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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIRIQUI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICIAS

ESCUELA DE DERECHO

ASIGNATURA
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
V AÑO DERECHO NOCTURNO

TEMA: CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA


FAMILIA Y EL NIÑO.

PERTENECE A:
ESTEBAN RODRÍGUEZ M. 4-213-537
GUADALUPE CASTELBLANCO 4-730-385
MARÍA F. ACOSTA J. 4-772-373
JEISSON PITTY 4-734-2371
MOISÉS COLUNGE 8-297-560

FACILITADOR:
DR. JOSÉ MARÍA LEZCANO

16 DE OCTUBRE DE 2018

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INTRODUCCIÓN

El bienestar infantil es uno de los objetivos del progreso mundial. Pese a ello, aún
nos encontramos a una considerable distancia del ideal. En Panamá, de acuerdo
con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el censo de 2010, residen en
el país una gran cantidad de niños con una gran cantidad de problemas que superar.

De las defunciones de niños y adolescentes de 5 a 14 años 12.7% se debe a


accidentes de tránsito. El daño por problemas al nacimiento son la causa principal
de discapacidad infantil (67.4%) y diez de cada 100 menores de 5 años tienen
sobrepeso. Este contexto muestra la dependencia de la población infantil y los
peligros que ponen en riesgo su crecimiento y desarrollo. Por eso, al conocer y
ejercer sus derechos, niñas, niños y adolescentes mejoran sus oportunidades y su
calidad de vida.3-5 Los profesionales de la salud tienen un papel preponderante en
la sensibilización, educación, fomento y cumplimiento de los mismos. Por ello, es
un deber conocerlos a plenitud y aplicarlos durante el ejercicio profesional cotidiano.

La existencia de una Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) se considera
un hito en el ámbito del derecho internacional, y ello por distintas razones. Una parte
de ella se refiere a los sujetos protagonistas de la norma y asimismo a la naturaleza
de los derechos reconocidos a los mismos. No obstante, la Convención no
solamente especifica los derechos humanos que atañen a los niños, niñas y
adolescentes, sino que establece las obligaciones de los Estados frente a los
mismos. Se debe a que forma parte del bloque de los nueve tratados básicos de
Derechos Humanos, compartiendo con estos el carácter voluntario de la adhesión
a los mismos, así como la obligatoriedad de aplicar sus disposiciones y de informar
periódicamente de su efectivo cumplimiento, en caso de haberlos ratificado.

Los cambios sociales sucedidos en este período fueron transformando también la


imagen y el contenido de la infancia, entendida esta como el espacio social
destinado a los seres humanos en su niñez. De este modo, la CDN viene a reflejar

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la imagen de la infancia moderna, concebida según los cánones deseados por las
sociedades industriales dominantes.

A la vista de lo anterior podría decirse que los derechos de los niños y niñas han
logrado situarse en el nivel más alto del reconocimiento de derechos humanos. Sin
embargo, esto no debe considerarse como un punto de llegada, sino como uno de
partida, como los cimientos de un edificio de derechos “en construcción”

Una construcción en la que quedan comprometidos los llamados Estados Parte en


la Convención, pero a la que también están convocadas las organizaciones de la
sociedad civil en general, así como las que trabajan en la defensa de la infancia en
particular, sea en el campo de la cooperación internacional al desarrollo, o en el
seno de los países que se consideran a sí mismos como más desarrollados.

En el presente trabajo abordamos el tema desde la familia y el niño, desde


diferentes perspectivas tanto a nivel latinoamericano como a nivel nacional.

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I. EL DERECHO DE FAMILIA.

Se refiere al conjunto de normas que regulan la institución de la familia desde su


perspectiva natural y social. El Derecho de Familia se encuadra dentro del
Derecho Civil y los principales aspectos que regulan son el matrimonio, la
filiación y la tutela de menores o incapacitados, en todos sus aspectos de
Derecho Privado.

1. El Derecho de familia regula fundamentalmente.


Tiene tres aspectos:

• a) El matrimonio, a su vez, comprende las normas jurídicas relativas tanto


a su celebración, como a sus efectos personales y económicos, incluidos los
regímenes económicos matrimoniales, y las distintas situaciones de crisis
como son la nulidad, la separación y el matrimonio.
• b) La filiación incluye tanto la filiación matrimonial como la extramatrimonial
y la adoptiva, y en último lugar la patria potestad.
• c) La tutela comprende el conjunto de normas jurídicas referentes a la
guarda y protección de menores o incapacitados no sujetos a la patria
potestad.

En cuanto a la regulación del Derecho de Familia se contiene dentro del Código de


la Familia, mediante la Ley N° 3 De 17 de mayo de 1994 Publicada en la Gaceta
Oficial N° 22.591 de 1 de Agosto de 1994

La naturaleza jurídica, del Derecho de familia, tradicionalmente había sido


considerada como parte integrante del Derecho civil, esto es, dentro del ámbito del
Derecho privado, pero ahora se encuentra de manera independiente, mediante el
Código de Familia y el Menor, reglamentada por la Ley 3 de 17 de mayo de 1994.

En relación con la naturaleza del Derecho de familia siempre ha sido un referente


importante la doctrina de Antonio Cicu, la cual mantenía la separación entre el
Derecho de familia y el Derecho Privado, y la afinidad entre aquél y el Derecho
Público, y ello al entender que el Derecho Público es el que persigue la satisfacción

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de intereses supraindividuales, por el contrario, el Derecho privado regula la
satisfacción de derechos individuales.

1. Las características esenciales del Derecho de familia son las


siguientes:

1. a) Contenido ético, ya que las normas jurídicas que integran el Derecho de


familia dimanan, más que del Derecho positivo, de la ética, ya que la familia
tiene una conceptuación de institución natural y social aceptada y regulada
por el Derecho.

2. b) Prevalencia de las relaciones personales y del interés


supraindividual; y ello atendiendo a que el Derecho de familia regula
fundamentalmente tanto situaciones como derechos y deberes personales;
también regula relaciones económicas, tales como alimentos, régimen
económico matrimonial, pero teniendo éstas un carácter accesorio, y no
siendo reguladas de forma principal, sino como consecuencia de las
relaciones personales.

3. c) Carácter de función; y ello porque la finalidad en la concesión de un


derecho no es tanto la satisfacción de un interés digno de protección, sino
para cumplir un deber, así normalmente el de los padres para con los hijos,
o los de los cónyuges entre sí, o los de administración y disposición de
bienes.

4. d) Limitada autonomía de la voluntad; ya que si bien es cierto que dentro


del Derecho privado, el principio de autonomía de la voluntad, es básico, en
el ámbito del Derecho de familia no es tan amplio, sino que está sometido a
la regulación legal y a la supervisión y control judicial.

5. e) En último lugar, todos los derechos de familia son absolutamente


indisponibles, en cuanto que intransmisibles, irrenunciables e
imprescriptibles.

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Para finalizar, debemos indicar la importancia en el Derecho de familia del concepto
de negocio jurídico familiar, entendido éste como acto de autonomía de las
personas, que tiene como objeto la constitución, modificación, extinción o
reglamentación de una relación jurídica familiar. No obstante, y partiendo de dicha
autonomía, y por la limitación del principio de autonomía de la voluntad,
anteriormente señalado, las partes pueden libremente realizar el negocio jurídico
familiar, pero han de someterse necesariamente a la regulación de este, por
ejemplo, el matrimonio, en cuanto a sus efectos personales y patrimoniales.

II. NORMAS INTERNACIONALES DE PROTECCIÓN DE LA FAMILIA

Esta protección internacional de la familia se enmarca en la protección internacional


de los derechos humanos. Al referirnos a Derechos Humanos, queremos afirmar la
existencia de derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser
hombre, por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son inherentes y que,
lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta
consagrados y garantizados.

La comunidad internacional reconoce que la familia es la unidad colectiva natural y


fundamental de la sociedad. Además, la familia es el reflejo más completo de los
puntos fuertes y débiles del bienestar social y de desarrollo y, como tal, ofrece un
enfoque singularmente comprensivo para las cuestiones sociales.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, junto con los Pactos


Internacionales de Derechos Humanos, son considerados la Carta Magna en
materia de derechos fundamentales de la persona humana, en esta se proporcionan
un listado de derechos fundamentales, no solo para el individuo sino también a la
familia, en el ámbito internacional. Dichos derechos son inherentes a la familia en
cuanto son referentes, as su dignidad intrínseca, sin su protección la familia sufre el
peligro de ser destruida.

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La Declaración Universal de Derechos Humanos es un enunciado de principios,
cuya fuerza obligatoria aún se discute en el plano internacional.

EL ARTÍCULO 17 CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS


HUMANOS SUSCRITA EN LA CONFERENCIA ESPECIALIZADA
INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (B-32).

Protección a la Familia

1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser


protegida por la sociedad y el Estado.

2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar


una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes
internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación
establecido en esta Convención.

3. El matrimonio no puede celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los


contrayentes.

4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad
de derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En
caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección
necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos.

5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera de
matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.

III. PROTECCIÓN DEL MATRIMONIO PARA PROTEGER LA FAMILIA

La familia tiene su origen en la institución del matrimonio, de tal manera estaría


incompleto un listado de derechos de la familia que no incluyera la protección del
matrimonio. La Declaración Universal señala que los hombres y las mujeres tienen
derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a

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casarse y fundar una familia; y de disfrutar de iguales derechos en cuanto al
matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

La protección de la familia debe de ir de la mano, con la protección a la institución


del matrimonio. Si no se otorga protección al matrimonio, difícilmente puede
considerarse protegida la familia.

Se le debe de asegurar a la familia la más amplia protección y asistencia posible,


especialmente para su constitución y mientras sea responsable del cuidado de los
hijos a su cargo. Una de las protecciones especiales que se debe de dar a la familia
en torno a la mujer y para los niños, en todo momento, y a la mujer durante todo el
periodo de maternidad.

Proteger la maternidad y la infancia significa asegurar el derecho del niño que está
en el vientre materno a desarrollarse y crecer hasta poder valerse por sí mismo.

Leyes que atenten contra estos derechos, son leyes atentatorias contra la familia
misma, contra los derechos fundamentales del hombre, contra el orden social y
también internacional.

IV. LOS DERECHOS HUMANOS DE LA INFANCIA Y EL DERECHO DE


FAMILIA .

En la Convención sobre los derechos del niño.

1.El derecho a ser registrado.

2.El derecho a la identidad.

3.El derecho a tener una familia.

4.El derecho de convivencia: guarda y custodia y derecho de visita.

5.Evitar la sustracción nacional o internacional.

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6.El derecho del niño a ser escuchado.

7.Crianza: deberes y obligaciones de los integrantes de la familia.

8.Violencia familiar y el derecho a corregir: protección.

9.Otras formas del derecho a tener una familia: la adopción.

1 . El derecho a ser registrado

El derecho a la identidad consiste en el reconocimiento jurídico y social de una


persona como un sujeto de derechos y responsabilidades y, a su vez, de su
pertenencia a un estado, un territorio, una sociedad y una familia, la condición
necesaria para preservar la dignidad individual y colectiva de las personas.

El reconocimiento del derecho a la identidad a través del registro civil de nacimiento


permite a un niño o niña una identidad, un nombre y una nacionalidad De la misma
manera, los derechos humanos reconocidos internacionalmente.

Un nivel global, se estima que alrededor de un tercio de los niños y las niñas,
menores de cinco años, no han sido registrados al momento de su nacimiento. En
América Latina y el Caribe, las noticias más recientes de UNICEF indican que el
18% de los niños y niñas menores de 5 años; No ha sido registrado.

El derecho del niño, la niña o el adolescente y el deber de los padres o los


ascendientes y los registros, los derechos, los derechos, los derechos humanos y
las garantías como el de educación, salud, libre tránsito, entre otros. Dejar que
alguno de ellos permanezca sin registro es dejarlo en estado de
indefensión. Además, abre la puerta para que puedan ser sujetos de los pasivos de
tiempo como el tráfico, la trata de personas y otros traslados ilícitos.

Artículo 7o.

1. El niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho


desde que nace a un nombre, adquiera una nacionalidad y, en la medida de lo
posible, a conocer a sus padres ya ser cuidado por ellos.

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Lo que limita su derecho a tener una vida digna.

Los documentos resultados del registro, la filiación entre los padres, los hijos y la
familia ampliada.

2 . El derecho a la identidad

El derecho a la identidad se encuentra en el registro de nacimiento, a través de su


uso, ante el juez del Registro Civil se elaborará el acta de El nacimiento, el nombre,
el sexo, el nombre de los padres, los niños, las niñas, los mensajes, los registros y
sus domicilios, fundamentalmente.

Este es un documento que muestra su identidad y origen. Es fundamental para


evitar los actos de discriminación. Igualmente es la forma en que se puede
establecer el vínculo que se requiere el cumplimiento de los deberes y las
obligaciones de los progenitores o los que se encuentran a su cuidado.

Artículo 8o.

1. Los Estados parte se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su


identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de
conformidad con la ley sin injerencias ilícitas.

3 . El derecho a tener una familia

Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho natural y jurídico a tener una
familia a un lado de sus padres y en su caso a sus familiares, a los términos de la
ley, y también a la familia. y el bienestar de los niños, las niñas y los adolescentes,
el amor, la comprensión y la asistencia necesaria para el pleno desarrollo y la
responsabilidad en la sociedad: “Artículo 9o. 1. Los Estados parte velarán por que
el niño no se ha separado de sus padres contra la voluntad de estos ... ".

Estamos ante el derecho del niño a vivir en familia, en la integridad, la vida privada
y protegeremos e inviolables. Las relaciones familiares con niños, niñas y
adolescentes, se basan en la igualdad de derechos de los padres y el respeto mutuo
que se debe a todos los integrantes de la familia.

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4 . El derecho de convivencia: guarda, custodia y derecho de visita

Derivado del derecho a tener una familia nace el correlativo de convivencia de los
hijos con sus padres y familiares privilegiando el mejor desarrollo integral de los
primeros.

Es fundamental que se entienda que la convivencia del niño, niña y adolescente con
sus padres es su derecho, pero también es un deber de los progenitores para con
ellos.

En casos de excepción, los términos de la convivencia pueden variar, como cuando


se indica que los hijos pueden vivir por separado o padres, por ejemplo, en los casos
de orden civil o familiar, siempre que así lo determinen las autoridades judiciales
pertinentes. Que sea lo que más convenga a niños, niñas o adolescentes.

Tienen derecho a vivir con sus padres:

Artículo 9o.

1.… excepto cuando, una reserva de revisión judicial, las autoridades competentes
determinen, la conformidad con la ley y los procedimientos pertinentes, la
separación necesaria en el interés superior del niño.

En este último caso, ya sea un procedimiento jurisdiccional, se establecerá la forma


en la convivencia con los padres se desarrollará, siempre que no se trate de la salud
de los niños, niñas y adolescentes; Para eso se atenderá, conforme a la legislación
civil o familiar, al régimen de guarda, custodia y visitas:

Artículo 9o.

3. Los Estados parte respetan el derecho del niño que está separado del uno o
ambos padres para mantener las relaciones personales y el contacto directo con los
padres del modo regular, salvo si se trata de un interés superior del niño.

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Este derecho implica el tiempo de convivencia y el menor con los padres, como en
el artículo 417 del Código Civil para el Distrito Federal: “Los que ejercen la patria
potestad, aun cuando no tienen la custodia, tienen el derecho de convivencia con
sus descendientes, salvo que exista peligro para ellos ”.

Otra modalidad del derecho de convivencia es el derecho de guarda y custodia y el


derecho de visita en el caso de que los padres se encuentren divorciados o
separados.

Guarda y custodia es aquella en la que el cuidado de los hijos y el deber de velar


por ellos, es atribuido sólo por ser uno de los padres, y por otro lado, el régimen de
las vistas y los alimentos.

La guarda y custodia es una figura derivada de la filiación y el parentesco y se


encuentra dentro de la institución de la patria potestad.

La siguiente es una combinación de derechos, privilegios y obligaciones


establecidas o decretadas a una persona, por autoridad judicial, normalmente,
cualquiera de los padres, para el cuidado y desarrollo integral de otro, en este caso,
un niño o niña menor de edad, Es decir los hijos, casi siempre.

La custodia implica el ejercicio de derechos y obligaciones con respecto a los hijos


y la convivencia con los mismos en la vida diaria y que comprende los deberes y la
facultad de tener a los menores en la compañía de los padres, afectando,
exclusivamente a una parte de las facultades integrantes de la patria potestad ”.

Jurisprudencia comparada define a la custodia como: “La tenencia o el control físico


que tienen los padres sobre sus hijos (as) no emancipados (as) (Torres Ojeda y
Chávez Ex parte 87 JTS 19). En rigor jurídico, la custodia es un atributo inherente a
la patria potestad ... ".

De igual manera se señala que los grupos que se deben regir la resolución sobre
quiénes son la custodia de los hijos, los esfuerzos para el bienestar y los mejores
intereses de los menores, independientemente de su sexo o edad.

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Por otro lado, el régimen de visitas, los casos de los niños, los padres, los padres,
los padres, los padres de familia, los padres de familia, los padres de familia. ,
fiestas, días después de la escuela, pasar juntos, la cena y el regreso a casa, o
cuando se cumpla la semana en la escuela, por el momento con uno o ambos
padres, e igualmente podrá resolver sobre las cuestiones no fundamentales y el día
durante los tiempos de convivencia fijados para el padre con el régimen de
vistas. Cualquier situación de relevancia en la vida, salud, desarrollo integral,
deberes ser consultados y tomados con el progenitor que ejerce la guarda y
custodia.

En estos casos, cuando uno de los padres se encuentra en una entidad federativa
o en un estado distinto del menor, se adopta primero una decisión sobre el lugar de
residencia del niño, se privilegiará el derecho de convivencia con quien tiene El
derecho de visita, pudiendo los hijos salir y entrar en su lugar de residencia para
visitar a otro padre, tomando todas las medidas necesarias para su seguridad y
protección:

Artículo 10.

1. De conformidad con la obligación que incumbe a los Estados parte un tenor de lo


dispuesto en el párrafo 1 del artículo 9o., Toda solicitud hecha por un niño o por sus
padres para entrar en un estado para salir de él a los efectos de La reunión de la
familia, será atendida por los estados de manera positiva, humanitaria y
expeditiva. Los Estados Parte garantizarán, además, que la presentación de esta
petición no tendrá consecuencias desfavorables para los médicos y para sus
familiares.

2. El niño que los padres residen en los Estados Unidos. Con tal fin, y de
conformidad con la obligación. Se ha asumido como parte del párrafo 1 del artículo
9o., Los estados parte respetarán el derecho del niño y sus padres al salir de
cualquier país, incluido el propio, y de entrar. en su propio país. El derecho de salir
de cualquier país El tiempo de salir de cualquier país El tiempo de salir de cualquier
país. Los demás derechos reconocidos por la presente Convención.

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5 . Evitar la sustracción nacional o internacional

Como vimos anteriormente, ambos padres tienen una relación con la crianza y el
desarrollo de sus hijos, y tenemos derecho al niño a mantener las relaciones y el
contacto directo con ambos padres y con la familia ampliada, cuando vivimos en la
misma entidad federativa, en otra entidad federativa o en diferentes estados.

La sustracción de niños, niñas y adolescentes por parte de uno de sus padres es un


problema que afecta gravemente su desarrollo integral y puede poner en riesgo su
integridad física y emocional.

Sustracción es el simple traslado de un menor a un lugar distinto de aquel en el que


residir con el que se ejerce, se guarda y se guarda la conformidad con la ley y la
resolución judicial correspondiente.

La sustracción internacional de menores es: una situación en la cualidad, uno de los


padres de una manera unilateral, es decir sin tener en cuenta el otro, sustentar o
retener en el extranjero a un menor sin estar autorizado para hacerlo por la autoridad
competente. su lugar de residencia habitual; Esto implica un procedimiento de
restitución que lleva implícito la pérdida de derechos por parte del padre sustractor.

La Sustracción Interparental de Menores --SIM— es el acto que impide el ejercicio


del derecho de custodia o el derecho de visita a un padre o una madre, mediante la
sustracción u ocultamiento de uno o más hijos menores, por parte de algún miembro
de su familia Se entiende por custodia, el derecho y el deber que tienen el padre y
la madre del niño, la educación y la orientación a sus hijos menores y el derecho de
la visita, el derecho de la asistencia al padre y la madre para ver y responder con
sus hijos en su residencia habitual o fuera de ella.

Así las cosas, la sustracción nacional o internacional puede presentarse de dos


formas:

1. En el traslado de un menor de su lugar de residencia sin consentimiento del


progenitor con quien conviva habitualmente y en quien está confiado su guarda o
custodia, y

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2. En la retención de un menor, no se cumple gravemente.

De lo anterior, se confirma que se reconoce el derecho de visita de cualquiera de


los padres, nacional e internacional, no debe ser restringido sino con el fundamento
en la ley y por esta razón el ascendente que tiene el derecho de guarda y custodia
debe permitir el contacto de sus hijos con el otro padre.

Artículo 11.

1. Los Estados parte adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos de
niños en el extranjero y la retención de niños en el extranjero.

2. Para este fin, los Estados miembros promoverán la concertación de acuerdos


bilaterales o multilaterales o la adhesión a los acuerdos existentes.

6 . El derecho del niño a ser escuchado

El derecho a participar de los niños, las niñas y los adolescentes en los procesos
judiciales en los que se analizan y adoptan las expresiones en su persona, en sus
derechos y en sus relaciones, en este caso, con sus progenitores, es el resultado
del reconocimiento de Su calidad de sujetos de derechos: "Sin duda, los
mecanismos procesales que se utilizan para hacer efectiva la participación de los
niños / as y adolescentes en este proceso judicial, determinan los límites y límites
para el ejercicio de este derecho".

El escuchar a los menores en los términos de lo que se refiere a lo que se refiere a


los derechos de los niños. atendiendo a la edad de los hijos, a través de la entrevista
directa a los niños, a las niñas y a los adolescentes con el juez o al magistrado de
la causa, o a través del examen sicológico realizado por profesionales, que pueden
o deben trabajar en equipo y que Puede integrarse por sicólogos, siquiatras,
abogados, trabajadores sociales, a través de la manera de definir y explicar la
relación de los hijos con sus padres, y las mejores condiciones, por ejemplo, en un
caso de divorcio, para establecer La guarda y custodia.

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La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolución, el 24 de
octubre de 2012, el Amparo Directo en Revisión 2479/2012, en el tema central fue
determinar el contenido y los alcances del derecho de los menores de edad a
participar en los procedimientos judiciales que pueden ser utilizados a los derechos
a los derechos humanos. En este caso se resuelve que los menores de edad tienen
derecho de participar en los procedimientos en cuestión.

Se hizo hincapié en la importancia de que el juzgador, en cada uno de los casos en


los que participen niños, niñas y adolescentes en un procedimiento judicial, incluida
la valoración de la voluntad del menor de edad de participar en el juicio, tenga en
Consideración, como lo indica nuestra legislación, el interés superior del niño.

Artículo 12.

1. Los Estados Parte. El estado de la vida en el lugar de la vida.

2. Con tal fin, se da en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo


procedimiento judicial o administrativo que afecta al niño, directamente en el medio
de un representante o un órgano apropiado, en consonancia con las normas de
procedimiento de la ley nacional

7 . Crianza: deberes y obligaciones de los integrantes de la familia

Los hijos tienen como derecho fundamental el servicio de atención médica, el


cuidado de la salud, el amor y la comprensión, los elementos importantes para el
crecimiento y el desenvolvimiento funcional.

La crianza de los hijos debe ser guiada por el principio de interés superior de la
infancia, lo que implica que se tiene que actuar, por la parte de sus progenitores, el
modo de que se cumpla su plena actividad y desarrollo físico, emocional y social.

Los niños y las niñas tienen un derecho que los padres atienden a la satisfacción de
sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su
desarrollo integral.

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Los deberes de crianza y educación corresponden a ambos padres. Así las cosas,
las obligaciones alimentarias, las decisiones sobre la educación de los hijos, los
deberes de cuidado y la asistencia general, así como para procurar y conservar la
salud de los mismos. La patria potestad, ya que hay que recordar que con este
hecho se suspende, limita los derechos, pero no las obligaciones con respecto a
sus descendientes.

De igual forma, de acuerdo con los valores de convivencia familiar, que indican que
las relaciones entre los integrantes de la familia deben crearse y desarrollarse en
un ambiente de respeto y solidaridad, los hijos tienen para con los padres el deber
de respetar y obedecerlos, en su mejor interés.

Artículo 18.

1. Los Estados parte se acumularán el máximo empeño en el reconocimiento del


principio de ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la
crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los
representantes legales, la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo
del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño.

2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente


convención, los estados parte prestarán la asistencia en la práctica a los padres ya
los representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta
a la crianza del niño y velarán por la creación de Instituciones, instalaciones y
servicios para el cuidado de los niños.

8 . Violencia familiar y el derecho a corregir: protección

Cualquier forma de maltrato en la familia, actos violatorios de los derechos


humanos, los conductos de la naturaleza destructiva, el acaban con la armonía y la
unidad de los hogares, y los deberes prevenidos, atendidos y sancionados conforme
a la ley.

La posibilidad de corregir y reprimir y castigar a los hijos es un derecho contemplado


a favor de los padres en el ejercicio de la patria potestad, que también tiene como

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fin la formación y la protección del hijo por sus ascendientes y que suele definirse
como: la facultad paterna”.

La Organización Mundial de la Salud considera que el exceso en la corrección


disciplinaria es una forma de abuso de violencia infantil, explicando el fenómeno
como todas las formas de maltrato físico y / o emocional, abuso sexual, negligencia
y explotación que resulta en una La responsabilidad, la confianza o el poder.

Se ha logrado observar que existe un acuerdo más o menos común sobre las
prácticas de corrección disciplinaria hacia los hijos, pudiendo calificarse como
moderadas o abusivas, siendo en ambos casos violentas para los efectos del
Informe de la Organización Mundial de la Salud.

En tal sentido, si bien en la violencia sobre la violencia familiar se establece, en


general, que no se justifica en la forma de educación o formación el ejercicio de la
violencia hacia las niñas, los niños y los adolescentes, también lo es muchas de las
entidades federativas en sus códigos civiles o familiares el derecho a corregir.

¿Cuál es el problema? ¿Cuál es el problema? ¿Cómo hacerlo? de los hijos

Artículo 19.

1. Los Estados parte adoptan todas las medidas legislativas, administrativas,


sociales y educativas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso
físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el
abuso sexual, mientras que el niño se encuentra bajo la custodia de los padres, de
un representante legal o de cualquier otra persona que tenga su carga.

2. Esas medidas de protección se relacionan, se escriben, se escriben, se escriben,


se escriben, se escriben, se escriben, se escriben, se escriben, Notificación,
remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los
casos antes de los malos tratos al niño, según corresponda, la intervención judicial.

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9 . Otras formas del derecho a tener una familia: la adopción

Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados y
desarrollarse en su familia de origen. Sin embargo, no hay derecho a un interés
superior, sino a un derecho familiar.

La adopción es una institución que tiene como propósito la protección y / o un medio


familiar fundamentalmente en los niños, las niñas y los adolescentes que se
encuentran en el estado de abandono o el desamparado respecto de su familia
originaria, la creación de este modo una situación análoga a la filiación legítima con
respecto a los adoptantes.

El menor que se ha adoptado no solo tiene el derecho a llevarlo a cabo. Asimismo,


los derechos y las obligaciones para el mismo, el niño y la familia, los niños y las
niñas y los padres. Tiene a los impedimentos para contraer matrimonio.

Los mecanismos y los procedimientos para el transporte. Los términos de los


derechos civiles y familiares, el Reglamento de Adopción del Sistema para el
Desarrollo Integral de la Familia y las convenciones internacionales sobre la materia.

Artículo 20.

1. Los niños temporales o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo


interés superior se mantiene en ese medio, tienen derecho a la protección y la
asistencia especial del Estado.

2. Los Estados Parte garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros
tipos de cuidado para esos niños.

3. Entre esos cuidados figuraron, entre otras cosas, la colocación en los hogares de
guarda, la kafala del derecho islámico, la adopción o el ser necesario, la colocación
en las instituciones de protección de menores.

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V. ¿QUÉ ES UNICEF?

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF, 1946 – es un


organismo internacional, especializado en la protección de los derechos de los niños
y niñas en más de 160 países.

Por su amplio radio de acción, es una autoridad en materia de infancia. UNICEF


coopera con los países, las organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil,
brindando asistencia técnica en materia de atención a la infancia.

1. UNICEF en Panamá

UNICEF trabaja en Panamá desde 1991, apoyando los esfuerzos del Estado, de las
comunidades y de la sociedad civil en la aplicación de la Convención sobre los
Derechos del Niño, que reconoce que todo niño tiene derecho a la supervivencia, el
desarrollo, la participación y la protección.

Igualmente, UNICEF presta asistencia técnica y financiera a organizaciones locales


y gubernamentales que trabajan a favor de la infancia.

La labor de UNICEF en Panamá es posible gracias al aporte voluntario de gobiernos


amigos, Comités de UNICEF en países industrializados, empresas privadas y la
venta de tarjetas y productos.

Todos sus aportes son para el beneficio de niños y niñas panameños

2. ¿Qué hace UNICEF por los niños y niñas panameños

Trabajamos buscando sostenibilidad para mejorar la calidad de vida de los niños y


niñas del país, cooperando con diferentes organizaciones como son: instituciones
gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil sin fines de lucro, el sector
privado y agencias de sector internacional.

UNICEF en Panamá trabaja en torno a cinco ejes principales bajo el enfoque de


monitoreo y rendición de cuentas. Estos son:

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Supervivencia y desarrollo infantil Los primeros años de vida son decisivos para el
desarrollo físico e intelectual de niños y niñas. Asegurarles un buen comienzo en la
vida puede hacer la diferencia en su futuro.

Infancia y VIH/Sida Cada día son más las personas afectadas por el VIH. En
Panamá, UNICEF apoya los esfuerzos nacionales para prevenir la transmisión de
madre a hijo y brindar información oportuna a adolescentes.

Protección a la infancia y adolescencia Fortalecer los sistemas de protección y


garantías de los derechos de niños y niñas es necesario para crear un entorno que
los preserve de la violencia, explotación, abuso y discriminación.

Políticas públicas e inversión en la infancia Invertir en la infancia más recursos y de


manera más eficiente, mediante la implementación de políticas públicas y
programas, es clave para asegurar los derechos de los niños y niñas panameños.

Educación y equidad de género Garantizar a todos los niños y niñas del país el
acceso a una educación de calidad, que incorpore la perspectiva de género.

Entre los programas que UNICEF desarrolla en Panamá podemos mencionar.

a. Nutrición y responsabilidad familiar. Se trabaja juntamente con Nutrehogar


en las Guías de Desarrollo Infantil temprano ya que sus primeros 5 años es
crucial para su desarrollo futuro como escolares, adolescentes y adultos.
También se trabaja con SENAPAN brindando asistencia técnica en
programas de responsabilidad familiar.
b. Arte y deporte en la comunidad. Se trabaja con el Museo de Arte
Contemporáneo, Movimiento Nueva Generación, MEDUCA y el INAC. Se
busca fortalecer el arte y el deporte como medios de prevención.
c. Trabajo Infantil y educación en la Comarca Ngäbe-Buglé. Se trabaja con
Casa Esperanza, UNACHI y el MINSA, se busca dar una alternativa en las
áreas cafetaleras para potenciar el medio de educación buscando
alternativas al trabajo infantil.

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d. Prevención de la transmisión del VIH sida a los niños. Con quién trabajamos:
PROBISIDA, Programa Nacional de VIH Sida Qué hacemos: Apoyo en la
creación de un Plan Nacional para la prevención de la transmisión de madre
a hijo del VIH/ SIDA.
e. Apoyo Niños con VIH sida. Con quién trabajamos: Hogar Buen Samaritano,
Hospital del Niño Qué hacemos: Apoyo psico-social a niños y adolescentes
huérfanos y afectados por el VIH/SIDA, utilizando metodologías como teatro
de títeres y otras expresiones artísticas.
f. Sistema de Indicadores de Niñez, Adolescencia y la Mujer (SINAMP). Con
quién trabajamos: Contraloría General de la República. Qué hacemos:
Cooperar en el establecimiento de un Sistema de Indicadores de Niñez,
Adolescencia y la Mujer para generar información estadística relevante para
la formulación de políticas públicas a favor del cumplimiento de los derechos
de los niños, niñas, adolescentes y mujeres.
g. Protección integral de la niñez. Con quién trabajamos: Ministerio de
Desarrollo Social Qué hacemos: Apoyo en la elaboración de una ley de
protección integral de la niñez, brindándole asistencia técnica en materia de
aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño.
h. Planificación educativa. Con quién trabajamos: Ministerio de Educación Qué
hacemos: Apoyo en el establecimiento de un sistema de información
gerencial con herramientas de trabajo concretas, tanto para elaborar el
presupuesto en forma alineada con las prioridades programáticas, como para
darle seguimiento a su ejecución en tiempo real.
i. Compromiso social por la Educación. Con quién trabajamos: MEDUCA,
sociedad civil, gremios, estudiantes, empresarios Qué hacemos: Apoyamos
en la generación de un movimiento social a favor de una educación de
calidad, inclusiva y pertinente para todos los niños, niñas y adolescentes de
Panamá, donde la sociedad se hace vigilante sobre acuerdos y propositiva
en cuanto a políticas nacionales sobre educación.

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j. “Escuela Amiga” en Darién, Chiriquí y Tocumen. Con quién trabajamos:
MEDUCA, Proyecto Destino. Qué hacemos: Cooperamos en la capacitación
de docentes en metodologías participativas de educación. Una escuela
amiga es aquella que involucra a la familia, a los niños y niñas, a los docentes
y a la comunidad, asegura la inclusión, el respeto y la igualdad de
oportunidades; es flexible y responde a la diversidad y realidad que viven los
niños y las niñas.

k. Modelo pedagógico de educación inicial inclusiva e intercultural y desarrollo


infantil temprano. Con quién trabajamos: Casa Taller, UDELAS, MEDUCA,
CONAMUIP, APEDEI, comunidades Qué hacemos: Se apoya en la
elaboración de un modelo nacional de desarrollo infantil temprano con visos
de multiculturalidad.

V. FRENTE A LA PANTALLA: CONCEPTOS, HÁBITOS Y


PREFERENCIAS EN EL MUNDO DIGITAL.
a. ¿Qué significa estar frente a la pantalla?

La pantalla está más presente que nunca en la infancia. Si bien antes


hablar de pantalla se refería exclusivamente a la televisión, hoy estamos
frente a un escenario con variadas alternativas, desde la pantalla del
tradicional computador de escritorio hasta la del teléfono inteligente con
acceso a Internet, pasando por las tabletas, computadores personales y
equipos de juegos de video, entre otros.

En este contexto, Internet se ha encumbrado como una de las actividades


favoritas de los niños y las niñas antes que la televisión en el 45% de los
casos, cifra que aumenta en la población adolescente (CEPAL, 2013b).
Sin embargo, cuando se habla de uso de Internet no es posible acotarlo
a una actividad o incluso compararlo con otra, tal como ver televisión. Esto
es así porque utilizar Internet puede significar muchas y diferentes
actividades, las que incluso pueden ser ejecutadas en forma simultánea.
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Esto se ve resaltado por avances tales como la web 2.02 que permite a
los usuarios no solo visitar páginas web sino también crear y compartir
contenidos y comunicaciones en variadas plataformas y aparatos
tecnológicos. Por ello, la imagen del estudiante conectado a Internet que
busca información para la tarea escolar en el computador, con música de
fondo y el chat abierto, mientras recibe mensajes de texto o se comunica
con sus amistades y conocidos a través de otro chat también desde su
teléfono móvil, no es una fantasía.

De esta forma, estar conectado a Internet a través de distintos aparatos


tecnológicos se puede traducir en múltiples actividades, desde buscar en
la red contenido que sea relevante o de interés, compartir fotografías,
contactar y comunicarse con pares, descargar música o películas y jugar
videojuegos en línea, entre muchas otras. Esto también puede implicar
una recepción relativamente pasiva o interactiva de contenidos, que se
puede dar en solitario o de forma colectiva.

En definitiva, pasar tiempo frente a la pantalla, y particularmente en


Internet, es una actividad amplia que puede estar enfocada en
quehaceres escolares, de entretención o comunicación, en forma paralela
o exclusiva y que puede o no involucrar a otras personas.

b. Nativos digitales y la superación de brechas

Especialistas en la temática coinciden en que las nuevas generaciones,


que han estado expuestas a TIC desde temprano en su infancia, tienen
una apropiación tecnológica más avanzada que sus padres. Para ellos
resulta más natural el ser parte de un entorno mediatizado y no tardan
en desarrollar ciertas habilidades digitales, por lo cual han sido
denominados “agentes de cambio” (González de Requena, 2012) o
“nativos digitales” (Prensky, 2001).

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La educación cumple un rol nivelador al entregar acceso y capacidades
digitales a estudiantes de todos los estratos sociales, no obstante, esto
no significa que las brechas han sido superadas. Esto es así porque, si
bien la infraestructura y equipamiento son claves para entregar la opción
de ser parte del mundo digital, es solo un primer paso. El desarrollo de
capacidades y las habilidades tecnológicas – también conocido como
segunda brecha o brecha de uso- es lo que hace la diferencia entre
nativos e inmigrantes digitales.

Por ello, la atención no debería solo estar enfocada en cuántos acceden


a Internet sino en cómo acceden y qué hacen con ese acceso (Castaño,
2008). Este argumento está a la base de la literatura que reconoce que el
tipo de uso y las habilidades digitales no son homogéneos en la población
infantil y juvenil. Sin embargo, los esfuerzos educativos hacen esperable
que el factor de la conectividad esté presente en las futuras generaciones,
siendo estos grupos el foco de atención cuando se habla de la
incorporación y del uso de Internet en la vida cotidiana (CEPAL, 2008;
Hopenhayn, 2008).

c. Cultura digital y cambios de sentido.

Los profundos cambios sociales se producen en un contexto cotidiano.


Desde un punto de vista macro, hay algunos autores que hablan de una
sociedad en red (Castells, 2003) que impacta directamente tanto en la
configuración social como en la forma de interactuar y organizarse
(Ortega, 2012). Este es solo un ejemplo de cómo las TIC van generando
cambios y ajustes, a pesar de que hay sectores que se ven más
impactados que otros. Por ejemplo, se ha estudiado cómo las TIC
contribuyen a la integración y el bienestar de las personas, al punto de
que las posibilidades para acceder a ellas y utilizarlas marcan nuevas
categorías sociales, como las de población “infoincluida” e “infoexcluida”
(CEPAL, 2013a).

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En este proceso García Canclini (2012) identifica a los y las jóvenes como
actores claves “ascendentes” en la economía de la producción cultural y
como consumidores e impulsores de tecnologías digitales. Esto es reflejo
de un cambio de sentido impulsado por las nuevas tecnologías y del cual
se ha especulado desde hace ya una década (Hopenhayn, 2004).

De este modo, las nuevas generaciones se convierten en precursoras de


un cambio cultural, modificando su forma de comportarse, de organizarse
individual y colectivamente, lo que incide en cómo se relacionan con
ámbitos culturales, de ocio, trabajo, educación y participación (Ortega,
2012).

Este cambio se percibe también en su relación con la política,


redefiniendo lo político tanto en su expresión a través de redes virtuales,
movilizaciones y acciones colectivas como en el acceso a una
diversificación y simultaneidad de actividades, información y
comunicaciones (CEPAL, 2008; INJUV, 2012).

VI. INTERNET EN EL CONTEXTO DE AMÉRICA LATINA.


Antes de seguir avanzando en el uso de las TIC por parte de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes es necesario ofrecer una visión panorámica que
permita reflexionar sobre el rol de Internet en la región y dar cuenta de los
factores que están presentes en su acceso y uso en los hogares
latinoamericanos. Lo primero es destacar que, tal como se ha esbozado
anteriormente, el acceso a Internet sigue siendo un privilegio y que su
penetración está lejos de ser universal o similar a la de países
desarrollados.
Ello es así porque sus determinantes son estructurales y la ubicación
geográfica, el género, el nivel socio- económico y educacional dan cuenta
de desigualdades persistentes (CEPAL, 2013b; Sunkel, Trucco y Espejo,
2013). Sin embargo, a pesar de este escenario adverso, durante la última
década la región ha mostrado un sorpresivo avance en términos de
acceso

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a. La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) en la era digital

La CDN fue adoptada en 1989 en un contexto social que no se compara al


que se vive actualmente, producto de los avances de nuevas tecnologías que
dan paso a la llamada sociedad de la información (Pérez, 2008). Se trata de
avances tecnológicos que proveen de oportunidades de orden social,
económico y político y que contribuyen a la reconfiguración del tiempo de
ocio donde la comunicación e interacción están presentes, colaborando con
el desarrollo de la creatividad y del aprendizaje, entre otros (CEPAL, 2010).
Sin embargo, no son solo oportunidades las que se multiplican, sino también
riesgos, tanto nuevos como otros que son traspasados desde el mundo offline
al online.

Por ello, cómo se posicionan los niños y niñas en este escenario de desarrollo
tecnológico ha sido ampliamente discutido, en especial en Europa donde por
más de una década se han implementado programas que promueven un uso
seguro de Internet (Livingstone y O’Neill, 2010). Así, cuando se habla de
derechos de la infancia y TIC, seguridad y contenido ilegal no lo son todo,
puesto que la tarea no termina con proteger a niños y niñas sino que debe
empoderárseles por medio de herramientas que les permitan ejecutar
actividades en la red y utilizarla de una forma que vaya acorde con los
derechos de los que son sujetos. Tal como se establece en el punto 5 del
decálogo del uso de TIC elaborado por UNICEF, niñas y niños tienen:

“Derecho al desarrollo personal y a la educación, y a todas las oportunidades


que las nuevas tecnologías como Internet puedan aportar para mejorar su
formación. Los contenidos educativos dirigidos a niños y niñas deben ser
adecuados para ellos y promover su bienestar, desarrollar sus capacidades,
inculcar el respeto a los derechos humanos y al medio ambiente y prepararlos
para ser ciudadanos responsables en una sociedad libre” (Flores, 2009).

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Un primer paso es asumir que el llamado “tiempo de vivir la infancia” (Rico,
2013a) es en verdad un tiempo altamente digitalizado. Le sigue plantear
preguntas que ayuden a encontrar la ruta para que ese tiempo que niños,
niñas, adolescentes y jóvenes pasan frente a la pantalla sea un tiempo en
que puedan desarrollar capacidades en un ambiente seguro y, sobre todo,
empoderados. Alcanzar este balance de seguridad y de aprovechamiento de
oportunidades es uno de los mayores desafíos al que se enfrentan
legisladores, organismos que velan por la infancia e incluso sistemas
educativos (Livingstone y O’Neill, 2010). Estos mismos autores plantean que
se trata de un debate altamente polarizado donde niños, niñas, adolescentes
y jóvenes son identificados como potenciales víctimas que deben ser
protegidas mediante leyes que regulen y restrinjan el acceso y los contenidos
en la red, que generalmente son interpretados como una amenaza a sus
derechos tanto de privacidad como de libre expresión.

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CONCLUSIÓN

Podemos señalar en este análisis que la familia y todos sus aspectos son
importantes, no solo para un grupo de personas sino por el contrario para todos los
hombres y mujeres que van concatenados con el matrimonio y la sociedad.

Si nos vamos a los anales históricos, desde la creación del mundo Dios instituyó la
familia, desde el momento que Dios le creo una mujer al varón para que fuese su
ayuda idónea y los mando a que procrearan y se multiplicaran; desde ahí es donde
inicia el matrimonio y a familia como tal.

Pero desde el punto de vista legal y jurídico, tenemos los Derechos Humanos, la
Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 28 señala que toda
persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional, en que
los derechos y libertades proclamados en dicha Declaración y que se hagan
plenamente efectivos.

Para construir una base fundamental que proteja a la familia, se debe de proteger
que no se vulneren los instrumentos en materia de derechos humanos y no dejarlos
en el olvido.

Es muy importante tener presente, la concepción que la familia es la fuente de vida,


que dude de esta, estaría atacando la esencia de lo que es una verdadera familia,
y estaría pretendiendo mantener como derecho único y exclusivo el de quienes
frenar artificialmente la vida y poder crecer en completa libertad.

UNICEF es el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y su misión consiste


en proteger los derechos de niños y niñas, para contribuir a resolver sus
necesidades básicas y ampliar sus oportunidades a fin de que alcancen su pleno
potencial. Para ello, UNICEF se rige bajo las disposiciones y principios de la
Convención sobre los Derechos del Niño.

Es indudable que la familia es el lugar más adecuado para el desarrollo integral del ser
humano, la responsabilidad de los miembros de la familia, especialmente los padres cuando

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existen, crear las condiciones para el desenvolvimiento de la personalidad de los hijos, y es
este deber Se trata de un mandato de prioridad absoluta y sin dilaciones.

La internet está cada día más presente en la vida de los niños, niñas, adolescentes
y jóvenes, y América Latina no esta ajena a este fenómeno. El cambio generado
desde la tecnología repercute en la manera de comunicarse, entretener, educarse,
producir y compartir información, y lleva a una transformación cultural y de sentido
que modifica la forma de interactuar con el mundo e interpretarlo.

Los desafíos que impone la era de internet a la infancia son múltiples y no se trata
simplemente de proteger a niños, niñas y adolescentes de las amenazas en la red;
sino también de empoderarlos con herramientas que les permitan utilizarlas para
ejercer sus derechos.

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BIBLIOGRAFÍA

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