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EL PRIMER AÑO DE VIDA

DEL NIÑO
RENÉ A. SPITZ
Resumen por Silvia Beatriz Martínez Gómez
Psicopedagoga y Psicoterapeuta Infantil

Desde el punto de vista psicoanalítico Spitz mantiene la opinión de que existe un estado inicial
diferenciado y un despliegue lento y continuado de las funciones, los impulsos diversos, las gradaciones
estructurales; es decir de procesos psicológicos que emergen de un modo gradual de los prototipos
fisiológicos que les sirven de apoyo.

LA CONSTITUCION DEL OBJETO LIBIDINAL


1. La etapa sin objeto

Para el neonato no existe ni el objeto ni la relación del objeto. Por tanto, distingue entre una cosa externa
de su propio cuerpo, no experimenta el medio circundante como algo separado de sí y su percepción
marcha a través de los sistemas interoceptivo y propioceptivo. Los estímulos que provienen de fuera,
son percibidos sólo cuando su nivel de intensidad excede el del umbral de la barrera contra el estímulo.
No experimenta el placer sino el sosiego. El neonato no tiene imagen alguna del mundo, ni estímulos
que pueda reconocer como señales, en su lugar existen rasgos mnémicos y hasta que se convierten en
experiencias significativas se identifican como señales. Al final de la primer semana de vida aparecen los
primeros indicios de conducta dirigida hacia un fin, especialmente al alimentarse, donde el infante
reconoce la sugerencia para que se alimente sólo cuando tiene hambre y cuando está gritando por tener
hambre, no reconoce el pezón que tiene en la boca y sigue gritando. Al principio del segundo mes, el ser
humano adquiere un puesto único entre las “cosas” que rodean al neonato, si tiene hambre
desencadenará succión y movimientos solamente al ver al adulto acercarse y no ante otra cosa. Ya que
el ser humano aparece cada vez que hay que satisfacer una necesidad se asocia con el alivio del displacer,
así como la experiencia del placer. Dos o tres semanas después, al percibir un rostro humano, sigue los
movimientos de este con atención concentrada, al ser amamantado el neonato puede ver el rostro de
su madre, por lo que en las 6 primeras semanas de vida, las huellas mnémicas del rostro humano quedan
fijas en la memoria infantil.
2. La cuna de la percepción

La percepción parece empezar como una totalidad y las diversas modalidades han de irse separando
con el desarrollo y el aprendizaje. Cuando los sentidos impregnan los ojos antes de que éstos hayan
aprendido a ver, no tienen significado. La percepción empieza en la cavidad oral que sirve de puente
ente la recepción interna y la percepción externa.

Cuando el infante mama el pecho de la madre siente el pezón y mira el rostro, al soltar el pezón y
recuperarlo pierde la sensación oral pero permanece la imagen a distancia. Después del tercer mes de
vida, la percepción en profundidad juega un papel importante y el infante muestra que distingue una
gestalt tridimensional de la misma gestalt en proyección bidimensional. La coordinación primera de la
mano y la boca, contribuye al desarrollo de las funciones del yo y de su integración. El tercero de los
órganos perceptivos -la superficie cutánea- interviene en el conjunto de sensaciones del neonato de
forma integrada para desarrollar la percepción. La experiencia unificada procura la satisfacción de una
necesidad y reduce la tensión tras un periodo de excitación no grata, lo que dejará una huella o un
“registro” en la mente del infante. El amamantamiento no sólo satisface una necesidad sino que inicia el
tránsito de la percepción por contacto a la percepción a distancia, activa el sistema perceptual diacrítico,
que reemplaza gradualmente a la organización cenestésica. Las demoras entre la sensación de la
necesidad y su desaparición, desarrollan un papel principal en el desarrollo adaptativo. La frustración
que acompaña a la demora es uno de los dispositivos de adaptación más importantes: las huellas de
recuerdos y el recuerdo.

El infante soporta grandes cantidades de estimulación vestibular, lo que en el adulto podría llevar al
vértigo, piel sudorosa y pálida, palmas sudorosas, fuerte salivación y hasta vómito. Estos efectos, refieren
la relación existente entre la cavidad oral, tacto, superficie cutánea y área vestibular.

3. El precursor del objeto

En el segundo mes la sonrisa es la primera manifestación de conducta activa, dirigida e intencional. En el


tercer mes, el bebe responde al rostro del adulto sonriendo, si se cumplen ciertas condiciones: que el
rostro se muestre de frente de modo que pueda ver los dos ojos y que el semblante tenga movilidad,
estas condiciones representan un MRI (Mecanismo Relajador Innato). Sin embargo no percibe a un
congénere humano, persona u objeto libidinal, sólo un “signo”. Ni siquiera el alimento provoca esta
respuesta. A los seis meses, reservan su respuesta sonriente a sus madres y para los objetos de su amor,
pero no suelen sonreír a desconocidos.

La retroalimentación recíproca entre la díada madre e hijo provoca distintos efectos el uno sobre el otro.
Pero no sería lo mismo si una muñeca con el signo adecuado se presentara ante el bebe pues no habría
la respuesta afectiva y el acto unilateral no contribuiría para el desarrollo del infante.

En el tercer mes, el infante se da cuenta de que puede oír los sonidos que produce él mismo y que esos
sonidos, son diferentes de los que vienen del medio circundante. Al término del tercer mes el infante
ejercita este poder y realiza monólogos balbuceantes. Seis meses después utilizará esta experiencia al
imitar los sonidos que oye de su madre.
El clima emocional creado entre la madre y el hijo son de una importancia muchísimo mayor que en
cualquier otra época posterior de su vida. Y aunque la influencia emocional comprende al padre, los
hermanos y otros, dichas influencia son transmitidas por la madre o sustituta en nuestra cultura.

El hecho de que el infante sea capaz de reconocer el rostro humano y sonreír, demuestra rastros de
recuerdos lo que implica que en el aparato psíquico se ha producido una división: Conciente,
Preconciente e Inconciente. A los tres meses se produce un paso integrativamente primordial y se forma
un “yo rudimentario”, en donde las relaciones con el objeto se hallan en la etapa preobjetual.

4. La plasticidad de la psiqué infantil

El primer año de vida es el período más plástico del desarrollo humano. Jamás en el resto de la vida se
aprenderá tanto en tan corto tiempo. A los tres meses se da una etapa de transición, en esta, las
experiencias del infante tienen consecuencias mas trascendentales que en periodos de mayor
estabilidad, por lo que es una etapa de mayor vulnerabilidad.

Los puntos críticos son los organizadores de la psiqué y tienen una extraordinaria importancia en el
progreso ordenado y sin obstáculos del desarrollo infantil. Una perturbación en el despliegue de la
personalidad del infante será seguido de una alteración en el equilibrio entre las fuerzas del desarrollo y
aquellas que ha suscitado la maduración. Con los avances de la edad, decrece su ocurrencia,
desapareciendo por completo tras la pubertad. El desequilibrio entre el desarrollo y la maduración es
favorecido grandemente por la plasticidad de la psiqué infantil.

5. El papel de las relaciones madre-hijo en el desarrollo de la psiqué.

La sola presencia de la madre actúa como estímulo al bebé y en este intercambio de experiencias uno a
otro se refuerza y controlan. De esta manera conductas patológicas de la madre ejercen influencia
patológica sobre el desarrollo de sus hijos. La intuición en la naturaleza de la comunicación en la etapa
preverbal entre la madre y el hijo está determinado por el Anlaje Filogenético, y no utiliza signos. Este
mecanismo de comunicación no es concientizado por la madre. Los afectos placenteros surgen en los 3
primeros meses de vida, siendo la respuesta sonriente su manifestación más notable. Al comienzo del
4º. Mes surge el desagrado porque su pareja lo abandone mas no así ante un objeto suyo. Al 6º. Mes
llorará no sólo cuando se va su pareja humana sino también cuando le quitan su juguete. Luego de los 6
meses es capaz de seleccionar su objeto favorito de entre otras cosas. Las experiencias del placer y
displacer son las dos experiencias afectivas principales en la primera infancia. El privar al infante del
afecto del displacer es tan dañino como privarle del afecto del placer. La frustración natural es el
catalizador más potente de la evolución con que cuenta la naturaleza.
ESTABLECIMIENTO DEL OBJETO LIBIDINAL
1. La angustia del 8o mes

Entre el 6º y 8º Mes la diferenciación diacrítica está bien desarrollada. Existen tres etapas de la angustia
en el 1er año de vida: 1) En el momento del parto, la reacción es desagradable porque la tensión interna
provoca alteración en el equilibrio. 2) En el 4º y 6º mes de vida el temor es provocado por las relaciones
con una experiencia desagradable previa 3) la angustia propiamente dicha, la cual aparece entre los 6 y
8 meses, el niño responde ante un desconocido con el que nunca ha tenido una experiencia previa con
rechazo, y lo hace porque “este no es su madre”.

La angustia del octavo mes (displacer) señala una etapa diferente en el desarrollo de la organización
psíquica. El rostro del desconocido es comparada con las huellas mnémicas del rostro de la madre y
descubre que es diferente, por eso será rechazado, ya que el rostro de la madre tiene un lugar único
entre los rostros.

2. Segundo organizador y determinantes culturales de la díada

El segundo organizador aparece con la crisis del 8º mes, donde la personalidad del niño como conducta,
sufrirán un cambio radical, esto es lo que indica el establecimiento del objeto libidinal propiamente
dicho. Y una vez establecido el objeto ya no puede intercambiarse con cualquier otro individuo. Esta
exclusividad confiada permite crear vínculos afectivos posteriores. Las instituciones culturales
desempeñan un papel significativo en la formación de la personalidad. La familia garantiza un contacto
y unas relaciones estrechas entre el infante y la figura maternal durante el primer año de vida. La
tradición cultural para la crianza del infante es distinta en cada cultura.

3. Papel y evolución de los impulsos instintuales

La madre es la que satisface los deseos orales del infante, ella se convierte en el blanco de los impulsos
agresivos y libidinales del infante. Los “aspectos buenos” de la madre sobrepasan los “aspectos malos”
por lo que el impulso libidinal sobrepasa el impulso agresivo, por lo que el buen objeto predomina en
esta fusión a lo que se debe que el objeto libidinal se le llame objeto amoroso. Los dos impulsos están
dirigidos a un solo objeto libidinal propiamente dicho formando una fuerza emocional. Tanto alimentar
al bebé a horas rígidas como el hacerlo a libre demanda son recomendaciones poco aconsejables como
irrazonables. La capacidad para tolerar la frustración es el origen del principio de realidad. La satisfacción
inmediata ha de ser aplazada de modo que posponerla logre una satisfacción mas adecuada. Esto hace
posible el progreso de la recepción interna a la percepción externa, al refrenar la descarga motora, se
proporciona el aplazamiento requerido para un proceso tan complejo como el de pensar y juzgar. El
pensamiento permite una regulación de los impulsos, canalizando su descarga en actos volitivamente
dirigidos. De aquí que la descarga de la agresión sea posible, garantizando un aumento del placer.
4. Desarrollo tras el establecimiento del segundo organizador

Luego de la crisis del 8º mes, hacen su aparición muchos patrones de conducta, realizaciones y
relaciones. Comprenden ademanes sociales y su uso (prohibiciones, detenerse ante un no. Saludos.),
participación creciente en juegos de reciprocidad social (aventar y regresar la pelota). Avances en la
capacidad de discriminación entre las cosas inanimadas. Comienza a usar herramientas que han sido
demostradas una sola ocasión. Su nivel afectivo se matiza (celos, cólera, envidia, posesión, amor, afecto,
apego, alegría, placer). Esta diferenciación estimula la formación de ciertos mecanismos de defensa hacia
el final del primer año de vida.

La imitación aparece hacia los 8 y 10 meses de edad. La adquisición de patrones de acción, la imitación
e identificación permiten al niño autonomía creciente de la madre.

5. Orígenes y comienzos de la comunicación humana

Luego del 8º mes, la locomoción alcanzada fuerza a la madre a frenar y atajar la iniciativa del bebe por
descubrir un mundo que puede ser peligroso, por lo que la comunicación y el contacto cambian
radicalmente. Ahora la madre prohíbe principalmente diciendo no y moviendo la cabeza. Por tanto esta
es la primera palabra y gesto que entiende y emplea. El displacer ante el objeto libidinal es cambiado por
la identificación con el agresor. Las palabras primarias “no” y “si” y sus gestos son usadas.
PATOLOGIA DE LAS RELACIONES DEL OBJETO
La madre obtiene de su hijo satisfacciones para el ello, el yo y el superyó. Las relaciones de objeto que
satisfacen tanto a la madre como al hijo son relaciones en las que opera un intercambio de fuerzas
armonizadas. Basta con la desarmonía de uno de los componentes de la díada (la madre) para que se
refleje en el desarrollo del infante.
RELACIONES
INSATISFAC- FACTOR ETIOLOGICO APORTADO POR LAS ACTITUDES
SINTOMAS DEL INFANTE
TORIAS MATERNALES
MADRE/HIJO

Repulsa activa primaria: El infante muere ya sea “accidentalmente” o por


Repulsa global de la infanticidio, es abandonado o en el mejor de los
maternidad, desde la preñez casos cedido para su adopción.
como al infante y
probablemente también a
muchos aspectos de la
Franca repulsa primaria
sexualidad genital.

Repulsa pasiva primaria: La Coma en el recién nacido (Margaret Ribble).


madre rechaza al bebe y su Síntomas orales: incapacidad de succionar en los
estado pone en peligro la vida primeros días y vómito infantil ya más grandes.
del recién nacido.

Tolerancia excesiva angustiosa primaria Es la llamada protección Cólico del tercer mes. Aparece en los primeros 3
maternal excesiva. El displacer de cualquier origen es expresado meses. Los niños criados a libre demanda padecen
por la protesta oral, la madre ansiosa incapaz de interpretar el del cólico a diferencia de los niños criados con
llanto responde alimentándolo recargando su sistema digestivo y horarios específicos. La terapia sugerida es el chupón
creando un círculo vicioso. el cual corta el círculo vicioso. Otro es el mecer al
PSICOTÓXICA (CUALITATIVA)

PSICOTÓXICA (CUALITATIVA)

niño, ya que así podrá descargar gran parte de su


tensión. Así como el cargar al niño en la espalda trae
beneficios que ni siquiera sospechamos.

Hostilidad enmascarada de angustia Las madres presentan Eczema infantil (aparece a los 12 meses y
angustia manifiesta de sus hijos. Los actos de las madres desaparece a los 24). Peculiaridades: 1. los niños se
contradicen sus palabras. La preocupación exagerada es una habían retardado en su desarrollo afectivo (angustia
compensación de la hostilidad inconsciente. Ponen en riesgo la del 8º mes). 2. La mayoría de las madres no tocaba a
salud de sus hijos. Retrazo para adquirir conocimiento y en las sus hijos. 3. Tenían madres de personalidad infantil.
relaciones sociales. 4. Ante sugerencias ambiguas el bebe lábil responde
con eczema ante el conflicto.

Fluctuación entre el mimo y la hostilidad las madres tenían Hipermovilidad (cabeceo). Se observa en el bebe
personalidades infantiles carecían de control sobre su agresividad, retrazo en la adaptación social y habilidad
así que los bebés eran víctimas de sus explosiones de cólera y de manipuladora. Actividades autoeróticas: chuparse el
cariño. dedo, los labios, el jalarse la oreja, el pelo, arañarse
el rostro, cabecear, darse de cabezadas.

Oscilaciones cíclicas del humor de la madre las madres padecían Juegos fecales y coprofagía. El niño imita la
de depresión e hicieron daños físicos importantes en sus hijos depresión de la madre. La pérdida de la madre es
(quemarlos, casi ahogarlos, etc.), sin embargo mostraron amor emotiva no física. Por lo que las señales de la madre
materno durante los primeros meses y la hostilidad vino después. cambiaron repentinamente como objeto bueno. Se
presenta en el cambio entre la etapa oral y la anal.

Hostilidad compensada conscientemente es difícil de observar Hipertimia agresiva (Bowlby). Los niños son
pues la actitud materna es poco destacada, se da en círculos manipuladores, no muy sociables, destructivos y con
intelectuales y profesionales, donde su hostilidad es compensada tendencia a la hiperactividad. No muestran interés
por la culpa. por el contacto humano y se vuelven hostiles.
PATOLOGIA DE LAS RELACIONES DEL OBJETO
Privación emocional parcial Los síntomas eran Depresión anaclítica. En el primer mes
mayores cuando la relación con la madre era más los niños se vuelven llorones, exigentes
satisfactoria que cuando no lo era. Los síntomas y tienden a asirse al observador, al
aumentaron cuando la separación con la madre segundo mes el lloriqueo se cambia por
aumentaba en tiempo. gemidos. Inicia la pérdida de peso,
detención en el índice de desarrollo. En
el tercer mes se niegan al contacto.
DEFECTIVA CUANTITATIVA

Yacen postrados en sus camas la mayor


parte del tiempo. Se inicia el insomnio.
Prosigue la pérdida de peso. Hay una
tendencia a contraer enfermedades
interrecurrentes. El retraso motor se
generaliza. Se inicia la rigidez facial. Los
lloriqueos cesan. El retraso motor es
reemplazado por el letargo. El índice de
desarrollo decrece.

Privación emocional completa la ausencia de los Marasmo y muerte. Las consecuencias


cuidados maternos equivale a la indigencia de la privación emocional son
emotiva hundiendo la entera personalidad del irreversibles.
infante.

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