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La argumentación: textos

1. EDITORIAL- Noticias de Navarra

Bin Laden, muerto


Martes, 3 de Mayo de 2011 -

La muerte de Osama Bin Laden puede interpretarse –y


de hecho lo es– como un triunfo político y militar de
EEUU en la batalla abierta hace 10 años contra el
terrorismo islamista. Y seguramente para la mayoría de
las miles de víctimas inocentes de Al Qaeda y sus
familiares –ya sea el 11-S en Nueva York, el 11-M en
Madrid, el 7-J en Londres, y las miles de personas
asesinadas indiscriminadamente en Irak, Afganistán, el
Magreb, Indonesia, etcétera– es una buena noticia. De
hecho, así lo celebraron miles de ciudadanos
estadounidenses, y así lo valoraron casi unánimemente
los líderes internacionales al felicitar al presidente
Obama.
Pero la ejecución sumarial de Bin Laden sigue dejando
importantes dudas sin despejar. La primera, el alcance
real del poder y del papel del personaje en el entramado
del terrorismo internacional organizado alrededor del
ideario religioso musulmán en el mundo, porque no se
puede olvidar que antes que enemigo número uno fue, al
igual que Sadam Husein, amigo número uno de EEUU. Y
por derivación, de la realidad objetiva de ese mismo
terrorismo, de cuyas consecuencias inhumanas hay
testimonios casi diarios, pero sobre cuyos entresijos
organizativos sigue pendiente un amplio manto de
oscuridad y desinformación, comenzando por la
implicación de los servicios secretos de Pakistán, país en
teoría aliado de EEUU y la OTAN en la guerra de
Afganistán. Igualmente, la muerte del líder de Al Qaeda
no parece que vaya a afectar a la capacidad terrorista de
la organización –aunque evidencie que antes o después
el final del terrorismo es la muerte y la derrota–, más
fuerte económica, política y militarmente que hace una
década, según los servicios de inteligencia de EEUU. Ni
mucho menos que vaya a poner fin a las causas
sociales, económicas, culturales y religiosas que han
alimentado ese fanatismo terrorista. Al Qaeda se ha
extendido y ramificado y su capacidad de violencia
abarca cada vez a más zonas y personas.
Por último, es cierto que el propio Bin Laden presumía
de participar en una guerra contra la explotación e
imposición occidentales, lo que le presupone la
posibilidad de morir en una acción militar, pero ello no
oculta que su muerte, que posiblemente reavivará la
popularidad de Obama y sus posibilidades de reelección,
en una acción de comandos especiales ha sido un
asesinato selectivo, un ojo por ojo de respuesta al horror
originado sin juicio garantista y democrático previo.
2. Una joya
ROSA MONTERO 23/03/2010

El protagonista de Avatar es un soldado paralizado


de cintura para abajo. En su mundo futurista esa
parálisis tiene arreglo, pero sólo si eres rico; el
soldado no lo es y está condenado a la silla de
ruedas. Yo creo que con la salud y el conocimiento
no se juega: hay un derecho inalienable a recibir
educación y a ser curado. Que alguien pueda ser
privado de un tratamiento médico esencial sólo por
ser pobre es una barbaridad inadmisible. Y, sin
embargo, en países como Estados Unidos es algo
normal. Allí la gente vive aterrada por los costes de
la enfermedad y trabaja para pagarse el seguro
médico. No todos los seguros permiten todos los
tratamientos y hay 40 millones de personas sin
cobertura.
Contra todo esto lucha Obama, sólo para conseguir
una mejora que quedará lejos de lo que tenemos en
España. Porque nuestro sistema de salud es bueno.
Bastante barato (un 11% del PIB frente al 17% de
Estados Unidos) y con unos resultados médicos que
lo sitúan entre los 10 primeros del mundo (EE UU
está entre el 40 y el 50). Pese a sus fallos, la
sanidad pública española es un logro monumental,
y ahora están intentando desmantelarla. Y la
ofensiva se apoya en la desvalorización de lo que
tenemos. Un amigo médico lamentaba el reportaje
de EL PAÍS sobre el vasco que se compró un
hígado en China: "Parecía como si la sanidad
española no te diera lo que necesitas y tuvieras que
pagarlo fuera". Cuando lo cierto es que, como
también apuntaba el texto, somos una potencia
mundial en trasplantes; que se le negó un hígado
por razones obvias (enfermedad tumoral muy
avanzada); que los trasplantes en China se hacen
sin garantías médicas (luego tuvo que ser internado
aquí en estado crítico) y que este comercio favorece
el asesinato y otros horrores. Entiendo al vasco:
ante la muerte haces lo que sea. Pero recordemos
que la sanidad pública es la joya de nuestra corona
social. Y defendámosla.
3. Esplendor de las
ciudades. Antonio Muñoz Molina

5-marzo-2011

[…] Junto a los ventanales del café del nuevo


edificio de Moneo miro el tráfico de la calle y
el desfile plural de la gente por la acera y leo
un libro que me hace más consciente de la
complejidad y el valor de lo que estoy
viviendo: Triumph of the City, de Edward
Glaeser, un economista de Harvard que ha
adquirido su erudición leyendo al parecer todo
lo que se ha escrito sobre todas las ciudades y
paseando por todas ellas, por Nueva York y
Mumbai, por París, por Barcelona, por
Kinsasha, por Detroit. Glaeser dice que la
ciudad es la más importante creación humana:
que fomenta la inventiva, el talento individual,
la tolerancia, la prosperidad, la cooperación.
Las ciudades no hacen pobre a la gente: atraen
a gente pobre que quiere dejar de serlo. Las
grandes ciudades son más respetuosas con el
medio ambiente que las célebres arcadias
ecologistas, porque la gente tiende a moverse
por ellas caminando o en transportes públicos:
los habitantes de Nueva York gastan como
media un 40% menos de energía que los de las
zonas residenciales o rurales del país. La
ingeniería necesaria para suministrar agua
saludable a las ciudades y retirar de ellas la
basura es una proeza épica contada por
Edmund Glaeser. Vivir entre la densa población
de una ciudad es más seguro que hacerlo en
una casa aislada en el campo. También,
estadísticamente, es más saludable. Para no
convertirse en boutiques monumentales en las
que solo puedan habitar los ricos y los turistas
las ciudades históricas necesitan renovarse con
inteligencia y audacia y levantar edificios altos
con una oferta de vivienda suficiente para que
los precios no sean abusivos. A pesar de la
pobreza y la violencia la esperanza de vida es
más alta en una favela de Río de Janeiro que
en los pueblos del interior del país. Leer a
Edward Glaeser le da a uno el mismo ímpetu
para caminar y fijarse en todo que las Hojas de
hierba de Whitman o el Fervor de Buenos Aires
de Borges.
4.

Actividades: - Tesis.

Textos 1,2,3: - Argumentos. Relación con el receptor.

- Situación comunicativa: tipo de texto,


presencia del emisor y del receptor.
- Intención del emisor.

- Formular Tema y Tesis.

- Apartados de contenido del texto. Justificar


estructura.

Texto 4.

- Tipo de texto.
- Situación comunicativa: emisor, intención,
receptor. Presencia de ambos.

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