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Proteccion de especiticos derechos de caracter Tundamental. rrimerg; través de la Ley N° 19.759 del 2001, la que, como rasgo general, limi Ja procedencia de esta causal a actos y comportamientos del Ambito de i relacién Inboral, Segundo, por medio de la incorporacién del acoso sexual y del acoso laboral como iilicito, sancionables con el despido diseiping! 3 En todo caso, las citadas conductas requicren ser de carfcter grave y, ademas, estar debidamente comprobades. of 4.2.1. Falta de probidad El contenido que tradicionalmente se le ha otorgado a esta causaeselde falta de honestidad y rectitud en el actuar, conforme al mismo significado que le da la Real Academia de la Lengua’, de 1a doctrina jurisprudencial de la Corte Suprema. La primera plantea que la gravedad debe ser de una “entidad suficien- te” en cuanto es evidente que la falta de probidad “...esta referida a una infracoién que traduzea una falta de integridad y honradez con la entidad suficiente para quebrantar del todo el clima de confianza, cred respeto que se supone debe regir las relaciones en una vinculacién labo- ; por consiguiente no la configura una “...conducta aislada en el Ambito de una relacién de trabajo que se prolongé por més de nueve afios, como lo dejaron asentado los jueces del grado, motivo por el que, entre otras razones, concluyeron que no resulté configurada la causal de falta de probidad indicada’’ La segunda plantea uns posicién que rigida en cuanto basta la mera falta de probidad. Asi Ia Corte Suprema ba sostenido que “... dicha honradez en el actuar exigida al dependiente, la ley laboral la ha establecido sin mayores © Quien la define como sinénimo de honradez. En este sentido, Diccionario de la Real ‘Academia de la Lengua Espafiols, Vigésimo Primera edicién, Tomo Il, Madrid, 1992 %°8.C.8, de 16 de septiembre de 2010, Rol N°3775 de 2010, Considerando Octavo de voto mayoritario. eee er eee ere eee eee dig lugar a la sancién mas arriba mencionada, Por ende, ante la ausencia de tesa rectitud 0 integridad recibe aplicacién la aludida disposicién, sin que sea necesario considerar la concomitancia de otras circunstancias, por no exigitlo ni poder interpretarse de esa manera, sin infringit la norms en examen” 1 En tal sentido, Ia segunda doctrina deja fuera Ia sostenida por varios afios por la misma Corte Suprema, Ia cual planteaba que Te falta de probidad Reba ser de gravedad, es decir, debe revestir cierta magnitud, gravedad 6 significacién que permita ser motivo suficiente para poner término a la relacién Inboral, Asimismo, debe ser debidamente comprobada, acredi- téndose de manera indubitable, de forma que produzea plena conviceién en el sentenciador®®. Se plantean, ademas, olras interrogantes en el contenido de esta causa: Primera, configuracién de esta causa por hechos extrafios a la relacién aboral, Segundo, configuracién de la “competencia desleal” como falta de probidad. {in primer lugar, si bien de acuerdo a Ja norma legat vigente la falta de probidad se plantea en el marco laboral (“en el desempefio de sus funcio- nes”), on el pasado una tesis de La jurisprudencia judicial la mantuvo en dicho dmbito%; sin embargo, también se plantcé la tesis contraria relativa ‘2 ampliar dicha causa « hechos de la vida privada del trabajador®, lo que puede ser considerado, en mi opinién, un directo atentado al derecho de intimidad del tral ‘En segundo lugar, podria considerarse que la competencia desleal estaria comprendida en la causa del N° 2 del art. 160 del CT, pero, como se verd, 91Por todas. $.C.S, de 9 de junio de 2010, Rol N° 482 de 201° sazosucaV.sP.y Rotas P, D. “Causal de despido det artieulo 160 N* 1 del Cédigo del Trax bajo", Memoria de Prueba para optar al Grado de Licenciado en Ciencias Juriicasy Sociales por la Universd de Tale, Talca, diciembre del 2000, p. 4. ss ibid, pA. o4por todas, S.C.A. de Santiago, de 7 de agosto de 1989, En RT: N° 12, dickembre de 1989, p. 67. ‘95Por todas, S.C.A. de Santiago, de 31 de julio de 1995, RG. N* 182, p. 170. a4 para que se configure dicha causa, se requiere que el negocio en euestibn haya sido prohibido en el respective contrato de trabajo. La jurisprudencia judicial en fos tiltimos decenios ha incorporado Ia competencia desleal en esta causa del N° 1 del art. 160, precisamente en la falta de probidad®s; como también ha coneluido un sector de la doctrina laboralista®”, E 4.2.2, Conductas de acoso sexual Como seha sefialado%, la ley laboral define como acoso sexual, “...el que ‘ ‘una persona realice en forma indebida, por cualquier medio, requerimientos de cardcter sexual, no consentidos por quien los recibe y que amenacen o perjudiquen su situacién laboral o sus oportunidades en el empleo”. (art 2, inciso 2°, CT). Al efecto, debe recordarse que esta causa fue incorporada por Ley N° 20.005 de 2005. 1La configuracién del acoso sexual como causa de terminacién del con- trato de trabajo de carécter disciplinaria plantea que ha sido el trabajador el sujeto activo del mismo, en el supuesto de despido indirecto, plantea que ha sido el mismo empleador el sujeto activo o que ante la denuncia el empleador no ha adoptado las medidas a las que esta obligado por ley. Respecto de su configuracién, la jurisprudencia sefiala que “...se debe tener presente, al momento de decidir si se esté o no frente a Ia figura del ‘acoso sexual laboral que traténdose de la conducta de acoso, lo normal es ‘que esta se presente en situaciones donde solo van a interactuar victima y autor del acoso, siendo usual que no habra testigos de esa conducta; motivo por el cual lo relevante entonces es la verosimilitud de la declaraién de la victima, debiendo analizarse esta de acuerdo a varios factores: por ejemplo, que no haya ganancias secundarias, los padecimientos que ha suftido la victima, concordancia de declaraciones, etc”. ‘96Por todas, S.C.S. de 31 de julio de 1990, R.GJ. N° 139, p86. ‘7B este sentido, Tuaven A., W. ¥ Novos F.,P. “Manu Ml, Ed. Juridica de Cl Derecho del Trabajo”, Tome , Coleeci6n Manuales Suridicos, Santiago de Chile, 1998, p. 52. Véase, Capitulo Quinto, Tema, 13, Seceién 3.1.3. PS.C.A, de Santiago de 9 de ju sde 2010, Rol N* 7.488 de 2009, Considerando Séptimo. ‘DeRECHO Det TRawazo sin embargo, en otros casos, la jurisprndencia de la Corte Suprema ho sido extremadamente exigente en Ia configuracion de dicha canst, planteando exigencias que no establece la ley, como ¢8 la gravedad de los, Frechos, en cuanto “revistan de una entidad tal que Heve neceseriamente pen quiebre de la relacién laboral, situacién que debe ser determinada caso a caso™!00, 4.2.3. Vias de hecho Si bien la expresién “vias de hecho” no ha sido definida por el legistador, tajurisprudencia ha seflalado que “recurriendo a su sentido natural y obvio, he de concluirse que se trata de una forma de actuar, de una determinads conducta desplegada por el dependiente y que se concreta en golpes 0 gn alguna actuacién similar”; o como también se ha planteado “oda pendencia, ria o agresin fisica realizada por los trabajadores hacia tos Compafieros de trabajo o empleador!®®, Si bien la causa de terminactén, dle acuerdo con el texto legal actualmente vigente, limita las vias de hecho respecto a los sujetos activos y pasivos de las mismas; esta ya habia sido rectringida por la jurisprudencia judicial. En efecto la jurisprudencia habia Coablevido ya dos requisitos para que esta se configuraral®: En primer ugar, debfarealizarse en el lugar y jomnadas de trabajo o con ocasién de actividades laborales!™, En segundo lugar, dicha accién debia comprometer Ine intoreses del empleador o afectar la buena marcha del establecimien- 10$,CS.de 18 demarzo de 2009, R« pueda configurarse la mencionada caus 1N? 80 2009, quien al efecto establece: “Que para que serequiere que se trate de algunas conduct indebi- aoe carter grave, debidamentecomprobades, do To ual einer par qu se prodzs3 @} “Canine do la relacién laborl no bastan Jas meras suposiciones, sino que el legisla impo fue los actos oacttes respctvas scan verificados y, en cuanto aa grave, revista de ee oad tl que love necesariamente sun quiebre de lelacn bor stuacon ve debe ser determinada caso a caso”. 101s,¢.8. de 24 de noviembre de 2009, Rol N° 6995 de 2009. song st lahan definido Zon V., P.y Rous P, Den base a ajurispradencia jue ‘de Despd del atfulo 160 N° I del Cédigo del Trabajo", ob it. 63). 10 Bn base al estudio ZiRIGa VP. Rosas P,Dy en base aa jurisprodenciaji ge Despido del anticulo 160 N° 1 del Cédigo del Trabajo”, ob cit. p83) je 1995, REM, N° 437, p. 340. (Causal (Causal tol, Ademas, debe cumplir los requisitos de i . le ravedad y estar debi comprobada'®s, . . ‘amen 4.2.4. Injurias La jurisprudencia judicial, en general, habia limitado la procedencig de la injuria como causa de terminacién del contrato de trabajo al estrists Ambito de la relacién de trabajo, por consigniente la reforma del 2001 ng hizo més que acoger esta posicién jurisprudencial, manteniendo el earicte, de ser grave y estar debidamente comprobada. Respecto al contenido de la injuria, la jurisprudencia ha sefialado qui .sin duda, la voz injurias debe entenderse en el contexto de la relacién laboral que unia a las partes, considerando entre los contenidos de esta tltima el denominado ‘ético-juridieo’, dentro del cual ha de ineluirse el respeto mutuo conforme al cual debe desarrollarse un contrato de trabajo, cuya celebracién conduce al intercambio del resultado del trabajo y la remuneracton” 107 O, como también se ha sefialado, las “expresiones que agravian a otro, mediando obras 0 palabras que lo agravian’!8, en algunos casos se le ha identificado con el concepto de injuria como delito. En todo caso, en la configuracién como causa de terminacién del contrato, la jurisprudencia ha incorporado el elemento del contexto en que se ha emitido!, En efecto, necesariamente debe atenderse, de una parte, a los antecedentes del mo- mento en que se emitié, como es una ofuscacién totalmente justificada!!® ¥, de la otra, el lugar de teabajo y faena en que se desempefia. 205En este sentido, S.C.S. de 6 de mayo de 1993, REM. N° 414, p. 306. '06ZoR0a V,, Py Rosas P, D. (“Causal de Despido del aticulo 160 N° | det Cédigo del Trabajo”, ob. cit, p. 87. 161S.C.S, de 28 de enero de 2009, Rol N® 7698 de 2008, Considerando Séptimo, J28Bn este sentido, .C.A. de San Miguel, de 21 de agosto de 1987, RG, N° 7. ‘En base al estudio Zoro V, P.y Rots P, D; "Causal de Despido del articulo 160° 1 el CBdigo del Trabajo, ob. ct, pp. 103-106, Ast, en S.C.S. de 4 de eners1990 (en RT. N°9, de 1990), el informe resp CAA, de Santiago ante el recurso de quefa, plantea que "...se Ve muy disminuida 4.2.8. Conducta inmoral La conducta inmoral debe ser grave, debidamente comprobada y, como agreaé el legislador del 2001, “...que afecte a la empresa donde se desem- pefia”. Con estos elementos se plantean tres interrogantes: Primero, qué debe entenderse por conducta inmoral. Segundo, cules son los limites entte Ambito laboral y émbito privado, Tercero, qué debe entenderse por afeccién a la empresa en que se desempefia el trabajador. Respecto del contenido de Ja conducta inmoral, y al margen del debate sobre el concepto de moral y de la discusién sobre el alcance de dicha causa de terminacién del contrato expuesta por la doctrina laboralista!", podria entenderse como “,.aquellas acciones u omisiones que se opongan a un modo habitual de obrar en un determinado colectivo de personas ¥ que tho actuar se encuentre revestido por una sancién de cardcter social”.1!2 En relacién al limite entre ambito laboral y privado, debe recordarse que en una perspectiva actual la intromisién a la vida privada constituye tuna vulneraci6n del derecho de intimidad, que esta protegido por cl orde- namiento juridico'!3, El problema que ahora se plantea es el del aleance de la “afeccién” a la empresa donde se desempeiia. Esta afeccién podria tener diversos efectos, y alguno de ellos podria incluso vulnerar algin derecho fundamental, como es el de intimidad, Por consiguiente, se debiera objetivar dicha afectacién, como es el de la consecuencia econmica negativa para el empleador, tal como se Je ha definido para determinar la gravedad!, y siempre que no signifique la vulneraci6n de un derecho fundamental. 0 gravedad del hecho imputado al trabajador por cuanto su reacci6n derivé de una extensién Indebida de su jomnatia diaria por parte del empleador, y por ello el despido resulta injustiicado yarbit 1M Alrespecto, véase el est 160 N? 1 del Cédigo del Trabajo", ob. ct, pp. 116-120. 2zoiaca V,, Py Rasas P, Dz Ibid, p. 17. Véase Capitulo 5, Seccién 1. C. sobre vigencia de los derechos fndamentales en a relacién de trabajo, 'ZORIOA V.,P.y Roias By Dj Ibid, p. 129. fio Z%4aA V,P.y Rosas P, D; “Causal de Despido del aticulo a8 Irene Rows May En tal sentido es bastante particular la sentencia de la Corte Suprema de 13 de mayo de 2009 (Rol N° 1355 de 2009), en cuanto cambia los critetiog sefialados y sanciona como conducta inmoral la de un trabajador que ha ctnitido expresiones soeces respecto de dos trabajadoras"!5; en cuanto ~y in rechazar por mi parte lo deleznable de Ia accién- es cuestionable In configuracién de una conducta inmoral, tal como ademis lo habia sostenide la respectiva Corte de Apelaciones. 4.2.6.Conductas de acosa laboral Como se ha sefialado, la ley Jaboral establece como un ilfcito el aco- so laboral definiéndolo como “toda conducta que constituya agresién u hostigamiento reiterados, ejercida por el empleador o por uno 0 més tra- bajadores, en contra de otto u ottos trabajadores, por cualquier medio, y que tenga como resultado para el o los afectados su menoscabo, maltrato © humillacién, o bien que amenace o perjudique su situacién laboral o sus oportunidades en el empleo” (art. 2°, inciso 2%, CT). 4.3. Negociaciones que ejecute el trabajador dentro del giro del negocio “Negociaciones que ejecute el trabajador dentro del giro del negocio que juubieren sido prohibidas por escrito en el respectivo contrato por el emplea- dor” (ast, 160, N° 2, CT). Esta causa de terminacién del contrato plantea dos exigencias que de- ben presentarse conjuntamente, tal como lo ha sostenido 1a jurisprudencia judiciall'®: “...a) que el trabajador realice negociaciones dentro del giro 'SAsi sostiene Ia S.C.S. de 15 de mayo de 2009, en su Considerando Décimo Tercero: ‘efecto, ni lo dectarado por una de las trabajadoras insultadas, cuya abstraccién respecto de Io ‘currido parece mal entendida por los jueces de segunda instancia, asf como tampoco el carder alistado de ta condueta desplegada por el demandante, permiten soslayar~dentro de este proceso ineludiblemente valorativo~ fa indolencia con que aquel decidié mofarse de dos trabajadores del asco, de las que no habia reibido provocacién alguna y el claro énimo de denostarlas que lo movi6 a hacerlo frente a otros empleados y compalieros de trabajo, generando, a wavés do a utilizaci6n de expresiones extremadimente valgares y Soeces una situacién para las mujeres afectadas”, N€Por todas, S.C:S, de 28 de mayo del 2002, en REM; N° 263, p. 183, J Dsnecto bet Traaaso 419 del negocio; y b) que estas negociaciones hubieren sido prohibidas en el respective contrato de trabajo en forma especifica”. De todas maneras se plantean dos problemas. De una parte, cudl es el alcance de “negociaciones que ejecute el trabajador dentro del giro del negocio”, pues tradicionalmente se ha entendido que incluye las activida- des de “competencia desleal”, sin embargo, Ia expresién legal se refiere a “negociaciones”, por lo que el alcance es mayor y asi Io ha entendido la jurisprudencia, siempre que sean actividades realizadas por sf o a través de terceros y que se relacionen directamente con el giro del empleador!™?, De otra parte, es necesario que dichas actividades estén prohibidas por esctito en cl contrato de trabajo; aunque dicho contrato puede ser modifi- cado tacitamente por el comportamiento que tengan las partes, por lo que se entiende climinada dicha prohibi ‘También se ha planteado por la doctrina cientifical”® que dicha exigencia ~que la prohibicién conste por escrito—responde a un error del legisiador en la definicion de esta causa, error que se remonta al texto del Cédigo del Trabajo de 1931. Por lo que el supuesto especifico de competencia desleal debia ser reconducido a otra causa de terminacién del contrato, especifi- camente, falta de probidad!?9, 44, Ausencia injustificada “No concurrencia del trabajador a sus labores sin causa justificada durante dos dias seguidos, dos hmes en el mes 0 un total de ires dias durante igual periodo de tiempo; asimismo, la falta injustificada, o sin aviso previo de parte del trabajador que tuviere a su cargo wia actividad, faena 0 maquina cuyo 4 Por todas, 8.C.S. de 28 de mayo del 2002, en REM; N° 263, pp. 183 y S.C.S. de 9 de abril de 1996, RDy J 1SS.CS. do 9 de abril de 1996, R D.y J enero/abril 1996, p.36. "Tuaver, A., W.y Novos F. P. Manual de Derecho del Trabajo, Tom de Chile, Coleccida Manuales Juridicos, Santiago de Chile, 1998, p. 52. HOASI Ia S.C. de 15 de abril de 2003, Rol N® 3186 de 2002. reconduce el supuesto de ‘competenci desleat al de falta de providad. , Ed. Juridica

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