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CAPITULO VII: ANALISIS CUALITATIVO

“Emociones y obesidad en una historia de vida”

Análisis cualitativo

Este análisis está basado en la historia de vida de un sujeto femenino de 54 años que a
partir de su adultez ha sufrido de sobrepeso y obesidad situación que lo tiene un poco
deprimido y ansioso, porque está consciente de su problema, incluso ha tomado terapia y
sin embargo no puede corregir e integrar las partes perdidas de su personalidad.

Desde el inicio de esta investigación se fue detectando, un sentimiento de abandono y un


total rechazo a estar sola. A lo que el sujeto, asocia el estar comiendo con estar
acompañada de familia o amigos, en base a esto se deduce que la persona empieza comer
demás por el hecho de querer estar siempre acompañada.

Ya que en su historia de vida siempre se planteaba la relación comida-amor o comida-


compañía.

Los cimientos de la depresión en esta persona, desde la base del existencialismo, ya están
dados, debido a las condiciones en las que fue “arrojada al mundo”. El nacimiento de una
familia muy numerosa, en donde la principal demostración de amor era a través de la
comida

La base de la obesidad en la persona fue el sentimiento de soledad reiterada. Entre los


principales elementos que se encontraron además de la soledad fueron el miedo a perder
a la familia, “me sentía sola y empezaba a comer”. La pérdida también aparece como
fundamental en el fenómeno de obesidad.

La base desde la psicoterapia Gestalt que permitió explicar la depresión fue la soledad
crónica mediatizada con las sucesivas perdidas y duelos a lo largo de la vida (muerte de un
hijo, abuelos y padre). La ausencia de contacto yo-tú y de relaciones auténticas implicaron
empobrecimiento de la punción Self y personalidad.

La mayor perdida en la persona que la induce hacia la conformación de una estructura de


personalidad compulsiva fue la pérdida de su hijo:

“en esos momentos tan difíciles esperaba que el estuviera ahí, que me abrazara, como de
costumbre, pero ahora no lo puede hacer”

La pérdida del hijo constituyo para la persona, la perdida de la función materna como agente
de cuidado y nutrición de la personalidad de su hijo.
Desde los 45 días de nacida ella entro a una guardería a la que tenía prestaciones su mamá
por trabajar en una dependencia de gobierno. En donde nos relata haber estado muy
contenta, que era un ambiente muy sano le gusta mucho la convivencia porque había
muchos niños, la persona se acostumbra desde bebé a estar rodeada de gente.

El sujeto nos informa de un hecho que ocurrió cuando tenía 18 meses o menos en donde
ella se ve en el mostrador, por donde se entregaban los bebés, en donde una nana llamada
Juanita la tiene tomada de la mano y la está paseando por todo el mostrador estaba dividido
por unos vidrios entre uno y otro para entregar a varios niños al mismo tiempo, ella nos
refiere que solamente está el guardia y la nana con ella, tiene muy presente que volteaba
para todos lados y estaba vacía la guardería, a pesar de ser tan pequeña tiene ese recuerdo
muy presente y muy fijo en su mente, al rato llega su mamá corriendo. Este recuerdo lo
trabajo ella en terapia y lo que resultó de esto es que ella tenía un sentimiento de abandono
y de soledad, por lo que le recomendaron hablara con su mamá para ver qué había pasado
y porque era que la había dejado sola. Cuando ella toma esta terapia tiene 40 y tantos años
y efectivamente habla con su mamá, en donde ella le dice que siente que la abandonó, no
sabe por cuánto tiempo estuvo ahí en la guardería, pero refiere que quizá por eso a ella no
le gusta estar sola, a lo que su mamá contesta que nunca la dejo sola, en esa ocasión, Ella
salía a las tres de la tarde pasar a recogerla cuando ya habían salido varios niños ya que
las otras trabajadoras salían un poco antes de las tres por los niños para ir a la planta baja
del edificio y checar a las 3:00, su mamá prefería esperar a las tres, ya cuando pasaba
recogerla había pocas madres y niños, pero en esta ocasión cuando ella iba para afuera,
su jefe la llamo y tocaron algunos puntos referente al trabajo que tenía que hacer al
siguiente día, pero le informo su mamá que fueron 10 o 15 minutos que se tardó, cuando
llego ya pasaban de las tres, Y efectivamente sólo estaba el vigilante y la nana con La niña.

La persona nos informa que ese hecho aparentemente no tenía relevancia en su vida sin
embargo recordaba esa escena con frecuencia, un día tuvo una larga conversación con
ella y ésta le dijo que no pensaba que le hubiera hecho tanto daño, o afectado tanto, con
detalles como esos en su vida adulta, que lo lamentaba mucho y la persona le informo a
su mamá, que quizá inconscientemente sentía haber tenido una pérdida y generado un
estado de abandono emocional.

También nos informa el sujeto que al laborar sus padres todo el día ella quedaba el cuidado
de sus hermanas mayores por lo que no recuerda haber tenido mucho contacto físico ni
cariños con sus padres dándose este abandono emocional por parte de ellos como falta de
respuesta a las necesidades de contacto afectivo y la ausencia de contacto con caricias, e
indiferencia frente a los estados anímicos del niño.

Sumado a esto Polansky (1972) define el abandono como aquella forma en la que el
cuidador por falta de atención, permite que el niño experimente un sufrimiento, el cuidador
por fracasa o se aleja de la necesidad de brindarle al niño protección y cuidado alternando
su condición física, psicológica y social.
De acuerdo con bowlby, (1973) citado por Barudy (2003) el abandono es una separación
progresiva y una pérdida de lazos afectivos que va aumentando hasta darse el abandono
definitivo. (Corsi, 2001 PP-33-34)

El sujeto refiere que cuando tenía dos años cambiaron su residencia, se fueron a vivir a
una colonia llamada reforma Iztaccíhuatl, en la Ciudad de México, en la esquina de la calle
ola verde, la casa de sus abuelos estaba en la esquina y la siguiente casa en donde se
cambiaron ellos, el sujeto nos dice que recuerda todo eso con mucho cariño y con mucho
gusto porque la casa de su abuelita estaba siempre con mucha gente, con sus primos, tíos
y hasta amigos de la familia

Ella asocia los eventos que tiene como costumbre la familia, (que era comer todos reunidos
tíos, primo, papás y abuelos formando grupos muy grandes en donde se compartía y se
convivía), con amor, cariño y compañía, en un inicio a ella no le gustaba comer mucho y
pasaba demasiado tiempo en la mesa con todos los demás ya que no podía levantarse
hasta que terminara su comida, Ella comía poco y muy despacio, Por lo que se quedaba
sin salir a jugar con sus primos o amigos y en ocasiones se quedaba hasta tarde sola en la
mesa, por lo que empieza a crear introyectos, (que si quiere estar con otras personas, tiene
que comer más, aunque ya esté satisfecha o no le guste la comida, o que si no come se
quedará sola), entra a la adolescencia ella aprende a saborear los guisos que preparaban
las personas mayores y La persona refiere que cuando tenía como nueve años iba a un
curso de regularización en su escuela los sábados y por un error de comunicación con su
mamá, se quedó toda la tarde en la escuela, ya que le pidió que fuera por ella temprano,
cuando normalmente la niña se iba con otra compañera, la niña estuvo el sábado ahí
esperando su mamá desde la una de la tarde hasta las nueve de la noche por lo que ella
sentía que estaba muy sola y abandonada, estuvo sentada en un camellón que estaba
enfrente de la escuela, cuando paso caminando una compañera de la escuela que vivía
enfrente la vio y la invitó a su casa, le pregunto si ya había comido y le preparo algo de
comer, como a las cinco de la tarde la persona indica que habló con su mamá dos veces
pero nada más le preguntaba qué hora iba ir por ella y no le avisaba que no estaba en casa
de su abuelita, sino en la escuela. La mama de esta niña pensaba que estaba en la casa
de su abuela, cuando por fin se enteró fue a buscarla, y la encontró muy triste ya que el
conserje de la escuela le decía a la niña que nadie la quería, y ya la iban a dejar ahí para
siempre, este señor no se daba cuenta cuanto mal de podía ocasionar con esos
comentarios.

El miedo al abandono es uno de los primeros que se experimenta cuando se es niño la


ausencia del padre o de la madre sobre todo de la madre en nuestra cultura marca no se
existencia de niños es completamente dependiente se necesita de nuestros cuidadores
para poder sobrevivir y si ella se alejan se empieza generar miedo.
www.Psicologíaypsicoterapia.mex blog de psicoterapia Guestalt, 2013
Situación que fue determinante para que ella empezara a subir de peso

Las personas que tienen problemas relacionados con la alimentación, padecen de


problemas de autonomía e independencia problemas interpersonales como introversión
inseguridad dependencia social alta decisión dificultad para relacionarse con el sexo puesto
sensación de fracaso falta de control en el.

La persona atraviesa por un estado de depresión y ansiedad con la pérdida de su hijo, por
lo que empieza a tener ataques por atracón (comer descontroladamente) El estado de
ansiedad.

Entre los muchos síntomas de expresión inhibida, el ataque de ansiedad merece una
discusión especial. Ningún otro síntoma demuestra tan convincentemente la necesidad de
una descarga adecuada de la energía aprisionada como el ataque de ansiedad, y aún más,
la neurosis de ansiedad (reacción habitual de ansiedad). Es comparativamente fácil
comprender la dinámica de la ansiedad y reconquistar el control de las específicas
contracciones musculares, con tal que se preste atención a dos puntos. Primero, se debe
dar libre campo de acción a la excitación que subyace al ataque de ansiedad. Se puede
lograr una descarga suficiente por sí mismo. Pero a la persona no le debe preocupar estar
loco durante media hora, si se pertenece a los que consideran toda explosión emocional
como un síntoma preciso de locura. Aunque sirve de gran alivio llorar a gusto en los brazos
de un ser amado, o solo en su propia habitación. Se podría hacer caras frente a un espejo,
o volverse loco furioso, golpear una almohada hasta quedarse agotado. Como segundo
paso, se tiene que trasformar el armazón del pecho en una parte viva del organismo
completo: la persona tiene que restaurar su respiración (Perls, 1975, pág. 343).

Todos los enfoques psicológicos revisados (conductismo, cognitivo, bioenergética,


psicoanálisis) apoyaron los resultados obtenidos, vinculando a la obesidad como un
fenómeno que contiene, inevitablemente a una percepción de insuficiencia o perdida, lo
cual apoya los resultados obtenidos en esta investigación bajo el modelo Gestáltico.

Bowlby en su famosa investigación sobre la “depravación infantil” menciona que el niño ,


en relación a su madre, cuando esta se va, reacciona 1) agitado y llamándola 2) si esta no
aparece incrementa sus peticiones 3) Si continua sin aparecer, el infante comienza a
mostrar un estado de sopor, una especie de catatonia 4) luego de un tiempo él bebe en ese
estado y sin el regreso de la madre necesitada, es probable que el bebé no reaccione, no
solo a la madre, sino a ningún cuidador, lo anterior muestra, como un estado sostenido de
privación afectiva en las primeras fases de la vida pudieran conducir a una configuración
de la personalidad a la que se le dificulta vincularse. No se encontró en la literatura Gestalt
información que apoyaran un proceso permanente de dificultad en la personalidad. La
obesidad desde el modelo Gestalt pude ser explicada.

Los sentimientos más repetidos y con mayor carga emocional encontrados en la persona
fueron miedo a la pérdida de seres amados y a la soledad. La persona se percibe a sí
misma como completa solo cuando esta con personas queridas, dentro de si se encuentra
un sentimiento a veces negado de incompletud, necesidad o carencia. Lo anterior contrasta
marcadamente con la opinión que otro tiene de ella “me apoyaba, me dabas mucha
seguridad, eras una mujer muy desenvuelta y segura, me hacías sentir bien”

Carencia de habilidades sociales

Parece ser que lo sujetos obesos se enfrentan con dificultades cuando intentan mantener
o establecer relaciones interpersonales; es posible que esto se deba a que carecen de
algunas habilidades sociales como son: asertividad, problemas para descifrar algunos
mensajes no verbales, dificultades

Según Guzmán R. (2010) .P. 208


Factores psicosociales asociados al paciente con obesidad

Para expresar sus sentimientos y una carencia de ajuste social. Todo ello se refleja en las
altas tasas de soledad que exhiben esta clase de sujetos.

Las personas que tienen problemas relacionados con la alimentación viven problemas de
autonomía e independencia, problemas interpersonales como introversión, inseguridad,
dependencia, ansiedad social, falta de aserción, dificultad para relacionarse con el sexo
opuesto, sensación de ineficacia, fracaso y falta de control en el ámbito escolar, laboral y
social R. Guzmán (factores emocionales de la obesidad, Pág. 209)

En cuanto a la relación madre-hijo, Bruch (1973) enunció las consecuencias de largo


alcance que esta relación tiene sobre la obesidad del niño. Afirmó que acosar al niño con
comida cada vez que llora y continuar empleando la comida para tranquilizarlo durante su
desarrollo puede equivaler a criar un pequeño que confunde sus estados internos. Para
Bruch, la conciencia del hambre y la saciedad contienen elementos aprendidos, lo mismo
que la frustración, la ansiedad y la tensión. Como resultado de la confusión, por tanto, la
sobrealimentación enseña eslabonamientos defectuosos entre los estados internos y el
acto de comer; la sobrealimentación temprana antecede a la ingesta excesiva ulterior.
(Guzmán 2009)

Presentan las consecuencias psicopatológicas del seguimiento de dietas, como son un


aumento de depresión, ansiedad, nerviosismo, debilidad e irritabilidad, de los ciclos de
pérdida- recuperación de peso (efecto yo-yo), donde las personas se sienten culpables,
avergonzadas, inadecuadas y criticadas por su fracaso por familiares, compañeros de
trabajo y profesionales de la salud. Logrando conducir a la persona obesa dentro de un
círculo vicioso del que resulta imposible salir, volviendo después de tantos esfuerzos de
nuevo a la depresión, la ansiedad, angustia y al trastorno por atracón. (2009) P.211
Conductas adictivas relacionadas con la ingesta de alimentos

Como ya se señaló, al intentar explicar a la gordura a partir de una personalidad específica,


se han tratado de equiparar factores comunes entre los obesos y los adictos.

Ravenna (2004) describe a la personalidad adictiva como aquella que no solo tiene
necesidades fisicoquímicas, sino también un estado emocional particular relacionado con
factores químicos (neurotransmisores y neuroreceptores) conectados a los sentimientos y
a las necesidades biológicas de cada individuo. Esa dependencia hace que el obeso adapte
su estilo de vida al mantenimiento de la conducta adictiva la cual si se mantiene en el tiempo
seguirá con la negación de los efectos agresivos minimizando, justificando y auto-
engañándose; es en esta etapa cuando se involucra el entorno. Ya en una última etapa las
conductas son automáticas y manejadas por las emociones.

La comida no es adictiva, sino la conexión del individuo con ella. (2009) Pág.212

Contrastación

Duelo y Melancolía

Las múltiples analogías del cuadro general de la melancolía con el del duelo justifican un
estudio paralelo de ambos estados. En aquellos casos en los que nos es posible llegar al
descubrimiento de las causas que los han motivado, las hallamos también coincidentes. El
duelo es, por lo general, la reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción
equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etcétera. Bajo estas mismas influencias, surge en
algunas personas, a las que por lo mismo, atribuimos una predisposición morbosa, la
melancolía, en lugar del duelo. Es también muy notable, que jamás se nos ocurra considerar
el duelo como un estado patológico y someter al sujeto afligido a un tratamiento médico,
aunque se trata de un estado que le impone considerables desviaciones de su conducta
normal. Confiamos, efectivamente, en que al cabo de algún tiempo, desaparecerá por sí
solo, y juzgamos inadecuado e incluso perjudicial, perturbarlo.

La melancolía se caracteriza psíquicamente por un estado de ánimo profundamente


doloroso, una cesación del interés por el mundo exterior, la perdida de la capacidad de
amar, la inhibición de todas las funciones, y la disminución de amor propio.

Este cuadro se nos hace más inteligible cuando reflexionamos que el duelo muestra
también estos caracteres, a excepción de uno solo: de la perturbación del amor propio. El
duelo intenso, reacción a la pérdida de un ser amado, integra el mismo doloroso estado de
ánimo, la cesación del interés por el mundo exterior, en cuanto no recuerda a la persona
fallecida, la pérdida de la capacidad de elegir un nuevo objeto amoroso, lo que equivaldría
a sustituir al desaparecido, y el apartamiento de toda función no relacionada con la memoria
del ser querido. Comprendemos que esta inhibición y restricción del “Yo” es la expresión de
su entrega total al duelo. En realidad, si este estado no nos parece patológico, es tan sólo
porque nos lo explicamos perfectamente.

En el duelo, nos explicamos la inhibición y la falta de interés, por la labor de duelo que
absorbe el “Yo”. La pérdida desconocida, causa de la melancolía, tendría también, como
consecuencia, una labor interna análoga, a la cual habríamos de atribuir la inhibición que
tiene efecto en este estado. Pero la inhibición melancólica nos produce una impresión
enigmática, pues no podemos averiguar, qué es lo que absorbe tan por completo al
enfermo.

El melancólico muestra, además, otro carácter, que no hallamos en el duelo, una


extraordinaria disminución de su amor propio, o sea un considerable empobrecimiento de
su “Yo”.

En el duelo el mundo aparece desierto y empobrecido ante los ojos del sujeto. En la
melancolía es el “Yo” lo que ofrece estos rasgos a la consideración del paciente. Éste nos
describe su Yo como indigno de toda estimación, incapaz de rendimiento valioso alguno, y
moralmente condenable. Se dirige amargos reproches, se insulta y espera la repulsa y el
castigo. Se humilla ante todos los demás y compadece a los suyos, por hallarse ligados a
una persona tan indigna. El cuadro de esta manía de empequeñecimiento se completa con
insomnios, la repulsa del alimento y un desfallecimiento, en extremo asombroso
psicológicamente, del instinto que fuerza a todo los seres vivos a aferrarse a la vida.

La mujer antes cabal, meritoria y penetrada de sus deberes, no hablará, en la melancolía,


mejor de sí misma, que esta otra, en verdad inservible para todo y aun quizá sea más
proclive a enfermar de melancolía que esta otra de quien nada bueno sabríamos decir.

Sigmund Freud, (1917) Tomo XIV pág. 241-244

Obesidad infantil, ansiedad y familia

Según D. Días & R. Enríquez www. Medigrafhic.com (2007) PP.22-26

Ansiedad

La ansiedad es una vivencia universal, surge en respuesta a exigencias o amenazas como


señal para buscar la adaptación. suele ser transitoria percibida como nerviosismo o
desasosiego ocasionalmente como terror y pánico si se hace persistente intensa autónoma
desproporcionada a los estímulos que la causan genera conductas Evitativas o retraimiento
se le incluye entre los trastornos mentales plan ciudad consiste en el conjunto de reacciones
físicas y psicológicas que ocurre ante la presencia de un peligro la respuesta de ansiedad
se encuentra presente desde el nacimiento siendo un mecanismo natural con el que
nacemos plan ciudad no sólo aparece por peligros externos y objetivos sino también por
otros de carácter interno y subjetivo e incluso por miedos inconscientes la ansiedad normal
surgen en respuesta a exigencias de la vida cotidiana como realizar un examen una
operación quirúrgica un despido laboral entre otros. Pag.23

El comer o más exactamente masticar al suponer un gasto de energía y el implicar una


forma de desgarrar y triturar se transforma en una forma de reducir la ansiedad lo cual es
una forma rápida y pasajera para el alcance del paciente. Si el comer como recurso anti
ansiedad se transforme en algo habitual con el tiempo se aumenta de peso incluso
estableciendo en alguna persona un círculo vicioso donde la ansiedad se reduce comiendo,
por ende aumenta de peso y esto amento de peso genera un motivo de alarma de
preocupación por lo que nuevamente aparece la ansiedad y una vez más se come como
mecanismo compensador.

Cuando las causas que motivan la ansiedad no se identifica la persona entra en un estado
de ansiedad continua que de forma muy frecuente alivia comiendo. entre los factores de
riesgo para la obesidad destacan Los antecedentes familiares bases culturales
sedentarismo y ansiedad entre otros los obesos tienen presentar además características
psicológicas que tienden a grabar su problema.

La familia es innegable la importancia que tiene la familia para la supervivencia del individuo
y el moldeamiento de su personalidad está a demostrado su gran adaptabilidad para
adecuarse a las condiciones y continuas transformaciones sociales con todas sus
limitaciones la familia desempeña y lo seguirás siendo un rol fundamental para la
supervivencia y el desarrollo de la expresión mana el nivel de funcionamiento familiar en el
momento adecuado puede afectar aquellos influencias familiares controlables por el
nombre de manera tal que ésta se refleja positiva o negativa mente en la salud de los
individuos de igual manera el funcionamiento familiar puede verse alterado por cualquiera

delas otras variantes que confirman el ambiente social

la familia juega un papel determinante en la génesis de los problemas alimenticios y lo


obesidad puede ser proporcionada por una dinámica familiar disfuncional donde el individuo
que eso funciona como un medio para aminorar los conflictos y tensiones que se propician
por dicha dinámica el sobrepeso está directamente correlacionado con una alta
problemática familiar y la obesidad de los niños y las niñas se encuentra asociada con la
salud mental de los miembros de la familia y con el funcionamiento de esta, por lo tanto lata
milia obesa posee una dinámica que sostenemos la de los familias psicosomáticas estudios
han demostrado la importancia de la influencia paternal y la formación de los hábitos
saludables en el desarrollo de peso y obesidad de los hijos la madre como primero
cuidadora proporciona a los niños de estructura básica de relación con la comida debido
que es la encargada. De ofrecer algunos alimentos y de evitar otros distribuir las comidas
durante el día y determinar la cantidad de comida se plantea además que los conocimientos
actitudes y prácticas alimentarias de la madre determinan en gran medida el estado
nutricional de la familia especialmente en los sectores de bajos recursos económicos. Pág.
25

Según Silvestri, E. & Stavile, A. Aspectos psicológicos de la obesidad, (Abril, 2005)


Córdoba, posgrado en obesidad. Universidad Favaloro. PP.14-17

Si se buscan factores comunes en las distintas personalidades se encuentran


construcciones subjetivas semejantes a la de los adictos y sufrientes de enfermedades
crónicas por lo que algunos autores hablan de una personalidad adictiva.

La personalidad adictiva es aquella que no solo tiene necesidades físico-químicas sino


también un estado emocional particular relacionado con factores químicos
(neurotransmisores y neuro-receptores), conectados a los sentimientos y a as necesidades
biológicas de cada individuo. La enfermedad adictiva depende de cuatro elementos
interrelacionados:

1.- objeto droga: si bien la comida no tiene efectos tóxicos inmediatos ingerida en exceso
abandona su función nutricional y placentera para transformarse en un elemento tóxico
generando dependencia, enfermedad física y psíquica.

2.- La persona: una de las características de la personalidad del obeso es que no tiene
límites con su ingesta, ni con su cuerpo ni con su comportamiento, actuando en forma
demandante, invasora y a la vez se deja invadir.

3.- La familia: ciertas familias fomentan la adicción desde etapas tempranas, sobre todo
aquellas donde está alterada la relación entre unos con otros.

4.- Factores socioculturales: la mirada y el gusto de los otros intervienen como una presión
en el comportamiento social de la persona obesa y en su desempeño. Esa dependencia
hace que el obeso adapte su estilo de vida al mantenimiento de la conducta adictiva la cual
si se mantiene en el tiempo seguirá con la negación delos efectos agresivos minimizando,
justificando y auto engañándose: es en esta etapa cuando se involucra el entorno.

Ya en una etapa final las conductas son automáticas y manejadas por las emociones. “La
comida no es adictiva. Sí lo es la conexión del individuo con ella”.PP.6-7

Los obesos viven sentimientos de desvalorización cotidianos, todos se enfrentan a la misma


presión social, lo que no quiere decir que todos la elaboren de la misma manera. Así, de
acuerdo a su historial personal y en combinación con los conflictos generados por un medio
social hostil, la persona obesa puede o no desarrollar una psicopatía y en algunos casos
trastornos alimentarios. Sumado a todo esto, están las consecuencias psicopatológicas del
seguimiento de dientas hipocalóricas estrictas (como aumento de presión, ansiedad,
nerviosismo, debilidad e irritabilidad, de los ciclos de perdida-recuperación de peso (efecto
yo-yo), que los hacen sentir culpables, avergonzados, inadecuados y criticados por su
fracaso por familiares, compañeros de trabajo y profesionales de la salud, logrando conducir
al obeso al desarrollo de nuevas patologías psiquiátricas, entre las que destacan la
depresión, la ansiedad, angustia y hasta el trastorno alimentario compulsivo. Pág. 8

Los trastornos a nivel de la percepción interoceptiva-contenido-se expresan como dificultad


en percibir, discriminar y nominar los efectos (sensaciones interoceptivas y sentimientos)
fundamentalmente los registros de hambre y saciedad, ya que el alimento puede adquirir
un valor atractivo y peligroso, generador y evacuado de tensiones endosomáticas o
psicobiológicas como una defensa frente al impacto de emociones que no pueden ser
manejadas y/o toleradas por un aparato psíquico con predominancia de un modo de
funcionamiento que tiende a la descarga de las mismas. Pág.9

La ansiedad puede adoptar diversas formas pero aquella más relacionada con la obesidad
es la ansiedad generalizada, es decir aquella que está presente a niveles no muy elevados,
pero es casi permanente. Este tipo de ansiedad al no ser muy elevada, consigue un
porcentaje de reducción importante con el acto de comer. Al ser constante su presencia y
su reducción con el comer se provocan un aumento de peso.

Las causas que más frecuente despiertan una ansiedad crónica son:

1- Miedo a ser abandonado: a quedar desvalido, desatendido, olvidado por los seres
más cercanos e importantes (padres conyugue o hijos)
2- Miedo a no controlar los propios impulsos agresivos: ya sea relacionados a
determinadas personas, a un pasado violento o a fantasías infantiles de agresión.
3- Miedo a no controlar impulsos sexuales.
4- Miedo a perder la estabilidad laboral
5- Miedo a la despersonalización
6- Miedo a que la vida se deslice por senderos imposibles de controlar
7- Miedo a no alcanzar metas personales o estándares sociales
8- Miedo a la repetición de acontecimientos traumáticos. Pág.13

Depresión

Las manifestaciones depresivas, en esta psicopatología se pueden describir las siguientes


características:

 Quien la sufre es incapaz de entender, percibir y procesar los estímulos y


situaciones gratificantes.
 Perdida de interés por las actividades o situaciones
 Insomnio o dificultades para conciliar el sueño
 Sensación de cansancio, dolores musculares, estreñimiento-
 Incapacidad para hacer frente a sus obligaciones familiares, laborales y sociales
 Frecuente pérdida del apetito
 Bajo nivel de autoestima
 Excesiva preocupación por el estado de salud
 Irritabilidad, incapacidad para concentrase.
 Llanto, miedo, angustia, sin situación alguna que lo justifique.
 Autor reproches por ser incapaz de salir de esta situación depresiva.
 A niveles diferentes de conciencia, suele haber sentimientos de culpa,
incompetencia personal, inutilidad.
 Sentimientos no reconocidos de agresividad hacia los demás, que se vuelcan hacia
uno mismo.
 Ideas más o menos concretas de suicidio.

Estas características o parte de ellas están presentes de manera permanente, no ocasional,


cuya duración puede ir desde varios meses hasta varios años.

A estas características mencionadas pueden agregarse elementos biográficos y


psicológicos que facilitan la aparición de la depresión.

El comer en exceso ciertos alimentos puede contribuir a cerrarle el paso a la depresión.

Esos kilos de más producto del consumo de alimentos muy calóricos sería el precio que la
persona paga por poner un dique de contención a la depresión. Pág. 14

Aparición de la obesidad como respuesta a la pérdida de un ser querido.

Suele observarse en algunos obesos que bajan de peso cuando se enamoran y lo


recuperan cuando pierden al ser querido- representante invariablemente de la madre.

Estos fenómenos son sufridos pasivamente, es decir quienes lo padecen no buscan ni


acentuar ni atenuar su peso corporal en relación con sus experiencias amorosas. Pero poco
a poco, toma fuerza en su conciencia la constelación de angustia relacionada con temores
y/o situaciones de abandono. Este es un ejemplo paradigmático que nos remite a la
observación primordial de que, en mucho casos, la pérdida de objetos maternizados puede
desencadenar el proceso psicobiológico que conduce a la obesidad. En estos casos el
sujeto elige la comida como objeto, en vez de otros objetos, para su compromiso afectivo
porque “ella”, la comida, no abandona. Pero como el comer, en la proporción que la
voracidad de objeto exige, produce obesidad, esto acarrea rechazo social, con el
consiguiente deterioro de la autoestima y el natural dolor que eso produce, busca ser
calmado con comida. Se inaugura así un ciclo que gira, dramáticamente, en torno de sí
mismo.

Así el vacío psíquico, juega un papel crucial en la cuestión del no saciarse del obeso,
entendida desde la orilla de su psicogénesis. Pág. 17
Palabras clave

Soledad

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Diversión

Miedo

Dolor

Ansiedad

Depresión

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