Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
La normatividad de todo Título Preliminar de un texto legal está
fuera de discusión, la cual está vinculada con la función de marco que
está llamado a cumplir. El Título Preliminar se presenta tanto como
marco introductorio, así como marco normativo. Como marco introduc-
torio significará que da cuenta, de modo general, de lo que tratará el texto
legal que le sigue(1). Como marco normativo, recoge el conjunto de reglas
y principios que el intérprete ha de tomar en consideración a la hora de
determinar el significado normativo de las distintas disposiciones legales
que conforman el restante cuerpo legal. Por ejemplo, en el caso del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional se recogen reglas como la
que define –de modo general– los órganos jurisdiccionales encargados de
tramitar y resolver los distintos procesos constitucionales; y se recogen
principios como los diversos principios procesales que deberán animar no
solo el iter procesal, sino también la formulación de las correspondientes
decisiones.
11
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
12
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
13
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
14
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(17) El Tribunal Constitucional, con base en una argumentación harto criticable, extendió el poder deber
de inaplicación de normas inconstitucionales a la Administración Pública en su sentencia al Exp.
Nº 3741-2004-AA/TC. Sobre las deficiencias de esa argumentación véase CASTILLO CÓRDOVA,
Luis. “Administración Pública y control de la constitucionalidad de las leyes. ¿Otro exceso del TC? En:
CARPIO MARCOS, Edgar; GRÁNDEZ CASTRO, Pedro. La defensa de la Constitución por los tribu-
nales administrativos. Un debate a propósito de la jurisprudencia constitucional. Cuadernos de análisis
y crítica a la jurisprudencia constitucional. N° 1, Palestra, Lima, 2007, pp. 69-99.
(18) Sobre la acción de inconstitucionalidad, cfr. HUERTA GUERRERO, Luis. “El proceso de inconstitucio-
nalidad en el Perú: Reflexiones a partir del Código Procesal Constitucional y la experiencia reciente”.
En: PALOMINO MANCHEGO, José F. (Coordinador). El Derecho Procesal Constitucional peruano.
Estudios en Homenaje a Domingo García Belaunde. Tomo II, Editora Jurídica Grijley, Lima 2005, pp.
839-884.
(19) Sobre el proceso constitucional popular, cfr. MORÓN URBINA, Juan Carlos. “Aportes para el estudio
del nuevo régimen de la acción popular en el Código Procesal Constitucional”. En: PALOMINO MAN-
CHEGO, José F. (Coordinador), El Derecho Procesal Constitucional peruano. Ob. cit., pp. 1091-1106.
(20) MENDOZA ESCALANTE, Mijail. “Las normas privadas y el problema de su control de constituciona-
lidad”. En: CASTAÑEDA OTSU, Susana. Derecho Procesal Constitucional. Tomo I, segunda edición,
Lima 2004, pp. 433-462.
15
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
16
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
17
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
18
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
19
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(34) En este precepto se disponía que “[l]a base imponible del impuesto está constituida por la ganancia
bruta mensual proveniente de la explotación de los juegos de casino y de máquinas tragamonedas, en-
tendiéndose por tal a la diferencia resultante entre el ingreso total percibido en un mes por concepto de
apuestas o dinero destinado al juego y el monto total de los premios otorgados el mismo mes”.
(35) El artículo 39 establecía que “[l]a alícuota del impuesto, tanto para la explotación de juegos de casino
como de máquinas tragamonedas, será el 20% (veinte por ciento) de la base imponible indicada en el
artículo anterior”.
(36) Exp. N° 0009-2001-AI/TC, del 29 de enero de 2002, f. j. 16. La cursiva de la letra es añadida.
20
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(37) Y es que “mientras el legislador puede modificar libremente sus propias normas, no puede, sin em-
bargo, modificar esas normas en un sentido contrario a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”.
BALAGUER CALLEJÓN, Francisco. “Tribunal Constitucional y creación del Derecho”. En: ESPÍN
TEMPLADO, Eduardo; DÍAZ REVORIO, Javier. La justicia constitucional en el Estado democrático.
Tirant lo blanch, Valencia 2000, p. 385.
(38) En esta línea, el legislador peruano en sustitución del artículo 38.1 de la Ley N° 27153, declarado
inconstitucional, aprobó posteriormente el siguiente texto: “La base imponible del impuesto a la explo-
tación de los juegos de casino y máquinas tragamonedas está constituida por la diferencia entre ingreso
neto mensual y los gastos por mantenimiento de las máquinas tragamonedas y medios de juego de
casinos” (artículo 17 de la Ley N° 27796).
21
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
22
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
23
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
siempre debe ser la última ratio”(46), de modo que siempre que sea posible
se ha de evitar “crear vacíos y lagunas de resultados funestos para el or-
denamiento jurídico”(47).
(46) Ídem.
(47) Exp. N° 0010-2002-AI/TC, citado, f. j. 29.
(48) Exp. N° 0002-2003-AI/TC, citado, f. j. 8.
24
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(49) Se establecía en este precepto legal que “[l]a explotación de juegos de casino solo se puede realizar en
establecimientos ubicados en los distritos autorizados mediante resolución suprema refrendada por el
Ministro de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, para lo cual
se tomará en cuenta además de la infraestructura turística existente, razones de salud, de moral y de
seguridad pública”.
(50) Se establece en el artículo 191 CP que “[l]as municipalidades provinciales y distritales, y las delegadas
conforme a ley, son los órganos de gobierno local. Tienen autonomía política, económica y administrati-
va en los asuntos de su competencia. Corresponden al concejo las funciones normativas y fiscalizadoras;
y a la alcaldía, las funciones ejecutivas. Los alcaldes y regidores son elegidos por sufragio directo, por
un periodo de cinco años. Pueden ser reelegidos. Su mandato es revocable, pero irrenunciable. Gozan
de las prerrogativas que señala la ley”.
(51) Exp. N° 0009-2001-AI/TC, citado, f. j. 1.
25
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(52) Ha manifestado el Tribunal Constitucional que “resulta importante recordar al órgano jurisdiccional que
por disposición del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, las sentencias
expedidas por este tribunal constituyen precedente vinculante cuando así se exprese resolutivamente”,
Exp. N° 2522-2005-PHC/TC, del 9 de junio de 2005, f. j. 12.
26
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
27
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
28
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(59) Ídem.
(60) Ídem.
29
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
30
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
31
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
32
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(65) Incluso el Tribunal Constitucional ha llegado a mencionar respecto de toda una sentencia de incons-
titucionalidad, que toda ella es vinculante –se entiende con efectos generales– y no solo el fallo. Dijo
el referido Tribunal que “[m]ediante la STC Nº 0041-2004-AI/TC este Tribunal se pronunció en un
proceso de inconstitucionalidad sobre diversos temas relacionados con el ejercicio de la potestad tri-
butaria municipal en la creación y determinación de arbitrios, sentando –por la propia naturaleza del
proceso– jurisprudencia vinculante no solo respecto al fallo, sino a la totalidad de su contenido”. Exp.
00053-2004-PI/TC, del 16 de mayo de 2005, F. J. V.
33
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
34
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(72) Las normas constitucionales, se ha dicho, “poseen el mayor nivel de abstracción y, por eso, su formu-
lación suele ser considerablemente vaga y usualmente contienen referencias a conceptos valorativos
cuyos contornos de aplicación son por lo demás imprecisos”. ORUNESU, Claudina; PEROT, Pablo M.;
RODRÍGUEZ, Jorge L. Estudios sobre la interpretación. Dinámica de los sistemas constitucionales.
Fontamara, México, 2005, p. 19.
(73) GASCÓN ABELLÁN, Marina; GARCÍA FIGUEROA, Alfonso. La argumentación en el Derecho. Pa-
lestra, segunda edición, Lima, 2005, p. 105.
(74) Y es que “[q]uien consiga convertir en vinculante su interpretación de los derechos fundamentales –esto
es, en la práctica, quien logre que sea la adoptada por el Tribunal Constitucional Federal– habrá alcan-
zado lo inalcanzable a través del procedimiento político usual: en cierto modo habrá convertido en parte
de la Constitución su propia concepción de los asuntos sociales y políticos de la máxima importancia y
los habrá descartado de la agenda política”. ALEXY, Robert. “Los derechos fundamentales en el Estado
Constitucional democrático”. En: CARBONELL, Miguel. Neoconstitucionalismo(s). Trotta, Madrid,
2003, pp. 36-37.
35
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(75) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Civi-
tas, Madrid, 1991, pp. 197-205.
(76) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El carácter normativo fundamental de la Constitución peruana”. En:
Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano. Tomo II, Konrad Adenauer Stiftung, Montevideo,
2006, p. 900.
(77) Exp. N° 0004-2004-CC/TC, del 31 de diciembre de 2004, f. j. 19.
(78) Conocida es la afirmación de Smend por la que, “Das Grundgesetz gilt nunmehr praktisch so, wie das
Bundesverfassungsgericht es auslegt” (“En la práctica actual, La Ley Fundamental vale tal como la
interpreta el Tribunal Constitucional”). SMEND, Rudolf, Das Bundesverfassungsgericht. 2ª auf., Karls-
ruhe, 1971, p. 16.
(79) Exp. N° 1333-2006-PA/TC, del 8 de enero de 2006, f. j. 11.
36
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
37
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(83) ALEXY, Robert. Theorie der Grundrechte. 3. Aufl., Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1996, p. 61.
38
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
39
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
40
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
41
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
42
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
43
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
De esta manera, una razón que puede parecer ratio decidendi puede
ser considerada –siempre con base en una argumentación válida y sufi-
ciente– como obiter dicta por el juez y, consecuentemente, vincularse
solo relativamente a ella. En lo que respecta al segundo sentido, el juez
puede separarse de la ratio decidendi no declarada como preceden-
te vinculante, cuando argumenta que los hechos del caso no configuran
el supuesto de hecho previsto en la regla jurídica que significa la ratio
decidendi y, consecuentemente, no se justifica la aplicación de la conse-
cuencia jurídica de la referida regla. En este último caso, el juez mantiene
su independencia no para reformular el criterio hermenéutico que trae la
ratio decidendi, sino para decidir –como juez de los casos concretos que
es– si ese criterio hermenéutico es o no aplicable al caso que conoce.
44
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(96) Incluso, el Tribunal Constitucional ha abierto las puertas para que los jueces reinterpreten el contenido
mismo del precedente vinculante cuando deban aplicarlo al caso concreto. Esto se da cuando el propio
supremo intérprete de la Constitución ha manifestado que “las decisiones del Tribunal Constitucio-
nal alcanzan el máximo grado de vinculación cuando ofrecen una mejor protección a los derechos
en cuestión, mientras que, si es posible que en un caso concreto la interpretación realizada por el
tribunal puede ser optimizada con la intervención de los jueces del Poder Judicial, el grado de vincu-
lación disminuye a efectos de incorporar la mejor interpretación que objetivamente ponga de manifiesto
la mayor protección que pueda brindar a un bien constitucional determinado”. Exp. N° 4853-2004-PA/TC,
citado, f. j. 16.
45
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
46
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
1. Identificación y definición
En el artículo III CPConst. se han recogido expresamente una serie
de principios que deben animar el desarrollo de cualquiera de los proce-
sos constitucionales que ahí se regulan(97), con lo que se entra al tercer
ámbito de estudio que trae consigo el Título Preliminar. Este conjunto
de principios son los siguientes: el principio de dirección judicial, el
principio de gratuidad, el principio de economía y gratuidad procesal,
el principio de inmediación, el principio de socialización, el princi-
pio de impulso de oficio, el principio de elasticidad, el principio pro
actione, y el principio iura novit curia. A estos principios se han de
agregar los siguientes otros: el principio de la cláusula internacional y
el principio de queja deficiente.
(97) La antigua y dispersa legislación sobre procesos constitucionales no llegó a recoger estos principios, por lo
que el mencionado artículo III constituye una verdadera novedad a este respecto. Como han escrito los re-
dactores del anteproyecto que hoy es el Código Procesal Constitucional, otra novedad que trae esta norma
“es haber contemplado expresamente los principios procesales propios de los procesos constitucionales
(artículo III). Se trata con ello de resaltar aquellos que les resultan aplicables y que les permiten cumplir
su finalidad trascendente de velar por la supremacía constitucional y el respeto a los derechos humanos”.
AA. VV. Código Procesal Constitucional. Anteproyecto y legislación vigente. Palestra, Lima 2003, p. 14.
(98) MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al Proceso Civil. Tomo I, Temis-de Belaunde & Monroy,
Santa Fe de Bogotá, 1996, p. 80.
47
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(99) DE LA OLIVA, Andrés; FERNÁNDEZ, Miguel Ángel. Derecho Procesal Civil. Volumen I, tercera
edición, Centro de estudios Ramón Areces, Madrid, 1992, p. 104.
(100) Exp. N° 01317-2008-PHC/TC, del 6 de junio de 2008, f. j. 6.
(101) PEYRANO, Jorge. El Proceso Civil. Astrea, Buenos Aires, 1978, p. 71.
(102) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, del 28 de marzo de 2005, f. j. 4.
(103) PEYRANO, Jorge. Ob. cit., p. 73.
(104) CHIOVENDA, José. Principios de Derecho Procesal Civil. Traducción de la tercera edición italiana por
José Casais y Santaló. Tomo II, REUS S. A., Madrid 1977, p. 136.
48
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(105) Ídem.
(106) Haciendo referencia a este principio, quienes estuvieron a cargo de la elaboración del anteproyecto de
lo que hoy es el Código Procesal Constitucional, han manifestado que “[e]n el caso de los procesos
constitucionales, no cabe la menor duda de que los jueces tienen –con razones más trascendentes que
en un proceso civil– el deber de controlar la actuación de las partes, a fin de conseguir que en los plazos
propuestos se dé la respuesta jurisdiccional más idónea”. AA. VV. Código Procesal Constitucional.
Comentarios, exposición de motivos, dictámenes e índice analítico. Palestra, Lima 2004, p. 32.
(107) Exp. N° 0005-2005-CC/TC, del 18 de noviembre de 2005, f. j. 4.
(108) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, citado, f. j. 4.
(109) Exp. N° 1317-2008-PHC/TC, citado, f. j. 2.
49
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
caso, (…) puede aportar alguna opinión técnica o tesis interpretativa que
coadyuve en la labor de este colegiado, sin que tal autorización implique
su incorporación como ‘parte procesal’ ”(110); para justificar –conjunta-
mente con el principio de iura novit curia, objeto de estudio más ade-
lante– el pronunciamiento sobre el fondo de una demanda constitucional
en la que “la pretensión no resulta clara y evidente, o está planteada de
manera incorrecta, o se ha invocado erróneamente la norma de derecho
aplicable”(111), entre otros casos.
3. El principio de gratuidad
El principio de gratuidad en la actuación del demandante significa que
no debe resultar onerosa ninguna actuación procesal para el que se dice
agraviado en su derecho constitucional o para el que se dice perjudicado
por una norma inconstitucional, ilegal o simplemente por la renuencia
de un funcionario a acatar una norma o cumplir con un acto administra-
tivo firme. Este principio se encuentra igualmente recogido en el Código
Procesal Civil (artículo VIII CPC), y en la norma constitucional (artículo
139.16 CP). El principio de gratuidad en el ámbito judicial se traduce “en
asegurar, a las personas de escasos recursos, el acceso, el planteamiento
y la obtención de un fallo judicial que resuelva sus diferencias dentro de
un proceso judicial gratuito”(112), de modo que a través de la vigencia de
este principio “se haría efectiva la tutela procesal efectiva y el principio
de socialización del derecho”(113). La principal consecuencia de este prin-
cipio es el no pago de las tasas para acceder al aparato judicial, es decir,
de las costas que se puedan establecer por las disposiciones administra-
tivas del Poder Judicial. De otra forma se estarían alentando situaciones
de verdadera injusticia y desigualdad material(114). Sin embargo, y en una
50
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(115) De ahí que sea criticable que el Tribunal Constitucional rechace la solicitud el pago de costas y costos
afirmando simplemente que “conforme a lo establecido en el artículo II del Título Preliminar del Códi-
go Procesal Constitucional, los procesos constitucionales se rigen por el principio de gratuidad”. Exp.
N° 7165-2006-PA/TC, del 6 de noviembre de 2007, f. j. 9.
(116) Exp. N° 1607-2002-AA/TC, citado, f. j. 6.
(117) COUTURE, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Tercera edición, decimocuarta reim-
presión, Depalma, Buenos Aires 1988, p. 189.
(118) MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 98.
(119) Exp. N° 10340-2006-AA/TC, del 26 de abril de 2007, f. j. 8.
(120) Exp. N° 00029-2007-PI/TC, del 19 de octubre de 2007, f. j. 9.
(121) Sirvan de ejemplos las sentencias expedidas en Exp. N° 2430-2002-HC/TC, del 4 de noviembre de
2002, f. j. 4; Exp. N° 1480-2003-HD/TC, del 15 de julio de 2003, f. j. 2; Exp. N° 2684-2003-AA/TC, del
28 de junio de 2004, f. j. 4; Exp. N° 3407-2004-AC/TC, del 14 de enero de 2005, f. j. 1, entre otras.
51
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(122) Así se tiene el Exp. N° 1172-2002-AA/TC, del 09 de diciembre de 2002, en cuyo fundamento único se
manifestó que “[d]e los actuados fluye que la presente demanda contiene idéntica pretensión respecto
de otros casos resueltos por este Colegiado. En tal sentido, el Tribunal Constitucional considera que los
fundamentos a que se refiere la sentencia recaída en el Expediente N° 1383-2001-AA/TC resultan apli-
cables, en su totalidad, al caso materia de autos, a los que se remite en aras de economía procesal”, para
luego declarar fundada la demanda. Algo parecido se contiene en el fundamento único de la sentencia
que resuelve el Exp. N° 1256-2002-AA/TC, del 29 de enero de 2003.
(123) Exp. N° 2496-2007-PA/TC, del 28 de noviembre de 2007, f. j. 4.
(124) Exp. N° 6382-2005-PA/TC, del 22 de setiembre de 2005, f. j. 2.
(125) Exp. N° 00097-2008-Q/TC, del 18 de julio de 2008, f. j. 8.
(126) AA. VV. Ob. cit., p. 34.
(127) Así, por ejemplo, hubo dicho el Tribunal Constitucional que “resulta lesivo a los principios de econo-
mía y celeridad procesal, vinculados al derecho al debido proceso, que el representante del Ministerio
Público, titular de la acción penal, sostenga una imputación cuando esta se ha extinguido, o que formule
denuncia penal cuando la potestad persecutoria del Estado, por el transcurso del tiempo, se encuentra
extinguida, y que el órgano jurisdiccional abra instrucción en tales supuestos”. Exp. N° 1297-2006-
PHC/TC, del 12 de marzo de 2007, f. j. 3.
(128) Exp. N° 2029-2003-HC/TC, del 7 de octubre de 2003, f. j. 1; Exp. N° 0655-2003-AC/TC, del 9 de febre-
ro de 2004, f. j. 1; Exp. N° 1392-2004-AA/TC, del 20 de mayo de 2004, f. j. 6; Exp. N° 2920-2003-HD/
TC, del 8 de julio de 2004, f. j. 3.
52
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
5. El principio de inmediación
El principio de inmediación (que se recoge también en el artículo
V CPC) tiene por finalidad “que el juez –quien en definitiva va a resol-
ver el conflicto de intereses o la incertidumbre con relevancia jurídi-
ca– tenga el mayor contacto posible con todos los elementos subjetivos
(intervinientes) y objetivos (documentos, lugares, etc.) que conforman el
proceso”(130), con la finalidad de “lograr una aproximación más exacta al
mismo”(131). No puede aspirarse a una solución justa al margen del caso
concreto. La justicia en abstracto no existe, lo que existe es la solución
justa de concretas controversias. Nuevamente, será el valor justicia el que
justifique y dé sentido a la aplicación de este principio, pues se trata de
conocer de modo cierto y completo una situación sobre la cual se va a
tomar una decisión. Y, decididamente, no habrá solución justa sin un co-
nocimiento suficiente del caso concreto(132). De modo que, en palabras del
Tribunal Constitucional, “no solo es posible, sino, en determinados casos,
indispensable, que el juez canalice ante sí la mayor cantidad de elementos
que le permitan arribar a una decisión fundada en Derecho, esto es, a concre-
tizar el valor justicia al interior del proceso”(133). Este principio cobra especial
importancia durante el desarrollo de la actividad probatoria, la cual “debe
(129) ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Código Procesal Constitucional. Proceso contencioso ad-
ministrativo y derechos del administrado. Palestra, Lima 2004, p. 33.
(130) MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 94.
(131) Exp. N° 2876-2005-PHC/TC, del 22 de junio de 2005, f. j. 23.
(132) En este sentido Mesía afirma que “[l]a idea es que detrás de cada juicio existe un drama humano y
que la verdad procesal debe acercarse lo mejor posible a la verdad pasada, la de los hechos tal y como
acontecieron. Solo así se garantiza un proceso justo, arreglado a los valores de la Constitución en la
medida que los derechos humanos se hallan insolublemente ligados a las garantías del debido proceso”.
MESÍA, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Primera edición, segunda reimpresión,
Gaceta Jurídica, Lima, 2005, p. 64.
(133) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, citado, f. j. 4.
53
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
El principio de inmediación, por otro lado, no exige que uno solo sea
el juez que conozca y dirija un proceso, pues pueden haber sido más de
uno sin que ello desacredite este principio. Éste “garantiza que el juez
encargado de sentenciar tenga contacto directo con todas las pruebas, no
resulta afectado cuando más de un juez en la etapa de instrucción conoce del
proceso”(135). Tampoco “significa necesariamente la exigencia de oralidad,
pues entender la oralidad como condición sine qua non para la realización
del principio de inmediación en el proceso constitucional supondría dedu-
cir que cuando no hay informes orales el tribunal no puede resolver”(136).
6. El principio de socialización
El principio de socialización procesal (recogido también en el artículo
VI CPC), exige del juez la capacidad de saber intervenir, a fin de que las
desigualdades materiales que siempre acompañan a los litigantes no en-
torpezcan la labor de llegar a una solución justa. Como bien se ha dicho,
este principio “no solo conduce al juez –director del proceso– por el sen-
dero que hace más asequible la oportunidad de expedir una decisión justa,
sino que lo faculta para impedir que la desigualdad en que las partes concu-
rren al proceso sea un factor determinante para que los actos procesales o
la decisión final tengan una orientación que repugne al valor justicia”(137).
54
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
sucumbe ante los principios del constitucionalismo social, según los cuales,
ante los múltiples factores que pueden situar a las partes en una evidente si-
tuación de desigualdad, resulta imperativa la intervención judicial a efectos
de tomar las medidas correctivas que aseguren un proceso justo”(138).
55
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
8. El principio de elasticidad
Mediante este principio (recogido además en el artículo IX CPC)
se exige que el juez adecue las formalidades que puedan exigirse en el
proceso constitucional a la consecución de los fines de este, y los cua-
les no huelga mencionar nuevamente ahora: asegurar la supremacía de
la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales.
Una vez más cobra especial relevancia tener en cuenta que el principio
que ahora se comenta (al igual que todos los demás principios proce-
sales), en sí mismo no es más que un medio para alcanzar la solución
justa que involucra la garantía plena de la Constitución y de los derechos
constitucionales.
56
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
57
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
58
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
como tal, si bien exige que el justiciable previamente satisfaga las condicio-
nes de la acción que la ley establece, no puede perder de vista que esta debe
ser interpretada y aplicada de tal forma que se haga efectivo el ‘derecho de
acción’ o ‘derecho de acceso a la jurisdicción’ (principio pro actione)”(155).
Si no se interpreta de esta manera, se corre el riesgo de anular la na-
turaleza de los procesos constitucionales como medios de protección y
aseguramiento de la Constitución, y con ella de los derechos constitucio-
nales. Ello debido a que erróneamente se convertiría “una duda interpre-
tativa respecto de las formalidades propias del instrumento de tutela en
un elemento determinante para permitir el acceso a la tutela constitucio-
nal de los derechos, cuando, en realidad, es el instrumento procesal el que
debe ser adecuado e interpretado decididamente –siempre y cuando no se
restrinjan los derechos constitucionales de la contraparte– a fin de conso-
lidar una tutela constitucional más eficaz, oportuna y plena”(156).
Con base en este entendimiento del principio de pro actione, el
Tribunal Constitucional ha planteado interesantes reglas hermenéuticas.
Así, lo ha invocado para declarar nulo todo lo actuado en un proceso en
el cual la demanda había sido rechazada (siendo declarada improceden-
te), porque el demandado la había interpuesto ante un juez incompetente
por el territorio. En este caso, ordenó el Tribunal Constitucional que se
repusiera la causa al estado en que sea remitida al juez competente para
tramitarla conforme a ley. Dijo este tribunal que “el principio pro actione
impone que el juez, en lugar de optar por alternativas que supongan el
estrechamiento del derecho de acceso a la justicia, máxime, a la justicia
constitucional, como sería la de declarar improcedente una demanda por
un error del recurrente respecto a la competencia territorial, deba acoger
aquellas que impliquen, por el contrario, una optimización o mayor efi-
cacia del derecho referido”(157). En este caso, por lo tanto, el principio pro
actione no habilita al juez a que rechace la demanda, sino que lo obliga a
remitirla –con prontitud– al juez competente.
Un criterio hermenéutico con base en el principio de pro actione
y en referencia a la vía previa, también ha sido formulado por el Tribunal
Constitucional. En el entendimiento de que la vía previa administrativa no
59
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
puede ser concebida como un privilegio del Estado, sino como una limitación
del derecho constitucional de acceso a la justicia, ha declarado el Tribunal
Constitucional que “[e]sta limitación del derecho de acceso a la justicia debe
entenderse a la luz del principio pro actione y, en ese sentido, el agotamiento
de la vía administrativa solo será exigible si su tránsito se configura como
una vía idónea y eficaz para los fines que se persiguen con su instalación”(158).
En este caso, el Tribunal Constitucional rechaza que el demandante
deba agotar la vía administrativa, debido a que la solución de la cuestión
planteada pasaba por la inaplicación de una ley, lo que no iba a ocurrir en
el caso, pues si “existe jurisprudencia reiterada y constante del Tribunal
Fiscal en el sentido de que, en la medida en que este no posee el rango
de órgano jurisdiccional, no es competente para declarar la inaplicabili-
dad de leyes o normas con rango de ley, pues tal actuación contraven-
dría la Constitución”(159). Por lo tanto, el Tribunal Constitucional termina
considerando que “la exigencia de que debe agotarse nominalmente la vía
administrativa-tributaria, (...) constituye un exceso de ritualismo procedi-
mental manifiesto al que se pretende someter a la demandante que, por ser
ineficaz, dificulta irrazonablemente su derecho de acceso a la justicia”(160).
Referido también de la vía administrativa, el Tribunal Constitucional ha
manifestado que “si el legislador prevé la obligatoriedad del agotamiento
de la vía administrativa, una exigencia derivada del derecho de acceso a la
justicia es que este sea configurado de la manera más breve como sea po-
sible, pues de ese modo se optimiza mejor el principio pro actione”(161). Y
ello, en razón de que “los órganos administrativos no cumplen esas garan-
tías mínimas que debe observar el ente que resuelva el conflicto; es que,
al tiempo de considerarse el agotamiento de la vía administrativa como
un derecho del particular [derecho que se traduce en evitarle el acceso a
la justicia ordinaria si puede resolver su conflicto con la administración
estatal en dicha sede], dicha vía, cuando se fija su agotamiento de manera
obligatoria, debe contemplarse de manera tal que no pueda considerarse
un privilegio del Estado o, acaso, como una medida que, irrazonable y
desproporcionadamente, disuada, imposibilite o impida el acceso del par-
ticular a un tribunal de justicia”(162).
60
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(163) Exp. N° 0503-2002-AA/TC, del 7 de enero de 2003, f. j. 1. También el Exp. N° 0616-2003-AA/TC, del
6 de junio de 2005, f. j. 7.
(164) Exp. N° 0358-2001-AA/TC, del 21 de agosto de 2002, f. j. 2.b. En este asunto, el Tribunal Constitu-
cional luego de declarar fundada la demanda de amparo, ordenó que “cumplidos los demás requisitos
legales exigidos para la interposición del recurso de casación, este se admita y se sustancie con arreglo
a derecho”.
(165) Exp. N° 2070-2003-AA/TC, del 18 de febrero de 2005, f. j. 7.
(166) Ibídem, f. j. 8.
61
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
62
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
63
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
64
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
Los errores que pueden ser objeto de corrección a través del principio de
queja deficiente son los relacionados con la identificación del derecho fun-
damental agredido(183), o con los actos lesivos(184), o con los fundamentos
de derecho de la pretensión(185). De igual forma puede recaer sobre el peti-
torio, cuando “este ha sido erróneamente formulado o expuesto en forma
ambigua u obscura”(186), o sobre “el error o la omisión en la que incurre el
demandante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto al inicio del pro-
ceso como en su decurso”(187).
65
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(189) Por eso tiene dicho el Tribunal Constitucional que este principio “exige a los poderes públicos naciona-
les que, a partir del ejercicio hermenéutico, incorporen en el contenido protegido de los derechos consti-
tucionales los ámbitos normativos de los derechos humanos reconocidos en los referidos tratados”. Exp.
N° 2730-2006-PA/TC, del 21 de julio de 2006, f. j. 9.
(190) Exp. N° 1230-2002-HC/TC, de 20 de junio de 2002, f. j. 8.
(191) Exp. N° 1268-2001-HC/TC, del 8 de abril de 2002, f. j. 2.
(192) Exp. N° 2209-2002-AA/TC, del 12 de mayo de 2003, f. j. 5.
(193) Exp. N° 2798-2004-HC/TC, del 9 de diciembre de 2004, f. j. 8.
(194) Exp. N° 5854-2005-PA/TC, del 8 de noviembre de 2005, f. j. 23.
66
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
67