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El documento es una carta de un tío dirigida a su sobrino. El tío explica que el sobrino lo odia porque se parece a su padre fallecido, que era el hermano del tío. Además, el tío menciona que no es culpa suya ni de su hermano una extraña costumbre familiar de orinar desde el balcón que les fue inculcada por su abuelo. Finalmente, el tío indica que ni él ni su hermano conocen las razones detrás de esta costumbre familiar ya que ni siquiera su abuelo las
El documento es una carta de un tío dirigida a su sobrino. El tío explica que el sobrino lo odia porque se parece a su padre fallecido, que era el hermano del tío. Además, el tío menciona que no es culpa suya ni de su hermano una extraña costumbre familiar de orinar desde el balcón que les fue inculcada por su abuelo. Finalmente, el tío indica que ni él ni su hermano conocen las razones detrás de esta costumbre familiar ya que ni siquiera su abuelo las
El documento es una carta de un tío dirigida a su sobrino. El tío explica que el sobrino lo odia porque se parece a su padre fallecido, que era el hermano del tío. Además, el tío menciona que no es culpa suya ni de su hermano una extraña costumbre familiar de orinar desde el balcón que les fue inculcada por su abuelo. Finalmente, el tío indica que ni él ni su hermano conocen las razones detrás de esta costumbre familiar ya que ni siquiera su abuelo las
me odias. Pero cómo no iba a parecerme a él, si soy su hermano. Y no creas que no te entiendo, sé que no es fácil aceptar las cosas, pero no es culpa nuestra. Fue tu abuelo quien nos inculcó aquella extraña costumbre de orinar desde el balcón.
Al principio nosotros tampoco lo aceptábamos, incluso llegamos a oponernos
seriamente. Cuando se es joven uno se hace rebelde. Yo me negué en rotundo, “no quiero esta herencia” grité a tu abuelo, y él, muy tranquilo, nos explicó que igualmente habíamos heredado los ojos azules y la destreza para criar galgos. Tampoco pudo decirnos mucho más. No es que tu padre y yo no queramos responderte. Al principio también necesitábamos saber el motivo de aquella manía, pero el abuelo nunca dijo nada. Él tenía esa costumbre desde siempre. Su padre también. No insistas. Ninguna persona viva recuerda ya por qué cada 24 de Marzo todos los hombres de la familia se ponen a orinar desde un balcón.