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El cumplimiento fiscal
Más allá de los beneficios operativos en la gestión de la cadena de abastecimiento,
las soluciones de intercambio electrónico de datos se han convertido en todo un
aliado para responder a los requerimientos de las entidades tributarias en cada
Estado. La contratación electrónica, el uso de la factura electrónica y, en general, el
avance hacia el denominado e-government hacen necesaria la implantación de este
tipo de tecnologías que agilizan los procedimientos y conectan de forma segura con
el Sector Público.
A través del Hub de Administraciones Públicas, las soluciones de EDICOM son
capaces de conectar automáticamente con cualquier organismo estatal o
supranacional. Además, un equipo de expertos se encarga de
mantenerlas constantemente actualizadas a las exigencias legales que determinan
las autoridades competentes en cada país.
Algunas de las principales características de una Cadena y que han dado lugar
a necesidades son:
Interdependencia
Diversidad de Intereses
Dado que existe una variedad de entidades en una Cadena, cada una tiene
intereses propios que no necesariamente coinciden entre sí. Esta diversidad de
intereses lleva a la generación de conflictos que inhiben la colaboración a lo largo
de la Cadena desde el intercambio de información hasta la creación de acciones
conjuntas entre las organizaciones participantes. Esta falta de colaboración y las
fallas que se generan provocan costos excedentes y desperdicios.
Falta de Visibilidad
Comunicación y Competencia
Dentro de las Cadenas de Suministro, una buena parte de las batallas por los
clientes se han hecho en manufactura. Aún cuando hay cosas todavía por hacer en
manufactura, no es suficiente. Los costos y servicio asociados con dar una
respuesta eficiente al cliente no sólo se dan en la manufactura sino en toda la
logística del producto y en las interdependencias encontradas a lo largo de la
Cadena. Así, los esfuerzos de mejora iniciados en manufactura se han extendido a
otros frentes.
Con todo lo anterior, existen cinco grandes retos para lograr una administración
eficiente de la Cadena de Suministro
El primer gran reto que enfrentan las empresas es dominar los procesos básicos
que predominan en la Cadena. Procesos como interacción con los clientes (cotizar,
tomar pedidos, entregar), planear la demanda, distribuir productos, abastecer
materiales. Dominar procesos básicos implica tener una ejecución superlativa a
través de reglas y procedimientos, uso de tecnología de información, capacidades
organizacionales, indicadores de desempeño.
Todavía a lo largo de la Cadena existen toda una serie de actividades básicas que
no se dominan. En la interacción con clientes, por ejemplo, aún cuando la mayoría
de las empresas expresan que el servicio es un aspecto estratégico, ¿cuántas
tienen realmente indicadores fieles de su servicio a los clientes y al consumidor? Es
la minoría.
Las Cadenas todavía funcionan como eslabones secuenciales, sin ver más allá de
su cliente, sin tener visibilidad de lo que sucede río arriba, con el cliente final. Al no
tener información de lo que sucede en el mercado se toman acciones que no
obedecen a los requerimientos del mercado y que tiene una consecuencia en
costos, o se dejan de tomar acciones oportunas que tienen una consecuencia en
servicio.
No es fácil tener información del cliente final, pero hay prácticas que pueden
acercarnos a esa información. Reuniones con los vendedores de nuestros clientes,
con los compradores de los clientes de nuestros clientes. Verificaciones en el punto
de venta.
h
Junto con esta información, el otro gran reto es traducir la información del mercado
en acciones competitivas. Esto demanda la creación de capacidades
organizacionales relacionadas con el trabajo interfuncional.
Debe ser muy claro que una empresa debe invertir en tecnología de información, de
otra manera corre el riesgo de quedarse tecnológicamente obsoleta en muy poco
tiempo, y debe invertir aún más en el aprovechamiento de esa misma tecnología,
de otra manera corre el gran riesgo de que la tecnología no sirva para nada.
Una estrategia de la Cadena implica dos grandes elementos. El primero es que debe
ser integral, en el sentido que debe abarcar los diferentes elementos que intervienen
en una solución. En este caso estamos hablando de prácticas en procesos,
soportados con habilitadores de tecnología de información y con el desarrollo de
capacidades organizacionales que permitan le ejecución y desarrollo de las
prácticas y de la tecnología de información. Por otra parte, debe tener relevancia, lo
cual implica que las soluciones estén dirigidas a aportar valor estratégico y
económico al negocio, o en otras palabras, que estén alineadas a la estrategia de
negocio..
Otro de los grandes retos está asociado con la logística de mercancías ya que por
todos los medios, marítimo, aéreo, paquetería, tierra o ferrocarril, se presentan
obstáculos que interrumpen el flujo normal de los productos y estos deben ser
atendidos de forma inmediata. Los incrementos en los costos y la falta de opciones
para lograr el movimiento oportuno de mercancías, se vuele un reto relevante a lo
largo de toda la cadena.
Para que la cadena de suministro sea realmente una ventaja competitiva para su
organización, debe cumplir con las siguientes características:
Está fuertemente alineada con la estrategia del negocio, tomando decisiones
que aceleren al crecimiento y mejoren el desempeño general.
Se maneja de forma integral, lograr una visibilidad punta a punta y no solo es
una colección de funciones que buscan su mejor desempeño de forma
individual.
Es capaz de identificar oportunidad para crear valor para el negocio y se
apoya fuertemente en las nuevas tecnologías digitales para generar cambios
sustanciales.
Cumple consistentemente sus compromisos y tiene un desempeño
altamente predecible.
Otorga beneficios de productividad por encima de los valores de la inflación.
Como consecuencia de los trabajos de la cadena de suministro, se cuenta con
segmentos de cliente más satisfechos, que incrementan las utilidades, la capacidad
de adaptarse mejor a los eventos del exterior y un flujo permanente de beneficios
que permite reinvertir recursos en el negocio para continuar las mejoras.
Para que la cadena puede generar todo esto, debe tener claridad acerca de donde
existen las oportunidades para generar valor, lo que implica valorar al menos tres
aspectos:
Cuál es el desempeño básico de la cadena con relación a variables como
costo, predictibilidad, uso de activos, agilidad, nivel de servicio y entrega de
órdenes perfectas.
Qué tan bien se integra la cadena con otras funciones del negocio, la
alineación punta a punta, el nivel de complejidad y las pérdidas de valor.
Qué tanta agilidad se tiene para responder a los cambios del exterior,
cambios regulatorios, estabilidad del suministros, ecosistemas y estabilidad
de la demanda.
En relación a la generación de valor, las oportunidades pueden ser clasificadas en
dos dimensiones, el monto del valor generado y el grado de cambio requerido, lo
que nos puede generar 3 grandes grupos;
Las ganancias rápidas. Estas incluyen cambios simples y de bajo impacto.
Tres áreas comunes de mejora son: el optimismo del pronóstico de ventas,
el detalle en la junta ejecutiva del S&OP y la tendencia cultural a evitar el
conflicto evidenciado por datos sólidos.
Las mejoras funcionales. Que implican un trabajo entre más áreas y tienen
mayor complejidad. En este punto, se identifican dos grandes oportunidades,
la mejora a procesos multifuncionales y a la toma de decisiones.
Las reinvenciones. Que son las más costosas y requieren de mayor tiempo,
ya que requieren cambiar modelos de trabajo de todo el negocio, como la
estructura o escala de las redes, la mejora de la producción de los activos, el
cambio de proveedores o la simplificación de la variedad de productos. Esto
puede implicar el uso de planeación en base a escenarios para optimizar, así
como la toma de decisiones transcendentes como el cierre de operaciones o
la eliminación de líneas de productos.
Para generar este alineamiento de las cadenas, los consultores de Bain nos
recomiendan utilizar las siguientes preguntas:
¿Nuestra cadena se integra con las unidades de negocio e identifica
oportunidades para genera valor?
¿Nuestra cadena entrega los costos necesarios para ayudar al crecimiento
de la compañía?
¿Es la cadena confiable y predecible para cumplir los compromisos con los
clientes?
¿Entrega nuestra cadena mejoras de productividad consistentemente y por
encima de los efectos inflacionarios?
¿Estamos seguros de que nuestra cadena se ajusta rápidamente a los
cambios del exterior?
¿Monitoreamos las tendencias digitales que pueden afectar la operación de
la cadena y los adoptamos para generar ventajas competitivas antes que
nuestros competidores?
Convertir a las cadenas de suministro en la ventaja competitiva es la mejor forma
de garantizar el sano crecimiento de la organización.
Para superar este reto, las empresas logísticas necesitan conocer e implementar
los siguientes elementos:
1. Economía de plataformas
2. Revolución predecible
3. Talento líquido
4. Automatización inteligente
5. Confianza digital
ECONOMÍA DE PLATAFORMAS
Los líderes industriales están desarrollando modelos de negocio basados en
plataformas, con el objetivo de captar nuevas oportunidades de crecimiento e
impulsar un cambio profundo, desde la revolución industrial en el ambiente
macroeconómico global. Al menos el 81% de los encuestados por Acceture sostuvo
que los modelos basados en plataforma formaron parte esencial de la estrategia de
crecimiento de sus organizaciones en un lapso de tres años.
REVOLUCIÓN PREDECIBLE
Los ecosistemas digitales de rápida creación están gestando la base para la ola de
cambio, al desdibujar las fronteras en los mercados e industrias.
Proactivamente, los líderes visionarios pueden predecir esta trayectorias para
obtener una ventaja competitiva que se base en la interacción de los distintos
sectores.
TALENTO LÍQUIDO
Al explotar la tecnología para lograr la transformación del talento, las empresas
crearán ambientes altamente adaptables y preparados para el cambio, además de
cumplir con las dinámicas y exigencias digitales.
La ventaja competitiva que ofrece el talento líquido es notoria, puesto que los
encuestados en el estudio indicaron que “el profundo conocimiento de la tarea
específica a realizar” era la quinta característica más importante que requerirían de
los empleados para tener buen desempeño en un ambiente laboral digital.
AUTOMATIZACIÓN INTELIGENTE
Los líderes están adoptando la automatización – IA (Inteligencia artificial), robótica
y realidad aumentada para cambiar las forma de operación de las empresas, así
como impulsar la productividad entre personas y máquinas.
CONFIANZA DIGITAL
La confianza es una piedra angular de la economía digital. En este escenario las
empresas logísticas deben integrarse a la era digital como una estrategia
fundamental para generar confianza entre usuarios, consumidores, ecosistemas y
regulación. Por sí sola, una mayor seguridad no es suficiente.
Un sistema ERP como el de Microsoft Dynamics 365 no sólo ayuda a las empresas
logísticas a unificar sus procesos sino que provee las herramientas necesarias para
el crecimiento de los negocios, con soluciones de gestión de Business Intelligence,
Marketing, Social Media, bases de datos, etc.
En el escenario actual existe una amplia demanda de un sistema que cuente con
estrategias y soluciones diferenciadas, donde los equipos muestren una alineación
total entre su estrategia y modelo de gestión; lo cual permitirá generar y capturar
resultados con mayor rapidez, además de contar con flexibilidad para adaptarse a
mercados cada vez más volátiles y exigentes.
De acuerdo con un estudio de Accenture a nivel global reveló que “Las empresas
persiguen activamente iniciativas de reducción de costos orientadas a generar un
crecimiento rentable”. No obstante, generalmente la ejecución falla debido a que
sus programas no están alineados a la estrategia del negocio, dificultando su
permanencia y efectividad.
Hasta hace pocos años, la planificación de las cadenas de suministro tenía lugar en
un marco en el que el conjunto de aplicaciones y herramientas tecnológicas, aunque
simplificaban y optimizaban los procesos, no condicionaban la planificación de una
manera determinante.
Todas las áreas relacionadas con las cadenas de suministros se han visto afectadas
por estos avances, pero de un modo más notable y quizá relevante la planificación.
Hoy, los mercados exigen la elaboración de controles de stocks mucho más
precisos y ajustados, la realización de previsiones de ventas y crecimiento avalados
por datos y estudios constantes y también cada vez más minuciosos y complejos,
el diseño de estrategias tanto en la producción como en la gestión de activos,
incluso una logística dinámica, flexible y adaptable que se ajuste a una realidad que
varía de manera constante. En este sentido, podemos incluso hablar de tener
diferentes canales de entrega de productos, adaptados al nivel de servicio requerido
por la diferente tipología de clientes.
Por un lado, las oportunidades de negocio han aumentado. Pero por otro lado,
sobrevivir se ha convertido en un asunto de vital importancia frente a la tradicional
búsqueda de la rentabilidad.