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UNIVERSIDA CATÓLICA DE

HONDURAS

HISTORIA DE LA MEDICINA

APORTES A LA MEDICINA DE LA
CULTURA EGIPCIA

CHRISTIAN SADIK ROMERO MEJIA

Asesor
Doctor Narcos Naira
Profesor de la facultad de medicina

(UNICAH)

SECCION

1101

18 DE OCTUBRE DE 2018
UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS
INTRODUCCION
Es característica común de todas las civilizaciones el intentar paliar en la medida de lo
posible la enfermedad. Como consecuencia del deseo de alcanzar el estado de salud y de
bienestar suelen aparecer diversas corrientes: la médica o científica y la esotérica o
mística.

En la cultura egipcia, ambas estuvieron muy


presentes y ha de destacarse esta última como la
más usual. La medicina en sí, estuvo muy basada
en el misticismo, la magia y la religión. Los
estudios se impartían en la llamada “Casa de la
Vida” (per-anj). Los conocimientos podían
provenir de diversas fuentes de observación como
la matanza de los animales (realizada en presencia
de médicos y sacerdotes), las heridas y
enfermedades tanto ante como postmortem, y
evidentemente, la práctica del embalsamamiento.

Éste último proporcionaba información


anatómica muy útil, principalmente de las
cavidades torácico-abdominal y encefálica.
Además, la observación de los distintos estados de un mismo órgano: el enfermo y el
sano, hubiera llevado a los médicos a poder diagnosticar la enfermedad en otros casos,
información que sólo podían obtener de un cadáver que hubiera sido abierto. Como no
practicaban autopsias la evisceración en el embalsamamiento era el único método para
obtener esos datos y sitúa a los egipcios como los mejores anatomistas de la historia
antigua. De hecho, la primera referencia a un libro médico nos la relata Manetón.

Se trata de un tratado de anatomía atribuido a Athotis (Dyer), faraón de la I Dinastía. Otra


“enciclopedia” atribuida al dios Tot se encuentra también entre los supuestos libros más
antiguos.
Constaría de 42 columnas sobre anatomía, enfermedades y remedios para paliarlas.
Aunque no se haya encontrado se piensa que los papiros médicos podrían estar basados
en susodicha enciclopedia y se ve como la mayor fuente de información sobre las
prácticas médicas, sin lugar a dudas, que ha llegado a nuestras manos.
(http://www.egiptomania.com/ciencia/medicina.htm)

1
Contenido
INTRODUCCION ................................................................................................................................1
Objetivos ...............................................................................................................................................3
Objetivos específicos ........................................................................................................................3
MEDICINA EGIPCIA ..........................................................................................................................4
LAS ENFERMEDADES ..................................................................................................................4
Huesos y dientes ...............................................................................................................................5
Los tratamientos: magia y experiencia..............................................................................................5
Últimas aportaciones.........................................................................................................................5
PRINCIPALES PAPIROS MEDICOS .................................................................................................6
LOS TEXTOS Y LOS CONOCIMIENTOS MÉDICOS EGIPCIOS ..................................................6
EL MÉDICO Y EL PACIENTE EN LA MEDICINA EGIPCIA .........................................................8
LA FARMACOPEA EGIPCIA ............................................................................................................9
El Papiro Edwin Smith........................................................................................................................10
El Papiro Ebers ...................................................................................................................................10
La paleopatología rescata las enfermedades infecciosas.....................................................................11
Imhotep, más arquitecto que médico ..................................................................................................12
Conclusiones .......................................................................................................................................13
Bibliografía ................................................................................................................................14

2
Objetivos

1. Conocer sobre los estudios que realizaba los egipcios durante esa época y como
trataban las enfermedades en donde cual era con carácter mágico-religioso.

2. Saber el conocimiento sobre los procesos quirúrgicos de los médicos egipcios, así
como también el estudio anatómico del cuerpo humano.

3. Conocer el trato medico paciente y cuáles eran los tipos de diagnóstico que los
médicos egipcios brindaban sus pacientes cuando ellas padecían de una patología
anormal.

4. Conocer los tipos de médicos que realizaban procedimientos quirúrgicos o que


trataban las patologías de las personas y cuáles eran los instrumentos que ellos
utilizaban para diagnosticar o tratar enfermedades.

Objetivos específicos

 Dar a conocer las aportaciones médicas que surgieron en el imperio egipcio y


como ellos nos dejaron sus aportaciones para así poder conocerlas.

 Conocer sobre el medico famoso Imhotep y cuáles fueron sus aportaciones en la


medicina y porque lo consideraban Dios.

 Tratar los papiros de Edwin Smith, así como también el papiro dejado por Ebers;
tener el conocimiento en que se centraron en el estudio de la medicina, y como
ayudaron a la población con el tratamiento que ellos implantaban a sus pacientes.

3
MEDICINA EGIPCIA
La civiliciación egipcia fue una de las más
avanzadas de su tiempo. Tuvo una duración
muy larga y nos han dejado una cantidad de
restos que nos permiten hacernos una idea
aproximada de hasta donde llego.

El estudio de la cultura en esta medicina


comprende como mínimo un periodo de tres
milenios. A pesar de tratarse de un periodo
prolongado podemos ver en él una cierta
unidad, principalmente tres factores.

El primero es que existe de hecho una gran


información bastante reducida, que se limita por lo general a grandes aspectos. El segundo
es la gran distancia entre el tiempo, que contribuye a uniformar el enfoque. Finalmente,
el hecho más importante es que, a pesar de todo, los cambios que suceden en tres milenios,
en una franja geográfica pequeña.

Así pues, el periodo que va desde la primera dinastía histórica hasta la conquista de Egipto
por los romanos permite que un enfoque hasta cierto punto unitario. Algunos aspectos
son visibles y su conocimiento ha tenido mayor difusión, así desde las técnicas de
conservación de cadáveres al análisis de los papiros.

LAS ENFERMEDADES

La información que nos ha llegado de las enfermedades en el antiguo Egipto es


relativamente abundante, aunque incompleta para darnos una idea cabal de patología de
hace entre dos y cinco milenios. Hay más detalles que visión sistemática. La
extraordinaria conservación de algunas momias ha permitido, en los últimos tiempos,
hacer diagnósticos retrospectivos de gran precisión, pero una gran parte de los datos se
han perdido. Quizás pueda extrañarnos la gran incidencia de afecciones parasitarias. La
bilharziasis o equistosomias, que todavía es una plaga en nuestro siglo. Se halla
abundantemente representada en los restos de muchos cadáveres.

Entre las enfermedades infecciosas que han


dejado una huella clara destacada es la
tuberculosis. En algún lugar la alta presencia de
estas lesiones en los cadáveres que se han
conservado llevo incluso a pesar que se trataría
de enterramientos de un sanatorio.

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Huesos y dientes

También las lesiones óseas y articulares tienen una presencia importante, y comprende
desde la artritis de la cadera o columnas a quistes óseos, anomalías de la pelvis y patología
dental más frecuente en periodos medios o tardíos que no en los restos más antiguos. La
introducción reciente de técnicas de identificación de ADN sobre un camino que permitirá
un mejor conocimiento de muchos aspectos de la biología y patología de la vieja
población de Nilota. En las representaciones graficas han quedado como clásica la imagen
de una atrofia de una extremidad inferior, probablemente por poliomielitis, o de diversos
casos de músicos ciegos. A su vez son muy conocidos algunos episodios tóxicos, desde
la picadura de un escorpio hasta la mordedura de una serpiente.

Es bastante clara la idea que concede al factor religioso, la concepción teúrgica de la


enfermedad como castigo. Esta es una constante de casi todos los tiempos. Pero
encontramos el intento de explicaciones naturales de sus mecanismos. De un lado
tenemos la importancia que se atribuye a hechos concretos como son los gusanos y
parásitos. De otro se valora el papel de la respiración como la vida. A su vez es
considerado el corazón es considerado como el centro de la circulación. Esta idea llevará
a la importancia de los líquidos orgánicos, los humores, que más tarde influirá en la
concepción griega de la enfermedad.

Los tratamientos: magia y experiencia


Sobre los tratamientos, el modo como intentaba curar las
enfermedades, ya sabemos bastante comparativamente
más que sobre otros aspectos. Algunas sustancias tenían
una eficacia real, entre otras, la eficacia era más dudosa.
Conocemos el nombre de más de setecientos productos
utilizados, algunos los cuales han llegado a nuestro
tiempo. Loas laxantes contribuyen a un grupo de gran
importancia, porque el estreñimiento era un padecimiento
frecuente.

Últimas aportaciones
Es la llamada escuela Alejandría. De hecho, tiene de
egipcia sobre toda la localización. Sus figuras más notables fueron Herofilo y Erasistrato,
aunque no nacieron en Egipto desarrollaron aquí sus aportes científicos. Herofilo
coincidió floreciendo con el breve reinado de Alejandro. Realizo aportaciones muy
notables en el conocimiento anatomía y funcional, sobre todo el cerebro. Se ha dicho que
fue el primero, recogiendo tradiciones antiguas, que conto el pulso. Erasistrato se cree
que escribió hasta 66 libros que tratan de la respiración humana.

(http://egiptologia.com/la-medicina-egipcia/)

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PRINCIPALES PAPIROS MEDICOS
La mayor parte de los conocimientos que se tienen de la medicina egipcia se han obtenido
de papiros, en particular de dos: del de Edwin Smith y del de Ebers. El primero es de algo
más de 4,5 metros de largo, el segundo tiene un poco más de 20 metros. Ambos fueron
escritos hacia el 1600, al final del II Período Intermedio o durante la XVIII dinastía, el de
Ebers algo después que el de Smith, y probablemente proceden de una misma tumba en
Tebas.

El papiro de Edwin Smith, nombre de su


primer propietario, está incompleto. Su
primera traducción, hecha por Breadsted, es de
1930. El papiro consta en su mayor parte del
Libro sobre las heridas. El papiro de Ebers es
un texto completo. Su primera traducción,
hecha por Joachim, es de 1890. Se trata de un
compendio de medicina.

(http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/historia_de_la_medicina.pdf)

LOS TEXTOS Y LOS CONOCIMIENTOS


MÉDICOS EGIPCIOS
Los textos médicos que se conocen, están escritos con caracteres hieráticos en rollos de
papiro. Destacan los de Edwin Smith y Ebers procedentes del siglo XVII a.C., que son
copias o recopilaciones de textos redactados en la época de las pirámides. Los más
antiguos (2 milenios a.C.) son los papiros Kahum A y B, procedentes de Fayum, que están
incompletos; el primero tiene 34 secciones, y trata de enfermedades ginecológicas,
métodos de control de fertilidad y pronóstico del sexo del niño por nacer; el segundo tiene
nociones de veterinaria.
En el Papiro Rammesseum descubierto en 1896, el fragmento IV es ginecológico y el V
trata sobre la artritis. El Papiro de Carlsberg Nro. 8 se refiere a enfermedades oculares y
obstétricas. El Papiro Chester-Beatty VI, actualmente en el Museo Británico, del Imperio
Medio, es un tratado de proctología. El Papiro de Turín, también del Imperio Medio, habla
de mordeduras de serpientes y enfermedades de los ojos.
Dice Herodoto de Halicarnaso: "En Egipto, la medicina, como los oráculos, está
especializada. Hay un médico para cada enfermedad y no existe la medicina general. En
todas partes hay un gran número de médicos: unos se ofrecen como médicos para la vista,
otros para la cabeza, otros para los dientes, otros para el vientre, otros para las
enfermedades internas".
En la etiología de las enfermedades, el movimiento de los líquidos orgánicos, era
importante. Se refiere a que se hacía a través de una red o sistema de vasos que partían
del corazón.

6
La alteración de tal flujo era la causa de fiebres y trastornos del pulso. Por las venas,
circulaba la sangre, pero también aire y agua; y en su interior, tendones y nervios. En el
corazón situaban el entendimiento y la inteligencia y era el único órgano que regresaba al
cuerpo después de la momificación, pues los otros se depositaban en los vasos canópicos.
Describieron más de veinte enfermedades del aparato digestivo (Papiro de Ebers):
"…Instrucciones para uno que tiene mal el estómago: cuando visites a un hombre que
tiene una oclusión en el estómago, demasiado grave para tomar un pan, su vientre está
contraído y su corazón es demasiado débil para marchar con regularidad, debes observarlo
tendido, y si encuentras su vientre caliente, mientras haya una obstrucción en su
estómago, entonces dirás: es una afección del hígado, entonces harás un remedio de
hierbas, como hace el médico: planta paserit, nuez de dátil, serán mezcladas y
humedecidas en agua, y el hombre las beberá durante cuatro mañanas, de manera que
vacíe su vientre.
Después de hacer esto, si tu encuentras que los dos canales de su vientre, la mitad derecha
está caliente y la mitad izquierda está fría, entonces a propósito dirás: esto significa
que…" "…Después tú debes examinarlo otra vez, y si encuentras que todo su vientre está
frío, dirás: su hígado se ha abierto…él ha admitido el remedio…"

La traumatología alcanzó notable desarrollo debido a las construcciones faraónicas.


Sabían tratar luxaciones y fracturas en los accidentados, y disponían de instrucciones
precisas para su atención. Los huesos fracturados se entablillaban, las heridas se curaban
con miel y hierbas astringentes, y luego se vendaban.
Para una luxación de mandíbula se impartían indicaciones exactas de cómo y dónde
colocar las manos para su reducción. Para las luxaciones de clavícula y omóplato
recomendaban colocar al paciente en posición supina y abrirle los brazos a fin de tirar los
omóplatos hasta que la parte dislocada encaje por sí misma en su ubicación correcta.
Muchas de las prescripciones, como la corrección de las luxaciones, sorprenden por su
extraordinario acierto, lo que evidencia el grado de conocimientos anatómicos y
funcionales alcanzado.
El embalsamamiento de cadáveres realizado en la preparación de las momias
probablemente permitió el conocimiento de la anatomía, no obstante que era una
ceremonia religiosa celebrada por personas cercanas al dios.
Poseían instrumental quirúrgico y realizaban intervenciones. A diferencia de otros
pueblos de esa época practicaban delicadas operaciones exitosas, como se ha comprobado
en muchas momias.
Cuando debían operar a algún poderoso con peligro de su salud o su vida, primero
practicaban en miserables hasta tener la habilidad suficiente. A los enfermos de más
categoría se les anestesiaba.
"Para calmar la sangre se calientan los cuchillos previamente y de los cortes de las venas
debe tener cuidado el médico".
La práctica más corriente contra las hemorragias era el uso del cauterio, procedimiento
doloroso y primitivo, pero bastante eficaz. Los instrumentos metálicos se desinfectaban
al fuego y se limpiaban cuidadosamente en una tela hervida en agua de sosa.

7
EL MÉDICO Y EL PACIENTE EN LA
MEDICINA EGIPCIA
Ante los ojos del pueblo, el médico era ante todo un maestro en el arte de curar, que podía
curarlo todo, incluso los males de amor. "El médico atenderá en la casa del paciente,
presentándose con el ceremonial correspondiente". Iniciaba el acto médico con una
recolección de datos, interrogaba al enfermo sobre sus dolencias y sus síntomas.
Observaba detalladamente la piel, los ojos, el sudor, la respiración, etc. Realizaba también
unas maniobras, como girar el cuello o las extremidades, o efectuaba una palpación.
Establecía así un diagnóstico e indicaba el correspondiente tratamiento con instrucciones
precisas. Según los síntomas, el pronóstico era: leve, reservado o grave. El médico debía
determinar:

- "Enfermedad que puedo tratar".


- "Padecimiento que quiero combatir".
- "Desgracia que escapa a mis conocimientos y experiencias".
Después de formular el diagnóstico y prescribir el tratamiento, ante la desconfianza en la
eficacia de sus recetas, y en casos de duda, suele concluir con la desalentadora fórmula:
"o sana o muere…". Después de pronunciar algunos ensalmos al usar determinados
productos, el enfermo grita: "¡Yo soy aquel a quien Dios quiere mantener con vida…!".

En los casos en que la dolencia no podía ser tratada, se colocaba al enfermo lo más cercano
posible y se dejaba su curación en manos de "La Suprema Guaritrix…". Se permitía que
los enfermos más pobres, con enfermedades tenidas por incurables, fueran abandonados
en el desierto sin que interviniera la ley que lo prohibía. Allí dejaban sus dolencias para
siempre, por cuanto la muerte llegaba pronto más piadosa que terrible.

Suponían que la enfermedad casi siempre era resultado de potencias hostiles al hombre:
traumatismos, alimentación, clima, animales (gusanos, insectos, serpientes, etc.),
potencias ocultas y no reducibles a un examen objetivo ("castigo de los dioses", "acciones
malévolas de los enemigos", "venganza de los difuntos" etc.). Ante este planteamiento
era necesario recurrir a poderes no racionales. La medicina y la magia estaban muy
relacionadas.

8
LA FARMACOPEA EGIPCIA
La Farmacopea nos lleva a las preparaciones de laboratorio, penetrando en un dominio
especialmente egipcio, puesto que la química deriva de su nombre: KEMI (Tierra Negra,
Egipto). Citaremos en primer lugar la materia médica, en cuyas prescripciones se
encuentran sustancias de todos los orígenes. Gracias a Dioscórides, Hipócrates, y Plinio
el Viejo una buena parte de esta droguería pudo pasar al formulario médico de la Edad
Media y subsistir aún entre algunos curanderos. Fueron los alquimistas alejandrinos y
árabes quienes mantuvieron la vigencia de esta ciencia, que alimentó los laboratorios
secretos de los buscadores de la Piedra Filosofal, y despierta el interés de grandes
químicos actuales.

La Farmacopea Egipcia era tan variada como pintoresca. Se fabricaban drogas, perfumes
y ungüentos en los laboratorios de los templos, para las necesidades del culto
(fumigaciones, purificaciones y curaciones de las estatuas divinas).
El ritual enumera plantas, piedras raras, aceites minerales o vegetales, grasas animales,
resinas, hierbas, baños de natrón que conservaban los cuerpos momificados. Utilizaban
desde plantas medicinales hasta una infinidad de productos, algunos extraños y aún
repugnantes para nosotros. Ciertos ungüentos estaban compuestos hasta de 37
ingredientes diferentes, como sangre de lagarto, secreciones de oído de cerdo,
excrementos de niño, de asno, de perro, de gacela, de hipopótamo, e incluso… ¡de
mosca!, combinados todos ellos con leche materna, aceites finos y con otras grasas de
origen animal.
Entre los medicamentos hallamos toda clase de jarabes, ungüentos, polvos, supositorios
y enemas. El médico egipcio prescribía mucho el aceite de ricino y los aceites simples.
Las enfermedades digestivas se combatían con ricino, lavados de estómago, lavativas,
etc. Conocían y trataban la Bilharziosis. También, con eficacia relativa, las cataratas y
demás afecciones oftálmicas: "…Para curar el tracoma, los ojos deben ser tratados con
sangre de lagarto.
Para remediar la pérdida de la visión, se recomienda poner sobre los ojos hígado de buey
asado y exprimido…" Un buen tratamiento para las quemaduras es "…la aplicación de
suelas de sandalias quemadas".
Conocían los valores curativos del ajo, la acacia, el anís, el comino, etc.; de determinadas
plantas psicoactivas como la mandrágora, el beleño, la adormidera y varias especies de
"daturas" que se administran con cerveza y vino, inicialmente sólo con criterio mágico.
Fumígate los ojos con patas de abejaruco y después te comes el hígado de un asno…" El
médico podía suministrar un remedio con su pizca de magia. Así, en casos de dolores o
envenenamiento se pintaba la imagen de un dios en la palma de la mano del enfermo con
la indicación que la lamiera; indudablemente que no se trataba de colorantes sino de
medicamentos; si el enfermo se aliviaba, era por efecto "milagroso".
El Papiro Smith tiene "un libro para la transformación de un viejo en un hombre joven".
Dice el escriba: "…Remedio que se ha manifestado eficaz miles de veces…"
Lamentablemente sólo da consejos para ocultar la calvicie, las manchas oscuras de la
cara, las arrugas y lo enrojecido que perjudica a la epidermis.
(http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/paediatrica/v05_n1/medicina.htm)

9
El Papiro Edwin Smith
El papiro de Edwin Smith, de contenido quirúrgico, con una extraordinaria precisión en
sus descripciones y detalles de las afecciones quirúrgicas: heridas, fracturas óseas,
luxaciones, quemaduras, abscesos, tumores que se pueden producir de la cabeza a los
pies, descripción de mucho instrumental quirúrgico, este papiro es considerado como un
tratado de Cirugía de Urgencia.
En los textos de los papiros está la patología y la
terapéutica y se han logrado identificar numerosas
enfermedades, numerosas fórmulas magistrales
mágico médico – religiosas, como en el papiro de
Hearst, en el de Londres o en el de Berlín 1300 años
a.C. "Libro del Corazón" y el papiro de Carisberg,
que refiere enfermedades de los ojos. En el Papiro
"Secretos de los Médicos", se habla de doce vasos
cardiacos, según el papiro de Brugsh la cabeza tiene
32 venas y el pulmón doce lóbulos; los egipcios
conocían y diagnosticaban las enfermedades
intestinales: disentería, parasitosis intestinales,
afecciones del recto, hemorroides, etc. las enfermedades para los egipcios eran sólo
síntomas o agrupaciones de síntomas, lo que sugiere ya un elevado grado de razonamiento
diagnóstico pues ya usaban la inspección y la palpación.
El más antiguo papiro, el de Kahun, que describe el tratamiento de las enfermedades de
la vagina y del útero, métodos para el diagnóstico del embarazo y la determinación pre –
nata del sexo.

El Papiro Ebers
En el papiro de Ebers – 1550 años a.C:, es
considerado como un tratado de Medicina,
Ginecología e Higiene, en donde hay gran
cantidad de esquemas de anatomía y
fisiología del corazón y de los vasos,
demuestran el conocimiento de los
movimientos del corazón centro de la vida,
describen los 48 vasos que van a todo el
organismo, estudia el Tracoma y hace
referencia a casi siete mil sustancias
medicinales, ochocientas fórmulas con datos
cuantitativos de los compuestos, ya que los
egipcios fueron grandes alquimistas; el papiro de Ebers, constituye una recopilación de
las más diversas disciplinas médicas, medicina interna , oftalmología, dermatología,
ortopedia, afecciones de la cabeza (lengua, dientes, nariz, oídos), hay datos anatómicos,
patológicos y fisiológicos con explicaciones de cada enfermedades y su terapia,
descripciones de enfermedades quirúrgicas como el carbunco, ganglios tuberculosos,
fistulas, hemorroides, tumores, hernias, hidroceles y varices.
(http://libroesoterico.com/biblioteca/HERMETISMO/La%20Medicina%20en%20El%2
0Antiguo%20Egipto.pdf)

10
La paleopatología rescata las enfermedades
infecciosas
Sin embargo, las enfermedades infecciosas existían en aquellos años, como lo prueba la
ya mencionada paleopatología, del griego paleo, viejo, y pathos, sufrimiento, término
creado por Shufeldt en 1882 “la ciencia de las Rev Chilena Infectol 2016; 33 (6): 680-
685 Nota Histórica 684 www.sochinf.cl condiciones patológicas presentes en los órganos
de los animales extintos y petrificados”.
El gran paleopatólogo M. A. Ruffer (1859-1917), cuyos hallazgos en Egipto pasamos a
mostrar, mejoró la definición como la ciencia de las enfermedades que pueden ser
demostradas en restos humanos procedentes de épocas remotas, cuyas fuentes son restos
óseos y momias, y sus métodos la microscopia, radiología, serología, estadística,
genética. En el período que va del 2850 a. C. al 640 d. C., Egipto dejó una rica fuente de
información paleomédica, ya que momificaban a sus muertos, dejando unos seis mil
esqueletos. Así podemos ahora saber de la existencia de varias enfermedades infecciosas,
cuyas huellas muestran los cadáveres tan celosamente conservados: Har-mosé, cantante
natural de Nut, XV a. C., muestra una neumonía inferior derecha, y una anciana Nubia
del siglo X a. C., un empiema enquistado, probablemente caseoso, es decir, tuberculoso.
También se han encontrado, mediante tinción de Gram, bacterias Gram positivas y Gram
negativas en pulmones de los siglos XV- X a. C. Y también se ha encontrado abscesos
renales del 1500 a. C., con bacterias incluidas; huevos de esquistosomas en uréteres; y
del año 1000 a. C., bacterias en riñones, un absceso perineal en una vieja sacerdotisa de
Amón y en varios en hígados; mal de Pott, tuberculoso, en el infortunado sacerdote
Nespe-re-han, quien falleciera alrededor del 1050 a. C.
Retrocediendo en el tiempo hasta el 3000 a. C., una radiografía de cráneo, tomada en el
siglo XX d.C. a la momia de una mujer adulta, muestra la existencia de piorrea.
Otra radiografía de cráneo predinástico, tomada por Elliot Smith y Dawson en 1924,
permite ver claramente la destrucción de la apófisis mastoidea derecha a consecuencias
de una inflamación purulenta, seguramente del oído.

Las momias contaron lo que los escribas de los papiros callaron. Si había bacterias, había
infecciones y epidemias, y nos preguntamos si entre las diez plagas de Egipto no andaría
un microbio, ya que este término suele ser equivalente de peste, y éste, a su vez, se reserva
en ocasiones para la bubónica. Pero la única referencia sobre las plagas es la bella fábula
registrada en la Biblia, que dejaremos para otra ocasión.
(https://scielo.conicyt.cl/pdf/rci/v33n6/art11.pdf)

11
Imhotep, más arquitecto que médico
Quizás si el primer científico o médico propiamente tal, conocido y célebre, fue el
astrólogo egipcio Imhotep, literalmente “uno que viene en paz”, quien allá por el año
2680 antes de Cristo, fue consejero de Zoser, el primer -o quizás segundo- rey de la III
Dinastía. Este Imhotep era un sabio múltiple, llegó a constituir leyenda y terminó
deificado siglos después de muerto, merced a la fama ganada en vida por sus habilidades
terapéuticas, que parecían mágicas.
Su previsión por anticiparse a épocas de sequía, construyendo grandes graneros para
almacenar trigo en los años de buenas cosechas, dio probablemente origen a la historia de
José y la adivinanza de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas saliendo del Nilo,
que le habría ganado la voluntad del faraón. Pero su verdadera especialidad o su mayor
habilidad parece haber sido, no la medicina ni la magia ni la gestión política.
Imhotep, quien también era sacerdote, poeta y astrólogo, vivió bajo el reinado de otros
tres faraones más, si hemos de creer en las inscripciones que lo mencionan encontradas
en monumentos de estos reyes: “canciller del Rey del Bajo Egipto”, “el primero bajo el
Rey”, “el administrador de la gran mansión”, “el noble hereditario”, “el Alto Sacerdote
de Heliopolis”, el “jefe escultor” y el “jefe carpintero” … ¡Le faltó ser pintor para
humillar a Leonardo Da Vinci! Aunque grandes historiadores de la medicina dicen que
sus enseñanzas no están en los papiros médicos que entraremos a revisar, creemos que
con seguridad lo están, al menos parcialmente, transmitidas por la tradición: total, la
medicina egipcia poco parece haber progresado en miles de años.
Con nosotros, Dunn afirma que el papiro de Edwin Smith, que contiene 90 términos
anatómicos y 48 heridas bien descritas, sería de su autoría; que podría haber fundado una
escuela de medicina en Memphis, desde donde sus discípulos habrían diseminado sus
ideas. Y todo esto 2.200 años antes del nacimiento de Hipócrates y de que los griegos
crearan a su imagen su propio dios médico, Esculapio.
Terminemos el tema con las palabras de Sir William Osler, el gran médico
norteamericano: “…primera figura de un médico destacada claramente de las nieblas de
la antigüedad, Imhotep diagnosticó y trató
sobre 200 enfermedades, 15 del abdomen, 11
de la vejiga, 10 del rectum, 29 de los ojos, y 18
de la piel, cabello, uñas y lengua. Imhotep trató
tuberculosis, cálculos biliares, apendicitis,
gota y artritis. También hizo cirugía y practicó
algo de dentística. Imhotep extrajo medicina
de las plantas. También conoció la posición y
función de los órganos vitales y la circulación
del sistema sanguíneo”. Por su parte la
Enciclopedia Británica dice: “La evidencia
proporcionada por textos egipcios y griegos
respalda que la reputación de Imhotep era muy
respetada en los primeros tiempos. Su prestigio
creció en el lapso de siglos y sus templos en los
tiempos de Grecia eran los centros de
enseñanza médica”.

12
Conclusiones

 La civilización egipcia fue unas de las civilizaciones más avanzadas de su época


en el cual se centraron en varios centros de estudio como en el campo de la
medicina que dieron grandes aportes.

 Las civilizaciones egipcias trataron varias enfermedades y se basaba en lo


mágico-religiosos en el cual se puede decir que en el tratamiento de las
enfermedades los realizaban por cirugías, exorcismos, entre otras.

 El medico más destacado de los egipcios era imhotep que era un médico que
trataba todas las enfermedades que afectaba a la población y era el más
prestigiosos de todos los médicos indios.

 El conocimiento que hoy en día nosotros tenemos es por medio de los papiros
que ellos dejaron plasmado su historia; en el cual destacaron los procedimientos
médicos que ellos realizaban.

 Su conocimiento también medico se basó específicamente en la anatomía y


fisiología, pero fue muy escaso.

 Los egipcios tenían técnicas quirúrgicas bien desarrolladas, como la


circuncisión, la extracción de cataratas y la trepanación.

13
Bibliografía
CORBELLA, J.

Medicina Egipcia

En el texto: (1)
Bibliografía: 1. Corbella J. Medicina Egipcia [Internet]. 2017 [cited 11 October 2018]. Available
from: http://egiptologia.com/la-medicina-egipcia/
ANÓNIMO

En el texto: (2)

Bibliografía: 2. [Internet]. Libroesoterico.com. 2018 [cited 11 October 2018]. Available from:


http://libroesoterico.com/biblioteca/HERMETISMO/La%20Medicina%20en%20El%20Antiguo%2
0Egipto.

SORIANO, G.

La medicina en el antiguo Egipto

En el texto: (3)

Bibliografía: 3. Soriano G. La medicina en el antiguo Egipto [Internet]. Sisbib.unmsm.edu.pe.


2015 [cited 11 October 2018]. Available from:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/Bvrevistas/Paediatrica/v05_n1/medicina.htm

HISTORIA DE LA MEDICINA. MEDICINA ARCAICA EGIPTO

En el texto: (4)

Bibliografía: 4. HISTORIA DE LA MEDICINA. MEDICINA ARCAICA EGIPTO [Internet]. 2017


[cited 11 October 2018]. Available from:
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/historia_de_la_medicina.pdf.

LEDERMANN, W.

Una mirada crítica sobre la medicina en el Antiguo Egipto

En el texto: (5)

Bibliografía: 5. Ledermann W. Una mirada crítica sobre la medicina en el Antiguo Egipto


[Internet]. Scielo.conicyt.cl. 2016 [cited 11 October 2018]. Available from:
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rci/v33n6/art11.pdf

MAÑES, A.

Medicina

En el texto: (6)

Bibliografía: 6. Mañes A. Medicina [Internet]. Egiptomania.com. 2015 [cited 11 October 2018].


Available from: http://www.egiptomania.com/ciencia/medicina.htm

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