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Atlas de los Paisajes

de Castilla-La Mancha
Dirección
Bárbara Pons Giner

Autores
Rafael Mata Olmo
Miguel Panadero Moya
Félix Pillet Capdepón
José Sancho Comíns
Francisco J. Tapiador
Cristina del Pozo

pág. 3
Dirección
Bárbara Pons Giner. Directora General
de Planificación Territorial de la JCCM.

Coordinación General
Estefanía Núñez Resch
Proyecto Cristina del Pozo Sánchez

La ratificación por parte del Reino de Coordinación científica


España del Convenio Europeo del Paisaje (orden alfabético)
plantea a las Comunidades Autónomas
el reto de “reconocer jurídicamente los Miguel Panadero Moya
paisajes como elemento fundamental Félix Pillet Capdepón y José
del entorno humano, expresión de la Luis García Rayego
diversidad cultural de su patrimonio común
José Sancho Comíns
cultural y natural y como fundamento
de su identidad” (art. 5.a del Convenio). Francisco J. Tapiador
Con tal fin, la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha ha dado un primer
Colaboración especial
paso en esta dirección, para identificar
sus propios paisajes en todo su territorio Rafael Mata Olmo
y analizar sus características y las fuerzas
y presiones que los transforman (art.
Autores
6. C. a. i y art. 6. C. a. ii del Convenio).
Francisco Cebrián Abellán
Este es el objetivo del Atlas de los
Paisajes de Castilla-La Mancha, que es Cristina del Pozo Sánchez
el resultado de una investigación realizada Juan Antonio García González
por las Universidades de Alcalá (UAH) y de
Carmen García Martínez
Castilla-La Mancha (UCLM) y financiada
por la Consejería de Ordenación del Francisco Jiménez Gigante
Territorio y Vivienda. Este Atlas desarrolla Miguel Panadero Moya
también los contenidos del Atlas de los
Félix Pillet Capdepón
Paisajes de España, publicado en 2004
por el Ministerio de Medio Ambiente, Daniel Reinoso Moreno
para el territorio de Castilla-La Mancha. José Sancho Comíns
El Atlas de los Paisajes de Castilla- Manuel Antonio Serrano de
La Mancha plantea una visión y un la Cruz Santos-Olmo
acercamiento plural al paisaje de Castilla-
Francisco J. Tapiador
La Mancha que ayuda a entender la riqueza
de los mismos, a valorar su historia y a
proyectar de forma adecuada su futuro. Cartografía
Corine Land Cover. Centro Nacional
de Información Geográfica. Centro
Cartográfico de Castilla-La Mancha
PNOA 2006. Centro Nacional de
Créditos
Información Geográfica. Centro
Cartográfico de Castilla-La Mancha
Atlas de los paisajes de
Castilla-La Mancha
Diseño
Edita: Ediciones de la Universidad
Javirroyo <javirroyo.com>
de Castilla - La Mancha.
219 p.: il. ; 42 x 29,7 cm.
Impresión
Bitácora Gráfica
ISBN: 978-84-8427-832-0
Depósito Legal : CR-350-2011
Edición
Edición a cargo del Servicio de
Geografía
publicaciones de la Universidad
Paisaje de Castilla - La Mancha
Atlas
Castilla-La Mancha
Pons Giner, Bárbara

91(460.28)

pág. 4 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN: El sentido y los objetivos de un Pg. 10
Atlas de los paisajes de Castilla-La Mancha

CAPÍTULO I. LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA Pg. 22

I.1 LOS GRANDES SISTEMAS PAISAJÍSTICOS Pg. 23

I. 2 LAS COMARCAS GEOGRÁFICAS DE CASTILLA-LA MANCHA. Pg. 29

I.3 LA IMAGEN LITERARIA DEL PAISAJE Pg. 45

CAPÍTULO II. TIPOS DE PAISAJE EN CASTILLA-LA MANCHA Pg. 52

II. 1 ASOCIACIONES DE TIPOS DE PAISAJE Pg. 55

II. 2 LOS TIPOS DE PAISAJE Pg. 58

CAPÍTULO III. METODOLOGÍA Pg. 88

III.1 INTRODUCCIÓN Pg. 89

III.2 METODOLOGÍA Pg. 90

III. 3 DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO Pg. 94

CAPÍTULO IV. EL FUTURO DEL PAISAJE Pg. 106


EN CASTILLA-LA MANCHA

IV. 1 LA POLÍTICA DE PAISAJE: DE LA PROTECCIÓN


DE LAS BELLEZAS SINGULARES A LA GESTIÓN Pg. 108
SOSTENIBLE DEL TERRITORIO

IV. 2 LA CONTRIBUCIÓN Y LOS COMPROMISOS Pg. 109


DEL CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE

IV. 3 LA GESTIÓN DE LOS VALORES DEL PAISAJE


Y LAS POLÍTICAS PÚBLICAS. UN RETO Pg. 113
PARA CASTILLA-LA MANCHA

IV.4 POR UNA POLÍTICA PARA LA SALVAGUARDA Y PUESTA


EN VALOR DEL PAISAJE CASTELLANO-MANCHEGO. LAS
PROPUESTAS DEL PLAN DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
“ESTRATEGIA REGIONAL” DE CASTILLA-LA MANCHA Pg. 114

ANEXO 1. UNIDADES DE PAISAJE SELECCIONADAS Pg. 118

ANEXO 2. INTEGRACIÓN EN EL PAISAJE DE LAS


REDES ELÉCTRICAS DE TRANSPORTE Pg. 214

BIBLIOGRAFÍA Pg. 218

pág. 5 Índice.
pág. 6 Presentación. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha
PRESENTACIÓN
El Convenio Europeo del Paisaje, adoptado por el Consejo de Europa en Florencia abriendo al lector una ventana a rincones privilegiados de una región con una rique-
en el año 2000 y ratificado por el Reino de España en 2007, es el primer acuerdo za paisajística única en el continente Europeo.
internacional que establece un marco político y jurídico común para definir políti-
cas de desarrollo sostenible de los paisajes europeos. La entrada en vigor de este Este riguroso estudio muestra el paisaje de Castilla-La Mancha como el resultado
documento implica que las Comunidades Autónomas, como administraciones con del devenir de la historia, reflejo de la identidad de los que en ella han habitado a lo
la competencia exclusiva en materia de ordenación del territorio, deben avanzar en largo de los siglos y que lo han ido transformando según sus necesidades, su forma
el conocimiento de los paisajes, en su reconocimiento como componente básico de de vida y su cultura. Pero Castilla-La Mancha no sólo tiene un pasado rico en cultura,
la calidad de vida de la población, en su inclusión en las acciones de ordenación del historia y tradición, también es modernidad y fuente inagotable de oportunidades:
territorio y urbanísticas, así como en la definición de políticas encaminadas a su los nuevos molinos de viento, las grandes vías de comunicación, las nuevas formas
protección, gestión y ordenación. de habitar dejan atrás aquellos paisajes tradicionales adaptándose a las nuevas ne-
cesidades de la sociedad.
La Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda, como órgano responsable en
nuestra región de la ordenación del territorio y de la gestión del paisaje, en colabora- Siguiendo los planteamientos del Convenio Europeo, las descripciones que contiene
ción con expertos en materia de paisaje en las Universidades de Castilla-La Mancha, este Atlas no sólo recrean la belleza que los paisajes de Castilla-La Mancha tienen
Universidad de Alcalá y Universidad Autónoma de Madrid, han hecho un gran esfuer- hoy, sino que ponen de manifiesto que el paisaje está vivo, evoluciona con la socie-
zo por llevar a cabo el análisis paisajístico de la región que se recopila en este Atlas dad que lo habita, que lo visita, que lo cuida, que lo crea, y seguirá evolucionando
de los Paisajes de Castilla-La Mancha. para adaptarse a las demandas de las nuevas generaciones.

El equipo de expertos ha trabajado sobre la base del Convenio Europeo antes citado, Con la publicación de este Atlas, la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda
que define el paisaje como “cualquier parte del territorio, tal y como la percibe la pone a disposición del lector un documento concebido con un triple objetivo: por un
población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores lado, para difundir el conocimiento de los paisajes de la región entre los habitantes
naturales y/o humanos” 1. En base a este planteamiento, el Atlas identifica la diversi- de Castilla-La Mancha; por otro, para satisfacer la curiosidad del visitante ocasional y
dad de paisajes de Castilla-La Mancha, desarrollando el primero de los objetivos del mostrar esos rincones desconocidos de gran valor paisajístico que atesora la región;
Convenio Europeo del Paisaje y dejando atrás la idea de un territorio monótono de y, por último, para completar la experiencia del técnico que debe desarrollar figuras
paisaje árido y llano que tradicionalmente ha identificado la región. Este Atlas brinda de planificación y gestión de los paisajes. De este modo, habitantes, visitantes y téc-
la oportunidad de conocer una Castilla-La Mancha que es un mosaico de paisajes nicos podrán valorar el rico patrimonio paisajístico castellano-manchego y contribuir
naturales, agrícolas, urbanos, industriales o mineros de gran diversidad y calidad, a la evolución sostenible de estos paisajes, para que sigan constituyendo en el futuro
el entorno de calidad que define la identidad de Castilla-La Mancha.

Julián Sánchez Pingarrón


Consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda

Fotografía:

Cerro Pelado y cerro de los Santos en el


Campo de Calatrava. 1
Traducción del Instrumento de
Autor: Rafael Becerra Ramírez y Ratificación del Convenio Europeo del
Elena González Cárdenas Paisaje, BOE de 5 de febrero de 2008.
Primera Parte
CAPITULO I

pág. 8 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 9 Introducción.
Atlas de los Paisajes de Castilla-La Mancha
INTRODUCCIÓN

pág. 10 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Esta obra pretende mostrar y explicar la El Convenio de Florencia, siguiendo el camino marcado por la Estrategia Territorial Europea
diversidad paisajística de Castilla-La Man- 2
y superando planteamientos de exclusiva protección y tutela del paisaje, asume el sentido

INTRODUCCIÓN El sentido y los objetivos


cha a través de la cartografía, las imáge-
nes y la palabra. Es un atlas de paisaje, es
territorial de la cuestión paisajística, es decir, la idea innovadora desde el punto de vista
político y jurídico, de que todo territorio es paisaje, de que cada lugar se manifiesta en la

de un Atlas de los paisajes decir, un repertorio de mapas en los que


se identifican y delimitan los paisajes de
especificidad de su paisaje, independientemente de su calidad y del aprecio social que me-
rezca. Paisaje es, según el Convenio, “cualquier parte del territorio, tal y como la percibe la
de Castilla-La Mancha la comunidad autónoma a una determi- población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales
nada escala, acompañado de una carac- y/o humanos” (traducción del Instrumento de Ratificación del Convenio Europeo del
terización sistemática de los mismos y de Paisaje, BOE de 5 de febrero de 2008).
abundante material gráfico y fotográfico
A partir de ese entendimiento territorial del paisaje, tres son los fundamentos del Convenio,
El paisaje es al mismo tiempo una rea- expresados en su Preámbulo:
lidad material -la faz de la Tierra- y una
experiencia subjetiva de percepción del • Calidad de vida: El Convenio aborda la cuestión del paisaje destacando, en primer térmi-
territorio a través de la vista y de otros no, su utilidad social: “El paisaje es, ante todo, un elemento importante de la calidad de
sentidos. El paisaje está hecho de natu- vida de las poblaciones en todas partes: en los medios urbanos y rurales, en las zonas
raleza y de historia; es por eso una crea- degradadas y en las de gran calidad, en los espacios de reconocida belleza excepcional
ción cultural en sus formas modeladas a y en los más cotidianos”.
través del tiempo, y en los significados,
símbolos y valores que alberga. El paisaje • Identidad: El paisaje contribuye a “la formación de las culturas locales y es un componen-
emociona o genera rechazo; identifica a te fundamental del patrimonio natural y cultural europeo”, contribuyendo “al bienestar
los lugares, a las comarcas y a las regio- de los seres humanos y a la consolidación de la identidad”.
nes; forma parte del marco de vida coti-
diano de los seres humanos y es objeto de • Recurso económico de interés general: El paisaje desempeña un papel destacado de
deseo y de búsqueda por el caminante, el “interés general en los campos cultural, ecológico, medioambiental y social”, constitu-
viajero y el turista. Hay paisajes sublimes yendo “un recurso favorable para la actividad económica, y cuya protección, gestión y
y paisajes vulgares; los hay bien conser- ordenación pueden contribuir a la creación de empleo”.
vados y deteriorados, naturales, rurales y
urbanos. Manejamos, pues, un concepto El compromiso de la acción pública con todos los paisajes se concreta en cinco grandes ob-
que, como escribe Eduardo Martínez de jetivos o “medidas generales”, que el propio Convenio señala y que abarcan desde las tareas
Pisón, “incluye a la vez realidad objetiva de análisis y estudio, a las de ordenación y puesta en valor. A saber:
y percibida, sentidos añadidos, e incluso
al hombre reconfigurador y perceptor del • Conocer y cualificar los paisajes para educar, sensibilizar y actuar.
espacio” 1.
• Reconocer jurídicamente el paisaje como componente esencial del marco de vida de la
La polisemia del paisaje, subrayada por población, componente de su identidad y expresión de la diversidad de su patrimonio
distintos saberes, y concretamente por común, natural y cultural.
el geográfico, ha quedado plasmada
en la definición que del mismo hace el • Definir y aplicar políticas específicas de paisaje para la protección, gestión y ordenación
Convenio Europeo del Paisaje, adoptado de los paisajes.
en Florencia por el Consejo de Europa
en el año 2000 y ratificado por el Reino • Integrar el paisaje en las políticas de ordenación del territorio y urbanismo, cultural,
1
MARTÍNEZ DE PISÓN, E. (2003):
“Los paisajes de España”, en MATA OLMO, de España en 2007. Se trata del primer ambiental, agraria y turística, y en todas aquellas que puedan tener un efecto directo o
R. y SANZ HERRÁIZ, C. (dirs.) (2003): tratado internacional dedicado al paisaje. indirecto sobre el paisaje.
Atlas de los paisajes de España. Aunque otros convenios se refieren cola-
Madrid, Ministerio de Medio Ambiente,
págs: 16. teral o parcialmente a este asunto, como • Desarrollar y aplicar procedimientos de participación pública.
Véase también, Ibid. (2002): el de Berna sobre protección de la vida
“Reflexiones sobre el paisaje”,
salvaje en Europa, los de Granada y La Este atlas responde precisamente al primero de los objetivos, al de conocimiento de la diver-
en ORTEGA CANTERO,
Autor N. (dir.): Historias del paisaje. Valeta sobre salvaguarda del patrimonio sidad y de las características del paisaje de Castilla-La Mancha. No se vincula explícitamente
Rafael Mata Olmo Madrid, Fundación Duques de Soria y arquitectónico y arqueológico, respecti- a ningún instrumento de planificación territorial o de ordenación del paisaje; tiene, por tan-
Universidad Autónoma de Madrid.
vamente, o el de París sobre protección to, una finalidad eminentemente educadora y divulgadora. Sin embargo, por la metodología
Fotografía:
2
COMISIÓN EUROPEA (1999): “Estrate- del patrimonio mundial, cultural y natu- utilizada, por los distintos niveles taxonómicos de identificación del paisaje establecidos,
gia Territorial Europea”. Luxemburgo,
Paramera con castillo. Atienza. ral, ninguno se ocupa de manera directa, y por la muy rica información caracterizadora y valorativa que aporta, el atlas constituye,
Oficina de Publicaciones Oficiales de
Autor: Daniel Reinoso Moreno las Comunidades Europeas, 89. específica y completa del paisaje.

pág. 11 Introducción.
además de una invitación a conocer los paisajes de la región, una buena base sobre la que atracción y de competitividad del territo-
Fotografías:
fundamentar una política territorial del paisaje. rio comarcal.
1. Alternancia de cultivos anuales de seca-
no con olivar.
Conscientes de que el paisaje es una cualidad de cada territorio y de que la política de paisaje Con buen criterio, el atlas dedica
Autor: Daniel Reinoso Moreno
que el CEP preconiza incumbe a “cualquier parte” del mismo, y no sólo a los bellos paisajes también un breve capítulo a la imagen
3
, esta obra ha optado, con acierto, por un tratamiento paisajístico que cubre todo el espacio literaria del paisaje. Es en cierto modo 2. Torca de la Novia en Los Palancares.
Autor: José Mª Martínez Navarro
geográfico regional. un reconocimiento y una respuesta a las
sugerencias de Alexander von Humboldt,
El Atlas de los paisajes de Castilla-La Mancha que el lector tiene en sus manos no es, pues, quien, como nos recuerda Nicolás Ortega 1.
un catálogo de lo más notable o mejor conservado; de lo sublime y lo pintoresco; ni siquiera 7
, destacó ya en el Cosmos el interés
de lo más representativo o singular. Es un repertorio de todos los paisajes de la región, al que podían tener las imágenes de la
margen de que el detalle de la caracterización no sea el mismo para cada uno de los paisajes naturaleza y el paisaje ofrecidas por la
identificados. El atlas se sitúa así en la línea de los trabajos más recientes de caracterización literatura y la pintura.
del paisaje a escalas regional y nacional, contribuyendo a que cada punto del territorio, cada
lugar, pueda ser identificado y caracterizado paisajísticamente. El carácter de los paisajes castellano-
manchegos que esta obra pretende
Antes de entrar propiamente en la caracterización de los paisajes, el atlas incluye un primer identificar y desvelar a través de la ex-
capítulo de contextualización de los paisajes castellano-manchegos en la Geografía – me- plicación de las formas del territorio, de
diante la descripción de las comarcas geográficas de Castilla-La Mancha – y en la Literatura su génesis y percepción, encuentran en
– con una introducción a la imagen literaria del paisaje. este capítulo el complemento de una
aproximación más poética y comprensi-
Una aproximación territorial al paisaje, al conocimiento de la identidad paisajística de los va, inherente a la experiencia moderna
lugares, guarda una relación estrecha con las comarcas geográficas, con esas piezas terri- del paisaje, y que ha contribuido ade-
toriales de ámbito supramunicipal, de características naturales e históricas amalgamadas, más a proyectar internacionalmente
con cierto sentido de identidad y pertenencia, y que, en determinados casos, mantienen su algunos de los cuadros paisajísticos de
funcionalidad y son en la actualidad objeto de iniciativas de desarrollo territorial. la región. “El gran carácter del paisaje
–escribía el propio Humboldt- (…) de-
Las viejas comarcas, en la medida en que son realidades territoriales resultantes de la or- pende de la simultaneidad de ideas y de
ganización histórica del espacio geográfico, presentan, a una determinada escala, claros sentimientos que agitan al observador” 8.
paralelismos con la morfología y la identidad del paisaje. De hecho, muchos nombres de co- La imagen literaria de la llanura manche-
marcas, como de otros accidentes geográficos, son evocadores de grandes configuraciones ga, la que inicia El Quijote y la que se
paisajísticas. Porque –lo hemos escrito en otro lugar- “(…) los nombres de esas entidades te- proyecta en los cuatro siglos siguientes
rritoriales difuminadas en el tiempo… -las comarcas-, son topónimos que, entre otras cosas, hasta la poética expresión de “este cam-
identifican paisajes reales, observables, y representaciones paisajísticas colectivas para los po tan ancho que viste la desnudez que
que las viven y para los que las observan desde fuera”. tú anhelabas”, de José Corredor-Mahteos
(2005), contribuyen sin duda a agitar los
En la propia etimología del vocablo paisaje, tanto en las lenguas romances (paisaje, paysage, sentimientos del observador, y a enrique-
paisagem, paesaggio..), como también en lengua inglesa (landscape), hay una referencia cer la vía del conocimiento del paisaje,
sustantiva al territorio, al pays, al land (no en el sentido de suelo, sino de terreno, de coun- con la del sentimiento y la imaginación.
tryside), una referencia próxima al significado habitual de la palabra comarca en castellano.
Por último, el Atlas presenta dos Ane-
Como ha destacado recientemente Kenneth Olwig, glosando la dualidad del paisaje como xos: el primero, recoge una muestra de
“ámbito” (domain) y “escenario”, señalada por Yi-Fu Tuan 5, ya en tempranas definiciones las 50 fichas de las Unidades de Paisaje
de diccionarios del siglo XVIII está presente esa doble dimensión del paisaje. “Los dos signi- Seleccionadas que pueden consultarse al
ficados inherentes al concepto moderno del paisaje –escribe Olwig- están bien recogidas en completo en el CD que contiene esta pu-
la definición del clásico diccionario del Dr. Johnson, de 1755 (Johnson, 1755 [1968])” 6, según blicación o en la web www.potcastillala-
el cual landscape (paisaje) es: mancha.com/paisaje; el segundo, aborda
el interesante asunto de la integración
La proximidad semántica y geográfica (a una determinada escala) entre comarca y paisaje en el paisaje de las redes eléctricas de
adquiere hoy además un significado estratégico importante, al considerarse el paisaje como transporte, con algunas referencias espe-
patrimonio y recurso que actúa o puede actuar como elemento de identidad, de marca, de cíficas a Castilla-La Mancha.
1 2
A region; the prospect of a country. A picture, representing an extent of
space, with the various objects in it.

pág. 12 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


2.

pág. 13 Introducción.
Se ha señalado ya la polisemia de la noción de paisaje. Un atlas no puede expresar la
pluralidad de significados del concepto y los muchos matices morfológicos, funcionales
y perceptivos que cada paisaje presenta en la realidad. El atlas es, inevitablemente,
Notas sobre el método una abstracción y una síntesis, llevada al mapa, de algunos de los componentes del pai-

de identificación y ca- saje, que, interrelacionados a una determinada escala, definen el carácter de un área
geográfica, aquello que la diferencia y la dota de identidad respecto de las vecinas.
racterización: escala y
tipología del paisaje Los métodos de estudio territorial del paisaje coinciden hoy en la pertinencia de leer
y entender el carácter de cada paisaje 9. La lectura comprensiva se lleva a cabo a tra-
vés del conocimiento de los componentes y las reglas que rigen su materialidad evo-
lutiva –reglas históricas en muchos casos–, y mediante la identificación y caracteriza-
ción de las configuraciones que expresan, a diversas escalas, paisajes diferenciados.

La propuesta de catalogación completa y jerarquizada de los paisajes castellano-


manchegos del atlas sigue de cerca el método de caracterización Landscape Cha-
racter Assessment (LCA) de la Countryside Agency y Scottish Natural Heritage 10, aun-
que no es ajena tampoco a la amplia experiencia francesa en la elaboración de atlas
regionales y departamentales, que se inicia en el país vecino a comienzos de la déca-
da de 1990, con motivo de la aprobación de la Ley de Paisaje (Loi Paysage) de 1993 10.
Se entiende el assessment, vocablo habitualmente traducido al castellano como
“evaluación”, como el proceso que permite formarse una opinión fundada sobre la
diversidad y carácter del paisaje tras haber sido estudiado cuidadosamente. Del mé-
todo o enfoque de la Countryside Agency conviene destacar cinco aspectos principa-
les que han guiado el estudio de los paisajes de la región:

• El interés por el “carácter del paisaje” (de cada paisaje), es decir, por lo que hace a
un paisaje diferente de otro.

• El establecimiento de relaciones estrechas entre el carácter y la dimensión histórica


del paisaje.

• La vinculación del estudio y caracterización del paisaje a la emisión de juicios y


toma de decisiones, aunque con plena autonomía de la primera fase analítica del
proceso.

• El énfasis en el potencial de uso del paisaje.

• La necesidad de incorporar a los agentes sociales implicados en la construcción y


el uso del paisaje.

Al tener el paisaje base y expresión territorial, los estudios de identificación y carac-


terización paisajística como el que contiene este Atlas están sujetos a la escala de
trabajo, es decir, a la relación entre el tamaño real del espacio objeto de estudio y la
representación cartográfica del mismo. Reconocer las peculiaridades metodológicas
propias de cada escala es, como se ha escrito recientemente, una tarea útil si se
desea dar valor general a un procedimiento de estudio del paisaje 12, porque de la
escala dependen en buena medida la selección de los elementos constitutivos del
paisaje y la compresión de cómo éstos intervienen, se jerarquizan y se relacionan en
el todo paisajístico 13.

Fotografía:

Río Lillas. Parque Natural del Hayedo de


Tejera Negra.
Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 14 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


El Atlas de los paisajes de Castilla-La (o, si se quiere, lo sistémico) y lo perceptivo constituyen aspectos fundamentales en
Mancha parte –y en buena medida la explicación y en la prognosis de la diversidad paisajística expresada en unidades
asume- los planteamientos y la pro- de paisaje. Así debe entenderse el Convenio Europeo, cuando señala que el “carác-
Las unidades de pai- puesta de identificación paisajística ter” del paisaje “resulta de la acción de factores naturales y/o humanos y de sus

saje, expresión de la del Atlas de los paisajes de España,


inspirado igualmente en la experien-
interrelaciones”.

diversidad paisajística cia de los atlas franceses y en la me- La escala de trabajo de este atlas, como la del de España, es relativamente pequeña

de Castilla-La Mancha todología simplificada de LCA. Sobre


esa base, trabajando a una escala
(1:200.000), suficiente para captar los grandes rasgos de la diversidad paisajística
regional y sus principales valores, pero no para entrar en el detalle de la variedad
similar, pero en el ámbito de la comu- de los paisajes de cada comarca o municipio. A la escala señalada, dentro de un
nidad autónoma, el atlas castellano- dominio climático mediterráneo-continental matizado por la altitud, los elementos
manchego enriquece apreciablemen- geográficos que definen el carácter de los paisajes castellano-manchegos son la con-
te el conocimiento de los paisajes figuración del relieve, las coberturas vegetales (naturales y cultivadas) y –hay que
regionales, matiza sus delimitaciones, destacarlo también- las distintas morfologías del sistema de asentamientos.
adecua sus nombres a la realidad re-
gional, y profundiza en la caracteriza- A estos elementos materiales del paisaje, el método de estudio seguido en el Atlas ha
ción y valoración de las piezas básicas incorporado, como se explica en el capítulo tercero, la dimensión visual, la historia
de la diversidad paisajística, las deno- y toponimia del territorio, y la estimación de un cierto sentido de pertenencia. Esos
minadas unidades de paisaje. aspectos, unidos a un trabajo de campo sistemático y minucioso, y a la aportación de
los especialistas, han permitido aquilatar y mejorar la identificación del Atlas de los
La definición integradora de paisaje paisajes de España, que pese a trabajar a similar escala no pudo hacerlo con igual
del Convenio de Florencia y numero- “proximidad” y nivel de conocimientos que el atlas regional. De todo ello resulta un
sos estudios recientes de caracteri- mosaico de 260 unidades de paisaje, piezas básicas y expresión territorial de la
zación paisajística conducen hacia un alta diversidad paisajística regional a la escala de estudio. Para cada una de ellas se
concepto de unidad de paisaje capaz cuenta con una importante base de datos paisajísticos, que podrán ser utilizados en
de expresar el carácter y la identidad posteriores estudios de paisaje orientados a la ordenación y gestión.
de cada una de ellas. La unidad de
paisaje se define, de ese modo, como En el anexo 1 se ha procedido a la caracterización detallada y sistemática, en for-
3
PRIORE, R. (2002): “Derecho al paisaje,
derecho del paisaje”, en ZOIDO NARAN-
9
MATA, R. (2006): “Métodos de estudio una combinación de elementos que mato de ficha, de un total de cincuenta unidades de paisaje. Han sido elegidas por
JO, F. y VENEGAS MORENO, C. (coords.) del paisaje e instrumentos para su genera, a una determinada escala, su representatividad o singularidad de entre las que integran los distintos tipos de
Paisaje y Ordenación del Territorio, gestión. Consideraciones a partir de
experiencias de planificación territorial”, una fisonomía particular, una orga- paisaje, a los que se hará referencia a continuación. En el caso de paisajes de amplia
Consejería de Obras Públicas y Trans-
portes, Junta de Andalucía y Funda- en MATA OLMO, R. y TARROJA, A. (2005): nización morfológica diferenciada y presencia espacial, como los “Llanos centrales y sus bordes”, las “campiñas” o las
ción Duques de Soria, pp. 92-99. El paisaje y la gestión del territorio. diferenciable que hace a una parte “Alcarrias”, han sido seleccionadas y analizadas varias unidades de paisaje. De los
Criterios paisajísticos en la ordenación
4
MATA OLMO, R. (2002): “Paisajes del territorio y el urbanismo. Barcelona, del territorio distinta de otra. Este tipos de paisaje de menor extensión, se han tratado una o dos unidades.
españoles. Cuestiones sobre su conoci- Diputació de Barcelona-UIMP, p. 199-239. entendimiento de unidad de paisaje
miento, caracterización e identificación”.
Sevilla, Junta de Andalucía, Consejería
10
THE COUNTRYSIDE AGENCY & SCOTTISH implica que la dimensión paisajística Este repertorio de paisajes seleccionados, que no pretende ser catálogo de lo más
de Ordenación del Territorio-Fund. NATURAL HERITAGE (2002): Landsca- del territorio reside en su particular notable, ni supone infravaloración de las restantes unidades de cada tipo, permite
Duques de Soria, p. 33-46: 34. pe Character Assessment. Guidance
fisonomía, en una determinada dis- profundizar en el análisis del paisaje y aportar nuevos elementos cartográficos y
for England and Scotland, 86 p.
5
TUAN, Y. F. (1978): “Sign and metaphor”. posición y articulación de las partes fotográficos sobre el mismo. Su estudio se organiza, de acuerdo con la metodología
Annals of the Association of American
11
LUGINBÜHL, Y. (1994): Méthode pour
que componen la faz del territorio y le expuesta, en tres grandes apartados: el carácter del paisaje; los recursos paisajísti-
Geographers, vol. 68(3), p. 363 – 372. des Atlas de Paysages. Identifica-
tion et qualification. Paris, Ministère otorgan su peculiar carácter. cos; y las dinámicas del paisaje. Se responde con este esquema al entendimiento del
6
OLWIG, K. R. (2007): “The Practice de l’Aménagement du Territoire, de concepto de paisaje que preconiza el Convenio de Florencia. El “carácter” expresa la
of Landscape ‘Conventions’ and the l’Équipement et des Transports, 76 p.
Just Landscape: The Case of Lands- El énfasis en lo morfológico -en la identidad del paisaje a través de la lectura integrada de los elementos –tanto físicos,
BRUNET-VINCK, V. (2004) : Méthode pour
cape Convention”. Landscape Re- des Atlas de paysages. Enseignements configuración- no es ajeno, más aún como humanos-, que definen su configuración y génesis, y lo hacen diferente de los
search, vol. 32 (5): 579-594: 8. méthodologiques de 10 ans de travaux. cuando el paisaje se aborda con inten- circundantes; los “recursos” expresan los valores naturales, culturales y visuales que
Paris, Ministère de l’Environnement et
7
ORTEGA CANTERO, N. (2003): “La
le Développement durable, 127 p.
ción de intervenir, a los procesos que el paisaje alberga; las “dinámicas” inciden en la naturaleza evolutiva y cambiante
imagen literaria del paisaje de Es- modelan la forma, y a la organización del paisaje, cuyo “carácter es resultado de procesos naturales y humanos y de sus
paña”, en MATA OLMO, R. y SANZ 12
RIESCO CHUECA, P.; GÓMEZ ZOTA-
HERRÁIZ, C., op. cit. p. 30-52: 31. NO, J. y ÁLVAREZ SALA, D. (2009”:
visual de las fisonomías. Lo funcional interrelaciones”.
“Región, Comarca, Lugar: escalas de
8
HUMBOLDT, A. de (1874): Cosmos. Ensa- referencia en la metodología del paisaje”.
yo de una descripción física del mundo. Cuadernos Geográficos (Universi-
Tomo I, p. 7. Citado por GÓMEZ MENDOZA, dad de Granada), 43: 227-255: 231
J. (2008): “La mirada del geógrafo sobre el
paisaje: del conocimiento a la gestión”, en 13
BOLÒS I CAPDEVILA, M. DE (dir.)
MADERUELO, J. (dir.): Paisaje y Territorio. (1992): Manual de ciencia del paisaje,
Madrid, Abada Editores, p.12-56: 16. Barcelona, Masson, 273 p: 47 y ss).

pág. 15 Introducción.
En la clasificación jerarquizada (taxo- minaciones encierran en todos los a las vegas, desde los más fragosos y charcas, siempre agrícola , organiza- terización paisajística. Aquí también
nomía) que propone el Atlas de los casos elementos, procesos y huellas recónditos, a los más humanizados y do en torno a grandes pueblos y villas se pone de manifiesto, una vez más,
paisajes de España, las unidades de del modelado humano del paisaje, in- accesibles. de compacto caserío. Junto a los lla- la rica diversidad del paisaje regional:
Tipos y Asociaciones paisaje se agrupan en tipos de pai- cluso en aquellos tipos de dominantes nos, las onduladas campiñas cerealis- catorce asociaciones de tipos de pai-

de Tipos de Paisaje de saje. Cada tipo –se dice allí- resulta


de la agrupación de unidades cuyas
naturales más claras. “Tierras difíci-
les, domesticadas por el hombre, que
Hay en Castilla-La Mancha excelentes
ejemplos de paisajes encumbrados de
tas de La Sagra o la Manchuela; los al-
tos páramos alcarreños, hendidos por
saje, de las treinta y cuatro identifica-
das en España, están representadas
Castilla-La Mancha: un estructuras se repiten en el territo- construyó un hábitat de fuerte mime- altas sierras y macizos sobre las viejas angostos valles de estrecha vegas; los en el territorio castellano-manchego.

rico repertorio paisajís- rio. Los tipos aportan una lectura


sintética, pero suficientemente mati-
tismo con la propia condición natu-
ral”, se dice en la caracterización del
montañas del Sistema Central y sobre
las más enriscadas sierras Subbéticas
piedemontes y rañas agroforestales al
pie de los Montes de Toledo y el Sis-
Ciertamente, cuanto más alto es el
grado de abstracción, aumenta el ale-
tico del interior ibérico zada, de las grandes configuraciones paisaje de los “Macizos montañosos y y Prebéticas del sureste regional. Hay tema Central, de latifundios adehesa- jamiento de la realidad paisajística.
paisajísticas de la región castellano- sierras altas del Sistema Central”; o, también aquí probablemente el más dos, pastaderos y modestos labradíos No obstante el cuadro de las asocia-
manchega, y permiten a la vez com- explicando el paisaje de las agrestes rico repertorio peninsular de paisajes en torno a pueblos, casas y quinterías; ciones de tipos de paisaje aporta una
prender y valorar la diversidad pai- “Muelas Ibéricas” se escribe: “(…) de montaña media interior, diversi- y el singular mosaico agropecuario y visión global del territorio regional en
sajística regional en el contexto de la Una larga historia ganadera ha deja- dad que responde tanto a razones forestal del Campo de Montiel. En el contexto peninsular y una cartográ-
Península Ibérica a menor escala, a do huellas perceptibles en el paisaje: geográfico-físicas como a diferentes contraste con estos paisajes agrarios fica sintética y legible de los grandes
un nivel mayor de abstracción. majadas, parideras, casas de esquileo procesos históricos de ocupación hu- tradicionalmente de secano, las cintas rasgos territoriales de la diversidad
y una densa red de vías pecuarias”. mana, de propiedad de la tierra y de verdes de la vega del Tajo en Toledo, paisajística de España.
Veintiséis tipos de paisaje de los cien- organización del poblamiento y de los Malpica y Talavera, y las más limita-
to doce que distingue el Atlas de los Los tipos constituyen, pues, conjuntos sistemas agropecuarios y forestales: das del Guadiana y el Cigüela sobre la
paisajes de España están represen- paisajísticos que, aunque nombrados sierras, parameras y muelas pinarie- tabla manchega.
tados en Castilla-La Mancha. Es un por su fisiografía, son siempre resul- gas del Sistema Ibérico, de montes
dato elocuente también de la diver- tado de las relaciones entre procesos públicos extensos, y modestos labra- Aunque hay tipos de paisaje que ad-
sidad paisajística de la región, que naturales y humanos. Se observa un díos y vegas junto a pequeños pue- quieren en Castilla-La Mancha su
desdice la supuesta homogeneidad cierto equilibrio entre los paisajes blos; sierras béticas, con un variado expresión más madura y genuina, y
–por puro desconocimiento- del pai- montañosos, agrestes y con frecuen- mosaico interno de escarpes y cala- su mayor extensión en la Península
saje castellano-manchego. De modo cia recónditos, y los de llanura, inten- res, cumbres forestales y angostos Ibérica, como ocurre, entre otros, con
justificado, los autores han procedi- samente humanizados, accesibles y valles agrícolas; montes de encinar los denominados “Sierras de los Mon-
do a agregar algunos tipos del Atlas de elevada visibilidad. Los primeros y dehesas sobre Sierra Morena, los tes de Toledo”, “Alcarrias y Campos
de los paisajes de España, tanto por ocupan más del 40 por 100 de la su- Montes de Toledo y las estribaciones de Montiel” o “Llanos centrales y sus
razones de su parecido morfológico perficie regional; los segundos, algo de las sierras del Sistema Central; y bordes”, la mayor parte de ellos –con
como, sobre todo, por su escasa re- más de la mitad, con un nutrido grupo entre los paisajes montanos o mar- la excepción de los “Cerros y llanos
presentación espacial en la región, de de tipos de transición entre monta- cando la transición con las dilatadas del norte de Sierra Morena- son tipos
lo que resultan veinticuatro tipos de ñas y planicies. Uno de esos tipos, el altiplanicies, las hoces y las gargan- de paisaje que se prolongan por te-
paisaje. Así mismo, han ajustado sus denominado “Llanos centrales y sus tas, las fosas, las hoyas, corredores rritorios vecinos de Andalucía, de la
denominaciones a las exigencias de bordes”, al que cabría agregar algo y depresiones, paisajes de contraste Comunidad Valenciana, de la Región
un atlas de Castilla-La Mancha, evi- de las “Campiñas” contiguas, abarca y complemento con la montaña, de de Murcia, de Extremadura, Castilla y
tando adjetivaciones innecesarias e casi la cuarta parte del territorio de agricultura y poblamiento relativa- León y Aragón. El paisaje, como tan-
introduciendo algún nombre expresi- la región. Es el paisaje de la llanura mente denso, de comunicaciones, tra- tas otras realidades territoriales, no
vo de la realidad paisajística regional. manchega, rotundo, continuo, ínte- siego y arriería. conoce fronteras administrativas y re-
La denominación del tipo de paisaje gro, cuajado de matices internos, y quiere por eso iniciativas de coopera-
“Páramos y parameras de la Meseta enaltecido universalmente como es- Y si diverso y completo es el inventa- ción entre administraciones vecinas,
meridional” del Atlas de España pasa cenario del relato cervantino de las rio de paisajes de montaña, no lo es tanto en las tareas de caracterización,
a ser aquí la de “Alcarrias y Campo andanzas de Don Quijote. menos el de los paisajes de llanura. como sobre todo en las de acción pú-
de Montiel”, nombres geográficos de Tras su aparente homogeneidad en- blica.
grandes conjuntos paisajísticos carga- Esos rasgos y valores del paisaje de cierran diferencias que se manifiestan
dos de naturaleza, historia y cultura. La Mancha no deben, sin embargo, no sólo a la escala de las unidades de El Atlas de los paisajes de Castilla-La
eclipsar el contrapunto del rico mo- paisaje, sino a esta otra más sintética Mancha, como el de España, incluye
Los nombres de los tipos de paisaje se saico paisajístico de los veinticuatro de los tipos de paisaje. El más exten- en su taxonomía un nivel superior de
refieren en su mayoría al rasgo más tipos de paisaje de la región. Efectiva- so, representativo e identitario es, síntesis, las llamadas Asociaciones
característico de su fisiografía, a la mente, leídos los tipos en el contexto como se ha dicho, el tipo de paisaje de Tipos de Paisaje, que resultan de
Fotografía:
configuración del relieve. Se habla así español, se concluye que en el solar de las “Llanuras centrales” –la inmen- agrupar los tipos en función de seme-
de macizos montañosos, de sierras, castellano-manchego pueden con- sa planicie manchega-, de horizonta- janzas esencialmente fisiográficas. Laguna de La Posadilla y Sierra de Malos
Aires.
de corredores, de llanos, de campiñas templarse casi todos los paisajes del lidad perfecta salpicada de pequeños Las Asociaciones constituyen así el ni- Autores: Rafael Becerra Ramírez
o de vegas. No obstante, estas deno- interior ibérico, desde las montañas cerros y “sierras”, de humedales y vel mayor de abstracción de la carac- y Elena González Cárdenas

pág. 16 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 17 Introducción.
Más allá de la notable diversidad pai- pero mirado en general con poca la fragilidad de estos paisajes de alta áreas de abandono- y puesta en valor, intensificación productivas (las aso-
sajística de Castilla-La Mancha que atención por quienes lo recorren de visibilidad y frecuentación, y sobre la y al mismo tiempo, criterios rigurosos ciadas, por ejemplo, a la expansión y
este atlas permite constatar a través Este a Oeste y, sobre todo, de Norte necesidad, por tanto, de iniciativas de de integración paisajística en territo- renovación del viñedo o del olivar, y
Una visión de conjun- de sus mapas, imágenes y textos, hay a Sur, como un territorio de paso, tó- gestión y ordenación paisajística para rios muy sensibles por su elevada na- en algunos casos, al regadío) se han

to: algunos rasgos ciertos rasgos generales del paisaje


castellano-manchego, que sin ser ex-
picamente monótono por ignorancia y
sin aparentes valores destacables.
que el paisaje de estas tierras man-
tenga su carácter e integridad.
turalidad y pureza de formas. integrado aceptablemente en las for-
mas heredadas. Por ese camino habrá
singulares del paisaje clusivos de la región, adquieren aquí Otro rasgo mayor del paisaje –de los que seguir en tantos paisajes rurales

castellano-manchego un especial significado. Esta obra, junto a numerosos trabajos


científicos y de divulgación anterio-
El contrapunto de los paisajes abier-
tos, visibles y frecuentemente reco-
paisajes- castellano-manchego es su
ruralidad omnipresente, diversa e
de base agropecuaria y forestal, en
permanente cambio y en los que una
El primero de esos rasgos es el con- res, entre ellos el excelente Atlas del rridos de los llanos centrales es el íntegra en muchos casos. Esa rurali- adecuada gestión del paisaje deberá
traste entre lo accesible y lo recóndi- turismo rural de Castilla-La Mancha14, mosaico de paisajes de sierras, mue- dad, forjada secularmente en tierras velar por la integración en el carácter
to, entre los paisajes más frecuenta- contribuye precisamente a poner de las y gargantas que orlan la planicie de órdenes militares, de realengos, y preexistencias del paisaje de nuevos
dos y visibles, y los paisajes perdidos, manifiesto la diversidad de matices y penetran en ella a través de los de señoríos nobiliarios y obispalías, elementos vinculados a la transfor-
ocultos, de serranías, muelas y para- paisajísticos de la inmensa planicie, Montes. Son las tierras poco pobla- deja sus huellas no sólo en elementos mación de la agricultura.
meras. Este hecho tiene implicaciones su valor patrimonial como conjunto y das de la Sierra de Guadalajara, las construidos de interés histórico y et-
importantes en el propio carácter de la potencialidad como recurso de este parameras de Molina o la Serranía de nográfico, algunos de ellos elevados Los asentamientos, como elementos
los paisajes, pero también en la for- paisaje de llanura –el más rotundo de Cuenca, las sierras de Alcaraz y Segu- a la categoría del Bienes de Interés singulares y como estructura del pai-
mación de imágenes y estereotipos la Península Ibérica y uno de los más ra, buena parte del Valle de Alcudia y Cultural, sino en las tramas de pai- saje, adquieren también un especial
paisajísticos, y en las tareas de orde- expresivos del mundo mediterráneo los Montes de Toledo. Se trata de pai- saje rural –parcelarios, caminos, vías significado en la identificación, en la
nación y puesta en valor. El contraste europeo-, realzado además por la sajes en principio menos frágiles por pecuarias, construcciones menores, valoración y en la prognosis de los
responde, en primera instancia, a la imagen literaria de la obra cervantina. su menor exposición visual, pero muy mosaicos agrícolas y forestales, sis- paisajes castellano-manchegos. Su
constitución física del espacio geo- El atlas es, en ese sentido, una invita- vulnerables por sus elevados valores tema de asentamientos- que definen diversidad morfológica y de tamaños,
gráfico, a la dualidad muy marcada en ción al conocimiento y al disfrute de intrínsecos y por procesos derivados el carácter de la mayor parte de los la coherencia general de ciudades,
Castilla-La Mancha entre los bordes los paisajes manchegos, integrando tanto del abandono, como de ciertas paisajes de la región. Un aspecto villas, pueblos y aldeas con sus entor-
montañosos y el gran llano central, en ellos los hitos patrimoniales (cultu- implantaciones nuevas poco atentas destacable y positivo es que las más nos, y el carácter de hitos paisajísticos
poblado y transitado, visto por mu- rales y naturales) de mayor interés y a los valores del paisaje. Requieren recientes transformaciones de los sis- que muchos de los núcleos poseen,
chos de dentro y de fuera de la región, atractivo. Pero es también, implícita- estos paisajes iniciativas de protec- temas agrarios, en especial aquellas hacen del sistema de asentamientos
mente, una llamada de atención sobre ción, regeneración –especialmente en que han supuesto modernización e un componente principal de la iden-

pág. 18 Introducción. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


tidad de los distintos tipos de paisaje, dores, donde, en ocasiones, la urba- campos de molinos, conjuntos his- encuentro de alcarrias, campiñas y
de su organización y de su funciona- nización se expande y densifica con tóricos o hitos urbanos-, algunos de vegas contempladas e interpretadas
miento. escasa atención a las preexistencias y ellos bienes de interés cultural, que desde –y con- las ruinas del castillo
a conjuntos paisajísticos de indudable ofrecen, por su emplazamiento, exce- de Hita.
Qué notable variedad ofrece la región interés; o en las dilatadas planicies lentes condiciones de visibilidad.
en este sentido: desde la constelación manchegas, donde la fragilidad del A esa integración de paisaje y patri-
de pueblos, aldeas, cortijos y casas en paisaje requiere especial cuidado en Estos elementos patrimoniales brin- monio pretende contribuir también
los valles forestales y recónditos pai- el tratamiento de la nuevas fachadas dan una oportunidad especialmente este Atlas de los paisajes de Castilla-
sajes de las sierras de Alcaraz y Segu- urbanas, las siluetas de los núcleos y interesante para la lectura culta del La Mancha, con objeto de que la ex-
ra, en torno a los ríos Madera, Mundo la defensa de determinados elemen- paisaje, más allá del valor intrínseco periencia paisajística supere la mera
o al propio Segura, hasta las grandes tos patrimoniales y de paisaje que del propio elemento, porque son a la visión de formas y panorámicas, y
y chatas villas manchegas, apostadas muchos de estos pueblos albergan; y vez hitos y atalayas, y parte constitu- pueda llegar a ser, en palabras de
junto a cerrillos y “sierras”; o desde la también en los paisajes serranos, de tiva del paisaje. Los molinos de Mota, Massimo Venturi Ferriolo, una expe-
densa red de pequeñas cabeceras mu- pequeños pueblos y aldeas, donde de Consuegra o de Campo de Criptana riencia de comprensión del territorio,
nicipales, de “negra arquitectura” en cualquier intervención fuera de esca- ofrecen excelentes panorámicas de La de lectura a través de sus paisajes
los paisajes serranos de Guadalajara, la y de forma puede alterar el equili- Mancha y de las sierras vecinas, pero, de “la complejidad de la historia del
a las ciudades y villas que organizan brio y la belleza del conjunto. al mismo tiempo, el paisaje observa- mundo que se expresa estéticamente
los paisajes de la Vega del Tajo o del do permite comprender el sentido del en el sentido de cada lugar”15.
Campo de Calatrava. Un último comentario sobre las que elemento patrimonial, enriquecien-
podrían denominarse “ventanas pa- do la mera experiencia visual. Igual
El paisaje manifiesta las herencias de trimoniales al paisaje” (y con el pai- ocurre, por ejemplo, con el diálogo
tan rica tipología de núcleos, pero ex- saje). La extensa llanura manchega, paisajístico que se establece entre el
presa también los impactos negativos pero también otros paisajes de con- sacro convento y castillo de Calatrava
de crecimientos poco coherentes y tacto entre vegas, cerros y sierras, la Nueva y su Campo; o entre Toledo,
armónicos con el patrimonio recibido. y del área montañosa, cuentan con la vega del Tajo y el paisaje del piede- Fotografía:
Ocurre a todas las escalas y en todos elementos y conjuntos patrimoniales monte toledano; entre los paisajes de
Mirador de Valfermoso de Tajuña.
los contextos paisajísticos: en las ve- de alto valor histórico y artístico –cas- muelas y gargantas observados desde Autores: Javier García-Abad Alonso
gas y campiñas de los grandes corre- tillos, torres, zonas arqueológicas, Cuenca, colgada entre hoces; o en el y Fernando Moreno Sanz

14
SANCHO COMÍNS, J. y PANADERO MOYA, M.
(2004): Atlas del turismo rural de Castilla-
La Mancha. Madrid, MEC y CNIG, 341 p.
15
VENTURI FERRIOLO, M. (1999): Estética
del paesaggio. Milano, Guerini. p. 59

pág. 19 Introducción.
Primera Parte
CAPITULO I

pág. 20 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 21 Capítulo 1.
Los Paisajes de Castilla-La Mancha
CAPÍTULO I
ÍNDICE DEL CAPÍTULO I

I. 1 LOS GRANDES SISTEMAS PAISAJÍSTICOS

I.1.1 ELEMENTOS DEL PAISAJE MONTANO


DEL SECTOR OCCIDENTAL
I.1.2 LAS FORMAS DEL PAISAJE ASOCIADO
A LA MONTAÑA ALPINA
I.1.3 EL PAISAJE DE LA CUBETA SEDIMENTARIA CENTRAL

I.2 LAS COMARCAS GEOGRÁFICAS DE CASTILLA-LA MANCHA.

I.2.1 LA COMARCALIZACIÓN.
I.2.2 TIPOLOGÍA DE COMARCAS GEOGRÁFICAS
DE CASTILLA-LA MANCHA

I.2.2.1 Las Comarcas de Sierra.


I.2.2.1.1 Sierra de Guadalajara.
I.2.2.1.2 Paramera de Molina.
I.2.2.1.3 Serranía de Cuenca.
I.2.2.1.4 Sierras de Alcaraz y Segura.
I.2.2.1.5 Sierra Morena y Valle de Alcudia.
I.2.2.1.6 Montes de Toledo y Ciudad Real.
I.2.2.1.7 La Jara.

I.2.2.2 Las Comarcas de Transición o Piedemonte.


I.2.2.2.1 La Alcarria.
I.2.2.2.2 Tierra de Alarcón.
I.2.2.2.3 La Manchuela.
I.2.2.2.4 Corredor de Almansa.
I.2.2.2.5 Campo de Hellín.
I.2.2.2.6 Campo de Montiel.
I.2.2.2.7 Campo de Calatrava.
I.2.2.2.8 La Sisla.

I.2.2.3 Las Comarcas de Llanura


I.2.2.3.1 Tierra de Talavera de la Reina y Oropesa.
I.2.2.3.2 Tierra de Torrijos.
I.2.2.3.3. La Sagra.
I.2.2.3.4 Campiña de Henares.
I.2.2.3.5 Vega de Toledo.
I.2.2.3.6 La Mancha.

I.3 LA IMAGEN LITERARIA DEL PAISAJE

I.3.1 EL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA MANCHA


QUE CONOCIÓ DON MIGUEL DE CERVANTES.
I.3.2 EL PAISAJE DE LA MANCHA A TRAVÉS DEL QUIJOTE.
I.3.3 CUATRO SIGLOS DE LA IMAGEN
LITERARIA DE LA LLANURA MANCHEGA.
I.3.4 EL PAISAJE URBANO DE TOLEDO
I.3.5 LOS VIAJES DE CELA POR LA ALCARRIA

pág. 22 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Los componentes del medio natural
de Castilla-La Mancha se combinan
I.1.1 Esta unidad estructural se extiende por una parte de las provincias de Guadalajara,
de Toledo y de Ciudad Real. Es un sector montuoso de compleja génesis. Está consti-

I.1 LOS GRANDES de diferentes maneras para configu-


rar un amplio mosaico de paisajes de
Elementos tuido por rocas cristalinas y por cuarcitas y pizarras. Plegadas estas últimas duran-
te la orogenia herciniana en los lejanos tiempos paleozoicos, y arrasadas después
SISTEMAS sorprendente variedad. Esta apre-
ciación se explica por el hecho de
del paisaje por la erosión en el transcurso de la era secundaria, dieron forma a una sólida peni-
llanura, a un rígido zócalo que acabaría finalmente roto y dislocado por numerosas
PAISAJÍSTICOS asentarse su territorio sobre las tres montano fracturas, al recibir los empujes de la orogenia alpina durante la era Terciaria,.
grandes unidades estructurales (silí-
cea, arcillosa y calcárea) que consti-
del sector Las rocas cristalinas aparecen en las elevaciones castellanomanchegas del Sistema
tuyen el relieve peninsular. Los viejos
materiales paleozoicos del occidente
occidental. Central, en el horst tectónico de la Sierra de San Vicente, y también al sur del Tajo,
en la meseta que sirve de asiento a Toledo. Las intrusiones de granito emergen en-
de la región, plegados durante la oro- tre las fracturas del zócalo paleozoico que abrieron los citados impulsos tectónicos
genia herciniana y desgastados por más recientes. Erosionadas por las precipitaciones y los cambios de temperatura,
la erosión, componen un escenario forman ahora pintorescos berrocales y lanchares.
maduro, bien distinto del que se ha
conformado en el sector oriental, Los estratos de pizarras y cuarcitas silúricas han soportado un ciclo de erosión
donde sus relativamente jóvenes ro- diferente. La meteorización ha avanzado sobre los antiguos ejes anticlinales her-
cas calizas mesozoicas fueron plega- cinianos hasta desmontar su dura cubierta de cuarcitas para después vaciarlos de
das por la orogenia alpina y esculpi- su relleno de blandas pizarras. Con su acción ha modelado una serie de valles de
das con formas agrestes. Separando fondo plano que se alargan de este a oeste entre los abruptos resaltes cuarcíticos
estas dos modalidades de formas residuales. Al pie de estas sierras se extienden suaves rampas pedregosas, las ra-
serranas se encuentran las campiñas ñas, constituidas por una formación detrítica de clastos de cuarcita empastados en
y llanuras de la extensa cubeta cen- arcilla. El relieve de la mitad occidental de la región se muestra así como una suce-
tral. Ésta, colmatada durante las eras sión de alineaciones paralelas de escasa altura, situadas entre la meseta cristalina
Terciaria y Cuaternaria con sedimen- de Toledo y Sierra Morena.
tos arcillosos, con arenas y margas,
acoge en su sector septentrional al Al sur del Guadiana, en el Campo de Calatrava, las fracturas originadas por las
valle del curso medio del río Tajo, ar- tensiones de la orogenia alpina favorecieron la aparición de una notable actividad
bolada antesala de la dilatada plani- volcánica. Los restos de alrededor de trescientos afloramientos de ese tipo consti-
cie de La Mancha que exhibe su recia tuyen un elemento más de la diferenciación regional al incorporar al paisaje el tes-
personalidad sobre la mayor parte de timonio de su litología específica y de sus originales formaciones, conos volcánicos,
la mitad meridional de la región. La cráteres y diques.
diversidad de formaciones vegetales
y de formas culturales que cubren es- Estas desgastadas montañas del oeste de la región poseen una cubierta vegetal de
tos ambientes, contribuye finalmente carácter silicícola bastante densa y cerrada. El sector septentrional tiene un bosque
a enriquecer el colorido abanico de muy variado. Al ascender por las laderas del Sistema Central el roble se desarro-
paisajes que posee Castilla-La Man- lla ampliamente; cuando la precipitación es aún mayor puede aparecer el hayedo
cha. De ahí que toda descripción de que, como sucede al noroeste de la provincia de Guadalajara, forma una cubierta
su territorio ha de distinguir entre el admirable. En las distintas zonas de Los Montes de Toledo, donde las lluvias son
paisaje montano del sector occiden- frecuentes, al omnipresente encinar a veces le acompañan los quejigos y, también,
tal, el de la montaña alpina oriental y rebollares con madroños, alcornoques o serbales. Si la humedad lo permite es el
el de la cubeta sedimentaria interior. roble melojo quien coloniza las áreas montuosas, mientras que su eventual desapa-
rición favorece el desarrollo de un piornal de genistas y de otras formas arbustivas.
En las sierras del sur, en la provincia de Ciudad Real, por el contrario, son los queji-
gos quienes se entremezclan con las encinas. La degradación de esta formación da
paso al retamar, a las coscojas y los pinos; en último extremo, el suelo es ocupado
por las jaras que, acompañadas de cantuesos y otras especies silicícolas, tanto al
norte como al sur cubren grandes extensiones.

Autor:
Miguel Panadero Moya

pág. 23 Capítulo I.
Fotografía:

Molinos de Campo de Criptana


Autor: Félix Pillet Capdepón.

pág. 24 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


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Grandes sistemas paisajísticos

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Humanizado de la cubeta
sedimentaria central l imar
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Montano del sector occidental
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Asociado a la montaña alpina qu
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pág. 25 Capítulo I.
I.1.2 En la mitad oriental de la región, desde las provincias de Guadalajara y Cuenca
hasta la de Albacete, hay otro sector montañoso de formas serranas más vigorosas,
I.1.3 Entre los restos de la penillanura herciniana occidental y los relieves alpinos orien-
tales, quedó encerrada una extensa depresión interior a finales de la Era Terciaria.

Las formas erigido durante el plegamiento alpino. Muestra relieves muy escarpados, tanto al
noreste (Serranías de Molina y Cuenca) como al sureste (Sierras de Alcaraz y Se-
El paisaje Durante los episodios más recientes de la historia geológica, esta cubeta se fue
rellenando paulatinamente de gravas, arenas, arcillas, yesos, margas y calizas la-
del paisaje gura). En el sector central, por el contrario, hay un pequeño umbral; los pliegues
son menos elevados y van acompañados de fracturas (Sierra de Chinchilla), o de
de la cubeta custres. Estos materiales están poco compactados, lo que ha facilitado el rápido
desarrollo del ciclo de erosión fluvial de la Era Cuaternaria sobre su superficie.
asociado a pesadas planicies formadas por estratos de disposición subhorizontal (calizas del sedimentaria
la montaña Campo de Montiel).
central. La contribución de cada una de las redes hidrográficas a ese proceso ha sido di-
ferente. En la cuenca del Tajo, en la mitad septentrional, se han abierto amplias
alpina. El paisaje está condicionado igualmente por las características del roquedo, un
considerable paquete de rocas sedimentarias almacenadas en el geosinclinal que
depresiones que constituyen las campiñas. Los ríos afluentes que las modelaron
dejaron los estratos más duros del techo de la cubeta en resalte, formando los
durante la Era Secundaria ocupaba en este mismo lugar el reborde oriental del zó- elevados páramos que festonean los bordes de la depresión. Pero en la otra mitad,
calo paleozoico. Su composición es muy variada, arcillas, arenas, conglomerados, al sur, las aguas del Guadiana y de sus afluentes, que poseen una reducida potencia
margas, areniscas, etc., destacando sobre todas ellas potentes estratos de calizas erosiva, sólo han logrado abrir pequeños y sinuosos cauces sobre la llanura man-
y dolomías. Los macizos calcáreos soportan un activo proceso de erosión. El mo- chega. La horizontalidad del paisaje impide que la red fluvial consiga evacuar todas
delado cárstico ha construido espectaculares tolmos y campos de lapiaz (Ciudad las aguas que llegan a la cubeta, y por este motivo permanecen aislados sobre ella
Encantada), dolinas (torcas de los Palancares), poljés (Calar del Mundo), etc., en sus amplios reductos endorreicos.
cumbres más altas.
Numerosas lagunas y humedales dulcifican la aridez de este sector central de la
En esta unidad se localiza la cabecera de los principales ríos de la región. La erosión región. Unas son de origen fluvial, como las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, o las
fluvial ha realizado profundas incisiones en los estratos plegados, creando valles de que salpican la Mancha toledana y conquense; otras son pequeñas lagunas esta-
perfil más o menos escarpado. En las calizas y dolomías se han formado estrechas y cionales alimentadas por las precipitaciones hibernales; algunas más, finalmente,
profundas hoces de abruptas pendientes; por el contrario, en las areniscas, margas responden a procesos más complejos, como sucede con los alumbramientos, “ojos”
y arcillas, aparecen amplias vallonadas de suaves laderas. en la toponimia local, de acuíferos subterráneos superficiales. Las orillas de estas
zonas húmedas exhiben una corona de plantas higrófilas, con estrechos bosqueci-
En otros tiempos el encinar ascendía hegemónico por este reborde montañoso llos de tarays y densos conjuntos de juncales, masiegas, carrizos y espadañas que
oriental, pero ahora compiten con él distintos tipos de pinares en detrimento de dan refugio a numerosas anátidas.
las masas de frondosas. A mayor altitud, el roble melojo o rebollo estuvo muy ex-
tendido, pero ahora compite con desventaja con las resinosas. En las serranías del El encinar presidía de forma hegemónica la cubierta vegetal de estas campiñas
Sistema Ibérico, el pino laricio o salgareño es la especie más extendida. Le sigue y planicies en el pasado. Su degradación permitió el desarrollo de un monte bajo
en importancia el pino resinero, que ocupa las áreas situadas por debajo del ante- poblado de coscojares, romerales y retamares. Todavía permanecen algunos pies
rior; el pino carrasco, más austero y resistente, instalado en los lugares más secos de encina, intercalados en las tierras de labor o formando pequeñas agrupaciones
y degradados; y el pino albar, mucho más exigente, que colonizó las reducidas residuales con su acompañamiento arbustivo, que han sobrevivido a la eliminación
áreas de condiciones edáficas y climáticas mejores. El pino piñonero, finalmente, del espeso bosque esclerófilo mediterráneo autóctono al que pertenecían. En las
ocupa la zona situada entre el piedemonte ibérico y la llanura manchega, forman- inmediaciones de las poblaciones, plantaciones de resinosas aportaron los recur-
do pequeños bosquetes. sos de biomasa necesarios para abastecer las demandas de leña de sus habitan-
tes hasta la llegada de la industrialización. Pero el paisaje actual de esta cubeta
En las montañas béticas del sureste, por el contrario, es la proximidad de las condi- sedimentaria terciaria y cuaternaria obedece esencialmente al comportamiento
ciones climáticas de Andalucía oriental y del levante mediterráneo contiguo, la que de su multifacético componente cultural. Todas sus variaciones tienen un origen
se deja sentir con mayor intensidad en la composición y estructura de la vegetación antrópico; son las distintas actividades agropecuarias y los usos urbanos quienes
natural. En las zonas más altas, la sabina encuentra un ambiente favorable. Al des- han sustituido a las formaciones del medio natural incorporando su impronta a la
cender, las laderas se cubren de pinos laricios que sobresalen entre los enebros. En morfología del paisaje, añadiendo a esas formaciones vegetales ya testimoniales
el piso inferior son las encinas y quejigos, con la compañía de arces en los ocasiona- Fotografías: las tipologías propias de los espacios urbanos y rurales.
les rincones húmedos, las especies predominantes. Pero cuando la aridez gana te- 1. Campo de Montiel
rreno, que hacia el sureste es lo más frecuente, se extiende la garriga, una formación Autor: Sebastián García Castillo
vegetal en la que abundan la coscoja y el pino carrasco mezclados con numerosas
2. Campo de Hellín.
plantas aromáticas y medicinales. Su degradación facilita, finalmente, la expansión El pitón volcánico de Cancarix.
del romeral, las retamas, el tomillar y, en último extremo, de los espartizales. 6. La Manchuela.
Autor: Miguel Panadero Moya

3. La Mancha
Molinos de Campo de Criptana.
4 .La Alcarria. Doce Caños.
5. La Sagra.
Paisaje característico de de Brihuega.
Autor: Félix Pillet Capdepón

pág. 26 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


1. 2. 3.

4. 5. 6.

pág. 27 Capítulo I.
Fotografía:

Aerogeneradores en las crestas de la Sierra de


las Crestas (Cuenca).
Autor: José Mª Martínez Navarro

pág. 28 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Una aproximación territorial al pai-
saje, al conocimiento de la identidad
I.2.1 Antes de la creación de la división pro-
vincial vigente en España (1833) exis-
por el Ministerio de Agricultura, en
1972, para sus propios fines.
comunitario promueve la idea del
policentrismo y el diseño de Áreas

I.2 LAS COMARCAS paisajística de los lugares, guarda una


relación estrecha con las comarcas
La tieron algunas otras propuestas de
organización provincial, así como di- Todas las propuestas citadas pueden
Funcionales Urbanas como modelo
para la aplicación de las medidas de
GEOGRÁFICAS geográficas, con esas piezas territo-
riales de ámbito supramunicipal, de
comarcalización ferentes formas de estructuración ju-
risdiccional del territorio nacional que
ser interpretadas como valiosas co-
marcas uniformes u homogéneas.
cohesión de las políticas de ordena-
ción del territorio en los países de la
DE CASTILLA- características naturales e históricas fueron recogidas en la delimitación de Sin embargo merecieron escaso in- Unión Europea.

LA MANCHA. amalgamadas, con sentido de identi-


dad y pertenencia, y que, en determi-
los partidos judiciales (1834). Estos te-
rritorios supramunicipales y de tama-
terés y aceptación por parte de los
estrategas de la planificación del En Castilla-La Mancha, como en la
nados casos, mantienen su funciona- ños inferiores a las actuales provincias desarrollo nacional y teóricos de la mayor parte de las comunidades
lidad y son en la actualidad objeto de pueden ser considerados como proto- ordenación del territorio dominantes autónomas españolas, al quedar in-
iniciativas de desarrollo territorial. comarcas o territorios históricos. en esa última década. Como afirma- terrumpido el proceso formal de su
ba Bielza de Ory (1993) fueron, por el comarcalización funcional, la polí-
Las viejas comarcas, como realidades Durante los años treinta del pasado contrario, las comarcas funcionales, tica supramunicipal se ha apoyado
territoriales resultantes de la organi- siglo se inició otra comarcalización, basadas en áreas de influencia del en la creación de mancomunidades
zación histórica del espacio geográ- de base científica, con las llamadas sistema urbano, las que pretendie- de servicios y en la delimitación de
fico, presentan, a una determinada comarcas naturales, individualizadas ron dar respuesta satisfactoria a las territorios para la aplicación de las
escala, claros paralelismos con la mor- por las características de su medio fí- nuevas tendencias de la organización medidas/estrategias de desarrollo
fología y la identidad del paisaje. De sico, especialmente por la morfología territorial. Desde esta perspectiva se rural diseñadas al amparo de los
hecho, muchos nombres de comarcas del relieve. Dos décadas después se plantearon durante esos años inicia- programas LEADER-PRODER. Pero
son evocadores de grandes configura- presentaron las comarcas geográfi- tivas de comarcalización en algunas ambas soluciones constituyen pro-
ciones paisajísticas, de paisajes reales, cas, inspiradas ahora en la dialéctica regiones, como Aragón o Cataluña; puestas de organización territorial
observables, y de representaciones hombre-medio que integraba criterios también en Galicia, aunque en este parciales pues no sólo no recogen a
paisajísticas colectivas para los que tanto históricos y sociales como natu- caso su propuesta quedó inconclusa. la totalidad de los municipios de la
las viven y para los que las observan rales, explicadas en nuestro país en la En la actualidad, esta metodología de Comunidad Autónoma, sino que por
desde fuera. influyente obra Geografía Regional de diseño de estructuración territorial, añadidura deja fuera de sus unida-
España dirigida por Manuel de Terán aunque con una mayor flexibilidad des a los más importantes y diná-
En la propia etimología del vocablo (1ª edición, 1952). A esta definición de en sus planteamientos, ha retornado micos. Para suplir esta ausencia se
paisaje, tanto en las lenguas roman- comarcas españolas se añadió des- al debate de la planificación regio- ha recuperado en otras regiones la
ces (paisaje, paysage, paisagem, pués otra delimitación de unidades nal favorecida por las propuestas comarcalización geográfica, síntesis
paesaggio..), como también en len- supramunicipales, la comarcalización contenidas en la Estrategia Territo- de aspectos históricos, físicos y cul-
gua inglesa (landscape), hay una agraria, diseñada a escala nacional rial Europea (ETE). Este documento turales, caracterización que las hace
referencia sustantiva al territorio, más populares, a pesar de la difícil
al pays, al land, no en el sentido de concreción de sus límites y de la sub-
suelo, sino de terreno, de countrysi- siguiente resistencia para su acepta-
de, una referencia próxima al signifi- ción institucional como base de la
cado habitual de la palabra comarca planificación administrativa, que ha
en castellano. Todo ello justifica este seguido reservando este papel a las
capítulo sobre las comarcas castella- comarcalizaciones sectoriales.
no-manchegas, antes de pasar a la
tipología de paisajes del Atlas. En nuestra región, en los últimos
años, tras la creación del Estado de
las Autonomías, se ha formalizado
una propuesta de comarcalización
geográfica (Panadero y Pillet, 1999)
que comprende todo el territorio de
la Comunidad Autónoma de Casti-
lla-La Mancha. En ella se agrupa a
todos los municipios de la región
prescindiendo de su adscripción
Fotografía: provincial y se establece tres ám-
bitos de alcance subregional o tipo-
Autores: Panorámica del Campo de
Montiel. El Ballestero (Albacete) logías de unidades comarcales bien
Miguel Panadero Moya
Félix Pillet Capdepón Autor: Miguel Panadero Moya. diferenciadas.

pág. 29 Capítulo 1.
Fotografías:
De izda a dcha y de arriba a abajo:

1. Vista del Ocejón en invierno.


Autor: Daniel Reinoso Moreno
Sierra de Guadalajara
2. Maizal en la vega del río Henares.
Autor: Francisco Jiménez Gigante

3. Vista del valle y castillo de Molina de


Aragón. Autor: Daniel Reinoso Moreno Paramera de
4. Vista del valle del Tajo en Talavera de
Campiña del Molina de Aragón
la Reina. Autor: Francisco J. Tapiador
Henares
5. Vista de la campiña de Torrijos.
Autor: Francisco J. Tapiador

6. Paisaje característico de La Sa-


gra. Autor: Francisco J. Tapiador

7. La Alcarria. Viana y Trillo. Au-


tor: Daniel Reinoso Moreno
La Alcarria
8. Las Majadas.
Autor: Félix Pillet Capdepón

9. Regadíos en la Vega de Toledo.


Autor: Francisco J. Tapiador Tierra de
Talavera de la Reina La Sagra
10. Paisaje de la Jara en Anchuras. Torrijos Serranía de Cuenca
Autor: Jesús Francisco Santos Santos y Oropesa
11. Viñedos. Pago Marqués de Ris- Vega de Toledo
cal. Autor: Miguel Panadero Moya

12. El castillo de Alarcón, sobre el río


Júcar. Autor: Félix Pillet Capdepón La Sisla La Tierra
La Jara de Alarcón
13. Meandro del río Júcar, en Alcalá
(Albacete). Autor: Sebastián García Castillo

14. Raña de Cabañeros.


Autor: Carmen Cañizares Ruiz

15. El valle del Guadiana, en Alarcos. Los Montes de Toledo La Mancha


Autor: Miguel Panadero Moya
y Ciudad Real La Manchuela
16. Las Tablas de Daimiel.
Autor: Jesús Francisco Santos Santos

17. Vista del Corredor de Almansa desde el


Mompichel. Autor: Miguel Panadero Moya
Campo de Montiel
18. Cultivos de regadío en Tobarra. Corredor de
Autor: Miguel Panadero Moya Campo de Calatrava Almansa
19. Vista de Puertollano. Autor:
Jesús Francisco Santos Santos Sierra Morena y
20. La laguna de San Pedro, Valle de Alcudia
del conjunto de Ruidera.
Campo de
Sierras de Alcaraz Hellín
Autor: Manuel Antonio Serrano de la Cruz
y Segura
21. Sierra de Segura. Yeste.
Autor: Miguel Panadero Moya

Tipología de Comarcas Geográficas

Llanura

Transición o piedemonte
0 10 20 40 60 Kilómetros
Sierra

pág. 30 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


1.

3.
2.

7.
4. 5.

6. 8.

10.

9.

12.
11. 13.

16.

14.

17.
15.

18.

19.

20.
21.

pág. 31 Capítulo 1.
I.2.2 A la primera tipología pertenecen
las comarcas de sierra, que agru-
La Sisla. En ellas, en una superficie
de 25.047 kilómetros cuadrados (el
ecológicos húmedos como el que ha
facilitado la singularidad del Parque

Tipología de pa tanto a los municipios asentados


sobre las desgastadas montañas de
32 % de su extensión), residen más
de 474.000 habitantes (el 22,61% de I.2.2.1
Natural del Hayedo de Tejera Negra.

comarcas la mitad occidental como los insta-


lados en las agrestes serranías de
la población de Castilla-La Mancha),
repartidos en 316 municipios, con una
Las Comarcas I.2.2.1.1 La Sierra de Guadalajara. Las actividades agrarias son de carác-
ter extensivo, con tierras de labor de
geográficas la mitad oriental. Son las comarcas densidad media que duplica el mode- de Sierra. Está situada al nordeste de la región, secano que tienen los cereales como

de Castilla- denominadas Sierra de Guadalajara,


Paramera de Molina de Aragón, Se-
lo anterior (casi 20 hab/km2). en la provincia de Guadalajara, con
una extensión de 2.242 km2 distribui-
cultivo mayoritario (cereales-pienso y
cebada) que comparten con una desta-
La Mancha rranía de Cuenca, Sierras de Alcaraz
y Segura, Sierra Morena y Valle de
Y por último, las comarcas de llanu-
ra. Están asociadas a las formaciones
dos entre 47 municipios de pequeño
tamaño. Posee una reducida pobla-
cada dedicación a la explotación fores-
tal. La fabril está representada con in-
Alcudia, Montes de Toledo y Ciudad de paisaje de la cubeta sedimentaria ción (8.339 habitantes) y una de las dustrias dedicadas a los cementos, los
Real, y La Jara. En conjunto ocupan interior, ocupadas por los sectores más bajas densidades demográficas textiles, las artesanías y los embutidos.
una superficie de 30.480 km2, el 33 centrales de las cuencas de los ríos (3’72 hab/km2). La cabecera comarcal está en la monu-
% de la superficie de la Comunidad Tajo, Guadiana y Júcar, y en ella apa- mental ciudad de Sigüenza, conjunto
Autónoma. En ellos residen 278.531 recen Talavera de la Reina y Tierra de La combinación entre superficies histórico de renombre, con su catedral
habitantes que representan tan solo Oropesa, la Tierra de Torrijos, La Sa- elevadas y amplios valles es conse- y parador, instalado en una alcazaba
el 13,27 % de la población regional y gra, la Campiña del Henares, la Vega cuencia de la diversidad litológica; árabe (5.013 hab.) aunque con un débil
proporcionan a su poblamiento (303 de Toledo, y La Mancha. La extensión las pizarras y cuarcitas paleozoicas crecimiento (0,5 %). Existen otros mu-
municipios) una muy baja densidad de toda esta zona asciende a cerca alternan con areniscas, margas y ca- nicipios que no superan los doscientos
media (algo más de 9 hab/km2). de 24.000 km2, que constituyen el lizas secundarias. La comarca es pun- habitantes que ofrecen crecimientos
30 % de la superficie regional, dando to de contacto entre el Sistema Ibéri- muy elevados, por encontrarse dentro
En la segunda se integran las comar- residencia en un número similar de co y el Central, sirviendo de divisoria del área de influencia de la vivienda de
cas de transición o piedemonte, que municipios (300) a más de 1.345.000 de aguas del Ebro, del Duero y del segunda residencia de Madrid: Campi-
establecen, cada una de ellas con su habitantes, el 64 % de la población Tajo. Al sustrato geológico se unen llo de Ranas (5,1 %), La Huerce (4,8 %),
propia idiosincrasia geográfica, la castellano-manchega, con una densi- unas condiciones climáticas condi- Gascueña de Bornova (3,9 %) y Hien-
continuidad espacial desde los ámbi- dad media que triplica la de las últi- cionadas por su elevada altitud, con delaencina (3,3 %). Estos municipios
tos paisajísticos anteriores hasta las mas citadas (más de 56 hab/km2). una acentuada amplitud, rigurosidad son la excepción de un espacio clara-
llanuras y campiñas del centro de la invernal y veranos frescos que dejan mente recesivo y deshabitado, aunque
región; a este tipo pertenecen La Al- sentir la sequía estival del contexto dotado de numerosos e importantes
carria, la Tierra de Alarcón, La Man- mediterráneo de montaña. Bosques incentivos turísticos, históricos (como
chuela, el Corredor de Almansa, el de frondosas y coníferas ocupan la el conjunto monumental de Atienza),
Campo de Hellín, el Campo de Montiel, mayor parte de su superficie; sin culturales (como la ruta de la Arqui-
el Campo de Calatrava y, finalmente, embargo la diferenciación de facha- tectura Negra), así como naturales que
das permite el desarrollo de nichos proporcionan paisajes de gran belleza.

Caracterización estadística de los subsistemas comarcales de Castilla-La Mancha

Núm. Munic Poblac. 2010 Superficie,


Ámbitos km2 Hab/km2 km2. Sup/
subregionales munic.
Total % Total % Total %

Sierra 303 32,97 278.531 14 30.468,95 38,36 9,14 100,59

Transición 316 34,39 474.411 23 25.036,57 31,52 18,94 79,26


o Piemonte

Llanura 300 32,64 1.345.431 63 23.898,75 30,12 56,21 79,79

Comunidad Autónoma 919 100 2.098.373 100 79.463,00 100 26,41 86,47
CLM
Fotografía:

Río Sonsaz.
Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 32 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


co y pluviométrico. Las precipitaciones sector septentrional, alcanzan altitu- La extracción maderera es una ocupa-
aumentan hacia el sureste en función des que superan los 1.800 metros. En ción muy antigua, que todavía mantie-
de la altitud. El máximo estacional sus valles intramontanos y especial- ne gran importancia y de ella deriva
principal corresponde a la primavera mente en el piedemonte occidental, una importante industria de la madera
I.2.2.1.2 Paramera de Molina. y el secundario, al otoño. En las con- I.2.2.1.3 Serranía de Cuenca. que constituye la zona de contacto y del mueble. La explotación ganadera
diciones edafoclimáticas, el bosque de con las comarcas de transición a la es también una actividad tradicional,
Ubicada al norte de la provincia de sabina destaca por ser muy resistente a Se encuentra al nordeste de la región cubeta terciaria contigua, hay acu- que tuvo su apogeo con la organización
Guadalajara y de la región, se extiende la sequía, a los intensos fríos invernales y de la provincia de su nombre. Es mulaciones de materiales más suel- de la trashumancia de ovinos. Además,
sobre 4.198 km2 que se distribuyen en- y a las heladas tardías. una de las comarcas de Castilla-La tos, margas continentales cubiertas en los valles se cultivan cereales, la vid,
tre 77 municipios de pequeño término. Mancha más extensa (7.136 km2) y parcialmente por gravas, yesos, etc. el mimbre y el girasol. Este último se
Es una de las comarcas menos pobla- Es una comarca con una clara tenden- con un número muy elevado de muni- Esta diversidad determina que en la adapta muy bien a las características
das (11.073 habitantes) y con la densi- cia ganadero-forestal, donde predomi- cipios (89 ayuntamientos). En ella re- serranía conquense puedan distin- agrológicas de la zona occidental, y
dad de población más baja de toda la nan los bosques de coníferas junto a siden 87.321 habitantes, dos de cada guirse tres sectores en función de su se extiende por buena parte de la se-
Comunidad Autónoma (2,64 hab/km2.) los de frondosas y las tierras dedicadas tres de estos en la ciudad de Cuenca; altitud, de su composición litológica rranía media, caracterizando con sus
a pastos naturales, especialmente en con su presencia este núcleo urbano y de su organización socioeconómica: llamativos colores su paisaje durante
Se trata de un conjunto de altos pára- la mitad del suroeste de la comarca, eleva la densidad media comarcal a la serranía alta, media y baja. El clima el solsticio de verano. Su cabecera co-
mos desabrigados, situados por enci- mientras que en la parte del nordeste 12,21 hab/km2. de toda ella es templado mediterrá- marcal está en Cuenca (54.600 hab.),
ma de los 1.200 metros, en los que se hay amplias superficies de tierras de neo de montaña. La distribución de que forma parte del catálogo de ciuda-
abren algunos profundos y escarpados labor de secano. El municipio de Moli- Está formada la serranía por un con- las temperaturas y las precipitacio- des Patrimonio de la Humanidad con
valles a favor de la composición lito- na de Aragón (3.667 hab), importante junto de alineaciones montañosas pa- nes está influenciada por la exposi- sus Casas Colgadas, su museo de arte
lógica del relieve. Unos y otros perte- reclamo turístico, ostenta su cabecera ralelas, orientadas de noroeste a su- ción y altitud del relieve. Los suelos contemporáneo, su catedral y su para-
necen al dominio ibérico, dentro de la y la función histórica de su organiza- reste. La misma dirección estructural son muy variados, como corresponde dor en un privilegiado emplazamiento
unidad geoestructural alpina, y están ción territorial; su crecimiento es es- siguen los cursos de los numerosos a su gran extensión y diferenciación en la Hoz del río Huécar, y es un centro
formados en las cumbres yermas por caso (0,3 %), y el resto de localidades ríos que drenan toda la zona, que do- litológica, predominando los suelos de servicios y de promoción turística.
rocas calizas, y en las depresiones por presenta una situación generalizada de tan de una riqueza y variedad de pai- pardo-calizos. Clima y suelos han fa- El crecimiento demográfico de este nú-
areniscas, conglomerados compactos zona despoblada y en regresión. Pero sajes a toda la comarca. Se trata de cilitado la formación de un extenso cleo urbano ha sido de 2,3 % durante
y margas, de edades mesozoicas y pa- la comarca alberga espacios de gran un conjunto de gran belleza, proba- y variado bosque en el que a veces el presente siglo, aunque pequeños
leógenas. La alternancia de materiales interés paisajístico y ecológico, desta- blemente uno de los más espectacu- predominan las frondosas, en otras municipios que no superan los mil ha-
triásicos y jurásicos determina la distri- cando entre todos ellos los cañones del lares paisajes de la España calcárea. las coníferas, en otras el bosque bitantes han tenido crecimientos su-
bución de los diferentes tipos de suelos: Parque Natural del Alto Tajo, y sus ha- La Serranía se encuentra en el domi- mixto con la asociación de distintas periores, como es el caso de Chumillas
tierras pardas meridionales y pardoro- bitantes están desarrollando iniciativas nio del sistema montañoso ibérico, comunidades, entre las que destaca (5,9 %), Arcas del Villar (5,0 %), Fuen-
jizos calizos, respectivamente. El clima de recuperación socioeconómica en dentro de la unidad geoestructural el sabinar, e incluso amplios espacios tenava del Jagaba (3,8 %), Valdemeca
de la comarca es templado mediterrá- base a la explotación de sus importan- alpina, integrado en su mayor parte, de matorral boscoso de transición. (3,5 %), y Valdetórtola (3,3%), munici-
neo de montaña, de veranos frescos e tes recursos naturales y culturales de por calizas mesozoicas y paleógenas Una parte del territorio constituye un pios que marcan la diferencia respecto
inviernos fríos. La altitud es un factor interés turístico. compactas. Los altos relieves de rocas espacio natural protegido, la Reserva a un conjunto donde los crecimientos
condicionante de los regímenes térmi- jurásicas y liásicas de las sierras del Nacional de la Serranía de Cuenca. son muy escasos o negativos.

1. 2.

Fotografías:

1. Vista del valle


y castillo de Molina de Aragón
Autor: Daniel Reinoso Moreno

2. Las Majadas. Serranía de Cuenca


Autor: Félix Pillet Capdepón

pág. 33 Capítulo 1.
tos triásicos de areniscas, arenas, sureste peninsular. Inicialmente toda neral sirven de base para una vegeta-
margas y arcillas, mientras que en las la zona estaba poblada de un extenso ción muy rica en la que están amplia-
cumbres es el modelado cárstico con encinar, con quejigos y sabinares en mente representados los encinares,
sus formas características, dolinas, los lugares más elevados y fríos, pero los quejigos y el alcornocal junto con
I.2.2.1.4 Sierras de uvalas, poljés y lapiaces, el que des-
I.2.2.1.5 Sierra Morena un variado matorral silicícola. El pai-
ahora sus sobreexplotadas formacio-
Alcaraz y Segura. empeña un papel determinante en el nes autóctonas se han visto sustituidas
y Valle de Alcudia. saje montano alberga una abundante
Las montañas y valles de estas sierras paisaje. Su singularidad ha justificado por otras especies, especialmente por Localizada al suroeste de la región, fauna objeto de animada explotación
prebéticas y subbéticas que forman la creación del espectacular Parque diversos tipos de pino (carrasco, salga- en la provincia de Ciudad Real, ocupa cinegética, especialmente en la zona
parte del sector septentrional de las Natural de Los Calares del río Mundo y reño y negral). una superficie de 4.657 kilómetros de Fuencaliente.
Cordilleras Béticas se extienden sobre de La Sima. El clima del sector oriental cuadrados que se distribuyen entre
4.621 kilómetros cuadrados y 28 mu- de la comarca, está más sometido a la La comarca destaca por su economía 18 municipios. En ella se encuentra El espacio agrario presenta un alto
nicipios castellano-manchegos. Todos influencia mediterránea y, como está agroforestal, con cultivos de regadío la ciudad de Puertollano, que con porcentaje de tierras no labradas
ellos pertenecen a la provincia de Alba- protegido de la acción de las borrascas (hortalizas) en el fondo de los valles, su presencia eleva el número de ocupadas por matorral, frondosas y
cete y están situados en su extremo me- atlánticas por estos altos relieves, es y por el reciente desarrollo del turismo residentes en el conjunto de esta pastizales, que sirven de sustento a
ridional. En la comarca residen 30.675 más árido; el oeste, por el contrario, es rural. Varios núcleos de población or- comarca a 79.665 habitantes, y, en una tradicional cabaña extensiva in-
habitantes con una reducida densidad más húmedo. En las áreas montañas ganizan el territorio. Al oeste, Alcaraz, consecuencia, también su densidad tegrada sobre todo por ovejas meri-
que se sitúa en torno a los 6,6 hab/km2. del sector septentrional se han forma- ciudad con un rico patrimonio histórico con un índice demográfico (17 hab/ nas. Estos valles fueron un lugar de
do suelos rojos mediterráneos sobre y arquitectónico; en el centro, Riópar, km2) mayor del que corresponde a su invernada de los ovinos trashuman-
Esta agreste zona está formada por los materiales calizos, y en los valles animado núcleo turístico, y Elche de la tradicional dedicación silvopastoril. tes de las cabañas de Castilla. De he-
un extenso conjunto de alineaciones meridionales interiores, rellenos por Sierra, polo de servicios y puerta del Toda ella está inserta dentro del mo- cho la comarca se caracteriza todavía
montañosas orientadas de nordeste a margas miocenas y oligocenas, la ari- nordeste de los valles del alto Segura delo de paisaje maduro, montuoso, por la presencia de grandes explota-
suroeste. Los materiales dominantes dez ha permitido el desarrollo de fran- (3.946 hab.) con un ligero crecimiento; de formas apalachenses y vegetación ciones de secano dedicadas especial-
son las calizas y margas secundarias, jas de suelos subdesérticos. La comar- y al sur, las principales poblaciones ca- silicícola, de las montañas de la mitad mente a los pastos y a la ganadería
jurásicas y cretácicas; las primeras ca es, por último, un importante nudo becera de las históricas encomiendas occidental de la región. ovina. En el norte de la comarca está
presentan anchos pliegues y amplios hidrográfico, alumbrando numerosas medievales santiaguistas: Yeste (3.427 su cabecera, Puertollano (51.305
cabalgamientos y constituyen los ele- fuentes que alimentan varios ríos prin- hab.), que hasta el censo de 2001 era el La comarca ocupa el reborde meri- hab.), que tras haber soportado una
mentos del relieve más sobresalientes. cipales. Hacia la vertiente atlántica flu- núcleo más poblado de toda la comar- dional de la Meseta, limitando con regresión demográfica, como con-
Sus mayores alturas están en su extre- ye el Guadalimar, que forma parte de ca y actualmente presenta un descen- Andalucía. Sus formas geoestructu- secuencia de la reestructuración
mo meridional, en torno a los 2.000 la cabecera del Guadalquivir; y hacia so, y Nerpio, población que centraliza rales se componen de un conjunto industrial de finales del siglo XX, en
metros en la Sierra de Segura y de los las cuencas de la vertiente mediterrá- los dispersos asentamientos rurales de sierras orientadas en la dirección la actualidad ofrece un crecimiento
1.800 metros en la sierra de Alcaraz. nea, los ríos de Casas de Lázaro y El de la antigua encomienda de Taibilla, oeste-este y cuya disposición general del 0,9 %. Antiguo núcleo minero, se
Entre estas elevaciones se abren pro- Jardín, incluidos en la cuenca del Júcar, con el más valorado conjunto de ma- responde a dos depresiones sinclina- transformó en importante conjunto
fundos valles en los que se desarrolla y los ríos Mundo y Segura, que prestan nifestaciones de pintura rupestre de les, las de Puertollano y Almadén, y petroquímico nacional, y actualmen-
la actividad humana sobre afloramien- su caudal al desarrollo hortícola del toda la cuenca mediterránea. a un gran abombamiento vaciado por te ha incorporado a su complejo la
la erosión, en el que está instalado el primera central térmica de ciclo com-
Parque Natural del Valle de Alcudia. binado. Por su parte, en el extremo
Las elevaciones más importantes, suroccidental se encuentra Almadén
por encima de los 1300 m., aparecen (6.288 hab.) en el que su legenda-
en Sierra Madrona. Sobre una litolo- ria historia minera ha dado lugar a
gía silícea y bajo un clima templado un Parque Minero como apuesta de
mediterráneo se han desarrollado turismo de calidad, en tanto que en
suelos del tipo de tierras pardas el oriental, en Viso del Marqués, se
meridionales, rojos mediterráneos y halla el monumental Palacio del Mar-
otros, asociados a rañas, que en ge- qués de Santa Cruz.

Fotografía:

Sierra de Alcaraz. Bienservida.


Autor: Miguel Panadero Moya

pág. 34 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


oeste. Las mayores elevaciones están silíceos. La vegetación está constituida tas con algunos bancos de pizarras o
en el norte, en la zona de cumbres de por una formación cerrada de matorra- areniscas intercalados. De la relación
Corral de Cantos, prolongadas en la les, con encinas, robles y alcornoques, entre las características del sistema
misma latitud hacia el este por otras a la que se han incorporado repoblacio- I.2.2.1.7 La Jara. montañoso y las precipitaciones se
I.2.2.1.6 Los Montes de Toledo sierras menores. El relieve actual es nes de pinos y eucaliptos. deriva la morfología y el régimen de
y Ciudad Real. el resultado de la erosión diferencial. Al sur del río Tajo, en el noroeste de los diversos cursos afluentes al río
Al oeste de la región, en los límites Está constituido por anticlinales cuar- En las tierras no labradas se encuen- Castilla-La Mancha, se encuentra esta Tajo que componen la red hidrográfi-
de las provincias de Ciudad Real y cíticos en cofre y depresiones más o tra un matorral de diversas especies comarca de la provincia de Toledo, con ca de la comarca. Sobre los suelos, de
Toledo, se encuentra esta extensa co- menos estrechas y apretadas, exca- arbustivas, así como prados y pasti- una superficie de 2.207 kilómetros componente silíceo, pardos, domina
marca (5.419 kilómetros cuadrados) vadas en los materiales pizarrosos, zales. En las tierras cultivadas pre- cuadrados, que se reparten 22 muni- la formación vegetal de jaras, que da
en la que se localizan 22 municipios. cubiertas a veces por amplios depó- domina el secano, y en él ocupa las cipios. De reducida población (17.252 nombre a la comarca, aunque también
En ellos tienen su residencia 44.206 sitos de rañas. El clima es templado mayores superficies cultivadas los habitantes) su densidad no logra al- se ha desarrollado tradicionalmente
habitantes, que representan una den- mediterráneo pero en esta parte oc- cereales y, especialmente, el olivar. canzar los 8 hab/km2. el encinar y encontramos pequeños
sidad de poco más de 8 hab/km2. cidental de la región se dejan sentir La ganadería caprina ocupa el primer manchones de pinares y robledales.
los matices subatlánticos. La cuenca lugar, siendo también muy destacada El relieve presenta en este sector un
La comarca ocupa una parte destaca- hidrográfica más importante, aunque la caza mayor; las industrias agrarias, conjunto de sierras donde se encuen- Predominan las tierras no labradas
da del zócalo paleozoico silúrico de la de régimen muy irregular, está repre- especialmente la de alimentación, son tran las cumbres más elevadas de toda sobre las labradas, destacando en las
Meseta. Sobre este soporte se asienta sentada por el río Bullaque, afluente las más frecuentes. Su cabecera es el el área montañosa occidental de Cas- primeras un extenso jaral que alberga
el Parque Nacional de Cabañeros, con del Guadiana. Cuenta con los embal- municipio ciudadrealeño de Malagón tilla-La Mancha; ante ella, en su pie- actividades de caza mayor y menor, y
su característico relieve apalachense ses de Torre de Abraham, de Cijara y (8.702 hab.), seguido por el toledano demonte se acumulan otros terrenos, en las labradas y de secano, los oliva-
y las cabañas de abrigo pastoril que de Gasset. Los suelos más represen- de Los Yébenes (6.434 hab.), ambos de origen sedimentario, compuestos res, seguidos de los cereales. Su ca-
dieron nombre a la finca-dehesa. Las tativos son las tierras pardas, acom- con escaso crecimiento (0,8 %). por aluviones silíceos y depósitos de becera tradicional ha sido Belvis de la
fragmentadas alineaciones monta- pañadas también de grandes mancho- terraza. En conjunto la comarca dis- Jara (1.868 hab.) aunque otros muni-
ñosas presentan una dirección este- nes de suelos rojos sobre materiales pone de una zona más poblada, for- cipios la superan ahora en población:
mada por fondos de valle situados al Los Navalmorales (2.770 hab.), Los
norte, y otra más despoblada, situada Navalucillos (2.665 hab.) y Alcaudete
al sur, donde destacan fuertes espigo- de la Jara (2.060 hab.).
nes paleozoicos formados por cuarci-
1.

2.

3.

Fotografías:

1. Raña de Cabañeros
Autor: Carmen Cañizares Ruiz

2. Paisaje de la Jara en Anchuras


3. Vista de Puertollano.
Autor: Jesús Francisco Santos Santos

pág. 35 Capítulo 1.
junto al predominio de suelos calizos dio del río Júcar. En éste último está
condicionan las formas de la vegeta- instalado el embalse de Alarcón. Los
ción: sabinas rastreras y enebrales, suelos que sustentan los cultivos y la
en las partes más altas, quercíneas vegetación natural son del tipo de las
I.2.2.2 I.2.2.2.1 La Alcarria. arbustivas en las laderas arcillosas, I.2.2.2.2 Tierra de Alarcón. tierras pardas, sobre material margo-
así como hileras de chopos, olmos, calcáreo, con horizonte húmico muy
Comarcas
Situada en la zona de contacto entre sauces y otras especies higrófilas en Se encuentra en la zona centro- poco desarrollado. La formación ve-
de transición las provincias de Cuenca y Guadala- las riberas de los ríos. La producción oriental de la región, y se extiende getal autóctona predominante es un
o piedemonte. jara, en el nordeste de la Comunidad de miel es una de las señas de iden- sobre 2.106 km2 que se reparten en- encinar basófilo acompañado de pi-
Autónoma, se extiende sobre 7.575 tidad de este territorio, sin olvidar el tre 38 términos municipales, todos nos carrascos, pero por todas partes
kilómetros cuadrados. Esta superfi- cordero de raza alcarreña. En las pa- ellos en la provincia de Cuenca. Su se han extendido abundantes man-
cie se divide entre 148 municipios, rameras se extienden también los ce- población es baja (14.796 habitantes) chas de pinos piñoneros que quedan
el conjunto más amplio entre todas reales de secano, mientras que en los y determina una reducida densidad intercaladas entre los cultivos. Esta
las demarcaciones comarcales de valles, aprovechando la mayor fertili- media (7 hab/km2 ). vegetación se ha acomodado al régi-
Castilla-La Mancha. Su población, sin dad, la arboricultura de las laderas da men climático local, que en esta zona
embargo, no es muy numerosa, as- paso a las huertas y, sobre todo, tanto La Tierra de Alarcón constituye un es de tipo mediterráneo.
cendiendo tan sólo a 57.941 habitan- en secano como en regadío el girasol territorio cuyas formas topográficas
tes, con lo que su densidad se reduce ocupa amplias superficies. representan el descenso desde la En todos sus municipios la actividad
a poco más de 7 hab/km2. montaña conquense a la llanura man- principal es la agropecuaria. En las
Su cabecera es Brihuega (2.854 chega. Es una zona muy transitada en tierras de cultivo predominan los
Su relieve, de origen sedimentario, hab.); a su casi nulo crecimiento se todos los tiempos, desde la romani- herbáceos de secano (trigo, cebada
se formó a finales del mioceno y está unen una serie de pequeños muni- zación hasta hoy, y durante los siglos y, especialmente, el girasol), que se
constituido por un bloque de formas cipios con crecimientos actualmen- XIV al XVI formó parte del influyente complementa con una importante
estructurales horizontales. Destacan te muy elevados: Loranca de Tajuña señorío nobiliario regentado por el cabaña ovina y con el desarrollo de la
en su techo elevadas plataformas cali- (16,9 %), Pioz (16,0 %), Pozo de Gua- Marquesado de Villena. Comarca de avicultura. El más poblado es Honru-
zas de escarpados bordes y en su base dalajara (14,0 %) y Yebes (12,6 %). Al- límites poco definidos, configurados bia (1.768 hab.) con un crecimiento in-
valles anchos de topografía poco vigo- gunas poblaciones han desempeñado por la transición desde las calizas ferior al uno por ciento, mientras que
rosa. El término que da nombre a esta un protagonismo destacado en otras mesozoicas plegadas de la Serranía la mayoría de los restantes municipios
zona, alcarrias, hace referencia a un épocas históricas, como Pastrana, Ci- de Cuenca, hasta las estructuras ho- ofrecen crecimientos negativos. Otras
terreno alto, raso y con poca hierba. fuentes o Zorita (en la que se encuen- rizontales terciarias de la llanura se- poblaciones destacadas de la comarca
En el interior de la extensa comarca tra Recópolis, uno de los parques dimentaria manchega. Entre ambas son Castillo de Garcimuñoz, Villaescu-
se encuentra una alargada sierra, el arqueológicos de la región), en La Al- unidades estructurales se ha encaja- sa de Haro o La Almarcha. Pero la lo-
anticlinal de Altomira, en la que los carria de Guadalajara, y Huete, Uclés do una acumulación de sedimentos de calidad de mayor renombre es la que
ríos Tajo y Guadiela han originado ce- o Saelices (en cuyas inmediaciones origen continental de edad oligocena, da nombre a la comarca, Alarcón, ciu-
rradas gargantas que han facilitado la está Segóbriga, otro de los parques un conjunto de colinas margosas, que dad histórica que vivió una etapa de
construcción de los embalses de Buen- arqueológicos), en la de Cuenca, y establecen la divisoria hidrográfica esplendor durante los siglos citados,
día y Entrepeñas. Las condiciones cli- aprovechan ahora los testimonios de atlántico-mediterránea, y una red de en los que se dotó de un interesante
máticas se caracterizan por tempera- este patrimonio monumental como amplias vallonadas arcillosas que dan patrimonio monumental que ahora es
turas extremas y lluvias irregulares y importante atractivo turístico. asiento a la cabecera del río Záncara, aprovechado por sus habitantes como
afluente del Guadiana, y al curso me- recurso turístico de primer nivel.

1. 2.

Fotografías:

1. Lupiana, un valle alcarreño.


Autor: Juan Javier García-Abad Alonso

2. El castilo de Alarcón, sobre el río Júcar.


Autor: Félix Pillet Capdepón

pág. 36 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


duras muy profundas, destacando el numerosos hallazgos arqueológicos de Los cultivos más desarrollados son el
primero por la Reserva Natural de las épocas posteriores exhibidos ahora en cereal y el viñedo, este último explo-
Hoces del Cabriel y el segundo, por su importantes museos. Las formas más tado para la producción de vinos al
impresionante cañón. Este último, pro- destacadas del relieve de la comarca amparo de la denominación de origen
I.2.2.2.3 La Manchuela. tegido en otros tiempos por una serie I.2.2.2.4 Corredor de Almansa. pertenecen al macizo de la Sierra de “Almansa”, y la arboricultura en las
de fortalezas, como las de Jorquera y Chinchilla, que se extiende de Oeste a laderas más abrigadas. La ganadería
Está en la zona oriental de Castilla-La Alcalá, es ahora un lugar turístico que Esta comarca está situada al sureste Este por las muelas de Alatoz y Carce- extensiva tiene también una impor-
Mancha, repartida entre las provin- recibe numerosos visitantes atraídos de Castilla-La Mancha, con una su- lén, continuando hacia el Sur hasta la tante presencia. A su larga tradición
cias de Cuenca y Albacete, y se ex- por la espectacularidad de su paisaje. perficie de 2.122 km2 que se reparten sierra del Mugrón, en Almansa. En el industrial basada en el calzado, se
tiende sobre 2.500 km2. Su población, El clima es templado mediterráneo, y entre 15 municipios, todos ellos perte- altiplano se encuentran también algu- han unido otras más diversificadas
que se distribuye entre 33 municipios aun cuando la influencia del levante necientes a la provincia de Albacete. nas pequeñas elevaciones residuales relacionadas con la construcción y
pertenecientes a ambas provincias, se contiguo es perceptible, todavía los in- Su población asciende a 51.281 habi- y cerros testigo, como el Mompichel, el transporte. La cabecera comarcal
eleva a 51.949 habitantes, alcanzando viernos son muy fríos y los veranos son tantes, y su densidad, 24’17 hab/km2, que limitan áreas endorréicas donde está en Almansa (25.591 hab.), cuyo
una densidad demográfica de 20,78 bastante calurosos. Los suelos, pardos, corresponde al valor medio regional. descansan las aguas de las lluvias del centro histórico se desarrolla al pie de
hab/km2. son muy variados, como consecuencia invierno y componen un conjunto de un vistoso castillo, con un crecimiento
de su carácter de zona de transición y La comarca está confinada entre las humedales de gran interés ecológico. demográfico del 1,2 %; excepto en el
Aparece instalada sobre una extensa variedad topográfica y permiten una alineaciones finales de los sistemas Su clima, templado mediterráneo, se caso de Caudete (10.157 hab.), el otro
unidad geoestructural de edad neóge- gran diversidad de cultivos. Ibérico, al norte, representado por la ve influenciado por la elevada altitud núcleo urbano de la comarca, los de-
na, formada por un paquete de estra- Sierra de Chinchilla de Montearagón, media, con veranos cálidos e inviernos más municipios presentan crecimien-
tos sedimentarios de distintas dureza Casi toda la comarca tiene su terrazgo y Bético, al sur, representado por las fríos. Los suelos más característicos tos negativos o casi nulos. Las dos
y espesor coronados por calizas mio- destinado a la producción agrícola, por de Ontur, Fuentélamo y Caudete. Entre son de tipo pardo calizo, sobre mate- ciudades citadas conservan tradicio-
cenas. En algunas zonas, la desapa- lo que las zonas en las que subsiste la ambas se abren algunos corredores rial consolidado, y pardo o pardo-roji- nes muy arraigadas y celebraciones
rición de la costra caliza ha facilitado vegetación natural, la garriga medite- intermontanos de suaves pendientes zo calizo, con horizonte de costra cali- basadas en ellas que vinculan su his-
el desarrollo de anchas vallonadas rránea, están muy reducidas. Su eco- que han sido utilizados continuamen- za y escasa presencia de humus, en el tórico pasado con el de las poblacio-
de fondo ondulado sobre las arcillas, nomía está basada en los cereales, el te, desde la Antigüedad hasta hoy, para resto. Sobre estos suelos se desarrolla nes vecinas de las provincias de Va-
arenas y margas, de los estratos sedi- olivar, los almendros y otros árboles las comunicaciones entre las poblacio- una vegetación formada por pinares lencia y Alicante, como las fiestas de
mentarios inferiores. Toda la comarca frutales, la ganadería ovina y los hon- nes de las costas del Mediterráneo y de repoblación y matorral esclerófi- “moros y cristianos” que constituyen
se mantiene en torno a los 750 metros gos, y especialmente en el maíz y los las de la Meseta interior, por su fácil lo. La vegetación climax de esta zona un importante patrimonio cultural de
de altitud, excepto en las sierras del viñedos. La innovación industrial pasa tránsito. El testimonio de su presencia corresponde a la etapa madura de la aprovechamiento turístico.
extremo meridional, aún más eleva- por la fabricación de torres de aeroge- permanece en las pinturas con esce- coscoja, que forma masas intrincadas.
das, por donde el río Júcar ha abierto neradores como los que cubren muchos nas de la vida cotidiana de los abrigos A su vez, el pino cubre amplios tramos
un profundo cañón para descender cerros de la periferia de la comarca. Ca- rupestres de Alpera, y a través de los de monte favorecido por las iniciativas
al Mediterráneo. La hondura del cau- sas Ibañez, Villamalea y Madrigueras de repoblación forestal.
ce principal y las fuertes pendientes son las poblaciones más importantes
que deben salvar las ramblas y arro- de La Manchuela de Albacete, mientras 2.
yos afluentes para llegar hasta él, ha que en la de Cuenca se encuentran las
originado un conjunto de escarpados de Iniesta, Quintanar del Rey (7.845
cañones de sinuoso trazado. Los más hab.), su núcleo más poblado, con un
importantes pertenecen a los ríos crecimiento de un 1,2 %, y Motilla del
Cabriel y Júcar, que presentan escota- Palancar, que le dobla en crecimiento.

1.

Fotografías:

1. Mosaico de cultivos en la Manchuela.


Autor: Sebastián García Castillo

2. Parapente sobre el corredor de Almansa.


Autor: Miguel Panadero Moya

pág. 37 Capítulo 1.
con el río Segura. Diversos pantanos de su relieve. El techo de este conjun- la mitad occidental de la comarca, al
regulan su régimen y el aprovecha- to presenta alturas que escasamente contrario de lo que sucede en la mitad
miento de sus aguas por los regadíos superan los mil metros. La comarca oriental. Los cultivos más extendidos,
en la huerta de Murcia. La vegetación ofrece un clima templado mediterrá- tanto en secano como en regadío son
I.2.2.2.5 Campo de Hellín. natural estuvo constituida por un en- I.2.2.2.6 Campo de Montiel. neo de gran similitud a lo largo de los cereales, seguidos de la vid. Junto
cinar pobre, acompañado de abun- toda ella, con lluvias de marzo hasta a las granjas dedicadas a la crianza de
Esta comarca está formada por un dantes pinos carrascos, que emergen Comarca de acusada personalidad mayo, así como de gran importancia ganado en régimen de estabulación,
número muy reducido de municipios, entre un denso espartizal; éste, en cultural, el Campo de Montiel ocupa hidrológica, pues se almacena en las destaca también la caza menor, espe-
solamente cuatro, que suman una su- otros momentos, alcanzó la condi- 4.717 km2 que se distribuyen entre 28 carniolas y después abastece de cau- cialmente de la perdiz roja. Su cabece-
perficie (1.189 km2) también pequeña. ción de cultivo de interés económico municipios pertenecientes a las pro- dal a numerosos ríos: Azuer, Jabalón, ra es Villanueva de los Infantes (5.735
Pero en ellos reside una cifra impor- extendiéndose por toda la comarca y vincias de Ciudad Real y de Albacete. Guadalén, Guadalmena, Balazote y hab), en la mitad occidental, con un
tante de población, 42.446 habitan- contribuyendo ahora a definir el perfil Su población asciende a 48.141 habi- Lezuza, que son tributarios de colec- escaso crecimiento (0,3 %), situación
tes, que representa una densidad de de su paisaje montano. tantes que representan una densidad tores mayores: del Guadiana, del Gua- que se repite en otros municipios, aun-
35’71 hab/km2, bastante mayor que la reducida, 10’21 hab/km2. dalquivir y del Júcar. Pero el episodio que son más numerosos los que pier-
media regional. Los principales productos cultivados hidrológico más destacado es la pre- den población. Otras localidades im-
son los herbáceos, en secano, así Esta altiplanicie situada al sur de sencia del valle del Alto Guadiana, o portantes son Villanueva de la Fuente,
Es este un conjunto de tierras que se como el viñedo, y sobre todo los hor- la región se corresponde con las más concretamente del Parque Natu- Ossa de Montiel, Munera y El Bonillo,
abren a través del valle del río Segura, tícolas y frutales en las tierras a las geoestructuras constituidas por la ral de las Lagunas de Ruidera, que en situadas en la mitad oriental. La co-
a la influencia climática, económica y que llega el regadío. También es inte- cobertera tabular de la Meseta que se su último tramo da origen al río Gua- marca es, finalmente, un polo de atrac-
cultural de la región de Murcia con- resante la producción de arroz, en las presenta con un doble aspecto. En la diana. Los suelos están compuestos ción de visitantes basado en el aprove-
tigua. Su relieve se manifiesta como terrazas construidas en las orillas del parte oriental el relieve está formado por tierras pardas, además de suelos chamiento de dos tipos de recursos: el
una serie de alineaciones prebéticas, río Mundo y del río Segura. Hay una por una plataforma calcárea de edad calizos y rojos, donde predominan las paisaje del agua, para el turismo de
estrechas y de baja altura, aunque de tradición industrial relacionada con jurásica en la que abundan las carnio- especies arbóreas y arbustivas es- naturaleza y el baño en las Lagunas
formas agrestes y rala vegetación, el textil, el vestido y la confección. las. Estos materiales descansan sobre clerófilas: encinas, quejigos, sabinas, de Ruidera, y el patrimonio histórico
que dejan entre ellas valles amplios La cabecera de la comarca es Hellín amplias capas sedimentarias de are- coscojas, enebros y romerales. y cultural, asociado al reconocimiento
rellenos de sedimentos sueltos, rañas (31.054 hab), que ofrece un crecimien- niscas, arcillas y margas irisadas triá- universal de muchos lugares de esta
y tierras francas muy adecuadas para to del 1,7 %, y le sigue en importancia Fotografías: sicas que quedan al descubierto en El ámbito rural presenta un cierto pre- comarca como escenario de las aven-
el cultivo, en los que se asienta la po- Tobarra. Ambas poblaciones han de- 1. El pitón volcánico de Cancarix.
toda la mitad occidental de la comar- dominio de las tierras labradas sobre turas contadas en el Quijote.
blación. Al pie de las sierras aparecen sarrollado una identidad cultural li- Autor: Miguel Panadero Moya ca y determinan las formas onduladas los pastos y montes, especialmente en
algunos extensos glacís de erosión y gada a las celebraciones procesiona-
acumulación, que revelan la impor- les de Semana Santa que presentan 2. La laguna de San Pedro,
del conjunto de Ruidera
tancia de la acción morfogenética de la singularidad del acompañamiento Autor: Manuel Antonio Serra-
los cambios climáticos cuaternarios. popular de innumerables tamborile- no de la Cruz Santos-Olmo
Los suelos más abundantes son los ros, y que con su participación atraen
pardos o pardos-rojizos con horizonte numerosos visitantes e impulsan su 1. 2.
de costra caliza. Su clima mediterrá- desarrollo turístico. Pero la ocupa-
neo presenta una notoria influencia ción primera de esta comarca hunde
de los caracteres térmicos y pluvio- sus raíces en tiempos muy remotos,
métricos de la cuenca del río Segura dando testimonio de esta antiquísi-
a la que pertenece su red fluvial, con ma presencia humana en las pinturas
temperaturas invernales más suaves y que adornan los abrigos rupestres de
precipitaciones más reducidas e irre- Minateda y, ya en tiempos históricos,
gulares. La comarca está avenada por en los hallazgos del parque arqueoló-
la rambla de Tobarra y el curso bajo gico regional de El Tolmo, en el térmi-
del río Mundo, ya en su confluencia no de Hellín.

pág. 38 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


sobresaliendo en ellas destacados tes- numerosa cabaña ovina. Su actividad ciones metamórficas. Sus suelos par-
timonios de vulcanismo de la Era Ter- industrial se ha especializado en los dos sustentan una vegetación natural
ciaria cuyos restos confieren a la co- sectores de la alimentación y bebidas, donde destacan rebollos y rodales de
marca una particular idiosincrasia. El con algunas importantes bodegas de encinas y quejigos, junto a especies
I.2.2.2.7 Campo de Calatrava. clima es templado mediterráneo, con proyección internacional. Ciudad Real I.2.2.2.8 La Sisla. de repoblación (pino y eucalipto) y
veranos muy cálidos; los meses más (72.208 hab.), ciudad de servicios en extensos retamares; estas formacio-
Pertenecen a esta comarca situada al lluviosos son los comprendidos entre expansión con el primer aeropuerto Ocupa una posición central, en la mi- nes se corresponden con la variedad
suroeste de la región, 25 municipios febrero y abril. Los suelos presentan de la región, es su cabecera comarcal; tad septentrional de la región, exten- del clima local, de tipo mediterráneo,
todos ellos de la provincia de Ciudad tres tipos distintos, de Oeste a Este: tiene un fuerte crecimiento demo- diéndose sobre 1.853 km2 que sirven con inviernos más húmedos y fríos.
Real, que en conjunto suman una su- tierras pardas, rojos mediterráneos y gráfico (1,9 %), dinámica de la que se de terrazgo a 25 municipios. Tiene La hidrografía está representada por
perficie de 2.985 km2. Su territorio suelos pardo-rojizos. Sobre ellos crece benefician otros municipios de su área una población bastante numerosa, una red de arroyos y pequeños ríos
tiene una elevada población, 147.489 una densa vegetación natural caracte- de influencia: Poblete (8,8 %), Cañada 60.368 habitantes, que representan que descienden hacia el Tajo.
habitantes, que hacen ascender su rística del matorral silicícola y exten- de Calatrava (6,1 %) y Miguelturra (3,6 una densidad de 32,57 hab/km2.
densidad a 49’42 hab/km2. sas zonas de pastizal. No obstante, la %). La comarca cuenta también con Las tierras cultivadas están dedicadas
comarca destina dos tercios de su su- importantes incentivos culturales que La comarca tiene una personalidad sobre todo al olivar y a la vid, aunque
Su relieve está constituido por una serie perficie a tierras cultivadas, tanto en han favorecido el desarrollo del turis- muy marcada, que la distingue neta- esta es una comarca en la que la ac-
de pequeñas planicies sedimentarias secano como en regadío. mo, destacando entre todos ellos su mente de sus vecinas, especialmente tividad industrial, por su proximidad
intercaladas entre pequeñas alineacio- vinculación a la ruta del Quijote, la pre- por la constitución litológica, el mo- a la aglomeración madrileña, tiene
nes de pliegues de estilo apalachense, Los cultivos más extendidos son la sencia de la histórica y monumental delado y la estructura de su relieve un considerable desarrollo. Se ocupa
de escasa altura pertenecientes al zó- cebada, el olivar y el viñedo; también ciudad de Almagro con su promoción que presenta formas aplanadas en en los sectores de la alimentación y
calo paleozoico. Las zonas llanas están la avena, el melón, el guisante y otros del teatro clásico, y la creación del par- las que los afloramientos de grandes bebidas, de la madera y el mueble, y
cubiertas de margas de edad miocena productos hortícolas. Las tierras no la- que arqueológico del cerro de Alarcos, bloques de granito sobresalen entre del textil, cuero y calzado. Las prin-
y abundantes acumulaciones de rañas, bradas permiten el desarrollo de una en las orillas del Guadiana. las áreas de cultivo. Esta “Meseta cipales poblaciones son Sonseca, en
cristalina de Toledo”, coronada por el centro de la comarca, y Mora, ya
algunos montes isla, tiene su limite en el límite de esta con La Mancha to-
septentrional en la fosa ocupada por ledana. Las que están más cercanas
el valle del río Tajo, mientras que el a la capital provincial manifiestan un
Fotografías: meridional se apoya sobre las prime- dinamismo mayor, con tasas de creci-
1. Campo de Calatrava desde la cima ras sierras cuarcíticas de los Montes miento bastante elevadas: Burguillos
del Volcán Granátula. de Toledo. El cauce del río Algodor le de Toledo (10 %), Cobisa (7 %), Layos
Autor: Jesús Francisco Santos Santos
sirve de separación de la llanura se- (5 %) y Pulgar (3,5 %). La Sisla des-
2. Viñedos. Pago Marqués de Riscal. dimentaria de La Mancha, por el lado empeñó durante muchos años una
Autor: Miguel Panadero Moya oriental, y por el occidental, la comar- función de frontera política y militar,
ca se funde con las rañas arcillosas y y los vestigios de esa época se obser-
1. 2. cuarcíticas de La Jara. Entre estos lí- van hoy en el conjunto de fortalezas,
mites La Sisla presenta un paisaje ca- castillos y torreones, algunos de ellos
racterizado por un roquedo de ento- muy bien cuidados, que adornan el
naciones grises, de bolas de granito y paisaje con sus arquitecturas de for-
acumulaciones de arenas que ocupan mas militares y señoriales, invitando
extensas superficies de erosión, con al recorrido turístico de la comarca.
algunas áreas de areniscas y forma-

pág. 39 Capítulo 1.
tamaño el segundo núcleo urbano de de encinas y alcornoques. En estas industria de la cerámica artística de la el desarrollo de cultivos industriales
la región. dehesas se alimentan numerosas ca- comarca tiene reconocida fama y su y huertas muy feraces. Es también un
bezas de ganado ovino y bovino. Sus apreciada producción, en la que com- lugar muy transitado, puerta histórica
I.2.2.3.1 Tierra de Talavera La comarca es una dilatada llanura tierras cultivadas producen forrajes piten los ceramistas de Talavera de La de la región en las comunicaciones con
I.2.2.3 de la Reina y Oropesa.
aluvial que se abre al Norte de La (alfalfa) y también hortalizas y otros Reina y de Puente del Arzobispo, se Extremadura y Lisboa. Otras pobla-
Jara, ocupando el fondo y la orilla cultivos de aplicación industrial que halla presente en museos especializa- ciones destacadas de la comarca son
Comarcas
La Tierra de Talavera de La Reina y derecha del valle del Tajo, tendida en la compañía de su producción ga- dos de todo el mundo. Oropesa y Lagartera, con una arte-
deLlanura Oropesa la integran numerosos mu- entre los 300 y los 400 m. de alti- nadera, han facilitado el desarrollo sanía y costumbres populares de gran
nicipios (50), muchos de ellos de tud, y apoyada en las estribaciones de industrias de transformación y de Talavera de la Reina (87.763 hab) es reputación; y El Real de San Vicente y
reducido tamaño, que se extienden meridionales del macizo granítico del actividades de promoción comercial. su cabecera y el segundo municipio Escalona, en la montaña septentrional
por el extremo Noroeste de Castilla- Piélago (Sierra de San Vicente) y de La fabricación se manifiesta en mu- en tamaño demográfico de Castilla-La y su piedemonte, respectivamente. Sin
La Mancha sobre una superficie de la Sierra de Gredos. Los materiales chos sectores distintos: el vestido y Mancha, con altas tasas de crecimiento embargo, en la actualidad los mayores
2.920km2. Su elevada población que la componen son arenas y arcillas la confección, la madera y el mueble, anual (2,2 %). La ciudad está emplaza- crecimientos demográficos comarca-
(138.531 habitantes) y considerable sedimentarias que han permitido una los derivados de la química, diversas da a orillas del río Tajo, donde éste se les los presentan otros municipios ru-
densidad (47,46 hab/km2) se debe a actividad agrícola de secano y un im- industrias agroalimentarias, del frío y ensancha para acoger a su afluente, el rales: San Román de los Montes (10,7
la importancia de su capital comarcal, portante desarrollo de pastizales que de transformación, y especialmente, río Alberche. En la confluencia se ha %), Cardiel de los Montes (10,5 %), Pe-
Talavera de La Reina, que es por su se extienden entre un bosque claro las de la cerámica y construcción. La creado una extensa vega que permite pino (8,5 %) y Otero (8,1 %).

1.

pág. 40 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


margas y yesos. La vegetación natural, La cabecera y lugar central de servi- al valle del Tajo, en las cercanías de
un matorral esclerófilo que solo perma- cios para la comarca está en Torrijos Añover. El resto de su superficie esta
nece ya en la zona norte, en las laderas (12.674 hab.), que mantiene un eleva- ocupado por tierras de labor, en las
del valle del Alberche, ha sido sustituido do crecimiento (3,0%); es una encru- que predomina el mosaico de cultivos,
I.2.2.3.2 Tierra de Torrijos. en el resto de la comarca por los usos cijada de caminos en las comunicacio- I.2.2.3.3 La Sagra. en su mitad oriental, y la producción
productivos agropecuarios. Las tierras nes de ciudades históricas, entre Ávila de secano, en su mitad occidental. Las
Es una de las comarcas menos extensas de labor de secano se extienden por la y Toledo, y entre la capital regional y Esta comarca, situada al norte de la tierras con regadío permanente sólo
de la región, con 1.159 km2 de superficie, mitad meridional, donde se encuentran Talavera y Extremadura. Otros muni- provincia de Toledo, es la menos ex- aparecen en la vega del Guadarrama,
en los que viven 75.099 habitantes repar- Torrijos y Fuensalida. Las tierras mioce- cipios rurales de la comarca superan tensa de la región, con tan solo 875 antes de su confluencia con el Tajo.
tidos entre 28 municipios generalmente de nas del centro de la comarca sustentan el dinamismo demográfico de Torri- km2 que se distribuyen entre 26 mu- Los cereales han ocupado tradicional-
pequeño término. Su densidad demográ- producciones más diversificadas for- jos, como Barcience (18,1 %), Hormi- nicipios de reducida superficie. Por el mente las áreas de suelos margosos
fica es, por el contrario, bastante elevada mando mosaicos de cultivos, con cerea- gos (8,7 %) o Novés (6,3 %). Algunos contrario es una de las más pobladas más profundos, con buenas produc-
(64,82 hab/km2). les, frutales, olivos y especialmente vi- cuentan con un importante patrimo- (136.393 habitantes) y, especialmen- ciones que justifican la fama de feraci-
ñedos. Estos últimos tienen su referente nio arquitectónico civil, como Maque- te, la de mayor densidad demográfica dad de estas zonas de la comarca. En
Ocupa esta comarca el espacio de la pro- principal en la zona septentrional de la da. La autovía Madrid-Extremadura- (155,80 hab/km2) como consecuencia algunas colinas y lomas se han exten-
vincia de Toledo situado al Norte de las comarca, en Méntrida, localidad que da Portugal, que atraviesa la comarca de su cercanía al área de expansión dido las plantaciones de olivares, y a
vegas del río Tajo, comprendido entre nombre a una denominación de origen desde esta última población, en el su- metropolitana de Madrid. estos se unen también los viñedos. La
dos de sus ríos afluentes: Guadarrama, para sus vinos. La producción ganadera roeste, hasta Valmojado, al nordeste, explotación ganadera tiene así mismo
al Este, y Alberche, al Oeste. Es una zona en régimen de estabulación tiene tam- facilita las relaciones de los habitan- Ocupa el interfluvio comprendido su lugar en muchas de sus poblacio-
llana, que desciende imperceptiblemen- bién considerable importancia. Por úl- tes de su entorno con los centros de entre la vega del río Tajo, en Aran- nes. Pero la actividad económica de
te desde el piedemonte del Sistema timo existe una actividad industrial no- producción y consumo de las ciudades juez, y el valle del río Guadarrama, su mayor rendimiento es la industrial,
Central hacia el valle del Tajo, cubierta table en los sectores de la alimentación, principales de su trazado, Talavera de afluente, que desciende desde las sie- representada por la producción de
de sedimentos neógenos y cuaternarios del mueble y el calzado; la fabricación La Reina y, especialmente, con Madrid rras del Sistema Central. En los ma- materiales de la construcción y el
formados por materiales sueltos en los de este último sector tiene en Fuensali- y su área de influencia, debilitando así teriales que dan forma al relieve de sector del mueble que se extienden
que predominan las arcillas, arenas, da su centro más afamado. la centralidad de su capital comarcal. la comarca predominan las arcillas, por la zona interior de la comarca. La
margas y yesos miocenos. Componen cabecera comarcal es Illescas (19.167
un paisaje de campiña caracterizado hab), núcleo urbano con mayor creci-
por una topografía uniforme, con miento (6,6 %), debido a su cercanía
2. lomas de formas suaves y amplias a Madrid; son también destacados los
vallonadas que en algunos lugares crecimientos de Seseña (12,7) y de los
aparecen ocupadas por una vegeta- núcleos rurales de Ugena (12,5 %), Ye-
ción esteparia gipsífera, y en las que les (12,5 %) y El Viso de San Juan (10,
sobresalen oteros y cerros testigo de 9%). Otras poblaciones de la comarca
los niveles pontienses. Sus estratos importantes por diferentes motivos
sedimentarios sirven de soporte a las son Alameda de la Sagra y Cobeja
actividades productivas principales, (cemento), Añover del Tajo, Esquivias
la agricultura y la extracción de ma- (lugar cervantino que atrae visitantes
teriales para la construcción. interesados en conocer la ruta turísti-
ca del Quijote), y Carranque, donde se
La vegetación natural, un matorral encuentra el parque arqueológico re-
esclerófilo adaptado a las condiciones gional de mayor riqueza en hallazgos
edafoclimáticas, sólo se mantiene en del periodo de la Hispania romana.
las laderas escarpadas que se asoman

3.

Fotografías:

1. Vista del Valle del Tajo


en Talavera de la Reina.
2. Vista de la campiña de Torrijos.
3. Paisaje característico de La Sagra.
Autor: Juan Vázquez

pág. 41 Capítulo 1.
vocación agrícola se manifiesta en ciones agrícolas son importantes por
el hecho de que la mayor parte del la cantidad de variedades cultivadas
territorio esté ocupado por tierras y por sus elevados rendimientos; en
de labor dedicadas a un intensivo cul- la zona oriental predominan las fo-
I.2.2.3.4 Campiña de Henares. tivo (girasol, cereal, olivar, viñedo), I.2.2.3.5 Vega de Toledo. rrajeras y los cereales, y en las vegas
correspondiendo al regadío algo más de poniente hay mayores superficies
Es una comarca situada al nordeste del veinte por ciento. Esta comarca se extiende al norte de cultivadas de frutas y hortalizas di-
de Castilla-La Mancha, en la provin- la región, en el centro del valle del versas. Las actividades industriales
cia de Guadalajara, con una extensión En la zona meridional de la Campiña Tajo, sobre 1.077 km2, y en ella tie- complementan la importancia eco-
de 2.315 km2, y un número bastante del Henares, limítrofe de esta comar- nen su cabecera 16 municipios, uno nómica de la producción agraria. Las
considerable de municipios (83) cuya ca con la Comunidad de Madrid, se de ellos el de la capital de la Comuni- principales industrias son de material
superficie media es la más reducida hallan varios complejos industriales, dad Autónoma. Sus residentes suman eléctrico y electrónico, de cerámi-
de toda la región (28 km2). Su pobla- especialmente en Guadalajara y en 121.850 habitantes, que determinan ca y material de construcción, y de
ción, que incluye la capital provincial, Azuqueca de Henares; el primero está que la densidad comarcal, la segunda productos farmacéuticos, contando
es muy numerosa (195.477 habitan- dedicado a la alimentación y bebida más alta de la región, se eleve por en- desde los años sesenta con un polí-
tes), y determina una densidad eleva- (lácteos), a la maquinaria y equipa- cima de los 113 hab/km2. gono de descongestión industrial de
da (84,43 hab/km2). miento, así como a la fabricación de Madrid que ha facilitado la expansión
cemento; el segundo, está especiali- Está situada en el curso medio del urbana de la función residencial y la
Presenta un entorno físico, suave y zado en material eléctrico y electróni- Tajo, río que fluye de Este a Oeste de los servicios comerciales y de la
acogedor, constituido por un conjun- co y en actividades relacionadas con separando dos modelos de paisaje administración regional. Otras pobla-
to de depósitos miocenos y pliocenos el vidrio. La cabecera de la Campiña es distintos: el del reborde granítico de ciones importantes de la vega son Ce-
cuyos sedimentos configuran un pai- Guadalajara (81.221 hab.), ciudad de la meseta cristalina de Toledo, de su bolla, Malpica de Tajo y La Puebla de
saje de morfología llana, levemente servicios, con un crecimiento demo- margen izquierda, y el del relleno se- Montalbán, aunque los mayores creci-
basculada hacia el río Henares, que gráfico de un 2,5 %. Destacan, tam- dimentario de la fosa tectónica por la mientos demográficos de la comarca
desciende desde la sierra norte de bién otros núcleos; urbano uno, Azu- que discurren las aguas, de su mar- se producen en áreas próximas a su
Guadalajara. Este corredor fluvial queca de Henares (30.794 hab.) con gen derecha. En el primero destaca capital, como Argés (8’1%). El centro
ha sido a través de la historia una de un crecimiento aún mayor (5,6 %), y una angosta hoz por la que el río si- rector de la comarca es la histórica y
las vías naturales de comunicación otros rurales con un más elevado cre- gue el trazado de un meandro encaja- monumental ciudad de Toledo, ciudad
entre la meseta meridional y el valle cimiento debido a su proximidad con do en el granito, en un proceso típico Patrimonio de la Humanidad y capital
del Ebro. La vegetación autóctona la Comunidad de Madrid, como Quer de epigénesis; en su núcleo quedó regional. Tiene censados 80.812 habi-
permanece actualmente sólo en los (22,3 %), Galápagos (18,5 %), Torrejón aislado el escarpado montículo que tantes, y presenta un constante y alto
interfluvios en forma de manchas del Rey (14,9 %) y Alovera (14,8 %). La sirve de asiento a la histórica ciudad crecimiento (2,5 %). Su designación
de robles y encinas, con matorral de Campiña cuenta además con numero- de Toledo. Tanto en el piedemonte como capital administrativa y polí-
jara y retama, y algunos pastos esca- sos alicientes para el desarrollo del tu- de la meseta de la que ha quedado tica de la Comunidad Autónoma de
sos; las formaciones de ribera, con rismo cultural, con edificios religiosos separado, como en las arcillas y mar- Castilla-La Mancha en 1983 impulsó el
fresnos, chopos y álamos, describen y civiles singulares que dan testimonio gas de su margen derecha, el río ha desarrollo de la ciudad y de los mu-
corredores, verdes o dorados, según en varias localidades de su influyente construido mediante acumulaciones nicipios circundantes. La mejora de
la estación del año, y atraviesan el función política y social en distintos de gravas, arenas y limos, varios ni- las vías de comunicación con Madrid,
cuidado terrazgo de la campiña. Su momentos de la historia de España. veles de terrazas intensamente an- tanto por autovía como por ferroca-
tropizadas. En la más cercana al lecho rril de alta velocidad, ha favorecido
del río hay numerosos meandros y el crecimiento de las habituales in-
tramos de cauce abandonados, y una tensas interrelaciones de personas y
red muy elaborada de canales y ace- actividades económicas entre ambas
quias facilita en ella el desarrollo de capitales y especialmente ha dado un
los cultivos de regadío. Las produc- renovado impulso a su tradicional ac-
tividad turística.

Fotografías:

1. Maizal en la vega del río Henares.


Autor: Francisco Jiménez Gigante

2. Regadíos en la Vega de Toledo.


Autor: Juan Vázquez

3. Viñedos en La Mancha. Socuéllamos.


Autor: Miguel Panadero Moya

pág. 42 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


establecido en esos momentos por madas por arcillas y margas recubier- facilitado el desarrollo de diversos en las extracciones de los acuíferos, vecinos (166.909 habitantes), con un
sus dignatarios jurisdiccionales, los tas puntualmente por gravas o yesos. acuíferos en su subsuelo y que son sobresalen numerosas plantaciones crecimiento demográfico (2001-08)
Maestres de las Ordenes Militares de Tiene un clima de tipo mediterráneo- profusamente utilizados por el sis- hortenses y de forrajeras, el maíz, y de un 1,6 %. A esta ciudad se añaden
San Juan, de Santiago y de Calatrava, continental, muy contrastado, con tema productivo y para el abasteci- actualmente también los cereales y otros grandes centros de servicios y
I.2.2.3.6 La Mancha. así como por otros grandes magnates precipitaciones modestas e irregula- miento de agua a las poblaciones. Al los nuevos viñedos. Un cultivo típi- de producción agropecuaria situados
nobiliarios del sistema feudal de ese res, y con heladas tardías que limitan principio fue tierra de encinares, de camente manchego, de gran arraigo en el centro de La Mancha, Tomello-
Situada en el centro de la Comunidad tiempo (Marquesado de Villena). Las la productividad de las actividades extensas áreas de un bosque escleró- social y difusión, ha sido el del aza- so (37.532 hab), Alcázar de San Juan
Autónoma, esta es su comarca más actividades, costumbres y modos de agrarias. La red hidrográfica está for- filo dominado por la encina o carras- frán, ahora en recesión. Por el con- (30.408 hab), Valdepeñas (30.255
extensa. Participan de su territorio vida de sus habitantes en los comien- mada por el curso medio de los ríos ca, acompañada de un sotobosque trario, en todas partes, una cabaña hab) y Villarrobledo (26.311 hab); sin
las provincias de Albacete, Ciudad zos de la Edad Moderna quedaron Guadiana, en el centro, y Júcar, en el formado por abundante matorral con ovina complementa los rendimien- embargo, los mayores crecimientos
Real, Cuenca y Toledo. Ocupa una su- retratados magistralmente en la más Este, y por sus respectivos afluentes. arbustos y arbolillos entre los que tos de la actividad agrícola. Entre demográficos se dan en la zona sep-
perficie de 15.590 km2 que se repar- importante novela de la literatura Hay, a su vez, numerosas lagunas en destacaba el madroño; después se las actividades industriales destacan tentrional, en los pequeños munici-
ten 97 municipios, algunos de ellos universal por su autor, don Miguel de el interior de la llanura manchega; incorporaron pinos carrascos y pinos las de la alimentación, especialmen- pios rurales manchegos colindantes
de los más grandes de toda España. Cervantes, sirviendo la geografía co- unas son de carácter estepario, ocu- piñoneros, tomando en él un claro te la del queso y la del vino, ambas con la Comunidad de Madrid, como
Es también la comarca con mayor marcal de escenario de las aventuras pan el fondo de las pequeñas hondo- protagonismo. Tras continuas rotu- prevalidas de sus correspondientes Ontígola (11,8 %), Ciruelos (7,9 %) y
población, 678.021 habitantes. En La de su personaje de ficción más famo- nadas arcillosas que salpican el llano, raciones para convertirla en tierras denominaciones de origen. También Zarza del Tajo (6,6 %).
Mancha se encuentran muchos de los so y el topónimo de ésta de gentilicio en donde se reúne la escorrentía de de labor, de aquella cubierta vegetal tuvieron una base tradicional la del
núcleos de la red urbana castellano- popular, reconocido por todas partes. las precipitaciones invernales; otras natural solo han quedado pequeños textil, ahora de la confección, y las de Las actividades turísticas de La Man-
manchega, y estos, con su presencia, están asociadas a cursos fluviales, reductos residuales. productos metálicos (herramientas y cha tienen en el producto cultural
elevan la densidad comarcal (43,49 El medio físico de tan dilatada co- como las Tablas de Daimiel, en la con- cuchillería), y de la madera y mue- “Ruta del Quijote” su recurso me-
hab/km2) por encima de los valores marca ofrece una sorprendente hori- fluencia del Cigüela con el Guadiana, En la actualidad, sobre la gran llana- bles; y actualmente, como ejemplos jor explotado, incluyéndose en él la
medios de la región. zontalidad que sólo aparece alterada conjunto declarado Parque Nacional da sedimentaria se entremezclan los de innovación industrial, las de palas gastronomía, los elementos carac-
ocasionalmente por la presencia de en 1973. Los suelos son bastante uni- cultivos de secano y de regadío; entre de aerogeneradores y vehículos es- terísticos de la arquitectura popular,
El paisaje manchego actual hunde afloramientos residuales de las sie- formes (pardo calizos), y a pesar de los primeros destacan los cereales peciales (helicópteros). El municipio las costumbres y un paisaje de hori-
sus raíces en el proceso de formación rras periféricas. La gran llanura man- la enorme extensión de la comarca, (cebada y trigo) y el viñedo tradi- más poblado en 2008 y con mayor zontes inalcanzables que tiene en los
histórica de la región desarrollado chega es el anchuroso dominio de los presentan pocas variaciones. Se han cional, a los que se une, en su parte equipamiento industrial es Albace- cambios estacionales su aliado natu-
durante los siglos XIV y XV, y en el terrenos sedimentarios neógenos y formado sobre materiales permea- occidental, el olivar, y en la oriental, te (ciudad de la cuchillería) el único ral para la composición de variacio-
modelo de organización territorial cuaternarios, de rocas blandas for- bles, de gran porosidad, que han el girasol. En los regadíos, basados de la región que supera los cien mil nes siempre sorprendentes.

1. 2. 3.

pág. 43 Capítulo 1.
1.

pág. 44 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Este capítulo constituye, en cierto
modo, un reconocimiento y una res-
I.3.1 Los paisajes literarios encuentran
su descripción más ajustada en los
integrada por ovejas, cabras, yeguas
y vacas. El viñedo se disponía en el

I.3 LA IMAGEN puesta a las sugerencias de Alexander


von Humboldt, quien, como recuerda El espacio
relatos de los libros de viaje, como
por ejemplo los que se comentan en
ruedo más próximo al pueblo, le se-
guían las tierras destinadas al cultivo
LITERARIA Nicolás Ortega, destacó en el Cosmos
el interés que podían tener las imáge- geográfico de
este capítulo, y también en los textos
histórico-geográficos de su tiempo.
del cereal y después, los pastos y las
dehesas. El regadío, a su vez, ocupaba
DEL PAISAJE nes de la naturaleza y el paisaje ofre- La recopilación de las informaciones una pequeña superficie, generalmen-
cidas por la literatura y la pintura. La Mancha facilitadas por muchas localidades te contigua al caserío. La disminución
de Castilla-La Nueva, hacia 1575, que de los pastos por las constantes ro-
El carácter de los paisajes castellano- que conoció ahora conocemos como Relaciones turaciones y rompimientos ocurridos
manchegos que el Atlas pretende Topográficas de Felipe II, constitu- durante ese siglo originó una reduc-
identificar y desvelar a través de la ex- don Miguel de yen la fuente más aprovechada para ción considerable de la cabaña lanar y
plicación de las formas del territorio, rescatar la imagen del paisaje de La del ganado vacuno mientras que, por
de su génesis y percepción, encuen- Cervantes. Mancha de aquella época. el contrario, debido a la expansión de
tran en este capítulo el complemento la labranza, el caballar, asnal y demás
de una aproximación más poética y F. Arroyo, en base a algunas de esas ganado de labor en general, experi-
comprensiva, inherente a la expe- relaciones, ha explicado cómo era La mentó un considerable aumento.
riencia moderna del paisaje, y que ha Mancha que conocieron quienes la ha-
contribuido además a proyectar en el bitaban a finales del XVI, describién- Esta descripción del ambiente natural
mundo algunos de los cuadros pai- dola como un territorio en expansión y social de La Mancha de aquellos mo-
sajísticos de la región. “El gran ca- que experimentó un fuerte crecimien- mentos se puede descubrir también a
rácter del paisaje –escribía el propio to demográfico durante todo ese siglo. través de la lectura de la novela más
Humboldt- (…) depende de la simul- Según este autor, en las últimas déca- importante de la literatura universal. Su
taneidad de ideas y de sentimientos das del siglo XVI el paisaje de La Man- paisaje sirvió de escenario a las historias
que agitan al observador”. La imagen cha lo componía ya una cerealicultura contadas por don Miguel de Cervantes
literaria de la llanura manchega, la de secano, acompañada de viñedos y en tan famosa novela, el relato de las
que inicia El Quijote y la que se pro- de una importante cabaña ganadera aventuras de don Quijote de La Mancha.
yecta en los cuatro siglos siguientes
hasta la poética expresión de José Co-
rredor-Mahteos (2005) -“este campo
tan ancho que viste la desnudez que
tú anhelabas”-, contribuyen sin duda 2.
a agitar los sentimientos del observa-
dor, y a enriquecer la vía del análisis
del paisaje, con la del sentimiento y la
imaginación.

Fotografías:

1. Lagunas de Ruidera: Batana y


Santo Morcillo.
Autor: Manuel Serrano de
la Cruz Santos-Olmo

2. Venta de don Quijote Puerto Lápice. Autor:


Autor: Félix Pillet Capdepón Miguel Panadero Moya

pág. 45 TERCERA PARTE.


I.3.2 Su protagonista anduvo por muchos
caminos de la submeseta meridional
peratura del estío: “El calor, y el día
que allí llegaron, era de los del mes
Al recorrer el itinerario seguido en
sus tres salidas el protagonista tuvo
hijas y dos sobrinas...nos tiene aquí
encantados el sabio Merlín ha mu-
ración de la excelencia de la vida en
el campo, de raíces horacianas, con

El paisaje relativamente distantes unos de otros,


de tal modo que los tres tipos de paisa-
de agosto, que por aquellas partes
suele ser el ardor muy grande...”; y
que pasar necesariamente junto a las
numerosas lagunas esteparias que se
chos años;” a “Ruidera y sus hijas
y sobrinas,... Merlín... las convirtió
la que deslumbró don Quijote a los
asombrados cabreros de la sierra
de La Mancha, je que se extienden sobre esta zona de
la península Ibérica los hallamos for-
a sus contrastes: “...al cielo abierto,
puesto por blanco de los insufribles
encuentran en la llanura manchega;
pero a su autor no le interesó ocupar-
en otras tantas lagunas, que ahora,
en el mundo de los vivos y en la pro-
de las proximidades de Puerto Lápi-
ce: “Dichosa edad y siglos dichosos
a través del mando parte del escenario del Quijo- rayos del sol en el verano y de los se de este elemento del medio natu- vincia de la Mancha, las llaman las aquéllos a quien los antiguos pusie-

Quijote. te: el paisaje calizo (identificado en la


cueva de Montesinos); el paisaje silíceo
erizados yelos del invierno”, dice el
protagonista en otra ocasión; o a la
ral. Por el contrario, sí deja constancia
de numerosos pequeños arroyuelos,
lagunas de Ruidera;… Guadiana...
fue convertido en un río llamado de
ron nombre de dorados... a nadie le
era necesario para alcanzar su ordi-
(escenario de la historia de Grisóstomo aridez, cuando leemos que “...aquel en las partes de su periplo que trans- su mismo nombre; el cual cuando nario sustento tomar otro trabajo
y Marcela, y las aventuras de Sierra año habían las nubes negado su ro- curren sobre paisajes montanos de llegó a la superficie de la tierra y vio que alzar la mano y alcanzarle de
Morena); y el paisaje arcilloso (en el cío a la tierra...”. la periferia occidental de La Mancha, el sol del otro cielo... se sumergió en las robustas encinas, que libremente
que sucedió la aventura de las ovejas o y especialmente del curso de su río las entrañas de la tierra; pero... de les estaban convidando con su dulce
la historia del Caballero del Verde Ga- A veces, por el contrario, son las ex- principal, del Guadiana y de las Lagu- cuando en cuando sale y se muestra sazonado fruto. Las claras fuentes y
bán, por ejemplo). presiones del tiempo anticiclónico las nas de Ruidera. donde el sol y las gentes le vean”. corrientes ríos, en magnífica abun-
que sirven para recrear la atmósfera dancia, sabrosas y transparentes
En un primer acercamiento a la ca- de la aventura, como sucede con la La singularidad de este lugar sirvió Los datos biogeográficos que sirven aguas les ofrecían. En las quiebras
racterización del paisaje encontramos descripción de un bello amanecer en al autor como escenario de una de de encuadre de las aventuras de don de las peñas y en el hueco de los ár-
en el relato frecuentes alusiones a los la llanura manchega, con un guiño al sus aventuras más fantásticas. Mon- Quijote son asimismo muy numero- boles formaban su república las solí-
elementos del medio físico. La aven- barroco estilo de su contemporáneo tesinos da nombre a la sima cárstica sos. Los diferentes tipos de árboles citas y discretas abejas, ofreciendo a
tura se desarrolla en La Mancha en la Luis de Góngora: “Apenas había el a la que descendió; en su estancia y arbustos característicos de la ve- cualquiera mano, sin interés alguno,
estación veraniega: “...una mañana, rubicundo Apolo tendido por la faz creyó descubrir en la profundidad getación de la submeseta meridional la fértil cosecha de su dulcísimo tra-
antes del día, que era uno de los ca- de la ancha y espaciosa tierra las do- de la cueva, destino actual de tantos llenan las páginas de la novela. Los bajo. Los valientes alcornoques des-
lurosos del mes de julio... salió al radas hebras de sus hermosos cabe- visitantes, el secreto que escondía el árboles y arbustos de mayor demanda pedían de sí, sin otro artificio que el
campo, con grandísimo contento y llos, y... la rosada aurora... por las comportamiento del río Guadiana y de humedad ambiental, como el ace- de su cortesía, sus anchas y livianas
alborozo...”. Como en este inicio, se puertas y balcones del manchego las lagunas de Ruidera. Se explica en bo, los castaños, hayas, alcornoques cortezas, con que se comenzaron a
utilizan en la descripción repetidas horizonte... se mostraba, cuando... el relato que al caballero Montesinos y jaras, aparecen en las etapas de la cubrir las casas, sobre rústicas esta-
Autor:
veces referencias al comportamiento comenzó a caminar por el antiguo y y a Guadiana, su escudero, acompaña- historia que se desarrollan en la parte cas sustentadas...”.
Miguel Panadero Moya de los elementos del clima, a la tem- conocido campo de Montiel.” dos de “la dueña Ruidera y sus siete occidental de su recorrido. Los bos-
ques residuales de encinas que resis- Tampoco faltan las descripciones del
tieron a las numerosas roturaciones paisaje rural. Sus estructuras y la
están presentes por todo él formando actividad que en ellas se desempeña
florestas y bosquetes, por las laderas son utilizadas una y otra vez como
de Sierra Morena y de los montes de elementos para componer la escena
1. Ciudad Real, por la llanura sedimen- en la que se desarrolla la acción. La
taria manchega central, en las colinas vivienda urbana es una de ellas, con
calizas del Campo de Montiel y por la su forma y organización, como sucede
Mancha de Aragón que visitó antes de con la del Caballero del Verde Gabán
marchar hacia Zaragoza y Barcelona. de la que sólo se nos presenta una
Arbustos y matorrales mediterráneos, muestra: “Halló don Quijote ser
propios de los ambientes más secos, la casa de don Diego de Miranda
como las retamas, adelfas, romero, ancha como de aldea; las armas,
y las cambroneras y cabrahigos que ...aunque de piedra tosca, encima
dificultaban la entrada a la cueva de de la puerta de la calle; la bodega,
Montesinos, cumplen el mismo come- en el patio; la cueva, en el portal,
tido en el recorrido por la mitad orien- y muchas tinajas a la redonda...”.
tal de la ruta de don Quijote. La descripción de los pueblos donde
vivían los principales protagonistas
Con estos elementos del medio físico del relato, con el acontecer del “lugar
se componen en muchas ocasiones de La Mancha” en el que residían don
verdaderos recuadros naturalistas. Quijote y Sancho, y la pintura realista
Pero tal vez sea la más conocida de la que se califica como “gran ciu-
de sus descripciones de un paisaje dad” del Toboso, los podemos conocer
desbordante de vida, esta rememo- un poco mejor.

pág. 46 TERCERA PARTE. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


El ambiente vespertino de la vida blo...”. A continuación, un mozo de trando algunos otros elementos del por sus protagonistas. En la historia Esta manifestación de autogobierno o cuarenta molinos de viento que
campestre del primer caso se descri- mulas que salía a realizar su faena conjunto edificado: “...hicieron una de Grisostomo y Marcela, el cabrero de los asuntos de su interés por parte hay en aquel campo... aquellos
be en los capítulos finales, en el retor- acostumbrada a tan temprana hora, muy mala cama a Don Quijote, de la sierra de la Calderina, Pedro, de la mujer la encontramos también que allí se parecen no son gigantes
no definitivo a su casa: “Y siguiendo complementa la caracterización de la en un camaranchón que, en otros describe las características de la en la historia de Luscinda, quien afir- sino molinos de viento, y lo que en
su camino (...) subieron una cuesta sociedad rural: “...yo soy forastero tiempos, daba manifiestos indi- vida rural y el funcionamiento del ma en otro momento que ella “...era ellos parecen brazos son las aspas,
arriba, desde la cual descubrieron y ha pocos días que estoy en este cios de haber servido de pajar... sistema agrario. Grisóstomo “... señora de... su hacienda: por mí se que, volteadas por el viento, hacen
su aldea... Con esto bajaron de la pueblo sirviendo a un labrador Toda la venta estaba en silencio, y era un hijodalgo rico, vecino de recibían y despedían los criados; andar la piedra del molino” es una
cuesta, y se fueron al pueblo.”(…) rico en la labranza del campo; en en toda ella no había otra luz que un lugar que estaba en aquellas la razón y cuenta de lo que se sem- de ellas; la otra, la pintoresca de los
“A la entrada del cual... vio Don esa casa frontera viven el cura y el la que daba una lámpara, que, col- tierras... su padre y sus amigos braba y cogía pasaba por mi mano; batanes, que da la oportunidad para
Quijote que en las eras del lugar sacristán del lugar; ...sabrá dar... gada en medio del portal, ardía.” hacían lo que él les aconsejaba, los molinos de aceite, los lagares de describir el industrioso paisaje del
estaban riñendo dos muchachos... razón... porque tienen la lista de (…). .en toda la venta no había diciéndoles: “Sembrad este año vino, el número del ganado mayor y río Guadiana, al abandonar la llanura
por aquella campaña venía huyen- todos los vecinos del Toboso; aun- ventana que saliese al campo, sino cebada, no trigo; en éste podéis menor, el de las colmenas.”. manchega.
do una liebre seguida de muchos que para mí tengo que en todo él un agujero de un pajar, por donde sembrar garbanzos y no cebada;
galgos y cazadores, la cual, teme- no vive princesa alguna; muchas echaban la paja por defuera...”. el que viene será de guilla de acei- Dentro del conjunto de las activida- Molinos de viento, ventas, veredas y
rosa, se vino a recoger y agazapar señoras, sí, principales, que cada Arrieros, carreteros, boyeros, cuadri- te; los tres siguientes no se coge- des económicas de La Mancha tenían caminos reales de incesante tránsito,
debajo de los pies del rucio. (...) una en su casa puede ser princesa. lleros y viajeros de toda condición que rá gota””. (…) “Grisóstomo... un papel muy destacado las indus- Puerto Lápice, la Cueva de Montesi-
pasaron adelante, y a la entrada ...adiós, que ya viene el alba.”. pasaban por el Camino Real eran sus quedó heredero de mucha canti- triales, especialmente la molturación nos, El Toboso… son ahora iconos uni-
del pueblo toparon en un prade- visitantes habituales. dad de hacienda, así en muebles y la elaboración de paños. Lagares, versales de La Mancha. La lectura del
cillo rezando al cura y al bachiller La venta es el otro elemento de la como en raíces, y en no peque- molinos hidráulicos y de viento, y Quijote transmite las vivencias del
Carrasco ...Finalmente, rodeados arquitectura rural que posee una Las actividades del sistema agrario ña cantidad de ganado, mayor y batanes, cubrían estas necesidades autor expresadas de forma tan directa,
de muchachos y acompañados del presencia destacada en el paisaje del y la organización social campesina menor...”. En cuanto a Marcela, se básicas de la población rural del sencilla y diáfana que un paisaje virtual
cura y del bachiller, entraron en el Quijote. Dos de ellas tienen un papel tienen también su presencia en la trataba de una muchacha rica, que siglo XVI. Las instalaciones de es- se ha materializado en el subconsciente
pueblo, y se fueron a casa de Don especial, la que sirvió para su inves- novela y contribuyen a la identifica- a la muerte de su padre quedó bajo tos dos últimos artefactos también de sus lectores. La ficción y la realidad
Quijote...”. tidura como caballero y la que fue ción del carácter del paisaje. Rotu- la tutela de un tío suyo, sacerdote y atrajeron la atención del autor para se confunden de forma imperceptible.
escenario de múltiples aventuras y raciones y sembradura, las huertas, beneficiado de su lugar, y que en su hacerlas aparecer en su obra como De ahí que la azarosa historia de don
La descripción del ambiente noc- desventuras de sus protagonistas. En el viñedo y el olivar, la alternancia orfandad había decidido “...irse al escenario de algunas de sus aventu- Quijote haya jugado un papel tan esen-
turno del Toboso rural, una de las la primera se cuenta como eran sus de cultivos, las relaciones sociales campo con las demás zagalas del ras más populares. El combate con cial para la comprensión de la vida y el
mayores y más importantes pobla- dependencias externas: “...dio luego en la vida campesina, el régimen de lugar y dio en guardar su mismo los supuestos gigantes, que no eran mundo rural de La Mancha, de su pai-
ciones de La Mancha en tiempos de orden como velase las armas en un tenencia, son igualmente explicados ganado...”. tales: “En esto descubrieron treinta saje humanizado, en todos los tiempos.
Cervantes, es más extensa: “Media- corral grande que a un lado de la
noche era...cuando... entraron en venta estaba; y recogiéndolas Don
el Toboso. (...) No se oía en todo Quijote todas las puso sobre una
el lugar sino ladridos de perros... pila que junto a un pozo estaba...
De cuando en cuando rebuzna- y se comenzó a pasear delante de
ba un jumento, gruñían puercos, la pila....” La segunda es la “venta 2.
maullaban gatos, cuyas voces, de del manteo”, de la que se dice que
diferentes sonidos, se aumentaban era más bien pequeña, situada a más
con el silencio de la noche... Guió de treinta leguas de El Toboso, en el
don Quijote, y habiendo andado camino de Andalucía, a día y medio
como doscientos pasos, dio con el de Sierra Morena, y a menos de dos
bulto que hacía la sombra, y vio jornadas del pueblo de Don Quijote, el
una gran torre, y luego conoció cual, a su vez, estaba en el camino de
que el tal edificio no era alcázar, Cartagena. Se describe su interior en
sino la iglesia principal del pue- distintos momentos del relato, mos-

Fotografías:

1. Molinos de viento de Campo de Criptana.


Autor: Félix Pillet Capdepón

2. Valdepeñas. Viñedos.
Autor: Miguel Panadero Moya

pág. 47 TERCERA PARTE.


I.3.3 La Mancha fue recorrida por viajeros
extranjeros pertenecientes a la no-
la abundancia de mulas como ganado
de arrastre, la escasez de olivos, las
La generación del 98, y especialmente
Azorín, nos habló de la gran llanura:
aportando al mismo tiempo su pun-
to de vista sobre su espacio vivido:
Sin embargo hoy La Mancha nos ofre-
ce una gran variedad de colores, de

Cuatro siglos bleza y a la burguesía culta, por es-


critores, por geógrafos, etc, que tras
viñas, aunque menos de las que es-
peraban, y en los cerros, la presencia
ancha, infinita, desesperante, mo-
nótona, inmutable, sin un árbol, así
“El mar tan lejos, el cielo tan alto,
el suelo sin bordes y la tierra pobre,
zonas más húmedas y más secas, es
decir de múltiples contrastes: el rojo
de la imagen conocer Madrid, y en algunos casos
Toledo, querían llegar a la típica y
de molinos de viento “que de hecho
pudimos ver”.
como de las casas manchegas y del
fuerte calor veraniego; otros compa-
componen un escenario de mucha
melancolía y desesperanza. De una
de la tierra; los cereales, primero ver-
des y luego dorados; el amarillo de
literaria de tópica Andalucía, convertida de esta ñeros de generación compararon la belleza patética y purgatoria”. los girasoles; y el verde fuerte y cla-

la llanura forma la gran llanura en tierra de


paso. Algunos de ellos, los menos, la
Con el romanticismo se inició la tra-
dición paisajística moderna, y aunque
inmensa llanura con un mar petrifi-
cado y lleno de sol, con un seco llano Otros escritores manchegos de la se-
ro de las vides, de los olivos y de las
encinas, respectivamente. Este gran
manchega. visitaron para examinar in situ los
lugares de la novela magistral, como
La Mancha no entraba en los cánones
más repetidos en aquellos momentos
de sol y lejanía, con un continente re-
moto, o incluso, en invierno, con una
gunda parte del siglo pasado, hacían
hincapié en algunos de estos aspec-
paisaje, esta comarca o subregión
pasó del secano al regadío, a costa de
Jacacci y Azorín, entre otros. Los pri- (paisajes montañosos y húmedos), los tierra fría y yerma. tos cuando escribían sobre nuestra los acuíferos, vio emigrar a los suyos,
meros viajes se hicieron en carro o en que la atravesaban o recorrían bus- gran llanura “de desprecio, de re- como ahora da trabajo a los foráneos.
diligencia, los últimos, en ferrocarril y cando los episodios quijotescos dije- Desde las primeras décadas del si- nuncia y de espera”. Los que emigra- Leguineche (1999) nos la describe de la
en automóvil. Desde la publicación de ron de ella que era una región llana, glo XX hasta la actualidad, se puede ron, o bien vivieron del recuerdo o se siguiente forma: “El pardo campo de
El Quijote (1605) han sido muchos pedregosa, polvorienta y desnuda, confrontar las opiniones, en primer olvidaron del paisaje. Alguno de ellos La Mancha, tras generosas lluvias, es
los que nos han dejado noticia de sus llanura sin límites, monótono camino, lugar, de un geógrafo alemán que ha reconocido que vivir de espaldas ahora de un verde en que canta, goza
experiencias y sus percepciones. país severo de áridos páramos. A su vino a investigar estas tierras, con al paisaje es como vivir de espaldas la clorofila. Marchan campesinos ha-
vez el colorido de la llanura respondía la aportada por los escritores loca- a la vida, pues de hecho los poetas cia los viñedos dejando atrás nubes
Los hombres del siglo XVII dijeron de a sus diversos cultivos y a sus distin- les. Otto Jessen (1928), de igual for- jóvenes han perdido todo anclaje en de polvo. Los vinariegos podan viñas,
ella que era una región pobre, aun- tas estaciones: en el centro se locali- ma que hacía Galdós, señalaba que la realidad paisajística, como se re- alinean los sarmientos en las orillas…
que su trigo era el mejor de España, y zaban los trigales y los viñedos, estos la patria de don Quijote es de una conoce en una reciente obra sobre El cielo es raso, sin una nube, y el cam-
que era un camino llano con pueblos últimos en aumento desde la filoxera gran belleza, al tiempo que consi- La Mancha (González Moreno, 2009). po, como la palma de la mano, como
hermosos y grandes. Los ilustrados francesa; en el oeste, en los peñascos, deraba a la llanura como ardiente, El Premio Nacional de Poesía (2005) el mar, el silencio o el tedio. En los
del XVIII, inciden nuevamente en dos los olivos, y en el este, el azafrán con sin sombra, monótona, esteparia y José Corredor-Mahteos nos habla de viñedos tirados a cordel se escurren la
ideas: en la pobreza de sus habitantes colores de excitante sabor. El realis- casi grotesca. En la segunda parte su tierra como ese campo tan ancho liebre y la perdiz. Campos hacia el in-
y en su carácter de llanura, en el vas- mo de Galdós se manifiesta en dos del siglo, García Pavón quiso enten- que viste la desnudez anhelada; y finito… Este campo plano como una
to horizonte, donde a la monotonía y ideas contrapuestas, la belleza de su der la dificultad que habían tenido otros, como Galanes, acostumbrados tabla me recuerda a Nebraska, pero
uniforme aridez se unía el calor extre- conjunto, pero también, el aburri- los escritores foráneos y extranjeros a las interminables llanuras, la año- sobre todo a la fuszta, la interminable
mado; de su paisaje destacaban la au- miento que le producía recorrer su para entender este paisaje de llanura ran desde lejos avisando que ahora llanura húngara, una extensión ape-
sencia de casas a lo largo del camino, desnuda estepa, triste y solitario país. absoluta, este paisaje sin anécdotas, nos invaden los límites del desierto. nas rota por suaves ondulaciones”.

1.

Autor:
Félix Pillet Capdepón

pág. 48 Capítulo I. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


I.3.4 A mediados del siglo XVI distintas
ciudades de Castilla-La Mancha fue-
encontró en el Alcaná de Toledo. En el
tránsito de los siglos XVI al XVII cabe
no sé como ha podido ser escogida
para construir allí la primera ciudad
Corpus sigue siendo el recuerdo de
lo que fue, vienen a cantar su singu-

El paisaje ron recogidas en grabados gracias a


la mano de Antón van der Wyngaer-
citar, también, la presencia y la im-
pronta que dejó El Greco. Durante este
de España”; durante este mismo siglo
J. Sobieski destacaba de su conjunto
laridad, el recuerdo permanente del
pasado. Dionisio Ridruejo se refería
urbano de. Toledo (1548) y, en segundo lugar,
Cuenca fueron las que más interesa-
tiempo se convirtió, por sus modernas
formas artísticas, por su renovación
la catedral, pues no sólo es hermosa
sino “muy majestuosa”; un siglo des-
a ella con la siguiente idea “yerma y
gentil hacia la gloria usada… esperan-
de Toledo ron a grabadores, pintores y dibujan- urbanística y por ser una ciudad cos- pués J. Townsend (1786-87) comenta- do la sangre que te mueva”, o bien la
tes. Davillier y Doré decían que “Cuen- mopolita, en una atractiva sede de la ba que “ahora languidece, cae en rui- cerrada defensa que hacía Gregorio
ca es la ciudad de España que más se corte; pero perdió la capitalidad en na y no conserva una existencia más Marañón: “es uno de los pocos esce-
parece a Toledo”, ambas son hoy Ciu- 1561 por prevalecer en ella aspectos que para la iglesia… los ciudadanos se narios del mundo en que se puede sin
dades Patrimonio de la Humanidad. más propios de una sociedad medie- han marchado”; a comienzos del siglo esfuerzo soñar”.
Pero si nos centramos en la imperial val y conventual (Lorente y Vázquez, XX. M. Barrés (1912) decía que Toledo
Toledo tendremos que citar las imá- 2006), como así se aprecia en el aná- es como una “reina destronada”, pues La postración que venía arrastrando
genes ofrecidas por Hoefnagel, Baldi, lisis sobre su vida urbana a comienzos desde fuera parece que sus edificios desde siglos pasados se rompió con
Aveline, Leonardo, Arroyo Palome- del siglo XVII (Rodríguez, 2006). y palacios estuvieran unos amontona- su designación como capital de Cas-
que, Parcerisa, Villeneuve, Guesdon, dos y otros en escombros, y ya dentro tilla-La Mancha, en 1982. De esta for-
Villamil, Locker y Macarrón, con ellas Respecto a su emplazamiento sobre del casco urbano, al recorrer sus calles ma “se cumple así, finalmente, esta
conocemos mejor su evolución pai- una “vasta roca”, otros de los incon- da sensación de que “todo el mundo histórica aspiración de volver a ser
sajística (Peris y Almarcha, 2009). venientes para su desarrollo, desta- ha huido de esta ruina imperial”. capital” (Lorente et al, 1992). Según
can en gran parte de las descripciones Manuel de Lope (2003), viajero que
Se ha afirmado que existe una fluida el puente de Alcántara y la Catedral. Posteriores textos han venido insis- ha recorrido todas las comunidades
relación entre Toledo, Cervantes y al- Cuatro viajeros nos han mostrado su tiendo en la idea de una ciudad de autónomas españolas, con dicha de-
gunas de sus obras: La Ilustre Frego- visión, desde el siglo XVII a comien- calles empinadas, estrechas, con poca signación “han devaluado la historia
na, La Fuerza de la Sangre, La Ga- zos del siglo XX, siguiendo la recopi- luz, algo fantasmagórica. Distintos es- de Toledo, aunque sus intenciones
latea y Don Quijote de la Mancha; lación de Villar y Villar (1997): A. Jo- critores cuando se han referido a este hayan sido opuestas”. La capital, Pa-
de hecho, esta última la inició inspira- uvin (1672-76) señalaba que “Toledo viejo solar hispano o a la ciudad de trimonio de la Humanidad, vive su
da en unos manuscritos en árabe que tiene una situación tan extraña que las tres culturas, donde la fiesta del mejor momento.

2.

Fotografías:

1. Cerro de San Antón de Alcázar de San


Juan.
Autores: Héctor S. Martínez Sánchez-
Mateos, Marta Peinado Martín-
Montalvo y Ángel Raúl Ruíz Pulpón.

2. Vistas de Toledo. Autor:


Autor: Félix Pillet Capdepón Félix Pillet Capdepón

pág. 49 Capítulo
TERCERA I. PARTE.
I.3.5 El primer viaje a La Alcarria de Cami-
lo José Cela fue en 1946. Inició su li-
unas como otras, las Alcarrias, son te-
rrenos altos y rasos, como así afirma
A través de meandros y embalses del
Tajo, aparecen en el camino tres pe-
la nueva carretera, el viaje nos lleva
a Pastrana, “ciudad medieval”; en la

Los viajes bro de viajes reconociendo que es “un


hermoso país” poco visitado. A él le
y nosotros parafraseamos, siempre
que sea posible:
queños pueblos, Durón, que está
“en tres pedazos, dos en la ladera, y
Plaza de la Hora se encuentra el pa-
lacio ducal construido por Alonso de
de Cela por gustó y, de hecho, lo volvió a realizar
cuarenta años después. Haremos una Brihuega, que está “en un hondón”,
otro, más pequeño, a orillas del ca-
mino”, con casas de “piedra y yeso”;
Covarruvias en el siglo XVI, ya reha-
bilitado, y de este mismo siglo es su
La Alcarria lectura conjunta, pues así es como es un conjunto histórico, el de mayor la sosegada villa de Budía sobre el parroquia; en este bello núcleo histó-
creemos que se debe realizar, selec- población (2.053 habitantes); con- cerro de Cuesta Cabeza; y El Olivar, rico, “Moratín escribió El sí de las ni-
cionando los aspectos más destaca- serva sus murallas, alguna puerta de que permite divisar el paisaje recorri- ñas”. Desde aquí, Cela nos dirige para
dos. Lo primero que llama la aten- acceso, “calles porticadas”, la Real do. En Pareja, su plaza “es amplia y concluir el recorrido por la Alcarria de
ción es que el paso del tiempo hizo Fábrica de Paños, y las aguas, tanto cuadrada” y en el centro destaca un Guadalajara, por tres municipios que
que cada uno de sus pueblos venga dentro del núcleo (fuente de doce ca- impresionante olmo; es de agradecer utilizan en su nombre la palabra Zori-
perdiendo más de la mitad de la po- ños) como en sus alrededores, con el que hayan empezado a rehabilitar sus ta: Zorita de los Canes, con su cen-
blación, por efecto de la emigración, paso del Tajuña, dan como resultado destacados edificios. Fuera de ella y tral nuclear, el castillo en ruinas sobre
un fenómeno que en muchos de ellos lo que se conoce con orgullo como frente al embalse, donde se practi- el cerro y el Parque Arqueológico de
aún continúa. “el jardín de La Alcarria”. Con direc- can deportes y donde se desarrolla Recópolis; en segundo lugar, Almona-
ción hacia Masegoso de Tajuña, su huerta, la iglesia “casi parece una cid de Zorita, con su plaza porticada,
El recorrido, desde Madrid, se inicia pueblo de “plaza porticada”, ejem- catedral”. Por campos de olivos y vi- algo abandonada, y desde una de las
por la Campiña del Henares hasta To- plo de los caseríos pertenecientes a ñedos la ruta nos lleva a Sacedón con calles que salen de ella, una vieja casa
rija; en su castillo, en rehabilitación, lo que se conocieron como “regiones una parroquia con “mucho empaque ofrece una placa que indica que allí vi-
se ha creado el Museo del Viaje a La desvastadas”, se llega a Cifuentes. y prestancia”, dentro destacan sus vió el poeta León Felipe, “pueblo claro
Alcarria. Leguineche (1999) afirma Con río de igual nombre, tiene esta gruesas columnas, es un buen lugar y hospitalario”; y por último, a través
que “creo que es el primer museo población “buenas arquitecturas” para probar la miel; aprovechando de un pueblo volcado a la carretera,
del mundo dedicado a un libro”. Des- (parroquia de los siglos XIII y XIV, las aguas del embalse de Entrepeñas, con Albalate de Zorita, concluye El
de allí, entramos en la comarca por así como el Convento de Santo Do- aparece un pequeño anclaje de bar- viaje a La Alcarria.
Fuentes de La Alcarria, que “es un mingo), y una plaza de “planta trian- quitas para el ocio.
buen mirador” que pertenece a Bri- gular”, casi toda porticada, donde Cela hizo estos viajes dos veces, dis-
huega, y a lo largo de 190 kilómetros están construyendo, de nuevo, el Entre pinadas se llega a Tendilla, con- tanciados cuarenta años, y ahora,
llegaremos a Albalate de Zorita, que ayuntamiento. En Trillo aparecen junto histórico, desarrollado a lo largo veinte años después de su retorno,
es donde concluye La Alcarria de en el paisaje, casi conjuntamente, de la vieja carretera con un kilómetro hemos vuelto a recorrerlo, siguiendo
Guadalajara. Nuestro nobel, “el via- las Tetas de Viana con “forma de de casas porticadas; en este pueblo sus pasos, para recuperar sus impre-
jero”, no incluyó ningún pueblo de cucurucho cortado” y las dos torres Pío Baroja tuvo un olivar, como así siones sobre los municipios a los que
La Alcarria de Cuenca, aunque tanto humeantes de la central nuclear. recuerda Cela. Volviendo a retomar dedica algún comentario.

Mapa:

C. J. Cela. Nuevo viaje a la Alcarria (1987)

Fotografías:

1. Viana y Trillo (Guadalajara).


2. Río Tajo.
Autor: 3. La Alcarria de Guadalajara.
Félix Pillet Capdepón Autor: Félix Pillet Capdepón

pág. 50 Capítulo
TERCERAI. PARTE. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
1.

2.

3.

pág. 51 Capítulo
TERCERA I. PARTE.
Primera Parte
CAPITULO I

pág. 52 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 53 Capítulo II.
Tipos de Paisaje en Castilla-La Mancha
CAPÍTULO II
ÍNDICE DEL CAPÍTULO II

II.1 ASOCIACIONES DE TIPOS DE PAISAJE


II.2 LOS TIPOS DE PAISAJE

II.2.1 MACIZOS MONTAÑOSOS


Y SIERRAS ALTAS DEL SISTEMA CENTRAL
II.2.2 PENILLANURAS SUROCCIDENTALES
II.2.3 PIEDEMONTES DEL SISTEMA CENTRAL Y MONTES DE TOLEDO
II.2.4 SIERRAS CUARCÍTICAS EN LOS LÍMITES CON EXTREMADURA
II.2.5 SIERRAS Y VALLES DE SIERRA MORENA
II.2.6 CERROS Y LLANOS DEL NORTE DE SIERRA MORENA
II.2.7 SIERRAS DEL SISTEMA CENTRAL
II.2.8 SIERRAS DE LOS MONTES DE TOLEDO
II.2.9 FOSAS DEL SISTEMA CENTRAL Y SUS BORDES
II.2.10 HOYAS, CORREDORES
Y DEPRESIONES IBÉRICAS Y BÉTICO LEVANTINAS
II.2.11 CORREDORES Y VALLES INTRAMONTAÑOSOS OCCIDENTALES
II.2.12 VALLES Y CORREDORES INTRAMONTAÑOSOS BÉTICOS
II.2.13 MACIZOS MONTAÑOSOS
Y ALTAS SIERRAS SUBBETICAS Y PREBETICAS
II.2.14 SIERRAS IBÉRICAS
II.2.15 SIERRAS BÉTICAS
II.2.16 MUELAS IBÉRICAS
II.2.17 PARAMERAS IBÉRICAS
II.2.18 CAMPIÑAS
II.2.19 LLANOS CENTRALES Y SUS BORDES
II.2.20 ALCARRIAS Y CAMPO DE MONTIEL
II.2.21 PÁRAMOS DETRÍTICOS
II.2.22 VEGAS
II.2.23 REGADÍOS DE HELLÍN Y TOBARRA
II.2.24 HOCES Y GARGANTAS

pág. 54 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


En el capítulo anterior se han presen- a territorios sostenidos por los ma- de paisaje; coincidentes son las líneas maestras, pero la concreción es mayor en este
tado los hechos geográficos más re- cizos antiguos y, entre ambos, llanos, mapa que enriquece el rasgo genérico y da muestras de la riqueza interna de aque-

II.1 ASOCIACIONES levantes que conforman el contexto


en el que se han ido gestando los pai-
campiñas y vegas de origen sedimen-
tario reciente con un mayor grado de
llos tres grandes ámbitos geográficos anteriormente señalados: la montaña alpina,
el viejo zócalo y las cubetas de sedimentación reciente.
DE TIPOS sajes castellano-manchegos. Natura-
leza y acción antrópica entrelazaron
antropización.
Antes de abordar de manera sucinta la presentación de cada una de las asociaciones
DE PAISAJE sus influencias sobre el territorio de La imagen de perfiles esquemáticos de tipos de paisaje debe aludirse a dos cuestiones de tipo formal. En primer lugar, la
esta Comunidad Autónoma a lo largo a la que acabamos de aludir, inser- denominación de las asociaciones de tipos de paisaje respeta la que se utilizó en el
de un proceso temporal muy extenso ta en el capítulo anterior, tiene una Atlas de los Paisajes de España, como no podía ser de otra manera. El nombre hace
hasta estampar ese magistral dibujo continuidad en el mapa que ahora se alusión a una característica morfoestructural que en este nivel jerárquico es, sin
que hoy caracteriza sus comarcas. presenta. Se trata del mapa de asocia- duda, la que marca decisivamente la imagen paisajística. Se habla de macizos, sie-
En una primera aproximación, el ciones de tipos de paisajes de Castilla- rras, valles, cerros, cuencas, corredores, penillanuras, piedemontes, campiñas, ve-
buen observador sabrá diferenciar La Mancha que reproduce el del Atlas gas, llanos, páramos, parameras, muelas, gargantas, hoces, etc. Sólo ocasionalmente
la personalidad de unos ámbitos de los Paisajes de España. En él están se adjetivan estas denominaciones con atributos locacionales para mayor precisión
castellano-manchegos frente a otros, cartografiadas las catorce asociacio- y, en este caso, nos ha parecido procedente eliminar esa matización por aludir a
detectará contrastes bien elocuentes nes de tipos de paisaje que tienen ámbitos geográficos de fuera de Castilla-La Mancha.
a su mirada inteligente y terminará presencia en Castilla-La Mancha de
por establecer grandes unidades que las treinta y cuatro que recubren el En segundo lugar, se ha revisado el orden en el que se sitúan en la leyenda cada una
bien podrían coincidir con los paisa- territorio nacional. Estas asociacio- de las asociaciones de tipos de paisaje, no siendo coincidente con el propuesto en el
jes montañosos del sector occiden- nes se forman del agrupamiento de Atlas de los Paisajes de España. La razón estriba en que parece más lógico secuenciar
tal, los propios a la montaña alpina tipos de paisaje y comparten caracte- las asociaciones de tipos de paisaje según el contexto morfoestructural al que perte-
y los correspondientes a la cuenca rísticas similares en su configuración necen haciendo más coherente y armónica la atribución de la gama de tonos a cada
sedimentaria central, a los que nos morfológica, contexto bioclimático una de ellas. Por un lado, se sitúan las asociaciones de tipos de paisaje ligadas a las
referíamos al comienzo del Atlas. y sistema de ordenación de usos del morfoestructuras más antiguas, atribuyéndoles tonos cálidos saturados; a continua-
Esa imagen tiene un elevado grado suelo. Como puede apreciarse, los ción siguen las asociaciones de tipos de paisaje vinculadas al mundo alpino con unos
de abstracción pues tan sólo pone rasgos más esquemáticos de grandes colores fríos; por último, quedan las relacionadas con las formaciones sedimentarias
de relieve las líneas maestras que estilos paisajísticos a los que acaba- más recientes con tonalidades cálidas de baja saturación (amarillos) y aquellas en-
caracterizan los paisajes castellano- mos de aludir quedan más perfilados troncadas con ámbitos húmedos por la cercanía a cursos de agua superficiales a los
manchegos: espacios alpinos frente en este mapa de asociaciones de tipos que se les ha atribuido tonos azules.

Autor:

José Sancho Comíns

Fotografía:

Girasoles en la Campiña del Henares.


Autor: Francisco Jiménez Gigante

pág. 55 Capítulo II.


En Castilla-La Mancha cabe señalar escaso poblamiento, si bien el tránsi- Los Corredores tienen una configu- pertenecen al zócalo herciniano como mesozoicas en las que sobresalen en con mosaicos de cultivos, encinares,
la presencia de los llamados Macizos to y estancia de ganados trashuman- ración alargada, bien definida por Alto Rey, San Vicente y los Montes de la actualidad algunos cerros y resaltes quejigares y pinares de repoblación
montañosos del interior ibérico en tes ha sido intenso durante siglos. los márgenes serranos que los acom- Toledo; por otro, las sierras ibéricas y por efecto de la erosión diferencial. y un poblamiento denso, aunque con
el noroeste de la provincia de Gua- pañan. Los hay en el interior del Sis- béticas, aisladas las primeras en re- Son territorios de neta vocación gana- escasos recursos demográficos, ca-
dalajara. El macizo de Ayllón, prolon- A continuación cabe referir tres aso- tema Ibérico, también en el seno de tazos dentro del Sistema Ibérico o en dera que han sufrido un éxodo rural racteriza estas tierras que darán paso
gación oriental de la sierra de Gua- ciaciones de tipos de paisaje que las alineaciones montañosas del ma- medio del dominio terciario alcarreño muy importante a la vez que guardan a las campiñas y llanos del corazón
darrama, tiene en el Pico del Lobo tienen gran relación entre ellas: Sie- cizo hercínico y en las estribaciones y como cierre de las campiñas y lla- un patrimonio natural y cultural de in- castellano-manchego.
(2.272 m) la cumbre más alta y en el rras, valles y cerros del suroeste; septentrionales de las subbéticas. nos manchegos en el sur de Albacete. conmensurable valor.
Ocejón (2.049 m) la referencia sen- Cerros, lomas y llanos del norte de Su grado de humanización es mayor, Todas ellas guardan huellas de su tra- Por último, allí donde los ríos hinca-
timental para los alcarreños. Tierras Sierra Morena y borde subbético; y albergando terrazgos agrícolas más dicional aprovechamiento ganadero y Páramos y mesas, Campiñas y Llanos ron sus lechos como en el Alto Tajo
duras, de inviernos largos y significa- Cuencas, hoyas y depresiones. Las extensos, no siendo ajenos a las mani- han sufrido intenso despoblamiento guardan en el imaginario popular o las gargantas del Cabriel y Júcar o
tiva presencia de la nieve, ganaderas protuberancias coinciden con crestas festaciones de la gran propiedad en el en la segunda mitad del pasado siglo. un marcado carácter identitario con fueron domesticados para su apro-
por tradición y valiosas por el tesoro apalachenses, constituidas por rocas suroeste castellano-manchego. Castilla-La Mancha. De hecho, estas vechamiento agrícola en regadíos se
de su arquitectura negra. paleozoicas más resistentes, mien- Muelas y parameras cubren una bue- tres asociaciones de tipos de paisaje configuran franjas húmedas, apreta-
tras los valles, hoyas y depresiones Los Macizos montañosos de las cor- na extensión del Sistema Ibérico caste- suponen el recubrimiento espacial del das en el primer caso por atosigantes
Al pie de los resaltes montañosos de lo están por pizarras y gneises más dilleras béticas penetran por el sur llano-manchego. Las primeras ocupan 48,58% de esta Comunidad Autóno- laderas o abiertas entre los secanos
estructura antigua, se configuran Pie- deleznables a la vez que pueden estar de Albacete armados de calizas jurá- el corazón de la Serranía de Cuenca y ma. El mapa muestra, sin embargo, del llano en el segundo caso. El agua,
demontes y penillanuras armadas tapizadas de sedimentos más recien- sicas y cretácicas, con una discreta las segundas la franja más septentrio- la notable diversidad paisajística de en ambos, es elemento rector y deci-
con similar roquedo, de suave inclina- tes. Ámbito forestal, poco poblado, altitud y un perfil netamente forestal nal de la provincia de Guadalajara. Las su territorio como se ha visto en esta sivo en la generación de unos paisajes
ción hacia los fondos más deprimidos de neta vocación ganadera y con pre- que manifiesta claros signos de su po- muelas son geoformas de cumbres presentación. La Alcarria, la Mesa de muy reconocibles en las Vegas y apre-
y coincidentes con antiguas superfi- sencia de tierras labradas allí donde sición más meridional en los dominios allanadas desde las que se descuelgan Ocaña, el Campo de Montiel coinci- ciados en Gargantas y hoces.
cies de erosión. Son notables, a este los suelos lo hacen posible. Estas vegetacionales. Los terrazgos agríco- cornisas de fuerte pendiente, conti- den con formaciones de perfil plano,
respecto, los piedemontes de Alto tres asociaciones de tipos de paisaje las se articulan en fondos de depre- nuadas en la base por laderas no me- si bien accidentado por la incisión de
Rey en la provincia de Guadalajara, conforman, de hecho, un ámbito de sión y arrumban no pocas veces sobre nos empinadas, que abrazan angostos los cursos fluviales que han abierto
los de los Montes de Toledo y Gredos personalidad compartida que tan sólo las laderas de menor pendiente. Una valles. Las parameras tienen aspecto valles con desnivel y anchura varia-
y las penillanuras suroccidentales en encuentra singularidad en razón de la clara heterogeneidad define la asocia- más macizo con amplios espacios bles. Las alcarrias están armadas de
Ciudad Real. Pastizales, manchas ade- compartimentación topográfica. ción denominada Sierras y montañas alomados coincidentes con antiguas calizas miocenas en sus partes altas,
hesadas y tierras centeneras de pobre mediterráneas y continentales; por superficies de erosión que enrasaron mientras en el Campo de Montiel
recurso agrológico han soportado un un lado, están las protuberancias que calizas, areniscas, margas y dolomías son mesozoicas. Un paisaje variado

pág. 56 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


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pág. 57 Capítulo II.


En Castilla-La Mancha están repre- nacional. En nuestro caso, este segun- 1.
sentados veintiséis tipos de paisaje de do componente ha podido ser modi-

II.2 LOS TIPOS los ciento doce que distingue el Atlas


de los Paisajes de España. Como en
ficado o eliminado. Sería redundante
precisar que son “corredores y valles
DE PAISAJE este atlas se dice, un tipo de paisaje
resulta de la agregación de unidades
castellano-manchegos”, cuando en
realidad no cabe otra posibilidad,
de paisaje o simplemente paisajes dado que en este atlas sólo se trata
que mantienen una estructura reite- la Comunidad Autónoma de Castilla-
rada. Se sitúan, por tanto, en un nivel La Mancha; tampoco sería pertinente
intermedio de la taxonomía entre las hablar de “sierras cuarcíticas y va-
unidades de paisaje y las asociaciones lles extremeños”, denominación que
de tipos de paisaje. en el Atlas de los Paisajes de España
tiene sentido en cuanto que es un tipo
La agregación de los paisajes hasta de paisaje que en Extremadura tiene
conformar un tipo de paisaje se pro- gran significación y tan sólo penetra
duce al constatar rasgos semejantes en Castilla-La Mancha tímidamente
en su fisiografía sobre un ámbito terri- por su borde suroccidental.
torial común, aunque no tiene por qué
tener continuidad espacial. Las cam- Cada tipo de paisaje tiene una re-
piñas, por ejemplo, en el caso de Cas- presentación espacial en Castilla-
tilla-La Mancha, se reparten al pie de La Mancha muy dispar. El de menor
sistemas serranos, de alcarrias o me- entidad es el denominado Valles y
sas, conformando islotes, muy exten- corredores intramontañosos béti-
sos en algún caso, sin conexión alguna cos que tan sólo alcanza 222,17 km2
entre ellas. Por otra parte, los tipos y el más extenso es el que en el Atlas
de paisaje albergan formas de orga- de los Paisajes de España se califica
nización del espacio similares, que no como Llanos de la Meseta meri-
idénticas, matizadas por la condición dional y sus bordes (18.876,9 km2)
natural específica propia a su empla- y que en esta obra hemos preferido
2.
zamiento y el devenir histórico. llamar sencillamente Llanos centra-
les y sus bordes. Parece lógico que
La denominación de los tipos de el número de unidades de paisaje que
paisaje suele tener un doble compo- conforma el tipo se incremente según
nente. El primero alude al rasgo fisio- aumenta su recubrimiento espacial.
gráfico más notable que lo califica, En los Llanos se han diferenciado 50
primordialmente la morfología del mientras en los Valles y corredores
relieve. El segundo suele ser un ape- intramontañosos béticos, así como
lativo locacional que precisa la ubica- en los Regadíos de Hellín y Toba-
ción del tipo de paisaje en el contexto rra, respectivamente, tan sólo hay

Fotografías:

1. La Vega del Henares, aguas arriba de


Yunquera de Henares.
Autor: Francisco Jiménez Gigante.

2. La Sierra de Ayllón en el Sistema


Autor: Central. Robles melojos y Arquitectura
Negra: dos signos emblemáticos de su
José Sancho Comíns
paisaje. Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 58 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


una concordante con su extensión.
Grandes agrupaciones morfológicas de Asociaciones de Tipos (Atlas de los Paisajes de
Por otro lado, debemos señalar que Asociaciones de Tipos de Paisaje España)
Tipos de paisaje Área (km2) % Nº Uds.
se ha procedido a la agregación de
algunos tipos por doble razón; en Llanos (33,54%) Campiñas Campiñas 7.787,37 9,80 19
primer lugar, por su cercanía morfo-
paisajística y, en segundo lugar, por Llanos interiores Llanos centrales y sus bordes 18.864,52 23,74 50
la escasa representación espacial
de algunos de ellos. En concreto, se Valles y Hoyas (10,90%) Corredores Corredores y valles intramontañosos occidentales 3.528,16 4,44 13
trata de las Sierras cuarcíticas en
los límites con Extremadura, que Valles y corredores intramontañosos béticos 222,50 0,28 1
resultan de agregar los tipos del At-
las de los Paisajes de España “Sierras Cuencas, hoyas y depresiones Fosas del Sistema Central y sus bordes 651,60 0,82 3
cuarcíticas de la penillanura extre-
meña” y “Sierras cuarcíticas y valles Hoyas, corredores y depresiones ibéricas y
2.272,64 2,86 11
béticolevantinas
extremeños”; del mismo modo, las
Hoyas, corredores y depresiones Gargantes, desfiladeros y hoces Hoces y gargantas 778,74 0,98 5
ibéricas y bético levantinas son el
resultado de unir los “Corredores y Vegas y riberas Vegas 850,25 1,07 13
depresiones ibéricas” y las “Hoyas
y depresiones bético-levantinas”. Regadíos de Hellín y Tobarra 357,58 0,45 1
Ello supone dejar el número de ti-
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra
pos de paisaje en veinticuatro, dos Piedemontes, alcarrias y presierras (42,94%) Sierras y valles de Sierra Morena 1.970,68 2,48 6
Morena y borde subbético
menos de los cartografiados en el
documento original del Atlas de los Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 3.639,41 4,58 10

Paisajes de España.
Muelas y parameras Muelas Ibéricas 7.509,25 9,45 25

La Sierra de Ayllón, con sus tres unida-


Parameras Ibéricas 4.163,86 5,24 13
des de paisaje, queda en el noroeste
de la provincia de Guadalajara, siendo
Páramos y mesas Alcarrias y Campo de Montiel 9.360,74 11,78 27
este tipo, denominado Macizos mon-
tañosos y sierras altas del Sistema
Páramos detríticos 2.574,60 3,24 5
Central, el único representado de la
asociación Macizos montañosos del
Penillanuras y piedemontes Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 2.749,42 3,46 9
interior ibérico.
Penillanuras suroccidentales 2.153,45 2,71 5
Al pie de macizos y montañas herci-
nianas se desarrollan penillanuras y Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y
Sierras (12,62%) Macizoa montañosos de las cordilleras béticas 1.191,95 1,50 8
Prebéticas
peanas, enmarcadas por sierras y blo-
ques resistentes, como ocurre en el Macizos montañosos del interior ibérico Macizos montañosos y sierras altas del Sistema Central 659,54 0,83 3

Sierras y montañas mediterráneas y


Sierras del Sistema Central 627,76 0,79 3
continentales

Sierras de los Montes de Toledo 2.963,97 3,73 7

Sierras Ibéricas 1.088,64 1,37 8

Sierras Béticas 2.757,37 3,47 8

Sierras cuarcíticas en los límites con Extremadura 739,01 0,93 7

TOTAL Castilla-La Mancha 79.463,00 100,00 260

pág. 59 Capítulo II.


suroeste castellano-manchego, o bien de los Sistemas Ibérico y Bético como algunas de ellas extremadamente
1.
abiertas hacia los llanos, campiñas con el macizo hercínico. Unas veces duras en invierno que atesoran, sin
y vegas, hecho que se produce en el coinciden con bloques hundidos, otras embargo, importantes acuíferos y son
norte de la provincia de Guadalajara, con vaciados erosivos; los hay al pie del cabeceras y nudos dispersores de im-
en los Montes de Toledo y al pie de la Sistema Central, como el valle del Al- portantes cursos fluviales.
Serranía de Gredos. berche, en el interior de las sierras cuar-
cíticas de Ciudad Real, en el corazón de Los llanos de sedimentación re-
Tienen un gran parecido cuatro ti- las parameras del Señorío de Molina, en ciente, miocenos y pliocuaternarios,
pos de paisaje, situados en el área las aberturas ibéricas hacia Levante o tienen una ostensible presencia en
suroccidental de Castilla-La Mancha. al pie de las cordilleras béticas del sur Castilla-La Mancha. Los hay con ar-
Se trata de Sierras cuarcíticas en albacetense. madura calcárea terciaria subhori-
los límites con Extremadura, las zontal como las Alcarrias, los hay
Sierras y valles que procediendo Dentro del mundo hercínico cabe que albergan calizas mesozoicas
de Extremadura se adentran por el señalar las denominadas Sierras como el Campo de Montiel; en
suroeste de Castilla-La Mancha, las del Sistema Central y de los Mon- Guadalajara y Toledo son detríticos y
Sierras y valles de Sierra Morena tes de Toledo armadas de cuarci- en el centro de la cubeta manchega
y los Cerros y llanos del norte de tas resistentes que destacan entre netamente arcillosos. Paisajes muy
Sierra Morena. Los primeros en una piedemontes y rañizos como el Alto humanizados donde los cereales,
posición más septentrional, muy cer- Rey y San Vicente en la cordillera viñedos y olivares han colonizado
ca de los Montes de Toledo, guardan Central y El Pocito y El Chorito en una buena parte de sus tierras; una
gran parecido con éstos, mientras los los Montes de Toledo. Un tapiz fo- densa cabaña de ovinos los recorrió
2. segundos acusan en mayor medida restal de encinares, quejigares y ja- en sus movimientos trashumantes y
los veranos, aunque puedan recibir rales las recubre con neta vocación la comunidad humana, en suma, se
una mayor cantidad de precipitacio- ganadera y cinegética. asentó en núcleos populosos, unas
nes anuales. Tierras ganaderas, de veces, y dibujó un entramado más
dehesas y latifundios, que secular- A los macizos montañosos y altas sie- denso de pequeños centros de pobla-
mente recibieron los rebaños tras- rras prebéticas le siguen otros cuatro miento en otras.
humantes, con una fuerte impronta tipos de paisaje ligados a la montaña
histórica en sus cortijadas y cercados alpina propiamente dicha. De génesis Por último, el mapa recoge la signi-
de piedra. más reciente y un neto perfil mon- ficativa presencia de otros tres tipos
taraz, están coronados por calizas y de paisaje que se circunscriben a las
Frente a los paisajes montaraces se dolomías dejando en su base los sedi- Vegas del Tajo y Guadiana, por un
distinguen cuatro tipos de paisajes mentos más deleznables del Triásico lado, y a los Regadíos de Hellín y
que tienen en común una posición al- y un zócalo cuarteado muy cercano. Tobarra, por otro, como ejemplos
titudinal menor y resaltes topográficos En unos tipos de paisaje la pesadez de espacios verdes artificializados en
consistentes que los aíslan, circundan o de las formas se erige como hecho el interior de un secano fundamen-
enmarcan parcial o totalmente. Son las característico (las Parameras y Mue- talmente ocre en verano. Las Hoces
hoyas, cuencas, depresiones, fosas y las Ibéricas); en otros, son las formas del Tajo, Cabriel y Júcar merecen re-
corredores. Su distribución espacial se más agrestes como en las Sierras Bé- señarse por su singularidad y valor
corresponde tanto con el ámbito alpino ticas e Ibéricas. Tierras despobladas, ambiental sobresaliente.

Fotografías:

1. Conglomerados en el valle del Cabriel.

2. San Martín de Boniches

Autor: José María Martínez Navarro.

pág. 60 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Tipos de paisaje

Macizos montañosos y sierras


altas del Sistema Cental

Penillanuras suroccidentales GUADALAJARA


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Subbéticas y Prebéticas
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Sierras Béticas uill o
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Muelas Ibéricas
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CIUDAD REAL
ALBACETE
Parameras Ibéricas Alcud
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Campiñas Guad
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Llanos centrales y sus bordes ua
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Segura
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Alcarrias y Campo de Montiel u ra
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Páramos detríticos l ima
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Vegas ivi
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Gu
Regadíos de Hellín y Tobarra

0 50 100 Km
Hoces y gargantas

pág. 61 Capítulo II.


En el ángulo noroccidental de la pro- del alto Jarama y Jaramilla. El pico dición natural, la denominada arqui-
vincia de Guadalajara tiene su repre- Ocejón (2.049 m), al este del valle tectura negra, que hoy se recibe como
sentación este tipo de paisaje, que es de Majaelrayo-Campillo de Ranas, formidable legado. Antiguos huertos
II.2.1 continuación del que caracteriza a las partirá aguas entre los ríos Jarama y cercados con lajas de pizarra, panifica-

MACIZOS sierras de Guadarrama y Somosierra.


El río Sorbe sirve de límite oriental y
Sorbe, levantando altivo su morral de
pizarras negras.
dos de centeno, herrenes de prados y
pastizales han quedado sepultados por
MONTAÑOSOS Y el Jarama, después de drenar aguas el avance de la jara, prueba fehaciente

SIERRAS ALTAS DEL hasta el embalse de El Vado, envuelve


estas tierras altas por el sur. Pizarras
Estas desoladas tierras albergan un
patrimonio natural y cultural de gran
de su abandono. Los pinares de repo-
blación, de verde oscuro, añaden cro-
SISTEMA CENTRAL y cuarcitas, algún ojal granítico, una valor. Los encinares de su borde me- matismo a un paisaje que da muestras
veta calcárea mesozoica en su parte ridional dejarán paso a los rebollares de cansancio y no quiere ser olvidado.
meridional y tímidos recubrimientos en posiciones más altas y septentrio-
sedimentarios más recientes de ar- nales hasta los dominios del hayedo La función recreativo-turística se ha
cillas rojas terciarias coronadas por en Tejera Negra en el alto Sorbe. En consolidado como opción de desarro-
un rañizo conforman un soporte va- esta última queda el Parque Natural llo para estas tierras. Rehabilitación
riado donde los tonos oscuros de las homónimo en un ámbito muy fresco de antiguas casas, promoción de alo-
pizarras y cuarcitas son dominantes. y húmedo (sobre los 1.000 mm de jamientos rurales, revitalización del
La sierra de Ayllón, nombre genérico precipitación media anual), mientras patrimonio cultural intangible, notable-
que califica esta zona, culmina en el en la cabecera del Jarama la Reserva mente las fiestas y tradiciones popula-
Pico Lobo a 2.272 m. Desde esta cima Natural del Pico Lobo-Cebollera man- res, aprecio de la gastronomía son, en-
y otras que conforman la cuerda de tiene las únicas manifestaciones del tre otras, manifestaciones de ese nuevo
separación con Castilla y León (Peña glaciarismo cuaternario y de algunas horizonte que parece abrirse en este
Cebollera o Pico de las Tres Provin- formaciones vegetales criorosubme- querido rincón de Castilla-La Mancha. 0 50 100 Kms
cias, 2.129 m; Calamorro de San Be- diterráneas de Castilla-La Mancha.
nito, 1.862 m; La Buitrera, 1.991 m;
Mesa Peñota, 2.035 m) los ramales se Tierras difíciles, domesticadas por el
dejan caer en dirección sur-sureste, hombre que construyó un hábitat de
abrazando profundos valles como los fuerte mimetismo con la propia con-

Autor: Fotografía:

José Sancho Comíns Río Lillas


Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 62 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Este paisaje se extiende por el oeste de retención de humedad, explica el ves de la Sierra de Altamira y los Mon-
de la región, ocupando áreas en la predominio de grandes extensiones tes de Toledo. De escasa altitud media,
provincia de Toledo y en Ciudad Real. de pastos de rápido agostamiento, sus monótonas y arrasadas superficies
II.2.2 Se caracteriza de forma general por condicionados por largos e intensos de pizarral son drenadas hacia el Tajo

PENILLANURAS desarrollarse sobre los viejos roque-


dos arrasados del zócalo ibérico de
periodos de sequía y suaves inviernos,
donde la dehesa ha representado his-
por el río Uso, en un espacio salpicado
de dehesas de encina y densamente
SUROCCIDENTALES relieves prácticamente llanos, ligera- tóricamente el modelo de gestión más cubierto de matorrales de jara ladaní-
mente ondulados (de ahí su nombre adecuado. Unas veces más cerrada, fera que sirven para dar nombre a la
de peni- [casi] - llanura) y por estar otras sin apenas elementos arbóreos, comarca. Más al sur, en el suroeste de
ocupados por una cubierta vegetal el paisaje adehesado o ahuecado la provincia de Ciudad Real, se extien-
dominada por dehesas de encinas y de estos espacios se ha consolida- de el Valle de Alcudia: una gran depre-
grandes pastaderos en unidades de do como una compleja organización sión anticlinal, de más de 100 Km de
explotación latifundistas, que otorgan agropecuaria, que hunde sus raíces longitud por casi 20 de anchura, per-
al paisaje una clara identidad ganade- en los grandes latifundios surgidos fectamente enmarcada por las crestas
ra extensiva de escasos pueblos pero en la baja Edad Media destinados a cuarcíticas de las sierras de la Solana
abundantes restos pecuarios. la explotación fundamentalmente y la Umbría de Alcudia. Drenado por
ganadera de carácter extensivo. La distintos afluentes del Guadiana y del
Las penillanuras que prevalecen en presencia de grandes quintos disemi- Guadalquivir, sus amplios espacios
Castilla-La Mancha están labradas nados por el territorio y las estampas adehesados se dividen en varios secto-
sobre esquistos y pizarras del Pre- de grandes rebaños de ovejas, de raza res bien diferenciados sobre los que se
cámbrico, las rocas más antiguas mayoritariamente merina, pastando extienden una densa red pecuaria que
que nos podemos encontrar en nues- entre encinas sobre los verdes prados consolidó uno de los grandes inverna-
tras fronteras regionales, y tienden invernales y acompañadas de una cre- les ganaderos del sur de España. 0 50 100 Kms
a presentar relieves más llanos que ciente cabaña ganadera vacuna, for-
el resto de las existentes en nuestro man parte de un paisaje de un gran
país. No obstante, en ocasiones están valor natural y cultural que se com-
accidentadas por elementos duros y plementa con la existencia de impor-
consistentes de cuarcita que forman tantes poblaciones de aves (grandes
pequeños cerros o serrezuelas que rapaces y aves esteparias) de gran
suelen destacar modestamente sobre interés biológico.
las planicies. Además, en aquellas zo-
nas donde se ha producido una fuerte Estos paisajes, que apenas han sufri-
incisión fluvial, (como ocurre con el do cambios significativos a lo largo
río Montoro en el Valle de Alcudia o del tiempo, están representados en
con el río Uso en La Jara), el paisaje se Castilla-La Mancha por dos grandes
vuelve mucho más ondulado y agreste penillanuras: La Jara y el Valle de Al-
y la convivencia de distintas morfolo- cudia, además de un pequeño enclave
gías logra introducir una notable y lla- de la gran penillanura extremeña de
mativa variedad paisajística. Siruela. La primera se extiende por un
pasillo de unos 20 Km de anchura en el
La existencia de suelos pobres y de extremo suroccidental de la provincia
escasa calidad, con poca capacidad de Toledo, enmarcada entre los relie-

Fotografía:

Autor: Penillanura adehesada del valle de Alcudia


en Alamillo
Manuel Antonio Serrano Autor: Manuel Antonio Serrano de la
de la Cruz Santos-Olmo Cruz Santos-Olmo

pág. 63 Capítulo II.


Al pie de la vertiente meridional del ve cómo los ríos Bornova y Cañamares tre la sierra de San Vicente y la ribera
Sistema Central se desarrollan amplias hincan sus lechos profundamente en del río Alberche. Tierras de influencias
peanas inclinadas suavemente hacia el las mismas. Unos escuálidos terrazgos climáticas diversas que explican la he-
II.2.3 sur hasta enlazar con la depresión pro- cerealistas se vieron acompañados de terogeneidad de usos agrícolas y gana-

PIEDEMONTES DEL piamente dicha. Están armadas de los


mismos materiales de la propia sierra,
usos ganaderos que, en la actualidad,
tanto unos como otros han entrado en
deros y una cierta riqueza biogeográ-
fica a cobijo de la solana del Sistema
SISTEMA CENTRAL Y paleozoicos o intrusivos, y ocasional- franca decadencia. El éxodo rural dejó Central: cereales, olivos, viñedos junto

MONTES DE TOLEDO mente recubiertas de depósitos más


recientes postorogénicos. No son extra-
estas tierras demográficamente va-
cías al tiempo que los jarales invadían
a encinares, rebollares y alcornocales
y no pocos pinares de repoblación.
ños los navajos con lagunajos tempora- antiguos pastizales y panificados, las
les y la red hidrográfica suele circular repoblaciones forestales sujetaban Entre el fondo del valle del río Tajo, en
inscrita en valles con cierto desnivel en suelos con el ánimo de evitar el ate- dirección sur, y las primeras alineacio-
relación a las lomas culminantes. De rramiento de los embalses y un tími- nes de los Montes se distingue otro
este a oeste pueden diferenciarse tres do uso turístico parece asomar con ámbito, mucho más masivo que en el
grandes retazos, todos ellos bastante la intención de aprovechar su valioso caso de los piedemontes del Sistema
extensos y alcanzan un recubrimiento patrimonio natural y cultural. Central, que configura la plataforma
de 2.748 km2, albergando en su interior toledana, armada también de rocas
cinco unidades de paisaje. Hacia el oeste, al pie de la sierra de Gre- cristalinas y metamórficas. Coinciden-
dos, se configura un segundo retazo de te, en buena parte, con la comarca
Al pie de la Sierra de Alto Rey, las tie- glacis rocoso dentro del que sobresale de La Sisla, ofrece un paisaje agrario
rras de Hiendelaencina, altas y pesa- la sierra de San Vicente. Se trata de un típicamente mediterráneo con secanos
das en sus formas, coinciden con la su- bloque hundido en relación a Gredos, dominantemente olivareros y cerealis-
perficie de erosión pliocena que deja en el que se instaló el río Tiétar y que tas que no esconden la dureza del me- 0 50 100 Kms
a la intemperie rocas precámbricas y tiene su continuidad, más al este, en- dio a la vez que se hacen acogedores.

Fotografía:

Piedemonte de la Sierra de Alto Rey


Autor: José Sancho Comíns y
Daniel Reinoso Moreno

Autor:

José Sancho Comíns

pág. 64 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Enmarcando el oeste de la provincia De agricultura difícil, el olivo logra ga- de estos tranquilos paisajes escasa-
de Ciudad Real se extiende un amplio nar su terreno a laderas pedregosas mente poblados.
conjunto de sierras cuarcíticas de es- de cantiles y pedrizas. Abundan, no
II.2.4 casa y modesta altitud que compar- obstante, las manchas de monte medi- Probablemente menos conocidas que

SIERRAS CUARCÍTICAS ten características propias de toda


la zona del zócalo y que desarrollan
terráneo mayoritariamente integrado
por matorrales, aunque no son extra-
sus hermanas del norte, en los Montes
de Toledo, o del sur, en Sierra More-
EN LOS LÍMITES CON sus estructuras hacia las vecinas tie- ñas en estos parajes las repoblaciones na, las sierras que conforman las uni-

EXTREMADURA rras extremeñas donde conocen su


máximo desarrollo. Sus alargados y
de coníferas que conviven con encina-
res bien desarrollados, mezclados de
dades de este tipo de paisaje exhiben
hermosas estampas de paisaje medi-
estrechos relieves montanos están alcornoque o quejigo en umbrías y en terráneo bien representado en encla-
vinculados a la existencia de bloques las zonas más húmedas bien expuestas ves como las Sierras de la Rinconada
levantados que a veces emergen de a los vientos procedentes del Atlántico y la Umbría, la Sierra de Valdemanco
las penillanuras occidentales y otras que logran llegar hasta aquí. del Esteras o la Sierra extremeña de
veces se corresponden con flancos Siruela que se adentra en Ciudad Real
de las estructuras plegadas hercíni- A pesar de su modestia y su condi- para pasar a conocerse con el nombre
cas que han logrado prevalecer ante ción de espacios transformados por de Sierras del Asuarón, de la Osa y del
la acción de los agentes erosivos a lo la mano del hombre, en su interior Prior; así como las que existen en las
largo de millones de años. Sus ma- encuentran su lugar interesantes inmediaciones de Guadalmez, las Sie-
teriales cuarcíticos predominantes manchas de vegetación relíctica que rras de Peña Barriga – Sierra de las
son duros y resistentes y sus formas configuran complejos ecosistemas de Hoyuelas, como extensión de las ma-
alargadas alcanzan altitudes muy especial interés muy bien representa- yores extensiones de las Sierras del
modestas ligeramente por encima de dos por espacios únicos como el abe- Torozo y de la Moraleja o la Sierra de
los 800 metros en las sierras situadas dular de Riofrío y los bonales o tram- los Golondrinos y la Chimenea entre 0 50 100 Kms
más al norte y en torno a los 600 me- pales, pequeños enclaves dispersos otras.
tros en el sur, ya en contacto con las en faldas, piedemontes y barrancos
vecinas tierras cordobesas. de las sierras y sus rañas asociadas
en cuyo alrededor se han catalogado
Su orientación es semejante a la del además Área Crítica de cigüeña negra
resto de estas estructuras paleozoicas, y Zonas de Importancia de águila im-
siguiendo las típicas direcciones es- perial y de buitre negro.
tructurales NO-SE, más o menos para-
lelas, dejando entre sí áreas relativa- Estos paisajes serranos se han con-
mente deprimidas que son utilizadas solidado a la vez como unos paisajes
por la red fluvial del Guadiana para ganaderos también asociados a la
establecer pequeños valles recorridos apicultura generada por la profusión
por ríos como el Esteras o el Guadal- de montuosas tierras ricas en las flo-
mez que discurren tranquilos antes de raciones melíferas de las aromáticas
ver represadas sus escasas aguas en mediterráneas. Colmenas, ganadería
los vecinos embalses extremeños. fundamentalmente ovina y extensos
y escarpados olivares de ladera,
constituyen las señas de identidad

Fotografía:

Autor: Sierra de Enmedio y Puerto Quemado


desde el mirador de Castilnegro (Puebla de
Manuel Antonio Serrano Don Rodrigo, Ciudad Real)
de la Cruz Santos-Olmo Autor: Mª Nieves Márquez Segovia

pág. 65 Capítulo II.


Los relieves de Sierra Morena, que zarras y esquistos, quedan separadas Junto a ellos, extensas dehesas y
separan nuestra región de la vecina por surcos trasversales de espectacu- grandes extensiones de matorrales
Andalucía, sirven para diferenciar un lar estampa labrados por la red fluvial y pastizales han permitido la convi-
II.2.5 nuevo tipo de paisaje integrado por del Guadalquivir. Estos pasillos, ade- vencia del ancestral aprovechamiento

SIERRAS Y VALLES DE un nutrido grupo de sierras y valles


apalachenses donde destacan unida-
más de haber sido tradicionalmente
utilizados para comunicar la meseta
pecuario con la creciente actividad ci-
negética, que ha dejado aquí también
SIERRA MORENA des como Sierra Madrona o las sierras con Andalucía, han servido para deli- sus huellas en el paisaje en forma de
de la Solana y de la Umbría de Alcudia mitar estas sierras en varios sectores: largos tiraderos que jalonan las sie-
por atesorar de forma especial una al oeste, el macizo de Sierra Madrona rras acompañados por grandes valla-
buena muestra de la identidad de es- y el de la Sierra de San Andrés sepa- dos metálicos que protegen los cotos
tos paisajes serranos. rados por el valle que recorre el río de caza mayor.
Jándula; algo más al este, el desfila-
Estos paisajes, que recorren casi 200 dero de Despeñaperros separa hasta Todo en una zona donde su carácter
km por los confines meridionales de el Guadalén, en Albacete, otros dos montaraz y aislado ha impedido una
la provincia de Ciudad Real hasta conjuntos de altitudes más modestas intensa explotación y poblamiento del
adentrarse tímidamente por el su- que van desde las Sierras del Sotillo y territorio aun cuando viejas evidencias,
roeste de la de Albacete en la Sierra el Cambrón hasta el Relumbrar. como la existencia de interesantes pin-
del Relumbrar, ocupan un área de turas rupestres en los abrigos de sus
unos 2.000 km2 en la que se alternan Bajo unas condiciones climáticas de sierras o restos de explotaciones mi-
alargadas y apretadas sierras cuarcí- veranos secos y prolongados, pero neras antiguas que dejan ver también
ticas y valles longitudinales relativa- con precipitaciones medias relativa- aquí la antigua pujanza de la minería
mente estrechos de dirección domi- mente elevadas, estos espacios ateso- del plomo, rememoran la importancia
nante NO-SE que logran configurar ran uno de los mejores ejemplos del de estos espacios en el pasado. 0 50 100 Kms
una franja montañosa de tan solo 15 bosque mediterráneo en la meseta
ó 16 km de anchura máxima. A pesar sur. Aun con la presencia de gran-
de la modesta altitud de sus relieves des repoblaciones de coníferas, en
más elevados, que pocas veces supe- sus laderas y valles, predominan los
ran los 1.200 m., en sus sectores más montes de encinas que alternan con
occidentales se dan cita las cumbres alcornocales sobre suelos más frescos
más altas de todo el conjunto monta- y ácidos, con quejigares en parajes
ñoso, incluyendo a la parte andaluza, más húmedos y umbrosos, y algunas
con los 1.328 m de la Sierra de Dormi- manchas de rebollares en algunas
deros, o los 1.323 del pico Bañuela y umbrías bien abrigadas a las que se
los 1.301 del pico Abulagoso. le unen bosques de ribera integrados
por alisedas con chopos, álamos, fres-
Sus complejas alineaciones serranas, nos, y sauces bien representados en
coronadas por impresionantes crestas los valles recorridos por los ríos Ro-
cuarcíticas y salpicadas de imponen- bledillo, Valmayor o Cereceda. Por su
tes pedrizas y modestas rañas que escasez en estas sierras constituyen
destacan sobre los valles abiertos componentes verdaderamente singu-
sobre materiales más blandos de pi- lares en el paisaje.

Fotografía:

Laderas de la Sierra del Cambrón cubiertas


Autor: de matorral mediterráneo. (Castellar de
Santiago, Ciudad Real)
Manuel Antonio Serrano Autor: Manuel Antonio Serrano de la
de la Cruz Santos-Olmo Cruz Santos-Olmo

pág. 66 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Un conjunto de pequeñas y modestas cable diversidad paisajística vincula- imagen de extensos labrantíos sobre
alineaciones serranas separadas por da a la actividad eruptiva reciente del suelos de características tonalidades
depresiones más o menos amplias, se Campo de Calatrava. En todos ellos, rojizas se hace más común hacia el
II.2.6 extienden al norte de Sierra Morena, sobre depósitos detríticos de raña de este y se establece una convivencia

CERROS Y LLANOS DEL por las partes más centro-occiden-


tales de la provincia de Ciudad Real,
los sectores más occidentales, sobre
los materiales carbonatados recientes
con terrazgos altamente parcelados
de olivares sobre las verticales de los
NORTE DE sobre algo más de 3.600 km2. Por su de los sectores más orientales y aún cerros más occidentales y con grandes

SIERRA MORENA localización y carácter de sus com-


ponentes, este tipo de paisaje bien
sobre morfologías eruptivas de los
sectores centrales, se localizan lagu-
extensiones de viñedos especialmen-
te importantes en las inmediaciones
puede definirse como un paisaje de nas y humedales temporales de dife- de los pueblos más orientales.
transición donde se conjugan bien los rentes dimensiones y desigual estado
elementos morfológicos y vegetales de conservación. En muchos lugares, Durante mucho tiempo una buena par-
de las sierras cuarcíticas de los Mon- que hoy forman parte de una densa te de este espacio ejerció de frontera
tes de Toledo y de Sierra Morena, con red de espacios protegidos debido a bajomedieval con la activa presencia
las características propias de la llanu- su gran riqueza y fragilidad, el agua de la orden de Calatrava, algo que ha
ra manchega que se abre progresiva- se apropia del paisaje en los años más servido para explicar la peculiar orga-
mente hacia el norte-noreste. lluviosos para desencadenar a su alre- nización de una trama rural y un pobla-
dedor una interesante concentración miento, no muy significativo pero sufi-
Desde el oeste de Piedrabuena, en el de biodiversidad. cientemente relevante, en un territorio
noroeste, hasta Almadén, en el su- que fue custodiado por numerosas
roeste, y desde Abenójar, en el oes- Las sierras y cerros, cuyas cimas es- edificaciones defensivas emplazadas
te, hasta Santa Cruz de Mudela y las tán coronadas en algunos casos por en cerros y lomas, que le aportan una
proximidades de la pequeña localidad modernos aerogeneradores que han fuerte impronta cultural al paisaje. 0 50 100 Kms
de Alhambra, en el este, en un sector cambiado drásticamente su estampa,
del viejo zócalo de unos 50 Km de an- se cubren del verde de los encinares
cho por 100 de largo, se suceden un y matorrales, más xéricos cuanto más
conjunto de serrezuelas, que apenas al este, no exentos de acompañantes
superan los 1.000 m de altitud, entre- alóctonos introducidos en sucesivas
mezcladas y separadas por extensas repoblaciones. La existencia de gran-
depresiones de fondo plano. des latifundios favorece aquí, ade-
más, la presencia de grandes superfi-
Esta extensa área donde domina una cies adehesadas y de monte bajo hoy
clara variedad de relieves de formas sometido a un creciente aprovecha-
planas terciarias salpicadas de peque- miento cinegético. Mientras, en las
ñas elevaciones paleozoicas, más im- zonas más llanas y deprimidas, donde
portantes cuanto más al oeste, se ve la vegetación natural hace mucho que
enriquecida, además, por la aparición fue desplazada por el desarrollo de
de formas volcánicas. Numerosos aprovechamientos ganaderos y agra-
edificios volcánicos, de gran singulari- rios, se configura un mosaico de usos
dad y valor natural, introducen en las del suelo y de formas de explotación
unidades centro-orientales (con sus que se adaptan a la diversidad edá-
cráteres, conos o coladas) una desta- fica y de litologías superficiales. La

Fotografía:

Autor: Cerros y llanos al sur de la Sierra de Cabeza


de Buey (Torre de Juan Abad, Ciudad Real)
Manuel Antonio Serrano Autor: Manuel Antonio Serrano de la
de la Cruz Santos-Olmo Cruz Santos-Olmo

pág. 67 Capítulo II.


Bajo esta denominación se distinguen En relación a la sierra de Ayllón pier- m). De mediana altura, benignos in-
en Castilla-La Mancha tres retazos de de altitud y gana en mediterraneidad. viernos y veranos relativamente fres-
tierras, dos en la provincia de Guada- Las precipitaciones son más escasas, cos, alberga una diversidad botánica
II.2.7 lajara (sierra de Alto Rey y sierra de el frescor del verano menos notado notable: jaras, brezos y enebros en el

SIERRAS DEL Pela) y otro en la de Toledo (sierra de


San Vicente). Entre los tres cubren
y el tapiz vegetal más simple. Es no-
toria la presencia de las coníferas en
monte arbustivo; coníferas como los
pinos silvestre y negral; rebollos, cas-
SISTEMA CENTRAL una extensión algo superior a los 600 las laderas repobladas, son menos taños, moreras y alcornoques. A esta
km2 y son coincidentes con tres unida- extensos los sabinares y rebollares riqueza vegetacional se une un patri-
des de paisaje. y tienen una significativa presencia monio cultural relevante. Los pueblos,
los matorrales de jara. Los embalses apostados en sus laderas, muestran
La sierra de Alto Rey (1.858 m) es de Beleña, Alcorlo y Pálmaces aña- sus casas de piedra y plazas con rollos
prolongación oriental del macizo de den una nota de calidad paisajística o picotas; sus gentes ofrecen una gas-
Ayllón y tiene su continuidad mor- y, sobre todo, son muestra de la ge- tronomía tradicional exquisita y guar-
foestructural y paisajística en las nerosidad de esta tierra que primero dan costumbres ancestrales como la
sierras de La Bodera (1.409 m) por entregó a sus hijos y hoy lo hace con montanera de moras que alimenta los
el este y Gorda (1.560 m) por el sur. sus aguas. Aprovechamientos gana- cerdos en Castillo de Bayuela.
El río Sorbe la separa del Ocejón deros tradicionales han dejado sus
(2.049 m), encajando su lecho en huellas: cercas de piedra, parideras La sierra de Pela (1.538 m) parte aguas
rocas vetustas de origen paleozoico y cobertizos, veredas y cordeles y la entre las cuencas de los ríos Duero y
en su mayor parte. El río Bornova, cañada real Galiana o Riojana. Los Tajo y sirve de límite a la Comunidad
después de recorrer su borde sep- terrazgos agrícolas, escasos y po- Autónoma de Castilla-La Mancha con
tentrional, donde los afloramientos bres, también perdieron vigencia. la de Castilla y León. Su armazón cal-
triásicos han hecho fácil la apertura Una población escasa y envejecida cáreo de origen terciario soporta eri- 0 50 100 Kms
de un corredor, da un brusco giro en ve cómo la recreación y el turismo zales y cambronales entre los que me-
dirección sur recorriéndola trans- medra en un paisaje sereno, lumino- dian enebros y alguna encina, quejigo
versalmente y abriendo un profundo so y un tanto desolado. o tejo. A su pie, ya en el corredor de
valle. Más al este, el río Cañamares Campisábalos, queda la laguna de So-
realizará un recorrido en paralelo En el noroeste de Toledo, entre los va- molinos. Este conjunto fue declarado
dejando la sierra de La Bodera en su lles del bajo Alberche y alto Tiétar, se Monumento Natural por sus valores
margen izquierda. levanta la sierra de San Vicente (1.321 faunísticos y vegetacionales.
Fotografía:

Sierra de Alto Rey


Autor: Daniel Reinoso Moreno

Autor:

José Sancho Comíns


Daniel Reinoso Moreno

pág. 68 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


En el sector centro-occidental de la re- ticlinales y sinclinales vinculados en más propias de ambientes subhúme-
gión, abarcando parte del suroeste de ocasiones a complejas redes de frac- dos como el madroño y distintos tipos
la provincia de Toledo y el noroeste de turación. Sus sierras, como ocurre en de brezo, dando lugar a interesantes
II.2.8 la de Ciudad Real, se extiende, por casi San Pablo de los Montes, en la Sierra bosques mixtos de singular diversidad

SIERRAS DE LOS 3.000 km2, uno de los tipos de paisaje


más emblemáticos de la meseta sur,
del Castañar o en la Sierra de los Yébe-
nes, unas veces se disponen en largas
florística que se complementan con
otros especialmente valiosos vincula-
MONTES DE TOLEDO donde se ubica el Parque Nacional de y estrechas alineaciones bien enmar- dos a umbrías o riberas altas donde los
Cabañeros. Integrado por un conjunto cadas por amplias depresiones; otras robles llegan a convivir con serbales y
de macizos y alineaciones serranas veces, configuran intrincados macizos arces o con sauces y fresnos.
paleozoicas, de relieve en ocasiones y compactas composiciones de varias
muy accidentado, este espacio repre- decenas de kilómetros, como sucede La presencia de suelos pedregosos y
senta uno de los mejores ejemplos en los macizos de Rocigalgo, de las pobres y de extensos latifundios here-
de la montaña media mediterránea Guadalerzas o de la Calderina, igual- deros de la desamortización del siglo
en donde todavía hoy persisten parte mente rodeados o separados por de- XIX, han contribuido al mantenimien-
de los mejores bosques y ecosistemas presiones que paisajísticamente com- to de unos usos y aprovechamientos
mediterráneos de la península. Estos ponen otra tipología. En todas ellas forestales, pecuarios y cinegéticos,
paisajes serranos de roquedos cuar- predominan los materiales cuarcíticos que explican su escasa población,
citícos y pizarrosos muy consolidados del Ordovícico que afloran claramente emplazada en las zonas bajas y más
y antiguos, presentan una dirección en los flancos de los pliegues en forma accesibles, y lo montaraz del paisaje,
dominante de E-O y se extienden a lo de vistosas crestas rocosas a veces re- hoy modificado por la existencia de
largo de 50 Km de anchura y de casi cubiertas de coloridos líquenes o de numerosas cercas y tiraderos usados
150 km de longitud desde el macizo de pedrizas que tapizan las laderas. en la caza mayor.
Rocigalgo al oeste, hasta las sierras 0 50 100 Kms
de la Calderina y del Reventón al este, A pesar de los usos tradicionales del
configurando los relieves montaño- monte a los que estos territorios han
sos de los conocidos como Montes de sido sometidos desde la antigüedad,
Toledo, un extenso territorio que fue representados esencialmente por el
administrado durante mucho tiempo carboneo y por la búsqueda de pastos
como “montes propios” por la antigua en las zonas exentas de aprovecha-
capital imperial. mientos agrarios, estos llamativos re-
lieves serranos están cubiertos en gran
Sus modestas altitudes medias, entre parte de su extensión por formaciones
los 900 metros de los sectores más vegetales de monte alto y bajo de no-
meridionales y los 1.300 de los más table amplitud y riqueza florística mu-
noroccidentales (donde se encuen- chos de ellos en muy buen estado de
tran las cotas máximas - Rocigalgo, conservación. Con una destacable im-
1.447 m –) no impiden sin embargo pronta forestal, predomina el encinar
caracterizar a este amplio espacio por con su matorral de aromáticas y espe-
su destacable componente orográfico cies mayores como coscojas, lentiscos
que hace que sea incluso uno de sus o acebuches. En condiciones más fres-
principales rasgos paisajísticos. Su cas y húmedas, enseguida hacen acto
principal protagonista es un relieve de presencia quejigos y robles rebollos
de tipo apalachense de pliegues an- acompañados esta vez por especies

Fotografía:

Panorámica de la Sierra de las Cuevas en


Autor: los Montes de Toledo (Villarrubia de los
Ojos, Ciudad Real)
Manuel Antonio Serrano Autor: Manuel Antonio Serrano de la
de la Cruz Santos-Olmo Cruz Santos-Olmo

pág. 69 Capítulo II.


Este tipo de paisaje, localizado en el acoge mayoritariamente a cultivos de fuerte componente agraria y ganade-
borde septentrional de la provincia de cereales de secano junto a viñedos y ra, con zonas culminantes planas de
Toledo, al pie de las laderas meridio- olivares en las tierras más fértiles. Por poca entidad recubiertas de hermo-
II.2.9 nales de la Sierra de Gredos, engloba su parte, los típicos encinares medi- sos encinares adehesados que dan

FOSAS DEL en Castilla-La Mancha a un pequeño


territorio representado por relieves
terráneos que componían la cubierta
vegetal original de estos parajes, han
paso a numerosas poblaciones que
jalonan todo el valle, entre las que
SISTEMA CENTRAL marginales de la Cordillera Central. Su sido ahuecados por la mano del hom- sobresale Escalona con un destaca-

Y SUS BORDES relieve se identifica con depresiones,


originadas tectónicamente por varias
bre dando lugar en muchas ocasio-
nes a amplias extensiones de encinar
ble uso turístico, en parte debido a
su alto valor paisajístico.
dovelas hundidas en forma de fosas, adehesado reservado a uso ganadero,
dispuestas de forma paralela a las donde destaca el destinado a los toros Por su parte, en el sector más no-
cuerdas montañosas que componen de lidia. Entre todos estos elementos, roccidental de Toledo, aparece una
los bloques levantados que quedan al las choperas existentes en los márge- pequeña porción de la extensa fosa
norte. El conjunto aquí diferenciado, nes fluviales y los pueblos, a menudo cacereña de Campo Arañuelo que se-
forma parte de una unidad natural concentrados en las proximidades de para las sierras del Sistema Central y
mucho mayor que trasciende los lí- los ríos o ligeramente levantados de las Villuercas, cubierta en superficie
mites regionales y donde, de las tres sus cauces, terminan por proporcionar por los mismos materiales del Mio-
unidades que lo integran, una es fun- un toque de gran colorido, plasticidad y ceno sobre los que se asientan los
damentalmente extremeña. contraste estacional en estos paisajes. mismos aprovechamientos, pero con
una altitud que llega a descender por
En este espacio se ha instalado la El más importante de ellos es el valle debajo de los 300 m en las zonas dre-
red fluvial, configurando unos valles o fosa del Alberche, aquí delimitado nadas, esta vez, por distintos afluen-
de origen tectónico de gran entidad entre Aldea del Fresno y Talavera de tes del Tiétar. 0 50 100 Kms
paisajística. En general, son valles o la Reina. La fosa tectónica periférica
depresiones de fondo amplio y más del Sistema Central a la que perte-
o menos plano, bastante favorables nece está modelada sobre arcosas
para la instalación humana y los culti- gruesas del Mioceno, originadas a
vos, en los que se han acumulado los partir de la erosión de los materiales
materiales sedimentarios mayorita- graníticos y metamórficos, en el que
riamente terciarios. La influencia de se desarrolla una suave rampa ligera-
la sierra situada al norte otorga a este mente inclinada de dirección suroes-
espacio una clara influencia climática te-noreste, que enlaza con un sector
de interior donde cierta templanza granítico muy alterado, ya casi en
térmica y unas modestas precipitacio- contacto con la cuenca sedimentaria
nes (en torno a los 530 mm.) permiten del Tajo. En las cercanías del río que
el predominio de unos inviernos fríos le da nombre, antes de formarse una
y lluviosos y unos veranos secos y ca- amplia llanura de inundación ocupa-
lurosos. Estas condiciones climáticas, da por un cauce que da lugar a islotes
junto a la convivencia de distintos tipos y barras arenosas visibles en el sector
de suelos, permite a estas tierras una de Escalona, se desarrolla un amplio
destacada utilización agrícola con un sistema de terrazas cuarternarias. Se
terrazgo parcialmente roturado que configura así un paisaje alomado de

Fotografía:
Autor:
Fosas del Borde Meridional del Sistema
Manuel Antonio Serrano de Central.
la Cruz Santos-Olmo. Autor: Francisco J. Tapiador

pág. 70 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


En el ámbito alpino del tercio orien- do junto a las verdes choperas que Por último, en el tramo más meridio-
tal de Castilla-La Mancha, allí donde acompañan al curso del río Gallo, y nal, ya en la provincia de Albacete,
las muelas, parameras o serrezuelas todo ello rodeado de un monte de aparecen tres ámbitos con este tipo
II.2.10 se adueñan del paisaje, se configuran sabinas, robles y pinos. de paisaje. El primero en el límite me-

HOYAS, entre estas unos corredores, amplios


unas veces y más estrechos otras, que Más al sur, sigue este paisaje monta-
ridional de La Manchuela, entre el ca-
ñón del río Júcar y los altos de Malefa-
CORREDORES adquieren perfiles bien diferenciados. raz con aperturas alternantes como tón (1.108 m), que servirá de puerta de

Y DEPRESIONES Estas depresiones han sido aprove-


chadas por las vías de comunicación;
en Orea, Checa y Chequilla que son
continuación de la turolense depre-
acceso a la Comunidad Valenciana por
Ayora; el segundo, de mayor entidad,
IBÉRICAS Y BÉTICO algunas de ellas enlazan la comunidad sión de Orihuela del Tremedal. Son coincide con la depresión de Almansa,
castellano-manchega con Aragón, en espectaculares los miradores desde aprovechada por carreteras y ferroca-
LEVANTINAS el caso de la depresión de Molina, o las cimas de las muelas que permi- rril en su salida de la Meseta hacia tie-
con la Comunidad Valenciana en el ten abrazar amplios horizontes no rras levantinas; y el tercero, con centro
caso del corredor de Almansa. por bellos menos desolados. en Caudete, es, de hecho, un apéndice
más meridional del propio corredor
En el mapa se diferencian siete re- La ciudad de Cuenca queda situada de Almansa, aunque estructuralmen-
tazos, dentro de los cuales se po- entre dos de estas depresiones ibé- te perteneciente al dominio bético.
drán distinguir hasta once unidades ricas. Al norte, la recorrida por el río Tierras amplias, dominadas por los te-
de paisaje, y ocupan algo más de Júcar y su afluente el río Mariana que rrazgos cerealistas, vitícolas y olivare-
2.200 km2. El primero de ellos es la tendrá continuidad, superada la tenue ros, algo más pobladas y bien vigiladas
depresión de Molina, drenada por el divisoria de aguas, todavía más al nor- por altozanos que, como en Almansa,
río Gallo, afluente del río Tajo en su te con la que drenan los ríos Escabas y están coronados por fortalezas.
cabecera. La escasa resistencia que Albalate, afluentes del Tajo. La sierra 0 50 100 Kms
ofrecen las arcillas triásicas frente a de Bascuñana cierra por el oeste esta
los domos calcáreos del Jurásico ha depresión denominada Campichuelo.
facilitado la apertura de este amplio Al sur de Cuenca, se abren, un tanto
corredor, cubierto, a su vez, de depó- compartimentadas, sucesivas peque-
sitos más recientes del cuaternario. ñas depresiones, unas pertenecien-
Tierras duras, bien ventiladas y con tes a la cuenca del río Júcar y otras
pocos habitantes, de inviernos muy a afluentes del Tajo como el Cigüela
fríos y largos veranos con apreciable y Záncara. El aspecto de este tramo
sequedad. Molina de Aragón seño- central de los corredores ibéricos es
rea un paisaje serio, de llamativas menos imponente que los descritos
tonalidades rojizas en el fondo de su anteriormente, denotan un ambiente
llanada donde el cereal verdea y el climático más seco y siguen manifes-
girasol hace relucir su intenso dora- tando cierta debilidad demográfica.

Fotografía:
Autor:
Depresión de Orihuela del Tremedal
José Sancho Comíns en Orea
Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 71 Capítulo II.


Estos paisajes corresponden a uno de partimenta en mesas o plataformas más variadas en las cercanías de los
los tipos más extensos del oeste de la separadas por acentuados taludes y pueblos. Aunque escasos y pequeños,
región. Constituye, además, un tipo de empinadas rampas, entre las que dis- especialmente en los valles intramon-
II.2.11 paisaje propio de Castilla-La Mancha, curren distintos emisarios del Guadia- tañosos de los Montes de Toledo y el

CORREDORES Y VALLES dado que no se desarrolla en ningún


otro lugar. Lo integran 13 unidades
na o el Bullaque, su principal afluente
en estos dominios.
oeste de Ciudad Real, su presencia in-
troduce una diversidad paisajística en
INTRAMONTAÑOSOS que se extienden por más de 3.500 la que convive un parcelario más com-

OCCIDENTALES Km2. La principal particularidad de


este paisaje es que se organiza sobre
La planitud del relieve, la existencia
de unas condiciones climáticas ade-
partimentado representado, además
de por los cereales, por algunas viñas y
un conjunto de depresiones interiores cuadas, de veranos calurosos pero de por los olivares que trepan por los talu-
alargadas de dirección dominante inviernos templados y algo lluviosos, y des de las rañas llegando incluso a ocu-
ONO-ESE, denominadas con el nom- la presencia de unos suelos predomi- par parte de las laderas de las sierras.
bre de “pasillos” cuando discurre por nantemente arcillosos han propicia- Y todo ello articulado por una baja
su interior la red fluvial, que se alo- do la convivencia de distintos usos y densidad demográfica que hunde sus
jan entre las sierras y los pequeños aprovechamientos, dotando al paisaje raíces en la administración de buena
macizos cuarcíticos de los Montes de de cierto interés agrario y ganadero parte de estos espacios por la ciudad
Toledo, de los Montes de Ciudad Real, a la vez que ha visto reducida de for- de Toledo bien representada en unida-
del Campo de Calatrava y del contacto ma considerable su cubierta vegetal des como los pasillos del río Milagro o
meridional con Sierra Morena. original. Bajo unas estructuras de la del río Bullaque al norte, y por la Or-
propiedad latifundistas, amparadas den de Calatrava, en corredores como
Estas depresiones, vinculadas geoló- en administraciones históricas medie- los de Almodóvar del Campo y Corral
gica y geomorfológicamente al con- vales y decimonónicas, extensos pas- de Calatrava, Calzada de Calatrava o
junto de relieves montañosos de tipo taderos y labradíos cerealistas de lar- Brazatortas-Puertollano en el sur. 0 50 100 Kms
apalachense que las enmarcan, sue- gas rotaciones dominan el terrazgo de
len formar valles y corredores poco estos valles y depresiones en los que
accidentados, de fondos amplios y lla- de vez en cuando hacen acto de pre-
nos con altitudes que oscilan entre los sencia pequeñas dehesas de encinas,
600 y los 800 m. Se formaron sobre alcornoques o quejigos o pequeños
anticlinales o cuencas sinclinales en bosquetes de monte mediterráneo en
las que no siempre afloran las viejas las áreas que no han sido roturadas.
rocas pizarrosas y esquistosas de su Existen, en contraposición, buenos
interior. A menudo, entre el valle flu- ejemplos de comunidades vegetales
vial y los piedemontes de las sierras de ribera, donde fresnedas y sauce-
aparecen las rañas, principal ele- das acompañan a los cursos de mayor
mento paisajístico de estos parajes: caudal, como el propio Guadiana o el
amplias planicies pedregosas plio- bajo Bullaque.
cuaternarias que enlazan suavemente
con sus sedimentos ambos sectores, Las actividades ganaderas vincula-
excepto cuando han sido disecciona- das a extensos pastizales tienden a
das por la red fluvial, que las com- mezclarse con actividades agrícolas

Fotografía:

Autor: Depresión y llanos cultivados en Argamasi-


lla de Calatrava (Ciudad Real)
Manuel Antonio Serrano Autor: Manuel Antonio Serrano de la
de la Cruz Santos-Olmo Cruz Santos-Olmo

pág. 72 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Este tipo de paisaje ocupa una vallo- drados, menos del 0,3% de la superfi- grisáceo de su raña cuarcítica se cubre
nada amplia situada en la zona me- cie de Castilla-La Mancha. Sin embar- con un denso jaral intercalado entre
ridional de Castilla-La Mancha, en el go su pequeño tamaño no impide la coscojas, quejigos y algún alcornoque.
II.2.12 extremo suroeste de la provincia de presencia de una inesperada variedad

VALLES Y Albacete. La sierra hercínica del Re-


lumbrar, que forma parte del conjun-
de ambientes que se explican por su
posición geográfica entre unidades
La vocación ganadera de este valle tie-
ne una larga historia. Durante la Edad
CORREDORES to orográfico de Sierra Morena, limita estructurales bien distintas y defini- Media esta actividad proporcionó la

INTRAMONTAÑOSOS la unidad por el Oeste; por el Norte lo


hace la ceja de calizas mesozoicas de
das, por su origen geológico y evolu-
ción geomorfológica, y finalmente por
materia prima para una industria tex-
til que consiguió gran fama, especial-
BÉTICOS la altiplanicie del Campo de Montiel; y la tipología de los asentamientos y las mente en la producción de alfombras
por el Este las complejas estructuras actividades agrícolas y ganaderas de- que llevan el nombre del núcleo orga-
plegadas, cabalgamientos y fracturas sarrolladas por sus habitantes. nizador del valle, la ciudad de Alcaraz.
de la sierra de Alcaraz de origen alpi- Después, durante la Edad Moderna, el
no. Es por tanto una zona de contacto El color rojo de la cabecera del valle valle del Guadalmena fue uno de los
entre las más significativas unidades se corresponde con la naturaleza de lugares de invernada visitado por los
estructurales del relieve peninsular y los materiales que aparecen en sus ovinos castellanos en el ejercicio de la
esta condición de enclave, derivada laderas: las arcillas y areniscas rojas, trashumancia. La historia consolidó
de su medio físico, tiene su correspon- entreveradas con margas irisadas ca- así la condición de corredor natural,
dencia en la función desempeñada racterísticas del periodo triásico, que abierto a usos y costumbres de distin-
por el territorio en el transcurso del forman parte de la base de la cober- tos lugares, de Andalucía, de Castilla
tiempo histórico como corredor natu- tera tabular de la meseta. En ellas y del levante mediterráneo, que pue-
ral y lugar de paso. Su uso facilitó las crecen plantas herbáceas y arbustivas den reconocerse en él y dan identidad
interacciones entre culturas diferen- que sirven de pastizal a hatos de ga- a su paisaje. 0 50 100 Kms
tes, la romanización, la dominación nado menor. El fondo plano del valle
musulmana, la reconquista cristiana alterna los colores verdes de los pas-
medieval y el desarrollo ganadero tos de invierno y la sembradura en
posterior… De toda esta actividad y primavera, con el amarillo tostado
de las formas desarrolladas por su del estío, ocupando un extenso glacis
poblamiento, engastados en un origi- cuaternario. Por los costados del valle,
nal medio natural, es consecuencia la el encinar comparte el suelo con espe-
singularidad de su paisaje actual. cies localmente muy diferentes. En el
lado oriental, las retamas y los pinares
La extensión de esta tipología pai- descienden desde la sierra de Alcaraz
sajística, comparada con los valores ocupando las laderas rojizas y ocres
medios de la región, es muy reducida, de arcillas, arenisca y margas dolomí-
pues sólo ocupa 222 kilómetros cua- ticas; y en la occidental, el canturral

Fotografía:

Autor: Paisaje agrario del valle del río Guadalme-


na. Alcaraz (Albacete)
Miguel Panadero Moya Autor: Juan Antonio García González.

pág. 73 Capítulo II.


La Sierra del Segura y la Sierra de las de Santiago uno de los instrumentos de siglos. Las crisis de producción, de
Cabras se integra en el sector más modeladores de la organización y gestión y de instituciones del medio
septentrional del Prebético. Su relie- ocupación del territorio. De esos mo- rural en las últimas décadas han deja-
II.2.13 ve montañoso, escarpado y vigoroso mentos son la mayor parte de los nú- do consecuencias evidentes. Las más

MACIZOS (el pico Argel alcanza los 1698 m) se


ha modelado sobre calizas cretácicas,
cleos habitados. La vocación forestal
y pecuaria dominante, se vio transfor-
visibles han sido los acusados pro-
cesos migratorios y las transforma-
MONTAÑOSOS Y dolomías, carniolas y arcillas, plega- mada a finales del siglo XVIII con la ciones del medio rural. El abandono

ALTAS SIERRAS das y levantadas durante la Oroge-


nia Alpina. Los procesos erosivos
aparición de calamina y la fabricación
industrial del latón en las nuevas po-
de predios y construcciones, muchas
convertidas en ruinas sin posibilidad
SUBBÉTICAS Y explican la aparición de fenómenos blaciones de Fábricas de San Juan de de recuperación está cambiando de
kársticos (con lapiaces, dolinas, uva- Alcaraz o El Salobre. forma acelerada el paisaje. Pero fren-
PREBÉTICAS. las o poljés), algunos de ellos muy te a procesos estructurales negativos,
singulares, de entre los que el calar El paisaje actual es por tanto resulta- la última década ha dejado también
del Mundo y la cueva de los Chorros do de culturas diferentes, de modelos como principal elemento de cambio
son los más conocidos y reconocidos. económicos distintos y de tecnologías la introducción progresiva del turismo
También es seña de identidad la ri- cada vez más desarrolladas. Todas rural, que abre nuevas oportunidades
queza ecológica de la zona, en la que han ido dejando, desde hace más a las zonas de montañas béticas, in-
conviven encinares, quejigales, rebo- de cuatro mil años, su impronta. Se crementadas con la declaración del
llares y pinares y una fauna variada. perciben en formas del parcelario Parque Natural de los Calares del
Los ríos han dejado cursos encajados; con longueras perpendiculares a los Mundo y de la Sima. Cabe destacar al-
es frecuente encontrar paredes verti- cauces de los ríos; en los abancala- gunas disfunciones como la introduc-
cales con valles angostos de escasas mientos ajustados a la topografía; ción de nuevas tipologías constructi-
posibilidades de aprovechamiento en en el predominio de minifundios en vas, la acusada estacionalidad, y la 0 50 100 Kms
el trazado del Segura y sus afluentes las vegas frente a grandes explota- ausencia de criterios de planificación.
(Zumeta, Taibilla por su margen dere- ciones en las zonas de monte alto;
cha, y Tus y Mundo por la izquierda). en la tipología de las construcciones,
Sus caudales tienen una estaciona- acomodadas a una economía agraria
lidad acusada, con régimen de ali- tradicional de orientación hortícola,
mentación pluvial mediterráneo ate- cerealista, olivarera y pecuaria; en la
nuado, ahora regulados aguas abajo morfología de sus núcleos urbanos,
por una red escalonada de pantanos adaptada a los caprichos del relieve y
(Fuensanta, Cenajo y Camarillas). de la presencia ríos y fuentes; o en el
trazado de las redes viarias, que apro-
Sobre este territorio hay presencia vechan los cursos de los valles y los
humana desde el Neolítico. Pero fue collados. En todas ellas se percibe un
con posterioridad, en época árabe, influjo poderoso del medio físico, que
cuando se inició el proceso de ocupa- ha sido el soporte y condicionante,
ción efectiva de los fondos de los va- pero son también herederas de una
lles. La Reconquista tuvo en la Orden cultura rural y local gestada a lo largo

Fotografía:

Autor: Panorámica de la cuerda del Pico de la


Almenara. Sierra de Alcaraz.
Francisco Cebrián Abellán Autor: Sebastián García Castillo

pág. 74 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Las denominadas Sierras Ibéricas for- compartimentados por la incisión de deras más abruptas a occidente, des-
man un conjunto de paisajes agrestes, la red hidrográfica transversal, bien taca por su fisonomía mediterránea,
unas veces de perfil bien definido en armados de calizas mesozoicas, inclu- más pobre en cubierta forestal arbola-
II.2.14 un contexto muy diferenciado, como so llegan a aflorar cuarcitas y pizarras da y mejor engarzada a un entorno de

SIERRAS IBÉRICAS en el caso de la Sierra de Altomira


en el corazón de la Alcarria, y, otras
paleozoicas, y cubiertas de sabinas,
robles y pinos. Los asentamientos
mayor vitalidad demográfica.

veces, aparecen soldadas a entornos humanos se refugian a su pie, nota- Por último, las sierras de Bascuñana
muy parecidos en su fisonomía como, blemente en el corredor de Molina de (1.389 m) y Altomira (1.183 m) están
por ejemplo, la sierra de Albarracín Aragón, como es el caso de Anquela ligadas a la comarca de La Alcarria.
dentro del conjunto montañoso del del Ducado, Aragoncillo, Selas, Herre- Tienen una clara orientación meri-
Alto Tajo – Serranía de Cuenca. ría, Rillo de Gallo, etc. Tierras extre- diana y están constituidos por calizas
madamente frías y desoladas, pero de mesozoicas. La primera cierra la de-
Tienen todas ellas, sin embargo, con- una belleza singular. presión de Mariana-Cañamares por
notaciones comunes: pertenecen al el oeste y sostiene un paisaje forestal
ámbito alpino, están escasamente Entre las aguas del río Tajo, en sus pri- bien diferenciado de su entorno. La
pobladas, han orientado tradicional- meros pasos, y el río de la Hoz Seca, y segunda es un domo calcáreo entre
mente su función hacia los usos gana- como continuación de la sierra de Al- las alcarrias de Cuenca y Guadalaja-
deros y forestales y constituyen hoy barracín turolense se configura un es- ra, atravesado por el río Tajo y en el
enclaves de importante valor ambien- pacio montaraz (1.695 m) que destaca que encuentran cobijo los embalses
tal. En el mapa se pueden distinguir por su configuración maciza y su neta de Entrepeñas, Buendía y Bolarque.
cinco retazos que ocupan una exten- vocación forestal. Sólo cabe reseñar el Los pinares, enraizados en un duro
sión algo superior a los 1.000 km2 y asentamiento de Villanueva de las Tres solar de calizas, y las láminas de
aglutinan a ocho unidades de paisaje. Fuentes, muy cerca del límite de la Co- agua, añaden valor a un paisaje de 0 50 100 Kms
munidad Autónoma, y la ermita de San por sí muy estimado.
Al norte de la depresión de Molina Lorenzo como espacios construidos.
entre el límite con Aragón y el curso
del río Mesa se configura un conjun- De una entidad menor, por su altitud
to montañoso que en sentido amplio y frondosidad, es la sierra que entre
podríamos denominar Serranía de el río Mira, afluente del río Cabriel, y
Selas-Caldereros. Culmina en la cima el llano de Utiel, ya en la Comunidad
Aragoncillo (1.519 m) y se resuelve Valenciana, culmina en el pico Ranera
en una serie de resaltes ciertamente (1.430 m). De perfil disimétrico, con la-

Autor: Fotografía:

José Sancho Comíns Sierra de Molina


Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 75 Capítulo II.


El tipo paisajístico denominado “Sie- zonas de coníferas, por lo general de reducen la acción erosiva y la pérdida
rras Béticas” se encuentran en el repoblación. Extensos terrenos en de suelo.
borde oriental del Sistema Bético. Es perfecta armonía con la acción hu-
II.2.15 la zona de contacto entre los grandes mana, dan como resultado dehesas Este sector se acerca a los paisajes

SIERRAS BÉTICAS macizos calcáreos del subbético de


Castilla-La Mancha (Molares y Cala-
donde el histórico aprovechamiento
ganadero forestal persiste en nues-
del sureste peninsular. Los abundan-
tes paisajes relictos atestiguan tiem-
res) con las zonas llanas circundan- tros días como reflejo del factible pos pasados de una mayor presencia
tes (llanos y campiñas albaceteñas). equilibrio entre el hombre, el paisaje humana en el territorio. La despobla-
Este territorio es de transición donde y la naturaleza. ción y el envejecimiento son las señas
contrastan crestas rocosas, valles flu- de identidad en un poblamiento dise-
viales y altiplanos. Conviven áreas fo- En la parte meridional gana relevan- minado que ocupa laderas y valles de
restales de gran valor natural con cul- cia la red hidrográfica que ha permi- la antigua encomienda del Taibilla.
tivos de secano. Una litología menos tido la formación de amplios valles. Son lugares de un tradicional aisla-
masiva que en el corazón de la sierra El río Segura discurre de oeste a este miento respecto a las llanuras de la
y pendientes más suaves ha permitido como arteria de vida y frescura en Meseta. Nerpio, Letur y Yeste sobre-
una mayor presencia de la actividad un valle que mantiene el caudal para salen por su belleza e historia, que
humana y un paisaje con múltiples la horticultura del sudeste español. se remonta al Neolítico en abrigos y
tonalidades y matices. Se organiza en Sauces, fresnos, abedules, chopos y cuevas de los primeros moradores.
dos áreas geográficas separadas por olmos crean y protegen ecosistemas Elche de la Sierra, a medio camino
la Hoz del río Mundo que dibuja un de ribera y fértiles vegas. Los verdo- de ambas zonas, es el municipio con
paisaje con personalidad propia. sos fondos de valle contrastan con mayor población, que articula y jerar-
una buena parte de un territorio seco. quiza el territorio, principalmente en
Al norte se extienden sierras y cerros Los macizos calcáreos occidentales esta parte meridional. 0 50 100 Kms
con calizas jurásicas que, en gran protegen la zona de las borrascas at-
medida, vierten sus aguas al Júcar lánticas, lo que facilitan la sequedad
a través de su afluente el río Jardín. del clima mediterráneo con una fuer-
Se corresponde con un territorio de te aridez estival. Las margas y calizas
relieves poco abruptos y lomas que del cretácico, propias de esta zona
conectan el corazón de la Sierra de meridional, completan el desarrollo
Alcaraz con la llanura manchega. En de suelos pobres de carácter subdes-
este territorio, escasamente poblado, értico. Estas características confieren
destacan municipios como Peñascosa, una baja densidad arbórea, salvo re-
Masegoso o Peñas de San Pedro, en poblaciones, que conviven con un im-
el extremo septentrional. El bosque portante sotobosque de plantas aro-
mediterráneo y el paisaje adehesado máticas y procesos efímeros de gran
convive con pequeñas zonas de culti- interés como la proliferación equi-
vo, formado en su mayoría por leño- noccial de hongos donde destacan las
sos (olivos y almendros) que soportan setas otoñales. Existe una importante
mejor la amplitud térmica propia de implantación del olivar y el almendro,
espacios de interior. Las encinas, bosques aclarados monovarietales,
enebros y carrascas se combinan con que dibujan un paisaje geométrico y

Fotografía:

Autor: Sierra de los Molares y cuenca alta del río


Segura.
Juan Antonio García González Autor: Juan Antonio García González.

pág. 76 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Tienen su máxima representación en Las cornisas marginales devuelven al Júcar y Huécar, deben añadirse los
la serranía de Cuenca. No obstante, paisaje su característica agreste: ro- derrames de la cuenca del Cabriel en-
arrancan en el contacto con la sierra cas desnudas acompañadas de atre- tre los que cabe citar los ríos Ojos de
II.2.16 de La Bodera, continuación oriental vidos bosques, ausencia de terrazgos Moya, Guadazaón, Valdemaca y Zafri-

MUELAS IBÉRICAS de Alto Rey, en el Sistema Central,


y, sin solución de continuidad, for-
agrícolas y una menor presencia de la
huella humana. Los valles colaterales
lla. El río Turia o Guadalaviar recorre
un corto tramo (unos 8 km), recibien-
man un área maciza que, después de acogen los asentamientos de las exi- do por su margen izquierda las aguas
ser interrumpida por la hoz del Alto guas comunidades humanas, unos la- del río de Arcos.
Tajo, llegará hasta las inmediaciones brantíos ceñidos a las aberturas más
del embalse de Contreras, en el río o menos amplias y un grado de antro- Una larga historia ganadera ha deja-
Cabriel, ya en el propio límite con la pización, en suma, más acusado. do huellas perceptibles en el paisaje:
Comunidad Valenciana. Más al sur, majadas, parideras, casas de esquileo
en la provincia de Albacete, entre la Estas muelas están constituidas por y una densa red de vías pecuarias.
garganta del río Júcar y el corredor de materiales mesozoicos en disposición Los aprovechamientos madereros
Almansa, se distinguen retazos más subtabular, coronando las mismas y resineros fueron intensos. La po-
discontinuos, de menor entidad y al- las calizas dolomíticas, auténticas blación, aunque nunca con elevadas
titud, que insinúan ya el contacto con protectoras de esa estructura fren- densidades, dominó unas tierras du-
las estribaciones béticas. Las muelas te a la erosión, y dejando ver en su ras para, después, ya muy disminuida
ibéricas cubren una extensión cer- base los materiales más deleznables en número, devolverlas a influencias
cana a los 7.500 km2, lo que supone del Triásico. Su altitud varía entre más naturales. Un riquísimo acuífero,
el 10% de la Comunidad Autónoma los 1.100 m en la sierra de la Mue- escondido debajo de su agreste piel,
aproximadamente y acogen veinticin- la y altos de Algora en el extremo sigue manando vida para que otros
co unidades de paisaje. septentrional hasta los 1.500-1.600 ámbitos puedan subsistir y no olviden 0 50 100 Kms
m en Las Majadas, Los Palancares y ser agradecidos.
Una muela se caracteriza por tener Taravilla, culminando en el cerro San
cumbre plana o suavemente abomba- Felipe (1.836 m) cerca de Tragacete,
da de la que se desprenden laderas de en el tramo central, para volver a una
fuerte pendiente hasta enlazar con los menor altitud (1.100 m) en los reta-
valles circundantes. La forma en plano zos de Almansa y Caudete.
puede ser más o menos redondeada o
claramente alargada, alcanzando en Las muelas son, de hecho, auténticos
ocasiones los caracteres de una forta- embalses subterráneos que contienen
leza inexpugnable. Una muela acoge, un riquísimo acuífero. Son drenadas
por tanto, paisajes bien diferenciados por un conjunto de ríos pertenecien-
aunque sin perder nunca la entidad tes unos a la cuenca del Tajo, otros a
unitaria que le otorga sentido. Las la del Júcar, y, por último, al Turia o
cumbres allanadas parecen perder la Guadalaviar. Entre los primeros cabe
categoría montaraz, aunque la altitud citar los ríos Salado, Dulce, Henares,
y la dominancia forestal y ganadera Tajuña, el propio Tajo, Guadiela, Cuer-
no hacen olvidar al buen observador vo, Escabas y Trabaque. En el caso de
el marco real en el que está situado. la cuenca del Júcar, aparte del propio

Autor: Fotografía:

José Sancho Comíns Villar de Cobeta


Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 77 Capítulo II.


Cuando el viajero se adentra por una tipo de paisaje en la Paramera de Si- El río Mesa, afluente del río Ebro, ex-
paramera pierde la sensación de que güenza que dejará al norte Los Altos cava entre las parameras que levan-
está en el corazón de una estructura de Barahona-Sierra Ministra (1.312 m) y tan sus riscos hasta más allá de los
II.2.17 geológica compleja por su tectónica y al sur la muela de Sierra Gorda. Tierras 1.300 m. Al sur de la depresión de

PARAMERAS IBÉRICAS diversa en su constitución litológica.


Fueron las sucesivas acciones de los
de tradición ganadera, con aprovecha-
mientos cerealistas en las hondonadas
Molina, y entre el río Gallo y la muela
de Taravilla, quedan las parameras de
sistemas erosivos quienes modelaron de arcillas triásicas y un extenso monte Picaza y Pozondón que tomarán con-
estas superficies allanadas, de hori- de sabinas, rebollares y pinares sobre tacto con la sierra de Albarracín.
zontes profundos y, en nuestro caso, los llanos rocosos de calizas. Sigüenza,
por su posición central en la Penín- enclave de reconocido valor histórico- Por último, al sur de Cuenca y entre
sula Ibérica, muy continentalizadas artístico, es cabecera de estas altas los embalses de Alarcón y Contreras,
climáticamente. tierras, muy despobladas, de duros queda un extenso retazo de parame-
inviernos, pero extraordinariamente ras que sirve de eslabón entre los
En Castilla- La Mancha ocupan un bellas en su austeridad. paisajes de las muelas de la serranía
espacio alargado sin solución de con- de Cuenca y el llano central manche-
tinuidad en el extremo septentrional Más al este, las parameras toman un go. Son las tierras de Almodóvar del
de la provincia de Guadalajara, al que protagonismo mayor al cautivar la mi- Pinar, Campillo de Altobuey (Calleja,
cabe añadir otro, al sur de Cuenca, rada del buen observador que pierde 1.052 m) y Minglanilla, a unos 1.100
entre los embalses de Alarcón y Con- referencias “montañosas” y se en- m de altitud, donde quejigares, mato-
treras. Se expanden por algo más de cuentra en un duro “altiplano” pobla- rrales y pinares se unen a terrazgos
4.100 km2 (5,2% del territorio caste- do de pinos, un matorral pobre, y con- de secano cerealista que ocupan los
llano-manchego) y acogen en su inte- tados enclaves habitados. Maranchón, mejores suelos, buena parte de estos
rior a trece unidades de paisaje. agazapado entre sus “altos” (1.290 en las hondonadas repletas de mate- 0 50 100 Kms
m), muestra un caserío austero que es riales terciarios.
Las parameras de Atienza y Campisá- legado de tiempos de mayor bonanza.
balos, de una altitud media entre 1.100 Las sabinas, robles y pinos pueblan el
y 1.200 m, se configuran a modo de duro pedregal que no pocas veces al-
corredor entre las sierras de Alto Rey berga lagunajos donde una vida más
– La Bodera, al sur, y Pela –Bujelo, al fácil para la fauna y una vegetación
norte. Más al este continúa el mismo más exigente parece sonreír.

Autor: Fotografía:

José Sancho Comíns Sigüenza


Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 78 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Las campiñas constituyen un tipo de cillosas, en las que los ríos y arroyos extraños los lagunajos, como El Hito,
paisaje muy característico de Castilla- afluentes del Henares han conseguido cerca de Montalvo, mientras el cereal
La Mancha. Sirven de enlace entre modelar amplias vallonadas, separa- recubre lomas y el girasol hace lo
II.2.18 ámbitos con una altitud algo mayor y das, a su vez, por leves interfluvios de mismo bienalmente.

CAMPIÑAS el fondo de la depresión, alcanzando,


unas veces, a los llanos propiamente
perfil alomado. Jadraque, Humanes,
Mohernando, Hita, entre otros, son Al oeste de la paramera de Montiel,
dichos y, otras, a las vegas. No tienen núcleos que dan nombre también a su en la franja triásica de arcillas ende-
una planitud perfecta, sino más bien entorno, verde de cereal en primave- bles se consolida un paisaje de cam-
les caracterizan las pequeñas ondula- ra y pardo en la barbechera. piña que se diferencia de los anterio-
ciones; soportan un terrazgo agrícola res por sus tonos rojizos y una mayor
claramente dominante, sin presencia La Sagra Toledana, entre Illescas y complejidad visual por la presencia
ostensible de formaciones forestales Torrijos, recorrida por el río Gua- de dehesas, grandes fincas y forma-
compactas, y dedicado, sobre todo, al darrama y por los arroyos Guaten y ciones forestales arboladas. Estas
secano cerealista, aunque en algunas Vallehermoso, entre otros, dibuja un tierras son drenadas por arroyos y
partes también están presentes los paisaje que en los últimos quinque- riachuelos que parten aguas hacia el
olivares y, en menor medida, el viñe- nios ha despertado a la influencia de Guadiana y Guadalquivir.
do. Los caseríos se apiñan en núcleos la metrópoli madrileña. La función
compactos y el grado de humanización residencial e industrial se manifiesta Por último, el sureste de Albacete, en-
del paisaje, en suma, es muy elevado. en el crecimiento notable del espacio tre las muelas de Chinchilla y Carce-
En el mapa se distinguen seis retazos edificado que penetra un tradicional lén y las Sierras Béticas, un paisaje de
de este tipo de paisaje que cubren una entorno agrícola-cerealista. Al sures- campiña abierta de solar heterogéneo
extensión cercana a los 7.800 km2, un te de Toledo, en los aledaños del río da paso al corredor de Almansa y a los
10% del territorio castellano-manche- Algodor, se perfilan campiñas de simi- regadíos de Hellín y Tobarra. 0 50 100 Kms
go, y congregan en su interior dieci- lar condición natural y agraria, aun-
nueve unidades de paisaje. que mucho menos transformada por
la función residencial.
En la provincia de Guadalajara, entre
la Alcarria, al sureste, y los piedemon- Más compleja es la campiña de las
tes rocosos o del rañizo, al noroeste, y Tierras de la Orden de Santiago, que
recorrida por el río Henares, se abre incluye, al este, las Tierras de Alarcón
una amplia campiña en cuyo fondo y, al oeste, las de Tarancón, con pre-
los regadíos del canal del Henares sencia tímida de calizas secundarias,
han configurado una vega de cariz un Neógeno arcilloso y los depósitos
paisajístico, a su vez, diferenciado. cuaternarios cercanos a los lechos
Son tierras terciarias, margosas y ar- de los ríos Záncara y Cigüela. No son

Fotografía:
Autor:
La Campiña de Hita vista desde la Muela de
José Sancho Comíns Alardilla (Guadalajara).
Daniel Reinoso Moreno Autor: Francisco Jiménez Gigante.

pág. 79 Capítulo II.


La Mancha es una unidad territorial escasez de cursos superficiales per- y regadíos extensivos; en la presencia
extensa y de marcada personalidad. manentes se deja sentir en el paisaje. de tipologías constructivas donde con-
La planitud y la homogeneidad pa- Pero, La Mancha ha contado históri- viven viejas edificaciones en el medio
II.2.19 recen ser la nota dominante. Pero camente con acuíferos caudalosos y rural con segundas residencias en

LLANOS bajo esa aparente sencillez y hori-


zontalidad se esconde una realidad
someros que explican usos del suelo o
el emplazamiento de sus núcleos.
las periferias urbanas; en un modelo
de poblamiento concentrado que se-
CENTRALES Y SUS BORDES compleja, que se percibe en los dife- para los asentamientos entre sí por
rentes paisajes que han resultado de Hoy el carácter estepario define a la distancias casi regulares. De forma
la simbiosis entre el medio físico y la llanura manchega. La vegetación cli- intersticial surgen nuevos polígonos
actividad antrópica. mácica ha estado tradicionalmente industriales siguiendo la red viaria de
formada por encinares y sabinares, alta capacidad, que mantienen traza-
En su génesis es una antigua cubeta que cubrían la llanura. La progresiva dos históricos que se abren desde el
de colmatación. Fruto de los proce- ocupación del territorio ha forzado la centro de la Meseta hacia el Levante
sos de sedimentación se depositaron desaparición del paisaje natural y se Peninsular y Andalucía. Los últimos
poderosos mantos horizontales de ha sustituido por cultivos asociados años han traído elementos novedo-
arcillas, arenas, margas, calizas, dolo- a la tradicional trilogía mediterránea sos, con un elevado impacto visual: los
mías y yesos (en algunos sectores en (cereales, viñedos en los llanos y oli- huertos solares y los parques de aero-
condiciones subacuáticas). El resul- vares en los piedemontes de los relie- generadores eólicos se han adueñado
tado es un paisaje llano, monótono, ves periféricos). del paisaje, dejando su marca negativa
casi desprovisto de elevaciones. Su en grandes tendidos eléctricos de alta
climatología contrastada, en la que la Se abren ante nuestros ojos los pai- capacidad que, con trazados erráticos,
continentalidad es la nota dominante, sajes culturales influenciados por un generan una contaminación visual que
deja inviernos fríos y veranos secos y cierto determinismo, asociado a las debilita la calidad y energía contenida 0 50 100 Kms
calurosos. Las razones se explican por condiciones de una de las llanuras en los paisajes de La Mancha.
la altitud media, entre los 600 y 700 más perfectas de nuestra Península.
m., y por estar cerrada por relieves La Mancha aparece actualmente como
periféricos que frenan la entrada de un conjunto integrado, resultante de
masas húmedas. La primavera y el los caracteres del medio físico y de la
otoño son estaciones de transición, presencia y transformación generadas
con temperaturas suaves y tipos de por el hombre. Su paisaje agrario es
tiempo marcados por la inestabilidad. fruto de una acumulación histórica
de actuaciones que se dejan ver en la
La hidrografía está muy condicionada morfología regular del parcelario; en
por su climatología, por la naturaleza el predominio de la gran propiedad de
permeable de sus materiales y por la tierra; en unos usos del suelo domi-
la estructura tabular del relieve. La nados por cereales de secano, viñedos

Fotografía:

Autor: Vista de los Llanos de Albacete desde el


Castillo de Chinchilla de Montearagón
Francisco Cebrián Abellán Autor: Sebastián García Castillo

pág. 80 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Constituyen dos de los tipos de pai- base. Es un paisaje de perfil arquitec- variedad geomorfológica. En las ca-
saje más característicos y renombra- tónico que es suma de altos páramos, lizas y dolomías jurásicas se encajan
dos, también por tradición literaria, taludes de acusada pendiente que las Lagunas de Ruidera, de aguas ver-
II.2.20 de Castilla-La Mancha: las alcarrias enlazan cornisas y fondos de valle, y de oscuro a azul turquesa. Encontra-

ALCARRIAS Y y el Campo de Montiel. Las primeras


tienen su localización en las provin-
unas vegas, de fondo plano las más
de las veces puestas en regadío. Pá-
mos también extensas ondulaciones
del terreno, lomas, oteros, recuestas,
CAMPO DE MONTIEL cias de Guadalajara y Cuenca y en la ramos cerealistas, taludes olivareros, valles o vallonadas labradas en mar-
toledana Mesa de Ocaña; el segundo en otros tiempos también vitícolas, gas y arcillas del triásico, así como
está mayormente en Albacete, aun- vegas hoy ocupadas por el cereal y gi- montes-isla cuarcíticos aprovechados
que continúa en el este de Ciudad rasol y abundantes retazos de bosque en el medievo para la construcción
Real. Son más de 9.500 km2 los que mediterráneo, algunas veces ahue- de fortalezas. Las calizas del piso su-
recubren estos paisajes, casi un 12% cado para el uso agrícola, componen perior, muchas veces de aspecto va-
de Castilla-La Mancha, con veintisiete un paisaje muy humanizado, diverso cuolar y denominadas carniolas, me-
unidades de paisaje. cromáticamente y complementario recen ser observadas. El color rojizo
por sus funciones. A la tradición agra- y vinoso del suelo llama la atención
Las alcarrias quedan delimitadas a ria se suma hoy el interés recreativo del visitante. Lo cubren los romeros,
oeste por la campiña del río Henares, y turístico que hacen de esta amplia tomillos, lentiscos, chaparrales y ca-
al norte y noreste por las muelas y comarca un ámbito de acogida, sobre rrascas; también el extenso cereal,
parameras de Algora, Canredondo y todo para la población madrileña, la vid y el olivo. Las serpenteantes
Villanueva de Alcorón, al este por la que dispone allí de un significativo cañadas y vías romanas, a veces su-
sierra de Bascuñana y al sur por la número de residencias secundarias. perpuestas, los molinos, los majanos,
campiña de las Tierras de Tarancón y Cifuentes, Brihuega, Pastrana, Huete, las ventas, los batanes y la Cueva de
los llanos centrales. Por el sureste de Ocaña, entre otros, son nombres evo- Montesinos fueron recorridos y visita- 0 50 100 Kms
la Comunidad de Madrid, a través de cadores de poblaciones que el imagi- dos por Don Quijote.
las alcarrias de Nuevo Baztán, Villare- nario popular asocia a estos paisajes.
jo de Salvanés, Chinchón y Colmenar Tajuña, Tajo, Guadiela, Mayor, son ríos
de la Oreja, se prolonga este tipo de que han escarbado sus entrañas hasta
paisaje que tendrá su continuidad, ya dejarnos un dibujo sobre su piel que
en Castilla-La Mancha, en la Mesa de bien merece el reconocimiento social
Ocaña. Las alcarrias son plataformas, que en la actualidad tiene.
bien armadas de calizas miocenas en
su parte culminante (entre los 1.000 El antiguo y conocido Campo de Mon-
y 800 m de altitud), en una posición tiel se define como una altiplanicie
casi horizontal y que, una vez des- basculada de este a oeste, que desta-
mantelada por la acción erosiva de ca sobre las monótonas llanuras man-
ríos y arroyos, enseñan margas y chegas: aquí se tornan en diversidad
arcillas de menor consistencia en su paisajística debido en gran parte a la

Autores: Fotografía:

José Sancho Comíns Pastrana


y Francisco Jiménez Gigante Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 81 Capítulo II.


En el tránsito entre la era terciaria y de altitud hasta los 900 y entre los y amarillentas conforman un tapiz se-
el cuaternario, y como consecuencia ríos Jarama y Sorbe se sitúan estas reno y aromático. En otoño llaman la
de la acción de torrentes y corrientes “lomas”, nombre local con el que se atención del viajero los colores rojos y
II.2.21 de agua espasmódicas y puntualmen- las conoce, cubiertas de campos de amarillos de la hoja de roble y castaño

PÁRAMOS te muy caudalosas, se desencadenó


una formidable erosión en las áreas
cereal y con no pocos lagunajos o
navas/navajos que, en algún caso,
que anuncian su caída. Las monterías
de ciervos, corzos y jabalíes se pro-
DETRÍTICOS montañosas que desmanteló buena adquieren cierta importancia como digan en estos canchales que no son
parte de la cubierta meteorizada con en Puebla de Beleña. La red hidrográ- ajenos a la caza menor de perdices,
anterioridad estos detrítos erosivos fica ha trabajado sin descanso hasta tórtolas y zorzales. Más al sur, ya en
fueron transportados hacia las de- trocear la raña, muy poco resistente, la provincia de Ciudad Real, continúan
presiones cercanas donde, a modo y abrir espectaculares taludes, muy estas rañas; el parque Nacional de Ca-
de abanicos abiertos, se sedimenta- acarcavados, donde asoman las arci- bañeros alberga no pocas de estas y
ron a modo de inmensos lodazales llas de llamativos colores rojos como en el Rincón de Anchuras son llama-
de arcillas con abundancia de cantos en Retiendas y Puebla de Valles. Una tivas por la acción erosiva a que han
muy poco rodados. Son las rañas: un vasta repoblación forestal de pino la- sido sometidas por los ríos Estena, Es-
conglomerado sin cementar de cantos ricio verdea lomas y taludes contras- tenilla y Estomila, entre otros, que ba-
angulosos de cuarcita empastados tando fuertemente con el color rojizo jan con furia desde los 1.000 – 1.200 m
en una matriz arcillosa. Ocupan algo del solar. Tierras poco pobladas, de a los 400 m en su desembocadura en
más de 2.500 km2, 3,2% de Castilla-La neta vocación cerealista y ganadera, el río Guadiana. Encinares, quejigares
Mancha, y se diferencian en su inte- que acogen hoy a no pocos visitan- y rebollares junto a compactos jarales
rior cinco unidades de paisaje. tes ocasionales que buscan descanso alternan con olivares y cereales que
y quizá también llenar una cesta de sobrevuela una rica avifauna en la que
Al pie de la sierra de Ayllón, y hasta preciadas setas. destacan buitres negros y leonados. 0 50 100 Kms
tomar contacto con la campiña de
Guadalajara, se cobija uno de estos Al pie de los Montes de Toledo no son
páramos detríticos. Reciben el nom- extraños estos páramos detríticos. La
bre de páramos por su aparente pla- Jara es uno de ellos. Tierra de larga
nitud, aunque el buen observador se tradición agraria, donde el cereal se
percatará que tienen una ligera pen- entremezcla con el olivo, dejando no
diente hacia el fondo de la depresión pocos retazos de solar a pinares, ro-
y un imperceptible abombamiento bledales, castañares y, por supuesto,
coincidente con el colector que derra- jarales. La blanca flor de la jara en pri-
mó hace más de dos millones de años mavera salpica un paisaje polícromo
estos sedimentos. Desde los 1.000 m donde las tonalidades verdes, rojizas

Autor: Fotografía:

José Sancho Comíns Villaseca de Henares


Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 82 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Entre campiñas, llanos, alcarrias o tabaco y remolacha, los cultivos que ostensible entre Guadalajara y el lími-
páramos detríticos deambulan los se asentaron en las parcelas geomé- te con la Comunidad de Madrid.
ríos castellano-manchegos en una tricas que dibujan ese entramado tan
II.2.22 buena parte de sus recorridos. Lo característico de los regadíos intensi- Al río Tajo, desde su salida del em-

VEGAS hacen sobre sus lechos instalados,


a su vez, en amplias terrazas que
vos. El trazado regular del parcelario,
la proliferación de árboles frutales en
balse de Bolarque, le acompaña una
vega, regada por la derivación de
normalmente escalan posiciones bordes de finca, la vegetación natural aguas desde sucesivos canales, com-
más elevadas hasta conectar con los en las riberas del río y una policromía partida en un extenso tramo con la
ámbitos circundantes de perfil pai- cambiante según avanza el año hacen Comunidad de Madrid, y que, sin solu-
sajístico diferente. Aunque el mapa de estas vegas un paisaje propio que ción de continuidad, llega a sobrepa-
sólo cartografía algunas bandas se diferencia nítidamente de los seca- sar Talavera de la Reina.
más significativas del Tajo, Guadia- nos herbáceos o leñosos que lo acom-
na, Henares, Azuer, Cigüela y bajo pañan más allá de las líneas fuerza En el río Guadiana, las Tablas de Dai-
Alberche son muchas más las fran- que marcan sus mugas. miel, Parque Nacional desde 1973,
jas de regadío que acompañan a un añaden una connotación singular.
elevado número de riachuelos. El río Henares, entre Humanes y Azu- Hasta ellas llegan tanto el río Cigüela,
queca de Henares, tiene bien delimi- como el Azuer y el propio Guadiana,
Las características son bastante co- tado el espacio de vega. Se desarrolla acompañando un paisaje típico de
munes: llanos aluviales con densa red por su margen derecha y es alimen- vega en un entorno extremadamente
de canales y acequias que aportan tada por el canal del Henares. En la seco. Las Tablas de Daimiel ostentan
agua a manta a cereales y plantas fo- actualidad, las cebadas y el maíz se- valores innegables por su condición
rrajeras, en su mayor parte, aunque ñorean la vega que no se ve libre de geomorfológica, vegetacional y de
en épocas históricas pasadas fueran la intrusión de urbanizaciones, indus- fauna que bien merecen su conserva- 0 50 100 Kms
las hortalizas, legumbres, tubérculos, trias y almacenes como resulta muy ción y buen cuidado.

Fotografía:

Autor: Labrantíos de cereal y riberas arboladas en


la Vega del Henares
Francisco Jiménez Gigante Autor: Francisco Jiménez Gigante.

pág. 83 Capítulo II.


Las pequeñas llanuras limitadas por parcelas. En tiempos más recientes la una variedad de ecosistemas, de pe-
serrezuelas que rodean Hellín y Toba- difusión de nuevas técnicas de rega- queñas dimensiones, pero muy im-
rra marcan la transición hacia las tie- dío ha permitido ampliar el área culti- portantes por su riqueza biológica y
II.2.23 rras murcianas. Comparten con ellas vada. Así se explica la gran extensión cromática. Lagunas, como la de Albo-

REGADÍOS DE un clima de rasgos áridos que condi-


ciona el desarrollo de la vegetación
que ocupan los frutales, y en especial
los albaricoqueros, que alternan con
raj, se convierten en reductos de vida
y de ahí su consideración de microrre-
HELLÍN Y TOBARRA e imprime la impronta característica otros cultivos arbóreos tradicional- serva. Las riberas del Mundo, dan lu-
del paisaje del sureste español. La uti- mente de secano como el almendro, gar a parajes animados por el fluir de
lización de las reservas del subsuelo y y con el viñedo. Junto a los ríos se han una corriente no muy caudalosa, pero
la presencia de los cursos de agua y, establecido los arrozales, con sus lá- cuyo murmullo resuena en el oído de
en especial, del río Mundo, ha facili- minas de agua que reflejan los peque- los que transitan por sus orillas.
tado el aprovechamiento agrícola en ños relieves que las rodean.
los fondos planos. La transformación La ocupación humana ha sido muy im-
que introducen los cultivos añade Cuando las pendientes se hacen más portante desde remotas épocas. Que-
una característica más que subraya la marcadas, en las laderas de las sie- dan vestigios de ella en los abrigos
continuidad de estos parajes con los rras secundarias, aparece el espar- con pinturas rupestres que forman
regadíos murcianos, aunque en este to, especie que resiste la escasez de parte del arco mediterráneo. Otro ex-
caso con la singularidad derivada de unas precipitaciones que se sitúan ponente de la herencia de las distintas
su mayor altitud media. por debajo de 300 milímetros al culturas que tuvieron asiento en la co-
año. Algunas manchas de pinos de marca es el Parque Arqueológico del
La autovía A30 atraviesa esta zona y repoblación se acomodan al perfil Tolmo de Minateda, lugar estratégico
permite disfrutar de la vista de un pai- de los cerros, pero en las partes más ya desde la Edad del Bronce, que con-
saje fuertemente modificado por la elevadas y escarpadas la vegetación serva restos iberos, romanos, visigo- 0 50 100 Kms
acción antrópica. Sierras poco eleva- escasea y queda al descubierto la ca- dos y árabes.
das, desnudas, formadas por margas, racterística blancura de las margas
arcillas o areniscas cretácicas, rodean yesíferas y otros materiales del sus- Hoy, las tierras regadas que rodean
pequeñas hoyas y valles cubiertos trato, en lugares donde sólo pueden Hellín constituyen un ejemplo de pai-
por depósitos recientes cuaternarios. asentarse algunos matorrales poco saje rural con un poblamiento disemi-
En estas cuencas planas, junto a las exigentes en humedad. nado que se integra de forma armóni-
acequias o los cauces de las ramblas ca en los campos, cultivados de forma
se han desarrollado las huertas tradi- En una zona árida como esta, el agua intensiva, a pesar de las limitaciones
cionales con su mosaico de pequeñas es siempre protagonista e introduce impuestas por el medio.

Fotografía:
Autor:
Curso bajo del río Mundo.
Carmen García Martínez Autor: Sebastián García Castillo

pág. 84 Capítulo II. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


En la mitad oriental de Castilla-La segundo caso el paisaje de areniscas tacional, y la umbría, caso de la sierra
Mancha se configuran ámbitos pai- rojas del Triásico resulta espectacular del Boquerón, con una cobertura fo-
sajísticos de singular interés, coinci- como en las cercanías de la ermita de restal más tupida de coníferas. Aguas,
II.2.24 dentes con llamativas hoces que las la Virgen de la Hoz. En el año 2000 frescura del cañón y laderas agrestes

HOCES Y GARGANTAS aguas de algunos ríos han labrado


con su pertinaz acción erosiva. Es-
se decretó para este cañón y sus ale-
daños la figura de Parque Natural por
son condiciones idóneas para valori-
zar un paisaje que hoy ya cuenta con
tas hoces o gargantas tienen rasgos sus valores naturales y paisajísticos: asiduos visitantes.
comunes: son espectaculares por su sabinares en las lomas de las muelas,
configuración, escondiendo aguas en pinos silvestres en la cabecera del ca- El río Mundo, desde Riópar hasta el
lechos profundos abrazados por pa- ñón, pino rodeno junto a rebollares en embalse de Talave, a lo largo de unos
redes de gran desnivel; tienen formas el tramo medio y a quejigares en los treinta y cinco kilómetros, discurre
lineales, lógicamente, al acompañar ámbitos más frescos, y encinas en las encajado entre laderas de unos dos-
al propio curso del río; están armadas solanas más secas. cientos metros de desnivel, dejando
de un roquedo calcáreo duro, unas ve- ocasionalmente aberturas algo más
ces de origen secundario y otras, más El río Cabriel, aguas abajo del embalse amplias. Calizas jurásicas y arcillas
reciente, del terciario; el complejo de Contreras, y hasta su confluencia triásicas en la base dan consistencia
natural, imbricado de roquedo, agua, con el río Júcar, ha labrado un agreste a este paisaje con un poblamiento
flora y fauna, se vuelve protagonista; paisaje en el que se diferencian tres relativamente denso; pinos, quejigos,
la presencia humana está reducida tramos con notables diferencias. En arces y algún tejo pueblan las calizas,
al máximo, siendo escasísimos los primer lugar, el río atraviesa materia- dejando para tierras de cultivo los al-
asentamientos, asomados las más de les calizos del Secundario plegados veolos de fondo de valle y pequeñas
las veces en las cornisas u ocupando hasta tener sus estratos una posición cuencas como en Riópar, Mesones,
alguna abertura más desahogada en vertical que la erosión ha dejado al Ayna o Liétor. 0 50 100 Kms
el fondo del valle. El recubrimiento descubierto, los cuchillos. Más al sur,
espacial de este tipo de paisaje no se abre el valle por la aparición de ar-
alcanza los 800 km2 (1% de Castilla- cillas y margas más deleznables muy
La Mancha) y distingue en su interior acarcavadas; es el paraje de Fonseca.
cinco unidades de paisaje. Por último, el río Cabriel con su curso
meandriforme se adentra por la pla-
El río Tajo escarba en las calizas jurá- taforma calcárea terciaria dibujando
sicas y cretácicas un profundo cañón una espectacular hoz con más de 200
a lo largo de unos cincuenta kilóme- metros de desnivel.
tros que dista su cabecera hasta las
cercanías de Ocentejo en la provin- En el Rincón de Ves, el río Júcar se en-
cia de Guadalajara. Encajado entre caja profundamente, con desniveles
muelas desciende precipitadamente superiores a los 200 m, primero en
desde los 1.700 m de altitud hasta los las calizas terciarias y aguas abajo del
800 m, dejando a ambos lados de su embalse de Molinar asomarán las del
lecho paredes con desniveles superio- Secundario. La disposición oeste-este
res a los 400 m en no pocas lugares. del curso fluvial favorece una cierta
Los ríos Ablanquejo y Gallo, afluentes disimetría microclimática que dife-
por la derecha, prolongan el mismo rencia la solana, caso de la sierra de
paisaje en sus cursos bajos; en el La Pared, con menor densidad vege-

Autor: Fotografía:
José Sancho Comíns Hoz del Alto Tajo
Daniel Reinoso Moreno Autor: Daniel Reinoso Moreno

pág. 85 Capítulo II.


Primera Parte
CAPITULO I

pág. 86 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 87 Capítulo III.
Metodología
CAPÍTULO III
ÍNDICE DEL CAPÍTULO III

III.1 INTRODUCCIÓN
III.2 METODOLOGÍA

III.2.1 CUENCAS VISUALES


III.2.2 EL PROCESO DE DELIMITACIÓN

III.3 DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO

III.3.1 ENFOQUE METODOLÓGICO


III.3.2 PRECEDENTES METODOLÓGICOS
III.3.3 EL PROCESO DE ADAPTACIÓN METODOLÓGICA
III.3.4 EL ESTUDIO DEL PAISAJE EN LA METODOLOGÍA
III.3.5 EL TRABAJO DE CAMPO

FASE 1 Definición del trabajo


FASE 2 Estudio territorial
FASE 3 Diseño del trabajo de campo
FASE 4 Base empírica del análisis
FASE 5 Análisis de la base empírica

III.3.6 PROTOCOLO DE RECOGIDA DE DATOS DE CAMPO


III.3.7 RECOGIDA DE INFORMACIÓN ADICIONAL
III.3.8 ASPECTOS PRÁCTICOS DEL TRABAJO DE CAMPO
III.3.9 TELEDETECCIÓN Y MODELOS 3D
III.3.10 EL FORMULARIO DE TRABAJO DE CAMPO

pág. 88 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Las unidades de paisaje se definen En principio, las unidades de paisaje en España delimitan las unidades
como ámbitos territoriales con va- no tienen por qué teselar el territorio como teselaciones netas sin solape

III.1 lores paisajísticos homogéneos y


coherentes. La delimitación de uni-
sin solapes, aunque sí que deberían
cubrir todo el territorio, evitando de-
(modelo puzzle), y sin permitir zonas
de transición de paisaje. Aunque es
INTRODUCCIÓN dades consiste pues en la identifica-
ción de los valores paisajísticos del
jar huecos. Los límites de las unida-
des, por otro lado, pueden ser nítidos
la opción más sencilla, sería desea-
ble que cuando este campo de inves-
área de estudio y en su agrupación o difusos, en los cuales la delimitación tigación madure se propongan tese-
en clases definidas con un criterio aparece como un gradiente en el que laciones más complejas y adaptadas
dado, y que sirvan para segmentar la máxima probabilidad de límite se a la realidad territorial.
el territorio. Esta tarea sólo se pue- da en el centro de la línea que delimi-
de llevar a cabo con propiedad una ta (como en el Character of England, El marco del trabajo condiciona una
vez realizado el trabajo de campo, Countryside Agency 1998). Otras op- u otra elección. La opción óptima
pero, dado que es necesario seg- ciones (figura 1) incluyen límites infor- es la de teselación completa con
mentar el territorio para abordar el males, en cuyo caso se considera que unidades de paisaje difusas (fig 1).
trabajo de campo, se hace necesario la delimitación concreta de la unidad En el caso de Castilla-La Mancha,
realizar una primera definición de es innecesaria o provisional. se optó por una teselación comple-
trabajo que luego puede matizarse ta con bordes netos, por consisten-
cuando se tengan elementos de jui- No obstante, la mayoría de los traba- cia con el Atlas de los Paisajes de
cio suficientes para alterarla. jos que se han realizado hasta ahora España (APE).

Figura 1

Autor: Cuatro posibles maneras de delimitar


una unidad de paisaje: límite neto, límite
Francisco J. Tapiador difuso, límite degradado y límite informal

pág. 89 Capítulo III.


La lógica de la delimitación de unida- El uso de cuencas visuales acumu- desde los cuales es factible mirar-
des en el Atlas de los Paisajes de Es- lativas puede servir para apoyar la las; es decir, teniendo en cuenta la

III.2 paña se basa en criterios geológicos


y fisiográficos. Para el primer aspec- III.2.1 Cuencas visuales
delimitación. Para ello, es útil cons-
truir un mapa de cuencas para todo
refracción de la atmósfera y la cur-
vatura de la tierra, asumiendo unas
METODOLOGÍA to, se utilizó cartografía geológica
y geomorfológica, mientras que la
el ámbito, calculando qué puntos son
los más visibles desde otros puntos
condiciones de visibilidad perfectas,
y exceptuando lo que se ve tapado
fisiografía viene dada por mapas de (relación de todos con todos) a partir por la topografía.
cobertura del suelo. El nivel de deta- de un modelo digital de elevaciones
lle con que se situaron los bordes de preciso. Dado que no existe ninguna Tampoco es correcto asumir que los
las unidades fue el equivalente a una herramienta en el mercado que per- paisajes más visibles son los más
escala 1:500.000. mita realizar este cálculo a escala re- necesitados de protección, ya que
gional (ArcGIS sólo permite un núme- esto dependerá de su valor intrín-
La delimitación de unidades de pai- ro limitado de puntos), el algoritmo seco. Una ladera sin demasiado va-
saje en CLM se enmarca en las con- ha de ser desarrollado a propósito lor paisajístico puede contar con un
diciones técnicas del trabajo. En este para el cálculo. alto grado de exposición visual des-
caso, los parámetros fueron: de todo un valle, pero hay también
No es correcto realizar el cálculo sólo cumbres o parameras con cuencas
1. Consistencia con las unidades para la visibilidad desde las carreteras. acumuladas pequeñas que pueden
del APE, lo que se traslada en La población de paso efectivamente contener elementos valiosos y paisa-
la posibilidad de segmentar las observa el territorio desde ellas, pero jes a proteger. La utilidad del mapa
unidades del APE, evitando en los del lugar, las personas para las que de cuencas visuales acumulativas
lo posible crear unidades de el paisaje significa más, no. reside más bien en la ayuda que pro-
tipo de paisaje mixto mediante porcionan para delimitar áreas ho-
yuxtaposición de segmentos; El mapa resultante, como se apre- mogéneas, en cualquier estadio del
cia en la figura adjunta (figura 2), proceso de análisis, así como servir
2. Conservar el tipo de paisa- muestra las zonas que más se ven en de unidad básica para caracterizar
je del APE, salvo en caso de el territorio desde todos los puntos impactos sobre el territorio.
que un criterio técnico ob-
jetivo permitiera formular
una alternativa razonada;

3. Ignorar las divisiones


administrativas;

4. El uso de al menos los mismos


criterios que el APE para la
segmentación de unidades.

Como criterios añadidos, se inclu-


yeron los conceptos de 5) fragmen-
tación geográfica; 6) la historia y
toponimia del territorio; 7) la conser-
vación de paisajes consolidados; 8) el
interés en la permanencia futura de
la delimitación; 9) el sentido de per- Figura 2.
tenencia que pudiera estimarse a esa Ejemplo de mapa de exposición visual
escala; y 10) el criterio de cuencas acumulativa sobre relieve sombreado, con
la delimitación de unidades sobreimpuesta.
visuales, cuyas particularidades se
explicitan en el apartado siguiente.
Exposición visual
Autor:

Francisco J. Tapiador Alta Media Baja

pág. 90 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


El seguimiento de la evolución de ción. En etapas subsecuentes, esta
una delimitación de unidades en un delimitación se afinó para ajustarla
caso práctico permite apreciar los a los medios disponibles y a las ca-
III.2.2 El proceso problemas potenciales y las solucio- pacidades de los miembros de los

de delimitación nes adecuadas para resolverlos. El


ejemplo de CLM es ilustrativo de la
equipos de trabajo.

flexibilidad necesaria en una tarea La figura 5 muestra el resultado final


que está condicionada por factores de división de unidades de paisaje a Figura 3.
externos e internos, y cuyo desarro- partir del APE. Las diferencias más
Ejemplos de la base de delimitación
llo no siempre se puede prever. La importantes con la primera delimita- de unidades: cartografía de usos
falta de la información cartográfica ción son debidas a la agrupación de suelo sobre relieve sombreado
necesaria, las limitaciones de tiempo unidades más grandes de aquellas
o presupuesto, o la disponibilidad de unidades que presentaban una ho-
los equipos de trabajo incide sobre mogeneidad tal que su diferenciación
una tarea que, si bien puede ser im- no aportaba una ventaja suficiente
puesta de arriba abajo, a veces ha de en términos de coste/beneficio para
realizarse de abajo arriba para maxi- los expertos que habían de realizar
mizar los recursos. el trabajo de campo en ellas. La exis-
tencia de unidades más grandes pero
La figura 3 muestra dos ejemplos internamente más homogéneas se ve 53.19
50.15
a diferente escala de la cartografía así en principio compensada por la A
A 78.03
78.03
50.15
50.16
50.16
50.13
50.13
53.19 62.09
62.09
53.22
53.21
53.21
base que se empleó para delimitar las capacidad de dedicar más recursos a 53.22

unidades de paisaje. En este caso, y aquellas más complejas. 17.05 17.06


17.05 17.06 62.16
dado que la cartografía geomorfoló- 62.11
62.11
62.16 62.05
46.01 62.07 62.05
gica no se encontraba disponible por No obstante, el precio del compro- 46.01 62.07

problemas de coherencia entre hojas miso con las necesidades técnicas B


B 62.10
46.02 17.02
17.02 62.10
a la escala requerida, se optó por uti- es, entre otros, el cambio de escala 78.04 46.02
78.04
17.04 62.17
lizar un modelo digital de elevaciones en los productos gráficos que pre- 17.04 46.03 62.17
46.03
y una clasificación de usos del suelo tendan utilizar la unidad de paisaje
62.18
como base primaria. La combinación como módulo de trabajo. Para un for- 17.03 17.01 62.18
17.03 17.01
de ambas capas permite delimitar mato de salida de Atlas de páginas A3 46.04
46.04 62.06
unidades en base a criterios fisiográ- apaisadas en las que encajar mapas 62.06
46.05 18.07
ficos, ya que se pueden distinguir con de unidades de paisaje, esto significa 46.05 18.07 62.12 62.13
25.01 62.12 62.13
facilidad cuestas, laderas, parameras, abandonar la escala 1:100.000 para 25.01
18.08
18.08 57.13
crestas y otros elementos del relieve, las unidades preliminares, pasando 46.06 30.01
57.13
30.02 77.13 77.11
46.06 30.01 77.13 77.11
mientras que la capa de usos del suelo a 1:500.000 para las definitivas, con 30.02
46.07
46.07 62.15 62.19
permite localizar áreas de relativa ho- objeto de permitir la inclusión de uni- 62.15 62.19
17.06 62.11
mogeneidad si se realiza una clasifi- dades mayores. 17.06
B 17.05 62.11

B 17.05 46.01
46.01
cación con criterio paisajístico con las
muchas clases de usos disponibles. Sin embargo, el peaje más impor-
tante de utilizar unidades de paisaje
62.10
El resultado de aplicar esta lógica relativamente grandes es el sacrificio 46.02
46.02
17.02 62.10
17.02
se refleja en la figura 4. Esta prime- de la capacidad de discriminación de
ra delimitación provisional es útil realidades diversas. Una nueva uni- 17.04
17.04
como primera aproximación al tra- dad como la de los Montes de Tole- 46.03
46.03
bajo de campo, y es necesaria para do en su conjunto impide valorar la
las primeras fases de un trabajo de riqueza paisajística y la heterogenei-
análisis. Las unidades principales dad interna en su justa medida, deri-
17.01
son de tamaño similar, y se sigue un vando este análisis a la fase posterior 17.03
17.01
17.03
mismo criterio objetivo en su defini- de los Estudios de Paisaje. 46.04
46.04

62.12
18.07 62.12
18.07 57.13
46.05 62.13
57.13
46.05 62.13

pág. 91 Capítulo III.


80.01
15.17 80.03
80.02
15.16
5.09 80.06
5.10
50.07
80.04 80.05
80.07
53.12 80.09
79.01 80.08 Aragón
77.01 79.03 14.29
78.01 53.13 79.02
Castilla y León 45.09
14.28
77.02 85.01 79.05 80.10
57.07
53.11 79.04
80.11
45.10
77.09
Comunidad de 77.03 79.06 14.30
Madrid
14.33 77.04

77.08 45.11
79.07
77.05
53.17 14.32
77.07
15.15 50.04 40.10 79.09 14.31
50.01 62.22
57.04 77.06 79.08
50.02 53.18 57.08 57.09 53.20
50.03 79.11
57.12 62.20 45.13
40.03 77.10
45.12
62.21 78.02 57.11 62.08 79.10 79.12
50.14 53.19 53.21
50.15
62.07 14.41
78.03 50.13 62.09 53.22 80.12
50.16
62.01 77.14
48.14 17.05 62.11
17.06 62.16
46.01 62.05 53.23 Comunidad
78.04 17.02 62.10
46.02 Valenciana
17.04 46.03 62.17
85.02
62.18 62.02
17.03 17.01
46.04 62.06 62.04
Extremadura
46.05 18.07
25.01 62.12 85.03 79.25
18.08 62.13 45.15
30.01 57.13
18.06 30.02 46.07 79.26
46.06
18.09 62.15 77.12 77.11 62.03
48.17 62.19 16.36 79.28
25.02 30.05 45.16
30.08
30.03 79.27
30.04 77.13 53.26
46.08 62.14 62.24
25.03 46.09 53.24 16.37 42.15
48.23 27.13
46.10 47.09

30.06 30.07 8.11


27.15 48.24 85.05
27.14 53.25
27.19 16.38 58.05 Figura 4.
27.16
27.18
48.35 8.12 16.39 62.25 Primera delimitación de unidades de paisa-
je en Castilla-La Mancha (octubre 2008). La
línea gruesa marca las unidades originales
16.24
del Atlas de los Paisajes de España.
16.40
Región Figura 5.
8.08
Andalucía 8.09 8.10 de Murcia Delimitación definitiva de unidades
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros 62.23 de paisaje en Castilla-La Mancha

pág. 92 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


15.17.01 80.03.01
80.02.01 80.02.02
05.10.02 15.16.01
80.06.01
05.10.01 80.03.01
50.07.01
80.04.01 80.05.01
80.07.01
53.12.01
05.10.03
80.09.01
79.01.01 80.08.01 Aragón
78.01.01
77.01.01 79.03.01 14.29.01
79.02.01 14.28.01
Castilla y León 78.01.02 53.13.01 85.01.01 45.09.01
78.01.02
77.02.01 80.10.01
79.04.01
53.11.01 79.04.02
80.11.01
57.07.01 14.33.02 77.05.05 45.10.01
77.09.01 79.05.01
Comunidad de 77.09.02 77.03.01 79.06.01 14.30.01
Madrid 77.04.01
14.31.01

14.33.02 77.05.03
77.08.02 45.11.01
79.07.01
77.05.02
53.17.01 77.07.01 14.32.01
15.15.01 50.04.01 77.05.04 79.09.01
40.10.02 14.33.01 79.08.01
57.04.01 77.06.01
57.04.01 50.02.01 40.10.01 62.22.01
77.08.01 77.05.01 77.06.02
Leyenda 62.20.02 53.18.01 53.20.01 79.11.03
57.12.02 57.09.01
77.10.01 53.21.02 77.06.03 45.12.01 79.08.02
57.12.01 45.12.03 79.11.01
62.21.01 57.11.01 53.21.01 45.12.02 79.08.03
Tejido urbano 40.03.01 57.11.05 62.20.01 57.11.03 77.10.02 62.08.01
79.12.01 79.11.02
78.02.01 57.11.02 50.14.01 53.21.04 79.12.03
57.11.04 50.15.01 53.19.01 45.12.04 79.10.01
48.14.01 62.08.02
Infraestructuras de trans- 50.15.02 50.13.01 62.07.03 53.21.03
80.12.02 79.12.02 14.41.01
porte y Zonas industriales 53.21.04
78.03.01 50.13.02 62.09.01 62.07.01 53.22.01
50.16.01 80.12.01
Zonas en construcción 62.01.01
y Zonas extractivas 48.14.02 62.11.01
17.05.01 17.06.01
62.16.01 62.05.01
Parques y zonas de- 46.01.01 62.07.02
portivas urbanas 62.05.02 53.23.01 62.02.02 Comunidad
78.04.01 17.02.01 62.10.01
46.02.01 62.17.01 62.17.03 62.02.04 Valenciana
Tierras de labor
17.04.01 46.03.01 62.17.02
62.06.01 62.04.02
17.01.01 62.18.01 62.06.02 62.02.05 85.02.01
Arrozales 46.04.02 17.03.01
62.13.01 62.02.01
Extremadura 46.05.01 62.06.03
62.02.03
62.04.01 85.03.01 79.25.01
Viñedos 25.01.01 18.07.01 46.04.01 62.12.01 62.06.04
18.08.01 57.13.01 62.03.05 45.15.01
30.01.01 77.11.01
62.13.02
Frutales 18.06.02 46.06.01 30.02.01 46.07.01 62.03.01 79.26.02
77.13.02
48.17.01 77.13.03 62.03.04 79.26.01
18.09.01 46.06.02 77.12.01 45.16.02
62.15.01 62.19.01
Olivares 48.17.01 79.99.01 79.28.01
25.02.01 30.03.01 62.03.02 62.03.03 45.16.01
46.08.01 30.05.01 62.14.02 30.08.01 77.13.04
77.13.01 77.11.02
Prados y praderas 30.03.02 30.04.01 16.37.02 79.27.01
46.08.02 53.26.01
25.03.01 62.14.01 53.24.01
27.14.02 77.13.04 16.37.03 16.37.01 53.26.02
27.13.01 46.09.01 42.15.01
Mosaicos de cultivos 48.23.01 46.10.01 47.09.01 08.11.02
27.14.01 30.07.01 08.11.01
30.07.02 53.24.02 16.37.04
27.15.01 30.06.01 08.11.04
Bosques 48.24.01 53.25.01 85.05.02
08.11.03
27.19.01 85.05.01 16.38.01 58.05.01
27.16.01 27.18.01
Matorrales y pastizales 48.25.01 08.12.01 16.39.01 62.25.01

Espacios con escasa vegetación 16.24.01

Humedales 16.40.01
08.08.01 Región
Andalucía 08.09.01 08.10.01 de Murcia
Cursos de agua
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros
62.23.01

pág. 93 Capítulo III.


Para que sea útil, un atlas de paisaje zar un inventario del medio físico, La metodología de análisis del paisa- En la práctica de la confección de este
ha de contar con una base empírica o describir el relieve en términos je a aplicar a Castilla-La Mancha ha- atlas el resultado de la reflexión teóri-

III. 3 cuyo contenido y estructura ha de


haberse diseñado a propósito para
geomorfológicos. Tampoco consiste
en realizar un ejercicio descriptivo, III.3.1 Enfoque me-
bía de ser de aplicación general para
cualquier espacio geográfico. Debía
ca fue una metodología útil para tra-
tar los primeros estadios de los diver-
DESCRIPCIÓN el ámbito de estudio. Sin un traba-
jo de campo, el atlas deviene en un
sino llevar a cabo una tarea que
huya de los lugares comunes, y que
todológico proporcionar también una guía lógi-
ca, sencilla y ordenada para acome-
sos estudios paisajísticos: confección
de un Atlas del Paisaje, realización de
DEL TRABAJO simple documento, no en los cimien- ofrezca una visión orgánica, objetiva ter el estudio del paisaje, integrando Estudios de Paisaje (también llamados

DE CAMPO tos de un trabajo de planificación


territorial. El objetivo de una me-
y dirigida del estado de los elemen-
tos ambientales antrópicos y de sus
trabajos y experiencias previas sobre
el tema, y adaptando los precedentes
Catálogos de Paisaje), y Planes. Estas
tareas son más mecánicas y por lo
todología de análisis del paisaje es, dinámicas. Para ello, es necesaria para ofrecer una base común que tanto más fácilmente acotables que
entre otros, facilitar la recogida de cierta competencia profesional, permitiera abordar el estudio del pai- las propias de un trabajo creativo,
observaciones con vistas a realizar pero también seguir una metodolo- saje desde la perspectiva científica, como son la confección de los Proyec-
un análisis paisajístico que emane gía que permita determinar el ca- pero sin olvidar el carácter aplicado tos y Programas de Paisaje, en donde
de los datos. De otra forma, el Atlas rácter del paisaje de la manera más que tiene el desarrollo del Convenio los proyectistas (fundamentalmente
se convierte en una mera reelabora- objetiva posible. Europeo del Paisaje (CEP), el referen- arquitectos, pero también otros pro-
ción de trabajos previos en ámbitos te internacional en el que se inserta fesionales) han de recurrir a su ini-
diversos, de procedencia dudosa, y Reflexiones de esta índole fueron este trabajo. ciativa y a su capacidad creativa para
casi siempre desactualizada. El tra- las que las condujeron al diseño de actuar sobre el territorio dentro de las
bajo de gabinete es importante en diversas metodologías de evalua- La metodología de trabajo de cam- condiciones de contorno establecidas
los estudios de paisaje, pero siem- ción del carácter del paisaje (LCA po para el atlas se diseñó teniendo en las fases anteriores.
pre como soporte y preparación al en sus siglas en inglés) en el Reino en cuenta los aspectos pragmáticos
trabajo de campo. En este sentido, Unido y en Estados Unidos, y que del análisis intentando no perder A pesar de ello, las fases analíticas
el estudio moderno del paisaje está son el precedente epistémico inme- generalidad. En este sentido, puede y sintéticas de un trabajo paisajísti-
lejos de aquella tradición en la que diato al que se adhiere la metodo- entenderse como la ejemplificación co regional son también necesarias
se describía el paisaje con abundan- logía seguida en este Atlas, y cuyo para un caso canónico de un marco para los instrumentos más proposi-
tes adjetivos -cuando más arcaicos desarrollo completo ha sido explici- general de análisis del paisaje. La tivos. Los proyectos de paisaje han
mejor-, que antropomorfizaba a los tada en un documento aparte y que metodología fue conscientemente de encajar en un todo orgánico si se
elementos naturales, como los ríos, se encuentra públicamente dispo- orientativa, en el sentido de seña- quieren evitar efectos indeseados, ya
y que trataba a la variable social con nible (figura 6). Lo que sigue es un lar un camino que el analista puede sean territoriales o sectoriales, y por
ramplona superficialidad. Describir resumen adaptado de los aspectos adaptar a unos requerimientos cuya lo tanto, deberían utilizar una meto-
el carácter del paisaje no es reali- esenciales del método seguido. casuística es variada, aunque tam- dología de análisis coherente con la
bién podría considerarse como nor- normativa de rango jerárquico supe-
mativa para favorecer la coherencia rior. Lo mismo es aplicable a los Pro-
de los estudios de paisaje que se yectos de Gestión de Paisaje.
realicen sobre un mismo territorio.
Explícitamente, los requerimientos
básicos establecidos de la metodolo-
gía fueron los siguientes:

Jerarquización

La metodología debe presentar una


jerarquía entre niveles de análisis, de
manera que exista una dependencia
funcional entre ellos. Los tipos de
paisaje deben estar relacionados de
alguna forma con el contenido de las
unidades de paisaje, de manera que
un mismo tipo de unidad de paisaje
(o para ser más preciso, un mismo
Autor: Figura 6. taxón) ofrezca parámetros de orde-
Francisco J. Tapiador Portada del documento metodológico nación similares.

pág. 94 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Escalabilidad Actualización Completitud A partir de los requerimientos, se dio territorial debido a la progresiva
procedió a diseñar una metodología profesionalización de esta tarea.
Aunque se puede argüir que no existe La metodología debe permitir ac- La completitud se refiere a que la adecuada a los medios técnicos y hu-
una metodología que sirva para todas tualizar la información, y hacerlo al metodología de análisis pretender III.3.2 Precedentes manos del trabajo. La metodología se • La experiencia adquirida en los últi-
las escalas del análisis del paisaje, sí
que es posible establecer un esque-
menor coste posible. El paisaje es
dinámico, y la velocidad de cambio
cubrir todos los aspectos relevantes
del paisaje. En este sentido, la serie
metodológicos basó, explícitamente, en el concepto
británico del LCA. Las razones de
mos años en la aplicación de la LCA
a diferentes ámbitos geográficos
ma que presente niveles de análisis no debe ser mayor que la velocidad a de elementos que se analizan debe esta elección fueron las siguientes: asegura que se trata de un método
diferentes en función de los requeri- que se puede actualizar el inventario dar cabida a toda la variedad que es contrastado, útil para la planifica-
mientos, medios disponibles, escala, paisajístico. La capacidad de ser ac- dable encontrar en el territorio. Aun- • La posibilidad de aplicar el método ción, y que proporciona resultados
necesidades, o aplicación potencial tualizable implica que la metodología que esto complica el análisis, el bene- hipotético-deductivo a los estudios fácilmente auditables.
de los resultados. El análisis basado debe basarse en una concatenación ficio de ofrecer una visión integrada de paisaje, partiendo de una base
en elementos del paisaje que se pre- de acciones sencillas que puedan ser compensa el esfuerzo. Las ventajas empírica objetivable que permita • Dado su carácter instrumental, la
senta aquí puede ser expandido a llevadas a cabo por un personal for- de este proceder son aparentes al establecer una evaluación discursi- LCA se puede adaptar a Castilla-
escalas cada vez más grandes hasta mado, pero no necesariamente eru- observar áreas de trabajo similares, va basada en datos contrastables. La Mancha con mínimas variantes,
alcanzar el nivel de cuenca visual si dito. Una metodología basada en un como son las metodologías exhausti- pudiendo así realizar intercambios
fuera necesario. Así, el elemento an- análisis exhaustivo que implicara una vas y completas de evaluación de im- • La LCA es un método lógico que profesionales con las experiencias
trópico “hábitat y edificaciones” pue- dedicación exclusiva de un experto pacto ambiental propuestas por Gó- se ejecuta a través de unos pasos llevadas a cabo en otros lugares.
de analizarse desde la mera evalua- durante un periodo de tiempo exten- mez-Orea, en donde se aprecia que el sencillos y entrelazados. Puede por
ción de su existencia a nivel de Atlas, so, sería de escasa utilidad para los trabajo de completar matrices no es tanto ser enseñado a un amplio es- • La LCA ha sido puesta en práctica,
hasta un análisis del tipo de edifica- propósitos de la planificación. una tarea inútil, sino la base misma pectro de técnicos y colaboradores de una manera más o menos explí-
ción y su relación con la arquitectura de un estudio científico del territorio. de diferentes perfiles profesiona- cita, en otras Comunidades Autóno-
tradicional, a nivel de Estudio; o con les. No es por tanto un método de mas, como Cataluña o Valencia.
el estado de las cubiertas y la necesi- evaluación del paisaje que requiera
dad de homogeneizar paramentos, a de unas capacidades que solo se ad-
nivel de Proyecto. quieren tras años de práctica y re-
flexión continuada, sino que puede Los precedentes en la aplicación de
ser aplicado con sencillez por una la lógica del LCA a España son di-
diversidad de agentes. versos. El precedente metodológico
Trazabilidad Universalidad Aplicabilidad más acabado del análisis del paisaje
• La LCA es, en muchos aspectos, un en España lo constituyen los trabajos
La trazabilidad se refiere a que el Con objeto de entroncar el estudio El enfoque para la aplicación del CEP máximo común denominador de realizados en Cataluña por Joan No-
método permite el seguimiento de del paisaje en un lugar determinado no ha de ser académico, sino aplica- cómo enfrentarse al paisaje, repre- gué y Pere Sala. La traslación directa
todas las decisiones que se han ido con experiencias semejantes en otras do. Esto implica que en aras de ser sentando un enfoque de sentido co- de los principios del LCA a aquella
tomando, desde el trabajo de campo, partes de Europa y del mundo, se ha operativo, se han de asumir una serie mún en el que todo conocimiento es comunidad autónoma ha traído como
hasta el valor que se otorga a cada de procurar que la metodología sea de presupuestos que requerirían un explícito. consecuencia un modelo pionero de
elemento. Esto es importante no sólo lo más general posible, y con ello, fá- estudio detallado que asegurara la aplicación al caso español, lo que,
porque permite corregir errores, sino cilmente trasladable a otros concep- coherencia del enfoque, pero que tal • La LCA no requiere un conocimien- unido a un desarrollo normativo cla-
también porque así es posible estu- tos metodológicos. vez no se puedan acometer. El equi- to extenso de ningún aspecto pai- ro, preciso y riguroso del CEP, ha re-
diar la sensibilidad de las estimacio- librio entre lo deseable y lo posible, sajístico concreto, pudiendo ser sultado en un marco normativo que
nes a las incertidumbres en la toma Al partir de primeros principios, y ser y lo óptimo y lo bueno han de acotar aplicado sin dificultad por cual- abre el camino a otras Comunidades.
de datos. trazable, esta metodología propor- el ámbito de trabajo y la profundi- quier técnico sin más que seguir El Observatorio del Paisaje catalán es
ciona una base empírica que pueda dad del análisis. Así por ejemplo, exactamente las instrucciones de un referente tanto por la calidad de
La trazabilidad es también importan- ser luego reelaborada para poderse cualquier análisis del paisaje debería la metodología y de las guías de sus publicaciones como por la políti-
te en lo que respecta a los procesos poner en correspondencia con otras comenzar con una encuesta bien di- trabajo de campo que la desarro- ca de transparencia y de libre divul-
de calidad. En este sentido, la imple- maneras de entender el paisaje. A di- señada que permitiera conocer cómo llan. Se trata pues de un método gación de resultados y propuestas.
mentación de sistemas de gestión de ferencia de los enfoques cualitativos, perciben los habitantes el paisaje. que permite realizar estimaciones
calidad en los agentes que realizan el enfoque funcional cuantitativo Dado que esto no es posible en todas sencillas que puedan ser justifica- El marco normativo catalán ha sido
análisis de paisaje es un requerimien- permite la traducción metodológica las ocasiones, es necesario adaptar das con datos y razonamientos, y seguido en Galicia con las mínimas
to deseable en la puesta en práctica en ambos sentidos, lo que favorece los métodos empleados a la realidad que pueden luego compararse con variantes que permite la claridad
del CEP a nivel profesional, ya que el intercambio de prácticas con otros del trabajo, ya sea utilizando proxies las de otros expertos. instrumental del CEP. La legislación
permitiría una mejor adecuación de profesionales del territorio que sigan o diseñando estrategias que permi- gallega (Ley 7/2008, de 7 de julio,
los trabajos a los requerimientos téc- otros procedimientos de análisis. tan obtener los datos que se conside- • La lógica de la LCA es adaptable a de protección del paisaje de Galicia),
nicos de la administración. ren relevantes para el análisis. los procedimientos de calidad que consolida pues una estructura admi-
se empiezan a introducir en el estu- nistrativa de los análisis del paisaje

pág. 95 Capítulo III.


similar a la catalana, y cuyo marco de Impacto e Integración Paisajística La necesidad de proporcionar una los elementos que lo conforman, va- jo de campo en una PDA con GPS que
metodológico sigue también el pre- (incorporados en el estudio de im- nueva metodología para Castilla-La riando la escala de trabajo. descargue directamente los datos en
cedente británico. pacto ambiental de aquellos proyec- Mancha surge de la débil adecuación un servidor dota de gran flexibilidad
tos sometidos al procedimiento de III.3.3 El proceso de entre las metodologías paisajísticas Un problema común en las metodo- al diseño de formularios, que pueden
El objetivo de la ley gallega, en sus
propios términos, es el reconocimien-
Declaración de Impacto Ambiental);
y 4) los Planes de Acción del Paisa-
adaptación metodológica existentes y la realidad del territorio
de esta región. Las metodologías in-
logías que se exploraron era el ca-
rácter sectorial de los enfoques. Las
ser modificados si se hace necesario
al enfrentarse con la realidad-campo
to jurídico, la protección y la gestión je en Áreas Protegidas. Se establece ternacionales de análisis del paisaje metodologías que estaban destina- (cfr. figura 9).
del paisaje de Galicia, comunidad de además un organismo competente en que se barajaron para su aplicación das a analizar o a gestionar espacios
alta riqueza paisajística por sus par- materia del paisaje, el Observatorio a Castilla-La Mancha adolecían de ya fueran forestales, agrarios o ur- Esta metodología ha sido por tanto
ticulares características geográficas Gallego del Paisaje. varios problemas que hicieron nece- banos. Otro problema era el carác- creada partiendo de primeros prin-
y sociales (contrastada morfología, sario diseñar un enfoque que, par- ter regional de la mayoría de ellas. cipios. Esto no quiere decir que se
presencia del océano, alto número Es precisamente este organismo el tiendo de las premisas del LCA, fuera Aquellas orientadas al análisis de los haya partido de cero, sino que el
de asentamientos humanos, elevada que tendrá la función de elaborar los adecuado para los parámetros de un paisajes de Estados Unidos, Cana- problema se ha abordado con un en-
diversidad biológica, etc.) Catálogos del Paisaje; definir las polí- estudio a escala regional. dá o Australia eran inaplicables de foque que permitiera satisfacer los
ticas de formación, sensibilizar y con- modo general, ya que asumían unos requerimientos de jerarquización,
Los principios en los que se inspira cienciar a la sociedad gallega; servir El papel de la escala de trabajo es paisajes en los que la amplitud, baja escalabilidad, trazabilidad, actuali-
la ley vienen recogidos en el Conve- como órgano asesor a las entidades fundamental. Parece aceptado que densidad y carácter remoto eran la zación, universalidad, completitud,
nio Europeo del Paisaje, y son, entre locales; y hacer el seguimiento de la metodología con que se aborde tónica, siendo por tanto poco apro- y aplicabilidad.
otros, la consideración del paisaje iniciativas en materia de paisaje a ni- un estudio del paisaje depende de piadas para una región en la que
como una fuente de bienestar para vel estatal, europeo e internacional. la escala de trabajo en varios aspec- ningún lugar está a más de unas de-
las personas, indicador del estado de Además, se contempla la obligación tos. El primero es la exhaustividad cenas kilómetros de un lugar habita-
calidad del medio natural y cultural, y de que el Observatorio Gallego del con que se puede abordar el análi- do o de una carretera.
el concepto del desarrollo sostenible Paisaje elabore cada cuatro años un sis. Un área de 20.000 kilómetros
y uso ordenado del territorio, como informe sobre el estado del paisaje. cuadrados no se puede explorar en Los caracteres sociales de aquellos
objetivos a alcanzar. Asimismo, se un tiempo razonable con la misma espacios también son disímiles a los
impulsa la creación de políticas de Por último, notar que en varios artí- profundidad que un pequeño valle. de, por ejemplo, Europa continental,
protección, gestión y ordenación de culos de la Ley se subraya la impor- Es por ello que hay que adaptar el donde la forma de poblamiento tra-
los paisajes, y la plena integración tancia de fomentar la coordinación método al ámbito de trabajo, una dicional y la relación de las ciudades
del concepto de paisaje en todas las y cooperación entre diferentes ad- vez que este haya sido definido. con el medio rural difieren respecto
políticas sectoriales (ambientales, ministraciones públicas con compe- al del mundo angloamericano. Los
culturales, turísticas, económicas…) tencia en la gestión del territorio, La escala de trabajo influye también más de tres milenios de historia Eu-
que incidan en el mismo. tanto a nivel intracomunitario (de en la herramienta de planificación y ropea convierten al paisaje en un mo-
la Xunta con las administraciones ordenación que se vaya a utilizar. A saico de decenas de capas que no se
Se establecen cuatro instrumentos locales, que serán, en definitiva, las una escala regional, es posible defi- pueden ignorar.
principales para el desarrollo de que pongan en marcha las actuacio- nir directrices, y a escalas menores,
esta Ley: 1) los Catálogos del Paisaje nes derivadas del cumplimiento de planes y proyectos. La escala tam- Otra de las razones para realizar
(que delimitan las grandes áreas pai- la legislación) como a nivel interco- bién influye en la caracterización del una propuesta adaptada es el desa-
sajísticas de la comunidad, los tipos munitario (con otras Comunidades paisaje. El analista debe preguntarse rrollo actual de las tecnologías de
de paisaje y las unidades de paisaje, Autónomas, principalmente las co- siempre ante el paisaje que tiene que la información geográfica, que han
definidas éstas últimas como ámbitos lindantes con Galicia). estudiar qué es lo que lo distingue del convertido en obsoletos muchos de
territoriales con valores paisajísticos resto de los paisajes. Este es el carác- los enfoques del siglo pasado. Así por
homogéneos y coherentes); 2) las Cabe mencionar también a la Co- ter del paisaje, un elemento muy im- ejemplo, la posibilidad de realizar
Directrices de Paisaje (objetivos de munidad Valenciana, que ha sido portante en la ciencia del paisaje tal y cientos de fotografías digitales, y de
calidad que se pretenden alcanzar pionera en legislar sobre el paisaje como se entiende hoy, y que varía con analizar después los resultados, hace
en cada unidad de paisaje, incluyen- con una legislación de ordenación la escala de observación. Conceptual- innecesario un análisis completo del
do las aspiraciones de la población, y territorial, menos explícita que la mente, es posible que un paisaje se color o la textura de las vistas como el
las medidas específicas de actuación catalana, pero que también aplica caracterice por no caracterizarse por que se propuso en el LCA original. Lo
para llevarlos a cabo); 3) los Estudios principios del CEP. nada, aunque esto es difícil dadas las mismo en relación a las imágenes de
posibilidades combinatorias que ofre- teledetección de alta resolución es-
cen los elementos que lo conforman pacial, que evitan los costosos vuelos
y la multiplicidad de escalas. Es por dedicados y ayudan a la preparación
ello que si dos paisajes parecieran del trabajo de campo. En el ámbito de
tener el mismo carácter, el analista los sistemas de información geográfi-
debe explorar con más profundidad ca, la posibilidad de realizar el traba-

pág. 96 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Desde el punto de vista formal, el Dado el carácter aplicado de esta riencias y, en gran medida, del zeit- Siguiendo la definición de análisis, el
paisaje se puede considerar formado metodología, la definición de pai- geist (serie de creencias, sistemas de paisaje se define como la distinción
por tres componentes: la geográfica saje que se emplea aquí es la utili- valores, y mentalidad contemporá- de las partes de este hasta llegar a
III.3.4 El estudio del (el territorio), la psicológica (la per- zada por el Convenio. A pesar de neos). La percepción del mismo pai- III.3.5 El trabajo de campo conocer sus principios o elementos.

paisaje en la metodología cepción), y la sociológica (el sistema


de valores).
las limitaciones ya mencionadas de
la definición, aquella representa un
saje dentro de un zeitgeist desarro-
llista que valore el progreso material
Se trata de una fase previa a la ges-
tión u ordenación, y cuenta con una
compromiso aceptable entre las de- es bien distinta de la que se aprecia fase de inventario territorial, en la
El territorio geográfico es el sustrato finiciones historicistas, igualmente en un marco ecologista, o conserva- que se identifican los elementos del
del paisaje. Se trata de un sistema de imprecisas, y la necesidad de pro- cionista. Por esto mismo, la percep- territorio; otra de evaluación, en la
elementos naturales y antrópicos, es- porcionar una base operativa para ción varía con los cambios sociales, que se seleccionan aquellos de rele-
paciales y no espaciales, que se interre- el análisis, gestión y ordenación de y un mismo espacio puede pasar de vancia paisajística; y una tercera en
lacionan, y cuyo estudio corresponde los paisajes europeos. ser considerado poco valioso a de es- la que evalúa su carácter paisajístico
principalmente a la geografía. Por otro pecial protección dependiendo de lo en términos de definición, intrusión,
lado, el paisaje es percepción y cono- Debido a la polisemia del término que la sociedad priorice en cada mo- singularidad, valor, degradación, ac-
cimiento, pertenecientes al ámbito de paisaje, es necesario también definir mento. En los últimos treinta años y tividad y heterogeneidad.
estudio de la psicología. Y también con- qué se entiende en esta metodología en nuestra Comunidad hay abundan-
texto social formado por el sistema de por términos como paisaje urbano, o tes ejemplos al respecto. El esquema de la metodología de
valores vigente en un momento dado, y arquitectura del paisaje, con objeto análisis se recoge en la tabla 1, con
que estudia la sociología. de evitar confusiones. Con paisaje Es por ello que el paisaje es variable una indicación de en qué parte de
urbano se ha venido hablando de ac- en el tiempo en un triple sentido: en este documento se trata cada aspec-
Sin embargo, el paisaje es una dis- tuaciones variadas, desde el diseño tanto a que cambia el territorio que to. El objetivo de la metodología es
ciplina autónoma que trasciende la de los parques de las ciudades has- le sirve de sustrato, y en cuanto que caracterizar paisajes, y se concreta
suma de sus partes, al estar consti- ta el de mobiliario urbano, o el de la mutan los valores dominantes de la en cinco fases.
tuido no sólo por esos tres vectores, vegetación de calles y avenidas. Aquí, sociedad que lo percibe, y la pobla-
sino por las relaciones entre ellos. paisaje urbano (o rural, o natural) se ción misma. Los tres ejes de dinámica
Como, además, los objetivos de la entiende de una manera más amplia del paisaje son pues el geográfico, el
ciencia del paisaje son bien diferen- como paisaje en un espacio geográfi- psicológico, y el sociológico. El pri-
tes de los de las tres ciencias mencio- co dado, sea este urbano o rural. mero se refiere a cómo varía el te-
nadas, el paisaje debe ser estudiado rritorio, el segundo, a la percepción FASE 1. Definición del trabajo
de manera autónoma por los profe- El término arquitectura del paisaje se individual, y el tercero, al zeitgeist.
sionales formados para ello. ha usado también de manera privati- La primera fase consiste en la defini-
va, entendiéndose en la mayor parte ción del trabajo que se va a realizar.
El hecho de que se considere el pai- de los casos como lo que en esta me- Aunque el método de análisis pai-
saje como la percepción del territo- todología se denominaría estructura sajístico es común, no es lo mismo
rio en un contexto social implica que del paisaje, es decir, la relación entre realizar un Atlas del Paisaje que un
el concepto posee carga subjetiva, las partes del paisaje. Estudio, o un Programa, tanto por es-
porque en todo momento se vincula cala como por la importancia de los
a un observador que opina sobre él. En esta metodología, el paisaje se elementos territoriales.
Precisamente este aspecto compli- relaciona con territorio al interpre-
ca la praxis del análisis del paisaje, tar paisaje como la percepción que Dentro de esta fase, hay que definir
porque la percepción del mismo va- se obtiene del mismo. Mientras que el ámbito de trabajo, acotando el te-
ría entre individuos, generando una el territorio es una realidad material rritorio a analizar. Aquí se deberán
gran variabilidad en las conclusiones que se puede cuantificar con cierta decidir cuestiones tales como si los
que se obtengan de una evaluación precisión, la percepción del mismo, bordes del ámbito de trabajo han de
sobre el mismo espacio realizada por al ser individual (aunque pueda ser ser expandidos a regiones limítrofes;
personas diferentes. La subjetividad compartida por varias personas), está si se ha de optar por insertar ámbitos
también puede afectar a la definición coloreada por elementos psicológi- marginales en unidades de paisaje
misma de paisaje, hasta el punto de cos, que aunque pueden explicitarse mayores; si se teselará el territorio
que ciertos autores cuestionan si el y caracterizarse, son subjetivos. de manera completa; o si se analiza-
paisaje existe por sí mismo, o es sólo rán también las áreas urbanas, o sólo
un producto de la mente humana; Esta percepción individual depende las rurales y naturales.
cuestión esta de interés epistemoló- de la cultura y formación del obser-
gico, pero poco útil para el análisis y vador, de su estado de ánimo, de sus Los objetivos del trabajo deberán
la planificación. prejuicios, de sus esperanzas, expe- indicar si el análisis se orienta hacia

pág. 97 Capítulo III.


la planificación, la gestión, la ordena- de lo proyectado y no permita reali- resultados finales del trabajo. En este
ción, o si se trata de un estudio aca- zar como es debido las fases poste- sentido, sería deseable acordar con el
démico preparatorio. riores de análisis. promotor del estudio si es realmente
necesaria una calidad gráfica de las
La definición de responsabilidades Esta fase preparatoria es común a to- salidas tal que justifique el empleo FASE 4. Base empírica del análisis
del trabajo es importante para ase- dos los trabajos profesionales sobre el de software tipo ArcGIS o MapInfo, o
gurar una buena gestión del mismo, territorio, por lo que no se abundará si lo verdaderamente importante es La cuarta fase consiste en la rea-
y para que todos los profesionales en ella más allá de lo ya comentado. el análisis que se obtenga. lización del trabajo de campo y la
puedan concentrarse en sus tareas, consiguiente confección de la base
minimizando duplicidades y evitando empírica que fundamenta un análisis
conflictos competenciales. de paisaje. Es aquí donde se aplica la
metodología de análisis del paisaje
Hay que recordar siempre que un aplicada en CLM, y que consiste en
trabajo de estas características no se FASE 2. Estudio territorial FASE 3. Diseño del trabajo analizar cada uno de los elementos del
gestiona nunca de manera desorga- de campo territorio desde la óptica paisajística.
nizada, por lo que es imprescindible La fase de estudio territorial se ha
contar con una cabeza visible sobre de iniciar una vez formalizados los La tercera fase es la más importan- Sería deseable que esta fase contara
la que recaiga la última palabra, con términos legales y económicos del te, ya que es la que requiere de más con una encuesta de percepción del
un coordinador que ayude al día a día trabajo. Comprende al menos tres recursos, más tiempo, y en donde paisaje. Se trata de un trabajo cos-
de los trabajos y asegure la buena co- tareas: diseño del Sistema de Infor- surgen los problemas de pasar de toso en tiempo y dinero, pero que
ordinación entre los profesionales, y, mación Geográfica (SIG) que servirá la teoría a la práctica. El trabajo de permite definir dos de los tres pilares
de haber varios equipos, se asegure para organizar la información del campo es imprescindible en un estu- del paisaje: la percepción del paisaje
de coordinar esfuerzos. trabajo de campo y para analizar los dio paisajístico serio, ya que de otra por sus habitantes, y el conjunto de
datos; la definición de unidades de forma este se convierte en una mera valores de la población. Si esta fase
La definición del marco técnico del paisaje; y la realización de una pri- recopilación bibliográfica. no puede llevarse a cabo por limita-
trabajo, por otro lado, ha de ser clara mera clasificación de las unidades de ciones técnicas, se podrá suplir con
y precisa. El promotor del trabajo ha paisaje. Las tareas a realizar aquí son, prime- una evaluación técnica que actúe
de indicar de manera lo menos ambi- ro, la selección de aquellas unidades como proxy de la percepción social y
gua posible sus necesidades y reque- El SIG es una pieza técnica clave, no de paisaje, de entre las definidas sus valores.
rimientos, y lo que espera conseguir sólo para la confección de la carto- en la fase anterior, que presenten
del trabajo en términos de contenido, grafía, sino como vehículo de trata- a priori alguna singularidad que las
forma, tono, aplicabilidad, tiempo miento de la información, y, lo que es haga susceptibles de un análisis más
y plazos de realización, formato de más importante, como herramienta detallado. La segunda tarea consiste
las entregas, sistemas de evaluación, de análisis una vez que se ha cons- en la selección de vistas y panoramas
forma de seguimiento, costes y pro- truido la base empírica. desde donde se ha de recoger la in- FASE 5. Análisis de
fundidad analítica. formación de campo. la base empírica
La elección del producto SIG concre-
Asociado con esto, se deberán es- to dependerá de los medios disponi- La planificación concreta del traba- La quinta fase consiste en la explota-
timar cuanto antes las necesidades bles, habiendo excelentes sistemas jo de campo consiste en definir un ción del trabajo de campo utilizando
materiales y de recursos humanos de software libre disponibles, como cronograma que tenga en cuenta la técnicas cuantitativas y cualitativas
para acometer el trabajo dentro de gvSIG desarrollado gracias a la Ge- fenología y la estacionalidad, en di- con vistas a una posible modeliza-
esas condiciones técnicas, afinando neralitat Valenciana, que permiten señar y realizar una web para el vol- ción. Es aquí cuando se debe realizar
mediante un proceso de discusión el realizar todas las tareas necesarias cado de los datos, y en confeccionar la cartografía definitiva que vaya
ajuste entre lo óptimo, lo posible y en un análisis de paisaje sin necesi- una guía del trabajo de campo. a ser publicada en forma de Atlas o
lo deseable. dad de detraer recursos para adquirir Estudio, la que sirva para la partici-
una solución comercial. Aunque la metodología de análisis pación pública, o la relativa a Planes
La estimación económico-financiera ya está definida, la guía de trabajo y propuestas de actuación.
es un aspecto que a veces se omite, El equipo técnico debería ir más allá de campo ha ser ajustada a las defi-
pero que es importante valorar en de la mera confección de mapas vi- niciones del trabajo realizadas en la La tarea de análisis cuantitativo se
esta fase para asegurar de que se va sualmente atractivos, un aspecto primera fase, y deberá contener unas deberá realizar con el SIG una vez
Tabla 1.
a disponer de recursos en todas las importante, pero que debe ser equili- especificaciones claras de cómo se que se hayan integrado los datos pre-
fases del trabajo y evitar así proble- brado con el presupuesto disponible, recoge la información y de los crite- existentes, la información territorial Esquema general de la metodología de
análisis del paisaje. Los recuadros rojos
mas sobrevenidos, como el que tra- los objetivos del trabajo, y la forma rios que se siguen en las evaluacio- y las fotografías de campo. indican en qué sección del documento
bajo de campo resulte más costoso con que se deben proporcionar los nes. metodológico se trata cada aspecto.

pág. 98 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


El protocolo seguido para la toma de imprimir y utilizarse como guía so-
1 1 datos del atlas fue el siguiente: bre el terreno. El trabajo de campo
1 Definición del ámbito Definición de
deberá seguir siempre una misma
Fase 1 responsabilidades
DEFINICIÓN DEL
TRABAJO 1 1
Estimación de necesidades
materiales y humanas
III. 3.6 Protocolo • Se deben elegir sitios significativos secuencia operativa. Esto minimiza
Definición de objetivos Definición del marco
técnico del trabajo
de recogida de de la unidad de paisaje, favorecien-
do los más accesibles para las per-
los sesgos si el trabajo lo realizan
varios equipos. Una posible secuen-
Estimación económico-
financiera datos de campo sonas, pero sin limitarse a los mira- cia es la siguiente:
Base de datos dores ya existentes.
1 1. Selección de los sitios para las vis-
Diseño del Sistema de
Información Geográfica Cartografía • No se deberá nunca situarse en pro- tas y panoramas significativos y que
base
piedades privadas sin autorización, caractericen en paisaje. Este proce-
2 7 Métodos y a ser posible se deberá informar a so ha de ser preparado con la ayuda
Fase 2 Definición de unidades cuantitativos
las autoridades locales del trabajo de la cartografía de referencia.
ESTUDIO de paisaje
TERRITORIAL que se está realizando.
2. Realización de las tomas fotográ-
10 • Sería recomendable avisar de la vi- ficas, anotando fecha y hora y
Taxonomía de
unidades de paisaje sita a algún grupo de acción local, a nombre de la imagen tal y como
algún agente de campo (agente fo- aparece en la cámara. Este nom-
restal, de desarrollo rural, guardia bre de archivo servirá para iden-
civil o similar), o al mismo ayunta- tificar las imágenes de las vistas
A1 miento. Casi siempre será posible y analizarlas (figura 7), pero de-
Selección de unidades
de paisaje de especial encontrar a alguna persona de la berá ser cambiado a la vuelta del
interés
localidad que estará encantada de trabajo de campo para acomo-
2 A1 9 acompañar y orientar a los analis- darse a la convención utilizada
Fase 3 Selección de vistas y Cronograma
DISEÑO DEL panoramas y organigrama tas en su recorrido. en el trabajo.
TRABAJO DE CAMPO
• El contenido del formulario y del tra- 3. Rellenado in situ de todas las fichas
9 A1
Diseño de la base Web de trabajo bajo se puede discutir abiertamente de vistas.
empírica de campo
con estos informantes, incluyendo
9 sus aportaciones si se consideran 4. A ser posible al día siguiente, relle-
Guía de
trabajo de de relevancia particular. No obstan- nado de la hoja resumen del traba-
campo te, habrá que prestar atención a las jo de campo, buscando un consen-
percepciones y sesgos locales. Tra- so entre los miembros del equipo
6
6 Ambientales 6 bajos anteriores muestran que las de análisis.
Elementos Espaciales desviaciones con el criterio analíti-
6 co pueden ser importantes. 5. Subsanación de errores en las vis-
9 Antrópicos
Descripción 6 tas, repetición de tomas y/o del
No espaciales
9 • El trabajo de campo deberá pro- formulario.
Percepción gramarse con antelación, eligiendo
9 sobre plano las vistas y los posibles 6. Propuesta, si procede, de redelimi-
Análisis paisajístico 1
9 Encuestas panoramas. Aunque la programa- tación de la unidad de paisaje, o de
9 Evaluación
ción es susceptible de cambio una corrección de información de base.
Fase 4 visual
BASE EMPÍRICA DEL 9 vez en el terreno, es conveniente
ANÁLISIS Volcado digital de la 9 contar con un plan de trabajo pre- Si existe alguna duda sobre qué cri-
información en el SIG Dinámicas
visto. Cualquier cambio, una vez en terio utilizar, o qué hacer ante una
el campo, deberá ser consignado determinada situación, es siempre
9 como incidencia. aconsejable consultar con la dirección
Valoración
objetiva técnica del trabajo. Es siempre conve-
11
Análisis cuantitativo • Es también conveniente insertar las niente plantear una fase de revisitado
11 imágenes de satélite y los mapas del paisaje en diferentes estaciones
Fase 5
ANÁLISIS DE LA
Caracterización 11 que delimitan la unidad de paisaje del año con objeto de ampliar el re-
BASE EMPÍRICA en la hoja de cálculo antes de salir al pertorio de imágenes a diferentes es-
Evaluación 11 campo. La hoja se puede entonces tados fenológicos de la vegetación.

pág. 99 Capítulo III.


El trabajo de campo con los formu- El tiempo estimado para realizar un
larios es una parte importante del buen formulario es de dos jornadas
inventario paisajístico, por lo que es de trabajo, pernoctando en los alre-
III.3.7 Recogida de deseable incluir toda la información III.3.8 Aspectos prácticos dedores si fuera posible, e interac-

información adicional adicional que sea posible, desde le-


yendas locales sobre los paisajes o lu-
del trabajo de campo cionando con los locales. Los días
pueden ser sucesivos o no. Es conve-
gares que se analicen, hasta sonidos niente realizar el trabajo de campo
grabados, entrevistas, o imágenes en pareja, no sólo por seguridad per-
adicionales. Cualquier información sonal, sino también por la posibilidad
antropológica, social o de cualquier de discutir las valoraciones. Si hu-
índole que se considere valiosa se biera alguna discrepancia se deberá
puede incluir como un fichero de tex- consignar en el apartado de valora-
to anexo a la entrega de los formula- ción textual correspondiente.
rios. Los elementos que contribuyan
a la caracterización o valoración del Para realizar el trabajo de campo se
paisaje, o cualquier dato o imagen necesita un GPS fiable; un soporte
susceptible de aparecer en una publi- para rellenar el formulario o, si se
cación son también bienvenidos. considera oportuno, un ordenador o
PDA; un teléfono móvil para emer-
La documentación de esta informa- gencias; una cámara fotográfica de
ción adicional deberá hacerse aten- al menos 5MP capaz de generar pa-
diendo a los criterios lógicos del resto noramas; una cámara de vídeo digi-
de la documentación. tal, si fuera posible; una brújula y un
mapa topográfico para orientarse,
preferiblemente a escala 1:25.000.

La cartografía de referencia para la


realización de trabajo de campo es de
dos tipos: mapas que sirvan al analis-
ta para orientarse en el terreno y la
que se recoge en las fichas, y que sólo
se deberá proporcionar si resulta im-
posible volcar los resultados vía web.
En este caso, el mapa de la segunda
página del formulario será construi-
do por los analistas a partir del mapa
final de unidades de paisaje.

Figura 7.

Muestrario de referencia para


la evaluación de las característi-
cas visuales de los paisajes

pág. 100 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Una ayuda adicional para la planifica- En el caso de la confección de un At- de una manera sistemática y a partir La figura 9 recoge de manera sinté-
ción del trabajo de campo lo constitu- las, estos modelos pueden ser reali- de un diseño sensato y meditado que tica los contenidos de las fichas de
yen los modelos dinámicos en 3D rea- zados para aquellas unidades cuyo tenga en cuenta los objetivos del tra- trabajo de campo, con su traslación
III.3.9 Teledetección lizados a partir de un modelo digital análisis pormenorizado se conside- bajo y sus condiciones de contorno. III.3.10 El formulario al sistema de volcado de datos vía

y modelos 3D de elevaciones y de imágenes de sen-


sores a bordo de aviones o satélites.
re más valioso, ya que el ámbito de
estos trabajos es el regional, lo que Es por ello que para la realización del
de trabajo de campo Web. El diseño de las fichas permite
satisfacer los siguientes objetivos del
El reciente trabajo de Millán-Ocaña hace inviable el uso de un único mo- trabajo de campo es útil definir una trabajo de campo:
(2009) ha mostrado la utilidad de delo para todo el territorio. guía que permita minimizar los erro-
las técnicas de teledetección y otras res de procesado de la información. Si 1. Proporcionar la base empírica ini-
tecnologías de la información para el Es importante que estos modelos se el trabajo es complejo, e involucra a cial para el estudio científico del
análisis del paisaje. La utilidad de los proporcionen a los equipos de traba- varios equipos, la guía es imprescindi- paisaje.
SIG ha sido ya demostrada, mientras jo en un formato que no requiera del ble para conseguir un trabajo homo-
que gracias a la gran extensión de las uso de software especializado. Ideal- géneo, coherente, y útil para el análi- 2. Recoger la información necesaria
imágenes de satélite es posible cubrir mente, se proporcionarán como aquí: sis y la posterior gestión del paisaje. para caracterizar el paisaje.
amplias zonas del territorio a un cos- incrustados en un documento PDF.
te mucho menor que el que represen- De esta forma, podrán ser manejados La guía de trabajo de campo es tam- 3. Realizar una primera evaluación de
ta una campaña de trabajo de campo, por cualquier técnico de la adminis- bién un medio de asegurarse de que los paisajes.
y con prestaciones comparables en tración o ciudadano una vez que la se cubren todos los aspectos relevan-
algunos ámbitos. base de datos del SIG sea hecha pú- tes del análisis. En este sentido, satis- 4. Contrastar la información ofrecida
blica. La utilidad de este sistema de facer el criterio de completitud es im- por otras fuentes.
La utilización de sensores hiperes- presentar la cartografía del paisaje portante para evitar la aparición de
pectrales permite discriminar las cu- compensa el alto coste de realización dinámicas sobrevenidas desde ele- 5. Obtener material gráfico y textual
biertas y analizar su evolución, lo que de estos modelos. mentos dejados al margen del análi- sobre los paisajes.
es relevante para las dinámicas del sis. Conviene por tanto ser estricto en
paisaje. Las imágenes de alta reso- Si la definición de unidades de paisaje la realización del trabajo de campo y 6. Completar la información básica
lución espacial, como las del satélite es importante para acotar ámbitos de evaluar todos los epígrafes de la guía sobre la unidad de paisaje.
Ikonos o el QuickBird ofrecen imáge- actuación, el trabajo de campo es cru- con la máxima diligencia, teniendo en
nes de calidad visual comparable a la cial para el desarrollo de la base em- cuenta que la trazabilidad de la me- 7. Corregir los errores que pudiera
de las fotografías de campo, mientras pírica del trabajo de análisis paisajísti- todología hace responsable al analis- haber en la información digital
que los sensores aerotransportados co. La información ha de ser recogida ta de su trabajo. contenida en el SIG.
ofrecen modelos digitales de eleva-
ción de alta resolución e imágenes de 8. Actualizar los impactos y cambios
muy alta resolución espacial. recientes sobre el paisaje.

Las figura 8 muestra un ejemplo de 9. Redefinir las unidades de paisaje


este tipo de herramientas, un mode- utilizando la verdad-campo.
lo 3D multicapa que resulta muy útil
para la realización de Estudios de 10. Validar las hipótesis de los mode-
Paisaje. En este tipo de modelos el los de paisaje.
analista puede cambiar los puntos de
vista y las capas a visualizar, lo que La descripción concreta de cada uno
ayuda a realizar una primera evalua- de los epígrafes de las fichas se re-
ción del paisaje. Es también posible cogió en el documento metodológico
asignar etiquetas a, por ejemplo, los que utilizaron los equipos para el tra-
puntos de interés paisajístico, o a bajo de campo, y al que dirigimos al
otros elementos que se consideren lector que desee mayor información
relevantes. al respecto.

Figura 8.
Figura 9.
Vistas escogidas del modelo 3D: selec-
ción de la capa del mapa a escala 1:25.000 Esquema de la web de volcado de datos,
y selección de la ortofotografía con los contenidos de base de datos

pág. 101 Capítulo III.


pág. 102 Capítulo III. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
pág. 103 Capítulo III.
Primera Parte
CAPITULO I

pág. 104 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


pág. 105 Capítulo V.
El futuro del Paisaje en Castilla – La Mancha
CAPÍTULO IV
ÍNDICE DEL CAPÍTULO IV

IV.1 LA POLÍTICA DE PAISAJE: DE LA PROTECCIÓN DE LAS BELLEZAS


SINGULARES A LA GESTIÓN SOSTENIBLE DEL TERRITORIO

IV.2 LA CONTRIBUCIÓN Y LOS COMPROMISOS DEL


CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE

IV.3 LA GESTIÓN DE LOS VALORES DEL PAISAJE Y LAS POLÍTICAS


PÚBLICAS. UN RETO PARA CASTILLA-LA MANCHA

IV.4 POR UNA POLÍTICA PARA LA SALVAGUARDA Y PUESTA


EN VALOR DEL PAISAJE CASTELLANO-MANCHEGO. LAS
PROPUESTAS DEL PLAN DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
“ESTRATEGIA REGIONAL” DE CASTILLA-LA MANCHA

BIBLIOGRAFÍA

pág. 106 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Fotografías:

Zona de baños en el Júcar.


Autor: Juan Antonio García González.

pág. 107 Capítulo V.


Este Atlas ha puesto de manifiesto la En un decenio de profundos cambios La defensa del paisaje también ha Esa noción de paisaje y una acción
notable diversidad de los paisajes de en los usos del suelo, el paisaje ha ido estado presente, de forma explícita pública circunscrita a configuracio-

EL FUTURO Castilla-La Mancha, su identidad en


el contexto ibérico y el buen estado IV.1 La política de paisaje:
incorporándose en España, siguien-
do recomendaciones y experiencias
o implícita, en la legislación de pa-
trimonio cultural. La Ley 16/1985,
nes naturales y culturales excepcio-
nalmente valiosas, se han visto su-
DEL PAISAJE de conservación de muchos de ellos.
Junto a factores naturales, de gran
de la protección de las europeas, a la agenda política y al
debate ciudadano sobre el territorio.
del Patrimonio Histórico Español,
no habla de paisaje, pero sí de “en-
peradas por la apertura del concepto
y de la política paisajística a todo el
EN CASTILLA- peso explicativo a la escala de traba- bellezas singulares a Lo ha hecho, sobre todo, en las comu- torno”; esta última noción tiene un territorio. El reconocimiento de que

LA MANCHA jo adoptada, el rico repertorio de pai-


sajes castellano-manchegos muestra
la gestión sostenible nidades autónomas y en un número
muy escaso aún de municipios, es
claro alcance paisajístico referida
a monumentos, conjuntos y sitios
cada territorio se manifiesta paisajís-
ticamente en una fisonomía singular
también las profundas huellas de la del territorio decir, en las escalas en las que prefe- históricos o zonas arqueológicas, y y dinámica, percibida socialmente,
historia rural en la configuración de rentemente se configuran y se viven pone de manifiesto que “la noción síntesis de naturaleza y de cultura,
los paisajes actuales y el papel que los paisajes, en las que se producen de patrimonio cultural ha seguido hacen del paisaje un elemento im-
ha correspondido secularmente a los también buena parte de las transfor- una evolución expansiva que ha ido portante de calidad de vida y de iden-
sistemas agropecuarios y forestales maciones espaciales de significado desde la protección del monumento tidad territorial.
en su modelado y gestión actual; un paisajístico, y en las que reside la aislado a la del entorno urbanístico,
papel que será preciso considerar y competencia constitucional para el y de ahí a la protección de los bienes La renovación y apertura de hori-
valorar en las políticas rurales y te- gobierno del territorio. culturales dentro del ordenamien- zontes de la política de paisaje ha
rritoriales futuras. to del medio ambiente” (MARTÍNEZ ido madurando en Europa en los dos
Como es sabido, la presencia del NIETO, 1993: 35; véase también, últimos decenios. La Estrategia Terri-
El Atlas responde, como se ha dicho paisaje en la legislación españo- CASTILLO RUIZ, 1997; AGUDO GON- torial Europea (COMISIÓN EUROPEA,
en la introducción, a la necesidad de la y en las políticas públicas no es ZÁLEZ, 2007: 217 y ss.). 1999), acordada por los ministros
conocer y divulgar el paisaje regional, nueva. Desde los argumentos pai- responsables de ordenación del te-
objetivos que establece el Convenio sajísticos que inspiraron la primera Sin embargo, tanto las disposicio- rritorio de la UE en 1999, constituye
Europeo del Paisaje, ratificado por el ley de parques nacionales de 1916 nes de conservación de la naturale- un paso importante en ese proceso.
Reino de España en 2007, como pri- (MATA OLMO, 2000) hasta las nor- za como las de defensa del patrimo- Cuando la ETE trata de las “amenazas
mera obligación de las administracio- mas promulgadas en los dos últi- nio cultural hasta aquí comentadas sobre los paisajes culturales” y de la
nes públicas implicadas. Por su escala mos decenios por las comunidades se refieren a ámbitos o a elementos necesidad de una “gestión creativa”
y pretensiones, el Atlas no se vincula autónomas sobre espacios prote- singulares del espacio geográfico; de los mismos como objetivo para
explícitamente -se ha señalado tam- gidos, el paisaje aparece como una tienen, por tanto, un objetivo y un el territorio de la Unión, está refi-
bién-, a ningún instrumento de plani- constante de la política conserva- campo acotado de intervención. Lo riéndose de hecho a muchos de los
ficación territorial o de ordenación del cionista de la Administración cen- mismo ocurre con los instrumentos paisajes rurales y urbanos de Europa,
paisaje. Sin embargo, la abundante in- tral del Estado y de las regiones, de planificación especial que para y no sólo al catálogo de los más nota-
formación que aporta en los distintos si bien es verdad que con un nivel la salvaguarda de determinados bles o mejor conservados. El paisaje
niveles taxonómicos, especialmente muy modesto de concreción y con paisajes o estructuras paisajísticas se concibe en la Estrategia como ele-
en el de las unidades de paisaje, cons- ausencia de un concepto claro y ofrece la legislación urbanística mento de identidad y de calidad de
tituye una buena base sobre la que compartido sobre la figura de “pai- (MATA, GÓMEZ y FERNÁNDEZ, 2001: vida, y como patrimonio y recurso de
fundamentar una política paisajística saje protegido”, presente en la ley 31-32), desde la primera Ley del desarrollo, correspondiendo su de-
para todo el territorio de la comunidad 4/89 y trasladada con algunos ma- Suelo de 1956 a los textos reforma- fensa y “gestión creativa” no sólo a
autónoma. En ese sentido, el Atlas de tices interesantes a la mayor parte dos posteriores y a los que en los la política de espacios naturales pro-
los Paisajes de Castilla-La Mancha es de las normas conservacionistas últimos años han aprobado todas tegidos, sino a la de ordenación del
prueba del compromiso que adquiere autonómicas1. las comunidades autónomas. territorio a todas las escalas.
la Administración autonómica con la
defensa y gestión del patrimonio pai-
sajístico, concretado ya en algunas de
las propuestas del Plan de Ordenación
del Territorio “Estrategia Territorial”
1
. Supone un avance la Ley 47/2007, del
de Castila-La Mancha, pendiente de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad,
aprobación definitiva. Dichas pro- pues además de mantener la figura de
puestas deberán ser desarrolladas “Paisaje Protegido” y señalar la protección
del paisaje como uno de los principios de la
y concretadas, como se verá, por los misma, reconoce que la política de paisaje
Planes de Ordenación del Territorio no puede circunscribirse a esa norma y
Autores: subregionales y en los instrumentos se requieren, por tanto, “instrumentos de
gestión como los establecidos, con carác-
Rafael Mata Olmo de planeamiento municipal, contando ter de mínimos, en el Convenio Europeo
Cristina del Pozo Sánchez con la información que el Atlas aporta. del Paisaje” (Ley 47/2007, Preámbulo).

pág. 108 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Es el Convenio Europeo del Paisaje (Consejo de Europa, 2000) el que asume ple-
1.
namente el sentido territorial de la cuestión paisajística, es decir, la idea innova-
dora desde el punto de vista político, jurídico y técnico, de que todo territorio es
IV.2 La contribución y paisaje, de que cada lugar se manifiesta en la especificidad de su paisaje, inde-

los compromisos del pendientemente de su calidad y del aprecio social que merezca. Paisaje es, según
el Convenio, “cualquier parte del territorio, tal y como la percibe la población,
Convenio Europeo cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales
y/o humanos” (traducción del Instrumento de Ratificación del Convenio Euro-
del Paisaje peo del Paisaje, BOE de 5 de febrero de 2008).

El Convenio Europeo del Paisaje (CEP), tratado inscrito en el marco del Consejo
de Europa, que agrupa a 46 Estados, constituye el primer tratado internacional
dedicado al paisaje. Aunque otros convenios se refieren colateral o parcialmente
a este asunto, como el de Berna sobre protección de la vida salvaje en Europa,
los de Granada y La Valeta sobre salvaguarda del patrimonio arquitectónico y
arqueológico, respectivamente, o el de París sobre protección del patrimonio
mundial, cultural y natural, ninguno se ocupa de manera directa, específica y
completa del paisaje.

2.
Otra originalidad del CEP, de especial interés para la política de paisaje de Casti-
lla-La Mancha, es que se trata de una iniciativa que emana de los poderes locales
y regionales. El punto de partida del Convenio puede situarse en 1994 con la firma
de la Carta del Paisaje Mediterráneo. En 1995 el Congreso de Poderes Locales y
Regionales de Europa confía a un pequeño grupo de expertos la redacción de un
texto no jurídico, cuya primera versión fue adoptada. La versión jurídica del texto
inicial se convierte en el Convenio Europeo del Paisaje y es abierta a la firma en
octubre de 2000, en Florencia.

Desde el punto de vista político, el entendimiento territorial del paisaje impli-


ca, frente a planteamientos pasados que asociaban su tratamiento de modo casi
exclusivo a iniciativas de protección de la naturaleza y del patrimonio histórico-
artístico, un compromiso público con todos los paisajes, con los más notables,
singulares o exóticos, pero también con paisajes más habituales, con los paisajes
rurales, con los periurbanos, con ese amplio repertorio de “paisajes ordinarios”,
como se los ha llamado recientemente (DEWARRAT y otros, 2003), que constitu-
yen el escenario de la vida cotidiana de millones de ciudadanos.

3. De ahí la estrecha relación entre paisaje y gestión del territorio, y la importan-


cia, para el futuro de los paisajes, de la incorporación de criterios y objetivos
paisajísticos en la ordenación del territorio y el urbanismo (ZOIDO, 2002), que a
distintas escalas tienen encomendada la misión de formular modelos territoriales
en los que sean reconocidos y gestionados los valores del paisaje. Todo ello sin
perjuicio de la necesidad de comprometer paisajísticamente a las muchas polí-
ticas sectoriales modeladoras del especio geográfico y de la pertinencia de una
normativa específica sobre el paisaje que, en todo caso, deberá ocuparse, como
ha señalado Carles Pareja (2006), no de un objeto circunscrito como hasta ahora
Fotografías:
a lo especialmente bello y merecedor de tutela, sino a una cualidad del territorio,
1. Viñedos en La Mancha. Socuéllamos. de cada lugar.
Autor: Juan Antonio García González.

2. Panorámica del Campo de Mon-


tiel. El Ballestero (Albacete).
Autor: Miguel Panadero Moya.

3. Páramos de Molina de Aragón.


Autor: Daniel Reinoso Moreno.

pág. 109 Capítulo V.


Los objetivos o medidas generales a
las que se comprometen las Partes
firmantes se concretan en las deno-
minadas “Medidas específicas”, que
Cinco grandes objetivos de política de paisaje y tres líneas prioritarias por aplicación del principio de sub- El paisaje, territorio percibido: una oportunidad para la participación pública
de acción territorial sidiariedad deberían guiar la política
de paisaje de Castilla-La Mancha y de El paisaje no consiste sólo en la configuración material del territorio, en su fiso-
El compromiso de la acción pública con todos los paisajes se concreta en cinco sus municipios; son las siguientes: nomía; el paisaje surge de la relación sensible, de la percepción sensorial (prin-
grandes objetivos o “medidas generales”, que abarcan desde las tareas de co- cipalmente visual, aunque no sólo) del territorio observado por el ser humano, o,
nocimiento y estudio, a las de ordenación y puesta en valor. Aunque han sido ya a) Sensibilización de la sociedad en palabras del ecólogo Fernando González Bernáldez, de “la percepción multi-
mencionadas en la introducción, es importante recordarlas aquí: civil, las organizaciones pri- sensorial de un sistema de relaciones ecológicas” (GONZÁLEZ BERNÁLDEZ, 1981).
vadas y las autoridades pú- Al margen de otras consideraciones psicosociales y culturales, la referencia a la
• Conocer y cualificar los paisajes para educar, sensibilizar y actuar. blicas respecto del valor de percepción en el concepto de paisaje remite a la participación social como vía
los paisajes, su papel social y para conocer –dice el Convenio- “las aspiraciones de las poblaciones” en materia
• Reconocer jurídicamente el paisaje como componente esencial del marco de sus transformaciones. de paisaje y la formulación de los denominados “objetivos de calidad paisajística”.
vida de la población, componente de su identidad y expresión de la diversi-
dad de su patrimonio común, natural y cultural. b) Formación y educación a No se trata con ello de una frívola propuesta de elaboración de paisajes a la carta.
distintos niveles: formación No es cuestión tampoco, como ha escrito Michel Prieur, de “ceder a la moda (…). Si
• Definir y aplicar políticas específicas de paisaje para la protección, gestión de especialistas y posgra- el Convenio de Florencia insiste tanto en la cuestión participativa –dice Prieur- es
y ordenación de los paisajes. duados; formación de profe- para traducir jurídicamente la especificidad del ‘paisaje’ del mejor modo posible.
sionales del sector público y El paisaje no existe más que a través de lo que se ve. Una política que implicase
• Integrar el paisaje en las políticas de ordenación del territorio y urbanismo, privado y de asociaciones in- exclusivamente a los expertos y a la administración, produciría un paisaje so-
cultural, ambiental, agraria y turística, y en todas aquellas que puedan te- teresadas; educación escolar portado por la gente. La democratización del paisaje se expresa a través de la
ner un efecto directo o indirecto sobre el paisaje. y capacitación de los gradua- apropiación colectiva e individual de todos los paisajes, que necesitan para su
dos universitarios. transformación, para el seguimiento de su evolución y para la prevención de su
• Desarrollar y aplicar procedimientos de participación pública. destrucción desconsiderada, una participación directa de todos en todas las fases
c) Identificación y cualificación: de decisión” (PRIEUR, 2002).
El Convenio incluye en su “Capítulo I. Disposiciones Generales”, la definición de Inventario y caracteriza-
las tres líneas prioritarias de la política territorial de paisaje -protección, gestión ción de los paisajes de cada El documento de “Orientaciones para la aplicación del CEP” del Consejo de Euro-
y ordenación paisajística-, que por su interés se reproducen textualmente a con- territorio, analizando los pa, adoptado en 2008, insiste en que “todas las acciones emprendidas a nivel de
tinuación: rasgos que le otorgan iden- la concepción, realización y seguimiento de las políticas de paisaje deberían estar
tidad y las presiones que los precedidas y acompañadas de procedimientos apropiados para la participación
• “Protección de los paisajes”: “las acciones encaminadas a conservar y man- transforman, y evaluándolos de la población y los agentes implicados, con el objetivo de permitirles jugar un
tener los aspectos significativos o característicos de un paisaje, justificados de acuerdo con sus valores papel activo en la formulación de los objetivos de calidad paisajística y la aplica-
por su valor patrimonial derivado de su configuración natural y/o la acción materiales, tanto naturales ción de las medidas de protección, su puesta en práctica y su seguimiento” (MMA,
del hombre. como culturales, e incorpo- 2008:115)
rando la percepción social.
• “Gestión de los paisajes”: “las acciones encaminadas, desde una perspec- En ese sentido, el CEP se refiere explícitamente en su Preámbulo al Convenio de la
tiva de desarrollo sostenible, a garantizar el mantenimiento regular de un d) Establecimiento de objetivos Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas sobre acceso a la informa-
paisaje, con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas por de calidad paisajística para ción, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia
los procesos sociales, económicos y medioambientales”. los paisajes previamente en materia de medio ambiente, hecho en Aarhus el 25 de junio de 1998, ratifi-
identificados y valorados. Ta- cado por España en diciembre de 2004 e incorporado a la legislación española,
• “Ordenación paisajística”: “las acciones que presenten un carácter prospectivo les objetivos pueden ser de junto con lo establecido por dos Directivas europeas sobre la materia (Directiva
particularmente acentuado con vistas a mejorar, restaurar o crear paisajes”. protección, gestión u orde- 2003/4/CE y Directiva 2003/35/CE) a la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que
nación, así como de sensibi- se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de
Proteger, gestionar y ordenar constituyen los ejes mayores de la acción pública lización, formación y acceso acceso a la justicia en materia de medio ambiente.
en materia de paisaje, de acuerdo con las características y el estado del paisaje al paisaje, de acuerdo con las
en cada lugar. En unos casos será preciso proteger áreas o elementos del paisaje aspiraciones sociales mani-
por su alto interés, por su representatividad o, simplemente, por el aprecio social festadas en los procesos de
que merecen; en otros, ante situaciones de manifiesto deterioro, será necesario participación pública.
restaurar, rehabilitar o crear (“ordenar”); en muchos paisajes será cuestión de
gestionar los procesos de transformación, de modo que los cambios puedan in-
tegrarse en el paisaje sin menoscabo de su carácter. Esta última circunstancia es
de aplicación a muchos de los paisajes castellano-manchegos de dominante rural.

pág. 110 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


En el proceso de participación pública en materia de paisaje se pretende que los
actores locales y los ciudadanos expresen la percepción que tienen de sus paisa-
jes, debatan sobre las transformaciones que están teniendo lugar y contribuyan
a definir objetivos y medidas para mejorarlo. Es importante hacer hincapié sobre
los objetivos que se pretenden alcanzar en los procesos de participación pública,
entre los que cabe citar:

• Obtener información intangible acerca de la percepción ciudadana del paisaje


(no buscar necesariamente resultados cuantitativos).

• Contrastar los trabajos técnicos (no suplir el trabajo de los técnicos, sino com-
plementarlo) con las actuaciones a llevar a cabo y comparar los resultados.

• Sensibilizar a la población en materia de paisaje.

Los agentes implicados son todos aquellos grupos e individuos que tienen inte-
rés en el lugar o en el proyecto. En lo que se refiere al paisaje, los agentes que
deberían implicarse en los procesos van desde técnicos de departamentos de las
diferentes Administraciones, Agencias Gubernamentales y Autoridades Locales,
hasta aquellas ONG y otras instituciones de la sociedad civil que tengan interés
especial en la planificación territorial y el paisaje, y en actividades relacionadas
con el mismo. Por ello, se consideran también agentes implicados los grupos o
asociaciones locales (cooperativas de agricultores, propietarios de suelo, gana-
deros, asociaciones de empresarios…), así como los residentes y los visitantes o
turistas. En paisajes de dominante rural, como muchos de Castilla-La Mancha, es
muy necesaria la participación de propietarios de suelo, agricultores y ganade-
ros, y de aquellas asociaciones que los representan.

En todo caso, conviene convocar, y en la medida de los posible involucrar, a una


gran variedad de agentes, con objeto de captar sus diferentes percepciones y
llegar a propuestas abiertas y concertadas. Los métodos de participación son
variados, desde encuestas directas o a través de la web, a talleres y entrevistas
en profundidad, aunque la experiencia que se va adquiriendo en la materia acon-
seja adecuar el procedimiento a la realidad social y territorial de cada lugar y a la
escala de trabajo, así como combinar distintos modos de consulta (FERNÁNDEZ
MUÑOZ, 2006; FERNÁNDEZ MUÑOZ y MATA OLMO, 2007).

Fotografía:

Hoz del río Júcar. Alcalá


del Júcar (Albacete)
Autor: Juan Antonio García González.

pág. 111 Capítulo V.


turales contribuyen “a través de su
1.
singularidad, a la identidad local y
regional”, pero a renglón seguido
se señala su interés como elemento
El paisaje, patrimonio y recurso de desarrollo territorial sostenible de competitividad territorial, hasta
el punto de que “la conservación de
La última parte de la definición de paisaje propuesta por el CEP señala que estos paisajes es importante, pero
el carácter de cada paisaje es resultado de la acción de factores naturales y no puede obstaculizar en exceso o
humanos y de sus interacciones. El paisaje aparece, pues, como un concepto incluso hacer imposible su explota-
holístico, especialmente apropiado para expresar la complejidad del territorio, ción económica”.
para comprender y gestionar los procesos territoriales de naturaleza ecológica,
económica, social y cultural sin compartimentarlos, y como una excelente vía En una posición similar se sitúa el
–lo ha destacado Álex Tarroja- para vincular los modelos de uso y ocupación CEP, que en su Informe Explicati-
física del territorio (las formas, la fisonomía, las funciones), con los modelos de vo incardina la política de paisaje
desarrollo social y económico (TARROJA, 2006). dentro de los objetivos de desarro-
llo sostenible de la Conferencia de
Como expresión morfológica de las relaciones entre naturaleza y sociedad, el Río de 1992, y considera el paisaje
paisaje es al mismo tiempo un indicador y un objetivo de sostenibilidad; indi- como un recurso económico crea-
cador por cuanto constituye la manifestación visible y sensible de los procesos dor de empleos y estrechamente
2.
territoriales que actúan sobre los recursos naturales y culturales. En la faz del ligado a un turismo sostenible.
territorio no están todas las explicaciones de los problemas que le aquejan,
pero un diagnóstico territorial desde el paisaje permite, como señalara hace Por todo lo dicho el paisaje cons-
años Jean-Pierre Deffontaines refiriéndose a los paisajes rurales, detectar pro- tituye –lo señala expresamente
blemas que de otro modo podrían pasar inadvertidos (DEFFONTAINES, 1986). el Convenio-, un objetivo del de-
sarrollo sostenible; un desarrollo
A la vez, el paisaje es el “carácter” del territorio, resultado de las interacciones que debe garantizar a largo plazo
señaladas. Carácter significa “conjunto de cualidades o circunstancias propias la identidad y la diversidad pai-
de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue de las sajística. Para ello, no se trata de
demás”, pero también, “señal o marca que se imprime, pinta o esculpe en algo”. conservar artificialmente o de fosi-
El sentido de carácter como diferencia y como seña o marca, está muy próximo lizar el territorio –por más que sea
a la idea de “huella” que Jean-Marc Besse ha destacado recientemente en su preciso proteger ámbitos concretos
ensayo sobre el entendimiento del paisaje como fisonomía del territorio (BES- del mismo-, sino de gestionar sus
SE, 2000: 104-106). El paisaje es, en su configuración formal, la huella de la transformaciones de modo que el
sociedad sobre la naturaleza y sobre paisajes heredados, la marca o señal que paisaje mantenga su carácter, su
imprime “carácter” a cada territorio. identidad y los valores ecológicos,
productivos, culturales y estéticos
De aquí arranca el entendimiento del paisaje como patrimonio, un hecho que que alberga. Eso contribuirá a la
tanto aproxima hoy a las políticas paisajísticas y de patrimonio cultural. Muchos calidad de vida de quienes lo viven 3.
paisajes aparecen ante el observador como un magno documento para ser leído y lo visitan, y al mismo tiempo, en
e interpretado, herencia transmitida a lo largo del tiempo, producto histórico determinados territorios, a que el
de la cultura y de la acción humana sobre la naturaleza, esencia de la memoria patrimonio paisajístico pueda se-
de cada lugar (SCHAMA, 1995) y de la diversidad cultural del territorio. Asumir guir siendo la base o un recurso im-
esta visión patrimonial del paisaje supone ciertamente abrir el interés paisajís- portante y sostenible de desarrollo.
tico a una parte importante del territorio y no sólo a los conjuntos históricos La calidad del paisaje constituye así
y a los sitios pintorescos; pero supone al mismo tiempo superar una noción mismo un factor de competitividad
sectorial y atomizada de los llamados bienes culturales, ampliando el campo de del territorio, tanto en las áreas
actuación desde los objetos singulares a las tramas complejas de las relaciones urbanas y turísticas, como en las
que estructuran y dan forma visible al territorio. rurales. Una política de paisaje que
vela por su conservación, gestión y
La concepción patrimonial del paisaje permite a la vez su entendimiento como mejora está potenciando el capital
recurso, como elemento “valorizable” en las estrategias de desarrollo terri- territorial y la capacidad de atrac-
torial (ORTEGA VALCÁRCEL, 1999; SANZ 2000). En esa línea se manifiesta ex- ción de empresas de sectores eco-
plícitamente la Estrategia Territorial Europea cuando se refiere a la “gestión nómicos innovadores y de turismo
creativa de los paisajes culturales”. La Estrategia destaca que los paisajes cul- de calidad.

pág. 112 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Como ya se ha dicho, sin perjuicio del territorio y el urbanismo en Espa- madura para una refundación, que
de que la política de paisaje deba ña, y sus instrumentos de desarrollo, deberá formularse, como es sabido,
plantearse desde muy diversos ám- disponen de capacidad y mecanismos para después de 2013.
IV.3 La gestión de los bitos de la Administración pública, para impulsar una política de paisaje

valores del paisaje y las se considera aquí que el enfoque y


los compromisos del Convenio de
comprometida con sus valores, siem-
pre que haya voluntad para ello y
España y, concretamente, Castilla-
La Mancha, por la amplitud y por los
políticas públicas. Florencia encajan mejor en la polí- equipos técnicos capacitados (MATA valores productivos, ambientales, so-

Un reto para Castilla- tica urbanística y de ordenación del


territorio, y en los instrumentos que
OLMO, 2009). Por ese camino está
avanzando la comunidad autónoma
ciales y paisajísticos de su agricultura,
deberán jugar un papel importante y
La Mancha la desarrollan. La consideración del de Castilla-La Mancha, no sólo con la promover una reforma en profundi-
paisaje como cualidad de todo el te- publicación de este Atlas, sino con las dad, que solvente insuficiencias, des-
rritorio, sus sinergias con numerosos propuestas que en materia de paisaje ajustes territoriales e injusticias en lo
procesos territoriales y la necesidad contiene el Plan de Ordenación del Te- realizado desde 1992. La alianza de
de proceder a acciones, no sólo de rritorio regional. una función productiva de calidad y
protección, sino también de gestión y competitiva con la gestión de los va-
mejora, conducen inevitablemente a Junto a la ordenación territorial y ur- lores paisajísticos de los distintos sis-
la ordenación territorial y al planea- banística, son numerosas las políticas temas agropecuarios y forestales es
miento urbanístico. sectoriales de incidencia en el paisaje, necesaria para la agricultura, para el
en su fisonomía, en su funcionamien- territorio y para los ciudadanos de la
En las tres comunidades autónomas to y en su percepción. No es ahora UE, tanto agricultores como no agri-
que hasta el momento se han do- momento de mencionarlas todas, cultores, a los que en última instancia
tado de leyes de paisaje (Cataluña, pero sí de destacar el papel de tres va dirigida esta política.
Comunidad Valenciana y Galicia), es- de ellas en la conservación y gestión
pecialmente en las dos primeras, los proactiva de los valores del paisaje Hasta entonces, el Programa de De-
instrumentos de ordenación paisajís- de un territorio como el castellano- sarrollo Rural de Castilla-La Mancha
tica, con entidad propia, se coordinan manchego, que por sus característi- 2007-2013 (Gobierno de Castilla-La
y vinculan en sus determinaciones cas geográficas cuenta con grandes Mancha, 2009) constituye el marco
a los planes de ordenación del terri- extensiones de dominante natural y de referencia para las iniciativas de
torio. Así ocurre en Cataluña con las rural, y con un vasto patrimonio his- conservación activa del paisaje rural,
Directrices de Paisaje, ligadas a cada tórico. Se trata de las políticas de es- recogidas ya en parte en el citado
uno de los siete Planes Territoriales pacios naturales protegidos, de patri- documento de acuerdo con las Di-
Parciales, así como a los Planes Di- monio cultural y de desarrollo rural. rectrices Comunitarias de Desarrollo
rectores Territoriales, a partir de los Rural para ese periodo, por las que
resultados analíticos y propositivos Sobre los espacios rurales, sobre los se establecen las prioridades de la
de los Catálogos de Paisaje. agricultores y ganaderos, y sobre las Unión Europea en el marco del Fondo
actividades agropecuarias y foresta- Europeo Agrícola de Desarrollo Rural
Sin embargo, carecer de legislación les que han modelado históricamente (FEADER). En el futuro será necesaria,
4. específica no impide, en modo algu- muchos paisajes de Castilla-La Man- no obstante, una coordinación y co-
no, llevar a cabo políticas de paisaje. cha y los gestionan en la actualidad, operación más estrecha entre la po-
En las comunidades autónomas sin recae una parte muy importante de la lítica territorial y rural, sin perjuicio
ley de paisaje –mayoritarias hasta política de paisaje. La reforma de la de las competencias específicas de
ahora-, la incorporación de objetivos política agraria y de desarrollo rural cada una de ellas, que supere el enfo-
paisajísticos a los planes de ordena- de la Unión Europea desde 1992 es que aún dominante de conservar sólo
ción del territorio, especialmente a consciente de ese desafío, y ha ido los paisajes del llamado “patrimonio
los de ámbito subregional y a los in- asumiendo paulatinamente la noción tradicional” y del ligado a la biodi-
Fotografías: sulares en el caso de los archipiéla- de multifucionalidad de la agricultura versidad. Es preciso ampliar los cri-
gos, se lleva a cabo –cuando la con- como criterio de acción (REIG, 2007), terios de gestión paisajística a otras
1. Lupiana, un valle alcarreño.
Autor: Juan Javier García-Abad Alonso sideración del paisaje tiene lugar- en es decir, la capacidad del sector de agriculturas innovadoras e intensivas
los propios planes, a lo largo de su producir, junto a materias primas ve- en capital y trabajo, características
2. Barrio de Las Rinconadas.
4. Cultivos de frutales en el Valle del Turia
elaboración y formulación, o, como getales y alimentos, bienes públicos y de Castilla-La Mancha, como de la
en La Olmeda (Santa Cruz de Moya). ocurre en Canarias, a través de los externalidades positivas, entre ellas, del viñedo, donde la innovación y la
Autor: José Mª Martínez Navarro denominados Planes Territoriales Es- de modo destacado, el paisaje (MATA competitividad no están reñidas, sino
3. Arquitectura negra. peciales de Paisaje. Las normas que OLMO, 2004). Sin negar los avances al contrario, con un adecuado trata-
Autor: Félix Pillet Capdepón actualmente regulan la ordenación producidos, La PAC requiere y está miento del paisaje.

pág. 113 Capítulo V.


En el momento de editarse este At- Aprobación Inicial, TOMO 0: PRESEN-
las, Castilla-La Mancha forma parte TACIÓN Y SÍNTESIS, 2010: 47).
del grupo mayoritario de comunida-
IV.4 Por una política para des autónomas que no se han dotado El paisaje se vincula también en el

la salvaguarda y puesta hasta ahora de normativa específica


de paisaje. No obstante, el Plan de
diagnóstico del POT a la sostenibili-
dad ambiental, en la medida en que
en valor del paisaje Ordenación del Territorio. “Estrate- la conservación y uso sostenible de la

castellano-manchego. gia Territorial de Castilla-La Mancha”


(POT Regional), pendiente de aproba-
biodiversidad está estrechamente rela-
cionada “con la gestión para la conser-
Las propuestas del ción definitiva, presenta un contenido vación y uso económico de los paisajes
Plan de Ordenación paisajístico importante, tanto en la ca-
racterización y diagnóstico regional,
culturales”; y al mismo tiempo, a la
competitividad del territorio y a la acti-
del Territorio como -lo que es más significativo-, vidad agraria innovadora y de calidad,
“Estrategia Territorial” en la formulación del futuro modelo “absolutamente determinante en la
de Castilla-La Mancha territorial. estructuración de los paisajes regiona-
les y que alimenta un fuerte segmento
El POT Regional comienza por asumir agroindustrial”.
como referentes europeos, junto al
Libro Verde de la Cohesión Territorial El POT es un “Plan de Estrategia Te-
(COM(2008) 616 final) y su preceden- rritorial –se afirma en la MEMORIA
te, la Estrategia Territorial Europea, JUSTIFICATIVA-, esto es: un Plan que
el Convenio Europeo del Paisaje, del únicamente aborda cuestiones que
Consejo de Europa (2000). No se trata tienen relación directa con el Territorio
de una referencia retórica. La concep- (y, consecuentemente, con el Paisaje)
ción, criterios y objetivos paisajísticos (…). Del Territorio interesa su configu-
del CEP impregnan propuestas rele- ración fisiográfica y las transformacio-
vantes del POT castellano-manchego. nes que sufre. Las técnicas de análisis
y prospectiva actuales, y los convenios
Prueba del compromiso del Plan con políticos internacionales a los que
el paisaje es que la caracterización y el nuestro país se ha adherido, tienden
diagnóstico del modelo territorial ac- a contemplar el Territorio desde el en-
tual, que pretende “conjugar aspectos tendimiento de sus diferentes tipos de
económicos, sociales y medioambien- paisaje” (POT Regional, Documento de
tales”, plantea una lectura integrado- Aprobación Inicial, TOMO III: MEMORIA
ra de la diversidad del territorio en JUSTIFICATIVA, 2010: 22).
clave de paisaje, concluyendo a partir
de la misma lo siguiente: En la parte propositiva del POT y en la
definición de las funciones de este ins-
“La predominancia de la actividad trumento, hay dos de especial alcance
agraria, sin embargo, tiene una es- paisajístico. La primera, introducir en
pecialización y desarrollo condicio- Castilla-La Mancha los criterios de or-
nados por los diferentes paisajes de denación del territorio propuestos por
Castilla-La Mancha, que son uno de las autoridades europeas, en concreto,
los elementos diferenciadores de el Convenio Europeo del Paisaje, “re-
nuestro territorio, dada su singula- conociendo jurídicamente los paisajes
ridad, variedad y calidad. La gran como elemento fundamental del en-
riqueza paisajística, que es a la vez torno humano, expresión de la diver-
expresión de la biodiversidad de su sidad de su patrimonio común cultural
territorio, legado de su historia y re- y natural y como fundamento de su
curso para su desarrollo económico, identidad, y por tanto integrarlo en las
es un potencial patrimonio de todos políticas de ordenación territorial y ur-
Fotografía:
los castellano manchegos y un ele- banística” (POT Regional, Documento
mento fundamental de su calidad de de Aprobación Inicial, TOMO I: MEMO- Barrio de Las Rinconadas.

vida” (POT Regional, Documento de RIA INFORMATIVA, 2010: 2). Autor: José Mª Martínez Navarro

pág. 114 Capítulo IV. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


La segunda función del POT, de implicaciones paisajísticas también, consiste en incluso aconseja) esa ubicación” (POT jor protección, el POT Regional propone diversas medidas destinadas, por una parte,
“establecer directrices estratégicas para el planeamiento municipal”, creando un Regional, Documento de Aprobación a los “Monumentos de arquitectura defensiva (castillos, murallas y torres)” y a los
marco para la coordinación y solidaridad intermunicipal, “entendiendo que en el Inicial, TOMO III: MEMORIA JUSTIFICA- “Monumentos de arqueología industrial (molinos)”.
modelo territorial actual y sobre todo en el horizonte, las dinámicas territoriales TIVA, 2010: 111).
de unos municipios afectan a todos los municipios de su entorno”. El desarrollo de Avanzando en esa línea tan necesaria de cooperación de las políticas de ordenación
esa función implica la conexión territorial de los espacios protegido y del paisaje, El tercer eje estratégico del POT –“Po- del territorio y de cultura en torno al paisaje, el POT subraya el contenido del Artº 65
mediante el establecimiento de directrices “para asegurar la continuidad territo- ner en valor los recursos”- se ocupa del Reglamento de Planeamiento de Castilla-La Mancha, referido a los Catálogos de
rial de los paisajes de mayor valor de Castilla-La Mancha, preservando las áreas de la defensa y gestión del patrimonio Bienes y Espacios Protegidos (CAT), y en el que se recogen como espacios a catalogar
con reconocidos valores paisajísticos naturales y/o culturales, que se encuentran natural y cultural, prestando especial los relevantes por su interés paisajístico. El POT Regional considera esencial proteger,
amenazadas por falta de regulación específica”. atención al paisaje. Es, por así decir- más allá de los entornos de los Conjuntos Históricos, “el ámbito natural en su relación
lo, el Eje del paisaje. Lo interesante biunívoca con el ámbito urbano, cuyo conjunto constituye el Paisaje Cultural”. Para
Los objetivos específicos del POT se concretan en los cuatro ejes estratégicos es que sus propuestas paisajísticas ello propone “la redacción de un Mapa de Paisajes Culturales de Castilla-La Mancha”,
siguientes, que articulan los criterios y propuestas de la planificación futura del se refieren a distintas dimensiones trabajo ya previsto por la DG de Patrimonio y Museos, que una vez elaborado podrá
territorio castellano-manchego: del paisaje, como concepto holístico e considerarse instrumento complementario del POT Regional , y será muy útil para
integrador, y a diversas políticas e ini- instar a los Ayuntamientos a que incluyan los Paisajes Culturales de sus municipios
EJE 1: Desarrollo de un territorio competitivo y vertebrado. ciativas que velan por su buen estado en sus correspondientes Catálogos” (POT Regional, Documento de Aprobación Inicial,
y puesta en valor. Hay en primer lugar TOMO III: MEMORIA JUSTIFICATIVA, 2010: 122)..
EJE 2: Cohesión social y calidad de vida. una apuesta por las acciones para la
mejora futura de los espacios natura- Por último, el paisaje constituye también un argumento de primer orden en la de-
EJE 3: Puesta en valor, gestión y uso sostenible de les protegidos, dado “el rico patrimo- nominada “estrategia defensiva” que el POT propone para el Suelo Rústico. En este
los recursos ambientales, culturales y paisajísticos. nio natural de la región, con represen- sentido, el Plan castellano-manchego no tiene parangón con otros documentos de
tación de 26 de los diferentes tipos esa naturaleza en España, e implica un alto nivel de compromiso paisajístico a escalas
EJE 4: Coordinación, información, transparencia y participación pública. que componen el mosaico de paisajes regional y subregional. Como criterio metodológico, los Tipos de Paisaje del Atlas
de España”. Para ello el Plan favorece de los paisajes de España constituyen la base territorial sobre la que se aplicará la
Aunque uno de los ejes se refiere específicamente a la ordenación y puesta en va- las conexiones entre los paisajes a tra- regulación del Suelo Rústico en los POT subregionales. En el proceso de elaboración
lor del paisaje, las recomendaciones paisajísticas adquieren en el POT un carácter vés de corredores ecológicos, desde la de los mismos, los citados Tipos se corregirán con las aportaciones más precisas de
“transversal”, apareciendo en los otros ejes citados. En el primero de ellos, sobre escala territorial a la de proyectos de este Atlas del Paisaje de Castilla-La Mancha, y con las propias delimitaciones de
“Desarrollo de un territorio competitivo y vertebrado”. arbolado. las Unidades de Paisaje que los POT SR puedan establecer a su escala.

Se considera que los POT subregionales, de acuerdo con su ámbito y escala, pueden De especial interés resulta también en En ese sentido, el POT Regional considera que “los Tipos y Unidades de Paisaje son el
ser idóneos para realizar propuestas de conjunto sobre espacios homogéneos, tales un instrumento territorial de esta es- continente metodológicamente más adecuado para establecer una regulación defen-
“como los compuestos por tipos de paisaje continuos, que deberían tener regulacio- cala la coordinación y cooperación con siva precisa del Suelo Rústico de Reserva en la totalidad del territorio”. Su elección
nes semejantes y no en función de los límites provinciales”. la política de patrimonio cultural a tra- como base territorial para la regulación de los usos y actividades en Suelo Rústico de
vés de la propuesta de “Delimitación Reserva responde –se dice explícitamente- “al criterio básico del Convenio Europeo
El segundo eje estratégico del POT -“Calidad de vida y cohesión social”- plantea tam- de Entornos y definición de Cuencas del Paisaje de integrar el Paisaje desde los inicios de los procesos de planificación te-
bién compromisos paisajísticos a dos escalas: la territorial y la de diseño de equipa- Visuales de Monumentos declarados rritorial (…). Territorial y funcionalmente, los Tipos y Unidades de Paisaje son ámbitos
mientos públicos de ámbito supralocal. En el primer sentido, dentro de las propuestas BIC (Bienes de Interés Cultural) defini- transmunicipales, transcomarcales, transprovinciales e incluso transregionales, do-
para el “Urbanismo en los diferentes ámbitos territoriales” (primer objetivo de esta dores de Paisaje”. Además de los BIC tados de una gran homogeneidad interna en sus respectivas capacidades de acoger
segunda estrategia), el Plan establece criterios de coordinación de los planes munici- con contenido territorial, que necesi- usos y actividades no estrictamente agrarios o silvícolas. Se definen, pues, como la
pales pertenecientes a una misma unidad territorial para la definición de los núcleos tan de planeamiento de protección, el síntesis más eficaz de las regularidades que en el territorio se derivan de la conjun-
de población y sus transformaciones, “de acuerdo con las características de las Uni- POT se refiere a otro conjunto de BIC ción de todos los factores geomorfológicos, climáticos, edáficos, hídricos y antrópicos
dades de Paisaje”. En concreto, en el apartado “Un Sistema de Ciudades Sostenible”, que, sin tener significado territorial que han modelado históricamente la Región” (POT Regional, Documento de Aproba-
se establecen “un conjunto de instrucciones al planeamiento municipal”, entre las tangible, “tienen una presencia tan ción Inicial, TOMO III: MEMORIA JUSTIFICATIVA, 2010: 133).
que aparece la “Identificación de las Unidades de Paisaje, a efectos de la regulación potente que son elementos básicos
de los Usos y Actividades en Suelo Rústico” (POT Regional, Documento de Aprobación constitutivos de Paisajes Culturales, Aquí radica el compromiso mayor del POT Regional con la defensa y valorización
Inicial, TOMO III: MEMORIA JUSTIFICATIVA, 2010:94). esto es: de paisajes en los que la in- del paisaje regional, constituyendo un buen ejemplo de cómo sin ley de paisaje se
tervención humana ha dejado una im- pueden dar pasos significativos en el camino de su defensa y gestión. Es lógico por
En la escala de proyecto, y en lo que respecta al “Sistema público de prestaciones”, el pronta que ya forma parte indisoluble eso que el Plan establezca también, en la línea de la “Gobernanza, coordinación e
paisaje figura también como un elemento de calidad de los distintos centros públicos, de los mismos”. Por su localización en información sobre el territorio” (cuarto Eje Estratégico), el desarrollo y actualiza-
que “merecen el mejor emplazamiento” por su “capacidad de significar el espacio suelo rústico o en los límites del sue- ción permanente de un Sistema de Información Territorial con cartografía temática
urbano”. El equipamiento supralocal debería cumplir “la doble función de satisfacer lo urbano, los impactos sobre ellos de las distintas variables espaciales, entre ellas, el paisaje. La rica información y las
una necesidad pública y de cualificar el paisaje urbano del núcleo en que vayan a suelen rebasar su ámbito estricto, bases metodológicas que se aportan en este Atlas son garantía de una política de
emplazarse; o, en su caso, el paisaje rústico, si se trata de una cesión que admite (o alterando el paisaje cultural del que paisaje sólidamente fundada en el conocimiento y la educación en la diversidad y
forman parte indisoluble. Para su me- los valores del paisaje castellano-manchego.

pág. 115 Capítulo V.


pág. 116 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
pág. 117 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
INTRODUCCIÓN

Selección de Unidades de Paisaje


ANEXO 1
Las unidades de paisaje se definen como una combinación de elementos que genera, a
una determinada escala, una fisonomía particular, una organización morfológica diferen-
ciada y diferenciable que hace a una parte del territorio distinta de otra como resultado
de la acción de factores naturales y/o humanos y de sus interrelaciones.

La metodología seguida este Atlas, análisis de factores y trabajo de campo, ha permitido


delimitar hasta 250 unidades de paisaje en la región.

En este anexo se ha procedido a la caracterización detallada y sistemática, en formato de


ficha, de un total de cincuenta unidades de paisaje, de las cuales 14 aparecen a continua-
ción. Han sido elegidas por su representatividad o singularidad de entre las que integran
las diferentes asociaciones de tipos de paisaje.

Cada ficha se estructura siguiendo el mismo esquema:

Carácter del paisaje: expresa la identidad del paisaje a través de la lectura integrada de
los elementos –tanto físicos, como humanos -, que definen su configuración y génesis, y
lo hacen diferente de los paisajes cercanos

Recursos Paisajísticos: expresan los valores naturales, culturales y visuales que el paisaje
alberga.

Dinámica del Paisaje: inciden en la naturaleza evolutiva y cambiante del paisaje, cuyo
“carácter es resultado de procesos naturales y humanos y de sus interrelaciones”

En todas las unidades se ha incluido un mapa de recursos paisajísticos y un mapa de usos


del suelo, a escala 1:200.000.

pág. 118 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Tipos de paisaje

05.10.01
Macizos montañosos y sierras
altas del Sistema Cental
78.01.01 53.12.01
Penillanuras suroccidentales 80.09.01

77.01.01
Piedemontes del Sistema ña 85.01.01 45.09.01
Central y Montes de Toledo

Taju
57.07.01 79.04.01
Sierras cuarcíticas en los
límites con Extremadura
es
ar
Sierras y valles de Sierra Morena en
H

Ma
nz a
n ar
Cerros y llanos del norte

es
Ca
de SIerra Morena 14.32.01 br

ie
45.11.01

l
Sierras del SIstema Central ar
ét

ma
Ti

rra
15.15.01 40.10.02 14.33.01 77.05.04 79.08.01

da
Gu a
Sierras de los Montes de Toledo
Tajo
57.12.02 53.18.01

Júcar
ar a
79.11.01

Zá n c
Fosas del borde meridio- 62.21.01
nal del Sistema Central 79.12.01
57.11.02
Ta
Hoyas, corredores y depresiones ela

ya
de jos
jo

Mo
Ci
ibéricas y bético levantinas

O
es

sar
R ián
Corredores y valles intra-
montañosos occidentales 17.05.01
Valles y corredores intra- 62.07.02

a
E sten
montañosos béticos
46.02.01 62.17.01
17.04.01
Macizo montañoso y altas sierras
62.06.01 85.02.01
Subbéticas y Prebéticas
62.02.01
Sierras Ibéricas 62.06.03
Júcar

B
Gu
ad

ull ue
57.13.01

aq
Sierras Béticas 62.13.02

ian
46.06.01

a
77.13.02 ui llo
Ar q
Muelas Ibéricas Zú 62.15.01 62.19.01
j
53.24.01 62.03.02 45.16.01
ar

Parameras Ibéricas 30.04.01


Alcud
i
a 16.37.01 53.26.02
Campiñas 08.11.02
Guad
alm
ez
a do
48.24.01 en 47.09.01 n
Llanos centrales y sus bordes lm Mu
da
ua 58.05.01
27.16.01 G
Segura
Alcarrias y Campo de Montiel 08.12.01
us

T
ura

Seg
Páramos detríticos
l ima r
16.40.01
ad a
Gu
Vegas

r
u ivi
lq
da
Regadíos de Hellín y Tobarra

ua
G
Hoces y gargantas
0 50 100 Kilómetros

pág. 119 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


ASOCIACIÓN DE TIPOS TIPO DE PAISAJE UNIDAD DE PAISAJE ASOCIACIÓN DE TIPOS TIPO DE PAISAJE UNIDAD DE PAISAJE
Campiñas 53. Campiñas 53.11.01 Campiñas del alto Guadiato Gargantas, desfiladeros y hoces 85. Hoces y gargantas 85.01.01 Hoz de alto Tajo
Campiñas 53. Campiñas 53.12.01 Campiñas de la tierra de Jadraque al norte del Henares Gargantas, desfiladeros y hoces 85. Hoces y gargantas 85.02.01 Hoz de Cabriel
Campiñas 53. Campiñas 53.13.01 Campiñas de Hita Gargantas, desfiladeros y hoces 85. Hoces y gargantas 85.03.01 Hoz del río Jucar entre Valdeganga y Villa de Ves
Campiñas 53. Campiñas 53.17.01 Campiña vitícola de Méntrida y Navalcarnero Gargantas, desfiladeros y hoces 85. Hoces y gargantas 85.05.01 Hoz del río Mundo alto
Campiñas 53. Campiñas 53.18.01 Campiñas de La Sagra Gargantas, desfiladeros y hoces 85. Hoces y gargantas 85.05.02 Hoz del río Mundo bajo
Campiñas 53. Campiñas 53.19.01 Campiña del Algodor-Melgar Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes Llanos centrales y sus bordes
Campiñas 53. Campiñas 53.20.01 Cuestas de Tarancón Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.01.01 Llanos y Embalse de Alarcón
Campiñas 53. Campiñas 53.21.01 Campiñas de Uclés Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.02.01 Manchuela de Tarazona de la Mancha
Campiñas 53. Campiñas 53.21.02 Campiñas de Campos de Paraiso Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.02.02 Manchuela de Villanueva de la Jara
Campiñas 53. Campiñas 53.21.03 Campiña de Zafra de Záncara Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.02.03 Cejas de Ves
Campiñas 53. Campiñas 53.21.04 Campiña de Alconchel de la Estrella Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.02.04 Cejas de Villalpardo
Campiñas 53. Campiñas 53.21.04 Campiña de El Hito Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.02.05 Manchuela de Puebla del Salvador
Campiñas 53. Campiñas 53.22.01 Campiñas de Puebla de Almenara-Tres Juncos Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.03.01 Llanos occidentales de Albacete
Campiñas 53. Campiñas 53.23.01 Campiñas Honrrubia-Tebar Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.03.02 Llanos meridionales de Albacete
Campiñas 53. Campiñas 53.24.01 Campiña occidental del campo de Montiel Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.03.03 Llanos orientales de Albacete
Campiñas 53. Campiñas 53.24.02 Campiña occidental del campo de Montiel Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.03.04 Llanos de Albacete
Campiñas 53. Campiñas 53.25.01 Campiñas en Castellar de Santiago Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.03.05 Llanos septentrionales de Albacete
Campiñas 53. Campiñas 53.26.01 Campiñas Albaceteñas de Pozohondo-Pétrola Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.04.01 Llanos de la Roda
Campiñas 53. Campiñas 53.26.02 Sierras y cerros de Fuenteálamo-Ontur Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.04.02 Llanos de Sisante
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.01.01 Cerros del noroeste del Campo de Calatrava Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.05.01 Tierras altas Manchegas de Belmonte
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.02.01 Cerros de San Carlos del Valle Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.05.02 Tierras altas Manchegas de La Alberca de Záncara
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.03.01 Cerros entre Almadén y Abenójar Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.06.01 Llanos de El Provencio
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.03.02 Cerros entre Almadén y Abenójar Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.06.02 Llanos de San Clemente
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.04.01 Cerros de Ballesteros y Caracuel de Calatrava Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.06.03 Llanos de Villarrobledo
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.05.01 Llanos y cerros del Campo de Calatrava Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.06.04 Llanos de Tomelloso
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.06.01 Cerros y valle del Ojailén Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.07.01 Llanos de Corral de Almaguer y Villanueva de Alcardete
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.07.01 Cerros y sierras del oeste de Piedrabuena Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.07.02 Llanos de Mota del Cuervo
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.07.02 Cerros y sierras del oeste de Piedrabuena Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.07.03 LLanos de Horcajo y Villamayor
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 30. Cerros y llanos del norte de Sierra Morena 30.08.01 Cerros y valles de Santa Cruz de Mudela-El Viso del Marqués Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.08.01 Llanos y lomas de Villatobas
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.13.01 Sierra de Calatrava Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.08.02 Llanos y lomas de Villatobas
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.14.01 Sierra de Puertollano y solana de Alcudia Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.09.01 Llanos y cerros de la Guardia
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.14.02 Sierra de Puertollano y solana de Alcudia Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.10.01 Llanos de Turleque-Madridejos
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.15.01 Los Pedroches Surorientales Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.11.01 Llanos y cerros de Villacañas-Camuñas
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.16.01 Sierra Madrona Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.12.01 Llanos de Malagón
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.18.01 Sierras entre los rios Jándula y Guadalén Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.13.01 Mancha de Ciudad Real en Manzanares-Daimiel-Tomelloso
Cerros, lomas y llanos del norte de Sierra Morena 27. Sierras y valles de Sierra Morena 27.19.01 Sierra Morena Oriental Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.13.02 Mancha de Ciudad Real en Manzanares-Daimiel-Tomelloso
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.09.01 Depresión de Molina de Aragón Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.14.01 Llanos de Valdepeñas
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.10.01 Depresión de Orihuela del Tremedal Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.14.02 Llanos de Valdepeñas
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.11.01 Depresión de Mariana Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.15.01 Llanos de Ciudad Real
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.12.01 Depresión del suroeste de Cuenca Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.16.01 Llanos de Lillo-Villacañas
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.12.02 Depresión del suroeste de Cuenca Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.17.01 Llanos de Alcazar de San Juan y Pedro Muñoz
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.12.03 Depresión del suroeste de Cuenca Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.17.02 Llanos de Alcazar de San Juan y Pedro Muñoz
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.12.04 Depresión del suroeste de Cuenca Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.17.03 Llanos de Alcazar de San Juan y Pedro Muñoz
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.15.01 Corredor de Casas de Juan Núñez y Villavaliente Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.18.01 Depresión endorreica del Cigüela-Záncara
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.16.01 Depresión de Almansa Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.19.01 Lagunas de Ruidera
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.16.02 Corredor de Alpera Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.20.01 Llanos y campiñas de Torrijos, sur
Corredores 45. Corredores y depresiones ibéricas 45.17.01 Corredor de Caudete Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.20.02 Llanos y campiñas de Torrijos, norte
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.01.01 Pasillo del rio Milagro Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.21.01 Llanos de Oropesa
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.02.01 Pasillo del rio Bullaque Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.22.01 Cerros de La Sagra
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.03.01 Pasillo de Urda Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.23.01 Llanos de Fuente de la carrasca
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.04.01 Pasillo de Pozuna-Alcoba Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.24.01 Sierra de Valdemanco del Esteras
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.04.02 Pasillo de Pozuna-Alcoba Llanos interiores 62. Llanos centrales y sus bordes 62.25.01 Llanos de Cancarix
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.05.01 Depresión de Arroba de los Montes Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.08.01 Sierra de Huebras
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.06.01 Pasillo de la Puebla de Don Rodrigo, Agudo y Saceruela Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.09.01 Sierra de la Hoya del Espino
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.06.02 Pasillo de la Puebla de Don Rodrigo, Agudo y Saceruela Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.10.01 Sierras de Taibilla
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.07.01 Depresión de Piedrabuena Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.11.01 Sierras de Bogarra
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.08.01 Pasillos de Almodóvar del Campo y Corral de Calatrava Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.11.02 Sierra de Alcaraz
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.08.02 Pasillos de Almodóvar del Campo y Corral de Calatrava Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.11.04 Sierra del Agua
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.09.01 Pasillo de Calzada de Calatrava Macizos montañosos de las cordilleras béticas 08. Macizos montañosos y altas sierras Subbéticas y Prebéticas 08.12.01 Calar del rio Mundo
Corredores 46. Corredores y valles intramontañosos occidentales 46.10.01 Pasillo de Barazatortas-Puertollano Macizos montañosos del interior ibérico 05. Macizos montañosos y sierras altas del Sistema Central 05.10.01 Macizo de Ayllón
Corredores 47. Valles y corredores intramontañosos béticos 47.09.01 Valle del río Guadalmena Macizos montañosos del interior ibérico 05. Macizos montañosos y sierras altas del Sistema Central 05.10.02 Macizo de Ayllón
Cuencas, hoyas y depresiones 40. Fosas del Sistema Central y sus bordes 40.03.01 Campo Arañuelo Macizos montañosos del interior ibérico 05. Macizos montañosos y sierras altas del Sistema Central 05.10.03 Macizo de Ayllón
Cuencas, hoyas y depresiones 40. Fosas del Sistema Central y sus bordes 40.10.01 Valle del Alberche entre Aldea del Fresno y Talavera, oeste Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.01.01 Sierra de La Muela y altos de Algora
Cuencas, hoyas y depresiones 40. Fosas del Sistema Central y sus bordes 40.10.02 Valle del Alberche entre Aldea del Fresno y Talavera, este Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.02.01 Muela de Caredondo-Sierra de Megorrón

pág. 120 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
ASOCIACIÓN DE TIPOS TIPO DE PAISAJE UNIDAD DE PAISAJE ASOCIACIÓN DE TIPOS TIPO DE PAISAJE UNIDAD DE PAISAJE
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.03.01 Muela de Cobeta Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.08.02 Páramo del interfluvio Tajo-Tajuña entre Chinchon y Mondejar
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.04.01 Muela de Villanueva de Alcorón Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.09.01 Páramo del interfluvio Henares-Tajuña entre Arganda y Guadalajara
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.04.02 Muela de Villanueva de Alcorón Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.09.02 Páramo del interfluvio Henares-Tajuña entre Arganda y Guadalajara
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.05.01 Muelas de la Serrezuela-Taravilla Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.10.01 Mesa de Ocaña
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.06.01 Sierras del Tremedal y Tragacete Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.10.02 Mesa de Ocaña
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.07.01 Muela de las Majadas Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.11.01 Borde nororiental de la paramera del campo de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.08.01 Muelas de los Palancares y Valdecabras Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.11.02 Borde suroriental de la paramera del campo de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.08.02 Muelas de los Palancares y Valdecabras Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.12.01 Paramera endorreica del campo de Montiel en el Bonillo
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.08.03 Muelas de los Palancares y Valdecabras Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.13.01 Parameras de Viveros
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.09.01 Muela de Valdemeca Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.13.02 Parameras de Ossa de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.10.01 Muela de Cardenete Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.13.03 Parameras del campo de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.11.01 Muela de Algarra-Campalbo Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.13.04 Paramera occidental del Campo de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.11.02 Muela de Algarra-Campalbo Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.13.04 Parameras meridional del Campo de Montiel
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.11.03 Muela de Algarra-Campalbo Páramos y mesas 78. Páramos detríticos 78.01.01 Páramo de Uceda y rañas de Tamajón
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.12.01 Muelas de La Cuerda Páramos y mesas 78. Páramos detríticos 78.01.02 Páramo de Uceda y rañas de Tamajón
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.12.02 Muelas de La Cuerda Páramos y mesas 78. Páramos detríticos 78.02.01 Vertiente y llanos de la Jara Baja
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.12.03 Muelas de La Cuerda Páramos y mesas 78. Páramos detríticos 78.03.01 Vertiente y llanos de la Jara Alta
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.25.01 Sierras de la Caballa y del Boquerón Páramos y mesas 78. Páramos detríticos 78.04.01 La raña de Anchuras
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.26.01 Muela de Chinchilla Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.24.01 Sierras de Zacatín, La Muela y El Gavilén
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.26.02 Muela de Carcelén Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.37.01 Sierras y cerros de Peñas de San Pedro
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.27.01 Altos del sur de Almansa Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.37.02 Sierras y cerros de Casas de Lázaro
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.28.01 Muela del Puerto de Almansa Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.37.03 Sierras y cerros de Peñascosa
Muelas y parameras 79. Muelas Ibéricas 79.99.01 Sierra del Mugrón Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.37.04 Sierras y Cerros al norte del Rio Mundo
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.02.01 Parameras de Atienza y Campisábalos Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.38.01 Sierras y Cerros en Elche de la Sierra
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.02.02 Parameras de Atienza y Campisábalos Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.39.01 Sierras y Cerros de Letur
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.03.01 Parameras de Barahona-Sierra Ministra Sierras y montañas mediterréneas y continentales 16. Sierras Béticas 16.40.01 Sierras de Lagos y Los Molares
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.04.01 Paramera de Sigüenza Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.01.01 Sierras de la Calderina y Reventón
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.05.01 Parameras de Medinaceli y Maranchón Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.02.01 Sierras de las Guadalerzas
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.06.01 Parameras del río Mesa Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.03.01 Sierras del Pocito-Malagón
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.07.01 Paramera de Tertanedo Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.04.01 Sierra del Chorito
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.08.01 Péramo en la Yunta Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.05.01 Los Montes de Toledo
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.09.01 Paramera de Torremocha del Pinar-Anguita Sierras y montañas mediterréneas y continentales 17. Sierras de los Montes de Toledo 17.06.01 Sierra de los Yébenes
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.10.01 Montes de Picaza Sierras y montañas mediterréneas y continentales 15. Sierras del Sistema Central 15.15.01 Sierra de San Vicente y Peñas de Cadalso-Cenicientos
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.11.01 Paramera de Pozondón Sierras y montañas mediterréneas y continentales 15. Sierras del Sistema Central 15.16.01 Sierra de Alto Rey-Sierra de la Bodera
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.12.01 Paramera de Almodóvar del Pinar Sierras y montañas mediterréneas y continentales 15. Sierras del Sistema Central 15.17.01 Sierra de Pela
Muelas y parameras 80. Parameras Ibéricas 80.12.02 Paramera de Almodóvar del Pinar Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.28.01 Sierra Menera
Penillanuras y piedemontes 48. Penillanuras suroccidentales 48.14.01 Penillanura de la Jara Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.29.01 Sierras de Selas y Caldereros
Penillanuras y piedemontes 48. Penillanuras suroccidentales 48.17.01 Penillanura de Siruela Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.30.01 Sierra de Albarracín
Penillanuras y piedemontes 48. Penillanuras suroccidentales 48.23.01 Penillanura del Valle de Alcudia en Alamillo Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.31.01 Monte Universales
Penillanuras y piedemontes 48. Penillanuras suroccidentales 48.24.01 Penillanura del Valle de Alcudia en Mestanza Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.32.01 Sierra de Bascuñana
Penillanuras y piedemontes 48. Penillanuras suroccidentales 48.25.01 Penillanura del Valle de Alcudia Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.33.01 Sierra de Altomira
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.02.01 Dehesas de Navalcén-Corchuela Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.33.02 Sierra de Altomira
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.04.01 Rampa accidentada de San Martin de Valdeiglesias-Almorox Sierras y montañas mediterréneas y continentales 14. Sierras Ibéricas 14.41.01 Sierra de Mira
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.07.01 Piedemonte de la Sierra de Alto Rey Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.01.01 Sierras de la Rinconada y la Umbria
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.13.01 Piedemonte olivarero de los Montes de Toledo Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.02.01 Sierra de Siruela
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.13.02 Piedemonte olivarero de los Montes de Toledo Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.03.01 Sierras del Torozo y de la Moraleja
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.14.01 Valle de los rios Algodor-Guazalete Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.06.02 Sierra de los Golondrinos y La Chimenea
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.15.01 Carrascales del borde noreste de la rampa Toledana Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.07.01 Sierra de la Lobera
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.15.02 Carrascales del borde noroeste de la rampa Toledana Sierras, valles y cerros andaluces y extremeños 18. Sierras cuarcíticas en los límites extremeños 18.08.01 Sierra de Enmedio y Puerto Quemado
Penillanuras y piedemontes 50. Piedemontes del Sistema Central y Montes de Toledo 50.16.01 Llanos incididos de Sonseca-Gálvez Vegas y riberas 58. Regadíos de Hellín y Tobarra 58.05.01 Campos de Hellín y Tobarra
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.01.01 Páramo alcarreno de Brihuega-Torija Vegas y riberas 57. Vegas 57.04.01 Vegas del Tiétar
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.02.01 Cerros de Cifuentes Vegas y riberas 57. Vegas 57.07.01 Vegas del Henares
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.03.01 Páramo alcarreño de Pastrana Vegas y riberas 57. Vegas 57.09.01 Vega baja del Jarama, Tajuña y Manzanares
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.04.01 Páramo y enbalses de Entrepeñas y Buendía Vegas y riberas 57. Vegas 57.11.01 Vega del Tajo al oeste de Aranjuez
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.05.01 Páramos alcarrenos del norte de Cuenca Vegas y riberas 57. Vegas 57.11.02 Vega del Tajo en Toledo
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.05.02 Páramos alcarrenos del norte de Cuenca Vegas y riberas 57. Vegas 57.11.03 Vega del río Guadarrama
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.05.03 Páramos alcarrenos del norte de Cuenca Vegas y riberas 57. Vegas 57.11.04 Vega del Tajo a la desembocadura del río Alberche
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.05.04 Páramos alcarrenos del norte de Cuenca Vegas y riberas 57. Vegas 57.11.05 Vega del Tajo oeste
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.05.05 Páramos alcarrenos del norte de Cuenca Vegas y riberas 57. Vegas 57.12.01 Vega sur del Tajo en Talavera de la Reina
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.06.01 Altos de Cabrejas Vegas y riberas 57. Vegas 57.12.02 Vega norte del Tajo en Talavera de la Reina
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.06.02 Altos de Cabrejas Vegas y riberas 57. Vegas 57.13.01 Vega del Guadiana-Cigüela y Tablas de Daimiel
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.06.03 Altos de Cabrejas
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.07.01 Páramo de Illana
Unidades incluidas en el CD-ROM adjunto.
Páramos y mesas 77. Alcarrias y Campo de Montiel 77.08.01 Páramo del interfluvio Tajo-Tajuña entre Chinchon y Mondejar Unidades incluidas en el presente capítulo.

pág. 121 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


macizo En el ángulo noroccidental de la pro-
vincia de Guadalajara, entre el curso
ción norte-sur que guían las líneas clave
de la configuración topográfica, unido
de AYLLón Carácter del paisaje
del alto Jarama antes de su llegada al
embalse de El Vado, el río Sonsaz por el
todo ello a la resistencia mayor o menor
de gneises, cuarcitas y pizarras. Cabe
05.10.01 norte y el río Sorbe en su límite oriental
queda uno de los rincones de Castilla-
señalar, por último, que entre Campillo
de Ranas y el embalse de El Vado que-
La Mancha de más recia personalidad. dan colgados unos depósitos detríticos,
El macizo de Ayllón, con las cumbres de el rañizo, pertenecientes al pliocuater-
Guadalajara
Peña Cebollera (2.129 m), Cerrón (2.197 nario que destacan por el fuerte colo-
m) y Pico del Lobo (2.274 m) separa rido rojo de las arcillas y su planitud
aguas entre las cuencas del Duero y topográfica culminante.
Toledo
Cuenca
Tajo. El pico Ocejón (2.049 m), entre los
ríos Jarama y Sorbe, auténtico hito pai- Las precipitaciones son abundantes en
sajístico, mira altivo a tierras y gentes las partes de mayor altitud, superándo-
Ciudad Real
Albacete
de las comarcas serranas, campiñas, al- se los 1.000 mm en las cabeceras de los
carrias y parameras de toda la provincia ríos y descendiendo hasta los 800-700
de Guadalajara. Una escasa población mm en la parte más meridional. Son
sostiene casas y edificios de alto valor lluvias de procedencia atlántica que no
patrimonial y reconocido prestigio, per- pocas veces se transforman en nieve en
tenecientes a la denominada arquitec- los meses invernales. La temperatura
tura negra. Un solar, en suma, negro de media anual no supera los 10º C, sien-
pizarra, verde de prados y bosques de do inferior a los 8º C según se superan
rebollo y, más recientemente, de pinos los 1.500 m de altitud. Los inviernos son
y jarales, y no pocas veces blanco por crudos con medias inferiores a los 2º C
Fotografías:
las nieves invernales, ofrece esa rica po- en la mitad septentrional y entre los 2º
C y 4º C en la franja sur, en tanto que los 1-13. Sierra de Ayllón
licromía tan valorada por el buen obser-
Autor: Daniel Reinoso Moreno
vador que siempre mira el paisaje con la veranos no superan los 16º C de media
intención de encontrar su alma. en las tierras más altas y se sitúan entre
los 16º C y 20º C en el resto. Desde el 1.
La epidermis de esta tierra quebrada es punto de vista estrictamente botánico
drenada por el río Jarama y sus afluen- esta unidad de paisaje forma parte de
tes en su mayor parte, dejando tan sólo la provincia mediterránea, y más espe-
la vertiente oriental y septentrional del cíficamente del Sector Guadarrámico
pico Ocejón a los derrames que condu- perteneciente a la Subprovincia Carpe-
cen aguas al río Sorbe. El soporte geo- tano-Leonesa. Bioclimáticamente, toda
lógico es muy antiguo. En su extremo ella está enclavada en el piso suprame-
occidental se dejan ver las rocas meta- diterráneo.
mórficas del gneis en la Peña Cebollera;
también en las cercanías de El Cardoso Todo este patrimonio natural, bien con-
de la Sierra y Bocígano. El Cámbrico servado en general, ha sido manejado
ocupa dos extensas franjas, orientadas por la comunidad humana a tenor de
de norte a sur; la primera entre el río las posibilidades que ofrecía. Las áreas
Cerrón, al oeste, y una línea meridiana menos accesibles mantienen constan-
que une Peñalba de la Sierra y Colme- tes naturales acordes a su condición:
nar de la Sierra, al este; la segunda se los fondos de valle, rellanos y laderas de
despliega en el extremo oriental, entre menor pendiente fueron objeto de cui-
Valverde de los Arroyos y el lecho del dados más directos e intensos con la fi-
río Sorbe. Entre ambas franjas queda nalidad de su aprovechamiento agrario.
el sinclinorio del valle de Majaelrayo, Un poblamiento relativamente denso
flanqueado en sus bordes por cuarcitas en el valle de Majaelrayo de pequeños
Autor: del Ordovícico, mientras las pizarras del núcleos, cercanos unos de otros, con-
Daniel Reinoso Moreno,
José Sancho Comíns
mismo periodo rellenan la parte central trasta con la ausencia de asentamientos
del mismo. Son estructuras de orienta- en los ámbitos más accidentados.
Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 122 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2. 3. 4.

5. 6. 7.

8. 9. 10.

11. 12. 13.

pág. 123 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Castilla Castilla
Recursos paisajísticos y León y León

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Río

pág. 124 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Río

Río
Río Jarama

Puebla

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Los reductos de naturaleza dominante su pelada cumbre, no siendo extraños Si noble es el patrimonio natural
Castilla ganan en consideración social y sobre
algunos de ellos se han establecido fi-
los verdes, ocres y amarillos del tapiz
vegetal. Así, en la vertiente occiden-
que sustenta este paisaje, la cultura
aportada por la comunidad humana
y León guras de protección. En 2005 se decla- tal, desde que salimos de Majaelrayo lo engrandece, si cabe, aún más. Son
ró la Reserva Natural Macizo del Pico y hasta aproximadamente los 1.620 m, las tierras de la arquitectura negra.
del Lobo-Cebollera con una extensión un extenso jaral deja paso, al ascender, Asentamientos mimetizados con la
de más de 10.000 hectáreas en el a bosquecillos de robles (Quercus pi- tierra en la que hunden sus cimientos.
municipio de Cardoso de la Sierra. En renaica) que se aclaran, poco a poco, Piedra cuarcita y lajas de pizarras se

Ar r
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oyo
esta Reserva, como el mismo Decreto hasta desaparecer a mayor altura, en ensamblan magistralmente en pare-

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Arroyo Vadillón

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indica, se encuentran las únicas mani- las proximidades de la Peña de Bernar- des, techos, muros y cercas. Una obra
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festaciones de glaciarismo cuaternario do, donde continuamos la ascensión humana, nacida de las entrañas de la

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Sierra de Pela de Castilla-La Mancha, destacando por el Ocejoncillo (1.960 m), atrave- tierra, que da cobijo a sus habitantes,
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yo D oyo he también la presencia de fragmentos sando amplios tramos tapizados de resguardece a ganados en parideras y

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Cantalojas Sorbe Cantalojas relictos de bosque eurosiberiano, tur- brezo y gayuba y escalonados con lajas establos, preserva grano, paja y heno
Sorbe
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beras y rebollares húmedos junto a de pizarra hasta llegar a la cima de los en los graneros y marca la separación

yo
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otras formaciones de montaña como Arroyos. de huertos, panificados y herrenes.
Río Sorbe
los piornales serranos, brezales húme- Hoy es herencia de un pasado más vi-
Dehesa

Dehesa
Río Jarami
dos, cervunales y pastizales orosub- Desde Valverde, la subida es más po- goroso, pero que merece el buen cui-
lla
mediterráneos. En cuanto a la fauna, pular y más suave. Además, cuenta dado y conservación.
o De La

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orbe destacan especies como el topillo nival con el aliciente de atravesar frescos
Río
Jara
Río Sonsaz
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o el desmán de los Pirineos, propios arroyos y pasar junto al salto, de unos Los matices locales añaden variedad a
Río Sorbe

A rroy

Río Sorbe
Valdepinuillos milla Valdepinuillos
de ecosistemas de alta montaña, junto 80 m de altura, de Despeñaelagua, con un legado que está llamado a ser Pa-
a otras como el halcón abejero, el al- su alto valor paisajístico. El ascenso trimonio de la Humanidad. La cuarci-
La Huerce Arroy
o De caudón dorsirrojo, la becada, el zorzal comienza por la pista que conduce a ta, bien trabajada en Valverde de los
Cañ La Huerce
Río Jaramilla

Río am
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común o el águila real. la Chorrera y continúa remontando Arroyos, permite la construcción de
Río
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Peñalba de el arroyo a lo largo de una extensa casas de doble planta con una dedica-
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Zarzuela bel El pico Ocejón culmina la sierra homó- alfombra de gayuba, que sigue por ción tradicional a la función ganadera
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Río

Arroyo De La nima. No tiene figura de protección al- el barranco y la fuente de La Pineda, (granero y establo) en la planta baja y
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guna, si bien la estima social es alta y en la que el excursionista bien puede a vivienda (cocina y dormitorios) en la
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C los Arroyos se tiene en esta tierra como emblema refrescarse antes del ascenso hasta planta de arriba. Las casas de pizarra,
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de la Robleluengo ía y referente. Este pico, el más singular el Ocejoncillo para, desde allí, alcan- más bajas, tienen una distribución en
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de la provincia de Guadalajara, según zar finalmente la cumbre del Ocejón torno al zaguán en una única planta
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Jar Corralejo Río Seco nos cuenta Javier García-Abad, está y disfrutar del maravilloso paisaje que que da acceso a personas y animales a
Río

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Colmenar de formado por pizarras que, desgajadas permite observar, si las condiciones sus respectivas dependencias. Campi-
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n en lajas, o formando masas compac- meteorológicas son propicias, desde la llejo, Roblelacasa, Campillo de Ranas,
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El Espinar tas, afloran en sus vertientes dándole Sierra de Ayllón hasta La Alcarria, con Robleluengo, Majaelrayo, … son nom-
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pillejo ent Río ta su característico color oscuro, espe- el Alto Rey, al Este, y las estribaciones bres que evocan lo más positivo de
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Arroyo Del Corvejón

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Loz pág. 125 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
Río
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Este paisaje, hecho de naturaleza rrenes; el carboneo tradicional en los afluencia de visitantes con la inten- ño ocuparon las cercanías de Roble-
y cultura, ha sufrido, sin embargo, rebollares dejó paso a una naturaliza- ción de disfrutar del paisaje, las fies- lacasa, al sur de Campillo de Ranas, y
una profunda quiebra en la segunda ción acelerada. Una escasa densidad tas, la gastronomía y el deporte son los fondos de vallonadas al norte de
Dinámicas del paisaje parte del siglo XX. Un auténtico éxo- poblacional y la práctica desaparición síntomas inequívocos de los albores este mismo enclave; la invasión del
do desmanteló precipitadamente el de la ganadería, excepción hecha de de un nuevo tiempo para estas tierras jaral ha uniformizado el paisaje como
tejido social que durante siglos había algún audaz empresario que recupera de Ayllón. bien muestra la imagen de 2006. Por
trabado estrechas relaciones con su prados y confía en la buena calidad otro lado, resulta llamativa la apari-
tierra. Los panificados de centeno, de las carnes, son hándicaps de difícil Las dos imágenes aéreas correspon- ción de nuevas edificaciones, como
con rotación bienal, en los mejores superación. Mas un nuevo horizon- dientes a 1956 y 2006 muestran el ocurre al este de Campillo de Ranas,
suelos se abandonaron; los huertos te parece vislumbrarse: el turismo. entorno de Campillo de Ranas. Son en un territorio de tan áspera condi-
cercados con lajas de pizarra o mure- Casas rurales, empresas de turismo elocuentes de ese doble fenómeno ción; son residencias secundarias que
tes de cuarcita quedaron a expensas activo, una notable recuperación de ocurrido en la segunda mitad del siglo han promovido una población sedien- Fotografía:
de la invasión de la jara al no recibir casas por parte de los descendientes XIX. Por un lado, la desaparición de ta de los bienes naturales que ofrece Majaelrayo
cuidados, al igual que los prados y he- de aquella emigración, una creciente buena parte de los aramíos que anta- este rincón. Autor: Daniel Reinoso Moreno

1. Fotograma aéreo. Servicio Geográfico


del Ejército. (1956)
2. Ortofoto Digital. Plan Nacional
de Ortofotografía Aérea. Institu-
to Geográfico Nacional. 2006

pág. 126 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
pág. 127 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
sierra La Sierra del Agua es una unidad de
paisaje que tiene la condición de lími-
jo de los 900 m., lo que da idea de las
importantes diferencias de nivel exis-
coníferas formado por pinos negral
y laricio, que domina el paisaje y es
del agua Carácter del paisaje
te, porque separa diferentes estructu-
ras del relieve y cuencas hidrográficas.
tentes en su interior. uno de los principales elementos que
definen la personalidad de esta unidad
08.11.02 Viene delimitada, al sur por el valle del
Río Mundo; por el este y norte es el
La estructura geológica está forma-
da prioritariamente por dolomías,
frente a otras vecinas también serra-
nas. Los fondos de los valles han visto
río de Bogarra, antes de juntarse con margas y calizas jurásicas, plegadas sustituida la vegetación natural por los
el Mundo aguas abajo; por el oeste es y fracturadas durante la Orogenia cultivos, practicando su población una
la línea de cumbres de la sierra de Al- Alpina. En la zona central aparece dedicación a actividades agropecua-
Guadalajara

caraz, que se prolonga con dirección una amplia vallonada de materiales rias tradicionales. Alineaciones monta-
suroeste-noreste y actúa como diviso- triásicos margosos y arcillosos que ñosas de altas cumbres con desniveles
Cuenca ria de aguas entre las cuencas del río introducen, con sus tonalidades ro- pronunciados, laderas cubiertas de co-
Toledo

Segura y del río Guadalquivir. La uni- jas características, un elemento de níferas y valles de perfil heterogéneo
dad ocupa una posición intersticial en- diferenciación de gran notoriedad. caracterizan la unidad.
Ciudad Real tre las sierras de Alcaraz y Segura, en La naturaleza caliza de las cumbres
Albacete

la provincia de Albacete, en el sudeste de las sierras y la abundancia de las En estas condiciones, el paisaje se ca-
de Castilla-La Mancha. Esta condición precipitaciones que reciben ayudan racteriza también por la escasa pre-
de bisagra explica que el territorio a entender los caracteres hídricos de sencia demográfica, concentrada prio-
esté dominado por relieves vigorosos, la zona. Todo el sector capta lluvias ritariamente en las vegas y fondos de
de la misma dirección citada, suroeste- abundantes, por encima de los 700 valle. Las actividades económicas pre-
noreste, con sierras elevadas entre las mm. En esas condiciones, los materia- dominantes han sido, históricamente,
que aparecen valles escondidos. les calizos de la mayor parte del terri- las relacionadas con el sector primario
torio filtran las aguas procedentes de (agricultura tradicional de autoconsu-
Es un sector montañoso de elevada las precipitaciones, y dan origen a nu- mo, ganadería ovina y caprina, y apro-
altitud media, con contrastes acusados merosas fuentes y manantiales. Estas vechamientos forestales) pero desde
entre las cumbres y los valles. El Pico surgencias de agua alimentan arroyos una estructura apoyada en pequeñas
de la Almenara (1.798 m) situado jun- y riachuelos de caudales pobres, tri- explotaciones. Los núcleos habitados
to a su borde occidental es la atalaya butarios del Río Mundo, que corre al se localizan en los fondos de los va-
indiscutible para contemplar la mejor mediodía de esta unidad; destacan el lles y cerca de las surgencias de agua.
perspectiva del paisaje de toda esta río de Bogarra (que recoge a su vez El poblamiento disperso ha sido nota
zona. También hay otros puntos de ob- las aguas del Mencal y el Madera) y dominante hasta mediados del siglo
servación, como el Gallinero (1.629 m) el Vadillo. XX. Ahora solamente algunos núcleos, Fotografías:
o el Calar de la Osera (1.627 m) en la y especialmente Paterna del Madera, 1. Vegetación de ribera de la Sierra
parte central de la unidad. A su vez, la Todo el sector cuenta con una tupida aglutinan la mayor parte de los efecti- del Agua.
2. Crestas de la Sierra del Agua.
vega del río Paterna se sitúa por deba- masa forestal, un bosque cerrado de vos demográficos de todo el territorio. Autor: Sebastián García Castillo.

1.

Autor:
Francisco Cebrián Abellán

Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 128 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 129 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Los recursos paisajísticos están aso- La unidad de paisaje ofrece una ele-
1.
ciados fundamentalmente al patri- vada capacidad de atracción. Las la-
monio natural. La sucesión de valles deras de las sierras están cubiertas
Recursos paisajísticos y sierras con una densa vegetación por una tupida masa forestal, com-
ofrecen una escenografía marcada puesta fundamentalmente por pina-
por los contrates del relieve y la fuer- res, que mantienen el cromatismo
za de las tonalidades verdes de una del paisaje a lo largo de todo el año.
vegetación perennifolia. La combinación de paisajes de agua
y de montaña, con una vegetación
Los recursos geomorfológicos cons- densa con predominio del monte alto
tituyen uno de los elementos más de coníferas actúan como principales
destacados. Presentan dos manifesta- elementos que dan valor a este te-
ciones diferentes, con contrastes acu- rritorio, pero que ponen también de
sados. Por una parte están los fondos manifiesto su indudable fragilidad.
de los valles, surcados por pequeños La calidad del paisaje es elevada y
riachuelos y por ejes viarios, general- reconocida, y prueba de ello es la
mente encajados entre relieves plega- presencia creciente del turismo rural
dos y fallados, que proporcionan pai- (han proliferado casas rurales y alo-
sajes amenos y humanizados. Por otro jamientos hoteleros).
2.
lado se encuentran las cumbres serra-
nas, con las impresionantes vistas que Un mejor aprovechamiento de los re-
se pueden admirar desde algunos de cursos paisajísticos requiere habilitar
sus puntos más elevados: como el Ca- miradores en determinados puntos
lar de la Osera y, sobre todo, el pico estratégicos, delimitar zonas para un
de la Almenara, que permite obtener uso turístico difuso y de intensidad
una magnífica panorámica de diferen- débil, y sobre todo poner en valor
tes unidades de paisaje. espacios antropizados en situación
de abandono. Los trazados viarios,
Destacables son también los cursos acomodados y condicionados por la
de agua. La profusión de pequeños disposición de los valles, permiten el
arroyos es una de sus notas caracte- acceso a los principales núcleos po-
rísticas. Es ilustrativo el nombre que blados. Son generalmente carreteras
toma la unidad de paisaje, la Sierra y carriles sinuosos que le dan una
del Agua, topónimo de un cordal buena accesibilidad a los recursos
montañoso interior, compuesto por paisajísticos de la unidad.
calizas plegadas y falladas, entre las
que ha surgido un estrecho valle por
3. el que corre el Río de los Endrinales.
La combinación escénica del agua con
una frondosa vegetación de ribera le
da un atractivo especial. La existencia
Tipos de recursos
de numerosas fuentes, arroyos y ríos
deja una sucesión de valiosos paisajes
Mirador
del agua, algunos aprovechados con
zonas recreativas (como el Batan, en Bien de interés cultural
las proximidades de Bogarra).
Recurso cultural, deportivo o folclórico

Recurso natural

Fotografías: Recurso acuático

1. Vegetación propia de la Sierra del Agua Evento cultural


(pinos).
2. Turismo rural de la Sierra del Agua. Paisaje histórico
3. Valle de la Sierra del Agua.
Autor: Sebastián García Castillo. Área Protegida

pág. 130 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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Se trata de una unidad con un pai- La dinámica asociada a la actividad
1.
saje estable, de indudable vocación antrópica es limitada y concentrada.
forestal, con escaso aprovechamien- Aparecen dos fenómenos complemen-
Dinámicas del paisaje to agropecuario. Las dinámicas del tarios y fruto de procesos diferentes.
paisaje están asociadas fundamen- Uno ya se ha apuntado, y se percibe
talmente a las derivadas de las acti- en el estado de abandono de muchas
vidades económicas tradicionales y construcciones, algunas en disemina-
en cuanto a las nuevas, las impuestas do, pero otras muchas dentro de los
por la tendencia creciente de la socie- propios núcleos rurales de la zona,
dad a utilizar los espacios de montaña por causa de sus acusados movimien-
como zonas del ocio. Todo el territorio tos migratorios de salida. Por otra
ha estado secularmente especializado parte, en los últimos años se está
en la agricultura de huerta en las ve- produciendo una creciente toma de
gas y la de secano, con los cereales conciencia del valor ambiental de la
y el olivar como principales cultivos. zona, y cada vez son más numerosos
Los ganados, lanar y caprino, han los ejemplos de viejas construcciones
formado parte importante de la acti- recuperadas para uso estacional por
vidad de estas tierras, y muchas cons- parte de antiguos emigrantes o de po-
trucciones semiderruidas dispersas blación de otros lugares, atraída por
por la montaña (apriscos, parideras, los valores paisajísticos de la zona.
corrales de ganado, etc.) dan testimo- Todavía es un proceso incipiente, pero
nio de ello. También las sacas de ma- que ya se deja ver, especialmente por
dera, la resina, la extracción de plan- los contrastes entre las nuevas tipo-
tas aromáticas o el esparto han sido logías constructivas frente a la arqui-
una aportación importante del monte tectura tradicional.
en la ocupación y la renta de la po-
blación local. Pero la mayor parte de
estas actividades participa de una cri-
sis estructural que deja sus huellas en
el paisaje. Es frecuente encontrar nu-
merosas parcelas de pequeño tamaño
improductivas, junto a construcciones
en desuso, muchas en los núcleos ru-
rales, pero sobre todo en los caseríos
dispersos por valles y laderas.

Otra de las dinámicas, en este caso


recurrente y de naturaleza diferente,
viene determinada por los efectos ge-
nerados por los cambios estacionales.
Se perciben fundamentalmente en los
caudales de los ríos y afectan a la ve-
getación de ribera, de hoja caduca. Es
a partir del otoño cuando se produce
un incremento de las precipitaciones
y con ellas de las aguas de los nume-
rosos arroyos. Pero es también esta
estación la que genera un profundo
cambio en las tonalidades del arbo-
Fotografías:
lado de las riberas, que se manifiesta
sobre todo en las choperas de planta- 1. Entramado urbano de
Paterna de Madera.
ción distribuidas en los fondos húme-
dos de los valles. 2. Camping de Peñascosa.

Autor: Sebastián García Castillo.

pág. 132 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 133 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


los montes La unidad de paisaje de los Mon-
tes de Toledo está formada por un
constructivas ajenas al lugar, y el
abuso de algunos elementos cons-
de toledo Carácter del paisaje
mosaico de paisajes montanos que
le dan su carácter, y en los que los
tructivos aminoran el valor patri-
monial de los núcleos de población,
Fotografías:

1. San Martín de Montalbán con la unidad


17.05.01 árboles, la flora y la fauna apare-
cen como los elementos de mayor
algunos de los cuales cuentan con
un gran potencial de desarrollo.
de paisaje en el horizonte.
2. Vista desde la unidad de Navas de
Estena.
interés paisajístico. Se trata de una 3. Los Montes desde la Jara.
unidad heterogénea, con dinámicas Elementos del paisaje no espacia- 4. Silueta de los Montes de Toledo 5. Arroyo en los Montes de Toledo.
consolidadas en cada uno de sus les, como la estructura de la propie- Autor: Francisco J. Tapiador, Autor: Francisco J. Tapiador
Guadalajara fotografía propiedad de Alfonso Vázquez. y Raquel Verdejo.
ámbitos, en la que la acción antró- dad, caracterizan amplios espacios.
pica ha sido constante a lo largo de Es el caso de las grandes fincas pri-
1.
Cuenca la historia: su propio nombre deri- vadas que se distribuyen por estos
Toledo
va de su adscripción histórica a la montes, cuyo manejo sigue los pa-
ciudad de Toledo, que obtenía de rámetros propios de un aprovecha-
Ciudad Real
ellos madera, carbón, caza y otros miento agrosilvopastoril, en unos
Albacete
productos. casos, y de ocio y recreo, en otros.
Las manchas forestales, estética-
Es un paisaje con una baja densidad mente monótonas en ocasiones y
de población que se asienta sobre con valor ecológico marginal en el
una geomorfología única en la re- caso de las repoblaciones, marcan
gión; un sistema de modelado apa- buena parte del territorio al ofre-
lachense, que se formó por erosión cer un valor ambiental del que es-
diferencial de una alternancia de taría exento sin este uso, mientras
capas más o menos duras, y que ha que el poblamiento, escaso y con-
configurado los elementos más ca- centrado en unos pocos núcleos,
racterísticos de las vistas: las cres- ofrece marcos de oportunidad para
tas, picos y pedrizas de las laderas, la mejora y valoración del paisaje
en algunos lugares colonizadas por urbano, y del circundante. La baja
líquenes que confieren a las pie- densidad de población aparece a la
dras un hermoso color verde. vez como un hándicap para el desa-
rrollo y como una oportunidad ante
La meteorología, con la existencia lo limitado de los recursos.
de efectos de clima de montaña,
ha favorecido la supervivencia de En los Montes coexisten elementos
especies vegetales más propias del arquitectónicos de valor con ac-
clima atlántico, y que mantienen tuaciones extemporáneas o degra-
ecosistemas de alto valor ecoló- dadas que se verían beneficiadas
gico, casi siempre asociados a los por una normativa paisajística co-
paisajes del agua, aquí de singular herente. Las trazas aún conservan
importancia. La presencia, además, en su mayor parte su raíz histórica,
de numerosas especies autóctonas aunque existen pequeñas urbani-
de gran valor ambiental lo convier- zaciones de construcción modular
ten en un territorio a proteger y alrededor de algunos núcleos.
cuidar.
La capacidad de atracción de este
Los olores (jara, aromáticas) y los paisaje, y sus oportunidades para
sonidos (cantos de pájaros, silen- generar valor económico, social
cio) caracterizan también algunos y paisajístico, son aparentes para
paisajes dentro de esta unidad, do- cualquier observador. Es por tanto
tándolos de singularidad. Entre las un paisaje valioso, de oportunidad,
intrusiones más notables se pueden frágil, y al que una accesibilidad
Autor: citar los cortafuegos, que no por limitada protege, por el momento,
Francisco J. Tapiador
necesarios impactan menos en las de presiones externas.
Fecha:
Agosto, 2009. vistas. También, algunas tipologías

pág. 134 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2. 3.

4. 5.

pág. 135 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Los recursos paisajísticos más impor- La geomorfología es un recurso pai- vistas agradables y valiosas en prima- paisaje y de las colindantes. Las áreas rosas grandes fincas de la unidad dota
tantes de los Montes de Toledo son sajístico ubicuo en la unidad, aunque vera y otoño. Los paisajes que acogen recreativas de la unidad, como la de de cierta transversalidad al territorio
de tipo escénico y natural. Como se aquí las sierras y serreros son singula- a recursos tales como El Chorro de los La Milagra, o la ruta de la Gargantilla y facilitan el manejo de las masas fo-
Recursos paisajísticos aprecia en el mapa, existen numero- res en relación al resto de la Comuni- Navalucillos son de especial interés permiten un aprovechamiento social restales, así como el cuidado de algu-
sas vistas de interés desde la que se dad, y las formaciones vegetales aso- por su carácter recóndito, su belleza del paisaje, mientras que algunos mi- nos de los recursos paisajísticos.
observan los paisajes de esta unidad ciadas acogen fauna y flora valiosas, formal, y su capacidad de atracción. radores, como el del Risco de las Pa-
y de las colindantes. Sólo contiene y tan variadas que sólo pueden ser radas, ofrecen panoramas de interés
un bien de interés cultural declarado, apreciadas en toda su extensión con Los recursos naturales, de singular va- paisajístico.
pero acoge una gran diversidad de la ayuda de una guía de la naturaleza. lor, podrían ser explotados facilitando
recursos paisajísticos. A la escala de La existencia de aulas de la naturaleza el acceso a los miradores, proveyen- Como en otros espacios montanos, la
unidad de paisaje sólo es posible rea- es vital para aquilatar la percepción do nuevos apartaderos e indicando accesibilidad limitada impide el dete-
lizar una selección de aquellos más de los habitantes del medio de los va- los lugares desde los que apreciar rioro de los enclaves de mayor valor
importantes, dejando para los estu- lores paisajísticos de su entorno. los paisajes. Carreteras como la CM ecológico, aunque limita, al mismo
dios de paisaje una catalogación más 4157 se convertirían en un recurso tiempo, las actividades económicas
exhaustiva de un paisaje antropizado, Son también destacables los recursos paisajístico importante si estuvieran de los habitantes, además de condi-
pero que conserva valores ambienta- asociados al agua: los arroyos, cho- dotadas de lugares desde los que dis- cionar su vida diaria. No obstante, la
les notables. rros, boquerones y charcas presentan frutar de las vistas de esta unidad de red de caminos privados en las nume-

Fotografías:

1. Panorama del sector norte de la unidad.

2. Curso de agua en el sector central


de los Montes.
Autores: Francisco J. Tapiador
y Raquel Verdejo.

1.

pág. 136 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 137 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


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Las dinámicas más importantes de 1.
este paisaje son las relacionadas con
la actividad forestal y con los ciclos
Dinámicas del paisaje fenológicos. La actividad forestal de-
termina los ciclos de los espacios de
repoblación, mientras que las esta-
ciones generan un contraste mayor
que en otras unidades, y cuya conse-
cuencia inmediata es la percepción
diferencial del mismo espacio depen-
diendo de la época del año en que se
visite. Los ciclos fenológicos, por otra
parte, ofrecen una componente de
cambio importante en las manchas de
hoja caduca, en las riberas, en el ma-
torral y en los cultivos de la unidad.
En este sentido, se aprecian diferen-
cias en cuanto a dinámicas entre las
laderas de umbría y solana, así como
un gradiente altitudinal marcado.

Las dinámicas del agua son también


de interés. La existencia de cauces
temporales marca la dinámica de
los ecosistemas acuáticos y riparios,
mientras que las secuencias de estiaje
modifican los flujos de energía de los
ecosistemas.
2.
Las dinámicas de los elementos antró-
picos se encuentran, por el momento,
latentes. Si bien se aprecia una cierta
actividad en la actividad constructora
(segundas residencias, con algunas
acciones de reforma o ampliación), el
ritmo lento al que se están llevando a
cabo las actuaciones no incide sobre
el carácter del paisaje. La presencia de
nuevas instalaciones agroindustriales
(granja de avestruces, modernización
de las explotaciones tradicionales)
inducen una dinámica económica mo-
derada, sin apenas correlato con cam-
bios extensos en el paisaje.

Los procesos históricos, operando a


largo plazo, han definido los Montes.
Sin embargo, la percepción actual Fotografías:
de estas dinámicas, así como su im-
1. Aprovechamientos de la unidad
portancia en la definición del paisaje de paisaje.
actual es limitada y se circunscribe a
2. Paisaje adehesado de los Montes.
explicar la localización de las activida-
3. Áreas montanas de los Montes
des humanas y el tipo de coberturas
de Toledo.
existentes. Autor: Juan Vázquez.

pág. 140 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
3.

pág. 141 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


sierra La unidad de paisaje reprensada por
Sierra Madrona constituye uno de los
bien diferenciadas en función del re-
lieve donde se alojan, las condiciones
general en las cercanías de las pobla-
ciones, y a la pérdida de identidad tra-
madrona Carácter del paisaje
máximos exponentes regionales en
cuanto a paisajes serranos se refiere.
climáticas locales que les afectan o la
gestión antrópica a las que han sido so-
dicional de algunos núcleos rurales so-
metidos a edificaciones de nueva planta
27.16.01 Un complejo y abigarrado sistema mon-
tañoso de modesta altitud pero vigoro-
metidas. Así, todos los bosques de quer-
cíneas están presentes, intercalados en
ajenas al carácter del hábitat serrano
del paisaje. Del mismo modo los corta-
sos desniveles otorgan un fuerte carác- ocasiones de sotobosque en desigual fuegos, tiraderos y vallados metálicos
ter a una unidad que atesora además estado de conservación y de repobla- de las grandes fincas predominantes
Guadalajara
una extraordinaria representación del ciones de coníferas. muestran profundas (y a veces necesa-
bosque mediterráneo. La flora y la fau- rias) alteraciones, a la vez que insisten
na, junto con los recursos naturales de En este conjunto de ecosistemas en- en afianzar la vinculación a un espacio
Toledo
Cuenca carácter cinegético y los usos forestales cuentran su hábitat natural distintas es- forestal de alto valor económico debi-
de este extenso territorio, terminan por pecies animales en peligro de extinción do a la actividad cinegética capaz de
configurar la identidad de un paisaje de (como el lince), incrementando si cabe sustentar la economía de parte de sus
Ciudad Real
Albacete
elevado interés ambiental y gran he- aún más el elevado valor ambiental habitantes.
terogeneidad, escasamente poblado y de la unidad y confirmando la necesa-
bastante inaccesible. ria existencia de numerosas y diversas La escasa densidad de población y sus
figuras de protección de la naturaleza dinámicas de estancamiento explican la
Los componentes geológicos y geomor- que además de velar por la defensa y degradación por abandono de algunos
fológicos definen prioritariamente un continuidad de estos singulares valores, sectores agrarios y ganaderos que han
paisaje de relieve apalachense inte- introducen normas de gestión territo- retrocedido en algunos lugares con res-
grado por un nutrido grupo de sierras rial que caracterizan igualmente este pecto a sus antiguos usos tradicionales
constituidas por duras rocas cuarcíticas paisaje. de carácter agrosilvopastoril, donde an-
que labran unas cumbres en forma de taño era muy común el resineo de los
llamativas crestas y tapizan las laderas Los olores (a los matorrales aromáticos, pinos, y aun antes algo de actividad mi-
con extensas pedrizas. Entre ellas, se- al bosque, a la humedad de la pedriza nera, con la existencia de algunas minas
parándolas, se abren valles longitudi- o a la pureza del aire en las zonas de de plomo hoy olvidadas.
nales y transversales a las elevaciones montaña) y los sonidos (de la fauna,
montañosas que dotan de gran com- del correr de los ríos, del zumbido del La riqueza del paisaje se completa con
plejidad y diversidad a un paisaje enri- viento o del silencio más absoluto) ge- sus componentes de carácter histórico-
Fotografías:
quecido por numerosos cursos fluvia- neran sensaciones estimulantes que artístico, aquí representados por mag-
les bien conservados y especialmente redundan en una buena percepción de níficas representaciones de arte ru- 1. Sierra Madrona desde el mirador del
Puerto de los Rehoyos (Solana del Pino).
valorados. calidad ambiental. pestre esquemático, desperdigado por
los abrigos naturales de las cumbres 2. Relieves de la Sierra de Naval-
manzano, Sierra Madrona y valle
Todo el conjunto está tapizado por una Unos caracteres generales cuyas in- cuarcíticas con reproducciones antro- del río Valmayor desde los Altos de
cubierta vegetal rica en endemismos trusiones más importantes están en pomorfas y zoomorfas que contribuyen Sierra Quintana (Fuencaliente).
y de una gran diversidad y represen- relación a la minoritaria presencia de a valorar y a disfrutar aún más de los Autor: Manuel Antonio Serrano
tación natural que muestra estampas parcelas agrícolas en algunos valles, en valores de este paisaje. de la Cruz Santos-Olmo.

1.

Autor:
Manuel Antonio Serrano de
la Cruz Santos-Olmo
Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 142 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 143 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Sierra Madrona, como ocurre con dedicadas a la actividad cinegética, de protección. Éstas reconocen el va- 1.
otras unidades vinculadas al paisa- impide la aproximación a muchos de lor de algunas comunidades animales
je serrano, se desmarca como una estos parajes guardados celosamen- (distintas Microrreservas protegen
Recursos paisajísticos unidad de importantes recursos pai- te para el rentable desarrollo de la varias colonias de murciélagos) al
sajísticos escénicos y naturales. Su caza mayor, posiblemente el máximo tiempo que algunas singularidades
compleja orografía y sus elevadas exponente económico de la zona que ponen de manifiesto la relevancia de
altitudes medias, permiten el predo- contribuye al mismo tiempo a un ejer- determinados componentes florísti-
minio de los elementos ambientales cicio de doble gestión territorial en cos como ocurre en el caso del roble
y la existencia de una interesante red relación a los recursos naturales ve- centenario, conocido como “El Abue-
de miradores desde los que disfrutar getales y animales que acapara. lo” y catalogado como árbol singular
de la complejidad de este paisaje. No de la región.
obstante, estos elementos comparten Con todo, la unidad se caracteriza por
cierto protagonismo con los recursos poseer unos sobresalientes valores Los recursos culturales, aunque no
de carácter cultural que, vinculados escénicos fácilmente apreciables a muy numerosos, son especialmente
a la abruptuosidad de este espacio, través de una interesante red de mi- valiosos y están en perfecta armonía
cuentan con dos bienes de interés radores, acondicionados incluso con con el medio natural que los acoge.
declarados de gran singularidad y paneles explicativos, que permiten Los dos bienes de interés cultural
exclusividad en el marco de nuestros disfrutar sobradamente del carácter existentes en la unidad, así como el
paisajes. esencial de este paisaje. Destacan al- resto del patrimonio más sobresalien-
gunos puntos de observación concre- te de este paisaje, están relacionados
La geomorfología se alza como uno de tos, como el que nos encontramos en con la presencia de arte rupestre es-
los principales recursos de la unidad. Peña Escrita, en el puerto de los Reho- quemático en numerosos yacimien-
Las agrestes estampas de las sierras yos o en la hoz de Riofrío, que permi- tos que acogen multitud de pinturas
y los valles que integran este sistema ten un perfecto análisis de la unidad y grabados de edades comprendidas
montañoso, de especial importancia de oeste a este, con hermosas vistas entre el Neolítico y las últimas eta-
geográfica dado que sirve de límite de amplios horizontes y complejas pas de la Edad del Bronce. Situados
fronterizo con la vecina región anda- interrelaciones de todos sus com- en abrigos o pequeños resaltes de
luza, encierran una gran complejidad ponentes. Precisamente esa riqueza los afloramientos cuarcíticos que in-
y diversidad que los hacen ser espe- natural queda atestiguada mediante tegran las cumbres de estas sierras,
cialmente valorados. Los destacados la existencia de varias figuras de pro- lugares como La Batanera o Peña
colores claros de las cuarcitas de tección que velan por la conservación Escrita constituyen los ejemplos más
cumbres y laderas, contrastan con y promoción de sus principales valo- destacables de un recurso verda-
la gama de verdes que tapizan estos res naturales, promoviendo modelos deramente llamativo y único. Como
relieves y albergan en su interior una de gestión sostenible entre el medio complemento, son igualmente intere-
rica biodiversidad tanto vegetal como y los usos que sobre él pretenden lle- santes los recursos relacionados, esta
animal, convirtiendo a la flora y a la varse a cabo. Dado el elevado grado vez, con el poblamiento serrano y la
fauna en recursos igualmente muy de biodiversidad existente, gran par- arquitectura popular presente en los
destacables con un buen estado de te de esta unidad está incluida en la escasos núcleos rurales de la unidad.
conservación general. Sin duda, am- Zona de Especial Protección para las Estos pequeños pueblos desprenden
bos elementos representan un exce- Aves y Lugar de Importancia Comuni- una curiosa atracción ejercida por la
lente atractivo para el desarrollo de taria “Sierra Morena” con el objetivo sucesión de modestas casas tradicio-
actividades de ocio y naturaleza, a de rebajar la presión que amenaza nales que se disponen en trazados ur- Fotografías:
pesar de que la accesibilidad a bue- la subsistencia de algunas especies. banos perfectamente adaptados a la
1. Arte rupestre esquemático. Panel
na parte de los distintos rincones de Grandes espacios como el macizo de escarpada topografía, y bien ejempli- de las Parideras en Peña Escrita.
estos paisajes está muy limitada. El Sierra Madrona-Quintana destacan en ficados en núcleos como los de Fuen-
2. Mirador de Solanilla del Tamaral
predominio de grandes fincas de pro- este sentido junto otros más peque- caliente o Solana del Pino. (Mestanza).
piedad privada, mayoritariamente ños, amparados en figuras menores
3. Actividades de senderismo por el
macizo de Madrona-Quintana.

4. Riberas del río Jándula cerca de El Hoyo


(Mestanza).

5. Yacimiento de pinturas ru-


pestres de Peña Escrita.

Autor: Manuel Antonio Serrano


de la Cruz Santos-Olmo.

pág. 144 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2. 3.

4. 5.

pág. 145 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


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pág. 146 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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Andalucía
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros

pág. 147 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Las dinámicas de este paisaje se en- ciones, que es donde se concentra en
1.
cuentran en general bastante con- estos paisajes serranos la mayor par-
solidadas, sin cambios importantes, te de la superficie agraria cultivada,
Dinámicas del paisaje en parte debido a la escasa presión que en algunos casos está sometida a
antrópica sobre tan amplia superficie un abandono motivado por los movi-
de accidentada orografía que tan sólo mientos migratorios de una población
alberga a unos 2.000 habitantes. difícil de estabilizar.

No obstante, el fuerte componente Posiblemente, las dinámicas demo-


ambiental de esta unidad hace que gráficas pueden llegar a ser más po-
existan determinados cambios que sitivas con el creciente desarrollo de
afectan a la percepción y composición novedosas iniciativas y actividades
del paisaje. En este sentido las diná- económicas para el entorno. Destacan
micas más importantes se relacionan en este sentido las dinámicas relacio-
con los cambios estacionales de ca- nadas con determinados elementos
rácter climático. A pesar del dominio político-administrativos que buscan
de un clima templado mediterráneo, la implantación de nuevas políticas
la existencia de factores locales de de protección del medio natural con
exposición e insolación o de escalona- el futuro Parque Natural que afectará
miento en altura, permite diferenciar a la zona. A pesar de las problemáti-
entre las especies vegetales su ten- cas que esto puede suscitar si se ven
dencia a perder la hoja, mantenerla limitadas determinadas actividades
en parte durante el invierno, o no actualmente desarrolladas en el me-
verse afectada por el frío. Así, las um- dio, su desarrollo puede implicar un
brías y fondos de los valles albergan dinamismo económico relacionado
a un conjunto de especies caducifo- con las actividades de ocio en la natu-
lias que dotan al paisaje de una gran raleza y con las actividades turísticas.
variabilidad cromática y funcional en Éstas, aunque tímidamente, ya han
función de la época en la que nos en- comenzado a desarrollarse gracias
contremos, a la vez que repercuten en a la dinamización socio-espacial que
una percepción visual y social distinta algunas instituciones locales y comar-
dependiendo del momento en el que cales están llevando a cabo mediante
se observe. la valorización y promoción del gran
patrimonio natural de este paisaje.
Son igualmente destacables en este
sentido, las dinámicas hídricas de
los ríos y arroyos que salpican mu-
chos rincones de este paisaje, espe-
cialmente cuando están vinculados a
desniveles topográficos que provocan
la existencia de pequeños saltos o to-
rrentes. La existencia de un profundo
estiaje contrasta con la época de llu-
vias o el final del invierno, donde la
mayor o menor cantidad de agua en el
Fotografías:
paisaje provoca una serie de cambios
1. Cultivos y diferentes tipos de cu-
que van desde la dimensión funcional
bierta vegetal en las cercanias de
de los ecosistemas a la percepción vi- Fuencaliente (Ciudad Real).
sual y sensorial de sus valores.
2. Diversidad de usos del sue-
lo en los alrededores de Solani-
Del mismo modo, aunque algo más lla del Tamaral (Mestanza).
modestas, las dinámicas de los usos Autor: Manuel Antonio Serrano
del suelo, son especialmente impor- de la Cruz Santos-Olmo.
tantes en las cercanías de las pobla-

pág. 148 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 149 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


valle del La unidad de paisaje del valle del Al-
berche está definida por su propio río.
al castillo medieval de esta localidad,
construido en el siglo XV. Aguas aba-
belleza del lugar. Entre las intrusiones
más notables se pueden citar las se-
alberche Carácter del paisaje
Los paisajes que atraviesa el curso del
río son variadísimos con una rique-
jo, da nombre a varias urbanizaciones
cercanas a sus riberas, como Cerro Al-
gundas residencias y nuevas urbani-
zaciones, unido a un incremento de la
entre aldea za de colores y tonalidades que nada berche y Atalaya del Alberche. La colo- actividad industrial, lo que contribuye

del fresno tienen que ver con las vegas del Tajo
donde desemboca. Se trata de una
nización vegetal de estas zonas es más
montana y frondosa típicamente me-
a la pérdida de valor del enclave.

y talavera unidad heterogénea, donde los eco-


sistemas de flora y fauna en los dife-
diterránea. En los diferentes tramos
aparece una diversidad de paisajes,
Elementos del paisaje no espaciales,
como la estructura de la propiedad,
40.10.02 rentes tramos se ven alterados por las
fuertes dinámicas antrópicas, cada vez
aprovechando la riqueza de sus tierras
para diferentes tipos de cultivos.
caracterizan amplios espacios. Es el
caso de las grandes incas que se dis-
más activas y menos respetuosas con tribuyen a los largo del valle, y cuyo
el entorno. La climatología, con la existencia de aprovechamiento agrosilvopastoril
Guadalajara
efectos de clima de montaña en tierras mantienen el valor ecológico de algu-
El paisaje del valle del Alberche se más fértiles, hace que nuestra unidad nas zonas. La densidad de población
asienta en una estructura geológica se encuentre parcialmente roturada y concentrada en algunos enclaves que
Toledo
Cuenca
de fosa tectónica hundida, en la que ocupada por viñedos, olivares e higue- han tenido cierta relevancia históri-
el río procedente de Gredos se ha en- ras. En el resto, la acción humana ha ca y que en el momento actual gozan
cajado hasta desembocar en el Tajo, consistido esencialmente en el ahue- de ciertos aspectos de calidad de vida
Ciudad Real
Albacete
tras el desvío de su cauce hacia éste camiento del monte, apareciendo un contribuye a la proliferación de nuevas
por la acción del Perales (antiguamen- extensísimo encinar adehesado desta- urbanizaciones, en la que muchos de
te desembocaba en el Guadarrama). cando a uso ganadero, más concreta- sus elementos arquitectónicos supo-
El valle presenta un modelado suave, mente a toros de lidia. nen un fuerte impacto paisajístico por
rectilíneo y encajado, con la circulación la escasa coherencia entre el elemento
del agua sobre la roca directamente Los olores de las grandes extensiones constructivo y su entorno.
produciendo paisajes de gran belleza de viñedos y sonidos (cantos de pá-
y espectacularidad (en las tierras del jaros, silencio) de las fincas montanas Se trata de un paisaje valioso, pero frá-
alto valle). El río al pasar por Escalona con aprovechamientos ganaderos ca- gil, debido a la gran accesibilidad que
forma un meandro con el que rodea racterizan espacios, y contribuyen a la posee y que supone un continuo creci-
miento de presiones externas.

Autor:
Mª Ángeles Rodríguez Domenech Fotografía:

Fecha: Panorámica de la unidad.


Agosto, 2009. Autor: Juan Vázquez.

pág. 150 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
pág. 151 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
Castilla Castilla
y León y León

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de Toledo Mirador Maqueda
de Toledo
El Casar de Fuensalida El Casar
Bien dede
interés cultural Fuensalida
Escalona Escalona
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Recurso cultural, deportivo o folclórico

Santa Recurso natural


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pág. 152 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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y León y León

Se trata de una importante zona na- valiosísima, con una vegetación natu-

Comunidad
tural y monumental, con una gran
variedad de recursos paisajísticos.
ral que ha sido casi totalmente rotu-
rada y sustituida por viñedos, olivares Comunidad
Recursos paisajísticos de Madrid
Como se aprecia en el mapa, existen e higueras, y zonas de regadíos en las de Madrid
numerosas vistas de interés cultural, márgenes del río. Los usos agrícolas
ya que la unidad está dotada una gran de secano, tanto cereal, como viñedo,
cantidad de bienes de interés cultu- junto con los nuevos regadíos, produ-
ral declarados (nueve), los cuales se cen unas policromías que varían radi-
concentran en los núcleos donde se calmente a los largo de las diferentes
desarrollan las aventuras del Lazarillo estaciones del año, dando distintos
de Tormes, es decir, Almorox, Escalo- matices a la unidad, destacan los pai-
na, Maqueda y Torrijos, reflejo de su sajes de viñedos con denominación de
pasado histórico, en la que este valle origen de Méntrida.

Ar
tenía una situación estratégica en las

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comunicaciones entre Ávila y Toledo, Los recursos naturales de singular va-

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lor muestran un estado de conserva-
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como por el paso de dos importantes

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cañadas reales de la Mesta (la Leone- ción muy deteriorado por actividades

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sa y la Segoviana) en su camino hacía económicas muy agresivas y con esca-

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Almorox so respeto al medio, como las inme- ab
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diaciones de Escalona. Sin embargo,
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La estructura geomorfológica es el hay que destacar lasGáreas ra
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recurso paisajístico predominante en vas de la unidad que se desarrollan en rch

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esta unidad, es decir, el principal valor la Encina de los Lobos, en Mentrida o

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y Valles sos adecuados desde los que disfrutar erc
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ducidos por la erosión del río sobre el del espectacular
La Torre valle, con el siste-
Río

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y Alberche

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ma montano de Gredos como telón
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Nombela más lento y sosegado, depósitos flu- parece indicar un lugar privilegiado

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de arenas limosas, creando o De Laespacios
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Río A

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dores de Escalona son buen ejemplo Los valles fluviales han sido lugar de
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de ello. y de asentamiento a lo largo de Santa Cruz

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del Tajo recibe aporta- contribuido a debilitar su valor eco-

Arroyo
Quismondo

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la Sierra de Gredos, y ofrece además desillomasas forestales, pertenecientes

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una gran riqueza en sus formaciones Ma grandes fincas que contribuyen al

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vegetales, colonizado por una vegeta- Arroy
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cuidado de algunos de los recursos yo

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Río A ción frondosa típicamente mediterrá- paisajísticos. Río A
Maqueda Portillo Portillo
nea, que acogen a una fauna y flora de Toledo Maqueda
de Toledo
El Casar de Fuensalida El Casar de Fuensalida
Escalona Escalona
Novés Novés

Santa Santa
Olalla
Arroy

Olalla

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ce
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros
Leyenda incluída en el marcapáginas.
Barcience
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Rielves
pág. 153 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
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Las dinámicas que han tenido mayor Las dinámicas de este paisaje relacio-
incidencia en este paisaje son las rela- nadas con al actividad forestal tienen
cionadas con los elementos antrópicos. también su repercusión en este espacio,
Dinámicas del paisaje La mayor presión demográfica a la que en el que cada vez son más frecuentes
se está sometida el valle del Alberche las extensas zonas de repoblación y re-
se concentra en las poblaciones que conversión a viñedos de regadío (Men-
han tenido un mayor peso en su his- trida) contrastando con el sotobosque
toria. Se aprecia una gran actividad de encinares, los robledales y castaños
constructora (nuevas urbanizaciones que aparecen conforme aumentamos
en Escalona), que están alterando sig- en altura, y que tienen una gran reper-
nificativa el carácter del paisaje, con un cusión paisajística ya que introduce una
gran deterioro medioambiental, por el gran variabilidad cromática, el bosque
escaso respeto hacia este. La presencia y cultivos cambiando de color según las
de nuevas instalaciones industriales in- estaciones, y fisonómica, en invierno el
ducen una dinámica económica mode- bosque se presenta totalmente despro-
rada, salpicada a lo largo de la unidad vista de hojas.
y con vertidos al cauce del río, que lo
contaminan y ralentizan su cauce. El proceso histórico del valle del Alber-
che como lugar de paso obligado para
Las dinámicas del agua se encuentran las comunicaciones entre Toledo y Ma-
latentes en todo momento. La existen- drid, se manifiestan en un gran número
cia de cauces temporales marcados por de restos y monumentos que salpican
el estiaje modifican los ecosistemas el paisaje, tiene una cierta dinamiza-
acuáticos, y los depósitos fluviales de ción por el incentivo institucional que
brazos o islas, característicos de este se está dando a la zona potenciando
Fotografías:
valle, se mantienen estacionados y so- sus valores históricos y etnográficos a
metidas a un elevado grado de conta- través de rutas turísticas. 1 y 2. Panorámica de la unidad.
Autor: Juan Vázquez.
minación al encajonarse en los nuevos
crecimientos urbanos.

1.

pág. 154 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 155 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


valle del río La unidad de paisaje formada por el
valle del río Guadalmena está situada
de Alcaraz, una de las más destacadas
alineaciones montañosas del sector
subafluentes que engrosan el río Gua-
dalmena. Estos otros ríos, compañeros
guadalmena Carácter del paisaje
en la zona meridional de Castilla-La
Mancha, en el extremo suroeste de la
Prebético Externo de las cordilleras
Béticas, desde las que descienden las
de viaje del Guadalmena en su descen-
so hacia el Guadalquivir, proporcionan
47.09.00 provincia de Albacete. Es una amplia
depresión de fondo plano que tiene
plantaciones de olivos desafiando la
pendiente.
nuevos escenarios de pequeñas vegas
fluviales que tienen un notable interés
una orientación NNE-SSO, y está abier- paisajístico tanto desde el punto de
ta en esa misma última dirección, ha- Es por tanto una zona de contacto vista geomorfológico y biogeográfico
Guadalajara
cia el valle del río Guadalquivir, a cuya entre las más significativas unidades como del económico y cultural.
cuenca hidrográfica pertenece como estructurales del relieve peninsular y
subcuenca afluente. esta circunstancia se pone de mani- La condición de enclave, derivada de
Toledo
Cuenca fiesto en la pluralidad de ambientes su medio físico, tiene su corresponden-
El paisaje del fondo del valle se relacio- que se distinguen en el valle. El bosque cia en la función desempeñada por el
na de forma indisociable con los carac- de quercíneas fue, en otro tiempo, la territorio en el transcurso del tiempo
Ciudad Real
Albacete
teres de los flancos que lo contienen. formación vegetal dominante y todavía histórico como corredor natural y lu-
Limita esta unidad por el oeste la sie- se encuentran muchos pies de encina gar de paso. Su uso facilitó las inte-
rra hercínica del Relumbrar, de excep- de gran porte en el fondo del valle, racciones entre culturas diferentes.
cional interés paisajístico, que forma dispersos por las tierras de labor, y Por este corredor descendieron hacia
parte del conjunto orográfico de Sierra en las zonas menos accesibles. Por los las ciudades de la Bética las legiones
Morena con sus deslumbrantes cuarci- costados del valle, el encinar comparte romanas, procedentes de la imperial
tas paleozoicas y modélicas estructu- el suelo con especies localmente muy Tarraco; por la cuenca del Guadalmena
ras apalachenses, de donde proceden diferentes, las pinadas de repoblación subió después hasta Castilla y Aragón
la raña de su piedemonte y las terrazas y las plantaciones de olivos. El paisaje la influencia cultural andalusí, duran-
labradas por el río Guadalmena sobre ofrece entonces diversas tonalidades te los siglos que permaneció la do-
las pizarras de la base de la sierra. Por de verde y de coloraciones que siguen minación musulmana en la península
el norte aparece una ceja de calizas el ritmo de los cambios estacionales. Ibérica; y en la cabecera del valle, en
mesozoicas pertenecientes a la altipla- Alcaraz, se instaló una de las ciudades
nicie del Campo de Montiel, cerrando Su aspecto responde a una distribu- de la frontera castellana frente al reino
la cabecera del valle con un elevado ción de temperaturas y precipitaciones nazarí, en los últimos siglos del medio-
anfiteatro que proporciona algunos es- de filiación mediterránea, con fuerte evo. En la actualidad es recorrido por
carpes desde los que se pueden disfru- sequía estival. Pero la depresión recibe la carretera de la red nacional que fa-
tar espléndidas panorámicas y la vista a menudo la visita de las borrascas at- cilita las comunicaciones entre Andalu-
de unas coloristas laderas triásicas lánticas que ascienden por el valle del cía oriental y los centros de producción
teñidas de rojo y verde. Por el este lo Guadalquivir y, de este modo, registra agrícola e industrial del Levante espa- Fotografías:
flanquean con sus enhiestos crestones lluvias abundantes. Sus aportes, que ñol. De toda esta actividad, engastada
1. Balneario de Benito. Reolid.
las complejas estructuras plegadas de se infiltran en el roquedo que forma en un medio natural tan original, es Autor: Juan Antonio Gracía González.
la cuerda de La Almenara y demás ca- el anfiteatro de su cabecera, nutren consecuencia la singularidad y rareza
2. Valle del Guadalmena.
balgamientos y fracturas de la Sierra las fuentes que dan origen a varios de su paisaje. Autor: Sebastían Gracía Castillo.

1.

Autor:
Miguel Panadero Moya.
Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 156 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 157 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


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Cubillo Cubillo
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Cañamares
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Autor: Juan Antonio
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Viejo Ríopar Viejo Ríopar
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El Carrascal El Carrascal
pág. 158 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. Los ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Los
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Cobatillas Cobatillas

Dehesa del Dehesa del


El valle
Cubillo del río Guadalmena ocupa en blación, que posee un rico patrimonio Cubillo
la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mirones histórico-artístico,
La Monja
provee de servicios Mirones
Charcón
Mirones comarcales alCavalle a Del La Monja
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Charcón
Arroyo Mancha poco más de doscientos kiló- ñad y es objeto de visita Mirones ad
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Recursos paisajísticos
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metros cuadrados. Sin embargo este de numerosos turistas cada año. Éstos,
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Cañamares
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geomorfológica, por la Otra elevación de gran relevancia pai-
Venta del
heterogéneaVecino composición de sus suelos sajística es la que encierra el paraje Vecino

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y formaciones vegetales, y finalmente denominado Estrecho del Hocino, que a
El Horcajo

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El Horcajo

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por la tipología de los asentamientos y través de una arriscada hoz, da salida al

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Villanueva las actividades económicas, en particu- curso del río de El Salobre antes de su

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en al descubierto una alineación de pro- Las lares, especialmente en torno a ermitas en
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Rí del Pino
na al zócalo paleozoico de la meseta. Estas Virgen de Cortes, a numerosos visitan-
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La primera de ellas sirvió de emplaza- natural
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miento a la ciudad de Alcaraz. Esta po- y cultural. Bienservida
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Los pág. 159 UNIDADES DE PAISAJE.
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Anexo.
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Los procesos de cambio del sistema tes desde el lado oriental se extienden
1.
productivo agropecuario han tenido además numerosas plantaciones de
siempre un ritmo lento. Por eso, des- árboles frutales, de manzanas, peras
Dinámicas del paisaje de el punto de vista de la conserva- y almendros, y sobre todo, un produc-
ción del entorno natural este es un tivo olivar que anuncia la proximidad
paisaje bastante estable, que mantie- de la andaluza provincia de Jaén y
ne aún sus características originales. la referencia de su modelo de pai-
Constituye un auténtico recurso bio- saje agrario. La arboricultura ofrece
geográfico que merece protección, sus frutos a los habitantes del valle
especialmente cuando la función tu- y mantiene una de sus tradicionales
rística se ha introducido en él con el fuentes de renta.
impacto de sus prácticas.
Otra de las actividades dominantes
La vegetación natural tiene todavía que ha dejado su impronta en el pai-
bastante importancia en los flancos saje es la explotación pecuaria. La
del valle. En el lado oriental, las reta- vocación ganadera de este valle tiene
mas y los pinares descienden desde la una larga historia. Durante la Edad
sierra de Alcaraz ocupando junto a las Media esta actividad proporcionó la
encinas y las coscojas, las laderas roji- materia prima para una industria tex-
zas y ocres de arcillas, arenisca y mar- til que consiguió gran fama, especial- 2.
gas dolomíticas. En el lado occidental, mente en la producción de alfombras.
las encinas deben compartir el suelo Después, durante la Edad Moderna, el
disponible, el canturral grisáceo de valle del Guadalmena fue uno de los
la raña cuarcítica del piedemonte de lugares de invernada visitado por los
la sierra del Relumbrar, con un den- ovinos castellanos en el ejercicio de la
so jaral que compite con una corte de trashumancia. Los rebaños mixtos de
coscojas y quejigos, contando incluso ovejas y cabras utilizan los pastos de
con algún alcornoque de exótica pre- las laderas del valle y eventualmen-
sencia en este ambiente climático me- te las rastrojeras, mientras que los
diterráneo. herbazales del interior sostienen nu-
merosas cabezas de ganado vacuno.
En la cabecera del valle el color rojo Es frecuente ver en sus oteros y hon-
dominante se corresponde con la na- donadas el porte altivo de las reses
turaleza de los materiales que apare- bravas que con paso cansino se ense-
cen en sus laderas: las arcillas y are- ñorean de sus pastizales bajo algunas
niscas rojas entreveradas con margas encinas dispersas.
irisadas, características del periodo
triásico al que pertenecen y que for- 3.
man parte de la base de la cobertera
tabular de la Meseta. En ellas crecen
numerosas retamas y otras plantas
herbáceas y arbustivas que sirven de
pastizal a hatos de ganado menor.

El fondo plano del valle alterna los co-


lores verdes de los pastos de invierno
y de la siembra en primavera, con el
amarillo tostado del estío, ocupando Fotografías:
un extenso glacis cuaternario que 1. Santuario de Cortes.
desciende de los piedemontes, en- 3. Vista de la tierra de Relumbrar desde el
Valle del Guadalmena.
tre las entalladuras de los arroyos y
Autor: Sebastián García Castillo.
pequeños ríos que integran la cuen-
2. Arcillas triásicas en Alcaraz.
ca del Guadalmena. En este fondo
4. Vista de Alcaraz.
subhorizontal y en los valles confluen- Autor: Juan Antonio García González.

pág. 160 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
4.

pág. 161 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


PENILLANURA El Valle de Alcudia en Mestanza es
la unidad más oriental de las dos en
Sin lugar a dudas, los elementos
ambientales relacionados con el
singular el hecho de que la unidad
en realidad sea un anticlinal des-
que hunden sus orígenes en la Baja
Edad Media.
DEL VALLE DE Carácter del paisaje
las que queda dividido este extenso
paisaje del suroeste la provincia de
relieve son los que aportan a este
paisaje una mayor personalidad, no
ventrado de grandes dimensiones,
en cuyo fondo coexisten suelos po- En este contexto, se desmarcan
ALCUDIA EN Ciudad Real. Sus principales señas solo por los condicionantes estéti- bres y de escasa calidad. Esa falta como elementos valiosos la geolo-

MESTANZA de identidad quedan bien defini-


das por representar la penillanu-
cos y naturales positivos que otorga
a la unidad, sino por las relaciones
de calidad edáfica es la responsable
del predominio de unos usos del
gía y la geomorfología que, además,
acaparan importantes recursos
ra más importante de la región, económicas y socioculturales que suelo de fuerte tradición ganadera minerales en forma de grandes fi-
48.24.01 asentada sobre un valle de relieve también establece con el resto de y forestal donde la gestión secular lones de galena y blenda, desper-
apalachense, prácticamente llano, los elementos. En este sentido, el de los bosques de encinas han per- digados por todo el valle sobre los
tapizado por extensas dehesas de paisaje se caracteriza por englobar mitido el desarrollo y la pervivencia que antiguas explotaciones mineras
Guadalajara
diversa tipología. Extensos pastade- amplias vistas de lejanos horizontes de una de las dehesas más extensas obtenían rentables producciones
ros ocupan las zonas desarboladas por los que se extiende una penilla- y mejor conservadas de la región. de plomo y plata. Junto a ellos, es
imprimiendo en el paisaje un fuerte nura labrada sobre los viejos mate- En ellas, y en las zonas más planas igualmente destacable la importan-
Toledo
Cuenca
carácter ganadero de gran tradición riales precámbricos que se vuelve y abiertas, grandes extensiones de cia en la unidad de una peculiar red
histórica pero de escaso poblamien- especialmente accidentada en sus pastos naturales han contribuido a fluvial perteneciente a la cuenca del
to y carga demográfica. sectores más orientales como con- la formación de uno de los princi- Guadalquivir, de dinámicas estacio-
Ciudad Real
Albacete
secuencia de un importante mo- pales invernales ganaderos del país nales muy contrastadas, donde los
delado fluvial. Es especialmente ríos Tablillas y Montoro representan

Autor:
Manuel Antonio Serrano de
la Cruz Santos-Olmo
Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 162 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
sus principales exponentes. Una red de flora autóctona y de animales, los pastos. Junto a ellas, pequeñas energía de alto voltaje (procedentes del valle, hace del paisaje de esta
fluvial, que al igual que ocurre con especialmente representados por la poblaciones de interesante y bien de unidades vecinas) que atraviesan unidad un paisaje muy bello y bien
los usos del suelo, está profunda- avifauna. conservada arquitectura tradicio- el valle alterando su peculiar estam- valorado. Tímidas dinámicas no-
mente condicionada por unas carac- nal terminan por imprimir el fuerte pa ganadera y forestal. Junto a ellos, vedosas empiezan a hacer acto de
terísticas climáticas singulares que No menos interesantes son algunos carácter rural que predomina en un la red fluvial, la flora y la fauna, y el presencia en la zona, introduciendo
dotan también al paisaje de una ele- elementos antrópicos que contri- territorio con unos elevados índices hábitat rural en muchas ocasiones nuevos modelos de gestión basa-
vada variabilidad estacional en la buyen a fraguar el verdadero ca- de tranquilidad y de sensaciones abandonado y, en otras, reconverti- dos en medidas proteccionistas que
que destacan llamativos fenómenos rácter de este paisaje. Además de muy positivas y estimulantes. do en residencias secundarias sin la intentan preservar valores e intro-
locales como los procesos de inver- los usos ya mencionados, donde la función ni la fábrica de las construc- ducir nuevas actividades. El tiem-
sión térmica presentes en el valle dehesa y la cabaña ganadera ovina Las intrusiones más importantes ciones antecesoras, comprenden los po de ocio y turismo puede abrirse
durante el invierno. son sus principales representantes, que contribuyen a alterar parte de elementos degradados. La pérdida camino en estos paisajes naturales
el hábitat de la zona aporta cierta esos valores están relacionadas, de población y el progresivo enve- y culturales gracias a medidas dina-
La flora y la fauna se incluyen tam- singularidad y valor añadido a la por un lado, con la existencia de jecimiento de estas poblaciones ru- mizadoras del territorio, presentes
bién dentro del grupo de elementos identidad de esta unidad. Interesan- presas, algunas de gran impacto rales suponen también muestras de ya en la preocupación e implicación
ambientales valiosos. A pesar de su tes estampas de un hábitat disperso visual, que retienen las aguas de abandono en el paisaje. social de distintos agentes locales y Fotografía:
degradación, que atiende a diferen- se suceden por todo el valle, donde los cursos fluviales procedentes del comarcales, o en la reactivación de Panorámica del sector oriental del Valle
tes estados de alteración en distin- viejas construcciones de carácter oeste de la unidad; por otro, con la La gran heterogeneidad de elemen- algunos elementos como la inver- de Alcudia desde el Puerto de los Rehoyos
(Solana del Pino).
tos sectores de la unidad, todavía ganadero, denominadas quintos en presencia de determinadas infraes- tos espaciales antrópicos, unida sión en infraestructuras viarias que Autor: Manuel Antonio Serrano
se conservan muy buenos ejemplos el lugar, acompañan a la dehesa o a tructuras y redes de distribución de a la singuralidad geomorfológica facilitan la accesibilidad. de la Cruz Santos-Olmo.

pág. 163 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Fotografías:

1. Indicaciones de senderos de acceso a


lugares de interés natural y cultural.
2. Mestanza.

Autor: Manuel Antonio Serrano


de la Cruz Santos-Olmo.

Tipos de recursos

Mirador

Bien de interés cultural

Recurso cultural, deportivo o folclórico

Recurso natural

Recurso acuático

Evento cultural

Paisaje histórico

Área Protegida
Estación La Nava Puertollano
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Río Campo de Calatrava
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Iné Los recursos paisajísticos del Valle de las zonas más orientales, suponen un Laguna
esta vez de carácter antrópico, deVolcánica
una antigua Red Rocinante de corredores de la naturaleza donde la práctica ci-e
De De La Alberquilla rg
nt
a Alcudia en Mestanza quedan condicio- elemento de gran valor escénico que Mestanza
extensa superficie de agua embalsada intercomarcales de Castilla-La Mancha.Túneles Túneles cloturista
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La nados al carácter de una unidad topo- dota deAr royo De
espectaculares vistas, desde los que, aunque supone una intrusión en lorar éstas antiguas infraestructuras de
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Recursos paisajísticos

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rr o gráficamente deprimida, de singulares miradores existentes en las sierras
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abli que el paisaje, dota de áreas recreativas y La unidad cuenta además con un nutri- comunicación. Por otro lado, existe un

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valores naturales e interesante patri- {
n rodean la unidad, pero también
"  desde " espacios donde desarrollar actividades do grupo de recursos paisajísticos, esta interesante patrimonio vinculado esta

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monio cultural vinculado al histórico su interior, en miradores como el de de ocio en los distintos embalses enca- vez centrados en su interés de carác- vez a la actividad minera del valle con
Arroyo De Na
val aprovechamiento ganadero, aún hoy Pozo Medina, desde donde se disfruta {
denados que jalonan el sector central {
n ter histórico-cultural. De este conjunto interesantes ejemplos de antiguas ex-

Río
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lla oyo Túnel De presente en la escasa y dispersa pobla- de una buena panorámica de la com- de la unidad, entre losebque sobresalen: por un lado el patrimonio plotaciones que remontan su actividad
lo destaca el de

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ción del valle. Sus principales recursos plejidad fisiográfica del lugar. Montoro por su mayor extensión. cultural vinculado a la obra literaria incluso hasta la época romana, como da

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engloban por ello una mezcla de ele-

" cervantina donde los elementos más ocurre en el valioso complejo minero

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mentos que confluyen armónicamente Las aguas son especialmente


Rí valiosas Del mismo modo la cubierta vegetal destacables están representados ne por la de Minas Diógenes. La profusión de

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l en un paisaje de gran personalidad y por su profusión y vinculación a un aquí representada en los sectores ar- existencia de un tramo de la Ruta ecotu- este elemento a lo largo de todo el va-

Río F
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oyo con una alta capacidad de atracción. paisaje de dinámicas climáticas muy bolados por una atractiva y cambiante rística del Quijote a su paso por los sec- lle lo convierte en un valor ciertamente e
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Loslasvalores escénicos y naturales com- contrastadas, pero especialmente por dehesa de encinas, termina por aportar tores occidentales de la unidad y por la singular, aun cuando el estado de con-

ed

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ua La Garganta Arro parten protagonismo con los culturales, la presencia de espacios de gran singu- una singular riqueza natural bien ates- presencia del único bien de interés cul- servación en el que se encuentran sus

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De
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a pesar de existir un solo bien de interés laridad geomorfológica e importancia tiguada por la existencia de magníficos tural de la unidad, protagonizado por la instalaciones no es muy adecuado y el

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Sierra Morena Solana
abandono de estos lugares no ayuda a
nta cultural catalogado. hídrica. Es destacable, en este sentido,
el río Tablillas con su interesante tra-
y viejos ejemplares
del Pino
de encina. Algunos
de los cuales, como la “encina milenaria
Venta de la Inés. Ésta aparece recogi-
da en las líneas de una de las Novelas potenciar estosSan interesantes recursos.
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Los recursos naturales más destacados zado meandriforme, sus comunidades de las mil ovejas”, se encuentra recogi- Ejemplares oM
de
on Cervantes y es fiel testigo Finalmente, Lorenzo
y aunquedede manera más

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son los de carácter geomorfológico e vegetales ribereñas y fauna asociada, do dentro del catálogo de árboles sin- r
de una de las tantas posadas, hoy casi
o modesta, es interesante mencionar la
Andalucía

Río Fr
ebl
La Batanera Río Cereceda

oP
hidrográfico, aunque también cuenta que lo convierte en un espacio decla- Río Roble gulares de nuestra región. Todos estos desaparecidas, que ofrecían sus servi- herencia histórico-artística de las po-

ard
dil Solanilla Río Gra
con un atractivo paisaje vegetal, en este rado Lugar de Interés Comunitario (LIC) lo
recursos son de fácil accesibilidad a cios del
enTamaral
el antiguo camino real de Toledo blaciones del valle, en la que destacan nde

illo

Río
Río Ó De
caso condicionadoRefugio
a unosDeusos fores- Val

ula

R
y Zona de Especial
ma Protección para las través de la escasa, pero en buen esta- a Córdoba. A ellos se puede vincular la especialmente buenos ejemplos de

igüe
Quirópteros De

Jánd
yo

Gu
tales de profundaFuencaliente
raigambre histórica. Aves (ZEPA), quer engloba también a un do, red de carreteras que atraviesan la densa red de vías pecuarias que articu- arquitectura popular y algún ejemplo

ad
lo

ale
Río
Las cambiantes formas de relieve, de parte de Sierra Morena en el sector más unidad. De ellas, las vías CR-5004, CR- laba estos viejos invernales ganaderos aislado de arte religioso como el repre-

vín
Fuencaliente El Hoyo
las superficies más planas a los terre- suroriental del valle. Esta riqueza natu- 5011 y CR-5021 están catalogadas como y que hoy sirven para potenciar deter- sentado por la iglesia parroquial de San
Leyenda incluída en el marcapáginas. nos más quebrados y accidentados de ral se complementa con la presencia, carreteras de interés paisajístico por la minadas actividades de ocio y disfrute Esteban en Mestanza.
Estación La Nava Puertollano
Veredas-Brazatortas Retamar
én
Río Ojailén Río Ojail
Rio

Veredas Brazatortas

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on pág. 165R UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
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r 1 : 200.000
ío Já 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros

ad
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v
Aun cuando las dinámicas de este pai- valle atraviese por dos periodos bien lado, en el valle están haciendo acto
1.
saje han permanecido secularmente contrastados desde el punto de vista de presencia granjas que mantienen
sin apenas cambios significativos que hídrico. El invierno y la primavera, ganado estabulado con el consiguien-
Dinámicas del paisaje han mantenido inalterable su carác- con sus mayores precipitaciones, per- te uso intensivo de la explotación,
ter, existen ciertas modificaciones miten la existencia de cierto esplen- contrario a los usos tradicionales
capaces de introducir algún cambio dor hídrico con numerosos arroyos y mayoritariamente extendidos de ca-
paisajístico apreciable. Ciertas diná- riachuelos que forman amplias zonas rácter extensivo. Por otro, y con una
micas de temporalidad cíclica, que se encharcadas, consecuencia directa repercusión más visible en el paisaje,
complementan con otras de reciente de los altos valores de escorrentía del es claramente perceptible un notable
aparición, introducen pequeños cam- terreno. Esa dinámica se invierte rá- incremento de cabezas de ganado va-
bios algunas veces lo suficientemente pidamente en cuanto se experimenta cuno (con algo de porcino estabula-
intensos como para generar nuevas un incremento de las temperaturas do) que convive con la clásica cabaña
tendencias en algunos elementos. que hace que los suelos pierdan la ovina de raza merina ancestralmente
humedad en poco tiempo y la red flu- vinculada a la unidad.
Las dinámicas ambientales son las vial con caudal quede relegada a los 2.
más importantes por ser más visibles cursos más importantes. Junto a este aspecto es
en el paisaje. Todas ellas producen destacable igualmente la inversión
modificaciones sustanciales en la Los valores naturales y culturales de en infraestructuras mediante el
imagen del paisaje en las distintas la unidad han permitido la inclusión acondicionamiento de las vías de co-
estaciones como consecuencia de de parte de este paisaje dentro de municación existentes, deterioradas
un fuerte condicionante de carácter alguna figura de protección. Son des- durante mucho tiempo, que permiten
climático. Desde ese punto de vista, tacables estas dinámicas cuando en hoy una accesibilidad más eficiente a
y directamente relacionado con el relación con elementos de carácter los recursos paisajísticos de la unidad
escaso desarrollo edáfico que pre- político-administrativo se promueven y a los escasos núcleos de población
senta la totalidad de la unidad, el nuevas declaraciones actualmente en de la zona.
cambio paisajístico más notable es fase de elaboración. Estas repercuten
el de carácter cromático: los pastos en un mayor interés de conservación Las dinámicas demográficas ponen
que tapizan el valle pasan del verde de los principales valores paisajís- de manifiesto un comportamiento
más intenso a las tonalidades ocres ticos además de introducir en el te- regresivo de los núcleos rurales que 3.
y amarillentas entre el periodo en rritorio nuevas formas de valoración pierden constantemente población
el que se desarrollan las herbáceas del patrimonio, que pueden desenca- y experimentan procesos de cre-
desde principios del invierno y finales denar a su vez nuevas dinámicas eco- ciente envejecimiento. Finalmente,
de primavera, hasta el rápido agos- nómicas en relación con el ocio y el se percibe un modesto incremento
tamiento de los pastizales nada más turismo cultural y de naturaleza. de la actividad turística en la zona,
cesan las lluvias y se incrementan consecuencia directa de la puesta en
las temperaturas. Unos cambios que Desde el punto de vista de los ele- funcionamiento de las medidas de
además de visuales inciden directa- mentos antrópicos, las dinámicas dinamización en este medio rural por
mente en la actividad económica de más destacables tienen que ver con agentes locales y regionales. La in-
la unidad y en una percepción bien los usos ganaderos. Este tipo de ac- versión en infraestructuras y la actual
diferenciada de la misma. tividad está experimentando algunos labor de protección de la naturaleza y
cambios en el valle que tienen que sus actividades seguro que incidirán
El régimen térmico-pluviométrico ver con el sistema de explotaciones en nuevos cambios de carácter socio-
4.
anual hace que, del mismo modo, el y con la cabaña ganadera. Por un económico a corto o medio plazo.

Fotografías:
4. Antigua vias pecuarias recon-
1. Rebaño de ovejas merinas pro- vertidas en actuales rutas para el
tegiéndose del calor estival. senderismo (Ruta del Quijote).

2. Estampa primaveral de las De- 5. Ganado vacuno aprovechando los


hesas del Valle de Alcudia. pastos invernales del Valle de Alcudia.

3. ”Encina milenaria de las mil ovejas” Autor: Manuel Antonio Serrano


(declarada árbol singular). de la Cruz Santos-Olmo.

pág. 166 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
5.

pág. 167 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


CAMPIÑAS DE La unidad de paisaje de La Sagra se
caracteriza por ser un paisaje de opor-
y flujos de esta unidad con la ciudad
de Toledo pueden reforzar las capaci-
es posible multiplicar el desarrollo a
partir de mejorar/regenerar el paisaje,
LA sagra Carácter del paisaje
tunidad, dadas sus dinámicas recientes
y su fisiografía. La heterogeneidad del
dades mutuas, e intentar solventar las
limitaciones o neutralizar las amenazas,
atrayendo con ello actividades y asen-
tamientos; y mejorar exponencialmente
53.18.01 espacio viene dada por el corredor Ma-
drid-Toledo; un eje económico que sólo
entre las cuales aparece un crecimien-
to desordenado y ajeno tanto al medio
la calidad de vida de sus habitantes me-
diante acciones puntuales bien elegidas
puede crecer, y que contrasta con una ambiente como a las necesidades eco- que actúen de catalizador y que per-
estepa cerealista. El cómo se desarrolle nómicas y sociales de sus habitantes. mitan una cristalización de actividades
Guadalajara
La oportunidad (y la necesidad) de de desarrollo, endógeno e inducido. La
-desde el punto de vista paisajístico- ordenar este territorio es evidente. La capacidad e idoneidad con que cuenta
este corredor que estructura la unidad, implantación de empresas y polígonos este espacio para albergar un corredor
Toledo
Cuenca dependerá de cómo se implemente el industriales de diversos estadios tecno- tecnológico singular no pasa desaperci-
convenio europeo del paisaje. La casi lógicos puede realizarse minimizando el bida en un primer análisis cualitativo.
total ausencia de cobertura arbórea impacto visual a través de unas directri-
Ciudad Real
Albacete
autóctona, la relativa singularidad y ces sencillas de aplicar, mejorando con Los recursos paisajísticos existentes,
limitado valor agrario de las tierras, ello la propia atracción de las empresas tanto los cursos de agua y la vegetación
la extensión física de la campiña, y la y la calidad de vida de los habitantes y riparia, como los vestigios arqueológi-
capacidad de absorber el crecimiento visitantes. cos, o los bienes culturales, refuerzan
urbano convierten a esta unidad es un la idea de un paisaje de oportunidad
espacio privilegiado para la acción pai- Esta unidad de paisaje requiere de llamado a la acción inmediata antes de
sajística consciente y ordenada. atención paisajística prioritaria. Esto que algunas acciones oportunistas pro-
es así porque la ventana de oportuni- duzcan daños permanentes. No en vano
Se trata, en gran medida, de un lienzo dad abierta en este momento, y por se trata la unidad que actúa como puer-
Fotografías:
en blanco sobre el que diseñar ya sea el carácter ejemplar, para el resto de ta de entrada a la región desde Madrid
reconstrucciones de paisaje o accio- Europa, que podrían suponer unas ac- dirección a Toledo. El impacto paisajís- 1. Paisaje industrial en la unidad.
Autor: Francisco J. Tapiador
nes más ambiciosas de construcción ciones paisajísticas inteligentes que tico que pueda ejercer sobre los que la y Raquel Verdejo.
ex-novo de lo que se quiera que sea el fueran capaces de generar desarrollo cruzan colorea la idea que se forman de
2.Mosaico de cultivos.
paisaje del siglo XXI en nuestra región, por sí mismas. En esta unidad se da una la región, no sólo en cuanto a paisaje, fotografía propiedad de Alfonso Vázquez.
y que habrá que definir a las diferentes singularidad que la distingue del resto sino también a los aspectos económi-
3.Mosaico de cultivos.
escalas de planificación. Las relaciones y le da su carácter: aquí se observa que cos, culturales y sociales. Autor: Juan Vázquez.

1.

Autores:
Francisco J. Tapiador y
Mª Ángeles Rodríguez Domenech
Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 168 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2. 3.

pág. 169 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Ar Ar
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Sierra de San

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Vicente y Valles
Comunidad Comunidad

Be

Be
del Tiétar y

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an

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Alberche
de Madrid de Madrid

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Méntrida Méntrida Los recursos paisajísticos de tipo na-
tural son los más importantes en las
Arro Arro
yo
Gr
yo campiñas de la Sagra toledana. Como
Recursos paisajísticos
Gr
an an
de de su propio nombre indica la fertilidad
de sus suelos le confiere una gran per-
Valmojado Valmojado
sonalidad. Esta zona conserva valores
ambientales notables que se comple-
Casarrubios Ar mentan con los histórico-culturales re-
Casarrubios Ar
roy roy
del Monte oD partidos en cuatro de sus del Monte
municipios, oD
eL eL
La Torre aC La Torre aC
ab donde hay declarados bienes de interés ab
de Esteban ez de Esteban ez
a cultural (Illescas, Torrijos, Esquivias y a
Hambrán Carranque Hambrán Carranque
Las Ventas LasCarranque).
Ventas Los más destacados des-
Arr

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oyo

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de Retamosa Ugena de el punto de vista del paisaje son: el
de Retamosa Uge
De

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yacimiento arqueológico “ El Cerrón”
Mo

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El Viso de El Viso de
nt r

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en Illescas y el parque arqueológico de
San Juan San Juan
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Carranque.
ue

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Illescas Colonia
Hispania
Cedillo del Yeles
El recurso paisajístico imperante sería Cedillo del
Santa Palomeque Arroyo De Gansa rinos Santa Palomeque Arroyo De Ga
Cruz del Condado Cruz del la geomorfología típica de una cuenca Condado
Esquivias
Retamar Chozas de Retamar sedimentaria, es decir, una tierrade
Chozas llana,
Canales suavemente ondulada, que no llega, o
Canales
Ar Ar
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n Lominchar
r Camarena
lo hace escasamente, a los 600 metros Lominchar
r

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Yuncos Yun

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Arroyo De Guaten
de altitud media, en la que destaca el
a

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valle del río Guadarrama. La Sagra es
Río Gua

Río Gua
cenaque

cenaque
Numancia
Arro

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Portillo de la Portillo muy apta para el cultivo de cereales,
y

y
Borox
o De

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de Toledo Sagra de Toledo de vegetación esteparia en las zonas
Vallehermoso

Vallehermoso
Fuensalida Fuensalida no cultivadas, y con algunos viñedos
Arcicóllar Ar
Recas Arcicóllar A Recas
roy rr-Esquivias-
oy y algunos olivares. Todo ello
o Pantoja oD
Arroyo De Renales

Arroyo De Renales
De Yuncler Yuncler
C confiere
e
C a la unidad una enorme serie-
dad y sobriedad paisajística
am

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Villaluenga Villaluenga
ar

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en

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de la Sagra Yesares de la Sagra
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la

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Yunclillos Cobeja del Valle Yunclillos
Camarenilla Alameda de del Tajo Camarenilla
Huecas Cabañas de la Sagra Huecas Cabañas de
la Sagra la Sagra

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Villamiel de Tajo Villamiel
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del Rey del Rey
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Rí Rí
Bien de interés cultural
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Recurso cultural, deportivo o folclórico
o Tajo o Tajo
Albarreal Arro Albarreal Recurso natural


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Recurso acuático
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Tajo Tajo Evento cultural
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Val
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Barcience
Toledo Salinas Paisaje histórico Toledo
deca

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Castillo de Toledo Castillo
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Río Tajo Río Tajo Área Protegida
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Ermita de San Ermita de San
Rí Rí
o

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de San Servando de San Servando
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Jerónimo Jerónimo
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pág. 170 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
R ío
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Guadamur od Guadamur
or
Argés Cobisa Burguillos Argés Cobisa Burguillos
Ar royo D el G

Ar royo D el G
de Toledo Nambroca de Toledo Nambroca
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros
Polán Polán
Ar
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De
Comunidad Comunidad

Be
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de Madrid de Madrid

a
Los paisajes asociados a los recursos Méntrida
hídricos, frecuentes por el gran núme-
Arro
ro de arroyos que tiene el Guadarrama yo
Gr
an
presentan enclaves de divertimento con de

una gran belleza escénica, escasamente


Valmojado Valmojado
potenciados, en la zona tan sólo existe
un aula de la naturaleza en Illescas.
Casarrubios Ar Casarrubios Ar
roy roy
del Monte oD
Los recursos naturales que ofrecen sus del Monte oD
eL eL
aC La Torre aC
ab paisajes de campiñas cerealísticas o de de Esteban ab
ez ez
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regadío, podrían mejorar y crear nue-
Carranque Hambrán Carranque
as vos accesos y paneles explicativos, en Las Ventas

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mosa los que se uniera naturaleza Ugena
e historia, de Retamosa Ugena

De
para no desaprovechar la riqueza cul-

Mo
El Viso de El Viso de

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tural que aúnSanse conservan en restos
Juan San Juan

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y monumentos. Las poblaciones más

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importantes son Illescas, Torrijos y Illescas Colonia Illescas Colonia
Hispania Hispania
Fuensalida, que además
Cedillo del Arde poseer una Yeles Santa Cedillo del Yeles
Palomeque royo De Gansa rinos Palomeque Arroyo De Gansa rinos
Condadoeconómica disponen
intensa actividad Cruz del Condado
Esquivias Esquivias
Chozas de de un importante patrimonio cultural. Retamar Chozas de
Canales La percepción del valor escénico de Canales
Ar Ar
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habitantes es muy bajo, y se podría Camarena
Lominchar
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Yuncos Yuncos
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Arroyo De Guaten
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mejorar creando aulas de la naturale-
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cenaque

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Numancia
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riqueza medioambiental del terreno yde la Portillo de la
y

y
Borox Borox
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de Toledo
no sólo de percepción económica queSagra Sagra
Vallehermoso

Vallehermoso
Fuensalida
Recas parece tener la zona. Arcicóllar Recas
Ar
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Pantoja o Pantoja

Arroyo De Renales
De
La unidad presentaYuncler
una buena accesi- C
Yuncler

am
bilidad con Madrid y Toledo por las ca-
m

Villaluenga Villaluenga
ar

ar
en

en
rreteras N-V yde
la N-401, y vías de acceso
la Sagra Yesares de la Sagra
il

il
la

la
Yunclillos rápido AP-41, marcando un claroCobeja eje Alameda de
del Valle Yunclillos Cobeja
Alameda de
Camarenilla del Tajo Camarenilla
Cabañas
norte sur.de
Es una de las zonas de mayor la Sagra Huecas Cabañas de la Sagra
la Sagra de población de toda Castilla-
densidad la Sagra
La Mancha, por lo que el territorio está Añover Añover
ma

ma
totalmente roturado y dedicado a las de Tajo Villamiel de Tajo
rra

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actividades agrícolas, y en menor medi- de Toledo
a

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da a las industriales, lo que ha contri-


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Río

Río
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Villaseca
buido a la protección de algunos de los Villaseca
oyo

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Barcience

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recursosMagán
paisajísticos. Rielves Magán
Sagra Sagra
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Toledo Salinas Toledo


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Castillo de Toledo Castillo
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ba De Mocha
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Ermita de San Ermita de San


Leyenda incluída en el marcapáginas. Rí
o

de San Servando de San Servando


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Jerónimo Jerónimo
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pág. 171 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
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Argés Cobisa Burguillos Argés Cobisa Burguillos
Ar royo D el G

Ar royo D el G

de Toledo Nambroca de Toledo Nambroca


1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros
Polán
Las dinámicas que han tenido mayor
1.
incidencia en este paisaje son las re-
lacionadas con los elementos antró-
Dinámicas del paisaje picos. La mayor presión demográfica
a la que se está sometida la Sagra
toledana en los últimos años por su
proximidad a Madrid y la mejora de
sus conexiones, hacen que la trans-
formación del medio por la actividad
constructora (nuevas viviendas en
Illescas, Torrijos), estén alterando
el carácter del paisaje. La presencia
de nuevas instalaciones industria-
les induce una dinámica económica
moderada, salpicada a lo largo de la
unidad.

Las dinámicas asociadas al cambio de


la actividad agrícola, marcan un pai-
saje totalmente roturado y dedicado a
estas actividades, y en menor medida
a las industriales. El predominio del
cereal frente al viñedo y olivar aún se
aprecia en su paisaje.

Las dinámicas del agua son también


de interés. La existencia del cauce del
río Guadarrama marca una dinámica
de ecosistemas acuáticos y riparios, 2.
que tienen una alteración profunda
en los meses de estiaje.

Los procesos históricos que han mar-


cado este paisaje dejando lugares
y monumentos de gran valor son de
nuevo rescatados a través de dife-
rentes iniciativas, como el Parque
Arqueológico recién descubierto en
1983 en Carranque que es uno de los
más importantes conjuntos monu-
mentales de la Hispania Romana, o
las rutas culturales por la alta Sagra.

Sin embargo, la percepción actual de


estas dinámicas, así como su impor-
tancia en la definición del paisaje ac-
tual, no dejan de ser limitadas, puesto
que no modifican el entorno, más bien Fotografías:
lo protegen y mejoran, lo que contri- 1. Unidad desde Cabañas de la Sagra.
buye de manera muy optima a su con- Monte de Magán.
Autor: Juan Vázquez.
servación y valoración.
2. Mosaico de cultivos.
3. Panorama aéreo de la unidad.
Autor: Francisco J. Tapiador,
fotografías propiedad de Alfonso Vázquez.

pág. 172 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
3.

pág. 173 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Se trata de una pequeña unidad de Eran paisajes rebosantes de vida y de inundación cultivados. Sólo la servado de España. La existencia de
VEGA DEL forma estrecha y alargada. Los paisa- de colores intensos, que incluso en la existencia del Parque Nacional de molinos hidráulicos es otro elemento
guadiana- Carácter del paisaje
jes se definen en torno a los cauces y
vegas de los ríos Guadiana y Gigüela,
época estival conservaban el verdor
ya que los aportes de aguas subte-
las Tablas de Daimiel, a pesar de su
paulatina degradación, nos permite
de interés patrimonial, aunque con la
excepción del Molino de Molemocho,
GigÜEla y y sólo en su parte central se ensan- rráneas permitían mantener la hu- acercarnos a estos paisajes y disfru- están en un lamentable estado de
cha, allí donde confluyen ambos ríos, medad edáfica e incluso cierto nivel tar, gracias a los itinerarios peatona- conservación.
tablas de formándose el humedal de las Tablas de encharcamiento en las tablas. les que discurren por su interior, de

daimiel de Daimiel.
Hoy en día, la totalidad de estos paisa-
un agradable paseo donde los soni-
dos de las aves rompen el silencio de
Desde el punto de vista de las acti-
vidades antrópicas, además de los

57.13.01 Las tablas fluviales eran un tipo de


humedal muy característico de los
jes presentan una fuerte degradación,
especialmente las vegas del Guadiana
este peculiar paraje. cambios en los usos del suelo ya
mencionados a raíz de la intensifi-
ríos manchegos. Los ríos Riánsares, y frente al verdor del pasado ahora En esta unidad no existe ningún nú- cación agrícola, destacan las acti-
Záncara, Gigüela y el propio Guadiana dominan los tonos apagados. cleo de población, sin embargo, son vidades turísticas. El principal foco
al discurrir por la llanura, condiciona- múltiples los vestigios de la presencia de atracción sigue siendo el Parque
Guadalajara
dos por la escasa profundidad de sus Estos cambios han sido fruto de la ex- humana en la zona. Los más antiguos Nacional de las Tablas de Daimiel con
cauces, se desbordaban y creaban pansión de la actividad agrícola y la yacimientos son las denominadas un número muy importante de visi-
Cuenca
amplias llanuras de inundación. puesta en regadío de una gran parte de motillas datadas de la Edad de Bron- tantes al año. Además, desde el año
Toledo
la Llanura manchega lo que determinó ce, también hay restos iberos, carta- 2005, la actividad turística se ha visto
El Guadiana poseía la singularidad de la sobreexplotación del acuífero y la gineses y romanos que se localizan, reforzada al discurrir por la unidad el
ser un río que nacía en una llanura, desaparición, por el descenso de los fundamentalmente, entre los Ojos Itinerario cultural europeo de la ruta
Ciudad Real
Albacete
a tan sólo 620 metros de altitud, en niveles freáticos, de los aportes subte- del Guadiana y el molino de Zuacorta. de Don Quijote.
los denominados Ojos del Guadiana. rráneos, fundamentales para la super- De gran interés y recientemente res-
Además, el valor ambiental de las vivencia de los ríos y de las tablas. taurado es el puente romano de Vi- Es pues una unidad que aún hoy con-
tablas y de las vegas estaba ligado a llarta de San Juan en el extremo más serva algunos paisajes singulares y
la existencia de una flora singular, de Es el conflicto social del agua el ele- nororiental de la unidad. En el otro valiosos, a pesar del deterioro am-
carácter hidrófilo y de la fauna aso- mento que define y determina el extremo, se localiza el Castillo de Ca- biental sufrido, y que genera una im-
ciada, entre cuyas especies destaca- estado actual de los paisajes: cau- latrava la Vieja, donde se encuentra portante actividad turística en torno
ban las aves acuáticas. ces canalizados y sin agua y llanos el yacimiento medieval mejor con- a ellos.

1.

Fotografías:

Autor: 1. Panorámica de las tablas en el Parque


Marta Peinado Martín-Montalvo, Nacional de las Tablas de Daimiel.
Ángel Raúl Ruiz Pulpón y Héctor Autor: Angel Raúl Ruiz Pulpón.
Samuel Martínez Sánchez-Mateos. 2. Vega del río Gigüela en Villarta de San
Fecha: Juan.
Julio, 2009. Autor: Marta Peinado Martín-Montalvo.

pág. 174 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 175 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Tradicionalmente los recursos pai- exposición permanente que nos per-
1.
sajísticos de esta unidad estaban mite conocer cómo eran en su origen
vinculados a sus elementos y valores Las Tablas, cuáles eran las especies
Recursos paisajísticos ambientales. La existencia de los ríos de fauna y flora más significativas y
y de los humedales, así como la fauna cómo era su dinámica natural, lo que
y flora a ellos asociada eran lo más facilita una importante labor de edu-
valorado. cación ambiental.

Actualmente, a pesar de la fuer- Junto a estos recursos que podría-


te degradación que han sufrido en mos relacionar con los elementos
general estos elementos, podemos naturales, actualmente, están adqui-
seguir disfrutando en parte de ellos riendo más importancia los recursos
en el Parque Nacional de las Tablas paisajísticos ligados a bienes patri-
de Daimiel. El Parque fue declarado moniales: el yacimiento arqueológico
en 1973 para salvaguardar los valo- del Castillo de Calatrava la Vieja, que 2.
res ambientales de este humedal, y junto a los restos de la cercana loca-
a pesar de las dificultades, la gestión lidad de Poblete, forman el Parque
del uso público propicia la existencia Arqueológico de Alarcos; el puente
de un variado conjunto de recursos romano de Villarta de San Juan, re-
paisajísticos: los itinerarios peato- forzados ambos por la existencia del
nales por las pasarelas nos permiten tramo octavo del Itinerario cultural
adentrarnos en las Tablas caminando europeo de la Ruta de Don Quijote
y disfrutar de bonitos rincones; el que discurre entre las localidades de
conjunto de observatorios de fauna; Carrión de Calatrava y Daimiel. Dicho
el mirador de la Isla del Pan, donde tramo dado la planitud del terreno
nos encontramos en el punto más ha permitido diseñar rutas para bi-
alto del Parque y se puede observar cicletas que han tenido cierto éxito,
una buena panorámica; la existencia aunque el extremo calor del verano,
de la laguna permanente, donde se dificulta la realización de esta activi- 3.
pueden observar con comodidad un dad en el período estival.
variado conjunto de aves acuáticas y
que facilita el disfrute de los niños; el Consideramos que la capacidad de
molino de Molemocho, que ha sido atracción de estos paisajes, a pesar
restaurado para convertirse en un de deterioro ambiental, sigue sien-
centro de interpretación sobre estos do alta debido tanto a la existencia
valiosos elementos del patrimonio del Parque Nacional de las Tablas de
histórico y cultural; sin olvidar el Daimiel como a la presencia de mo-
propio centro de interpretación del numentos y bienes de interés cultural
Parque Nacional, donde existe una de indudable valor.

Tipos de recursos
4.

Mirador

Bien de interés cultural


Fotografías:
Recurso cultural, deportivo o folclórico
1. Mirador en la Isla del Pan (P.N.T.D).
Autor: Marta Peinado Martín-Montalvo. Recurso natural
2. Molino de Molemocho junto al río
Recurso acuático
Guadiana.
Autor: Carlos Ruiz de la Hermosa.
Evento cultural
3. Castillo de Calatrava la Vieja.
4. Pasarelas en el itinerario de la Isla del Paisaje histórico
Pan.
Autor: Ángel Raúl Ruiz Pulpón. Área Protegida

pág. 176 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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La dinámica dominante en los paisa- acuáticas, además de anfibios, peces sensibilidad de la población ante sus
jes de esta unidad en las últimas dé- y mamíferos. Sin embargo, en los pe- bienes patrimoniales, se trata de la
cadas ha supuesto la degradación de ríodos más secos el Parque y los ríos restauración de monumentos como
Dinámicas del paisaje los principales elementos ambienta- presentan un paisaje muy distinto ya el puente romano de Villarta de San
les y de gran parte de los elementos que la superficie encharcada se re- Juan y la creación del Parque Ar-
culturales y patrimoniales. duce hasta situaciones insostenibles queológico de Alarcos. También en el
para asegurar la supervivencia de las Parque Nacional se ha restaurado el
El origen de todo este proceso fueron especies de fauna y flora. En estas Molino de Molemocho con la finalidad
las obras de encauzamiento y sanea- ocasiones y como medida de emer- de crear un centro de visitantes.
miento que se llevaron a cabo en los gencia se producen derivaciones de
años 60 en los cauces y márgenes de caudales desde el trasvase Tajo-Se- En cuanto a la capacidad de atracción
los ríos Guadiana y Gigüela. Estas ac- gura hacia las Tablas de Daimiel, que de turistas se aprecia la dinámica
tuaciones imposibilitaron la dinámi- discurren por el río Gigüela y que per- propia de este tipo de actividad con
ca natural de desbordamientos que miten ver cierta dinámica hidrológica un fuerte incremento del número
motivó la progresiva degradación de en el cauce. Esta medida forma parte de visitantes en los periodos vaca-
vegas y tablas fluviales. Las llanuras de una serie de actuaciones que se cionales (con la excepción de las va-
de inundación fueron cultivadas de pusieron en marcha tras la aproba- caciones estivales) y en los fines de
modo que todos los aprovechamien- ción del Plan de Regeneración Hídri- semana.
tos tradicionales: la caza, la pesca, ca de Las Tablas. Posteriormente, y
Fotografías:
la recolección de fibras vegetales y con el objetivo de solventar el grave
1. Cauce seco del río Guadiana en las proxi-
la obtención de energía gracias a los conflicto social y medioambiental que
midades del molino de Zuacorta.
molinos hidráulicos desaparecieron, hay en la cuenca alta del Guadiana se 2. Aves acuáticas en el Parque Nacional de
siendo sustituidos por cultivos tanto aprobó, en enero de 2008, el Plan Es- las Tablas de Daimiel.
3. Río Gigüela a su paso por el puente
de secano como de regadío. pecial del Alto Guadiana, entre cuyos
romano en Villarta de San Juan.
objetivos está la recuperación de la Autor: Marta Peinado Martín-Montalvo.
Aunque ambos ríos han sufrido agre- dinámica natural del acuífero y de los
siones, la situación en el Guadiana es humedales a él asociados. 1.
más crítica ya que tras la desecación
de los Ojos del Guadiana en el año Sin embargo, la degradación del Par-
1984 la transformación de sus pai- que Nacional no ha hecho más que
sajes ha sido mucho más acentuada. agudizarse. Su última manifestación
Prácticamente han desaparecido los y más dramática se ha iniciado este
bosques de ribera que orlaban sus verano con el incendio de las turbas.
orillas y las turberas de sus suelos Las turbas son depósitos de origen
han sufrido procesos de combustión orgánico, fruto de la acumulación y
dando un aspecto desolador a mu- descomposición de la materia orgá-
chos de estos parajes. nica en condiciones anaerobias por
el encharcamiento. Estos depósitos
Una vez consolidados estos cambios, se localizan, fundamentalmente, en
la dinámica natural de los paisajes el antiguo lecho del río Guadiana. La
en los últimos años ha sido limitada. única forma de extinguir este fuego
Las principales variaciones vienen es inundando las Tablas, para lo cual
determinadas por la existencia de se ha propuesto una nueva derivación
años más o menos lluviosos, hecho de caudales desde el Tajo, pero esta
que repercute en el número de hec- vez utilizando las infraestructuras de
táreas que se encharcan en el Parque la tubería manchega, para maximizar
de Las Tablas y en la posibilidad en el rendimiento del trasvase. Son me-
los períodos más húmedos de ver los didas de urgencia que deben tomarse
ríos con agua ya que lo más frecuen- para impedir que la degradación de
te es encontrar los cauces secos. En este singular paraje sea irreversible.
los años más lluviosos las Tablas de
Daimiel rebosan vida, ya que se vuel- Por último, no debemos olvidar ci-
ve a convertir en lugar de acogida de tar las dinámicas relacionadas con
un importantísimo número de aves la actividad turística y con la mayor

pág. 178 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

3.

pág. 179 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Como delata su propia denomina- La planicie se suele describir como categoría de cerros, en la toponimia un máximo a mediados del mes de
LLANOS DE ción, esta unidad de paisaje, situada una gran cuenca sedimentaria tercia- y en la percepción de la población abril se va reduciendo hasta alcan-
MOTA DEL Carácter del paisaje
al sudoeste de la provincia de Cuen-
ca, se extiende parcialmente por
ria, que presenta algunas subcuencas
ligeramente más hundidas por pro-
local, sus características y funciones
las elevan a la de sierras: Sierra de
zar su mínimo a mediados de julio. A
partir de entonces, la precipitación
CUERVO los términos municipales de Mota cesos de distensión tectónica tras las los Molinos en el término de Mota del media va incrementándose hasta el
del Cuervo, Monreal del Llano, San- fases más activas de la orogenia al- Cuervo, Sierra de San Benito en el de mes de noviembre, cuando comien-
62.07.02 ta María de los Llanos, Belmonte, El pina, posteriormente rellenadas por Monreal del Llano, etc., de hecho his- za a disminuir de nuevo, esta vez de
Pedernoso, Los Hinojosos, Osa de la diversos materiales, produciéndose tóricamente han servido de empla- manera menos notable. Los meses
Vega y Villaescusa de Haro. El pai- acumulaciones de rocas sedimenta- zamiento a recintos fortificados y/o de enero, febrero y marzo presentan
saje está conformado por amplias rias, de origen físico, en sus estratos molinos de viento, introducidos en el una precipitación similar, siendo a
Guadalajara planicies, mayoritariamente ocupa- inferiores y, de origen químico, en los siglo XVI, procedentes de Flandes, y partir de este último mes cuando co-
das por cultivos, con alternancia de estratos superiores y en las zonas cuya tecnología supuso la gran alter- mienzan a aumentar las precipitacio-
suelos rojizos desarrollados sobre con las características climáticas y nativa para resolver el problema de nes recogidas hasta lograr su valor
Cuenca
Toledo calizas y depósitos pliocuaternarios, morfológicas apropiadas. Posterior- la molienda en los molinos hidráuli- máximo.
suelos ocres de terrenos arcillosos y mente, durante el Cuaternario, se cos que por falta de caudal de los ríos
arenosos y suelos grises en áreas con cubrirán las cuencas con depósitos no estaban activos. Fitosociológicamente, el territorio se
Ciudad Real
Albacete drenaje deficiente. eólicos y mantos aluviales. encuadra en la serie mesomediterrá-
El clima es de tipo templado medi- nea castellano-aragonesa basófila de
En líneas generales, el territorio se La unidad comparte las característi- terráneo, semiárido y con marcada Quercus rotundifolia, ligada a suelos
inscribe dentro de la unidad geomor- cas típicas del relieve manchego. Sus continentalidad. Presenta tempera- ricos en carbonato cálcico y ombro-
fológica de La Mancha. El relieve es el altitudes no sobrepasan los 150 me- turas medias elevadas, con acusa- clima seco. Este encinar puede llevar
de una gran llanura, muy horizontal tros de diferencia entre los poco más das oscilaciones térmicas diarias y asociadas en el sotobosque diferen-
y con algunos restos de afloramien- de 650 como límite inferior hasta los presencia habitual de heladas en los tes especies de arbustos esclerófilos
tos primarios y secundarios en forma cerca de 800 metros de los cerros meses de invierno, como correspon- como son la coscoja o chaparro, el
de cerros testigo. Estas superficies, más altos. Existen algunos escarpes de al área central de Castilla-La Man- espino negro y el aladierno, entre
algunas de erosión y otras de sedi- de gran pendiente, como los del cerro cha, de marcada continentalidad. La otras. La desaparición total o parcial
mentación, serían modificadas más de los Molinos (Mota 774 m), muy cer- temperatura media de los meses más de la encina se traduce en el aumen-
tarde por distensiones tectónicas que cano al núcleo de Mota del Cuervo, el fríos del año, diciembre y enero, es to de la presencia de estos arbustos.
harían aparecer cuencas endorreicas cerro de San Benito, al sudoeste del de 5,2ºC, mientras que la de los me- Sus etapas extremas son tomillares
ligeramente más bajas. Los resaltes núcleo de Monreal del Llano (San ses más cálidos, julio y agosto, es de con diversa composición florística. La
locales que destacan en el horizonte Benito 782 m), o el cerro que sirve 25,1ºC. La precipitación anual media vegetación presente en la actualidad
son amplios y con superficies tam- de emplazamiento al castillo de Bel- se sitúa en torno a los 400 mm, valor muestra pequeñas extensiones de
bién llanas en su límite superior. Sólo monte (803 m), al este del pueblo, y que se corresponde con los propios vegetación natural distribuidas por
algunos cauces, como los ríos Saona muchas zonas horizontales y subho- de la zona manchega o banda seca todo el territorio en combinación con
y Monreal, presentan cierto enca- rizontales susceptibles de inundación que atraviesa la región por el centro, áreas mixtas de vegetación semina-
jamiento, siendo los escarpes más regular o esporádica, en función de la en dirección NO-SE, y a la que perte- tural y el dominio aplastante de los
acusados restos de modelados an- pluviometría particular de cada año. nece esta unidad. Las precipitaciones cultivos. Asimismo, distribuidos en
teriores o de sedimentaciones dife- No obstante, aunque desde el punto se concentran en los meses de prima- pequeños enclaves encontramos ma-
renciales en épocas de transgresión de vista geomorfológico las eleva- vera y otoño, con la existencia de un sas de coníferas que se corresponden
marina. ciones reseñadas no sobrepasen la periodo de lluvias que partiendo de con pinares de repoblación.

1.

Autores:
Carmen Vázquez Valera y
José María Martínez Navarro

Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 180 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Fotografías:

1. Cultivos en los Llanos de la Mota.

2. Puesta de sol.

3. Molinos de la Mota.

Autores: Carmen Vázquez Valera y


José María Martínez Navarro .

2. 3.

pág. 181 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Buena parte de los vestigios de la ac- en torno a un pequeño promontorio
tividad humana presente en el paisaje que tuvo su origen en la antigua iglesia
están relacionados tanto con la propia de Santa Mª de los Llanos; en Los Hino-
Recursos paisajísticos estructura de poblamiento como con josos el núcleo se estructura sobre dos
elementos patrimoniales de singular colinas con un valle en medio por el que
valor, en ambos casos justificados por pasa la carretera, el conjunto urbano de
el contexto de enfrentamiento bélico la población está dividido en dos partes Fotografías:
al comienzo de la repoblación de este con dos iglesias parroquiales, aunque 1. Arquitectura de piedra seca.
territorio durante la Edad Media, que sólo se oficie en una, y se mantiene
2. Viñedos.
condicionó un modelo de poblamiento una tradición de rivalidad entre ellas.
concentrado y articulado por una ex- En cada lado existen casas-palacio y 3. Labrantío.
tensa red de caminos que parten de los sus espacios característicos. Mota del Autores: Carmen Vázquez Valera y
distintos núcleos. A mediados del siglo Cuervo, cruce de caminos entre cuatro José María Martínez Navarro .

XV la estructura básica del territorio ya provincias castellano-manchegas: Ciu-


era una realidad, repartida entre los dad Real, Toledo, Cuenca y Albacete, 1.
grandes señoríos de las Órdenes Mili- acoge al visitante con la mirada puesta
tares (en este caso la de Santiago) y el en sus siete molinos de viento, que dan
señorío nobiliario de los marqueses de personalidad propia al paisaje urbano
Villena. A la jurisdicción santiaguista y se ha convertido en uno de sus prin-
del Común de Uclés se vincularon en cipales recursos turísticos, además de
su origen los núcleos de Mota del Cuer- en un elemento de identidad cultural
vo, parte de Los Hinojosos, Monreal para la población local. Los siete mo-
del Llano y Santa María de los Llanos. linos, recientemente restaurados y/o
Mientras el señorío de Villena controla- reconstruidos, se conservan como tes-
ba Belmonte y El Pedernoso. timonio de los 18 molinos que recogía
el Diccionario de Madoz a principios
Sin duda, la villa de Belmonte, patria de del siglo XIX, herencia de un modelo
Fray Luis de León, atesora uno de los de arquitectura industrial introducida
patrimonios construidos más destaca- en el siglo XVI. Mota del Cuervo posee, 2.
dos del territorio, y transporta al viaje- además, importantes edificios civiles
ro a un pasado esplendoroso y glorioso. y religiosos que delatan el pasado es-
Uno de los elementos más importantes plendor de esta localidad, con un inte-
del conjunto monumental es su recinto resante núcleo de casonas señoriales,
fortificado, y dentro de él la muralla y en las que se pueden apreciar escudos,
las puertas, que ponen en comunica- portalones y rejas, sin olvidar su curio-
ción el casco urbano de la población y sa tradición alfarera, hecha sólo por
el castillo, construidas y reconstruidas mujeres.
a lo largo de los siglos XV y XVI. Los
otros dos monumentos emblemáticos El valor estético de este paisaje no sólo
de Belmonte son el castillo, levantado se apoya en el valor intrínseco de los
por Juan Pacheco, marqués de Villena, colores, la diversidad, la forma, las
y restaurado parcialmente por Eugenia proporciones, la escala, la textura y la Tipos de recursos
3.
de Montijo en el siglo XIX, y la colegiata unidad de los elementos que lo confor-
del siglo XV, con los enterramientos de man, sino también en el significado y
Mirador
Juan Pacheco y don Pedro Téllez Girón apreciación cultural que ha adquirido
y sus esposas, ambos declarados Bie- a lo largo de la historia y en el que su Bien de interés cultural
nes de Interés Cultural. relación con la literatura ha jugado un Recurso cultural, deportivo o folclórico
papel clave. Como todo el mundo habrá
Recurso natural
La presencia de la Orden de los Caba- adivinado ya nos estamos refiriendo al
lleros de Santiago desde el siglo XIII Quijote, novela en la que el paisaje, del Recurso acuático
marca el paisaje de buena parte de las que forma parte esta unidad, se con-
Evento cultural
localidades de clara estampa manche- vierte en una herramienta y una fuente
ga. En Santa María de los Llanos el nú- de creación, una expresión de la cultu- Paisaje histórico
cleo tiene forma medieval de almendra ra y de su emotividad. Área Protegida

pág. 182 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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Villarrobledo Villarrobledo Villarrobledo Villarrobledo


Los Hidalgos Los Hidalgos
Los Hidalgos Los Hidalgos

pág. 183 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Al igual que en el resto del hábitat
rural de la región, el éxodo rural
determinó dinámicas demográficas
Dinámica del paisaje regresivas entre los años 60 y 80
de la pasada centuria, sin embargo,
desde entonces la evolución de la
población residente se ha polarizado.
Así, mientras los núcleos de menor
tamaño: Belmonte, El Pedernoso, Los
Hinojosos, Santa María de los Llanos,
experimentan moderadas pérdidas
desde mediados de los años 90, la
evolución de Mota del Cuervo ha sido
claramente progresiva, con tasas de
crecimiento superior a la media del
entorno. Todo ello se relaciona con
transformaciones del paisaje rural
que pasó de una agricultura tradicio-
nal durante la fase de expansión de
los cereales a una agricultura moder-
na que se concretó en la aparición
del monocultivo de la vid. En la ac- 1.
tualidad la nueva y necesaria multi-
funcionalidad de los espacios rurales
y la capacidad de este paisaje para
convertir sus elementos en recursos
productivos de cara al turismo de in-
terior están detrás de la elaboración
de productos vinculados al turismo
cultural/patrimonial, el ecoturismo,
el enoturismo en relación con el pai-
saje de la viña y la presencia de bo-
degas, y, cómo no, las distintas rutas
culturales que lo atraviesan: ruta de
Don Quijote y ruta de Fray Luis de
León.

pág. 184 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Fotografías:

1. Vista panorámica de Mota del Cuervo

2. Belmonte

Autores: Carmen Vázquez Valera y


José María Martínez Navarro .

2.

pág. 185 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


El paisaje de las Lagunas de Ruidera pre con el agua como principal prota- cultivos silvícolas, vegetación palus- Son elementos especialmente valio-
LagunaS de es un paisaje de fuerte componente gonista, pero no exento de amenazas tre perilagunar, repoblaciones de sos los usos forestales desarrollados
ruidera Carácter del paisaje
hídrica y de altos niveles de exclusi-
vidad. No existen otras unidades en
y destacados procesos de degrada-
ción. No obstante, su principal valor
coníferas,… albergan a una fauna con
una destacada presencia de aves y de
en los fondos de los valles más pla-
nos que aportan al paisaje, además

62.19.01 nuestra región donde el agua logre


otorgar un carácter tan determinante
radica en una singular geomorfología
que explica la existencia de un sis-
especies del monte mediterráneo de
marcado interés cinegético, que inci-
de nuevos aprovechamientos, des-
tacables cambios de apariencia en
al paisaje, no solo por la abundancia tema fluvio-lacustre en el lecho del den en una notable biodiversidad. relación a las distintas estaciones y a
de numerosas lagunas y cursos flu- Alto Guadiana en el que, de forma sus fases de explotación (plantación,
Guadalajara
viales de gran heterogeneidad, sino escalonada, se sucede un conjunto de A pesar de tratarse de un espacio desarrollo y tala).
también por el papel que el agua tie- lagunas de diversa tipología. Unas la- rural de escasa población, la unidad
ne en la formación de determinadas gunas que, conectadas entre sí, están queda definida desde el punto de Las intrusiones son también impor-
Toledo
Cuenca litologías y morfologías presentes en individualizadas por edificios tobá- vista de los elementos antrópicos tantes. La mayoría se relacionan con
el valle y por su importancia como re- ceos construidos por el río mediante por una notable actividad turística alteraciones o destacados ejemplos
curso económico y paisajístico, ade- complejos procesos de precipitación de marcada estacionalidad y de va- de degradación del medio natural
Ciudad Real
Albacete
más de ambiental. La unidad ostenta de carbonatos. Su existencia, génesis riados intereses. Una gran oferta de llevadas a cabo en el pasado. La pro-
por ello una gran complejidad y una y funcionamiento son únicos dentro actividades de ocio se divide, de esta liferación de numerosas viviendas
importante diversidad especialmente del panorama ambiental europeo. Y forma, entre un turismo de naturale- de residencia secundaria junto las
desde el punto de vista natural, pero los componentes geológicos son es- za acogido en el seno de un parque orillas de las lagunas, la construc-
también extensible a las escalas es- pacialmente valiosos, pues de su na- natural, y un turismo interesado ción de carreteras que atraviesan
paciales y no espaciales de carácter turaleza caliza depende, en realidad, esencialmente por el disfrute de zo- el fondo del valle o la masificación
antrópico. La convivencia de unos la existencia de estos valiosos paisa- nas de baño en contacto con el medio turística de este espacio en los me-
sobresalientes valores naturales jes kársticos. natural. De esa situación se deriva ses estivales son algunas de las más
protegidos, de especial fragilidad, una compleja realidad en la gestión importantes, y han generado daños
con unos modelos de explotación Los contrates cromáticos son de y aprovechamiento de los recursos significativos en elementos geomor-
turística de gran concentración espa- consideración en la unidad. Grises de la unidad que desencadena cierta fológicos, hídricos y vegetales. Otras,
cio-temporal y escasa planificación y abigarrados colores rojizos de la- conflictividad social, de cierta im- como la presencia de viejas centrales
representa igualmente una de sus deras y zonas rocosas conviven con portancia cuando entran en relación hidroeléctricas que aprovecharon el
principales señas de identidad. los blancos de las barreras y terrazas otros elementos como la propiedad, caudal de las lagunas durante el si-
tobáceas, que contornean las lagu- el dominio público hidráulico o los glo pasado, relevando a los antiguos
La unidad se desmarca de esta mane- nas, y se mezclan con una rica gama elevados índices de urbanización del batanes de reminiscencias quijotes-
ra con un paisaje de elevados valores de verdes de una flora también muy valle. cas, representan buenos ejemplos de
estéticos y ambientales con especta- singular y dispar. Encinares y sabina- patrimonio industrial abandonado y
culares perspectivas escénicas, siem- res, matorrales de romero y esparto, olvidado.

1.

Fotografías:

1. Panorámica de las Lagunas del


Rey y Colgada desde el mirador
del “Cerro de las Canteras”.

2. Barrera tobácea y cascadas de la


Autor: Laguna Redondilla desde el mirador de
Manuel Antonio Serrano de la Laguna Lengua (Ossa de Montiel).
la Cruz Santos-Olmo

Fecha: Autor: Manuel Antonio Serrano


Agosto, 2009. de la Cruz Santos-Olmo.

pág. 186 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 187 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Las Lagunas de Ruidera cuentan con en los edificios tobáceos o en el fondo Junto a estos valores naturales la uni-
1.
multitud de recursos paisajísticos. La de las lagunas. dad cuenta también con una destaca-
complejidad y diversidad de esta uni- ble riqueza cultural si bien es cierto
Recursos paisajísticos dad vinculada a la importancia de sus La complejidad hídrica y la amplia que el mal estado de conservación
valores naturales provee al paisaje tipología lagunar de este paisaje de parte del patrimonio desvirtúa su
de una amplia gama de singularida- otorgan a esta unidad una gran ex- verdadera importancia. La importan-
des que lo dota de una gran riqueza clusividad y riqueza. Lagunas some- cia histórica de la unidad queda pro-
escénica y ambiental, pero también ras cubiertas de vegetación palustre, bada por la presencia de yacimientos
de una notable representación de amplias y profundas lagunas de co- de la Edad del Bronce (Morra de la
recursos culturales a pesar de que lor turquesa o lagunas rodeadas de Conceja) o castillos de la época me-
solamente dos de ellos estén declara- blancas rocas tobáceas, presentan dieval (Peñarroya o Rochafrida). Es
dos como bienes de interés cultural. morfologías circulares, alargadas o también singular la herencia arqui-
La existencia, además, de un espacio meandriformes que avalan la origina- tectónica de antiguas construcciones
protegido de la envergadura de un lidad de unos recursos paisajísticos industriales donde batanes, fábrica
Parque Natural (el más antiguo de únicos en la región. Muchas de es- de pólvora y centrales hidroeléctri- 2.
nuestra región) y una gran accesibi- tas lagunas representan importantes cas son testigos mudos, casi todos
lidad a todo este territorio, posibilita zonas de baño y de recreo cuyo uso en ruinas, de los aprovechamientos
unas grandes facilidades de disfrute adolece de una acusada estacionali- hidráulicos en el valle. Y de gran re-
especialmente destacables por la dad. La época estival se convierte así, levancia es la vinculación literaria de
abundancia de zonas de recursos con un modelo turístico que debería esta unidad a la universal obra cer-
acuáticos de uso turístico. A pesar de ser revisado, en un periodo con una vantina, muy presente en la cultura
la fragilidad que presentan muchas importante sobrecarga de visitantes y conciencia social de su población,
de estas áreas. que compromete la conservación de con espacios tan emblemáticos como
unos componentes naturales extre- la conocida cueva de Montesinos.
Los recursos paisajísticos más des- madamente frágiles. Lagunas como
tacados son los recursos naturales. la Del Rey o la Colgada son impor-
Sobresalen entre ellos los de carác- tantes focos de actividades de ocio;
ter geomorfológico e hidrográfico, otras como la Salvadora o la Redon-
sin menosprecio de una interesante dilla concentran a buen número de 3.
y diversa cubierta vegetal perfecta- bañistas mientras que otras como la
mente adaptada a los distintos am- Conceja o la Tomilla permanecen más
bientes que existen en la unidad. La alejadas de estas dinámicas turísti-
unión de todos ellos ofrece estampas cas.
verdaderamente estimulantes y muy
apreciadas por su gran belleza y plas- Con todo, la unidad presume además
ticidad. Son destacables las vistas de magníficos valores escénicos. Una
que protagonizan los acusados desni- densa red de miradores, en general
veles existentes entre algunas partes fácilmente accesibles, permite el dis-
de la altiplanicie y el valle, así como frute de amplias vistas del sistema
la singularidad de las morfologías de lagunar desde las laderas o desde las
barreras y terrazas travertínicas que zonas más elevadas de interfluvios,
salpican el cauce del Alto Guadiana, lomas o paramera. Algunos como los
4.
ayudando a la configuración de sus, de la laguna Lengua o la del Rey es-
Fotografías:
no menos, valiosas y llamativas lagu- tán dotados de paneles explicativos.
nas. El cromatismo de estos paisajes Otros, como los situados en las inme- 1. Castillo de Peñarroya
(Argamasilla de Alba).
es igualmente muy relevante, extre- diaciones de la laguna San Pedro o
madamente variable ante periodos Redondilla, ofrecen impresionantes 2. Panorámica de la Laguna Conseja
(Ossa de Montiel).
de distinto comportamiento pluvio- panorámicas cuya observación no
métrico, ante los cambios estaciona- siempre resulta placentera cuando 3. Bosques de sabina albar (Juniperus
Thurifera) con aprovechamientos
les, e incluso ante la distinta inciden- irrumpen en el paisaje elementos que cinegéticos (Villahermosa).
cia de los rayos solares a lo largo de alteran su carácter (ruidos de zonas
4. Cueva de Montesinos (Ossa de Montiel).
una misma jornada que logran diver- turísticas, tráfico u olores ajenos al
sas tonalidades, de mayor o menor medio natural).
Autor: Manuel Antonio Serrano
intensidad, en los paredones calizos, de la Cruz Santos-Olmo.

pág. 188 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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Cañamares Infantesde los Cañamares
Infantes Infantes Cañamares

pág. 189 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.

Arro Montiel Montiel


yo
De Arro Montiel Arro
yo Montiel
y D Ar
El elevado grado de complejidad gunas y en los ríos que las abastecen. el incremento de la superficie edifica-
y la diversidad que caracterizan a Se configuran así dramáticos paisajes da en las áreas cercanas a los núcleos
Dinámicas del paisaje esta unidad de paisaje, condicionan de lagunas secas que condicionan la de población. La ampliación del casco
la existencia de un gran número de dinámica del medio natural y de las en unos casos, como en Ruidera, o la
dinámicas que afectan tanto a los actividades que sobre él se llevan proliferación de zonas de segunda
elementos ambientales, como a los a cabo. Y se introducen, al mismo residencia o alojamientos rurales en
elementos antrópicos. Entre ambos tiempo, valores perceptivos muy con- la periferia de los límites del Parque
logran introducir o consolidar cam- trastados pues, a pesar de la falta de Natural son buenos ejemplos de es-
bios espaciales que suelen llegar a agua en el paisaje, siguen presentan- tos cambios. Entre los segundos, es
ser bastante apreciables. Estos cam- do buenas valoraciones de su riqueza especialmente destacable la varia-
bios, además, intervienen con dis- escénica. bilidad de la actividad turística en
tinta intensidad pues unas veces tan relación a los cambios de carácter
sólo afectan de forma fugaz a algún La flora y la vegetación también par- climático e hídrico que experimenta
elemento paisajístico, otras intervie- ticipan de estas dinámicas aunque en este paisaje a lo largo de las estacio-
nen de forma cíclica o estacional y en menor grado. Es igualmente desta- nes o de determinados periodos. Se
otras ocasiones tienden a afianzar cable, en este sentido, la vinculación establece así una fuerte dependen- Fotografías:
modificaciones algo más relevantes, de este elemento a las medidas pro- cia económica basada en modelos
1. Máximos hídridos en las Lagunas
que pueden llegar a forjar nuevas puestas por los órganos de gestión de explotación turística en un espa- Redondillas y Lengua (Ossa de Montiel).
percepciones paisajísticas. que velan por los intereses de este cio natural muy frágil, que no está
2. Descenso de los niveles hídricos en la
espacio protegido, y que en los últi- exenta de conflictividad social y que Laguna Redondilla (Ossa de Montiel).
Las dinámicas ambientales son las mos años están siendo encaminados está muy presente cuando entran en
más importantes. En ellas convergen hacia la recuperación de la cubierta conflicto los intereses ambientales y Autor: Manuel Antonio Serrano
un conjunto de cambios que afectan a vegetal autóctona. Pinos y cipreses económicos. de la Cruz Santos-Olmo.
los principales componentes natura- desaparecen de algunas laderas de
les del paisaje, con especial inciden- la unidad para ser sustituidos por
cia en los de carácter hídrico, aunque encinas y sabinas, que hagan incre-
1.
con un claro condicionante climático. mentar los valores naturales de ca-
La compleja intervención del clima en rácter vegetal, a pesar del estado de
la unidad mediante comportamientos degradación en el que se encuentran
locales y cambiantes tendencias ge- algunos sectores.
nerales, introduce marcados contras-
tes estacionales, pero también inte- No menos interesantes son también
ranuales. De esta forma, la unidad se las actuales dinámicas en materia de
caracteriza por una gran mutabilidad riesgos naturales que afectan a esta
paisajística que engloba a profundos unidad. La reciente aparición de grie-
cambios cromáticos y meteorológicos tas en algunos vasos lagunares ha
entre el otoño y la primavera; el cam- supuesto la activación de serios nive-
bio de color de las especies caduci- les de alarma por riesgo de colapso
folias y las plantaciones silvícolas, la o hundimiento que hacen temer, a
aparición de nieblas por inversiones su vez, reacciones en cadena en las
térmicas, de heladas, o de una inten- lagunas cercanas en relación con los
sa floración tras el incremento térmi- volúmenes de agua embalsada en las
co equinoccial, marcan importantes mismas.
contrastes espaciales y perceptivos.
Por otro lado, el protagonismo del Desde el punto de vista de los ele-
agua en la unidad hace que cualquier mentos antrópicos las dinámicas de
modificación de sus niveles superfi- la unidad se centran, por un lado,
ciales sea suficientemente aprecia- en distintas transformaciones espa-
ble y, por tanto, fiel indicador de una ciales pero también, y en segundo
nueva transformación del paisaje. lugar, en cambios de elementos no
Los periodos de sequía o de merma espaciales que presentan una fuerte
en el régimen pluviométrico suponen impronta socio-económica. Entre los
por ello drásticos cambios en las la- primeros, es importante en la unidad

pág. 190 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

pág. 191 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


De uceda a Esta unidad de paisaje acoge en su in-
terior una cierta diversidad, si bien la
La mayor parte del territorio inscrito
en esta unidad de paisaje pertenece al
km entre el río Jarama en las cercanías
de Uceda y el río Aliendre en Monaste-
los Lavaderos, del Arenal, de Valdeca-
sa. Un paisaje acarcavado de vivos co-
tamajón: dominancia del rañizo es la que le da Mioceno que, a su vez, está recubierto rio. Su perfil en plano dibuja una franja lores rojos, propios a las arcillas tercia-
Carácter del paisaje coherencia. Entre el río Jarama, en por el rañizo. Este proviene de los de- alargada de suroeste a noreste de unos rias, contrasta con los tonos pardos de
entre la su extremo occidental, y el pequeño pósitos que numerosos torrentes deja- 10 km de anchura aproximadamente. las lomas. El desnivel topográfico ron-

raña y la Aliendre, afluente del Henares, en su


límite oriental, el paisaje, aparente-
ron a finales del Mioceno y principios
del Cuaternario como consecuencia de
Esta detallada descripción morfomé-
trica del ámbito territorial de la unidad
da los 150 metros que son salvados por
la brusca pendiente donde las aguas de
franja mente monótono, se caracteriza por la
profundidad de sus horizontes. El via-
intensos fenómenos erosivos previos
en la sierra y posterior formación de
de paisaje nos ayuda a comprender su
diversidad biogeográfica. En efecto, de
escorrentía se ceban inmisericordes.
Las cárcavas rojas claman protección y
calcárea jero atraviesa lomas y llanos desde los impetuosas corrientes de agua abun- oeste a este, y, al mismo tiempo de nor- no pocos visitantes quedan extasiados
que contemplar el retablo de la sierra dantemente cargadas de sedimentos. te a sur, se produce una transición en- por su belleza a la vez que temerosos
78.01.01 al norte y los páramos de La Alcarria Al pie de la sierra se acumularon, por tre las mayores influencias atlánticas a por su imparable avance. En los en-
al sur; un poco más cerca, la campiña tanto, esos abanicos detríticos con la cada vez más ostensible presencia tornos de La Mierla un pinar de repo-
y vega del Henares se perciben como cantos poco rodados empotrados en de lo mediterráneo. blación (Pinus nigra) trata de frenar
amplia hondonada donde el trasiego una matriz arcillosa como consecuen- esta agresiva erosión, verdeando estas
Guadalajara
humano se concentra. cia de la rápida deposición de los mis- Esa diversidad biogeográfica se visua- tierras rojas a la vez que da cobijo a los
mos. Este rañizo recubre los depósitos liza en la presencia de especies como níscalos que atraen numerosos reco-
Los ríos Jarama, Sorbe y Aliendre re- arcillosos del Mioceno y tiene un perfil la encina, los quejigos, pinos negrales lectores en otoño.
Toledo
Cuenca
corren este entorno en dirección me- topográfico con ligera inclinación hacia y sabinas, espartos y jaras, entre otras.
ridiana, tornándose el primero hacia el el fondo de la cuenca, es decir, hacia el Unas y otras se interfieren en zonas El viajero que, superados los desvíos
oeste en su tramo final hasta encontrar sur, a la vez se abomba en su eje central de transición como esta, siendo domi- de La Mierla, Puebla de Valles y Retien-
Ciudad Real
Albacete
el límite con la Comunidad de Madrid coincidente con el lecho del antiguo to- nantes las más xéricas a sureste. A las das, prosigue su camino en dirección a
entre Patones y Uceda. El lecho del río rrente que lo generó. No es propiamen- influencias climáticas se unen las eda- Tamajón notará un significativo cam-
Jarama sirve de frontera occidental a te una llanura y alberga en su interior folitológicas que explican la presencia bio en el paisaje: las rojas arcillas ter-
esta unidad de paisaje desde su salida no pocos “navajos” o lagunas como de espléndidos encinares en la franja ciarias, culminadas por la raña, dejan
del embalse de El Vado, a unos 800 m efecto del endorreísmo y la propia con- calcárea mesozoica. paso a colores ocres, marrones y blan-
de altitud, hasta Puebla de Valles don- dición impermeable de la raña. quecinos propios al sustrato calcáreo
de el valle se abre y el sustrato geoló- De este complejo natural mixto deriva de época mesozoica; los bosques de
gico hace que también en su margen Las precipitaciones oscilan entre los la diversidad de paisajes en el seno coníferas, repoblados por el hombre
derecha (Valdepeñas de la Sierra) las 600 mm en la parte suroccidental y los de la misma unidad. Básicamente dos con el fin de evitar la erosión, son sus-
condiciones fisiográficas se asemejan 800 mm en el extremo norte. Tierra, son los ámbitos nítidamente contrasta- tituidos por encinas y sabinas. El llano
al resto de la unidad. El río Sorbe tiene por tanto, de tránsito desde ámbitos dos: por un lado, las lomas de la raña; de Tamajón, encharcable en no pocos
un recorrido menor, coincidiendo con relativamente húmedos a otros más por otro, los paisajes de la caliza de la parajes, abre su regazo a panificados,
el embalse de Beleña en su mayor par- secos, hecho que incide muy directa- franja mesozoica. En las primeras, los incluso a recintos adehesados, cuida-
te. Todavía es menor la presencia del mente en el paisaje vegetal. La tempe- agentes erosivos, eminentemente flu- dos antaño con mimo por aquellos ha-
río Aliendre que desde la Sierra Gorda ratura media anual está ligeramente viales, han labrado un relieve singular, bitantes que también construyeron su
(1.370 m) llega hasta Monasterio des- por encima de los 10º C con inviernos que no pocas personas califican de es- hermoso asentamiento.
pués de recorrer unos 5 kilómetros. fríos en su mitad septentrional (menos pectacular, y a todos llama la atención
de 4º C de temperatura media) y algo por su colorido y facciones desgarra-
Este es un territorio de escasa rugosi- menos duros en la franja sur (sobrepa- das. Desde Retiendas, donde fluye el
dad. Su estructura topográfica se re- san algo los 4º C), aunque sigue siendo arroyo de San Andrés, hasta el arroyo
sume en una extensa “llanura”, situada el frío el protagonista. Los veranos re- de Matarrubia, unos quince kilómetros
entre los 900 y 950 m de altitud en la gistran temperaturas medias entre los aguas abajo, una serie de barrancos de
que se han abierto valles más o menos 22º y 24º C, aunque son de destacar las orientación generalizada Este-Oeste
amplios, notablemente los del Jara- fuertes oscilaciones día-noche (entre han excavado agresivamente arcillas
ma y Sorbe, y numerosos barrancos 15º y 20º). y margas hasta segmentar el antiguo
han inscrito sus lechos con aparente “llano” que caracterizó este entorno Fotografías:
agresividad, dibujando en sus laderas Este comportamiento climático dife- a principios del cuaternario. Entre 1, 3. Rañas cerca de La Mierla
llamativas cárcavas. En su límite noroc- renciado tiene una clara repercusión Retiendas y Puebla de Valles, la suce- 2, 4, 7, 8, 9. Río Jarama a su paso por
Uceda
cidental, la franja mesozoica de calizas en las condiciones biogeográficas. El sión resulta especialmente modélica:
5. Ruinas del monasterio de Bonaval
Autor: y margas calcáreas no tiene una nota- territorio inscrito en esta unidad se Lomas de La Pila, Mesonera, de los 6. Núcleo despoblado de Sacedoncillo
José Sancho Comíns,
Daniel Reinoso Moreno
ble repercusión topográfica, si bien su desarrolla a lo largo de 20 km en línea Llanos, de la Liendre, del Canalizo, del 10, 11. Venado con crías
incidencia biogeográfica es verdadera- recta de norte a sur, entre Tamajón y Mego, del Lugar, de los Pradillos, del
Fecha: Autor: Daniel Reinoso Moreno
Agosto, 2009. mente apreciable. Uceda, y tiene una anchura de unos 32 Navajo; barrancos de San Andrés, de

pág. 192 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
1. 2. 3.

4. 5.

6. 7. 8.

9. 10. 11.

pág. 193 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Naturaleza e historia ofrecen recursos varios los hitos o referencias que me- en 1821 tuvieron que abandonar el mo-
patrimoniales visitables que bien me- rece la pena reseñar. En Retiendas se nasterio y trasladarse a Toledo. Hoy
recen nuestra consideración. La franja celebra La Candelaria con procesión en quedan las ruinas de aquel convento
Recursos paisajísticos calcárea deja paisajes singulares como la que la botarga va delante, mirando que durante más de setecientos años
los de la pequeña Ciudad Encantada de siempre a la Virgen; después, la botar- albergó oración y trabajo. Quedan en
Tamajón, entre este y su pedáneo Al- ga recorrerá calles y casas pidiendo el pie arcos, paredes y los tres ábsides de
miruete junto a la ermita de la Virgen chorizo y dinero, para dejarse caer por la abadía, de traza gótica y armada con
de los Enebrales. Caprichosas formas un terraplén al final mientras el dulce piedra blanca caliza.
de relieve donde las torcas o dolinas, que lleva la cachiporra es apedreado.
arcos perforados, abrigos, tolmos, El Camino Olvidado, aprovechado tam-
grutas y domos o dorsos corroídos se Cerca del río Jarama, donde el valle se bién por el GR 10, une Retiendas con
combinan sin aparente orden. Las sa- abre y la huerta pudo medrar sin apu- Tamajón donde el ayuntamiento tiene
binas han enraizado en este inhóspito ro, están las ruinas del Monasterio de como sede el antiguo Palacio de los Men-
paraje, desplegando su verde tapiz en Bonaval. Alfonso VIII, rey castellano, doza (siglo XVI) y son de destacar otros
dirección a Almiruete. otorga a los monjes de San Bernardo edificios nobles como la casa Montufar 3.
en 1146 derechos de fundación de un (siglo XVII) y la del Marqués, aparte de
Al paisaje descrito le acompaña la cul- cenobio al que se irán uniendo, pro- la Iglesia de la Asunción de Nuestra Se-
tura inmaterial y el patrimonio monu- gresivamente, tierras y propiedades. ñora que, sobre una románica, terminó
mental. Son inseparables la imagen La vida de los monjes transcurrió sin de construirse en el siglo XVI.
percibida del alma que la anima. Son gran alteración ni sorpresa hasta que

1. 4.

Fotografías:

1, 2. Valle del Río Jarama


3, 5. Formaciones de rañas
4. Venado con crías
Autor: Daniel Reinoso Moreno

Tipos de recursos
2. 5.

Mirador

Bien de interés cultural

Recurso cultural, deportivo o folclórico

Recurso natural

Recurso acuático

Evento cultural

Paisaje histórico

Área Protegida

pág. 194 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Hayedo De Hayedo De Galve de Arroyo
De oba
Galve de Arroyo
De oba
Galve de Arroy
o De oba
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Río Sorbe Río Sorbe Sorbe
La Re
quijad Born Sorbe La Re
quijad Born Río Sorbe Río Sorbe Sorbe Condemios La Re
qu ija Born Sorbe Condem
Tejera Tejera Condemios a Río Condemios a Río da Río
de Arriba de Arri

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Negra Negra de Arriba de Arriba
Río Jarami Río Jarami Río Jarami Río Jarami
lla lla lla lla

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orbe orbe orbe orbe

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Río Sorbe

Río Sorbe

Río Sorbe

Río Sorbe
milla

milla

milla

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Aldeanueva Aldeanueva Aldeanueva
Valdepinuillos de Atienza Valdepinuillos de Atienza Valdepinuillos de Atienza Valdepinuillos

Arroy Arroy Arroy Arroy


zo Del o De Macizo Del o De
La Huerce La Huerce o De o De
La Huerce La Huerce
Cañ Cañ Cañ Cañ
Gascueña Gascueña Gascueña
Río Jaramilla

Río Jaramilla

Río Jaramilla

Río Jaramilla
el Lobo am Pico Del Lobo am am am
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ollera Arroyo Del - Cebollera de Bornova de Bornova de Bornova

Arroyo Del

Arroyo Del
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Río Río Río Río

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So

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Be r Be r
de los Zarzuela de losBustares Bustares B erb Be r
de los Zarzuela de losBustares

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bel bel Zarzuela elli bel Zarzuela
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o illa do illa lid
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El OrdialArroyos de Galve Umbralejo
El Ordial at Arroyos de Galve at
Umbralejo
El OrdialArroyos de Galve Umbralejo
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Las Navas El Cardoso Las Navas

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de la Robleluengode laFría Robleluengo ír a de Jadraque Villares de de la Villares de o
de Jadraque Robleluengode laFría Robleluengo ír a
de Jadraque Villares de
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Fraguas Fraguas Fraguas Fragua
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Sierra Sierra Jadraque Sierra Jadraque Sierra Jadraque
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Río Riotillo Río Riotillo Río Riotillo
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Arroyo Del Soto Soto
Arroyo DelTainas Tainas Arroyo Del Soto Soto
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Corralejo Río Río SecCorralejo
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Río Ja ra milla

Río Ja ra milla

Río Ja ra milla

Río Ja ra milla
ma la Sierra de Ranas ma la Sierra de Ranas ma la Sierra de Ranas ma la Sierra de Ranas
Jara Jara Jara Jara
Río Río Río Río
A rroyo D el Soto

A rroyo D el Soto
Las Las Roblelacasa Roblelacasa Las
Roblelacasa Roblelacasa Cabezadas
Zarzuela de Cabezadas
Zarzuela de El Espinar El Espinar Cabezadas
Zarzuela de

Arroyo Del Soto

Arroyo Del Soto


Jadraque Jadraque Jadraque

Ar

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El Espinar El Espinar
Arroyo Del Cor vejón

Arroyo Del Cor vejón

Arroyo Del Cor vejón

Arroyo Del Cor vejón


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Matallana R A Matallana R o A o

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ío J Almiruete ío J Almiruete Río Almiruete Río Almiruete
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la Vihuela la Vihuela la Vihuela la Vihuela
ma

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Robredarcas Robredarcas Robredarcas
Arroyo Val Arroyo Val Arroyo Val Arroyo Val
lose lose lose lose
ra ra ra ra
Santotis Santotis Santotis Sa
La Vereda La Vereda La Vereda La Vereda
R ío J a r a m a

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"  San Andrés San Andrés San Andrés
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n Fraguas del Fraguas del Tamajón Fraguas Tamajón del

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Tamajón Tamajón Congosto Congosto Congosto
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El Vado El Vado El Vado El Vado
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n Veguillas Veguillas Veguillas

Sacendoncillo Sacendoncillo Sacendoncillo Sacendoncillo


Jocar Jocar Jocar Jocar
Arr Arr Arr Arr
oyo oyo oyo oyo
D Retiendas D Retiendas D Retiendas yo Del Regajo
D Retiendas yo Del Regajo
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Valdesotos Valdesotos Valdesotos Valdesotos
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Tortuero Tortuero Tortuero La Mierla Tortuero
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n Puebla de Cogolludo
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Ra Ra Aleas Ra Ra Aleas
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Fuencemillán Fuencemillán Fuencemillán

L a Ca ncha

L a Ca ncha
de Sorbe Al de Sorbe

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mb mb mb de Sorbe mb de Sorbe
Valdepeñas Valdepeñas iendr

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Río

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de Henares de Henares de Henares
Río

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Valdepeñas Valdepeñas
Torrebeleña Torrebeleña Torrebeleña Torrebeleña
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Puebla de Puebla de de la de la Puebla de Puebla de
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Lagunas Lagunas
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Río Sorbe

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Cerezo de Cerezo de Cerezo de
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Mohernando Mohernando Mohernando
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Río

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Arroyo De Las Dueñas

Arroyo De Las Dueñesas

Arroyo De Las Dueñas

Arroyo De Las Dueñesas


Jar e Ma Jar e Ma Valdeancheta Copernal Valdeancheta Jar
Copernal e Ma Matarrubia
Jar e Ma Matarrubia Valdeancheta Copernal
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Alarilla Mohernando Razbona
Mohernando
Alarilla
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Uceda Uceda Uceda rbe rbe rbe rbe
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Arroyo Gr

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ceda Uceda Uceda
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El Cubillo El Cubillo El Cubillo El Cubillo
de Uceda Villaseca Malaguilla
de Uceda Villaseca Malaguilla Taragudo Hita Taragudo Hita de Uceda Villaseca Malaguilla
de Uceda Villaseca Malaguilla Taragudo Hita
de Uceda de Uceda de Uceda de Uceda
Río Henares

Río Henares

Río Henares
ote

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Mohernando Torre del adi
Mohernando Torre del adi Mohernando Torre Mohernando
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Viñuelas Málaga del Viñuelas Málaga Burgo
Herasdel Heras Burgo Viñuelas Málaga del Viñuelas Herasdeldel Burgo
Málaga
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Fuentelahiguera Fuentelahiguera Fuentelahiguera Fuentelahiguera
oyo

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Fresno Maluque de Ayuso
Fresno Maluque de Ayuso Fresno Maluque de Ayuso
Fresno Maluque
de Albatages de Albatages de Albatages de Albatages
De

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Majanar

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Cañizar Rebollosa Cañizar Rebollosa Cañizar Rebollosa
1 : 200.000 0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros de Hita 1 : 200.000
de Hita
0 2,5 5 7,5 10 Kilómetros de Hita
Mesones Mesones Mesones Mesones
Valdenuño-Fernández Valdenuño-Fernández Yunquera Riberas Yunquera Riberas Valdenuño-Fernández Valdenuño-Fernández Yunquera Yunquera
del del
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de Henares de Henares de Henares de Henares
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Henares Henares
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Ciruelas Ciruelas Ciruelas
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Torija Torija Torija
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Ar Ar Ar Ar

pág. 195 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Fontanar Fontanar Fontanar Fontanar
r

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aja

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Usanos Tórtola
Usanos de Tórtola de Usanos Tórtola
Usanos de
Valt

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Henares Henares Henares
De

De

De

De
Arroyo

Arroyo

Arroyo

Arroyo
Estas tierras han sufrido un profundo urbana que visita estos lugares y hasta
vaciado demográfico. Su tradicional los descendientes de los antiguos po-
vocación ganadera se ha desmorona- bladores que rehabilitan casas y no
Dinámicas del paisaje do; el laboreo de los panificados con olvidan sus raíces.
ritmo bienal en hondonadas cársticas
como el llano de Tamajón, o muchas de Entre Puebla de Valles, Retiendas y La
las lomas del rañizo, ha languidecido; Mierla, la raña toma asiento. Albergó
el esfuerzo parece concentrarse en los un paisaje articulado en el que las lo-
mejores terrazgos que han acogido la mas y los fondos de los estrechos valles
modernización tecnológica hasta exte- cobijaron labrantíos frente a pastizales
nuar su propia condición; los pinares de y retazos de bosque mediterráneo en
laricio repueblan masivamente lomas los extensos espacios sin roturar. La
y, cuando pueden, incluso las laderas imagen de 1956 es elocuente al respec-
acarcavadas que enseñan sus entrañas to. Cincuenta años después la imagen
de roja arcilla; una emergente función gana en 2.homogeneidad; la loma del
turística parece aliviar el olvido. La vida Mego en Puebla de Valles, los altos de
del paisaje no se detiene: a la primacía Valdeurraca en Retiendas y la Muela en
agraria que la sostuvo le sucede, aho- 1. Mierla sostienen
La 3. hoy un pinar denso
ra, un acusado proceso de naturaliza- que ocupa antiguas tierras de labor,
ción que mucho agradece la población garrigas y pastizales.

Fotografías:
1. Fotograma aéreo. Servicio Geográfico
1. Valle del Río Jarama del Ejército. (1956)
2. Ruinas del monasterio del Bonaval 2. Ortofoto Digital. Plan Nacional
3. Lavanda de Ortofotografía Aérea. Institu-
Autor: Daniel Reinoso Moreno to Geográfico Nacional. 2006

pág. 196 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
1. 2.

3.

pág. 197 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Ciudad La morfología de la Serranía de Cuenca
es muy variada, teniendo especial pro-
Respecto al resto de los materiales
pertenecientes a los otros dos perio-
hoces, las formas de la Ciudad Encanta-
da, los volúmenes vacíos de las torcas y
una amplia y potente plataforma des-
cubierta, con fisuras y escasa pendien-
encantada tagonismo los materiales que aparecen dos secundarios, los jurásicos y triási- las muelas. Un geólogo local ha llama- te para facilitar la infiltración, y en la
Carácter del paisaje en superficie, aunque estos resulten a cos, completan la paleta de elementos do hoz bonita a aquel tramo de la del base, la existencia de un nivel margoso
y tierra veces influidos por el comportamiento paisajísticos. Los más antiguos, los Júcar, al pie de la ciudad de Cuenca, en impermeable que limite la circulación

muerta de los que subyacen. También partici-


pan en su modelado, lógicamente, los
triásicos, blandos, plásticos, de variado
colorido según la presencia de arcillas,
el que domina la dolomía. Cuando esta
desaparece, la hoz ya no es bonita.
subterránea en profundidad.

agentes erosivos que aquí han tenido margas o yesos, ocupan los fondos de La composición de las dolomías de la
79.08.01 un especial protagonismo. Las rocas los valles, donde se asientan las esca- La Ciudad Encantada constituye uno de Ciudad Encantada explica la razón por
de la era Secundaria han sufrido las sas tierras de labor, los márgenes de los paisajes kársticos más llamativos de la que se producen esas formas tan
consecuencias de la orogenia alpina, los caminos y los estribos donde se apo- la Península que presenta una topogra- características en su erosión. Se debe
Guadalajara
pero en estos espacios han conservado yan los núcleos de población. Respecto fía laberíntica definida como un lapiaz a que el paquete masivo de dolomía,
su carácter sedimentario, apareciendo a los jurásicos, con variada presencia de grandes dimensiones. La acción del unos 45 metros aproximadamente,
en sucesión concordante los estratos de sus rocas, generalmente calizas, ya agua de lluvia ha actuado en esta mesa presenta en su parte inferior una com-
Toledo
Cuenca
triásicos, jurásicos y cretácicos a modo sean masivas, oolíticas o tableadas, caliza a favor de una red de fracturas posición dolomítica prácticamente
de cobertera de los materiales paleo- son los que soportan gran parte de la en cuadrícula que al ensancharse ha pura, mientras que en la superior apa-
zoicos. cubierta vegetal. Quizá por aparecer ido aislando bloques en los que la ero- rece algo más calcárea y compacta, por
Ciudad Real
Albacete
cubiertos por la vegetación presentan sión diferencial entre las partes más lo que la erosión diferencial resultante
El Cretácico configura la belleza del una fisonomía menos atractiva para el blandas y las más resistentes ha dado son las típicas formas de tormos y hon-
paisaje serrano por excelencia; es el observador, pero en realidad partici- lugar a las características formas de gos, muy abundantes y de diversas for-
que las gentes identifican con mayor pan de un modo importante en la con- hongos o tormos del paraje. mas y tamaños.
claridad y guardan en su memoria. figuración del paisaje serrano.
Cuando las rocas adoptan formas re- Para que se formen las figuras propias Más al sur, en la zona de Los Palan-
dondeadas presentadas en potente es- El observador local ante el paisaje de de una ciudad encantada, no es sufi- cares, estas dolomías se hacen más
trato de colores amarillos pálidos hasta la Serranía, efectúa una especie de ciente con la presencia de materiales calcáreas, prácticamente calizas y
los amarillos oro, ennegrecidos por la selección, desentendiéndose de todo calcáreos, son necesarias además su erosión no genera otras ciudades
oxidación, llegan a conformar una ima- aquello que no sea el potente banco otras condiciones, como que haya ca- encantadas, sino torcas y sumideros,
gen totalmente asociada con el paisaje dolomítico que domina el paisaje, guar- liza dolomítica de gran pureza y por presentando aquí una potencia de casi
serrano. dando en su memoria los perfiles de las tanto muy soluble, que se muestre en ochenta metros.

1.

Autora:
María Cristina Fernández Fernández

Fecha:
Agosto, 2009.

pág. 198 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
Coronan a los materiales dolomíticos se producen entre septiembre y junio,
y calizos otros pisos – Senonense y factor que limita la presencia de ciertos
Garunnense – que presentan menos elementos vegetales.
resistencia: calizas, arcillas, yesos
blancos y verdosos, retazos de arenis- La vegetación crece abundantemente
cas y conglomerados, ya en contacto en el parque, llegando a constituir con-
con el mundo terciario. Desde la misma juntos de gran bellaza, como resultado
ciudad de Cuenca se puede contemplar de la simbiosis entre el roquedo y la
el relleno con estos materiales del valle floresta. En el arbolado, predomina el
sinclinal interpuesto entre la ciudad y pino negral que compite con los tor-
la sierra del Bosque (Abengozar). mos de dolomía en destacar su altura,
y le acompañan con porte arbóreo los
El tapiz vegetal responde a las condicio- enebros, sabinas, encinas, quejigos,
nes climáticas propias de un espacio de algunos tejos y avellanos en las hondo-
montaña media del interior peninsular. nadas umbrosas. Arbustos muy desa-
En la Serranía de Cuenca, la isoyeta de rrollados son el agracejo o arlo, bujes,
los 600 mm. coincide con los 1000 m espinos negros y endrinos, guillomo y
de altitud, curva de nivel en la que se aligustre.
incluye el recinto. El régimen pluviomé-
trico presenta un mínimo principal de El piso de matorral es muy rico en espe-
verano y otro secundario en el centro cies, además de la aliaga, abundan las
del invierno. Las temperaturas medias aromáticas como el tomillo, el romero,
oscilan alrededor de los 10º C aunque el cantueso, la mejorana, el espliego y
el emplazamiento y la orientación dan la salvia que crecen junto a otras con
lugar a variaciones térmicas. En estos florecillas de vivos colores y muy de- Fotografías:
espacios montanos el mes más frío licadas, como prímulas, anémonas,
1. La laguna de Uña en otoño.
es el de enero con medias de 3º C y el violetas, orquídeas, narcisos y marga-
2. El cañón del Júcar entre Uña y
más cálido es julio con 22º C de media. ritas que tapizan los frágiles fondos de
Villalba de la Sierra.
Destacan los 125 días de heladas que disolución.
Autor: José Mª Martínez Navarro.

2.

pág. 199 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


La Ciudad Encantada es un excelente van desde pequeñas acanaladuras y a la de Los Palancares que presenta tal, ya que, aprovechando las fractu- plataforma original donde se inició la
ejemplo de modelado kárstico, au- aristas superficiales, como lapiaces, una importante agrupación de for- ras de la roca, por lo general calíza erosión, recubierta de lapiaz y tajada
téntico recurso natural convertido ya dolinas, simas, embudos y sumideros, mas kársticas muy singulares que en jurásica, y los fondos de disolución, por fracturas paralelas. La mayor par-
Recursos paisajísticos en atractivo turístico. Como es bien hasta espacios más amplios como los la región reciben el nombre de torcas presenta un espléndido sabinar de te del paseo se realiza precisamente
sabido, este singular proceso de ero- poljés. y que son grandes oquedades circula- árboles centenarios, retorcidos por a través de las fisuras ensanchadas
sión es debido a la disolución del ro- res, hundidas a modo de espectacula- el viento, rígidos y fibrosos a con- por la disolución, los Toboganes. Los
quedo –tanto en la superficie, como El ámbito geográfico en el que apa- res embudos. secuencia de las duras condiciones conductos internos de la plataforma
en el interior– por el agua de lluvia al recen las formas características que climáticas. Hacia los años ochenta, la por los que circulaba el agua, al que-
infiltrarse por las pequeñas fisuras. identifican a este espacio de singular En el mismo ámbito geográfico, aleda- administración forestal sometió a este dar al descubierto, han formado las
La alteración química de la caliza tie- belleza está integrado por un conjunto ña a la de Los Palancares se encuen- predio a una operación de entresaca oquedades de variadas formas, como
ne lugar por la acción del ácido carbó- de grandes y alargadas mesas calizas, tra la extensa mesa jurásica de Tierra de dudosa solvencia, que significó la la puerta del Convento. Los perfiles
nico disuelto en el agua de lluvia que aisladas entre sí por profundos tajos Muerta, espléndido lapiaz desnudo, corta de más de diez mil pies de estos de hongos tan característicos, los tor-
cae sobre la roca. En consecuencia, que se abren en sus bordes. Morfo- prácticamente horizontal, en donde árboles centenarios, ahora protegidos mos, reflejan precisamente la erosión
las fisuras se van ensanchando y pro- lógicamente estos relieves han evo- no abundan los fondos de disolución por la administración regional. diferencial con la parte inferior de la
fundizando llegando a formar una red lucionado de forma autónoma, pre- (terra rossa). Eso y su excesiva expo- figura tan desgastada que en algunos
subterránea por la que circula el agua sentando, tanto en su interior como sición a los vientos dificulta el arraigo En la variada morfología que se ob- casos al desaparecer esta, ha dejado
a través de galerías, simas y cavidades en el exterior, complejos fenómenos de la vegetación, presentando una dé- serva durante el recorrido por este la parte superior convexa en el suelo.
que pueden llegar a provocar desplo- de erosión kárstica diferentes por su bil cubierta que justifica el topónimo espacio, se pueden reconocer una se-
mes y hundimientos. En la parte su- variedad e intensidad, lo que confiere que significa tierra yerma, estéril. No rie de niveles diferentes relacionados La visita al recinto resulta diferente si
perficial de estos paisajes cársticos personalidad a cada una de las cita- obstante, Cortázar en 1875 la describe con su evolución. Hacia el oeste del se realiza en las distintas estaciones
se originan múltiples oquedades que das mesas. Destacamos por original con frondosísimos pinos y no parece recinto, mar de piedra, se aprecia la del año, ya que se pueden apreciar

1.

pág. 200 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
los contrastes de la presencia de una los materiales que su caudal y su pen- rinas, es el yacimiento paleontológico
explosión florística primaveral, con el diente han arrancado a las vertientes de Las Hoyas, enclavado entre el para-
destello de un manto de nieve en un de su cauce. je de la Ciudad Encantada y la mesa de
soleado día del mes de enero, la des- Tierra Muerta. Presenta abundancia
lumbrante luminosidad de los rayos Otros miradores, el llamado de Uña, de restos fósiles, flora y fauna y restos
del sol en un día estival y el colorido en las inmediaciones de la Ciudad En- de dinosaurios aviarios que informan
de la vegetación en otoño. cantada, los del valle del río Valdeca- sobre la vida de las aves y el origen del
bras, en su discurrir hacia el río Júcar vuelo moderno.
En esta unidad están presentes varios y donde forma una bonita hoz, el del
parajes que son en sí mismo recur- Rincón de Uña, en las inmediaciones
sos claros para generar atracción y de la localidad sobre la laguna del
actividad turística. Existen miradores mismo nombre y tantos otros, todos
naturales que permiten la contempla- de factura natural, nada propiciados
ción de estos bellos parajes serranos, por el acondicionamiento de los espa-
el Ventano del Diablo es el ejemplo cios, facilitan la frecuentación de los
más evidente, cavidad que recuerda a viajeros para su contemplación.
una galería interior del carso que ha
quedado al descubierto y horadada Otro espacio de alto valor natural,
por la lluvia y el viento; es un buen muestra para el conocimiento de los
observatorio del valle del río Júcar ecosistemas continentales del Cretáci-
que serpentea a sus pies, arrastrando co inferior y de la flora y fauna no ma-

Fotografías:

1. El valle del Arroyo Bonilla en


Buenache de la Sierra.

2. Frente travertínico en la Laguna de Uña.

3. El Tormo Alto en la Ciudad Encantada.

Autores: José Mª Martínez Navarro /


María Cristina Fernández Fernández.

2. 3.

pág. 201 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


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pág. 202 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. Eustaquios
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pág. 203 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
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Este recinto estuvo cultivado tradicio- En las imágenes aéreas que repro-
nalmente y se puede apreciar las hue- ducimos de una parte de la Ciudad
llas de esta actividad en algunos pasi- Encantada se puede apreciar la gran
Dinámicas del paisaje llos entre bloques de caliza que al ser estabilidad morfopaisajística. Una cu-
abandonados como tierra de cultivo, bierta forestal bastante homogénea,
han sido ocupados por una cubierta ve- notablemente más densa en 2006,
getal típica y variada. El pastoreo tam- cubre lomas y taludes, perfilándose las
bién ha intervenido en la degradación líneas coincidentes con las cornisas con
de la cubierta vegetal o al menos ha al- toda nitidez. Un paisaje, hecho de roca
terado su desarrollo natural o espontá- y vegetación, que en su madurez vive
neo. No obstante, la presencia humana un sereno cambio que sólo hace acre-
permanente en estos parajes siempre centar su belleza.
fue escasa, buscando los asentamien-
tos otros lugares de mejor condición.
Son frecuentes los topónimos alusivos
a la actividad ganadera (tinada de la 1. Fotograma aéreo. Servicio Geográfico
del Ejército. (1956)
Radilla, de la Negueruela, majada del
2. Ortofoto Digital. Plan Nacional
Marqués, …) y forestal (loma de los Re- de Ortofotografía Aérea. Institu-
sineros). to Geográfico Nacional. 2006

1.

2.

pág. 204 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
5.

3.

4.

Fotografías:

1. Ganado bovino en un calvero junto al


Arroyo del Boquerón.

2. Lapiaz en la Ciudad Encantada.

3. El Cañon del Júcar desde


“el Ventano del Diablo”.

4. Vista del agostadero de la “Cueva del


Fraile” en la hoz del Río Huecar.

5. Valle de Valdecabras desde el borde


de La Muela.

Autores: José Mª Martínez Navarro /


María Cristina Fernández Fernández.

pág. 205 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


El río Tajo atraviesa las primeras an- territorial en el que se encuentra. Las jurásicas en el fondo del valle y cretáci- o laricios sobre las calizas gris azuladas
hoces del gosturas entre las sierras de Molina muelas y parameras que le circundan cas en la parte alta de las cornisas, se- del jurásico y cretácico, verdes claros

alto tajo Carácter del paisaje


(1.742 m) y del Tremedal (1.652 m); la
primera en la provincia de Guadalajara,
le suministran el recurso hídrico que
hizo posible su configuración a lo largo
paradas por un estrecho afloramiento
de arenas y areniscas del Albense (cre-
del roble melojo que pasan a amarillos
en el otoño junto al persistente verde
al Este, y la segunda en la de Cuenca, al del tiempo geológico y sostenimiento tácico inferior). Tan sólo en dos ojales de las coníferas, verde plateado de las
85.01.01 Oeste. Hasta entonces, desde su naci- de sus características en la actualidad. asoman las rocas silíceas del triásico carrascas que buscan las solanas más
miento en Fuente García (1.593 m), en Las Hoces del Alto Tajo, exuberantes y (rodenos de arenisca básicamente): secas frente a los verdes más alegres
la provincia de Teruel, circula por un frondosas, son deudoras, por tanto, de aguas abajo de la confluencia del río del quejigo en lugares más frescos, y
Guadalajara
valle abierto y con un caudal modesto, esos altos rellanos, inhóspitos en oca- Ablanquejo con el Tajo y en río Gallo verdes oscuros de los pinos silvestres
haciendo límite entre Aragón (Teruel) y siones, que las acompañan y hasta las entre Torete y Corduente. de piel rojiza más allá de los 1.500 me-
Castilla-La Mancha (Cuenca). miran como hijas queridas. tros junto a las recias sabinas: esta es
Toledo
Cuenca Son tierras frías que cobijan, sin em- la llamada de un dosel polícromo que
Una vez toma contacto con la provincia El río Tajo entra en los dominios cir- bargo, parajes resguardados y ofrecen, ningún visitante deja de atender. Este
de Guadalajara, comienza a perfilarse cunscritos en esta unidad de paisaje por tanto, un medio climático matizado exuberante barroquismo se imbrica en
Ciudad Real
Albacete
un paisaje singular que le acompañará a 1.500 metros de altitud, iniciando en un contexto mediterráneo continen- la seriedad de los imponentes cortados
a lo largo de unos cien kilómetros al desde allí una progresiva inserción en tal. Las precipitaciones oscilan entre y farallones mientras por los caminos
que bien puede aludirse bajo el nom- el sustrato litológico hasta que a su sa- los 500 y los 800 mm, incrementán- del cielo sobrevuelan buitres leonados
bre de Las Hoces del Tajo. Se debe pre- lida del recinto de la unidad lo haga a dose de norte a sur según alcanzamos y algún águila real. Las aguas del río
cisar que el paisaje circunscrito en esta 750 metros de altitud. En la cabecera las tierras de cabecera. Las tempera- Tajo, purísimas, circulan entre sauces,
unidad tiene unas características muy la incisión se produce con más celeri- turas oscilan entre los 3º C de media nogales, álamos, tejos y abedules a la
específicas. No debe confundirse con dad, bajando unos 300 metros en los en enero y los 20º C en julio y agosto, vez que mantienen una abundante po-
los límites del Parque Natural del Alto primeros veinticuatro kilómetros has- registrándose mínimas por debajo de blación de truchas y no pocas nutrias.
Tajo, ni tampoco con el ámbito geográ- ta Peralejos de las Truchas. En otros los -20º, -25º C en el centro del invierno En los calveros, cuando no es la piedra
fico afecto a la denominación genera- veinte kilómetros, hasta la confluencia con unos 125 días de helada al año. caliza al desnudo o las torretas de ro-
lista de Alto Tajo. El primero abarca una del río Cabrillas, desciende otros 200 deno las que deslumbran, son los ene-
extensión superior (174.545 Ha, inclu- metros, situándose ya tan sólo a 1.000 Verde sobre rojo en los pinares de Pi- bros, el boj, la gayuba o la rica corte de
yendo las 68.824 Ha. de Zona Periféri- metros de altitud. En el puente de San nus pinaster sobre los rodenos triási- plantas aromáticas las que cubren esta
ca de Protección que se creó en mayo Pedro habrá bajado hasta los 900 me- cos, verde intenso de los pinos negrales tierra austera.
de 2000); el segundo tiene límites más tros después de recorrer otros quince
imprecisos y coincide con una parte del kilómetros, relajándose su pendiente a
1.
Señorío de Molina y aledaños en las lo largo del último tramo de unos cua-
muelas de Canredondo y Villanueva de renta kilómetros hasta su salida en el
Alcorón que el imaginario popular ha puente romano a 750 metros de altitud
consagrado exitosamente. como anteriormente se ha dicho.

La unidad de paisaje Hoces del Alto Tajo El lecho del río Tajo circula entre lade-
propiamente dicha abarca una exten- ras de fuerte pendiente en buena parte
sión de 31.024 Ha. Prolonga sus apéndi- del recorrido, dejando desniveles de
ces por sus afluentes más importantes unos trescientos metros en algunos
de su margen derecha: De la Hoz Seca, parajes como en las foces de Peñalén
Cabrillas, Gallo, Arandilla, Ablanquejo y y Poveda de la Sierra, las cornisas del
Linares. Mantiene un perfil más rectilí- Castillo de Alpetea en la confluencia del
neo por su margen izquierda y sostiene río Gallo con el Tajo en las cercanías del
una anchura bastante homogénea, os- puente de San Pedro o las paredes del
cilando entre los cuatro kilómetros en Hundido de Armallones. Por contra, el
la confluencia del río Arandilla y el pro- valle se abre algo más a partir de Ocen-
pio Tajo con la cresta Machorra (1.423 tejo, suavizándose sus pendientes en
m) entre ambos y los mil metros en las las tierras de Valtablado del Río, Oter,
Fotografías: angosturas del Hundido de Armallones Carrascosa de Tajo y Morillejo.
Autor: o en el entorno de la desembocadura
1. Mirador del Tajo
José Sancho Comins, 2. Río Tajo entre Ocentejo y Valtablado del río Gallo. Es en este último tramo, cuando los de-
Daniel Reinoso Moreno del Río pósitos paleógenos de arcillas, arenis-
3. Hoz del Alto Tajo desde el Mirador
Este cañón, con un paisaje tan propio, cas y conglomerados toman el relevo
Fecha: del Tajo
Agosto, 2009. Autor: Daniel Reinoso Moreno no tendría su relevancia sin el contexto de lo que ha sido una constante: calizas

pág. 206 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2. 3.

pág. 207 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Las Hoces del Alto Tajo no son tan sólo que grita. Mas son muchas las huellas alegra un paisaje hecho de crestas cal- brepasado el puente de San Pedro. La los solidarios de su paisaje: San Loren-
una explosión de naturaleza. Encierran que nos hablan de un pasado preñado cáreas y sobrios pinares. llegada de los ríos Gallo y Ablanquejo y zo, los Remedios, Nuestra Señora de la
una cultura milenaria que también se de humanidad. En su cabecera, el arro- los caudales de numerosos manantia- Torre, Ribagorda, Virgen de los Santos,
Recursos paisajísticos ha hecho paisaje. Carboneo, explo- yo de la Hoz Seca le enriquece en caudal Aguas abajo de la confluencia del río les, entre los que destacan el Campillo San Roque, Buenafuente del Sistal, Vir-
tación resinera y maderera, aprove- sustraído al rico acuífero del oeste del Cabrillas, y hasta el puente de San Pe- de San Pedro, el Ruidero y Buenafuen- gen de la Hoz, etc. En este último san-
chamientos minerales de sal y caolín, puerto de Orihuela; su incierto deam- dro, la presencia humana siempre fue te del Sistal, dan consistencia a uno de tuario, de estilo gótico-renacentista,
pastoreo y labranza, aunque reducida, bular hace que, unas veces, amague su muy reducida; los gancheros, guías los ríos más importantes de España. se celebra la fiesta de la Loa, un auto
constituyen los pilares de una civiliza- caudal en las calizas carstificadas de su diestros de almadías, surcaron innu- sacramental, el día en que los romeros
ción tradicional que hizo de esta tierra cuenca y, otras, lo entregue generosa- merables veces esta agua del río Tajo Las entrañas de estas tierras, ge- honran a la Virgen.
su solar, intimando de manera equili- mente a su colector. Parideras de la Ca- hasta que en 1940 se interrumpió el nerosas en agua, lo son también en
brada con su condición natural. El de- ñada Masega, Corrales de la Rayadilla y tránsito de madera hacia Aranjuez, To- minerales. Las salinas de la Inespera-
rrumbe de estos lazos entre hombre La Herrería son topónimos que evocan ledo o Talavera de la Reina. José Luis da, cerca de Ocentejo, estuvieron en
y tierra ha sido acompañado de una la presencia del hombre en estos para- San Pedro escribió páginas memora- funcionamiento hasta bien entrado el
mayor naturalización a la vez que una jes hoy desolados. bles en su novela El río que nos lleva; el siglo XX; el caolín también es un recur-
nueva demanda ha cristalizado: la re- paso efímero de estos esforzados gan- so importante que la arenisca ofrece y
Fotografías:
creación y el turismo. También una ma- Al pie de la muela de Taravilla, en una cheros sobre las aguas del río Tajo que- ha sido explotado en los yacimientos
yor conciencia ambiental ha propiciado terraza de la margen derecha del río dó indeleble en la memoria de todos. de Peñalén y Poveda de la Sierra en 1. Hoz del Alto Tajo desde el Mirador
del Tajo
su declaración como Parque Natural. Tajo, muy cerca del salto de La Poveda, la margen izquierda del río Tajo. Pero 2. Hoz del Alto Tajo desde el Mirador
un remanso de agua, cerrado por una El río Tajo se enriquece constantemen- todavía resulta más llamativa la fe de de Fina
Las Hoces del Alto Tajo merecen ser re- represa de tobas, llega a configurar te en agua según avanza hacia el Oeste sus gentes que han poblado de ermitas 3. Hoz del Alto Tajo desde el Mirador
del Tajo
corridas en silencio. Es la naturaleza la una laguna de agua permanente que después del viraje que da una vez so- y santuarios estos parajes hasta hacer- Autor: Daniel Reinoso Moreno

1.

pág. 208 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
2.

3.

pág. 209 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


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pág. 211 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.
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Las Hoces del Alto Tajo son visitadas en
la actualidad por turistas y un público
muy variado que busca recreación,
Dinámicas del paisaje descanso y también el ejercicio de
muy diversas actividades físicas entre
las que destacan el senderismo y los
deportes náuticos. El paisaje ha gana-
do en naturalización, un cambio tenue
que no esconde, sin embargo, la huella
humana; este paisaje ahora es solícito
con la nueva demanda con la misma
generosidad que durante siglos acogió
a rebaños trashumantes, resineros y
madereros, mineros y agricultores. Los
poderes públicos han legislado para
extremar cuidados en el manejo de una
tierra que, silenciosamente, hace posi-
ble la vida en otras muchas.

Como ejemplo muy expresivo, hemos


reproducido las dos imágenes que
acompañan este texto. Peralejos de las
Truchas, a la vera del arroyo de Juan
Taravilla, muy cerca del río Tajo, tenía
a mediados del siglo pasado cerca de
700 habitantes; al norte, desde la cor-
nisa Moreno (1.493 m), un impresionan-
te talud de más de 300 m de desnivel
y pendiente acusada cobijaba nume-
rosas parcelas de cultivo que tenían
su continuidad, al sur, en La Redonda
y en algunos parajes de Las Cabezue-
las. El río Tajo, a poniente, deambulaba
entre paredes disimétricas, más ver-
ticales, de mayor desnivel y de claro
dominio forestal a su izquierda y algo
más relajadas topográficamente y con
manifestaciones de mayor grado de
humanización a su derecha. Peralejos
de las Truchas no rebasa en la actua-
lidad los 200 habitantes y ha perdido
buena parte de sus tierras de cultivo al
Fotografías:
tiempo que el dosel del bosque se ha
densificado y, en general, una mayor 1, 3. Mirador Los Ceños
uniformidad caracteriza su paisaje. 2. Barranco de la Hoz

4. Río Tajo cerca de Ocentejo

Autor: Daniel Reinoso Moreno

1. Fotograma aéreo. Servicio Geográfico


del Ejército. (1956)
2. Ortofoto Digital. Plan Nacional
de Ortofotografía Aérea. Institu-
to Geográfico Nacional. 2006

pág. 212 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
1. 2.

3. 4.

pág. 213 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo.


Redes Eléctricas de Transporte
ANEXO 2
La energía eléctrica no se puede almacenar en grandes cantidades. Por eso, en todo mo-

Integración en el Paisaje de las


mento, su producción debe igualarse a su consumo de forma precisa e instantánea. La
misión de Red Eléctrica de España es asegurar este funcionamiento, operando el sistema
eléctrico en tiempo real y transportando la electricidad desde las centrales de produc-
ción hasta los centros de distribución todos los días del año, 24 horas al día.

La generación renovable ―solar, eólica, biomasa, hidráulica― suele ubicarse en lugares


donde no existe demanda eléctrica, por lo que poco o nada sirve instalarla si no se co-
necta con la Red de Transporte mediante una línea eléctrica que la haga viable. Una de
las premisas de Red Eléctrica en la planificación de nuevas redes es la garantía de eva-
cuación de este tipo de energía limpia. La implantación de líneas eléctricas es necesaria
para que Castilla-La Mancha ocupe una posición estratégica y de liderazgo en el sector
renovable.

Debido a esta necesidad, desde el punto de vista ambiental, los estudios de integración
de los centros de generación en el entorno no solo se limitan a su emplazamiento y sus
alrededores, sino que hay que prever sus conexiones. Red Eléctrica realiza los estudios
necesarios con el objeto de encontrar el mejor trazado: la alternativa de menor impacto.

Este anexo expone cómo es posible integrar en el paisaje las líneas eléctricas de trans-
porte y cómo se puede reducir su impacto ambiental para evitar el rechazo a la insta-
lación que, por otro lado, permite la viabilidad de la generación renovable, es decir, su
conexión con los centros de distribución: la unión entre la oferta y la demanda de energía
eléctrica.

pág. 214 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
1. El papel de Red Eléctrica de primera mano el modelo de integra-
en las renovables. ción de las energías renovables.

Red Eléctrica nació en 1985 como la Red Eléctrica se ocupa de que toda la
primera empresa en el mundo dedi- electricidad,- independientemente de
cada en exclusividad al transporte de su fuente y donde se genera- se integre
la electricidad y a la operación de sis- en la Red de Transporte, es decir trans-
temas eléctricos, siempre desde una porta la energía eléctrica en alta ten-
perspectiva responsable con el medio sión mediante líneas y subestaciones
ambiente. que configuran una red mallada, fiable
y segura. Estas instalaciones conectan
La función de Red Eléctrica, como ope- las centrales de generación con los pun-
rador del sistema, consiste en garan- tos de distribución a los consumidores.
tizar el equilibrio constante entre la
generación y el consumo eléctrico. Para Para ello Red Eléctrica mantiene las
ello, prevé el consumo y opera y super- instalaciones de transporte y diseña y
visa en tiempo real las instalaciones de planifica las redes del futuro. En Casti-
generación y transporte, logrando que lla La Mancha, Red Eléctrica y las Junta
la producción en las centrales coincida de Comunidades de Castilla-La Mancha
en todo momento con la demanda real ha establecido los nuevos corredores a
de los consumidores, ya que la electri- través del Plan Regional de Infraestruc-
cidad no es almacenable. En el caso de turas Eléctricas (PRIE).
que difiera, envía las órdenes oportu-
nas a las centrales para que ajusten sus
producciones aumentando o disminu-
yendo la generación de energía. 2. Red Eléctrica, Castilla-La Mancha y
las renovables.
La operación y supervisión coordinada
en tiempo real de las instalaciones de Una de las premisas de Red Eléctrica
generación y transporte son responsa- en la planificación de nuevas redes es
bilidad del CECOEL ―Centro de Control la garantía de evacuación de la energía
Eléctrico― y del CECORE ― Centro de renovable, a lo que atienden por ejem-
Control de Red―. plo el nuevo trazado Brazatortas-Man-
zanares-Romica.
El CECOEL y el CECORE se encargan de
garantizar la continuidad y calidad del El ritmo inversor de Red Eléctrica en
suministro eléctrico. En la práctica esto Castilla-La Mancha posibilita que su ca-
se traduce en asegurar en cada instante pacidad de evacuación sea muy alta y
el equilibrio dinámico entre la demanda que el sistema pueda albergar el total
y la generación del sistema eléctrico, y de las energías renovables previstas
en supervisar permanentemente el es- por la Junta de Comunidades de Casti-
tado de la red de transporte, emitiendo lla-La Mancha.
las consignas necesarias para mantener
los parámetros eléctricos dentro de los Con la ejecución de los proyectos pla-
márgenes de seguridad establecidos. nificados se conseguirá que Castilla-La
Mancha ocupe una posición estratégica
Para la supervisión y control de las en el sector de la energía renovable ya
instalaciones de energía renovable, que permitirá la viabilidad de seguir im-
Red Eléctrica puso en funcionamiento plantando estos centros de generación,
en junio del 2006 un centro de control mediante su conexión con la Red de
específico: el Centro de Control para Ré- Transporte a través de líneas eléctricas.
gimen Especial ―CECRE―, pionero en el
mundo y visitado por diferentes opera- Es de destacar que una Red de Trans-
dores de distintos países para conocer porte bien desarrollada no solo logrará

pág. 215 INTEGRACIÓN EN EL PAISAJE DE LAS REDES ELÉCTRICAS DE TRANSPORTES. Anexo 2.


este objetivo directo de conexión, sino Los puntos de partida para seleccionar unos casos reducirán el impacto de una su vida útil, el impacto es función de la el conocimiento científico del exper- depende de su morfología y ubicación,
que además permitirá y facilitará la la alternativa de menor impacto de las nueva línea eléctrica y en otros pueden consolidación de las medidas preventi- to, sino también a partir de la valora- del grado de naturalidad paisajística
implantación de futuros proyectos re- líneas eléctricas surgieron del Reino producirse sinergias en el paralelismo vas y correctoras ―cambio de color del ción que hace la sociedad. Se asume —ausencia de transformaciones antró-
novables, pues se abarcarían emplaza- Unido con las denominadas Reglas de con otras“wirescape” u horizontes de acero y crecimiento de la vegetación que el impacto de las instalaciones, picas— y de los elementos significati-
mientos y desarrollos alternativos que Holford, publicadas en 1959 por la Ro- cables. del entorno― y la costumbre de los ob- en cualquier localización, depende de vos que pueden cambiar a lo largo de
con una red poco desarrollada sería yal Society of Arts. Estas Reglas se dise- servadores. El impacto visual de una las expectativas de cada observador y la historia según la función hedónica,
imposible: se tendrían más y mejores ñaron cuando la superficie protegida en Un alto grado de humanización suele línea puesta en servicio en el pasado del número de observadores. Muchos informadora y despertadora de las sen-
alternativas de localización para los el Reino Unido era mucho menor que la estar relacionado con la pérdida de ca- es distinto al de una nueva y puede no investigadores han intentado identi- saciones que tiene el paisaje sino de la
centros de generación de energías re- que ocupa hoy en día y, por lo tanto, era lidad visual, pero no es realmente así: tener aplicaciones en la práctica en la ficar las predicciones de la belleza es- herencia cultural del territorio y del res-
novables. más fácil planificar los trazados de las los paisajes de embalses constituyen mayor parte de las situaciones debido a cénica percibida utilizando análisis de to de atributos que forman el paisaje:
mismas que evitaran las zonas prote- entornos netamente artificiales y en la costumbre de los observadores. regresión. La belleza escénica, calidad cromatismo, textura, relieve, etc. Por
Por otra parte, desde el punto de vis- gidas. cambio presentan un elevado valor pai- visual u otro sinónimo la toman como ello Red Eléctrica desarrolla diferen-
ta estrictamente ambiental, la Red de sajístico otorgado por la presencia de Una vez puesta en servicio una línea variable dependiente. Las variables tes actividades con distintos colectivos
Transporte evita la construcción de El impacto visual de una línea eléctrica agua, en especial cuando están llenos y eléctrica aérea, el impacto visual de- independientes han sido imágenes vi- para explicar el proyecto y conseguir su
numerosas líneas eléctricas de ten- de transporte depende de: no se observan las oscilaciones de nivel penderá de los componentes eléctricos suales de dos dimensiones, medidas de aceptabilidad social.
siones inferiores, minimizando el im- de agua. mientras que en las líneas subterrá- la distribución del terreno y de los usos
pacto ambiental asociado mediante la 1. La calidad del paisaje original. neas dependerá de las obras comple- del suelo o estimaciones de cualidades
instalación de una única línea de gran Dependiendo de la configuración es- mentarias. En el medio rural el impacto abstractas de la respuesta humana.
capacidad. 2. El aspecto externo de los apoyos. pacial, la localización de los apoyos paisajístico de las líneas subterráneas Algunos estudios han tomado varios
determinará un mayor o menor im- será probablemente mayor que en las sistemas de medidas y las han aplicado
A continuación se expone cómo se inte- 3. La cuenca visual afectada y la fre- pacto visual. Dentro del espacio visual aéreas en todos o casi todos los facto- por separado o juntas.
gran actualmente en el entorno las co- cuencia o posibilidad de observación. definido tiene importancia la posición res del medio debido a los movimientos
nexiones de los centros de generación espacial de los elementos del paisaje, de tierra —desmontes y terraplenes—, La percepción del entorno opera selec-
renovable con la Red de Transporte y 4. El momento en que se evalúe. determinada fundamentalmente por su ausencia total de vegetación a lo largo tivamente, es decir, elige solo algunos
cómo reducir su impacto ambiental, posición topográfica: en llano, en fondo de su trazado, riesgo de contaminación elementos y aspectos de la escena de-
con el objeto de permitir la viabilidad 5. La sensibilidad que presenten de valle, a media ladera, en su borde de acuíferos y limitaciones por la servi- jando en un segundo plano los demás.
de la generación renovable. los observadores potencia- superior o en la cresta, así como el fon- dumbre. Los criterios que rigen esta selección
les frente a la instalación. do escénico contra el que se recortan: son difíciles de definir y propios de cada
contra el cielo, contra el agua, contra el Realizadas las consideraciones anterio- individuo: de su conocimiento, de su ex-
De estos cinco factores el primero es terreno, contra la vegetación. res sobre estos cuatro factores men- periencia individual y colectiva, de sus
3. El impacto paisajístico de las líneas fijo, ya que es una característica inhe- cionados que influyen en el impacto aspiraciones y referente cultural, de la
eléctricas. rente al ámbito por el cual sobrevuele Debido a las dimensiones de los apoyos, visual de una línea eléctrica —calidad circunstancias de su edad –los jóvenes
la línea eléctrica. Los otros cuatro, sin las líneas eléctricas son los elementos del paisaje original, el aspecto externo suelen pasar desapercibido un paisaje
Con relación a las líneas eléctricas y el embargo, son función de las caracte- más altos y largos que existen en el pai- de los apoyos, la cuenca visual afectada sofisticado ante otro conservado– y de
paisaje, en los años 80 se realizaron rísticas de la instalación, de la relación saje, la cuenca visual global suele tener y el momento en que se evalúe— anali- sensibilidad ante los valores naturales.
estudios exhaustivos sobre su impacto. que ésta tendrá con su entorno y con gran superficie, formando una banda zaremos independientemente el quinto
De estos trabajos parten la mayoría de los habitantes de éste. de ancho variable y de una longitud —la sensibilidad que presenten los po- Para el que vive en el mundo rural sería
las medidas preventivas y correctoras algo superior a su trazado. Si se toma tenciales observadores hacia la instala- el paisaje agrario –paisaje ordenado en
que se aplican en la actualidad, al no Los apoyos de una línea eléctrica de la distancia en la cual los conductores ción— por su especial complejidad. el que existen pocos elementos de dis-
haberse producido grandes innovacio- transporte, al igual que las antenas y no son apreciables, la cuenca visual de torsión— su preferido. Para el que vive
nes tecnológicas en el transporte de la los aerogeneradores, pueden suponer una línea eléctrica de transporte se si- en la ciudad sería el paisaje dinámico y
electricidad. elementos discordantes en muchos pai- tuaría, según la experiencia, en torno a variado, pues de lo contrario sería un
sajes. No obstante, son estructuras ver- los 2.000 metros medidos desde su eje. 4. La sensibilidad de los paisaje aburrido. El ciudadano tiene
Prácticamente todos los trabajos de- ticales, no horizontales, lo que les con- Pero, por supuesto, no toda es siempre potenciales observadores una valoración más lúdica o aventure-
sarrollados para reducir el impacto fiere dejando a un lado los materiales visible y, desde luego, no todo elemento ra de la naturaleza. Las personas in-
paisajístico de las líneas eléctricas de de los que se compone, un carácter na- es perceptible con la misma precisión La percepción de los elementos del seguras prefieren formas netas, claras
transporte coinciden en señalar que las tural. En la naturaleza todas las formas dependiendo de la capacidad de la vista paisaje es importante pero más lo es el y marcadas. Las inestables las pautas
mejores medidas son las que se efec- son verticales, lo horizontal es lo creado humana y el relieve que establecen las “cómo” los percibimos ya que la necesi- repetitivas (alineaciones de árboles,
túan en la elección del trazado ―más por el hombre. La presencia de elemen- relaciones visuales que ligan la posición dad de conservación del paisaje radica bancales). Las extrovertidas los paisa-
ángulos y por consiguiente más larga―, tos humanizados, antenas, carreteras, del observador con la escena. en la apreciación que de él tiene el ser jes con signos de actividad y presencia
en la distribución de apoyos y, en algu- naves no acordes con la originalidad humano. humana.
nos casos, en el diseño de estos. arquitectónica de las construcciones El impacto visual de una línea eléctrica
rurales de la comarca…, disminuyen los también depende del momento en que El medio ambiente no sólo se entiende Es pues por lo que la afección sobre el
valores de naturalidad del territorio. En se evalúe. Así, en los primeros años de a partir de la visión que proporciona paisaje de una línea eléctrica no solo

pág. 216 INTEGRACIÓN EN EL PAISAJE DE LAS REDES ELÉCTRICAS DE TRANSPORTES. Anexo 2. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA
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pág. 219 BIBLIOGRAFÍA.


Cebrián Abellán, Francisco Panadero Moya, Miguel Rodríguez Domenech, Mª Ángeles Serrano de la Cruz Santos-
Olmo, Manuel Antonio
Macizos montañosos y altas sierras Los grandes sistemas 40.10.02 Valle Del Arberche Entre
ÍNDICE DE subbéticas y prebéticas. Pg 74 paisajísticos. Pg 23 Aldea Del Fresno Y Talavera. Pg 150 Penillanuras sudoccidentales. Pg 63
Llanos centrales y sus Las comarcas geográficas de 53.18.01 Campiñas De Sierras cuarcíticas en los límites
AUTORES bordes. Pg 80 Castilla-La Mancha. Pg 29 La Sagra. Pg. 168 con Extremadura. Pg 65
La imagen literaria del Sierras y valles de Sierra
paisaje, Pg. 45 Morena. Pg 66
Del Pozo Sánchez, Cristina Ruiz Pulpón, Ángel Raúl
Valles y corredores Cerros y llanos del norte de
El futuro del paisaje en 57.13.01 Vega Del Guadiana-Cigüela
intramontañosos béticos. Pg 73 Sierra Morena. Pg 67
Castilla-La Mancha. Pg 108 Y Tablas De Daimiel. Pg 174
47.09.00 Valle Del Río Sierras de los Montes
Guadalmena. Pg 156 de Toledo. Pg 69
Fernández Fernández, Sancho Comíns, José
Fosas del Sistema central
Mª Cristina
Asociaciones de tipos y sus bordes Pg 70
Peinado Martín-Montalvo, Marta
79.08.01 La Ciudad Encantada de Paisaje. Pg 54
Corredores y valles
Y Tierra Muerta. Pg 198 57.13.01 Vega Del Guadiana-Cigüela
Los tipos de paisaje. Pg 58 intramontañosos
Y Tablas De Daimiel. Pg 174
occidentales. Pg 72
Macizos montañosos y sierras
García González, Juan Antonio altas del Sistema Central. Pg 62 27.16.01 Sierra Madrona. Pg 142
Pillet Capdepón, Félix
Sierras béticas. Pg 76 Piedemontes del Sistema Central 48.24.01 Penillanura Del Valle De
Las comarcas geográficas de y montes de Toledo. Pg 64 Alcudia En Mestanza. Pg 162
Castilla-La Mancha. Pg 29
Sierras del Sistema Central. Pg 68 62.19.01 Lagunas De
García Martínez, Carmen: Ruidera. Pg 186
Los viajes de Cela por
Hoyas, corredores y depresiones
Regadíos de Hellín y Tobarra. Pg 84 la Alcarria Pg 50
ibéricas y bético levantinas. Pg 71
Sierras ibéricas. Pg 75 Tapiador, Francisco J.
Jiménez Gigante, Francisco: Reinoso Moreno, Daniel
Muelas ibéricas. Pg 77 Metodología. Pg 89
Alcarrias y Campo de Montiel. Pg 81 Macizos montañosos y sierras
Parameras ibéricas. Pg 78 17.05.01 Los Montes De
altas del Sistema Central. Pg 62
Vegas. Pg 83 Toledo. Pg 134
Campiñas. Pg 79
Sierras del Sistema Central. Pg 68
53.18.01 Campiñas De
Alcarrias y Campo de Montiel. Pg 81 La Sagra. Pg. 168
Hoyas, corredores y depresiones
Martínez Navarro, José María ibéricas y bético levantinas. Pg 71 Páramos detríticos Pg 82
62.07.02 Llanos De Mota Sierras ibéricas. Pg 75 Hoces y gargantas. Pg 85 Vázquez Valera, Carmen
Del Cuervo. Pg 180
Muelas ibéricas. Pg 77 05.10.01 Macizo De Ayllón. Pg 122 62.07.02 Llanos De Mota
Parameras ibéricas. Pg 78 78.01.01 De Uceda A Tamajón: Del Cuervo. Pg 180
Martínez Sánchez-Mateos,
Entre La Raña Y La Franja
Héctor Samuel Campiñas. Pg 79
Calcárea. Pg 192
57.13.01 Vega Del Guadiana-Cigüela Páramos detríticos. Pg 82
85.01.01 Hoz Del Alto Tajo. Pg 206
Y Tablas De Daimiel. Pg 174
Hoces y gargantas. Pg 85
05.10.01 Macizo De Ayllón. Pg 122
Mata Olmo, Rafael:
78.01.01 De Uceda A Tamajón:
El sentido y los objetivos de Entre La Raña Y La Franja
un Atlas de los paisajes de Calcárea. Pg 192
Castilla-La Mancha Pg 11
85.01.01 Hoz Del Alto Tajo. Pg 206
El futuro del paisaje en
Castilla-La Mancha. Pg 108

pág. 220 ÍNDICE DE AUTORES. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Aparicio Guerrero, Ana Eulalia García Marchante, Joaquín Saúl Moreno Sanz, Fernando Ruiz Pulpón, Ángel Raúl Vázquez, Juan
79.11.01 Rinconadas del Turia. 14.32.01 Sierra de Bascuñana. 14.33.02 Sierra de Altomira. 57.13.01 Vega del Guadiana- 15.15.01 Sierra de San Vicente
ÍNDICE DE 62.06.01 Llanos de El Provencio.
77.01.01 Alcarrias de Horche,
Cigüela y Tablas de Daimiel. yPeñas De Cadalso-Cenicientos.
Torija y Almadrones. 62.13.02 Mancha de Ciudad Real en 57.11.02 Vega del Tajo Entre
AUTORES DEL Becerra Ramírez, Rafael
García Martínez, Carmen 77.05.04 Alcarrias y
Manzanares-Daimiel-Tomelloso. Toledo y La Desembocadura

ANEXO 1 30.04.01 Cerros de Ballesteros


Y Caracuel de Calatrava. 45.16.01 Depresión de Almansa.
Yesares de Huete. 62.17.01 Llanos de Alcázar de
San Juan y Pedro Muñoz.
del Río Alberche.

62.15.01 Llanos de Ciudad Real. 53.26.01 Campiñas de


Vázquez Valera, Carmen
Pétrola-Pozohondo. Panadero Moya, Miguel
Sancho Comíns, José 62.07.02 Llanos De Mota Del Cuervo.
58.05.00 Campos de 47.09.00 Valle del Río Guadalmena.
Cañizares Ruiz, María del Carmen Hellín y Tobarra. 05.10.01 Macizo de Ayllón. 79.12.01 Sierra De Las Cuerda.
62.02.01 Manchuela de
17.04.01 Sierra del Chorito. 85.03.00 Hoz del Río Júcar entre Tarazona de La Mancha. 45.09.01 Corredor De 85.02.01 Hoz De Cabriel.
46.02.01 Pasillo del Río Bullaque. Valdeganga y Villa de Ves. Molina de Aragón.
77.13.02 Parameras de
Ossa de Montiel. 53.12.01 Campiñas De la Tierra de
Jadraque al Norte del Henares.
Cebrián Abellán, Francisco González Cárdenas, Elena
57.07.01 Vega Del Henares.
08.11.02 Sierra del Agua. 30.04.01 Cerros de Ballesteros Peinado Martín-Montalvo, Marta
y Caracuel De Calatrava. 78.01.01 De Uceda A Tamajón: Entre
08.12.01 Calar Del Río Mundo. 57.13.01 Vega del Guadiana-
La Raña Y La Franja Calcárea.
62.15.01 Llanos de Ciudad Real. Cigüela Y Tablas de Daimiel.
62.03.02 Llanos Meridionales 79.04.01 Muela de
de Albacete. 62.13.02 Mancha de Ciudad Real en
Villanueva de Alcorón.
Manzanares-Daimiel-Tomelloso.
62.06.03 Llanos de Villarrobledo. Jiménez Gigante, Francisco
80.09.01 Paramera de
62.17.01 Llanos de Alcázar de
57.07.01 Vega del Henares. Torremocha del Pinar-Anguita.
San Juan y Pedro Muñoz.
Fernández Fernández, 85.01.01 Hoz del Alto Tajo.
Mª Cristina Márquez Segovia, Mª Nieves
Reinoso Moreno, Daniel
45.11.01 Depresión de Mariana. 46.06.01 Pasillo de la Puebla de Santos Santos, Jesús Francisco
05.10.01 Macizo de Ayllón.
79.08.01 La Ciudad Encantada Don Rodrigo, Agudo Y Saceruela.
17.04.01 Sierra del Chorito.
yTierra Muerta. 45.09.01 Corredor de
Molina de Aragón. 46.02.01 Pasillo del Río Bullaque.
Martínez Sánchez-Mateos,
53.12.01 Campiñas de la Tierra de
Fernández Zamora, José Rafael Héctor Samuel
Jadraque al Norte del Henares.
Serrano de la Cruz Santos-
46.06.01 Pasillo de La Puebla de 57.13.01 Vega del Guadiana-
78.01.01 De Uceda a Tamajón: Entre Olmo, Manuel Antonio
Don Rodrigo, Agudo Y Saceruela. Cigüela Y Tablas De Daimiel.
La Raña y La Franja Calcárea.
27.16.01 Sierra Madrona.
62.13.02 Mancha de Ciudad Real en
79.04.01 Muela de
Manzanares-Daimiel-Tomelloso. 48.24.01 Penillanura Del Valle
García-Abad Alonso, Juan Javier Villanueva de Alcorón.
de Alcudia en Mestanza.
62.17.01 Llanos de Alcázar de
14.33.02 Sierra de Altomira. 80.09.01 Paramera de
San Juan y Pedro Muñoz. 53.24.01 Campiña Occidental
Torremocha del Pinar-Anguita.
77.01.01 Alcarrias de Horche, del Campo de Montiel.
Torija Y Almadrones. 85.01.01 Hoz del Alto Tajo.
62.19.01 Lagunas de Ruidera.
Martínez Navarro, José María
77.05.04 Alcarrias y
Yesares de Huete. 62.07.02 Llanos de Mota del Cuervo.
Rodríguez Domenech, Mª Ángeles
Tapiador, Francisco J.
79.12.01 Sierra de las Cuerda.
40.10.02 Valle del Arberche entre
17.05.01 Los Montes de Toledo.
García González, Juan Antonio 85.02.01 Hoz de Cabriel. Aldea del Fresno y Talavera.
53.18.01 Campiñas de La Sagra.
16.37.01 Sierras y Cerros se 53.18.01 Campiñas de La Sagra.
Peñas De San Pedro. 62.21.01 Llanos de Oropesa.
57.12.02 Vega del Tajo en
16.40.00 Sierras se Lagos Talavera De La Reina.
y Los Molares.

pág. 221 ÍNDICE DE AUTORES.


Becerra Ramírez, Rafael Panadero Moya, Miguel Vázquez, Alfonso (propiedad ©)
10, 17 27, 29, 30, 34, 37, 38, 39, 42, 47, 109 134, 135, 169, 172, 173
ÍNDICE DE
AUTORES Cañizares Ruiz, María del Carmen Peinado Martín-Montalvo, Marta Vázquez, Juan

FOTOGRAFÍAS 30, 35 175, 176, 178, 179 40, 41, 43, 140, 141, 151,
154, 155, 169, 172

García-Abad Alonso, Juan Javier Pillet Capdepón, Félix


Vázquez Valera, Carmen
18, 36, 112 24, 27, 30, 33, 36, 45,
46, 48, 49, 51, 112 180, 181, 182, 184, 185

García Castillo, Sebastián


Reinoso Moreno, Daniel Verdejo, Raquel
27, 30, 37, 74, 80, 84, 128,
129, 130, 132, 133, 157, 160 12, 14, 30, 32, 56, 59, 62, 64, 135, 136, 137, 168
68, 71, 75, 77, 78, 79, 81, 82,
85, 109, 122, 123, 127, 193, 194,
García González, Juan Antonio 197, 206, 207, 208, 209, 213

73, 76, 107, 109, 156, 158, 160, 161


Ruiz de la Hermosa, Carlos

Jiménez Gigante, Francisco 176

30, 43, 55, 59, 79, 83, 81


Ruiz Pulpón, Ángel Raúl

Márquez Segovia, Mª Nieves 174, 176

65

Martínez Navarro, José María Sancho Comíns, José

58, 60, 112, 113, 114, 198, 64


199, 200, 201, 204, 205

Santos Santos, Jesús Francisco


Fernández Fernández,
30, 35, 39
María Cristina
200, 201, 204, 205
Serrano de la Cruz Santos-
Olmo, Manuel Antonio
González Cárdenas, Elena
38, 45, 63, 66, 67, 69, 72, 142,
10, 17 143, 144, 145, 148, 149, 163, 164,
166, 167, 186, 187, 188, 190, 191

Martínez Navarro, José María


Tapiador, Francisco J.
180, 181, 182, 184, 185
30, 70, 134, 135, 136,
137, 168, 172, 173
Moreno Sanz, Fernando
18

pág. 222 ÍNDICE DE AUTORES. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA


Ayuntamiento de Almagro Reinoso Moreno, Daniel

ÍNDICE DE Becerra Ramírez, Rafael Rodríguez Domenech, Mª Ángeles

AUTORES
FOTOGRAFÍAS Blanco, Miguel Ángel Ruiz de la Hermosa, Carlos

DEL ANEXO 1 Cañizares Ruiz, María del Carmen Ruiz Pulpón, Ángel Raúl

Fernández Fernández, Mª Cristina Santos Santos, Jesús Francisco

Fernández Zamora, José Rafael Serrano de la Cruz Santos-Olmo,


Manuel Antonio

García-Abad Alonso, Juan Javier


Tapiador, Francisco J.

García Castillo, Sebastián


Vázquez, Juan

García González, Juan Antonio


Vázquez, Alfonso (propiedad ©)

García Marchante, Joaquín Saúl


Vázquez Valera, Carmen

García Martínez, Carmen


Verdejo, Raquel

Jiménez Gigante, Francisco

Jover, Francisco Javier

Márquez Segovia, Mª Nieves

Martínez Navarro, José María

Martínez Sánchez-Mateos, Héctor


Samuel

Moreno Sanz, Fernando

Panadero Moya, Miguel

Peinado Martín-Montalvo, Marta

pág. 223 ÍNDICE DE AUTORES.


pág. 224 UNIDADES DE PAISAJE. Anexo 1. ATLAS DE LOS PAISAJES DE CASTILLA-LA MANCHA

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