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CALIDAD DE LA EDUCACION Y GESTION ESCOLAR

La redacción de los siguientes párrafos corresponde a la Lic. Sylvia Schmelkes


Introducción
Debido fundamentalmente a un importante viraje en el enfoque de

la investigación educativa, que


diversificó sus metodologías,
volvió sus ojos a la escuela y al
sistema, y se preguntó sobre las
variaciones con las
características de la oferta y su
papel en la explicación de la
desigualdad educativa, hemos
podido constatar que el operar
del propio sistema educativo y
de la escuela tiene un peso
independiente de no poca
importancia en la explicación de
la desigualdad .
Con ello se cuestiona el anterior
escepticismo, y se comienza a
considerar que en efecto hay
mucho que se puede hacer
desde el sistema.
Me parece importante que
analicemos con detalle los
términos de la relación entre
gestión escolar y calidad de la
educación, pues ella nos da la
oportunidad de problematizar
una relación que en algunos
sectores se viene dando por
supuesta y puede limitar nuestra
percepción de los riesgos que
puede implicar suponer que todo
mejoramiento en la gestión
escolar producirá
automáticamente un
mejoramiento de la calidad de la
educación.
Gestión escolar y los
componentes de la calidad de
la educación básica
No intentaremos definir "gestión escolar". Como todo concepto en construcción, el de "gestión
escolar" se define mas fácilmente por lo que no es que por lo que es. Sabemos que el concepto de
gestión escolar no es sinónimo de administración escolar, aunque la incluye. Sabemos también
que la organización escolar es, en todo caso, y junto con la cultura escolar, consecuencia de la
gestión.
Entendemos que la gestión requiere un responsable; que para que la gestión sea adecuada, dicho
responsable debe tener liderazgo, y que dicho liderazgo debe vincularse con el quehacer central
de la escuela, que es formar a los alumnos. Pero también sabemos que la gestión escolar no
reduce a la función del director, sino que pone ésta en relación con el trabajo colegiado del
personal y con las interrelaciones que se establecen entre los diferentes actores de la comunidad
educativa -incluyendo la comunidad externa- y de éstos entre sí. Supone cierta intencionalidad y
cierta direccionalidad de los sujetos involucrados. Por eso, gestión escolar se asocia con la
planeación escolar. Así, las interrelaciones que la escuela establemente favorece, y la forma como
procura que se tomen las decisiones, no son fruto del azar, sino de la intencionalidad colectiva
combinada con las tradiciones históricas y la cultura que esa colectividad ha venido construyendo.
Como hemos señalado en otras ocasiones , la calidad de la educación básica consta de al menos
cuatro componentes: el de relevancia, el de eficacia, el de equidad y el de eficiencia. ¿Cómo se
relaciona la gestión escolar con cada uno de ellos?

a) La Relevancia de Educación
Una educación básica, para ser de calidad, debe ser relevante. Ahora bien, la relevancia se refiere:
• La que se refiere a la relevancia para el niño que es hoy, y la que tiene que ver con la relevancia
para el adolescente y el adulto que será mañana.
Una educación de calidad debe poder ser relevante a la etapa de desarrollo, las necesidades y los
intereses del niño que desde hoy es persona. De la misma manera, un sistema educativo de
calidad debe mostrar una preocupación por identificar escenarios de futuro que permitan imaginar
los requerimientos y exigencias que el medio le impondrá cuando este niño llegue a niveles
superiores del sistema educativo y/o mercado de trabajo.
• Una escuela de calidad debe poder dar respuesta a los necesidades individuales y a las sociales.
De manera muy especial, una escuela construyendo una sociedad en la que la democracia,
además de constituir una forma de gobierno, se convierta en una forma de vida.
Entendemos relevancia en sentido amplio. Como consecuencia de una educación básica
relevante, un niño o una niña debe poder sobrevivir, entender el entorno y enfrentarse a la vida en
cualquier punto del planteo. Por ello, lo más relevante en la educación básica son los habilidades
fundamentales: para comunicarse oralmente y por escrito; para analizar y sintetizar y para
colaborar en la solución de problemas.
Una educación relevante no puede comenzar siéndolo si no parte del conocimiento y de la
valoración del contexto específico en el que se encuentra inserta la escuela. Esto sólo puede
hacerlo cada escuela, no puede hacerse adecuadamente desde ningún nivel central.
b) La eficacia
Este segundo componente del concepto de calidad de la educación se define como la capacidad
de un sistema educativo básico de lograr los objetivos (relevantes) con la totalidad de los alumnos
que teóricamente deben cursar el nivel, y en el tiempo previsto para ello. Como puede observarse,
este concepto incluye el de cobertura, el de permanencia, el de promoción y el de aprendizaje real.

c) La equidad
No es posible lograr plena eficacia sin equidad. Un sistema de educación básica, para ser de
calidad, debe partir del reconocimiento de que diferentes tipos de alumnos acceden a la educación
con diferentes puntos de partida. Por ello, se propone ofrecer apoyos diferenciales a fin de
asegurar que los objetivos de la educación se logren, de manera equiparable, para todos. La
equidad implica dar más, apoyar más, a los que más lo necesitan.
Todo ello hace referencia a la gestión escolar. Se requiere un proceso de planeación que permita
diagnosticar y definir lo que hay que hacer para aumentar la cobertura y abatir los índices de
deserción y reprobación, así como para mejorar los resultados de aprendizaje. Es evidente que ello
requiere una coordinación, y que todos los docentes tienen un indispensable papel a cumplir en el
proceso. El logro de objetivos como los anteriores, por otra parte, difícilmente podrá alcanzarse sin
una vinculación estrecha de la escuela con la comunidad y con los padres de familia, y sin el logro
de niveles altos de colaboración.
Interesante también es observar que objetivos de esta naturaleza se tienen que perseguir y
monitorear a lo largo de todo el año. Para prevenir la reprobación, por ejemplo, es indispensable
que se reconozca el proceso de construcción del rezago escolar progresivo, y que se esté atento,
diariamente y en cada salón de clases, a sus manifestaciones a fin de brindar la atención
individualizada que permite evitar que dicho rezago se convierta en un proceso difícilmente
reversible tendiente a la reprobación.
Cuando una escuela se propone mejorar sus índices de cobertura, permanencia, promoción y
aprendizaje, el sistema debe ofrecer los apoyos que ésta necesita para lograrlo adecuadamente.
Por ejemplo, el sistema podría actualizar a sus docentes para que puedan conducir el trabajo en
aula de manera que puedan destinar tiempo a trabajo individual con sus alumnos.
d) La eficiencia
La eficiencia se refiere al logro de resultados con uso óptimo de los recursos. Se ubica en el último
lugar en el listado de componentes porque históricamente este es el que ha recibido mayor
atención y ha sido objetivo de continuo monitoreo. Interesa decir que, en la medida en que un
sistema educativo logre abatir los índices de deserción y de reprobación, estará también
aumentando su eficiencia, pues estará evitando el desperdicio y liberando los espacios ocupados
por quienes debieran yo encontrarse en otro grado de nivel educativo. Eliminar la reprobación
representaría para estos sistemas un considerable ahorro. Y su solución se encuentra
fundamentalmente a partir del quehacer de cada escuela .
Cabe, no obstante, una clara palabra de advertencia. La escuela pública requiere del subsidio del
Estado. No es posible, en aras de la eficiencia, trasladar los gastos de la educación pública a la
comunidad. Ello resultaría claramente injusto, pues el sistema tiende a hacer pagar más a quienes
menos tienen .
En síntesis, hemos descubierto la importante presencia de la gestión escolar en los cuatro
componentes aquí considerados del concepto de calidad de la educación. Gestión como
planeación, como liderazgo, como trabajo colegiado; como la distribución y la petición de cuentas
de responsabilidades por la calidad a cada miembro del personal escolar; gestión como estrecha
vinculación y colaboración con padres de familia y comunidad; gestión como preocupación central
por los aprendizajes y su relevancia; gestión como evaluación retroalimentadora permanente.

La gestión escolar los correlatos de la calidad de los aprendizajes


Como ya indicábamos, la vinculación entre calidad de la educación y gestión escolar se ha visto
muy reforzada por la creciente investigación sobre escuelas efectivas. Dichos estudios, de
naturaleza cuantitativa, han permitido hacer agrupaciones a partir de múltiples datos de carácter
empírico sobre las variables que consistentemente se encuentran correlacionadas con el
aprendizaje—de carácter casi siempre cognitivo- de los alumnos en escuelas de nivel básico. Estos
estudios empíricos acerca de los factores que se correlacionan con niveles muy altos de
rendimiento escolar de escuelas en las que la mayoría de los alumnos proceden de sectores
populares se han realizado fundamentalmente en escuelas anglosajonas. Estos estudios han sido
objeto de un inusitado número de meta-análisis que pretenden encontrar las variables que con
mayor fuerza y consistencia se vinculan con la calidad de los aprendizajes de los alumnos. Cada
uno de estos meta-análisis termina agrupando las variables de diversos maneras. Propongo que
tomemos uno de estos meta-analisis (el más reciente que conozco) , que privilegia a los estudios
británicos pero que toma en cuenta otros resultados globales, y que a partir de éste añadamos
algunos elementos que nos parece completan la visión desde otras lecturas.
Entre las variables que se asocian de manera sistemática con el mayor aprendizaje de alumnos en
escuelas que atienden a sectores desfavorecidos encontramos los siguientes:
a) Liderazgo profesional
Esta variable agrupa los siguientes: el liderazgo debe ser firme y con un sentido claro; el enfoque
del liderazgo debe ser participativo; el liderazgo debe ser académico, es decir, el líder tiene que ser
un educador, tiene que saber lo que ocurre en los aulas, tiene que estar al tanto de los apoyos que
requieren los docentes.
b) Visión y metas compartidas
El equipo de trabajo, y también los alumnos, comparten una visión de lo que quieren lograr, para lo
cual sistematizan un conjunto de prácticos que llevan a cabo de manera consistente..
c) Un ambiente de aprendizaje
Las escuelas que tienen buenos resultados de aprendizaje entre sus alumnos de clases populares
generalmente cuentan con un ambiente ordenado y académicamente más agradable y atractivo.
Lo contrario parece también ser cierto: en una escuela en la que es difícil prever lo que va a ocurrir,
en la que el ruido alcanza niveles incontrolables, donde la indisciplina irrumpe en el quehacer
académico
d) El centro de la actividad escolar está en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La escuela toda, en su operar cotidiano, privilegia estos procesos. Así en una escuela efectiva se
respeta el tiempo destinado a la enseñanza. El logro académico moviliza las actividades de
maestros y alumnos, y su mejoramiento se convierte en meta de ambos, y el énfasis de la escuela
se encuentra en lo académico por encimo de lo cultural, lo socioafectivo o lo deportivo.
e) Enseñanza con propósitos claros.
Los maestros saben a dónde van con su enseñanza. Planean el día, la semana, el mes. Se
organizan de manera eficiente para cubrir las actividades previstas. Las lecciones están
estructuradas y el proceso y los objetivos son claros para los alumnos, él currículum oficial se
adapta a las características de los alumnos
f) Altas expectativas.
Quizá de todas las variables, esta es la que con mayor consistencia aparece como importante en
prácticamente todos los estudios que la incluyen. Tiene que ver con el hecho de que el director
cree en su personal, de que los maestros creen en sus alumnos, y con estas altas expectativas
que se tienen respecto a los logros potenciales se comuniquen de manera efectiva. Vinculado a las
altas expectativas añadiríamos la necesoria valoración de la cultura de la comunidad por parte del
personal de la escuela.
g) Refuerzo positivo
Muy vinculado con lo anterior se encuentra la presencia, en las escuelas efectivas, de prácticos
consistentes de retroalimentación positiva a los alumnos de parte de los maestros y a los maestros
de parte del director. En el caso de los alumnos, se habla de los ventajas de una disciplina clara y
justa, basado mucho más en la pertenencia y la participación que en los reglas y controles.
h) Monitoreo de los avances
La capacidad de una escuela de dar cuenta con relativa objetividad del avance de los alumnos, de
los maestros y de la escuela como un todo se encuentra claramente vinculada a su efectividad
medida en términos de logro de aprendizaje entre sus alumnos. Dicho monitoreo supone
planeación. También supone la existencia de reuniones periódicas del personal de la escuela.
Ahora bien, es importante señalar que no basta con monitorear si los resultados de dicho
monitoreo no se incorporen a los procesos de toma de decisiones.
i) Participación de los alumnos
Este conglomerado de variables incluye aspectos tales como la promoción de la autoestima entre
los alumnos, la que a su vez depende mucho de una relación cálida y respetuosa de los maestros
con los alumnos. Incluye también el otorgamiento de muchas oportunidades de participación por
parte de los alumnos en posiciones y actividades que supongan responsabilidad. El alumno debe
asumir el control de su propio trabajo en una actividad por día, según indican. No está por demás
señalar que hay niveles de participación, que en la escuela se manifiestan desde la posibilidad de
alzar la mano para hacer una pregunta hasta la posibilidad de construir el propio aprendizaje.
j) Relación con la familia
Junto con la variable "altas expectativas", esta es la que más consistentemente se relaciona con
altos niveles de aprendizaje. Dicha relación se da de múltiples maneras, desde que los padres
entiendan la importancia de enviar a sus hijos regularmente a la escuela, hasta que asuman
algunas responsabilidades de carácter educativo al interior de la misma. Lo importante, sin
embargo, parece ser que escuela y familia se vuelvan aliados
k) Una organización de aprendizaje
La escuela es una organización en la que todos siguen aprendiendo, incluyendo a los docentes y a
los directivos. Se señala también que es cuando este aprendizaje se da en la escuela misma, y en
función de lo que sus miembros necesitan para lograr mejores niveles de aprendizajes de sus
alumnos -y en ese sentido se habla de una organización de aprendizaje- que la superación del
personal se traduce en mayor aprendizaje de los alumnos. Nos parece necesario hacer un añadido
más, que conformaría otro conglomerado de variables que, al menos en el caso de nuestros
escuelas, resulta de especial importancia. Se refiere al dominio que el maestro tiene de la materia
que enseña , y también el manejo que tiene de técnicos efectivos dé enseñanza. Entre éstos
últimos cabe destacar: la diversificación de las actividades de aprendizaje, el abierto estímulo a la
participación del alumno, el recurso al trabajo en equipo y la obtención individual a los alumnos
rezagados, el recurso a operaciones superiores de pensamiento (análisis, síntesis, desarrollo del
juicio crítico), y el recurso frecuente a la escritura creativa.
Pero procedamos a hacer un somero análisis de la relación entre la calidad de la educación y la
gestión escolar a partir de estos correlatos con resultados de aprendizaje.
En primer lugar debemos observar que en los variables anteriores algunos se refieren directamente
o la gestión y otros, los más son variables propiamente educativos. Las primeros implican
decisiones y acciones promovidos, estimulados y quizás también organizados por el director de la
escuela. Las segundas, en cambio, pueden ser vistos como ejecutados por el personal docente.
Pero en segundo lugar debemos advertir sobre los posibles peligros de interpretar
inadecuadamente estudios como los que acabamos de reseñar. Para empezar que los que estos
variables encuentran con correlaciones, que en ningún caso se puede hablar de relaciones causa-
efecto, y que no contamos aun con un esfuerzo de conceptualización teórico que nos indique por
qué son estas las variables que se asocian con la calidad educativa.
Estos estudios nos indican qué variables se correlacionan con el aprendizaje, pero no nos dicen
cómo alcanzar esta relación. De hecho, si intentamos poner todas estas variables juntas en una
escuela pobre, difícilmente lograremos mejorar la calidad. Los resultados, por tanto, no son una
receta a seguir para lograr calidad educativa en una escuela. Son sólo indicaciones muy claras
que, al irse construyendo en una escuela, en interrelación con su comunidad, van estableciendo
los condiciones para el logro de resultados excepcionales y, a la vez, cada vez mejores, de
aprendizaje. Cada escuela es única: tiene su historia y sus tradiciones , sobe lo que le funciona y lo
que le estorba. Y es adentro de este contexto que deberán irse construyendo los condiciones para
revertir los determinismo procedentes del contexto.
Reflexiones finales
Fuera ya del análisis del la relación entre la gestión escolar y los correlatos de la "efectividad"
escolar, me parece importante reflexionar con ustedes acerca de la importancia de evitar los
tendencias pendulares que tanto daño nos han hecho en materia de política educativa. Esta
reacción pendular es peligrosa y, en todo caso, se basa en premisas falsas. Es peligrosa porque
alimenta una noción de Estado adelgazado que a comunidades cada vez más locales, y al hacerlo,
privatiza lo que debe ser público. Sostengo que se basa en premisas falsas por dos razones. La
primera es porque la calidad educativa sigue siendo un fenómeno complejo y multideterminado,
por lo que cualquier esfuerzo por afectar una de sus causas será, por lo mismo, necesariamente
parcial. Esta es una advertencia para no caer en el simplismo de que la aplicación de medidos de
buena gestión escolar resolverá el problema de la calidad educativa. La segunda razón por la cual
señalo que se basa en premisas falsas es que los escuelas que han logrado, en circunstancias
desventajosas, altos resultados de aprendizaje entre la gran mayoría de sus alumnos, son
claramente la excepción y no la regla, lo que hemos analizado en la segunda porte de esta charla
son los variables que explican la excepción.
Si lo que buscamos es hacer que estas escuelas dejen de ser excepcionales y se conviertan en
norma, necesitamos una política educativa vigorosa, innovadora, salida, cercana a la escuela,
evaluadora, que pida cuentas pero que brinde apoyos. Como lo adelantamos en la primera parte
de esta charla, para que la gestión escolar se vincule con la calidad educativa requiere de un
sistema educativo que modifique cualitativamente sus formas tradicionales de vincularse con la
escuela y comience a centrarse en servirla.
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