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El omeprazol fue más eficiente que otras drogas antisecretoras en el

tratamiento de la úlcera péptica y duodenal, la esofagitis por reflujo


y el síndrome de Zollinger-Ellison. En esta revisión, los autores
comentan sus características clínicas y farmacológicas.
RESUMEN
Introducción
La acidez gástrica se identificó como uno de los factores más
importantes que contribuyen con la generación de una úlcera y otros
trastornos relacionados, como la esofagitis por reflujo.
Las células parietales, comentan los autores, son responsables de la
secreción ácida del estómago. Se identificaron tres agentes que
estimulan este efecto: la histamina, acetilcolina y gastrina,
sintetizada por las células G del antro gástrico. El tratamiento
médico se basa en el uso de sustancias que neutralizan o inhiben la
secreción ácida. Ellas son los antagonistas muscarínicos y los
bloqueantes H2 (antiH2). Recientemente se desarrollaron los
bloqueantes de la bomba ATPasa de H+K+ (bomba de protones,
BP).
La unión de la histamina a sus receptores se asocia con activación
de la adenilatociclasa e incremento del AMP cíclico y calcio
intracelulares. En forma opuesta, la acetilcolina o gastrina generan
un aumento del calcio intracelular sin modificación en los niveles de
AMP cíclico. Asimismo, estos dos últimos compuestos inducen la
liberación de histamina por células de la mucosa gástrica. De esta
forma, la histamina actuaría como el mediador final de la secreción
ácida del estómago. La BP se ubica en el borde apical de las células
parietales. Se trata de una bomba catiónica electroneutra que
cataliza el intercambio entre un ion de potasio e hidrógeno. Para que
la bomba funcione es necesaria la presencia de K+ luminal, señalan
los autores. Su acción se asocia con el transporte neto de H+ y de
Cl- hacia los canalículos de las células parietales y seguidamente en
la luz del estómago. La BP gástrica es 60% homóloga con la bomba
ATPasa de Na+ y K+. Sin embargo, a diferencia de ella, la BP tiene
una distribución limitada a sólo las células parietales de la mucosa
gástrica. Otra diferencia de consideración consiste en que la BP está
expuesta, en su sector luminal, a un pH de 1 o inferior. Por lo tanto,
esta bomba es el blanco ideal para la acción de preparados con
actividad bloqueante.
Desarrollo del omeprazol
Desde la investigación inicial de Hässle en 1966 surgieron,
progresivamente, diversos compuestos: el CMN 131, H 116/18, H
77/67 y el H83/69, llamado timoprazol. Estos poseen una estructura
químicamente relacionada con la de la lidocaína (anillo piridínico).
Sin embargo, recién en 1979 se desarrolló el compuesto H168/68, u
omeprazol, con un anillo benzoimidazólico.
El fármaco parece ser el preparado ideal en relación con su potencia,
estabilidad química y posibilidad de síntesis, señalan los expertos. La
modificación química más importante parece estar en la introducción
de dos grupos metilo en el anillo piridínico y de un grupo metoxi,
fuera de este anillo. Las características mencionadas se asocian con
una reducción significativa del efecto liberador de electrones y con
disminución de la constante de disociación ácida (pKa).
Mecanismo de acción
En animales, los estudios autorradiográficos realizados con
omeprazol marcado con H3 permitieron comprobar una distribución
inicial del preparado en la mayoría de los órganos y en sangre, luego
de su administración intravenosa. Sin embargo, luego de 16 horas
de su inyección, la droga se confinó a la mucosa gástrica. La
marcación se limitó a las células parietales. Las organelas
predominantemente marcadas fueron las tubulovesículas y los
canalículos secretorios. Estos experimentos demostraron que el
omeprazol se localizó exclusivamente en regiones ricas en BP.
Los estudios de separación con electroforesis en gel de
poliacrilamida indicaron, asimismo, que la radiomarcación se
limitaba a la fracción de 92 kD en el homogeneizado crudo de
mucosa gástrica, zona peptídica correspondiente a la BP.
Las investigaciones demostraron con claridad, según los expertos,
que el omeprazol administrado a animales marcaba selectivamente
la BP de la mucosa oxíntica.
En los primeros estudios, la droga fue administrada a ratas en dosis
submáximas. Este tratamiento se asoció con una inhibición de la
secreción ácida y de la actividad de la BP en forma dosis
dependiente. En dosis de 40 µmol/kg el omeprazol inhibió por
completo la secreción ácida. Los experimentos, a su vez, permitieron
confirmar que el fármaco inhibe la actividad de la BP.
El fármaco es capaz de inhibir la respuesta ácida frente a todos los
agonistas, mientras que los antiH2 solo bloquean la secreción ácida
estimulada por histamina, comentan los autores.
Desde el punto de vista químico, el omeprazol se caracteriza por ser
una base débil (pKa= 4). Esto ocurre a causa de que a pH
fisiológico, la droga se presenta fundamentalmente como una base
neutra. La misma alcanza las células parietales desde la sangre y
difunde en los canalículos secretorios de estas células. Debido a que
el pH prevalente en este sitio es inferior a 1, el omeprazol se
protona. Esta forma cargada tiene una permeabilidad limitada. Por lo
tanto, es retenida en el compartimiento ácido de la célula parietal
con un enriquecimiento de la droga en los canalículos ácidos.
Mediante dicho mecanismo el fármaco actúa principalmente como
una prodroga para el principio activo generado en las proximidades
de la BP. El índice de conversión del omeprazol, enfatizan los
especialistas, es altamente dependiente del pH de la célula parietal.
Los estudios in vivo indicaron que es más eficaz cuando se lo
administra durante la estimulación de la secreción ácida (reacción de
catálisis ácida). En forma similar, su actividad disminuye
gradualmente cuando las células parietales están en estado basal o
inhibidas por cimetidina o somatostatina en el momento de la
administración del omeprazol.
La unión del inhibidor generado por el fármaco tiene lugar en el
sector luminal de la BP. El inhibidor activo reacciona rápidamente
con grupos mercapto en el lado luminal de la enzima blanco, dando
lugar a la formación de un complejo unido de manera covalente al
receptor. El inhibidor acoplado puede ser desplazado por el agregado
de mercaptoetanol, lo cual indicaría que el derivado de la droga y la
BP se unen por un puente disulfuro. El inhibidor activo, en su forma
de catión permanente, no puede volver a penetrar fácilmente la
membrana secretoria.
Estabilidad a diferentes valores de pH
El omeprazol y sus análogos son protolíticamente activos en dos
reacciones. Pueden aceptar un protón en el nitrógeno del anillo
piridínico pKa(1) de 4.0, como se mencionó; o bien, se puede liberar
un protón del grupo NH del benzomidazol, con un pKa(2) de 8.7.
Con valores de pH por debajo del pKa(1) los compuestos están
fundamentalmente cargados con protones en el anillo piridínico. Con
pH por encima del pKa(2), en tanto, están principalmente exentos
de protones en el anillo benzoimidazol. Con pH intermedios entre los
dos pKa predomina la forma neutra que es la única forma reactiva.
La sustitución, en el anillo benzoimidazol, da lugar a dos tautómeros
distintos, dependiendo de cuál de los dos nitrógenos se carga con el
protón. En solución, estos tautómeros rápidamente se
interconvierten y predominará la forma con mayor pKa.
Relación entre actividad y estructura
La droga debe tener tres elementos en su estructura para ser activa.
Ellos son el anillo aromático con un átomo dador de electrones, una
molécula aromática con un sitio aceptor de electrones y una cadena
de unión con un grupo sulfuro directamente unido al sitio aceptor. La
metilación del grupo NH en la molécula de omeprazol da lugar a la
formación de un compuesto con algo de efecto con mucha menor
actividad, señalan los autores.
La mayoría de los productos análogos están construidos sobre la
misma base estructural del omeprazol, el 2-
piridinmetilsulfinilbenzoimidazol. En algunos análogos, comentan los
autores, uno de los anillos heterocíclicos se sustituyó por otro grupo.
Sin embargo, se espera que todos los compuestos tengan un
mecanismo de acción igual o muy similar al del omeprazol.
Farmacología humana y animal
La droga fue investigada en humanos, perros y ratas. En el perro, el
fármaco inhibe la secreción ácida inducida por histamina,
pentagastrina y urecolina. En el hombre se comprobó que la droga
es capaz de inhibir la respuesta secretoria a la alimentación,
histamina, pentagastrina y betazol. Se vio, además, que el
omeprazol reduce eficazmente la acidez intragástrica de 24 horas en
pacientes con úlcera péptica.
De manera opuesta a los antiH2 y los agentes anticolinérgicos, el
omeprazol tiene un efecto antisecretorio de larga duración,
aproximadamente de 4 a 5 días después de una dosis inicial que
bloquea por completo la secreción ácida. Después de finalizado el
tratamiento, la secreción vuelve a valores normales con igual
intervalo. Estas observaciones indican la falta de necesidad de
cambiar la dosis del medicamento en tratamientos prolongados. Este
efecto se comprobó en pacientes con síndrome de ZE, tumor
productor de gastrina, en quienes 60 mg de omeprazol bloquean la
secreción ácida durante largos períodos. La concentración plasmática
pico se logra a los 30 minutos y la vida media en plasma es de 40 a
60 minutos. Sin embargo, el efecto antisecretorio máximo se
observa casi una hora después de haber sido administrado, lo cual
demuestra la falta de correlación entre la concentración plasmática y
el efecto inhibitorio.
Metabolismo
Después de la administración oral, el 54% del fármaco está
disponible en la circulación sistémica debido a la eliminación por
primer paso hepático. Cerca del 79% de la droga se excreta en orina
dentro de las 96 horas. El omeprazol que no sufrió cambios no se
elimina por orina. Algunas de las vías metabólicas son la
hidroxilación, demetilación, conjugación y oxidación, comentan los
expertos. Los productos metabólicos son tan inestables como la
droga madre a pH por debajo de 7.
Toxicología
La toxicidad aguda del omeprazol luego de la administración oral en
roedores es baja. La dosis letal 50 es superior a los 4g/kg. El
omeprazol fue bien tolerado en estudios a largo plazo con dosis de
hasta 400 µmol/kg/día orales, en perros y de 1 200 µmol/kg/día
orales en ratas. No se observó efecto teratogénico ni toxicidad fetal.
Tampoco se registró efecto mutagénico en estudios in vitro e in vivo.
La inhibición de la secreción ácida se acompaña de hipergastrinemia.
Los estudios en perros y ratas demostraron que la administración
prolongada de omeprazol se acompañaba de hipertrofia de la
mucosa oxíntica por el efecto trófico de la gastrina. Esta hormona
también regula la función y proliferación de las células
enterocromafines. Los estudios a dos años, en ratas, demostraron el
desarrollo de carcinoides de estas células en algunos de los animales
tratados. Sin embargo, estos tumores ocurren independientemente
del mecanismo inhibidor de la secreción ácida.
Los experimentos en perros y ratas indicaron, también, que la
hipergastrinemia revierte rápidamente una vez que se interrumpe el
tratamiento. La hiperplasia de las células enterocromafines en ratas
es, a su vez, totalmente reversible.
Los tratamientos cortos no se asociaron con aumento significativo de
estas últimas células y tampoco con cambios en la mucosa oxíntica.
En pacientes tratados entre 1 y 4 años con omeprazol no se registró
ninguna alteración anatomopatológica. En sujetos con síndrome de
ZE tratados hasta 4 años, no se observó aumento de las células
enterocromafines. Esto indicaría, según los especialistas, que la
hipergastrinemia moderada, asociada con dosis antiulcerosas
durante períodos cortos, no presenta riesgo.

Experiencia clínica con el omeprazol


En la úlcera duodenal los beneficios se obtienen con 20 mg a 40 mg
por día. El índice de cicatrización de las lesiones, después de 2 y 4
semanas de tratamiento, es mucho más rápido en comparación con
el de cimetidina o ranitidina. La mejoría de los síntomas también
ocurre en forma más precoz en sujetos que reciben omeprazol.
Estos beneficios, una vez finalizada la terapia, no se acompañaron
de mayor índice de recidiva. El fármaco también parece eficaz en
pacientes cuyas úlceras fueron resistentes a la administración de
antiH2, hecho que se presenta en un 5% de los casos.
En la úlcera gástrica, los efectos del omeprazol también parecen
superiores a los de los antiH2. El estudio multicéntrico, realizado con
602 pacientes asignados a 20 mg o 40 mg de omeprazol y 300 mg
de ranitidina por día, demostró mayor eficacia en los pacientes que
recibieron 40 mg diarios de omeprazol. Asimismo, la cicatrización de
úlceras en sujetos que recibían antiinflamatorios no esteroides fue
más rápida en enfermos tratados con omeprazol.
En la esofagitis por reflujo, el omeprazol administrado en dosis de
20 mg a 40 mg por día redujo dramáticamente el tiempo de elevada
acidez en el esófago, comentan los autores. El índice de
cicatrización, a las cuatro semanas, fue de 67% a 85% versus el 27%
a 45% observado con ranitidina.
En la totalidad de enfermos que recibieron el fármaco se observó un
índice de efectos adversos del 1.1% (similar al registrado con el
tratamiento con cimetidina o ranitidina). Finalmente, señalan los
investigadores, ningún patrón pareció propio del omeprazol y la
mayoría de los eventos no pudieron atribuirse al tratamiento.

PROPIEDADES FARMACOLOGICAS

El omeprazol, mezcla racémica de dos enantiómeros activos, es un fármaco que


reduce la secreción de ácido gástrico a través de un mecanismo altamente
selectivo. Es un inhibidor específico de la bomba de hidrogeniones en la célula
parietal gástrica. Actúa rápidamente y produce un control mediante la inhibición
reversible de la secreción ácida del estómago con sólo una dosis diaria.

Mecanismo de acción: El omeprazol es una base débil, que se concentra y pasa a


la forma activa en el medio extremadamente ácido de los canalículos intracelulares
de la célula parietal, inhibiendo en ellos a la enzima H+-K+-ATPasa, es decir, la
bomba de protones. Este efecto en el paso final del proceso de formación del ácido
gástrico es dosis-dependiente y proporciona una inhibición altamente eficaz tanto
de la secreción ácida basal como de la secreción ácida estimulada,
independientemente del estímulo. Todos los efectos farmacodinámicos observados
pueden explicarse por el efecto del omeprazol sobre la secreción ácida.

Efecto sobre la secreción ácida gástrica: La dosificación oral con omeprazol 20 mg


una vez al día produce una rápida y efectiva inhibición de la secreción ácida
gástrica diurna y nocturna, consiguiéndose un efecto máximo en los 4 primeros días
de tratamiento. En pacientes con úlcera duodenal se mantiene a partir de este
momento un descenso medio de acidez intragástrica de 24 horas con omeprazol 20
mg de, al menos, un 80%, con una reducción media de la excreción ácida máxima
tras la estimulación con pentagastrina de alrededor del 70% a las 24 horas de la
administración. La dosificación oral con omeprazol 20 mg mantiene un pH
intragástrico >3 durante un tiempo medio de 17 horas en un periodo de 24 horas
en pacientes con úlcera duodenal.
Como consecuencia de la menor secreción ácida y de la acidez intragástrica, el
omeprazol reduce/normaliza, de forma dosis-dependiente, la exposición ácida del
esófago en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico. La inhibición de
la secreción ácida está relacionada con el valor del área bajo la curva (AUC)
concentración plasmática-tiempo de omeprazol, pero no con la concentración
plasmática real a un tiempo dado. Durante el tratamiento con omeprazol no se ha
observado taquifilaxia. En un estudio no controlado en niños (entre un mes y 16
años de edad) con esofagitis severa por reflujo, se obtuvo una importante mejoría
en el nivel de esofagitis en el 90% de los casos, tras un tratamiento de tres meses
con omeprazol por vía oral y con dosis de 0,7 a 1,4 mg/kg/día (niños con más de
20 kg de peso, 20 mg; entre 10 y 20 kg de peso, 10 mg). El tratamiento redujo
considerablemente los síntomas de reflujo, aunque el 40% de los pacientes seguía
padeciendo regurgitación y/o vómitos al final de la fase de curación.

Los niveles séricos de gastrina aumentan durante las primeras 1 a 2 semanas de


tratamiento, siendo superiores estos aumentos a los observados con los
antagonistas de los receptores H2. Una o dos semanas después de interrumpir el
tratamiento, elos niveles de gastrina retornan a la normalidad. Los niveles de
gastrina en los pacientes con síndrome de Zollinger-Ellison no son afectados. Datos
en animales sugieren que las elevaciones prolongadas de los niveles de gastrina
sérica puden ir asociados a tumores.

Efecto sobre Helicobacter pylori: el Helicobacter pylori está asociado a las úlceras
pépticas, incluyendo la úlcera duodenal y gástrica, en las cuales, alrededor del 95%
y el 70% de pacientes, respectivamente, se hallan infectados por dicha bacteria. H.
pylori es un factor importante para el desarrollo de gastritis. H. pylori junto con la
acidez gástrica son los factores principales para el desarrollo de úlceras pépticas.
Asimismo se ha descrito una relación casual entre H. pylori y el desarrollo de
carcinoma gástrico. omeprazol posee un efecto bactericida sobre H. pylori in vitro.
La erradicación de H. pylori con omeprazol y antibióticos va asociada a un rápido
alivio de los síntomas, una elevada tasa de cicatrización de las lesiones en la
mucosa y una remisión prolongada de las úlceras pépticas, reduciéndose así la
aparición de complicaciones como el sangrado gastrointestinal y la necesidad de la
administración prolongada de antisecretores.

Farmacocinética: Absorción y distribución: El omeprazol es lábil en presencia de


pH ácido, por esto se administra en forma de gránulos con recubrimiento entérico y
encapsulados. La absorción tiene lugar en el intestino delgado completándose,
usualmente, a las 3-6 horas. La biodisponibilidad sistémica de una dosis oral, es,
aproximadamente, del 35%, incrementándose hasta, aproximadamente, el 60%
después de la administración repetida una vez al día.

El volumen de distribución aparente en sujetos sanos es, aproximadamente, 0,3


l/kg, observándose también un valor similar en pacientes con insuficiencia renal. En
ancianos y en pacientes con insuficiencia hepática, el volumen de distribución es
ligeramente menor. La ingestión concomitante de comida no influye en la
biodisponibilidad. La unión a las proteínas plasmáticas es alrededor del 95%.

Eliminación y metabolismo: La vida media de eliminación en plasma del omeprazol


es habitualmente inferior a una hora y no se producen cambios en la vida media
durante el tratamiento prolongado.

El omeprazol es metabolizado completamente por el sistema citocromo P450 (CYP),


principalmente en el hígado. La mayor parte de su metabolismo depende del
isoenzima específico CYP2C19 (S-mefenitoína hidroxilasa) expresado
polimórficamente, responsable de la formación de hidroxiomeprazol, el principal
metabolito en plasma. No se han encontrado metabolitos con efecto sobre la
secreción ácida gástrica.

Alrededor del 80% de una dosis administrada por vía oral se excreta como
metabolitos en orina y el resto en las heces procedentes principalmente de la
secreción biliar. En pacientes con una función renal reducida, no se modifican la
biodisponibilidad sistémica y la eliminación de omeprazol. En aquéllos con
alteraciones de la función hepática se observa un incremento del área bajo la curva
concentración plasmática-tiempo, pero con dosis diarias no se ha encontrado una
tendencia del omeprazol a acumularse.

Niños: Los datos disponibles en niños (de más de 1 año) sugieren que la
farmacocinética, dentro del rango de dosis recomendado, es similar a la descrita en
adultos.

Toxicidad: los estudios sobre toxicidad aguda con dosis única y los estudios con
dosis repetidas, oral e intravenosa, han puesto de manifiesto un amplio margen de
seguridad entre la dosis terapéutica normal de omeprazol en hombre (1-2 mmol/kg
= 0,35-0,7 mg/kg) y dosis tóxicas en animales.

INDICACIONES TERAPEUTICAS Y POSOLOGIA

Tratamiento de la úlcera duodenal y de la úlcera gástrica benigna,


incluyendo las que complican los tratamientos con AINEs.

El omeprazol se administrará preferiblemente por las mañanas, tragando las


cápsulas enteras con ayuda de un poco de líquido. Los pacientes con dificultades
para tragar pueden abrir las cápsulas e ingerir su contenido o suspenderlo en un
líquido que sea ligeramente ácido, como puede ser zumo, yogur o leche agria. La
suspensión deberá tomarse antes de 30 minutos. Estos pacientes pueden también
succionar las cápsulas y tragar su contenido. El contenido de las cápsulas no debe
ser masticado ni triturado.

Úlcera duodenal: la dosis recomendada es de 20 mg una vez al día en pacientes


con úlcera duodenal activa. La resolución de los síntomas es rápida y en la mayoría
de los pacientes la cicatrización ocurre en las dos primeras semanas de
tratamiento. Las úlceras que no hayan podido cicatrizar totalmente tras este ciclo
inicial, generalmente presentan la cicatrización durante un periodo adicional de dos
semanas de tratamiento. En pacientes con úlcera duodenal con mala respuesta
terapéutica, se recomienda una dosis de 40 mg una vez al día, y, generalmente, se
consigue la cicatrización en el periodo de 4 semanas. En el tratamiento de
mantenimiento de la úlcera duodenal, se recomienda administrar 20 mg una vez al
día durante 12 meses tras una fase aguda de cicatrización.

Úlcera gástrica: la dosis recomendada es de 20 mg una vez al día. La resolución


de los síntomas es rápida, y en la mayoría de los pacientes la cicatrización tiene
lugar dentro de las cuatro primeras semanas de tratamiento. Para aquellos
pacientes cuya(s) úlcera(s) no haya(n) podido cicatrizar totalmente tras el ciclo
inicial, la cicatrización tiene lugar generalmente durante un periodo adicional de
cuatro semanas de tratamiento. En pacientes con úlcera gástrica con mala
respuesta terapéutica, se recomienda una dosis de 40 mg una vez al día y
generalmente se produce la cicatrización en un periodo de ocho semanas.

Úlceras gástricas, duodenales o erosiones gastroduodenales asociadas a


un tratamiento de mantenimiento o no con AINEs: la dosis recomendada es
de 20 mg una vez al día. La resolución de los síntomas es rápida y en la mayoría de
pacientes la curación se produce en cuatro semanas. En aquellos pacientes que no
hayan curado totalmente tras el ciclo inicial, la curación tiene lugar generalmente
durante un periodo adicional de cuatro semanas de tratamiento. Para la prevención
de úlceras gástricas o duodenales y erosiones gastroduodenales causadas por la
administración de AINEs, la dosis recomendada es de omeprazol 20 mg una vez al
día.

Erradicación de Helicobacter pylori en úlcera péptica:

Triple terapia: 20 mg de omeprazol 20 mg, con 1 g de amoxicilina y 500 mg de


claritromicina, dos veces al día, durante una semana; o bien, 20 mg de omeprazol
20 mg, con 250 mg de claritromicina y 400 mg de metronidazol (o 500 mg de
tinidazol), dos veces al día durante una semana; o bien, 40 mg de omeprazol 20
mg una vez al día, con 500 mg de amoxicilina y 400 mg de metronidazol, ambos
tres veces al día, durante una semana.

Terapia dual: 40-80 mg de omeprazol 20 mg al día con 1,5 g de amoxicilina


diarios, en dosis divididas, durante dos semanas. En ensayos clínicos se han
utilizado dosis diarias de 1,5-3 g de amoxicilina; o bien, 40 mg de omeprazol 20 mg
al día con 500 mg de claritromicina tres veces al día, durante dos semanas. Para
asegurar la cicatrización en pacientes con úlceras pépticas activas ver la posología
recomendada para úlcera duodenal y gástrica. Con todas las posibles pautas, si el
paciente sigue siendo H. pylori positivo, podrá repetirse el tratamiento Esofagitis
por reflujo: la dosis recomendada es de 20 mg una vez al día. La resolución de los
síntomas es rápida y en la mayoría de los pacientes la curación se produce dentro
de las cuatro primeras semanas de tratamiento. En aquellos pacientes que no
hayan curado totalmente tras el ciclo inicial, la curación tiene lugar generalmente
durante un periodo adicional de cuatro semanas de tratamiento.

Tratamiento de la con esofagitis por reflujo severa

Administración oral

 Adultos: se recomienda omeprazol a una dosis de 40 mg una vez al día,


consiguiéndose generalmente la curación en ocho semanas. En el
tratamiento de mantenimiento de la esofagitis erosiva cicatrizada, se
recomienda administrar 20 mg una vez al día durante 6 a 12 meses.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico sintomática

Administración oral:

 Adultos: la dosis recomendada es de 20 mg diarios. Es aconsejable un


ajuste individual de la dosis. El alivio de los síntomas es rápido. En caso de
no conseguir un control de los síntomas tras cuatro semanas de tratamiento
con 20 mg diarios, se recomienda una nueva evaluación.

Síndrome de Zollinger-Ellison

Administración oral

 Adultos: la dosis inicial recomendada es de 60 mg de omeprazol 20 mg al


día. La dosis deberá ajustarse individualmente, debiendo continuarse el
tratamiento durante el tiempo que clínicamente esté aconsejado. Todos los
pacientes con lesiones severas y respuestas inadecuadas a otras terapias, se
han controlado eficazmente y más del 90% de los pacientes se han
mantenido con dosis diarias de 20-120 mg. Dosis superiores a 80 mg/día,
deberán fraccionarse y administrarse en dos tomas al día, una cada 12
horas.

Función renal alterada: en pacientes con deterioro de la función renal no son


necesarios ajustes en la dosificación.

Función hepática alterada: en pacientes con deterioro de la función hepática una


dosis diaria de 10-20 mg es generalmente suficiente debido al aumento de la
biodisponibilidad y de la vida media plasmática del omeprazol.

Ancianos: en pacientes de edad no es necesario realizar ajustes en la dosificación


vista anteriormente.

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES

Cuando haya sospecha de úlcera gástrica, deberá descartarse la posibilidad de un


proceso maligno ya que el tratamiento con omeprazol puede aliviar los síntomas y
retrasar su diagnóstico. El omeprazol se administrará con precaución a pacientes
con insuficiencia hepática ya que puede prolongarse el aclaramiento del fármaco.
Sin embargo, por regla general, no son necesarios reajustes en las dosis. Por otra
parte, se ha asociado el omeprazol a hepatitis y, en raras ocasiones, a insuficiencia
hepática.

La respuesta sintomática al omeprazol no excluye la presencia de cáncer gástrico.


Además, al reducir la acidez aumenta el número de bacterias en los jugos gástricos
y por lo tanto la cantidad de productos carcinogénicos producidos por dichas
bacterias. Los estudios a largo plazo realizados en pacientes con síndrome de
Zollinger-Ellison ha puesto de manifiesto que puede aumentar el riesgo de cáncer
de estómago.

Recientemente se ha demostrado que el omeprazol puede reducir la absorción de la


vitamina B12, produciendo un déficit de esta vitamina.

El omeprazol, al igual que los antimicrobianos y los preparados de bismuto son


bactericidas para la Helicobacter pylori, de modo que el test de la ureasa para la
detección de este microorganismo puede resultar negativo si el paciente se
encuentra bajo tratamiento con alguno de estos fármacos
Los estudios en animales no han demostrado evidencia de toxicidad fetal o
de efecto teratogénico. No obstante, el omeprazol no se debe administrar durante
el embarazo y la lactancia, a menos que su utilización se considere indispensable.
La administración a mujeres de dosis de hasta 80 mg en 24 horas durante el parto
no ha revelado ninguna reacción adversa del omeprazol sobre el recién nacido

El omeprazol esta clasificado en la categoría C de riesgo durante el embarazo ya


que no existen estudios controlados en humanos. No se sabe si el fármaco se
excreta en la leche materna, y por lo tanto deberá sopesarse el riesgo para la
madre y el del lactante si se decide administrar el fármaco.

INTERACCIONES

La absorción de algunos fármacos puede verse alterada debido a la acidez


intragástrica reducida. Por ello, cabe esperar que la absorción de ketoconazol
disminuya durante el tratamiento con omeprazol, al igual que ocurre durante el
tratamiento con otros inhibidores de la secreción ácida o antiácidos. Otros fármacos
cuya absorción puede quedar afectada por el cambio de la acidez gástrica son la
ampicilina administrada en forma es ester, el itrazonazol y las sales de hierro

No se han observado interacciones con alimentos ni con antiácidos administrados


de forma concomitante.

El omeprazol es metabolizado en el hígado mediante el citocromo P450 2C19


(CYP2C19), por lo que puede prolongar la eliminación de diazepam, warfarina (R-
warfarina) y fenitoína, fármacos que se metabolizan por oxidación en el hígado. Se
recomienda la monitorización de los pacientes que estén siendo tratados con
warfarina y fenitoína, pudiendo llegar a ser necesaria una reducción en la dosis. En
pacientes bajo tratamiento continuado con fenitoína, el tratamiento concomitante
con 20 mg diarios de omeprazol o produjo, sin embargo, alteraciones en la
concentración plasmática de aquélla. De forma similar, el tratamiento concomitante
con 20 mg diarios de omeprazol no causó una variación del tiempo de coagulación
en pacientes bajo tratamiento continuado con warfarina.

Otros fármacos metabolizados por el sistema de citocromo P450 que pueden ser
afectados por el omeprazol son: alprazolam, astemizol, carbamazepina, cisaprida,
ciclosporina, diazepam, diltiazem, eritromicina, felodipina, lidocaina, lovastatina,
midazolam, nifedipina, quinidina, simvastatina, terfenadina, triazolam, y verapamil
No hay datos clínicos que confirme una potencial interacción con los fármacos
anteriores, aunque esta es posible teóricamente

Cuando se administra claritromicina (500 mg cada 8 horas) en combinación con el


omeprazol (40 mg /día) los niveles plasmáticos de claritromicina y de su metabolito
active 14-OH aumentan. En el caso de la claritromicina, la Cmax media es un 10%
mayor y la Cmin un 27% mayor con una media de 8 horas 15% mayor. Para el
metabolito 14-OH, la Cmax es un 45% mayor, la Cmin media un 57% mayor y la
AUC media de 8 horas un 45% mayor con el omeprazol. Las concentraciones de
claritromicina en el tejido gástrico y en la mucosa también aumentan con la
administración conmitante de omeprazol. Las concentraciones de equilibrio del
omeprazol aumentan igualmente (Cmax, AUC, y semi-vida aumentan en un 30%,
89%, y 34%, respectivamente) con la administración concomitante de
claritromicina. El valor del pH intragástrico es de 5.2 cuando el omeprazol se
administra como monofármaco y de 5.7 cuando se administra con claritromicina.

Los resultados de diversos estudios de interacción de omeprazol 20 mg con otros


medicamentos indican que la administración repetida de 20-40 mg de omeprazol no
influye en ningún isoenzima importante de CYP, lo cual se demuestra por la
ausencia de interacción metabólica con sustratos de CYP1A2 (cafeína, fenacetina,
teofilina), CYP2C9 (S - warfarina, piroxicam, diclofenaco y naproxeno), CYP2D6
(metoprolol, propranolol), CYP2E1 (etanol) y CYP3A (ciclosporina, lidocaína,
quinidina, estradiol).

El omeprazol, igual que otros antisecretores gástricos potentes, puede reducir la


absorción oral de vitaminas B12 (cobalaminas). Aunque no es previsible que esta
interacción provoque estados carenciales de cobalaminas, deberá tenerse en cuenta
esta contingencia especialmente en pacientes con bajos niveles basales de
cobalaminas, sugiriéndose la administración parenteral de vitamina B12 en estos
casos.

Existen datos contradictorios sobre la existencia de interacción entre omeprazol y


ciclosporina. Por ello, deberán controlarse los niveles plasmáticos de ciclosporina en
pacientes tratados con omeprazol, ante el hipotético riesgo de que puedan
aumentar de forma marcada.

Además del diazepam, el omeprazol puede inhibir el metabolismo hepático de


algunas otras benzodiazepinas, como triazolam o flurazepam, incrementando el
riesgo de alteraciones psicomotrices provocadas por estas últimas benzodiazepinas.

El omeprazol puede inhibir el metabolismo hepático del disulfiram. Se ha descrito


algún caso aislado de rigidez muscular posiblemente relacionado con esta
indicación.

Existe un informe sobre una eliminación retardada de metotrexato al iniciarse un


tratamiento con omeprazol, interacción que no volvió a producirse en ciclos
subsiguientes de metotrexato en ausencia de omeprazol. El metotrexato
experimenta una secreción tubular activa y el omeprazol puede interferir con la
ATP-asa renal. Se concluye que se debe usar el omeprazol con precaución en
pacientes tratados con altas dosis de metotrexato.

El cilostazol es metabolizado por el sistema hepático de isoenzimas CYP2C19 y, por


lo tanto, podría tener interacciones farmacocinéticas con aquellas medicaciones que
son potentes inhibidores de este sistema. Cuando se administra conjuntamente con
el omeprazol, la AUC del cilostazol se incrementa en un 26% y la AUC del
metabolito activo del cilostatol, el e 3,4-dehidro-cilostazol aumenta en 69%. Por
este motivo, si se administra omeprazol concomitantemente con el cilostatol, se
deberán reducir las dosis de este en un 50%.

El irbesartan es un inhibidor in vitro de la isoenzima CYP 2C9, y fármacos como la


fenitoína (un sustrato de esta isoenzima) se dabe que interacciona con el
omeprazol. Hasta que se dispongan de más datos clínicos sobre una potencial
interacción omeprazol-irbesartan, se deberán administrar ambos fármacos con
precaución.

El sucralfato ha mostrado reducir la absorción y biodisponibilidad del lansoprazol en


un 17%, por el que este fármaco se debe administrar 30 minutos antes del
sucralfato si ambos fármacos son utilizados simultáneamente. No existen
informaciones sobre si este tipo de interacción del sucralfato también tiene lugar
con el omeprazol.

La administración concurrente de levobupivacaina con omeprazol (inhibidor del


metabolismo CYP 3A4 y CYP 1A2) puede ocasionar un aumento de los niveles
sistémicos de levobupivacaina con la consiguiente toxicidad. Puede ser necesarios
reajustes en las dosis del anestésico local.

Los inhibidores de la bomba de protones puede aumentar la biodisponibilidad de la


digoxina, aunque la magnitud de esta interacción es débil. El omeprazol aumenta la
AUC de la digoxina en una 10%. Cuando el rabeprazole (otro inhibidor de la bomba
de protones) es coadministrado con la digoxina, la AUC y Cmax de esta última
aumentan en un 19% y 29%, respectivamente. Los pacientes bajo digoxina
deberán ser cuidosamente vigilados si se administra concomitantemente rabeprazol
u omeprazol.

El alosetrón es metabolizado por las CYP1A2 y CYP2C9. El omeprazol inhibe ambas


enzimas lo que puede disminuir el metabolismo del alosetron aumentando las
concentraciones plasmáticases. Sin embargo, la coadministración de alosetron con
el omeprazol no ha sido estudiada.

REACCIONES ADVERSAS

El omeprazol es bien tolerado y las reacciones son generalmente leves y


reversibles. Se han registrado los siguientes efectos secundarios, si bien en la gran
mayoría de los casos no se ha podido establecer una relación causal con el
tratamiento con omeprazol:

 Dermatológicos. Raramente: erupciones y/o prurito. En casos aislados:


fotosensibilidad, eritema multiforme, alopecia.
 Musculoesqueléticos. En casos aislados: artralgias, debilidad muscular y
mialgia. Sistema nervioso central y periférico. Cefaleas. Raramente: mareos,
parestesia, somnolencia, insomnio y vértigo. En casos aislados: confusión
mental reversible, agitación, depresión y alucinaciones, fundamentalmente
en pacientes gravemente enfermos.
 Gastrointestinales. Diarrea, estreñimiento, dolor abdominal,
náuseas/vómitos y flatulencia. En casos aislados: sequedad de boca,
estomatitis y candidiasis gastrointestinal.
 Hepáticos. Raramente: aumento de los enzimas hepáticos. En casos
aislados: encefalopatía en pacientes con enfermedad hepática severa
preexistente, hepatitis con o sin ictericia, insuficiencia hepática.
 Endocrinos. En casos aislados: ginecomastia.
 Hematológicos. En casos aislados: leucopenia, trombocitopenia,
agranulocitosis y pancitopenia.
 Otros. Raramente: malestar general. Reacciones de hipersensibilidad (p. ej.
urticaria) y en casos aislados: angioedema, fiebre, broncospasmo, nefritis
intersticial y shock anafiláctico.

En casos aislados: aumento de la sudoración, edema periférico, visión borrosa y


alteración del gusto. Durante el tratamiento a largo plazo, se ha registrado un leve
aumento de la frecuencia de quistes glandulares gástricos. Dichos cambios son una
consecuencia fisiológica de la inhibición pronunciada de la secreción ácida, siendo
de carácter benigno y reversible.

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