EL PASILLO ECUATORIANO

La producción musical del Ecuador es muy variada, en el país se hace desde

música nacional, pasando por rock y hip hop, hasta música sinfónica y
operística. A continuación veremos unos de los pasillos más representativos
del Ecuador.
El alma en los labios.
Es un poema que fue escrito en diciembre de 1918 por el guayaquileño
Medaro Ángel Silva, este poema fue escrito pocos días antes de su suicidio y
fue totalmente dedicado a su musa Rosa Amada Villegas.
Tras la muerte de Medaro Ángel Silva, su amigo Francisco Paredes Herrera,
decide ponerle música a su obra; Así es como cantantes, entre ellos Julio
Jaramillo, interpretaron el tema causando que se vuelva uno de los pasillos
más representativos del Ecuador.
Sendas distintas.
Este pasillo fue hecho por el porta y compositor riobambeño Jorge Araujo
Chiriboga; hizo este muy lindo pasillo para su esposa a la cual él le ganaba
en edad por 12 años, de esto se entiende el pasillo que la diferencia de edad
no es un impedimento para el amor.
Al igual que el alma en los labios, este pasillo ha sido interpretado por
varios artistas ecuatorianos y extranjeros, entre las versiones más famosas
está la de Carlota Jaramillo, la de Julio Jaramillo y la del Dúo Benítez y
Valencia.
Vasija de barro.
Escrito por varios de los más grandes artistas ecuatorianos, entre ellos
Oswaldo Guayasamín, Gonzalo Benítez, Luis Alberto Valencia, Hugo
Alemán, Jorge Enrique Adoum y Jorge Carrera Andrade.
Es una de las obras ecuatorianas más reconocidas a nivel mundial. Esta obra
se trata sobre la costumbre indígena de enterrar a los muertos en vasijas de
barro, esta obra otorga de valor vernáculo al barrio quiteño de La Ronda.