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AVERIGUACIONES

1. ESTADO DEL INMUEBLE


Lo primero es verificar el estado del inmueble o terreno. Acudir a la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos (Sunarp) y confirmar que la persona que está construyendo tenga el derecho de
vender el departamento. Ver si el promotor aparece como propietario y qué gravamen o compromisos
vigentes (hipotecas, derecho de usufructo e embargos judiciales o administrativos) existen.

“El trámite es muy fácil. Por un pequeño pago puedes hace una búsqueda de propiedad y pedir la ficha
registral del inmueble. Previamente solicitamos una copia de este documento a la inmobiliaria y
corroboramos que sean iguales”, señaló en declaraciones a El Comercio.

2. PATROCINIO DE UN BANCO
Que una promotora cuente con el respaldo del banco, ciertamente nos brinda una mayor confianza. Eso
indica que el proyecto es financiado por una entidad bancaria, que previamente ha hecho también una
evaluación a la empresa.

“Debemos acercarnos al banco y confirmar que la empresa efectivamente trabaja con la entidad y que
los letreros que aparecen en la caseta de ventas son ciertos. Es importante saber que el banco
acostumbra trabajar con esta promotora, que ya han avalado proyectos anteriores y que no se han
registrado problemas”.

3. LICENCIA DE CONSTRUCCIÓN
Las promotoras presentan un anteproyecto a la municipalidad, que luego realiza unas observaciones.
Tras ello se presenta el proyecto final, avalado y certificado por el municipio distrital.

“Una vez aprobado el proyecto con todas las recomendaciones técnicas realizadas por la gerencia de
desarrollo urbano se emite la licencia de construcción. Es necesario que pidamos una copia a la
promotora y luego de ello ir a la municipalidad y confirmar que el documento sea verdadero”.

4. PAGO POR PARTES


Para el abogado, una buena forma de proteger nuestro dinero es entregar adelantos por partes, sobre
todo si se trata de un bien futuro o en planos. Ello nos asegura que si en algún momento se presenta
algún inconveniente o retraso, nuestra pérdida no sea mayor.

Hay que comprender que toda inversión supone un riesgo y está en nosotros hacer que ese rango sea
menor. “Una vez que estamos seguros de comprar una propiedad, separamos el departamento con un
monto mínimo y conforme se vayan realizando los avances, ir pagando la inicial”.

No es recomendable dar toda la inicial o un pago total del departamento. Si no vemos avances es mejor
no continuar con los pagos. “Hay que recordar que hay mucha oferta en el mercado y si el proyecto no
nos da la seguridad que requerimos es mejor buscar otra propiedad”.

Como compradores estamos en total derecho de elegir libremente nuestro departamento, plantear
nuestras condiciones y llegar a un acuerdo con la promotora. Si este no se da en la medida que
esperamos, podemos optar por otra propiedad.

5. ASESORARNOS CON UN EXPERTO


No todos tenemos alma de abogado, ni somos expertos en temas legales. Por ello es recomendables
que algún especialista nos asesore en estos avatares, que le eche un ojo al contrato y aclare las dudas
que podamos tener.

“Es lo recomendable pues muchas veces existen cláusulas que podrían comprometernos o quitarnos
la opción a reclamos ante una eventualidad”.

6. MINUTA
No hay que tenerle miedo a firmar la minuta de compraventa. Si hemos realizado todos los pasos
anteriores, este no supondrá un mayor riesgo. En este punto es necesario que verifiquemos las medidas
del departamento, el estacionamiento y que las áreas comunes estén debidamente detalladas.

“Los montos y plazos de pago a la promotora deben de estar claros. Las condiciones deben ser revisadas
cuidadosamente y la distribución del departamento definida claramente”.

7. ENTREGA Y REVISIÓN
Una vez entregado el departamento es necesario verificar al milímetro que todas las cosas ofrecidas se
hayan cumplido. El abogado indica que las mayores insatisfacciones tienen que ver con los acabados.

“Si la empresa ofrece una determinada marca en la memoria de los acabados, se debe brindar esa
marca. Nosotros estamos en total derecho de exigir el cumplimiento de estas cosas”.

8. INDEPENDIZACIÓN
La promotora está comprometida a realizar la Declaratoria de Fábrica, Reglamento Interno de Propiedad
horizontal e Independización de cada una de las unidades inmobiliarias que conforman el edificio, una
vez que se haya terminado con su construcción, así como también a la suscripción de la respectiva
escritura pública de compraventa.

La obligación de saneamiento legal de la promotora llega hasta la independización del inmueble y el


levantamiento de la hipoteca (si la hubiera). La inscripción de la propiedad a nombre del cliente, correrá
por cuenta del comprador.

Como vemos, adquirir una propiedad es sin duda una de las mejores inversiones que una persona puede
hacer. Ello implica en muchos algunos casos un endeudamiento a futuro. Por ello, cualquier medida de
seguridad y verificación que puedas tomar nunca estará de más.

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