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La Ley Penal del Ambiente tipifica y sanciona todos aquellos delitos que afecten
negativamente al ambiente y a los recursos naturales. La Nueva Ley aplica para
individuos y personas jurídicas y establece diferentes penas dependiendo de si los
delitos contra el ambiente son cometidos por personas naturales o jurídicas. Esta
distinción entre sujetos penales y la regulación separada para cada uno de ellos es una
de las innovaciones de la Nueva Ley que no estaba incluida en la Ley Derogada.
Probablemente uno de los cambios más relevantes de la Nueva Ley es que modifica y
agrava las penas que estipulaba la Ley Derogada. Por ejemplo, la Ley Derogada incluía
trabajo comunitario como una sanción aplicable a las personas naturales; bajo la Nueva
Ley, la persona natural que cometa crímenes contra el ambiente sólo podrá ser penada
con multa o prisión.
De manera similar, se han incluido nuevas penas para personas jurídicas en la Nueva
Ley, como el desmantelamiento de sus instalaciones, establecimiento o construcción, o
incluso la disolución de la persona jurídica. Estas penas pueden venir acompañadas de
sanciones accesorias como el cierre temporal o permanente del establecimiento.
Adicionalmente, aparte de las sanciones de carácter penal que se impongan a quienes
cometan delitos, los jueces también analizarán la responsabilidad civil que surja de las
acciones que dañen al ambiente y podría ordenar el pago de los daños y perjuicios
causados, así como cualquier otra medida reparatoria que el juez considere apropiada.
A continuación analizaremos en detalle todos tipos penales contra el ambiente que han
sido establecidos en la Nueva Ley y proveeremos brevemente al lector con información
sobre las penas para todos los tipos de delitos que están incluidos en la Nueva Ley.
Como se evidenciará adelante, los ocho grupos de delitos están relacionados con
permisos y autorizaciones que deben ser otorgadas por las autoridades ambientales para
llevar las actividades ahí descritas.
Este primer grupo estipula los delitos contra la administración ambiental, que se refiere
a las penas estipuladas para funcionarios públicos que autorizan actividades prohibidas
o de cualquier forma obstruyan el sistema de administración ambiental. En este primer
grupo también se pena a toda persona o entidad que provea información falsa a las
autoridades ambientales con el fin de obtener los permisos para actividades reguladas
por la Nueva Ley.
De esta manera que, cuando tratando con la administración ambiental de Venezuela, los
individuos y personas jurídicas deben ser cautelosos en revisar la exactitud de la
información que se provea a la administración, siempre que la Nueva Ley penaliza a los
infractores incluso si estos no tuvieran la intención de violar la ley.
El segundo grupo de tipos penales trata aquellas acciones que afectan negativamente la
planificación territorial, entre ellas la contravención de planes territoriales, la ocupación
ilegal de áreas naturales protegidas, la modificación o destrucción de propiedad o
terrenos protegidos, y la construcción en un área de prohibida edificación. Exactamente
qué se considera un área de prohibida edificación o una propiedad protegida no está
incluido en la Nueva Ley, y queda a las administraciones regionales o futura regulación
de la Nueva Ley clarificar esto. Aun así, la Nueva Ley es clara en establecer que quien
cometa alguno de estos delitos será penalizado con sanciones de hasta dos años de
prisión o multas de hasta 2.000 Unidades Tributarias.
Más importante aún, la Nueva Ley criminaliza las actividades relacionadas con
materiales genéticos que no estén debidamente autorizadas, como la transferencia o
manipulación ilegal de material genético y de aquellos que puedan causar daños
irreparables al ecosistema o sus componentes durante el curso de investigaciones
científicas.
De gran importancia notar, que en este capítulo se hace una referencia especial a la
protección de las playas y su libre acceso. La cuestión de libre acceso a playas está
especialmente dirigida hacia cualquier persona jurídica como los clubs, hoteles o
industrias que de cualquier forma obstruyan el libre acceso a las playas. En este sentido,
la Nueva Ley crea la obligación de quienes contravengan la norma de restablecer el
libre acceso a todas las playas para peatones en un periodo de tiempo asignado por la
autoridad competente.
El Capítulo VII trata con delitos relacionados con la alteración, deterioro y daño a la
vegetación, fauna o su hábitat, y es uno de los capítulos más importantes de la Nueva
Ley. Este capítulo incorpora ciertas nuevas regulaciones; sin embargo, en esencia ambas
la Ley Derogada y la Nueva Ley mantienen el mismo objeto y propósito.
Este capítulo, tanto en la Ley Derogada como en la Nueva Ley, se refiere a los delitos
de caza, pesca y quema ilegal. No obstante, es la Nueva Ley la que trata el problema de
autorizaciones forjadas para llevar a cabo dichas actividades. En este sentido, la mayoría
de las regulaciones contemplan penas para aquellas personas, naturales o jurídicas, que
forjen autorizaciones o documentos con la finalidad de desarrollar actividades de caza,
pesca o quema.
Finalmente, el Capítulo VIII se refiere a los delitos contra la calidad ambiental. Este
capítulo se divide en seis secciones: envenenamiento, contaminación y otras acciones
que puedan alterar la calidad del agua; envenenamiento, contaminación y otras acciones
que puedan alterar la calidad de la atmosfera; desechos y desechos sólidos; substancias
o materiales nocivos; materiales radioactivos; y finalmente contaminación sonora.
La sección I del capítulo VIII trata sobre el envenenamiento, contaminación y otras
acciones que pueden alterar la calidad del agua. Una de las nuevas regulaciones es la
restricción contra el envenenamiento de las aguas por disposición de desechos tóxicos,
materiales no-biodegradables o bioquímicos que no han sido tratados correctamente
siguiendo las normas especificas emitidas por la autoridad competente. Si tal violación
ocurre, quien la cometa será penado, pero además será responsable por la
implementación de todos los recursos necesarios para detener la contaminación de las
aguas. En la eventualidad de que las medidas preventivas sean insuficientes, la entidad
competente ordenará que se detenga la actividad de la persona, sea natural o jurídica.
Este capítulo también hace referencia a la contaminación de las aguas durante el curso
del transporte de petróleo. Específicamente incluye penas para el capitán de cualquier
buque que esté sujeto a las regulaciones internacionales y lo hace responsable por la
contaminación de las aguas. Los capitanes encontrados culpables de estos delitos
podrían enfrentar hasta cinco años de prisión. La Nueva Ley es incluso más severa con
aquellos propietarios de buques que por cualquier medio autoricen u ordenen la acción
causante de la contaminación en el agua y lo pena con hasta 10 años de prisión.
La sección III del Capítulo VII se refiere a los desperdicios y desechos sólidos, e
incluye nuevas normas que la Ley Derogada no incluía. En general, la Sección III
implementa normas que prohíben la contaminación del suelo y el subsuelo enterrando o
infiltrando residuos tóxicos.
La Sección IV, tipifica la contaminación por sustancias tóxicas y materiales que puedan
causar epidemias o enfermedades a plantas o vegetales. Esta sección obliga a quien
viole la norma a implementar todas las medidas posibles para prevenir este delito. La
Nueva Ley también trata con el tema de materiales radioactivos. Específicamente, la
Sección V del Capítulo VII establece que cada persona o entidad que tenga, importe,
manufacture, transporte, distribuya, almacene, comercialice, transfiera gratuitamente,
facilite la recepción, trafique o use para propósitos industriales, comerciales, científicos,
médicos o cualquier otro propósito, aparatos o substancias capaces de emitir radiación
electromagnética, radioactiva o iónica, que pueda causar daños a la salud humana o el
ambiente en violación de las normas en la materia, será penado con prisión de hasta 3
años o una multa de 3.000 Unidades Tributarias.
Esta parte de la Nueva Ley también pena a las personas, naturales o jurídicas, que
liberen energía nuclear, poniendo en peligro las vidas o propiedad de otros, con prisión
de hasta 6 años o una multa de hasta 6.000 Unidades Tributarias. El tercero y último
delito que trata sobre materiales radioactivos está relacionado con la alteración o
perturbación de instalaciones o materiales nucleares, y puede ser sancionado con hasta
10 años de prisión o multa de 10.000 Unidades Tributarias.
Finalmente, es importante destacar que las personas naturales y jurídicas que hayan sido
sancionadas con la prohibición de operar sus instalaciones, fábricas o plantas, y desacate
dicha orden, serán sancionadas con hasta seis meses de prisión o una multa de hasta
6.000 Unidades Tributarias. Adicionalmente, a estas personas se les negarán nuevos
permisos, autorizaciones, contratos o cualquier otro acto administrativo cuya finalidad
sea la misma actividad de la cual se derivó el delito, por un periodo de un año después
de que se haya cumplido la sanción.
PERITAJE Y AVALUO
PERITO VALUADOR
PERITAJE
AVALÚO
Para actuar como perito judicial, según las normas legales que rigen la
materia, no es necesario participar en un concurso público, ni realizar
postgrados o cualquier curso específico sobre experticias, ni estar vinculado a
alguna institución o empleo oficial. Pueden ser peritos: los jubilados, los
profesionales en libre ejercicio, los funcionarios públicos y los empleados de
empresas e general, siempre que tenga estudios superiores, como:
administradores, contadores, economistas, ingenieros, médicos, profesionales
ligados al medio ambiente, profesionales del área de la informática, arquitectos,
entre otros.
¿CUÁL ES EL TRABAJO DEL PERITO?