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A. Desarrollo histórico
La terapia familiar surge en torno a los años de 1962 impulsada por circunstancias
clínicas y de investigación. Taschman, citado por Jones (1980), señala cómo John
Bell reivindica su protagonismo en acuñar el término terapia familiar para
designar una nueva modalidad terapéutica que trabaja con la familia como
unidad de tratamiento.
Los factores clínicos que desencadenan su «nacimiento» concurren cuando
diversos terapeutas, de forma independiente, deciden entrevistar al grupo familiar
para obtener más información sobre el miembro sintomático. La experiencia de
observar la dinámica familiar desplaza el interés de lo intrapsíquico a las
relaciones presentes entre los componentes de la familia. A partir de este
momento tratan de explicar cómo influyen tales relaciones en la patología del
paciente. Una vez establecidas estas variables relaciónales, que en un principio
abarcan sólo a algunos miembros de la familia y más tarde a toda ella, sus
tratamientos se orientarán a cambiar dichas variables.
Foley (1974) considera a Nathan W. Ackerman como el precursor de la terapia
familiar^ por ser el primero en incluir en su enfoque terapéutico, otorgándoles la
misma importancia, los conceptos intrapsíquicos e mterpersonales. Áckerman
sostiene que existe una continua interacción dinámica entre los factores
biológicos que determinan la vida del ser humano y medio social dentro del
cual 'interactúa y que el contexto interpersonal precede al conflicto
intrapsíquico que no es sino el resultado
Tiende un puente entre los terapeuta trádiciónalmente intrapsíquica y los
terapeutas que aplican la «teoría de sistemas» al tratamiento familiar. No acepta
totalmente la orientación de esta última, porque bajo su punto de vista la
finalidad de la terapia debe ir más allá de la remisión de los síntomas, enseñando
a las personas cómo alcanzar una vida mejor dentro de los valores y la cultura que
posea cada familia particular.
Bowen, que al igual que Ackerman posee una formación inicial analítica como
psiquiatra infantil, desarrolla la «teoría familiar de sistemas» que él diferencia de
la «teoría general de sistemas» de Bertalanffy (Gurman, 1981). En 1954 inicia un
proyecto de investigación en el Instituto Nacional de Salud Mental de
Washington. Allí trabaja con pacientes esquizofrénicos y con sus madres para
investigar la «hipótesis simbiótica», que consideraba la enfermedad mental del
hijo como resultado de un trastorno menos severo de la madre. A medida que la
investigación avanzaba se hizo evidente que la relación madre-hijo era un
fragmento de la unidad familiar más amplia, y que toda ella estaba implicada en el
proceso patológico. Como o consecuencia de esta observación, define la familia
como un sistema que incorpora una combinación de variables emocionales y
relaciónales. Sostiene que las primeras son fuerzas que subyacen al
funcionamiento del sistema y que las segundas determinan el modo en que se
expresan las emociones.
Por otra parte, en 1952 se inicia el Proyecto de investigación sobre la
comunicación de Gregory Bateson, quien se interesa por los procesos de
clasificación de mensajes y por la forma en que pueden dar lugar a paradojas.
La paradoja se produce cuando los mensajes de una comunicación encuadran a
otros mensajes de manera conflictiva, como por ejemplo «sé espontáneo», «no
seas tan obediente» o «quiero que me domines», de forma que si el receptor
obedece el requerimiento del emisor en realidad lo está incumpliendo.
En 1954 Bateson se asocia con Don Jackson -quien se hallaba muy influido por la
«psiquiatría interpersonal» de Sullivan-
Desarrollo histórico
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Conceptos básicos
en las que una abuela establece una alianza con su nieto contra los padres; o el
caso de un hijo en «función parental» que queda atrapado entre sus
progenitores y los demás hijos. Sin desestimar la importancia de mantener los
«límites» entre las generaciones, se enfatiza progresivamente el hecho de que
toda organización es je rárquica.
Los años ochenta y noventa se caracterizan por el constante desarrollo de las
concepciones particulares de cada uno de los autores, que anteriormente
aunaron sus esfuerzos para sacar adelante el recién creado movimiento de la
terapia familiar. A partir del cuarto capítulo del libro el lector tendrá
oportunidad de conocer cada uno de estos desarrollos.^
B. Conceptos básicos
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Origen y conceptos básicos en terapia familiar sistémica
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Conceptos básicos
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Origen y conceptos básicos en terapia familiar sistémica
C.l . Contacto
Abarca un amplio espacio temporal, desde que aparecen los hijos hasta que éstos
empiezan a emanciparse de los padres. Por con-
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Etapas del ciclo vital familiar
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Origen y conceptos básicos en terapia familiar sistémica
para que empiecen a tomar decisiones por sí mismos. Pero no hay que olvidar
que los padres junto con la concesión de más autonomía, también deben exigir
más responsabilidad a sus hijos.
La evolución alcanza un punto clave en la época en que los jóvenes comienzan a
«abandonar» el hogar. En ese momento, los padres han de permitir la marcha de
los hijos y asumir el impacto que les provoca su partida. Por su parte, éstos ahora
volcados hacia intereses extra familiares, deben poseer habilidades adecuadas
para relacionarse socialmente y adquirir competencia profesional (Cárter y
McGoldrick, 1989).
Cuando los jóvenes se emancipan, los padres han de retomar su relación como
pareja, que ha estado mediatizada por los hijos durante muchos años.
Normalmente, se tienen que enfrentar a la jubilación, a la separación y muerte
de seres queridos y a la suya propia. En circunstancias en que existe deterioro
físico y/o psíquico, los roles de cuidadores se invierten, de forma que son los
hijos los que tienen que hacerse cargo de sus padres enfermos; aunque en
ocasiones uno de los cónyuges presenta buenas condiciones de salud que le
permiten atender a su esposo/a enfermo/a.
Es importante que, en este período, los hijos sean capaces de transmitir a sus
progenitores aquellas cosas positivas y valiosas que les han legado, y que los
padres encuentren significado a su propia vida, para lo cual necesitan poseer cierta
capacidad de introspección.
Comentario
Fuentes
Bateson, G., Jackson D.D., Haley, J. y Weakland, J.H. (1956), Towards a theory
ofschizophrenia, «Behavioral Sciences» 1, 251-264.
Bertalanffy, L. von (1968), General system theory, George Braziller, Nueva
York.
Bertalanffy, L. von (1976), Teoría general de sistemas, Fondo de Cultura Econó•
mica, Madrid.
Cárter, E. y McGoldrick, M. (1981), The family Ufe cycle. A framework for family
therapy, Brunner y Mazel, Nueva York.
Cárter, E. y McGoldrick, M. (1989), The changing family Ufe cycle, Allyn y Ba-
con, Boston.
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Origen y conceptos básicos en terapia familiar sistémica
Duvall, E. R. (1967), Family development, J. B. Lipincott, Filadelfia.
Foley, V. (1974), An introduction to family therapy, Gruñe y Stratton, Nueva
York.
Gurman, A. S. (1981), Handbook of family therapy, Brunnel y Mazel, Nueva
York.
Hill, R. (1970), Family development in three generations, Schenkman, Cam•
bridge.
Howells, J. G. y Likorish, J. (1968), The family relations indicator, Oliver y
Boyd, Edimburgo.
Jones, S. L. (1980), Family therapy. A comparison of approaches, Prentice Hill
International, Londres.
Minuchin, S. y Fishman H.Ch. (1984), Técnicas de terapia familiar, Paidós, Bar•
celona.
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LA ENTREVISTA
1. Contacto telefónico
A través de una ficha telefónica estandarizada el terapeuta re• coge una serie
de datos sobre la familia y el problema, durante quince o veinte minutos. Este
primer contacto con el sistema fami• liar permite iniciar el establecimiento de la
relación terapéutica e informar sobre el funcionamiento del Centro.
En el apéndice II se adjunta un modelo de ficha telefónica y un comentario sobre
la misma.
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La entrevista
2. Pre sesion
3. Sesión
4. Pausas
5. Intervención
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La entrevista
6. Post sesión
7. Seguimiento
Comentario
Fuentes
Navarro Góngora, J. (1992), Técnicas y programas en terapia familiar, Paidós,
Barcelona.
Tomm, K. (1984), One perspective on the Milán Systemic Approach. Part I:
Overview of development, theory and practice, «Journal of Marital and Fa• mily
Therapy» 10(2), 113-126.
La entrevista
Tomm, K. (1985), Circular interviewing: A multifaceted clinical tool, en D.
Campbell y R. Draper (dirs.), Applications ofsystemic therapy: The Milán approach.
Gruñe y Stratton, Londres