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1.

TIERRA REFORZADA

El terreno es un material que resiste relativamente bien a compresión, pero mal


a cortante y tracción. Si reforzamos esta resistencia a corte, podemos mejorar
su comportamiento. Esta es la base de las contenciones de tierra armada o suelo
reforzado: se construye un relleno de material granular en el que se colocan
láminas horizontales de un material resistente a tracción que evita la rotura por
corte.
Partes del Cálculo

El cálculo tiene dos partes: estabilidad externa y estabilidad interna

 El cálculo de la estabilidad externa

El cálculo de la estabilidad externa es igual que en cualquier otro muro de


gravedad, considerando como un conjunto todo el muro de tierra armada: hay
que comprobar la estabilidad a vuelco y deslizamiento, así como el hundimiento
en el terreno.

 El cálculo de la estabilidad interna

El cálculo de la estabilidad interna consiste en verificar la rotura y el


arrancamiento de los tirantes.

Para verificar la rotura, se calcula la presión horizontal en cada tramo (presión


vertical por coeficiente de empuje activo) y se multiplica por el área aferente de
cada tirante. De este modo tenemos la tracción en cada tirante, que comparamos
con la resistencia del mismo, es decir, el producto de su área por la resistencia
a fluencia del acero.

Para verificar el arrancamiento, se comprueba que la tracción calculada


anteriormente es menor (con un factor de seguridad) que la resistencia por
rozamiento en la parte que queda fuera de la cuña de rotura.
2. CONSTRUCCIÓN DE MUROS DE CONTENCIÓN USANDO
GEOMALLAS

Una alternativa industrial para reforzar el suelo debidamente son las Geomallas,
se recomienda su uso en los muros contención fabricados de concreto
convencionales ó células pre fabricadas de concreto.
USO
El uso adecuado de las Geomallas para reforzar el suelo, es una alternativa
técnica e industrial, a los muros de contención, ya sean de concreto
convencionales ó células prefabricadas de concreto.
El beneficio más importante en el uso de Geomallas en la fabricación de muros
de contención es que se puede conseguir una reducción en el costo total de la
construcción del 30%.
Esta tecnología de Suelo Reforzado, permite la construcción de terraplenes y
muros de contención con “cara verde”, taludes estables a inclinaciones de 80° o
incluso más cuando son utilizados bloques de concreto prefabricados en la
fachada.
Estos elementos prefabricados de concreto se unen a las Geomallas, las cuales,
gracias a su resistencia a la tensión y a su trabazón con el suelo,
simultáneamente sujetan la cara e internamente refuerzan el suelo de una
manera uniforme, a diferencia del sistema de anclaje hecho con barras
metálicas.
Adicionalmente, la notable flexibilidad de la estructura del suelo reforzado,
permite utilizarla sobre suelos de baja capacidad de carga, ajustándose a los
asentamientos y absorbiendo pequeñas deformaciones.
De esta forma, se obtienen ventajas técnicas y económicas considerables,
debido que se dispone de una fachada ligera que ya no tiene que tomar los
empujes del suelo natural al aumentarse considerablemente la resistencia
friccionante del suelo, gracias a la inclusión de las Geomallas.
Cuando se diseña apropiadamente, la estructura trabaja con un alto factor de
seguridad y tiene una gran capacidad para soportar altos niveles de cargas
dinámicas y estáticas.
Construcción paso a paso del muro de contención usando Geomallas:

3. REVESTIMIENTO DE VEGETACION
RECUBRIMIENTO DE LADERAS CON VEGETACION MEDIANTE LA
PROTECCION DE SU SUPERFICIE CON MATERIALES VIVOS

La finalidad principal de los métodos que se describen es cubrir y proteger la


superficie de laderas amenazadas o dañadas. Utilizando un gran número de
plantas, semillas, o trozos de plantas por unidad de superficie, se protege la
superficie del suelo contra el impacto de lluvias intensas, granizo, corrientes de
agua, viento, hielo y otras formas de erosión. El efecto en la profundidad del
suelo tiene una importancia secundaria.

La protección de la superficie mejora las condiciones micro-climáticas,


especialmente la humedad y la temperatura, tanto en el suelo como en la capa
de aire más próxima al terreno. Esto favorece el desarrollo de la vegetación
natural. Los métodos de protección superficial deben aplicarse siempre que se
necesite una protección rápida en una gran extensión.

3.1. CONSTRUCCION DE COLCHONES DE RAMAS

PROCEDIMIENTO CONSTUCCTIVO

 En primer lugar, se introducen en el suelo estacas de madera muertas o


piquetes de acero con ganchos con una profundidad de unos 20 cm y a
una distancia de 60 a 80 cm.
 Seguidamente se colocan ramas vivas en el suelo suficientemente
próximas como para establecer una cubierta completa. Es fundamental
que los extremos de las ramas queden bien cubiertos con una capa
superior de suelo, de tal modo que puedan enraizar, en lugar de secarse
o ser arrastrados por el agua. Los colchones de ramas se protegen
normalmente con fajinas, postes de madera, empalizadas trenzadas o
rellenos de piedra. Si la longitud de las ramas no es suficiente para cubrir
toda la ladera, deben colocarse en capas múltiples; las ramas de la capa
inferior deben solaparse con las de la capa superior por lo menos 30 cm.
 El colchón de ramas se sujeta seguidamente al terreno con alambre,
ramas cruzadas, fajinas o empalizadas trenzadas en hileras distanciadas
de 80 a 100 cm. El método más sencillo es su anclaje con alambre fuerte.

El alambre se ata a las estacas que se colocaron previamente y éstas se


hincan más profundas, de tal modo que el colchón de ramas quede
fuertemente presionado contra el terreno aumentando para ello la tensión
del alambre. Para asegurar el enraizamiento y desarrollo del colchón de
ramas, el ramaje en su conjunto debe apoyarse fuertemente contra el
terreno, estando en estrecho contacto con éste. Todo el colchón debe
cubrirse ligeramente con tierra o material de relleno; sin embargo, no es
necesario hacerlo con suelo de la capa superior.

MATERIALES

 Deben emplearse ramas largas y derechas por lo menos de 150


cm de longitud que en raicen fácilmente. Dependiendo del grueso
y del número de ramas laterales,
 se necesitarán aproximadamente de 20 a 50 ramas por metro de
recorrido, siempre que la longitud de las ramas sea igual que la de
la ladera.
 El peso por metro cuadrado de ramas lisas será por lo menos de 5
kg, y con ramas con abundantes ramillas, de 5 a 10 kg. Si no se
dispone de suficientes plantas vivas, podrán sustituirse en parte
con plantas leñosas muertas, pero deberá entremezclarse muy
bien el material vivo y el material muerto para lograr un crecimiento
homogéneo.

CONDICIONES DE USO

Los colchones de ramas proporcionan una cubierta inmediata y ofrecen una


buena protección incluso contra la erosión ocasionada por las olas y por las
corrientes de agua. El empleo de materiales vivos ayuda a lograr un efecto
permanente. Además, la protección con ramas vivas que continúan su desarrollo
acelera el establecimiento de la vegetación climática.
La penetración de las raíces de las plantas que constituyen el colchón de ramas
será más profunda si el suelo subyacente está seco y es permeable; por ello, no
es aconsejable añadir compost. En la construcción de colchones de ramas, al
colocarse éstas extendidas sobre el terreno, el suelo se estabiliza con menos
profundidad que en la construcción de lechos de ramaje.

3.2. SIEMBRA HIDRAULICA


PROCEDIMIENTO CONSTUCCTIVO

 En primer lugar, se mezclan en un tanque las semillas con agua,


fertilizante, materiales que mejoran las características físicas y químicas
del suelo, y adhesivos.
 A continuación, mediante una bomba acoplada, se rocía la emulsión, por
la superficie a recubrir de vegetación.
 La mezcla debe mantenerse homogénea durante toda la operación de
rociado. Normalmente se rocía en una sola aplicación una capa de 0,5 a
2 mm de espesor.

Siembra mediante sistema Ladera rocosa e inclinada, recubierta de vegetación


Hidráulico (Hidro-siembra) mediante siembra hidráulica, después de tres años.

MATERIALES

Se necesitan de uno a 30 litros de emulsión de semilla (semilla,


fertilizante, material mejorador del suelo, adhesivos, y agua) por metro
cuadrado de superficie a recubrir.

Época

La siembra hidráulica es posible durante toda la estación vegetativa. En


zonas de lluvia moderada, la mejor época es el comienzo de la temporada,
normalmente la primavera; en regiones secas, suele recomendarse la
siembra de otoño.

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