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Los suelos tienen una capacidad de retención de agua que depende del contenido del suelo
(arena, arcilla, cal, proporción de humus) y de la estructura (partículas del suelo).
Los suelos saturados son aquellos con una capa freática poco profunda. Esto hace que el
espacio poroso del suelo se pueda llenar fácilmente de agua. Cuando el suelo alcanza el límite
de capacidad de retención de agua, se empapa y se satura de agua. La aireación del suelo es
pobre y comienza a compactarse, las lombrices de tierra emergen a la superficie y finalmente
el agua comienza a escurrirse llevando consigo fertilizantes y otros nutrientes, volviéndose así
suelos muy blandos. Los suelos saturados presentan una reducción y pérdida de minerales de
hierro, resultando en una coloración gris del suelo. No es un buen ambiente para muchas
plantas y uno muy dramático para la agricultura. Y finalmente, dependiendo de la pendiente,
los deslizamientos de tierra pueden resultar en una fuerte erosión del suelo.
Son suelos derivados de fragmentos de roca suelta, su origen es muy reciente formados sobre
abanicos aluviales, llanuras de inundación, o en las montañas en áreas cuya erosión geológica
está en equilibrio con el desarrollo de suelos. Su principal característica es la carencia de
horizontes diagnóstico. Estos suelos también son conocidos como regosoles.
(se caracterizan por una combinación de atributos que reflejan resultados generalizados,
comunes, de procesos de formación de suelos o indican condiciones específicas de formación
de suelos).
PROPIEDADES FÍSICO-QUÍMICAS
planas menos del 3% hasta fuertemente escarpadas, más del 75% de pendiente.
• Generalmente los Entisoles los podemos ubicar en tierras erosionadas, semiáridas.
• Se caracterizan porque su profundidad efectiva podría ser menor a 50 cm, por una o varias
de las siguientes razones:
c. Presencia de texturas muy finas que imposibilita el crecimiento del sistema radicular
de las plantas.
Un suelo se clasifica como Entisol cuando posee una capa freática poco profunda y permite
que el espacio poroso del suelo se pueda llenar fácilmente de agua.
Los suelos aluviales saturados son aquellos con una capa freática poco profunda. Esto hace
que el espacio poroso del suelo se pueda llenar fácilmente de agua. Cuando el suelo alcanza el
límite de capacidad de retención de agua, se empapa y se satura de agua. Estos suelos
presentan una aireación muy pobre que provoca su compactación. Cuando el agua comienza a
escurrirse, se lleva consigo fertilizantes y otros nutrientes, volviéndose así en suelos muy
blandos. Los suelos saturados presentan una reducción y pérdida de minerales de hierro,
resultando en una coloración gris del suelo. Estos suelos son los que presentan mayor
licuefacción. No son suelos aptos para muchas plantas ni para la práctica de la agricultura, a
excepción del cultivo de arroz. Y finalmente, dependiendo de la pendiente, los deslizamientos
de tierra pueden resultar en una fuerte erosión del suelo.
Inceptisoles
En Costa Rica los Inceptisoles los podemos encontrar en Alajuela (Guatuso, Upala,
Los Chiles, San Ramón, San Carlos, Palmares y Grecia), San José (Dota), Cartago
(Turrialba, El Guarco y Paraíso), Puntarenas (Aguirre, Parrita, Buenos Aires, Osa,
Jiménez, Golfito y Corredores), Limón (Sarapiquí, Pococí, Guácimo, Limón y
Talamanca) y en la zona de Guanacaste (La Cruz, Liberia, Bagaces, Cañas,
Abangares, Nicoya, Santa Cruz, Carrillo y Nandayure). Aproximadamente este orden
de suelo corresponde a un área de 7509,89 km2 lo que corresponde a un 14,86% del
nivel nacional.