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Cuento corto Epistolar

By cuento corto in Relatos on 11 junio 2014.

Yo te recuerdo a tu padre. Por eso


me odias. Pero cómo no iba a parecerme a él, si soy su hermano. Y no creas
que no te entiendo, sé que no es fácil aceptar las cosas, pero no es culpa
nuestra. Fue tu abuelo quien nos inculcó aquella extraña costumbre de orinar
desde el balcón.

Al principio nosotros tampoco lo aceptábamos, incluso llegamos a oponernos


seriamente. Cuando se es joven uno se hace rebelde. Yo me negué en
rotundo, “no quiero esta herencia” grité a tu abuelo, y él, muy tranquilo, nos
explicó que igualmente habíamos heredado los ojos azules y la destreza para
criar galgos. Tampoco pudo decirnos mucho más. No es que tu padre y yo no
queramos responderte. Al principio también necesitábamos saber el motivo de
aquella manía, pero el abuelo nunca dijo nada. Él tenía esa costumbre desde
siempre. Su padre también. No insistas. Ninguna persona viva recuerda ya por
qué cada 24 de Marzo todos los hombres de la familia se ponen a orinar desde
un balcón.

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