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Estudios Internacionales 177 (2014) - ISSN 0716-0240 • 89-106

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Reflexiones sobre el cumplimiento de la tregua


entre maras en El Salvador
Comments on the implementation of the truce
between gangs in El Salvador

Carolina Sampó* y Mariano Bartolomé**

Resumen

En marzo del año 2012, las dos maras más poderosas y numerosas de
El Salvador, la mara Salvatrucha y la mara Dieciocho establecieron una
tregua entre ellas y decidieron calmarse. Con el fin de reducir los niveles
de violencia que afectaba a la sociedad en general, sus más altas cúpulas
se comprometieron a parar los asesinatos, secuestros y extorsiones que
tenían lugar en casi todos los rincones del país desde hacía más de dos
décadas. Sin embargo, en los últimos meses han aparecido algunos ele-
mentos que parecen indicar que los objetivos de la implentaciópn de la
tregua eran otros, íntimamente vinculados a los negocios del narcotráfico
en territorio salvadoreño. A pesar del beneplácito de la Organización
de los Estados Americanos (OEA) y de su rol como garante del proceso
de pacificación, la tregua está en manos de las maras más que de la
socidedad civil, que desconfía de ella. En este contexto, correspondería
a la clase política modificar el statu quo, en especial considerando la
proximidad de las elecciones presidenciales.
Palabras clave: maras – El Salvador – tregua – narcotráfico – crimen
organizado.

*
Profesora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de Tres
de Febrero (UNTref)

carosampo@gmail.com
2
Profesor de la Universidad del Salvador (USAL) y de la Universidad Nacional de Lanas
(UNLa)

marianobartolome@yahoo.com.ar

Recibido el 15 de octubre de 2013; aceptado el 19 de diciembre de 2013.

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Abstract

In March 2012, the biggest and most powerful gangs in El Salvador,


«maras» Salvatrucha and Dieciocho, called a truce and decided to «calm
down» (calmarse). In order to reduce the high levels of violence that
affect society as a whole, the heads of both maras committed themselves
to stop the killings, kidnappings and blackmail that had been occurring
in almost every corner of El Salvador for more than two decades.
However, over the last few months there is some evidence that seems
to indicate that the purposes of implementing the truce were not those
that han been expressed by the maras, and were closely linked with
drug trafficking in the country. In spite of the Organization of American
States' (OAS) approval and its role of guarantor of the peacebulding
process, the truce is in the maras' hands and not in those of the civil
society, wich is still reluctant to trust these organizations. In this scenario,
policymakers should change the status quo, particularly in view of the
coming presidential elections.
Keywords: maras - El Salvador - truce - drug traffiking - organized
crime.

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Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

Introducción excluidos se constituyó en el principal


insumo para el crecimiento de estos
Tras el inicio de la transición de- grupos, permitiendo la organización de
mocrática ya a principios del presente barrios o clicas, como están dispuestos
siglo, los Estados centroamericanos se actualmente. Pese a que existen diferen-
encontraron con un problema difícil cias entre las dos maras más poderosas
de resolver que, de hecho, era capaz de y numerosas, la Mara Dieciocho (M-
poner en jaque su propia vigencia. Las 18) y la Mara Salvatrucha (MS-13),
«maras», entendidas como pandillas ambas respetan una estructura más
juveniles urbanas sumamente violentas o menos jerárquica, siendo la MS-13
y gregarias habían llegado del exterior más estricta en términos piramidales.
para asentase y expandirse, como resul- En ella los jefes nacionales se vinculan
tado del débil tejido social y de la falta con los ranfleros que se encargan de
de contención institucional producto impartir órdenes, aun cuando muchos
de la dificultosa reconstrucción post se encuentran encarcelados cumplien-
conflicto. En ese contexto, es necesario do condenas. Ellos se relacionan con
distinguir dos fuentes de las cuales se líderes medios, que tienen a cargo un
nutrieron estas organizaciones: por un importante número de clicas. Aunque
lado, los jóvenes provenientes de las estas tienen un alto grado de autonomía
deportaciones realizadas por Estados en cuanto a los negocios que desarro-
Unidos a fines de los años noventa que llan, deben cumplir las órdenes que
daban cuenta de esa problemática en vienen desde la cúpula. En el caso de la
terreno norteamericano pero que no M-18, la estructura es más laxa pero se
alertaban a los gobiernos del istmo so- sabe que son los jefes los que desde la
bre su complejidad; por otro, pandillas cárcel toman las decisiones que deben
tradicionales, denominadas por Sulli- cumplirse en la base de la pirámide
van (2008) «de primera generación» -es (Sampó, 2013).
decir grupos de jóvenes que se dedica- Pese a que la profundización del
ban a la escritura de grafitis y a perpe- problema de las maras afectó a varios
trar robos menores-, transformadas en países de la región, especialmente al de-
organizaciones que buscan ganar poder nominado Triángulo Norte (compuesto
e incrementar sus ganancias basándose por Honduras, El Salvador y Guatema-
en su control territorial pero operando la), el presente trabajo se centrará ex-
también a nivel regional. clusivamente en su devenir en territorio
El accionar de las maras se vio in- salvadoreño, ya que se trata del único
mediatamente reflejado en el devenir país en el que se ha implementado de
cotidiano de las sociedades centroa- forma sostenida una tregua entre la
mericanas. El reclutamiento de niños MS-13 y la M-18. Esta tregua, lanzada
y jóvenes provenientes especialmente por los líderes nacionales desde los dos
de barrios o estratos marginales y lugares de reclusión forzada que reúnen

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más mareros, se institucionalizó a par- fracasos. Tercero, un apartado en el que


tir de un documento escrito de forma se centraría la atención en el origen y la
conjunta, producto de las negociaciones implementación de la tregua, así como
entre las dos maras dominantes, facili- en los objetivos implícitos y explícitos
tadas por quienes fueron elegidos como perseguidos por sus protagonistas a
mediadores, como ya veremos. partir de ella. En esa misma sección
Aunque a primera vista la suspen- buscaremos demostrar que tanto los
sión de hostilidades parece haber alcan- objetivos no declarados de estas orga-
zado buenos resultados, en los últimos nizaciones, como los réditos que pre-
meses han aparecido indicadores que tenden obtener de la implementación
hacen pensar que el impasse puede ser de la tregua son mucho más ambiciosos
dejado de lado de un momento a otro. de lo que se presenta abiertamente y se
Incluso se sospecha que la tregua no relacionan con un mejor desarrollo de
obedeció a las «buenas intenciones» de los negocios ilícitos en que están involu-
los mareros y su necesidad de reconci- crados. Finalmente, en las conclusiones
liarse con la sociedad. Por el contrario, pondremos de manifiesto que las inten-
se habría pactado con el objetivo de ciones de las maras distan mucho de la
generar un escenario que les permitiera idea de pacificación y reconciliación
estrechar vínculos con las organizacio- que expusieron en el lanzamiento de
nes criminales transnacionales –sobre la tregua; relacionaremos directamen-
todo las relacionadas al tráfico de te al gobierno con el desarrollo de un
drogas- que han penetrado el territorio proceso que siempre se presentó como
salvadoreño. autónomo; y plantearemos el rol clave
En este contexto, el presente trabajo que juega la cooperación internacional,
buscará demostrar que las maras im- tanto de instituciones multilaterales
plementaron la tregua en el momento como de Estados Unidos, en la supera-
en que necesitaban redireccionar la ción de este pernicioso estado de cosas.
atención tanto del Estado como de la
sociedad civil hacia otras problemáti-
cas, a fin de obtener réditos que fueran El combate a las maras en
más allá de los límites del acuerdo. En El Salvador
consecuencia, este documento se divi-
dirá en cuatro secciones: la presente Como pasó en el resto de los países
introducción, donde quedan plantea- centroamericanos, El Salvador tomó
das las cuestiones centrales en torno a conciencia demasiado tarde de las
la composición y organización de las modificaciones de la estructura social
maras. Una segunda sección en la que que se habían producido en la etapa
se analizan las políticas implementadas posterior a la firma de los acuerdos de
por los gobiernos democráticos para paz. Una de esas alteraciones tuvo que
combatir a las maras y la razón de sus ver con la incapacidad del Estado de

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Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

absorber e incluir socialmente a dos de mareros, para reducir así los niveles
sectores clave de la población, consti- de violencia que se incrementaban día
tuido el primero de ellos por quienes tras día en la sociedad.
habían sido deportados desde Estados Sin embargo, las políticas de mano
Unidos sin que se especificara el motivo dura dejaron entrever la debilidad
al gobierno receptor. La mayoría de del Estado e incluso su incapacidad
estos jóvenes habían dejado El Salvador de hacer frente a un fenómeno extre-
siendo niños y en muchos casos no solo madamente complejo que requiere
no tenían parientes en el país del istmo de soluciones integrales que no solo
sino que ni siquiera hablaban español actúen sobre una de las expresiones
(Arana, 2005). El otro sector estaba de la marginalidad y la exclusión, sino
formado por los estratos más pobres, especialmente sobre sus causas estruc-
excluidos y marginados en el marco de turales. De allí que, si bien en un primer
un Estado carente de recursos no solo momento los crímenes violentos se
económicos. En consecuencia, las maras vieron reducidos sensiblemente, en rea-
contaban con la base necesaria para lidad se trató de un espejismo. Esto es,
multiplicarse y expandir sus dominios. pues aunque un número importante de
Aunque comenzaron a incrementar mareros fue sustraído de las calles como
su dominio territorial tímidamente, ya detenido, pocas veces esas detenciones
para principios del siglo XXI la MS- se mantuvieron en el tiempo y mucho
13 y la M-18 contaban con una fuerte menos se convirtieron en condenas a ser
presencia en todo El Salvador, siendo la cumplidas (Reisman, 2008).
Salvatrucha la mara más numerosa has- En El Salvador durante el año 2003
ta el día de hoy. Los distintos gobiernos se estableció el «plan mano dura» que
de esa pequeña nación nunca tuvieron incluyó la promulgación de un decreto
muy en claro cómo hacerle frente a un presidencial que penalizó la partici-
fenómeno que dejaba de ser el de una pación en pandillas autorizando a la
mera organización juvenil para vincu- policía y las Fuerzas Armadas a detener
larse con el crimen organizado a través sospechosos presentando como cargos
de tareas tales como el narcomenudeo suficientes la vestimenta, los tatuajes
y el sicariato. La primera respuesta fue- y hasta reuniones en la vía pública
ron políticas represivas y punitivas, que (Thale, 2007). Como consecuencia de
apuntaron a desarticular los lazos esta- la flexibilización de los criterios que
blecidos entre estos jóvenes excluidos permitían el arresto casi indiscrimina-
que encontraban en la mara su lugar do de jóvenes con las características
de refugio, reconocimiento e identifi- antes mencionadas, que usaban el
cación. De allí la implementación de Espanglish como forma de comuni-
diversos planes de «mano dura» que cación o solo se reunían en la calle, se
tuvieron como meta inmediata el encar- produjo un hacinamiento carcelario
celamiento del mayor número posible que transformó a esas instituciones en

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verdaderas escuelas del crimen. Quien ba sanciones más severas para quienes
había sido detenido fortuitamente y formaban parte de esas organizaciones
nada tenía que ver con el mundo de las (Manwaring, 2008).
maras terminaba involucrándose en él Tras un tiempo de implementación
e incluso era forzado a unirse a alguna de políticas que atacaban coyuntu-
de las dos pandillas dominantes. De ralmente al problema, apuntando
lo contrario carecía de la estructura más a sumar votos de cara a distintas
de protección necesaria para subsistir elecciones –principalmente las presiden-
durante su reclusión (Sampó, 2007). En ciales– que a combatir la problemática
resumen, las políticas de mano dura no de raíz, el gobierno incluyó políticas de
solo profundizaron el problema sino mediano plazo orientadas a la preven-
que suscitaron reclamos por parte de ción y la rehabilitación1. Esas iniciativas
un gran número de organizaciones no buscaron el debilitamiento e incluso la
gubernamentales que denunciaban la desaparición de las maras como grupos
violación sistemática de los derechos con vínculos criminales, aunque no
humanos. necesariamente como representaciones
Cabe destacar que en respuesta a sociales. En ese escenario, la inclusión
estas políticas las maras lanzaron una social de los mareros demandaba la
oleada indiscriminada de violencia que resocialización de quienes habían ad-
en lugar de contener el problema e in- quirido las normas y los valores que
cluso reducirlo, incrementó el espiral de se manejan en las calles y no aquellas
violencia en que se encontraba inmersa que sostienen a la sociedad en su con-
la sociedad. A partir de ese momento se junto. Sin embargo, la pregunta que se
borraron los límites del conflicto, que mantiene vigente es si los miembros
dejó de circunscribirse a los mareros, de las maras quieren ser incluidos en
las Fuerzas Armadas y de seguridad y una sociedad que cuenta con reglas y
el gobierno, para alcanzar a la sociedad normas que condenan su forma de vida.
en su conjunto. Huelga aclarar que esa Es decir, si bien puede decirse que
escalada generó una sensación perma- en un principio los nuevos miembros
nente de inseguridad y conflicto. de las maras llegaron a ellas en busca
Aunque era claro que las políticas de un lugar que les proporcionara
meramente represivas y punitivas no reconocimiento y pertenencia, en una
habían generado los resultados espera- segunda etapa su ingreso estuvo mucho
dos, la clase política no parecía encon- más vinculado a dos fenómenos: por
trar otro rumbo. De allí que en el año un lado, la necesidad de subsistir en un
2004 se implementó la controvertida escenario donde la guerra entre las dos
«ley anti-mara» que profundizaba ese maras dominantes divide a los barrios,
enfoque. Además, ese mismo año se especialmente -aunque no exclusiva-
puso en marcha el plan «súper mano 1
Ver Planes «mano amiga» y «mano exten-
dura», que entre otras cosas contempla- dida», 2005. Sampó (2010)

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mente- aquellos de menores recursos; el despliegue del Ejército en los penales


por otra parte, la tentación generada de máxima peligrosidad3.
por la «vida loca» propuesta desde La salida al problema parecía es-
la mara. Es decir, el acceso irrestricto quiva y el Poder Ejecutivo no lograba
a drogas, sexo y un mundo de reglas encontrar el camino. De allí que la
propias que puede ser muy atractivo irrupción de la tregua, propuesta por
para jóvenes adolescentes. Aunque es las propias maras, parece tan curiosa.
necesario no perder de vista que la
muerte aparece siempre a la vuelta de
la esquina, porque la violencia es inhe- La tregua propuesta por las
rente a estas organizaciones. maras en El Salvador
En el contexto descripto, la necesi-
dad de generar políticas de prevención Una esperanza de solución del esce-
se hizo cada vez más clara. Sin embargo, nario descripto, signado por los altos
el devenir cotidiano demostró la im- niveles de violencia alcanzados no solo
posibilidad de abandonar las políticas en la interacción entre maras sino entre
represivas ya que las maras se volvían estos grupos y la sociedad civil en su
cada vez más violentas, a punto tal que, conjunto, surgió en marzo del año 2012
como reclamo por un soborno que una de la mano de las propias pandillas.
compañía de transportes no había pa- Tras meses de negociaciones, primero al
gado, a mediados del año 2010 una cli- interior de cada mara, particularmente
ca quemó un bus repleto de pasajeros. en los niveles más altos, y luego entre
El gobierno decidió entonces reforzar las dos organizaciones más importan-
el brazo represivo criminalizando la tes, con la asistencia de mediadores, se
pertenencia a las maras2. Se sancionó declaró la tregua. El acuerdo incluía el
la «Ley de proscripción de pandillas o cese de hostilidades entre miembros de
maras y grupos de exterminio», conoci- ambas maras e incluso la suspensión de
da como ley anti-pandillas y se dispuso los homicidios violentos.
Es necesario recordar que antes de la
tregua El Salvador se ubicaba entre los
2
La ley prevé entre 3 y 5 años de prisión países con más homicidios del mundo,
para quienes formen parte de las pandillas
de acuerdo con cifras de la Oficina de
y entre 6 y 9 para quienes las lideren.
Además, si se trata de crimen organizado, las Naciones Unidas contra la Droga y
la pena se eleva hasta 2/3 del máximo el Delito (UNODC, 2012). Después de
previsto. Los menores no pueden ser juz- Honduras y con 66 homicidios cada
gados bajo esta ley y quedan fuera de este
tipo de penalizaciones. Vale decir que
aunque el incidente hizo que los planes de 3
Toda Noticia «El Salvador endurece su
prevención y rehabilitación perfieran estrategia contra las maras». Disponible
fuerza, no se los abandonó, por el contra- en http://www.todanoticia.com/15146/
rio se apuntó a trabajar con niños y jóve- salvador-endurece-estrategia-contra-ma-
nes para evitar que fueran reclutados. ras/ entrado 19/09/10

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cien mil habitantes, este pequeño país anualmente. Como resultado, el 9 de


era considerado el segundo más vio- marzo de 2012 los máximos jerarcas
lento del mundo. Gracias a la tregua, de la MS-13 y la M-18 anunciaron el
el 14 de abril de 2012 fue el primer día inicio de la tregua desde los penales
sin homicidios registrados en tres años. donde están recluidos. En el documento
Al menos en lo que hace a la vio- conjunto presentado en esa oportuni-
lencia objetiva, entendiendo como tal a dad indicaron que habían tomado esa
aquella que puede medirse sin que me- decisión «porque nadie desconoce que
dien percepciones, los datos confirman una buena parte de los muertos los
una sustantiva mejora de la seguridad ponemos nosotros mismos»5.
a partir de la implementación de la tre- Esas intenciones no solo quedaron
gua. Sin embargo, cabe destacar que en plasmadas en el documento mencio-
términos subjetivos (y no tan subjetivos, nado sino que también contaron con
pero no relacionados con homicidios) la el respaldo de mediadores externos,
violencia no se ha reducido tanto como el más importante de los cuales fue
los números oficiales buscan mostrar. Monseñor Colindres, representante
Los datos oficiales destacan una de la Iglesia Católica. Este sacerdote
reducción de más del 40% de los homi- fue el principal mediador del proceso.
cidios cada cien mil habitantes. Según Fuentes periodísticas afirman que no
afirmó el ex ministro de Seguridad solo fue el primero en darse cuenta de
Munguía Payes, mientras que en el año que ambas maras estaban en la misma
2011 hubo 4.371 homicidios vincula- sintonía, que buscaban calmarse y dia-
dos a la criminalidad, en el año 2012 logaban al interior de cada clica sobre
ese número se redujo a 23764. cómo llevar esa idea adelante, sino que
¿Cómo se pactó la tregua? A pesar fue quien propuso la negociación entre
del visceral antagonismo entre las ma- ambos actores.
ras, influyeron en este desenlace tanto Además del eclesiástico, las maras
el encarcelamiento de sus líderes más pidieron la incorporación del ex gue-
importantes como las condiciones de rrillero y actual legislador Raúl Mi-
hacinamiento en que viven recluidos jango. De acuerdo con algunas fuentes
muchos de sus integrantes, sumadas a la (Dudley, 2013) las declaraciones del
gran cantidad de muertos que entierran representante del Poder Legislativo
contra las políticas de mano dura fue-
4
AGENZIA FIDES «La tregua entre las ron centrales para su inclusión en el
bandas es una iniciativa positiva pero hay
que hacer más» 8 de marzo de 2013.
Disponible en http://www.fides.org/es/ 5
Diario La Prensa «Violentas pandillas en
news/35217-AMERICA_EL_SALVA- El Salvador pactan tregua» Panamá, 23
DOR_La_tregua_entre_las_bandas_es_ de marzo del 2012. Disponible en http://
una_iniciativa_positiva_pero_hay_que_ www.prensa.com/uhora/mundo/violentas-
hacer_mas#.Ufj_hI1LPQh entrado el pandillas-de-el-salvador-pactan-tre-
30/07/13. gua/77586 entrado el 26/07/13

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Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

proceso. Ambos mediadores aparecían del gobierno fueron los traslados de las
para los mareros como neutrales de cárceles de máxima seguridad a unas
cara a la negociación y en más de una menos herméticas y la mejora en las
oportunidad hicieron saber que los condiciones de vida de los mareros en
habían elegido por considerarlos des- distintos lugares de reclusión (Dudley,
interesados, en contraste con la clase 2013).
política que siempre buscaba sacar El planteo de las maras se centraba
rédito de lo que fuera que se acordara. en que ellos podían y debían ser parte
Con ayuda de los mediadores entonces, de la solución porque eran parte funda-
una vez limadas las asperezas al inte- mental del problema6. En el documento
rior de cada mara, se negociaron las presentado, los jefes nacionales desta-
condiciones de la tregua que implicaba caban que no querían seguir haciendo
básicamente detener los homicidios la guerra, que aunque no tenían nada
y las actividades de extorsión, por lo para perder ya estaban cansados de
general a víctimas seleccionadas (como contar muertos. Además, decían saber
empresas). De alguna manera, este del dolor que generaban en la sociedad
acuerdo implicaba el mantenimiento y aceptaban pagar por ello en cárceles
de statu quo en términos de dominio superpobladas con paupérrimas con-
territorial y, consecuentemente, de los diciones de habitabilidad, pero solici-
negocios ya desarrollados por cada cli- taban que se les permitiera colaborar
ca. En realidad el compromiso parecía en la pacificación de El Salvador, a la
tener más que ver con dejar de matar que reconocen como su tierra pese al
y morir que con dejar de actuar, algo fuerte sentido de pertenencia a la mara
que hoy es claro. y la transnacionalidad que las atraviesa.
En este contexto, cabe destacar que En sintonía con lo mencionado an-
el gobierno oficialmente siempre se tes, a pesar de los esfuerzos de ambas
mostró distante de las negociaciones maras por separar al gobierno de este
con las maras y estas negaron una y otra proceso, no se puede dejar pasar que
vez que se lo hubiera involucrado. Sin poco antes de que entrara en vigor la
embargo el ex ministro Munguía Pagés, tregua se trasladó a una treintena de
una vez alejado de sus funciones afirmó los líderes más importantes de cárceles
que el presidente Funes también había de máxima seguridad a cárceles comu-
propiciado el diálogo y la implemen- nes. Allí recobraron el contacto con el
tación de la tregua, aunque sotto voce
considerando los riesgos políticos que 6
Documento presentado por los Voceros
implica para el gobierno involucrarse Nacionales de la Mara Salvatrucha MSX3
en una iniciativa de este tipo. Sobre y Pandilla 18, 19 de marzo de 2012. Dis-
todo porque significa reconocer la ponible en http://http.vitalstreamcdn.com/
derrota en el combate a las maras. La americainteractiva_vitalstream_
com/2012/03/pandillas.pdf entrado el
prueba más clara del involucramiento 15/06/13

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Estudios Internacionales 177 (2014) • Universidad de Chile

exterior y reforzaron sus vínculos con tantes del organismo hemisférico fue
miembros de su organización también la conducción del Comité Técnico de
encarcelados. En este sentido, es necesa- Coordinación de Proceso de Reducción
rio aclarar que para evitar masacres ya de Crimen y Violencia, conformado
hace años el gobierno decidió ubicar en además por la Fundación Humanitaria,
instituciones penitenciarias separadas un enlace del gobierno salvadoreño (del
a los miembros de la MS-13 y de la ministerio de Justicia y Seguridad Pú-
M-18. Según fuentes periodísticas, las blica), los mediadores y representantes
autoridades gestionaron los traslados de medios de comunicación.
como «gesto humanitario y de buena A principios de 2013 se inició la se-
voluntad» para acceder a los benefi- gunda fase de la tregua anunciada por el
cios del pacto entre los líderes de las Secretario de Seguridad Multidimensio-
dos maras7. Sin duda, la tregua le fue nal de la OEA, Adam Blackwell, quien
presentada al gobierno como la única explicó que la nueva etapa apuntaría a
alternativa y se puso como condición de la suscripción de pactos locales por la
implementación el traslado a las men- paz con el objetivo de recuperar «la paz
cionadas cárceles, además de solicitar social perdida por el actuar delictivo de
mejoras en las condiciones de reclusión miembros de las pandillas». En un prin-
de todos los miembros de sus filas. De cipio se declararon «zonas de paz» solo
hecho, un reciente informe del Congre- a 4 municipios (de un total de 262), a
so de los Estados Unidos afirma que el mediados del corriente año totalizaban
ex ministro Munguía Payés apoyó la 11 y se esperaba que la cifra continuara
labor de mediación de Colindres y Mi- en lento pero constante aumento8. En
jango (Ribando Seelke, 2013) aunque esta segunda etapa, aunque de manera
en paralelo reestructuró la policía y creó informal el gobierno mantuvo reunio-
una unidad de elite anti maras. nes con líderes de la MS-13, de la M-18
Durante todo el año 2012 la inicia- y de la mara Máquina (una mara más
tiva pareció funcionar a las mil mara- pequeña que se incorporó a la tregua)
villas. En noviembre la Organización días antes del lanzamiento de un nuevo
de los Estados Americanos (OEA) se municipio libre de violencia con el fin de
incorporó al proceso con el objetivo garantizar el respaldo de las pandillas
de garantizar el proceso de pacificación a la llegada del Estado. En palabras de
y de monitorear la reducción de la Mijango, las reuniones eran «para so-
violencia. Una de las funciones centra-
les que se le adjudicó a los represen- 8
«Insulza respalda trabajo de municipios
libres de violencia en El Salvador» 26 de
7
Diario Colatino.com «La tregua entre Julio de 2013, disponible en http://latino.
pandillas» 4 de marzo de 2013, disponible foxnews.com/latino/espanol/2013/07/26/
en http://www.diariocolatino.com/ insulza-respalda-trabajo-de-municipios-
es/20130304/editorial/113349/La-tregua- libres-de-violencia-en-el-salvador/ entrado
-entre-pandillas.htm entrado el 28/07/13 el 31/07/13.

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licitar que el liderazgo (marero) nacio- tregua son los miembros de las maras,
nal acompañara los procesos locales y mientras un 68,1% considera que la
contribuyera a administrar ansiedades» iniciativa tiene fines políticos (CIOPS,
(Sanz y Martínez, 2013). 2013). Un escaso 6,5% de los consul-
Ahora, ¿son los datos expuestos tados considera que el tema de las pan-
sobre las reducciones de homicidios dillas es prioritario para el gobierno, a
y la implementación de zonas de paz, pesar de los constantes reclamos en pos
un fiel reflejo de la realidad? Definiti- de mayor seguridad y menor violencia.
vamente no. Existe más de una lectura Una serie de frases publicadas por un
para estos indicadores, como veremos diario salvadoreño resume esta idea:
a continuación. «¿En qué me beneficia a mí que los
mareros ya no se maten (entre sí)? En
mi colonia siguen matando y asaltando
¿Resultados deseados? La gente»9.
profundización de los negocios De acuerdo con algunos autores
ilegales y la desconfianza de la como Aguilar (2012), la violencia im-
sociedad civil perante en El Salvador había llegado
En primer lugar, es importante des- a niveles que ponían en riesgo el desa-
tacar que la sociedad civil en su mayoría rrollo de los negocios vinculados a las
no está a favor de la tregua. De hecho, organizaciones criminales transnacio-
a más de un año del comienzo de la nales, especialmente en lo que hace a los
iniciativa el 55,2% de los ciudadanos transportistas (quienes hacen circular
tiene una imagen negativa del proceso la droga desde el sur hacia el norte).
y apenas el 29,7% emite una opinión De allí que los actores vinculados pre-
positiva. Sin embargo, lo más llamati- tendieran un ambiente estable y seguro
vo es que el 53,6% de los encuestados para el desarrollo de sus actividades.
dice que el pacto no se cumple, que la En ese contexto, la tregua entre
violencia continúa y que la tregua le maras pareció establecer las garantías
da más poder a los pandilleros. Solo necesarias. A partir de ella, de acuerdo
el 32% afirma que algunos aspectos sí con Farah y Phillips Lum (2013) tres
mejoraron y destacan principalmente sectores se vieron claramente bene-
la reducción de los homicidios (Segu- ficiados: el gobierno, las maras y las
ra, 2013). En este sentido, un informe organizaciones criminales transnacio-
independiente destaca que 5 de cada nales. En el caso gubernamental, los
10 personas encuestadas no observa
ningún resultado que sea producto de 9
Diario el Mundo «Población se queja por
la tregua (CIOPS, 2013). poca efectividad de la tregua» 27 de mayo
En una encuesta de fines de agosto de 2013. Disponible en http://elmundo.
com.sv/poblacion-se-queja-por-poca-
de 2013, el 47% de los encuestados efectividad-de-la-tregua entrado el
afirmó que quienes se benefician con la 16/08/13

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beneficios vendrían tanto en forma encuentran desarrollando planes de ex-


de rédito político por la reducción de pansión territorial y reclutando jóvenes
homicidios, como en donaciones gene- con el objetivo de ampliar la estructura
radas desde el exterior con el objetivo de sus organizaciones10.
de generar inclusión y hacer la tregua Es por eso que el debate sobre las
sustentable. En lo que hace a las maras, verdaderas intenciones de la imple-
significaría romper con el espiral de mentación de la tregua está tan vigente.
violencia en que estaban inmersas y Tanto para la sociedad civil como para
mejorar sus posibilidades de generar ré- el gobierno parece claro que, a pesar
ditos económicos, además de conseguir de sus dichos, el objetivo central de las
algunos beneficios para quienes estaban maras no ha sido la pacificación de El
encarcelados. Finamente, para las orga- Salvador. Por el contrario, la sensación
nizaciones criminales transnacionales generalizada es que la tregua ha sido
significaría la posibilidad de operar en una estrategia para desviar la atención
un ambiente más estable, de bajo riesgo del gobierno y la clase política de for-
y con altos niveles de impunidad. ma tal que se pudieran desarrollar con
Tras la salida de Munguía Payés de mayor facilidad algunos de los negocios
la cartera de Seguridad, el nuevo minis- manejados por las clicas.
tro Ricardo Perdomo se diferenció de
su antecesor al destacar que la tregua
no deja de ser un pacto entre las maras, Las maras y su vinculación con el
que no incluye a la sociedad civil. De tráfico de drogas
allí que considera indispensable actuar Para algunos políticos, las zonas de
desde el Estado para combatir y pre- paz se establecieron como consecuen-
venir la persistencia y reproducción de cia de una distribución geográfica de
estas organizaciones. Incluso aclaró que negocios preacordada entre las maras.
el gobierno no solo apoya la tregua, De allí la desaparición de los enfrenta-
sino que desconoce los diálogos que mientos, sin que esto inhiba el ocasional
Mijango mantenía en los penales en su recrudecimiento de la violencia: a prin-
carácter de mediador. De acuerdo con cipios de julio de 2013, de acuerdo con
Perdomo, si los mediadores quieren fuentes oficiales, la M-18 y la MS-13
continuar trabajando deben discutir en se enfrentaron a causa de un intento
el seno de la sociedad, no al interior de de expansión territorial de la primera,
los penales. Que ellos hayan dejado de al interior de una zona de paz. Como
matarse no significa que se haya traído
paz al resto de la población, aseguró 10
Diario el Mundo «Ministro Perdomo:
el flamante ministro a días de haber Tregua no ha traido paz a la población»
asumido el cargo. Para este funcionario, 11 de julio de 2013. Disponible en http://
algunos mareros han dejado los penales elmundo.com.sv/ministro-perdomo-tre-
gua-no-ha-traido-paz-a-la-poblacion en-
con la promesa de rehabilitarse y hoy se trado el 20/09/13

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Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

destacan Farah y Phillips Lum (2013) la ciudadanía, constituyendo un punto


en realidad esas zonas son espacios débil (Bartolomé, 2012).
territoriales en los que las maras tienen De acuerdo a Farah y Phillips Lum
un importante poder político y no hay (2013), los vínculos económicos entre
presencia policial o militar. De allí que las maras y las organizaciones crimi-
se pueda pensar en la modificación de nales no parecen tan estrechos como la
la esencia de estas organizaciones, que clase política intenta presentar, ya que el
comienzan a modificar su rol en torno nivel de vida de los mareros está cerca
al poder que detentan dentro de los de la línea de subsistencia. En segundo
territorios que gestionan. En particular, término, estos autores argumentan que
considerando que el ingreso principal los mareros desarrollan relaciones con
de estas clicas proviene de sus vincula- miembros de jerarquía media -locales
ciones con el narcotráfico, es necesario o regionales- de las organizaciones
hacer hincapié en cómo la tregua ha transnacionales, como es el caso de los
servido para consolidar los vínculos transportistas; es decir, no se relacionan
de las maras con el tráfico de drogas, directamente con el cartel sino a través
contribuyendo a la hora de «mover» la de intermediarios. Tercero, aunque El
droga hacia Guatemala, de acuerdo con Salvador continúa siendo una ruta de
lo afirmado por el ministro Perdomo. paso de droga secundaria y la mayor
Accesoriamente, el ejercicio del parte del tráfico ocurre desde Hondu-
poder por parte de las maras en esos ras, Farah y Phillips Lum (2013) desta-
espacios vaciados de presencia policial can que el reciente desarrollo político
o militar, las acerca a lo que un reciente así como la creciente articulación de
reporte académico estadounidense tipi- una agenda más coherente por parte de
fica como una nueva forma de «insur- las maras, jerarquiza su rol en el nar-
gencia criminal». A la hora de justificar cotráfico. A ese papel debe sumársele
esa categorización, se argumenta que el su importancia como distribuidores de
accionar de las organizaciones crimi- crack y cocaína en las esquinas de los
nales suele ir más allá de la obtención barrios (narcomenudeo) ya que es uno
de lucro, para amenazar el normal de los principales ingresos de las clicas.
desenvolvimiento de los gobiernos y las Este último punto muestra cómo
sociedades civiles (Killebrew y Bernal, la conformación de zonas de paz ha
2010). Este enfoque se aparta de los fomentado la activación política de las
tradicionales abordajes a la insurgencia, maras, puesto que tienen la capacidad
que presuponen una postura ideoló- de influir, cuando no determinar, el voto
gica y cuyo objetivo es la obtención de los habitantes de sus barrios. Dudley
del poder; empero, la ausencia de una (2013) afirma que al negociar la reduc-
propuesta política con base ideológica ción de homicidios, las maras saben que
deslegitima a la violencia a los ojos de pueden incrementar ese mismo número
si desean construir capital político. De

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Estudios Internacionales 177 (2014) • Universidad de Chile

esta manera, y de cara a las elecciones sus bases en el país, su territorio septen-
presidenciales del año 2014, el control trional -cerca de la frontera con Gua-
político de los barrios se convierte en temala- ha quedado institucionalizado
moneda de cambio a la hora de nego- como lugar de reunión para que los
ciar. En resumen, los últimos tiempos líderes de las organizaciones criminales
han fortalecido el poder de las maras no solo resuelvan allí sus diferencias,
ya no solo dentro de su territorio sino sino que gocen de la impunidad necesa-
también gracias a la proyección que les ria para diseñar estrategias y planes que
permite el interactuar con la clase polí- les permitan llevar adelante sus opera-
tica intercambiando votos por favores. ciones. Segundo, el papel de las maras
La vinculación entre el narcotráfico en el movimiento de droga siempre ha
y las maras se ha vuelto más visible sido importante, a punto tal que los
en los últimos tiempos. A modo de transportistas negociaban directamente
ejemplo, en noviembre de 2012 la po- con ellos el traslado de su mercancía.
licía secuestró 113kgs de cocaína en la Sin embargo en los últimos tiempos,
costa del Pacifico, cerca de la frontera especialmente desde la implementación
con Guatemala11. Lo más llamativo de de la tregua, las organizaciones han
esa situación fue que si bien se trataba comenzado a vincularse de manera mu-
de miembros de la MS-13 la seguridad cho más directa con las maras a fin de
era provista por la organización de mover sus mercancías. En este sentido
un traficante que controla esa zona es necesario destacar que los niveles de
de la frontera conocido como Barney. corrupción imperantes y la debilidad
Se sabe además que la Salvatrucha estatal son elementos centrales para
ha negociado con distintos carteles que las maras se muevan con libertad
mexicanos, incluidos los Zetas, a fin e impunidad en todo el territorio na-
de garantizar el tráfico de drogas desde cional. Finalmente, la inexistencia de
los territorios que controlan (Farah & programas que combatan el lavado de
Phillips Lum, 2013). dinero así como la dolarización de la
Conviene tener presente que El Sal- economía, posibilitan los movimientos
vador tiene al menos tres características de divisas provenientes del tráfico de
que lo hacen atractivo para las organi- drogas y armas, desde allí hacia Europa
zaciones criminales transnacionales. En y Estados Unidos (Farah, 2013)
primer lugar, considerando que no hay
un cartel externo que haya establecido
Conclusiones
11
Diario La Prensa Gráfica «Decomisan 113
A más de un año y medio de imple-
kilos de cocaína en Sonsonate,» 8 de no-
viembre de 2012. Disponible en http:// mentada la tregua, se hace necesario
www.laprensagrafica.com/Decomisan- poner blanco sobre negro los resultados
113-kilos-de-cocaina-en-Sonsonate entra- de su irrupción en la sociedad salvado-
do el 30/09/13

102
Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

reña. En este sentido, cabe destacar que se indicó en pasajes anteriores, Funes
si bien es verdad que los homicidios se no contaba ni con un fuerte respaldo
redujeron en más de un 50%, también ni con una determinante voluntad po-
es cierto que las desapariciones aumen- lítica, factores necesarios para que el
taron considerablemente. Aunque los Estado recupere el control territorial
números no llegan a equipararse, es de los espacios que hoy «gobiernan»
indispensable tener presente que la tan las maras. Claramente, es allí donde
ansiada paz social está lejos de ser con- los niveles de corrupción –en todos
seguida. No por nada la sociedad civil los estratos– juegan un rol fundamen-
salvadoreña denuncia que la tregua no tal. Sin la anuencia de la policía, las
siempre se cumple y que la violencia si- Fuerzas Armadas y los organismos de
gue ganando las calles y los ciudadanos seguridad, pero sobre todo de la clase
comunes siguen denunciando balaceras política, parece imposible pensar en la
y extorxiones a pesar de tratarse de implementación de zonas de paz donde
«zonas de paz». en realidad las maras despliegan todo
En lo que hace a las desapariciones, su poderío y desarrollan negocios vin-
el periodista Farah (2013) publicó un culados especialmente con el crimen
testimonio que deja de manifiesto la organizado.
situación real: «¿De qué tregua habla?», Si de algo ha servido la tregua, más
le pregunta un marero de alto rango allá del «show off» en especial para el
de San Salvador. «Nosotros tenemos exterior, ha sido para fortalecer las re-
órdenes de no dejar los cadáveres en las laciones entre las redes de narcotráfico
calles, pero los homicidios continúan», y las maras gracias al control territorial
destaca el pandillero confirmando la que estas ejercen en algunos sectores
existencia de cementerios clandestinos. estratégicos de El Salvador. En ese
Y agrega: «si quisiéramos algo, ame- sentido, como planteamos al principio,
nazamos con poner los cadáveres en la queda claro que la pacificación contri-
calle de forma tal que conseguimos lo buyó a generar vínculos más directos
que queremos». En este sentido se hace entre las maras y los carteles, dejando
necesario hablar de la vulnerabilidad de lado a quienes siempre habían hecho
del gobierno, de la debilidad del Estado de intermediarios como es el caso de los
y de la corrupción tanto de la clase po- transportistas. Además, cabe destacar
lítica como de las fuerzas de seguridad. que el Estado se retiró formalmente de
Sin duda, aceptar mansamente la las denominadas zonas de paz y no re-
tregua como fue el caso del presidente tornó allí a pesar de las denuncias de los
Funes desnuda las debilidades intrínse- vecinos sobre enfrentamientos; incluso
cas de un gobierno que no tiene las he- tampoco lo hizo tras comprobar que las
rramientas necesarias para hacer frente armas entregadas a los enviados de la
a un fenómeno tan complejo como el OEA como prueba de buena voluntad,
de las maras en la actualidad. Como ya no solo eran una ínfima cantidad sino

103
Estudios Internacionales 177 (2014) • Universidad de Chile

que en su mayoría no estaban en con- Si los problemas continúan multiplicán-


diciones de funcionar. dose, si hay nuevas evidencias sobre la
Claramente los motivos altruistas creciente importancia de El Salvador
esgrimidos por las maras en el comuni- como zona de paso del tráfico de drogas
cado original donde planteaban la bús- e incluso como lugar de reunión de los
queda de la pacificación de El Salvador, jefes de carteles extranjeros, es posible
distan muchísimo de ser el motivo que que esta especie de amnistía lanzada
las llevó a buscar la implementación de desde la tregua tenga un efecto contra-
la tregua. Por el contrario, como hemos producente en el electorado. En este
puesto de manifiesto, la tregua es un sentido, es necesario no perder de vista
acuerdo entre las dos maras dominantes que los reclamos de la sociedad civil hoy
sobre el territorio que cada una domina siguen siendo prácticamente los mismos
y los negocios que pueden desarrollar que antes de que se implementara la
dentro de los mismos. De esta manera, tregua. La delincuencia sigue siendo
al menos hasta que Munguía Payés percibida como el problema principal
fue retirado del cargo de ministro, los y las maras siguen siendo tan temidas
límites territoriales entre maras estaban como antes.
bien delimitados. Vale decir que desde El desafío entonces es no solo sumar
la asunción de su sucesor Perdomo la votos en aquellos municipios donde
situación se ha modificado un poco: los parece haber un acuerdo con las maras
enfrentamientos entre las maras han –entendimiento que garantiza impu-
vuelto a ser abiertos e incluso en el mes nidad y favores políticos a cambio de
de julio se pensó que la tregua llegaba votos– sino incorporar a sectores que
a su fin cuando se supo de una impor- hoy siguen denunciando la situación
tante cantidad de homicidios en pocos de inseguridad y violencia que les
días. Sin embargo, a pesar de la preca- toca vivir, en especial aquellos de clase
riedad del acuerdo, las maras parecen media. La suerte aún no está echada y
seguir calmadas mientras disfrutan de queda mucho camino por recorrer, en
los beneficios obtenidos a partir de la especial si se tiene en cuenta que lo que
reducción de la violencia objetiva. está en juego es la existencia misma
En el escenario actual el problema del Estado. Sin embargo, las maras
más grave se plantea de cara a las están como quieren, obtuvieron de la
elecciones presidenciales que tendrán tregua lo que esperaban: controlan sus
lugar en el 2014. La tregua no solo territorios e incorporan poder político
se posiciona como un tema de debate y beneficios económicos, además de una
entre los aspirantes presidenciales, sino relación más directa con el narcotráfico.
que el papel del candidato oficial va a El desafío es poner en jaque su reinado,
estar íntimamente vinculado a cómo el objetivo frente al cual se percibe como
gobierno de Funes mantenga bajos los esencial la cooperación interestatal y el
niveles de violencia hasta los comicios. accionar en organismos multilaterales.

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Carolina Sampó y Mariano Bartolomé • ¿Resultados deseados o desvíos...?

En este sentido, entidades como la Bibliografía


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