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Formación ciudadana:
¡utopía posible!
Resumen
Formación ciudadana: ¡utopía posible!
Alberto León Gutiérrez Tamayo*
María Raquel Pulgarín Silva** La formación ciudadana no sólo es un anhelo, sino una necesidad para construir y
consolidar el proyecto democrático latinoamericano. Esta democracia requiere de ciu-
dadanos renovados, esto es, democráticos, participativos, sociales, políticos, activos
y críticos, dispuestos a ejercer una nueva ciudadanía, más allá de la clásica. Y es ahí
donde los estudios del territorio, desde el proceso docente, se convierten en una opor-
tunidad de formar en, para y sobre ciudadanía, lo cual incluye la instrucción, el
desarrollo y la educación en contexto. Una formación ciudadana, intencionada y
guiada desde la teoría de los procesos conscientes, a fin de gestar el ciudadano terri-
torial, capaz de ejercer la ciudadanía y aspirar a construir la democracia territorial.
Abstract
Education for citizenship: ¡A possible utopia!
Résumé
Formation civique: une utopie possible!
La formation civique n'est qu'un désir mais une nécessité de construire et consolider
le projet démocratique Latino-américain. Cette démocratie exige de citoyens rénovés,
c'est-à-dire, démocratiques, participatifs, sociaux, politiques, actifs et critiques,
__________________________________________________ préparés à exercer une nouvelle citoyenneté au-delà du modèle classique. Et c'est là
où les études du territoire depuis le processus pédagogique deviennent une occasion
* Profesor Universidad de Antioquia.
Trabajador social y magíster en Estu- de former en, pour et à propos de la citoyenneté, ce qui inclut l'instruction, le déve-
dios urbanos regionales. Estudiante loppement et l'éducation en contexte. Une formation civique, délibérée et guidée
del Doctorado en Educación, línea depuis la théorie des processus conscients afin de concevoir le citoyen territorial,
“Formación ciudadana”, Facultad de capable d'exercer la citoyenneté et aspirer à construire la démocratie territoriale.
Educación, Universidad de Antioquia.
E-mail: algt57@gmail.com
** Profesora Titular Universidad de An- Palabras clave
tioquia. Tutora del Doctorado en Edu-
cación, línea “Formación ciudadana”, Democracia, ciudadanía, ciudadano territorial, territorio, formación ciudadana
Facultad de Educación, Universidad
Democracy, citizenship, territorial citizen, territory, education for citizenship
de Antioquia. Doctora en Ciencias Pe-
dagógicas, Universidad Pinar del Río,
Démocratie, citoyenneté, citoyen territorial, territoire, formation civique
Cuba.
E-mail: raquel.udea@gmail.com
hace del mundo un mercado en permanente el cual termina siendo el gran mediador entre
disputa entre global y local, y a la tendencia el mundo y la sociedad nacional y local, ya que,
del desarrollo sostenible, aparecen en la actua- en su funcionalización, el “mundo” necesita
lidad dos tendencias más para interpretar y de una mediación de los lugares, según las
orientar la realidad: democratización de las potencialidades de estos, para usos específi-
relaciones entre sociedad civil y Estado —como cos. El lugar ofrece al movimiento del mundo
forma de gobierno— y creciente demanda de la posibilidad de su realización más eficaz; lo
la población por ocupar más espacios de par- cual implica que el mundo, para hacerse espa-
ticipación real en la toma de decisiones sobre cio, depende de las potencialidades del lugar.
los aspectos de incumbencia cotidiana (Wolfe,
1991). Es éste el escenario de la globalización: Se evidencia así la relación de interdependen-
fenómeno contemporáneo, mas no por ello cia entre global y local, escenario actual de la
actual, dado que tiene (CEPAL, 2000) raíces ciudadanía, del territorio y de la formación ciu-
profundas que han marcado el devenir histó- dadana, dado que, podría decirse, el contexto
rico de la humanidad (Boisier, 2001) y que está global es el sistema mayor, de escala amplia,
demandando incrementos en la justicia: incluso virtual, en el que ocurren diferentes
fenómenos sociales, culturales, políticos, eco-
[...] los países ricos no pueden ignorar nómicos, tecnológicos, espaciales y ambienta-
la exigencia imperiosa de una solida- les que impactan todo el planeta, y es aquí
ridad internacional activa para garan- donde emerge la escala geográfica de lo local,
tizar el futuro común mediante el esta- recibiendo pero también creando y recrean-
blecimiento progresivo de un mundo do, en sus dinámicas cotidianas, tales fenóme-
más justo, [así como la convicción de nos globales e impactando el sistema mayor.
que] el triunfo de la lógica económica
implacable basada en la ley del más Estas tendencias, derivadas de la condición
fuerte y sometida a las exigencias de glo-cal en ámbitos “socio-cultural, político, eco-
un neoliberalismo sin alma, nos obli- nómico, tecnológico, ambiental y espacial”
ga a sacudir nuestra conciencia, a des- (Sánchez, 2005: 41-65), advierten sobre las nue-
velar nuestra ética frente a la cuestión vas exigencias, posibilidades y desafíos que el
social primordial que plantea el au- contexto plantea a la ciudadanía, al territorio
mento de las desigualdades en el mun- y a la formación ciudadana, aportándoles pau-
do (Delors, 1996: 189). tas para lograr una visión más comprehensiva
de las dinámicas que acontecen en la actualidad
Entendida la globalización como proceso his- y motivando la búsqueda de alternativas de
acción plausibles que permitan la transforma-
tórico que penetra y reformula todos los ám-
ción progresiva de la sociedad. Afrontar esta
bitos de la sociedad y que tiene implicaciones
realidad en la perspectiva de alcanzar mejor
de gran relevancia en la época contemporá-
calidad de vida y mayores niveles de bienestar ge-
nea, incitando otras maneras de intervenir e neral demanda a la educación hoy, como op-
investigar la realidad, habrá que mencionar su ción posible, la consolidación, la ampliación y
ineludible relación con lo local. la profundización de la democracia; el respeto
por lo público, particularmente, por la función
Existen diferencias entre el orden global y lo- pública encomendada a la estructura guber-
cal (Santos, 2000); ambos constituyen dos si- namental del Estado; asumir la corresponsabi-
tuaciones generalmente opuestas, aunque, en lidad social que involucra a la empresa privada,
cada una, se verifiquen aspectos de la otra. las organizaciones sociales y comunitarias, a las
En realidad, cada lugar, al mismo tiempo, es organizaciones no gubernamentales y a la aca-
objeto de una razón global y de una razón lo- demia; formar y ejercer la ciudadanía; y, como
cal, que conviven dialécticamente. El orden mínimo, gestar ciudadanos en el amplio sen-
global-local sugiere un énfasis en el territorio, tido de la palabra.
mentos en la pobreza y la desigualdad latinoa- Para el caso del ciudadano territorial, no se alu-
mericana; documentar y realizar balances en- de sólo al cívico, ni al buen ciudadano: aquel
tre reformas implementadas y realidades que posee un conjunto de conocimientos y
transformadas; comprometer a los organismos actitudes que le permiten cumplir con los de-
internacionales de cooperación en la promo- rechos y las obligaciones establecidos, y ejer-
ción de la democracia; continuar explorando cer prácticas que propicien la relación consigo
los avances, los retos y las dificultades que mismo y con el otro. No se trata simplemente
enfrenta el desarrollo de la democracia. del que participa en la política y en los fenó-
Adicionalmente, es preciso completar los de- menos sociales, que ama la patria, practica la
bates y los fundamentos teóricos para consoli- cortesía, fomenta el conocimiento de la histo-
dar el ideal democrático; asumir el déficit ria, conoce y aplica las reglas de interacción
de la sociedad como déficit de la democracia; social, otorga importancia al Estado; reconoce
concebir los ciudadanos como fuente y justi- y respeta al ser humano, la familia y exalta
ficación de la autoridad del Estado democráti- valores altruistas. No es solamente el virtuo-
co, es decir, como sujetos de la democracia. so, creyente en el interés colectivo, en la soli-
Vivir la ciudadanía va más allá de los derechos daridad, en el bien de todos, con juicios con-
civiles, políticos y sociales. cretos e innovadores, apostándole a un orden
social, público y moral.
Es a través de la relación con otros de manera cial que la vida demanda (Santos, 1998). Es allí
organizada, en sus prácticas sociales, así las donde puede o no ser efectivamente ciudada-
cosas, que puede adquirirse la categoría de ciu- no; donde se concreta la práctica de su ciu-
dadano territorial. Se trata de un ciudadano dadanía; donde es posible la construcción
poseedor de características diversas; producto democrática anhelada; donde podrá o no con-
de una combinación integral de las concepcio- tribuir, individual y colectivamente, a mejorar
nes clásicas y renovadas vigentes; un ciuda- los niveles de bienestar general, siendo, como
dano alternativo, quizá más contemporáneo, un todo, producto del territorio, desde el te-
al estar enmarcado por el contexto descrito: el rritorio y para el territorio, bajo la sombra y a
ciudadano territorial que, por serlo precisa- propósito de las tendencias contextuales. Este
mente, está en condiciones de conjugar su ciudadano requiere del lugar, del espacio geo-
papel democrático, participativo, social, polí- gráfico semantizado para actuar como tal; el
tico, activo y crítico que se le ha endilgado; ejercicio de su ciudadanía también tendrá cla-
capaz de ejercer la ciudadanía requerida para ra referencia territorial; en consecuencia, igual
construir el anhelo democrático. acontecerá con la democracia.
mental del Estado y que asumen su propia y — Política, en cuanto se otorga y ejerce parti-
doble responsabilidad social: exigir el cumpli- cularmente en este ámbito.
miento de la función pública y complementar-
— Crítico-social, en cuanto abarca la posibili-
la, sin competir con ella o pretender suplirla,
dad de la transformación, más allá de de-
los cuales, además, tienen la capacidad de ele-
rechos y deberes.
gir a los gobernantes y la potencialidad de ser
elegidos como tales—. Ambos tienen un pro- — Actitudinal, en tanto es un valor que se in-
pósito común: incrementar o mejorar los ni- corpora a la conciencia y a la voluntad para
veles de desarrollo territorial. ejercerse, reclamarse y dinamizarse.
les que revelan otras interacciones entre los Así las cosas, no es posible imaginar una ciu-
actores sociales, y entre estos con el territorio; dadanía que prescinda del componente terri-
encuentros entre sistemas de objetos y siste- torial; el ciudadano es un individuo localiza-
mas de acciones (Santos, 2000). En el territorio do, ubicado en un lugar, lo cual da paso a la
ocurren vinculaciones y desvinculaciones, ex- ciudadanía concreta, no a la ciudadanía abs-
clusiones positivas o negativas que se confun- tracta. En muchas ocasiones, el espacio vivido
den en medio de lo que es interno y externo contiene desigualdades e injusticias que le
regido por flujos y fijos, por verticalidades y hori- hacen ser, en la práctica, un espacio sin ciuda-
zontalidades (Silveira, 2006); estas aparentes danos, por la imposibilidad de acceder a los
contradicciones conforman los nuevos conte- bienes y servicios necesarios; son espacios re-
nidos que dinamizan lo sociocultural, que gulados por el mercado y por el Estado para
toman forma y se nutren —o debilitan— de acuer- servir al modelo económico y no al modelo cí-
do con las continuas relaciones entre el con- vico-territorial (Santos, 1998). La localización
texto global y local. de las personas en el territorio es casi siempre
una combinación entre las fuerzas del mercado
La relación de interdependencia entre territo- y las decisiones del Estado, representando en
rio y ciudadanía adquiere carácter complejo a esencia por el gobierno. No es un asunto de la
través del proceso dialéctico de transformación voluntad del individuo; está determinado por
mutua. Tal proceso pone de manifiesto un mo- la combinación de estas fuerzas. Por ello, la
vimiento que va en doble dirección: el territo- igualdad de los ciudadanos supone una acce-
rio (Santos, 2000), considerado como el espacio sibilidad semejante para todos a los bienes y
socialmente producido, el conjunto indisoluble servicios esenciales para una vida digna; ello
de sistemas de objetos y sistemas de acciones, presupone una ubicación territorial lejos del
susceptible de ser gobernado, ordenado y ad- alcance del mercado, evitando que el modelo
ministrado, modifica la actividad humana, es económico incremente, por ello, las desigual-
decir, la organización social se estructura y dades sociales que ha generado ya la distribu-
transforma en función de las modalidades de ción territorial. Las dificultades, desigualdades
los sistemas productivos, adaptados al contex- y exclusiones que genera la ubicación geográfica
to territorial; a su vez, la colectividad lleva a para ser ciudadano habitualmente son dupli-
cadas por la distancia política, dado que vivir
cabo, en el horizonte territorial, sucesivas
en el centro o en la periferia no sólo genera
transformaciones histórico-culturales que son
distancias de los bienes y servicios necesarios
representativas del trabajo social acumulado
para una vida digna, sino que, a la vez, es fuen-
y de los valores culturales agregados.
te del distanciamiento de las personas, de sus
opciones políticas. En este marco, otro mode-
Aspecto sobresaliente para entender mejor lo, otro escenario pareciera requerirse para
la interdependencia y la conformación mutua hacer posible, en Latinoamérica, el proyecto
entre territorio y colectividad es que ésta se democrático.
da en la medida en que los individuos imagi-
nan, sienten y conciben el territorio de cierta El territorio puede entenderse como espacio
manera y desde estas imágenes lo construyen; geográfico semantizado, usado, apropiado y
los territorios que se habitan marcan formas construido socioculturalmente, producto de la
de imaginar, sentir y percibir; así, la relación transformación histórica efectuada por los su-
entre individuo transformador y objeto trans- jetos; como escenario que favorece o imposi-
formado es bidireccional: aquél crea y modifi- bilita el ejercicio de la ciudadanía. Dependien-
ca el territorio; éste deja huellas y transforma do del tipo de territorio que se considere, de
al individuo y a la colectividad que lo habita sus potencialidades o de sus barreras, así será
(Echeverría y Rincón, 2000). la ciudadanía y el comportamiento ciudada-
no de los individuos y colectivos que lo habi- educación, como enfoque teórico orientador,
tan y transforman. Este territorio podrá ser consideramos la educación como hecho, en-
definido y caracterizado mediante la interde- cargo y proceso social:
pendencia y la simultaneidad de aspectos geo-
gráficos, políticos, administrativos o fiscales; — Como hecho social, a través del cual las
aspectos ambientales, características socioespa- sociedades incorporan metódicamente
ciales y culturales. a los jóvenes a las formas adultas de la vida;
está fundamentado en la sociología de
la educación y teniendo la escuela como
Formación ciudadana y proceso docente su escenario por excelencia.
— Como encargo social, es una función del
No se nace ciudadano; se hace, se forma. Es Estado, liderada desde las diferentes insti-
una manera de ser, una conducta, un modo tuciones educativas, con la finalidad de
de vida que se aprende y se fortalece con la educar a las nuevas generaciones, acorde
práctica y puesta en escena del ejercicio ciu- con las necesidades sociales, y apoyada en
dadano territorial, de la ciudadanía territoria- la filosofía de la educación.
lizada. Para alcanzar esta categoría de ciudada-
no y obtener los fundamentos para el ejercicio — Como proceso social, sistémico, conscien-
de la ciudadanía renovada, soporte de la de- te y complejo, busca formar, a través de la
mocracia territorial, se requiere de una forma- instrucción, el desarrollo de habilidades y
ción adecuada, de una fundamentación ínte- actitudes, desde la pedagogía como cien-
gra y de escenarios que las propicien; se exige cia fundamente de las ciencias de la edu-
que, en los procesos de formación ciudadana, cación.
se incorpore la estrategia pedagógica deriva-
da de la interdependencia entre ciudadanía y Es precisamente en el seno de la pedagogía
territorio, para forjar estos ciudadanos, crear donde ubicamos la formación como el proce-
la ciudadanía renovada planteada y gestar la so docente, consciente, intencionado y en con-
democracia territorial que se anhela. texto, mediante el cual se instruye al estudian-
te al brindarle conocimientos, se le educa en
Históricamente, la formación ciudadana ha actitudes que incorporen lo instruido, y se le
sido una tarea asumida en especial por la es- desarrolla para la actuación y el desempeño
cuela, mediada por un proceso docente don- exitoso desde unas habilidades prácticas (Ál-
de prima la instrucción como la forma de varez de Zayas, 1998; Álvarez de Zayas y
enseñar a desempeñarse socialmente como González Agudelo, 1998) que permiten, en
ciudadanos. De ahí que, en este ámbito tra- conjunto, a partir del conocimiento, alcanzar
dicional, sea tarea fundamental del docente la categoría del ser, para hacer y transformar.
ofrecer los contenidos y valorar su memoriza- Esta formación, obviamente, se encuentra en
ción por los estudiantes, no así su aplicación y interacción con los procesos de enseñanza-
puesta en práctica en el desempeño cotidiano aprendizaje propios, respectivamente, de la
escolar. Es por ello que el desarrollo de habili- didáctica y de la psicopedagogía.
dades cognitivas, sociales, actitudinales y
procedimentales se constituye en una condi- Se trata de una formación (Díaz y Quiroz, 2005)
ción en el nuevo aprendizaje de la ciudadanía. asociada con aprendizajes particulares, destre-
zas o habilidades como medios para alcanzar
Formación y formación ciudadana deben ser, un ser integral, en contexto, que se logra por
consecuentemente, concebidas y enmarcadas medio de los modelos pedagógicos que orien-
como puntales del planteamiento que antece- tan la instrucción, el desarrollo y la educación,
de. Al efecto, ubicados en las ciencias de la en su relación sistémica, como base de la
teoría de los procesos conscientes (Álvarez de Si bien la formación así entendida acontece en
Zayas, 1998). Instrucción, entendida como apro- los espacios de socialización del sujeto, es la
piación de conocimientos, hábitos y habilida- escuela donde por finalidad se imparte por
des cognitivas; desarrollo, en referencia a las excelencia: una escuela consciente de que la
regularidades internas, físicas y cognitivas, persona es, en esencia, lo que la educación
propias de la personalidad del sujeto; y educa- haga de él (Kant, 1983); de que no se es, por
ción, orientada a la formación de hábitos, con- naturaleza, lo que se debe ser, sino que, me-
vicciones, carácter y conductas de los seres diante la formación, en el curso del devenir
humanos. histórico, la persona asume la tarea de irse
construyendo de manera interminable, procu-
Los procesos conscientes son una tendencia
rando poder llegar a ser lo que en el trayecto,
pedagógica surgida de los modelos desarro-
en el camino de la vida, va siendo (Gadamer,
llistas sociales que, mediante su estructuración
1992); de que es en los primeros años de la vida
como sistema abierto de relaciones dialécticas
de los procesos educativos, instructivos y de- donde podrá formarse en lo esencial (Dewey,
sarrolladores, esbozan un paradigma donde 1971), aquello sobre lo cual en la edad adulta
los sujetos no son ajenos a su proceso de apren- podrá pedírsele cuenta al sujeto, será esperable
dizaje, a su proceso de formación y, por ello, aplique en su acción, en su práctica individual
pueden participar plena y libremente en el y colectiva.
desarrollo económico de las nuevas socieda-
des del conocimiento (Álvarez de Zayas, 1998). Se deduce de lo que antecede la noción guía
Esta tendencia, como tal, se constituye en una sobre formación ciudadana. Ante todo, proceso,
alternativa pedagógica donde confluyen las en virtud a su nexo con la pedagogía, vincu-
dimensiones educativa, instructiva y desarro- lada al carácter de proceso social de la educación,
lladora, que interpreta dialécticamente los en relación directa con la sociología y la filoso-
modelos pedagógicos anteriores, en particular fía de la educación, con la psicopedagogía y la
los provenientes del enfoque histórico-cultu- didáctica. Proceso educativo que acontece no
ral como fundamento conceptual de la peda- sólo, pero si preeminentemente, en la escuela
gogía y de la teoría de la actividad desarro- y, muy en particular, en los niveles básicos.
llada por Vigotsky (Daniels, 2003) y el relativo Orientada por la teoría de los procesos conscientes,
a la teoría del currículo en Dewey (Canfux en tanto se asume como resultado de la ins-
et. ál., 1996), otorgándole valor a los aciertos y trucción, la educación y el desarrollo, en con-
formulando nuevos componentes para invo-
texto, con intencionalidad transformadora en
lucrar la escuela con la vida a través de la edu-
esencia, es decir, una formación para conocer,
cación basada en problemas, al tiempo que
ser, actuar y transformar. Y para formar los ciu-
relaciona el proceso docente con la investiga-
dadanos territoriales, motivados para ejercer su
ción, atendiendo el requerimiento de la so-
ciedad del conocimiento. ciudadanía territorializada —fruto de la inter-
dependencia entre ciudadanía y territorio— y
En este marco, la formación como proceso construir el anhelo democrático.
orientado por la pedagogía, ciencia fundante
de las ciencias de la educación, se fundamen- Adicionalmente, es posible plantear la concep-
ta en bases teóricas que deben ser explícitas ción sobre el proceso de formación ciudada-
desde el orden filosófico (concepción de ser na, con la incorporación del territorio. Se trata
humano), el sociológico (relación con el entor- del proceso pedagógico soportado en la teoría de los
no) y el psicopedagógico (proceso de la edu- procesos conscientes, mediante el cual se forma al
cación) para que, en su conjunto, dirijan la ciudadano territorial apoyado en las categorías de
enseñanza y el aprendizaje. la instrucción, la educación y el desarrollo, en con-
texto, para que ejerza su ciudadanía territorializada. y pertenencia a la colectividad de iguales pero
Formar ciudadanos es el principal reto del si- distintos, a la comunidad de intereses múlti-
glo XXI; formarlos para el ejercicio de la ciuda- ples y plurales compartidos, una ciudadanía
danía, en un territorio, de tal manera que su territorializada capaz de comprender los sis-
propósito sea la construcción de una demo- temas de objetos y los sistemas de acciones que
cracia auténtica (Organización de Estados Ibe- lo caracterizan; sus fijos y sus flujos, sus
roamericanos —OEI—, 2008). No sólo formar verticalidades y sus horizontalidades, es de-
ciudadanos con preeminencia en derechos y cir, en la ciudadanía territorializada como es-
responsabilidades civiles y políticas, sino in- trategia pedagógica innovadora. Un proceso
cluir los derechos económicos, sociales y cul- formativo así concebido puede configurar un
turales y los derechos de la solidaridad, así ciudadano territorial, potenciador de la ciuda-
como los derechos ambientales y los colecti- danía, en su territorio, dispuesto a la construc-
vos, que trascienden los derechos individua- ción de la democracia como ideal individual y
les. Es decir, la formación ciudadana colectivo.
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