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San Lorenzo
Diario del AltoAragón - Lunes, 10 de agosto de 2009
Agustín Cuello Laborda
Fundador de la Agrupación
Folclórica de Santa Cecilia
Por José LLORÉNS LAPLANA
EX COMPONENTE DE LA RONDALLA
DE SANTA CECILIA
A GUSTÍN Cuello Laborda, excelente
guitarrista; maestro tañedor de tañe-
dores y figura señera de la Jota aragone-
sa, nace el 14 de abril de 1900 en Siétamo
(Huesca), Sastre de profesión, compagi-
na y simultanea ésta, con la música, con
esa su doble condición de Director de la
Rondalla de la Agrupación Folclórica San-
ta Cecilia, y también, de la del Colegio Sa-
lesiano de la Residencia de Niños.
Agustín Cuello funda en 1954 el Cuar-
teto Oscense; un conjunto musical de
cuerda, que estaba formado además de
él, por Antonio Zaragoza; Rogelio Adiego
y Antonio López; al que más tarde susti-
tuiría Ramiro da Silva.
El mismo estuvo ligado a los Coros y
Danzas de la extinguida Sección Feme-
nina, actuando con los mismos en va-
rias ocasiones, e incluso llegó a cruzar “el
charco”, visitando algunos países sud-
americanos.
Agustín Cuello fallece en Huesca el 21
de enero de 1989. Hoy, al cumplirse el
veinte aniversario de su fallecimiento, el
autor de este reportaje ha querido rendir-
le un homenaje póstumo de cariño, de ad-
miración y reconocimiento, por su interés
y desvelos en pro y en favor de la Jota.
Era en una soleada pero fría mañana de
enero de 1989, cuando nos llegaba la tris-
te y dolorosa noticia del fallecimiento de
Agustín Cuello Laborda, una persona que
dedicó toda su larga vida a la práctica de
la Jota, pues era un ferviente enamorado
de la misma. Aunque en el momento de
su fallecimiento contaba ya con casi no-
venta años, y en estos casos se suele decir
que es ley de vida, no por eso el impacto
que causó en nosotros quienes le cono-
cíamos fue menor, sino todo lo contra-
rio, pues Agustín Cuello era una persona
muy querida, admirada y respetada, por
sus muchos amigos que tenía dentro del
mundo de la Jota y fuera de ella.
Agustín Cuello fue el fundador con Ma-
riano de Ossó, Aurelio Zandundo, Anto-
nio Zaragoza, Rogelio Adiego, Ramiro Da
Silva, Carmelo Betoré, Mari y Sarita Vi-
llacampa y Ángeles Montori, de la Agru-
pación Folclórica de Santa Cecilia. Todos
ellos fueron quienes sembraron la pri-
mera semilla, que muy pronto germinó
y fructificó, convirtiéndose la misma en
un excelente Cuadro de Jota, que divulgó
y paseó la Jota al igual que lo hace aho-
ra, por todos los rincones de España y por
muchos países del extranjero, cosechan-
do grandes éxitos, laureles y trofeos, que
engrosaron sus vitrinas. Sin ellos, esto no
hubiera sido posible; es más, la Agrupa-
ción Folclórica Santa Cecilia, no existiría.
Por todo ello, justo es reconocer y mostrar
nuestra más sincera gratitud y reconoci-
miento a todas estas personas por su mag-
nífica labor, al frente de la Santa Cecilia.
Agustín Cuello fue también fundador
del Cuarteto Oscense; un conjunto musi-
cal de cuerda, que allá por la década de
los años cincuenta del siglo pasado, y a
través de las ondas de Radio Huesca, nos
obsequiaba con sus conciertos de músi-
ca clásica, y el concurso musical, “La Me-
lodía Misteriosa”, que algunas personas
de una cierta edad, recordarán perfecta-
mente.
En su domicilio particular del Coso Al-
to, en los bajos de la tristemente desapa-
recida Casa Cardedera, el señor Cuello
se dedicó a impartir clases de bandurria,
laúd y guitarra. Por sus manos pasaron
muchos alumnos/as, los cuales se con-
virtieron en excelentes instrumentistas
de cuerda. Entre estos sus alumnos hu-
bo uno, Antonio Arnal, que con el tiempo
se convertiría en un excelente concertista
de guitarra clásica, y como suele suceder
muy a menudo, en esta ocasión el alum-
no superó al maestro; lo cual era una gran
satisfacción para el mismo.
En la actualidad, la Agrupación Folcló-
rica Santa Cecilia, que fundara Agustín
Cuello entre otros, es un magnífico Cua-
dro de Jota, con unos grandes intérpre-
tes de la misma; pero el de la década de
los años 50 y 60 del siglo pasado, no le
iba a la zaga. Hoy, recuerdo a todos aque-
llos legendarios cantadores y cantadoras
de Jota, como fueron: Aurelio Zandundo;
Carmelo Betoré; Víctor Lera; Mari Ami-
got; Mª Luisa Ferrer; Ana Mari Carilla;
Pilarín Bueno; Victoria; e Irene Izárbez;
quien fuera junto con Camila Gracia, las
dos mejores cantadoras de Jota, que han
existido en Huesca. La misma poseía una
voz prodigiosa y una perfecta y clara dic-
ción; lástima que por razones personales
y particulares, abandonara tan prematu-
ramente la Jota y nos privara de su pre-
ciosa voz y sus bonitos estilos joteros.
El excelente cuerpo de baile estaba for-
mado por Carlos Vidal; José Luis Lairla;
Mariano de Ossó; Sadi; Antonio Puertas;
José Mª Callau y Antonio Laplaza. Entre
las féminas: Mª Josefa Lasierra; Paquita
Manzano; Mari Carmen Tirado; Raquel;
Hortensia Álvarez; Ángeles Montori; Ma-
ri y Sarita Villacampa; esta última, autora
de la bonita y espectacular Jota danzada
de San Lorenzo. Quiero también mencio-
nar a los rondallistas, los que ponen la
música, pues sin ella, la Jota cantada y
danzada no sería lo que es; o sea: Rogelio
Adiego; Antonio Zaragoza; Sebastián Or-
dás; Miguel Fernández; José Claver; Ma-
riano Zaragoza; Agustín Gota; José Luis
Bescós; Manuél Sánchez; José Lloréns;
Sebastián Mata; Ramiro Da Silva; Anto-
nio López y Enrique de Ossó; este último,
el único jotero de aquella época que to-
davía permanece activo en la Agrupación
Folclórica de Santa Cecilia, como ronda-
llista y Presidente de la misma. Muchos
años son los que lleva el mismo al pie del
“cañón”, y es por ello que se ha hecho
acreedor de un merecido homenaje.
Agustín Cuello estuvo ligado al Colegio
de la Residencia Provincial de Niños, en su
faceta musical. Corría el año 1947, cuando
Rondalla de la Residencia de Niños, con su director Agustín Cuello
Sexteto de Jotas creado por Agustín Cuello. 1947
instrumentistas músicos de cuerda: Teo-
doro, Ramón y Pepe Laguna; Juan José
Bailo; Juan Grau; Enrique Pisa; Joaquín
Buil; Eliseo Claver; Antonio López; Za-
carías Bayano; José Escalona; Mariano
Murillo; Ángel Romeo; Sebastián Mata;
José Lloréns y Ramiro Da Silva. A estos
tres últimos, el señor Agustín Cuello los
incorporó a la Rondalla de la Agrupación
Folclórica de Santa Cecilia, en el momen-
to de su fundación, en 1953.
Este año se cumple el 20 aniversario
del fallecimiento de Agustín Cuello La-
borda; son muchos años, sí; pero quienes
fueron sus amigos y tuvieron la suerte de
Agustín Cuello Laborda disfrutar de su sincera y leal amistad, y
sobre todo, quienes fuimos sus alumnos,
el carismático Padre Imbert, un sacerdo- no olvidaremos nunca al que fuera nues-
te salesiano y director por entonces de di- tro profesor en el arte de la música. ¡Gra-
cho colegio, tuvo la feliz idea de fundar un cias, maestro!
Cuadro de Jota, con sus correspondiente
rondalla, y contrató como director de la
misma al señor Agustín Cuello, quien du-
rante cerca de dos décadas, desempeñó Coplas de jota alusivas
esta labor de dirección, con mucho acier-
to y eficacia. Bajo su experiencia, su saber a Agustín Cuello
y su batuta, fuimos muchos los alumnos Agustín Cuello Laborda,
allí acogidos, quienes aprendimos a tocar fue jotero sin igual;
diversos instrumentos musicales de cuer- mucho y siempre amó la Jota,
da (guitarra, laúd, bandurria, requinto y de manera excepcional.
guitarro), pues todos estos instrumentos
musicales dominaba el Maestro Agustín La Jota llevó en el alma,
Cuello. El mismo reunía unas muy esti- la practicó y la vivió;
mables dotes pedagógicas, que aplicadas Agustín Cuello Laborda,
al mundo de la música, hacían de él un
con ella se entusiasmó.
muy buen profesor de la misma. Sabía có-
mo tratar al alumno; le infundía confian-
Excelente guitarrista,
za y ante cualquier dificultad que surgía
tañedor de tañedores;
en el pentagrama musical, siempre nos
decía: “Si quieres puedes; nada más ti para él fue su guitarra,
enes que poner atención y voluntad y fi- el amor de sus amores.
jarte cómo lo hago yo”. Y efectivamente,
siempre y con su estimable ayuda, salía- De su guitarra y sus manos,
mos airosos de cualquier dificultad sur- bella música surgía;
gida en el plano musical. Era muy fácil y la guitarra Agustín Cuello,
divertido aprender con él; además, sen- tocaba con maestría.
tía un enorme cariño por sus alumnos del
Colegio de la Residencia, la ‘Resi’”. Fue un jotero singular,
De manos del señor Agustín Cuello, con gran carisma y prestigio;
allá por la década de los años cincuenta la Jota interpretaba,
del siglo pasado, surgió del Colegio de la con mucho arte y oficio.
Residencia una muy buena promoción de
Agustín Cuello Laborda,
a la Jota siempre amó;
también amo a su guitarra,
con ella se ilusionó.
Mucho y bien nos enseñaste,
maestro Agustín Cuello;
y en tus alumnos dejaste
un gratísimo recuerdo.
La Jota fue su “locura”,
la guitarra su pasión;
a las dos Agustín Cuello
llevaba en su corazón.
Hoy de ti nos despedimos,
tus muy leales amigos;
quienes tanto te apreciamos,
quienes tanto te quisimos.