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CANCER DE MAMA

Héctor Ramos Barahona


INTRODUCCIÓN:
El cáncer de mama es considerada una enfermedad de las mujeres, aunque puede
afectar a los hombres, con resultados igualmente letales.
Siendo un órgano doble, aumenta la exposición a la enfermedad, y por ser un apéndice
de la piel, es fácilmente accesible a la inspección y la palpación.
Su desarrollo representa un proceso de múltiples etapas, probablemente afectada cada
una de ellas por numerosos factores.
“El desafío de la epidemiología, consiste en identificar las causas de esta enfermedad,
que pareciera estar íntimamente ligado al desarrollo del nivel medio de vida. En esta
tan apasionante especialidad, los epidemiólogos, han respondido a dicho desafío con
una vastísima literatura científica, que unidos a los estudios de etiología, respuestas de
los diferentes tratamientos y resultados, proporcionan un utilísimo instrumento para
encarar el verdadero motivo de estos estudios: la prevención del cáncer de mama.”
Una de cada ocho españolas será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida.
Este tumor es la primera causa de muerte por cáncer y el tipo de cáncer más frecuente
entre las mujeres en España. Cada año se diagnostican más de 26.000 casos, 11.000 más
que hace diez años.
El estudio de la patología mamaria, requiere fundamentalmente de la formación de un
equipo de numerosos profesionales de diferentes disciplinas: ginecólogos, cirujanos,
radiólogos, ecografistas, anatomopatólogos, oncólogos y radioterapeutas.
“ Según la AECC, anualmente se detectan cerca de 25.000 nuevos casos de cáncer de
mama solo en España. Es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres
occidentales, y se estima que 1 de cada 8 de estas lo padecerán a lo largo de su vida.”

¿Qué es el cáncer de mama?


El cáncer de mama es el tumor maligno más conocido y uno de los más frecuentes.
Cada año en España, mueren en España miles de mujeres que son diagnosticadas con
este tumor conocido por los especialistas como “carcinoma de mama”, ya que se
desarrolla a partir de un tejido de origen epitelial. Está formado por un grupo de células
cancerígenas o malignas que se multiplican sin control y pueden extenderse a otros
órganos o tejidos vecinos o situados en zonas distantes del cuerpo. Normalmente, los
tumores que se originan en la mama suelen aparecer en forma de lesiones más o menos
bien definidas, lo que favorece su control local mediante cirugía.
Los dos tipos más comunes son el carcinoma ductal y el carcinoma lobulillar.
El carcinoma ductal es el más habitual (70-80%), mientras que el carcinoma lobulillar
representa entre el 5% y el 7% de los casos.
Ambos tipos de tumores se originan en el tejido glandular de la mama, que está formado
por los lobulillos y los conductos encargados de producir la leche y transportarla hasta
el pezón durante la lactancia materna.
Existen varios subtipos de cáncer de mama en función de sus similitudes o
determinados genes.
SUBTIPOS: En función del análisis molecular incluyen :

Con
Características del Luminal Luminal sobreexpresión Triple
tumor A B de HER2 Negativo
Receptores de
estrógenos y/o de Generalmente,
progesterona Positivos Positivos negativos Negativos
Positiva o Fuertemente
Expresión de HER2 Negativa negativa positiva Negativa
Índice de
proliferación Ki67 Bajo Alto Alto Alto

Factores de riesgo de cáncer de mama


Hay factores que aumentan las probabilidades de que una persona tenga un cáncer de
mama. La influencia de algunos factores está relacionada con las hormonas femeninas
(estrógenos y/o progesterona), sólo alrededor de un 1% se diagnostican en hombres.
– Edad. El riesgo de desarrollar un cáncer de mama aumenta con la edad, entre los 45 y
los 65 años se diagnostica un mayor número de casos nuevos.
– Antecedentes familiares de cáncer de mama. Las personas con un pariente de primer
grado que ha sido diagnosticado de cáncer de mama tienen más probabilidad de
desarrollar la enfermedad.
– Antecedentes personales de enfermedad mamaria benigna. La hiperplasia atípica de
la mama es una alteración que condiciona un mayor riesgo.
– Antecedentes personales de cáncer de mama, ovario o endometrio.
– Predisposición genética. Las alteraciones (mutaciones) de determinados genes
aumentan el riesgo. Entre estos genes podemos destacar BRCA1 y BRCA2, que se
asocian a la presencia de cáncer de mama y/u ovario.
– Exposición a radiaciones ionizantes, especialmente durante la infancia.
– Área geográfica. En países más desarrollados hay más casos de cáncer de mama en
comparación con los países menos desarrollados.
– Menarquia (inicio de la menstruación) temprana, antes de los 12 años.
– Menopausia tardía, después de los 55 años.
– Nuliparidad (no tener hijos) o tenerlos a mayor edad (después de los 35 años).
– Tratamiento hormonal sustitutivo para paliar los síntomas debidos a la menopausia.
La influencia de estos factores varía de unas personas a otras. lo que indica que no todas
las personas con estas características vayan a desarrollar un cáncer de mama .
Se puede reducir el riesgo de padecerlo si seguimos una serie de consejos como
practicar ejercicio físico de forma regular, llevar una dieta sana y equilibrada, evitar la
obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, etc.

Síntomas del cáncer de mama


Hay distintos tipos de síntomas que pueden aparecer la presencia de un cáncer de mama,
pero hay que tener en cuenta que pueden estar relacionados con otras enfermedades.
Siempre se debe acudir al médico para que se hagan las pruebas necesarias y se llegue a
un diagnóstico adecuado.
Los síntomas que aparecen más frecuentemente cuando se diagnostica un cáncer de
mama pueden incluir alguno de los siguientes:

SIGNOS Y SÍNTOMAS:
Bultos o nódulos de reciente aparición, que se palpan como una zona engrosada en la
mama, y que pueden ser o no dolorosos al palparlos.
Cambios en la piel de la mama como la aparición de ulceraciones, hoyuelos (retracción
de la piel), cambios de color, rugosidades, enrojecimiento o lo que se denomina “piel de
naranja”
Cambios en la forma o en el tamaño de alguna de las mamas, o silueta irregular.
Cambios en el pezón hacia dentro de la mama, apareciendo como hundido, o una úlcera
que tarda en cicatrizar o la aparición de secreción a través del pezón .
Bulto o nódulo que se palpa en alguna de las axilas.
Fijación del tejido de la mama al tórax, con disminución de la movilidad de la mama al
levantar el brazo del mismo lado.
Existen otros síntomas como pueden ser el cansancio o el dolor óseo localizado que,
generalmente, aparecen en las fases más avanzadas de la enfermedad, debido a la
presencia de metástasis en otros órganos distantes a la mama.

Pruebas diagnosticas;
Análisis de sangre y de orina: Dan información general del funcionamento del cuerpo y
de la presencia de marcadores tumorales: sustancias que a menudo se encuentran de
manera normal en el cuerpo, pero que cuando aparecen en una determinada proporción
pueden estar indicando que hay un tumor.
Ecografía: Es una prueba indolora, no invasiva, que permite ver el tamaño y la
localización del tumor.
Resonancia magnética nuclear (RMN): La prueba consiste en inyectar un contraste que
permite ver mejor las zonas a observar, y tumbarse en una cama que pasa por un tubo en
el que se proyecta un campo magnético. El médico ve qué partes del cuerpo presentan
anomalías. La prueba no utiliza radiación, y no resulta dolorosa, pero puede provocar
molestias (claustrofobia).
Biopsia: Si se confirma la presencia del tumor se hace una biopsia, con la que se obtiene
una muestra de células tumorales para establecer de qué tipo se trata.

Ensayos clínicos
¿Qué es un ensayo clínico?
Es una investigación que se lleva a cabo en humanos, personas sanas o enfermas, que
permite tener más información sobre cómo reacciona el cuerpo ante determinadas
enfermedades y los tratamientos, como por ejemplo, conocer el efecto de un nuevo
fármaco o combinaciones de varios fármacos sobre la evolución de una enfermedad.
Los ensayos clínicos son diseñados por investigadores (médicos y/u otros profesionales
sanitarios) expertos en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con una enfermedad
concreta, y son sometidos a la evaluación y aprobación de las autoridades sanitarias ,en
nuestro país, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) .
Los ensayos y otros estudios de investigación clínica se rigen siguiendo unas normas
éticas y legales.
El protocolo describe lo que se va a hacer en el estudio, cómo y cada cuánto tiempo se
va a hacer. También se explican los requisitos que deben tener los participantes del
estudio.
La seguridad (efectos secundarios) de las personas que participan siempre prevalecen. Y
la libertad de abandonarlo cuando quieran, sin que esto condicione su asistencia médica
posterior.
Previamente a ser estudiado en humanos, el fármaco ha sido experimentado en cultivos
celulares y en animales, donde se tienen los primeros datos de su seguridad
(toxicología) y eficacia, es lo que se denomina fase preclínica.
Luego el fármaco pasa a la fase clínica donde se prueba en voluntarios sanos y en
pacientes.
¿Por qué son importantes los ensayos clínicos?
Gracias a la participación de los pacientes en los ensayos clínicos se avanza en la
investigación de nuevas terapias .
Las personas que participan en un ensayo clínico, pueden estar beneficiándose de un
nuevo tratamiento y también están ayudando a que otros pacientes puedan hacerlo en
un futuro.
Pero la participación en un ensayo clínico puede llevar ciertos riesgos, ya que se puede
estar investigando un tratamiento del que aún desconocemos determinada información.

¿Cómo se puede prevenir el cáncer de mama?


EJERCICIO FÍSICO
DIETA

Diversos estudios han demostrado una reducción de la incidencia del cáncer de mama
de entre el 20 y el 40% en mujeres que hacían ejercicio de forma regular. Además, la
actividad física realizada regularmente contribuye a mantener un peso adecuado y
aporta múltiples efectos positivos.
Una vida con actividad física puede proteger frente a diferentes tipos de cáncer,
independientemente de la edad a la que se inicie el ejercicio físico.
Es importante señalar que los beneficios de ejercicio físico tiene mas eficacia cuando se
realizan de forma habitual y a medio-largo plazo.
Son muchos los beneficios del ejercicio físico, tanto si se tienen enfermedades crónicas
como si no. Pero además del ejercicio físico en cáncer ayuda a reducir la fatiga y
mantener la movilidad, facilita el descanso, tonifica los músculos, fortalece los huesos,
amortigua los efectos del estrés sobre la salud y contribuye a mejorar el estado de
ánimo.
Es un tratamiento eficaz para mejorar la calidad de vida en los que padecen
enfermedades como el cáncer.

“ El ejercicio físico aporta numerosos beneficios a las pacientes con cáncer de mama,
como el aumento de la supervivencia, la reducción del riesgo de recaída y el control del
peso, tal y como ha afirmado Laura García, responsable de la Unidad de Mama del
Centro Integral Oncológico Clara Campal HM (CIOCC).”
«el ejercicio físico estimula y potencia el sistema inmune, reduciendo la inflamación y
potenciando el sistema cardiovascular. Desde el punto de vista psíquico y relacionado
con muchos factores, como la liberación de endorfinas, el deporte produce sensación
de bienestar».
También ayuda a evitar el sobrepeso, lo que favorece la salud en general. El exceso de
peso genera estrógenos, unas hormonas que pueden servir de «alimento» al tumor en
algunos casos”,

El ejercicio físico en cáncer también es útil para frenar los problemas de movilidad. A
veces el tratamiento puede deteriorar las articulaciones, o la cirugía por cáncer de mama
puede afectar la movilidad del brazo de la banda que se ha intervenido. Mover las
extremidades hasta donde se pueda ayuda a mantener, al menos parcialmente, la
movilidad.
Psicológicamente las ventajas también son notables: Ante el cambio en la autoimagen y
el autoconcepto, el ejercicio físico en cáncer ayuda a mejorar la autoestima. Nos
demuestra a nosotros mismos que podemos seguir manteniendo una vida activa.
También mejora el estado de ánimo: la actividad física provoca la liberación de
endorfinas, que nos hacen estar mejor. Incluso en momentos de sentirnos abatidos, un
ejercicio mínimo como levantarse y caminar un poco por casa nos ayudará a aumentar
el bienestar.
Socialmente el ejercicio físico en cáncer es una manera de romper el aislamiento. Nos
da la oportunidad de compartir un rato con otras personas. Mientras hacemos una
actividad saludable para todos, hablamos de lo que nos preocupa o nos distraemos de las
problemáticas diarias.

Seguir una alimentación basada en la Dieta Mediterránea puede reducir un 30% el


riesgo de padecer cáncer de mama, según un estudio realizado por el Grupo Español de
Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) en colaboración con el Instituto de Salud
Carlos III.
Verduras, frutas, legumbres, pescado y aceite de oliva son los pilares de esta dieta y
todos ellos contribuyen a alejar el cáncer. Pero las investigaciones han demostrado que,
de estos alimentos, algunos destacan más por sus propiedades antitumorales frente al
cáncer de mama.

LOS ALIMENTOS PARA PREVENIR EL CÁNCER DE MAMA

Estos son los ingredientes y alimentos que se deben incorporar a una dieta para hacer
que baje la probabilidad de generar tumores en el pecho:

1. Aceite de oliva

La Universidad de Navarra y el CIBERobn realizaron una investigación entre más de


4.000 mujeres durante casi 5 años para estudiar los efectos de la Dieta Mediterránea
enriquecida con 4 cucharadas soperas al día de aceite de oliva virgen extra. Los
investigadores llegaron a la conclusión de que por cada 5% de caloriá s procedentes de
este tipo de aceite se reducía un 28% el riesgo de cáncer de mama.

El aceite de oliva es muy sano, pero también altamente calórico

Para beneficiarte de estos efectos antitumorales debe ser aceite de oliva virgen, ya que si
está refinado pierde los fenoles, unos compuestos que se consideran potentes
antioxidantes. Eso sí, debido a su aporte calórico, no conviene que superes esas cuatro
cucharadas diarias que mencionábamos.

2. Brócoli

Es rico en sulforafano que acelera la eliminación de sustancias tóxicas del organismo y


hace que las células cancerosas se “suiciden”. Además, el brócoli contiene otros
componentes que pueden detener el proceso de proliferación celular en las etapas
iniciales del cáncer de mama. Consumir 5 o más raciones a la semana puede reducir a la
mitad el riesgo de este tipo de tumor.

3. Cúrcuma

Esta especia, componente imprescindible del curry, tiene una poderosa acción
antiinflamatoria, lo que ayuda a prevenir el cáncer. Y es que los procesos inflamatorios
favorecen que las células malignas proliferen. Además, gracias a los curcuminoides que
contiene, es antitrombótica (fluidifica la sangre y evita la formación de trombos) y
antioxidante.

Diversos estudios han demostrado las propiedades anticancerígenas de la curcumina,


que además se multiplican al tomarla mezclada con pimienta, otro ingrediente habitual
del curry.

4. Frutos secos

Aportan, entre otras sustancias , ácido fólico y vitamina B6. Y según un estudio
publicado en el "Journal of the National Cancer Institute", una dieta rica en estos
nutrientes reduce las probabilidades de desarrollar cáncer de mama, sobre todo después
de la menopausia.

Los frutos secos ayudan a prevenir el cáncer de mama

En el caso concreto de las nueces, tomar un puñado (25 g) al día podría reducir
significativamente la tasa de incidencia del cáncer de mama. Se ha demostrado que su
alto contenido en ácidos grasos omega 3, antioxidantes y fitoesteroles puede ralentizar
el crecimiento del cáncer.

5. Granada

Es muy rica en antioxidantes, que protegen a las células del daño de los radicales libres.
Y, como los frutos rojos, también posee ácido elágico, ayudan a impedir que las células
tumorales se multipliquen,

Se puede preparar un zumo con el exprimidor, o pasar los granos por la batidora
añadiendo el zumo después.

6. Legumbres

Aportan mucha fibra, y el consumo de legumbres tiene importantes beneficios para el


organismo.

Su consumo reduce la absorción intestinal de la glucosa y evita los picos de azúcar en


sangre. Y esto es muy importante para prevenir el cáncer de mama, ya que cuando sube
el nivel de glucosa en sangre se produce más insulina. La insulina estimula directamente
el ovario, haciendo que fabrique más estrógenos, y se sabe que un nivel de estrógenos
elevado aumenta el riesgo de cáncer de mama.

Un estudio de la Universidad de Harvard (EE. UU.) demuestra que una dieta rica en
fibra, sobre todo desde la juventud, previene este tumor. Se calcula que por cada 10 g de
fibra consumidos al día reduces un 7% el riesgo de cáncer de mama. Es decir, que si
tomas la cantidad diaria recomendada de fibra, 30-40 g, las probabilidades son un 21-
28% más bajas.

7. Manzana
Según el Instituto Mario Negri de Milán (Italia), comer una manzana al día reduce un
18% la probabilidad de desarrollar cáncer de mama gracias a sus polifenoles. La
manzana roja es la más rica en estas sustancias y se recomienda lavarla bien y comerla
con piel, ya que es donde se concentran la mayor parte de los polifenoles.

8. Yogur

Los yogures y otras leches fermentadas son alimentos ricos en probióticos, que activan
el sistema inmunitario y ejercen un efecto protector al evitar la proliferación de células
tumorales. Además, aportan vitamina D, cuyo déficit se ha demostrado que aumenta el
riesgo de varios tipos de cáncer, entre ellos el de mama. Tómalo mejor desnatado.

El deporte combinado con una dieta equilibrada …” nuestra dieta mediterránea”


Es perfecta!!

webs :
https://www.aecc.es
http://www.gepac.es
http://www.gepac.es/
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/44441/1/9789243599977_spa.pdf
https://www.geicam.org/cancer-de-mama/el-cancer-de-mama-se-puede-prevenir/que-es-el-
cancer-de-mama

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