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Ocupación y dominio centrales
Dijimos que ocupación central no significa dominio. Examinemos cómo actúan la ocupa-
ción y el dominio centrales.
Partida N® 5
Torneo de Sarajevo 1961
Blancas: L. Pachman
Negras: B. Milic
P. D. Defensa Nimzovich
1.d4 ¤f6
2.c4 e6
3.¤c3 ¥b4
La idea de esta defensa radica en crear
una presión sobre las casillas centrales, ante
todo sobre d5 y e4 de las blancas, sostenién-
dola con contragolpes de ruptura por medio
de Peones: ...d5, y a veces ...e5.
4.e3 ...
La defensa Nimzovich es una de las más
ricas en posibilidades y ha sufrido alternativas
y mejoramientos desde que la creara su fun-
dador, el maestro danés Aaron Nimzovich. La
del texto es la variante Rubinstein.
4... O-O
Las negras pudieron doblar Peones con
4...¥xc3+ 5.bxc3 y fijarlos después mediante
.... c5. En verdad, ésta es una manera lógica
de jugar, pero los maestros modernos encon-
traron que era más importante la ocupación y
el dominio centrales blanco que esta variante
les ofrecía antes que la debilidad de c4 blanco.
Tanto es así que inclusive la variante Samisch
(4.a3) induce a doblar Peones con un tiempo
menos de lo que se producirá en la partida;
por todo lo cual el cambio en este momento
no es recomendable.
5.¥d3 d5
6.¤f3 c5
-16-
Créase la máxima tensión central. Este
esquema en realidad se aparta de lo que su
genial creador imaginó cuando desarrollaba
su alfil del flanco de dama a .... a6 o b7 previo
...b6 y contragolpeaba en el centro. Aquí en
cambio se plantea un juego más bien clásico
(como el de una formación de la defensa Ta-
rrasch con el alfil del flanco de rey afuera), en
donde el tiempo y el orden exacto de las juga-
das desempeñan importantísimo papel.
7.O-O ¤c6
8.a3 ¥xc3
9.bxc3 ...
Hasta aquí, como dicen los libros. Según
Taimanov, en este momento las negras dispo-
nen de dos caminos: 9...dxc4 10.¥xc4 £c7
con lo cual más adelante estarán en condi-
ciones de fustigar el centro mediante ... e5. O
bien 9...b6 10.cxd5 (si no 10. ... ¥a6 es fuer-
te), exd5 y el alfil sale por cualquiera de las
diagonales.
Pero el conductor de las negras por des-
conocimiento o por afán innovador jugó
9. ... £c7
Pachman se encargará de demostrar que
no es lo mismo.
10.cxd5 exd5
Al quedar debilitada la casilla periférica
central .... f4, las blancas movilizarán el ca-
ballo en f3 para jugar c3-e4 y apoderarse del
centro. Como la Dama negra está en .... c7, no
temen ningún salto del caballo f6 negro que
descubra la acción de la dama sobre su caba-
llo.
11.¤h4 £e7
Reconocen lo erróneo de su jugada, pero
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han perdido un tiempo muy importante en
este esquema clásico de juego vivo de piezas.
12.f3 ¤e4
Interesante pero inconsistente. Ni siquie-
ra parece buena esta jugada para el caso de
que el blanco tomara 13.fxe4 dxe4 14.¥c2
£xh4 15.¦f4, etc. Pachman elige un camino
más seguro, cuyas ideas básicas son la ocupa-
ción central y su dominio.
13.g3! ¤xc3
Tienen que entrar por la variante porque
si se vuelven perderían demasiado tiempo y
las blancas de todos modos jugarán e4 previo
¦e1 invadiendo por el centro el campo negro.
14.£c2 c4
Obligado, desde que el caballo carece de
retirada. Nótese que con el avance de este
peón se quitan para siempre la posibilidad
de acosar al peón de d4, con lo cual el centro
blanco permanecerá ocupado y además fuer-
te. (Ocupación y dominio permanentes).
15.¥xc4! dxc4
16.£xc3 ¥h3
17.¤g2 b5
Tenemos ante nosotros una posición
cuyo examen nos aleccionará sobremanera.
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Las negras disponen de tres Peones contra
uno en el ala Dama, los que si pudieran ser
avanzados crearían preocupación al blanco.
Pero éste cuenta con una fuerza mucho más
positiva: la ocupación y el dominio centrales.
La formación central blanca no puede
ser socavada porque el negro no dispone de
peones en ese sector, los cuales son el instru-
mento adecuado para ese tipo de acción. A
esta fuerza central blanca, que en cualquier
momento se moviliza para hostigar a las pie-
zas negras, el primer jugador la mantendrá
expectante, impidiendo que por allí se des-
placen las piezas negras creando situaciones
comprometidas. Mientras tanto, con su único
peón en el flanco dama llevarán un ataque de
minoría cuyo fin primordial es desorganizar
la cadena de peones negros fraccionándola y
con ello debilitándola. Esto es posible, se repi-
te, gracias al dominio central. Antes comple-
tan el desarrollo:
18.¥b2 ...
Amenazan 19.d5 (la fuerza latente del
centro).
18. ... f6
19.a4 ...
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Con la doble amenaza de ganar el peón 37.¦xh7 ...
b5 y la calidad con ¥a3.
19. ... ¥xg2
20.¢xg2 £b7
21.axb5 £xb5
22.¦fc1 ...
Aspiran a “comerse” el c4.
22. ... ¦fb8
Obligan a desplazar el alfil para poder
defender con ...¤a5.. Lo mismo ocurriría si
el blanco jugara ahora 23.¦ab1 (desplaza la
torre que dejaría de dominar a5).
23.¥a3 ¤a5
24.¦ab1 ...
Acomodan las piezas para aumentar el
ataque sobre el peón c4.
24. ... £a6 La prolongación de la lucha no tiene nin-
25.¦b4 ... guna esperanza: la posición del rey negro en
La amenaza es doble: ¦a4 o ¦cb1. la banda junto con los tres peones más, re-
25. ... ¦xb4 presentan una ventaja más que suficiente para
26.¥xb4 ... imponerse.
El resto es sencillo, pues el peón c4 negro 37. ... ¤c4
caerá sin remedio y entretanto el blanco no 38.e4 a4
enfrentó la necesidad de sacrificar ninguna 39.¥xf6 ¦xd6
de sus: ventajas posicionales. 40.e5 ¦d2+
26. ... ¤b3 41.¢h3 ¦e2
27.£xc4+ £xc4 42.¦a7 a3
28.¦xc4 a5 43.¢g4 a2
29.¥a3 ¤d2 44.¢f5 ¦xh2
30.¦c1 ¦b8 45.¢e6 ¤b6
31.d5 ... 46.g4 ¦c2
Por fin se mueve el centro y es para crear 47.g5 ¤c8
una preocupación con d6. 48.¦a8 ¦c6+
31. ... ¢f7 49.¢f5 ¦c3
Lo atienden, pues si 31...¦b3 32.d6 ¦xa3 50.f4 ¦c2
33.d7 ¦d3 34.¦c8+, etc. 51.g6 ¢f8
32.¦c7+ ¢e8 52.g7+ ¢g8
33.¦e7+ ¢d8 53.e6 ¢h7
34.¦xg7 ¦b3 54.e7 ¤xe7+
35.¥e7+ ¢e8 1-0
36.d6 ¦d3 Abandonan

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