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Salir con los pequefos Panto Cantos Zipsrovictt Al amigo Jorge Saravi Riviere, de La Plata, Argentina “Estamos conveneidos de que ef mejor camino que existe para que el hombre pueda sobrevivir en este mundo, su mundo ¢ Interrelacionarse con los de- més seres y cl medio natural que lo rodea y des. convuelve es educarlo. Hacerlo sentir que él es na: turaleza, despertando su sentido de pertenencia e interdependencia con el eco Un problema o una necesidad? Salir con el grupo de pequefios no tiene que ser planteado como obli: gacién, Debe tenerse en cuenta que una salida -si adolece de clari dad en cuanto al sentido y valor {que implica en la formacién inte ‘gral del nifo tanto como en el planteo de sus propésitos, sino responde a programaciones escalo- nadas y sino tiene en cuenta la suma acumulativa y evaluativa de experiencias realizadas en Ia sala, junto a otras de la vida cotidiane- puede originar ciertas inquietudes, inseguridades y temores. Nada debe quedar librado a la intuicién Impravisacién; resulta importante ‘comprender que se trata de una tarea colectiva, abierta y participa: tiva en la que caben los nifos, el docente o su equips y el nticleo 1s primeros afos N°I Le Educacién en familiar, y que roquiere de un clima favorecedor con las prevenciones mas diversas, como las que neces tamos tener en cuenta en el que hacer diario en el mismo ambito escolar, ya sean de indole peda: gégica, didactica, técnica o de seguridad, Estos conceptos adquieren sentido si son producto de las propésites y ‘experiencias de la institucién, de los educadores y de su formacién, para promover ideas ¢ iniciativas realizables y renovadas. Fundamentalmente, hay que enten- der que una salida no es una aven: tura por la aventura misma, ni un desafio como meta (quizés en cier ta medida puede ser ambas cosas, pero no es conveniente quedar su: jeto a ellas), y que para realizarla hay que concebirla como un recur: 0 que acrecentaré la vida interna del jardin y trascenderé fuera de él, para tornarse en retro-alimentador de nuevas experiencias. Espacios En el “espacio jardin’, donde los pequetios y docentes desarrollan sus cotidianas vivencias, es donde se pueden proporcionar y producir los pasos sucesivos para cimentar las adquisiciones que se acrecenta- ran en las salidas y, consecuente mente, tomar contacto directo con los “medios” 0 “espacios prolongadores de la escuela” (vis: tos desde el Ambito formal) 0 “es: pacios urbanos o rurales" (vistos desde la éptica social y cultural), sin olvidar el primero y a Ia vez si multéneo “espacio hoger”, junto al "espacio calle” y al “espacio de la extraescolaridad’ (club, colonia, ludoteca, parque u otros), que con- tribuyen a la formacién permanen- tey que a su vez son paralelos al “espacio escolar”, Convivir en y con estos *medios", esarrollando con el grupo distin tas propuestas de actividades ai ladas o vinculadas a ejes temsticos o necesidades puntuales, posibilita poner en accién las capacidades de sentir, apreciar, descubrir, probar, constrult, expresarse, identificarse, incorporar, ete., en relacién con las alternativas que surgen de ‘esos medios y que hacen al sos t6n de la “canasta” contenedora de aprendizajes. Porque en cualquiera de estos “es pacios" nada se inicia ni concluye, simplemente son nuevos espacios prolongadores del espacio de todos los dias. En definitiva, es una for- ma més de trabajar con el entorno, pero asumiendo otras dimensiones (en tamatio, distancia, tiempos, posibilidades, dificultades y limita: ciones) y recreando intereses frente a la presencia de estimulos nuevos © ya conacidos. Estos espacios forman parte de la realidad que el nifo vive y percibe desde antes, con mas 0 menos in: tensidad, en el seno familiar y otros; cuando experimenta en su "espacio hogar" y en otros émbi: tos, al transpartarse, pasear, jugar, mmirar, escuchar 0 imaginar. EI niflo ‘se incorpora al “espacia escolar’ ‘con un ctimulo de aprendizajes po: sitivos y negativos y alli se puede rmovilizar e incentivar, para proyec: tarse alos micro y macro espacios referidos. Aproximarse, compartir y convivir con el “medio social y natural”’ El pequeno llega a las instancias formales. con vivencias nutridas por realidades y fantasias, por haceres y emociones. No empie 2a, s6lo continia inserténdose ‘con mayor 0 menor premura. Se trata de un nuevo paso y es aqui donde cabe la obligacién de pro: curarle propuestas enriquecedo- ras y activas para ampliar su ba ‘gale futuro Francesco Tonucei nos brinda cla Fidad al respecto cuando nos dice que: “No es verdad que el nifio no sabe nada, no es verdad que se trate de una tabla lisa sobre la cual tado debe ser escrito y que la escuela tendria la responsabili dad y el mérito de las primeras y fundamentales ensefianzas (...); del desarrollo que hace la investi gacién cientifica, justamente los primeras dias, los primeros me 80s y los primeros afios aparecen ‘como los de mas rapido desarro lo, es entonees, inmediatamente después del nacimiento, que su cede la explosién, y no alrededor de los seis afos, con el comienzo de la denominada edad de la ra z6n, Antes de que un nifio entre por primera vez a un aula escolar, soyonbad 50) u02 silos

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