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Es el régimen patrimonial que se integra por el conjunto de bienes que se señalan en las
capitulaciones que sirven de base al matrimonio. Los cónyuges se convierten en socios
aportando sus bienes para formar un fondo común del cual ambos serán propietarios y que
en caso de liquidarse (por divorcio o no) se seguirán las reglas establecidas en las
capitulaciones.
Los bienes adquiridos y las utilidades generadas durante el matrimonio entran a la
sociedad conyugal debiéndose dividir en partes iguales, al menos que se pruebe que solo
le pertenecen a uno de ellos.
Para poder vender, hipotecar, gravar, rentar un bien común se requiere del
consentimiento de ambos cónyuges a excepción de que uno haya sido abandonado,
debiendo acudir al juez de lo familiar para que le autorice realizar lo anterior para
garantizar la ministración de alimentos a sus hijos o para él mismo.
a) Los que le pertenecen al tiempo del matrimonio y los que poseía antes adquiriendo
su propiedad durante el matrimonio.
b) Los que adquiera por herencia, don de la fortuna, legado o donación.
c) Los demás adquiridos antes del matrimonio aun cuando la adjudicación se haga en
este.
d) Los adquiridos con el producto de la venta de otros suyos
e) Los de uso personal
f) Los instrumentos para el ejercicio de su profesión u ocupación al menos que le
pertenezcan a ambos
g) Los comprado a plazos antes del matrimonio a excepción de la vivienda, menaje y
enseres familiares.
La sociedad conyugal solo puede comprender a los bienes que le pertenecen a cada uno
de los cónyuges. Si de los bienes aportados por los cónyuges se requiere la otorgación en
escritura pública (bienes inmuebles) se tendrá que hacer para que se trasmita la propiedad
a la sociedad, también ha de hacerse la transcripción en el RPP. De igual forma cualquier
modificación que requiera tal formalidad se hará así de lo contrario no surtirá efectos
contra terceros.
Para la formación de la sociedad ha de especificarse en una lista detallada los bienes que
aporta cada uno, las deudas que cada uno tienen y quien ha de responder de ellas, de lo
que entrará a la sociedad o le pertenecerá a cada uno. Art. 189
Para la regulación de la sociedad conyugal se aplican las capitulaciones matrimoniales en
su defecto se aplican las reglas especiales del régimen y al final por las disposiciones
generales.
Los cónyuges pueden fungir como los liquidadores de su propia sociedad conyugal de
común acuerdo en caso contrario el Juez nombrará a un tercero para el cargo.
Es nula la capitulación que haga de uno solo las utilidades o que lo haga responder de las
deudas en una parte mayor a la de su aportación a la sociedad. Pero es válida la
estipulación por la cual un consorte reciba una pensión fija la cual percibirá aun cuando
la sociedad no tenga utilidades.
Los cónyuges no pueden renunciar anticipadamente a las utilidades que pudieran percibir
de la sociedad solo una vez que se esté liquida, se modifie a separación de bienes podrá
renunciar a lo que tendría derecho. Por otra parte, no tendrá derecho a las utilidades si
malversó, oculto o dispuso de los bienes de la sociedad con dolo, culpa o negligencia y
todo se destinará al otro cónyuge y si la mala actuación de ese cónyuge, hace que los
bienes salgan de la sociedad le deberá pagar una indemnización por la parte que le
pertenecía.
SEPARACIÓN DE BIENES.
Existen por las capitulaciones dadas antes o durante del matrimonio o por sentencia
judicial; pueden comprender los bienes que le pertenezcan a los consortes y los que
adquieran después.
Puede ser absoluta o parcial. Si es parcial aquellos bienes que no hayan sido objeto de
separación pasarán a formar la sociedad conyugal.
Puede terminar o ser modificada por acuerdo de los cónyuges, con la participación de los
que ejerzan la patria potestad en caso de necesitarse.
De la forma no es necesario que se haga en escritura pública al menos que un bien que se
constituya en bien de la sociedad requiera de tal formalidad.
Con las capitulaciones se debe acompañar un inventario que indique que bienes aporta
cada conyuge y que deudas tiene. El dominio y administración le corresponde a cada uno
respecto de los bienes de su propiedad, asi como las acciones y excepciones que tengan
sobre ellos. Sin embargo han de ser destinados para la satisfacción de las necesidades
familiares como los alimentos. Si no se cumple con los alimentos previa autorización del
Juez se podrá enajenar los bienes del conyuge.