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Investigación

BIOGRAFÍAS

Ronaldo Nazario

Biografía:

Ronaldo Luiz Nazario de Lima (22 de septiembre de 1976), futbolista brasileño, mejor
conocido como “el fenómeno”. Su ciudad natal es Rio de Janeiro, Brasil. Creció en una
familia humilde precedida por su madre, una empleada que se dividía el día entre una
pizzería y un supermercado, en ocasiones trabajaba hasta catorce horas al día con el único
fin de mantener a sus tres hijos. Ellos vivían en un suburbio llamado Benito Ribeiro. La
cara opuesta de lo que muchos conocen de Rio. Ronaldo fue muy bueno para el fútbol,
era lo que más hacia al llegar al colegio. En un momento tuvo la oportunidad de jugar en
el Flamengo, pero muchas veces tuvo que ausentarse por la falta de dinero que no le
permitían desplazarse hasta el club.
Su mentor futbolístico fue Jairzinho, Campeón del Mundo en el 70 con la selección
brasileña.
• Ronaldo empezó su carrera futbolística en el Sao Cristovao, un pequeño club de la
región de Río.
• Desde pequeño, fue aficionado del Flamengo. De joven, hizo las pruebas para defender
los colores del “Mengao”, pero le era muy costos transportarse hasta el otro lado de la
ciudad para asistir a los entrenamientos.
• Tras su infructuoso intento por jugar en el Flamengo, terminó haciéndolo para el
Cruzeiro de Belo Horizonte, donde debutó como profesional a la edad de 17 años.
Éxito

Cuando Ronaldo Nazario llegó a Europa para jugar en el PSV


Eindhoven holandés tenía 18 años y una cuenta corriente que
manejaban dos representantes -Pitta y Martins- de dudosa
reputación, que vieron en un talento brasileño el negocio para
sacarle los cuartos. No ha sido un camino fácil el que ha tenido
que recorrer ‘El Fenómeno’ en el terreno de sus finanzas porque
era presa fácil del aprovechamiento de los intermediarios y los
dueños de la noche que se aproximaban a la estrella. Dentro del
campo era un cohete imparable. Fuera, tenía otro tipo de
peligros. Llegó a Holanda con los bolsillos por llenar y cuando se
marchó de Europa en 2008, después de dar los últimos coletazos
en el Milan en su segunda etapa en Italia, su fortuna era de 170
millones de euros.
Un patrimonio que fue forjando con traspasos a golpe de
talonario. Del Cruzeiro pasó al PSV, Barcelona, Inter, Real
Madrid y Milan. Sus últimos trotes y algunos que otros goles los
dio en su país con el Corinthians. Era una fábrica de hacer
dinero en el campo publicitario. Uno de los grandes iconos de
Nike en un deporte de masas. Los patrocinadores se lo
disputaban porque tenía gancho y el perfil ideal para los
profesionales del marketing: liderazgo, genio, espectáculo y
estrella. En el Real Madrid, por ejemplo, ganaba más en un año
con los patrocinadores -8 millones de euros- que de sueldo -
6,5 millones de euros-.
biografia
Considerado uno de los mayores exponentes del deporte blanco de todos los tiempos, Bjorn Borg se inició
en el tenis a los 9 años gracias a un regalo de su padre. Nacido en Sodertaljie, Suecia, en 1956, durante su
infancia jugaba a hockey sobre hielo, deporte que le apasionaba, hasta que un día su padre le regaló el
premio que había ganado en un torneo de ping-pong: una raqueta de tenis.
A partir de entonces, el aspirante a tenista empezó a fijarse en la concentración en la pista de Rod Layer
y quiso imitarle. Empezó a entrenar cada día después de clase durante tres horas. Al principio, para
desarrollar la flexibilidad en las muñecas, practicó con el estilo del ping-pong hasta que ganó su primer
torneo a los 11 años.
Gracias a su duro entrenamiento y a ser capaz de adaptar virtudes de otros deportes al tenis, con 15 años
formó parte del equipo de la Copa Davis, siendo el tenista más joven en participar.
A los 18 ganó su primer título de Grand Slam y en diez años de carrera alcanzó el récord de triunfos
consecutivos en la historia de este deporte.
En la cancha, destacaba por sus golpes fuertes, potentes y altos, con un poderoso efecto que permitía
que la bola se quedara dentro de la pista para luego rebotar y salir disparada. Su sólido juego a fondo de
pista, con su golpe único, realizado al revés y con dos manos —táctica nacida de sus años practicando
hockey—, dejó a más de uno con la boca abierta.
Bjorn Borg demostró que la máxima de “une los puntos” planteada por Steve Jobs también sirve para
el deporte: de todo se aprende algo, aunque a menudo sólo entendemos la importancia de esa adquisición a
posteriori.
Jugador hábil, sus fuertes piernas le permitían llegar a muchas bolas que se daban por perdidas. Este era
otro rasgo de la filosofía resiliente del sueco: no hay bola perdida hasta que se demuestre lo contrario.
Acostumbrado a entrenar muy duro durante interminables horas, cada día practicaba hasta quedarse sin
resuello. Fue así como aprendió a devolver la bola desde el fondo de la cancha con ambas manos sin
distinción.
Cuando llegó a Wimbledon, donde la hierba era una superficie completamente distinta a la que estaba
acostumbrado, se entrenó y practicó duramente durante las dos semanas previas con tácticas de saque y
volea. Se llevó por delante a todos los jugadores sin perder un solo set. Ganó durante cinco años
consecutivos, de 1976 a 1980, el título de Wimbledon y seis veces el de Roland Garros.
Ilie Nastaste, el favorito en Wimbledon durante el primer año de Borg en el torneo, a quien arrebató la
victoria, dijo de su juego: “Deberían mandarlo a otro planeta. Nosotros jugamos al tenis. Él juega a otra
cosa”.

Éxitos y eso
 Dentro de sus logros deportivos destacarán por siempre, el haber logrado todos sus
títulos (64) incluyendo los 11 de Grand Slam, y 2 Master Cup, más el haber sido
finalista 24 veces (incluyendo 5 Grand Slam y 2 Masters Cup) en una carrera
profesional de tan solo nueve años (con actividad continua, sin tomar en cuenta sus
breves, fugaces e infructuosos intentos de retomar su nivel anterior). Como
comparación, cabe apuntar que Connors logró todos sus trofeos en una carrera
profesional de 24 años, Lendl en 16 años, Sampras 15 años. Federer actualmente ya
cumple 19 años de carrera (desde 1998).
 A juzgar por los resultados, todos esos rituales le fueron bien: ganó 52 torneos a lo largo
de su carrera, al margen de los 11 Grand Slam.
 ganó 6 Roland Garros y 5 Wimbledon (11 majors). Casi 4 millones de dólares sólo en
premios de la época, lo que va entre 1973 y 1984, los años entre los cuales Björn Borg
fue un titan en las pistas, acabó despilfarrándolo en un espiral hacia los infiernos por su
constantes jugueteos con la cocaína, las malas compañías, las desmotivación por
seguir... y una pronta primera retirada a los 26 años.
Retirada

A finales de 1981, Borg sorprendió al mundo al anunciar su retirada con


tan solo 26 años, cuando todavía se encontraba en perfecta forma y su
nivel no había decaído en los últimos años. Terminó así una carrera que
para muchos podría haber sido aún más exitosa y convertirlo en el
indiscutido rey del tenis de la historia. Con 11 títulos de Grand Slam, a solo
uno del récord de Roy Emerson, Borg dejó un increíble legado a las
siguientes generaciones.

Borg anunció su vuelta a las pistas. Su discurso tenía que ver con la
necesidad de volver a competir, con una supuesta “deshumanización” del
tenis por la aparición de “cañoneros” como Becker o
posteriormente Sampras e Ivanisevic, y la voluntad de demostrar que a
sus 35 años seguía siendo competitivo. La realidad es que estaba
arruinado. Había derrochado en nueve años de retiro los millones de
dólares que amasó entre publicidad y victorias en sus nueve años de
éxitos.

Borg volvió con canas, pelo ligeramente más corto, piel curtida por el sol y
su raqueta de madera. Era una locura. Corría 1991 y el circuito estaba
dominado por los Courier, Edberg, Agassi, Sampras, Becker y compañía.
Jordi Arrese fue su primer rival en Montecarlo. Si la tan anunciada vuelta
de Borg tenía algún sentido, se tenía que ver no contra los Courier sino
contra los Arrese. El partido duró 78 minutos y el sueco perdió su saque
seis veces en apenas ocho juegos al servicio. El resultado, 6-2 y 6-3, era
demasiado contundente como para imaginar que Borg pudiera seguir
manchando su nombre. De hecho, durante un tiempo, pareció que sería así:
no volvió a competir en todo 1991.

Sin embargo, los problemas de dinero no desaparecieron, y a punto de


cumplir los 36, ya con una raqueta en condiciones, volvió al circuito de
manera más o menos estable: hasta nueve torneos profesionales jugaría
aquella temporada, cosechando nueve derrotas e incapaz de ganar un solo
set.
El miércoles 10 de noviembre de 1993 está marcado como el último de una
de las carreras más exitosas y rocambolescas de la historia del tenis. En
Moscú, en un partido ante el local Alexander Volkov, Borg tuvo una bola
de partido para meterse en segunda ronda. No lo consiguió y su rival se
rehizo para ganar el partido. No fue la mejor despedida pero fue más que
aceptable. El público ruso le despidió de pie. “Estoy físicamente preparado
para seguir un año más”, diría Borg al anunciar ese mismo día su retirada
definitiva, “pero psicológicamente me cuesta afrontar estos desafíos”
Con su pelo en una canosa media melena, se despidió de la ATP y cobró su
último cheque. Desde entonces, combina torneos de veteranos con
exhibiciones y apariciones gloriosas para entregar premios a todos los que
se han atrevido a batir sus distintos records, como
Sampras, Nadal o Federer.

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