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La COP y la CMP

La COP es la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones


Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la CMP la Conferencia de las Partes
en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto (CMP).

Entre 1 y el 12 de diciembre de 2014 se llevarán a cabo en Lima la COP20 y la


CMP10.

La CMNUCC cuenta con 195 países firmantes. Se denomina “Partes” a los países
miembros de la Convención. El Perú firmó la Convención en 1992, ratificándola al año
siguiente. Entró en vigencia el 21 de marzo de 1994.

Objetivos

El objetivo fundamental de la Convención Marco de las Naciones Unidas para


el Cambio Climático (CMNUCC) es impedir la interferencia «peligrosa» del ser
humano en el sistema climático.

En la práctica, la Convención fija el objetivo de estabilizar las emisiones de gases


de efecto invernadero «a un nivel que impida interferencias antropógenas
peligrosas en el sistema climático». Se declara asimismo que «ese nivel debería
lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten
naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se
vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera
sostenible».

En la Convención se pide el establecimiento de inventarios precisos y


periódicamente actualizados de las emisiones de gases de efecto invernadero de
los países industrializados. El primer paso para resolver el problema es conocer sus
dimensiones. Con pocas excepciones, el «año de referencia» para calcular las
emisiones de gases de efecto invernadero ha sido 1990. Se alienta también a los
países en desarrollo a que elaboren inventarios.

Los países que han ratificado el tratado –las «Partes en la Convención», según la
jerga diplomática– deciden tener en cuenta el cambio climático en los asuntos
relacionados con la agricultura, la industria, la energía, los recursos naturales y las
actividades que afectan a los litorales marinos. Acuerdan también establecer
programas nacionales para frenar el cambio climático.

Países del anexo I


La Convención hace caer la carga más pesada de la lucha contra el cambio
climático sobre los países industrializados, ya que son ellos la fuente principal de la
mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, en el pasado y en la
actualidad. Se pide a estos países que hagan todo lo posible por reducir las
emisiones de las chimeneas y tubos de escape y que aporten la mayor parte de los
recursos necesarios para los esfuerzos que se deban realizar en otros lugares. En
la mayoría de los casos, estas naciones desarrolladas, conocidas con el nombre de
«países incluidos en el anexo I» porque aparecen enumerados en el primer anexo
del tratado, pertenecen a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
(OCDE).

En virtud de la Convención las naciones industrializadas se comprometen a


respaldar actividades relacionadas con el cambio climático en los países en
desarrollo, ofreciéndoles entre otros apoyo financiero, sin perjuicio de la asistencia
que se lleva prestando a dichos países. Se ha establecido un sistema de
donaciones y préstamos a través de la Convención, que es administrado por el
Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Los países industrializados han acordado
también compartir las tecnologías con las naciones menos avanzadas.

En los primeros años de la Convención, la adaptación recibió menos atención que


la mitigación, ya que las Partes deseaban tener una mayor certeza de la
vulnerabilidad al cambio climático y los impactos de este. Cuando se publicó el
Tercer informe de evaluación del IPCC, la adaptación recibió más atención, y las
Partes acordaron un proceso para hacer frente a los efectos adversos y para
establecer medios de financiar la adaptación. Actualmente la labor de adaptación
se lleva a cabo en el marco de varios órganos de la Convención. El Comité de
Adaptación, que las Partes acordaron establecer en el Marco de Adaptación de
Cancún como parte de los Acuerdos de Cancún, supuso un paso importante hacia
un enfoque cohesivo de la adaptación basado en la Convención.

Historia

En 1979 se llevó a cabo la primera Conferencia Mundial sobre el Clima. Once años
después, en 1990, tiene lugar la segunda conferencia, donde se solicita un tratado
mundial sobre cambio climático. En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992,
la Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) queda lista para la firma y
entra en vigor el 21 de marzo de 1994.

En 1995 se celebra en Berlín la primera COP. La vigésima edición – COP20 – tendrá


lugar en Lima entre el 1 y 12 de diciembre de 2014.

Otros dos tratados relacionados al primero son, el Convenio sobre la Diversidad


Biológica (CNUDB) y la Convención de Lucha contra la Desertificación (CNULD) se
conocen desde entonces con el nombre de Convenciones de Río.

Las Partes en el tratado de la biodiversidad se comprometen a conservar las


especies, transferir tecnologías y compartir de manera equitativa los beneficios
resultantes del uso comercial de los recursos genéticos. Las Partes en el acuerdo
sobre la desertificación realizan programas de acción nacionales, subregionales y
regionales y tratan de corregir las causas de la degradación de la tierra, que van
desde las pautas del comercio internacional hasta la ordenación de las tierras.

Las tres Convenciones de Río están estrechamente relacionadas. El cambio


climático afecta a la biodiversidad y a la desertificación. Cuanto más intenso sea el
cambio climático y mayor sea su alcance, mayor será la pérdida de especies
vegetales y animales, y las tierras secas y semiáridas en todo el mundo perderán
vegetación y se deteriorarán.

En 2001 se estableció un grupo de enlace mixto para fomentar la colaboración


entre las secretarías de las tres convenciones. A través del grupo se comparte
información, se coordinan actividades y se establecen medidas que pueden
combatir simultáneamente los tres problemas: es decir se establece lo que se
conoce como «sinergía». Ahora también incluye la Convención de Ramsar sobre
los Humedales.
Conferencias y avances

Todos los países industrializados y más de 40 países en desarrollo han


presentado oficialmente sus metas y medidas de reducción de las emisiones, pero
dado el panorama general la respuesta internacional sigue siendo insuficiente en
un área de crítica importancia. Hasta ahora la suma total de las promesas
oficiales de reducción de las emisiones de todos los países solo asciende a
aproximadamente un 60% de lo que hace falta para limitar la subida de la
temperatura a 2 grados Celsius, el tope que según los científicos nos da una
probabilidad razonable de evitar los peores impactos del cambio climático.

Es necesario realizar todos los esfuerzos posibles por encontrar una forma
realista de aumentar el nivel de ambición con el fin de cubrir la diferencia del 40%.

La conferencia que se va a celebrar en la ciudad sudafricana de Durban será una


oportunidad para dar los siguientes pasos hacia economías de bajas emisiones
de carbono y capaces de recuperarse de los efectos del cambio climático. La 17.ª
Conferencia de las Partes y la 7.ª Reunión de las Partes (CP 17 y la CP/RP 7),
que se celebrarán del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011, reunirán a
representantes de gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil de
todo el mundo. En los debates se procurará avanzar en la aplicación de la
Convención y el Protocolo de Kyoto, así como el Plan de Acción de Bali,
acordado en la CP 13 en 2007, y los Acuerdos de Cancún, alcanzados en la CP
16 en diciembre de 2010.

El Protocolo de Kyoto (PK o KP por sus siglas en inglés) es un tratado filial de


la CMNUCC que contiene medidas jurídicamente vinculantes para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero, y cuyo primer período de compromiso
finalizará en el año 2012. La Hoja de Ruta de Bali fue adoptada en la 13.ª
Conferencia de las Partes y la 3.ª Reunión de las Partes en diciembre de 2007 en
Bali. Esta hoja de ruta es un conjunto de decisiones con visión de futuro que
representan la labor esencial que es necesario realizar siguiendo varias «vías» de
negociación para llegar a un futuro seguro en lo que respecta al clima.

En la CP 16 se llegó a un consenso sobre tres áreas principales del régimen del


cambio climático: adaptación, financiación y tecnología. Constituyó un paso
significativo hacia un acuerdo internacional jurídicamente vinculante. Ahora los
países también están trabajando en hacer operativos lo que se conoce
colectivamente como Acuerdos de Cancún, que incluyen la decisión de entablar
negociaciones en torno al segundo período de compromiso del PK, que
comenzaría en 2013. Sin embargo, antes de las negociaciones se deberá decidir
las normas de compromiso para asegurar una base científica sólida.

También está previsto que en la conferencia de Durban se determine el proceso


con el que se movilizarán fondos para financiar la lucha contra el cambio
climático, hasta los 100 000 millones de USD anuales recogidos en los Acuerdos
de Cancún, de manera que estén disponibles para el año 2020. Se espera que los
gobiernos hagan operativo tanto el nuevo mecanismo tecnológico para el cambio
climático acordado en Cancún como el comité de adaptación, la institución que las
Partes han creado para llevar adelante los esfuerzos de adaptación.
Ministro del Ambiente reafirmó compromisos
voluntarios del Perú para mitigar los efectos del
cambio climático

Fuente: Fuente: Ministerio el Ambiente del Perú

×Ads By BuenoSearch+toolbarEn su intervención en la reunión ministerial de la XVI

Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el


Ministro del Ambiente peruano, Antonio Brack Egg, reafirmó los compromisos
voluntarios asumidos por el Perú para contribuir a la mitigación de los efectos del
cambio climático a nivel mundial.

“El Perú ha mostrado en los últimos 12 años una tasa de crecimiento positiva, en
ese contexto, los compromisos del Estado buscan ser consistentes con los
Objetivos del Milenio, el Acuerdo Nacional y la Política Nacional del Ambiente,
impulsando una economía baja en carbono para reducir los efectos del cambio
climático”, señaló el Ministro del Ambiente en este segmento ministerial dentro
de la COP 16, tras agradecer la hospitalidad del país anfitrión y remarcar la
necesidad impostergable de alcanzar entre los países de la COP un acuerdo
vinculante.

En ese sentido, el Ministerio del Ambiente ha lanzado en julio de este año el


Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio
Climático, a través del cual el Perú alcanzará al año 2021 la deforestación neta
de sus bosques primarios tropicales a 0, reduciendo sustancialmente las
emisiones nacionales de Gases de Efecto Invernadero, GEI, y contribuyendo de
esta manera a mitigar los impactos del cambio climático en el mundo.

“Asimismo, nos venimos preparando con diligencia para complementar estas


acciones a través del mecanismo REDD + y el Fondo de Inversión Forestal, del
cual somos país piloto. A ello se suma el Plan de Acción de Adaptación y
Mitigación frente al Cambio Climático, que es una herramienta para la gestión y
monitoreo de programas, proyectos y acciones prioritarias de corto y mediano
plazo en relación al cambio climático”, destacó el Ministro del Ambiente, que
llegó a Cancún con propuestas concretas y en marcha del Perú, como un país
responsable de contribuir con la mitigación de los efectos adversos del cambio
climático.
El Ministro del Ambiente se refirió también al cambio de la matriz energética
nacional que para el año 2021, y tal como lo anunció el Presidente del Perú, Alan
García Pérez, en la última Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva
York; llegará a usar el 40% en base a energías renovables.

El Ministro Brack remarcó que el Perú es un país muy expuesto a los efectos del
cambio climático que altera nuestros ecosistemas y la diversidad de recursos
naturales.

“Nuestros pueblos, sin embargo, demandan niveles de desarrollo y bienestar que


tenemos que incentivar en medio de la incertidumbre climática, y que
seguramente, demandará la implementación de nuevos procesos productivos en
un escenario de solidaridad mundial que es necesario para concretar
impostergables acciones como los mecanismos de financiamiento y cooperación
previstos en la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la
construcción de capacidades y la transferencia de tecnologías necesarias para los
países en desarrollo”, destacó el Ministro Brack Egg.

Finalmente, el Ministro del Ambiente se refirió a las poblaciones que viven de


nuestra diversidad, ecosistemas y recursos naturales, las cuales “no pueden
esperar y no pueden entender los tecnicismos de una negociación en cambio
climático tan dilatada y necesitan soluciones inmediatas y prácticas que nuestros
gobiernos están obligados a proveer aquí y ahora”, finalizó el Ministro del
Ambiente, Antonio Brack en Cancún.

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