Está en la página 1de 1

PÉREZ VARGAS BETZABE ALEJANDRA

EL PAPEL DEL ESTADO EN EL SIGLO XXI


Como se menciona en el articulo del Dr. José Luis Ayala Cordero, “Replanteando
el papel del Estado en el siglo XXI”, el status quo otorgado al Estado en la Paz de
Westfalia, ha sido modificado por la reconfiguración de un nuevo orden mundial en
el cual la economía se ha convertido en el catalizador de las transformaciones del
nuevo mundo globalizado.
Actualmente se cuestiona que la diplomacia haya pasado a segundo término e
incluso se ha manifestado una gran preocupación por la posible pérdida de
soberanía del Estado, ésto gracias a la facilidad que otorgan los mercados para que
se den las negociaciones no solo entre Estados, también entre gobiernos locales.
No obstante, la figura del Estado sigue siendo elemental para entender las
relaciones internacionales gracias a su grado de influencia en la economía mundial.
Lo anterior se refleja en el hecho de que, pese a la incursión en nuevas
tecnologías y nuevas formas de interacción entre los diversos entes de la sociedad
internacional, los mercados no han logrado posicionarse por completo sobre la
figura del Estado. Si bien nuevos actores han sido capaces de insertarse en el
escenario global y han influenciado la toma de decisiones, aún persiste el
cuestionamiento en torno al estatocentrismo como paradigma central del orden
internacional.
A manera de reflexión es importante tomar en cuenta que las barreras del espacio
geográfico se han quebrantado gracias al avance en las tecnologías de la
información y la mejora de infraestructura que facilita la logística comercial
internacional, lo cual ha abierto una brecha entre aquellos capaces de realizar
bloqueos económicos o incursionar las luchas financieras y aquellos que
simplemente siguen la dinámica económica imperante en el sistema internacional.
Se ha llegado a un contexto en el cual la diplomacia y la política exterior han
invertido sus funciones y han pasado a ser instrumentos de negociación económica,
sin embargo, el Estado sigue siendo la forma más efectiva de organización social
para preservar la cooperación y la unificación en la toma de decisiones, lo que
permite acoger la postura de que “la necesidad de lograr la unidad en la diversidad”
es lo que mantiene la preponderancia del Estado en las relaciones internacionales.

También podría gustarte