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A.

En grupo, presentación sobre la “Teoría crítica de la historia”

B. El trabajo de tesis de cada maestrante, acentuando la síntesis de Teoría, Historia y crítica como característica central.

ARTE, MATEMÁTICAS, ESOTERISMO: ALBRECHT DÜRER. MELANCOLÍA I (1514)


Publicado el 17 septiembre, 2016| Deja un comentario
ALBRECHT DÜRER. MELANCOLÍA I (1514)
ARTE, MATEMÁTICAS, ESOTERISMO
María Cristina Solaeche Galera

Albrecht Dürer (21/05/1471- 6/4/1528) Nüremberg. Grabado en cobre Dimensiones: 24 x 18,8 cm. Estilo. Flamenco. Del gótico tardío.
“…me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un momento confusoӼ
“Arte Poética” Pablo Neruda

Albrecht Dürer (nombre derivado de la palabra alemana Tür que significa puerta). Albrecht Durerus Noricus (forma culta renacentista italiana) Alberto Durero (en la corte española) y
su monograma una elegante A mayúscula que encierra una D mayúscula también.

Contaba Albrecht Dürer con cuarenta y tres años, en pleno Renacimiento, cuando en 1514, realiza uno de sus grabados maestros “Melancolía I”, en una atmósfera de misterio y
aspiraciones antitéticas, que ha suscitado y suscitará las más diversas interpretaciones. Despierta perplejidad en quien lo contempla pues, además de su valor artístico, presenta al
espectador un conglomerado de enigmas aparentemente desordenados para ser develados en enrevesados significados mágicos, astronómicos, matemáticos y filosóficos que convierten
la obra en uno de los grabados más complejos del arte. Llama la atención, una breve nota agregada por el autor al margen de un esbozo del “putto” niño alado del grabado, donde
escribe: “las llaves representan el poder y la escalera riquezas”, el mismo autor nos está señalando lo simbólico y enigmático de cada elemento, más allá de la apreciación artística.
Un pensamiento transido de un misticismo matemático que se remonta a la filosofía pitagórica y neoplatónica y cuyo afán era, reunir la matemática, la numerología, la religión, el
conocimiento del Absoluto , lo artístico y lo plenamente abstracto… con la plenitud del alma, donde el orden de la creación podía expresarse en relaciones matemáticas, en el
misterioso mundo de los números, en la geometría donde residían las formas geométricas básicas arquetipos de la belleza absoluta, en el arte y con símbolos de especulaciones
filosóficas y místicas; donde el hombre no es ya indefenso, abandonado al caos de la creación, donde toma conciencia de su individualidad propia, mas, limitada por la magnificencia
de todo lo creado.

Es una de las obras más enigmáticas de la Historia del Arte y que aún sigue creando incógnitas iconográficas y simbólicas.

Esto, permitiría “interpretar” la obra como un sistema genial de arte geométrico y constructivo de Matemáticas y Arquitectura, de Esoterismo a través de la Astrología, la Alquimia, la
Cábala y la Numerología, de Filosofía y Psicología en la melancolía creativa, en la acedía, la inercia, la meditación y el caos del desorden general.

Un sentimiento de frustración se plasma en esta obra, en la que su autor, pone de relieve la actitud pesarosa, abatida y alígera de un ser alado símbolo de superioridad intelectual en un
inquietante escenario, atrapado en una visión arquitectónica con herramientas esparcidas y rodeado de símbolos mágicos. Es la vida del genio profano entre el mundo racional e
imaginario de la ciencia, el arte y lo desconocido. Absorta figura que apoya la cabeza en el puño suavemente cerrado mientras la otra mano sujeta al descuido un compás que reposa
sobre sus ropas encima de sus rodillas. Sus grandes ojos abiertos y la mirada fija en un vacío con expresión sombría, en un estado espiritual atormentado, que se refleja en todo el
grabado. No es una indolencia apática, la mirada introspectiva revela una agitada tensión interior a pesar de la inmovilidad en un entorno casi surrealista. La desesperanza de la figura
alada ilustra sobre los peligros y las satisfacciones de la actividad intelectual, es la imagen del espíritu creador a solas consigo mismo.

Ya para Aristóteles:
“Todos los hombres verdaderamente sobresalientes, ya sea que se hayan distinguido en la filosofía, en la política, en la poesía o en las artes, son melancólicos e incluso, hasta el
punto de sufrir… son las naturalezas más dotadas para la creación espiritual”

Y Durero, conocía la obra de Aristóteles al igual que “De la vida sana” deMarsilio Ficino (filósofo humanista mentor del movimiento neoplatónico florentino) en la que afirma:
“Todos los hombres que han sobresalido en algún arte son melancólicos”.
Durante la época del Renacimiento, el concepto de “melancolía” era muy diferente del actual. La melancolía, era desde la Antigüedad uno de los cuatro humores del hombre: cada uno
asociado a uno de los cuatro elementos, las cuatro estaciones, las cuatro edades del hombre, los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales, las cuatro horas del día.

El grabado Melancolía I, está asociado a: la tierra, la sequedad, el frío, el viento Boreal del norte, el otoño , el atardecer, cuando según Virgilio, es el momento del día en el que el
sufrimiento humano y la perfección del ambiente parecieran ponerse de acuerdo para contradecirse, la edad de los sesenta en el ser humano.
Antes de Durero, las alegorías a la melancolía, sólo aparecían al público en los almanaques por su sencilla relación con las estaciones frías.

Consideremos, que el propio Dürer en su tratado de estética del manuscrito de Nüremberg, escribe sobre los cuatro caracteres humanos considerados para la época: melancólico,
flemático, colérico y sanguíneo y, que a pesar de su fe en los designios divinos, su creencia en la Astrología (en este grabado se advierte, un gran interés por las ciencias “raras” de su
tiempo, como magia, cábala, astrología y fisiognomía) es determinante; según ella, los poderes siderales de las estrellas y planetas podían determinar el carácter, declarando que debía
prestarse mucha atención a la fecha, hora y lugar de nacimiento, y el signo zodiacal bajo el que llegó al mundo un ser humano puesto que, estos datos condicionarían el talento
artístico “Rogad a Dios que se trate de una hora afortunada” afirmó.
No hay un solo detalle del grabado que carezca de significado, no encontramos ningún trazo al descuido o fruto del azar o el error, todo está perfectamente dispuesto, cada objeto es un
símbolo deliberadamente colocado, planteándonos una lectura muy compleja “el pintor está interiormente repleto de formas” (A.Dürer) de sus detalles iconográficos enigmáticos y
llenos de alusiones.
Carl Gustav Carus interpretó en este grabado, un elemento faústico, la búsqueda incansable de una perfección imposible de alcanzar y una aguda conciencia de problemas imposibles
de resolver, y la búsqueda desesperada de una conciliación que no encontró.
El vacío está presente en cada objeto que “intenta” rellenar el espacio, ellos, parecen carecer de “interior” al ser artificios generados por el hombre con el fin de comprender la
existencia, tal como si la vida quedaría desprovista de sentido y en ella no se hospedaría nada fuera del pensamiento y uno de los caminos de huída es la radical parálisis contemplativa,
la delectación melancólica, haciendo eco de una taxonomía Agrippiana (Agrippa de Nettesheim), la inspiración saturniana podía espolear además de la mente intuitiva la razón
discursiva y la imaginación en la abundancia de elementos opuestos.

ELEMENTOS.
Banco de piedra: sobre el que esta sentado el ser alado.
Construcción: una torre sólida, inacabada.
Paisaje al fondo: abierto, frío, solitario, nocturno Con asomos de un pueblo o ciudad costera.
La luz lunar: manifestada en la proyección de su sombra sobre los objetos.
El planeta Saturno: “Señor de las contradicciones” enmarcado en un arco iris lunar; Saturno (siguilla Saturni) el planeta de los creadores, con terrible influencia en los estados
melancólicos que simboliza la “mente” del universo y representa la contemplación profunda, alegoría del poder creativo que se alimenta en la oscuridad para refulgir en luz.
Un perro: un galgo que en las imágenes medievales y del renacimiento significaba percepción, considerándose que el galgo reconoce a su señor mejor que cualquier otra raza de perro.
Famélico y adormecido a sus pies en posición y actitud esencial para la discriminación de los matices simbólicos.
Una balanza: colgando de la cornisa del muro oscilando suavemente. Símbolo del equilibrio y de la medida justa. La balanza o Libra es el séptimo signo zodiacal corresponde al otoño
y los decanes que le asigna la astrología helenística son la Luna, Saturno y Júpiter.
Un reloj de arena: marcando el tiempo.
Una campana: símbolo de vinculación entre los cielos y la tierra. A finales de la Edad Media y principios del Renacimiento tuvieron difusión las campanas mágicas con el fin de
conjurar los espíritus benévolos de la región planetaria. El reloj de arena, la campana y la balanza vinculados a Kronos – Saturno el dios del tiempo y la medida.
Un ángel niño alado, un “putto”: escribiendo indolentemente sentado sobre una rueda.
Un cometa: fenómeno maléfico, anunciador de catástrofes iluminando el cielo nocturno.
Corona de hojas de ranúnculos y lotos: hierbas laguneras de flores blancas que cubren la superficie del agua y se entretejen en guirnaldas colocadas en la cabeza para señalar la
gloria y combatir la melancolía en esa constante confrontación de supuestos.
Una escalera: apoyada sobre la construcción inacabada sugiriendo el abandono reciente. Ascensión, gradación, comunicación, sabiduría, prudencia. Descenso, bajada a los abismos o
al acceso a los saberes ocultos o el buceo del inconsciente. El número de escalones siete dominante en el simbolismo imperante en la época, cada uno de metal diferente, el primero de
plomo identificado con Saturno en el proceso de transformación.
Un compás: instrumento de la inteligencia que traza planes y proyectos, simboliza la energía creadora activa atributo de diversas ciencias, los distintos ángulos de apertura denotan
distintas fases de emoción espiritual, considerándose 90º el equilibrio entre las fuerzas materiales y las espirituales.
Herramientas de carpintería y arquitectura: pluma y tintero, rueda de molino, garlopa, sierra, tenazas, cuatro clavos, una plantilla, un martillo, un pequeño crisol con fuego, pinzas
para recoger brasas, el cañón de un fuelle, una piedra de afilar con su borde mellado y roto.
Figuras geométricas: esfera de madera tornada símbolo de la totalidad, como el rotundus alquímico, alegoría del mundo, y un poliedro de piedra, romboedro truncado, que para
algunos alquimistas representa la piedra filosofal inacabada.
Un murciélago: por su carácter ambiguo (mamífero alado) presenta significaciones contradictorias. En la Alquimia Occidental, es un ser hermafrodita, el guardián del umbral no
exento de peligros y, que permanece en la sombra hasta que un nuevo conocimiento de la luz a una nueva expresión psíquica.
Un libro: descansando en el regazo con sus broches cerrados.
Una filacteria o cinta con la inscripción que da el título al grabado:MELENCOLIA I sostenida entre las alas del murciélago.
Un llavero: que cuelga de la cintura a un costado, denota poder asociado con Saturno el más viejo y elevado de los dioses.
Un cuadrado mágico: “Mesa de Júpiter” : una de las figuras simbólicas más frecuentes como representación de la tierra en contraposición con los cielos. Símbolo de la materia, de
lo corporal, de la realidad terrestre.
Un bolso alcancía: imagen evocadora de la avaricia.
Un ser humano: alado, sedente, que apoya su rostro en su puño izquierdo cerrado.
EL CUADRADO MAGICO.
De la serie de elementos alquímicos, mágicos y astrológicos, el más notorio en el campo matemático, es el cuadrado mágico. Ya era conocido el año 4000 entre los egipcios, pero se
debe a Durero en haberlo introducido por primera vez en Europa.
El cuadrado mágico: “Mesa de Júpiter”, presagia soluciones. Grabado en una lámina de estaño (en la alquimia medieval y del Renacimiento, se relaciona este metal en Astrología,
con Júpiter, el planeta benéfico mediador entre el frío y el calor y promotor de la inteligencia vivaz). Identificado con el mensula jovis, podía desempeñar el papel de un
talismán “convertir el mal en bien disipando toda angustia y temor”. Dürer lo coloca sobre el muro detrás de la figura alada.
“Este símbolo hace afortunado a su poseedor en todos sus tratos y ahuyenta todo cuidado y temor” (Paracelso).
Se considera el primer cuadrado mágico expresado en el arte europeo.

16 3 2 13
5 10 11 8
9 6 7 12
4 15 14 1
Cuadrado mágico: disposición de n² números colocados en un tablero de n x n casillas de tal modo, que la suma de cada una de sus columnas, filas, diagonales principales y
quebradas, las cuatro esquinas, los cuatro cuadrados del centro, los cuatro cuadrados de los laterales y sus opuestos sea una misma constante 34. Cuando los números son entre 1 y n² la
suma mágica o constante mágica o adición mágica es (n³+n)/2 y su total mágico la suma de los dieciséis elementos, cuando se hace extensivo a cualquier cuadrado mágico.
El cuadrado de Albrecht Dürer es un cuadrado mágico numérico de 4² números colocados en un tablero de 4 x 4 casillas, de orden par 4 (el menor existente de los de orden par) 4
filas y 4 columnas, compuesto por los números 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,1,4,15 y 16. Su constante mágica es 34 y su total mágico es 136. Es un cuadrado semimágico pues todo
cuadrado mágico es semimágico.
Es pandiagonal ya que la suma de todas las diagonales inclusive las “quebradas”, líneas imaginarias trazadas desde cada número de la primera fila en ambos sentidos, suman la
constante mágica 34.
Existe en nuestra herencia esotérica, una relación que vincula a los planetas con los dédalos, laberintos y circuitos, esta relación la establecen los cuadrados mágicos, en la cual, siete
órdenes de cuadrados mágicos están tradicionalmente asociados a siete planetas. Desde Saturno que abarca los números del 1 al 9 hasta la Luna que abarca los números del 1 al 81
dispuestos de tal manera que las sumas mágicas o constantes mágicas sean:

Saturno = 15, Júpiter = 34, Marte = 65, Sol = 111, Venus =175, Mercurio = 260 y la Luna =369. Así, podemos encontrar la conexión entre el tamaño del cuadrado mágico de Dürer
34 y el planeta que representa Júpiter (sigilla Jovis).
No es latino, pues los dieciséis números que lo conforman deberían no aparecen una vez en cada fila y en cada columna (existe un único cuadrado mágico latino de orden 4), por lo
tanto, no es latino diagonal (si además la diagonal cumple con esa propiedad).
No es “iguale doble” pues es doble uniforme: n divisible por 4 (n = 4).
No es asociativo: en los cuadrados mágicos asociativos las parejas de números opuestos suman n² + 1, característica más propia de los de orden impar (el cuadrado mágico de orden 5
es el menor que puede ser pandiagonal y asociativo al mismo tiempo), no es perfecto pues todo subcuadrado formado por 2 x 2 casillas no suma la constante mágica 34 y no es
especular una cualidad muy rara y destacable.
Cabe destacar, que la suma de los números de los vértices suman 34 la constante mágica igual que los elementos del cuadrado central, los cuatro cuadrados de las esquinas, las sumas
de los cuatro números externos a la derecha de las esquinas (Ej. 3+8+14+9 =34) y los cuatro a la izquierda (Ej. 2+5+15+12 = 34 ) y así sucesivamente, la suma de las dos entradas
medias de las dos columnas y filas externas (Ej. 5+9+8+12= 34), cualquier 2×2 bloque de números, que la fecha de ejecución de la obra 1514 puede leerse combinando las dos casillas
centrales de la última fila ( también el Martes 17 de Mayo de 1514, dos horas antes del anochecer, muere la madre del artista), que si unimos con líneas los números pares por una parte
y los impares por otra, se forman estructuras hexagonales.

Cuadrado mágico binario: si se les resta una unidad a cada número, quedando las cifras del sistema hexadecimal (del 0 al 15), las reducimos al sistema binario y giramos el cuadrado
45º a la derecha, aparece una simetría vertical perfecta de ceros y unos:
No sabemos cómo se construían en la época de Durero los cuadrados de orden par 4n+2 y, si ese procedimiento era general o particular. Si quisiéramos construir un cuadrado mágico
con los números enteros del 1 al 16 como el de laMelancolía I, los márgenes deberían escogerse muy cuidadosamente. Tampoco logramos desentrañar porque no aparece el cuadrado
mágico de Saturno el astro de la melancolía y en su lugar el cuadrado mágico de Júpiter.
Y nos preguntamos:

¿Cuál es el sentido de condensar ciencias exactas con el arte y las ciencias esotéricas? ¿Matemáticas, Arte, Filosofía, Astrología y Alquimia?

¿Habría tenido Dürer el proyecto de una Melencolía II?

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