Una bizarra campaña electoral

Por Rafael Poleo, ZETA, 27-10-2018.

Los partidos están en campaña electoral porque Venezuela está
muy cerca de unas elecciones razonablemente limpias en 1 ó 2
años, según se imponga la presión de los intereses que dominan el
planeta o los forajidos que mantienen secuestrada a Venezuela,
quienes sólo necesitan plazo razonable para negociar una salida
que les garantice la impunidad y lo pillado. Izquierda, centro y
derecha están activos para la atípica campaña electoral venezolana
en un esfuerzo dirigido hacia 2019 o 2020. Cierto, la clasificación
es odiosa. Pero a la hora de la verdad no hay mejor manera de
clasificar la inclinación política según los intereses que defiende
cada uno y al final son los intereses lo que cuenta.
Campaña ésta como ninguna otra, porque se desarrolla en una dictadura que no acepta elecciones
limpias. Sigue siendo el régimen salvaje que arroja por la ventana del piso 10 de la policía política a
los disidentes y que logró el milagro de postrar lo que antier recibió como la economía más
próspera de la región.
Estas son las tres columnas del trípode electoral opositor.

1. Acción Democrática. A los partidos propiamente dichos, la faena electoral no les toma por
sorpresa. AD después de probar fuerzas en las parlamentarias de 2015 y manejando con
destreza la legislatura, se dejó de tonterías y renunció a lo efectista en beneficio de lo efectivo.
Se entregó a la organización del sentimiento adeco y hoy AD está viva y activa, en plena
capacidad para operar en cada circunscripción electoral.
2. Primero Justicia. Del otro lado de la raya, frente a AD, completando la dicotomía democrática
se ha posicionado PJ, atractiva alternativa para el vasto electorado que quiere algo que sea
distinto y no huela a izquierda, heredero de Copei en el rol de contrafigura al adeísmo, que
como mala yerba no se muere sino que retoña. Con un liderazgo bicéfalo Borges-Capriles, no
las tiene todas consigo, mientras todo ciudadano iniciado en la democracia, ha de preferir que
PJ logre el equilibrio armónico que ahora mismo le falta.
3. MCM. La ola feminista que nos cubre con su cálida espuma, ha recomendado que en la
Venezuela post-chavista José Antonio Primo de Rivera tenga rostro de mujer. De modo que
tendremos uno que no falda, sino bluejean. Provoca ayudarla y a fe que lo hemos hecho desde
El Nuevo País y Zeta, desde que María Corina se puso el jean.
Es de suponer, que en torno a cada una de ellas se irá enrollando la trepadora correspondiente,
por afinidad, necesidad o despiste. Van a por una torta horneada con el 80% de los votos. Si al
trípode le crecen más patas habrá problemas, porque al frente hay un chavo-madurismo unido por
ese poderoso aglutinante que es el miedo. La estrategia del régimen, está en la división de los
opositores. Que los insultos suban hasta la reconciliación se torne imposible.
Otras opciones. La de López se atascó por obra de quien, estúpido o canalla, le convenció de
entregarse a unos malvados. Antonio Ledesma y Velásquez son plumas de garza en el sombrero de
la señora Machado. Por cierto, ¿dónde estaban los bravos proletarios de Velásquez cuando en su
estado atacaron a la señora MCM?