Mozárabe (del árabe musta 'rab 'arabizado'), referido a una persona o
individuo, sería el cristiano hispánico que vivió en territorio musulmán en el periodo que abarca desde la invasión árabe (711) hasta finales del siglo XI conservando su religión y una cierta autonomía eclesiástica y judicial. Inicialmente puede decirse que lo fueron todos los habitantes de la Península ibérica, pues todos ellos quedaron sometidos al poder musulmán y todos, con excepción de las aljamas judías, profesaban la religión cristiana. Las comunidades de mozárabes mantuvieron para la práctica de sus ritos religiosos algunos de los templos visigodos anteriores a la ocupación musulmana y raramente construyeron otros nuevos, pues, si bien existía una determinada tolerancia religiosa, estaban muy limitadas las autorizaciones para erección de nuevas iglesias. En todo caso, estas se levantaron en el medio rural o en los suburbios urbanos, y siempre de modesta factura.
Arquitectura (Juan y Alfonso)
Los mozárabes andaluces, expertos o no en arquitectura, recordarían plenamente las construcciones que dejaron en la Andalucía musulmana y que influirían en los artífices de las nuevas iglesias, fueran quienes fueran. Este hecho es innegable, ya que muchas de las manifestaciones más singulares y espectaculares de esta arquitectura (aunque se califiquen de "epidérmicas" o "formales") son de tipo islámico califal, como los ajimeces de arcos de herradura cerrados y de intradós y extradós no concéntricos, con resalte de alfiz, o los modillones de lóbulos que soportan los aleros. Un buen ejemplo de esta influencia musulmana y oriental es la enigmática columna-palmera que sostiene las bóvedas de San Baudelio de Berlanga de Soria. Las iglesias "mozárabes" por tradición, presentan una serie de características que imprimen un sello de familia. Aquí aclaramos que no en todas las iglesias de este periodo y denominación se presentan todas, pero sí alguna: Plantas muy variadas pero con tendencia a una disposición espacial muy compartimentada, como en la arquitectura hispano-visigoda. Bóvedas gallonadas y esquifadas, con nervios, de ascendencia árabe. Arco de herradura al estilo islámico, muy cerrada, con peralte de dos tercios del radio. Alfiz enmarcando los arcos. Pilares compuestos y columnas. Capitel corintio con collarino sogueado. Escultura a bisel de motivos geométricos (esvásticas, róleos, etc.) La pintura mozárabe (Javier) Tuvo una evolución muy original y magnífica. Se caracterizaba principalmente por no tener valores espaciales y plásticos. Normalmente las figuras que se representaban estaban colocadas sobre fajas de diferentes colores y ordenados por diferente simbología, esto creaba un gran efecto de profundidad. El dibujo solía ser lineal y muy seguro intentaban no prestar gran importancia a la anatomía pero si solían destacar los ojos creando así una mirada exorbitada. Los colores eran planos y se enlazaban de forma perfecta dentro del dibujo.
Capiteles y Relieves (Adrián)
En algunos edificios románicos se conservan capiteles mozárabes que fueron reutilizados en su momento. Tienen las características propias de las obras califales cordobesas de los tiempos de Al-Hakam II, con hojas lisas casi siempre y caulículos cruzados en medio o rayados como hojas a bisel. En otras raras ocasiones los relieves son figurativos.
El grupo más importante de este tipo de capiteles califales se encuentra en el
monasterio de Ripoll y pertenecieron a una basílica de cinco naves consagrada en 977. Además de la influencia cordobesa existió en Cataluña otro influjo llegado por el mar o a través de los Pirineos.