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Responsabilidad penal por mala praxis médica 39

CAPÍTULO II
TIPOS PENALES APLICALBLES POR
MALA PRAXIS MÉDICA
EN BOLIVIA
Tal como ya lo hiciera notar anteriormente, debido a
la carencia de un instrumento jurídico en nuestra
Legislación Nacional que específicamente regule esta
importante relación médico - paciente, determinando
con claridad y precisión los derechos y deberes
recíprocos de éstos, así como estableciendo un
catálogo punitivo expreso (qué conductas médicas
deben considerarse delitos); de momento y dentro de
las acciones judiciales o por lo menos denuncias que
se intentan por mala praxis médica y que por cierto
son ya cada vez más frecuentes, estas conductas se las
subsumen en el marco o los alcances de diferentes
tipos penales tan sólo en atención o consideración a
sus consecuencias o resultados. Entre estos tipos
contemplados en nuestro Código Penal, están por
ejemplo principalmente los que a continuación me
permitiré transcribir:
Artículo 260 (Homicidio culposo): El que
por culpa causare la muerte de una persona
incurrirá en reclusión de 6 meses a 3 años.
Si la muerte se produce como consecuencia de
una grave violación culpable de los deberes
inherentes a una profesión, oficio o cargo, la
sanción será de reclusión de 1 a 5 años.
40 Alfredo Pérez Álvarez

Artículo 270 (Lesiones gravísimas):


Incurrirá el autor en la pena de privación de
libertad de 2 a 8 años, cuando de la lesión
resultare:
1) Una enfermedad mental o corporal, cierta
o probablemente incurable.
2) La debilitación permanente de la salud o la
pérdida o uso de un sentido, de un miembro
o de una función.
3) La incapacidad permanente para el trabajo
o la que sobrepase de ciento ochenta días.
4) La marca indeleble o la deformación
permanente del rostro.
5) El peligro inminente de perder la vida.
Artículo 271 (Lesiones graves y leves): El
que de cualquier modo ocasionare a otro un
daño en el cuerpo o en la salud, no compren-
dido en los casos del artículo anterior, del
cual derivare incapacidad para el trabajo de
treinta a ciento ochenta días, será sancionado
con reclusión de 1 a 5 años.
Si la incapacidad fuere hasta veintinueve días,
se impondrá al autor reclusión de 6 meses a 2
años y prestación de trabajo hasta el máximo.
En realidad estos tipos penales o delitos vendrían a ser
los más usuales o frecuentes que las víctimas por mala
praxis médica suelen invocar en sus denuncias o acaso
Responsabilidad penal por mala praxis médica 41
demandas (aunque no son los únicos), porque en ellos
estarían contenidos o comprendidos casi todos los
daños imaginables que se puedan ocasionar en el
campo de la salud, ya sea que éstos tengan que ver
con la vida, con el cuerpo, la salud o la mente del
paciente. Sin embargo, y de una manera no del todo
comprensible, el artículo 174 siempre del cuerpo
sustantivo penal ya antes referido, sin hacer ninguna
discriminación del tipo de lesión de que se trate
(gravísima, grave o leve), minimiza la sanción
estableciendo que:
Artículo 274 (Lesiones culposas): El que
culposamente causare a otro alguna de las
lesiones previstas en este capítulo, será
sancionado con multa hasta de doscientos
cuarenta días o prestación de trabajo hasta
un año.
Norma esta que naturalmente se encuentra en plena
vigencia, por lo que llegado el momento su aplicación
sería inexcusable, en la presunción de que toda forma
de mala praxis se produce siempre “por culpa” (falta
de previsión) y nunca “con dolo” (intención), pero sin
tomar en cuenta la gravedad del daño.
Ahora, al tratar este punto los doctrinantes de la
materia suelen incluir también otros tipos más, entre
los que están de manera concreta el “abandono de
personas incapaces” y la “denegación de auxilio”,
previstos en los Arts. 280 y 281 respectivamente de
42 Alfredo Pérez Álvarez

nuestro Código Penal; y en legislaciones de otros


Países como la Argentina por ejemplo, conocidas tan
sólo como “abandono de personas” (en general) y
“omisión de auxilio”, disposiciones éstas ya antes
transcritas en las páginas 22 y 23 a las que hay que
remitirse.
De cualquier manera es necesario puntualizar que,
aquellos citados artículos 280 y 281 de nuestro
Código Penal, concretamente se refieren:
- El primero a: “…quien teniendo bajo su cuidado,
vigilancia o autoridad, abandonare a una persona
incapaz de defenderse o de valerse por sí misma por
cualquier motivo”; y
- El segundo a: “…quien debiendo prestar asistencia,
sin riesgo personal, a un menor de doce años o a una
persona incapaz, desvalida, o en desamparo o
expuesta a peligro grave e inminente, omitiere
prestar el auxilio necesario o no demandare el
concurso o socorro de la autoridad pública o de otras
personas…”.
Como bien puede advertirse, ambas normas tienen
que ver o comprenden casos y circunstancias por
demás particulares, y que en cierta manera podríamos
decir que limitan la posibilidad de aplicarlas al campo
o temática que aquí nos ocupa; por esto es que en
nuestra sociedad el paciente víctima de una posible
mala praxis médica, apela más a aquellos otros tipos
Responsabilidad penal por mala praxis médica 43
penales ya referidos como el “homicidio culposo”,
“lesiones gravísimas”, y “lesiones graves y leves”,
previstos y sancionados por los Arts. 260, 270 y 271
del Código Penal.
Sin embargo, los repetidas veces citados Arts. 180 y
181 de nuestro cuerpo sustantivo penal y que de una
manera por demás genérica se refieren al “abandono
de personas incapaces” y la “denegación de auxilio”,
dejan absolutamente claro que tienen por finalidad
defender a las personas que se encuentran justamente
en estado de “minusvalía” e “incapacidad”, y que
respecto a éstos pretenden un proceder adecuado
como solidario de parte de toda la sociedad, aunque
de un modo especial de aquellas personas que por la
naturaleza de su ocupación o trabajo, función, oficio o
profesión, están obligados a ello, entre los que
estarían comprendidos por ejemplo los policías, los
bomberos, los responsables de los centros gediátricos,
de los hogares de menores, etc., etc.); claro que esto
perfectamente podría también aplicarse en nuestro
medio al campo médico o de la salud, entendiéndose
que todos los profesionales del ramo tienen el
ineludible deber ético y moral, así como legal, de
asistir de manera inmediata a un enfermo grave o de
urgente necesidad, sin condicionamientos de ninguna
naturaleza y menos todavía exigencias de excesivos
formalismos, que en muchos de los casos acaban
postergando injustificadamente su oportuna atención,
con el innegable peligro que ello implica.
44 Alfredo Pérez Álvarez

Luego de todo lo dicho también hay que explicar, qué


debe entenderse por “minusvalía” e “incapacidad”,
para lo que acudiremos al concepto siguiente:
“El estado de minusvalía e incapacidad se da
por la pérdida de la aptitud para la autovalía
y puede ser determinada por causas
intrínsecas del sujeto (minoridad, extrema
vejez, patologías orgánicas o psiquiátricas) o
extrínsecas al sujeto (violencias traumáticas,
accidentes, intoxicaciones etílicas, adiccio-
nes).
Dr. FONTAN BALESTRA
(Citado por Vanesa Di Cataldo – Mala Praxis Médica)

Ahora si, ya más allá de cualquier percepción,


susceptibilidad o sentimiento muy personal, no puede
negarse el hecho de que en la realidad de nuestros
centros médicos, particularmente en los Hospitales,
Clínicas, Cajas de Seguros u otros de esta naturaleza,
con total seguridad de que muchos de nosotros en
alguna oportunidad lamentablemente hemos tenido la
amarga experiencia de que, al acudir en una verdadera
emergencia, no nos ha sido posible obtener una
pronta y menos adecuada atención, y esto, debido a
sus rigurosos y en ocasiones exagerados formalismos
(si el que precisa la atención está asegurado, a qué
Caja pertenece y en su caso que acuda a ella, quien va
hacerse responsable por los gastos, etc.); cuando no
por falta de alguno de estos requisitos se nos ha
negado la asistencia.
Responsabilidad penal por mala praxis médica 45
Aunque según la posición de los responsables esto sea
aparentemente explicable, en los hechos ya no puede
seguir sucediendo en nuestra sociedad, más aún si en
la nueva Constitución Política del Estado (al margen
de que compartamos o no sus lineamientos), esto está
entre los “Derechos Fundamentales” de las personas.
Artículo 18 (CPE):
I.- Todas las personas tienen derecho a la
salud.
II.- El Estado garantiza la inclusión, y el
acceso a la salud de todas las personas,
sin exclusión ni discriminación alguna.
III.- El sistema único de salud será universal,
gratuito, equitativo, intracultural, inter-
cultural, participativo, con calidad,
calidez, y control social. El sistema se
basa en los principios de solidaridad,
eficiencia y corresponsabilidad y se
desarrolla mediante políticas públicas en
todos los niveles de gobierno.
(las negrillas son mías)

De todos modos este artículo es mucho más explícito,


en lo que hace al tema, en relación al Art. 7 de nuestra
anterior C.P.E., que sólo en su primer inciso y de
manera por demás general decía:
Artículo 7.- Toda persona tiene los siguientes
derechos fundamentales conforme a las leyes
que reglamenten su ejercicio:
a) A la vida, la salud y la seguridad; . . .
46 Alfredo Pérez Álvarez

De cualquier manera, en lo tocante a lo establecido en


el parágrafo III del antes transcrito Art. 18 de la nueva
Constitución Política del Estado, necesariamente debe
llamarnos la atención la parte de su texto que dice que
el Sistema Único de Salud, entre otras cosas, será
“gratuito”, lo que en los hechos no es así.
Para nadie es desconocido que, en nuestro País los
diferentes gobiernos de turno nunca han podido hacer
realidad este aspecto de la “gratuidad” en el servicio
de salud, en los alcances reales que debe tener esta
expresión como finalidad, y mucho menos en la
actualidad cuando ni siquiera se pueden superar las
más premiosas necesidades del campo médico o
sanitario (infraestructura, presupuesto adecuado, ítems
suficientes, insumos, etc., etc.), sino que muy por el
contrario, vemos que la mayoría de las autoridades del
ramo están más preocupadas en acomodar a la gente
de su línea política en cualquier cargo, sin importar su
capacidad, su experiencia o idoneidad.
Frente a esta inocultable situación, sólo nos queda la
esperanza de que algún día esto pueda ser realidad,
aunque está muy claro que no será en estos tiempos,
donde por el contrario todo se torna mucho más difícil
cada día y menos posible; y no porque ello sea
atribuible precisamente a los profesionales en salud,
sino que es responsabilidad directa del sistema
político que rige en la actualidad, que empeñosamente
vemos que prioriza otro tipo de actividades totalmente
ajenas a esta área en particular.

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