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Los alimentos más dañinos para el riñón


8 de marzo de 2017

5-6 minutos

Conocida como una “enfermedad silenciosa”, la patología


renal no da señales. En el país, afecta a más de 3 millones de
personas y la mayoría lo desconoce. En el Día Mundial del
Riñón, los mejores consumos para cuidar estos órganos
vitales

Consumir frutas, de todo tipo y color, es esencial (istockphoto)

Suele definirse como una enfermedad silenciosa, puesto que


no da señales, no avisa. Cuando aparecen los primeros
síntomas ya hay algún tipo de afección renal. En tal sentido
cada año millones de personas mueren de forma prematura
por complicaciones relacionadas a la patología. Es por eso
que la prevención -como para cada enfermedad- es la clave
para proteger los riñones, ralentizar el deterioro y hasta
detenerlo para gozar de una buena la salud.

La necesidad de una detección temprana es de suma


importancia al considerarse las alarmantes estadísticas:
actualmente en Argentina 3 millones de personas tienen sus
riñones afectados, mientras que en el mundo la cifra asciende
a 600 millones. Además se estima que 1 de cada 10 personas
tienen alguna forma de alteración renal y la gran mayoría lo
desconoce, con lo cual el inicio de tratamiento es tardío. Si
bien diversas organizaciones de la salud están trabajando
fuertemente en estrategias preventivas, se cree que en la
próxima década se incrementará casi un 20 por ciento la
cantidad de pacientes.

Consumir proteínas en exceso es perjudicial para la salud renal


(IStock)

La necesidad de una detección temprana es de suma


importancia por la función de los considerados órganos
vitales. Los riñones son los encargados de filtrar la sangre y
eliminar las sustancias tóxicas mediante la orina. Además,
participan en el control de la presión arterial, normalizan el
volumen del líquido corporal al retener o eliminar el agua,
regulan la formación de glóbulos rojos e intervienen en el
metabolismo óseo mineral mediante la formación de vitamina
D.

Entre las medidas esenciales de prevención están las que se


enfocan en la alimentación. Desde hace tiempo, se reveló que
una dieta alta en proteínas es dañina para los riñones e
incluso aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales o
cáncer. Un trabajo de la Biblioteca Nacional de Medicina de
Estados Unidos así lo indicó.

No fumar, realizar media hora de ejercicio y llevar una dieta


adecuada son esenciales para el correcto cuidado (iStock)

El exceso de sal puede generar que los riñones retengan más


agua para disolver el mineral en el torrente sanguíneo. Otro
aditivo no recomendado son los edulcorantes artificiales. En
tanto, los productos con cafeína estimulan el flujo sanguíneo,
lo que aumenta la presión arterial en los riñones. Además, los
alimentos transgénicos -aquellos que han sido producidos a
partir de un organismo modificado mediante ingeniería
genética- pueden dañar también al hígado.

Mucha cantidad de bebidas azucaradas y productos lácteos


se asocia con la formación de cálculos renales. La dieta
indicada por los especialistas para evitarlos incluye mucho
consumo de agua (al menos 2 litros para que el organismo
disolver cualquier tipo de calcificación), disminuir la sal,
reducir la ingesta de grasas y harinas, limitar la mermelada,
miel, productos de pastelería y dulces. También se debe
controlar los alimentos ricos en proteínas -como carnes y
huevos-, con 120 y 150 gramos al día.

Llevar un correcto control de peso es sustancial. La obesidad


es una de las principales amenazas para los riñones porque
promueve el riesgo de diabetes tipo 2 e hipertensión arterial,
dos de las causas líderes de Enfermedad Renal Crónica (ERC)
en el mundo. Las personas obesas o con sobrepeso tienen un
riesgo de 2 a 7 veces mayor de desarrollarla.

Se estima que en Argentina 3 millones de personas tienen sus


riñones afectados (iStock)

Desde el Ministerio de Salud de la Nación aconsejan algunos


tips acordes para prevenir la ERC, catalogada como el
funcionamiento anormal de los riñones por más de 3 meses o
a la alteración estructural de los mismos.

– Evitar alimentos con alto contenido en sodio (fiambres,


embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.).

– Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca,


tomillo, romero y otros condimentos.

– Consumir por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo


tipo y color, preferentemente crudas.

– Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más


de 5 veces por semana.

El ente recomienda además sumar al menos 30 minutos


diarios de actividad física, no fumar (incluso pocos cigarrillos
por día son muy dañinos) y mantener la presión arterial por
debajo de 140/90 mmHg.

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