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Objetivo:
“…16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había
ordenado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron, aunque algunos dudaban. 18 Jesús se
acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».
Amén.”
De Valera, C. (2009). La Biblia del Siglo de Oro (Mt 28.16–20). Las Rozas, Madrid:
Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas.
I.Introducción:
Este texto es utilizado comúnmente como la base del mandato misionero de la Iglesia,
¡Y LO ES!, sin embargo, veremos que normalmente se enfatiza poco la primera parte
del mismo donde se indica la razón por la cual hemos de –ir por todo el mundo y hacer
discípulos.
II.Exposición:
b. Los discípulos fueron al monte que Jesús les ordenó (‘fue en un monte de Galilea’ Mt
26:32). Esto se les dijo también mediante un ángel (Mt 28:7, 10).
c. Fue en un monte que Jesús llamó a sus discípulos; sería también un monte el lugar
desde donde se despediría de ellos.
Observamos que Jesús llama a sus discípulos al monte, ellos lo adoran y Él les declara
su autoridad.
Es significativo el concepto del Monte de Galilea, debido a que como dije antes, Jesús
inició su ministerio allí, y en el Monte llamó a sus discípulos (Lucas 6:12-13). Esto nos
recuerda que Dios mismo puso a Adán en Edén que estuvo rodeado de ríos (al parecer
fue un Monte, desde donde Adán tuvo el dominio delegado de toda la Creación (Gen
2:8-15).
En Edén vimos que Adán se le entregó la autoridad sobre la tierra en el Monte de Dios,
pero a causa de la caída, este dominio se limitó y el hombre distorsionó el deber de
glorificar a Dios. Después de ello, el hombre abusa de su dominio, o es dominado por
aquello que debería dominar, hallando deleite en ello, ‘ya que cambiaron la verdad de
Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el
cual es bendito por los siglos…’ (Ro 1:25).
En el AT hubo hombres que recibieron autoridad de Dios para gobernar sobre el pueblo
de Dios y en el Nombre de Dios, como el caso del Rey David quien reinó sobre el
Monte de Sión. Ahora el Hijo de David – Jesucristo- está reinando desde el Monte de
Galilea sobre ‘los cielos y la tierra’.
Recordemos:
Adán dominó sobre la tierra, ahora el último Adán sobre el cielo y la tierra ¡Bendito su
Nombre! ¡Es Él Quien está hablándonos en este texto! ¡El glorioso Hijo de Dios, Aquél
que recibió el dominio del Universo!
Teniendo este marco, vamos a observar la actividad misionera de los apóstoles para
comprender por qué ellos fueron tan diligentes y eficientes en su oficio de extender el
Reino de Cristo hasta lo último del mundo conocido:
Esto nos lleva al corazón del Evangelio mismo, pues no es ‘la nueva estrategia en
misionología’ ya que es lo mismo que estamos predicando cada vez que anunciamos al
Jesús resucitado.
a. 2 Cor 3:18, 4:1-6: Pablo pasa de la adoración del Cristo revelado en las
Escrituras del AT y NT a decirnos que no se desanima, pues está tranquilo en
que Dios seguirá glorificando a su Hijo en la salvación de los pecadores que ven
su Gloria en el Evangelio (‘el Evangelio de la gloria de Cristo’ y ‘el conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo’).
b. Juan 4:21-24: Jesús le explica a la samaritana que su problema es falta de
adoración a Dios, por ese motivo el Hijo de Dios vino a salvarla a ella de la
Idolatría para que siendo una verdadera adoradora pueda vivir para la gloria de
Dios, el cual es el fin principal del hombre ¿Luego qué hizo la samaritana? SE
DEDICÓ A LA MISIÓN DE EVANGELIZAR TODA SAMARIA.
c. Juan 21:15-24: Jesús lo aplica de nuevo con sus discípulos al restaurar la
adoración en Simón Pedro para que luego siga su misión como el primer pastor
de la Iglesia ¿Cómo está tu vida de adoración al Cristo glorificado? ¿Oyes hoy
su voz de nuevo diciéndote: me amas más que todos estos?
III.Conclusión:
A. Jesús es el Hijo de Dios exaltado como Rey Soberano que inauguró el reino
donde Dios es adorado sobre todas las cosas.
B. El Reino de Dios manifiesta la gloria de Dios de manera progresiva al punto que
en Cristo observamos cada vez más cómo Dios Es y cómo Dios actúa en el
mundo.
C. La adoración a Dios es su misión para las naciones, y nuestra misión es la
adoración de Dios en todas las naciones.
“¿Por qué anhelaba Pablo lograr que las naciones llegaran a la obediencia de fe? Era
para lograr la gloria y la honra del nombre de Cristo. Porque Dios ‘lo exaltó hasta lo
sumo’ y ‘le otorgó el nombre que está sobre todo nombre’, con el fin de que ‘ante el
nombre de Jesús se doble toda rodilla…y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor’. Por lo tanto, si Dios quiere que toda rodilla se incline ante Jesús y toda lengua
confiese su nombre, también debemos hacerlo nosotros. Debemos ser ‘celosos’ (como
a veces lo expresa la Escritura) en cuanto al honor que le corresponde a su nombre,
preocuparnos cuando pasa inadvertido, sentirnos heridos cuando se lo ignora,
indignados cuando se lo blasfema, y siempre ansiosos por que se le dé el honor y la
gloria que le corresponde, como también decididos a que así sea. El más elevado de
los motivos misioneros no consiste en cumplir la Gran Comisión (aunque tiene su
importancia, desde luego), ni el amor por los pecadores que se encuentran alienados y
camino a la perdición (por fuerte que sea dicho incentivo, especialmente cuando
contemplamos la ira de Dios, versículo 18), sino más bien el celo abrasador y
apasionado por la gloria de Jesucristo.
Stott, J. (2007). El mensaje de Romanos. (A. Powell, Ed., D. Powell, Trad.) (1a ed., p.
47). Barcelona; Buenos Aires; La Paz: Ediciones Certeza Unida.
LAS MISIONES. PARTE 2: HISTORIA (HECHOS 1:6-8).
Objetivo:
7 Les dijo:
—No os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola
potestad; 8 pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la
tierra.”
De Valera, C. (2009). La Biblia del Siglo de Oro (Hch 1.6–8). Las Rozas, Madrid:
Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas.
I.Introducción:
Lo sabemos porque:
Así que la única explicación satisfactoria del éxito de la obra misionera ha estado, está
y estará en estos hechos indisputables de la fe cristiana ¿Lo sabías cristiano?
Con ese trasfondo del Reino del Hijo de Dios haremos un muy breve repaso de la
historia de las misiones hasta llegar aquí.
II.Exposición:
En este período, los apóstoles y los demás testigos presenciales de la gloria de Cristo
tuvieron claridad del Reinado del Hijo de Dios. Esto lo sabemos porque:
En este tiempo los cristianos de origen judío salieron de sus contornos con este
mensaje seguido con una vida de lealtad absoluta a los patrones de su Rey Jesucristo.
a. Los Judíos que antes fueron mayoría, ahora son minoría (ingresan los gentiles
en masa).
b. Los Gentiles que antes eran leales al Imperio Romano sufren la persecución por
oponerse a Él en Nombre de Jesucristo (dos siglos aproximadamente).
c. Los cristianos salen de su lugar, cultura y trasfondo de influencia original y se
enfrentan a múltiples desafíos como vivir bajo una sociedad opuesta al Reinado
del Hijo de Dios (La Formación de la Iglesia Imperial en el Siglo IV).
d. Los conflictos se presentan y los cristianos responden de diferente modo de
acuerdo a su concepción del Reinado del Hijo de Dios (Posiciones extremas
principalmente – Siglo V).
a. Los cristianos que son protegidos ahora tienen el dominio de las ruinas del
Imperio Romano (476 d.C.).
b. La propuesta del Imperio Cristiano surge por primera vez en la historia (con
luces y sombras).
c. Las protestas y las defensas del Imperio Cristiano se enfrentan entre sí con
altas y bajas para cada bando (Concilios, Derecho Divino de los Reyes, Las
Cruzadas, la Inquisición, la Conquista de América, etc.).
d. La Iglesia se concibe a sí misma como el Reinado del Hijo de Dios (las luchas
papales por el poder, Gregorio VII, La reconquista española, la misión de
Cristóbal Colón, la cristianización de los paganos bárbaros, la competencia con
los turcos, etc.).
Objetivo:
—Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis
al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos,
porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el
Padre tales adoradores busca que lo adoren. 24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran,
en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.
25 Le dijo la mujer:
—Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas
las cosas.
26 Jesús le dijo:
De Valera, C. (2009). La Biblia del Siglo de Oro (Jn 4.21–26). Las Rozas, Madrid:
Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas.
I.Introducción:
II.Exposición:
1. Hablando.
Debemos hablar por todos los medios posibles todo el tiempo y a toda la gente posible.
De Valera, C. (2009). La Biblia del Siglo de Oro (Col 1.28–29). Las Rozas, Madrid:
Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas.
2. Obedeciendo.
El reto de los que hablan, es vivir conforme a ello (es lo común que los romanistas nos
demandan) ¿No hemos de aceptar el reto?
“18 La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto
es, a nosotros, es poder de Dios, 19 pues está escrito:
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que discute asuntos
de este mundo? ¿Acaso no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Puesto que
el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las obras que
manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación.
22 Los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, 23 pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los
gentiles locura.
24 En cambio para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder y sabiduría
de Dios, 25 porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de
Dios es más fuerte que los hombres.
26 Considerad, pues, hermanos, vuestra vocación y ved que no hay muchos sabios
según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del
mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios
para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y
lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención, 31 para que, como está escrito: «El
que se gloría, gloríese en el Señor».”
De Valera, C. (2009). La Biblia del Siglo de Oro (1 Co 1.18–31). Las Rozas, Madrid:
Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas.
3. Confiando.
4. Aprendiendo.
III.Conclusión:
Devocional:
- El Temor de Dios (se deriva de la gloria de Dios en Jesucristo condenando a los que
no creen – 4:4, 6, 5:10).
- El Amor de Dios (se deriva de la gloria de Dios en Jesucristo salvando a los que Él
quiere – 5:14).
- El Poder de Dios (se deriva de la gloria de Dios en Jesucristo reconciliando todas las
cosas en Él – 5:17-21).