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2.

investigar 3 patologías relacionadas con receptores hormonales


1. Resistencia a la acción de la TSH
Se caracteriza por una sensibilidad alterada de las células tiroideas a la acción de la TSH. Se debe a alteraciones en el receptor de la
TSH (TSHR) que están asociadas con manifestaciones clínicas heterogéneas dependiendo del grado de alteración del receptor. Más
raramente puede ser originada por mutaciones inactivadoras en el gen GNAS1 que codifica la subunidad alfa de la proteína G y que
también causa distintos tipos de pseudohipoparatirodismo y otras resistencias hormonales.
La resistencia a la TSH es causada por mutaciones con pérdida de función en TSHR, que llevan a una respuesta defectuosa del AMPc
a la estimulación de la TSH, debido a una síntesis anormal del receptor, perdida de afinidad por la TSH, un transporte alterado del
receptor a la superficie de la membrana o una transducción alterada de la señal.
La mayoría de las mutaciones tienen una herencia recesiva, aunque se han reportado algunas mutaciones heterocigotas con efecto
dominante negativo.
Características clínicas
Se pueden encontrar altos niveles de TSH, niveles normales/reducidos de hormonas tiroideas, y una glándula tiroides normal/hipoplásica
en ausencia de autoinmunidad. Dependiendo del grado de insensibilidad, la presentación puede ser extremadamente variable, desde
una forma severa de hipotiroidismo congénito hasta una forma leve con ligera elevación de la TSH en ausencia de signos y síntomas
de hipotiroidismo.
Como la TSH es el mayor estimulo fisiológico para la función de los tirocitos y su proliferación, una profunda reducción en la sensibilidad
tiroidea a la TSH es observada en los pacientes con resistencia completa, lo cual lleva a un hipotiroidismo severo con una severa
hipoplasia de la tiroides y una marcada elevación de la TSH. Tales casos son típicamente diagnosticados en el tamizaje neonatal para
hipotiroidismo congénito.
Cuando la resistencia a la TSH es incompleta, se presenta una condición llamada resistencia parcial a la TSH, que se caracteriza por la
elevación de la TSH que puede en algún grado compensar la reducida sensibilidad del tiroides observándose formas leves de
hipotiroidismo. Los pacientes típicamente tienen un tiroides de un tamaño normal o reducido, altos niveles de TSH pero concentraciones
séricas de hormonas tiroideas libres, en el rango normal.
Las formas dominantes de la resistencia a la TSH están asociadas a ligeras elevaciones de la TSH y una secreción normal de hormonas
tiroideas y ausencia de signos y síntomas de hipotiroidismo.

2. Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica, de etiología aún no claramente conocida: generalmente hereditaria, caracterizada por una
predisposición genética recesiva, y que consiste, en esencia, en una alteración global del metabolismo, especialmente demostrable a
nivel del metabolismo hidrocarbonado, debido primariamente a una deficiencia absoluta o relativa de insulina. La diabetes, se caracteriza
básicamente por la existencia de hiperglucemia y glucosuria, y en su evolución provoca también importantes alteraciones del
metabolismo de las proteínas, lípidos y electrolitos.
La forma clínica Diabetes Mellitus NO insulino dependiente (DMNID), o Tipo II, es también conocida como diabetes tardía o diabetes
estable del adulto. Raramente evoluciona hacia la cetoacidosis, y a menudo se acompaña de obesidad. En los islotes de Langerhans,
existen células beta funcionales, por lo que en plasma se detecta la presencia de insulina y péptido C. En este tipo de diabetes, en
general, existe un aumento de la masa de células alfa, y no existen alteraciones de las células D, y PP. Las células beta, son
aparentemente normales, sin embargo la respuesta secretora de insulina ante estímulos normales (administración de glucosa por ej.),
es irregular y generalmente disminuída. Podrían existir alteraciones funcionales de los glucoreceptores de las células beta, que
determinan el funcionamiento anómalo de las mismas.
El receptor de la insulina (R), es una glucoproteína de la membrana celular, de PM 360 000, cuya función primaria es el reconocimiento
e interacción con la insulina
La actividad de los receptores y su interacción con la insulina son en general regulados por la misma insulina. Por ejemplo el aumento
de la concentración plasmática de insulina disminuye el número de receptores a la insulina, como ocurre en la obesidad; (down
regulation) mientras que el descenso produce el fenómeno inverso (up regulation)
La resistencia a la insulina puede ser primaria, es decir aquella relacionada exclusivamente con alteraciones de la insulina, de su
producción o por dificultades con los receptores o en los efectos post receptor intracelulares. También puede ser secundaria, provocada
en tal caso por otras patologías concurrentes.
La diabetes tipo II del adulto, no insulino dependiente, se caracteriza por la presencia de resistencia primaria a la insulina y por una
alteración funcional de las células beta de los islotes, que ocasiona una respuesta menor, disminuída, ante el estímulo secretor de la
glucosa.
La resistencia primaria a la insulina puede ocurrir a su vez por múltiples causas como ser:
a) Alteraciones de los mecanismos prereceptor: Presencia de anticuerpos anti insulina (cuya incidencia ocurre por el uso de insulinas
no humanas, bovinas o porcinas); por metabolización acelerada o anormal de la insulina, o por la secreción de una insulina químicamente
anormal.
b) Alteraciones a nivel del receptor: Como autorregulación negativa anormal y disminución marcada del número de receptores, o la
existencia de anticuerpos antirreceptor.
c) Alteraciones de los mecanismos postrreceptor: Que producen modificaciones de los mecanismos efectores o de las vías metabólicas
desencadenadas por la insulina.
La resistencia primaria a la insulina es aceptada actualmente como el principal mecanismo fisiopatológico de la diabetes tipo II.
La resistencia secundaria a la insulina aparece como consecuencia de la existencia de enfermedades graves, que interfieren con una
función metabólica normal o con las acciones o la producción de insulina. La resistencia puede ser aguda o crónica y estar originada en
graves infecciones como TBC miliar, gangrenas, endocarditis bacterianas, septicemias, pielonefritis crónicas y otras.

3. Síndrome de resistencia hormonal por mutaciones en receptores nucleares


La resistencia a las hormonas tiroideas RTH (por sus siglas en inglés resistance to thyroid hormone) es un raro síndrome causado
por diferentes defectos moleculares que llevan a una disminución de la respuesta de los tejidos diana a la acción de niveles elevados
circulantes de hormonas tiroideas. A pesar de esta presentación bioquímica específica, los fenotipos clínicos resultantes son
extremadamente variables. El reconocimiento de la RTH es mandatorio debido a que su diagnóstico, manejo y seguimiento difiere
de otras formas de disfunción tiroidea. Al menos tres diferentes alteraciones moleculares pueden causar RTH en humanos, sin
embargo a continuación solo se abordarán las mutaciones en el gen que codifica la isoforma beta del receptor de la hormona tiroidea
(TRβ).
Han sido identificadas cerca de 110 mutaciones diferentes en el gen TRβ en los pacientes con TRH. Las mutaciones que ocurren en el
dominio de unión del ligando alteran la capacidad del receptor para unirse a la T3 en todos los casos.
Los pacientes con mutaciones en el gen TRβ se caracterizan bioquímicamente por presentar niveles elevados de hormonas tiroideas
circulantes libres (T3L y T4L) en presencia de concentraciones medibles de TSH. La RTH se presenta con una alta variabilidad
clínica que va desde retardo mental y un retardo en la maduración ósea hasta signos y síntomas de tirotoxicosis. Sin embargo la
gran mayoría de los pacientes han sido descritos como eutiroideos, siendo la característica distintiva la presencia de bocio en pacientes
con TRH.
El fenotipo clínico variable de los pacientes con RTH puede ser debido a distintos grados de resistencia periférica en los pacientes, así
como también a una resistencia variable en diferentes tejidos dentro de un solo individuo.
La distribución diferente de las distintas isoformas del receptor en los tejidos puede en parte explicar esta variabilidad. El hígado y la
hipófisis expresan predominantemente las isoformas del receptor beta, mientras que la isoforma alfa es el mayor receptor detectado en
el miocardio. Por lo tanto las mutaciones en la isoforma beta son las que se asocian con resistencia hepática e hipofisaria lo que se
evidencia por una TSH no suprimida, mientras que la taquicardia con frecuencia vista en estos pacientes representa un sensibilidad
cardíaca normal a la acción de concentraciones elevadas de hormonas tiroideas mediada por la isoforma alfa del receptor la cual es
normal

BIBLIOGRAFIA

- https://www.google.com/search?client=firefox-b&ei=sDytW-WtCYqZzwL-
o78o&q=patologias+relacionadas+con+receptores+hormonales+insulina+++pdf&oq=patologias+relacionadas+con+receptore
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- http://www.scielo.org.ar/pdf/raem/v45n1/v45n1a03.pdf

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