carácter que hacen más antidemocráticos los regímenes políticos de los

países; se ratifican pactos agresivos como la Organización Tratado Atlántico Norte, OTAN, y

los yanquis ejecutan acciones militares como el Plan Colombia y la Iniciativa Regional

Andina, sustentados en los pretextos de la lucha “antiterrorista” y “antidrogas” que, incluso, ha

tenido rechazos en la opinión norteamericana.

Estas rivalidades y dificultades propias de la irreversible crisis general del imperialismo son

atizadas y aprovechadas con la lucha popular en Europa, nuestra América y el Caribe, en los

propios Estados Unidos y otros lugares del mundo.

Los triunfos de las luchas obreras y populares en Ecuador y Bolivia, los avances democráticos

en la República Bolivariana de Venezuela, nos recuerdan la existencia de un eslabón débil de

la cadena imperialista en la equina suramericana formada por Venezuela, Ecuador y

Colombia.

Cuba sigue firme en su lucha antiimperialista, en la construcción revolucionaria de la sociedad

y en la solidaridad hemisférica y global contra la opresión de los pueblos y las naciones que

incluye el impulso de propuestas democráticas de integración como la Alternativa Bolivariana

para los pueblos de Nuestra América, ALBA, diseñada con el gobierno venezolano.

Desde Latinoamérica se irradia al mundo una corriente ideológica y política de izquierda que

aún no está coordinada, un positivo debate ha sido lanzado desde Caracas por el Presidente

Hugo Chávez con su propuesta denominada “Socialismo del Siglo XXI”. Ella vuelve a colocar

en la escena política la construcción del socialismo como alternativa al capitalismo, facilitando

la participación en el debate en defensa del socialismo científico de Marx,-Engels,-Lenin-y-


629

Stalin.

Son evidentes los progresos de la lucha antifascista y antiimperialista del pueblo, de las

fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias que asumimos sin la tentación triunfalista.

La tendencia política y de masas potencia la acumulación favorable a las luchas por la

liberación social y nacional, por el poder popular y el socialismo.

En ese contexto continental y mundial, las dificultades del gobierno de Colombia se

incrementan. Importantes manifestaciones de inconformidad como el reciente levantamiento

obrero-popular del 10 de febrero en la Jagua de Ibirico (departamento del Cesar), contra los

atropellos del gobierno y las multinacionales Glencore y Drummond que proyectan el más

ambicioso complejo carbonífero a cielo abierto en esta latitud. Estas acciones locales y

sectoriales, junto a las jornadas nacionales de protesta muestran una tendencia a desatarse

nuevas-fuerzas.

A más de confirmarse la energía revolucionaria del campesinado pobre y medio, muy ligado a

la lucha insurgente, amplios sectores de la capa media urbana expresan mayor actividad

política y social por fuera del dictado de los partidos de la oligarquía, creando mejores

condiciones para trabajar la alianza obrero-campesina-popular. En medio de la lucha por

superar la crisis del movimiento sindical se da una limitada presencia de sectores de masas del

proletariado que se van recuperando gracias a su energía clasista y al esfuerzo de los

comunistas y demás revolucionarios.

Uribe, con su “Estado Comunitario” de corte fascista y la aplicación a ultranza del

neoliberalismo, mantiene una ofensiva reaccionaria y despiadada para arrasar conquistas

económicas, sociales y políticas que aún NO equivalen a la imposición del fascismo o a que se

materialice la derrota del movimiento obrero y popular, por ello continúa el esfuerzo por

acentuar la exclusión de los sectores populares, el autoritarismo, el presidencialismo y el


630

militarismo.

La alianza de gobierno plasma los intereses de lo más reaccionario y criminal de la oligarquía

monopolista, incluyendo los narcoparamilitares emergentes de El Ralito. De allí se deriva la

necesidad de tener muy presente que ser “anti-uribista” NO equivale a ser antifascista y

antiimperialista, ni implica estar contra el modelo neoliberal. Uribe NO beneficia a los

sectores burgueses no-monopolistas y, mucho menos, a las capas medias y los sectores obreros

que aún no se desengañan y piden "ajustes económicos y sociales" o esperan soluciones del

“sindicalismo empresarial” o mal llamado “capitalismo popular”, cuando justo vendrá más y

peor de lo mismo.

Los intereses de clase de la alianza que gobierna hacen que Uribe esté plagado de fragilidades

como lo evidencia su crisis larvada desde 2005 y enconada desde finales de 2006, aunque para

imponer el fascismo desde arriba ha decidido intensificar la utilización de la demagogia

populista, la cooptación o neutralización de los vacilantes y un cambio de imagen para

disimular su autoritarismo. Con estas maniobras logra algunos éxitos pero afronta serias

dificultades para consolidarlos.

El mayor destape de las múltiples relaciones del gobierno y del Presidente con el terrorismo de

Estado y su figura paramilitar incluye los llamados “falsos positivos” de las FF.MM como otra

clave de las criminales provocaciones fascistas, los que se suman a la “parapolítica” que poco

a poco va entorpeciendo el funcionamiento de instituciones del Estado y perjudicando a la

oligarquía.

Las mejorías en la economía son para un reducido grupo de monopolistas nacionales y el

capital transnacional mientras crecen la miseria y el desempleo. El crecimiento del 6.4% en

2006 es inconsistente e insostenible debido a las situaciones estructurales del país, a las

dificultades de la economía estadounidense y de todo el mundo capitalista, así como por el


631

efecto transitorio del ingreso de las fortunas de los narcoparamilitares.

Estas realidades están asociadas a contradicciones internas entre los explotadores, agudizadas

con la firma del TLC; los cambios en la política imperialista yanqui con el triunfo demócrata

en el Congreso; los resultados políticos favorables a la lucha popular en países fronterizos

como Ecuador, Venezuela y Brasil; el favorecimiento al narcoparamilitarismo en

megaproyectos y otros negocios de los que desplazan a viejos grupos de capitalistas, así como

a las consecuencias de los choques con países fronterizos por la aplicación sumisa de las tesis

económicas, antiterroristas y de combate al narcotráfico del imperialismo yanqui.

Especialmente, a Uribe le ha resultado costosa, nacional e internacionalmente, su oposición al

canje humanitario y la petición a los gobiernos de respaldo a su militarismo.

La crisis del gobierno ilegal, ilegítimo y criminal de Uribe es un hecho, aumentan las grietas

del Estado y el disenso burgués, la exigencia de renuncia crecerá. Se trata de movilizar a los

trabajadores, los jóvenes, las mujeres, los campesinos, indígenas y afro descendientes, llamar a

todos los sectores populares a batallar en las calles y veredas para conquistar un gobierno de

amplia convergencia, de esencia democrática y antiimperialista, sin caer en la ilusión de que

Uribe caerá por sí sólo, fácilmente o de inmediato.

El movimiento de oposición al régimen tiende a crecer a partir del amplio rechazo a Uribe con

formas de organización, acción y visiones disímiles que manan de la diversidad social y la

pluralidad de partidos y movimientos políticos que representan esos intereses de clase.

La construcción de la unidad popular avanza por la base y al calor de la lucha contra el

régimen en el plano político y de masas, como lo demuestran la convergencia opositora de la

Gran Coalición Democrática y la conformación del PDA como movimiento político masivo de

gran significación histórica que expresa un nivel de alianza obrero-campesina-popular. Son

logros que demandan habilidad para combatir las posiciones anti unitarias, la conciliación de
632

clases y las propuestas de pactos con Uribe que rechazamos rotundamente.

El reto de enfrentar con más fuerzas políticas y sociales la ofensiva burgués-imperialista es

muy grande, máxime cuando estamos de cara a debilidades del trabajo de masas de los

revolucionarios, así como ante un notable peso y papel negativo de corrientes

socialdemócratas y otras posiciones derechistas que pugnan por la conciliación de los

antagonismos de clase al interior del movimiento político de masas y de las organizaciones

sindicales y populares.

La lucha por cambios a favor del pueblo con la convocatoria de una Asamblea Constituyente

al servicio del pueblo y los esfuerzos desde el campo popular por ser gobierno y ser poder irán

ganando más fuerza.

El permanente accionar de las organizaciones insurgentes fortalece la moral de la oposición al

régimen golpeó la moral del ejército y obligó al cambio de planes militares gubernamentales.

Al Plan Patriota lo reemplazó en 2006 el Plan Victoria como emblema triunfalista de la

“seguridad democrática” de Uribe pero ya empezó con derrotas en el campo de batalla con las

FARC, el ELN y nuestro EPL que persiste en asestar duros golpes al enemigo, así como lo

hizo contra fuerzas combinadas ejército-DAS en Hacarí (N. Santander) hace un año.

El EPL, guiado por nuestro Partido, seguirá luchando por la unidad de acción del movimiento

insurgente, como lo hicimos en la Coordinadora Guerrillera “Simón Bolívar”. Abogamos por

que las diferencias políticas entre las fuerzas insurgentes se resuelvan con la discusión

fraternal y jamás con acciones militares que dejan víctimas entre revolucionarios y el pueblo,

de lo cual gobierno, oligarcas e imperialistas sacan ventaja de diferentes maneras

La recomposición organizativa e ideológica del llamado "mapa político" o de los partidos es

una realidad que tiene el hecho más destacado en el surgimiento del PDA con 2'700.000 votos

por su candidato presidencial, Carlos Gaviria Díaz, y el inesperado apoyo de más de medio
633

millón de afiliados. Son guarismos que dan cuenta de un fenómeno político de masas que

representa lo nuevo y más notable en el avance de la correlación de fuerzas del campo

popular.

El Polo es un avance ideológico y político de amplios sectores del pueblo que miran hacia la

izquierda. Son cientos de miles de colombianos y colombianas que con su instinto de lucha

contra el sistema adhirieron a lo positivo de sus realizaciones en búsqueda de un instrumento

de lucha por transformaciones económicas, sociales y políticas.

El PDA es una organización política amplia que representa un salto en el agrupamiento de

fuerzas sociales interesadas en la oposición al régimen, es una resultante del trabajo político de

masas en el marco democrático de lucha contra el gobierno de Uribe creó el estado de ánimo

favorable a la lucha política amplia y unitaria del pueblo. El Polo no es un efecto de la

“reforma política” derechista, ni es la suma de las influencias de las organizaciones y

personalidades que integran el PDA, es un espacio nuevo ganado por la oposición que incluye

a las fuerzas revolucionarias en las distintas formas de lucha, aunque no todos los

revolucionarios hagan parte del Polo.

Los partidos oligárquicos están en la mayor crisis de su historia porque de la mano del

imperialismo han implementado el proceso de fascistización y la aplicación del modelo

neoliberal que les ha traído un creciente alejamiento del pueblo. Los oligarcas se vieron

obligados a maniobrar con la figura de “los candidatos independientes” y creando nuevos

partidos que van más allá de las tradicionales disidencias tácticas vividas antaño por el

bipartidismo liberal-conservador, como ocurre con el partido de la “U” que sucedió al

fracasado “Nuevo Partido”.

El liberalismo "oficialista" trata de diferenciarse y recomponerse para aparecer como

alternativa ante el pueblo y cerrar el paso a las fuerzas progresistas, democráticas, de izquierda
634

y revolucionarias. La decisión liberal oficialista de hacer “oposición constructiva” a Uribe,

expresa coincidencias políticas de fondo con la política imperante que ha contribuido a

construir y los mantiene cerca del pacto abierto con Uribe.

Entre tanto, el conservatismo parasita en la coalición de Uribe, cada día más carente de

dirigentes y fuerza para asumir el control político de las principales concentraciones de

población.

El redibujo en la esfera de las organizaciones políticas se liga con la mayor polarización

clasista. Los partidos no están por encima ni al margen de la realidad de las clases y sus

intereses de todo tipo. Algunos sectores políticos y de opinión, erróneamente, suavizan la

profunda implicación de estos cambios políticos con expresiones como: “es un avance de la

izquierda democrática”.

Intensificaremos nuestro esfuerzo internacionalista impulsando el frente antifascista y

antiimperialista en América Latina y el trabajo en esa dirección que se adelanta en otras

latitudes, impulsando la solidaridad con las luchas por la soberanía nacional y la liberación

social, difundiendo los logros populares y justipreciando el papel de los gobiernos y liderazgos

progresistas, democráticos y revolucionarios.

En medio de este movimiento político amplio y revolucionario seguiremos contribuyendo a la

consolidación de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-

Leninistas, así como a la conformación de Partidos Revolucionarios de clase que garanticen el

rumbo revolucionario de los procesos de cada país.

El Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) se guía por la teoría científica del

proletariado, el marxismo leninismo. A partir de ella, del conocimiento e interpretación de la

realidad nacional e internacional y de su compromiso práctico con los intereses del


635

proletariado, construye su línea política, su táctica, su estrategia y su concepción organizativa,

a fin de trabajar por la toma del poder.

Nuestro Partido proclama su carácter de clase proletario, en tanto representa y defiende los

objetivos de la clase más avanzada de la época, en los distintos momentos de la lucha

revolucionaria, así como los de las demás clases y sectores interesados en la

revolución. Como destacamento político organizado de la clase obrera, trabaja por dirigir el

proceso revolucionario y por que éste tenga su vanguardia marxista leninista.

La existencia misma y el carácter proletario del Partido están íntimamente ligados a los

propósitos estratégicos de construcción socialista e implantación de la dictadura del

proletariado.(……).

Nuestro Partido enarbola la lucha contra todo tipo de imperialismo, contra el colonialismo, el

fascismo, el racismo, el peligro de guerra reaccionaria, contra la explotación y opresión sobre

la clase obrera y los pueblos. En tal sentido promueve la más amplia unidad en el campo

internacional.

El Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) trabaja por la toma del poder, lo que

en nuestras condiciones implica la destrucción del Estado burgués proimperialista y de su pilar

central, el ejército reaccionario, la implantación de un Estado de democracia popular y de un

programa estratégico que integra en un proceso ininterrumpido las tareas de liberación

nacional, democráticas y socialistas” (op. cit).

La Revista SEMANA, N°1337 del 17 de diciembre de 2007, resumió así los hechos de

violencia dentro del conflicto interno colombiano:


636

“Durante los últimos cinco años el país se ha movido en dos extremos. Quienes piensan, desde

la derecha, que la guerrilla se puede derrotar militarmente, y quienes piensan, desde la

izquierda, que el único camino posible es la negociación con los insurgentes. Pero en medio de

estas dos posiciones ideológicas, está la realidad de la guerra. Este año, en particular, era

definitivo para la política de seguridad, pues si Alvaro Uribe fue elegido en 2002 con la

promesa de derrotar a las Farc, el año pasado fue reelegido sin que se renovaran sus

lineamientos sobre el tema. La sensación que había era de que si bien los militares habían

ganado control territorial, tanto con la presencia de policía, como con el incremento de pie de

fuerza y operaciones sostenidas en lo rural, el riesgo de empantanarse en la selva era muy alto.

“Sin embargo, 2007 deja un balance interesante. Las fuerzas armadas empezaron a dar algunos

virajes necesarios para mantener la iniciativa. En el terreno netamente operativo, los dos

avances más importantes se hicieron en inteligencia y en las operaciones. Con estos dos

factores combinados, las tropas pudieron llegar por sorpresa a los campamentos de

importantes mandos medios revestidos de una aura de invencibilidad, como el “negro acacio”,

Carlos Antonio Lozada y Martín Caballero. Y pudieron dar de baja en una acción combinada a

Milton Sierra, conocido por su alias de J. J.

“Estos golpes demostraron que si es posible llegar al corazón de las Farc y debilitar su

estructura de mando, lo cual es muy importante en el mediano plazo. Para ese salto cualitativo

contribuyeron varios aspectos. El primero, una inteligencia que combina la tecnología,

especialmente aparatos aptos para interceptar comunicaciones y localizadores satelitales

aportados por Estados Unidos y Gran Bretaña, con la inteligencia humana, capaz de infiltrarse

y penetrar en la guerrilla.

“En segundo lugar, se ha dado un salto en planeación de operaciones. Objetivos más claros,

grupos élite altamente entrenados y mayor confidencialidad han hecho posible los resultados
637

de este año. Con operaciones mejor planeadas y sobre todo coordinadas entre las distintas

fuerzas, se ha aprovechado mejor la capacidad de fuego de las fuerzas armadas, que debe ser,

sin duda, una de sus grandes ventajas frente a la guerrilla.(……)

“Por eso es preocupante que las denuncias de ejecuciones extra judiciales por parte de las

fuerzas armadas estén creciendo en Meta, donde se libran los peores combates contra la

guerrilla. El general Alejandro Navas, comandante de la fuerza tarea Omega, ha dicho en

varias ocasiones que “Esta será la primera guerra que se gane respetando los derechos

humanos” y aunque son innegables los esfuerzos que se están haciendo en ese sentido desde el

ministerio de defensa, como haber nombrado a una civil en la dirección de la justicia penal

militar, todavía este es un tema que inquieta a muchas personas.

“Las circunstancias para las fuerzas armadas no podrián ser mejores. Tienen por segunda vez

una inyección de recursos con el impuesto al patrimonio; han empezado a mostrar resultados

de valor estratégico y a juzgar por el incremento de las desmovilizaciones y por la información

que están recibiendo. Todo ello, acompañado de una estrategia mejor pensada que pone en la

legitimidad del estado como un activo de gran valor democrático…..” (op. cit)

AÑO 2008.

Este año se produjo el fallecimiento por muerte natural de Manuel Marulanda Velez, máximo

dirigente de las Farc, durante 45 años, siendo sustituido por Alfonso Cano, hecho así reseñado

por la Revista SEMANA en su número del 15 de diciembre de 2008:

“Aunque Manuel Marulanda Velez murió como un villano para los colombianos, las Farc

sintieron su pérdida como la de un venerado padre. Huérfanos, los insurgentes recompusieron

su nueva dirección en cabeza de Alfonso Cano, quien era el lógico sucesor. En los meses que

ha estado como uno del grupo guerrillero, Cano no ha hecho sentir todavía su estilo. Se sabe,
638

sin embargo, que es un hombre inflexible y que su apuesta es por construir un gran

movimiento político clandestino, armado, que alimente una futura insurrección urbana.

También llegaron al secretariado Joaquín Gómez y Pablo Catatumbo y continúan en él Ivan

Márquez, el momo jojoy y Timochenko.” (op. cit).

Los múltiples falsos positivos del ejército continuaron produciendo escándalo de prensa, pero

total impunidad frente a la justicia colombiana, destacándose el caso de los 19 jóvenes de

Soacha.

La Revista SEMANA en su N°1389 del 15 de diciembre de 2008 resumió así este año:

“El 2008 pasará a la historia como uno de los años más dramáticos en Colombia y en el

mundo. Si para un periodista el año 2008 fue de los más apasionantes, para un historiador será

de los más importantes. Pocas veces, y en tan corto tiempo, se ha conjugado tal cantidad de

fenómenos, tragedias, éxitos protestas y escándalos, en un país que se ha acostumbrado a que

cada año es más sorprendente que el anterior. Este año se sintieron todas las expresiones de un

país en movimiento que se bate como un león herido frente a sus propias contradicciones, a

sus injusticias, a sus ilusiones y a sus luchas que, finalmente, empiezan a dar frutos.

“Un año en que cada colombiano, en cada rincón del territorio, vivió, sintió, lloró y gritó. Con

el bombardeo quirúrgico a Raúl Reyes, el pulso con Ecuador que casi nos lleva a un conflicto

internacional. La muerte natural de “Tirofijo” después de 45 años de guerra en la selva, el

rescate espectacular de la Operación Jaque, el regreso a la libertad de Ingrid y los demás

secuestrados, la increíble fuga de Oscar Tulio Lizcano y su carcelero mientras eran

perseguidos por las Farc, la mano de Ivan Ríos, las protestas indígenas, los millones de

colombianos que salieron a marchar por la paz de Colombia, el escándalo de los falsos

positivos, el colapso de las pirámides, DMG, la crisis financiera mundial, Obama presidente

de los Estados Unidos.


639

“Un año que nos marcó a todos y que marcó la historia de Colombia y del mundo. Un año que

deja en evidencia que todas las transiciones son traumáticas: la de Colombia, que sigue

avanzando en su guerra interna pero que no ha resuelto sus problemas estructurales. Y la del

mundo, que replantea el capitalismo financiero y redefine la hegemonía de los Estados

Unidos. Un año que ha tenido una enorme carga sicológica y emocional. La rabia contenida

que se expresó en las marchas blancas por la libertad, la perplejidad de quedar en la ruina por

las pirámides, la frustración de perder el empleo, la emoción de ver a Ingrid y a Lizcano

llorando de regreso a la libertad, la ilusión de ver y oír a Obama en su discurso de medianoche,

la indignación de los falsos positivos.” (op. cit).

AÑO 2009.

En cuanto a la ley de justicia y paz, las investigaciones contra más de diez mil paramilitares o

Honorables Señores Postulados, como se les debe llamar, quedaron en tablas: muchas

versiones e imputaciones, pero el proceso no mostro un solo paramilitar condenado.

La Revista SEMANA N° 1442 del 21 de diciembre de 2009 lo reseñó así:

“Este año la corte le dio dos revolcones a justicia y paz. El 19 de agosto anuló la única

sentencia que un tribunal de justicia y paz dictó contra un paramilitar desmovilizado, la de

Wilson Salazar Carrascal, alias “El Loro”. Y en septiembre invalidó la formulación de cargos

contra Gian Carlo Gutiérrez del Bloque Calia. Dos personajes poco conocidos por la opinión,

pero dos acciones de la justicia trascendentales para este proceso.

“En sus fallos la corte determinó que los fiscales no pueden hacer imputaciones parciales, sino

que tendrán que describir sus dimensiones políticas, militares, económicas y sociales y

demostrar de qué manera los crímenes de los paras eran sistemáticos. La Corte, además, le
640

recuerda a la fiscalía que la versión de las víctimas es predominante y que el proceso de

justicia y paz tiene que establecer una verdad histórica.

“Para atender tamaña exigencia, la Unidad de justicia y paz de la Fiscalía pidió consejo al

Tribunal de Cundinamarca y, entre otras muchas cosas, este respondió que recomendaba

incluir los antecedentes de la totalidad de los miembros de un bloque, hasta de los que no se

hayan desmovilizado; el número de armas entregadas en la desmovilización, donde hay que

identificar los números seriales y las casas fabricantes, y solicitar a las casas fabricantes que

informen a quiénes les fueron vendidas las armas; la cantidad de botas, uniformes y equipos

de campaña usados por el Bloque y hasta cruzar datos con ONG. Y quedó la interpretación de

que mientras esto no se cumpla, no se condenará a uno solo de los desmovilizados.

“Hasta agosto de 2008 los desmovilizados habían confesado 8154 homicidios, 1095

desapariciones forzadas y otros 6000 delitos de diversa índole que afectaron a 31.014

víctimas. Además, la fiscalía ha identificado los cuerpos de miles de desaparecidos; ha

develado, como nunca antes, los tentáculos de este fenómeno armado; he incluso ha

conseguido que se profieran varias condenas desde la justicia ordinaria con la información

recabada por los fiscales de justicia y paz.

“Sin embargo, justicia y paz no puede mostrar hoy un solo condenado, y la preocupación es

que con las nuevas exigencias de la corte, la probabilidad de empezar a cerrar casos, realizar

audiencias de reparación a las víctimas y dictar sentencias condenatorias sea cada vez menor.

“Un fiscal se preguntaba hace poco cómo van a entender las víctimas que pasen años antes de

que haya plena justicia, si la información sobre los crímenes que los afectaron ya está

disponible…..” (op. cit).


641

Frente al conflicto armado la Revista SEMANA del 21 de diciembre de 2009 lo resumió así:

“Si alguien pensaba que en Colombia no había peor escenario que un conflicto interno de

medio siglo, que ha producido una crisis humanitaria de dimensiones bíblicas, y unos grupos

de mafias criminales, que crecen como la hiedra, era porque no se había abierto la posibilidad

de un tercer frente de hostilidades: el internacional. Aunque muchos creen que la hipótesis de

un enfrentamiento con Venezuela es descabellada y que no se trata mas que de la retorica de

un caudillo en apuros, lo cierto es que en 2009 Chávez y Uribe pasaron de ser adversarios

ideológicos y políticos a configurarse, por lo menos en el discurso, en enemigos.” (op. cit).

AÑO 2010.

Es abatido Victor Julio Suárez, “el Mono Jojoy”, uno de los máximos dirigentes de las FARC.

El Ejército utilizó 30 aviones, 27 helicópteros, 30 toneladas de bombas contra un solo

combatiente armado con un fusil. Otra vez, nadie dijo que fue un crimen de lesa humanidad ni

un crimen de guerra ni un magnicidio: sencillamente, fue un “peligroso bandolero dado de

baja”. Con su muerte “se salvó” la “democracia colombiana”……

Sobre el tema así lo recordó la Revista SEMANA en su número 1494 de resumen del año

2010:

“En septiembre, cuando una tormenta de plomo cayó sobre el bunker del Mono Jojoy y la foto

de su cadáver inflado y renegrido le dio la vuelta al mundo, se cerró un ciclo para las Farc y en

consecuencia, para el conflicto colombiano. La Operación Sodoma es el bombardeo más

intenso que se haya visto en la historia del país: 30 aviones, 27 helicópteros y por lo menos 30

toneladas de explosivos se usaron para matar al hombre más temido del país.

“Víctor Julio Suárez, un campesino de Sumapaz que ingresó siendo un niño a las filas

insurgentes, se convirtió en un mito de la guerra que despertaba admiración y respeto entre sus
642

filas y temor y repudio entre los colombianos. Fue Jojoy el que humilló a las Fuerzas Armadas

con tomas a bases militares donde murieron centenares de soldados y policías y fueron

tomados como prisioneros más de 500. Fue Jojoy el que construyó una tenaza de violencia

sobre Bogotá y se atrevió a usar como nunca antes en la historia del conflicto el terrorismo….”

“Fue él quien elevó de manera dramática la escala de secuestros y extorsiones en el país y

quien utilizó armas letales, como las pipetas de gas, en las tomas de pueblos. Fue Jojoy el que

con burdo histrionismo se regodeaba en los campos de concentración que construyó para sus

rehenes y el que se propuso destruír cualquier manifestación del estado en sus territorios.

Jojoy entendía que necesitaba mucho dinero y metío a sus frentees de lleno al narcotráfico. Y

se propuso la construcción de un ejército masivo y bien armado para llevar a las Farc de la

guerra de guerrillas a la guerra de movimientos. Y a finales de los 90, parecía estarlo

logrando.(……..).

“En muchos países la caída de un líder guerrillero ha significado la debacle de la insurgencia.

Ocurrió cuando Abimael Guzmán fue capturado en Perú y Sendero Luminoso se desmoronó.

También recientemente, cuando el gran líder de los Tígres Tamiles en Sri Lanka murió abatido

y la guerrilla se rindió. En Colombia, la muerte de Jojoy no ha tenido ese impacto, pero en el

mediano plazo sí tendrá consecuencias más cruciales que la de Raúl Reyes o Tirofijo.

“Primero, porque se amplía el margen de maniobra de Alfonso Cano, que parece estar

retomando las banderas más políticas de las Farc, apabulladas durante años por el militarismo

que encarnaba Jojoy. Había quienes dudaban de que Cano lograra mantener unida a una

guerrilla cuyo mariscal de campo acababa de ser literalmente aplastado. Pero en perspectiva, a

Cano le ha ido mejor: ha logrado sobrevivir, preservar su fuerza en la cordillera occidental y

llevar prácticamente al fracaso la política de seguridad democrática en sus zonas de influencia.

Eso le ha dado, al parecer, el liderazgo indiscutible de sus tropas. (……)


643

“El punto de inflexión del conflicto ya está dado. Las Farc difícilmente volverán a ser lo que

fueron de la mano del Mono Jojoy: una guerrilla que puso en jaque al país. Pero, así mismo,

muerto el mito del hombre que era una máquina de guerra, queda planteado el desafío de

cómo ponerle verdadero punto final a este conflicto. Por eso hoy el gobierno no afronta tanto

el dilema sobre si negociar o no, sino sobre qué y cómo negociar con una guerrilla que ya solo

representa el poder que emana de la punta del fusil.” (op. cit)..

AÑO 2011.

Guillermo León Sáenz Vargas, alias 'Alfonso Cano', fue abatido el 4 de noviembre del año

2011, cuando fue alcanzado por un bombardeo de la Fuerza Aérea, del que resultó herido, para

horas después ser ejecutado fuera de combate por un comando especial del Ejército.

'Cano', quien se convirtió en el máximo jefe de las Farc en 2008 tras la muerte de Pedro

Antonio Marín, 'Manuel Marulanda Vélez' o 'Tirofijo', fue perseguido por cuatro

departamentos del centro y sur del país antes de ser dado de baja. El jefe de las Farc se

encontraba en la cordillera Oriental, en la vereda El Chirriadero. Allí vivía en una casa de

madera con techo de zinc, que fue identificada por las autoridades como la número 14.

Los grupos paramilitares que simularon desmovilizarse en el año 2005 para acogerse a la Ley

de Justicia y Paz, la Ley 975 de 2005, cambian su nombre de Autodefensas unidas de

Colombia, AUC, a Los Urabeños y Los Rastrojos, La Oficina de Envigado y el estado los

llama “Bandas Criminales”, Bacrim, continuando la ola de violencia paramilitar en todo el

país.

Ante la ineficacia de la Ley de Justicia y Paz, el gobierno del Dr. Juan Manuel Santos

promulga otra ley, llamada Ley de Victimas, la 1448 del 10 de junio de 2011, “Por la cual se

dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado
644

interno y se dictan otras disposiciones”, a través de la cual, se indemnizará a todas las víctimas

del conflicto armado desde el año 1985 por medio de un procedimiento administrativo – no

judicial- en el cual las víctimas presentan una documentación mínima ante la Personería, la

Procuraduría, sin intermediación de abogados y al cabo de 18 meses recibirán una cantidad de

dinero como reparación por sus deudos.

Así el artículo 1 define el objeto de la Ley 1448 de 2011:

“La presente ley tiene por objeto establecer un conjunto de medidas judiciales,

administrativas, sociales y económicas, individuales y colectivas, en beneficio de las víctimas

de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la presente ley, dentro de un marco de

justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la verdad, la

justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que se reconozca su condición

de víctimas y se dignifique a través de la materialización de sus derechos constitucionales.”

“Artículo 2. Ambito de aplicación. La presente ley regula lo concerniente a ayuda humanitaria,

atención, asistencia y reparación de las víctimas de que trata el artículo 3 de la presente ley,

ofreciendo herramientas para que estas reinvindiquen su dignidad y asuman su plena

ciudadanía.

“Las medidas de atención, asistencia y reparación para los pueblos indígenas y comunidades

afrocolombianas, harán parte de normas especificas para cada uno de estos grupos étnicos, las

cuales serán consultadas previamente a fin de respetar sus usos y costumbres, asi como sus

derechos colectivos, de conformidad con lo establecido en el artículo 205 de la presente ley.”

Llama la atención como las dos leyes que pretenden acabar el conflicto armado en Colombia

hablan del derecho y garantía de “no repetición” de los punibles cometidos: ¿será que alguna

ley puede garantizar que no se repitan los crímenes?

¿Quiénes son las víctimas del conflicto armado en Colombia?


645

Lo define el artículo 3 de la Ley 1448 de 2011 así:

“Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que individual o

colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1° de enero de 1985,

como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones

graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con

ocasión del conflicto armado interno.

“También son víctimas el cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del mismo

sexo y familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando

a ésta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de éstas, lo serán los que se

encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.

“De la misma forma, se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al

intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización…..”

En su parágrafo 4 aclara:

“Las personas que hayan sido victimas por hechos ocurridos antes del 1 de enero de 1985

tienen derecho a la verdad, medidas de reparación símbolica y a las garantías de no repetición,

previstas en la presente ley, como parte del conglomerado social y sin necesidad de que sean

individualizadas.”

Estas victimas ya no tiene derecho a indemnización económica, lo cual vulnera el derecho

constitucional a la igualdad.

En los artículos siguientes se teoriza sobre los principios generales de dignidad, buena fe,

igualdad, garantía del debido proceso, etc.

Como ahora está de moda el término “Justicia Transicional”, el artículo 8 de la ley 1448 de

2011 lo define así:


646

“Artículo 8. Entiéndase por Justicia Transicional los diferentes procesos y mecanismos

judiciales o extrajudiciales asociados con los intentos de la sociedad por garantizar que los

responsables de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la presente ley, rindan cuentas

de sus actos, se satisfagan los derechos a la justicia, la verdad y la reparación integral a las

victimas, se lleven a cabo las reformas institucionales necesarias para la no repetición de los

hechos y la desarticulación de las estructuras armadas ilegales, con el fin último de lograr la

reconciliación nacional y la paz duradera y sostenible.”

¿Será que el Estado si será capaz de cumplir esta ley?.

“Artículo 9. Carácter de las medidas transicionales. El Estado reconoce que todo individuo

que sea considerado víctima en los términos de la presente ley, tiene derecho a la verdad,

justicia, reparación y a que las violaciones de que trata el artículo 3° de la presente ley, no se

vuelvan a repetir, con independencia de quién sea el responsable de los delitos.

“Las medidas de atención, asistencia y reparación adoptadas por el estado, tendrán la finalidad

de contribuir a que las víctimas sobrelleven su sufrimiento y, en la medida de lo posible, al

restablecimiento de los derechos que les han sido vulnerados. Estas medidas se entenderán

como herramientas transitorias para responder y superar las violaciones contempladas en el

artículo 3° de la presente ley.

“Por lo tanto, las medidas de atención, asistencia y reparación contenidas en la presente ley,

así como todas aquellas que han sido o que serán implementadas por el Estado con el objetivo

de reconocer los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación, no implican

reconocimiento ni podrán presumiré o interpretarse como reconocimiento de la

responsabilidad del Estado, derivada del daño antijurídico imputable a este en los términos del
647

artículo 90 de la constitución nacional, como tampoco ningún otro tipo de responsabilidad

para el Estado o sus agentes”.

Un momento: según esta ley 1448 de 2011, los “agentes del estado”, o sea, ejército, policía,

armada, aviación, CTI, están exentos de responder por sus crímenes, pues así se entiende del

inciso 4 de su artículo 9 que dice:

“El hecho de que el Estado reconozca la calidad de víctima en los términos de la presente ley,

no podrá ser tenido en cuenta por ninguna autoridad judicial o disciplinaria como prueba de la

responsabilidad del Estado o de sus Agentes. Tal reconocimiento no revivirá los términos de

caducidad de la acción de reparación directa.”

El Estado ni sus Agentes son responsables de las atrocidades cometidas contra el pueblo

dentro de la Guerra Civil Colombiana, ¿O no se entiende así tal parámetro del articulo 9 de la

ley 1448 de 2011?.

Y dice el artículo 10:

“Las condenas judiciales que ordenen al Estado reparar económicamente y de forma

subsidiaria a una víctima debido a la insolvencia, imposibilidad de pago o falta de recursos o

bienes del victimario o del grupo armado organizado al margen de la ley al cual éste

perteneció, NO IMPLICAN RECONOCIMIENTO ni podrán presumirse o interpretarse como

reconocimiento DE LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO O DE SUS AGENTES”

(mayúsculas propias).

“Artículo 11. Coherencia Externa. Lo dispuesto en esta ley procura complementar y armonizar

los distintos esfuerzos del estado para garantizar los derechos a la verdad, justicia y reparación

de las víctimas y allanar el camino hacia la paz y la reconciliación nacional.


648

“Artículo 12. Coherencia Interna. Lo dispuesto en esta ley procura complementar y armonizar

las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no

repetición, con miras a allanar el camino hacia la paz y la reconciliación nacional”.

Los siguientes artículos teorizan sobre enfoque diferencial (13); participación conjunta(14);

respeto mutuo (15); obligación de sancionar a los responsables (16); progresividad (17);

gradualidad (18); sostenibilidad (19); principio de prohibición de doble reparación (20);

principio de complementaridad (21); acción de repetición y sobrogación (22); derecho a la

verdad (23); derecho a la justicia(24).

En cuanto al derecho a la reparación integral define el artículo 25:

“Las víctimas tienen derecho a ser reparadas de manera adecuada, diferenciada, trasformadora

y efectiva por el daño que han sufrido como consecuencia de las violaciones de que trate el

artículo 3 de la presente ley.

“La reparación comprende las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación,

satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material,

moral y simbólica. Cada una de estas medidas será implementada a favor de la víctima

dependiendo de la vulneración en sus derechos y las características del hecho victimizante….”

“Artículo 26. Colaboración armónica. Las entidades del estado deberán trabajar de manera

armónica y articulada para el cumplimiento de los fines previstos en la presente ley, sin

perjuicio de su autonomía”.

El artículo 28 habla de doce clases de derechos que tienen las víctimas:

“Artículo 28. Las víctimas de las violaciones contempladas en el artículo 3 de la presente ley,

tendrán entre otros los siguientes derechos en el marco de la normatividad vigente:

1.Derecho a la verdad, justicia y reparación.


649

2.Derecho a acudir a escenarios de diálogo institucional y comunitario.

3.Derecho a ser beneficiario de las acciones afirmativas adelantadas por el estado para proeger

y garantizar el derecho a la vida en condiciones de dignidad.

4.Derecho a solicitar y recibir atención humanitaria.

5.derecho a participar en la formulación, implementación y seguimiento de la política pública

de prevención, atención y reparación integral.

6.Derecho a que la política pública de que trata la presente ley, tenga enfoque diferencial.

7.Derecho a la reunificación familiar cuando por razón de su tipo de victimización se haya

dividido el núcleo familiar.

8.Derecho a retornar a su lugar de origen o reubicarse en condiciones de voluntariedad,

seguridad y dignidad, en el marco de la política de seguridad nacional.

9.Derecho a la restitución de la tierra si hubiere sido despojado de ella en los términos

establecidos en la presente ley.

10. Derecho a la información sobre las rutas y los medios de acceso a las medidas que se

establecen en la presente ley.

11.Derecho a conocer el estado de procesos judiciales y administrativos que se estén

adelantando, en los que tengan un interés como parte o intervinientes.

12. Derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.”

El artículo 31 trata sobre medidas especiales de protección:

“Las autoridades competentes deberán adoptar medidas de protección integral a las víctimas,

testigos y a los funcionarios públicos que intervengan en los procedimientos administrativos y

judiciales de reparación y en especial de restitución de tierras, a través de los cuales las

víctimas reclaman sus derechos, cuando ello sea necesario según el nivel de riesgo evaluado
650

para cada caso particular y en la medida en que exista amenaza contra sus derechos

fundamentales a la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad personal, atendiendo a la

jurisprudencia y normatividad existente sobre la materia.

“Las medidas podrán extenderse al núcleo familiar, siempre que ello sea necesario según el

nivel de riesgo evaluado para cada caso particular, exista amenaza contra los derechos

fundamentales a la vida, la integridad física, la libertad y la seguridad personal del núcleo

familiar y se demuestre parentesco con la víctima. El estudio técnico de nivel de riesgo gozará

de carácter reservado y confidencialidad.

“Cuando las autoridades judiciales, administrativas o del ministerio público tengan

conocimiento de situaciones de riesgo señaladas en el presente artículo, remitirán de inmediato

tal información a la autoridad competente designada de acuerdo a los programas de

protección, para que inicien el procedimiento urgente conducente a la protección de la víctima,

de acuerdo a la evaluación de riesgo a la que se refiere el presente artículo.(…..)”.

Así mismo, todo el Título II, con doce artículos habla de los derechos de las víctimas dentro

de los procesos judiciales, entre ellos, asesoría y apoyo (art.35), garantía de comunicación a

las víctimas (art.36), audición y presentación de pruebas,(art.37), principios de la prueba en

caso de violencia sexual(art.38), declaración a puerta cerrada (art. 39), testimonio por medio

de audio o video, (art.40), modalidad especial de testimonio (art.41), presencia de personal

especializado, (art.42), asistencia judicial, (art. 43); gastos de la víctima en relación con los

procesos judiciales (art.44), etc.

El Titulo III trata de ayuda humanitaria, atención y asistencia, hablando de ayuda humanitaria,

asistencia funeraria, medidas en materia de educación, medidas en materia de salud, atención

de emergencia en salud, pólizas de salud, servicios de asistencia en salud, polizas de salud,

asistencia por los mismos hechos, atención humanitaria de emergencia y de transición,


651

retornos y reubicaciones, cesación de la condición de vulnerabilidad y debilidad manifiesta,

etc.

El título IV trata de la reparación de las víctimas, medidas de reparación, abordando

especialmente el tema de restitución de tierras (art.71 y ss); despojo y abandono forzado de

tierras; registro de tierras despojadas y abandonadas; presunciones de despojo; requisitos para

la solicitud de la restitución (art.82); información para la restitución; compensaciones en

especie y reubicación (art.97); pago de compensaciones; entrega del predio restituido; (art.

100); protección de la restitución; (art. 101);se crea la Unidad Administrativa Especial de

Gestión de Restitución de Tierras Despojadas, (art. 103); se crea el Fondo de la Unidad

Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas; entrega de predios

(art. 116); restitución de vivienda (art.123); medidas en materia de crédito (art. 128); etc.

En el capítulo VII del Título IV se habla de la indemnización por vía administrativa; al

respecto (artículo 132, parágrafo 3 se define que “La indemnización administrativa para la

población en situación de desplazamiento (….) será , “el monto de los 40 salarios mínimos

legales vigentes del año de ocurrencia del hecho…”. Se crea el Sistema Nacional de Atención

y Reparación Integral a las Víctimas.”; se habla de rehabilitación (art.135-9); de múltiples

medidas de satisfacción (art. 139); de reparación símbolica (art.141); del deber de memoria del

estado (art. 143); se habla de múltiples acciones en materia de memoría histórica (art.145); de

crear un Centro de Memoria Histórica (art.146); de garantías de no repetición (art.149); etc.

El artículo 149 trata sobre las garantías de no repetición de los hechos violentos: ¿Será que

por medio de esta ley y de este artículo automáticamente no volverán a repetirse en Colombia

hechos de violencia estatal y para militar?.


652

“Artículo 149. El Estado Colombiano adoptará, entre otras, las siguientes garantías de no

repetición:

a). La desmovilización y el desmantelamiento de los grupos armados al margen de la ley;

b). La verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la verdad, en la medida

en que no provoque más daños innecesarios a la víctima, los testigos u otras personas, ni cree

un peligro para su seguridad;

c).La aplicación de sanciones a los responsables de las violaciones de que trata el artículo 3°

de la presente ley;

d). La prevención de violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley, para lo

cual, ofrecerá especiales medidas de prevención a los grupos expuestos a mayor riesgo como

mujeres, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, lideres sociales, miembros de

organizaciones sindicales, defensores de derechos humanos y víctimas de desplazamiento

forzado, que propendan superar estereotipos que favorecen la discriminación, en especial

contra la mujer y la violencia contra ella en el marco del conflicto armado;

e). La creación de una pedagogía social que promueva los valores constitucionales que fundan

la reconciliación, en relación con los hechos acaecidos en la verdad histórica;

f). Fortalecimiento técnico de los criterios de asignación de las labores de desminado

humanitario, el cual estará en cabeza del programa para la atención integral contra minas

antipersonal;

g). Diseño e implementación de una estrategia general de comunicaciones en derechos

humanos y derecho internacional humanitario, la cual debe incluir un enfoque diferencial;


653

h). Diseño de una estrategia única de capacitación y pedagogía en materia de respeto de los

derechos humanos y del derecho internacional humanitario, que incluya un enfoque

diferencial, dirigido a los funcionarios públicos encargados de hacer cumplir la ley, así como

a los miembros de la fuerza pública. La estrategia incluirá una política de tolerancia cero a la

violencia sexual en las entidades del estado;

i). Fortalecimiento de la participación efectiva de las poblaciones vulneradas y/o vulnerables,

en sus escenarios comunitarios, sociales y políticos, para contribuir al ejercicio y goce efectivo

de sus derechos culturales;

j). Difusión de la información sobre los derechos de las víctimas radicadas en el exterior;

k). El fortalecimiento del sistema de alertas tempranas;

l). La reintegración de niños, niñas y adolescentes que hayan participado en los grupos

armados al margen de la ley;

m). Diseño e implementación de estrategias, proyectos y políticas de reconciliación de acuerdo

a lo dispuesto en la Ley 975, tanto a nivel social como en el plano individual;

n). El ejercicio de un control efectivo por las autoridades civiles sobre la fuerza pública;

o). La declaración de insubsistencia y/o terminación del contrato de los funcionarios públicos

condenados en violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley;

p).La promoción de mecanismos destinados a prevenir y resolver los conflictos sociales;

q). Diseño e implementación de estrategias de pedagogía en empoderamiento legal para las

víctimas;

r). La derogatoria de normas o cualquier acto administrativo que haya permitido o permita la

ocurrencia de las violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley, de conformidad

con los procedimientos contencioso- administrativos respectivos;


654

s). Formulación de campañas nacionales de prevención y reprobación de la violencia contra la

mujer, niños, niñas y adolescentes, por los hechos ocurridos en el marco de las violaciones

contempladas en el artículo 3° de la presente ley”.

¿Cómo, cuándo y dónde el estado colombiano ha dado aplicación a estas garantías a las

víctimas de la guerra civil?: frente al literal a), por ejemplo, ¿Qué hizo para garantizar la

desmovilización y el desmantelamiento de los grupos armados al margen de la ley?; ¿Qué hizo

para garantizar la verificación de los hechos y la difusión pública y completa de la verdad?;

¿acaso ha difundido esos hechos y esa verdad a través de los medios de comunicación?; ¿Ha

aplicado alguna sanción a los responsables de las violaciones de que trata el artículo 3° de la

presente ley?; ¿ Ha creado una pedagogía social que promueva los valores constitucionales

que fundan la reconciliación, en relación con los hechos acaecidos en la verdad histórica?; ¿Ha

ejercido un control efectivo por las autoridades civiles sobre la fuerza pública?; ¿Ha derogado

las normas o cualquier acto administrativo que haya permitido o permita la ocurrencia de las

violaciones contempladas en el artículo 3° de la presente ley?, y así se puede seguir

cuestionando cada uno de los literales del susodicho artículo que sólo quedó escrito en la hoja

de papel de la ley…..

El artículo 150 sobre desmantelamiento de las estructuras económicas y políticas, dice:

“El Estado Colombiano adoptará las medidas conducentes a lograr el desmantelamiento de las

estructuras económicas y políticas que se han beneficiado y que han dado sustento a los

grupos armados al margen de la ley, con el fin de asegurar la realización de las garantías de no

repetición de las que trata el artículo anterior”.

¿Este artículo 150 también se ha cumplido?; ¿Será que esta Ley se ha aplicado?.

Se habla de hacer un registro único de víctimas (art.154); de crear un Sistema Nacional de

Atención y Reparación Integral a las Víctimas (art.159); también habrá un Plan Nacional de
655

atención y reparación integral a las víctimas (art. 175); derecho a la indemnización (art.184);

reclutamiento de menores (art. 190); participación de las victimas (art.192 a195); de

mecanismos de monitoreo y seguimiento al cumplimiento de la ley (art. 201); de desarrollo

rural (art.206), etc y etc.

“Artículo 208. Vigencia y derogatorias. La presente ley rige a partir de su promulgación y

tendrá una vigencia de diez (10) años y deroga todas las disposiciones que le sean contrarias,

en particular los artículos 50,51,52 y 53 de la ley 975 de 2005”.

¿Cómo estaremos en la realidad del año 2021?:

Esta ley 1448 de 2011 comprende un total de 208 artículos, es todo un código, pero hasta el

año 2016 no ha tenido ningún cumplimiento real. En Colombia, las Leyes generalmente

quedan ESCRITAS…….(se acata, pero no se cumple)……

La situación del conflicto armado fue resumida de la siguiente manera en la Revista SEMANA

N° 1546 del 19 de diciembre de 2011:

“Este fue un año negro para las Farc, que lo terminan militar, política y moralmente en la peor

situación de su historia. Por primera vez, las fuerzas armadas lograron dar muerte a su máximo

comandante, Alfonso Cano, el quinto miembro del secretariado que cae en los últimos tres

años y medio. Y si bien reemplazaron muy pronto a Cano por Timochenko, poco despúes las

propias Farc se encargaron de acentuar su bancarrota política y moral.(……).

“Para quienes, como su nuevo jefe, llevan 30 años en la guerrilla, no puede ser más evidente

que las Farc nunca habían llegado a tal grado de debilidad militar y desprestigio popular. La

ventaja del estado sobre una insurgencia a la que ya casi nadie le cree nunca había sido tan

grande ni, como todo lo indica, tan irreversible. Algunos analistas hablan incluso, de que las

Farc están derrotadas. Lo están, claramente, desde el punto de vista estratégico, arrinconadas

por una ofensiva oficial de una década a los márgenes del país y las zonas más agrestes de las
656

montañas, con cerca de un tercio de los efectivos que tenían hace un lustro y drásticamente

reducida su presencia miliciana en zonas urbanas.

“Pueden organizar ataques “avispa” como los que protagonizaron a lo largo del año contra

poblados del Cauca, sacudidos por cilindros y chivas bomba; hacer emboscadas ocasionales a

la fuerza pública; mantener su control en zonas cocaleras como el nudo de paramillo o el pie

de monte nariñense, donde se alían con las bandas criminales (bacrin) sucesoras de los

paramilitares, en torno a los intereses del flujo del negocio del tráfico de cocaína; sembrar

minas antipersona en las que caen por igual soldados y niños, y volar torres de energía e

instalaciones petroleras o incendiar una tractomula en la panamericana o la troncal de

Medellín a la costa. Pero nunca habían estado tan menguadas territorialmente ni tan faltas de

base social. El flujo del dinero de la droga y una presencia persistente en zonas inhóspitas de

frontera, de la Guajira a Arauca, de Nariño a Putumayo y, marginalmente, en la de Panamá,

les mantienen sus líneas de abastecimiento. Pero, al lado de sus desmanes contra campesinos e

indígenas en sus zonas de influencia y de sus alianzas cambiantes con las llamadas bandas

criminales, el discurso político de cartas como la que diriguío Timochenko al presidente –“Así

no, Santos, así no” – ya no convence ni a los mismos guerrilleros, que siguen

desmovilizándose nutridamente.

“En estas condiciones, la pregunta obvia es, ¿ Por qué no se acaba esto?. Y la respuesta,

también obvia es: porque no es tan fácil. La ecuación de la guerra en Colombia está

alcanzando lo que en matemáticas se denomina una asíntota, una línea que se acerca cada vez

más a tocar el límite, pero sin alcanzarlo nunca. ¿Cuántos miembros más del secretariado

tendrá el gobierno que matar para alcanzar es límite?. ¿Implotarán, en el transcurso, las Farc

entre grupos que mantengan una componente política y corrientes cada vez más en el campo
657

del bacrimismo-leninismo, que culminen en una negociación inane de una parte y en la

bandolerización del resto?. Estas son las preguntas que plantea la situación.

“El “fin del fin”, esa teoría dada por el general Fredy Padilla, lleva ya varios años. Cada vez

están más debilitadas las Farc, pero su derrota final o una negociación que culmine en su

desmovilización siguen tan lejanas como siempre….” (op. cit).

AÑO 2012.

Siguiendo la última tendencia de acudir a una fuente directa periodística para ver cómo

observan los medios burgueses el problema de la violencia en Colombia, se transcriben apartes

del resumen que del conflicto interno hizo la Revista SEMANA en su número del 17 de

diciembre de 2012:

“Pase lo que pase, 2012 será visto en perspectiva como un año clave en el conflicto armado de

medio siglo que padece el país. Si el audaz intento de La Habana resulta, pasará a la historia

como el año en que se fraguó la paz. Si fracasa, quedará como el año en que se perdió la

última oportunidad, en esta generación, de parar el conflicto armado.

“El día clave del año fue, sin duda, el 27 de agosto, cuando se hicieron públicas las

conversaciones secretas que adelantaban el gobierno y las Farc en Cuba, que culminaron en

una agenda de negociación para poner fin al conflicto. Lo que nadie creyó posible durante una

década ocurrió y la agenda nacional dio un vuelco. Juan Manuel Santos puso en la balanza su

presidencia y probablemente su eventual reelección, aunque insiste en que no vacilará en

pararse de la mesa si el proceso no resulta. Si se llega a un acuerdo, al que él mismo le puso

como plazo noviembre de 2013, pasará a la historia como el presidente de la paz; si no, como

uno más en la lista de los que fracasaron en el intento.


658

“Salvo la fugaz instalación en Oslo, el 18 de octubre, el año se cierra sin mayores avances en

este frente. Hubo tres meses muertos entre el anuncio formal de la negociación y su inicio, el

19 de noviembre. Y aún no está claro, probablemente ni para los negociadores, si el proceso

adquirirá la dinámica que necesita para sostenerse en medio de una opinión pública que,

después de un arranque de entusiasmo inicial , ve lo que pasa en La Habana con creciente

escepticismo.

“El año fue tan contradictorio como las voces que se oyen desde el gobierno respecto a las

Farc. En Cuba el equipo negociador del gobierno, encabezado por Humberto de la Calle

Lombana, las legitima como interlocutor al hablar con Iván Márquez y sus colegas. Pero en

Colombia el ministro de defensa, Juan Carlos Pinzón, adelanta contra ellas, además de la

ofensiva militar, toda una guerra verbal que las descalifica. Así fue el año: se habló de paz, en

secreto y en público, y simultáneamente se hizo la guerra.

“Al tiempo con el comienzo de las conversaciones secretas con las Farc, en febrero, se

anunció una nueva estrategia militar, el plan Espada de Honor, que desplegó diez fuerzas de

tarea conjunta para atacar a esta guerrilla en las áreas históricas a las que se ha replegado. En

marzo, sendos bombardeos en Arauca y Meta, que cobraron la vida de 33 y 35 guerrilleros,

entre ellos seis jefes de frente del Bloque Oriental, anunciaron lo que sería el año. En el más

reciente de estos ataques de la fuerza pública, en diciembre, en Ricaurte, Nariño, murieron 20

guerrilleros. En el año cayeron, según mindefensa, 24 jefes de primera y segunda línea de las

Farc. (……)

“La ecuación militar no ha cambiado. Pese a que proclaman lo contrario en sus múltiples

pronunciamientos públicos desde que empezó la negociación, las Farc de Cuba son una

sombra de las del Cagúan. La abrumadora superioridad numérica y el dominio del cielo han

dado a los militares una ventaja estratégica prácticamente irreversible. Y la nueva estrategia
659

adecuó, aunque tardíamente, la respuesta militr del Estado a los cambios en el accionar de la

guerrilla.

“Un ELN aún más disminuido que las Farc intenta emprender también una negociación con el

gobierno y se cree que ambos están conversando discretamente. Sin embargo, las

consecuencias de la confrontación para la población civil siguen siendo dramáticas. Aunque

lejos de los niveles de los peores años del conflicto, las cifras son tristemente elocuentes. A

diciembre hubo 32 masacres con casi 150 muertos, varias de ellas protagonizadas por grupos

sucesores de los paramilitares, las llamadas Bacrim, que cada día afectan más civiles. (….)La

Onic denunció, entre enero y julio, el homicidio de 54 indígenas, entre ellos 19 niños y cinco

mujeres y 24 desplazamientos masivos que llevaron a la huida de 9000 indígenas. A junio, la

base de datos Noche y Niebla del Cinep, registró más de 600 infracciones graves al DIH por

parte de los actores armados. Para ese mismo mes, el programa Somos Defensores contaba 29

defensores de derechos humanos asesinados y tres desaparecidos; Fecolper, tres periodistas de

radios comunitarias asesinados; y a agosto, la Central Unitaria de Trabajadores, 13 homicidios

de sindicalistas.

“Entre los combatientes la guerra también hace estragos. Más de 350 guerrilleros fueron

reportados como muertos en combate por el ministerio de defensa. Casi otro tanto de

miembros de la fuerza pública murió en acción y cerca de 2000 fueron heridos, el número más

alto en los últimos años.

“La guerra es cada día más marginal y poco se siente en las zonas urbanas, pero estas cifras

hablan del impacto que sigue teniendo sobre la Colombia rural y olvidada. De allí, la obvia

importancia de lo que pase en La Habana…..” (op. cit)


660

El 26 de agosto se Firma del ‘Acuerdo General para la Terminación del Conflicto’, en La


Habana, Cuba, cuyo texto resumido fue el siguiente:

1.Política de desarrollo agrario integral

1. Acceso y uso de la tierra. Tierras improductivas. Formalización de la propiedad.

Frontera agrícola y protección de zonas de reserva.

2. Participación política

1. Derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política en general, y en

particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo

Final. Acceso a medios de comunicación.

3. Fin del conflicto

1. Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo

2. Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil —en lo

económico, lo social y lo político—, de acuerdo con sus intereses.

3. El Gobierno Nacional coordinará la revisión de la situación de las personas

privadas de la libertad, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar

con las Farc-EP.

El 4 de septiembre: El presidente Juan Manuel Santos, confirma que las negociaciones con las
Farc comenzarán en octubre de ese año en Oslo, Noruega.

El 18 de octubre: Gobierno y Farc dan a conocer los nombres de los primeros negociadores de
la mesa.

Por el Gobierno: El ex vicepresidente Humberto de la Calle; el alto Comisionado para la Paz,


Sergio Jaramillo; el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Luis Carlos
Villegas; y los generales retirados Jorge Enrique Mora Rángel (Ejército) y Óscar Naranjo
(Policía).
661

Por las Farc: Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’; Rodrigo Téllez, alias ‘Ricardo
Téllez’; Jesús Emilio Carvajalino, alias ‘Andrés París’; y Luis Alberto Albán, alias ‘Marco
León Calarcá’. Las Farc piden que Ricardo Palmera, alias ‘Simón Trinidad’, preso en Estados
Unidos, forme parte de su equipo negociador.

El 6 de noviembre: Delgados del Gobierno y las Farc se reúnen en La Habana para definir
detalles logísticos para el inicio del proceso.

El 15 de noviembre: instalación formal de la mesa de diálogo entre el Gobierno de Colombia y


la guerrilla de las Farc.

El 19 de noviembre: Las Farc declaran un alto al fuego unilateral entre el 20 de noviembre y el


20 de enero.

El 20 de noviembre: El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anuncia que la Fuerza


Pública continuará con sus operaciones a pesar del alto al fuego de la guerrilla.

El 26 de noviembre: Las comisiones negociadores anuncian un foro en Bogotá para que la


sociedad civil exprese sus puntos de vista sobre la negociación.

El 17 a 19 de diciembre: Se realiza en Bogotá, con el auspicio de la Universidad Nacional y


las Naciones Unidas, el ‘Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral en Bogotá’, se
recogen propuestas de la sociedad civil y se envían a la mesa de diálogo en Cuba.

AÑO 2013.

En cuanto al proceso de paz con la insurgencia de las Farc, este se desarrollo asi:

El 21 de enero: Se inicia segundo ciclo de negociaciones entre las partes. Termina el cese del

fuego unilateral de las Farc.

El 23 de febrero: El presidente Juan Manuel Santos amenaza con levantarse de la mesa si el


proceso no avanza.

El 7 de abril: Las Farc agregan a su equipo negociador a Judith Simanca Herrera alias
‘Victoria Sandino Palmera’, y dos guerrilleros más conocidos con los alias de ‘Freddy
González’ y ‘Lucas Carvajal’. Pocos días después después se suman a ellos Jorge Torres
Victoria, alias ‘Pablo Catatumbo’.
662

El 9 de abril: Primera gran ‘Marcha Nacional en apoyo al Proceso de Paz’. Participan el


presidente Santos y varios movimientos sociales y campesinos.

El 23 de abril: Se reinician los diálogos de paz. Las partes, en comunicado, celebran la marcha
del 9 de abril.

El 28 de abril: La Universidad Nacional y las Naciones Unidas organizan el ‘Foro de


participación política con la población civil’, en Bogotá.

El 26 de mayo: Seis meses después de iniciar los diálogos, las Partes anuncian que se llegó a
un primer acuerdo sobre el primer punto de la agenda: política de desarrollo agrario.

El 11 de junio: Comienza la discusión del segundo punto de la agenda: participación política.

El 5 de Agosto: Las Farc plantean crear una ‘Comisión de la Verdad’ para establecer
responsabilidades por los crímenes de lesa humanidad cometidos a lo largo del conflicto.

El 20 de agosto: Por primera vez las Farc aceptan que a lo largo del conflicto han dejado
víctimas.

El 9 de septiembre: Los equipos negociadores les piden a la Universidad Nacional y a las


Naciones Unidas que organicen un nuevo foro, esta vez sobre el problema de las drogas
ilícitas, que corresponde al cuarto punto de la agenda.

El 24 a 26 de septiembre: Se realiza en Bogotá el ‘Foro solución al problema de las drogas


ilícitas’.

El 25, 26 y 27 de septiembre: Las Farc, a través de su máximo jefe alias ‘Timochenko’,


amenazan con romper la confidencialidad del proceso y revelar detalles de la mesa de
discusión.

El 1 de Octubre de 2013: En San José del Guaviare (Guaviare) se realiza otra versión del
‘Foro solución al problema de las drogas ilícitas’.

El 8 de octubre: El presidente Juan Manuel Santos propone suspender los diálogos de paz
durante la temporada electoral de 2014. Las Farc dicen que el tema no se ha planteado en la
mesa.

El 6 de noviembre: Las partes anuncian que se llega a un acuerdo sobre el segundo punto de la
agenda: la participación en política de miembros de las Farc.
663

Para el año 2013, dos años después de la promulgación de la Ley 1448 de 2011, los resultados

prácticos tampoco se han visto en cuanto las víctimas – que suman millones en todo el país-

no han recibido aún la módica suma de 40 salarios mínimos legales mensuales vigentes para la

fecha de los hechos como indemnización por haber perdido a sus padres, sus hermanos, sus

hijos, sus parientes a manos del paramilitarismo, pero por lo menos se resalta la buena

intención del gobierno en reconocer, favorecer, proteger y aún indemnizar a los millones de

víctimas del conflicto armado en Colombia.

Otra vez: con Leyes no se acaban las guerras…………

Por eso, quien firma como Carcabed (2011) señala:

“A pesar de la desmovilización de todos los bloques que hacían parte de las AUC junto con

sus máximos líderes o comandantes como se hacían llamar en el año 2001 como se mencionó

anteriormente al hablar de la Ley de Justicia y Paz, el fenómeno del paramilitarismo sigue

rampante y campante a lo largo y ancho del país pero nuevamente ha mutado y cambiado de

nombre hoy llamados “Bacrim” (Bandas de Criminales) o también “Narco paramilitares” ya

que dejaron la lucha antisubversiva para convertirse en verdaderos ejércitos al servicio de los

narcotraficantes cuidando sus sembrados de coca y amapola lo mismo que los laboratorios

donde procesan estos alcaloides y que están ubicados en la selva.

“Los grupos narco paramilitares aún cuentan en Colombia con al menos seis mil combatientes

armados que se han reagrupado después de que concluyó en el año 2006 la desmovilización de

las AUC, de acuerdo con el estudio del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz

INDEPAZ, durante el primer semestre del 2010, se ha reportado presencia de dichos grupos en

al menos 314 municipios de 27 de los 32 departamentos.

“Estos grupos emergentes con mayor injerencia en el país son: Los Rastrojos es el grupo de

más presencia nacional con actividad en 16 departamentos y 162 municipios; luego está el de
664

Los Urabeños, presente en 13 departamentos y 150 municipios y en tercer lugar se sitúan Las

Águilas Negras, quienes actúan en 18 regiones y 78 municipios; en los siguientes lugares están

Los Paisas, el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia, ERPAC; la

Oficina de Envigado, las Autodefensas Unidas del Casanare, las Autodefensas Unidas de

Nariño, las Autodefensas del Llano, Cacique Pinintá, Renacer y Nueva Generación.

“En las regiones donde hacen presencia estos grupos armados se han incrementado

fuertemente la violencia y las víctimas de las acciones de estos grupos al margen de la Ley han

aparecido despedazados con hachas y machete tal como ha sido el modus operandi de los

paramilitares…….”(op. cit. pag. 35 y ss):

Aparte de lo anterior las Fuerzas Armadas oficiales (ejército, policía, armada, aviación, CTI),

también han incrementado su actividad en la guerra, tal como lo señala el citado autor en el

libro de la referencia (pag, 78,79):

“…..nuestro ejército nacional es considerado en estos momentos la fuerza militar mejor

entrenada del mundo en lucha antiguerrillera ejemplo de ello es la FUDRA (Fuerza de

DespliegueRápido); el 7 de diciembre de 1998 el entonces presidente de Colombia Andrés

Pastrana Arango activó en una imponente parada militar en las instalaciones del Batallón de

helicópteros con sede en la base militar de Tolemaida, los que a partir de ese momento se

llamaría la FUDRA, la Máquina de Guerra del Ejército Colombiano.(……). Además de la

FUDRA el Ejército creó la Fuerza de tarea OMEGA, que la componen 15.000 hombres del

Ejército, Armada y Fuerza Aérea quienes se internaron en la selva para asegurar que el plan

estratégico de las FARC que buscaba la toma del poder fracasara…………” (op.cit).

Bajo el gobierno de Juan Manuel Santos (2011-2014) en el año 2013 se da inicio a las

llamadas Conversaciones de Paz entre las FARC y el gobierno nacional en La Habana, Cuba,

las cuales de acuerdo a un calendario establecido se han tardado todo el año. Debe resaltarse
665

que la intención del gobierno nacional parece ser sincera y desear llegar realmente a un

acuerdo que ponga fin al conflicto, mientras de parte de las FARC parece imponerse una

posición demagógica tendiente a la dilación de las negociaciones, mientras amplios sectores

reaccionarios de la derecha se oponen decididamente a que se llegue a un acuerdo de paz entre

las partes.

Sin embargo, llegado el año 2013: ¿ha terminado la violencia en Colombia?.

Para responder esta pregunta vale la pena trascribir en su totalidad un artículo publicado en la

revista SEMANA, N°1650 del 16 de diciembre de 2013, número especial dedicado al resumen

de “Colombia y el Mundo 2013” (pag.66) que sobre el orden público en el año 2013 señala:

“LA BATALLA CONTRA EL NUEVO ENEMIGO.

“El 2013 se caracterizó por ser el año de quiebre en la guerra contra las bandas criminales que

se trasformaron en el principal desafío estratégico de seguridad.

“Desde hace unos pocos años el término bacrim (Bandas Criminales) dejó de ser extraño para

la mayoría de los colombianos. Tras finalizar la desmovilización de los grupos paramilitares

en 2007 y la posterior extradición de los principales jefes de las autodefensas a Estados

Unidos, un año despúes, el país sufrió la atomización y multiplicación de numerosas

estructuras conformadas por exintegrantes de las autodefensas. Estas invadieron prácticamente

todos los departamentos del país usando una diversidad de nombres como las Aguilas Negras,

Los Paisas, Los Rastrojos o Los Urabeños, entre muchos otros.

“Para comienzos de 2009, en el territorio nacional estaba documentada la existencia de 33

grupos ilegales con un poco más de 5.000 hombres. Las Bacrin terminaron creciendo

rápidamente alimentadas gracias a una macabra alianza que se gestó paradójicamente, gracias

al éxito de la policía y el Estado en la lucha contra los grandes capos y carteles. La mayoría

de los narcos importantes fueron capturados, extraditados o muertos, y sus organizaciones


666

desarticuladas, como ocurrió con el cartel del Norte del Valle o la Oficina de envigado. Los

sobrevivientes buscaron y encontraron refugio en aliarse con las nacientes bacrim. Ese nuevo

monstruo se caracterizó por acudir a las extorsiones masivas indiscriminadas, los secuestros y

el narcotráfico, algunas en sociedad con frentes de las Farc. El microtráfico y el control de las

llamadas ollas en las ciudades se trasformaron en una importante fuente de ingresos.

“El gobierno por medio de unidades claves de la policía como la Dipol, la Dijin, la Dirección

antinarcóticos y el Gaula redefinieron la estrategia para enfrentar ese nuevo enemigo.

Empezaron a atacar organizaciones criminales y a capturar desde los líderes hasta los

integrantes más rasos. En los últimos cuatro años arrestaron más de 3000 integrantes y de 33

bacrim quedaron sólo tres en 2013. El año cerró con algunos reductos de Los Rastrojos en el

Valle y disidencias del Erpac en el Meta. La única bacrim relevante es Los Urabeños.

“No obstante, esto no quiere decir que no sea un peligro latente para la seguridad. Por el

contrario. Aunque durante este año 1438 de sus integrantes fueron capturados y se les

incautaron 14 toneladas de droga, Los Urabeños son un desafío y una tarea aún pendiente.

Comandados por Dairo Usuga, alias Otoniel, desde las selvas de Uraba, son unos 2600

hombres con presencia en 99 municipios de 11 departamentos. Anualmente exportan 117

toneladas de cocaína, lo que los ha trasformado en la mayor estructura traficante de droga en

la actualidad. Para sostener esa amplia presencia han acudido a viejas tácticas usadas por los

mafiosos. Por las buenas o por las malas, dinero o balas, han comprado grupos enteros de

delincuentes comunes en Meta, Nariño, Valle o el Eje Cafetero, los cuales trabajan para ellos

bajo franquicias de Urabeños.

“Detrás de esa estrategia de alianzas mafiosas también hay una compleja táctica política que

busca eludir la persecución en su contra y tratar de hacerse pasar como un grupo contra-

insurgente con la intención de conseguir eventuales beneficios. Mediante una estrategia


667

jurídica y mediática, de la cual hace parte uno de sus jefes capturados, Henry de Jesus López,

alias “Mi Sangre”, detenido en Argentina desde octubre de 2012, los Urabeños han distribuido

miles de panfletos en los que se autodenominan “Autodefensas Gaitanistas de Colombia

(AGC).

“Con ellos buscan emular las desaparecidas AUC. Han creado estatutos políticos y en algunas

apariciones ante los medios simulan ser una organización con líneas de mando definidas y

estructuras militares y políticas. Algo que solo existe en el papel.

“El objetivo es buscar algún beneficio en el marco del proceso de paz de La Habana y la razón

para esta artimaña tiene que ver en que toda la fuerza del Estado se ha volcado contra los

Urabeños y es poco probable que resistan este embate. De hecho, al cierre de esta edición se

completaba una semana del más grande despliegue de hombres que se ha hecho desde la

persecución contra el cartel de Cali. Más de 2000 policías fueron enviados a diferentes zonas

de Uraba y Antioquia en una ofensiva de varias semanas cuyo objetivo es acabar o por lo

menos dejar heridos de muerte a Otoniel y Los Urabeños, las grandes amenazas con las que

termina el año 2013”. (op. cit).

Que tristeza tan grande que estos criminales paramilitares acudan al sagrado nombre de Jorge

Eliecer Gaitan, para autodenominarse, cuando obviamente no tienen ni siquiera conocimiento

mínimo de lo que representaba, por que luchaba y quién fue Gaitán, para manchar su nombre y

su memoria con la absurda utilización de su nombre.

De otro lado, lástima que el periodista que redacto esta columna de la Revista SEMANA del

16 de diciembre de 2013, habla de “el más grande despliegue de hombres que se ha hecho..”,

refiriéndose a la suma de dos mil policías, contra las bacrim: seguramente no sabe o no

recuerda que hace cuarenta y nueve (49) años, en 1964, el Estado colombiano desplegó no

dos mil policías, sino dieciseismil (16.000) soldados apoyados por docenas de aviones
668

bombarderos norteamericanos y helicópteros contra cuarenta y nueve ex guerrilleros liberales

que trabajaban desarmados en Marquetalia.

Lo cierto es que estas bandas criminales, hoy comandadas por Dairo Usuga, constituyen una

enorme fuerza paramilitar montada- como las AUC- para la defensa de la clase burguesa

dirigente y de la conservación del Estado y el orden de cosas existente desde antes de 1819,

que cuentan con el respaldo de esa clase dirigente a quienes defienden:

Por eso, la Profecía se siguió cumpliendo y repitiendo: Y Ríos de Sangre inundarán el suelo

colombiano…..

AÑO 2014.

El año comienza con la continuación de la Guerra Civil que enfrenta a los ejércitos defensores

unos de la clase dirigente y otros de la población marginada, igual que ha venido sucediendo

desde 1930 y desde antes.

Ocho soldados del Batallón Magdalena en Pitalito afrontan juicio por falsos positivos. Al

efecto se trascribe la noticia publicada por el diario “La Nación” de Neiva del día 13 de enero

de 2014:

“Militares a Juicio por Falso Positivo.

“Ocho soldados afrontan desde hoy en juicio oral en su contra, por el asesinato de dos jóvenes

habitantes de la calle en Neiva y que presentaron como “extorsionistas dados de baja” en zona

rural del municipio de Suaza, en febrero de 2008.

“El testimonio de dos campesinos, uno de ellos una supuesta víctima de extorsión, serían

escuchados como testigos de la Fiscal 58 de Derechos Humanos y Derecho Internacional

Humanitario en el juicio que presidirá el Juez Segundo Penal Especializado de Neiva con

funciones de conocimiento.
669

“La fiscal en la audiencia preparatoria manifestó que con los elementos probatorios

demostrará la responsabilidad de los uniformados Jairo Alonso Carvajal, Felipe Andres

Calderón, Henry Lozano, José Aníbal Trujillo Hernandez, Julio Cesar Ramos Zapata, José

Fidel Orjuela López, Juan José González y Oscar Cárdenas Sánchez, en los hechos

investigados. El grupo de militares del entonces pelotón Azteca Dos del Batallón Magdalena

con sede en Pitalito, fueron acusados del delito de homicidio en persona protegida en concurso

homogéneo, tras la muerte de Juan Perdomo Claros y Albert Augusto Lizcano Cedeño,

quienes eran habitantes de la calle en la capital huilense.

“El crimen de los dos jóvenes ocurrió en un aparente combate contra bandas de extorsionistas

en la vereda La Palma en el municipio de Suaza, el 15 de febrero de 2008. La unidad militar

reportó que junto con los supuestos extorsionistas fueron encontrados un revólver calibre 38 y

una pistola Prieto Bareta.

“Sin embargo la fiscalía señaló que con la investigación adelantada se puede inferir

razonablemente que Claros y Lizcano Cedeño no fueron dados de baja en combate “sino que

fueron ejecutados en forma extrajudicial o ajusticiados y el caso corresponde a un falso

positivo”. Una de las pruebas claves del ente acusador anunciadas ayer es el testimonio de la

supuesta víctima a la que los dos jóvenes le estaban exigiendo dinero a cambio de no atentar

contra su vida. El testigo dará fe de que no se dio ninguna extorsión, dijo la delegada del ente

acusador. La presunta víctima confesó a los investigadores de la fiscalía que “miembros del

Ejército le pagaron la suma de 500 mil pesos para que en su declaración rendida ante el

Juzgado Penal Militar dijera que estaba siendo víctima de extorsión por parte de ellos, Juan y

Albert.

“La fiscal anunció además que otro campesino de la región donde fueron asesinados Claros y

Lizcano Cedeño, el día de los hechos no se presentaron enfrentamientos. La delegada del ente
670

acusador también llevará a juicio oral el testimonio del administrador de la casa de paso del

habitante de la calle en Neiva “ hablará de la calidad de habitante de la calle de Albert

Augusto”. Mientras que el Juan Perdomo reyes, padre de Juan José Perdomo Reyes en el

juicio confesará que su hijo era drogadicto y no pertenecía a ningún grupo armado al margen

de la ley, sostuvo la fiscal.” (op. cit)

¿Y dónde están los oficiales que dieron las órdenes a los soldados de asesinar a estos dos

jóvenes? . Porque los soldados rasos no obran por cuenta propia……

El año 2014 comienza con una dura arremetida represiva del ejército contra las Farc en todo el

país, que hasta el 24 de enero deja más de 32 guerrilleros muertos, por lo que el “Diario del

Huila” del 21 de enero de 2014, tituló, “Sangrientos Combates en Arauca” :

“De acuerdo con el comando general, en los primeros 20 días de 2014 han muerto en acción

14 guerrilleros de las Farc y del ELN y otros tres han sido detenidos, mientras que en todo el

país han fallecido 18 y 40 fueron capturados”.

El 23 de enero de 2014 el “Diario del Huila” presenta la siguiente información:

“Cayó cabecilla de la columna Héroes de Marquetalia”:

“El flaco Arlex, comandante de la estructura Héroes de Marquetalia de las Farc, fue uno de los

guerrilleros caídos en la operación realizada en el municipio de Planadas, Tolima. Según

fuentes oficiales, esta célula insurgente afectaba a la población de la zona a través de

extorsiones y secuestros.

“La acción militar que dejó siete bajas, cinco heridos y dos mujeres entre ellas una menor de

edad, se realizó a las tres de la madrugada del pasado lunes. Dos horas después, en las labores

de inspección fueron encontrados diecisiete fusiles, seis lanzagranadas, municiones de guerra

y abundante material logístico entre víveres y morrales. Las aeronaves de bombardeo partieron

desde la terminal de Palanquero en Puerto Salgar (Cundinamarca) y los helicópteros de


671

Ibague. 60 integrandes de las fuerzas armadas participaron de la operación que usó bombas de

doscientos kilos. El campamento destruido tenía capacidad para cuarenta personas

aproximadamente. Por otra parte en vista Hermosa, Metas, trece guerrilleros quedaron fuera

de combate en diligencias militares adelantadas ayer.” (op. cit).

El día 23 de febrero, en Arauca, grupos paramilitares cometen un atentado criminal contra la

vida de la candidata presidencial de la Unión Patriótica, UP., Aida Abella, cuyos vehículos

reciben 14 disparos de fusil. Ante el hecho, la gran prensa escasamente lo registra sin darle

mayor importancia y el ejército culpa a las Farc del atentado. El hecho queda en la impunidad

y el olvido de la prensa que se ocupa de las noticias de la campaña electoral 2014.

Mientras tanto, las elecciones legislativas del 9 de marzo de 2014 muestran con sus resultados,

en los que triunfó ampliamente la Derecha sectaria y guerrerista, que el país sigue en manos

de Los mismos con las mismas y que como vamos, pasara quien sabe cuánto tiempo para que

termine la Guerra Civil Colombiana y mientras tanto,

Ríos de Sangre continuarán inundando el suelo colombiano……

Las elecciones presidenciales en Colombia –desde siempre- no han tenido ninguna

consecuencia en cuanto influyan o no en la guerra civil que ha azotado de siempre al país,

porque sea quien sea el presidente de la república, la guerra ha continuado en tanto todos los

presidentes pertenecen a la burguesía dominante y representan la continuidad del sistema

capitalista, la represión y negación de los derechos del pueblo marginado.

Pero las elecciones del 15 de junio de 2014, entre los candidatos burgueses Juan Manuel

Santos y Oscar Ivan Zuluaga, asumen una importancia diferente, por cuanto en ellas el pueblo

ha tenido la oportunidad de escoger entre dos opciones claras: continuar con el proceso de paz

con las Farc y el ELN con la esperanza de alcanzar el fin de la centenaria Guerra Civil, con el

consecuente final de la ola de violencia fratricida, aunque no importa que el sistema siga
672

siendo el mismo y la burguesía gobernante la misma y no importa que el pueblo continúe

sumido en la pobreza y la marginalidad, explotado y oprimido: la Vida está primero. Opción

pacifista representada por el presidente Juan Manuel Santos.

Siendo la otra opción – la de Oscar Ivan Zuluaga- la de cancelar los diálogos de paz con la

guerrilla, emprender un baño de sangre con el despliegue de una ofensiva militar contra las

Farc, el ELN y el pueblo en general, el rencauche del para militarismo, la puesta de los

servicios de ejército, policía, armada, CTI a la defensa del estado, el aumento de la represión y

el desconocimiento de todos los derechos del pueblo bajo la demencial inspiración del ex

presidente Alvaro Uribe Velez.

Los resultados de las elecciones del 15 de junio de 2014 fueron estos:

Juan Manuel Santos…………………….7.816.986 votos.

Oscar Iván Zuluaga …………………….6.905.001 votos.

Juan Manuel Santos fue reelegido presidente de Colombia, refrendando estas elecciones su

compromiso con la Paz del país.

Eso significa que casi SIETE MILLONES (6.905.001 votos) de personas Votaron POR LA

CONTINUACION DE LA GUERRA Y EN CONTRA DE LA PAZ: Es absolutamente

increíble que en un país azotado por una guerra civil de dos siglos, SIETE MILLONES DE

COLOMBIANOS sean partidarios de la Guerra, oponiéndose a la Paz. Sencillamente,

increíble…….

Como la prensa constituye una fuente directa de la historia, se transcribe parte del editorial del

periódico “La Nación” de Neiva, del 16 de junio de 2014 :

“Los colombianos toman la decisión democrática de reelegir a Juan Manuel Santos Calderón

como presidente para el período 2014-2018. No hay objeción frente a esa voluntad expresada

en las urnas y lo que queda, de hoy en adelante, es deponer los odios, las rencillas, las
673

controversias y las incidencias tan lamentables ocurridas durante el debate electoral, que han

ubicado este proceso como uno de los más sucios en la historia reciente del país. Atrás deben

quedar esos aspectos que ensombrecieron, en gran medida, lo que debía ser no más que

rivalidad de ideas, propuestas y personalidades; buena parte de ello quedó opacado por graves

acusaciones mutuas que desviaron el interés real de loque significa escoger la jefe del estado.

“Al presidente reelecto le queda ese primer reto desde hoy: hacer un llamado a la concordia, al

diálogo civilizado y a la unidad del país en torno a los asuntos fundamentales; en los demás,

como corresponde a los postulados de la democracia, vendrá la natural relación Gobierno-

oposición. Y en segundo lugar, continuar con un proceso de paz que ya ha expuesto acuerdos

serios, que tiene documentos esenciales para intentar que se llegue a una firma final del

llamado “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz

estable y duradera”. En este campo, el presidente recibió un claro mandato para la paz.

“Y el tercer frente es el de seguir conduciendo al país hacia la senda del progreso, del

desarrollo, del crecimiento económico – eso si, con equidad y reduciendo los altos niveles de

desequilibrio social- y generando muros de contención para evitar que la globalización del

comercio, a la que hemos entrado con todo a través de los TLC, destruya áreas sensibles como

los sectores agropecuarios.(……)”.(op. cit).

Vencedora la opción pacifista, la historia nos dirá mañana que sucedió, pero mientras llega el

juicio de ésta, María Teresa Ronderos, nos relata así la continuación de la violencia paramilitar

en su tantas veces citado libro “Guerras Recicladas”:

“En efecto, algunas de las bandas que tomaron al principio diversos nombres como Aguilas

Negras, Paisas, Organización de Nueva Generación, Rastrojos, entre otras, fueron lideradas

por jefes paramilitares que se habían salido temporalmente del proceso o habían conseguido

huir, cuando vieron que el gobierno no les iba a cumplir el cielo prometido. También las hubo
674

creadas por sus lugartenientes que nunca se desmovilizaron; otras por narcotraficantes y

demás negociantes de lo ilícito que fueron sus financiadores; y aun otras, por cómplices que

querían afianzar su cosecha de la guerra: grandes extensiones de tierra usurpada a los

campesinos, contratos de servicios públicos sonsacados a para-funcionarios o poder político

local. Así, por ejemplo, “Los Nevados”, una banda que quiso quedarse con los negocios

clandestinos de la Costa Caribe que dejó sueltos Mancuso cuando se desmovilizó, estaba

comandada por los mellizos Mejía Múnera, jefes del Bloque Vencedores de Arauca, que se

salío del proceso. Hasta tanto el gobierno no capturó a uno y mató al otro en abril de 2008, su

grupo alcanzó a causar una gran violencia en el Caribe y en Arauca. También Daniel Rendón,

alias “Don Mario”, había montado un grupo llamado “Los Urabeños”, en el norte de

Antioquia. Según él confesó después, tenía la orden de Vicente Castaño de revivir el

paramilitarismo. Aunque Rendón fue capturado en abril de 2009, este grupo siguió creciendo

y ensanchándose y en 2012 ya contaba con casi 2000 hombres y estaba presente en 337

municipios, la tercera parte del país.

“Según informe de la Corporación Nuevo Arco Iris, que dio estos datos, las pequeñas bandas

que quedaron después de la desmovilización paramilitar “pasaron a formar parte de los brazos

criminales de “Rastrojos” y “Urabeños”, montando un complejo poder delincuencial”. Con el

agravante de que estas alianzas de bandas, sobre todo los “Urabeños”, no solo estaban

inmersas en el narcotráfico, sino que su poder de intimidación sobre la gente se probó todavía

demasiado fuerte (……)

María Teresa Ronderos, en el citado libro, “Guerras Recicladas”, señala que estas bandas de

criminales al servicio del estado burgués se definieron desde el 25 de septiembre de 2013


675

como “una organización político-militar de resistencia civil en armas, de carácter social,

transitoriamente en la ilegalidad” (pag. 377)”.-

La Violencia ha cambiado de nombres, pero no de víctimas: ya no se llaman liberales y

conservadores, ni chulavitas, ni pajaros, ni bandoleros ni guerrilleros, ni autodefensas ni

paramilitares: ahora se llaman “Bacrim”, “Rastrojos” , “Aguilas Negras”, “Oficina de

Envigado”, Ejército, Policía, Armada, Aviación, CTI, pero las víctimas si siguen siendo los

mismos de siempre: los que cometen el grave delito de pensar por sí mismos, de reclamar

algún derecho, de denunciar algún crimen o corrupción, quien es diferente, quien disiente, el

negro, el afro, el indio, el que tenga una orientación o instinto sexual diferente (LGTB), el

obrero, el sindicalista, el campesino.

Al paso que vamos llegaremos al año 2116 y seguiremos en los mismos con las mismas y

ampliando esta roja historia de horror e injusticia sin fin.

Uno de los hechos más importantes del año 2014 fue el fallo proferido por la Corta

Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), condenando al Estado Colombiano por la

masacre del Palacio de Justicia, cometida por el gobierno de Belisario Betancourt, el 6 y 7 de

noviembre de 1985, por la desaparición, tortura y asesinato de cientos de personas civiles a

manos del ejército comandado por el mayor Alfonso Plazas Vega.

Por su importancia, se trascribe el artículo publicado por la Revista Semana N° 1702 del 14 de

diciembre de 2014 sobre el tema:

“En un minucioso y extenso fallo de 232 páginas, la Corte Interamericana de Derechos

Humanos (CIDH) decidió esta semana declarar culpable al Estado colombiano por la
676

desaparición forzada, la ejecución extrajudicial o por las torturas que sufrieron 17 personas en

la toma y retoma del Palacio de Justicia durante el 6 y 7 de noviembre de 1985.

“Al examinar y fallar uno a uno los casos, la Corte determinó que el Estado es responsable por

la desaparición forzada de 11 personas, entre los que se encontraban siete empleados de la

cafetería, dos visitantes, la guerrillera del M-19 Irma Franco Pineda y el magistrado auxiliar

del Consejo de Estado, Carlos Horacio Urán Rojas, quien según la corte salió con vida del

Palacio y fue asesinado.

“Si bien la Corte no fue más allá de lo que durante años se ha ido tejiendo a través de

investigaciones periodísticas, de las denuncias de los familiares y abogados, de fallos

judiciales de las cortes colombianas o del mismo informe de la Comisión de la Verad

promovido por la Corte Suprema en 2006, el hecho de que la justicia internacional decidiera

actuar contra el Estado, no sólo para reparar a las víctimas sino para obligarlo a seguir con las

investigaciones y contar la verdad de lo que allí ocurrió, llega a un momento complejo para el

país y amenaza con convertirse en una bomba de tiempo.

“Por una parte, la Corte Suprema de Justicia se dispone a estudiar una ponencia del magistrado

Luis Guillermo Salazar en la que solicita absolver y darle libertad al coronel Alfonso Plazas

Vega, quien comandó la retoma del Palacio, porque no existen pruebas contundentes que

demuestren la responsabilidad del alto oficial en la desaparición de personas. Este caso se ha

convertido en un punto de honor de los militares, de la derecha y del Centro Democrático, que

sienten que mientras que en La Habana se les va a dar perdón y olvido a los comandantes de

las Farc por todos sus crímenes, a los uniformados se les castiga con cárcel por cumplir su

misión constitucional.
677

“El fallo es un baldado de agua fría para la defensa de Plazas, pues tal y como lo dijo a la

prensa el abogado Jorge Molano, quien representa a las familias de varios de los

desaparecidos, la justicia colombiana no puede ir en contravía del fallo de la Corte, en el que

queda claro que 11 personas fueron desaparecidas, otras asesinadas y cinco torturadas, entre

otros delitos.

“De todas las pruebas, testimonios y documentos recogidos por la Corte quedó claro que los

agentes del Estado determinaron como hipótesis, que desde la cafetería del Palacio se debieron

surtir las armas y provisiones para los guerrilleros del M-19 y que por lo tanto, quienes

estaban en ese sitio eran un objetivo para ser interrogados. Por eso, al salir con vida del

Palacio, los empleados de la cafetería y demás sospechosos fueron llevados a la Casa del

Florero.

“Todo indica que posteriormente estas personas fueron llevadas al Cantón Norte y al Batallón

de Inteligencia Charry Solano en donde fueron interrogados, torturados y muy seguramente

asesinados, pues para la corte es claro que “existió un modus operandi tendiente a la

desaparición forzada de personas consideradas sospechosas de participar en la toma del

Palacio de Justicia o colaborar con el M-19”.

“Además de condenar al Estado por estas desapariciones, la Corte también lo hizo responsable

de las detenciones arbitrarias e ilegales, así como de las torturas y tratos crueles a los que

fueron sometidos los estudiantes de la Universidad Externado, Yolanda Santodomingo y

Eduardo Matson Ospina, así como los de Orlando Quijano y José Vicente Rubiano Galvis,

quienes fueron considerados sospechosos de colaborar con el M-19.


678

“Los dos estudiantes del Externado, que estaban en el Palacio haciendo una tarea, fueron

llevados al segundo piso de la Casa del Florero donde fueron sometidos a largos

interrogatorios, golpeados y vejados. Ellos no fueron incluidos en la lista de sobrevivientes y

fueron llevados a la Dijin para hacerles la prueba del guantelete. De allí, los trasladaron al

Batallón Charry Solano donde, vendados y esposados, fueron sometidos a nuevos

interrogatorios y agresiones físicas.

“No se sabe si estos dos jóvenes se salvaron por las presiones del entonces rector de la

Universidad Externado, Fernando Hinestroza; o del tío del joven, quien era el gobernador de

Bolívar. “Los dos iban en camino de ser desaparecidos, tal y como ocurrió con los otros pero

por las presiones fueron liberados, pidiéndoles disculpas y diciéndoles que todo era un error”,

dijo el ex magistrado Nilson Pinilla, quien también hizo parte de la Comisión de la Verdad

creada por la Corte Suprema en 2005, cuyo informe fue fundamental para el fallo de la Corte

Interamericana.

“El tribunal obliga al Estado a publicar el resumen de la sentencia en el Diario Oficial y en un

diario de amplia circulación nacional, publicitarlo en una emisora radial y un medio televisivo

de cobertura nacional. También tiene que realizar un documental audiovisual “sobre los

hechos y victimas del caso y la búsqueda de justicia de sus familiares, con fundamento en los

hechos establecidos en esta sentencia, teniendo en cuenta para ello la opinión de las víctimas y

sus representantes”, que deberá emitirse en un canal de televisión de difusión nacional.

“El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, declaró que “el gobierno cumplirá

estrictamente la decisión y la justicia colombiana seguirá con la búsqueda de los


679

responsables”. Además, informó que ya se contaba con los recursos necesarios para las

indemnizaciones.

“Dentro de la sentencia, la Corte le hizo un llamado al Estado para que haga una versión de lo

que ocurrió en el Palacio de Justicia. Y eso es lo que muchos han evitado en los últimos 29

años. Según la Corte, los familiares y defensores de las víctimas que trataron de averiguar por

la suerte de sus familiares o denunciaron su desaparición, fueron sistemáticamente

amenazados o intimidados. A esto se suma, según el expediente de la Corte Constitucional

Nilson Pinilla, “después de la toma y retoma del Palacio se hizo un pacto al más alto nivel

para que todo quedara en silencio. Por eso, durante 29 años hay algunos culpables ante la

historia y pocos ante la justicia”.

“Ahora la Corte le exige al gobierno acelerar las investigaciones, encontrar los cuerpos de los

desaparecidos, buscar a los culpables de las desapariciones y demás delitos y contar la verdad,

se va a abrir de nuevo una de las heridas más grandes de la historia moderna del país.

“Alejandra Rodríguez, vocera de los familiares desaparecidos, dijo a Semana.com que el fallo

es dignificante, “nos renueva la esperanza de seguir adelante, a la espera que la justicia dentro

del país actué, porque más allá de la reparación económica, lo que queremos es que haya

verdad, que sepamos qué pasó con nuestros seres queridos y que el Estado le dé celeridad a los

procesos para determinar los responsables. Por ejemplo, el expresidente Belisario Betancourt

dijo públicamente que él asumía toda la responsabilidad, pero nada ha pasado”.

“El fallo advierte que frente al expresidente, “la corte no es un tribunal penal que analiza la

responsabilidad de los individuos, por lo que el objeto del presente caso no se refiere a la

inocencia o culpabilidad de las distintas autoridades estatales que presuntamente participaron


680

de los hechos del caso, sino a la conformidad de los actos estatales con la Convención

Americana. Por tanto, en el presente caso la Corte no se pronunciará sobre la alegada

responsabilidad penal de Betancurt ni de cualquier otra persona, ya que esto es materia de la

jurisdicción interna colombiana”

“Jorge Molano, uno de los abogados que representa a los familiares de las víctimas, señaló que

con el fallo de la Corte van a promover acciones legales contra Belisario Betancurt y los

miembros del consejo de ministros de ese entonces, “para que ya que no han dicho la verdad,

por lo menos paguen de sus bolsillos las indemnizaciones de los 138 familiares de las víctimas

del Palacio y así la plata no tenga que salir del erario público”.

“Por su parte, el general retirado Jaime Ruiz, director de Acore, dijo que, “El fallo es nefasto.

No sólo va contra el honor de las Fuerzas Armadas, sino de los colombianos que deben pagar

de sus bolsillos la indemnización. Al final los que defendieron legal y constitucionalmente al

Estado, terminaron en la cárcel y los guerrilleros que se tomaron el Palacio están libres y

ejerciendo cargos”.(…..)

“Aunque el desenlace de la semana pasada de este triste y largo episodio deja una sensación de

justicia, la verdad es que es una justicia incompleta. El Estado cometió excesos imperdonables

el día del holocausto y está bien que se le llame a rendir cuentas.”.

Que no se olviden nunca los nombres de los civiles desaparecidos, torturados y asesinados por

el ejército al mando del mayor Alfonso Plazas Vega, el 6 y 7 de noviembre de 1985 en el

Palacio de Justicia: Carlos Horacio Urán Rojas; Carlos Augusto Rodríguez Vera; Cristina del

Pilar Guarin; David Suspes Celis; Rosa Castilblanco; Héctor Jaime Beltrán Fuentes; Bernardo

Beltrán Hernández; Gloria Stella Lizarazo Figueroa; Luz Mary Portela León; Irma Franco;
681

Gloria Anzola de Lanao; Lucy Amparo Oviedo Bonilla; Norma Constanza Esguerra Forero y

otros cientos anónimos …..

El libro “Guerras Recicladas”, de María Teresa Ronderos, termina con la siguiente página que

vale la pena transcribir como documento histórico necesario:

“La reflexión que queda del largo gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a pesar de los éxitos en

seguridad aparentes, es que el conflicto armado colombiano no se puede superar sólo con la

“mano firme”, como intentó con las Farc, ni tampoco con el “corazón grande”, que ensayó con

el paramilitarismo. Como se ha visto a lo largo de este libro, se necesita cambiar el modelo

mismo de cómo la dirigencia nacional ha concebido y organizado la gobernabilidad política y

el monopolio de la fuerza en las regiones. Se necesita contar con las gentes de los territorios

aislados para protegerlos de las violencias, no entregárselos a grupos de justicia privada que

terminen pensando, como lo hicieron Carlos y Vicente Castaño, que ellos eran los aliados del

Estado en este trabajo y que una vez este pudiera controlarlos, con su propia fuerza pública

ellos se los “devolverían”. Y lo más impresionante era que el gobierno a veces parecía

compartir con ellos esa idea. Por eso la gente, aguda siempre en sus comentarios sarcásticos,

hablaba de la “donbernabilidad” en Medellín: la gobernabilidad temporal que le dio a los

mandatarios el hecho de que “Don Berna” hubiera conseguido, con ayuda de la fuerza pública

o al revés, el control de la segunda ciudad de Colombia. Por supuesto no era una seguridad

sostenible y pronto se percataron de ello. Afortunadamente algunos alcaldes de Medellín

aprovecharon esa paz temporal para avanzar una forma de gobernar diferente, esa si sentando

bases más duraderas que, de continuarse, darán sus frutos en unos años.
682

“La paz que el gobierno Santos está ahora negociando con las Farc puede ser otro ejercicio de

desmovilización y entrega de armas, quizás más transparente y mejor diseñado que la caótica

negociación con las AUC y los demás grupos paramilitares. Pero si se queda ahí y no consigue

desarrollar lo que el comisionado actual, Sergio Jaramillo, ha llamado la “paz territorial”, no

tardarán en formarse las nuevas guerrillas. Esa paz implica cambiar la forma como la

dirigencia nacional se relaciona política y administrativamente en las regiones e inclusive

también la tarea de la fuerza pública.

“Asimismo, si las autoridades siguen desestimando estas bandas de “gaitanistas” o “Urabeños”

y otras, como simples criminales intentando disfrazarse de políticos y pensando que se

acabarán solamente cortando sus cabezas, pueden equivocarse. Hay el riesgo real de que estas

consigan desatar otra ola de paramilitarismo en unos años, así como erigieron una después de

que quedaran desarticuladas a comienzos de los años noventa. Todo depende de los cambios

que seamos capaces de hacer en la política”. (op. cit).

El año 2014 transcurrió bajo la esperanza del Proceso de Paz entre el gobierno y las guerrillas

de las Farc, pero la triste verdad es que en Colombia NO habrá paz, simple y sencillamente

porque en el país existen siete millones de colombianos que se oponen a la paz: 6.905.001

personas que votaron en las elecciones por Oscar Iván Zuluaga en contra de la paz; en

Colombia NO habrá paz mientras existan personas como Alvaro Uribe Velez, José Obdulio

Gaviria, Francisco Santos, Paloma Valencia, Maria Fernanda Cabal o Alejandro Ordoñez

Maldonado; en Colombia NO habrá paz mientras exista un partido fascista de extrema derecha

como el llamado “Centro Democrático”, que no dudará en organizar bandas armadas de

paramilitares para proseguir el baño de sangre contra los mismos colombianos!


683

En Colombia NO habrá paz, mientras existan dueños del país, quienes desde sus posiciones de

“presidentes” de las asociaciones, sociedades, federaciones, cámaras que agrupan a los

grandes explotadores y ladrones del pueblo trabajador, son precisamente, LOS LADRONES

DEL PUEBLO, los que se siguen enriqueciendo explotando a los trabajadores:

Bruce Mac Master, presidente de la ANDI y del Consejo Gremial; Javier Díaz, presidente de

ANALDEX; Rafael Mejia, presidente de la SAC; Jorge Humberto Botero, presidente de

FASECOLDA; Guillermo Botero, presidente de FENALCO; Sandra Forero, presidenta de

CAMACOL; Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de CCI; Santiago Montenegro,

presidente de ASOFONDOS.

AÑO 2015.

Por eso, en febrero de este año (2015) se pronunció así, el Partido Comunista Colombiano

(m-l) en un comunicado clandestino que como documento político útil para entender y

conocer la ideología y posición política de la insurgencia se trascribe a continuación con su

propia redacción, puntuación y ortografía:

Comunicado de prensa.

Realizado el IV pleno de la dirección del Partido comunista de Colombia (marxista-leninista):

Colombia, Febrero 14 de 2015.- En el pasado mes de enero se desarrolló la reunión del Comité

Central de los comunistas colombianos en el marco de la celebración de los cincuenta años de

la reestructuración del Partido en el marxismo-leninismo con la realización del X Congreso,


684

certamen histórico que ratificó el indeclinable compromiso con la lucha libertaria, la

revolución y el socialismo que pisoteó el revisionismo.

En el IV Pleno del Comité Central participaron como invitados destacados cuadros nacionales

y sus trabajos y conclusiones son un homenaje a los militantes y combatientes caídos en

combate. El evento saludó las luchas de los obreros, campesinos y demás sectores populares

en la declaración política que adjuntamos.

Con visión internacionalista el Comité Central realzó los esfuerzos y logros de Conferencia

Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas Leninistas y la de todos los luchadores

antiimperialistas y anticapitalistas que abrazan la causa obrera y popular en el mundo.

¡Combatiendo Unidos Venceremos!

Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

El anterior comunicado demuestra que a pesar de la sangrienta represión oficial, el Partido

Comunista marxista-leninista de Colombia continuaba existiendo y luchando por el pueblo

explotado y oprimido.

El día 31 de mayo de 2015, el diario “La Nación” de Neiva, publica una entrevista con el

dirigente insurgente Joaquin Gómez, de las FARC, titulado, “No seremos estúpidos de entregar

las armas para que nos maten”, cuyo texto completo considero necesario trascribir aquí en su

totalidad por constituir un documento histórico conveniente para analizar y comprender la

situación de violencia del país y su proceso de paz en pleno año 2015:

“Lo encuentro en el Palacio de Convenciones, a 15 minutos del centro de La Habana, Cuba.

Joaquín Gómez, con más de treinta años en la guerrilla, uno de los integrantes del secretariado de
685

las Farc, me espera sentado, con un bolso negro, un bolígrafo y una agenda en el primer piso de

un hotel.

“Apunta con tinta negra y letra cursiva detalles de sus encuentros, citas, horas exactas y números

de teléfono. Los años le “pesan” físicamente. Sin camuflado y sin arma se ve distinto al

guerrillero recio que aparecía frecuentemente en la negociación de paz en el Cagúan, pero que

desapareció del escenario público años después.

“No obstante, Gómez- quien me dice que alcanza los 67 años- está lucido, firme en su posición.

Durante más de dos horas habló con LA NACION de la situación de sus hombres, de su vida, del

Huila, del por qué se atacó al departamento.

“Don Joaquín, mucho tiempo sin saber de usted…

“No me diga don, un pobre con don, no me parece. Llámeme “joaco” o Joaquín, uno tiene que

ser sencillo como la palabra pan.

“¿Cómo está?.

“Afortunadamente estoy bien, de salud y anímicamente. No me duele ni una muela. Soy el

mismo, con la diferencia de que acá en La Habana estoy sin fusil, pero disparando ideas,

mirando a ver cómo se soluciona este conflicto que ha sido tan costoso para el país, sobre todo

para las clases menos favorecidas, las que ponen los muertos.

“¿Hace cuanto salió de la selva?.

“El 28 de diciembre, llevo cinco meses. Desde que llegué a la ciudad me está siendo falta el

monte. Estoy acostumbrado a mi medio, a mis muchachos, al ambiente. A mí nada de las

ciudades me impresiona. Inclusive, voy a contarle una cuestión: en Bogotá, cuando el gobierno
686

de Belisario Betancurt, me quedé en Teusaquillo en un hotel muy bueno. Me quedé ahí y esa

noche no puede dormir. Era un colchón demasiado grande, demasiado alto y excesivamente

blando. Y cuando regresé al campamento dormí en una cama hecha de chontas, con helechos por

encima y eso duerme uno como oso blanco en invierto, feliz.

“¿Y en La Habana ha dormido bien?.

“No, tuve un problema con el tiempo, no podía dormir, me acostaba a asl 7:30 u 8 p.m., después

de los titulares de prensa y siempre, en el monte me despertaba a las 2 am., y me ponía a

estudiar. Y acá uno se acuesta a las 10 o 12 de la noche y a las 2 de la mañana me despierto. Ya

me estoy adaptando, al principio fue difícil.

“Le mataron 26 guerrilleros recientemente, ¿ qué sentimiento le produce?.

“El mismo sentimiento que me embarga cuando mueren los soldados, este es un conflicto donde

los muertos los está poniendo el pueblo. Y tanto el soldado como el guerrillero son de familias

humildes, por eso, se siente tanto la muerte y es necesario que pongamos fin a esto. El problema

es que hay sectores que se han beneficiado del conflicto y por eso le tienen pánico a la paz.

“¿Esto afectó la mesa de negociación?

“Dejamos claro que las conversaciones continúan, pero aun precio supremamente costoso. Hay

gente que respira pólvora, sería bueno que los periodistas hicieran una encuesta con esa gente

enemiga de la paz a ver dónde tienen sus hijos. Seguramente la conclusión es la que todos

sabemos: que están en las mejores universidades del país y del exterior. Por esto, es tan fácil

pedir guerra cuando los muertos no son de uno.

“Usted habla de un precio supremamente costoso, ¿a que se refiere?


687

“Si no hay cese bilateral al fuego los choques armados continuarán. Y es lógico, una vez morirán

soldados, otra, guerrilleros.

Se afectó la mesa de diálogo- como usted dice- por la muerte de los guerrilleros, creo que

también se lesionó cuando ustedes mataron a los militares en Cauca.

“Si, se afecta en que la misma opinión pública va perdiendo credibilidad, confianza en el

proceso. Y Santos no ha querido entender esto, quieren imponer una lógica militar pensando que

si se golpea a las estructuras guerrilleras debilitarán nuestros propósitos y conviciones y es

equivocado.

“A propósito de los once soldados muertos en Cauca, ¿qué pasó, según ustedes?.

“Nosotros hicimos la denuncia insistentemente a través de cinco comunicados, donde

planteábamos que los nuestros acogieron religiosamente la orden que dimos de cesar el fuego

unilateral, pero dentro de las Fuerzas Armadas aprovecharon ese gesto humanitario nuestro para

desatar acciones militares, ofensivas, asaltar campamentos, comisiones; nosotros hicimos

muchas denuncias y no se les prestó atención. Y sucedió lo que todos saben. Esta unidad militar

sí tenía varios días de estar por ahí. Que uno se defienda no tiene que verse como una cuestión

ofensiva, sino defensiva. Uno tiene que evitar que lo maten.

“Pero ustedes violaron el cese unilateral que habían propuesto.

“Depende de cómo se vea. Para muchos nosotros fuimos los que violamos el cese unilateral que

habíamos ordenado, pero si profundiza más se da cuenta que no, en todo el país se han desatado

ofensivas militares contra nuestras unidades.

“Concretamente, ¿cómo avanzan las negociaciones en Cuba?.


688

“Avanzan con las dificultades propias de un proceso tan complejo como este de más de 50 años.

Lo que se está discutiendo en la mesa es por lo mismo que llevamos más de medio siglo

matándonos.

“¿Es optimista?.

“Si, pero un optimismo que se ha ido disminuyendo. El optimismo hay que estarlo alimentando,

pero hasta ahora no hemos encontrado reciprocidad por parte del gobierno. Tenemos más de

quince gestos unilaterales de paz y de parte del gobierno, ninguno.

“Como están las cosas, ¿alcanza Santos a firmar la paz antes de irse del gobierno?.

“Esa pregunta si está bien compleja. La paz no es el silencio de los fusiles, la paz es haya

cambios. Y hasta el momento lo que hemos observado es que el gobierno de Santos no por lo

que ha dicho, sino por lo que está haciendo está en contravía de lo mismo que se está acordando

en la agenda. Ejemplo: el Plan de Desarrollo de Santos no es otra cosa que la entrega de las

tierras a las transnacionales y esto está en contravía de lo que se acordó.

“Yo veo complicado el panorama, tenso en cada lado, ustedes piden unas cosas quea él le queda

difícil cumplir….

“El tema es bastante complejo. Lo que pasa es que históricamente la clase política dominante en

Colombia está acostumbrada a una paz barata. Con los otros movimientos lo que han hecho es

meterlos a un costal como si fueran unos micos. No ha habido cambio. Nada. Todo sigue igual.

Ellos solo hacen énfasis en la entrega de armas y, ¿los cambios?, ¿las garantías?.....

¿Usted no teme que se le acabe el cuarto de hora de Santos y llegue otro presidente que acabe

con lo que hay?.


689

“Eso lo sabemos porque esto no es una política de Estado, sino de un mandatario. Y por

experiencia sé que llega un nuevo mandatario y coge una escoba de barrer patio y barre todo lo

que hizo el otro. Lo único que puede darle solidez a esto es una Asamblea Nacional

Constituyente que refrende todos los acuerdos y que haya una nueva Constitución acorde con los

intereses de los distintos sectores sociales.

“Pero Santos ya dijo que no le jala a eso.

“Santos puede decir misa sin quien se la escuche. Otra cosa es que el pueblo le exija. El deseo de

nosotros es que Santos fuera el firmante de la paz, pero eso no depende de la voluntad de

nosotros, depende de hechos concretos que se den y que impliquen cambios. De resto, no. Y si

llega Germán Vargas Lleras u otros pues continuará el conflicto y si uno va quedando en el

camino habrá otra gente con sentido de dignidad que se va sumando y la guerra continúa.

“Lo veo resignado. O la paz o retornan a las selvas y sigue el conflicto.

“No, es que estamos en conflicto. No se ha terminado. Le quiero decir algo, las armas uno no las

coge por capricho, la vía que se escoge es la que le impone la clase dominante.

“El talón de Aquiles es la negociación: las armas, ¿las entregarán?.

“Es que las armas para las Farc no son un fetiche, son simplemente un medio, si se da la garantía

política, si se dan los cambios, ¿para que sirven las armas?.“¿O sea que si las entregarían?.

“Si, siempre y cuando se superen los escollos que hay, entre ellos, el paramilitarismo. Están

aumentando en el país porque esos que le llaman Bacrim son los mismos paramilitares de antes,

pero con distinta denominación. Su modalidad es igual a la de los paramilitares.

“¿Es decir, entregan las armas si se acaba el paramilitarismo?.


690

“Es que esa es una de las condiciones de la negociación porque uno no puede ser tan estúpido de

entregar las armas para que lo maten en la calle después desarmado.

“Pero Santos no va a poder acabar con el paramilitarismo en lo que le resta del mandato…..

“Es que eso no es problema mio, ni de nosotros. Es de él y de su clase dominante. ¿O usted

quiere ayudarle a Santos?.

“No lo defiendo, pero es lógico, él podrá proponer atacarlos gradualmente, pero no de

tajo.Tienen que terminar con el paramilitarismo, toda esa cantidad de muertos y no hay un solo

detenido. Eso nos demuestra que ese es el futuro que nos están reservando a nosotros.Pero los

colombianos creen que se deben entregar las armas como parte de confianza. Es que los

colombianos no pueden decir que hay que entregar las armas porque precisamente por el

bienestar de los colombianos fue que nos levantamos en armas.

“Ahí se enreda el tema….

“Posiblemente, si, Francisco.

“Conclusión: falta mucho por negociar.

“Faltan unos puntos bastante espinosos. Solo con voluntad política se solucionan las cosas. Hay

mucha retórica por parte del gobierno, pero de hechos, nada.

“Si se firma el proceso, ¿usted qué hará?.

“No he pensado. Me quedaría en Colombia porque para dónde me voy a ir. Antes de ponerme a

andar por las calles debo mirar qué garantías hay…si me van a matar qué voy a andar por las

vías. Póngase en el lugar nuestro.


691

“¿A usted le gusta la política?.

“El ser humano, después de tener cierto nivel cultural y de conciencia, le gusta la política porque

es el manejo de la cosa pública. Ser senados no es un privilegio, salvo algunos casos, pero el

Congreso está contaminado de chanchullos, paramiltares, de todo, es un antro.

“¿Cómo están hoy las Farc?.

“Están bien, el problema no es cantidad, sino calidad y la moral que se tenga. Usted puede tener

500 hombres sin moral y 50 con moral y los más pocos se sobreponen a los de la mayoría.

“Es decir, usted reconoce una reducción de hombres….

“Hemos recibido golpes duros. Y también los hemos dado, ese es el problema del conflicto,

como dice el italiano “dando y recibiendo”. No se puede pensar que se va a una guerra y se

aniquila sin que lo aniquilen. O al contrario, sería estúpido.

“Están todos los guerrilleros alineados o divididos?

“Si hay algo que las Farc tienen es la cohesión interna entre sus hombres. Al interior nuestro

no hay ningún tipo de fisura, sino que los medios, uno por ignorancia, otros por ingenuidad y

otros malintencionadamente propagan la inteligencia militar. Al principio decían que yo era

enemigo del proceso, que yo no quería venir. En las Farc no cabe alguien que no esté de acuerdo

con las directrices superiores.

“¿Ni siquiera “el paisa”, dicen que él es una rueda suelta en las Farc?.

“Si hay alguien subordinado es “el paisa”. Aquí no hay ni ha habido disidencia. No hay fisuras,

es una cuestión monolítica, como un solo hombre.


692

“Hablemos del Huila, ¿Por qué las Farc lo golpeó tan fuerte?. Secuestraron, masacraron, hasta

hicieron aterrizar improvisadamente a un avión….

“Ese es el problema del conflicto. El Huila tiene una gente muy prestante, pero dentro del

conflicto suceden muchos casos de esos y solo se pueden explicar dentro del mismo contexto en

que suceden y dentro del mismo conflicto. Inclusive, usted puede ser muy pacifico, pero de

manera colateral puede ser injustamente víctima de un hecho. Eso pasó allí.

“Algo que nos dolio: la masacre de los concejales de Rivera….

“Fue un hecho lamentable que nosotros también lo lamentamos. Por ejemplo: hay que coger a X

o Y, persona para ejercer cierta presión y de pronto se presenta una situación allá que se le sale a

uno de las manos, que alguien dispara, otro también lo hace y se forma un 9 de abril pequeño. Y

después vienen los lamentos, tragedias innecesarias que pudieron haberse implicado.

“Y hay un concejal implicado…

“No estoy al tanto, sé lo que hubo, pero del implicado no se.

“Por que mientras negocian, siguen extorsionando. En el Huila tienen azotados a los

empresarios….

“Precisamente estamos tomando medidas, pero hay que tener en cuenta que en Colombia hay

mucha delincuencia común que se toma el nombre de las Farc para extorsionar. No estoy

diciendo que los nuestros no lo hagan, sino que se hacen pasar por nosotros y matan dos pajaros

con un solo disparo, se hacen una platica y nos desprestigian. Tambien hay muchos desertores.

“Cuando usted dice que está tomando medidas, ¿a que se refiere?.


693

“Pero con nuestros hombres. Nosotros, lógico, necesitamos que se nos contribuya, pero nosotros

para eso primero tenemos la justificación política, es decir, explicamos el por que. Y lo otro, que

sea una cuestión voluntaria, no imponemos. No es que usted debe darme tanto y ya. No, cada

uno da de acuerdo a sus posibilidades y de manera espontánea, sin necesidad de ninguna presión.

“¿Y si no dan?

“El que no quiso dar, no dio.

“¿Y no le pasa nada?, ¿seguro?.

“Hay que tener en cuenta una cosa: hay muchos empresarios que no nos dan a nosotros, pero sí

están financiando la guerra. Entonces, ¿cómo hacemos ahí?. Si financian allá pues que financien

aca. Allá para que siga el conflicto y acá para que se termine.

“Conozco empresarios del centro de Neiva con negocios muy pequeños y cerrarán sus puertas.

Las Farc los desesperó pidiéndoles vacuna. ¿qué decirles?.

“¿Pero es gente nuestra la que está pidiendo?.

“Claro, no solo se identifican como Farc sino que los citan en Algeciras, Las Morras, Caqueta,

territorio fariano.

“Esos que dicen que es territorio nuestro, aparentemente si, pero uno no tiene ningún control.

Unos impostores pueden citar a San Vicente haciéndose pasar como Farc y pueda que no sean

nuestros.

“Se lo cuento porque me preocupa. Les piden dinero que ni producen, es absurdo.
694

“Si yo se, me han contado la situación de Neiva, por eso le digo que nosotros estamos tomando

medidas con la gente nuestra para que ese tipo de modalidad se termine porque nosotros no

podemos responder cuando lo están haciendo personas ajenas a nuestro movimiento.

“Ustedes ya no secuestran y si no vuelven a extrosionar, ¿de qué subsisten?. Tener hombres en la

salva vale.

“Si, eso vale, pero también hay mucha contribución de la gente. Lo que pasa es que hay dos

colombias: la de las grandes ciudades y la zona rural. Lo más difícil es el sostenimiento, pero hay

plátano, yuca, y nosotros cuando hay tiempo y espacio sembramos. Tenemos una base

alimenticia.

“Alicia Andrade es amiga, es de Neiva y le manda preguntar por José Arbelay Losada. Lo

secuestraron hace más de siete años entre Caquetá y Meta. ¿Qué pasó con él?, con Losada iban

los hermanos Cordón Herrera…

“Mire, nunca he escuchado el nombre de ellos, es difícil especificarle qué pasó con ellos.

“Pero fue hace más de ocho años, no creo que ustedes tengan secuestrados de ocho años. Y lo

raro, por ellos no pidieron plata….

“Tienen que estar muertos, quién va a tener esa gente ocho años y dónde van a estar. A esa gente

los han matado. Nosotros ya dijimos que no tenemos secuestrados y pedimos una comisión para

que visiten nuestros frentes.

“Cambiemos de tema, ¿pagarán cárcel?.

“No y hemos sido muy explícitos en eso. ¿Quién va a salir del monte después de un proceso de

paz a pagar cárcel? Eso es inaudito. Además, nosotros hicimos uso del derecho universal a la
695

rebelión, de levantarse en armas cuando los mandatarios y la clase dominante no dejan muchos

espacios.

“Treinta años en las Farc, ¿no cree que es hora de estar en su casa, en La Guajira?.

“Esa es una cuestión mezquina estar en la casa con la familia cuando medio mundo se está

muriendo de hambre, cuando los niños desnutridos se mueren como mosquitos. Eso es ser

egoísta cuando se piensa solo en su yo. No tengo esa óptica.

“Pero usted es ser humano, siente, tiene familia que debe quererlo, que sufre…

“Eso es muy distinto, yo también quisiera andar con mi familia pero son simplemente deseos

porque uno tiene que ser muy objetivo en la vida. Y conseguir una cosa implica perder otra. Si

uno escoge esta lucha pues sabe que es asumir un precio costoso y hay que pagarlo.

“Por último, ¿cómo está vivo después de treinta años de guerra?“Con disciplina, con unas

normas de comportamiento a las que me rijo. Si las violo fracaso. Eso lo tengo claro”.

Hasta acá, el texto completo de la citada entrevista del 31 de mayo de 2015 con el dirigente

guerrillero Joaquín Gómez, de cuya interpretación deben tenerse claros los siguientes puntos de

las Farc en el marco del proceso de paz:

1).No habrá entrega de armas hasta tanto no se desmovilice y desarme al paramilitarismo que

subsiste bajo el nombre de Aguilas Negras, Urabeños, Oficina de envigado, Centro Democrático,

etc. 2) Ningún revolucionario del mundo se va a entregar, desmovilizar y desarmar para ir a

parar a la cárcel por el delito de luchar por la justicia; 3)Los revolucionarios dejan la guerra y

acatan la paz para proseguir la lucha por sus ideales por vías pacíficas y electorales, y si no hay
696

garantías para éstas, absurdo sería entregar la paz; 4) sin cambios socio-económicos y políticos

refrendados por una Asamblea Nacional Constituyente, no hay paz verdadera y duradera.

Un Proceso de Paz –en cualquier lugar del mundo- consiste en que un grupo insurgente deja las

armas y cesa la lucha armada a cambio de proseguir su lucha por medios pacíficos, electorales y

democráticos: no en hacer la paz a cambio de ser asesinados desarmados y de civil; no para ir a

parar a la cárcel; no para aceptar que la situación por cuyo cambio luchó siga igual y peor.

En Colombia, la reacción fascista sostiene que los insurgentes deben ir a la cárcel negándoles el

derecho de las vías electorales por medio de las cuales lleguen a las corporaciones públicas

democráticas: piden que los guerrilleros se entreguen a cambio de su muerte a manos del

paramilitarismo.

Alvaro Uribe Velez, por ejemplo, propone que los guerrilleros desarmados sean internados en un

campo de concentración, ¿Para qué?: precisamente para ser exterminados indefensos, tal como

hizo Adolfo Hitler con los judíos y disidentes en sus campos de exterminio: los reunió a todos

desarmados e inermes en campos de concentración y los exterminó en hornos crematorios: esa es

la solución que propone el neo-fascismo colombiano para la solución del conflicto………….

El 23 de septiembre de 2015, se produce el más importante Acuerdo entre el gobierno de Juan

Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc-Ep, constituyéndose

el momento más valioso dentro del proceso de paz colombiano.

Por su indiscutible relevancia histórica, dicho documento se transcribe en su totalidad a

continuación:
697

“1. El Gobierno de la República de Colombia y las Farc reafirman su compromiso con los

acuerdos logrados hasta la fecha: Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma rural integral;

Participación política; Apertura democrática para construir la paz y solución al problema de las

drogas ilícitas.

“2. A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los derechos de

las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable y duradera. Con ese propósito

estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación y No-repetición. En

ese marco hemos acordado que se creará una Comisión para el Esclarecimiento de la verdad, la

convivencia y la No repetición y hemos logrado acuerdos importantes en materia de reparación

de las víctimas.

“3. En cuanto al componente de Justicia, hemos acordado crear una Jurisdicción Especial para la

Paz, que contará con Salas de Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el Tribunal

estarán integrados principalmente por magistrados colombianos y contarán con una participación

minoritaria de extranjeros que cumplan los más altos requisitos. La función especial de las Salas

y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener verdad, contribuir a la reparación

de las víctimas e imponer sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos durante el

conflicto armado, particularmente los más graves y representativos garantizando la no repetición.

“4. El componente de justicia prevé que a la terminación de las hostilidades, de acuerdo con el

DIH, el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y

conexos. Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo caso no serán objeto

de amnistía o indulto las conductas tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con

los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de guerra, entre otros delitos
698

graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, el

desplazamiento forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia

sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y juzgamiento por parte de la Jurisdicción

Especial para la Paz.

“5. La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de todos los que de manera

directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las Farc-EP y a

los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto, en

especial respecto de los casos más graves y representativos.

“6. La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de procedimientos: uno para

quienes reconocen verdad y responsabilidad y otro para quienes no lo hacen o lo hacen

tardíamente. A los primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas reconocidas

después de haber sido contrastadas las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, las

sanciones impuestas por otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así como

la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos humanos. Los

segundos enfrentarán un juicio contradictorio ante el Tribunal.

“7. Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán como finalidad esencial satisfacer los

derechos de las víctimas y consolidar la paz y deberán tener la mayor función restaurativa y

reparadora del daño causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los

delitos competencia del sistema, la sanción tendrá un componente de restricción de libertades y

derechos que garantice el cumplimiento de las funciones reparadoras y restauradoras de las

mismas mediante la realización de trabajos, obras y actividades y en general la satisfacción de

los derechos de las víctimas. Las sanciones para quienes reconozcan delitos muy graves tendrán
699

un mínimo de duración de cumplimiento de cinco (5) años y un máximo de ocho (8) de

restricción de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan dicho

reconocimiento de manera tardía ante el Tribuna serán sancionadas con pena de prisión de cinco

a ocho años en condiciones ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se requerirá que

el beneficiario se comprometa a contribuir con su resocialización a través del trabajo,

capacitación o estudio durante el tiempo que permanezca privado de la libertad. Las personas

que se nieguen a reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables serán

condenadas a pena de prisión hasta de veinte (20) años, en condiciones ordinarias.

“8. Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz,

es necesario aportar verdad plena, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.

“9. En el caso de las Farc-Ep, la participación en el sistema integral estará sujeta a la dejación de

armas, que deberá comenzar a más tardar a los sesenta días luego de la firma del Acuerdo Final.

“10. La trasformación de las Farc-ep en un movimiento político legal es un objetivo compartido,

que contará con todo el apoyo del Gobierno en los términos que se acuerden”. –

La creación de una Jurisdicción Especial para la Paz, requerirá posteriormente de una reforma

constitucional y de la promulgación de una ley de amnistía e indulto. Se acordó, además, que

ambas partes se comprometen a terminar los diálogos de paz en un término máximo de seis

meses, contados a partir del 23 de septiembre de 2015 y que dos meses más tarde se producirá la

dejación de armas por parte del movimiento insurgente que iniciará su organización y

legalización como partido político legal que luchará por sus ideales y derechos.
700

AÑO 2016.

Los presidentes responsables y cómplices de la continuación de la guerra civil, de la injusticia

y sobre todo del paramilitarismo impune fueron en los primeros quince años del nuevo siglo:

Alvaro Uribe Velez, presidente período 2002-2010.

Juan Manuel Santos Calderon, presidente período 2011-2018.

Estos dos mandatarios cumplen dieciséis (16) años en el poder (2002-2016), lo mismo que

duro el famoso Frente Nacional.

En los primeros tres lustros del nuevo siglo, la situación política nacional muestra un

panorama en el cual la burguesía dominante se encuentra sectareamente dividida en dos bandos

antagónicos: una extrema derecha neo-fascista, encabezada por Uribe Velez y un sector

moderado al frente de Juan Manuel Santos.

Durante el mandato de Alvaro Uribe Velez (2002-2010) se vivio un intenso periódo de

represión y persecución contra la insurgencia, contra los sectores progresistas y en general contra

todo aquel que no comulgara con las ideas y actos del gobierno. Se hizo reelegir este presidente

por medio del cohecho, la amenaza, la promesa, la remuneración y especialmente, utilizando la

ley, la constitución misma en su favor. Como se vio atrás, desarrolló una política de

desmovilización del paramilitarismo, amparada en una legislación hecha para garantizar su

impunidad y su garantía de seguridad, estrategia que no fue más que una cortina de humo, pues

en realidad de verdad el paramilitarismo continúo vivo y actuante en todo el territorio nacional,

obrando con conocimiento y apoyo de las fuerzas militares del estado.


701

Instalado en la mas férrea oposición sectarea contra el gobierno de Juan Manuel Santos,

desarrolla una radical y agresiva política en contra del proceso de paz entre el gobierno y las

Farc, basada en toda clase de mentiras y exageraciones, como denunciar sin fundamento alguno,

que el gobierno de Santos negocia en La Habana, el modelo económico capitalista del estado, la

estabilidad y seguridad de las fuerzas militares, la propiedad privada, la libre empresa, la

“democracia” misma, en una paz con plena impunidad, pues sostiene que los guerrilleros deben

rendirse incondicionalmente, desarmados y manos arriba, ser inmediatamente internados en

campos especiales (entiéndase Campos de exterminio), sitios donde estarían concentrados,

desarmados, indefensos para que los paramilitares lleguen y los masacren impunemente.

De otro lado, Juan Manuel Santos ha sido un presidente moderado y decente hasta en su

comportamiento, dedicado a sacar adelante un proceso de paz con la insurgencia de las Farc y

abierto al ELN, en el cual se garantice la seguridad de los guerrilleros, pero dentro del marco de

una justicia transicional en la cual, los combatientes estarían sometidos a penas de prisión o

restricción de la libertad cuyos limites aún no se han definido.

Alrededor de estos dos lideres de la burguesía dominante se ha polarizado el país político,

unos absurdamente en contra de la paz, que desean la perpetuación de la guerra civil y la

matanza entre colombianos y otros –al parecer minoritarios- partidarios de que haya paz y los

insurgentes sean readmitidos y rehabilitados dentro de la sociedad civil.

Dentro de la misma clase burguesa dirigente, desde ya se perfilan los delfines o hijos, nietos o

familiares de expresidentes, que serán los mandatarios del resto del medio siglo: ahí están, por

via de ejemplo, Simón Gaviria, hijo de Cesar Gaviria; los hijos de Luis Carlos Galan Sarmiento;
702

Germán Vargas Lleras, nieto de Carlos Lleras Restrepo; el hijo de Horacio Serpa Uribe y otros

tantos.

La situación social y económica del país sigue siendo la misma y peor que lo fue en el pasado

siglo: una minoría acaparando el 90% de la riqueza, propietaria de los bancos, las fabricas, los

comercios, los trasportes, las comunicaciones, los medios de producción; un sector que llaman

“clase media”, dependiendo de vender su fuerza de trabajo para subsistir con módicos salarios

que escasamente cubren las necesidades de su subsistencia; un proletariado y un campesinado

hundidos en la miseria y la falta de oportunidades; un amplio sector sin empleo ni pensión ni

actividad alguna. Una sociedad que se hundió aún más en el narcotráfico, la delincuencia, la

drogadicción, la corrupción a todos los niveles, la pérdida total de valores morales y éticos.

La guerra civil se ha frenado un poco con el cese unilateral al fuego, practicado por las Farc y

medianamente respetado por el gobierno, mientras el ELN continua combatiendo, porque el

gobierno ha sido claro en señalar que dialogara con este grupo pero en medio de la guerra y en

tal situación, campea impune como siempre el paramilitarismo fascista, asesinando campesinos,

trabajadores, sindicalistas, defensores de derechos humanos, estudiantes, mujeres, ancianos y

niños, motivo por el cual se pronunciaron las Farc en comunicado del 11 de marzo de 2016 que

se trascribe fielmente a continuación como documento histórico:

Fecha: 2016 03 11
Grupo: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP)
Categoria : Comunicado

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, marzo 11 de 2016, año de la paz

NO MÁS GUERRA SUCIA CONTRA DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS

Preocupante, muy preocupante la racha de asesinatos de defensores y defensoras de Derechos


703

Humanos y de activistas políticos que está estremeciendo a Colombia en los últimos días.

Desde La Habana, nuestra solidaridad y condolencia a los familiares y amigos de MARISELA

TOMBE, KLAUS ZAPATA, WILLIAM CASTILLO, ALEXANDRE OIME y MILTON

ESCOBAR, las víctimas más recientes de la intolerancia y el paramilitarismo, que se pavonea

desafiante e impune contra la buena marcha del proceso de paz. Si el Establecimiento no

combate resueltamente el fenómeno paramilitar, estaría contribuyendo con su indiferencia a

configurar la guerra sucia del post-conflicto, principal amenaza a nuestra reconciliación.

No puede proclamarse como Estado Social de Derecho un régimen que sigue tolerando el

accionar criminal del paramilitarismo y la permanencia de la concepción contrainsurgente del

enemigo interno. En lo que va corrido del mandato de este Gobierno, según el programa

SOMOS DEFENSORES han sido agredidos 2.244 defensores y defensoras de Derechos

Humanos, de los cuales 1.687 recibieron amenazas, al menos 346 fueron asesinados, 206

fueron víctimas de atentados, 131 detenidos arbitrariamente, 29 judicializados y 16

desaparecidos.

Preguntamos: ¿Cómo puede ocurrir esto en medio de un proceso de paz que avanza hacia la

firma del Acuerdo Final?. Exigimos una respuesta precisa y coherente, no declaraciones

vagas. No se pueden dar más largas al desmonte del fenómeno del paramilitarismo, si

realmente queremos el fin de la guerra y la NO REPETICIÓN.

Solicitamos a la oficina del alto comisionado para la defensa de los Derechos Humanos de

Naciones Unidas en Colombia, tomar atenta nota de estos hechos y ponerlos en conocimiento

del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La Mesa debe abrir a las organizaciones sociales y populares sus puertas para que aporten

fórmulas que en el marco de la discusión el Fin del Conflicto, contribuyan al


704

desmantelamiento de la impunidad y el paramilitarismo.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC EP.”.

346 defensores de derechos humanos asesinados a manos del paramilitarismo en defensa

del estado burgues. Por eso, las Farc-ep se pronunciaron así contra este fenómeno habitual en

Colombia en comunicado clandestino que se trascribe para su conocimiento y estudio:

“Con paramilitarismo no habrá paz.

Fecha: 2016 04 06
Grupo: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP)
Categoria : Comunicado

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 6 de 2016

El paramilitarismo no es ningún fantasma invocado por la insurgencia. Ni una elucubración

dilatoria para postergar la paz.

Es una realidad fehaciente que acaba de lanzar el guante al rostro del pueblo de Colombia con

el propósito de atravesarse en el logro de un Acuerdo Final de Paz. Su mensaje es claro:

intimidar a los amigos de la solución política, mostrarles el país que pretenden una vez

desaparezca la insurgencia armada.

Es la expresión armada de un pensamiento y una corriente política que ha hecho de la guerra y

el terror, su principal medio de enriquecimiento. Y que considera llegado el momento de pasar

a la ofensiva, a fin de impedir que la reacción de un poderoso movimiento nacional en

formación, lo arrincone y destruya.

El reciente paro forzado en varios departamentos demostró una vez más la capacidad

intimidatoria de esas fuerzas en amplias zonas del territorio nacional, poniendo en evidencia

su repugnante vínculo con sectores políticos, económicos, militares y de gobierno, todo ello en

medio del negacionismo de la Administración Nacional.


705

Nadie en Colombia se traga el cuento de una casual coincidencia entre el paro paramilitar y el

llamado de la ultraderecha a una marcha nacional contra el proceso de paz, sazonado además

por el rechazo a la restitución de tierras. La comunidad internacional también ha sido testiga

de la descarada amenaza criminal.

346 colombianos, integrantes de organizaciones sociales y populares, han sido asesinados

durante el gobierno de Santos, contándose entre ellos 112 del Movimiento Político y Social

Marcha Patriótica. Son miles los amenazados. A semejante horror se suma ahora el

relanzamiento oficial de la horda paramilitar.

Según el informe oficial Basta Ya, entre 2003 y 2012, cuando supuestamente ya no existía este

flagelo, 2.7 millones de colombianas y colombianos fueron desplazados y expropiados de sus

tierras. En todos esos casos brilló la ausencia de acciones efectivas por parte de autoridades,

militares, civiles y judiciales.

Es claro que los mismos intereses económicos y políticos que engendraron el monstruo

paramilitar, continúan actuando hoy libre e impunemente. Sus arietes políticos y de la gran

prensa pretenden crear un clima de intolerancia, odio e incitación que sirva de próximo

escenario al esperado exterminio político.

Nadie que esté por la paz y la democratización real del país puede permanecer indiferente o

inmóvil a lo que sucede ante las miradas de todos. No puede ser que mientras por un lado se

anuncia la inminente firma de una Acuerdo Final de Paz, por otro, fuerzas políticas

ultramontanas y sus grupos criminales de choque preparen y festejen de antemano un nuevo

baño de sangre para Colombia.

Una afrenta de tal tamaño no puede ser aceptada de manera pasiva por ninguna persona

decente que habite en el territorio nacional. Los millones de compatriotas que han soñado,

creído y luchado por la paz para nuestra patria, la gente que ha empezado a mirar el futuro de
706

nuestro país con esperanza, no puede guardar silencio ni permanecer de brazos cruzados.

Es el momento de actuar decididamente; de expresar masivamente el más abierto rechazo a los

propósitos de los pregoneros de la muerte. De conformar un auténtico movimiento en defensa

de la vida y la dignidad de los colombianos. No más silencio, no más miedo, basta ya de

crímenes en este país.

Que se oigan las voces del pueblo, del comercio extorsionado en toda Colombia, de las

comunidades rurales y urbanas sometidas al terror paramilitar y al cinismo de quienes infaman

la memoria de Jorge Eliécer Gaitán invocándolo como su apóstol.

La respuesta de la gente buena de la patria tiene que estremecer las cuatro esquinas del país.

Tienen que exigir del Gobierno Nacional y sus Fuerzas Armadas acciones reales y efectivas

que cierren definitivamente el camino a las voces y las armas de los asesinos. Que el Estado y

sus instituciones demuestren con hechos que son de verdad ajenos a la furia criminal que

ronda a Colombia. Sólo eso puede hacer realidad la paz.

Es hora de que el Presidente Santos, su Gobierno y los demás poderes públicos asuman su

responsabilidad con el futuro de las nuevas generaciones. Que muevan cuanto esté a su

alcance para ratificar su vocación por la paz y la solución política.

Ha llegado el momento para que la comunidad internacional prosiga decididamente su apoyo

al proceso de paz. Que se escuchen las voces de las Naciones Unidas, del gobierno de los

Estados Unidos, de la Unión Europea, la CELAC, UNASUR, El Vaticano y las Iglesias.

Nunca como antes se ha requerido su acción.

No puede postergarse más en la Mesa de La Habana el acuerdo sobre Paramilitarismo y

Garantías de Seguridad. El mensaje ha de ser claro ante el país y el mundo. Con grupos

paramilitares, con crímenes y atentados, con amenazas y terror no puede materializarse la paz.
707

No se trata de tácticas dilatorias como aseguró el Ministro de Defensa, se trata de construir por

fin un país distinto, democrático y justo.DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP”

El 30 de marzo, el gobierno de Santos firma el primer acuerdo con el Ejército de

Liberación Nacional (ELN), para iniciar con esta insurgencia, diálogos de paz. Mientras tanto,

el 27 del mismo mes y año, el ELN publica en un periódico de Cali, El País, un comunicado

que se trascribe para conocer y estudiar la posición de este grupo en este momento de la

historia:

“Diario El País, de Cali, 27 de marzo de 2016.

Comunicado del ELN

“Mujeres y hombres en armas desde nuestros puestos de combate en las ciudades, selvas y

montañas de Colombia, extendemos a los pueblos del mundo y al país un caluroso saludo de

año nuevo, con nuestros corazones llenos de futuro y esperanza por la justicia y la vida

planetaria, unidos en un abrazo pleno de humanidad.

Enviamos nuestra fuerza a todos los pueblos y naciones que padecen la guerra imperialista. Es

tiempo ya de reconocer a Palestina como Estado libre y soberano y respetar a Siria en su

derecho a la autodeterminación.

El 7 de enero de 1965, en la victoriosa Toma de Simacota, se fundieron el dolor y la dignidad

del pueblo colombiano para continuar las gestas libertarias de hondo calado revolucionario y

democrático, que habían quedado sin respuesta a tanta sangre derramada desde las huelgas de
708

los trabajadores petroleros y de las bananeras, los guerrilleros liberales y la inolvidable voz de

Gaitán clamando por una Nueva Colombia.

50 años después seguimos en pie, alimentados por las luchas de los pueblos latinoamericanos

y los combates que día a día libran en nuestra Colombia, campesinos, indígenas, estudiantes,

obreros, afrodescendientes y comunidades urbanas.

Por eso nos sentimos parte de los cambios que vive Nuestra América y nos llena de esperanza

la continuidad de esfuerzos democratizadores, renovados con los triunfos de Rafael Correa,

Daniel Ortega, Michelle Bachelet, Salvador Sánchez Cerén, Evo Morales, Dilma Rousseff y

Tabaré Vásquez; al tiempo que acompañamos la heroica resistencia de Cuba, Venezuela y

Argentina contra la agresión imperialista.

El impetuoso viento del cambio que recorre el continente sigue refrescando los caminos de

revolución y nos convoca a un mayor compromiso para lograr la unidad popular e insurgente.

Ya no tenemos excusas para andar dispersos, los tiempos nos reclaman a los revolucionarios

unir idearios, experiencias y fuerza para empujar al país a nuevos destinos. La disputa por la

democracia y la paz que se libra en campos y ciudades requiere poner al centro lo que nos une,

para construir una Colombia nueva y soberana.

El ELN sigue empeñado en lograr la paz para Colombia con transformaciones que den

justicia, democracia, equidad y felicidad.


709

Hace 50 años en el Manifiesto de Simacota, cuando la nación y el mundo conocieron de

nuestra existencia, explicamos las razones de nuestra lucha:“La educación se encuentra en

manos de negociantes que se enriquecen con la ignorancia en que mantienen a nuestro pueblo;

la tierra es explotada por campesinos que no tienen donde caer muertos y que acaban sus

energías y la de sus familias en beneficio de las oligarquías que viven en las ciudades como

reyes; los obreros trabajan por jornales de hambre sometidos a la miseria y humillación de los

grandes empresarios extranjeros y nacionales; los profesionales e intelectuales jóvenes

demócratas se ven cercados y están en el dilema de entregarse a la clase dominante o perecer;

los pequeños y medianos productores tanto del campo como de la ciudad ven arruinadas sus

economías ante la cruel competencia y acaparamiento por parte del capital extranjero y de sus

secuaces vende-patria; las riquezas de todo el pueblo colombiano son saqueadas por los

imperialistas norteamericanos”.

Las cosas siguen igual.

Hace más de 50 años nos alzamos en armas porque entendimos que las vías legales estaban

cerradas para las luchas del pueblo; hoy así lo seguimos considerando. El gobierno ha

planteado su disposición a poner fin al conflicto armado y para ello ha convocado a la

insurgencia.

Asistimos a este diálogo para examinar la voluntad real del gobierno y del Estado colombiano;

si en este examen concluimos que no son necesarias las armas, tendríamos la disposición de

considerar si dejamos de usarlas.


710

El gobierno de Santos tiene la disyuntiva de persistir en su política de guerra y pacificación o

atreverse a un verdadero camino de paz deseado por todos los colombianos”.

El 30 de marzo de 2016 se firmó el siguiente Acuerdo entre el gobierno y el ELN:

Comunicado Acuerdos de diálogos de paz con el estado. ELN.

Fecha: 2016 03 30

Grupo: Ejército de Liberación Nacional (ELN

Categoria : Comunicado

Título: Acuerdo de diálogos para la paz de Colombia entre el gobierno nacional y el

Ejército de Liberación Nacional

Organización: Ejército de Liberación Nacional (EN)

Autor: Gobierno de Colombia; ELN

Tipo: documento público

Contenido:

i. Agenda

1. Participación de la sociedad en la construcción de paz

2. Democracia para la paz

3. Transformaciones para la paz

4. Víctimas

5. Fin del conflicto armado

6. Implementación

ii. Fase pública


711

1. Información objetiva al país sobre el curso del debate y los avances de la mesa

2. La pedagogía de la paz

3. Funcionamiento de la mesa

4. Financiación

Fecha: Venezuela, 30 de marzo de 2016.

Fuente: Presidencia de la República de Colombia”.

El 11 de abril de 2016 el ELN se pronuncia de la siguiente manera en un comunicado

clandestino que se trascribe para conocimiento y estudio:

Fecha: 2016 04 11
Grupo: Ejército de Liberación Nacional (ELN)
Categoria : Comunicado

LA ENCRUCIJADA ACTUAL*

En su Congreso Nacional número cinco, que finalizó en diciembre de 2014, el Ejército de

Liberación Nacional definió por consenso, continuar desarrollando el proceso de diálogo

exploratorio, que se traía con el gobierno del presidente Santos; es decir, que la Delegación de

diálogo definida en este Congreso cuenta con el respaldo de todos los Elenos.

Si bien del lado del lado nuestro, existe consenso sobre cómo enfrentar el desafío de buscar la

paz; del lado de la clase gobernante colombiana, la situación es completamente distinta,

porque hay a su interior un grave fraccionamiento al respecto.

Mientras el presidente Santos jalona la búsqueda de la paz, más a su derecha se encuentra el ex

presidente Uribe, oponiéndose y torpedeando este proceso de manera activa y peligrosa,

porque para cierto accionar se sale de los parámetros legales, saltándose las reglas del juego.
712

Esto coloca el proceso de paz en una delicada encrucijada, porque Colombia y buena parte de

la comunidad internacional conocen, que el ex presidente Uribe está gravemente

comprometido con el paramilitarismo, desde antes de ser presidente y en su contra existen

muchas denuncias con evidencias fehacientes que lo comprometen.

La situación es muy delicada si se tiene en cuenta el actual repunte paramilitar y de guerra

sucia, que ya deja una alta cantidad de asesinatos de líderes de izquierda, dirigentes populares,

reclamantes de tierra y defensores de los derechos humanos.

El reciente paro armado desarrollado por los paramilitares denominados Urabeños, desde días

antes que Uribe convocara una marcha contra el proceso de paz, muestra un avance de la

extrema derecha, con sus dos expresiones tradicionales, la legal y la ilegal, que deja en

evidencia las trancas que tiene el proceso de paz y exhibe claramente la carencia de garantías,

para adelantar la lucha social y política legal.

¿Cómo avanzar en la superación de esta realidad, que está torpedeando el proceso de paz? ¿El

problema se resolvería con sólo enfrentar a los Urabeños?

Frente a esta tozuda realidad, no podemos olvidar otra dificultad enorme que enfrenta este

proceso de solución política del conflicto, representada en las grandes diferencias existentes

entre las Partes, respecto a cuál es el objetivo de la paz. El gobierno ha sido claro en que no

está en cuestión el modelo económico y político del país, ni su doctrina militar; mientas para

la insurgencia la paz sólo es posible si se resuelven los problemas que originaron el conflicto;

como son la exclusión política violenta y el empobrecimiento acelerado que ocurre en

Colombia, el país más desigual del continente; lo que ha hecho imposible luchar por el poder

desde-la-legalidad.
713

Lo que debe cambiarse es este régimen violento de derecha, que reproduce a diario la anti

democracia; y hasta ahora lo que se observa es la poca voluntad política para cambiar, que

poseen las elites dominantes; que la ocultan con la propaganda derechista, que sostiene que a

la insurgencia nos falta voluntad de paz.

La encrucijada en que está la paz de Colombia, sólo se pueden resolver con una masiva y

protagónica participación de la sociedad excluida del poder; quien con verdadera creatividad,

debe asumir estas realidades.

Esperamos que la capacidad de las Partes, incorpore de verdad, el torrente social colombiano y

se desaten los nudos existentes de la paz real, que nos permita avanzar por el camino abierto,

entre todas y todos con mucha flexibilidad y creatividad”.

Como se ve, continua la ardua batalla en el seno mismo de la burguesía dominante entre los

polos partidario uno del proceso de paz y otro de continuar la guerra civil a toda costa,

teniendo claro que en esta contienda no son ellos ni sus allegados los que ponen los muertos,

éstos los pone el pueblo y sólo el pueblo.

El 12 de mayo de 2016 se firma el más importante acuerdo entre el gobierno nacional y la

insurgencia de las Farc-ep, “para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo Final;

para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar garantías de

cumplimiento de dicho Acuerdo Final”, el cual se trascribe en su totalidad como documento

histórico y político vital para el conocimiento de la historia de Colombia y su guerra eterna:

“La Habana, Cuba, jueves, 12 de mayo de 2016

“Comunicado Conjunto número 69


714

En el día de hoy las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las FARC-EP queremos

anunciar que hemos llegado a un acuerdo para brindar seguridad y estabilidad jurídica al

Acuerdo Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar

garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final, tanto conforme al derecho interno

colombiano como conforme al derecho internacional.

Se trata de una serie de mecanismos institucionales y democráticos complementarios, que en

su conjunto constituyen una ruta expedita y segura para cumplir con los objetivos enunciados

en el párrafo anterior.El texto del acuerdo adoptado es el siguiente:

I.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional introducirá,

antes del 18 de mayo de 2016, el siguiente texto en la tramitación del Acto Legislativo nº

04/2015 Senado, 157/2015 Cámara:

“Artículo xxx: La Constitución Política tendrá un nuevo artículo transitorio, el cual quedará

así:

Artículo Transitorio: En desarrollo del derecho a la paz, el Acuerdo Final para la

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera constituye un

Acuerdo Especial en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949.

Con el fin de ofrecer garantías de cumplimiento del Acuerdo Final, una vez éste haya sido

firmado y entrado en vigor, el anterior ingresará en estricto sentido al bloque de

constitucionalidad para ser tenido en cuenta durante el periodo de implementación del mismo

como parámetro de interpretación y referente de desarrollo y validez de las Normas y las

Leyes de Implementación y desarrollo del Acuerdo Final.


715

En desarrollo del Derecho a la paz, el procedimiento legislativo especial para la aprobación

del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y

duradera, incluirá un “procedimiento de ley aprobatoria del Acuerdo Especial” con los

siguientes criterios procedimentales especiales: envío al Congreso para su incorporación al

derecho interno por medio de una ley; tramitación como ley ordinaria: radicación del

proyecto ante la secretaria del Senado y publicación, debate en comisiones constitucionales

conjuntas del Senado y Cámara, votación, debate en plenario del senado; y debate en

plenario de la Cámara. El tránsito del proyecto entre una y otra cámara será de 8 días, las

votaciones serán únicamente de aprobación o improbación de todo el texto, por mayoría

calificada; control de constitucionalidad de la ley aprobatoria del Acuerdo Especial; sanción

presidencial y publicación en diario oficial; el Gobierno se obligará a presentar esta ley

aprobatoria inmediatamente sea firmado y aprobado el Acuerdo Final para la terminación

del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, y entrado en vigor el presente

Acto Legislativo.

El procedimiento legislativo de aprobación de leyes o actos legislativos para la

implementación o desarrollo del Acuerdo Final, será el Procedimiento legislativo especial

para la paz establecido en el artículo transitorio xxxx contemplado en el artículo primero de

este Acto Legislativo, y estará en vigencia para la aprobación de normas de implementación y

desarrollo del Acuerdo Final durante el tiempo establecido en el artículo xxxx

El control constitucional relacionado con la aprobación de La ley aprobatoria del Acuerdo

Especial, será único y automático.


716

El control constitucional relacionado con la implementación del Acuerdo Final mediante

Leyes ordinarias o leyes estatutarias, será único y automático.

II.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional, antes del 18 de

mayo de 2016, añadirá en el parágrafo j) del artículo 1 del PROYECTO DE ACTO

LEGISLATIVO NÚMERO 04 DE 2015 SENADO, 157 DE 2015 CÁMARA, la palabra

“único” en el siguiente párrafo:

“j) Los proyectos de Acto Legislativo tramitados mediante el Procedimiento Legislativo

Especial para la Paz tendrán control automático de constitucionalidad (….)”

quedando así dicho texto:

“j) Los proyectos de Acto Legislativo tramitados mediante el Procedimiento Legislativo

Especial para la Paz tendrán control automático y único de constitucionalidad (….)”

III.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Gobierno Nacional, antes del 18

de mayo de 2016, retirará de la tramitación del Acto Legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015

Cámara la proposición aditiva “artículo transitorio. Jurisdicción Especial para la paz”

IV.- Una vez aprobado en el Congreso el Acuerdo Final firmado como Acuerdo Especial del

artículo 3 común de las Convenciones de Ginebra, el Gobierno Nacional, mediante el

procedimiento legislativo especial para la paz, impulsará inmediatamente un Acto Legislativo

en el que se incorporará íntegramente a la Constitución Política el Acuerdo Final en un

artículo transitorio, en el que tendrá que constar expresamente el Acuerdo de la Jurisdicción


717

Especial para la Paz de 15 de diciembre de 2015. Dicho artículo transitorio entrará en vigor

una vez entre en vigor el Acuerdo Final.

V.- El Gobierno Nacional y las FARC EP, acuerdan que el Acuerdo Final para la terminación

del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera firmado como Acuerdo Especial

en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949, se depositará,

inmediatamente tras su firma, ante el Consejo Federal Suizo en Berna o ante el organismo que

lo sustituya en el futuro como depositario de las Convenciones de Ginebra.

VI.- Igualmente, el Gobierno Nacional y las FARC EP acuerdan que una vez aprobado el

Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y

duradera, se efectuará una declaración presidencial con forma de declaración unilateral del

Estado colombiano ante el Secretario General de las Naciones Unidas, citando la resolución

del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 25 de enero de 2016, pidiendo al Secretario

General que se dé la bienvenida al Acuerdo Final y lo relacione con la Resolución 2261 del

Consejo de Seguridad del 25 de enero, generando un documento oficial del Consejo de

Seguridad, y anexando a dicha Resolución 2261 el texto completo del Acuerdo Final para la

terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”

En forma inmediata los sectores mas reaccionarios de la derecha burgusa se lanzaron

rabiosamente contra el citado acuerdo para obstaculizar la consecución de la paz y llamar al

pueblo a una lucha de resistencia y desobediencia civil en contra de la paz y desorientando a la

opinión pública, encabezados por Uribe Velez y el procurador Alejandro Ordoñez.

…aquí voy 2016, junio…..


718

La Profecia.

La Historia relata, analiza y critica el pasado y máxime llega hasta el presente, pero no

puede predecir el futuro. Sin embargo, basándose en el pasado y presente de Colombia, resulta

fácil adivinar el futuro.

La profecía de Gonzalo Arango (1974), se seguirá cumpliendo:

“¿No habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de

vivir?: Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia:

Desquite resucitará y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas”.

(op. cit.. Pag.48 ).

Por eso, no se necesita ser Profeta ni Mago para pre-decir que en Colombia llegará el año

2070 y el año 2116y todavía se estará padeciendo su eterna Guerra Civil: porque el Odio, la

Venganza, la Ambición, la Codicia y el Rencor se han apoderado de la burguesía; porque la

riqueza y el poder siguen concentradas en 50 familias que gobiernan desde 1819, mientras el

99 % de la población permanece en la miseria y el olvido: por eso, a Colombia le esperan,Cien

Años más de Violencia,de guerra civil entre el pueblo y el estado, entre los ricos y los pobres,

porque en Colombia hay mucha, pero mucha gente que quiere que la guerra civil continue, por

eso, Ríos de Sangre seguirán inundando su suelo….


719

BIBLIOGRAFIA UTILIZADA

Alape, Arturo. (1998) Las Vidas de Pedro Antonio Marin o Manuel Marulanda Velez,

“Tirofijo”. Bogotá. Editorial Planeta.

Arango, Carlos. (1985) Farc. veinte años”. Bogotá. Ediciones aurora.

Arango, Gonzalo. (1974). Obra Negra. Buenos Aires. Ediciones Carlos Lohlé.

Arenas, Jacobo. (1990) Cese el Fuego. Una historia política de las FARC. Bogotá. Editorial

Oveja Negra.

Azula Barrera,Rafael. (1956) “De la revolución al orden nuevo”. Bogotá. Sin pie de imprenta.

Behar, Olga. 2012. El clan de los doce apóstoles. Bogotá. Editorial Icono.

Bergquist, Charles. (1981) “Café y conflicto en Colombia, 1886-1910” Medellin. Editorial

FAES.

Betancourt E, Dario. (1996). Historia de Colombia 1. Bogotá. Editorial USTA.

Broderick, Walter J. (2005). “Camilo, el cura guerrillero”, Bogotá. Intermedio editores.

Carcabed, Charles. (2011) “Los héroes en Colombia si existen, pero son de carne y hueso.

Bucaramanga. Sin pie de imprenta.

Casas, Ulises.(1987) De la guerrilla liberal a la guerrilla comunista. Bogotá. Sin pie de imprenta.

Castro Caycedo, Germán. (2014) Nuestra Guerra Ajena. Bogotá. Editorial Planeta.

Cifuentes Bejarano, Nestor. 1989.Introduccion a la ciencia jurídica. Bogotá. Ediciones NCB.


720

Claver Tellez, Pedro. (1995). La hora de los traidores.La caceria de Sangre negra. Bogota.

Editorial Panamericana.

Código Penal Colombiano. Decreto 100 de 1980. (1988) Bogotá. Librería Nueva Jurídica.

Código Penal Colombiano. Decreto 2300 de 1936. (1960) Bogotá. Editorial Temis SA

Código Penal Colombiano.. Ley 599 de 2000. (2001) Bogotá. Momo Ediciones.

Comisión Colombiana de Juristas, (2008). “Colombia: El espejismo de la justicia y de la paz”,

Bogotá. Edición Comisión Colombiana de Juristas.

Constitucion Política de Colombia de 1991. (2010) Bogotá. Ediciones Momo.

De Varios. (1985). “Historia de Colombia”, Volumen IV. Bogotá. Editorial Oveja Negra.

De Varios. (2006) “La Enciclopedia del Estudiante. Volumen 20. Geografía e Historia de

Colombia, capítulo titulado La Violencia: una etapa en la historia colombiana. Bogotá.

Editorial Santillana.

De Varios. (2009) “Representación Judicial de las Víctimas en Justicia y Paz”, Bogotá.

Editado Defensoría del Pueblo.

España, Gonzalo.(1985). “La Guerra Civil de 1885”, Bogotá. El Ancora Editores.

Franco Isaza, Eduardo. (1986). Las Guerrillas del llano. Bogotá. Circulo de lectores.

Gamboa, Santiago. (2014). La guerra y la paz. Bogotá. Grupo editorial SAS.

Gomez Martinez, Eugenio. 2000. “La guerrilla liberal” Bogotá. Biblioteca virtual, banco de la

Republica, revista credencial historia N° 202.


721

Gutiérrez, Eugenio y Angel Urrego, Miguel. (1995) “1001 cosas sobre la historia de

Colombia que todos debemos saber”, Bogotá. Intermedio Editores.

Guzmán, Germán; Fals Borda, Orlando y Umaña Luna, Eduardo. (1988). La Violencia en

Colombia. Bogotá. Círculo de Léctores.

Herodoto (2000). Los nueve libros de la historia. Bogotá. Ediciones Universales.

Le Goff ,Jacques. (1995) “Pensar la Historia”. Barcelona.Editorial Altaya.

Manrique, Ramón. (2013) “A Sangre y Fuego. El Asesinato de Gaitán. Bogotá. Editorial Libros

y Letras.

Melo, Jorge Olando. (1997). Colombia hoy. Bogotá. Tercer Mundo Editores.

Molano, Alfredo. 2016. “A Lomo de Mula”. Bogotá. Aguilar Ediciones.

Ocampo López, Javier. (1988). “Historia de Colombia. Las Guerras civiles en Colombia”,

Tomo 12. Bogotá. Editorial Salvat.

Ocampo López,Javier. (1998) “La Patria boba”. Bogotá. Editorial Panamericana.

Osorio Lizarazo, José Antonio. (1979) “Gaitán: vida, muerte y permanente presencia”.

Bogotá. Carlos Valencia Editores.

Ospina, William.(1996) “¿Dónde está la franja amarilla? “, Bogotá. Sin pie de imprenta.

Pareja, Carlos H. (1955). , Buenos aires. El Monstruo. Editorial nuestra América.

Peña, Margarita.(1985). “Colombia su Historia y Geografía Resumida” Serie “Del bachillerato

a la universidad” Bogotá. Editorial Norma.


722

Pérez, Luis Carlos. 1956. Derecho penal colombiano. Parte especial. Bogota. Editorial

Temis.

Restrepo Piedrahita, Carlos. (1995) “Constituciones Políticas Nacionales de Colombia. Segunda

edición.” Bogotá. Edición Universidad Externado de Colombia.

Revista Resitencia N° 36 (2006) Bogotá. Sin pie de imprenta.

Rojas, Ernesto. 2008. Notas de comandancia.LA historia del EPL. Bogotá. Sin pie de imprenta.

Romero Ospina, Roberto. 2015. El ataque a casa verde. Bogotá. Centro de Memoria, Paz y

Reconciliación.

Ronderos, María Teresa. (2014). Guerras Recicladas. Bogotá. Editorial Aguilar.

Sanchez, Gonzalo y Meertens, Donny. (1983). “Bandoleros, Gamonales y Campesinos”, El

ancora editores.

SEMANA, Revista. 2004. N°1181 del 20 de diciembre de 2004. Bogotá. Editorial Semana.

SEMANA,Revista. 2005. N°1233 del 19 de diciembre de 2005. Bogotá. Editorial Semana. ,

SEMANA,Revista. 2006. N°1285 del 18 de diciembre de 2006.Bogotá. Editorial semana. ta

SEMANA, Revista. 2007. N°1337 del 17 de diciembre de 2007. Bogotá. Editorial semana.

SEMANA, Revista. 2008. N°1389 del 15 de diciembre de 2008. Bogotá. Editorial semana.

SEMANA, Revista. 2009. N°1442 del 21 de diciembre de 2009. Bogotá. Editorial semana.

SEMANA, Revista. 2010. N° 1494 del 20 de diciembre de 2010. Bogotá. Editorial semana.

SEMANA, Revista. 2011. N° 1546 del 19 de diciembre de 2011. Bogotá. Editorial semana
723

SEMANA, Revista. 2012. N°1598 del 17 de diciembre de 2012. Bogotá. Editorial semana.

SEMANA,revista. 2013. N°1650 del 16 de diciembre de 2013. Bogotá. Editorial semana.

Sepúlveda Pino, Hernán. (1986) “La constitución colombiana de 1886. Bogotá. Ediciones

Ciencia y Derecho.

Tse Tung, Mao (1974). Obras Escogidas, tomo I. Pekin. Ediciones en lenguas extranjeras.

Tse-Tung, Mao.(1975). Citas del Presidente Mao Tse Tung. Pekin. Ediciones en lenguas

extranjeras.

Uribe Uribe, Rafael. (1997) Neoescolástica y secularización de la Filosofía en Colombia.“De

cómo el Liberalismo Político colombiano No es Pecado”,. Bogotá. Editorial El Buho.

Valencia, León. (2007). “Parapolítica. La ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos

políticos”, Bogotá. Intermedio Editora.

Villegas, Jorge y Yunis, Jose. (1978). “La guerra de los mil días”, Bogotá. Carlos Valencia

Editores.

También podría gustarte