Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estructura bacteriana
Pared celular bacteriana: contiene peptidoglucano en todas las formas de bacterias, excepto en
micoplasmas. Su función es dar soporte a esta membrana plasmática subyacente.
Peptidoglucano: exclusivo de las células procariotas. Membrana plasmática: similar a la de las
células eucarióticas y está formada por una bicapa de fosfolípidos y proteínas; con excepción de
que no contiene esteroles, lo cual modifica la permeabilidad.
Envoltura bacteriana: membrana plasmática + pared celular.
Citoplasma: contiene enzimas solubles y ribosomas, el material genético está formado por un
solo cromosoma.
No contiene mitocondrias y toda la generación de energía tiene lugar en la membrana
plasmática a través de los sistemas enzimáticos
Membrana externa: única estructura adicional con relevancia para la quimioterapia, por fuera
de la pared celular. Permite clasificar a las bacterias según se tiña con la tinción de Gram. En las
bacterias Gram-, esta membrana puede impedir la penetración de antibacterianos y evitar el
acceso de la lisozima
Lisozima: una enzima microbicida presente en los leucocitos, las lágrimas y otros tejidos
corporales y que degrada el peptidoglucano).
Síntesis proteica
La síntesis proteica tiene lugar en los ribosomas, los ribosomas procarióticos son diferentes, y esta
diferencia es la base de acción antimicrobiana selectiva de los antibióticos, el ribosoma bacteriano
consta de subunidades 50S y 30S, en estas síntesis están implicados el ARN mensajero y el ARN
transferencial, el ribosoma tiene tres sitios, el A, P y E.
Las subunidades 30S y 50S de los ribosomas, forman el complejo 70S, en el cual se desplaza el ARNm
que forman los codones, el cual a través del ARNt formal el polipéptido correspondiente.
Universidad de Guadalajara
Bautista Díaz, Valeria
LQFB
Los ácidos nucleicos de la célula son el ADN y ARN, hay tres tipos de ARN, el mensajero, de
transferencia y ribosomal, este último es parte esencial del ribosoma. El ADN es molde para la
síntesis de ADN, ARN y de proteínas, formado por nucleótidos estos formados por una base
nitrogenada unida a un azúcar y fosfato, hay dos bases nitrogenadas purínicas (A y G) y dos
pirimidíncas (C y T).
El inicio de la síntesis del ADN precisa de la separación y desdoblamiento de la doble hélice, esto
con ayuda de una proteína, la ADN girasa, esto permite dos hebras independientes, a la ual, con
ayuda de otras enzimas, como la ADN polimerasa, va añadiendo las unidades de nucleótidos
respectivos, esta síntesis y la diferencia que existe entre los organismos eucariontes y procariontes
permite interferir en las vías metabólicas que generan los precursores de los nucleótidos.
Algunos fármacos permiten alterar las propiedades de emparejamiento de bases del molde, que
dan lugar a mutaciones en el marco de lectura o a emparejamientos erróneos.
Otra clase de fármacos actúan inhibiendo la ADN girasa, evitando así el trabajo respectivo de la
enzima, estos tipos de fármacos son útiles en infecciones por bacterias gramngativas.
Hay, además, variedad de fármacos que tienen efectos directos sobre el ADN, los fármacos
alquilantes formando uniones covalentes con las bases del ADN, impidiendo así la replicación, otros
actúan determinando la fragmentación de las hebras de ADN tras la formación de radicales libres,
sin embargo, ningún antibacteriano actúa por estos mecanismos.
Los microtúbulos y los microfilamentos son dianas importantes, por ejemplo, los benzoimidazol y
otros quimioterapéuticos presentan actividad selectiva a la tubulina e impiden la formación de
microtubulos.
Otra clase de fármacos actúan inhibiendo la capacidad de división celular, afectando a los
microtúbulos implicados en este, estos fármacos son la vinblastina y vincristina.
Otra diana estructural son las fibras musculares, en este sitio se engloban algunos antihelmínticos,
la piperazina, por ejemplo, es agonista de los canales de cloruro específicos de parásitos regulados
Universidad de Guadalajara
Bautista Díaz, Valeria
LQFB
por el GABA en el musculo, las avermectinas que aumentan la permeabilidad al cloruro en el
musculo, y el levamisol, agonista de los receptores colinérgicos nicotínicos del musculo.
El desarrollo de fármacos eficaces y seguros para tratar las infecciones bacterianas ha revolucionado
el tratamiento médico y ha disminuido notablemente la morbilidad y mortalidad de las
enfermedades microbianas. Sin embargo, el desarrollo de antibacterianos eficaces se ha
acompañado de la aparición de microorganismos resistentes a los mismos; el corto tiempo de
duplicación de muchas especies bacterianas brinda oportunidades de adaptación evolutiva. El
fenómeno de resistencia impone graves restricciones a las opciones disponibles para el tratamiento
médico de numerosas infecciones bacterianas. También se puede desarrollar resistencia a los
quimioterápicos en protozoos, parásitos multicelulares y poblaciones de células malignas.
La tasa de mutación espontánea en poblaciones bacterianas para cualquier gen es baja y existe una
probabilidad aproximada de 1 por cada 10 millones que una bacteria al dividirse dé lugar a una
bacteria hija que contenga una mutación de un gen concreto. Sin embargo, en una infección puede
haber muchas más bacterias y la probabilidad de que exista una mutación que produzca un cambio
que genere resistencia a fármacos es elevada en algunas especies de bacterias y con algunos
fármacos. Si una población bacteriana infecciosa contiene mutantes resistentes a un antibiótico
determinado se expone a ese antibiótico, los mutantes tendrán una ventaja selectiva; en la mayoría
de los casos, la drástica reducción de la población por el antibiótico permite que las defensas
naturales del huésped destruyan con eficacia los patógenos invasores.
Amplificación de genes
Transposones
Algunos fragmentos de ADN se transfieren (transponen) con bastante rapidez desde un plásmido a
otro y también desde un plásmido al cromosoma; porque puede existir una integración de estos
segmentos de ADN (se denominan transposones) en el ADN aceptor independientemente del
mecanismo normal de recombinación genética homóloga. Los transposones no pueden replicarse
de forma independiente, aunque algunos pueden hacerlo durante el proceso de integración dando
lugar a una copia tanto del ADN donante como del ADN aceptor. Los transposones pueden llevar
uno o más genes de resistencia y pueden «hacer autostop» en un plásmido hacia una nueva especie
de bacteria; el transposón puede transferirse a su cromosoma o a sus plásmidos naturales.
Los plásmidos y los transposones no son los únicos mecanismos que ha desarrollado la selección
natural. La resistencia se puede propagar por otro elemento móvil: el casete génico, formado por
un gen de resistencia unido a un pequeño sitio de reconocimiento. Se pueden almacenar juntos
varios casetes en una matriz multicasete, que se puede integrar en una unidad móvil de ADN de
mayor tamaño, denominada integrón. El integrón contiene un gen para una enzima, la integrasa
que inserta los casetes en puntos concretos del integrón. Sistema (transposón/integrón/matriz de
casete multirresistencia) permite una transferencia rápida y eficiente de resistencia a múltiples
fármacos entre elementos genéticos.
Entre bacterias
Conjugación
Universidad de Guadalajara
Bautista Díaz, Valeria
LQFB
La conjugación supone un contacto célula-célula durante el cual se transfiere el ADN cromosómico
o extracromosómico desde una bacteria a otra. Principal mecanismo para la propagación de la
resistencia. Codificada en los plásmidos de conjugación, plásmidos que contienen genes de
transferencia que, en bacterias coliformes, codifican la producción por la bacteria huésped de
túbulos superficiales de proteínas que conectan las dos células, el pili sexual. El plásmido de
conjugación pasa desde una bacteria a otra, que es habitualmente de la misma especie. Bacterias
gramnegativas y algunas grampositivas se pueden conjugar. Existen plásmidos que atraviesan las
barreras de especie y aceptan un huésped fácilmente, definidos como plásmidos promiscuos
Los plásmidos R son conjugativos, los plásmidos no conjugativos, coexisten en una célula «donante»
que tiene plásmidos conjugativos, pueden hacer «autostop» desde una bacteria a otra con el
plásmido conjugativo.
Transducción
Proceso mediante el cual el ADN plasmídico se encierra en un virus bacteriano (o fago) y se transfiere
a otra bacteria de la misma especie. Medio relativamente ineficaz de transferencia de material
genético, pero es clínicamente importante en la transmisión de genes de resistencia entre cepas de
estafilococos y de estreptococos.
Transformación
En pocas especies y en condiciones naturales una bacteria puede sufrir una transformación al captar
ADN desnudo desde su entorno e incorporarlo en su genoma mediante el mecanismo normal de
recombinación homóloga. No es importante clínicamente.
Las enzimas implicadas son las β-lactamasas que escinden el anillo β-lactámico de las penicilinas y
las cefalosporinas, sin embargo, algunas de estas enzimas tienen preferencia por las penicilinas y
otras por las cefalosporinas.
Los estafilococos son las principales bacterias que producen β-lactamasas y los genes que codifican
estas enzimas, que en estas bacterias son inducibles. veces. La enzima puede atravesar la envoltura
e inactivar las moléculas del antibiótico en el medio circundante. El grave problema clínico que
plantean los estafilococos resistentes por la producción de b-lactamasas se abordó con el desarrollo
de penicilinas semisintéticas.
Inactivación de cloranfenicol
Esto pasa en presencia de la enzima cloranfenicol acetiltransferasa, una enzima que producen cepas
resistentes de bacterias gram (+) y (-), y el gen de resistencia es transportado por plásmidos. En las
bacterias gram (-) la enzima se produce de maneras constitutiva.
Alteración del sitio sensible al fármaco o del sitio de unión del fármaco
Los aminoglucósidos se unen a la subunidad 30S del ribosoma y este puede alterarse por mutaciones
cromosómicas.
La base de resistencia es una mutación mediada por plásmidos en el sitio de unión de la eritromicina,
en su caso, en la subunidad 50S. En el caso de la rifampicina es por la alteración de la ARN
polimerasa.
Un ejemplo es la resistencia a las tetraciclinas mediada por plásmidos en bacterias gram (+) y (-). Los
genes de resistencia del plásmido codifican proteínas inducibles de la membrana bacteriana, las
cuales, de forma dependiente de energía, favorecen la salida de las tetraciclinas y, por tanto, la
resistencia.
El desarrollo más preocupante de resistencias ha tenido lugar en los estafilococos, una de las causas
más frecuentes de infecciones hematógenas hospitalarias. S. aureus también puede manifestar
resistencia a otros antibióticos, como se señala a continuación: