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TRIBUNALSUPREMO
Sala de lo Penal
AUTO 43/2018
RECURSO CASACION (P)
Nº de Recurso:10587/2017
Fallo/Acuerdo:
Procedencia: SALA DE LO CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MADRID
Fecha Auto: 14/12/2017
Ponente Excmo. Sr. D.: Antonio del Moral Garcia
Secretaría de Sala: Ilma. Sra. Dña. Sonsoles de la Cuesta y de Quero
Escrito por: FSP/MAC
I. HECHOS
PRIMERO.- Por la Sección 27ª de la Audiencia Provincial de Madrid se dictó sentencia, con fecha 18 de abril
de 2017 , en autos con referencia de Rollo de Sala Procedimiento Abreviado nº 2320/2016, tramitado por
el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer nº 1 de Madrid, como Diligencias Previas nº 885/2015, en la que se
condenaba a Abel como autor de un delito de lesiones en el ámbito familiar del artículo 153.1 y 3 del Código
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
CUARTO.- En el trámite correspondiente a la sustanciación del recurso, el Ministerio Fiscal se opuso al mismo,
al igual que la parte recurrida, Doña Bárbara ., representada por la Procuradora Dª. Cristina Bota Vinuesa.
QUINTO.- Conforme a las normas de reparto aprobadas por la Sala de Gobierno de este Tribunal Supremo, es
Ponente de la presente resolución el Excmo. Sr. Magistrado D. Antonio del Moral Garcia.
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JURISPRUDENCIA
dar lugar a un pronunciamiento que se apartara de las conclusiones obtenidas en las dos instancias previas
a la casación.
C) En el supuesto de autos, se declara probado por la Audiencia Provincial que, el acusado Abel , inició a
finales del año 2013 una relación sentimental con Bárbara , con la que convivió en el domicilio sito en la
CALLE000 de la localidad de Getafe hasta julio de 2015, teniendo un hijo en común llamado Jose Antonio .
nacido el NUM000 de 2015 que el acusado no ha reconocido legalmente.
A partir del mes de enero de 2015 Abel comenzó a mostrar una actitud violenta y agresiva hacia Bárbara
., que se concretó en insultos y agresiones reiterados creando con ello un clima continuado de violencia que
perturbó gravemente la tranquilidad y sosiego de ésta.
Con fecha 11 de junio de 2015, y tras iniciarse una discusión entre el acusado y Bárbara . en el interior del
domicilio que compartían sito en la CALLE000 de la localidad de Getafe, Abel se dirigió a ella con palabras
tales como "guarra, puta" para, en un momento determinado y con ánimo de menoscabar su integridad
corporal, abalanzarse sobre la misma cuando se encontraba tumbada en la cama comenzando a propinarle
golpes en la cara.
Como consecuencia de estos hechos Jose Antonio . sufrió hematoma peri-orbitario derecho, epistaxis y
edema facial, que requirieron para su sanidad una única asistencia médica tardando en sanar 20 días durante
los cuales no estuvo impedida para el desempeño de sus ocupaciones habituales.
Con fecha 8 de julio de 2015 y como consecuencia de la denuncia interpuesta contra el acusado por Bárbara
. por agresión, se dictó por el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer n° l de Getafe auto en el que se acordaba
otorgar orden de protección a favor de la misma en virtud de la cual se prohibía al acusado acercarse y
comunicarse con ella. Con motivo de los hechos que dieron lugar a esta resolución, el acusado fue condenado
por sentencia de fecha 24 de julio de 2015 dictada por el Juzgado de lo Penal número 4 de Getafe en el Juicio
Rápido 22/2015 como autor de un delito de lesiones del artículo 153.1 º y 3º del Código Penal a la pena de once
meses de prisión, privación del derecho a la tenencia y porte de armas por dos años y seis meses y prohibición
de aproximarse y comunicarse con Bárbara . por tiempo de tres años. Sentencia que fue confirmada por la
Audiencia Provincial con fecha 14 de abril de 2016.
En fecha no determinada del mes de noviembre de 2015 el acusado y Bárbara . se encontraban junto a otras
personas en un domicilio situado en la CALLE000 de la localidad de Getafe, y tras surgir entre ellos una
discusión el acusado, con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó a Jose Antonio . una patada
a la altura del pecho, zarandeándola. Como consecuencia de estos hechos no consta que Bárbara . sufriera
lesiones.
Sobre las 07:30 horas del día 13 de diciembre de 2015 Bárbara . se dirigió al domicilio de la CALLE000 de la
localidad de Getafe, y encontrándose el acusado en el portal del inmueble, esperándola, se abalanzó sobre ella
y sin mediar discusión previa y con ánimo de menoscabar su integridad física, le propinó numerosos golpes y
un fuerte puñetazo en la mandíbula izquierda. Bárbara . consiguió subir hasta el primer piso y acceder a casa
de unos vecinos, sin embargo acabó abriendo la puerta al acusado cuando éste le pidió perdón; a continuación
ambos subieron hasta el piso cuarto del inmueble, encontrándose ella en situación de bloqueo debido a la
agresividad y violencia de las que había sido víctima. Una vez en el domicilio accedieron al dormitorio principal
en el que Bárbara . permaneció varias horas durante las cuales el acusado profería hacia ella insultos y
amenazas; posteriormente ambos bajaron hasta una vivienda situada en el primer piso donde el acusado le
propinó varios golpes en la espalda.
En el indicado lugar permanecieron hasta que sobre las 22,00 horas, y como quiera que la madre de Bárbara
. Tatiana , había acudido a comisaría para denunciar la desaparición de su hija y le había comunicado este
hecho a Bárbara . a través del teléfono móvil, así como la inminente presencia de funcionarios policiales en
la dirección indicada, Bárbara . bajó hasta el portal y una vez allí fue auxiliada por los agentes, quienes la
trasladaron para ser asistida de las lesiones a un centro médico.
Como consecuencia de estos hechos Bárbara . sufrió fractura abierta de mandíbula izquierda a nivel
del ángulo mandibular, herida inciso contusa de 3 centímetros en cuero cabelludo a nivel de occipucio,
erosión eritematosa violácea en región anterior cervical, que requirieron primera asistencia facultativa y
tratamiento quirúrgico consistente en colocación de placa de osteosíntesis en mandíbula izquierda, habiendo
permanecido hospitalizada durante 8 días y habiendo tardado en sanar otros 90 días todos ellos impeditivos
para el desempeño de sus ocupaciones habituales. Quedándole como secuelas material de osteosíntesis en
mandíbula y anestesia del nervio mentoniano izquierdo.
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JURISPRUDENCIA
No ha quedado probado que durante la jornada del día 13 de diciembre de 2015 el acusado mantuviese a
Bárbara . encerrada en contra de su voluntad en alguna de las viviendas de los pisos NUM001 y NUM002
de la CALLE000 de la localidad de Getafe o la impidiese salir de las mismas.
Tras dictarse la orden de protección en julio de 2015 Bárbara . abandonó el domicilio de la CALLE000 de
Getafe regresando junto a sus hijos a casa de sus padres. Sin embargo el acusado, pese a que fue notificado
y requerido de cumplimiento del auto de fecha 8 de julio de 2015, continuó teniendo contacto con Bárbara .
tanto personal como a través de llamadas telefónicas hasta el mismo día de su detención el 22 de diciembre
de 2015, momento en que le fue ocupado por funcionarios policiales el DNI así como una tarjeta bancaria a
nombre de Bárbara .
De conformidad con el informe pericial psico-social realizado en fecha 15 de junio de 2016, Bárbara sufrió
tras la vivencia de los episodios descritos una importante afectación psicológica con sintomatología ansiosa,
depresiva e importante sintomatología postraumática (reexperimentación, evitación y activación) que ha
supuesto un menoscabo psíquico y ha requerido tratamiento psicológico.
El recurrente considera que la valoración de la testifical de la víctima como prueba de cargo por las razones
indicadas anteriormente supone la infracción del derecho a la presunción de inocencia. La cuestión ya fue
planteada en apelación y se observa que el recurso de casación en este punto es una reproducción del
de apelación previo. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia descarta este alegato sobre la base de
que la valoración de dicho testimonio de cargo por la Audiencia Provincial careció de cualquier "sombra de
arbitrariedad", así como que las declaraciones de la víctima a lo largo del procedimiento no incurrieron en
contradicciones significativas.
Además, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia descarta por la testifical practicada, que el acusado
no fuese el usuario del teléfono y califica de "insostenible" el alegato relativo a la ausencia de datos de
corroboración de las declaraciones de la víctima, reseñando para ello los partes médicos, que acreditan la
realidad de las lesiones sufridas los días 11 de junio y 13 de diciembre de 2015 y haciendo hincapié tanto en el
testimonio de Zaida , quien presenció la agresión ocurrida en el mes de noviembre de 2015, como en la pericial
que ratificaría el padecimiento sufrido por Bárbara . como víctima de una situación de maltrato prolongada.
En cuanto, al principio "in dubio pro reo", el Tribunal Constitucional recuerda en la Sentencia nº 16/2000 que
"a pesar de las relaciones entre el principio de presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo, puestas
de relieve de forma reiterada por este Tribunal desde las Sentencias 31/1981, de 28 de julio y 13/1982, de 1
de abril , y aunque uno y otro sean manifestación de un genérico favor rei, existe una diferencia sustancial
entre ambos: el principio in dubio pro reo sólo entra en juego cuando exista una duda racional sobre la real
concurrencia de los elementos del tipo penal, aunque se haya practicado una prueba válida con cumplimiento
de las correspondientes garantías procesales", es decir, implica la existencia de una prueba contradictoria que
los Jueces, de acuerdo con el artículo 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal valoran, y si como consecuencia
de esa valoración se introduce un elemento de duda razonable y lógico respecto de la realidad de los hechos
deben absolver.
A la vista de lo indicado, se constata que el recurrente se limita a reiterar el contenido de la impugnación
desarrollada en la apelación. En consecuencia, la cuestión carece de relevancia casacional, en la medida en
que no alega ni plantea argumentos distintos de los ya esgrimidos con anterioridad, que permitan a esta Sala
advertir y apreciar cuáles son las razones que podrían dar lugar a un pronunciamiento que se apartara de
las conclusiones obtenidas en las dos instancias previas a la casación. Especialmente teniendo en cuenta
que en la sentencia de la Audiencia Provincial ha recibido por parte del órgano de apelación una respuesta
lógica, motivada y razonable y que respeta la reiterada jurisprudencia sobre el particular (que se cita y aplica
adecuadamente en tal resolución).
Procede la inadmisión del presente motivo, de conformidad con lo que determina el artículo 885.1º de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal .
SEGUNDO.- El segundo motivo del recurso, interpuesto al amparo del artículo 849.1º de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal , alega infracción de ley, en concreto de los artículos 5 , 14 , 147 , 148 y 173 del Código
Penal .
A) Entiende que no ha quedado acreditada la situación de dominio relacionada con el machismo, así como
que el relato fáctico no contempla los datos necesarios para apreciar la habitualidad del maltrato.
Además, la parte sostiene que se ha vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva en su vertiente del deber
de motivar las resoluciones judiciales, así como que no existió ánimo de lesionar a la víctima ni de quebrantar
la medida cautelar y censura la falta de claridad del relato fáctico.
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JURISPRUDENCIA
B) Debe recordarse que el cauce casacional elegido implica la aceptación de los hechos declarados probados
en la sentencia impugnada, sin que con base en el artículo 849.1º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal pueda
pretenderse una modificación de dicho relato fáctico, ya que lo que se denuncia es una incorrecta aplicación
del derecho al hecho probado de la sentencia; de ahí que reiterada jurisprudencia de esta Sala haya afirmado
que el recurso de casación por infracción de ley exige el respeto absoluto e íntegro de los hechos probados
en sentencia ( SSTS 170/2011, de 29 de marzo y 131/2016, de 23 de febrero , entre otras).
C) Según el factum, el recurrente propinó a su pareja "golpes en la cara, una patada a la altura del pecho,
un fuerte puñetazo en la mandíbula izquierda y varios golpes en la espalda", así como que creó "un clima
continuado de violencia" que perturbó gravemente la tranquilidad y sosiego de aquella, relatándose los
distintos episodios violentos.
Se declara asimismo probado que el acusado propinó a la víctima dichas agresiones, "con ánimo de
menoscabar su integridad física y corporal", así como que la misma sufrió hematoma peri-orbitario derecho,
epistaxis, edema facial, fractura abierta de mandíbula izquierda a nivel del ángulo mandibular, herida inciso
contusa de 3 centímetros en cuero cabelludo a nivel de occipucio, erosión eritematosa violácea en región
anterior cervical; lesiones que precisaron asistencia médica y tratamiento quirúrgico consistente en colocación
de placa de osteosíntesis en mandíbula izquierda, quedándole como secuelas material de osteosíntesis en
mandíbula y anestesia del nervio mentoniano izquierdo.
También que, tras dictarse la orden de protección en julio de 2015 el acusado, pese a que fue notificado y
requerido de cumplimiento del auto de dicha fecha, continuó teniendo contacto con la víctima tanto personal
como a través de llamadas telefónicas hasta el mismo día de su detención.
Con estos datos, la correcta calificación jurídica de los hechos por parte del órgano a quo no admite lugar a
dudas; debiendo destacarse particularmente la entidad de la violencia ejercida sobre la víctima así como su
reiteración, una y otra debidamente detalladas en el factum, que refleja igualmente el comportamiento doloso
del recurrente tanto respecto a las lesiones como respecto al delito de quebrantamiento de condena.
Por otro lado, el derecho a la tutela judicial efectiva comprende la satisfacción de la pretensión deducida ya sea
estimándola ya sea desestimándola, así como, la exposición de una motivación explícita que permita conocer
las razones de la decisión y que esa motivación no sea arbitraria o irrazonable.
En el presente supuesto no existe ausencia de motivación, ya que en la fundamentación jurídica de la sentencia
combatida se señalan las razones que han llevado al Tribunal Superior de Justicia a confirmar la condena
impuesta por la Audiencia de Madrid, habida cuenta que se alude a la declaración de la víctima como la
prueba de cargo para provocar el decaimiento de la presunción de inocencia y al examen minucioso de dicha
declaración, así como de otros datos que robustecen la misma. Por tanto, no carece la sentencia de motivación
en este punto y no se estima arbitraria la confirmación de la condena fijada por el Tribunal de primera instancia.
Particularmente esta resolución detalla de forma separada y pormenorizada las fechas, conductas y resultados
de los distintos episodios objeto de condena.
Por ello, procede la inadmisión del presente motivo de conformidad con lo que determinan los artículos 885.1
º y 884.3º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal .
TERCERO.- El tercer motivo del recurso, interpuesto al amparo del artículo 849.2º de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal , alega infracción de ley, por error en la apreciación de la prueba.
A) Considera el recurrente, de nuevo, que el testimonio de la víctima no reunió los requisitos para desvirtuar
su presunción de inocencia, habida cuenta las contradicciones en que incurrió a lo largo del procedimiento.
B) Debe recordarse que el cauce casacional elegido implica, que para que el motivo de casación basado en
el error de hecho del artículo 849.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal , pueda prosperar es jurisprudencia
reiterada de esta Sala que concurran los siguientes presupuestos: a) ha de fundarse en una verdadera prueba
documental, y no de otra clase, como son las pruebas personales aunque estén documentadas; b) el error
ha de evidenciarse de algún dato o elemento fáctico o material de la Sentencia de instancia, por su propio
y literosuficiente poder demostrativo directo; c) que el dato que el documento acredite no se encuentre
en contradicción con otros elementos de prueba, pues en ese caso no se trata de un problema de error
sino de valoración, la cual corresponde al Tribunal de instancia; d) que el dato contradictorio así acreditado
documentalmente sea importante en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los pronunciamientos
del fallo, pues si afecta a elementos fácticos carentes de tal virtualidad el motivo no puede prosperar ya que,
como reiteradamente tiene dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los argumentos de hecho
o de Derecho que no tienen aptitud para modificarlo (en este sentido cabe citar como Sentencias recientes
las SSTS nº 68/2.005, de 20 de enero ; 360/2.005, de 23 de marzo ; 521/2.005, de 25 de abril ; 573/2.005, de
4 de mayo ; ó 597/2.005, de 9 de mayo , entre otras).
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JURISPRUDENCIA
C) Dada la exposición del recurso, no se trata de una cuestión de error en la prueba derivado de un documento
que sea considerado como tal a efectos casacionales, sino que se lleva a cabo, una nueva crítica de la prueba
consistente en la declaración de la víctima por considerarla contradictoria y carente de corroboración.
En conclusión, se lleva a cabo una nueva ponderación de la prueba obrante en autos, ponderación que ya
efectuaron el Tribunal de instancia y el de apelación, cuando descartaron que la declaración de la víctima
adoleciese de los requisitos para ser considerada prueba de cargo de los delitos por los que el recurrente ha
sido condenado.
En consecuencia el Tribunal Superior de Justicia ha confirmado como correcta la valoración efectuada en la
primera instancia del testimonio de la víctima, razonándolo en la sentencia, tal y como ya hemos señalado
anteriormente.
El motivo, carente de fundamento, incurre en la causa de inadmisión del artículo 885.1º de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal .
En su consecuencia se ha de dictar la siguiente: